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El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
A las puertas de la gran misión a Centroamérica y México, su Santa Madre se prepara para ingresar en el escenario de esa región y así poder aliviarla de su dolor milenario.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
Es así, queridos hijos, que en este día de preparación los invito a todos a que se coloquen bajo Mi manto para que unidos a Mí, puedan ver y sentir interiormente toda la protección del Cosmos.
En este día se prepara el triunfo de Mi Corazón y a muchos los tomará por sorpresa.
Queridos hijos, su Madre Celeste también acompañará la misión humanitaria por Venezuela, y en el mes de noviembre se instalarán las bases para esta tarea que recién comienza y que está apoyada por la Jerarquía Celestial.
En este sentido, queridos hijos, a las puertas de los venideros acontecimientos, su Madre Celeste los invita a proseguir con fe y amor frente a toda la necesidad que ustedes encontrarán.
Lo más importante para Mí, hijos, será el alivio del sufrimiento a través de todo el amor que puedan expresar a los marginados y a los inmigrantes.
Deseo que sus corazones palpiten de amor, así como Mi Corazón palpita de alegría al ver que se realizan ambas misiones.
Como verán, eso es Voluntad del Padre Celestial con el fin de que toda la humanidad y el planeta se vean beneficiados y puedan despertar al momento de su redención.
Quisiera que a estas misiones fueran Mis legionarios y representantes de la paz.
Recuerden eso, porque será importante que a través de una alineada y correcta actitud se fortalezca la expansión de Mi obra más allá de América.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Con ustedes y en ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos y apreciados hijos orantes:
Mientras nuevas puertas de Luz se abren, otras puertas inciertas se cierran, y la consciencia espiritual de algunas naciones se ve libre de los males generados por los constantes errores.
Venezuela y su pueblo, tan queridos por Mí, deben estar finalmente libres de ese cautiverio en el cual fueron colocados. Así, a través de la fuerza de la oración permanente de todos, el gran y último nudo se desatará; y el pueblo, sin violencia ni maltrato, se liberará de toda esa cadena de errores.
Sigan orando con fe, a pesar de lo que suceda o de lo que vivan, queridos hijos de Venezuela. Yo soy su inseparable Madre y vengo a conducirlos por el camino de la verdadera libertad que Mi enemigo no conoce.
Confíen en Mí y Yo siempre les abriré las puertas al amor y no al sufrimiento.
Con fe y esperanza, proclamen la victoria que ha logrado Mi amado Hijo en ustedes y sean sus nuevos testigos, para que el amor y la redención puedan triunfar.
Recuerden que parte de lo que hoy viven es consecuencia del maltrato a los Reinos de la Naturaleza, principalmente al Reino Mineral.
Con Misericordia y Piedad, pidan que la compasión del Padre Celestial se derrame sobre todo su amado pueblo y que su Madre Celeste pueda tener el primer lugar como regente de Venezuela.
Con la dulzura de Mi Inmaculado Corazón, nuevamente los invito a la paz, porque en la paz encontrarán el camino, la verdad y la renovación de sus vidas.
No bajen los brazos, perseveren y demuéstrenle al universo que saben trascender los errores de sus semejantes con actos de plena Piedad y Misericordia.
Quiero de su pueblo el triunfo del amor para que pronto se acaben el hambre, el saqueo y la guerra.
Rezo para que su nación retorne a la alegría de vivir la paz nacional.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los apoya incondicionalmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Abriendo las puertas de Mi Inmaculado Corazón, recibo a todos Mis hijos de Venezuela para que, al menos espiritualmente, ellos alcancen la paz ante tanta desesperación.
Abro las puertas de Mi Corazón para que Mis hijos se refugien en Mí y no pierdan la esperanza de salir de esa crisis y comenzar de nuevo.
Quisiera que todos Mis hijos del mundo ayudaran con sus oraciones a Mis hijos de Venezuela, para que puedan ingresar plenamente en Mi Corazón y sentir un momento de paz.
En esta hora, su Madre Celeste sigue orando para que los fuertes nudos de la consciencia de Venezuela se puedan desatar y así liberar a los que están presos en esa ilusión de vida; recen también por todos los que son castigados por la desigualdad.
Queridos hijos, frente a los últimos acontecimientos, invito e imploro a Mis hijos de Venezuela a que busquen el final de toda esta historia dentro de sus corazones y que implorando al Padre Celestial, Él perdone todos los errores cometidos para que los responsables se puedan redimir y liberar de sí.
Mi deseo de Madre es que todos alcancen a Jesús, independientemente de sus errores. Que el amor y la paz puedan reinar para que el tiempo ajuste todo lo que sucede.
Serán necesarios una extrema paciencia y un inquebrantable amor para aprender a superar, por encima de sí mismos, todas las pruebas de fe que también la Sagrada y Divina Familia tuvo que vivir en otros tiempos por todos ustedes.
Recuerden que lo más bello e importante es el Amor de Cristo en cada uno y que ese amor crístico deberá actuar entre ustedes, más allá de todo, porque Mi amado Hijo ya les enseñó cómo hacerlo. Llegó el momento, ¡háganlo, Mis pequeños! y no pierdan su inocencia por nada.
¡Les agradezco por escucharme de verdad!
Los alienta,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras Mis pies caminan por Venezuela, Yo les pido más oración interior, que su fuerza orante se concentre en la proclamación y en el pedido espiritual para que esta situación se calme.
Especialmente a los venezolanos les pido ser pacificadores de Cristo en este momento, esa será su prueba y su examen ante el Padre y ante tanta desigualdad.
Les hago un pedido de piedad, hijos Míos, no busquen enfrentarse ni tampoco oponerse a todo lo que genera Mi adversario, todo lo que él ocasiona tiene como esencia tentar a las almas para que pierdan su oportunidad de evolucionar.
Por eso llegó la hora de preparar las islas de salvación para que los inmigrantes y los náufragos encuentren un lugar en donde poder comenzar su vida nuevamente.
Será la misión de los hijos de María activar esa red de oración por Venezuela, ofreciendo a su Madre Celeste todos los esfuerzos posibles; sobre todo Mis hijos del Brasil tienen esa tarea para que esta nación tan querida por Mí no sea colonizada por el caos, el que se vive en muchas naciones.
Ahora ya estamos ingresando en las duras pruebas para las naciones en estos tiempos. Con esperanza y amor eleven, a pesar de lo que suceda, todas sus oraciones, así Yo, como la Madre de todos, podré estar más cerca para acogerlos y guiarlos hacia el Propósito de la Luz.
Los quiero y deseo que no se involucren con el mal y con todo lo que él hace, el mal tiene su fin porque no sabe ni conoce el amor, por el contrario, la Luz vence porque la Luz está en el Amor Eterno de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Oren por América,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras la batalla entre la luz y las tinieblas se desencadena sobre la superficie de este planeta, quisiera que todos los orantes del mundo mantuvieran la convicción de orar con fervor, amor y devoción; de esa forma su Madre Celeste podrá contar con todas sus oraciones para hacer triunfar en el mundo, y sobre todo en la humanidad, el Plan del Amor de Dios.
Hijos Míos, que por sus oraciones y sacrificios diarios todas las barreras y los obstáculos que impone Mi adversario, a través del conflicto y de la desarmonía, sean trascendidos por la acción poderosa del fuego de la oración.
Es así que progresivamente, queridos hijos, su Madre Celeste mantendrá bajo un cierto orden todos los planos tanto el espiritual, como el mental y el material.
Cada uno de ustedes en este ciclo deberá proponerse, como ejercicio espiritual dentro de Mi discipulado, la meta o el propósito interior de superar y de abandonar la indiferencia ante los acontecimientos que se precipitan día a día sobre algunas naciones del mundo.
Es así que, con la minoría de los soldados despiertos a Mi llamado, Yo haré triunfar el Plan redentor de Mi Amado Hijo antes de Su próximo retorno.
Hijos Míos, con toda la devoción e imploración de sus espíritus, recen con amor y confianza para que la propia oración del corazón los pueda guiar en este momento y sobre todo pueda ayudar espiritualmente a muchísimas almas, las que en este mismo tiempo están atravesando el ciclo de la tribulación planetaria.
Abiertos a escuchar la voz de su Madre Celeste, les pido, queridos hijos, que tengan bien presentes Mis pedidos, porque ellos son luces divinas en medio de la oscuridad de estos tiempos.
Con la fe y el amor del corazón, Mi adversario perderá la batalla, crean en eso.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Está entre ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Pureza Original es lo que el hombre de superficie no puede perder, y es esa Divina Pureza la que Mi adversario intenta diezmar todos los días, haciéndola desaparecer de la consciencia de muchos.
Esa Pureza Original permite reformular, de tiempo en tiempo, el Plan de Dios en la humanidad. Es la que hace posible que las consciencias evolucionen, así como lo determina la divina Ley de la Creación.
Queridos hijos, esta Pureza Original es la que primero está siendo atacada por Mi adversario en las almas de Venezuela. Esta Pureza intenta ser disipada a través de los conflictos, de la ausencia de amor y de los enfrentamientos en el pueblo de ese país.
En esta hora, su Madre Celeste trabaja incansablemente para poder revertir dicha situación, su Madre del Amor lucha contra Su eterno rival. Todo está permitido.
Es por eso, hijos Míos, que les traigo en este día la consciencia sobre la verdadera necesidad de cooperar y de ayudar a los que más necesitan.
La Pureza Esencial no puede desaparecer del planeta ni tampoco de la humanidad. Trabajen todos los días para proteger esa energía divina; al menos, hijos, háganlo por aquellos que no la protegen y que viven el temor de estos tiempos.
Queridos hijos, Yo les doy la libertad interior para que, como colaboradores del Plan, estén atentos y despiertos al gran servicio por el planeta y por esta necesitada humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A las puertas de una Gran Misión...
Queridos hijos:
Con el gozo de Mi Espíritu hoy les derramo Mi Paz, para que se establezca en ustedes la perfecta e invencible comunión con Mi Hijo.
Será en el sagrado cenáculo del Corazón de Cristo desde donde se indicarán, misericordiosamente, los primeros pasos sobre la redención y la rehabilitación de las almas.
Esto, hijos, es el comienzo de una nueva etapa en donde muchísimas almas se verán beneficiadas por la próxima peregrinación a Centroamérica y México.
Vuestro Padre Celestial los congrega en oración y en cooperación, para que los planes de su Santísima Madre se cumplan en esa querida región del planeta, amenazada por la explotación de los seres humanos, de los Reinos de la Naturaleza y de la inocente sociedad.
Es así que su Madre Celeste se prepara, en oración, adoración y silencio, para cruzar los abismos de todos esos lugares y así reencender las estrellas caídas, las que se perdieron por diferentes motivos y las que deberán recordar su filiación con Dios.
En este día, en donde ustedes, hijos Míos, especialmente aquellos hijos que abrieron sus corazones para ayudarme en este plan de redención y de paz, generaron una respuesta positiva y agradable al Corazón del Padre Celestial.
La misión a Centroamérica y México abrazará varios campos de consciencia y su Madre Celeste podrá ingresar con Su Reino de Luz y con todos Sus ángeles en las naciones que más lo necesitan.
Es de esa forma, Mis queridos hijos, que el Universo de Dios a través de Mis simples manos desatará los nudos que son milenarios en la consciencia de la humanidad.
Cada uno de sus corazones es llamado para acompañar a su Santa Madre en este peregrinar, sea con sus oraciones, con sus ofrendas o con su presencia en alguna parte de la peregrinación por las naciones de Centroamérica.
Es así que, a través del apoyo y de la amorosa compañía de ustedes, su Madre Celeste podrá contar con Sus soldados para llevar adelante esta obra de misericordia y de perdón para con sus semejantes.
La primera parte de la misión a Centroamérica trabajará para desactivar el sufrimiento, la indignación y principalmente el maltrato existente con el Reino humano y con los Reinos menores de la Naturaleza.
Esta tarea será posible desde el momento en que cada hijo Mío participe de esta peregrinación desde su nación, desde su grupo de oración, desde los Centros Marianos o incluso dentro de la tarea operativa de la peregrinación, como hijo de María.
La segunda parte de la misión en México intentará equilibrar el dolor generado, desde la conquista, a los pueblos originarios. A través de la advocación de la Señora de Guadalupe, se podrá realizar durante los días de la peregrinación la desactivación del sufrimiento de dichos pueblos originarios mediante un acto de perdón y de piedad, para que así se establezca la Divina Misericordia.
