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Hijo:
Para tener una vida pura debes tener un corazón puro, teniendo el corazón puro tendrás una mente pura, y teniendo una mente pura alcanzarás intenciones puras.
Para que eso suceda, no debes olvidar la esencia espiritual que eres y no fijarte tanto en las apariencias.
El corazón puro se alcanza con la determinación absoluta de vivir el Amor de Dios y de no perderlo de vista.
Más allá de las imperfecciones o aun de los traumas, el corazón puro no pierde o disuelve lo que aprendió de verdad.
Por eso, solo el corazón puro es un corazón noble, capaz de entender la vida y su situación más allá de lo concreto o de lo material.
Así, el corazón puro será el regente de la vida y no la mente. La mente debe actuar como facilitadora de las acciones que decide el corazón, así la vida estará en armonía y no en conflicto.
Un corazón puro es un corazón confiante, abnegado y servicial, capaz de salir de sí mismo para darle lugar y espacio al semejante.
El corazón puro no le teme al desapego, al sacrificio, a darse un poco más, aunque aparentemente crea que no lo conseguirá.
El corazón puro reconoce sus errores, pero no se culpa por ellos, trabaja silenciosamente hasta poder transformar los aspectos más profundos de su ser.
Un corazón puro es pacificador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimocuarto poema
Reina del Universo,
Bóveda Celeste de Dios,
Aroma Sublime de Paz,
danos un corazón vacío y humilde,
un corazón capaz de no querer nada más para sí,
un corazón pobre,
unido al humilde Corazón de Dios.
¡Oh!, Madre Santa,
danos un corazón pacificador, fiel, manso,
disponible para Tu Hijo,
un corazón desinteresado de la vida del mundo.
Virgen Purísima,
danos un corazón puro y no cambiante,
un corazón maduro en el Amor de Tu Hijo,
un corazón vencido por la Verdad de Cristo.
Sierva fiel,
danos un corazón abnegado,
capaz de no tener tiempo para sí,
sino eterna donación por los otros.
Madre del Cielo,
danos un corazón sensible, un corazón abierto,
un corazón de inmensa gratitud y de reconocimiento
por todo lo que nos da Tu Hijo.
Que, con un corazón transformado,
ayudemos a desterrar la indiferencia en el mundo,
para que puedan reinar la fraternidad
y la unidad entre las almas.
Así, retornará Tu Hijo con Su Corazón de Luz,
para reconstruir este mundo y toda la humanidad.
Que, a través de Ti, Divina Señora,
nuestros corazones representen al menos una parte
de la Obra redentora de Cristo en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal - Parte VII
En una comunidad debe existir espíritu de unidad y de pacificación para que, en ese camino, cada miembro pueda hacer florecer lo mejor que tiene de sí, para aportarlo al camino de la construcción evolutiva.
La comunidad se conforma como una familia espiritual diversa, como un espejo del original Proyecto de Dios para los pueblos sagrados.
En esa diversidad se deben trascender las creencias y las formas de cómo llevar adelante una comunidad, así se evitarán desencuentros entre sus miembros.
Los valores antes detallados, que debe vivir la comunidad, formarán en las consciencias la gestación de nuevos atributos para que, en ese camino de formación y de aprendizaje, las almas comiencen a percibir no solo sus virtudes, sino también la Gracia que las atrajo para comenzar a vivir una vida diferente que permita aplicar valores hasta en lo cotidiano; pero, principalmente, que la consciencia sea colmada de valores espirituales que, con el tiempo, atraerán la neutralidad y la paciencia, lo que mostrará lo maravilloso de cada ser.
La familia espiritual, que es una comunidad, alcanzará la unidad inquebrantable a través de la consideración por aquel que se transforma e intenta vivir todos los días algo nuevo y profundamente evolutivo.
Los miembros de la comunidad son los hermanos internos de aquella alma que se está transformando lentamente o que también puede dar un salto en su proceso de redención.
