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Quédate frente al Relicario de Mi Corazón solo para confesar tus miserias más profundas, como un hijo que puede despojarse de su vergüenza delante de su padre.
Quédate frente al Relicario de Mi Corazón para exponerme tus defectos y dificultades, tus vicios no superados, tus miedos más arraigados, tus incomprensiones más difíciles de moldear, tus resistencias más duras de quebrar, tus muros, tus límites.
Quédate frente al Relicario de Mi Corazón e, aunque no consigas decir nada, ofréceme tu silencio, tu incapacidad para rendirte, para soltar las riendas de tu vida, para exponer tu corazón y sentirte frágil y pequeño.
Quédate frente al Relicario de Mi Corazón y muéstrame tus tristezas, pero también tus alegrías, cuéntame tus derrotas y también tus victorias, para que Yo, hijo, disuelva tus ilusiones con Mi Amor, fortalezca tus virtudes con Mi Gracia y te muestre en el espejo del Relicario de Mi Corazón que ser humano es más de lo que descubriste hasta ahora de ti mismo.
Deja que Yo te muestre tu verdad, lo que se esconde más allá de tus apariencias, lo que se oculta más allá de tus fragilidades confesadas. Los seres humanos no son solo una mezcla de miserias y virtudes, de carne y espíritu, sino que son el espíritu mismo, revestido y oculto en lo que hasta ahora te pareció ser tu única verdad.
Contempla el Relicario de Mi Corazón no para encontrarme, sino para encontrarte, y en ti, a Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Señor, dale a Mis hijos la experiencia de un corazón puro, para que sus sentimientos sean puros y puedan tener una mente pura.
Señor, dale a Mis hijos un corazón noble, para que sus obras sean verdaderas y sus ideas sean de sabiduría.
Señor, dale a Mis hijos una visión pura, para que el propósito de la vida sea sano, capaz de impulsar Tus voluntades y aspiraciones.
Señor, dale a Mis hijos una consciencia redimida, para que sus vidas sean una victoria capaz de agradarte y de reconocerte.
Señor, dale a Mis hijos una síntesis verdadera, capaz de ayudarlos a dar el gran y último paso para que, con fe, puedan representar a la Obra de Mi Hijo y así, se cumplan los designios.
Señor, antes de que retorne a Tu Reino, dale a Mis hijos la oportunidad de amar, de vivir Tus Mandamientos y Leyes, a fin de que se establezca Tu Propósito de Paz y de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando tu espíritu esté cansado, hijo Mío, entra en la Presencia de Tu Creador, siendo consciente de que Él está en todo, y simplemente agradece.
Agradece y ofrece al Padre cada vacío, cada desierto, cada angustia, tus inquietudes e incomprensiones, tus alegrías, tus conquistas, tus victorias y Sus victorias en tu corazón. Agradece a Dios por todo.
Agradece cuando Él Se hace sentir, cuando, por un segundo, parece que escuchas Su Voz.
Agradece cuando oras y tu corazón es aliviado, cuando puedes retomar la paz y la alegría, aunque sea solo un poco.
Agradece cuando el servicio te hace revivir, cuando auxiliando al prójimo, la Gracia de Dios inunda tu corazón y eres capaz de sentirte vivo, de amar, de alegrarte, y así llevar la paz a los que sufren.
Agradece también cuando piensas que no tienes la oportunidad de servir como quieres.
Agradece cuando solo tienes a tu lado a los mismos hermanos todos los días, y pide la Gracia de saber ver, en cada uno de ellos, la necesidad y la oportunidad de servir para que, cuando te dispongas a amar, la Gracia de Dios descienda sobre ti e inunde tu corazón como también el corazón del prójimo.
Agradece a Dios por estar consciente de los tiempos urgentes del planeta; por saber orar y adorar; por saber agradecer, aun los dolores y el vacío; por saber que Él siempre está, aun en Su más profundo silencio.
La gratitud, hijo, es el eslabón que te une a Dios, y no importan las circunstancias de tu vida o lo que puedas sentir y percibir en tu corazón. Cuando agradeces a Dios, es como si estuvieras diciéndole al Señor:
Señor, yo sé que Tú estás aquí,
sé que Tu Voluntad se manifiesta en mi vida
y sé que desconozco la profundidad de Tu Plan
y el camino que nos haces recorrer para llegar a Tu Corazón.
