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Queridos hijos:
Les pido que, a partir de hoy, sus vidas sean rosas en las manos de la Madre de Dios, a fin de que Yo pueda depositarlas como oferta de amor consolador a los pies de los Tronos de Dios.
Hijos amados, ser una rosa en las manos de la Madre Celeste es santificar sus vidas todos los días, a través del servicio incondicional y de la oración que brota como llama de amor y de devoción del corazón.
Las rosas de la vida son las que Yo necesito, en este momento, para justificar ante la Ley Divina todos los errores e indiferencias cometidos en contra del Corazón de Dios.
Por eso, a través de una determinación constante y de un empeño verdadero, Mis amados, sean rosas en las manos de la Madre de Dios, para que la Madre Celeste tenga la dicha de poder interceder, salvar y rescatar a todos los que padecen y sufren en este momento.
Si son rosas en Mis manos, podrán transformar la vida en una vida digna en el Señor.
Cuando Me ofrecen rosas en Mis altares, Yo las acepto porque sé que, las flores ofrecidas por Mis hijos a la Madre de Dios, no solo tienen el fin de honrarme y de reconocerme.
Con esa simple oferta de traer flores a la Madre de Dios, Yo, como Sierva y Esclava, recojo ese cariño de Mis hijos para verter ese amor que recibo sobre los oscuros abismos de la Tierra. Así, aquellas almas condenadas reciben la Gracia de la liberación. Así, todas las almas se liberan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Comunidad Nueva Tierra: Rosa de la Redención
He aquí su Madre Celeste, que lleva entre Sus humildes manos la Rosa de la Redención, la flor más preciada entre todas las flores, el don que se torna posible en las almas que más necesitan de cura y de perdón.
He aquí la Rosa de la Redención, formada por la belleza, el amor y el servicio de las almas abnegadas.
He aquí la Rosa de la Redención; la que más contemplo, protejo y cuido a fin de que, intacta y pura, perdure a lo largo de los tiempos y por mucho tiempo más.
He aquí, entre Mis manos y en ofrenda, la Rosa de la Redención, integrada por la luz de cada pequeña alma que ha reencontrado el camino hacia Dios y ahora está en los Brazos de su Padre Eterno.
He aquí, entre ustedes, la Rosa maravillosa de la Redención, que ha expresado las virtudes de cada ser; Rosa que ha guardado en sí el recuerdo de una experiencia de amor entre hermanos, que se ha vuelto inextinguible.
He aquí, hijos amados, la Rosa de la Redención, que hoy se ofrenda a los Pies del Creador, como testimonio de que es posible vivir la conversión, el perdón y la reconciliación.
He aquí y ahora, ante su Madre Celeste, la Rosa de la Redención, que guarda los aromas de hermandad, de perseverancia y de lucha constante para alcanzar el amor del corazón y expresarlo en todo lo que existe.
He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que ha dado nuevas rosas y que ha tornado bellas muchas vidas, haciéndolas dignas en esta humanidad y sobre este planeta.
He aquí Mi Rosa predilecta de la Redención, Rosa que ha testimoniado su amor por Cristo y por su Madre Celestial, Rosa que ha persistido ante muchas tempestades secas y condiciones extremas.
He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que se ha vuelto ejemplo para otras rosas que están despuntando en el camino de la devoción, de la entrega incondicional y del servicio.
He aquí la Rosa de la Redención que ha reunido la síntesis de todos los Reinos creados, y que protege la continuidad y la existencia de cada uno de ellos.
He aquí, Mis hijos, la Rosa de la Redención, Rosa que ha convertido la tristeza en alegría, el error en perdón, la amargura en júbilo y las faltas en profunda redención.
He aquí, hijos Míos, ante Mi altar, la Rosa viva de la Redención, rosa formada por la luz de sus corazones, por la devoción de sus espíritus, por la constancia en sus labores diarias.
