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Hijo:
Para tener una vida pura debes tener un corazón puro, teniendo el corazón puro tendrás una mente pura, y teniendo una mente pura alcanzarás intenciones puras.
Para que eso suceda, no debes olvidar la esencia espiritual que eres y no fijarte tanto en las apariencias.
El corazón puro se alcanza con la determinación absoluta de vivir el Amor de Dios y de no perderlo de vista.
Más allá de las imperfecciones o aun de los traumas, el corazón puro no pierde o disuelve lo que aprendió de verdad.
Por eso, solo el corazón puro es un corazón noble, capaz de entender la vida y su situación más allá de lo concreto o de lo material.
Así, el corazón puro será el regente de la vida y no la mente. La mente debe actuar como facilitadora de las acciones que decide el corazón, así la vida estará en armonía y no en conflicto.
Un corazón puro es un corazón confiante, abnegado y servicial, capaz de salir de sí mismo para darle lugar y espacio al semejante.
El corazón puro no le teme al desapego, al sacrificio, a darse un poco más, aunque aparentemente crea que no lo conseguirá.
El corazón puro reconoce sus errores, pero no se culpa por ellos, trabaja silenciosamente hasta poder transformar los aspectos más profundos de su ser.
Un corazón puro es pacificador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La cuaresma es un momento, hijos, para volver a conocer a Cristo, para reconocerlo con una nueva mirada, una mirada sin velos y sin temores, para que sepan quién es Él y quiénes son ustedes delante de Él, lo que son llamados a vivir al estar delante del Hijo de Dios.
Muchos son los que caminan al lado de Cristo, comen de Su Cuerpo, beben de Su Sangre, participan de Sus prodigios y escuchan Sus Palabras; pero pocos son los que miran al Señor sin velos delante de sus ojos, sin muros delante de sus corazones, y saben quién es Él, y se descubren también a sí mismos, delante de Él.
La cuaresma es ese momento, porque en ella el Señor les dice: "Yo Soy el que Soy, Yo Soy Aquel que Es; Uno con Dios, el propio Dios hecho Hombre y Espíritu".
Y, al escuchar esa revelación del Hijo de Dios, sus ojos se abren para que no solo puedan reconocerlo, sino también reconocerse a sí mismos.
La cuaresma es un momento de definirse para buscar a Cristo y vivir la revelación de Su Presencia, para dejarse inundar por Sus misterios y transformarse por Su Amor; o entonces, hijos, lo verán pasar y hacer prodigios, verán como se transforman los corazones al escucharlo, pero aun así, permanecerán ciegos y sordos delante de Él.
Elijan la vida, la vida en Cristo, la vida en la Verdad, la vida en la libertad de sí mismos. Elijan el desvanecimiento del polvo.
No se aferren a sí mismos, a sus virtudes y destrezas, a sus convicciones y conocimientos, a sus mentes y creencias. Aférrense a Cristo, a Su Verdad Celestial, a Su Presencia, a Su Vida.
Este es el sentido de la cuaresma: prepararse y definirse en Cristo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Coloca dentro de Mi Jardín tus logros, aspiraciones y renuncias. Reviste ese Jardín con el mayor cariño de tu alma y, desapegándote de todo, ábrete para vivir y practicar Mi Voluntad.
Entrégate completamente a Mí al punto de que ya no seas nada, y que en esa nada, en ese vacío y en esa resignación absoluta, tengas la Gracia de que se depositen en ti todos Mis Proyectos.
Sé que no es fácil abandonar tu propia voluntad, pero haz de esta oportunidad que te entrego la posibilidad de cumplir con Mis deseos y aspiraciones así como muchos los cumplieron en otros tiempos.
Ahora es tiempo de vigilar tu propia consciencia para evitar que ella misma te coloque en dificultades.
Si con gratitud vives lo que te pido y necesito, no tendrás por qué sufrir nada. El sufrimiento, la angustia y la desolación son consecuencias de la vida que no acepta de corazón la Voluntad de Dios y tarda años para darse cuenta que la Voluntad del Padre se deberá cumplir.