La totalidad del recorrido de la peregrinación a Centroamérica y México, podrá ser apoyado interna y espiritualmente por todos los hijos de María y por los grupos de oración en las diferentes naciones.
Para que Mis hijos puedan estar presentes durante la peregrinación completa acompañando a su Madre Celeste, los invito a confraternizarse con Mis hijos de Centroamérica y de México, enviando a la dirección de Misericordia María TV un saludo de paz, el que será exhibido durante los eventos públicos.
Esta sección que será presentada durante los eventos públicos de los Mensajeros Divinos en Costa Rica, Nicaragua y México, intentará crear fuertes lazos de amor y de fraternidad entre los pueblos y sus lenguas.
Es así, hijos Míos, que cada grupo de oración como cada peregrino al momento de dar su saludo de paz, deberá tener consigo la imagen de la Virgen de Guadalupe, como el símbolo de unión y de amor entre las naciones del mundo: Uniendo todo lo que está separado.
Esta sección será denominada “Nos unimos a María, en Su Sagrada Misión”.
Agradezco, hijos, el gesto de hermandad interior que cada consciencia podrá expresar a través de este saludo de paz y esa será la forma en que los peregrinos y orantes del mundo acompañarán cada parte de la peregrinación.
Por último, hijos Míos, con la inmensa alegría del Cielo, agradezco una vez más a todos Mis hijos por haber concretado la misión a Centroamérica y por haber respondido a Mi llamado.
Unida a cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados hijos de Brasil y del mundo entero:
Hoy, Mis brazos se abren y Mi Manto se expande sobre América, anunciando que el triunfo de Mi Corazón está próximo.
Hoy les agradezco y, con alegría en Mi Mirada, les pido que sigan caminando Conmigo por el despertar de las almas y por la redención de os corazones.
Hijos Míos, desde el principio, el Creador Me encomendó cada alma de la Tierra como lo más precioso que Él tenía como proyecto de la Creación. Me señaló desde el Cielo este mundo y Me pidió, con amor, que cuidara y amparara cada uno de Sus hijos; que no mirase con pesar sus faltas, sino con compasión y esperanza; que fuese Mi Fe en Sus creaturas lo que amparase eternamente la oportunidad de ellas de dar los pasos y rehabilitarse en el camino que las lleva a Dios. Y así lo hice, hijos, desde el principio de este mundo.
Cuando vine a la Tierra como Madre de Jesús y esposa de San José Castísimo, fue para consumar Mi entrega y maternidad. Fue para materializar, junto a Mi Hijo y a San José Castísimo, el profundo Amor de Dios por los hombres. Fue para que todos conocieran y reconocieran la maternidad de su amada Madre Celestial, porque de esa forma, hijo amados, podrían encontrar el camino que los trae hasta Mi Corazón, podrían sentir que Mi Manto está cerca y siempre abierto para acogerlos.
No todos reconocieron Mi Maternidad Divina, pero eso no significa que Yo no sea Madre de los que me niegan y de los que no Me conocen. Yo soy la Madre de todos. Soy la Madre de los que Me proclaman y la Madre de los que Me ignoran. Soy la Madre de los que Me aman y Me conocen y la Madre de los que son indiferentes Conmigo.
Hijos, no amo más ni menos a los que responden a Mi Llamado o a los que no Me ayudan a manifestar este Plan. El amor de Mi Corazón proviene de Dios, proviene de la Fuente. Es un amor que desciende de la Verdad y que reconoce la Verdad en los corazones; por eso, los amo por igual.
Yo no veo, hijos Míos, la indiferencia de los hombres, porque conozco sus esencias. Mi gran pesar es que ustedes no reconozcan la Verdad y crean que son sus imperfecciones e indiferencias sin conocer jamás su propia esencia.
Yo vengo al mundo para conducirlos a la Verdad y al Amor, que es Mi Santísimo Hijo. Por eso, Mis queridos, Yo ruego por todas las naciones, por cada Reino de la Naturaleza y por cada corazón, porque todo eso es parte del Amor Infinito de Mi Hijo y para Él debe retorn. El Corazón de Cristo, el Corazón de Dios y Mi Inmaculado Corazón estarán incompletos si ustedes no se reconocen como parte de ellos ni viven en ellos.
Por este motivo, hijos, por la expresión y la manifestación de la unidad, es que Yo aspiro a llegar a cada nación, para que cada nación venga a Mí y Me encuentre.
Quiero consagrar a este mundo para que conozca la Voluntad de Dios y la siga. Quiero consagrar a sus vidas para que retornen a lo sagrado, la verdad y el amor y para que las ilusiones no los confundan ni permitan que ustedes se pierdan.
Hijos, quiero entregarles Mi Paz infinita e inmutable para que la multipliquen, porque sé que no todos escucharán Mi Llamado a tiempo. Pero si Me escucharan en el momento de mayor tribulación, cuando las almas clamen por auxilio, encontrarán en ustedes, Mis hijos el puente hacia Mi Corazón, la Fuente Viva de Paz y de Perdón.
Ayúdenme en este tiempo a multiplicar la Paz, viviéndola en sus hogares y en su día a día. Oren Conmigo, acompáñenme en Mi recorrido por cada nación, orando por el prójimo como oran por sí mismos. Hijos, si así lo hicieran, Mi Corazón triunfará.
Vayan en auxilio de los que necesitan, como hoy necesitan Mis hijos de Venezuela. Oren por ellos y pidan por la Paz. Sean ese gran ejército de luz, esa familia universal que se ayuda, que crece unos con otros, que se resguarda y se fortalece en la alegría de servir y de orar siempre.
Yo los amo y, por eso, les enseño a vivir en la unidad entre ustedes. Que esa unidad, hijos, trascienda fronteras, así como Mi Amor trasciende las dimensiones y llega a la Tierra, trasciende los individuos y llega a cada una de sus esencias.
Yo les agradezco por ayudarme hoy y siempre y hacer triunfar Mi Amor y Mi Paz en este mundo. Imiten Mi ejemplo, hijos Míos, y ámense sin límites,
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos, no quisiera que perdieran la paz, porque la paz es valiosa en estos tiempos.
Mientras escucho el llanto de Mis hijos de la República de Venezuela, Yo los invito a renovar el Espíritu de la Caridad en nombre del amor de Mi Hijo y por el establecimiento de la paz en ese país.
Con ojos de misericordia, Yo los invito a mirar los acontecimientos con madurez y consciencia, en cooperación y fraternidad, para que las almas alivien su sufrimiento.
Abran las fronteras de sus corazones para que el pueblo de Dios pueda ingresar en ustedes y finalmente sentirse amado y consolado por todos.
A través de este misterio que hoy les revelo, Yo les doy a conocer, queridos hijos, el potencial de sus corazones que es muy desconocido por la humanidad, al estar apartada de Dios y de Su infinito Amor.
Con manos de caridad, Yo los invito, queridos hijos, a servir a todos los que desconocen, especialmente a Mis hijos de Venezuela, que en este ciclo final necesitan de su ayuda y caridad, así como otros pueblos también lo necesitarán en este tiempo de purificación y transición.
Pero Yo no vengo a traerles el miedo; sino que vengo a traerles consciencia sobre la necesidad de mantener el equilibrio en la humanidad.
Que en su identidad ya no exista país, ni nación, lengua, religión o sociedad.
Yo los invito a ser uno solo en el espíritu de la paz, porque así podrán percibir, queridos hijos, donde está el llamado de Dios para derramar la caridad y el bien hacia los que más lo necesitan.
Ustedes, que son un pueblo amado por Mí, y que tienen en su advocación a la Señora de Aparecida, los invito al igual que la Señora de Guadalupe, a unir sus consciencias en una sola humanidad, en un profundo acto de amor y de misericordia por todos aquellos que padecen el caos.
A ustedes que son un pueblo amado por Mí, y que también enfrentan sus pruebas como sociedad y como pueblo, Yo los invito a superar todos los limites, a abandonar en la vida toda crítica, todo juicio de valor, toda palabra que pueda destruir al semejante.
Yo los invito, queridos hijos, a dejar de culpar a los demás y a tener misericordia, así como Yo la tengo con toda la humanidad. Los invito a sentir como siente Mi corazón, porque Mi Corazón fue humano y ahora es un Corazón Glorificado.
Si Mi Corazón es glorificado, queridos hijos, sus vidas se pueden glorificar en Dios, así como en este día que ustedes Me ofrecieron sus oraciones y cánticos para que el espíritu y la fuente de la paz se establezcan en los que más lo necesitan.
En esta nueva etapa, queridos hijos, en donde los Sagrados Corazones peregrinarán por Centroamérica y México, cerrando puertas inciertas y abriendo oportunidades para las almas que más lo necesitan, Yo los invito, queridos hijos del Brasil, a llevar adelante esa gran misión por Venezuela; únanse como una sola consciencia de amor, porque deben crear en estos tiempos fuertes lazos de amor y de hermandad, atributos que Mi adversario desconoce completamente, porque donde está el amor queridos hijos, no está el mal.
Yo les agradezco, hijos Míos, porque han ampliado su consciencia y especialmente sus corazones, en la colaboración y en la cooperación de la Obra y de los Planes de su Madre Celeste.
No imaginan, queridos hijos, qué gratitud infinita siente Mi corazón, porque sus espíritus dan un paso a la consciencia de la Verdad.
Unidos a Mi Corazón Inmaculado, establecemos poco a poco, por medio de la oración y del silencio, el Reino de Dios en la Tierra; un Reino Divino que a todos los espera y que está olvidado por la mayoría de los hombres.
Yo los invito, queridos hijos, a salir de ustedes, así como siempre lo intentan todos los días.
Yo los invito a seguir esforzándose, porque su Madre Santísima los ayudará y San José Castísimo les dará el apoyo que tanto necesitan.
Yo sé que muchas de sus vidas se están purificando y cosas inimaginables están saliendo de dentro de ustedes.
No coloquen la atención en la imperfección de la vida, sino en la perfección que les da la oración, porque así, sus vidas se iluminarán y se santificarán siempre y cuando crean que todo esto es posible.
Si San José, Mi fiel esposo, era un simple hombre de Nazareth, sus vidas siendo simples, ¿ya no podrían ser grandiosas?
Sigan orando con fe y de corazón para que su Madre desatadora de nudos, pueda seguir liberando a la humanidad del pecado y llevando la consciencia del planeta hacia su verdadera filiación con Dios, con la Fuente del Amor y de la Unidad.
En este testimonio que hoy les traigo, queridos hijos, se guardan las palabras de Mi Hijo y de San José.
Con amor y misericordia calmo sus corazones de toda dolencia espiritual, mental o emocional. Traigo la Luz de Mi Reino, para que sus vidas se vivifiquen en Cristo y dando ese "sí" al Universo, mantengan la fe en ustedes y en todas sus amadas familias.
Hoy uno lazos de amor con sus semejantes, con sus seres queridos, con todos aquellos que me niegan una y otra vez.
Establezco la verdadera y única religión, que es la religión del amor y de la paz que los Sagrados Corazones vivieron en la Tierra.
Vivan nuestro modelo de vida y siempre estarán en la paz. Imiten aquello que pueden imitar y no se perturben, queridos hijos, pues Mi Corazón de Madre les enseñará a vivir la caridad simple y la fraternidad humilde, con cada uno de sus hermanos.
Hoy abro Mis brazos sobre este lugar y aproximo Mis manos a cada uno de ustedes.
Sustentando entre Mis manos el Santo Rosario de Luz, rezo por la redención de todas las vidas sobre la Tierra, y también por todos los pacificadores, para que se mantengan firmes en el momento de su purificación y no se aparten de Mí por nada; porque en la transformación, queridos hijos, en la purificación de sus vidas y de sus consciencias, se encuentra la liberación de sí y la ascensión de sus espíritus al Reino de Dios.
Crean que es posible, queridos hijos, dar esos pasos. Hoy ustedes Me entregan sus súplicas, y Yo les entrego Mis Gracias, en esa infinita comunión de sus corazones con el Mío, haciendo triunfar el Plan de Dios en la Tierra.
Hoy vengo acompañada por un gran ángel del cielo, por el Ángel de la Paz, aquel que fue conocido en Fátima por los pastores.
