- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"No existe dolor interno que no sea aliviado.
No existe angustia profunda que no sea disuelta.
No existe corazón herido que no sea curado, porque Mi Amor todo lo puede, del principio al fin.
En estos días de Cuaresma, despréndete de todo lo que te pesa, libérate de todo lo que te aprisiona, trasciende toda incomprensión.
No permitas que tus pies queden prisioneros de todo esto, sé valiente y ábrete a la sagrada cura de tu corazón. Así, conocerás otros horizontes; así, comprenderás la vida humana tal cual es y nada más te perturbará; porque quien vive en Mi Corazón recibe todas Mis Gracias, quien vive en Mi Corazón encuentra el camino hacia el vacío interior.
Yo te abro la puerta a lo nuevo. Yo te ofrezco la Palabra de Vida para que todo dentro de ti sea redimido".
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Inesperadamente, Me encuentro con ustedes en Alemania después de que, en estos días, Me visitaron en Medjugorje. La Madre de Dios les devuelve la visita en un momento crucial de la humanidad, en el que la desinformación, el caos y el miedo agobian a millones de hijos Míos.
Por eso, Yo vengo del Cielo, no solo por una Alemania que amo con todo Mi Corazón y por la que rezo para que recupere el Propósito de Dios, sino también vengo por toda Europa y por toda Asia, por las almas sometidas y perseguidas en la guerra y por los conflictos inventados por el hombre de superficie.
Quiero decirles a todos Mis hijos que Yo Soy la Reina de la Paz, que busquen Mi Corazón, porque Mi Corazón es para ustedes.
Alemania, a través de los últimos años, fue un país de acogimiento de los más desamparados, pero esto no es suficiente, hijos Míos; es necesario que las demás naciones de Europa y del mundo sean países de acogimiento, para que todos puedan vivir como una humanidad más inclusiva, fraterna y caritativa.
Rezo, todos los días, para que los corazones más endurecidos se puedan abrir, para que sientan a los más desamparados y pobres, así como su Madre Celeste los siente.
Si este paso de fraternidad es dado por las grandes naciones del mundo, la humanidad no vivirá más pandemias, no conocerá el dolor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Que la profunda e inmutable Paz de Jesús esté en sus corazones.
Sé que este tiempo es el más difícil para todos Mis hijos, es el tiempo del dolor y del sufrimiento.
Yo los llamo a penetrar en el misterio del Amor de Mi Hijo en esta Semana Santa.
Les pido que, en esta próxima semana, ofrezcan todo como algo sagrado, sus actos, sus pensamientos y sus sentimientos, así como pequeñas obras de Misericordia, para que Mi Hijo tenga la autoridad de interceder por todos, ante el caos mundial.
Cada gesto que se vuelve sagrado, por más concreto que parezca, santifica la vida y la hace más próxima del Reino de Dios.
Imploro por Mis hijos para que, en esta Semana Santa, por el poder de la Sangre de Cristo, muchas más situaciones que parecen irreversibles sean aliviadas y contempladas por la Gracia Divina.
Mis hijos, deseo ardientemente que cada uno de ustedes recoja los códigos de la victoria de Jesús, esos códigos de fortaleza y de fe que harán de sus vidas espejos que reflejarán la Voluntad del Padre.
En este duro desierto que atraviesa la humanidad, Yo los llamo a buscar la paz dentro de sí mismos y a no esperar resultados externos.
Sepan que, día y noche, estoy en oración con ustedes y por ustedes.
Cristo me confío sus vidas a los pies de la Cruz y hoy nuevamente estoy aquí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando el alma de la naturaleza entra en diálogo con Dios, ¿qué le dice?, ¿qué le responde su Creador?
El alma de la naturaleza habla con Dios en silencio, a través de la expresión de la belleza y del movimiento de los elementos. El alma de la naturaleza le expresa al Creador su dolor a través del viento, de la lluvia, del cielo cerrado y silencioso, del tiempo que parece detenerse para sentir la vida de la Tierra.
La naturaleza expresa su donación y su amor a través de las flores, de los frutos, de las hojas verdes y de las hojas que se secan, entregándose a la renovación. Habla a través del profundo silencio de los océanos, de su equilibrio y de su entrega, de su servicio constante y abnegado, de su esfuerzo para mantener vivo el Proyecto del Creador en este mundo.
