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Desde las extensas tierras doradas del corazón de Asia hasta los profundos y desconocidos pueblos del desierto, Soy la Señora de Mongolia.
Desde el corazón del campesino hasta el peregrino y nómade, Soy la Señora de Mongolia.
Desde el dialecto más antiguo hasta la cultura más sagrada, Soy la Señora de Mongolia.
Desde la expresión del Sagrado Templo de la Compasión hasta la unidad entre las religiones y los pueblos, Soy la Señora de Mongolia.
Desde los más áridos desiertos hasta las últimas florestas de ese país, Yo Soy la Señora de Mongolia.
Desde el espíritu de lo Divino de los antepasados hasta los pueblos que caminaron en el más absoluto desierto, Yo Soy la Señora de Mongolia.
Desde la victoria de los últimos guerreros hasta la empatía de los monjes del oriente, Yo Soy la Señora y Madre de Mongolia.
Yo Soy la Señora y Madre de Mongolia, Soy la Guardiana del legado de la sobrevivencia y de la fe de todos los que invocaron la Presencia de Dios en esos extensos y vastos territorios de Mongolia.
Soy la Madre de Mongolia, porque visto los colores que expresan lo sagrado y lo bendito de ese pueblo, internado en un gran desierto.
Yo Soy la Señora de Mongolia, porque Soy la Celadora de las Puertas de Shambhala. Soy el Terafín Virginal de una cultura anterior a esta actual humanidad.
Yo Soy la Señora de Mongolia, porque guardo y protejo las llaves que abren las Puertas de Shambhala.
Soy la Señora de Mongolia, porque reflejo el espejo dorado de un pueblo que conoció el despertar del corazón y que, por su pureza y anonimato, vivió la unión con el universo.
Soy la Señora y Madre de Mongolia, para que la humanidad no pierda los valores de la sagrada espiritualidad y de la simplicidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos:
Sigan orando el Rosario fervorosamente, a fin de que la Justicia Divina sea aplacada, a fin de que la humanidad equivocada no siga pagando el castigo que está recibiendo.
Yo, como Madre que los sostiene desde Fátima, vuelvo a pedirles que no solo oren por la paz y por el fin de los conflictos; también les pido que recen por las causas imposibles, para que la mayor cantidad de hijos Míos despierte de este sueño, en el cual muchos se encuentran.
Mi corazón sufre al ver que tantos hijos creyentes y religiosos dudan si el camino que recorren los llevará a encontrarse con Mi Hijo; pero Mi enemigo teje una red oscura que se alimenta a través de las almas ambiciosas, insensibles y hasta aparentemente pacíficas.
Por esa razón, Mis amados hijos, les pido que sus oraciones no sean solo repeticiones, sino que sean oraciones que les permitan hablar con Dios y consolar Su Corazón lastimado por las ofensas del mundo.
Por ese motivo, nuevamente estoy en Fátima, para llevar a todos Mis Hijos, que lo acepten, hacia el centro esencial de su pureza interior; porque la humanidad ya perdió no solo su pureza, sino también su inocencia.
Como Madre del Santísimo Rosario, vengo una vez más a rezar junto a Mis hijos, a fin de que existan mejores condiciones y oportunidades para interceder por esta sufrida humanidad.
Agradezco a todos los que, en fidelidad, rezan Conmigo, respondiendo a Mis súplicas, lo que los lleva hacia la Paz de Fátima, la Luz que los lleva a la Paz.
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Que la pureza vuelva a nacer y a brotar de tu corazón.
Que esa pureza esté formada por un sentimiento puro, por un pensamiento puro, más allá de todo lo impuro que vivas.
Busca creer, más allá de las dificultades, en la pureza que Dios le dio a tu alma y a tu corazón; y, a través de esa búsqueda incesante, aprende a amar de verdad, sin dejar de amar todo lo bueno o lo no bueno que te suceda.
Así, hijo Mío, hija Mía, transitarás por la escuela de la reconciliación. Aprenderás a perdonar todo lo que vives y, en el acto sincero del perdón, volverás a renacer.