Esta es la Rosa que hoy presento ante el Padre Celestial como el mayor fruto de que lo imposible se vuelve posible, de que lo irrescatable se torna rescatable.
Esta es la Rosa del amor curador, amor que une y que fortalece, amor que comprende lo incomprensible, amor que vivifica lo que está apagándose.
He aquí, hijos, la Rosa de la Redención, la Rosa más preciada de su Madre Celestial, Rosa que dejará el ejemplo de que todo es posible, más allá de todo.
He aquí la Rosa de la liberación del pasado y del reencuentro con la esencia de la vida, de la unión con los Reinos de la Naturaleza y con el Creador, esta es la Rosa que ha hecho posible alcanzar en este lugar y en esta Comunidad un camino sincero hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un alma despierta, es como una rosa que se abre para recibir la Gracia de la Fuente. Entonces, una Ley cambia profundamente un estado por otro y la consciencia participa del principio de la Transfiguración.
Es así, queridos hijos, que la reintegración de un ser en el camino de la Jerarquía confirma el cumplimiento de una parte del Plan.
En esta hora definitiva, todos aquellos que están despertando participan de una ciencia espiritual que está cambiando el viejo ser en un nuevo ser.
De esa forma las consciencias que despiertan son amparadas por una Ley a la cual antes no accedían por estar ligadas a las cosas del mundo. Es como un fluido diferente que comienza a actuar en las consciencias que adquieren conocimiento de la verdad.
Para que el proceso del despertar ocurra de forma armoniosa, la consciencia no puede perder la aspiración de servir y de obrar en nombre del Amor Mayor, es así que todo estará protegido y los autoconvocados serán impregnados por una nueva Luz.
La hora indica el momento de un gran despertar a la verdadera tarea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ampara,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy Santa María del Rosal, porque en Mi jardín hago florecer toda la vida y las esencias renacen a su sagrada tarea.
Soy Santa María del Rosal, porque en Mi jardín hago renovar todas las cosas y las almas reciben la Gracia de estar Conmigo.
Yo hago rebrotar sus corazones, así como hago rebrotar las rosas de Mi jardín, para que toda la devoción esté dirigida al Creador.
Soy Santa María del Rosal y cuido de cada detalle, de cada flor que nace en alabanza a Dios.
Soy Santa María del Rosal y guío a todas las consciencias que siempre oran Conmigo, para que así expresen su belleza interior.
Soy Santa María del Rosal y acompaño cada paso que dan Mis hijos, que es una hermosa rosa que se ofrece a los altares de Dios para confirmar el triunfo de Su Voluntad.
Soy Santa María del Rosal y protejo a Mis hijos de toda adversidad, no dejo que nada malo se aproxime cuando tan solo existe en ellos el camino y la escuela de la oración.
Soy Santa María del Rosal y presento ante Dios todas sus intenciones, para que así el Padre derrame Sus Gracias sobre todos Sus hijos.
Soy Santa María del Rosal y espero de todos los discípulos de Cristo la vivencia profunda del Amor redentor de Jesús.
Soy Santa María del Rosal y tengo a Mis cuidados a todas las almas que Me esperan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Rosal
Siente, entre tus manos, el calor de Mi Inmaculado Corazón que transmite e irradia los Dones del Espíritu Santo.
Siente, entre tus manos, el pulsar de Mi Corazón y contémplalo en devoción.
Siente, entre tus manos, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, Luz que se derrama sobre el mundo por cada alma de la Tierra.
Siente, entre tus manos, el fuego de Mi Corazón y observa cuánto brilla aún en ofrenda al Padre Celestial por cada uno de Sus hijos.
Siente, entre tus manos, el Amor de Mi Inmaculado Corazón y viértelo con gratitud en tus hermanos de camino.
Siente, entre tus manos, la humildad de Mi Inmaculado Corazón y adora la pobreza con la que ha salvado al mundo durante la encarnación del Hijo de Dios.