El alma de la naturaleza habla con Dios a través del silencio de la tierra, renovando en sus capas más profundas los registros más antiguos de la humanidad, transformado con fuego lo que pasó y entregándole al planeta materia que nutre, que suple, que sustenta.
Y Dios le responde a la naturaleza con el sol que ilumina y comunica la vida, con la noche que restaura y trae aliento, con el soplo que se hace aire y respiración, para que, a pesar de toda la densidad del planeta, haya Espíritu en el espíritu de los seres. Dios responde a la naturaleza con gratitud, renovando su perfección y belleza, su vida y su forma, su paz.
Que este diálogo, hijos, les enseñe a servir sin condiciones, a donarse por amor, a expresar paz aun en un tiempo de caos, a adorar en silencio cuando el mundo se agita y a recibir del Señor la Gratitud y el Amor de Su Infinito Corazón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimosegundo poema
Poderosa e invencible Señora,
pisa con Tus pies
lo que causa dolor y oscuridad.
A través de los poderosos Rayos
que emana Tu purísimo Corazón,
libéranos de la perdición.
Rompe las cadenas de la ilusión
de nuestras consciencias.
Corta con Tu Espada de Luz los lazos con el mal,
para que, por el poder de la Sangre de Cristo,
que fue derramada sobre la superficie de la Tierra,
las almas consigan volver a levantarse
y así, encuentren las Huellas de Cristo.
Poderosa Madre del Mundo,
Espejo Celestial de Luz y de Sabiduría,
condúcenos hacia el gran portal de nuestra libertad,
para que podamos redimirnos
conforme lo indica la Palabra Sagrada.
Queremos y aspiramos
a ser apóstoles de Cristo,
parte fundamental de Su Cuerpo Místico;
así sabremos y conseguiremos representar, en este mundo,
la Obra de la Redención y de la Divina Misericordia;
sabremos sostener, con responsabilidad y adhesión,
el gran Proyecto de Cristo en el planeta.
Madre de la Luz,
haznos conscientes de cada paso
que demos hacia Tu amado Hijo.
Madre,
haznos merecedores
del Amor de Dios por el mundo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mientras caminaba con la Cruz, en el Corazón de Cristo, además de sufrimiento y dolor, había paz y compasión.
Ese era un ejercicio constante de Su Espíritu Divino en un cuerpo humano, trascender a cada segundo las dimensiones del caos, de la ignorancia, de la maldad, en las que los seres que lo rodeaban estaban absorbidos por la oscuridad, e ingresar en las dimensiones de paz, de compasión, de sabiduría, de Verdad, en donde Sus Ojos podían ver cada acontecimiento como era y no como parecía ser.
Los Ojos del Cristo del Calvario contemplaban el mundo y veían una realidad más compleja, más profunda; miraban la maldad de los seres y veían esencias presas del yugo de esa maldad; conocían al espíritu del mal que conducía cada acción de los que lo maltrataban y sabían que la forma de liberar esas esencias era el Amor, el Amor no solo de la Cruz, sino el Amor de toda la eternidad; el Amor que comenzaría a nacer con Su ejemplo, como una naciente que surgiría de la última gota de Sangre que se derramaría de Su Cuerpo, pero que se tornaría afluente a través de las almas que, a lo largo de los siglos, responderían a Su Llamado e imitarían Su ejemplo, renovando y multiplicando ese Amor.
En cada obstáculo de la vida, hijo, que tus ojos sean los Ojos del Cristo del Calvario, contemplando la Verdad y no la ilusión, colocados en las dimensiones de paz y no de odio, sabiendo que la cura proviene del Amor vivo, en el ejemplo de cada segundo de la vida.
Así es como cumplirás el Plan de tu Padre Celestial y serás uno con Él en todos los tiempos.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
El dolor más grande para Dios no es que Sus hijos se pierdan, sino que Sus hijos lo abandonen conscientemente y se justifiquen con cientos de razones que, en la mayoría de los casos, no son ciertas.
Es así, que los que abandonan a Dios se separan del Amor de la Fuente y solo viven en el amor superficial del mundo.
Las almas colocan sus dificultades en lo que es externo, porque no se animan a mirar hacia dentro de sí y a encontrar sus problemas internos. Esto es lo que hace sufrir, una y otra vez, a las almas que abandonan a Dios.
