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Si las almas de la Tierra obedecieran, de corazón, los pedidos de Dios, no habría razón ni motivo de vivir el sufrimiento, las penas y el dolor.
La falta de obediencia es la falta de adhesión incondicional.
Hasta los días de hoy, el ser humano de superficie fortaleció su característica de ser desobediente e indiferente a lo divino, o al llamado de Dios.
Esa también es la razón por la cual las almas demoran mucho para poder encontrar el camino y el propósito que las trajo aquí a la Tierra.
Y aun cuando las almas finalmente encuentran el camino y la puerta del propósito está ante ellas, para que la puedan atravesar y transitar por el sendero de la obediencia a Dios, aun así, los seres humanos subestiman esa oportunidad, esa gracia, respondiendo a ese momento único con suma desobediencia.
La raíz de la desobediencia está en el abuso del uso del poder, de la autoridad o del “permiso” que los seres humanos creen tener en este planeta y dentro de este Universo.No existe nada más lejos para el ser humano y para las almas que creer tener poder o autoridad en alguna situación.
La llave que revierte este estado primitivo de consciencia es la humildad; una humildad que tiene que estar libre de intereses y libre de beneficios propios.
Pero para vencer la desobediencia no basta solo decir "sí" a la Divina Voluntad, sino que será necesario aprender a encarnar la obediencia en sí mismos para poder percibir cuántas veces el ser humano hace lo que piensa o lo que cree.
En este tiempo la desobediencia podría poner en riesgo el camino evolutivo de las almas. Solo basta mirar alrededor y ver cómo se encuentra la realidad planetaria por tanta desobediencia.
Una y otra vez hay que retomar el camino de la humildad hasta que la consciencia consiga salir de la creencia de que puede llevar adelante su vida sin Dios; así como de la creencia que lleva a la consciencia a colocar ciertos requisitos, aun siendo con Dios, que hacen de la vida espiritual un destino lleno de pruebas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El primer paso para concretar un pedido de Dios es la fe.
El segundo es el amor.
El tercero es la unidad con sus hermanos y de todos con Dios.
El cuarto es la perseverancia delante de las primeras pruebas.
Y el quinto es la superación delante de cada resistencia interior y de cada desafío externo.
Confíen y tengan fe en la Voluntad Divina. Amen el Plan de Dios aunque no lo comprendan. Déjense sorprender con la magnitud de la Voluntad del Creador y con el cómo Él traza el camino de la redención humana.
Aquellos que saben obedecer al Padre colman sus almas en la concreción de Sus Planes.
Para este ciclo, hijos, invoquen la protección y el amparo de Santa Teresa de Jesús, porque su espíritu pionero supo responder a la Voluntad Divina en cada instante de su vida. Y no importándole las dificultades y los desafíos, su alma aventurera siempre siguió adelante. Fue así que los pasos internos dados por su espíritu abrieron las puertas para que la humanidad siguiera teniendo una oportunidad de vivir y experimentar el Amor Crístico.
En este ciclo, el Creador les pide grandes cosas porque ha llegado el tiempo de forjar en ustedes no solo una experiencia de amor, sino la manifestación de los Cristos del Nuevo Tiempo. Esto comienza amando al Plan de Dios y obedeciendo Su Voluntad sin condiciones.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
A todos los creyentes y devotos del mundo entero:
Milagrosamente, sin ciencia que lo comprenda o método que lo explique, la Santa Madre de Dios y Madre de la Tierra estará con Sus hijos amados en los Estados Unidos, después que la Fuente Única, la acción de todas las Gracias y de todos los Prodigios, haya enviado a la Tierra al Santo Arcángel Metatrón, Padre del Fuego Divino, a paralizar un punto de caos que fue generado por las manos de Mi adversario.
Esta paralización material, mental y espiritual es temporaria, porque el libre albedrío fue modificado para que una Ley Mayor actuara en nombre de un Amor Mayor e Infinito. También el pedido interno, realizado por un cierto número de almas a la Santa Madre de Dios, concedió la intervención de una posible alteración de todo lo que estaba previsto en la nación de los Estados Unidos.
La ofrenda orante de algunas consciencias, por medio de la Ley del Libre Albedrío, generó un efecto positivo que llevó a que todo lo que era altamente contrario perdiera la fuerza de acción sobre muchas cosas. La Jerarquía Celestial y Angélica, al mando del Arcángel Metatrón, desvió del campo de conflicto a esas interferencias y así, la tormenta pasó y el cielo está limpio.