Un corazón puro es lo que la humanidad perdió por completo. La falta de un sentimiento puro y de una acción pura lleva a las almas al sufrimiento y hasta pensar que la culpa la tiene Dios.
La falta de un amor pacífico y fraterno hizo perder los valores y los principios de la espiritualidad y de la fe en cientos de almas.
Sean puros, no queriendo ser perfectos o trascendidos. Comiencen todos los días con pequeños actos de amor para que no solo ustedes se transformen, sino que el mundo también se transforme y retorne al respeto y a la reverencia de los Mandamientos. Sin Mandamientos no hay camino hacia el Cielo, y sin Cielo no hay paz interior.
Pido a Mis hijos que recapaciten y que replanteen sus actitudes, y la forma de ver las situaciones de la vida; porque cuando aprendan a amar y a apreciar las diferencias de la humanidad, ya no sabrán lo que es el conflicto o la violencia, porque se habrán dado cuenta de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Nunca olviden que dentro de ustedes existe un universo interior, y que ese universo es real y vivo porque es allí en donde se encuentra Dios.
En ese universo interior ustedes tendrán la puerta interna para estar en comunión con el Padre y la Creación. Allí no hay ilusión.
El universo interior es la base de su fe y de su confianza en la Fuente Divina.
Dejen que ese universo interior, que es la faz de su verdadero ser, sea quien gobierne sus vidas, así los valores espirituales y evolutivos colmarán sus consciencias, porque en donde está Dios, está la vida espiritual e interna.
Recuerden que en su universo interior está también la paz, la mansedumbre y la calma.
En el universo interior no hay agitación, no hay conflicto, no hay desarmonía.
Que sintiendo y viviendo en el universo interior, sus almas encuentren el puente a través del cual ellas puedan gobernar y llevar adelante la misión que la Divina Voluntad les encomendó.
En ese universo está la Verdad que disuelve las apariencias.
En ese universo está el conocimiento que ennoblece el espíritu.
En ese universo está la pureza que los consagrará como hijos de Dios.
Ese universo interior está allí, para ser reconocido y para entrar en contacto con el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoctavo poema
Espejo de la Justicia de Dios,
intercede por el mundo entero,
intercede por Tus hijos de la Tierra
para que, a tiempo, las almas despierten
al verdadero estado de consciencia,
y así, las vidas del mundo hagan los cambios
tan necesarios en este tiempo.
Mediadora del Amor Divino,
coloca en el corazón de Tus hijos
los Dones y las Virtudes de Dios,
para que las almas tomen consciencia
de la importancia de volverse hacia Dios
y de reconciliar sus vidas
a través de la Misericordia Divina.
Guardiana de la Fe,
ayúdanos a proteger la pureza
que Dios deposita en nuestros corazones.
Que, a través de actos de caridad y de amor,
renovemos nuestros votos internos con el Padre Eterno.
Auxílianos, Santísima Madre,
para que desaparezca de nuestra consciencia
cualquier indicio de ilusión.
Que podamos encontrar la verdad que necesitamos
para que, en Tu Hijo, alcancemos la libertad espiritual.
Que los ángeles del Cielo
rompan con sus espadas los grilletes de la perdición,
y que las almas encuentren el sentido y la razón
de estar presentes en la Tierra.
Que la ignorancia dé espacio a la sabiduría,
y que en la sabiduría encontremos la paz y la fe
de estar viviendo el Plan Divino de Amor.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimotercer poema
Soberana Señora de la Paz,
Madre y Virgen Purísima,
ayúdanos a recuperar nuestra pureza esencial,
para que podamos volver a reflejar
la inocencia en nuestras vidas.
Libéranos de las amarras de la ilusión,
de las situaciones irreales.
Que nuestra consciencia esté disponible y entera
para poder servir a Dios.
Virgen de la Pureza,
despierta en nosotros la sagrada pureza esencial,
para que seamos merecedores
de la Gracia Divina, del Amor y de la Paz.