La infelicidad de esos hijos es muy grande. Solo un acto de determinación y, sobre todo, de amor podría revertir el dolor que siente Dios por Sus hijos que lo abandonan.
Estar lejos del Padre es colocarse en contra de los Principios de la Creación, es negar lo que verdaderamente es, es culpar cuando la culpa no existe, es no reconocer que no se hizo algo a tiempo.
Esas almas quedan expuestas a las influencias del mundo y a sus asedios, por más que ellas crean que siguen unidas a Dios.
El alma que se aparta de Dios voluntariamente lo pierde todo, pierde lo que es espiritual y lo que lo nutría para darle vida.
Yo rezo por esas almas que se precipitaron, sin consciencia, a tomar decisiones muy rápido. Rezo para que sus núcleos internos no sean absorbidos por todo lo malo que hace la humanidad.
Yo rezo por los que le dieron las espaldas a Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal – Parte V
Solo el amor verdadero, que brota de un corazón humilde y puro, lo hará entender y comprender el significado y la razón interna por los cuales la vida de una comunidad es importantísima para Dios como parte de Su Proyecto.
Teniendo un corazón humilde, se es capaz de atravesar los umbrales de ideas propias o de momentos de ilusión que una consciencia podría estar viviendo.
En síntesis, el amor es capaz de abrir las puertas a la sabiduría, es capaz de superar el error, e incluso el dolor escondido.
La comunidad no solo debe expresar su propia vida, debe ser también un espacio futuro en el que germinen nuevas semillas, que son las almas que llegan para despertar el sentido de la vida interior y a la posibilidad de demostrar sus virtudes y talentos.
Es así que la comunidad se vuelve un espacio rico en virtudes y talentos, y todos esos impulsos de construcción y de dinámica diaria elevan la consciencia de los miembros de la comunidad haciéndoles percibir, más allá de las necesidades, la esencia fundamental de cada etapa de aprendizaje que se presenta.
La comunidad es un lugar para aprender y no para distorsionar los nuevos patrones de conducta. No hablo de rigidez extrema ni de militarismo humano, me refiero a la posibilidad de pasar de lo común de la humanidad hacia lo inusual, lo que no es cotidiano ni tampoco inmóvil.
En ese sentido, la comunidad puede expresar diferentes escuelas, que ayudarán a sus miembros para que ellos aprendan a participar de lo que es espiritual e interno y, así, podrán percibir los niveles superiores para saber interpretar las señales de las estrellas, que son los símbolos de los aprendizajes y de las experiencias que la propia comunidad podrá vivir y, así, comprender lo que se aprende en cada ciclo, para que ese ciclo se pueda renovar y ampliar la consciencia de todos.
La comunidad es un espacio en donde las almas podrán percibir en qué nivel se encuentran y cómo seguir avanzando a través de su espontáneo despertar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy Mi dolor por la humanidad se convierte en Misericordia Divina, e irradio los Rayos de Mi Corazón para el mundo entero.
Después de que, en este día especial, los adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico Me ofrecieron sinceramente su unión espiritual Conmigo, fue como sentir el bálsamo para la sed que una vez tuve en la Cruz, una sed no comprendida ni conocida. Esa antigua y profunda sed por las almas perdidas fue saciada por la adoración de Mis compañeros.
Ese momento especial fue en el que su Redentor encontró, por un instante, el manantial interior de las almas buenas.
Por ese motivo, hoy pude ayudar espiritualmente a Sudamérica, la Tierra Prometida, a fin de que sus pueblos y naciones perciban que se alejaron del Amor de Dios y que, en la lucha y en el conflicto, no alcanzarán la libertad que las almas tanto buscan.
Pero en el momento más agudo no peleen con espadas, recójanse en Mi bondadoso Corazón, para que sientan la paz y la confianza de estar en el camino de la redención; así Yo siempre los renovaré y los colmaré de Mis dones y virtudes espirituales.
Gracias a todos los que con sinceridad y amor adoraron Mi flagelado Corazón, porque hoy también renací interiormente y les puedo volver a decir: “Yo renuevo todas las cosas”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando lloro por el mundo es para lavar con Mis lágrimas la indiferencia, y el desamor que ciegan a Mis hijos y que no les permiten ver la Verdad y el Reino de Dios.