Anímate a dar grandes pasos con obediencia y con resignación, y así siempre encontrarás y descubrirás el sentido de estar sirviéndome en cada momento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Donde hubiera un corazón que lucha para vencerse a sí mismo, allí estará Dios auxiliando sus pasos.
Donde hubiera un corazón dispuesto a superarse en el amor, para que un amor mayor emerja en su interior, allí estará Dios auxiliando sus pasos.
Donde hubiera un corazón que ora sinceramente e implora por la redención y la transformación de sus miserias, allí estará Dios auxiliando sus pasos.
El Señor hará de cada una de sus caídas un impulso mayor para el fortalecimiento de su espíritu; hará de sus miserias un impulso mayor para que él viva la humildad y el desapego de sus destrezas. El Señor hará de sus debilidades el motivo de su constante vigilancia. Y todo lo que antes lo tornaba débil lo fortalecerá. Todo lo que antes lo hacía miserable se convertirá.
Sus pruebas se tornarán un trampolín para la evolución humana y para la renovación de la Creación Divina.
Basta que los corazones pidan el auxilio divino en todo, y siempre hagan todo lo que esté a su alcance para cumplir sinceramente los Planes de Dios. Aunque no sean perfectos y se sientan como un mar de miserias, el Señor verterá todo lo que son en el océano de Su Misericordia. Basta saber rendirse a Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Nunca te canses de fijar tu consciencia en Dios, más allá de todo lo que suceda dentro de ti o a tu alrededor.
Esa actitud espiritual permitirá que las Leyes superiores vengan en auxilio de tu consciencia y que cualquier situación, espiritual o interior, sea resuelta.
Confía absolutamente en el propósito inmaterial que Dios creó para tu existencia y con base en esa verdad lleva adelante esta vida colmada de desafíos y de pruebas.
Pero nunca te desanimes ni tampoco te duermas. Haz valer cada momento como si fuera el último; haz que cada etapa de la vida tenga como resultado un aprendizaje de amor y de perdón.
Dios no busca las cosas perfectas dentro de ti, porque Él ya lo sabe todo, Él ya conoce todo lo que tú desconoces dentro de ti.
Por eso, el Padre Celestial espera el momento justo para pedirle a Sus hijos nuevos pasos. Pero esos pasos serán dados y entregados en la medida que amen el desapego en sus vidas.
Porque, en verdad, pocos serán los que le entregarán todo al Señor para la constitución de Su Propósito y para la realización divina de Su Voluntad.
Por eso, como Madre, sé lo que significa despojarse de uno mismo y cuánto eso ocasiona dolores, retrasos y estancamientos. Pero la luz del espíritu de la fe prevalecerá. Ten calma y confía, no existe obstáculo o barrera de la consciencia que no pueda ser superado.
No dejes de remar hasta poder encontrar el puerto seguro del Corazón del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que su fe sea fervorosa para que en estos tiempos definitivos la fe sea el bálsamo perfecto que fortalezca sus almas y corazones.
Estando en la fe estarán en el amor y tendrán la consciencia necesaria para poder comprender y vivir los últimos acontecimientos de la humanidad.
Que su fe sea inviolable e inalterable; que sea una fe capaz de trascender los miedos y todos los apegos.
Que en ustedes, por medio de la oración y del servicio, despierte una fe madura capaz de soportar los tiempos y de trascender los límites mentales de la consciencia.
Que la fe los conduzca al amor para que en el amor vivan el perdón, tan necesario para con ustedes mismos y para con todos los que los rodean.
Que en este tiempo final la fe fortalezca su confianza en Dios, en el camino de la búsqueda incesante de la vida del espíritu.
Que en la fe se establezca la paz interior, sabiendo que es tiempo de cumplir la misión que el Padre y el Universo le encomendó a cada ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Noveno día
Ya hay espinas en Mi Corazón que se convirtieron en flores de amor para el Señor.