Vean en el pecho de este sagrado ángel, la Llama de la Santísima Trinidad.
Vean ahora en sus corazones, la Llama de la Santísima Trinidad y las Tres Personas de Dios en una sola, y guarden este sagrado conocimiento para la transición que vivirán, de morir para ustedes y de nacer a la vida eterna, así como los ángeles lo hacen todo el tiempo, por el sagrado servicio a Dios en el cumplimiento de Su Divina y Santa Voluntad.
Como les dije en el mensaje transmitido a Mi hija Lucía de Jesús, hoy no vengo a ver sus imperfecciones, queridos hijos, quiero que esa Llama de la Santísima Trinidad en ustedes se encienda en sus esencias profundamente; por eso los invito a colocar su mano izquierda sobre el corazón y a sentir esa Gracia que los colma, completamente.
De la misma forma coloco Mi mano sobre Mi Inmaculado Corazón y con Mi mano derecha les ofrezco Mi Rosa de Luz para que alcancen la pureza original que se guarda en este planeta, en sus más divinos recintos sagrados.
Busquen esa pureza esencial por encima de todo, no importa que caigan, queridos hijos, comiencen todos los días aferrados a la Mano de Nuestro Señor Jesús.
Él los levantará, así como levantó a María Magdalena del suelo; porque Él vio en sus ojos, no los pecados, sino su verdadero amor por haberse rendido ante el Rey.
Queridos hijos, con esta llama que los fortalece y los une a Dios, en la sagrada presencia del Ángel de la Paz, nuevamente los invito a orar por el Ángel de Venezuela, unidos a todos los ángeles de las naciones en esta propuesta de atraer desde Universo el Reino de Dios, la paz y el amor que muchos necesitan en este momento.
Y ahora, en Mi Omnipresencia Celestial, Me encuentro en la frontera entre Brasil y Venezuela, rezando por Mis hijos que escapan del peligro y observando cómo ellos cruzan los caminos, buscando una oportunidad y una esperanza de luz.
Quisiera que el Brasil entero diera esa asistencia humanitaria. Para eso les doy los treinta días de noviembre, porque los quiero ver Conmigo, junto a los grupos de oración sirviendo por la paz, dando alimento a los que lo necesitan y principalmente transmitiendo la Misericordia del Corazón de Jesús, para que esos espíritus que sufren se puedan calmar.
Si ustedes como nación dan ese paso, queridos hijos, muchas naciones más también lo darán.
Cuando enfrenten su purificación y transición planetaria, no temerán por los acontecimientos; porque si ustedes creen en la Llama de la Santísima Trinidad que hoy recibe cada uno de sus corazones, nada perderán, sino que ganarán, queridos hijos, el Cielo con sus obras de servicio y de amor.
Y así, juntos, disiparemos el mal y colocaré Mi Cetro de Luz sobre las naciones de América, para que ellas constituyan en la Sagrada Obra de Dios, en el cumplimiento sagrado de Su Voluntad.
Les enseñaré una oración para que se unan a la Santísima Trinidad; una oración muy simple que me enseñó el Arcángel Gabriel cuando nació Jesús, en el pesebre de Belén, cuando la Estrella de Belén brillaba en todo el Universo local, trayendo los atributos de la Redención y del Amor para el mundo.
Repitamos frase por frase, orando con su Madre Celeste por las Américas:
Llama de Mi Corazón que todo iluminas,
úneme a la Santísima Trinidad,
para que se establezca el Plan de la Paz. (x3)
Ahora, queridos hijos, recemos junto al Ángel de Portugal para que la pureza original emerja en las almas de Venezuela y de toda América.
Llama de Mi Corazón que todo iluminas,
úneme a la Santísima Trinidad,
para que se establezca el Plan de la Paz.(x3)
A continuación: "Oración del Ángel de la Paz" (x5)
En esta comunión con el Ángel de la Paz, establezco la reconciliación en sus corazones y en cada una de sus familias, para que saliendo de este lugar, recuerden todos los días este momento divino y sublime con la Santísima Trinidad, cuando enfrenten las pruebas y los desafíos del fin de los tiempos.
Antes de reaccionar queridos hijos, piensen primero en la paz y recuerden este momento sagrado Conmigo. Así cortarán la cadena del mal.
Hoy el Ángel de la Paz ha venido a consagrar a los Hijos de María; cuarenta hijos que se unen a Mí en este momento para renovar sus votos con Mi Corazón Inmaculado y con la Santísima Trinidad.
Que vengan aquí para que Yo les pueda entregar los Dones de Dios, y bendecirlos como Mis pequeños, Mis pequeños hijos.
Que estos niños que hoy están a Mis pies, sean una chispa de Jesús, por todos los niños de Venezuela y del mundo entero que sufren las consecuencias del hombre de superficie.
Que estos niños, como los pastores de Fátima, representen la nueva humanidad, la gran siembra del amor y del bien, por toda la humanidad y el planeta.
Y ustedes, Mis hijos adultos, también sean niños en este momento; pero no recuerden sus sufrimientos del pasado, sino la alegría de haber nacido en este planeta, para renacer y renacer en el Corazón de Dios.
Que esta Fuente de Amor que hoy nos une a través de la Llama de la Santísima Trinidad, los fortalezca en esta nueva misión de vivir Conmigo el llamado de Dios, de responder a Mis peticiones y a todas Mis solicitaciones, siempre y cuando les sea posible.
Al menos les pido a los más pequeños que hoy están a Mis pies, que recen un Ave María todos los días, por los niños de Venezuela y por los niños que sufren la enfermedad y que están huérfanos, que no tienen quien los consuele y los ame.
Si ustedes dieran un Ave María a Mi Corazón Inmaculado, Yo podré estar con sus hermanos más pequeños y ellos también se consagrarán recibiendo la Gracia de la Redención y de la Liberación.
Al igual que pedí a los pastores en Fátima, hoy les pido a ustedes queridos hijos, que recuerden su pureza original para que acabe la guerra y se establezca la paz.
Colocando Mis manos sobre ustedes, mientras el Ángel de la Paz derrama el agua de vida, espiritual y divina, sobre sus consciencias, repitamos:
Padre Nuestro...
Y también bajo la bendición del Ángel de México, aquel que aparece a los pies de la Virgen de Guadalupe, Yo preparo a todos los niños de Centroamérica y de México, para que nuevamente reciban Mi maternidad y Mi amor, y cumplan su sagrada misión, en este fin de tiempo.
Con alegría, devoción y regocijo, junto al Ángel de la Paz, y a los ángeles de todas las naciones de América, Yo los bendigo y los consagro como Mis hijos eternamente:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy canten por Venezuela y por América, el Himno de los Hijos de María.
Hoy Me retiro de aquí agradecida, por todo lo que han hecho, por el estado de San Pablo y por todo lo que deberán hacer para que triunfe el Amor y la Unidad, en nombre de Cristo, vuestro Señor.
Les Agradezco.
Una importante Misión Humanitaria por Venezuela...
Mis más apreciados hijos orantes del mundo:
Con la Voz de la Consciencia de Dios, vengo en este día para pedirles la colaboración con una importante misión humanitaria por Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Espero, queridos hijos, que en el mes de noviembre, Mis misioneros de la Fraternidade lleven adelante junto a los colaboradores del norte del Brasil, esta misión humanitaria; la que tendrá el propósito de acoger a muchos hermanos y de aliviar el sufrimiento que es generado en la nación de Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Con toda su disposición y con el servicio a los necesitados, esta misión humanitaria por Venezuela se llevará adelante en el Estado de Roraima, específicamente con los refugiados de Venezuela que están en la ciudad de Boa Vista.
Desde esta ciudad, su Madre Celeste le está señalando a Brasil, como nación, que deberá abrir sus puertas para acoger a los refugiados.
Las almas de Venezuela necesitarán de la misión humanitaria al menos durante todo el mes de noviembre.
Es así, queridos hijos, que un primer grupo de misioneros participará junto a los que sientan cooperar en el alivio del sufrimiento, durante los primeros quince días del mes de noviembre. A continuación llegará la segunda parte de la misión con otro grupo de servidores en los últimos quince días del mes.
La base inicial de preparación para esa misión humanitaria será la Comunidad-Luz de Figueira, en las casas de los misioneros de la Fraternidade.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Queridos hijos, será de esa forma que dos grandes misiones estarán sucediendo durante el mes de noviembre: la misión humanitaria por Venezuela y la misión de los Mensajeros Divinos a Centroamérica y México.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Así podrán comprender, Mis amados, que los Sagrados Corazones están queriendo evitar un desajuste en América, sobre todo en las naciones de Centroamérica y en Venezuela, que ya enfrentan los primeros pasos del Armagedón.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Con sus corazones llenos de alegría y de misericordia, espero que en la misión humanitaria por Venezuela, también participen hijos Míos de Colombia, Argentina y Uruguay. Abrazando esta divina tarea, como humanidad, atraerán por medio de esta misión la oportunidad de revertir los males que hoy Venezuela está enfrentando.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Queridos hijos, bajo el amparo y la protección de todos los ángeles la ciudad de Boa Vista, en el Estado de Roraima, se tornará un campo de refugiados; refugiados que llegarán cada vez en mayor número esperando aliviar el sufrimiento y cubrir las necesidades básicas humanas.
La Fraternidade - Federación Humanitaria Internacional tendrá la Gracia de congregar a los servidores de las diferentes naciones de América que participen de esta sagrada misión por el alivio del sufrimiento de los hermanos de Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Agradezco que los servidores y los misioneros apoyen este plan de asistencia y de ayuda a la nación de Venezuela.
Brasil deberá abrir las puertas de su corazón para acoger tan grande sufrimiento humano.
Quien los acompañará a servir por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa y Misionera de la Paz
A todas las corales del Encuentro de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad
Mis más predilectos cantores del mundo:
Unida a ustedes, hoy imploremos a Dios para que el dolor del mundo sea aliviado y todas las almas de Venezuela reencuentren el camino hacia la unidad, el bien y la Misericordia de Dios.
Abriendo Mis brazos y tendiendo Mis humildes manos hacia ustedes, su Madre Celeste derrama Sus más íntimas Gracias de cura y de liberación sobre Sus amados hijos de Venezuela.
Es por esa justa causa que hoy he venido desde el Cielo Mayor para pedirles a todas las corales que ofrezcan su canto y su música a Dios, que imploren interiormente para que, a través del encuentro de este día, las más macabras situaciones de Mi adversario sean desactivadas de la consciencia de ese país.
Con respeto y amor, solicito a todos los grupos de oración del planeta y especialmente de América que se reúnan cada nueve días, para que unidos ofrezcan oraciones y súplicas, penitencia y sacrificios con el fin de reparar el Corazón ofendido de Dios, al ver tanta desigualdad y falta de ayuda humanitaria en Venezuela.
Imploro a todas las corales del encuentro de música, que hoy ofrezcan sus instrumentos y sus voces como una tarea de redención para Venezuela y el mundo.
Quisiera que después de este mensaje, sus corazones y vidas se sintieran motivados e impulsados a interceder por todos Mis hijos de Venezuela. La crisis planetaria, poco a poco, irá abrazando a algunas naciones.
Por eso, con la consciencia necesaria y con todo el espíritu ardiendo en un profundo amor, ¡manos a la obra! Es hora de ayudar a los que más necesitan, tanto en la oración como en la caridad.
Agradezco a todas las corales del mundo por esforzarse en responder a Mi llamado.
Los ama y bendice en piedad a toda Venezuela,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amada y dolida Venezuela
Mis amados y sufridos hijos de Venezuela:
Con la Voz de Mi Inmaculado Corazón, en lo más alto y elevado del Cielo, su Madre Celeste implora por Misericordia y Piedad para todos los dirigentes de esa nación.
El universo implora por Misericordia y consuelo al ver tanto sufrimiento, hambre y dolor en todos Mis hijos de Venezuela.
La puerta de la Gracia y de la alegría fue cerrada en Venezuela y los ángeles rezan en todas las fronteras de ese amado país, para sustentar la crisis generada por el hombre de superficie.
No se olviden que Yo aparecí en Betania y que, allí una vez, todos los venezolanos Me encontraron y Yo le pedí a todo su pueblo un verdadero orden y una verdadera justicia social.
Venezuela es una de las primeras naciones de América que está atravesando el ciclo más agudo de la tribulación, en el que todo está en juego.