La Hermandad es el arquetipo espiritual que la comunidad deberá alcanzar para que, algún día, pueda ser consciente de estar cumpliendo las Aspiraciones de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mantén tu consciencia en paz y, en ella, la inspiración única de la iluminación, de la unidad con Dios, del cumplimiento de Su Propósito, de la manifestación de Su Reino.
Deja que los deseos y las voluntades sean lavados de tu corazón y, poco a poco, encuentra la verdadera paz, la paz que proviene del Creador.
Ya conoces el camino, ya conoces tu destino, porque él es tu Origen y habita en ti.
Pacifica tu corazón observando tus acciones, pensamientos y sentimientos; recordando así el propósito de tu vida, que solo es reencontrar a Dios en tu interior y permitir que otros también puedan encontrarlo.
Que cada instante sea para ti una oportunidad de trascendencia y de ascensión. Que cada prueba te aproxime más a Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando un alma se consagra a Dios ofrece no solo su corazón, sino todo su ser al servicio de la Voluntad Divina. Poco a poco, esa consagración se profundiza, y toda la consciencia, desde el espíritu hasta las células, comienza a comprender y a vivir su entrega.
Cuando un alma consagrada ora, debe ser consciente de que todo su ser acompaña a esta oración. Cuando sirve, todo su ser acompaña a su servicio. Cuando la consciencia realiza una tarea espiritual y planetaria, cada una de sus células participa de ella.
Hoy te digo todas estas cosas porque llegó el tiempo de ser consciente de todo tu ser y de comenzar a comprender la ciencia de la existencia humana.
Consagrar la vida es el acto interno de disponer del ser para cumplir con el propósito de su existencia a través de la entrega incondicional a Dios. Para ampliar tu servicio a la humanidad y a la Creación, debes ampliar también tu conocimiento y profundizar la entrega consciente de cada parte de tu ser.
A medida que la transición de la Tierra se aproxima, es necesario conocer la ciencia de los cuerpos, saber hasta dónde llega tu consciencia. Esta Sabiduría que está presente, esencialmente, en los conocimientos de Oriente, ahora se debe profundizar y renovar, según la evolución de la capacidad humana, para asimilar el conocimiento y profundizar en él.
Al servir, percibe como todo lo que eres participa de ese servicio. Entonces, busca una forma de restaurarte y permite que la restauración interna, espiritual también llegue al interior de los núcleos menores de tu cuerpo, a tus células y a tus átomos. Así, permitirás que el servicio a este planeta acontezca sin que tu consciencia física se desgaste.
Pacifica el cuerpo, la mente y el corazón para conocer quién eres y cómo debes servir al mundo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Para que el Reino de Dios llegue a la Tierra, primero tendrá que vivir en el interior de los seres. Abran camino hacia ese Reino a través de sus oraciones, momentos en los que la pureza de sus corazones emerge y les da a conocer los verdaderos sentimientos y pensamientos que un ser humano vino a expresar en el mundo.
Oren, hijos, atrayendo la paz hacia su interior y hacia su consciencia y luego dejen que esa paz se expanda por este mundo.
Como criaturas semejantes a Dios, los seres humanos guardan en sí el potencial de irradiar hacia toda la vida lo que hay en su interior. El universo de sus cuerpos, el microcosmos que se guarda en la composición de sus seres desde la consciencia hasta el menor de los átomos, es un espejo del Cosmos infinito.
Ustedes, hijos, son espejos del Corazón de Dios. Lo que habita en ustedes se irradia al mundo, aunque no sean conscientes de eso.
Para tener un mundo de paz, ustedes deben dejar que la paz se instale en sus consciencias y se asiente en todas sus células. Pacifíquense, conscientemente y, así, estarán trayendo paz a la vida.
Todo por lo que ustedes claman lo pueden atraer hacia el mundo a través de la transformación de su propia consciencia. En oración, pueden encontrar en ustedes la puerta hacia el Reino de Dios y, cuando sean capaces de permitir que Él se exprese en su interior, ahí entonces, hijos, ese Reino comenzará a expandirse por el mundo.
¿Comprenden la ciencia de la existencia humana?
