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Que hoy todas las voces se unan en sagrada invocación a la Presencia Misericordiosa de Cristo; para que, en este momento, las causas urgentes sean asistidas por las más honestas y verdaderas oraciones del corazón.
Que la Red Suplicante abrace a todas las almas bajo la Luz del Santo Espíritu y que los corazones reciban la bendición que tanto esperan.
Que, en estos días de perpetua oración, los corazones misericordiosos justifiquen las amenazas que vive el mundo para que, por intermedio del ofrecimiento de los apóstoles de Cristo, la humanidad vuelva a recuperar la paz universal.
Queridos hijos, como Madre de Misericordia, también contemplo y acompaño sus necesidades internas.
Que la oración, ofrecida en estos días, sea ese sagrado templo interno que permita recibir las ofertas de los corazones para que el Padre Celestial las contemple a través de la bondadosa mirada de la Madre de Dios.
Que el don de la Unidad Divina impregne los espacios, las consciencias y los corazones, para que en la unidad triunfe el Amor de Cristo y en Cristo, a pesar de todo, las almas aprendan a reerguirse en caridad, amor y hermandad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos y amados hijos:
En este día, les agradezco a los presentes por haberse acercado a Mi Corazón para responder al llamado de orar Conmigo por la paz.
Queridos hijos, la paz es tan urgente en el mundo porque la mayoría de Mis hijos vive en los conflictos internos de sus familias y en los conflictos de las naciones.
Cuando por amor, ustedes se acercan a Mí, como en este día, y oran Conmigo por la paz, se abre una pequeña puerta para que esta paz, que fue invocada por la oración del corazón, pueda evitar escaladas de guerras y de mayores sufrimientos.
¿Ahora, comprenden, hijos Míos, que la oración lo es todo?
Por eso, así como a lo largo de estos últimos diecisiete años, Yo les enseñé a ustedes a orar, quisiera que establecieran espiritualmente más grupos de oración; una escuela de oración en la Tierra que sirva como espejo espiritual, formado por las almas que siempre buscan responder a Mi llamado.
¿Y cómo lo conseguirán, queridos hijos?
Lo conseguirán siendo ustedes mismos una oración a través de los gestos de amor, de servicio, de caridad y de ayuda a quien lo necesite, sin excepción.
Esto significa imitar en plenitud a la Sagrada Familia, porque hoy quiero que sepan que cada uno de ustedes es considerado un miembro de Nuestra Divina Familia Espiritual.
Sigamos invocando la paz, siendo un acto de paz. Sigamos invocando la paz, sin actos de repudio ni violencia, porque el mundo está muy perdido en tanta violencia y agresión.
Que esto termine pronto para que se establezca la paz, la tolerancia y el respeto entre todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras el mundo enfrenta su gran momento de purificación, les pido que en sus vidas y consciencias siga resonando la voz de la oración del corazón; porque será la forma de que, ustedes y sus hermanos de la humanidad, sean ayudados a través de las Leyes Espirituales.
A medida que se aproxima el tiempo prometido del Apocalipsis, los corazones verán situaciones inesperadas que nunca acontecieron en la Tierra. Esto es así para que el planeta se limpie a sí mismo, porque la Madre Tierra grita de dolor y nadie la escucha.
Por eso, hijos Míos, que la oración sea esa llama ardiente que nunca se apaga, que sea la llama que se vivifica, que transmuta, que ilumina y que redime; porque, en el fin de estos inesperados tiempos, la oración será ese escudo espiritual capaz de aislarlos de todas las interferencias de estos tiempos.
Yo necesito que Mis queridos hijos no omitan este pedido, porque cuando estén delante de los acontecimientos del final de los tiempos, recordarán Mi Mensaje.
Si realmente aspiran a corresponder a Dios no solo en los Mandamientos, sino también cumpliendo Su Santa Voluntad, la oración ardiente será esa estrella que a través de Mi Corazón los guiará hacia Dios, hacia un lugar seguro.
Estos tiempos demuestran que la humanidad perdió los valores de la vida y de la familia, porque la sociedad se volvió indiferente al sufrimiento y a la necesidad de los más desprotegidos.