Siente, entre tus manos, el dolor de Mi Corazón, al que por cada palabra de oración pronunciada, se le retira una espina.
Siente, entre tus manos, las rosas de Mi Inmaculado Corazón, que se abren para emanar los sutiles aromas de la Creación.
Siente, entre tus manos, la pureza de Mi Corazón, que se enciende y refleja como un espejo universal de redención.
Siente, entre tus manos, la bondad de Mi Inmaculado Corazón, bondad que intercede por ti, todo el tiempo, para que finalmente despiertes.
Siente el regocijo de Mi Inmaculado Corazón, para que te abras y descubras que el Plan de Dios es perfecto.
Abraza sobre tu pecho el esplendor del Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque así te ayudaré a vencer los miedos y a manifestar el apostolado de los Nuevos Cristos.
Siente en tu alma la Gracia de Mi Corazón, para que transforme y purifique todo tu pasado y así, te tornes un terafín en los altares del Creador.
Lleva Mi Luz al mundo y únete a Mi Corazón que hoy está entre tus manos para ofrecerte la conversión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En maternidad espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi sabiduría es tan bella como el rosal, cada pétalo de las rosas representa la belleza alcanzada por las almas en Mi jardín; belleza de redención, belleza de perdón, belleza de conversión, belleza de Compasión y de Misericordia.
Mi Corazón les derrama todas las Gracias, para que sus vidas vivan el camino de la rehabilitación. No permitan, hijos, que sus realidades internas marchiten los rosales de Mi jardín.
Que la belleza y el amor que expresan en Mi jardín inmaculado sean el portal que los lleve a reencontrar todos los días el compromiso divino con Dios, el Creador.
En estos tiempos, cada oración ofrecida por sus vidas abre las puertas para que sus consciencias purifiquen el corazón y lo liberen de todo mal.
Yo les dejo el recuerdo de pertenecer a Mis jardines de Luz, para que cuando atraviesen el tiempo de la purificación y de la confirmación, tengan las fuerzas devocionales necesarias para caminar con valentía al lado de su Madre Celeste.
Los bendigo, los absuelvo, los congrego a todos en la poderosa Misericordia de Mi Corazón materno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce hacia la belleza superior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entregaré hasta el último pétalo de la rosa que guardo en Mi interior, para que se disipe la ignorancia de los hombres.
Como Amor puro y materno que nace en la esencia de Dios, vengo al mundo para curar lo que es incurable, vencer lo que es invencible, derrumbar lo que es inquebrantable y que separa a las creaturas de su Creador.
En este último tiempo, no mediré esfuerzos, ni palabras para despertar el corazón humano y sacarlo definitivamente de la oscuridad, de la ignorancia en la cual vive permanentemente.
Hijos, moveré todo, dentro y fuera de los corazones, para que los orgullosos vivan la humildad, los soberbios la renuncia, los egoístas el servicio y para que aquellos que ignoran y niegan la existencia de Dios disipen todo el mal de sus ojos y de sus corazones.
Mientras exista la intercesión de los corazones del mundo, Yo siempre actuaré. Mientras exista un solo corazón que ore de verdad, Yo siempre estaré aquí.
Se acerca el día del fin de la oscuridad del mundo, y todas las raíces del mal, que habita en el interior de los seres, serán arrancadas por el Poder de Mi Amor y de la Justicia Divina. Sentirán que el suelo tiembla, que el interior no se sostiene, que el espíritu se conmueve y el alma no soporta la claridad de Mi Luz, mas sean persistentes y confíen en Mi Corazón.
Verán que muchos de los que parecían soldados valientes entregarán sus armaduras; otros lucharán para ejércitos contrarios. Que ningún ejemplo de los que no Me siguen sea motivo para alterar sus caminos.
Verán surgir, en el propio interior, un mal que no sabían que existía. Solo aférrense a Mis divinas manos y reafirmen la consagración a Mi Corazón. Yo los sostendré en esta purificación y, aunque permita que sean probados y que se confirmen en este camino rumbo a la luz, los acompañaré silenciosamente, siempre.