El Creador manifestó a los seres humanos para transformar, a través de ellos, a toda Su Creación. El amor que puede nacer en ustedes, cuando abarca su genética y se expresa en todos sus átomos, puede transformar galaxias y universos. De la misma forma, cuando ustedes no viven en paz, la oscuridad que habita en los seres también resuena en toda la vida.
Reconozcan entonces, el potencial de sus corazones, de sus cuerpos, de sus vidas y tórnense instrumentos de paz y de Misericordia para este mundo.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Después de tantos impulsos recibidos y de todo lo que tuvieron que sustentar para que este mundo conozca un poco de paz, y aunque sean pocas, que las almas estén despiertas en este tiempo. Ahora, hijos, deben recogerse en el interior del propio corazón y pacificarse.
El mundo no dejó de sufrir; la humanidad aún tiene mucho que caminar, curar y liberar. Por eso, dejen que sus cuerpos se recuperen, que su consciencia asimile los impulsos recibidos y mediten en los próximos pasos a ser dados.
Después de vivir con Cristo los pasos de Su Pasión, ahora deben revivir el momento en el que los apóstoles se vieron delante de la Ascensión de Jesús a los Cielos y de la soledad y el silencio que experimentaron, para sintetizar en el propio interior todo lo que vivieron con Cristo.
Los impulsos que ustedes recibieron en los últimos días se asemejan a los impulsos recibidos por los apóstoles en los últimos tres años de vida de Jesús. Muchas fueron las Gracias, las bendiciones, los Rayos y las Leyes que actuaron en sus vidas en poco tiempo. Por eso, ahora es el momento del silencio, de la soledad y de la quietud. Momento de mirar hacia el Cielo y emitir al Padre su respuesta, haciendo que Dios escuche su "sí" y, así, sigan caminando con la fe que se renueva a cada paso, en el eco de las Gracias que recibieron.
Que los frutos sean fecundos en sus corazones, porque todas las puertas les fueron abiertas. Ahora basta cruzarlas.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
A los soldados de la oración: la Red-Luz Planetaria - Parte II
Que hoy, llevando sobre su pecho la estrella de la paz, se confirme su existencia y así se revele el misterio de su origen.
Descubriendo el sentido oculto y la razón de su venida a la Tierra, que sus corazones se pacifiquen en Cristo para que en ustedes se cumpla el Divino Propósito.
Hijos, ahora que llevan sobre su pecho el símbolo sagrado del Corazón del Redentor, que sus brazos se mantengan abiertos para recibir y acoger cualquier necesidad y que, en esa apertura incondicional y con esa respuesta inmediata, ustedes puedan reconocer la acción de la Divina Providencia.
Este es el tiempo en que la nueva Red-Luz, con todo el conocimiento recibido, abrirá las puertas de su mundo interior para acoger la grave situación planetaria y la vivirá como parte de sí para poder aliviarla, así como la Jerarquía, de tiempo en tiempo, alivia al planeta.
Ser parte de la nueva Red-Luz no significa ser impulsado por emociones ni por metas propias. Es decir "sí" a la Jerarquía bajo cualquier circunstancia o situación para poder ir más allá de las apariencias, para poder penetrar con la consciencia el sentido del Propósito.
Por esa razón, hijos Míos, llevar en su pecho el símbolo de su redención es abrir las puertas del corazón para aprender a acoger la Divina Gracia y vivir en la Misericordia de Dios, a pesar de la situación precaria de la humanidad.
Un misionero Red-Luz tiene claro y presente en su consciencia que no será su persona humana la que actuará o servirá, sino que ella dará espacio para que el alma, y lo que está más allá de ella y proviene de Dios, sea la que conduzca el propósito personal de cada ser.
Llevar estampado sobre el pecho el símbolo de la nueva Red-Luz es enviar un mensaje al Universo de una verdadera y profunda adhesión al Plan; es comprender, aceptar y acoger las necesidades del Propósito, y es esforzarse sinceramente para que esas necesidades se cumplan. Porque un misionero de la Red-Luz ya es consciente de que cada pedido de la Divinidad no se remite a una situación o a una persona; él sabe que cada pedido deberá realizarse y cumplirse para que acontecimientos próximos que podrían suceder no afecten a la humanidad ni a los Reinos de la Naturaleza.