Por eso, les pido que coloquen todo esto en el corazón y que oren Conmigo, a fin de que su Madre Celeste junto con todos los ángeles intervengan en la actual y cruda realidad de estos tiempos.
Es inmediato que la oración de Mis amados hijos resguarde y proteja toda la misión espiritual que llevará adelante la Madre Celeste.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Su Madre Celeste se prepara, en este día, para volver a ingresar en Medio Oriente, a través de la Misión Turquía y de la Misión Israel.
Por eso, Mis hijos, desde ahora, Yo los llamo y los invito a orar mucho más, de corazón; para que cada paso y cada huella, que Mi Hijo dejará marcadas en cada etapa de esta peregrinación, signifiquen y representen, no solo para Medio Oriente, sino también para el mundo entero, la posibilidad de poder estar una vez más ante los Códigos Crísticos alcanzados por Jesús en esta humanidad.
Por eso, Mis hijos, en espíritu de reconciliación y de alegría, los invito a seguir este itinerario espiritual de redención, que Mi Amado Hijo ofrecerá para todos durante la próxima Sagrada Semana.
Así, ustedes, Mis queridos hijos, también serán tabernáculos vivos en los que el Amor de Cristo podrá depositarse en este momento mundial de transición.
Para eso, Mis hijos, no se olviden de lo que les pedí hace unas semanas atrás; que, conscientemente, ustedes puedan vivir los Sacramentos de la Confesión y de la Comunión, y una profunda penitencia, a fin de que muchas situaciones sean evitadas en este mundo.
En estos próximos días, la humanidad estará ante los hechos espirituales e internos que Cristo dejó marcados en el alma de este planeta. No desaprovechen la oportunidad de reconocer, en ustedes mismos, el Amor de Dios, para que en esta humanidad triunfe el amor, triunfe la redención en los corazones.
Ahora, seguiré camino a Israel. Mis pasos de Luz aspiran a abrir las puertas de la Gracia reparadora sobre Mis hijos, en estos próximos días.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos predilectos:
En este día, su Madre Celeste vuelve a estar ante la situación interna y espiritual de los Estados Unidos, a fin de que, a través de la redención y de la cura de las almas, esta nación vuelva a encontrar el camino hacia el Propósito que perdió.
Si, desde el principio, Estados Unidos hubiera sido un país de brazos abiertos, una nación que acoge, atiende y cuida a los más descartados y vulnerables de toda América Latina, les aseguro que gran parte de su deuda espiritual, causada por la comercialización de armas, hubiera sido aplacada.
Pero en estos tiempos, en este lugar como en otros lugares, solo nos resta seguir orando para que ciertas acciones, que este país quiere realizar, no continúen dejando a su pueblo bajo una condición sin salida espiritual.
Dependerá de los corazones orantes, presentes en los Estados Unidos, que puedan crear la condición correcta para que ciertas situaciones ya no coloquen al país en un lugar sin salida.
Vuelvo a repetir esto a todos Mis hijos para que les quede bien claro que será necesario hacer algo, es tiempo de actuar. Porque también existen naciones en las Américas que son condicionadas por los Estados Unidos, algo que todavía nadie se arriesgó a resolver.
El verdadero sentido de la igualdad y de los bienes está tergiversado. Por eso, hijos, Yo los invito a permanecer en el ejercicio de la oración reparadora y pacífica para que, en los Estados Unidos y en las demás naciones del mundo, los pueblos marginados por el desorden, por los conflictos y por las guerras, que dejan muchas heridas abiertas, tengan la Gracia de ser gobernados bajo un principio espiritual de equilibrio y de equidad.
Desde el Cielo, su Madre Celeste intercede junto con Su Hijo para que la humanidad cambie a tiempo.
Recemos para que nadie más sufra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, Mis oraciones son dirigidas a todos los que continúan atravesando esta pandemia y, en especial, a los que perdieron la vida por ella, de una manera inesperada para todos.
Hoy, les pido que, más que nunca, se unan en oración Conmigo, para que su Madre Celeste pueda liberar del plano terrestre a los que quedaron presos y no consiguieron continuar su camino de ascensión.