Haz emerger de nosotros
la Luz que Dios colocó en nuestros corazones,
para que, a través del servicio y de la oración,
seamos pequeñas estrellas
que brillen en la oscuridad de este tiempo.
Que más almas puedan despertar a la pureza esencial,
para que también puedan estar más cerca de Dios,
y así sentir el Amor de la Fuente Divina.
Virgen Purísima,
refracta en nosotros y a través de Tu Luz,
las virtudes que alcanzaste
durante Tu pasaje por la Tierra,
para que nosotros aprendamos a encontrar
la elevación de la consciencia
en el esfuerzo, en la entrega y en la oración permanente.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Un alma convertida y arrepentida de sus pecados más profundos le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, aquí estoy, confiando en la grandeza de Tu Amor y descubriendo la Gracia de Tu Perdón. Dime, oh, Padre, ¿Cómo puedo ser perdonada y amada y, más que eso, cómo puedo sentir en mi corazón que fui tocada por Tu Perdón?”.
Y el Señor le respondió: “Amada eres, alma pequeña, desde la primera respiración de tu consciencia, desde que Mi Espíritu se posó sobre ti y te dio aliento y vida. Desde entonces, eres profundamente amada.
Eres perdonada cuando abrazas el perdón y comprendes que no Soy Yo quien te priva de él, sino que eres tú quien pasa ante él y no lo ve; eres tú que no le extiendes las manos por estar ocupada con la ignorancia y con el pecado.
Cuando despiertas y abres tus ojos hacia Mi Infinito Amor, puedes ser tocada por Mis Santas Manos. Mi Espíritu te eleva de vuelta a la pureza y a la paz, y es allí que puedes encontrar Mi Perdón y comprender que, en verdad, siempre estuve aquí.
Deja entonces, alma Mía, que tus angustias e incertidumbres den lugar a Mi Amor por ti, y ve que Mi Perdón está ante tus ojos, llamando a la puerta de tu corazón. Deja que él entre y transforme tu morada interior”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe que mantenerse en el pecado o en la ignorancia, o ser abrazado por el Amor y el Perdón es solo una elección de cada ser. Son amados desde el principio, hijos esperados por su Creador. Basta ahora que abran los ojos y vean que delante de todos ustedes habita, con paciencia y esperanza, el Amor de Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigésimo poema
Madre de la Esperanza,
Rocío de Luz de la mañana,
Sostén inmutable de los que Te llaman,
retira de nuestros ojos las vendas de la ilusión
para que, en nuestras vidas,
reine el Universo Espiritual.
Que nos animemos a imitar a los santos del pasado.
Que, en el ejemplo de los apóstoles de Cristo,
veamos realizado el camino de la transformación.
Madre Santísima,
para que todo sea posible,
danos un corazón humilde y verdadero,
capaz de abrazar al planeta.
Enséñanos a caminar, perseverando en la fe,
a fin de que se disuelvan
las barreras de nuestra consciencia.
Madre,
libéranos de la esclavitud de la condición humana,
para que estemos disponibles y abiertos
para responder a Tu llamado.
Llévanos todo el tiempo hacia Tu Hijo.
Aspiramos a vivir en comunión perpetua
con Su Corazón Misericordioso.
Concédenos esa Gracia, Madre Santísima,
para que, con reverencia y amor,
ingresemos al Templo de la pureza interior,
lugar en donde nuestro Padre Dios
nos llevará a comprender
la razón de estar aquí, en este mundo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimocuarto poema
Reina del Universo,
Bóveda Celeste de Dios,
Aroma Sublime de Paz,
danos un corazón vacío y humilde,
un corazón capaz de no querer nada más para sí,
un corazón pobre,
unido al humilde Corazón de Dios.
¡Oh!, Madre Santa,
danos un corazón pacificador, fiel, manso,
disponible para Tu Hijo,
un corazón desinteresado de la vida del mundo.
Virgen Purísima,
danos un corazón puro y no cambiante,
un corazón maduro en el Amor de Tu Hijo,
un corazón vencido por la Verdad de Cristo.