Esto es señal de que, más allá de cualquier circunstancia, el amor fiel de los Míos está llegando a lo profundo del Corazón del Pastor y los dolores están siendo aliviados por la oración de los que claman por Misericordia, no solo para sí mismos, sino también para el mundo entero.
Eso no significa que la humanidad dejará de colocar espinas dolorosas en el Corazón del Señor, sin embargo, la fe de los que creen en Mí permitirá convertir lo que parecería imposible.
Hoy vengo para pedirte que, a través de tu oración, retires la novena espina del Corazón de tu Pastor que es la espina de la vida materialista y lujosa.
Esa espina Me provoca un inmenso dolor, ya que las almas, a través de todo lo que es material y concreto, se vuelcan a una vida de vicios y de placeres, olvidándose de lo esencial, de lo que el Universo creador depositó en el mundo interior de cada ser.
Por esa causa, pídele al Padre Celestial por las almas que están completamente sumergidas y abducidas por las tentaciones de la vida material y del lujo.
Tú, detente por un instante y reflexiona para que dentro de ti se manifieste el desprendimiento de todo lo que es mezquino, superfluo y que no construye la hermandad entre los seres.
Vacíate completamente y deja que el Fuego de Mi Amor te invada, aun cuando creas que no sucede nada.
Rézale de corazón a Dios para que Su inmensa e infinita Misericordia se derrame sobre los que están hipnotizados por la ilusión mundial, para que ellos reciban el impulso del despertar y de la redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Quien sea verdadero de corazón y no quiera nada para sí mismo, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Quien no cambie regularmente de ideas y sea leal con sus hermanos, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Por esa razón, Yo necesito su confirmación para que el Plan de Redención continúe desarrollándose en la consciencia de la humanidad.
Participa de Mi Espíritu de lealtad y de amor para con tus semejantes, así como Yo Soy con cada uno de ellos.
Recibe este impulso para alcanzar el espíritu de la lealtad, para que las viejas costumbres del ayer no influyan en la sana relación de amor y de hermandad que deberá despertar entre los espíritus servidores de Mi Palabra y de Mi Mensaje.
Anímate en este tiempo a trascender los límites de la consciencia y a colocar al planeta en el lugar que le corresponde.
Que el motivo sea el amor renovador.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Paz es un don divino en el corazón de aquellos que confiaron sus vidas al Padre Altísimo.
La Paz en la vida espiritual proviene de la renuncia a todos los reAsultados de sus obras. Por más que el corazón se esfuerce para trascender sus propios límites, en pro del cumplimiento de la Voluntad de Dios, él no se apega a los resultados ni en sí, ni en los demás ni en ninguna cosa.
En estos tiempos, para no desgastar el corazón ni el ánimo de seguir adelante, deben mantenerse en paz y cruzar los días de conflicto interno y de purificación con cierta confianza en el porvenir, y no tan involucrados con la transición que ustedes o los otros viven.
Dios les dio la oportunidad de purificarse bajo el don de Su santa Paz, al amparo de Sus Centros Marianos y en una época en la cual el caos aún está comenzando su ciclo de expansión.
Dichosos los que se valen de las dádivas entregadas por Dios, porque Él espera que, en un tiempo próximo, no estén recorriendo más los caminos básicos de la propia transformación, sino que ayuden a los que tendrán que soportar el brusco despertar que vivirán y los cambios internos y externos que sucederáncon violencia, por decirlo de algún modo, en todo el planeta.
Sean más simples, no Me cansaré de decirlo, porque cuando descubran el don de la simplicidad, no enredarán más sus propias consciencias en las cosas cotidianas de la vida y no perderán energía espiritual con conflictos que serán, de ahora en adelante, el diario vivir de la consciencia humana y que, inclusive, crecerán en intensidad.
