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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"En cada caída, un aprendizaje.
En cada aprendizaje, una oportunidad de trascendencia.
En cada trascendencia, una Gracia de liberación.
En cada liberación, una oportunidad de morir para sí mismo.
En cada momento de muerte espiritual, una puerta que se abre para la expansión de la consciencia.
Pero, debes saber bien que, mientras estés en este mundo, vivirás con aflicciones. Pero, las aflicciones podrían hacerte crecer y madurar o las mismas aflicciones podrían hacerte hundir en un interminable victimismo.
Por eso, sé inteligente y no te engañes a ti mismo, permite que de cada experiencia de la vida puedas aprovechar cada momento como un impulso de ascensión, como la escalera de Luz que se coloca delante de ti para que asciendas paso a paso.
El universo siempre te mostrará sus señales".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Treinta y tres fueron las señales que Dios Me entregó en el desierto.
Treinta y tres fueron los milagros que realicé.
Treinta y tres fueron las locuciones internas de San Miguel Arcángel.
Treinta y tres fueron las principales Instrucciones que Yo les dejé a Mis apóstoles antes de la Ascensión.
Treinta y tres fueron los golpes más difíciles que Yo recibí por amor a la humanidad y por su pronta redención.
Treinta y tres son los pasos de la vida de todos los iniciados en el apostolado de Cristo.
Treinta y tres son las Aspiraciones de Dios que Yo cumpliré cuando retorne al mundo.
Treinta y tres son los ciclos de los que aprenden a caminar a través de los aprendizajes y de los que se abren al camino de la redención.
Hoy, se cumplen para Mí los treinta y tres principales impulsos espirituales que el Señor de Israel, Cristo Jesús, le entregó en los últimos tiempos a cada uno de los apóstoles del tiempo final.
Ahora, caminen en la búsqueda incesante del espíritu inmortal que yace en lo más profundo de cada uno.
Yo siempre los esperaré, a pesar de las demoras o de los avances. A pesar de todo, Yo estoy aquí y Soy su Señor, el Dios del Amor".
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy, Mis oraciones son dirigidas a todos los que continúan atravesando esta pandemia y, en especial, a los que perdieron la vida por ella, de una manera inesperada para todos.
Hoy, les pido que, más que nunca, se unan en oración Conmigo, para que su Madre Celeste pueda liberar del plano terrestre a los que quedaron presos y no consiguieron continuar su camino de ascensión.
Por eso, Mis amados, la oración del corazón, hecha con amor, es la gran llave que abre todas las puertas y que concede no solo la paz, sino también la liberación de las almas de la prisión espiritual.
Quisiera, en este momento, que todos los familiares, que hayan perdido a un ser querido y amado, estén en paz y busquen alivio en Mi Corazón de Madre, porque Mi promesa es interceder por las almas que, traumáticamente, sufrieron esta pandemia.
Les pido que sean obedientes y que todos se cuiden para que, poco a poco, esta situación planetaria sea aplacada, y que ya no se permita que almas tan preciosas de este mundo, sean retiradas de su camino terrestre por consecuencias inesperadas y generadas por esta pandemia.
Mis queridos hijos, que la fe nunca se debilite en ustedes. Que la fe y la confianza en el Padre Celestial les concedan la Gracia tan necesaria de la cura y de la redención de esta humanidad.
Recuerden que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que los ama eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Superar los errores y persistir, hijos, es una forma de crecer humana y espiritualmente.
Cuántas veces sus personalidades, y aun las resistencias de sus almas, los llevan a caer en abismos profundos y oscuros, de donde solo pueden salir a través de la humildad, de la obediencia y cuando abrazan y acogen el desierto.
Cuando una consciencia comete un gran error en el camino espiritual, tiende a querer desistir de todo, porque le es más fácil sucumbir de una vez en el abismo que erguirse con esfuerzo y valentía, con humillaciones y obediencia, yendo en contra de todo lo que antes la engrandecía.
Pero cuando esa consciencia se arrepiente y abraza el camino de retorno al Corazón de Dios, por más doloroso que parezca ser, y coloca sus pies en las huellas de la humildad, de la rendición y de la obediencia, es entonces, hijos, que esta consciencia conocerá verdaderamente el Amor, el Perdón y la Misericordia de Dios.
Es entonces que crecerá como hombre espiritual y forjará en su interior una fortaleza que no es humana, sino divina.
Es entonces que aprenderá que más vale caer y levantarse mil veces que sucumbir en las facilidades de los abismos del mundo, porque estos abismos solo traen sufrimiento y dolor, angustia y pena, mientras que levantarse de ellos trae un crecimiento forjado a fuego que imprime en el alma la unión con Dios. Y por más que los seres sean siempre probados en su camino, esa alma ya sabrá lo que debe hacer al caer y, en cada caída, crecerá más, humana y espiritualmente.
Aprendan de los errores. No se rindan ante las debilidades humanas, sino afírmense en la humildad y en la obediencia, y así seguirán en ascensión al Corazón de Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Sé guardián de todos los impulsos que recibes de Dios, cultivando en tu corazón lo que más te aproxima a Su Verdad y a Sus Gracias.