Solicito a las naciones hermanas que acojan en sus ciudades, pueblos, hogares y haciendas, a todos Mis hijos de Venezuela que escapan del infierno nacional instalado allí por Mi eterno rival.
Sepan, Mis hijos de Venezuela, que Yo estoy rezando a Mi Hijo por los que todavía están allí presentes, que son miles de almas, para que Él no imponga Su Soberana Justicia en ese amado país que siempre Me acogió.
Es hora, hijos Míos, de que todos los servidores del Plan de Dios sobre la Tierra den asilo, vivienda, alimento y sobre todo amor, para calmar ese continuo y durísimo sufrimiento.
No dejo de ver con Mis Ojos, llenos de lágrimas, el llanto de los que claman por Misericordia y Piedad.
Venezuela es la representación del caos humano, instalado por falta de amor y de igualdad.
Queridos hijos, abracen con profundo amor a todos los que están refugiados en la frontera con Brasil. Ayúdenlos y no les reclamen nada. Esas almas solo conocen, todo el tiempo, la desesperación y el horror.
Les pido a los venezolanos, que aún sobreviven en su país, que se unan más seguido para orar por todo lo que les sucede y más allá de ustedes mismos. Les pido que consagren un altar a Mi Corazón en sus hogares y que, a los pies del mismo, imploren sin cesar junto con su Madre Celeste.
Si hubiera una gran corriente de caridad entre Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Paraguay, muchas cosas serían evitadas.
Los estoy invitando, desde ahora, a ser una familia espiritual que se une para trascender el fin de los tiempos.
Oren, oren por todos los que padecen el caos. Que la Gracia que muchos de ustedes hoy reciben sea multiplicada y derramada sobre todos.
A Mis hijos de Venezuela les digo que comparto el dolor y el sufrimiento que cada uno vive por las malas acciones humanas.
Que la Misericordia de Dios los ilumine y que finalmente se establezca la Santa Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora sin cesar,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando un dolor espiritual y profundo es curado, una liberación del pasado y de todos sus códigos se establece, gracias a la intercesión de las Leyes Espirituales de la Cura.
A través de la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento, deseo establecer un hogar en donde las almas que aún no han encontrado a Dios en su interior, lo puedan encontrar por medio de las manos caritativas que se donarán para acompañar ese momento.
En este, Mi próximo Proyecto, deseo que en el núcleo actual se viva un trabajo de cura y de oración espiritual con las almas que, en convalecencia espiritual o física, necesitarán de recuperación.
Es por esa razón, queridos hijos, que una segunda casa para el alivio del sufrimiento y en la transición hacia la muerte corporal, deberá ser fundada.
Necesito, queridos hijos, que esa segunda casa sea llamada Casa de San Lázaro; para que las almas que allí vivan sus últimos días, en la Tierra, puedan resucitar a la vida eterna.
Es por esa razón, Mis pequeños, que esta tarea se irá gestando de a poco, con la esperanza de que los servidores de San Carlos y de las ciudades de alrededor, en oración y en servicio, asuman esta importante misión por las almas que no conocen la cura ni la vida eterna después de la muerte.
Necesito que todos sean entrenados, formados y preparados para esa misión.
Es parte de todos los paulistas el propósito de la manifestación de la Casa de San Lázaro, que será afiliada a la casa matriz de la Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento.
Deseo también estar presente, como Señora de las Gracias, en la entrada de la Casa de San Lázaro.
Esta casa acogerá a muchas almas y en el futuro se expandirá, pues Mi designio es que la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento tenga otras casas en otras ciudades de San Pablo; porque esta tarea será hecha con el fin de que las almas se sientan amadas y amparadas en el momento de su muerte.
Queridos hijos, si los paulistas asumieran esta tarea de cura y de transición de las almas hacia el Reino de los Cielos, les aseguro que la ciudad de San Pablo no deberá pasar por tantas purificaciones.
Nuevamente, los invito a acoger Mi aspiración.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los alivia,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo, queridísima hija:
Concibe en este tiempo un corazón manso como el de Jesús, libre de juicios, críticas y de condenaciones.
Concibe, dentro de ti, Mi llama de Paz y líbrate de todo reclamo y demanda.
Concibe la humildad de ser semejante a Mi Hijo en Sus obras, en Su caridad y en Su Infinita Misericordia.
No rechaces lo que vives y acepta con fervor que la hora de tu muerte interior ha llegado.
Sométete sin castigos a las reglas del amor y haz brotar dentro de ti todo lo que aún has limitado.
La libertad del espíritu se alcanza perdonándose primero a sí mismo y después a los demás. No existe paz en el alma sin reconciliación con la vida.
Las pruebas que abrazan tu consciencia son el escalón para poder dar un paso mayor y desconocido por tus posibilidades.
Deja que Mi Hijo modele el nuevo ser y vacíate, vacíate por entero, mostrando todos los días al Universo que sabes vivir el amor y que no solamente lo comprendes.
Antes de verte caminar a la deriva, Yo te tiendo Mi mano para que la tomes fuerte y te salves del peligro y de las trampas que impone Mi adversario.
Si conoces un poco el poder de Mi Inmaculado Corazón, te aseguro que aprenderás a salir de ti para servir a los otros y encontrarás la tan esperada hora de la ascensión.
No dejes que nada externo te derribe, toma cada experiencia como la oportunidad de morir a ti mismo todos los días un poco más.
Sabes que la redención comienza siendo verdadero contigo mismo, no busques respuestas ni beneficios externos, deja que el fluido del espíritu te muestre siempre la salida.
Si no sabes cómo comenzar, empieza amando lo que te parece imposible de amar, perdonando lo que nunca quisieras perdonar. Haz como lo hice Yo por ti y por la humanidad, Yo ya los había perdonado en santa humildad antes de que crucificaran al Hijo de Dios.
Recapacita y no te alejes de los que no comprendes. La verdadera rendición se dará humillándote ante el pecador o el juez que condena tu vida.
Imita el silencio de Mi Hijo y ten confianza, porque por encima de todo triunfará el amor.
Acepta lo que vives con regocijo. Vuela, vuela alto. Aunque no lo logres, Yo te llevaré al Reino de Mi Señor.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En humildad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos de la ciudad de San Pablo y del mundo:
Hoy su Madre Celeste, en la presencia de Cristo y de San José, viene para renovar Su llamado a la adoración al Santísimo y Eucarístico Cuerpo de Mi Hijo, como una tarea espiritual de cada uno de ustedes para la sustentación del planeta y en especial de esta ciudad, en donde las almas definitivamente deben tener como prioridad esta misión en el fin de los tiempos.
Queridos hijos Míos, su Madre Celeste aún permanece en vigilia esperando, sobre todo, a aquellas almas que se comprometieron a colaborar con Su obra en este tiempo y así poder concretar la misión espiritual en Centroamérica y México.
También, hijos, he venido en este día con la aspiración de que asuman este llamado, no solo para sustentar esta ciudad de San Pablo, sino también para consagrarse como colaboradores espirituales del Plan que el Padre Celestial ha previsto para este tiempo.
Quisiera decirles, Mis amados hijos, que en esta hora es necesario atravesar el umbral de la inercia humana, de la comodidad material y espiritual. Quisiera que naciera de sus corazones el impulso permanente de vivir este llamado y que, a pesar de ser desconocido, puedan seguirlo con la libertad de sus almas.
Hoy reabro las puertas de esta casa de adoración con el fin de que todo el misterio del Universo también pueda ser vivido a través del portal de los adoradores al Santísimo y Predilecto Cuerpo Eucarístico de Cristo. En Él siempre encontrarán la liberación de sí mismos y de todas las fuerzas de la vida material. Desde el portal de los adoradores encontrarán la fuerza de la fe, la confianza y el amor que siempre los colmará.
Hijos, el ciclo una vez más cambió, sientan en sus corazones la voz de la Sierva de Dios y del Siervo de Dios, San José. Crean siempre en lo que les decimos. Los escogimos y los llamamos para que finalmente sean el ejemplo de la trascendencia y del amor que todo lo comprende y que todo lo puede.
Les dejo Mi Paz y los votos de que en verdad cumplirán Mi llamado, un llamado por su salvación y por la paz del planeta.
Les agradezco por responder y por colaborar con la obra de los Mensajeros Divinos.
Los ama por encima de todo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Cáliz Virginal, en este día, derramo la preciosísima Sangre redentora de Cristo, para lavar sus pecados y todos los males que genera la humanidad ofendiendo al Dios Creador.
Quisiera que, en este día, sus almas fueran parte de Mi purísimo Vientre, como lo fue Jesús durante los nueve meses. Así, hijos Míos, Yo podré contemplarlos, y gestarán en ustedes la libertad interior, la unión con Mi Hijo y con el Padre Celestial.
Que en esperanza y no en sufrimiento, sus consciencias sean depositarias de los códigos de redención y de paz.
Queridos hijos, a veces, Mi llanto es por aquellos hijos Míos que no aceptan estar en el Vientre purísimo de su Madre Celeste. En Mi Vientre maternal, lugar en donde sus pecados son liberados y sus heridas curadas, se guarda todo el Universo Creador de Dios y, a través de Mi Vientre, Yo les puedo entregar la Luz del Espíritu Santo.
Sean como Mi amado Hijo Jesús, guarden sus vidas en Mi purísimo Vientre y podrán estar en paz. Yo tengo un lugar grandioso para cada uno, un recinto sagrado en donde existen el amor y la unidad.
Dichosos sean los que buscan estar en Mi Vientre de Luz porque los consolaré, así serán personas nuevas y lo viejo morirá para que nazca el verdadero ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los contempla en Misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A través de Mi presencia y de la presencia del grupo que peregrina junto a su Madre Celeste, Yo estoy desactivando espiritualmente lo que podría hacer desaparecer por completo la mitad de esta ciudad, que en su mayoría es indiferente al llamado de Dios y no lo acoge.
Es así que su Madre Celeste y sus misioneros en sacrificio, se ofrecen para estar durante el mes de octubre en el Estado de San Pablo para que las consciencias de aquí perciban que es hora de salir del punto al que llegaron, de no permanecer en la comodidad.
Por eso, hijos Míos, el Cielo y todo lo que forma el Universo Celestial está con la mirada detenida en los acontecimientos que se viven en esta ciudad de San Pablo; así como también el Universo observa si los servidores de la Madre Santísima están comprendiendo la importancia de mantener viva la casa ofrecida para la adoración al Señor.
Ya no es tiempo, Mis amados, de justificarse delante de la urgente necesidad de responder a un llamado, como también a la advertencia que les hace su queridísima Madre Celeste.
Por esta razón, un estado de transmutación permanente se ha instalado y algunos de Mis misioneros participan y colaboran con esa coyuntura, la que intentará, hasta el final de octubre, dejar una semilla de mayor consciencia.
Es por eso que todos los paulistas, así como todos Mis hijos del Brasil y del mundo, deberían tener como meta la colaboración con su Madre Celeste, para que un equilibrio y una armonía extraordinarios se instalen sobre la ciudad de San Pablo y esta sea merecedora de un tiempo mayor de paz.
Su Madre Celeste los invita a colaborar con la misión a Centroamérica y México en nombre de todos los que podrían hacerlo y no lo hacen.
Quiero de ustedes una constante actitud operativa y no estática. Deseo que, como en otros tiempos, los paulistas puedan salir de sí y ayudar en la sustentación que su casa ‒el amado Núcleo e isla de salvación‒ desempeña para el Plan Divino.
Les agradezco por acoger cada una de Mis palabras.
Los espera más despiertos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todas las obras que están dentro de la Campaña por la Paz deberán difundirse en los medios de comunicación utilizados para dicho fin, así la totalidad de las almas tendrán la oportunidad de conocer esta misión mariana por la paz en el mundo.
Mi deseo, en este momento, es que la nueva Campaña por la Paz, que está amparada por la Virgen de Guadalupe, sea conocida; en especial la misión en Centroamérica y México.
Quisiera pedirles a todos los orantes que nuevamente hicieran conocer al mundo las diferentes campañas que se realizan, con el propósito de que los Sagrados Corazones puedan derramar todas Sus Gracias sobre Centroamérica y México.
Hijos Míos, quiero que otras almas se motiven y se entusiasmen para formar parte de esta misión mariana.