El misionero Red-Luz reconoce ahora la importancia primordial de permanecer en sintonía con la Jerarquía para que su camino, su vida y su consciencia sean conducidos y protegidos por un sendero seguro.
Quien lleve estampado el sagrado símbolo de la Confraternidad sabrá que estará formando parte de una Hermandad infinita, de una Misión amplia y que cumplirá, como deber, la parte que le corresponde con alegría y con la certeza de que, más allá de todo, se cumplirá el Plan de Amor en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Misericordia se derrama como la lluvia en una tarde de primavera y ella trae para la vida planetaria la Fuente de la renovación y la presencia de lo eterno.
Así, la Divina Misericordia llega a los corazones más necesitados de amor y de luz, pero también se derrama en todos los que responden a Mi convocatoria.
En esta tarde la Divina Misericordia repara los mundos internos, pacifica los corazones perturbados y unifica a las almas que viven en Mi Nombre el Divino Propósito, el cual seguirá su trayectoria más allá de las estrellas.
Por eso, siempre recuerden que Mi Amor es inmutable y Mi Compasión, eterna; así los llevaré Conmigo hacia nuevas esferas y conocerán en esas moradas su verdadero origen, la historia escrita en los Espejos.
Manténganse unidos a Mí, porque a partir de hoy un nuevo y único ciclo comenzó, a fin de ampliar las bases del Divino Propósito en toda la esfera planetaria.
En Mi Casa Celestial hoy tengo un nuevo morador y lo he recibido con regocijo porque su misión fue cumplida, así como Mi Padre Celestial lo pensó.
Eso es motivo de alegría y de júbilo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Pacifica tu corazón, porque hoy es un día de gloria y no de dolores, es un día de triunfos y de la multiplicación del Amor de Dios.
Hoy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo reciben los frutos de una existencia de donación, de entrega, de amor incondicional.
Hoy una parte del Corazón de Dios se renueva y se supera, porque un hijo Suyo le permitió renovarse a través de su constante humildad, renuncia y amor.
Hoy, hijo, contempla en el Universo un cielo más brillante, porque una luz retornó a su origen, desde donde seguirá impulsando el Proyecto humano, porque su entrega es eterna.
Aquel que, habiendo cumplido su misión, ofreció un poco más por amor a sus amigos y compañeros, también por ellos entregó la vida, porque llegó el momento de que ustedes caminen solos, apoyados sobre sus propios pies y sustentando a otros.
Hoy el Universo se regocija, porque aquel que había renunciado a su evolución, para multiplicar el Amor de Dios en la Tierra, retornó portando en los cristales del centro de su pecho el legado de su experiencia en este planeta tan amado. No trajo consigo solo un aprendizaje, sino también un presente celestial para Dios, porque aprendió, en todos los niveles de su consciencia, a amar al Padre por encima de todas las cosas y a obedecerlo más allá de su voluntad propia, renunciando, incluso, a permanecer en el mundo cuando sus discípulos y compañeros estaban prontos para un nuevo paso.
Para ti, hijo, llegó un nuevo ciclo y un nuevo tiempo; un tiempo para hacer madurar las gracias que portas en tu interior, porque un legado único fue entregado para la humanidad a lo largo de mucho tiempo, y tú eres parte viva de ese legado de amor.
Por eso, hoy, eleva tus ojos hacia lo Alto y, en lugar de penas, ofrécele a Dios tu gratitud. Coloca a los Pies del Creador tu oferta y reconfírmate en la adhesión a Su Plan, porque ahora es cuando él comienza.