Con el silencio, vence las adversidades; con la oración, mantén tu consciencia elevada; y con la eterna gratitud, abre constantemente tanto las puertas del Universo como las del Infinito.
Sé, hijo, guardián de todo lo que recibes en nombre de la humanidad. Que cada impulso llegue a tu consciencia como algo que la empuja hacia el camino de la ascensión, para que cada día estés más dentro del Tiempo de Dios y fuera del tiempo de los hombres.
Cultiva en tu corazón el bien y el amor al Propósito Divino, y deja las cosas del mundo, que ya no son para ti, para los que aún están perdidos.
Los impulsos que recibes llegan, en este tiempo, para que tu corazón sea una puerta hacia la vida superior. Por eso, mantén tu consciencia allí, unida a los mundos sutiles, unida a la Verdad de Dios, unida a los misterios celestiales que se revelan detrás de los velos que se continúan rasgando en estos tiempos.
Cultiva la fe y la esperanza, a pesar de todo lo que suceda en el mundo. Y, aunque la vida a tu alrededor parezca estar tan distante de lo que es real, no sufras, sino camina solo hacia lo Alto.
No dejes que tu mente se confunda con las ilusiones del mundo, que parecen tan reales. Hay una Vida mayor, hay un Propósito superior, hay una realidad aproximándose a la Tierra, y en eso debe estar tu corazón.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Entrega tu corazón y tu vida en las Manos de Dios, para que tu sufrimiento interior termine.
Deja que los rayos que descienden del Cielo para la definición de los seres no causen dolor en ti, sino que te liberen de tus resistencias, de los muros de piedra que te separan de lo que eres, que te impiden llegar a Dios.
Deja que se quiebren las barreras de la resistencia; deja que se renueven tus fuerzas y tu amor por el Plan de Dios.
Todas las oportunidades para la ascensión y la iluminación de la consciencia se encuentran en tu día a día; la llave está en tu actitud frente a los acontecimientos, a las pruebas y a las necesidades que te llevan a la superación.
Tus pies ya no están en el calvario de este mundo, por eso no detengas tus pasos, sino abraza la cruz que te fue dada, con paz en tu corazón.
Recuerda el abrazo de tu Señor a la madera, cuando la cruz de tu redención pesó sobre Él, y hoy que eres llamado a imitar Sus pasos y dar todo de ti por amor, haz lo mismo: abraza la cruz, por la redención de los ciegos de espíritu y por los duros de corazón, por los indiferentes e ignorantes, por los que no recibieron Misericordia porque creyeron que su estado de miseria era el tesoro de sus vidas.
Cuando abraces la cruz, desde Cielo vendrá el auxilio para que puedas cargarla.
Cuando abraces la cruz, vivirás la revelación del Amor de Dios en Cristo.
Cuando hubieres consumado tu entrega en la cruz de estos tiempos, verás el Amor de Dios renovarse en ti.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mantén tu consciencia en paz y, en ella, la inspiración única de la iluminación, de la unidad con Dios, del cumplimiento de Su Propósito, de la manifestación de Su Reino.
Deja que los deseos y las voluntades sean lavados de tu corazón y, poco a poco, encuentra la verdadera paz, la paz que proviene del Creador.
Ya conoces el camino, ya conoces tu destino, porque él es tu Origen y habita en ti.
Pacifica tu corazón observando tus acciones, pensamientos y sentimientos; recordando así el propósito de tu vida, que solo es reencontrar a Dios en tu interior y permitir que otros también puedan encontrarlo.
Que cada instante sea para ti una oportunidad de trascendencia y de ascensión. Que cada prueba te aproxime más a Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mi Divina Misericordia es más extensa y profunda que el mar, en ella sumerjo a las almas dentro de Mi Luz, para que se puedan transfigurar y redimir.
Mi Divina Misericordia es más pura y cristalina que el agua, de ella le doy a beber a las almas que agonizan y que desesperan, para que cuenten con esa tabla de salvación.
Mi Divina Misericordia es más límpida, clara y luminosa que el Cielo, en ella ingreso a las almas para que se puedan elevar y santificar conforme Dios lo necesita.
Mi Divina Misericordia es más bella, hermosa y preciosa que las flores y los lirios del campo, porque en ella, las almas alcanzan la alegría espiritual de servir y vivir a Dios.
Mi Divina Misericordia es más alta, fuerte y robusta que todas las montañas, porque en ella coloco a las almas en el camino de la ascensión y de la trascendencia a fin de que los corazones, por medio de Mi amorosa confianza, aprendan a superar sus propios miedos y desafíos.
Mi Divina Misericordia es más infinita, amplia y extensa que las estrellas, porque a través de ella coloco a las almas en el universo de Mi Amor, para que sean curadas de sus errores y liberadas de sus constantes pruebas.