Sierva fiel,
danos un corazón abnegado,
capaz de no tener tiempo para sí,
sino eterna donación por los otros.
Madre del Cielo,
danos un corazón sensible, un corazón abierto,
un corazón de inmensa gratitud y de reconocimiento
por todo lo que nos da Tu Hijo.
Que, con un corazón transformado,
ayudemos a desterrar la indiferencia en el mundo,
para que puedan reinar la fraternidad
y la unidad entre las almas.
Así, retornará Tu Hijo con Su Corazón de Luz,
para reconstruir este mundo y toda la humanidad.
Que, a través de Ti, Divina Señora,
nuestros corazones representen al menos una parte
de la Obra redentora de Cristo en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Tercer poema
Santísima Madre,
que podamos imitar a Cristo
en Sus gestos de Caridad y de Amor.
Que seamos capaces, con Tu ayuda celestial,
de representar a Cristo en la Tierra,
para que Él confíe en nosotros,
y así, a través de Tu impulso de Amor,
seamos fieles al Plan Divino que nos fue confiado.
Por eso, querida Madre,
Espejo de la Justicia Divina,
destierra de nuestra consciencia
todo aquello que nos aparta de Dios.
Haznos libres
de este largo cautiverio de la consciencia,
para que, con gratitud, reverencia y amor,
podamos reconocer la existencia de Dios en toda la vida.
Purísimo y Santísimo Corazón de María,
Te pedimos que nos derrames
Tus Rayos de Pureza y de Gracia,
para que, siendo transformados por Tu inmaculado Amor,
algún día, alcancemos la redención.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Alinea constantemente tu consciencia con el Propósito Divino a través de la oración, de la adoración, del canto, del silencio, del contacto con la naturaleza y de todo aquello que despierta amor verdadero y espiritual en tu corazón.
Llegó el tiempo de que corrientes poderosas desciendan a la Tierra, con impulsos cada vez más intensos que moverán no solo los mundos internos, sino cada espacio de la consciencia humana, desde sus células hasta su espíritu.
Eso es así porque la humanidad debe ir retornando al principio de su pureza, debe ir ingresando en el Tiempo y en la Gracia de Dios para que este mundo vuelva a ser sagrado.
Y, cuando esas corrientes universales encuentran resistencias en las almas y en la vida humana, generan choques, desequilibrios, conflictos, a fin de ir rompiendo los muros de la indiferencia en las consciencias.
Pero si un ser ora y crea por sí mismo, poco a poco, el camino para llegar a Dios, esas corrientes actuarán en su consciencia como una Gracia, como un viento sublime que empuja la barca hacia océanos más profundos, para que esa barca se mueva y llegue a su destino.
Por eso, hijo, no temas, pero solo alinea tu consciencia con el Propósito Divino y no te resistas a lo que te conduce al crecimiento interno y a la maduración de tu consciencia. Así, todo se cumplirá.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Que hoy brille la pureza e inocencia que se guarda en ti y que, a través de sus atributos, tu vida sea transfigurada.
Confía en la pureza esencial que existe en ti y en cómo ella te trajo, en este tiempo, para poder estar delante de Dios y responderle.
Así, recuerda tu origen y la historia grabada en las estrellas.
Confía en la verdad de tu pureza esencial para que puedas revivir, en este tiempo, aquel compromiso marcado con el Padre Creador.
Que la luz de tu pureza encienda la esencia de tu alma para que puedas ver siempre lo positivo que existe más allá de las formas o de las apariencias.
Encuentra dentro de ti la llama de la pureza esencial, para que te sientas acompañado por la bondadosa y amorosa Presencia del Padre Celestial.
Les agradezco por tener consciencia de la existencia de su pureza esencial en estos tiempos.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El alma que se esfuerza en la oración abre las Puertas del Cielo y le da a Dios el permiso para que Leyes superiores actúen en la Tierra.