Por eso, Mis amados, la oración del corazón, hecha con amor, es la gran llave que abre todas las puertas y que concede no solo la paz, sino también la liberación de las almas de la prisión espiritual.
Quisiera, en este momento, que todos los familiares, que hayan perdido a un ser querido y amado, estén en paz y busquen alivio en Mi Corazón de Madre, porque Mi promesa es interceder por las almas que, traumáticamente, sufrieron esta pandemia.
Les pido que sean obedientes y que todos se cuiden para que, poco a poco, esta situación planetaria sea aplacada, y que ya no se permita que almas tan preciosas de este mundo, sean retiradas de su camino terrestre por consecuencias inesperadas y generadas por esta pandemia.
Mis queridos hijos, que la fe nunca se debilite en ustedes. Que la fe y la confianza en el Padre Celestial les concedan la Gracia tan necesaria de la cura y de la redención de esta humanidad.
Recuerden que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que los ama eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este amado día, en el que una vez más desciende la Luz y la Misericordia de Mi Hijo, Yo los invito a renovarse en el Sacramento de la Reconciliación; a fin de que todos los hijos, que no se reconcilian ni piden perdón, tengan la Gracia de despertar al verdadero arrepentimiento y penitencia.
De esa forma, amados hijos, existirán merecidas razones para que la humanidad sea absuelta de todas sus faltas, de todos los errores cometidos.
Que, con la fuerza y el poder de la oración misericordiosa, Mis ejércitos orantes nunca se cansen de pedir Piedad y Misericordia; porque la mayoría, que no pide Piedad ni Misericordia, termina condenándose a la perdición espiritual.
Deseo que todos los orantes de la Tierra se aferren y se unan continuamente al poder de la Misericordia de Mi Hijo. Así, no solo estarán unidos al Corazón redentor de Cristo, sino también mantendrán las puertas abiertas de los Cielos para que los santos ángeles del Señor intervengan en todas las causas que parecen imposibles.
Queridos hijos, sigan construyendo dentro de ustedes la fortaleza de la oración del corazón. Les pido que, a pesar de lo que suceda, no dejen de orar.
Que el corazón espejo de cada hijo Mío refleje sobre el mundo el amor y la paz necesarios para estos tiempos de tribulación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Construyan dentro de ustedes, todos los días, por medio de la oración del corazón y de los actos de amor, un fortalecido espacio interno para Dios.
No hay otro camino, en este momento, para poder encontrar una salida segura. Solo construyendo un recinto interno de amor permitirán que el Dios Vivo, Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, pueda venir a vivir dentro de ustedes.
Mis hijos, como parte del universo creador que esta humanidad es, Yo los invito en este día a recordar que, sin un mundo interno fortalecido en la fe, en la oración y en la caridad, las almas no tendrán los medios que necesitan para hacer frente a estos tiempos desconocidos.
Por eso, como una Madre que los ama y le desea el bien a toda la humanidad, anúncienles a todos que este es el camino para encontrar a Dios en el corazón.
¡Les agradezco por responder a mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en la sagrada solemnidad del mes del Sagrado Corazón de Jesús, la vida de cada hijo Mío se convierta en ese esperado tabernáculo, para que el Sacratísimo Corazón de Cristo pueda estar guardado como una divina reliquia espiritual, que pulsa dentro de cada corazón humano.
Ese tabernáculo, que cada uno debe preparar para que Cristo viva en cada alma, tiene que ser construido a través de algunos importantes pero simples principios que harán, de ese espacio interior, un lugar predilecto para Mi Hijo.
Estos principios, que deben practicar en la vida diaria, son:
En simples palabras, queridos hijos, representan vivir en la Ley de la Jerarquía para aprender a vivir en la Voluntad de Dios.
Con estos tres atributos o principios, aplicados con esfuerzo en la vida diaria, ustedes construirán un tabernáculo seguro para que Mi Hijo deposite Sus más infinitos tesoros espirituales, los tesoros que reconstruirán a toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis pies señalan el sendero del último tiempo para seguir.
Como Madre, intento conducirlos hacia Cristo, para que su aspiración a mantenerse en el camino de la redención siga siendo permanente.