Cuando lloro por el mundo es para que, con el dolor que siento en Mi Corazón, pueda aliviar el dolor que siente el Corazón de Cristo por ver al planeta, y al mal que se apodera de los corazones que Él tanto ama, desde el principio de la vida.
Mis lágrimas se vierten sobre el mundo como un río de piedad y de compasión. Las lágrimas de una madre por sus hijos curan, reparan y generan méritos para la salvación de las almas, por más pecadoras y perdidas que sean.
Por eso, hijos Míos, hoy, con Mis manos en oración, lavo Mi Rosario con lágrimas; lágrimas que buscan el despertar de la humanidad; lágrimas de ojos que ven una realidad que solo el Corazón de Dios puede alcanzar.
A través de la oración, hijos Míos, del despertar de la consciencia y de los sacrificios vividos por amor es que podrán curar a este mundo y secar las lágrimas que hoy vierte Mi Inmaculado Corazón en reparación de la Tierra.
Una vida infinita los aguarda. El Pensamiento y la Esencia de Dios aún aguardan manifestarse en el interior de los hombres.
Que la agonía que hoy viven tantas naciones los lleve a mirar hacia adentro y hacia arriba, a buscar la Verdad que se oculta en ustedes y a saber que, solo con ella, podrán superar estos tiempos, haciendo triunfar el amor y no fortaleciendo el odio y la indiferencia.
Luchen, hijos Míos, luchen por la paz, con el rosario entre sus manos y con el amor de sus corazones. Luchen, superando su condición humana e instituyendo la paz, como el mayor servicio que pueden prestar hoy a este herido planeta.
Mientras las consciencias de las naciones viven su pasión en este tiempo, ustedes sean imitadores de Mi Inmaculado Corazón.
Sustenten esta cruz en silencio, con la verdad de sus corazones. Sustenten esta cruz con la oración y venzan cada prueba a través de la fe y de la certeza de la Presencia Divina. Recuerden que, detrás de toda cruz, está la posibilidad de hacer triunfar un amor nuevo, de ver nacer el manantial de la Divina Misericordia.
Mi Corazón los observa, Mi Amor los ampara y constantemente los inspiro a que vivan el Propósito de Dios.
¡Oh, cuántas verdades y misterios aspiro a revelarles! Sin embargo el mayor de ellos, hijos amados, se encuentra dentro de ustedes mismos, y la revelación de este misterio nace en la superación y en la santidad de sus vidas.
Crean que el amor que nace en ustedes puede dar una nueva oportunidad al mundo, así como aconteció hace más de dos mil años.
Solo no sean indiferentes. Que no les falte la fe y la disposición para superarse y para vivir los misterios de la oración y del amor cada día.
Yo los amo y los inspiro a que sean verdaderos imitadores de Cristo y de María en estos tiempos.
Mi Inmaculado Corazón los ampara y con amor los bendigo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Aún hay dolores internos que siento, aun habiendo vivido la Pasión. Esos dolores internos provienen de las visiones que Mi Padre Me reveló en el Huerto Getsemaní y que aún nadie consiguió aliviar.
Esos dolores son consecuencia de las acciones que muchos de los Míos cometen y, sin darse cuenta, creen absolutamente que todo está bien.
Hablo directamente de los que tienen un compromiso de consagración más profundo que los demás. Esas almas son las que a veces colocan en riesgo Mis Proyectos.
Pero como conozco la condición humana, sé lo que significa en ciertos momentos, la imposibilidad de vivir la transformación.
Nadie puede transformarse ni redimirse si quiere mantenerse bajo la misma condición y situación en la que se encuentra la humanidad.
La transformación de los aspectos del ser debe ser límpida, y esos aspectos no pueden gobernar por encima del alma y menos del propio espíritu del discípulo.
Por eso, la apertura de corazón es un camino más corto para evitar sufrimientos y grandes resistencias.
Este es el tiempo de darlo todo por Mí, para que la humanidad y todo lo que vive sobre la superficie de la Tierra, aunque no lo merezca, reciba una oportunidad, así como ustedes fueron llamados por Mí.
Con una actitud más pacífica y humilde, conseguirán transformar sus vidas y serán ejemplo perfecto de Mi Presencia.