Pero confío en Ti, confío en Tu Amor
y agradezco por saber que siempre es Tu Amor
el que actúa en mi vida.
En las alegrías y en los desiertos, en la plenitud y en el vacío,
Tú siempre estás, por eso Te doy las gracias.
Que esta sea tu constante oración, porque de esa forma, hijo, siempre podrás percibir cómo el Creador te guía más allá de tu comprensión humana, cómo te cura, te moldea y te convierte según Su Voluntad. Por eso, siempre y en todas las circunstancias, agradece.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Mientras solo algunos avanzan hacia la victoria espiritual, otros fracasan totalmente, olvidándose por completo de los principios y de las reglas que Yo les entregué una vez.
Pero esto no solo se remite a una acción específica que no fue realizada bien, sino que se remite a una situación mayor que compromete en varios planos el propósito de la evolución de esas almas que están bajo la presión astuta de Mi adversario.
¿Qué podemos hacer?
La liberación de las cadenas y de las propias pasiones humanas solo se consigue por un verdadero acto de amor a Dios y a Su Divino Plan.
Si esto no estuviera presente, todo sería un fracaso. El amor al Plan de Dios y a su cumplimiento no es una experiencia pasajera o un sentimiento volátil como algunos creen.
El amor al Propósito de Dios es asumir, con toda la fuerza, la determinación y la fe del corazón hasta la muerte, lo mismo que asumió su Redentor por ustedes, aun ante un desgarrador escenario de adversidad, de injusticia y de traiciones, para que solo se cumpliera la Voluntad de Dios más allá del aspecto humano de Cristo.
Asumir el Plan de Amor es tener consciencia todos los días de que existe una Voluntad Mayor que los rige y que los impulsa a vivir y a experimentar, cada día, el deseo ardiente de Dios.
Aquellos que desperdician, por sus actos, esa gran y única oportunidad solo retroceden, y su destino se modifica para siempre, quedando a la suerte del mundo de hoy.
Por eso, el Corazón de su Redentor se estremece cuando alguien está en contra del deseo de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Busquen amar con sabiduría: siempre palabras para Dios, siempre acciones para Dios, siempre sentimientos para Dios, para que construyan con sus vidas Su Plan.
Busquen vivir con sabiduría, observando las propias acciones e intenciones, dejando que ellas sean conducidas por un Propósito superior; observando el corazón para que él esté imbuido de su misión y de la Verdad Divina.
Busquen en Dios las respuestas a sus preguntas y sabrán que los méritos de las victorias de sus vidas son de Él.
Busquen en Dios las virtudes a expresar y sabrán que Él es el motor de toda transformación verdadera.
Dejen que las Manos de Dios los guíen, que el Pensamiento Divino los inspire, que el Amor de Dios los colme, que la Sabiduría Divina sea lo que impulse todo lo que son, y sus pensamientos serán inspiraciones de Dios, sus consejos serán dones de Su Espíritu, sus acciones serán Obras incansables que construyen puentes para llegar al Padre, sus vidas serán santificadas por Su Presencia, y más que eso, por Su Acción.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cada vez que te cansas de algo que debe transformarse en ti y, finalmente, rindes tu ser, percibiendo que tus acciones son frutos de tu propio mundo interior y no las consecuencias de las actitudes del prójimo; ahí entonces, hijo, das un nuevo paso rumbo a la madurez espiritual.
Aunque parezca que siempre te arrepientes de las mismas cosas, nunca es igual. La transformación se va profundizando en tu consciencia.
Que no se angustie tu corazón por confesar las mismas cosas, sino que se alegre tu alma por percibir lo que hay que transformar, sin permanecer en la ignorancia, en la ilusión ni en la oscuridad.
No te aflijas al percibir las mismas miserias que necesitan ser liberadas, pero arranca con más fuerza las raíces de los atavismos humanos, que habitan en ti, hasta que eso pueda ser liberado de tu consciencia y, en consecuencia, de toda la consciencia humana.