Todo depende de aquel que pasa por la purificación y de los que están a su alrededor. Si aprenden a vivir todo con naturalidad y sin espanto, podrán ayudar para que el proceso de cada uno sea menos doloroso.
No les digo que sean indiferentes delante de las pruebas que ustedes o sus hermanos viven, sino que traten de ofrecer el bálsamo de la simplicidad y de la paz en esas situaciones, reconociendo con madurez lo que debe ser transformado y disponiéndose a la limpieza del propio lodo interior.
Sé que existirán reacciones internas y externas que ustedes no podrán controlar y solo tendrán claridad sobre ellas cuando, en un momento de mayor lucidez, reflexionen sobre lo que les sucede. No piensen que no hay solución para lo que viven, sino, poco a poco, intenten no envolverse tanto con los propios procesos.
Sean más directos e, inclusive, más fríos consigo mismos. Perciban un error e intenten transformarlo. Al reconocer que cayeron y solo lo advirtieron cuando estaban en el suelo, levántense y continúen caminando, pues más adelante podrán abrir los ojos a otros para que eviten tantas caídas.
Sirvan y sacrifíquense con paz y valentía, porque el servicio abnegado los ayudará a descubrir la verdad de la magnitud del Plan de Dios y que, en el mundo e incluso a su alrededor, existen mayores necesidades que las suyas y mayores problemas que los de su purificación.
Amen los tiempos en que viven, con la certeza de que el triunfo de Dios en sus vidas se gestará a partir de esas transformaciones que, a veces, son incómodas, pero que siempre valdrán la pena.
En la simplicidad de Mis palabras les dejo Mi paz, para que reciban de Mi Espíritu Divino todo lo que necesitan para consagrar la materia.
Todo sea en pro de la manifestación de la Voluntad de Dios.
San José Castísimo, pacificador y simplificador de los corazones humanos
Para que sean los que abren las puertas del mundo a la existencia de una Nueva Humanidad por medio de la difusión de los principios divinos expresados en las Palabras de los Mensajeros de Dios, primero deberán ser difusores de la transformación, por medio de la conversión de las viejas costumbres humanas en principios celestiales y universales.
¿Cómo hacerlo?
Siendo aquello que aspiran a encontrar en el prójimo, porque la verdadera aspiración de la manifestación de una Nueva Humanidad ya existe en el corazón de todos los que en estos tiempos están despiertos, despiertos para cumplir la Voluntad de Dios.
Es de esa forma como podrán buscar en su interior las aspiraciones más puras sobre cómo debería ser el mundo y cómo deberían ser los seres, y transformar esa aspiración en vida, por medio de la vivencia de todo eso.
No se apeguen a lo que fueron ni a lo que son. Permítanse desconocerse, y por más que a veces sientan que no son ustedes los que actúan, piensan y sienten, que lo que son no es algo verdadero, no importa. Al principio parecerá difícil. Encontrarán muchos personajes y perderán otros; pero en la búsqueda permanente de la transformación, el alma se encargará de conducirlos a lo que en verdad son y que, a veces, está tan distante de aquello que la mente pueda imaginar.
Mi Corazón viene hasta aquí para ayudarlos, para guiarlos en este camino, que es largo, aunque simple, y podrá ser más largo o menos, dependiendo del coraje y de la determinación de cada uno.
Quiero que sepan que todo lo que hagan, no importa lo que sea, debe hacerse en pro de la humanidad. Ni siquiera las transformaciones personales deben ser buscadas solo para sí mismos, porque correrán el riesgo de pensar que se pierden de sí, cuando en verdad estarán perdiéndose de Dios, en la ilusión de que están atentos a su propio proceso evolutivo.
Sepan, compañeros, que la esencia de la humanidad está en poder ser fraterna y simple en todo y, así, encontrar el verdadero amor. Por eso, nunca caminen para sí mismos, nunca tengan proyectos propios, nunca tengan una aspiración personal que no sea la de no aspirar a nada, para que se haga como Dios deseó para todas Sus criaturas.