Mi Divina Misericordia puede ser mucho más para todos ustedes, solo bastará invocarla con amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Después de tantos impulsos recibidos y de todo lo que tuvieron que sustentar para que este mundo conozca un poco de paz, y aunque sean pocas, que las almas estén despiertas en este tiempo. Ahora, hijos, deben recogerse en el interior del propio corazón y pacificarse.
El mundo no dejó de sufrir; la humanidad aún tiene mucho que caminar, curar y liberar. Por eso, dejen que sus cuerpos se recuperen, que su consciencia asimile los impulsos recibidos y mediten en los próximos pasos a ser dados.
Después de vivir con Cristo los pasos de Su Pasión, ahora deben revivir el momento en el que los apóstoles se vieron delante de la Ascensión de Jesús a los Cielos y de la soledad y el silencio que experimentaron, para sintetizar en el propio interior todo lo que vivieron con Cristo.
Los impulsos que ustedes recibieron en los últimos días se asemejan a los impulsos recibidos por los apóstoles en los últimos tres años de vida de Jesús. Muchas fueron las Gracias, las bendiciones, los Rayos y las Leyes que actuaron en sus vidas en poco tiempo. Por eso, ahora es el momento del silencio, de la soledad y de la quietud. Momento de mirar hacia el Cielo y emitir al Padre su respuesta, haciendo que Dios escuche su "sí" y, así, sigan caminando con la fe que se renueva a cada paso, en el eco de las Gracias que recibieron.
Que los frutos sean fecundos en sus corazones, porque todas las puertas les fueron abiertas. Ahora basta cruzarlas.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando los Sagrados Nombres de Dios son invocados, sus códigos de vida son derramados sobre las consciencias que los llaman, y esto también trae y despierta la renovación.
En los Sagrados Nombres de Dios está el impulso espiritual que las almas necesitan para aprender a vivir la Divina Voluntad.
Los Sagrados Nombres son puertas de contacto con niveles elevados de la Consciencia Única, y su invocación atrae espiritualmente la cura, la luz y la redención que las almas necesitan para evolucionar y trascender sus aspectos terrestres.
Los Sagrados Nombres son corrientes poderosas de energía divina, y esos Nombres permiten que el alma se pueda religar con Dios y con todo el Universo como con la Fuente de la Creación.
Los Sagrados Nombres de Dios activan en las esencias el recuerdo primordial de su origen y de su procedencia espiritual.
Los Sagrados Nombres colocan al espíritu de la consciencia en el escalón de la ascensión espiritual y de la redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Dios reconoce el esfuerzo verdadero de Sus hijos, y por medio de esos esfuerzos Él concede la paz y la reparación de todas las faltas que Sus propios hijos pudieran haber cometido.
En ese esfuerzo se encuentra el impulso de la trasformación y del cambio.
En ese esfuerzo se encuentra la trascendencia y el espíritu de la ascensión.
Fija tu mirada en el sentido oculto del esfuerzo y de él retirarás los frutos espirituales para tu transformación.
Pero existe algo esencial que mueve a la realización de ese esfuerzo y que se llama amor.
Si en el esfuerzo no hubiera amor sería un esfuerzo vacío, sería solo un esfuerzo material y no espiritual.
Permite entonces que tu memoria registre la importancia de hacer todo por amor, por compasión y por Misericordia. Así ahorrarás tiempo y espacio. Tu energía no se vaciará porque el esfuerzo siempre estará lleno de determinación y de ímpetu por servirme en todo momento.
Piensa en lo que te digo y Me darás la razón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Fuego Divino que en estos tiempos desciende a través de la acción del Espíritu Santo, es un fuego más fuerte e inmutable.
Este Fuego corrige y transmuta las corrientes contrarias, y es capaz de impulsar las siguientes etapas del Plan de manifestación.
Ese Fuego remueve todo lo que es corrupto, para que, por medio de su ascensión, las consciencias alcancen el sentido de lo sagrado.
Este Fuego es capaz de consumir toda una forma y toda una estructura rígida.
Por eso, el Fuego Divino deberá ser contactado por etapas, a fin de que las consciencias soporten su voltaje ascendente.
Este Fuego también purifica y remueve todo lo que impide la evolución del ser.
Ese Fuego es capaz de concretar la luz de la manifestación dentro del campo de actuación.
Este Fuego elimina lo impuro y revela lo que es puro.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cánticos de Figueira - “Ascensión”
Este cántico nos coloca conscientemente delante de realidades superiores y, de manera especial, nos revela la existencia de aspectos del ser humano que hasta hoy son desconocidos para la mayoría.
El cántico nos aproxima a una verdad ya existente en el Universo, algo que es parte del principio de la vida universal y que es conducido por los niveles internos que ya saben hacia donde será nuestro próximo destino cósmico.
Este cántico nos recuerda la conformación básica de nuestro ser, que no solamente somos materia que nace, vive y muere, sino que todas las experiencias sucedidas en la Tierra, incluso las cotidianas, forman parte de una gran cadena de aprendizajes marcados por actos de amor, de perdón, de redención y de reconciliación.