Pronunciaré palabras intensas que harán que el enemigo pierda su reinado dentro del corazón humano. Derribaré al espíritu arrogante y orgulloso, no para maltratarlo, sino para que aprenda, de una vez por todas, el camino hacia la humildad.
Permitiré que vivan grandes pérdidas a los ojos humanos, que para Dios serán oportunidades únicas de despojarse de sí y seguir un solo camino. Desterraré la ilusión de Mis soldados y los volveré maduros ante los Planes del Creador.
A Mi lado, quedarán pocos que responderán completamente a Mi llamado, pero con esos mantendré abierta la puerta de la redención para toda la humanidad.
Es hora de definir sus caminos, sabiendo que las consecuencias de sus elecciones no se verán en este mundo, aunque sí después de esta vida.
Para muchos, el final de todo parecerá un gran fracaso y aquellos que disfrutaron de las ilusiones de la materia se jactarán por haber escogido el camino de los placeres del mundo. Pero cuando el Cielo se abra ante las puertas del infierno y la Justicia Divina señale los nuevos caminos, será cuando sentirán los méritos de todo el sacrificio y de toda la renuncia alcanzada en esta vida.
No quiero causarles temor, pero ya es hora de que sean verdaderos, para que vivan el despertar.
Maduren en los tiempos que se aproximan.
Yo los guiaré en cuanto Me digan sí y, con las decisiones de la vida, demuestren que responden a Mi llamado.
Mi bendición se perpetuará en este sagrado suelo de la Nueva Tierra, Tierra que deberá vivir un nuevo ciclo de madurez y decisión interior. Así demostrarán al mundo el milagro del Poder del Amor y de la Redención.
Yo confió en sus corazones y sé que seguirán Mis pasos.
Vuestra Madre Santísima, María, Rosa de la Paz
Sus esencias consagradas, como rosas de Mi jardín, pueden expresar la honra de sentirse amadas por Dios, a pesar del tiempo de purificación que están atravesando.
Por eso, hijos, día a día, vengo a incentivarlos en el camino de la conversión, algo que deberán trabajar todos los días por medio de una oración sincera y de un servicio verdadero por sus semejantes.
Es de esa forma, hijos, que sus pasos se ampliarán para poder llegar a la meta y así no enfrentarán los abismos de la consciencia, porque su corazón estará tan donado como el Mío a ustedes.
Así, hijos, construyamos en cada interior una gran fortaleza, que estará sustentada por el amor y por la unidad, para buscar siempre la comunión perfecta con el Creador.
Como su Madre les enseño a donarse un poco más todos los días, para que sus consciencias abracen, por amor a toda la humanidad, el camino del sacrificio y de la redención que les ofrece Mi Hijo, así como Él una vez lo hizo por ustedes.
Queridos hijos, hoy los invito a encontrar, a través de la donación inmediata, los puentes hacia la reconciliación y hacia el perdón, algo que toda la humanidad pierde de vista por arrogancia y amor propio.
Amen la simplicidad que, espiritualmente, es mucho más grande que lo que a ustedes les parece.
Sus oraciones son escuchadas cuando sus consciencias abrazan el camino del sacrificio por los otros. Así, una parte de este mundo no se perderá ni sucumbirá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a donarse de corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las flores de luz que nacen en Mi Sagrado Jardín son diversas, pero todas juntas emanan el mismo aroma de oración. Mis rayos celestiales riegan todos los días las flores del jardín, para que ellas por sí solas alcancen a expresar la belleza interior.
En Mi Jardín las rosas son el bello presente para los Altares de Dios, cada una de ellas tiene su tiempo para ser cosechada y después ser llevada en Mi cesta de oro hacia los Tronos de Dios.