A los lados de la senda que Yo les señalo encontrarán la actual realidad del mundo, grandes y profundas necesidades que precisan ser atendidas a través de la luz del verbo de la oración.
De esa forma, queridos hijos, estarán atrayendo del Cielo lo que la humanidad necesita y no lo que desea.
Este es el tiempo de atravesar la desolación mundial, el ciclo en el que nada parecería tener sentido ni salida.
Este es el tiempo de que, al igual que Mi Hijo, ustedes ayuden a cargar la pesada cruz de la indiferencia y de la injusticia de la humanidad.
Todo esto solo podrá ser resuelto con la oración del corazón, una oración que, en este momento agudo, les traerá la Paz del Reino de los Cielos.
Por eso, hijos Míos, no pierdan la fuerza de orar. Así su fe no será débil y su confianza en el Padre los llevará a comprender estos tiempos definitivos.
Que la oración los haga portadores de los Dones del Cielo.
Que sus virtudes los ayuden a trascender y a purificar sus vidas, para que sus almas estén a las puertas del Reino de los Cielos, a la espera del gran momento del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Un alma estaba afligida por sentir que de lo profundo de su corazón emergían dolores antiguos, registros de experiencias que ella desconocía y de otras que parecía haber superado. Sentía que en su interior no había un tiempo en el que sus experiencias antiguas pasaban y las nuevas surgían de forma armoniosa, sino que todo se mezclaba y lo que había en su interior se tornaba difícil de comprender y de transformar.
Entonces, en una oración sincera, esa alma le cuestionó a Dios, diciéndole: “Señor, el tiempo pasa afuera de mí, pero adentro parece no existir. ¿Cómo puedo sentir y padecer heridas que ni siquiera tengo consciencia de que existían en mi interior? Hoy, todo es tan confuso, lo que parecía estar superado emerge con más fuerza y, cuando parece que ya me levanté, vuelvo a caer en los abismos de mis miedos e incertidumbres, en los dolores de heridas abiertas nuevamente, que son conocidas y desconocidas. Explícame, Dios, ¿cómo puedo curar y superar lo que sucede dentro de mí?”.
Y, con amor y sabiduría, el Señor le respondió: “En verdad, te digo que no solo dentro de ti, sino también en la verdadera vida, el tiempo no existe. El tiempo es la forma que Yo creé para que las criaturas de este mundo pudieran crecer en una secuencia de leyes y ciencias divinas que las mantienen en una escuela evolutiva hasta el momento de su madurez espiritual.
El tiempo sucede fuera de ti, en tu lado humano. El tiempo es percibido por tu cuerpo, tu mente y tus sentimientos; pero en tu interior, alma pequeña, y en tu esencia más profunda, no hay tiempo. Allí eres semejante a Mí, a Mi Infinito, en ti pulsa una vida eterna.
Cuanto más se aproxima la transición del planeta, la esperada madurez humana, más se llega al momento en el que eso que se oculta en tu interior se manifieste, que la verdad se exprese, que el tiempo ya no exista, sino que la Eternidad se revele. Y es parte de ese proceso de transición que tu alma pequeña vea emerger los registros más internos de aquello que viviste en otros tiempos, porque todo emerge para ser reconocido, conscientizado y equilibrado, según el despertar de tu consciencia y el amor de tu corazón.
Por eso, ante los dolores más antiguos, solo busca el Amor que hay en Mí y la Gracia de Mi Espíritu, para que Yo tenga un lugar para actuar a través de ti, y así equilibrar y curar todo aquello que, por ignorancia, viviste, todas las heridas abiertas por una vida distante de Mí. Solo búscame y dame un espacio dentro de ti, en tu mente, cuerpo, alma y corazón. Así, Yo Seré en tu interior”.
Que este diálogo los haga comprender, hijos, que este es el momento de ver emerger, dentro de ustedes, todos los registros de otros tiempos que aún necesitan curarse. Pero, ante lo que sienten, no se desesperen, es solo buscar y darle lugar a Dios, porque solo Él tiene la Gracia y el Amor para curarlos definitivamente.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Primer poema
Corazón consolador de María,
Espejo de Amor y de divina confianza,
nos entregamos a Tus brazos en humildad,
para que, al igual que Jesús,
seamos colmados por Tu más dulce Amor.