Es así que de inmediato, Asociación María, como ente organizador de esta actividad, deberá publicar las distintas campañas que los grupos de oración están realizando en sus diferentes naciones.
Quiero que esta Campaña por la Paz sea registrada y documentada en el portal de Divina Madre y que cualquier consciencia, en cualquier lugar del mundo, conozca esta causa divina.
Acompaño a cada hijo Mío que, en su nación, se inspirará y se esforzará para ayudar en los planes de su Madre Celeste.
Estoy muy agradecida.
¡Les agradezco por colaborar con Mi Campaña por la Paz!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Esperé hasta este día para decirles que Mi Corazón Materno ya se encuentra palpitando espiritualmente en Centroamérica, aguardando que más almas colaboren con la concreción de los designios de su Madre Celeste.
Por esta causa Mi Consciencia Divina está reuniendo a todos los poderes de Su Gracia para derramarlos como potentísimos rayos de misericordia y redención sobre las naciones que durante el mes de noviembre Yo visitaré.
Su Santísima Madre así prepara el campo de las consciencias humanas para poder sembrar las nuevas y últimas semillas que nacerán en los jardines internos de Mi Amadísimo Hijo; aquellas que Yo vengo a sembrar y cultivar en Centroamérica para que, cuando retorne Cristo en Su Divina Gloria, Él pueda encontrar un lugar dentro de la humanidad en donde refundar Su Santa Iglesia Celestial.
Mi misión mariana con el mundo y con todas las almas es preparatoria y corredentora, es una misión que después de tanto tiempo acoge a todos los que son marginados espiritualmente y a los que, muchas veces, perdieron la oportunidad de retornar al Padre Celestial.
Queridos hijos, por eso hoy vengo para anunciar que las oraciones con los hermanos de las diferentes naciones y los videntes de la Orden continuarán por tiempo indefinido, ya que los frutos de esta tarea han colmado de alegría y gratitud a Mi Inmaculado Corazón.
Es así, queridos hijos, que esa tarea se expandirá hacia todo ser orante que cada quince días, en el mundo, quiera unirse Conmigo a esa red de oración por la paz.
Ahora para Europa, África y Asia nuevos consagrados destinarán sus vidas para ejercitar esa cadena de oración, así constituiremos una red de oración por el planeta y por la humanidad a través del Misterio del Santo Rosario.
Agradezco a todos los orantes por haber acompañado este último ciclo de preparación, ahora se abre una puerta más grande para acoger a todos.
Les agradezco por acompañarme.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de Mi Inmaculado Corazón, Corazón del Dios Vivo, tengo la autoridad y la plena Gracia de poder liberarlos de cualquier dolor o error.
Es a través de Mi Corazón confiante que Yo les doy la posibilidad de hacer de sus caminos, preciosos senderos de luz y de amor.
Quien se une a Mi Corazón, debe saber que compartirá Conmigo la alegría que Yo siento, como también la angustia que Yo veo en todos Mis hijos del mundo.
Quien vive en Mi Corazón, sufrirá Conmigo y todo lo soportará por el bien de este planeta enfermo y por la redención de los que todavía no se postularon como servidores de Cristo.
En Mi Inmaculado Corazón, Yo les revelo la Divina Voluntad de Dios y el fiel propósito de cumplirla por encima de todo.
Día y noche, momento tras momento, los invito a reencontrar Mi Inmaculado Corazón, para que en sus vidas pueda despertar el sentimiento de silencio y de paternidad con sus semejantes.
En Divina Fraternidad, Yo los invito a vivir, para que de a poco la historia de esta humanidad vaya cambiando de rumbo y se vuelva a reescribir un destino de luz y de redención.
Es así que todos los días los invito a vivir en Mí, para que Yo pueda obrar en cada uno de ustedes, así sus dudas se disiparán y reinará la Paz y la Sagrada Confianza de Dios.
Yo los invito permanentemente a ser Mis instrumentos de Paz en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne en Jesucristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las culturas, de todas las religiones, porque soy la Madre de cada corazón humano y soy el Vientre del cual provienen todas las cosas. Nada está separado de Mí, hijos Míos. Solo se distancia de Mi Corazón aquel que se olvida de su filiación Conmigo y que se olvida de la unidad que debe existir entre cada corazón humano y Dios.
Por eso, vengo al mundo y coloco bajo Mi manto cada nación; por eso hago de aquellos de Mis hijos que están despiertos verdaderos espejos de Mi red de luz, para iluminar los abismos internos y planetarios que todavía oscurecen este mundo, y así liberar el mal y el sufrimiento de las almas.
Hijos, hoy Mi Corazón se regocija en Brasil como en Fátima, y Mi rosario se extiende más allá de los continentes, abrazando con sus cuentas de oración todos los mares y curando así el sufrimiento de los Reinos de la Naturaleza. Es así que uniendo Fátima y Aparecida, Me valgo de las oraciones de Mis hijos para realizar una tarea planetaria más amplia, que abarque todos los Reinos y todos los corazones.
Quisiera que Me acompañaran con sus más sinceras oraciones, intentando comprender la gran necesidad de que este mundo sea bañado por la Luz de Dios Altísimo y que los corazones reciban del Padre el despertar que sus almas tanto esperan.
Hijos amados, el terror aún existe en muchas partes del mundo, material e espiritualmente, sometiendo muchas almas. Por más que ustedes estén siempre bajo Mi manto, deben ser conscientes de que esta protección que Yo les entrego es para que trabajen Conmigo por la Paz y por la redención de este planeta.
Quisiera en este día, que Mis hijos en Fátima, como en Aparecida, sean conscientes de los Espejos de Luz que allí deposité para irradiar sus oraciones al mundo entero; sin embargo, hijos, las verdades de los Cielos fueron dichas para muy pocos, y esos deben representar a toda la humanidad.
Quisiera que Mis santuarios estuvieran repletos de almas conscientes de su misión y que, con el espejo de su corazón encendido, hicieran, de cada uno de esos santuarios, verdaderas usinas de transmutación y de redención para el planeta.
Por eso, en este día, les pido que, los que están más conscientes de Mi llamado, oren Conmigo por la paz mundial. Clamen por el despertar de las almas y, solo hoy, no pidan nada para sí.
Únanse a Mí en un clamor por el planeta, por los mares, por las almas que están en la obscuridad, por los que sufren, por los que duermen, por los que someten a sus hermanos.
Unan, hijos Míos, sus rosarios al Mío, en este día, y uniendo Fátima y Aparecida, vamos a encender esa red luminosa hacia la consciencia planetaria.
Hoy los Espejos de Luz se encienden y emiten un sonido divino que resuena más allá de los universos, en todo el Cosmos, para que Dios escuche la voz orante de Sus hijos.
Les agradezco, hijos amados, por ser conscientes de la necesidad de este mundo y por trabajar Conmigo por la Paz.
Agradezco a todos Mis hijos de San Pablo y de San José de Rio Preto por reflexionar sobre la necesidad del prójimo y por ayudarme a cumplir Mis Planes de Paz. Mi manto aún debe abrazar muchas almas y cuento con sus corazones para que eso sea posible.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con toda la alegría y la maternidad de Mi Corazón Inmaculado hoy los vuelvo a encontrar en este hospital de almas enfermas para que, bajo la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, todas esas consciencias, así como las consciencias enfermas de este mundo reciban la Gracia de la liberación.
Quise volver a este lugar de enfermos mentales para enseñarles, queridos hijos, que la humanidad sufre a lo largo de los tiempos esa dolencia a causa de que esas almas no reciben amor, compasión ni cariño de alma a alma.
Hoy día la mayor parte de la humanidad atraviesa graves problemas mentales debido a varios factores espirituales y humanos.
El primer factor que influye mucho en la sanidad mental de las almas es la falta de amor y de oración diaria.
El segundo factor que afecta a la humanidad de este planeta es la destrucción de los Reinos Vegetal y Animal principalmente; esto abre grandes puertas inciertas sobre la consciencia humana, la que día a día y sin detenimiento aniquila a millones de animales en el mundo, generando en esas pequeñas consciencias no solo sufrimiento, sino también un horror indescriptible.
El tercer factor que afecta a la mentalidad humana es la falta de consciencia o de atención en las actitudes diarias, en generar odio, enemistad, en el fracaso material y económico; estos factores abren más puertas, las que hacen de la humanidad una civilización primitiva, capaz de autodestruirse a través de sus acciones.
La cura para todo esto, hijos Míos, es la comunión con la Creación y en especial con la naturaleza.
Su Madre Celeste llega al mundo para ayudarlo en la gran enfermedad espiritual y mental que atraviesa.
Es así, que Mi Corazón de Madre tiene mucha compasión por los que sufren estas dificultades. Esas almas se ofrecieron por muchas más para equilibrar las faltas de la humanidad, pero también las dificultades mentales son producto de la ceguera espiritual humana, de la falta de paz interior y de un profundo desconsuelo.
Como la Madre de todos los enfermos deseo, queridos hijos, que sus consciencias despierten a la realidad y todos los días cambien un poco más, para hacer de sus caminos, caminos victoriosos hacia Cristo y hacia el Padre Dios.
Que todos acepten la equivocación humana y que en sabia penitencia, el mayor número de almas de este planeta pueda reparar, al menos con sus oraciones, lo que la mayoría de las consciencias cometen con acciones sobre los Reinos Menores y con la propia humanidad.
¡En el nombre de la Luz de Dios necesito, queridos hijos, que den ese paso por Mí!
Como soy la Madre Celeste, sé que no toda la humanidad cambiará, y todo lo que hoy vive el planeta y lo que vivirá es por descuido, negligencia y terror.
Les pido, Mis amados peregrinos, que sus grupos de oración se conviertan en células de Mi Consciencia Divina, que realicen sus oraciones diarias y semanales por todo el planeta, para que la mayoría de las almas adquiera la Gracia del despertar y de una consciencia mayor.
Hoy, a pesar de como Yo veo al mundo, Me voy de aquí más tranquila, porque veo una respuesta sincera y ardiente de Mis hijos de San José de Río Preto, algo que todos son invitados a vivir.
Los amo, los amo mucho y con todo el Amor Infinito de Dios, les doy las Gracias de Mi Corazón.
Tengan fe y perseveren, únanse por encima de ustedes mismos, sean portadores de Mi Paz Celestial.
Siempre estaré con ustedes hasta el fin de los días.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los enfermos
Hoy abro Mis brazos en forma de cruz para que vean la grandeza de Mi Inmaculado Corazón, que es infinito y sublime ante los ojos humanos, que no tiene límites y que abarca muchos Universos más allá de este planeta y de esta humanidad.
Este es el poder sublime de Mi Inmaculado Corazón que Yo ofrezco todos los días a Mis queridos hijos del mundo, porque quien vive en Mi Corazón siempre encontrará la paz y la misión que ha venido a cumplir ante Dios.
Hoy vengo a São José do Rio Preto para poder entregarles Mi Corazón Inmaculado como el emblema y el trofeo para el fin de los tiempos, delante de esta transición planetaria que cada día se agudiza más, no solo en la consciencia humana, sino también en los Reinos de la Naturaleza.
La Madre Tierra está en el momento de su gran parto y la humanidad se movilizará.
Ella sentirá profundamente el nacimiento de la nueva humanidad, después de que todo se purifique.
Hoy abro las puertas del Reino de Dios para que sus corazones se eleven y sean depositados por Mí misma en el Altar Sagrado del Padre Creador como el mayor ofrecimiento para la redención de sus vidas, la conversión de sus corazones y por el momento de paz que hoy vienen a vivir Conmigo y en Mí.
Hoy estoy con todas las naciones del mundo. No solo con ustedes, queridos hijos, sino también con Mi amada Portugal, abriendo el Reino de la devoción de Mi Corazón para que las almas se animen a vivir la oración de estos tiempos, para que la paz se establezca en toda la humanidad.
Así como Yo estoy con ustedes, queridos hijos, estoy con cada hijo de este planeta que en esta hora culminante, se une a Mi Corazón, a Mi Luz, a Mi Verdad, a la Cura que Yo traigo para todos.
No hay dolor humano que Yo no pueda cicatrizar cuando sus corazones se entregan a Mi Corazón.
Yo los voy transformando de a poco, en aquel modelo perfecto que Mi Hijo espera ver al servicio del Padre, de todo el Universo y especialmente de esta humanidad.