Estas preciosas y diversas flores del Cielo son la expresión sublime de las almas que oran todos los días Conmigo y que, como en la vida terrenal, se transforman paso a paso.
Hoy deseo que ustedes sean flores nuevas en Mi Sagrado Jardín, que puedan embellecer la vida sobre la Tierra a través de vuestro amor y de vuestra oración; esto ayudará a que la mayoría de las flores que mueren sobre la Tierra puedan rebrotar como semillas en el establo de vuestro Señor, Jesús.
Queridos hijos, así se expresa Mi Rosa Mística. Mi Luz brota profundamente del Inmaculado Corazón para transformar y convertir en el amor a las almas que han caído.
Piensen, queridos hijos, en la posibilidad de que espiritualmente concreten esta aspiración Mía, que sean flores bellas a los pies del Creador; así vuestras vidas podrán ser guiadas por nuevas leyes y lo que para ustedes parece intransformable, el Santo Espíritu de Dios lo transformará.
Hijos amados, anímense a vivir en lo nuevo; procuren en vuestra sincera oración la Vida Divina, que es la Vida del Cielo, el camino de la santidad y del servicio. Sean santos en vida, proclamen la grandeza de Dios en todas las cosas; así ayudarán a que todo se renueve y muchos de vuestros hermanos reencuentren la esperanza.
Hijos amados, el Señor del Universo los observa y los acompaña todos los días de vuestras vidas; solo busquen la única y verdadera unión con el Padre Eterno, Él espera que Sus siervos le entreguen los frutos recogidos de la gran cosecha del fin de los tiempos.
Yo estoy aquí todavía entre vuestros corazones, porque aún hay mucho que curar y que cicatrizar; es hora de colocar vuestros seres bajo los rayos curadores de Cristo, para que Mi Hijo los pueda exorcizar y transformar en preciosas semillas de luz, listas para ser sembradas como grupos de oración sobre la superficie de la Tierra.
Después de tantas instrucciones preciosas que derramaron los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de José, hoy les anuncio que este será Mi último mensaje que les entregaré para las Vigilias de Oración. Ahora necesito que ustedes mediten, en el inicio de cada nueva vigilia, sobre los Mensajes Diarios que Yo he entregado para el mundo; en ellos se depositaron llaves importantes para la conversión del mundo y para poder establecer la paz.
Los Mensajes Diarios, desde la próxima Vigilia de Oración, serán los que abrirán vuestros corazones mes a mes y serán los que prepararán vuestros seres internos para el ejercicio de la oración por la paz en las naciones.
Esto no significa, queridos hijos, que Yo me estoy recogiendo; Dios necesita que ustedes despierten a la realidad que todos vivieron Conmigo desde el último viaje a Medjugorje en el año 2011.
¡Queridos hijos, les dejo Mi Eterna Paz, los amo y los bendigo siempre!
María, Señora de la Sagrada Figueira
Bienaventurados hijos:
En respuesta al llamado urgente realizado en el día de ayer a Mis hijos para quienes Yo aparezco desde hace ya cinco años como la Bienaventurada Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, les anuncio que Mi Amado Hijo, Cristo Jesús, hoy Me envía hacia vuestros corazones para decirles que Dios Todopoderoso ha observado desde Su Corazón vuestra respuesta al llamado celestial de atención.
Queridos hijos, delante de la urgente necesidad de conversión y redención de todas las criaturas de Dios, hoy los llamo a la oración continua y, en especial, los llamo para que, durante todo este mes, vuestras vidas profundicen y donen tiempo a la meditación de cada uno de los santos Misterios del Rosario.
Allí, ustedes encontrarán las llaves para la conversión de vuestros corazones, que son: la paz, la entrega, la confianza en Dios, la caridad, el perdón, el Amor de Mi Hijo, el sacrificio y la resurrección junto a la glorificación de Cristo.
Hijos Míos, en este mes del Rosario quiero que se dediquen especialmente a unir vuestros corazones a cada uno de los pasajes de la vida de Jesús y de la vida silenciosa de Mi Inmaculado Corazón.