Yo los amo y los bendigo en la misión que el Señor les encomendó.
Confíen en el Poder de Dios en sus vidas, porque Él triunfará delante de todas las imposibilidades de los seres humanos, siempre y cuando se permitan amar y transformarse por Él.
Paz y compasión a todos los que aspiran a llegar a la meta.
San José Castísimo
Queridos compañeros y siervos de Dios:
Hoy los invito a meditar con la esencia del corazón en todas las gracias que recibieron y que siguen recibiendo incluso en la actualidad. Los invito a meditar en la verdadera razón por la cual fueron congregados por los Mensajeros Divinos y en cuál es el potencial que está oculto en el interior de cada uno y que, en este tiempo, Dios aspira a revelarles.
Sepan, Mis amados, que no vengo al mundo para instruir solo a una parte de la humanidad, para que se vuelvan más sabios y tengan una vida un poco más pacífica para disfrutar. Mi Casto Corazón tiene una misión clara, que Me fue entregada desde el principio de Mi llegada a este mundo. A pedido del Altísimo Señor, vengo a abrir la consciencia humana y a proporcionarle la posibilidad de vivir según la Voluntad del Creador.
Vengo para que poco a poco, gota a gota, la humanidad deje de ser una llaga en el Corazón del Padre y sea la concreción de Su esperado Proyecto, predilecto en el Reino de los Cielos.
La responsabilidad de los que Me escuchan es inmensa y no cabría en sus mentes, ni tampoco en sus pequeños corazones. Es por eso que, día a día, los Mensajeros Divinos los invitan a confiar en las Palabras de Dios, pronunciadas por los Sagrados Corazones, porque la verdadera esencia y razón por la cual llegamos a este mundo todos los días difícilmente ustedes podrán comprender.
Sepan que el Creador cuenta con pocos soldados dispuestos a seguirlo incondicionalmente; dispuestos a dejar atrás lo que fueron, para renacer en un nuevo hombre, completamente
opuesto a lo que hoy se expresa en el mundo.
En medio de una humanidad ignorante y ciega, los pocos que intentan mantener la fe están siendo sofocados por los ejércitos de la oscuridad, y ustedes están delante de la Voz de Dios, que los instruye día a día, para que sean simples de corazón y humildes, porque esa es la única manera de equilibrar todo lo que hoy sucede en el mundo.
Por más que les parezca increíble y a veces absurdo, Yo les digo, compañeros, que el Creador cuenta con cada uno de los que son capaces de escuchar Su Voz y seguirla. Y sus esfuerzos diarios para transformarse, aunque sean mínimos, son colocados en la balanza del Juez Celestial.
Todas las instrucciones que les traigo son para aplacar la Justicia que descenderá sobre el mundo; mas, para eso, no solo deben encontrar bellas las palabras de los Mensajeros de Dios, sino también vivirlas. Si no fuese así, ¿de qué valdría que vengamos al mundo?
Yo los guiaré y entregaré Mis últimos impulsos a la humanidad, en la divina esperanza de que al menos un alma escuchará y vivirá lo que tengo que decir y enseñar.
Ruego al Padre todos los días por el despertar de los corazones; para que al menos unos pocos descubran cuán simple es seguir los Pasos de Dios y cuán verdadera es la libertad celestial que se encuentra al abandonar lo viejo y abrirse para ser una semilla de la Nueva Humanidad.
Yo los amo y los guiaré incansablemente.
San José, fiel pacificador de Dios
Vengo en esta tarde a revelarles una verdad suprema de Mi Corazón: uno de los pilares para la consagración del espíritu es el amor a la soledad; soledad que encuentra al Corazón del Padre Eterno y, dentro de Él, a toda la Creación.
La consagración de la vida requiere que los seres abandonen todas sus expectativas en relación con el prójimo y consigo mismos; que no quieran conquistar ninguna cosa para demostrar su avance, ni siquiera un atributo espiritual.