Esas Leyes descienden al planeta a través de su verbo orante, traspasan los niveles más profundos de su mundo interior y, entonces, llegan a aquellos lugares del mundo que más lo necesitan, conducidas por la pureza de intención del alma orante.
Orar de corazón es ingresar en el Corazón de Dios, es estar delante de Sus Libros Sagrados, en los cuales se escribe Su Plan para este mundo y para toda la vida, y así, delante de Su Verdad, el alma recibe de Dios el don de manifestar sus designios y la Gracia para hacer esto.
Orar de corazón, aún en el vacío y en el desierto, es caminar en la senda de la fe que, en lo invisible de los ojos humanos, atrae hacia la Tierra el verdadero potencial de las criaturas de Dios.
Orar es unirse a la Verdad. Por eso, hijo, aunque te sea difícil, aunque estés en el vacío o en la ausencia de toda sensación interior, sabe que es solo el despertar de la fe lo que necesitas vivir. La fe que te lleva a seguir orando, aun en el vacío; la fe que te coloca delante de Dios, aunque no lo sepas; la fe que te aproxima a quien verdaderamente eres.
Vive esa fe todos los días, busca ser conocedor de ella a través de la experiencia viva de la oración hecha con amor.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando un corazón ama la Ley y la Gracia de Dios, vive bajo Su Amor y Su Misericordia. Vive escondido en la sombra de Su Presencia y, aunque caiga infinitamente, sabe que las Manos de su Padre estarán extendidas para levantarlo del suelo.
Cuando un corazón ama la Voluntad de Dios y cree en Su Plan, vive conforme a esa Voluntad y teme salir de Su camino. Ese corazón, ante las tentaciones, pide auxilio y Misericordia al Señor para mantener puro su espíritu y recto su camino de retorno a Dios.
Un corazón que escoge salir de la Ley y de la Gracia Divina es aquel que se rinde a sus voluntades, a sus pensamientos y a sus deseos más humanos, olvidándose del propósito de su vida y escogiendo dejarlo atrás, para vivir sus aspiraciones más humanas.
Ese corazón, hijos, no es frágil ante Dios, es frágil ante el mundo y se condena a sí mismo por creer que su alma es imbatible delante de las tentaciones, de la Ley y de la Gracia.
Ese corazón, que no reconoce los propios desvíos, en el momento correcto de corregir sus pasos se distancia tanto de la Ley y de la Gracia de Dios que se pierde y se cierra a sentir la Presencia de su Padre; cierra los ojos para no recibir Su Amor, y no lo percibe otra vez, hasta que Su Justicia comienza a descender del Cielo, como rayos que rompen su ceguera y su ilusión.
Pero, en ese momento, esa alma perdida necesitará encontrar, en su arrepentimiento y en su humillación, un nuevo camino que la haga reencontrar la Voluntad y la Gracia del Padre.
Nada está perdido, ni siquiera para el alma más pecadora, cuando ella se rinde, se humilla y se abre de corazón delante del Padre. En algún momento de sus pasos perdidos, el Creador la encontrará y la colocará en un nuevo lugar, en donde podrá vivir Su Gracia. Pero para eso, hijos, es necesario rendirse al Amor de Dios.
No les digo estas cosas para que teman, pero sí para que comprendan que aquella alma que escoge el mundo, cuando Dios la llama a vivir Su Voluntad, deja espiritualmente la Gracia y la sombra de Su Señor para vivir bajo Su Justicia y las ilusiones del mundo.
A pesar de eso, todos los caminos pueden ser corregidos. Muchas son las sendas que llevan al Amor de Dios y al despertar de la consciencia. Algunos escogen vivirlo a través de la Misericordia; otros, a pesar de ser hijos de la Misericordia, escogen la Justicia.
Las leyes se cumplen según las elecciones humanas. Por eso, sepan percibir que sus pequeñas y grandes acciones, sus sentimientos y su corazón, son la medida que los coloca en el lugar que escogen estar para aprender en este mundo.
Por eso, sepan estar en el lugar correcto.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
A los puros de corazón, les son abiertas las puertas del Cielo.