Erguirán Mi Iglesia espiritual de las ruinas en las que fue convertida por los que ensuciaron sus manos en el pecado, y podrán abrazar Mi Cruz compartiendo Mis alegrías y Mis sufrimientos como si fueran parte de ustedes.
¿Qué más esperan? ¿Acaso Yo no Soy el Camino, la Verdad y la Vida?
¡Les agradezco por su solidaridad interior!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y ahora, Mi Preciosa Sangre, plena de Códigos de Luz, se derrama sobre las entrañas más profundas de la consciencia de Alemania y de su pueblo.
La Divina Sangre de su Redentor, plena de los Códigos de Luz de vida, ingresa en los aspectos de la consciencia inferior de los hombres y mujeres de Alemania a fin de que, en el próximo tiempo, se cumpla el propósito espiritual de esta nación.
Por eso, compañeros, la Divina Sangre de Aquel que fue como un cordero llevado al matadero, porta un valor espiritual incalculable para que las almas de Alemania, por medio de esa piadosa Gracia, reciban los méritos que necesitan para dar pasos en el despertar de la consciencia y en la evolución individual y colectiva.
En este sentido, Mi propósito de llegar a la ciudad de Berlín es porque, hasta los días de hoy, ninguna consciencia consiguió generar la condición necesaria para contribuir a la liberación de todas las faltas cometidas en el último siglo XX.
Por esa razón, su Redentor congregará a los devotos y a los peregrinos para que lleven adelante la concreción de la aspiración de su Maestro y Señor de ver redimidas a las consciencias que ocasionaron el gran dolor en la humanidad y que hasta ahora nunca fueron perdonadas ni amadas por ningún ser de la Tierra.
El triunfo de Mi Sagrado Corazón en este tiempo se dará por la redención y por la conversión de los grandes líderes de las naciones, que al igual que Paulo de Tarso, recibirán el impacto de Mi Luz Celestial que los derrotará y los convertirá para siempre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Vengo en este día especial en el que su querido pueblo de Croacia recuerda a la Madre de Dios de la Puerta de Piedra, para que sus corazones y sus almas sientan este momento del perdón de todo el pasado y de todo lo sucedido.
Hoy su dulce Madre llega a su encuentro para despertarlos profundamente al Amor de Dios, a fin de que sus huellas de dolor y de sufrimiento sean borradas por el bálsamo de la luz de Mi Corazón.
Hijos Míos, hoy les traigo la Gracia de la renovación a su pueblo. Este es el momento en el cual Dios contempla a su pueblo a través de la Divina Madre y es el momento en el que el Padre Celestial está atento a la voz de sus súplicas para que, en consecuencia, Él derrame Su Misericordia y muchos más hijos se sientan espiritualmente aliviados de todo lo sucedido.
Como Madre Consoladora les ofrezco la Puerta de Mi Corazón para que, en este tiempo, puedan sentir el amor de su Madre Celeste. Un amor que alegrará sus corazones heridos, un amor que traerá cura y redención a sus consciencias.
En este día, en el que la historia de la antigua Yugoslavia será piadosamente liberada por Dios, sus corazones recibirán la Gracia de recuperar la fe en lo Alto y lo Alto descenderá sobre ustedes para que sea consumado el Propósito del Padre de recuperar su dignidad espiritual como hijos de Su Eterno Corazón.
Hoy el Cielo desciende en gloria a través de la Madre de Dios y la Divina Señora los coloca en Sus brazos para que sientan amor, cura y perdón.
Eleven sus corazones hacia el Cielo y crean en su libertad. Todo mudará, todo se transformará y lo que fue doloroso en el pasado ya no pesará, porque ustedes, hijos Míos de Croacia, alcanzarán la Misericordia.
Expresen su amor. Únanse al Padre Celestial. Él los espera con toda la compasión de Su Corazón para que vivan la paz y la esperanza en estos tiempos definitivos.
Anímense a decirle "sí" al nuevo tiempo, al tiempo de la Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ofrece a Dios todo padecimiento, dolor y sufrimiento, para que todo en tu vida sirva de reparación para toda la humanidad.
Transforma los obstáculos en un salto para la evolución y agradece al Padre todas las oportunidades que recibes de reparar Su Corazón.
Tú, hijo, eres llamado a ser un instrumento en las Manos de Dios, y por la perpetua gratitud de tu corazón puedes tornar eso una realidad.