No te digo que encontrarás alegría al percibir el lodo que hay en ti, pero aliviarás tu alma y tu corazón con la determinación de la transformación y con la victoria de la rendición a Dios.
Camina con amor hacia la meta que ves delante de tus ojos. Yo siempre te ayudaré a llegar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Sé que a veces te cansas y te duermes delante de Mí, pero no te preocupes porque Mis Apóstoles también se durmieron durante la noche culminante de Mi Agonía.
Ahora tu cansancio es comprensible, puede venir de sostener por mucho tiempo el cumplimiento del Plan, de vivir la purificación permanente, de luchar y de batallar contra Mi enemigo; hechos que la mayoría de la humanidad no conoce y que ignora porque está dormida espiritualmente.
Pero vengo para animarte, para que, a pesar de cómo te encuentres, sigas trabajando para Mí por amor, a fin de que se cumpla el Propósito y todas las Voluntades que Mi Padre desea concretar en la humanidad.
Este es el tiempo de los grandes cambios, de los desafíos, de los desiertos y de las pruebas.
Sigue Mi Camino a pesar de todo el cansancio. Te aseguro que la victoria de Mi Reino está dentro de ti.
En Mis Brazos reposarás y restaurarás tu consciencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo:
Ve la luz en lo más profundo de ti, esa luz que existe desde el principio de tu existencia, Luz de Dios que te acompaña desde los orígenes y que guarda la historia de tu creación.
Es la luz de tu esencia, una luz desconocida y eterna, una luz que guía tus pasos a través del Cristo interior.
Fija tu atención en el poder de esa luz, la que no es física, sino inmaterial. Es la luz de la Verdad, la que muchas veces las tentaciones y los engaños de Mi adversario desean derrotar y oprimir.
Confía en la luz que hay en lo profundo de ti y todo lo que no proviene de la Luz de Dios se disipará.
Que esta luz interior e invisible a los ojos materiales sea el puente que te una a Dios para que siempre aprendas a vivir Su Voluntad.
Que esta luz interior te muestre la victoria de Cristo en tu vida, en cada paso de unión a Su Sagrado Corazón.
Que esta luz surja de lo más profundo y verdadero de tu consciencia para que nunca te sientas solo, tanto en las pruebas como en los triunfos.
Deja emerger de ti la Luz poderosa e invencible de Dios, la luz que proviene de tu esencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Me verán venir al mundo, abriendo los Cielos como un poderoso haz de luz y bendeciré a toda la Tierra, de Oriente a Occidente y de Norte a Sur.
Tendré en Mi Mano el Cetro de la Luz de Dios e irradiaré, para todos, la Gracia de la Fuente Suprema.
No dejaré criatura ni alma alguna sin recibir la Gracia y la Misericordia de Mi Divino Espíritu.
Colmaré las esencias con los más preciosos Códigos del Cielo y coronaré a los corazones que se mantuvieron constantes y firmes en Mí hasta el final.
Concederé la paz a todos los que hayan clamado por ella y les daré el bálsamo de Mi Amor a los discípulos de los últimos tiempos. Así se concretará Mi Victoria.
Los corazones ya no recordarán ni el sufrimiento ni el dolor.
Los llevaré a todos hacia Mi Padre, para que lo puedan sentir y conocer de cerca.
Y los misterios del Universo al fin serán revelados, porque se cumplirá el Plan; primero dentro de los seres y, por último, en toda la Tierra.
¡Les agradezco por confiar en Mis Palabras!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y sostente a través de ella.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su luz abarque todos los espacios.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su amor se extienda por todas partes.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su trascendencia transforme todos los abismos.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su templanza fortalezca todo tu ser.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su firmeza apoye todos tus pasos.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su presencia exorcice todos los espacios.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y mantente unido a ella para transformar el mal del mundo, en bien.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que todo sea sublimado.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y afirma la victoria de Cristo en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que Mi Misericordia te haga crecer en los grados de amor para que, algún día, tengas la capacidad de amar, así como Yo amé a cada uno de ustedes.
Deja que Mi Misericordia te pueda colmar hasta que descubras el poder que tiene en los casos imposibles y difíciles de superar.