Hoy, en el silencio de Mi Espíritu, observo a todos Mis hijos del mundo, a todos los peregrinos que visitaron Mis santuarios para honrarme y glorificarme como la Madre de sus vidas, como la Patrona de cada nación, como la Gobernanta de las consciencias de este mundo, como la Estrella Guía de la Paz.
Hoy he venido también a consagrarlos al Espíritu de Dios con la esperanza, queridos hijos, que reencuentren la paz y la reconciliación con el Padre Eterno, por todas las almas del mundo que se apartan del Padre y cierran su corazón al estar viviendo el dolor y el sufrimiento.
Yo Soy la Inmaculada Madre que alivia el sufrimiento espiritual de la humanidad. Por eso, queridos hijos, si se unen a Mí en oración, Yo siempre podré entregarles Mis Gracias y guiar sus caminos, para que Mi adversario no pueda acercarse a la humanidad.
Ustedes saben, Mis pequeños, que estamos en un tiempo de grandes batallas, el triunfo de la Luz es determinante y la participación de sus vidas es importante para que esta Obra de Mi Paz se pueda construir y reconstruir en el mundo, a través de todos los servidores que siguen a su Madre Celeste en este último llamado para la humanidad.
Hoy repito para ustedes un mensaje que Yo ya he dado, porque deben escucharlo con el Corazón. Él debe ser la semilla del nuevo tiempo para que pueda florecer y dar sus frutos en honra al Creador, quien es muy olvidado por la consciencia de la humanidad.
En este día 13 de octubre, queridos hijos, quiero llevarlos a los jardines de Mi Reino de Lys Fátima; que puedan ver nuevamente la puerta que se abre ante sus consciencias y así, puedan ingresar en simplicidad y amor para que nuevamente despierte la pureza original, la pureza que sustentará al planeta y a muchas almas de este mundo que niegan a Cristo y que niegan a Dios todo el tiempo.
Es a través de su pureza que alcanzarán la perseverancia, el triunfo espiritual para sus vidas, la concreción de la misión personal para cada ser.
Es el Reino de Lys Fátima que les abre sus puertas para que sus corazones puedan vivificar Mi Espíritu Inmaculado y en esta comunión perfecta, todos estemos en el Padre Celestial, que en esta hora y en este momento, a través de Su sierva fiel escucha la voz de sus corazones, las súplicas que han elevado al Reino de Dios, por este proyecto de la humanidad, por este Plan de Dios que Él ofrece al mundo para la redención de las consciencias y la conversión de los corazones.
Como he hecho en otros tiempos, queridos hijos, así como lo hice en Fátima, vengo a pedirles la oración por la paz y por el fin de la guerra humana, para que triunfe Mi Inmaculado Corazón no solamente en sus vidas, sino en todas las naciones del mundo, especialmente en aquellas naciones que aún no Me aceptan.
Yo Soy esa gran Consciencia que encarnó en la humanidad como la Madre de Jesús para demostrarles a todos que Dios, en Su Humildad y en Su infinito Amor, se manifestó en Mí a través del Espíritu Santo.
Hoy les vuelvo a derramar, queridos hijos, los siete Dones del Espíritu Santo.
Pero a pesar de que no los comprendan, siéntanlos en el corazón para que ellos puedan despertar y ofrecer al mundo una sagrada y última oportunidad de volver a mirar a Dios y de nunca olvidarse de Su Universo, de Su profundo Reino de Amor y de Su Cósmica Consciencia.
Yo Soy la Reina de todos los ángeles, que hoy trae a Sus coros para que canten junto a ustedes el Himno de Mi Paz, por medio de la oración del corazón y de la fe de sus consciencias.
Quiero de este lugar, un santuario de muchas oraciones.
Quiero de esta ciudad una columna de Luz para el mundo, constituida a través de sus corazones, de sus oraciones y del servicio a los Reinos y a la humanidad.
Los invito así, queridos hijos, a orar por sus semejantes, por todos aquellos que desconocen y que en este día no tienen la Gracia de poder recibirme como ustedes.
Quiero que se consagren a San José Castísimo.
Quiero de esta ciudad, que sea consagrada al Castísimo Corazón de San José para que el Padre del Amor, Mi santo esposo, los pueda guiar por el camino de la simplicidad, del bien y de la caridad, por todos los que sufren el fin de los tiempos.
Los uno a Mi Universo de Amor y les entrego todo lo que tengo y un poco más, para que se animen a estar Conmigo, incondicionalmente.
Mientras estoy con ustedes, estoy con todos Mis hijos, en cada parte de este planeta, que necesitan del alivio para su gran sufrimiento.
Yo Soy la Inmaculada Madre que les trae la Paz, la alegría de vivir en Dios y de retornar a Su Reino en consciencia de oración, de servicio y de hermandad, por todos los que no lo viven.
Y hoy quiero que vengan aquí los que consagraré, para que pueda bendecirlos en nombre de la humanidad.
Mientras estoy aquí contemplen Mi Corazón Inmaculado, que se ofrece como testimonio de amor para el mundo, como reparación de todas las vidas de la Tierra, principalmente de los que no viven la paz y están desesperadas en su sufrimiento y dolor.
Yo Soy la Inmaculada Madre que alivia el sufrimiento profundo de las consciencias.
Soy la Fuente de todas las Gracias.
Soy la reparación interior del corazón humano.
Hoy les he pedido que estén a los pies de Mi altar por todos aquellos que no están, que no adoran a Dios, que no aman a Dios y que tampoco lo esperan, así como dice la oración del santo ángel.
Juntos diremos esta oración, queridos hijos, uniéndonos al Santuario de Fátima, en Portugal y abriendo la fuente de amor de nuestro corazón para que esa fuente sea derramada sobre el mundo y las almas alcancen la salvación.
Así como los tres pequeños pastores, recen, sean como niños, sientan la pureza de sus corazones retornando en este momento. Perdonen, pidan perdón. Reconcíliense. Olviden el pasado y vivan el eterno presente, que es la eterna Gracia de Dios que a través de la Santa Madre del Padre retorna a ustedes, para colmarlos bajo el Espíritu de la Luz y del Amor de Dios.
Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)
Vamos a hacer el instrumental de los Hijos de María.
Mis amados hijos, Yo Soy igual a esta Luz que brilla en los abismos de la Tierra para rescatar a las estrellas caídas. Yo las busco, una a una, por los caminos de la perdición, de la oscuridad, por los caminos de la falta de amor.
Yo desciendo como Luz al mundo trayendo el Corazón de Mi Santo Hijo, para que Él se vivifique en las consciencias de la Tierra.
Es esta Luz de Mi Inmaculado Corazón que todos los días, a través de sus oraciones y súplicas, desciende a la humanidad para concretar su salvación y redención.
Que todas las naciones del mundo, que todos los Hijos de María que hoy se consagran, confíen en esta perpetua Luz, en este fiel testimonio de amor que se enciende como una llama en sus corazones, porque al final de todo, queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Canten con amor este Himno para que el Espíritu Santo también los bendiga.
Hoy Me retiro de esta ciudad con inmensa alegría, viendo brotar en Mis hijos las semillas de luz, las células de Dios en las consciencias humanas.
Mi Luz sea en este manto celeste para que cure sus cuerpos, sus espíritus y consciencias.
Mi Luz sea en este manto celeste para que para que nazcan los pacificadores del Rey Universal.
Que así sea.
Siempre recuerden Mi Inmaculado Corazón. Es el abrigo para su sufrimiento. Él es el refugio para sus vidas.
Les agradezco por responder y concretar Mi llamado, y por ayudarme a llegar a Centroamérica.
Sean una hermandad, un solo corazón, una sola consciencia de luz en todas las naciones del mundo.
Los amo y los bendigo.
Por la autoridad que Dios Me ha dado, disuelvo sus pecados y renuevo su fe en la esperanza mayor de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo soy la Aparecida del Brasil...
En este día santo, queridos hijos, en donde su Madre Celeste es honrada en los altares del Santuario de Aparecida, quisiera dirigir Mis palabras y Mi materno mensaje a todos los peregrinos y devotos del Brasil.
Es por esta causa y por esta santa celebración que su Madre Aparecida es patrona y guía espiritual de la nación brasileña, la que tanto ha sufrido las consecuencias de la colonización y de la esclavitud.
Por eso Yo soy la Virgen Negra, soy la Madre y Reina de los antiguos esclavos. Soy la que está en el Brasil para protegerlo de la dominación y del caos de estos tiempos.
Yo estoy en Mi amado Brasil para proteger su riqueza natural y espiritual, estoy en el Brasil para enseñarles a las almas a vivir su redención y su momento de perdón.
Aquí, en estas tierras, Yo he aparecido para dar testimonio sobre la libertad y amparar a toda la raza negra, raza original de esta humanidad y que fue diezmada por la raza blanca.
Vine al Brasil como la Virgen Negra para poder unir a los pueblos y a las naciones a través de la cultura, de la lengua y de la divina espiritualidad.
La Virgen Aparecida viene a curar el pasado y a cerrar las puertas a la esclavitud que tuvo lugar entre África y América.
Hoy vengo a salvar a los que son marginados y explotados en este tiempo; por eso, soy la Virgen Negra del Brasil.
He aparecido en estas tierras para presentarles a Mis hijos el espíritu de la igualdad y de la justicia. Vengo a cortar las cadenas de los errores que se viven en este pueblo y a conducir a las consciencias hacia la Gracia y la Misericordia de Dios.
Yo soy la Virgen Negra del Brasil, porque quiero enseñarles a todos Mis hijos a que puedan ver la belleza humana sin desprecio por su tipo de raza, sino a través de la semejanza que Dios instituyó entre Él y el ser humano.
Yo soy la Madre de todos los negros y de los esclavos.
Soy la Consoladora del sufrimiento humano.
Soy la Jueza Universal de todos los pueblos.
Soy la Abogada del Brasil.
Con Mi Espíritu Maternal y Mariano, vengo para pedirles a todos los brasileños que cuiden y protejan su nación de la destrucción de la naturaleza en la Amazonia y de toda la vida nativa que aquí florece.
Soy la Guardiana de la belleza natural del Brasil; por eso, imploro a todos Mis hijos que protejan el precioso edén que es el Brasil.
Les pido que no persigan más a los inocentes, les pido que protejan la paz en el edén del Brasil.
En este día en donde todas las súplicas son dirigidas hacia Mi Inmaculado Corazón, quisiera ver en todos Mis hijos del Brasil rostros de alegría para que, junto a su Señora Aparecida, hagamos triunfar el Plan de Dios en esta querida nación.
Agradezco la devoción sincera de este pueblo, por eso retorno en este día para que, durante la Vigilia de Oración por la Paz, este impulso de alegría y de devoción bañe al mundo entero.
Brasil es el corazón verde y devoto de América, aquí el Padre depositó un Propósito, y hoy Yo les enseño a vivirlo con amor, caridad y consciencia.
Abran aún más sus corazones y, a los pies del altar de su Señora Aparecida digan: “Madrecita, Señora del Brasil, aquí estoy para servirte en honra a Tu Amado Hijo”.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Brasil
Abriendo la puerta de Mi Corazón, queridos hijos, les entrego Mi Gracia Suprema. Es la Gracia de Mi Corazón que los fortalecerá y que los protegerá en estos tiempos.
Vengo de nuevo a San José para bendecirlos, y los encomiendo a San José Castísimo para que sea vuestro Padre Protector, el Guardián de sus esencias, el Pastor de las almas después de Cristo.
Hoy quisiera tenerlos más cerca de Mi Corazón, porque escuché sus oraciones. Y vengo en este día también, para bendecir a Brasil en esta importante tarea que él tiene para este momento; tarea espiritual muy profunda, donde muchas almas de esta nación están involucradas con ese propósito y no lo saben, que es el propósito, queridos hijos, de mantener viva la fe en todo este pueblo bendito que Yo amo con tanto Amor.
Por eso, hoy vengo vestida con el manto de esta nación, trayendo la cura para las almas, la sabiduría para todos los espíritus, y en el planeta de esta nación traigo la Paz de Dios para el mundo.
Este es el espíritu y la propuesta para esta nación.
Ahora continuaré diciéndoles, queridos hijos, que Mi mensaje para este día es traerles la Gracia de la restauración y de la cura para todos Mis hijos de Brasil, que tanto necesitan de Dios y de Su Infinita Misericordia para poder persistir en estos tiempos.