El Espíritu Santo se revela en este cántico como ese poderoso caudal de energía divina que puede expresar sus Dones a través de la consciencia terrestre y, también, espiritual.
El Santo Espíritu de Dios ayuda a reunir todas las experiencias, para que ellas, vividas en los diferentes niveles de la consciencia, sirvan como un legado y un aprendizaje para la Nueva Humanidad, así como para el recuerdo y el conocimiento de las Moradas universales.
A nivel universal, ciertos Regentes Solares son los que cuidan y protegen la evolución de esos aprendizajes que hacen despertar la consciencia humana hacia el cumplimiento de su propósito y de su misión.
Estos Regentes reúnen todo el legado evolutivo y espiritual que una consciencia haya podido vivir en la Tierra, a fin de servir como conocimiento para el despertar de nuevas virtudes internas.
Esa es la razón por la cual las experiencias de la vida, sí o sí, llevan al ser humano a alcanzar el sentido y la razón de haber venido aquí, a este mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A través de los Misterios Gloriosos el alma encuentra el testimonio verdadero de la realización del Plan Divino en la humanidad por medio de los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José.
Pero, ¿qué representa para ti la Resurrección de Jesús al tercer día?, ¿y la Ascensión gloriosa del Señor?
¿Qué representa para ti el descenso del Espíritu Santo?, ¿y qué significa para tu ser la Asunción de María a los Cielos?
¿Y el momento de la Coronación de la Sierva de Dios?
En todos esos hechos existen importantes recursos internos y espirituales para que cualquier alma dispuesta alcance la perfección interior, un camino lleno de desafíos y de pruebas, pero verdaderamente colmado por el Amor del Creador.
Cada pasaje de los Misterios Gloriosos representa una llave de acceso para la realización de la Voluntad Divina y para transformar la voluntad humana en una voluntad fundida en Dios.
Los Misterios Gloriosos evidencian todo el tiempo la presencia del Amor de Dios por todo lo creado, especialmente por Sus criaturas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La agonía de los que sufren las guerras también es parte de Mi agonía. Por eso vengo con toda Mi Misericordia, a fin de aliviar a las almas doloridas y a todos los que escapan de la desesperación de estos tiempos.
Que sea Mi Misericordia la Fuente de cura y de reparación para todos los que deben ser curados y amparados por Mí.
Que en la Divina Misericordia encuentren el agua para saciar la sed y el fuego para calentar el frío de estos tiempos.
Llamen siempre por Mi poderosa Misericordia para que, aún más, Mis Rayos Misericordiosos puedan tocar todo lo que necesitará de perdón y de redención.
Que en Mi Misericordia comulguen con Dios para que, desde ahora, muchas más situaciones sean detenidas en las naciones del mundo por todos los que invocan la Divina Misericordia.
Que en la hora de la mayor agonía todo sea ofrecido como penitencia y oración, a fin de atraer hacia el planeta los mismos códigos que todos los apóstoles Míos son llamados a vivir, los códigos de la Ascensión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que reine la paz en los corazones que oran.
Que esta paz se expanda más allá del mundo interior.
Que la paz alcance grandes regiones del planeta y que todo sea redimido.
Que todos los creyentes celebren la victoria del Redentor, porque este es el día del Júbilo de Dios, ya que Su Plan se ha cumplido a través de Su Amado Hijo.
Que hoy nadie dé un paso hacia atrás.
Que los valientes sigan caminando por el Sendero de Mi Hijo, para que algún día lo puedan encontrar cara a cara.
Que este día represente, para todos, el momento de Su Ascensión.
Que los apóstoles de Cristo ya puedan plasmar su compromiso con el Maestro y Señor, ya que la Tierra necesita seres redimidos, almas abnegadas que carguen con amor su propia cruz.
Que toda esencia hoy pueda ser colmada del espíritu de la Resurrección del Señor, porque ya es tiempo de que los caminantes en Cristo vivan y lleven adelante la preparación de Su esperado y segundo Retorno.
Que todos sean llamados a vivir la eterna Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Desde lo alto de las montañas vengo a pronunciar la Palabra de Dios.
Están ante el Príncipe de la Paz, ante el Rey del Universo, ante el Corazón Humilde de Dios, el que viene a buscar de Sus hijos las obras de misericordia.
Yo Soy el Príncipe de la Paz y a la Paz de Mi Corazón los quiero llevar, para que sepan superar estos tiempos, para que sepan trascender las barreras, para que encuentren el camino de salida que en este tiempo Yo les estoy indicando y que los lleva hacia Mi Corazón Misericordioso; en ese lugar Yo tengo un recinto sagrado para todos, sin preferencias por nadie.
Vengo a buscar lo que hay verdadero en ustedes, lo que Dios ha creado desde el principio para que pudieran evolucionar y despertar a través de los tiempos.
Yo Soy el Príncipe de la Paz y les muestro Mi Soberanía. Les traigo Mi Gobierno Celestial, aquel gobierno que Dios Me concedió después de la Ascensión para que, después de todo, Yo llamara a las ovejas por su nombre y vinieran junto Conmigo a realizar el Plan.