Mi Misericordia es un bálsamo que regenera la vida espiritual y material.
De Mi Misericordia surge la posibilidad de poder acelerar los pasos en la redención.
De Mi Misericordia proviene el impulso para transformarlo todo y para hacer de esa transformación una victoria celestial en la vida de cada ser.
Sumérgete en la Misericordia para que, dentro de ti, surja la posibilidad de rehabilitarte a través del servicio al Plan de Amor.
De Mi Misericordia surgen las gracias que son derramadas para la conversión de las almas.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando los Cielos se abren delante de tus ojos, primero da gracias a Dios y eleva hacia el Padre tu reverencia más profunda; después, hijo, deja que ese Cielo no solo esté delante de ti, sino que ingrese en tu interior y tú en él, recobrando, aunque sea por un instante, tu unidad con Dios.
Cuando los Cielos se abren delante de tus ojos, después de agradecer, piensa en toda la humanidad, en todos los Reinos de la Naturaleza, en cada pequeño y recóndito espacio de este planeta, y coloca toda la vida que habita sobre la Tierra en el Corazón de Dios. Clama al Padre por cada corazón y siente que Él responde a tus súplicas, derramando Amor y Misericordia sobre el mundo.
Cuando los Cielos se abren delante de tus ojos, agradece, clama por el mundo y entonces clama por ti, para que, como parte del Todo que es la vida, tú también tengas valor y perseverancia, lo suficiente como para cumplir la Voluntad de Dios y permanecer en ella.
Reconócete como una pieza única en el cumplimiento del Plan del Creador, en la renovación de Su Amor y de Su Gracia, y en esta certeza comprende también la importancia de cada ser, de cada corazón, y ruega por la unidad entre los seres. Ruega no solo para que el prójimo aprenda a amarte y a aceptarte como eres, ruega, sobre todo, para que todos sepan amarse mutuamente, respetarse y comprender la importancia de cada ser en este Plan. Hasta el más pecador y perdido de los seres es importante para Dios, porque su conversión es una gran victoria.
Pero tú, que también eres imperfecto y que estás en este camino de aprendizaje, dígnate a orar por el prójimo y a abrir camino para que este Cielo, que se abre delante de tus ojos, vierta sus Gracias sobre los que más necesitan, sobre todos los hijos de Dios, para que nadie permanezca en el mundo sin haber recibido al menos una oportunidad de retornar al Corazón del Padre.
Así, hijo, colocando todos los días la Vida en el Corazón de Dios, estarás cumpliendo una parte de la Voluntad del Padre para ti, porque tus oraciones serán verdaderas.
Ora y cuando el Cielo se abra delante de tus ojos, clama al Padre para que Su Unidad viva de nuevo dentro de los seres.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Levántate del suelo cuantas veces sea necesario, reconociendo tus errores humanos pero no culpando a tu alma, sino teniendo la convicción suficiente para poder perdonar todo, cuantas veces sea necesario.
Para eso, toma tu cruz y sigue los pasos del Maestro. Así, algún día y bajo una coyuntura especial te darás cuenta, hijo Mío, que habrás disuelto de tu consciencia aquellos obstáculos que siempre te impedían caminar.
Ten fe y persiste. Persiste por el divino futuro y por la nueva y renovada humanidad.
La trascendencia de sí es algo demasiado esforzado, pero la persistencia y la victoria tendrán sus trofeos en el Cielo.
Identifícate con Jesús y así podrás encontrar medios internos para poder transformar todo.
Vive en Jesús, a pesar de las incertidumbres y alcanzarás grados de amor tan semejantes a los del Maestro.
Sigue sirviendo, aspirando y renovándote todos los días, porque así la humanidad, como consciencia espiritual, será renovada hasta que el Señor del Universo vuelva a descender al planeta por segunda vez, para darles Su saludo de Paz.
¡Adelante!, y sigue el camino de la redención de todo tu ser con base en la fe y en la esperanza.