Inmaculado Corazón de María,
ayuda incansable de los que Te claman,
socorro inmediato de los que Te llaman,
auxilio inmutable y eterno,
Te pedimos, ahora y siempre,
que podamos formar parte de las promesas de Cristo,
para que el triunfo del Amor
sea una realidad en la humanidad.
Amada Madre,
como Tus siervos, nos consagramos,
como Tus hijos, nos comprometemos
con la oración del corazón,
a fin de que muchos más corazones
alcancen la esperanza y la redención.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras Mis hijos orantes rezan y asumen orar el Santo Rosario como prioridad, en este momento su Madre Celeste se aproxima, en los planos internos, a los hospitales, las instituciones y a los lugares del mundo que atraviesan esta crisis humanitaria de salud.
Es por medio de los que rezan el Santo Rosario de corazón, que Yo tengo el permiso de interceder y de enviar a los ángeles para que les den apoyo y fuerza interior a todos los médicos, enfermeros y asistentes de salud que enfrentan con coraje esta pandemia del fin de los tiempos.
Mientras más corazones asuman rezar el Santo Rosario con amor, más almas serán ayudadas, y también las almas que sufren las consecuencias de estos tiempos serán, principalmente, consideradas por la Divina Misericordia de Dios.
Por eso, Mis hijos, en esta hora los invito a reforzar la oración del corazón, para que su Madre Celeste ayude a poner fin a una situación que afectó al plano mental planetario, situación que se disolverá con la oración de todos.
Estoy unida a los que responden a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La Cruz y la espada
Es en este tiempo en el que hay hijos Míos que luchan con la cruz y otros que luchan con espadas.
Hay hijos que cargan la cruz del mundo, mientras que otros hijos luchan con sus espadas, generando el caos mundial.
Aquellos hijos que luchan con espadas, recibirán el golpe de las espadas. Aquellos que con inteligencia luchan con la cruz, recibirán la Gracia de la Paz.
El mal intenta despertar en el corazón de los inocentes y llevarlos a la rebelión y a las protestas de estos tiempos.
Existe indignación por todo lo que se ve y se vive en las naciones del mundo, pero Mi Hijo ya les dijo una vez que quien luche con espada será herido con espada.
No puede haber oposición ni enfrentamientos en estos tiempos. Mi enemigo quiere generar la guerra más severa y triste en el corazón de los hombres, pero ustedes deberán tener la oración del corazón como arma de defensa para que la luz de la Gracia descienda sobre todos los acontecimientos.
Este es el tiempo en el que cada uno podrá construir su propia fortaleza basada en los valores de la fe, de la solidaridad y del bien; del propio contacto con las Leyes Divinas, más allá de las leyes que los hombres imponen y que no son leyes limpias.
Yo los llamo a luchar a través de la Cruz de Mi Hijo para que Su Sangre, la que fue derramada, tenga el valor y el poder que todos le deben dar. Una Sangre que se derramó para justificar sus errores, los errores de todas las generaciones, de todas las culturas, de todas las religiones, los errores de todos los tiempos.
Si ustedes dan valor a la poderosa Cruz de Cristo, la consciencia humana tendrá su expansión y, algún día, reconocerá que en la lucha no está la salida para encontrar la verdadera justicia, porque la justicia de la Tierra también está corrompida por la falta de transparencia y de compasión.
No hay otro camino que aquel que Mi Hijo les enseñó, aun viendo día a día los conflictos de las naciones y los acontecimientos que son creados por los de siempre a fin de desajustar el psíquico planetario y el plano emocional de las personas.
Este es el tiempo de que cada uno viva la Cruz, la Cruz de la libertad espiritual y material que alcanzó Cristo por cada uno de Sus compañeros y por cada uno de Sus enemigos.
Reciban esta Cruz en lugar de las espadas, para que la esencia de la paz y del amor construya, entre los seres, lo que hasta ahora fue destruido interiormente por la ausencia de la compasión, de la comprensión y de la consideración.