En cuanto estén presos de la necesidad de mostrar resultados en sus transformaciones se estancarán en el mismo punto y, a veces, encontrarán las mismas miserias de siempre. La transformación
definitiva comienza en la consagración verdadera a Dios, y consagrarse a Dios es entregarle a Él todo lo que cada uno es. Aunque no obtengan ningún resultado o no alcancen ninguna meta, no importará a dónde llegarán, porque lo que ustedes son solamente pertenece a Dios y a nadie más.
Cuando hablo de soledad, hablo del desapego de las compañías en sus caminos. Con esto no quiero decir que a partir de ahora deban estar solos físicamente. Solo quiero decirles que deberán dar sus propios pasos, aunque sean los únicos en el mundo entero asumiendo un camino de transformación. Y aunque todos a su alrededor no reconozcan ese camino y no se esfuercen en nada para recorrerlo, aun así deben hacerlo.
La consagración debe ser entre la propia alma, el propio espíritu, y Dios. Ninguna interferencia de la vida sobre la Tierra deberá apartarlos de la posibilidad de lanzarse en el abismo de
la entrega al Creador.
Uno de los motivos, Mis queridos, por los cuales la humanidad no alcanza los Principios Celestiales es la imposibilidad que tiene la mayoría de los seres de desapegarse de todo lo que los otros esperan de ellos, o también, de caminar sin depender de los pasos ajenos, de incentivos externos de los que los acompañan.
Como ven, ese camino es duro y árido, pero la fuente que se encuentra al cruzar ese desierto es eterna y, si un ser es capaz de llegar hasta ella, podrá saciar la sed de toda la humanidad.
Sepan que, aunque ese camino esté impregnado por el espíritu de la soledad y de la entrega, lo harán por todos aquellos que no se animaron a caminar. Los méritos generados por uno de ustedes, resultarán en la salvación de muchas almas.
Por eso, nuevamente les digo: conságrense al Creador todos los días, vivan para Él y no para otros, tampoco para sí mismos. Así, abandonarán la necesidad de realizar hechos que no construyen el Proyecto de Dios, por la inseguridad y por el miedo de no ser aceptados por los demás.
El Señor espera que limpien el suelo que pisan, que retiren las hojas secas y vean en la tierra la marca de Sus Pies. Sigan Sus Pisadas. No hubo nadie más solitario ni desapegado de sí y del mundo que el Hijo de Dios, su ejemplo y su salvación eterna.
Bajo el Amor de Cristo, Yo los bendigo.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Por vuestra visita al Santuario de Kibeho, nuevos santuarios internos fueron elevados en honra al Dios del Amor. Esta acción pudo ser realizada en la esencia de todas las almas que hace tanto tiempo esperaban la redención, como resultado de las oraciones de todos Mis hijos y, principalmente, por la presencia del espíritu de la fraternidad entre las culturas de América y de África.
De esa forma, amados hijos, el Universo les demuestra, a través de esta misión de paz, que no existen diferencias ni barreras entre las almas que están unidas al gran Espíritu de Dios.
Por eso, hijos, fui a Kibeho no solo para evitar el genocidio, sino también para recordar a vuestra civilización que, desde el principio de este mundo, todos ustedes son una única raza colmada por el Amor de Dios, a pesar de las graves injusticias, y llena de Su Divina Misericordia, a pesar de sus constantes errores.
En Kibeho, la Señora del Verbo Divino descendió para despertar la redención y también para recordar, en aquel tiempo que, a pesar de las situaciones difíciles, llegarían ciclos de paz para el mundo.
Ahora que ustedes, misioneros Míos, saldrán de Kibeho colmados por el amor de vuestra Madre Celeste y tocados internamente por la devoción del pueblo de Ruanda, les digo que sigan adelante, sin buscar resultados, sino entregando cada día más momentos de servicio compartido.
Así, Mis hijos, Yo podré obrar a través del desapego de vuestros corazones, y juntos aprenderán que la unidad es la verdad que construye los puentes hacia el infinito.