¡Les agradezco por hoy haber rezado Conmigo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Yo encuentro sus corazones abiertos y sin resistencias; cuando encuentro sus almas unidas a Mí y sin interferencia de los aspectos humanos; cuando encuentro sus espíritus en comunión Conmigo y sin pareceres, es cuando en verdad Mi Obra de Misericordia se cumple en ustedes.
Por eso, compañeros, que esta Obra infinita de la Misericordia de Dios se propague primero en ustedes, para después propagarse victoriosamente en el mundo.
Sean, para Mí, ese ejemplo que Yo espero ver todos los días de la vida; así como en este día, en el que sus corazones se abrieron a Mí con simplicidad. Porque es en la misma simplicidad de los corazones abiertos en donde Yo puedo llevar adelante la Obra de la Misericordia Divina.
Los invito, compañeros, a ser misericordiosos en todos los detalles como en todos los actos; así atraerán a la Tierra las sagradas Virtudes de Dios que su humanidad necesita para poder vivir el proceso de la redención y del perdón.
Con ímpetu de esfuerzo, de paciencia y de dedicación, compañeros Míos, ingresen en la escuela suprema de la Misericordia Divina, a fin de que los principios del amor y de la unidad no se pierdan en esta humanidad y los corazones menos se olviden de que todo comienza y termina en la expresión mayor del amor del corazón.
Los animo a renovar el apostolado de estos tiempos siendo discípulos en la escuela espiritual de la Misericordia del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo:
Toma tu cruz y sigue al Maestro en este día. Síguelo por todo el camino de dolor, pero de victoria que Él alcanzará por ti. Imita Su ejemplo de perseverancia, de mansedumbre y de fe.
Carga con tu cruz junto a Mi Hijo y deja que el Propósito sea parte de ti. Ama incansablemente la Divina Voluntad y, por más que no la comprendas, acéptala con alegría. Acepta todo lo que el Universo te envía para aprender.
Carga con tu cruz y quédate cerca de Mi Hijo. Imita Su Paz, Su estado de silencio. Deja que tu cruz sea una victoria y la derrota de todas las ilusiones del mundo.
Carga con el peso del pasado, pero cree que en este sagrado día todo se liberará, porque el Amado Hijo traerá Consigo los méritos de Su Pasión, Muerte y Resurrección, para ofrecerlos a los Nuevos Cristos como coronación del triunfo de Cristo en la Tierra.
Carga con tu cruz junto a Mi Hijo y en confianza bebe del cáliz del sacrificio, porque ya es hora de darse por los demás.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mi Hijo se prepara para el trabajo planetario de estos próximos días, su Madre Celeste lo acompaña en silencio, como hace dos mil años.
Se vuelve a repetir el acontecimiento de la Pasión del Hijo por este planeta y la compañía de Su Madre en el silencio interior.
Todo el escenario se está preparando y, de la misma forma, las actuales fuerzas del caos están siendo llamadas a la penitencia y a la rendición, para presenciar el nuevo triunfo de Cristo en los corazones de los simples.
Una vez más, la historia de la redención del mal vuelve a repetirse, pero esta vez las tinieblas más caóticas, los reinos más oscuros son disueltos y, así, presenciarán la gloriosa venida espiritual del Rey.
Aunque todo se agite, el nuevo triunfo del Redentor se aproxima y nada invisible ni aparente podrá evitar ver esa sagrada victoria de Jesús, el que vendrá trayendo en Su Mano derecha el Cetro de Luz de Dios y en la otra, la Espada de San Miguel, la que disolverá todas las tinieblas en la Luz de Emmanuel.
Por eso, acompañen al Hijo Amado en esa misión. Permitan que sus soles internos se enciendan ante el advenimiento de la victoria celestial.
Que todo principio, así como toda criatura visible o invisible, se rinda ante la llegada del Maestro del Amor, porque el Reino de Dios se aproxima y nuevamente el Amor vencerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo Mío:
Encuentra en tu corazón la esencia de estos tiempos y tu fortaleza.
Comprende las pruebas del planeta no con pesar, sino con paz. Finalmente se cumple en la Tierra, así como fue profetizado desde el principio.
Que tu fe esté en los Planes de Dios y en nada más. Que Su Victoria sea una certeza profunda en tu corazón, a pesar de las aparentes derrotas que están por venir.