A los puros de corazón, les son abiertos los caminos para el perdón y para la redención, y sus almas pueden tocar el Corazón de Dios por su simple pureza.
Al pensar la evolución humana, hijos, Su Creador manifestó el nacimiento y la infancia de los seres, porque, en ese período de sus vidas, reciben nuevas oportunidades de curar lo incurable y de redimir lo que parecía imposible.
Cuando un alma encarna, en un cuerpo frágil de niño, manifiesta la pureza de su esencia y de su espíritu. De esa forma, recuerda lo que es necesario para conmover el Corazón del Padre y retornar a Él.
Vida tras vida, en la infancia, las almas reciben una oportunidad de recomenzar antes de que sus deudas más antiguas comiencen a actuar en Su consciencia espiritual y diseñen su destino en una vida más.
Ser niño es tener las puertas abiertas para curarse, redimirse, perdonarse y retornar a Dios. Por eso, es muy importante que, aun en esa etapa de la vida, las almas conozcan y reconozcan la Presencia Divina, Su Misericordia y Su Gracia, porque es de esta forma que espíritus tan antiguos, y otrora tan perdidos, puedan volver a reencontrar a Dios.
Oren por los niños y, más que eso, oren por las almas que, en pequeños cuerpos y grandes esencias, reciben una oportunidad más de retornar a Dios y de renovar Su Amor.
Que la pureza de la infancia no se pierda, sino que sea fecunda, para que el destino de las almas sea trazado con bases de amor y de perdón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Desde el principio de la manifestación de la vida, hijos Míos, en el Pensamiento más puro y profundo de Dios, cuando Él gestaba el Proyecto de esta humanidad, allí estaba contemplada la existencia de los pueblos originarios. Pueblos así llamados no solo porque dieron origen a las civilizaciones de este mundo, sino porque desde el Origen de la vida fueron pensados por Dios para mantener la unión entre el Cielo y la Tierra, la unión entre todos los Reinos de la Naturaleza, la unión entre la superficie del planeta y los mundos sutiles.
Los pueblos originarios son aquellos, hijos amados, pensados por Dios para ser los Porteros de los mundos sublimes, de las realidades superiores, en donde lo sagrado habita, en donde los seres son invitados a retornar a su Origen en las Fuentes Celestiales.
Es de esa forma que, desde el inicio de la humanidad y hasta los días actuales, la Jerarquía Divina impulsa a los pueblos originarios para que reencuentren su pureza y retornen al Propósito que Dios manifestó para sus vidas en el principio.
Al crear este planeta y cada ser de esta Tierra, portador de una partícula de la esencia divina, su Padre Celestial creó no solo a los Reinos, a los elementos y al hombre, fruto del barro consagrado por Su Divino Soplo. Dios también creó realidades sutiles, invisibles a los ojos humanos que no buscan con sinceridad lo sagrado en sus vidas.
Estos mundos sutiles mantienen el Propósito Divino dentro del planeta. En ellos se vive en comunión con todos los tipos de vida. En ellos, las dimensiones se unen y no hay peligro, porque los que ingresan allí viven puros de corazón y de espíritu y solo aspiran a cumplir la Voluntad y el Propósito Divino.
Los que ingresan en esos mundos sutiles, hijos Míos, ya fueron despojados de sus voluntades personales y de su condición humana de impurezas y de degeneración. De esta forma, sus corazones encuentran el camino para expresar la pureza y la unidad con lo Divino.
Esos mundos sutiles son resguardados por la naturaleza, por su fortaleza, belleza y armonía. Y, en lo invisible de los lagos, de los mares, de los desiertos y montañas se ocultan no solo para sustentar al planeta, sino para que, a través de la grandeza de la expresión de la naturaleza, los que allí lleguen puedan sentir que allí habita algo más; que un sagrado misterio allí se oculta, es como si el Cielo estuviera más próximo de los hombres, y Dios pudiera expresarse.