Después de haberlo recibido todo y de que enseñanzas sublimes hayan sido depositadas en tu interior, ve y torna vida aquello que habita en ti. El mundo así lo necesita.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Yo Soy el Hijo del Gran Sol y del Sol Interior provengo, así se cumplen los designios y las Leyes.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol Mayor emanan los Principios y las grandes voluntades, las que nacen del Supremo.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol surge la Vida y de la Vida se manifiesta la Creación.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol se irradian todos los Rayos hacia todo el Universo para que las consciencias creadas se sientan plenas y vivas.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol se revelan los misterios; porque es un Sol poderoso e inapagable, es un Sol que transmuta y, al mismo tiempo, libera todo lo que toca con su Luz.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol proviene la divina Existencia; desde esa existencia se manifiesta el Propósito para todo lo que vive en los Universos superiores e inferiores.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol nace la esencia más profunda y eterna, es la esencia que permite la regeneración y la cura de todo lo que está enfermo o impuro.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol vengo para iluminar el Espíritu de la Tierra y de todo lo que existe dentro de ella.
Soy el Hijo del Sol, el Ser divino que se entrega para establecer en este mundo la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El silencio promete la interiorización y la reflexión de la consciencia.
El silencio participa de la comunión con lo eterno y sublime.
El silencio repele lo superfluo y aparta al alma de la indiferencia y de lo que es mezquino.
El silencio es receptivo.
El silencio comparte con el alma de otros seres y es intuitivo ante los peligros.
Sumérgete en el silencio y descubrirás las llaves que abrirán las puertas de los Cielos, porque el silencio no mendiga ni tampoco ostenta nada.
El silencio es solemne pero también es respetuoso. Él atrae la tolerancia, la pacificación y la calma.
El silencio neutraliza y aparta a la consciencia del temor. Porque el silencio está en sintonía con lo Alto y protege al alma de las bajas liberaciones planetarias.
El silencio siempre construye lo reverente y nunca pierde lo devocional.
El silencio no critica con la palabra ni tampoco con la mente.
El silencio es elevado, porque fue el silencio lo primero que manifestó la Creación. La Palabra nació del silencio, porque el silencio penetró el Misterio Creador y de allí nació el Verbo, y del Verbo surgió la Vida.
Le debemos todo al silencio porque en el silencio se encuentra la resurrección y no se teme a la muerte, al contrario, el silencio impulsa a la vida eterna.
¡Les agradezco por guardar el silencio en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús, el Señor del Silencio
Que la luz del corazón unifique a los servidores de Cristo para que se cumpla Su Divina Voluntad.
Que la luz del corazón pacifique las vidas para que ellas sean conducidas por el espíritu del Amor.
Que la luz del corazón reúna a las consciencias, para que cada una de ellas revele su sagrada virtud.
Que la luz del corazón disuelva las heridas para que en nadie se instale o exista la maldad.
Que la luz del corazón despierte la consciencia en todos los seres de seguir cumpliendo el Sagrado Plan de Dios.
Que la luz del corazón construya en los corazones la unidad y el principio del Amor Superior.
Que la luz del corazón neutralice las corrientes contrarias.
Que la luz del corazón eleve a las consciencias hacia el estado permanente de la hermandad.
Que la luz del corazón le otorgue a cada ser la libertad espiritual.
Que la luz del corazón pueda mantener las puertas abiertas a la solidaridad.
Que la luz del corazón le entregue a cada ser un Rayo de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Vacía completamente todo tu ser de expectativas, resultados y miedos, porque en este tiempo la hora de la purificación consciente se aproxima.
Vacía todo tu ser de elucubraciones y de ideas maravillosas, para que, buscando el Vacío de Dios, encuentres el universo de la nada, de la entrega y de lo incondicional.
Vacía tu mente de proyectos, de ideales y de cualquier duda, para que cuando estés delante de la Voluntad del Padre, tu consciencia no pierda la oportunidad de lanzarse en plenitud y en confianza al Plan de Dios.
Vacía tu mundo interior de lo que es perfecto o imperfecto, de lo que es débil o tiene solidez o fortaleza espiritual, para que ante cada nueva prueba tu corazón pueda vivir todo en paz.