El planeta ha cambiado mucho, así como ustedes lo saben. Por eso vengo en este día hacia ustedes para mostrarles, nuevamente, el camino hacia Jesús, y el Amor que Él quiere derramar en todos sus corazones y vidas.
Hoy, quisiera pedirles algo especial, queridos hijos presentes aquí en San José, que recen una oración o al menos un Misterio del Rosario, para que Vuestra Madre Celeste pueda cumplir el propósito a través de Sus hijos, de llegar a Centroamérica.
Así como Yo aparecí en esta nación para protegen el Propósito de Dios que ella tiene, de la misma forma aparecí en México como Guadalupe, para unir a las razas y los pueblos en una misma igualdad, en una misma condición de amor y de fraternidad.
Por eso les pido a todos Mis hijos, no solamente a los que están aquí en San José, sino también en el mundo entero, que en este día de vigilia ofrezcan a su Madre Celeste más oraciones, para que Mi Cesta de oro pueda ser depositada a los pies del altar del Creador, y sea el mayor e infinito ofrecimiento de la salvación de todas las almas de Mi amada América.
Estoy aquí entre ustedes, queridos hijos, como la Señora Aparecida del Brasil y la Reina de la Paz, abriéndoles Mi Corazón Inmaculado para que puedan ingresar al Templo, al Sagrado Cenáculo de vuestro Señor Jesús, que los contempla en esta noche con Su Misericordia, borrando sus deudas, disipando los errores, trayendo la esperanza y la renovación a través de Mi Inmaculado Corazón.
Hoy no estoy aquí sola con ustedes; estoy con el alma peregrina del Brasil, con todos los fieles devotos: simples y pobres, ricos y austeros, que siguen el Espíritu de la Paz, el Espíritu de vuestra Señora.
En el Cielo esto se refleja como una gran celebración, cumpliendo nuevamente la profecía de que todas las generaciones a través de todos los tiempos, honrarían y glorificarían a la Coronada de Estrellas, a la Madre de Dios.
Los ángeles ven este acontecimiento en el Brasil, como una nueva puerta que se abre en este día 12 de Octubre, no solo en el Universo sino también en este país que tanto necesita de perdón y de redención.
Pero es la devoción y la fe de Mis hijos que siempre Me permitirá llegar aquí, en cualquier lugar del Brasil, cuando la Voluntad de Dios lo establezca. Cuando sus voces oran a Mi Corazón, independientemente donde se encuentren, sepan que la oración es poderosa cuando se hace con el corazón y con todo el amor de sus vidas. Eso renueva sus familias y toda la vida planetaria, trayendo una Gracia excepcional y extraordinaria para este tiempo final.
Hoy estoy entre ustedes, queridos hijos, contemplando a las naciones del mundo y los invito, nuevamente, a renovarse dentro de la Campaña por la Paz; a ser difusores de Mi mensaje, de Mi llamado celestial, para estos tiempos, de vivir ahora y siempre la oración del corazón, para que la paz se establezca en el corazón humano y en el planeta.
Quiero que hoy vengan aquí todos Mis peregrinos, Mis queridos peregrinos, que Me ayudaron a concretar Mi llegada a esta ciudad.
Acérquense a Mi altar para que Yo los pueda bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Es una alegría saber que el Brasil aún Me quiere, y que todos los días trabaja su fe para establecer en la consciencia la confianza en Dios y en Su Divino Propósito.
Ustedes, queridos hijos, que hoy se aproximan a Mi altar, a Mi altar guadalupano, representan a toda la consciencia de Brasil.
También pido a todos los brasileños que en este momento Me escuchan en lo profundo de sus corazones, que coloquen su mano izquierda sobre el pecho para que pueda resonar para siempre, la Voz de su Madre Celeste, de la Madre que los quiere y los ama, que desea para todos Sus hijos el camino del bien y de la paz, de la esperanza y de la fe, a pesar de lo que sucede.
Así, Yo los uno a Mi Santo Rosario, y hoy forman parte, queridos hijos del Brasil, de las cuentas de Mi oración que Yo entregaré al Padre Eterno y depositaré en Sus Santas Manos, para que Él vea, queridos hijos, que Su Sierva fiel, la siempre Virgen María, cumple la promesa de la salvación y la redención de los corazones. Señalando con Mi Mano Mi Inmaculado Corazón les pido, queridos hijos, confíen en Mí como deben confiar en Cristo.
Confíen en Mí, porque Yo siempre los llevaré a Dios.
Confíen en Mí, porque Yo los protegeré de todo mal.
Confíen en Mí, porque siempre aliviaré sus corazones, calmaré sus sufrimientos, les traeré la esperanza y la Gracia de Dios de la Fuente purísima de Su Misericordia.
Confíen en Mí, queridos hijos de todas las naciones, para que Mi Inmaculado Corazón triunfe a través de sus vidas en toda la consciencia planetaria.
Confíen en Mí, porque siempre contarán con Mis ángeles de Luz.
Yo les entrego en este día, queridos hijos, la bandera de la Paz, para que ella siempre pueda verse en el brillo de sus oraciones y en la sonrisa de sus corazones, porque todo así se curará.
Ustedes son Hijos de María, algunos ya consagrados, y hoy consagrados por Mí, para que se fortalezca en la consciencia de la humanidad el Plan de Dios para toda la Tierra.
Mañana vestirán Mi Manto Celeste de Luz, sintiendo, en primer lugar, sus almas consagradas a Mí en este nuevo ciclo, en que sus vidas se purificarán, pero contarán con Mi guía para que sus corazones siempre se renueven y prevalezca la fe y todo el Amor de Mi Corazón en sus vidas.
No teman transformarse, teman estar lejos de Dios.
Yo los invito, queridos hijos, en el sagrado Oratorio de Mi Corazón Inmaculado, a que sean testigos de Mi Presencia en este lugar, en América.
Oren a su Madre Celeste para que Su Plan triunfe en la Tierra y en todas las almas que despiertan.
Por la Luz que derramó Tu Inmaculado Corazón,
que convirtió los corazones del mundo,
Divina Señora, ruega por nosotros.
Amén.
Bendita Yo Soy entre todas las mujeres, y benditos son sus corazones ante Dios cuando viven en Mi Corazón.
Bendito es el paso que dan en sus vidas.
Bendita puede ser siempre su oración.
Benditos son sus ángeles de la guarda.
Bendito sea el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Ahora canten la oración que han orado.
Les agradezco por responder a Mi llamado y los invito a difundir el poder de Mi Inmaculado Corazón.
Sonrían a su Madre Celeste. La humanidad está despertando de su profundo sueño.
¡Aleluya, aleluya!
Regreso a sus vidas como la Rosa Mística para que honren Mi Inmaculado Corazón y para que lo añoren todos los días.
Regreso a sus vidas para que Me ayuden a retirar, con sus oraciones y sacrificios, las espinas clavadas en Mi pecho y las espadas que el mundo Me ha colocado con todas sus ofensas.
Queridos hijos, vengo para santificarlos y para que, desde ahora y para siempre, Mis religiosos sean el ejemplo del Cielo en la Tierra.
Vengo para ayudarlos y liberarlos de los abismos que impone Mi adversario con cada prueba que él planifica.
Como Rosa Mística regreso para que contemplen Mi Corazón y todo el misterio de Su Amor que está guardado dentro de él.
Queridos hijos, regreso en este día para que sientan la Mística Faz de su Madre, la que los contempla y reza por ustedes para su salvación y redención.
En esta hora, vengo para apartar a Mis hijos del peligro y de los asedios que proyecta Mi adversario con el fin de destruir todos Mis planes.
Recuerden que Yo soy esa Rosa Mística que se muestra a ustedes como la única belleza natural y verdadera, espiritual y divina para las almas.
Vengo para desterrar el odio, la ira y la tentación de las consciencias.
Como Rosa Mística, regreso a su auxilio para establecer la Divina Paz.
Les agradezco por recibirme.
Los santifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Rosa Mística
Como su Madre Rosa Mística hoy llego a ustedes para revelarles el profundo misterio del Amor de Dios, manifestado por medio de Su Sierva Fiel.
A través de su Madre Rosa Mística es que el principio de la Santísima Trinidad se revela a la consciencia de la humanidad.
Quisiera decirles, queridos hijos, que en su Madre se guarda la presencia espiritual del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y es mediante esta presencia trina que el Universo celestial obra y actúa dentro de la esfera planetaria.
En estas tres vertientes, pertenecientes a una misma persona divina, es que su Madre puede presentarles a Sus hijos la suprema Gracia y la divina Intercesión.
Que en este día quede presente para todos la Santísima Trinidad, como el principio y el origen de toda la Creación y de la Vida.
En la Santísima Trinidad ustedes encontrarán las raíces de la Sagrada Familia y las podrán expresar así como Jesús, María y San José las expresaron siguiendo la Divina Voluntad.
En la Trinidad Santa está la llave de la divina e insondable Misericordia. En la Santísima Trinidad están los principios de la Gracia y de la Piedad, están la fuente y el manantial de la reparación para todo el Universo.
Espero que en sus pequeñas vidas la Santísima Trinidad sea esa ardiente aspiración de poder estar en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Fue el misterio de la Santísima Trinidad el que estuvo presente y manifestado durante la Asunción de su Madre Celeste.
En la faz de la Virgen, Rosa Mística, se guarda y se protege este misterio, porque será a través de Mi Materno e Inmaculado Corazón que las almas podrán reencontrar su verdadero origen espiritual.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en la Santísima Trinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Rosa Mística
Queridos hijos:
Coloco Mi Corona de Luz sobre las naciones para que la vida espiritual y crística despierte a tiempo en las consciencias, para que las almas reconozcan que llegó el momento de aspirar a estar en el Reino de Dios y en Su Voluntad Eterna.
Por eso, en este día, hijos Míos, les recuerdo el compromiso superior con la Divinidad y con los planes de su Padre Eterno, que deberán concretarse en esta última fase del planeta.
Vengo a demostrarles a Mis hijos que será necesario colaborar para que la paz se establezca en la materia y en toda consciencia que necesite de la intercesión de la Divina Misericordia.
Espero que Mis amados hijos tengan consciencia de la unidad interior que debe vivirse en este momento, no solo con el Plan de Dios, sino también con todo lo que vive a su alrededor, con la Creación y con la naturaleza.
Ese sentimiento de unidad los llevará a estar bien colocados en la misión que deberán llevar adelante con toda la humanidad que está despertando.
Hoy, los llevo a todos en Mi Regazo para que sientan Mi Divina Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras su Madre Celeste aún permanece en vigilia y oración sobre la ciudad de San Pablo, quería decirles que el trabajo interior e intenso, que realizó Mi amado Hijo en ustedes, fue muy profundo y transformador.
Por otra parte, su Santa Madre espera pacientemente que algunas almas de esta nación se conscienticen y se compadezcan de la Señora del Cielo, abriendo sus bolsillos y ayudando como buenos celadores para que la misión a Centroamérica se cumpla.
Mi intención no es quitarles nada, sino llevarlos a la consciencia de la fraternidad planetaria, por el bien común de toda la humanidad y de todas las naciones.
Aquí, en esta ciudad de San Pablo, existen almas que podrían impulsar y concretar, de tiempo en tiempo, todos los proyectos divinos de su Madre Celeste.
Es así que, en este día sábado, Yo les traigo esta revelación para que la mayoría sepa que en verdad todo le pertenece al Creador y a Su Creación.
Por eso, hijos Míos, Mi aspiración de Madre es que el Brasil, así como otras naciones de América, se puedan solidarizar y para buscar, más allá de todo, la armonía y la Misericordia que todos los pueblos del mundo necesitan.
Vengo, en este día, a despertarlos a la fiel hermandad, a la castidad de las cosas materiales y a la austeridad de los bienes espirituales.
Vengo para enseñarles a compartir, así como la Sagrada Familia compartía todo lo que tenía.
Invito a cada uno de los brasileños a tejer Mi Manto de Luz en el mundo, a través de la caridad y del compartir; así harán del planeta un lugar de igualdades y no de desequilibrio y de gran pobreza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En este día, su Madre Celeste le implora al Supremo Padre para que el mundo se purifique en armonía y sin violencia.
Imploro para que las naciones despierten y escuchen al Cielo, que clama por penitencia y arrepentimiento.