La Cruz no será más pesada para ustedes. La Cruz de Cristo les traerá la Luz de la verdad y el encuentro con la Paz universal, una Paz que les despertará confianza y, sobre todo, sabiduría para que puedan actuar conforme a los principios del Amor Crístico, de un Amor que en este tiempo los protegerá y los conducirá hacia la Tierra Prometida.
Les agradezco por responder a Mi llamado, al llamado de orar por la Paz en las naciones.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El dragón rojo ya salió de su abismo y con su irada cola golpea las regiones de la Tierra para poder arrastrar a todas las almas posibles.
Pero el dragón también mueve a las estrellas del cielo, las que hace caer hacia los grandes abismos.
Su furia y enojo es porque sabe que ya le queda poco tiempo.
Por eso el dragón, que es el ídolo de algunos representantes de las naciones de la Tierra, cree tener bajo su poder a todos los pueblos y naciones del mundo.
Ahora su cola se arrastra como una temida serpiente por Sudamérica y despierta en sus aliados toda forma y sentimiento de poder, autoridad y opresión.
El dragón rojo quiere destruir de una sola vez todo el resurgimiento de la Nueva Humanidad. Por eso, como su tiempo se acorta, él usa todo tipo de aliado para satisfacer su ambición y placer.
Pero el dragón no sabe que hay algo que lo ciega completamente y que lo deja perdido al punto de dejarlo sin rumbo, y eso es la oración grupal del corazón, porque es una herramienta tan invisible y sutil que, poco a poco, lo acorrala y lo deja sin acción y sin salida.
El dragón le teme al sentimiento poderoso de la oración, porque de la nada, sus planes siniestros y perversos caen, siendo destruidos por los ángeles de las naciones.
Es así que en Sudamérica se estableció un campo espiritual de batalla, porque el dragón llegó a pisar estas sagradas tierras cuando en el norte de este continente le abrieron la puerta y estos fueron sus aliados.
Ahora que todo está en juego, la Mujer vestida de Sol convoca y llama a Sus hijos para que, junto a Ella, corran a los desiertos y se refugien bajo el sagrado espíritu de los Recintos. Desde allí todos podrán acompañar la situación de las naciones y estarán más protegidos.
La Mujer vestida de Sol está encinta, pero a punto de dar a luz. Su Hijo quiere ser apresado. Por eso, la Mujer del Sol escapa al desierto para que lo nuevo que llegará no sea encontrado.
El dragón está furioso y destruye con su pasar todos los pensamientos, sentimientos y todos los pueblos, y consigue con su astucia colocar los unos contra los otros, hermanos contra hermanos.
Por eso, la Mujer vestida de Sol llama a Sus hijos a los desiertos para que también escapen y estén libres de todo lo que sucederá antes de que el dragón llegue.
Pero él será vencido por el ayuno y la oración. Por eso no deben darle ningún tipo de alimento espiritual, mental ni material.
Ciérrenle todas las puertas. Ciéguenlo con la luz de la oración y en poco tiempo él desfallecerá. Él morirá porque no tendrá más alimento ni motivo, y ahí será cuando San Miguel Arcángel con todas sus huestes lo derrotará y lo lanzará de nuevo al abismo.
Y todos los aliados del dragón rojo también lo sentirán. Algunos perderán la razón y el sentido. Otros se exiliarán porque todo saldrá a la luz, y otros perderán todo el poder y la fuerza de voluntad que creyeron tener en sus manos y en sus fríos corazones.
La Mujer volverá a salir del desierto con Su nuevo Hijo en brazos, y el sol despuntará como la nueva Aurora y los siete sellos cerrarán una historia.
La redención de América será una victoria.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
Todo lo que está en el Cielo como lo que está en la Tierra se mostrará y se revelará a la humanidad en el último tiempo de su transición. Por eso, la oración del corazón será la llave maestra que los librará de cualquier influencia o interferencia.
La oración puede abarcar los niveles mentales de la Tierra y llegar hasta los niveles espirituales para socorrer y ayudar en alguna situación.
Este es el tiempo de poder sentir con el corazón y ver con los ojos del alma los efectos positivos y universales de la oración del corazón. Ella siempre los llevará a tener más sabiduría y consciencia.