A lo largo de los tiempos y de la historia de la humanidad, muchos fueron los pueblos que pudieron ingresar, con todo lo que son, en estos mundos sutiles porque, mientras la humanidad en otras partes de la Tierra perdía su propósito, estos pueblos lo encontraban y profundizaban en él, no solo a través de la ciencia y de la sabiduría, sino sobre todo, a través del amor a lo sagrado, a lo divino y al respeto por la vida y por la naturaleza.
Estas fueron las llaves que hicieron que dichos pueblos vivieran la ciencia de la Transfiguración. Y tal como Mi Hijo les reveló una vez, un día, en el Monte Tabor, también ellos pudieron reconocer su verdadera faz, iluminar sus células y átomos, y hacer que no solo el corazón y la consciencia vibrarán en otro nivel más elevado, sino también su parte más material; esa que hoy parece tan densa, y que en tiempos remotos se elevó y se transfiguró.
A través de la simplicidad del corazón, los pueblos originarios descubrieron que la misma esencia solar que contemplaban y adoraban en el cielo infinito, habitaba en su interior. Y, de esa forma, vivieron una unión profunda con Dios, así como pudieron comprenderlo.
Al iluminar sus células y átomos, y al dejarse permear por la luz de sus almas, estos pueblos alcanzaron la misma vibración de los mundos sutiles y así pudieron no solo verlos, sino ingresar y participar de ellos, como representantes de la humanidad. Así se tornaron Guardianes y Porteros de esas dimensiones sutiles que hasta hoy se ocultan en el planeta.
Algunos de estos pueblos dejaron en la superficie rastros de su historia y de su vida y entonces desaparecieron. Pero otros, hijos Míos, jamás fueron conocidos por la humanidad.
Hoy su Madre Divina llega a este lugar, sagrado para el Cielo y para la Tierra, a revelarles una historia y, más que esto, para impulsar a sus almas a la búsqueda de la pureza y de lo sagrado.
Llegó el tiempo de develar los misterios ocultos en la historia de la humanidad, no solo para abandonar la ignorancia, sino sobre todo, hijos Míos, para abrazar la pureza y para que en el tiempo que llegará, cuando la Tierra sea elevada en su vibración y conducida a un nuevo tiempo, a una nueva realidad, sus corazones y sus espíritus estén prontos no solo para ver, sino para participar de esa vida sublime.
Busquen la pureza de sus corazones, busquen la unión con la vida y con la naturaleza. Y así, como hoy les revelo muchos misterios, otras verdades también les serán reveladas en sus corazones.
Yo los bendigo y les agradezco por llegar hasta aquí y por abrirse de corazón a las revelaciones que Dios les trae en este tiempo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A pocos días de conmemorarse Mis apariciones en Lourdes, Yo los invito a revivir, desde el 11 de febrero, dicha celebración, adornando sus casas y, especialmente, consagrando sus corazones a la Virgencita de Lourdes.
Deseo que el 11 de febrero de este año, los Centros Marianos ofrezcan un Misterio del Rosario por la consagración de las almas del mundo a la Virgen de Lourdes.
En ese día, todos los que visiten las iglesias, los santuarios o los Centros Marianos recibirán una Gracia que los ayudará en los próximos tiempos. Y más aún, si Mis hijos orantes, a partir del 11 de febrero ofrecieran una novena del Santo Rosario trasmitida por el canal de oraciones para todos los hermanos y esta novena fuera ofrecida a la Inmaculada Concepción, Yo podré interceder por las almas que ya están condenadas en la perdición y el caos. Yo misma retiraré a cada una de ellas del fuego del infierno y las llevaré hacia el Reino Celestial.
Si esta novena también fuera ofrecida por todos los sacerdotes del mundo entero, la Virgencita de Lourdes aplacará la angustia que Dios tiene por Sus hijos sacerdotes infieles y Yo misma seré la justificación de cada uno de ellos. Pero también seré el consuelo de los que luchen por el triunfo del ministerio sacerdotal de Cristo.