Hoy vengo con la Paz del Reino de Dios, lo que estabiliza las energías y los espacios; lo que trae serenidad a la consciencia y despierta la mansedumbre en el corazón. Sin esta Paz nada será posible vivir en estos tiempos, sobre todo los planes que Dios espera realizar, porque Él necesita, compañeros, espejar Sus Designios sobre Sus hijos.
Ustedes saben que la mayoría de la humanidad no despertará; pero el Príncipe de la Paz hará el intento, porque la Gracia de Dios también es para los más miserables, para los que están más lejos de Mí, para los que no sienten Mi Corazón ni tampoco lo buscan.
Ingresen, ahora, hacia ese estado de la Paz celestial, en donde todo se equilibra, en donde todo se aquieta, en donde existe un profundo recogimiento para poder sentir a Dios en su interior.
El Príncipe de la Paz viene con los ángeles de la Paz para anunciarle al mundo el último tiempo de paz antes de que todo suceda, antes de que todo se desencadene, antes de que la humanidad de superficie vea la realidad que aún no quiere ver.
Construyan en ustedes, compañeros, estados de paz que sean inalterables; busquen la sabiduría y la paciencia para que eso se pueda construir en ustedes y en los momentos más difíciles sepan cómo trascender las dificultades y los obstáculos.
Desde lo alto de estas montañas pronuncio Mi Voz, y Mi Palabra Divina hace eco en los corazones.
Que resuene Mi Palabra en los mundos internos.
Que los mundos internos vuelvan a erguir los templos para que Dios pueda morar y hacer de los hombres personas nuevas, hacer de los espíritus consciencias consagradas que no temen saber quiénes en verdad son y qué han venido a cumplir en este ciclo.
Hoy coloco Mi Mano sobre Mi Pecho y les hago sentir Mi Corazón, Mi Corazón Pacificador, para que todo se neutralice, para que el obstáculo se disipe, para que las almas reencuentren el camino y la seguridad de estar en Dios.
Hoy vengo entre las nubes para anunciarle al mundo Mi llegada, primero en Divinidad y después en Gloria; primero dentro de sus espíritus y después cerca de ustedes, sobre esta superficie.
Ha llegado la hora del retorno del Señor, ha llegado la hora de la última preparación de los corazones para todo lo que ha de venir en estos tiempos definitivos.
Manténganse en la certeza de estar en Mi Corazón, construyan en ustedes ese puente que los une a Mí, y no permitan que las energías terrestres los hagan oscilar.
Estén firmes delante del Propósito, estén firmes delante de la vida, porque así serán buenos apóstoles, así cumplirán Mi llamado y realizarán sobre este planeta Mi Obra, que es para el mundo entero.
Recojan sus seres internos en lo alto de estas montañas y descubran la verdadera realidad que hay en ellas, los verdaderos tesoros que ellas guardan y que muchos aún no los pueden ver.
Pero Yo les revelo esos tesoros, Yo les revelo esos principios y esos Dones que vienen a construir el Nuevo Hombre, que vienen a hacer morir al viejo hombre, que vienen a despertar en los espíritus lo renovador.
Permitan que esos tesoros que aquí se guardan puedan ser acogidos por sus espíritus y que el viejo hombre pierda sus vestiduras para que sea bautizado por el Espíritu de Dios y esto lo haga merecedor de Su Reino.
Mientras estoy aquí, con ustedes, estoy con el mundo.
Les traigo la Paz para que la sientan y la vivan. La Paz que Yo traigo viene del Cielo y del Universo, es la Paz que viene del Silencio de Dios y de Su recogimiento más íntimo y eterno.
Que esta Paz los vuelva a erguir como consciencias, como soldados, como apóstoles y servidores Míos.
Que sus esencias sean impenetrables a los asedios del mundo.
Que sus esencias se fortalezcan ante Mi Presencia Celestial y que en ellas se depositen los códigos de la nueva Vida, los códigos de la Luz que Yo traigo a través de Mi Corazón, para hacer nacer en ustedes lo que Dios Me ha pedido para cada uno.
Que el advenimiento de los Nuevos Cristos se pueda cumplir.
Que el advenimiento de los últimos convocados se pueda llevar adelante, para que la Tierra sea preparada y también toda la consciencia humana reconozca la venida del Redentor, que aún espera con Sus Brazos abiertos el abrazo de Sus hijos y de Sus compañeros, para aliviar el dolor que siente Su Corazón debido a la indiferencia humana, a la ignorancia y al error.
Que la Paz celestial disuelva las indiferencias.
Que la Paz celestial unifique a los corazones.
Que la Paz celestial establezca el Reino de Dios dentro de los hombres, para que la vida sea regenerada y para que los Soles de estos tiempos despierten y despunten en el firmamento, dando el “sí” al Universo Creador.
Que nadie pierda la esperanza de poder redimirse.