Así, compañeros, ustedes podrán percibir que cuando la oración nace del corazón, no existe nada que impida su resultado ni el momento de su intervención, porque es una oración que brota de la esencia que se siente profundamente unida a Dios por medio del amor y de la paz.
Esa es la oración que en estos tiempos cooperará fraternalmente en todas las causas urgentes.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
La fe de Mis hijos se renueva cuando ellos, en sacrificio y bajo cualquier circunstancia, oran por amor, sabiendo de la necesidad espiritual de estos tiempos.
Por eso, queridos hijos, la oración siempre les renovará la fe y la confianza absoluta en el Padre Celestial.
La fe, que es renovada por la oración del corazón, crea un potente vórtice de luz que no solo protege físicamente a la consciencia orante, sino que todo aquello que la rodea es silenciosamente impregnado de Códigos de Luz que ayudan a las almas espiritualmente enfermas o que perdieron la confianza en Dios.
El poder de la oración, en este tiempo, obra milagros en el propio ser y lo coloca, una y otra vez, en el portal de la trascendencia y en el camino de la redención.
La oración propaga la paz y muchos más atributos, para que todo siga siendo transformado y renovado dentro de los seres, aun los que no oran tomarán consciencia, en algún momento, de la importancia de volverse hacia Dios.
¡Les agradezco por responder, en amor, a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy traigo, para ustedes y en esta hora, Mis Espejos Solares de la Misericordia que, como potentísimas usinas de transmutación, transforman las profundas y desconocidas condiciones humanas.
Estos Espejos Solares son los que, en este ciclo, están aproximándose al planeta para socorrer espiritualmente a la humanidad y auxiliar en el equilibrio de la consciencia del planeta.
Estos Espejos Solares de la Misericordia están unidos a las diferentes Fuentes de la Creación y, desde el Universo Espiritual, ellos emanan códigos e impulsos que llevan al despertar de la consciencia dormida y a la búsqueda del camino de la Verdad.
Estos Espejos Solares también trabajan los aspectos del ser humano, ayudándolo en la sublimación de la consciencia a fin de que el camino de la redención sea vivido conforme a la Voluntad del Padre.
Para contactar y unirse a los Espejos Solares de la Misericordia bastará orar de corazón a las tres de la tarde. Eso permitirá que, sobre la superficie de la Tierra, exista por lo menos una consciencia que reconozca esta extraordinaria asistencia espiritual y así descienda el auxilio necesario para este tiempo crucial de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Ora y acoge, con amor, a las Gracias Divinas.
Recibe en tu espíritu y en tu corazón a los Rayos que provienen del Corazón del Creador de todas las cosas. Su Ciencia Divina se manifiesta en el interior de los seres cuando oran de corazón y les revela lo que verdaderamente son, hace que las esencias recobren su brillo y su expresión celestial y les demuestra a los hombres la pureza y el misterio que existe en su interior.
Deja que todo eso, que acontece en el silencio y en lo invisible de la existencia planetaria, se expanda hacia todos los seres, hacia toda la Creación. Deja que fluya de tu corazón hacia el mundo lo que el Padre te entrega cuando oras y haz de tu vida un permanente servicio a la evolución humana.
Sé un servidor en silencio, un servidor de corazón, un servidor que vive el Evangelio en su interior y transforma a la consciencia humana, de adentro hacia afuera, convirtiendo las raíces más profundas de su degeneración.
Tú eres parte de un todo. Eres el producto de una historia que no comenzó en esta Tierra y que no terminará en ella, pero que se define aquí, dentro de cada ser.
Si dos o más vivieran la transformación que el Creador necesita sería suficiente para demostrar a toda la Creación la grandeza del Amor de Dios y renovar la evolución de toda la vida, en este planeta y más allá de él.
Aspira, hijo, a ser quien hace lo mejor. Busca ser quien vive la trascendencia de sí todos los días. Procura vivir, en tu interior, lo que aspiras a que la humanidad manifieste y encuentra, a través de tus aspiraciones más puras, la Voluntad y el Designio de Dios.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más