Vuestra Madre Santísima ahora se prepara para llegar hasta el pueblo de Uganda; almas de esa región guardan la historia del abandono y del olvido absoluto de los hermanos que allí existen. Por esta razón, Mi Hijo ha enviado nuevos misioneros de diferentes partes del mundo para que, por medio del amor al servicio, las bases de la esperanza y de la confianza que muchos hijos ugandeses perdieron puedan volver a construirse.
Si el mundo tomara consciencia por un instante de cómo están otros hermanos, el Universo ya habría derramado Su Misericordia, pero son necesarios soldados de la luz que estén dispuestos a dar alivio al sufrimiento eterno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado por la paz!
Los prepara para seguir sirviendo de alma y de corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Entre espadas y oraciones, luchen todos los días por un mundo nuevo; luchen para que la Misericordia de Mi Hijo llegue a los corazones que viven en la adversidad.
Queridos hijos, luchen para que las manos de los que se donaron a Dios en la fe continúen obrando sin cansarse, y luchen para que las almas que hoy están confundidas y viven en la ilusión puedan percibir la diferencia de estar cerca o lejos de Dios; luchen para que los corazones que se comprometieron a vivir la fraternidad lo sigan viviendo, sin temer los grandes cambios.
Yo estoy con ustedes día y noche, desde el Cielo los observo y los acompaño para que se decidan a vivir la Voluntad del Señor en esta hora.
Hijos amados, nuevamente extiendo Mis manos hacia ustedes para ayudarlos y para animarlos a construir un mundo mejor. Ante tantos errores que día a día son cometidos por muchos de Mis hijos, Yo los llamo a que busquen la verdad interior por medio de la oración; la verdad que reina y vive en los Cielos, la verdad del Paraíso y del amor crístico que siempre los llenará, para que vuestras almas estén colmadas por el Espíritu de Dios, el Espíritu de la Verdad y de la Vida Suprema.
Amados niños, como Madre de los buenos corazones observo y guío los sufrimientos que el Señor les envía; no habrá santificación de la vida, de las células, de la consciencia y del espíritu sin antes vivir el sufrimiento como una entrega y un sacrificio a Dios. Mi Hijo ya lo vivió por todos ustedes y ustedes ahora deberán vivir el desierto, para que conozcan la gran soledad que muchas almas ocasionan al Corazón de Vuestro Padre Eterno.
No teman entregar todo aquello que les parezca mal; primero vuestro orgullo y vanidad deberán morir a través del sufrimiento, esta será la forma de poder ayudar a liberar el ego de la humanidad.
Mi Corazón siempre los acompañará en esta trayectoria de la transformación y de la entrega. Por las muchas Gracias recibidas, las almas buenas deberán donar lo mejor a Dios, Yo las ayudaré para que se animen a entregarse cada día más. Los quiero conducir por el camino del calvario interior ya que una parte de la humanidad, en el fin de este tiempo, se ofreció a Dios para poder equilibrar los graves errores del mundo.
Recuerden que nunca estarán solos, Mi Amor les traerá esperanza y regocijo, para que en estos tiempos críticos puedan enfrentar los cambios y las pruebas, las que los fortalecerán en el camino de la consagración.
A todos los reúno, en el Cenáculo de Mi Corazón, para anunciarles que ya llegó el momento de vivir el apostolado, el apostolado del sacrificio, de la renuncia y del amor al Plan del Único, por todos los que no lo viven y por los que dan las espaldas a la vida del espíritu.
Mi llamado es un llamado por la Paz, pero para alcanzar la Paz no solo deben venir a Mi Corazón, sino que también deberán luchar como siervos de Dios para que esta Paz se establezca; el camino seguro será la oración mediadora, la que reparará a las almas en este fin de tiempo.
Antes de que las tinieblas desciendan, los corazones deberán estar fortalecidos en Cristo.
Los ama y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Señora del Perpetuo Socorro
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más