Pequeños Míos, que en este tiempo despierte en vuestras consciencias el llamado a la Redención y a la Entrega a Dios, llamado que Mi voz pronuncia día a día mediante los mensajes diarios.
Queridos hijos, bajo la Gracia de Dios, ya estamos próximos a completar un año continuo, sin interrupciones, de bienaventurados mensajes diarios de Mi Inmaculado Corazón, de la Reina de la Paz, quien intenta guiarlos por el camino del Bien y de la Paz en el corazón.
Después de un año continuo de Gracias recibidas, hoy quiero que, en respuesta a esas Gracias, unan vuestras vidas a las enseñanzas clave de Cristo.
Por este motivo victorioso de Mi Inmaculado Corazón en cada una de vuestras vidas, Yo hoy les anuncio, en nombre del Amor Misericordioso de Cristo Jesús, que en el día de mañana, 21 de octubre de 2012, Mis hijos videntes estarán honrándome mediante una sencilla oración y una interna comunión en el Santuario de Aparecida, santuario que amo con predilección por la expresión humilde de la fe de todos Mis hijos peregrinos del Brasil.
Por esto, queridos hijos, la Honorable siempre Virgen María, Señora Aparecida del Brasil, los invita y llama a todos Sus hijos, para que junto a Mis hijos los videntes, realicen esta sencilla peregrinación hacia el Santuario de Aparecida y que, a través de la oferta de orar cincuenta cuentas del Santo Rosario y de la comunión interna con Cristo, reparen Mi Inmaculado Corazón.
En respuesta a los eventos acontecidos entre ustedes y Dios, Yo les prometo que, quien participe con un sincero espíritu de reconciliación y perdón delante del Altísimo, la Madre María, Reina de la Paz, les irradiará el poder de la Divina Misericordia desde el Cielo y vuestras vidas quedarán absueltas ante la Ley.
Queridos hijos, llevé rosas entre Mis manos, hasta el trono de Dios, y el Padre de la Fuente del Amor y de la Compasión ha aceptado Mi oferta por todos ustedes. Este ejercicio de fraternidad que Yo les pido realizar permitirá que una vez más vuestros corazones estén limpios y puros delante de Dios.
Una vez más, queridos hijos, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
Gracias por responder a este llamado celestial.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cada día comiencen bajo la presencia de Mi Paz y, en oración, supliquen por la conversión del mundo. Mi Corazón Materno quiere ver a las almas en constante oración. Mi Corazón Materno quiere ver a las almas que a cada momento recuerdan la oración del corazón.
Hijos Míos, el camino hacia la paz permanente es posible; por eso Yo los invito hoy a orar por la paz en el corazón de los que no la tienen. Recen por todos Mis otros hijos, por los que están distraídos, por los que están distantes de Dios y por los que no creen en Mi llamado materno.
Queridos hijos, la oración que nazca desde los grupos de oración ayudará en la formación del nuevo camino para la humanidad. Por eso, Mis pequeños, cada oración que sea pronunciada y donada desde el corazón, los Cielos la recibirán como a una rosa pura y verdadera.
Es importante, Mis queridos hijos, que en todo este ejercicio de oración esté presente el Sagrado Corazón de Jesús, porque Su Amor Misericordioso debe ser vuestra aspiración y vuestra llama de paz para el mundo.
Queridos hijos, abriendo vuestros brazos a Mi llamado, vuestros corazones recibirán el auxilio que necesitan. Permitan, queridos hijos, que el Espíritu Santo de la sabiduría y de la verdad conduzca la vida y la esencia de la tarea en cada grupo de oración.
Cuenten Conmigo, hijos Míos, como Madre y Guardiana de los corazones aquí en la Tierra.
Que el Espíritu de Dios los bendiga en este día bajo la señal de la cruz luminosa de Cristo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más