La gratitud es la llave para que el Padre tome tu vida en Sus Manos.
Busca, cada día, amar más a Dios, Su Voluntad y Su Camino, y no te digo que no padecerás cosa alguna, pero si que todo lo que padecerás será para el Padre como méritos para que Su Amor y Su Gracia desciendan sobre este mundo, sobre todo para aquellos que son ingratos e indiferentes ante Dios.
La sincera gratitud es la llave para la unidad con el Padre, es la puerta para lo que en este mundo llaman santidad.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijos:
Por Sus Llagas fueron curados.
Por Sus martirios fueron liberados.
Por Sus dolores fueron redimidos.
Por Su agonía fueron reconciliados.
Por Sus tres caídas fueron convertidos.
Por Su soledad fueron unificados.
Por Su silencio fueron absueltos.
Y por Su Crucifixión encontraron, nuevamente, la paz.
Que, en vísperas de esta próxima Sagrada Semana, sus corazones se enciendan de amor y de devoción por Jesús, para que los méritos de Su Pasión y Muerte sean el puente hacia la conversión de los pecadores.
Hijos, que por su unión con Cristo, el legado de Su Pasión sea valorado. Que cada hecho de la vida de Mi Hijo sea contemplado como la oportunidad de reconciliarse con la vida y con Dios.
Ante todos los acontecimientos que hoy vive la humanidad y ante el tiempo de perdición que hoy viven las almas, que por los méritos alcanzados por Cristo, las almas de la Tierra reciban la gracia de la recapacitación y de la conversión de sus caminos para que se encuentren con el Amor de Jesús.
Hijos, ahora que tendrán la gracia espiritual de revivir la Pasión de Mi Hijo, que sus vidas testimonien el triunfo del Amor de Cristo en sus corazones. Y que ese testimonio los ayude en la elevación de la consciencia y en la reparación de todo lo sucedido.
Queridos hijos, que en esta próxima Sagrada Semana ustedes puedan volver a atravesar el misterio de lo que significó para el mundo la entrega de Amor de Mi Hijo. Y que ese misterio, colmado de una profunda compasión, ayude al mundo para que viva su purificación como un camino preparatorio para poder recibir por segunda vez al Redentor.
Hagan parte de sí cada momento de la Pasión de Cristo, y que esto se refleje en su día a día, en el compartir con los hermanos, en las obras de caridad y de paz, así podrán ser testigos del Amor del Señor y lo podrán llevar a donde vayan.
Los animo, hijos Míos, a que la Pasión Divina de Mi Hijo los transforme en Sus instrumentos de Paz en estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si las almas de la Tierra obedecieran, de corazón, los pedidos de Dios, no habría razón ni motivo de vivir el sufrimiento, las penas y el dolor.
La falta de obediencia es la falta de adhesión incondicional.
Hasta los días de hoy, el ser humano de superficie fortaleció su característica de ser desobediente e indiferente a lo divino, o al llamado de Dios.
Esa también es la razón por la cual las almas demoran mucho para poder encontrar el camino y el propósito que las trajo aquí a la Tierra.
Y aun cuando las almas finalmente encuentran el camino y la puerta del propósito está ante ellas, para que la puedan atravesar y transitar por el sendero de la obediencia a Dios, aun así, los seres humanos subestiman esa oportunidad, esa gracia, respondiendo a ese momento único con suma desobediencia.
La raíz de la desobediencia está en el abuso del uso del poder, de la autoridad o del “permiso” que los seres humanos creen tener en este planeta y dentro de este Universo.No existe nada más lejos para el ser humano y para las almas que creer tener poder o autoridad en alguna situación.
La llave que revierte este estado primitivo de consciencia es la humildad; una humildad que tiene que estar libre de intereses y libre de beneficios propios.
Pero para vencer la desobediencia no basta solo decir "sí" a la Divina Voluntad, sino que será necesario aprender a encarnar la obediencia en sí mismos para poder percibir cuántas veces el ser humano hace lo que piensa o lo que cree.
En este tiempo la desobediencia podría poner en riesgo el camino evolutivo de las almas. Solo basta mirar alrededor y ver cómo se encuentra la realidad planetaria por tanta desobediencia.