Cierto número de ángeles estarán, por amor y servicio al Padre y por Su sagrado pedido, amparando esta última etapa porque, de lo contrario, nunca más podría suceder bajo cierta coyuntura planetaria y universal.
Eso significa, hijos Míos, que la Virgen del Santísimo Rosario, que hoy expone Su Inmaculado Corazón, trasplantó ciertos códigos en los corazones que los necesitarán para poder llevar adelante esta próxima misión en los Estados Unidos.
Esto significa, que esas almas, que recibieron momentáneamente los códigos lumínicos de María, representarán a una parte de Su Consciencia Divina y Celestial en el planeta, con el fin de llevar adelante, sin ningún peligro, lo que estaba previsto que sucediera en los próximos días.
De todas formas, será necesaria mucha oración para que la tarea de los Mensajeros Divinos se desempeñe efectivamente. Así, con la ayuda de muchos seres internos que pertenecen a esta Obra, una gran cúpula celeste se abrió para trasladar esta misión bajo ciertos principios celestiales. Uno de ellos será el silencio total de los misioneros, porque un acto de silencio es capaz de modificar un acontecimiento cuando ese silencio es verdadero, austero y humilde. Fue un pedido interior que algunas almas hicieron en las últimas horas.
Les pido a todos Mis hijos que extiendan esta adhesión interior a toda esta sagrada tarea para que las almas que deben despertar, puedan despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, ahora y siempre,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Amar el Plan de Dios significa vivir ciertos desafíos que van más allá de la madurez de la consciencia. Cada desafío que es colocado en el camino del discípulo ya sea físico, mental o espiritual es para que la consciencia dé un paso mayor que el que nunca dio.
Ese momento se interpreta como transición cuando se pasa de una escuela a otra, o como purificación cuando se purifica algo interior. Quien tiene fe conseguirá superar ambos desafíos y podrá enseñar cómo hacerlo a los que estén pasando por el mismo aprendizaje. Eso no significa que el Padre desee lo más difícil para Sus hijos, porque Él es el Padre del Amor.
Cuando la vida de un iniciado se aproxima al camino de la santidad o de la consagración total al Plan de Dios, el espíritu forja otras experiencias para que el alma, la mente y el corazón de cada ser se puedan definir.
Nunca habrá dos caminos para llegar a Cristo; es por eso que todas las almas en un cierto momento de sus vidas tienen la posibilidad de escoger el camino del discipulado perpetuo o el camino del apostolado, uno las colocará en la escuela de la instrucción de la vida y el otro en el camino de aprender a servir mejor todos los días.
En este momento, gran parte de la humanidad está siendo colocada en el camino de la purificación para que, en algún momento, las almas definan los próximos pasos de su evolución.
La trayectoria del espíritu es trazada por las experiencias de la vida, las del alma y por las decisiones que toma el espíritu de cada ser ante el Llamado de Dios.
En este último ciclo, existen muchas almas que son colocadas en el camino de la entrega total. Eso lleva a que la consciencia enfrente y conozca aspectos de su ser que antes eran purificados en lapsos más prolongados.
Debido a la necesidad de almas puras en la Tierra, el Plan cambió el rumbo de los acontecimientos. Con almas en estado de mayor pureza, la humanidad se salvará, y las consciencias menos preparadas son llamadas para cumplir ese propósito.
Puede ser que tu vida esté dentro de ese proyecto y aún no lo hayas percibido, hoy vengo para revelártelo. Atiende a este sagrado pedido de Dios.
¡Les agradezco por responder a esta importante convocatoria celestial!
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La tarea que Dios les encomienda es para cumplirla a través del amor y de la confianza. Así se puede vivir y expresar, por medio de ella, la gratitud al Plan del Altísimo.
Cada tarea encomendada recibe un impulso espiritual que es capaz de ayudar a aliviar los internos, para que estos cumplan con el Propósito.
En estos tiempos las tareas son profundas, porque abarcan no solo el estado de una consciencia, sino también alguna necesidad que debe ser resuelta en esta humanidad.
Así, se van formando los rebaños y los pueblos de Dios a través de las tareas que deben cumplir con madurez de espíritu como en la confianza absoluta al Plan de Dios.
Ahora que los ejércitos son convocados, las escuelas de instrucción interna se están formando para poder responder espiritualmente a la necesidad de educación de todas las almas.
Será de esa forma que Cristo contará con cierto número de ejércitos para concretar la misión de Su Retorno.
Para eso solo existe una premisa a cumplir: el esfuerzo permanente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los contiene y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más