Que nadie pierda la alegría de servirme.
Que nadie deje de seguir Mis pasos, porque son los últimos que estoy dando antes de Mi Retorno para llevarlos por el camino del gran despertar.
Que las Leyes Universales se cumplan en los hombres.
Que los Rayos del Universo desciendan sobre las consciencias para reconstruir los templos internos y, así, traer hacia la Tierra la Gracia de Dios.
Que esta Maratón sea ofrecida para la unificación de las creencias, para la trascendencia de las doctrinas humanas y de las filosofías, para que todos alcancen el Amor Crístico y allí se unan a Mí, en esencia y espíritu; para que la Iglesia que fundé hace más de dos mil años, viva los Designios de Dios y no los altere.
Por eso vengo a llamar fuera de Mi Iglesia a los que Me necesitan, a los que Me esperan y también a los que no Me buscan, porque en todos está el Amor Crístico, porque ese Amor está en ustedes desde el principio, cuando fueron creados a imagen y semejanza de Dios.
Que se encienda la llama de la fe en los corazones para que triunfe el Plan.
Porque no llegaré por la puerta mayor de Mi Iglesia para que Me reconozcan, llegaré de una forma diferente y anónima, por el lugar que nadie piensa, que ningún ser imagina.
Vendré en la noche de la gran Luna, porque ella iluminará Mis caminos y anunciará el amanecer de la Nueva Aurora.
Dios los bendiga y bendiga sus vidas, bendiga a todos los seres de la Tierra para que algún día despierten a Mi gran convocatoria.
Es hora de retornar al Amor de Dios, porque allí estará todo cumplido.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Mensaje
Y el Soplo del Espíritu de Dios llegará a la Tierra e iluminará a las almas de este mundo para que alcancen la redención y la paz.
La fuerza de este Espíritu Divino es desconocida. Él vivifica a las almas, colma con Su Luz a los corazones y trae sabiduría a todas las mentes.
El Soplo del Espíritu de Dios llegará al mundo en el momento más culminante de la humanidad, cuando las religiones definan sus caminos y cuando todos los pueblos de la Tierra vivan su gran y última transición.
El Soplo Divino del Espíritu de Dios no abandonará a los que creen en Él, porque el Espíritu de Dios, que llenará a los corazones y a las vidas, expulsará las tinieblas, vencerá a las fuerzas del caos, porque el ímpetu de Su fortaleza es desconocido, más aún cuando está en los corazones que invocan Su Poder y Su Divinidad.
Hoy vengo a anunciar el Soplo Divino del Espíritu de Dios porque algunos corazones ya lo están sintiendo y para vivirlo plenamente deben ingresar en el camino de la humildad, así el Soplo del Espíritu de Dios no se apartará y traerá a sus consciencias mucha sabiduría.
Este Soplo Divino del Espíritu de Dios fue el mismo que estuvo en María, Mi Madre, y en Mis Compañeros, los Apóstoles.
Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que les permitió evangelizar, convertir a los paganos y traer esperanza a los corazones.
Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios el que construyó en las esencias la cristiandad, a lo largo de todos los tiempos y hasta los días de hoy.
Ustedes, compañeros Míos, han decidido, interiormente, ser colmados por el Soplo Divino del Espíritu de Dios, y eso implica una responsabilidad en sus vidas, que ya no podrán ser más las mismas, ya que sus caminos se enderezarán y una nueva vida llegará, porque el Soplo Divino del Espíritu de Dios les hará asumir responsabilidades dentro de la Obra redentora y espiritual de su Señor y Maestro.
Hoy vengo a darles la bendición, porque llegará el Soplo Divino del Espíritu de Dios, el que manifestará sus talentos, sus virtudes y dones, los que harán de los apóstoles de Cristo verdaderos misioneros de la paz y del servicio.
Es el Soplo Divino del Espíritu de Dios que preparará la llegada de los Nuevos Cristos y el despertar de las esencias crísticas que sabrán ingresar, en este tiempo final, en una profunda comunión con Dios, con el Hijo y el Espíritu Santo.
Sea el Soplo Divino del Espíritu de Dios el motivo de su alegría.
Sea el Soplo Divino del Espíritu de Dios la transformación de sus consciencias y la redención de sus seres.
Porque el Soplo Divino del Espíritu de Dios llegará con fuerza y las tinieblas le temerán, porque Su Luz es poderosa e invencible.
Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que concibió la Consciencia del Hijo Primogénito en la Divina Fuente de la Creación, y desde allí Yo descendí para llegar a la Tierra, encarnar como un hombre y dar testimonio de la Palabra de Vida, así como lo hago hoy desde Mi estado de Ascensión.
Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios los guíe, y no teman, porque cuanto mayor sea la batalla deben saber que más grande será la victoria, la victoria celestial.
Refúgiense, compañeros, en el Sagrado Espíritu de Dios, para que se tornen invisibles ante las fuerzas del caos que someten a millones de consciencias en el mundo.