Una y otra vez hay que retomar el camino de la humildad hasta que la consciencia consiga salir de la creencia de que puede llevar adelante su vida sin Dios; así como de la creencia que lleva a la consciencia a colocar ciertos requisitos, aun siendo con Dios, que hacen de la vida espiritual un destino lleno de pruebas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, Mi descenso al mundo contempla una Venezuela ultrajada por la extrema marginación, herida por las infidelidades de sus leyes, presa por el cautiverio generado por unos pocos, violentada por una opresión obsesiva.
¡Oh, Mi querida y alegre Venezuela!, que la impunidad no despierte más batallas, que el poder que creen tener algunos no obstruya tu sincera espiritualidad.
Mi querida Venezuela, la justicia que tú buscas no está en la Tierra; la esperanza que tú esperas no la verás en el corazón de ningún representante.
Líbrate, Venezuela, de tu constante dolor; perdona todo el mal que te hicieron; reconcilia, dentro de ti, todo lo que fue lastimado y transgredido.
Mi querida Venezuela, no pierdas la aspiración de realizarte, como pueblo, en libertad. Ya no luches con armas, pues el mal se derrota a sí mismo.
Ora, Venezuela, ora sin demora y sin descanso porque verás caer con tus propios ojos los ídolos que fueron erguidos.
Ora, Venezuela, para que siempre estés dentro del Reino de Dios. Tu salida y tu libertad no estarán ni en la guerra ni en los conflictos. Tu renacimiento y tu liberación los encontrarás en la fuerza de tu fe.
Venezuela, sé que esperas un fin rápido de este cautiverio; solo escoge a Dios como tu Gobernante, solo busca el bien mayor por encima de toda adversidad y así triunfarás.
Venezuela, tu alegría volverá a reflejarse en el rostro de tu pueblo y el amor imborrable de tus moradores los hará retornar al propósito de su creación.
Venezuela, es la hora de tu profundo despertar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Sangre que aún derraman Mis Llagas expresan el dolor que todavía Me ocasiona el mundo con sus actos, decisiones y engaños. Eso es proporcional a la Sangre que derraman Mis Manos, Pies y Costado.
¿Quién Me aliviará y Me curará?
Es verdad que no necesito de almas perfectas, sino de almas buenas, por más defectos que tengan.
Es muy grande lo que Me hace sentir el mundo todos los días, aunque en verdad no existe ningún remedio que Me pueda sanar.
Por eso, es a través de Mis servidores que Yo Me apoyo, completamente, para llevar adelante Mi Obra de Amor y de Redención.
Necesito que esta Sangre que Mis Llagas hoy derraman sea recogida por el cántaro de sus oraciones y súplicas, así el alivio interior llegará para todos.
Los animo a compartir Mi sufrimiento y a hacerlo parte de ustedes para que, dentro de este ciclo, la Misericordia pueda descender y actuar en todas las almas.
Que Mi Sacrificio, el que una vez viví, sea recordado todo el tiempo para que el mundo no pierda la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vivir el amor incondicional es aceptar, desde el principio al fin, una situación dolorosa o injusta; de la misma forma que Yo, siendo el Hijo de Dios, acepté por Amor todos sus pecados.
Vivir el amor incondicional es siempre dar un “sí” ante cualquier circunstancia, sin intentar escapar de la realidad que apremia o de la situación que se presenta.
Vivir el amor incondicional es soportar, por amor, todo lo que es opuesto al equilibrio, sabiendo que por encima de todo debe prevalecer la armonía entre las partes.
Vivir el amor incondicional es no retroceder nunca, sino avanzar superándose a sí mismo por amor y con reverencia hacia algo mayor e infinito.
Vivir el amor incondicional es volverse espiritualmente incansable, pero también es respetar el tiempo y el ritmo de los cuerpos.
Vivir el amor incondicional es no ver los errores, aunque sean demasiado grandes; es hacer lo mejor, lo máximo por el otro; es arriesgarse, sin parámetros, para que el hermano tenga una nueva oportunidad hasta que aprenda, por sí mismo, a valorar la vida y todo lo que el Universo le entregó.
Vivir el amor incondicional también es decir “no” por amor, sin temor a lo que suceda, teniendo consciencia de que ese “no” es justo y está libre de preferencias.
Vivir el amor incondicional es no tener hora marcada para Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más