En esos días, Yo disolveré con el poder de Mis Rayos a las criaturas del mal que desvían y perturban la atención de Mis sacerdotes, y a las almas les daré la ciencia de comprender el sentido espiritual y divino de ese sagrado oficio. Así, ustedes los apoyarán hasta la muerte.
Quiero que a partir del 11 de febrero, todos conmemoren a la Virgen de Lourdes, para que la pureza sea recuperada en los corazones y el mundo perciba que se alejó de la verdad.
En esos días del mes de febrero, a partir del 11, su Madre Celeste estará, de manera especial, recogiendo las intenciones y las oraciones de los que visiten los santuarios, las iglesias y los Centros Marianos. Así, Yo podré ayudar más a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Caminar por el desierto y ser vencido por el Poder de Dios no es ser indiferente con la vida o con el prójimo. El desierto los lleva a conocer a Dios para que sean capaces de encontrar a toda criatura y a toda vida dentro del Creador.
El desierto es un encuentro.
Después de cruzar el vacío, la aridez y la soledad; trascendidas las primeras etapas del desierto, purificado el corazón y rendido a Dios, que es su única y última Fuente de agua pura, los corazones viven un Encuentro. En Dios descubren la verdad, la pureza y la Vida misma que contiene en sí a todas las criaturas.
El desierto es un camino para encontrar, de verdad, al prójimo. Al conocerse a sí mismos, despojándose de las apariencias, de las muletas, de las cadenas, van a comenzar también a ver con ojos transparentes. Cruzando el desierto y encontrando a Dios, podrán percibirlo en todo y en todos, descubrir Su Amor revelado en las esencias de los hombres
Cuando un corazón vive en la aridez, no es porque está cruzando simplemente el desierto, es porque pisó el desierto. Pero necesita caminar en él, dejarse transformar por él, vivir el vacío y también el Encuentro.
El desierto es hecho por etapas, descubrimientos, experiencias profundas e internas que hoy deben ser comprendidos. Si sus corazones sienten aridez, vacío, tentación, soledad, profundicen en lo que viven y lleguen a la rendición, a la revelación de la fe.
Dejen quebrar sus muletas, sus cadenas. Dejen por el camino los apoyos humanos e, inclusive, los espirituales que se manifiestan como virtudes y destrezas, y permítanse ser nada.
Sigan desierto adentro por un largo camino que es vaciarse.
Siéntanse suspendidos en la nada y, al mismo tiempo, muy próximos a tocar a Dios.
Es el Encuentro con el desierto lo que los fortalece para renovar el Amor de Dios. Si no hay desierto, no hay Amor Crístico. Pero no les hablo solo de tocar con los pies las arenas calientes y sentir su aridez; les hablo de saberse en el desierto, aceptarlo, adentrarlo, vivirlo plenamente.
Por eso les hablo sobre el desierto, no para traerles aliento, sino para traerles valentía. Valentía de ser nada.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Yo puedo regresar al mundo, todas las veces posibles, porque en este planeta están presentes los niños más pequeños e inocentes de la humanidad.
Si estos pequeños niños no estuvieran presentes, Yo no podría retornar, porque a través de ellos, Dios refleja su imagen de pureza, de inocencia y de amor por la humanidad.
Pero también vuelvo al mundo por los pequeños e inocentes que son explotados y traficados, para que por medio de Mi intervención, su pureza e inocencia no sea ultrajada por los adultos.
En los más pequeños existe el potencial de renovar y de manifestar la nueva humanidad, la que no será mental ni arcaica, porque en los más pequeños existe la enseñanza y el ejemplo para todos los adultos que perdieron el sentido de su inocencia y de su niño interior.
Los más pequeños e inocentes están presentes en este ciclo culminante de la humanidad para ofrecer sus vidas por amor, para que la paz y la inocencia del mundo entero tengan un lugar en el corazón de los hombres y de las mujeres de la Tierra.
Los niños siempre tendrán un lugar en el Reino de los Cielos, siempre tendrán un lugar en el Corazón del Redentor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más