Es en esta hora, queridos hijos, que se verá la mayor ceguera de las almas, como si ninguna consciencia tuviera un corazón capaz de amar y de perdonar.
Verán que la ignorancia planetaria despierta como una fuente de errores cometidos y de acciones que no solo perjudican a los seres humanos, sino también a los Reinos de la Naturaleza.
Pero esas acciones de poseer y de apoderarse terminarán, en este tiempo en el que la purificación del planeta colocará todo en orden.
Muchas almas están ausentes de la realidad actual, incluso aquellas que viven las catástrofes permanecen en el mismo punto sin percibir mentalmente que todo movimiento feroz de la naturaleza es la señal que emite el planeta de que algo no está bien.
Las consciencias de la humanidad se acostumbraron a vivir en las catástrofes o en las guerras como si fuera algo normal, esto genera hechos que se unen a otros, una cadena de inmensos errores que no se detiene.
La oración será el escudo que protegerá a quien la practique en su vida de forma permanente.
La oración, en el fin de los tiempos, traerá impulsos directos del Espíritu Santo y hará que los orantes sepan qué hacer y dónde estar.
A todos Mis hijos, que enfrentan las catástrofes del fin de los tiempos, les pido que ejerciten actos de perdón y de Misericordia, y no dejen que la fe se desvanezca.
Invito a todos Mis hijos a ser valientes en estos tiempos y a confirmar todos los días su confianza. Eso los preparará para el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración por el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Llego en este día, queridos hijos, para recordarles que todavía su Madre Celeste se encuentra orando por la justa causa de la peregrinación a Centroamérica y México.
Es así, que su Padre Eterno envía a Su Sierva Fiel para declararle a la humanidad que llegó el momento de dar el gran paso hacia la vida grupal y hacia la fraternidad.
Será con esas dos grandes virtudes que las consciencias percibirán que deben salir de sí para poder estar en todo con sus semejantes.
Necesito, Mis queridos hijos, que adopten en este tiempo esa actitud interior y exterior para que, de esa forma, el Plan de Dios alcance mayores planos de consciencia y sea una realidad para todos.
Los invito a fraternizar, a cooperar, a donarse a la Obra del Padre Celestial para que se puedan crear las bases necesarias para la nueva humanidad, porque viviendo en ese camino de igualdad y de equilibrio aprenderán a saldar sus faltas y, al mismo tiempo, serán llevados por los ángeles a encontrar la necesidad verdadera para poder suplirla.
Abracen esta convocatoria de su Madre Celeste, porque así ustedes, seres orantes, verán que el Plan de Dios debe cumplirse en toda la esfera planetaria para que la perdida humanidad reciba una Gracia y una oportunidad.
Piensen en lo que les digo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todavía estoy presente, queridos hijos de San Pablo, entre sus oraciones y en sus corazones, para impulsarlos ahora a la colaboración con Mi obra mariana y por la paz en el mundo.
En estos momentos su Madre Celeste acompaña el encuentro de oración de la misericordia y espera que la llama de fe de sus corazones los motive al despertar de la consciencia y a vivir la paz.
Mientras Mi Hijo Me envía para que les anuncie Mis designios, por otra parte, su Madre Celeste reza con todo el fervor de Su Inmaculado Corazón a la espera de que alguna consciencia complete las obras necesarias para que se lleve adelante la misión a Centroamérica.
Es en este día que Yo les traigo el espíritu de la responsabilidad ante el Plan de Dios, para que ustedes lo puedan vivir y asumir como prioritario en este tiempo en el que todo es permitido.
Quisiera ver en sus corazones la fuerza de esa confirmación interior permanente, porque será de esa forma que su Madre tendrá lugar y espacio para poder desarrollar Su obra en la humanidad y en el mundo.
Que en este día de Misericordia sus vidas se unan a Mi llamado, porque ya es hora de concretarlo y todo el planeta lo necesita.
Estoy con ustedes y rezo por ustedes para que despierten a Dios, al Amor Mayor.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Divina Paz se establezca durante los tiempos de caos.
Que esa Paz atraiga la mansedumbre hacia todos los corazones.
Que en los tiempos de batalla triunfe el amor y que ese amor recupere y redima todo lo que parece perdido.
Que las almas glorifiquen al Padre y que Su Santo Espíritu las libre de todo mal.
Que durante la transición de la Tierra, las consciencias se fortalezcan para que puedan ver la apertura de las puertas del glorioso retorno de Cristo.
Que en esta hora de definición todo se determine, para que el Plan de Dios se manifieste en la consciencia de la humanidad.
Que nadie pierda la esperanza ni tampoco sus fuerzas internas, que eleve la bandera del anuncio de la venida redentora de Cristo.
Que los divinos y supremos Cielos se abran por encima de sus cabezas, para que los santos ángeles derramen la Misericordia de Dios.
Que lo impuro se purifique.
Que lo purificado se vuelva más puro y que, en la esencia de la pureza original, todos vivan la paz interior.
Que las legiones de la Luz formadas por todos los seres humanos de buena voluntad, acompañen la realización del Plan Divino y que todos los servidores navegantes remen y remen, para que la barca de la victoria humana llegue al puerto del Gran y Supremo Libertador.
Que nadie le tema al tiempo final, que todo se realice según el Pensamiento divino.
Que los corazones no pierdan la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En vigilia,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Mientras Mis ojos miran al mundo, Mi Inmaculado Corazón contempla a todos Mis hijos del Brasil y del mundo, esperando que una sabia y amorosa respuesta de colaboración con Mis planes de paz para Centroamérica y México pueda emerger de todos los corazones.
Como la Madre del Mundo aún espero, viendo pasar las agujas del reloj, que algunos hijos Míos del Brasil o del mundo abran sus corazones para recibir Mi más importante llamado a la colaboración con Mi obra en Centroamérica.
Una vieja y antigua herida deberá ser cicatrizada completamente.
Es por eso, queridos hijos, que su Guadalupana realizó una parte de la misión la que, en aquel entonces, Su Hijo le encomendó llevar adelante en México.
Ahora, que su Madre ya formó los ejércitos de oración y de luz en este nuevo tiempo, espero que Mis más queridos y predilectos hijos abracen con el fuego de su corazón este llamado para cooperar con los Planes del Cielo.
La fuente de la manifestación celestial y material sobrevuela sobre sus consciencias, por eso aún espero, en silencio y oración, que algunos hijos Míos consagrados abran la puerta correcta, de sus corazones y no de su mentes, para que descienda la concreción material de Mi Plan en la Tierra.
De no suceder esto antes de que termine el mes de octubre, su Padre Celestial considerará que Su santo llamado a la redención y a la paz realizado a través de su Madre Celeste, está siendo absolutamente rechazado por la humanidad y ya nada se podrá hacer.
Es así, que con la viva caridad de la Sagrada Familia de Nazaret, Yo los invito, Mis pequeños, a acompañar a la Madre del Altísimo en este precioso propósito de redención, de liberación y de paz.
Espero que todos Mis amados hijos del Brasil y del mundo no se duerman una vez más, como ya ha sucedido, sobre todo cuando su Madre Paulista los llama a la entrega mayor.
De la humanidad como de ustedes depende la concreción de este Plan Divino para poder llegar a Centroamérica.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y a Mi divina petición!
Los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día vengo del Cielo y, estando aún sobre el Estado de San Pablo, espero que los corazones de todos Mis hijos se conmuevan, para que en ellos despierte algún día el espíritu de la caridad, de la cooperación y del bien.
En este, Mi amado Brasil, encuentro corazones y vidas altamente devotas, que pueden verdaderamente contribuir con Mi Plan de salvación en el mundo.
Es por esa razón, queridos hijos, que su Madre Celeste estará en vigilia y oración durante el mes de octubre sobre la ciudad de San Pablo, así como lo estuve durante toda la Agonía, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Mi Hijo, pero esta vez estaré arrodillada esperando que algunas consciencias despierten y tengan en cuenta la importancia de colaborar con esta misión de paz a Centroamérica y México.
¿Por qué, queridos hijos, Yo les manifiesto esto?
No es una amenaza ni tampoco una presión mayor que les impongo, es una realidad que va más allá de su entendimiento y de sus consciencias, intento aproximarlos todos los días a Mi plan de corredención, que se establece a través del comando celestial de Cristo.
Espero que durante este mes de octubre, en donde celebraremos a la Aparecida, la Patrona del Brasil, Mis pequeños hijos consigan con determinación y fe aceptar este llamado a la colaboración fraterna y mutua con los Planes divinos de su Santísima Madre.
Mi Amado Hijo se prepara desde el Cielo para descender y para realizar una importante tarea en todo el Estado de San Pablo.
Es por esa causa que, desde este instante, su Madre Celeste los prepara para ese momento para que sus corazones y no sus mentes estén receptivos a las Palabras sagradas de Cristo.
Necesito en estos días que sus vidas sacrifiquen algo para que Mi Plan se cumpla. Invito a los hijos de María consagrados con el manto celeste a que realicen ese ejercicio de sacrificio y de austeridad por el planeta y por el Santísimo Hijo del Universo.
Agradeceré desde ahora su más sincero esfuerzo.
¡Les agradezco por acompañarme en la realización de Mi obra de paz para el mundo!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo a anunciarles en este día un pedido especial del Padre Celestial.
Con Mi Corazón ensangrentado vengo para decirles, Mis pequeños, que la peregrinación a Centroamérica y México quedará postergada por dos razones importantes: la primera, hijos Míos, por la falta de recursos, los que hasta la fecha no fueron completados.
No es Mi intención de Madre que Mis hijos en misión peregrinen por esas naciones sin que la manifestación esté completa.
Ustedes saben, queridos hijos, que el Padre Celestial espera que todos Sus hijos en el mundo anhelen profundamente ayudar en los planes de paz de su Madre Celeste.
La segunda causa, queridos hijos, es que no está en la consciencia de todos el sentir lo que la Jerarquía Celestial está realizando, con el fin de evitar catástrofes nocivas en la humanidad y el mundo.
El Plan del Padre Universal es salvar a todos Sus hijos, independientemente de sus errores y faltas cometidas.
Es así que como Madre Bondadosa y Misericordiosa, esperaré durante todo el mes de octubre hasta poder ver con Mis propios ojos celestiales, que su ayuda para la concreción de Mi Obra es sincera y verdadera.
Por lo tanto, su Madre Celeste realizará un nuevo intento, el tercero esta vez, para poder llegar a Centroamérica y México durante todo el mes de noviembre.
Quisiera sentir de sus corazones no solo sus hermosas oraciones, sino también sus donaciones para Mi Obra de salvación.
Estamos en un tiempo anormal y definitivo, en donde el despertar, la redención y la salvación están en juego, entre el caos y el Reino de la Luz. El triunfo de Mi Corazón se dará por la consciencia de todos.
Con este fin, invito a todos Mis hijos a renovar la Campaña por la Paz a través de la difusión de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, para que en el mes de octubre todos Mis hijos ofrezcan a diario un misterio del Santo Rosario, el que deberá ser rezado a los pies de la santa imagen.
Quisiera estar en todos los hogares brillando como la Madre de todos los pueblos y de todas las naciones.
Es así que en octubre su Madre Celeste peregrinará por el Brasil, esperando ardientemente que la misión mariana a Centroamérica y México se pueda cumplir durante el mes de noviembre.
Todos los orantes y caritativos tendrán el mes de octubre para colaborar, para que esta importante obra de paz llegue a Centroamérica y México.
Pido a todos Mis hijos de Centroamérica y México que se fortalezcan, porque estaré con ellos, cumpliré con esa promesa. Recen todos los días a la Guadalupana y así prepárense para recibirme; también los invito a ustedes a formar parte de la Campaña por la Paz.
Como en Mis divinos planes estaba visitar de nuevo algunas regiones del Brasil, esa peregrinación del mes de octubre estará dedicada para que se pueda concretar justamente la misión a Centroamérica y México.
Es así que los Mensajeros Celestiales visitarán:
En consecuencia el Estado de San Paulo será muy bendecido e impulsado a colaborar con la Campaña por la Paz, en amor y fraternidad a todos los hermanos de Centroamérica.
Brasil y Argentina tienen condiciones de ayudarme en esta Misión de Paz para el mes de noviembre.
¡Agradezco que amen la Voluntad del Padre y que la acepten; espero su adhesión de corazón!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más