Sean chispas del Soplo Divino del Espíritu de Dios y la Tierra será repoblada de nuevas gracias y misericordias, aunque la humanidad no las merezca.
Que sea motivo de su alegría estar en comunión con el Soplo Divino del Espíritu de Dios, porque así ayudarán a su Maestro y Señor a unir a las almas, a unir a las consciencias y todas las religiones bajo el Sagrado Espíritu de Dios.
Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que creó el Universo.
En el Principio de todo, fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que por primera vez emitió el Verbo, y el Verbo emitió la Vibración y, a partir de allí, nació el sonido que dio forma y vida a todas las cosas.
Primero se crearon muchas más Fuentes para que la nueva vida de todas las humanidades fuera acogida por los Padres Creadores, los llamados Arcángeles.
En aquel tiempo, el Soplo Divino del Espíritu de Dios trajo una nueva consciencia, en donde no existía nada, y la Esencia del Divino Hijo y del Espíritu Santo, en la Sagrada Trinidad, concibieron la nueva vida en todo el Universo y en todas las moradas que recibirían a la Nueva Humanidad.
En aquel tiempo, el Soplo Divino del Espíritu de Dios atrajo hacia este Universo Material una Gracia muy especial, que fue el nacimiento y el surgimiento de la Esencia de la Madre del Mundo, de la Madre de Dios y Madre vuestra.
Dios les dio una Madre infinita y grandiosa, pura e inmaculada, que se humilló a sí misma para encarnar en este planeta y concebir en Su sagrado Vientre al Hijo de Dios, el Primogénito, el Unigénito, el Omnipresente.
Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios, a partir de esos hechos que quedaron guardados en toda la memoria del Universo, pueda renovar sus consciencias, borrar el pasado y elevar sus espíritus a Su Fuente Inmaterial.
Hoy, Mi Corazón Misericordioso les trae este Don inexplicable para la mente humana, para toda la ciencia, para cualquier ser de este planeta.
Fue este Espíritu Sagrado de Dios que quiso que ustedes existieran, para que, algún día, alcanzaran altos grados de amor por intermedio de la escuela de su Maestro y Señor, en la esencia del Amor-Sabiduría.
La humanidad está perdida, y el Soplo Divino del Espíritu de Dios, en las diferentes Faces del Padre, por intermedio de Sus Nombres Sagrados, llegará nuevamente al mundo para colmar a la mayor cantidad de almas con Su Sagrada Presencia, con Su Infinito Amor, con Su Insondable Misericordia.
El Espíritu de Dios no es venerado ni tampoco reconocido.
Recuperen su filiación con el Padre, y la humanidad se redimirá.
Cuando el Soplo Divino del Espíritu de Dios llegue, muchas cosas ya estarán sucediendo, pero no se amedrenten ni tampoco se desesperen, porque quien crea en el Espíritu de Dios se salvará y tendrá conocimiento de dónde estar y qué hacer.
Quisiera que su oferta orante, en el día de mañana, fuera reforzada; que su oferta interior sea aún más grande, así como lo fue hoy, sabiendo responder a Mi llamado, sabiendo escuchar Mi Corazón y comulgando de Mi Palabra.
Yo estoy aquí porque ustedes quieren que Yo esté aquí, sino no podría estarlo.
Por eso, hoy vengo con el Soplo Divino del Espíritu de Dios para repoblar a la Tierra de nuevos códigos, para que sepan que el mal terminará, que el sufrimiento se disipará y que la cura se alcanzará en los corazones.
Mientras vivan sus pruebas invoquen el Soplo Divino del Espíritu de Dios con la misma sinceridad y amor que hoy han ofrecido a su Maestro y Señor, y que ha permitido ayudar a todo el planeta para que no padezca muchos más errores, ni tampoco muchas más transgresiones a la propia vida que Dios les concibió.
Los invito, compañeros, mediante el Soplo Divino del Espíritu de Dios, a realizar un acto de reconciliación con sus seres y entre sus compañeros de camino, así como con sus familias; para que así el Soplo Divino del Espíritu de Dios, en estos tiempos definitivos, esté presente en sus hogares y en cada momento, en cada nuevo paso.
Busquen el Soplo Divino del Espíritu de Dios por los que no lo buscan y les prometo que en poco tiempo no se conocerán, porque se habrán transformado por su ofrenda sincera a Mi Glorificado Corazón.
Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios hoy bendiga a los que serán sacramentados y lavarán sus pies, borrando el pasado, el error y el dolor vivido durante los últimos años de sus vidas.
Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios los renueve, porque será ese Sagrado Espíritu el que podrá quedar en sus corazones cuando los Sagrados Corazones se recojan y ya no vengan más, recordarán este día y deberán revivirlo para no perder la fuerza interior para concretar la Obra de Dios sobre este planeta.
Mientras bendigo los elementos del altar, que sea elevado al Universo su acto de reconciliación y ofrenda al Padre Creador para que Él también los bendiga con la fuerza de Su Espíritu Divino, el que los hará invencibles ante las fuerzas del mal.