La Victoria Divina no se manifiesta como la victoria humana y, para saber comprender los Planes de Dios y dejarse conducir por Él, es necesario amarlo por sobre todas las cosas.
Recuerda lo que hoy te digo, para que no te lamentes ante la cruz. Así como el Hijo del Hombre conoció todo lo que padecería antes de que esos hechos se manifestasen en Su Vida, del mismo modo Dios te da a conocer las pruebas de este planeta por medio de las palabras de Sus Mensajeros Divinos.
Coloca estas palabras en tu corazón y deja que ellas forjen en ti aquella fortaleza que necesitarás, no solo para soportar los tiempos que vendrán, sino para que puedas hacer de cada prueba el motivo para multiplicar el amor dentro de tu corazón.
De nada vale solo soportar la cruz, porque muchos fueron los que murieron en la cruz a lo largo de la evolución humana. El sentido de tu entrega debe ser siempre el amor. Allí también radica la razón de tu existencia y el misterio de la Creación humana.
Ama, a pesar de todas las cosas, y en todo ve la oportunidad de servir y de entregarte por amor a Dios. No pierdas ni un solo segundo de la escuela de este mundo. Que todo sea para hacer valer la pena la Gracia que el Creador te concedió de estar sobre la Tierra.
Aunque la vida sea para ti un misterio a ser develado, abraza con gratitud las circunstancias de tu vida y todo se cumplirá.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Algunos Tesoros del Padre Eterno, que todavía están guardados en los mundos internos de la humanidad, necesitan de un tiempo para que puedan ser revelados.
Cuando el tiempo de la revelación de estos Tesoros se aproxima y fuerzas contrarias se movilizan para impedirlo, la gran estrategia de la Luz es el recogimiento, a fin de esperar el momento debido para que dicha revelación espiritual se realice.
Eso no significa retroceder en el tiempo, ni dejar a un lado una necesidad o la evolución espiritual.
Cada estrategia divina planteada por el propio Padre Eterno tiene una victoria significativa y cuando un recogimiento se establece en esta etapa final de la batalla es la forma de que, en una próxima instancia, se dé un mayor impulso, mucho más de lo esperado.
Ciertos Tesoros del Padre Eterno, que están guardados en los mundos internos del planeta, despiertan poderosas corrientes universales de transformación y de transmutación de la precariedad espiritual de la mayoría de las almas.
Para generar esa oportunidad de liberación se deben activar esos Tesoros en el momento debido, para que no se generen efectos contrarios en la humanidad.
La misión de despertar esos Tesoros debe realizarse en armonía, para que todo fluya como está previsto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate en Mis Brazos y ya no pienses más en ti.
Quédate en Mis Brazos y solo deja que Tu Madre Celestial permanezca en ti.
Quédate en Mis Brazos y calma tu corazón y tu mente en la Fuente renovadora de Mi Gracia.
Quédate en Mis Brazos para que Yo pueda abrazarte con Mi Luz.
Quédate en Mis Brazos y solo confía en lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y solo piensa en Dios.
Quédate en Mis Brazos, para que un milagro mayor suceda en ti.
Quédate en Mis Brazos para que a cada nuevo paso sientas que Yo estoy allí.
Quédate en Mis Brazos y vive el presente, olvida el pasado y aspira al futuro Plan de Dios.
Quédate en Mis Brazos y pondré paz en tu corazón.
Quédate en Mis Brazos y solo afirma la victoria de la fe en Dios.
Quédate en Mis Brazos y verás que todo pasará.
Quédate en Mis Brazos y solo acepta con fe lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y no perderás la esperanza.
Quédate en Mis Brazos y reconocerás a Cristo en cada hermano, en la mirada de cada ser.
Quédate en Mis Brazos y serás impregnado por Mi Perfección.
Quédate en Mis Brazos y te libraré del enemigo, de sus ideas, de sus proyecciones y amenazas; porque si solo aceptas estar en Mis Brazos podré protegerte con Mi manto, darte el calor de Mi regazo y hacerte dormir en paz con Mi Cariño.
Quédate en Mis Brazos y todo lo irreal desaparecerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más