Vacíate sin miedo, vacíate, para que pueda surgir en ti la semilla poderosa de la humildad y de la renuncia, y así, en cada nuevo aprendizaje puedas estar libre de ti.
Tienes que vaciarte completamente de ti para que puedas escuchar las enseñanzas y las correcciones que llegarán a tu camino a fin de moldear tu espíritu y de transformar en tu consciencia todo lo que es arcaico.
Vacíate y solo di "sí" a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
María, Estrella Guía de Chile
Queridos hijos:
Hoy Me presento ante ustedes como la Señora del Carmen, Patrona de esta nación y de este pueblo.
Vengo, en este día extraordinario, para conceder más Gracias y ayudas a Mis hijos de Chile, a fin de que las almas caminen por la senda del arrepentimiento y de la reconciliación para que, finalmente, se establezca la paz en los corazones chilenos que aún no la tienen.
Para eso, queridos hijos, deseo renovar la advocación de la Virgen del Carmen para que todo Chile la adopte como la Faz divina que está destinada a proteger y amparar el futuro de esta nación.
Queridos hijos, vengo para pedirles, en este día, el establecimiento en este país de la Virgen peregrina del Carmen, para que, después de haber recorrido Chile de Norte a Sur y de pueblo en pueblo, Ella también pueda peregrinar por otras naciones de América del Sur, así como otras imágenes sagradas han peregrinado por varios lugares del mundo.
Mi segundo pedido, en este día, es que en cada hogar de cada hijo chileno se establezca un altar de oración en honor a la Señora del Carmen. Esto ayudará a consolidar la familia; ayudará a unificar la fraternidad entre los seres y el amor entre las consciencias.
Quisiera que cada hogar chileno estuviera amparado por la Virgencita del Carmen, para que nunca les falte la guía y la protección necesarias en este camino de peregrinación por la Tierra, en la búsqueda de la patria beata.
La Virgen del Carmen representa para cada consciencia de Chile, el Principio de la salvación, de la redención y de la reconciliación.
La Virgen del Carmen, mediante Su intercesión, trae la oportunidad para que nuestras almas se unan a Dios, a Su Esencia Divina. Ella es la Patrona de los navegantes y la Estrella que guía la vida consagrada.
A la Virgen del Carmen se le atribuyen muchas Gracias que podemos recibir desde el momento de nuestra sincera consagración a Su Santa Faz.
La Virgen del Carmen atrae, para la Consciencia de Chile, el camino por donde las almas más separadas se pueden volver a unir y, en Su Corazón Inmaculado, disolver la raíz de la indiferencia, de la falta de amor o de la ausencia de caridad.
Chile tiene, mediante la Virgen del Carmen, la posibilidad de alcanzar la paz interior, como también la oportunidad de cerrar las puertas inciertas que fueron abiertas en el pasado de esta nación.
La Virgen del Carmen trae para Chile el momento de la pacificación de los corazones y, al mismo tiempo, el despertar de la consciencia hacia un Propósito Mayor.
La Madre de Dios llama a cada corazón chileno para que, en este día, se consagre a la Virgen del Carmen, y así, cada uno pueda ser depositario de las Gracias que la Santísima Madre trae del Cielo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Luz de Dios convierta y modifique todo lo que sea necesario redimir.
Que la Divina Luz colme los espacios más profundos de la consciencia y haga de cada estado un principio de redención.
Que la Divina Luz convierta y transforme cada aspecto de la vida y se realice el Plan del Creador.
Siéntete libre, hijo, de las cadenas que te aprisionan, porque llegará el momento de dar el gran y último paso hacia la Vida Divina.
Mientras tanto, sigue luchando con toda la fuerza del corazón, porque en el corazón se guarda el amor suficiente que hará de cada aprendizaje una oportunidad de perdonar.
Camina en el sendero de Mi Hijo, Él ofrece el camino de la perseverancia y de la pacificación.
En el cambio de la consciencia se encuentra la oportunidad de elevarse y, todos los días, hacer de cada etapa de la vida una gran experiencia de amor y de trascendencia.