Padre del Universo,
Sagrado Corazón Creador,
que hiciste emanar la Vida desde Tu Divina Esencia,
que emitiste el Soplo de Tu Espíritu para manifestar la Creación
y dar vida a Tus criaturas,
las que por toda la eternidad alabarían Tu Sagrado Nombre,
santifica estos elementos,
santifica a Tus hijos,
sana las heridas, repara los corazones,
para que sientan la fuerza interior de Tu Espíritu,
y Tu Espíritu sea el motivo de la renovación de sus seres en el camino espiritual.
Que se cumpla Tu Propósito
y que se geste en Tus criaturas una Nueva Humanidad.
Que así sea.
Les doy a los más simples todo lo que tengo, porque en ellos se gesta Mi Confianza.
Hace más de dos mil años les dejé un testimonio, una vivencia divina que también proviene del Soplo Divino del Espíritu de Dios, y este se manifestó como uno de Sus más grandes Dones, a través del Sacramento de la Comunión.
Hoy les vuelvo a decir, compañeros, así como les dije a los Míos, dentro de una humilde casa en Jerusalén, en donde su Señor y Maestro se preparaba para Su gran y última entrega.
Tomando el pan entre Mis Manos, le dije al Todopoderoso: “Padre, acepta la oferta de Tu Hijo, por la conversión de los pecadores y la redención de los impíos”.
Él bendijo el pan y en ese momento el Soplo del Espíritu Divino de Dios habló a través de Mi Boca y les dije a los Apóstoles, así como al espíritu de las santas mujeres: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.
Del mismo modo el Soplo Divino del Espíritu de Dios bendijo el Cáliz y aceptó la ofrenda de Su Unigénito, y en ese momento el Verbo Divino expresó para todos los presentes en aquel tiempo: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por Su Señor y por todos los mártires para el perdón de los pecados y la salvación de los mortales”.
En ese momento, el Soplo Divino del Espíritu de Dios salvó a la humanidad.
Que el Señor bendiga estos elementos bajo la Luz poderosa de la Cruz de Emmanuel, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Los que aún hoy no se confesaron, que lo hagan interiormente, en este momento, ante su Maestro y Señor que viene a darles la absolución de sus pecados, la reparación de sus corazones con la Luz de la Fuente de la Vida Eterna.
Mientras escuchan la melodía, confiésense a Mi Sagrado Corazón y háganlo por todos los pecadores, especialmente por los que no aceptan el Nombre del Señor y crean las guerras en el planeta, la división entre las naciones y la indiferencia entre los corazones.
Hoy Me estoy sirviendo de todas sus oraciones, las que fueron pronunciadas en este día, para que el Soplo Divino del Espíritu de Dios también llegue a los que escuchan detrás de este medio de comunicación.
El Resurgimiento de Cristo está sucediendo, y así como en el Getsemaní pisé con Mis Pies a la mala serpiente, hoy piso con Mis Pies lo que causa el dolor, la indiferencia y el temor en los corazones, y así, se disipará.
Y Me elevo al Cielo escuchando sus canciones, que glorifican aún más Mi Sagrado Corazón para que Él pueda derramar Sus Rayos de Misericordia, de Gracia y de Redención en toda la vida planetaria.
Yo los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por hoy estar Conmigo en la humildad del corazón, en la simplicidad de la oración y en el amor de sus espíritus.
Reciban Mi Paz como un bálsamo para sus vidas y que esta Paz inmaterial se expanda por donde vayan. Amén.
Soy la Blanca Montaña de la Paz y quien sube a lo más alto de ella alcanzará, por medio de la oración y del servicio, la elevación de su consciencia.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que en su corazón guarda los mayores tesoros del universo, el sagrado conocimiento de la Hermandad Celestial.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que irradia al mundo la Gracia de Dios y que impulsa a Sus hijos a la trascendencia humana.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que les revela a los corazones humildes los Misterios de Dios, montaña que ayuda en la transformación de la consciencia y de todo el ser.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que llama al peregrino del espíritu a elevarse a través de ella, por medio de la fe y de la constante redención.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que hará de cada corazón una victoria para Cristo y para el Creador.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que les mostrará a Sus peregrinos el sendero del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Señora de la Luz y con esta Luz, que proviene de Dios, ilumino los caminos de Mis hijos.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz guío los caminos de los servidores de Cristo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz deposito y derramo los Dones de Dios en las almas más necesitadas del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz establezco el Reino de los Cielos, primero en el mundo interno de cada ser y luego en la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz les indico a Mis hijos el camino de ascensión y de redención, porque así las consciencias se liberarán del pasado.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz cumplo la promesa del surgimiento de la Nueva Humanidad.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz atraigo desde el Universo Celeste lo que más necesita la humanidad, con el fin de que surjan los nuevos patrones que harán cambiar la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y elevo a Mis hijos hacia la Fuente del Amor. Esa Fuente puede estar más próxima del mundo cuando los corazones se rinden a Mí.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz decreto el comienzo de un nuevo ciclo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más