Vivamos en estos tiempos el cambio. Esperémoslo con alegría, porque será una buena nueva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La caridad lleva a la pronta santidad, porque en el servicio se abren las puertas para ayudar y colaborar con los más necesitados, como también con los Reinos.
Hijos, en este tiempo todo lo que hagan debe ser en el nombre de la caridad, para que así la consciencia humana no pierda el impulso de donarse a los demás sin condiciones.
Es la caridad la que permite establecer la paz entre las naciones y los pueblos, porque la caridad es movida principalmente por la esencia del Amor de Dios.
En cada acto de caridad, como en cada nuevo servicio, se pueden dar los pasos dentro del Plan de Dios y de Su grandiosa obra.
La caridad, como esencia de la vida espiritual de los apóstoles de Cristo, representa la posibilidad de entregarse a través del servicio hacia los demás y de estar constantemente derramando el Amor de Cristo.
En la caridad se establece la pacificación de la consciencia, porque el alma que vive la caridad permanente está atrayendo hacia sí los códigos crísticos de la piedad y de la misericordia.
La caridad es una fuente directa de transformación para todos los corazones, porque ella genera en las almas y en el planeta un efecto altamente positivo para todo lo que aún se debe redimir.
El camino de la caridad los lleva en algún momento a abrazar el divino sacrificio, porque después de una larga caminata a través de la caridad, el alma aprende a renunciar por los otros y por el bien del Plan Divino.
La caridad es un impulso para vivir la redención interior.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los colma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando una puerta espiritual y divina se abre en las consciencias que estaban dormidas, otras puertas se abren a partir del impulso universal que da la primera puerta.
En ese momento comienza a manifestarse el principio de la purificación, y las consciencias son llevadas a conocer por completo el proceso que les tocará enfrentar.
Así todo lo que forma parte de las deudas es atraído hacia la consciencia de los que al fin se decidieron a caminar en la senda del espíritu para que, de esa forma, todo sea liberado.
En este sentido, cuando las consciencias que ya sirven de forma continua y pasan por esa experiencia son llevadas a enfrentarse universalmente al proceso de su purificación.
Cuando la balanza de la vida y de las deudas está en desequilibrio, significa que las consciencias pasarán por una experiencia intensa, la que las llevará a definirse dentro del Plan del Amor y de la Luz.
En este tiempo la Jerarquía le ofrece a la humanidad la oportunidad de equilibrar sus caminos y de seguir la única senda de la evolución de la consciencia.
Eso llevará a que todo quede en evidencia en una consciencia. Debemos así orar y pacificarnos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Liturgia de la Vida
En el universo, hijos, la vida por sí misma es una liturgia permanente.
La hora de reposar los cuerpos es la hora de meditar en el Propósito divino, de reconfirmar al propio espíritu en su adhesión a los Planes de Dios y al camino evolutivo que Él propone a Sus criaturas.
La hora de despertar es la hora de ofrecer al Padre cada acción, cada movimiento, pensamiento, sentimiento, cada vibración emitida, para que todo sea por la manifestación de Su Voluntad.
Cada trabajo que se realiza, cada contacto que hacen los unos con los otros, todo es para que se establezca la paz y por la evolución de todas las criaturas, nunca solo por la propia evolución.
En el universo, no existe el individualismo: la consciencia de la unidad y de la fraternidad es viva.
Los seres saben, desde el principio de su evolución, que para crecer y llegar al Origen de Todo, deben vivir la unidad con todos. Saben que para llegar al Creador de todas las cosas, es necesario estar unido a todo lo que Él representa y, reconociendo que Su Esencia divina se multiplicó en toda la Vida, los seres conscientes viven la unidad con todos.
En la vida universal, antes de actuar, los seres ofrecen al Padre sus acciones y preguntan a sus esencias, que representan la unidad con Dios, cuál es el mejor paso para dar. La confianza en el Creador está por encima de todas las cosas. La certeza de que Él habita en el propio interior y ahí interactúa con Sus criaturas es lo que fortalece constantemente a Sus hijos, para que no salgan de Su Camino ni de Su Guía.
Les digo eso, hijos, porque la Tierra debe ingresar en el tiempo del Universo y eso comienza con la transformación de cada consciencia. Ustedes deben aproximar sus vidas a los patrones de vida universales y, para eso, es hora de reconocer y de recordar los principios de esa vida.
Hagan, de cada día, una liturgia viva: que todas las horas sean momentos de encontrar a Dios; que todas sus acciones sean motivo para buscarlo, y que las liturgias y momentos de oración, que ya conocen, sean el alimento que nutre las almas y las fortalece; sean oportunidades de interceder por aquellos que están dormidos y por los que no conocen la paz; oportunidades de clamar por los Reinos de la Naturaleza y de aproximarse más conscientemente a la Verdad.
Es hora de despertar para la liturgia de la vida.
Si ustedes viven lo que les digo, en poco tiempo, comprenderán por qué les enseñé estas cosas.
La liturgia de la vida es la puerta al cosmos.
Los amo y los bendigo siempre.
Aquel que vive en la oración permanente a Dios,
San José Castísimo
Mientras que no comprendan que la paz en el mundo nace en el interior de cada ser, ustedes seguirán viviendo en tiempos de caos y de indiferencia hacia Dios.
Para vivir en un mundo pacífico, tendrán que ser pacificadores, no solo en las grandes obras, sino en todos los instantes de la vida.
El inicio de los conflictos en el corazón humano es siempre el mismo: la imposibilidad de renunciar al parecer propio, la incapacidad de dejarse humillar, el ansia de manifestar las cosas en el mundo según su comprensión, la falta de fraternidad y la incapacidad de adherir a las ideas ajenas y de intentar comprender la forma de pensar y de sentir de los demás, para que así les muestren lo que, por sí mismos, no pueden ver.
La falta de paz está siempre ligada a la falta de humildad, porque un corazón humilde, que no teme renunciar y aprender con los demás y con las situaciones de la vida, vive siempre en paz, al menos consigo mismo. Si algo le quita la paz, es la tristeza por advertir que pocos despertaron a la Verdad y están perdiendo la oportunidad de conocer la paz, porque prefieren afirmarse a sí mismos todo el tempo.
En el mundo, los hombres pecan por la ignorancia, por la influencia de las fuerzas de opresión y de la involución, y por la propia incapacidad de dar se una oportunidad de renacer en conversión a un propósito superior. Pero aquellos que Me escuchan, así como escuchan a los demás Mensajeros Divinos, pecan porque prefieren afirmarse a sí mismos antes que confiar en todo lo que aprendieron de Dios.
¿Quién tendrá mayor pecado?
La paz no surgirá en el mundo por intermedio de los corazones de los ignorantes, porque estos están ciegos en su ignorancia y necesitarán del surgimiento de la Luz para encontrar el camino a la redención.
¿Quién abrirá las puertas y las ventanas del mundo para que ingrese el Sol?
Ustedes, compañeros Míos, siervos de Dios Altísimo, escuchan estas palabras no para volverse mejores personas en un mundo de absoluta indiferencia para con los Planes de Dios; ustedes escuchan todo esto para que, con Palabras Divinas, el Señor despierte al menos unos pocos corazones humanos dispuestos a volverse nada y a renunciar a todo, para hacer de su consciencia una fuente de paz para el mundo, a fin de que, gota a gota, esa paz pueda saciar la sed de los que nunca la conocieron en vida.
La heroica obra de estos tiempos no es martirizar el cuerpo, es santificar la consciencia, porque es mucho más difícil para el corazón humano renunciar a su parecer que renunciar a su vida. Incluso, hay quienes prefieren la muerte a la humildad.
Por eso, encomiendo esta misión a los valientes de espíritu, que batallarán en silencio y vencerán en el anonimato de su pública derrota, pues la victoria de los humildes solo Dios la conoce. En amor y paz, los despierta al espíritu de la humildad,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más