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Queridos hijos:
Mientras en el mundo se siguen agravando y arrastrando los conflictos, Yo los llamo a ser precursores de la paz entre ustedes.
Mientras la angustia, la desesperación y el sufrimiento golpean, día y noche, a los desamparados y desprotegidos de las guerras; Yo los llamo a recordar la esencia de la gratitud y a erradicar la crítica y el reclamo.
Mientras algunas naciones en estos próximos días definirán el desarrollo de su destino y de su final, Yo los llamo a valorar el potentísimo y sabio afluente de la Instrucción para que ya no sea colocado en un segundo plano.
Mientras las modernidades del final de estos tiempos hipnotizan e inhiben el potencial espiritual y humano, dejando en manos de las máquinas el raciocinio exacto que Dios le dio al hombre; Yo los llamo, hijos, a vigilar y a tener cuidado para que sus almas no sean absorbidas por una vida artificial.
Mientras que, en el mundo y en varias naciones, el hambre y la falta de sanidad en todos los sentidos son usados como campaña pervertida para aprovecharse del sufrimiento del semejante; Yo los llamo, hijos, a proteger la Obra de Dios, primero de ustedes mismos y segundo de toda actitud superficial y arrogante.
Mientras en los laboratorios se planifican y se venden nuevas vidas; Yo los llamo, hijos, a proteger, amparar y cuidar a los más pobres de entre los pobres para que la humanidad coloque su mirada en los más desfavorecidos.
Esto y mucho más, hijos Míos, es causa de perpetua y urgente oración; porque cada uno tiene que reconocer que, a través de estas Mis últimas Palabras, todos ya están avisados.
Que, en este próximo encuentro de las 1000 Ave Marías, sus voces y corazones se unan por estas causas. Estaré unida a la súplica del corazón que se adhiera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que tu corazón esté en paz, hijo, pues ya aprendiste el camino de unión con Dios, aprendiste a reconciliarte con Él y a llevar contigo a los corazones de tus hermanos del mundo entero.
Que tu corazón esté en paz, hijo, pues ya sabes el camino de la entrega y del servicio, sabes por donde has de ir para no perderte en las tentaciones del mundo, sabes lo que debe ser hecho en los tiempos de transición: solo orar, amar y servir.
Que tu corazón esté en paz, sin permitir que las confusiones de estos tiempos confundan también a tu interior. Concéntrate en la única cosa necesaria en este momento, que es ser todo lo que aprendiste. Coloca tu consciencia y tu energía en la misión única y esencial de mantenerte como un lápiz en las Manos de Dios, a través del cual Él escriba la historia de la humanidad y el triunfo de Su Corazón.
Mantén tu corazón en paz y no le temas a las pruebas que ves aproximarse a la humanidad. Así como llegaste hasta aquí, así seguirás adelante y verás emerger de tu corazón las herramientas necesarias para lidiar con cada situación cuando llegue el tiempo.
No exijas de ti perfección, pero sé persistente y busca la constancia en el diálogo íntimo y profundo con Dios, busca instancias de silencio y momentos de gratitud en los que puedas valorizar todo lo que recibiste hasta aquí y cómo, a pesar de todo, la Mirada del Creador siempre estuvo sobre tu corazón.
No concentres tu atención en las miserias ajenas. Antes, cada día, sé ejemplo de persistencia y de transformación, haz tu parte y sé mejor en todo lo que puedas para que se perfeccione en ti el don de la entrega y del servicio, de la caridad y del amor, y que tu transformación diaria sea el mayor instrumento de cura de las miserias ajenas, como también de las tuyas.
No mires al mundo con temor o juzgamiento. Proyecta antes, en tu mirada, el Pensamiento Divino, el Propósito que Dios tuvo al crear cada detalle de la vida; y solo piensa que, a pesar de las imperfecciones y desvíos, ese Propósito se oculta en algún lugar del interior de las criaturas. Busca encontrarlo.
No pactes con lo que ya no forma parte de tu camino, disfrazando de fraternidad lo que aún tiende a ser mundano dentro de ti. Comprende el momento y el punto en el que se encuentra el prójimo, pero respeta también en dónde debes estar, lo que ya no debes hacer o expresar porque no te corresponde. Entonces, hijo, que no te falte amor ni comprensión, pero que tampoco te falte coherencia con tu propio espíritu ni con el Espíritu de Dios que habita en ti.
Cada día, recuerda que eres un templo de Dios, morada de Su Corazón, portador de Su Propósito. Y que esa verdad tenga más fuerza dentro de ti que cualquier ilusión humana que haga inclinar tu consciencia hacia lo que es irreal.
Recuerda siempre que soy tu padre y amigo, que estoy caminando contigo porque esta es la Voluntad Mayor. Que Mi amor paternal te fortalezca y te renueve.
Sabe que en el silencio siempre te acompañaré. Ora con el corazón y sentirás en tu interior Mi respuesta divina.
Aquel que te ama y te bendice,
Tu padre y amigo,
San José Castísimo
Reciban Mi bendición y Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre encuentre su valor en sus pequeños corazones.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre sea alabado en su mundo interior.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre encuentre sentido y propósito en sus consciencias.
Nunca piensen que es demasiado tarde para vivir algo, para expandir la consciencia, para experimentar grados mayores del Amor Superior. Nunca piensen que es demasiado tarde para dar un paso más en dirección al Corazón de Dios y servir a través de la propia entrega.
Que cada nuevo día traiga consigo la aspiración de vivir en gratitud: gratitud por todas las limitaciones del cuerpo, de la mente, de las emociones y gratitud por la expansión del espíritu; gratitud por todas las dificultades, por todas las veces que se sienten incapaces, pero que el Creador puede revelarles que Él es capaz de hacer todas las cosas dentro de ustedes; gratitud por cada nueva privación de la autonomía y de la falsa libertad; porque es así, hijos, como descubren que la libertad se encuentra dentro de ustedes, en su mundo interior, en su consciencia.
Por eso, vengo a este lugar sagrado, ante este valle sagrado, para que, contemplando su amanecer y su atardecer, sus consciencias perciban que la expansión ocurre de adentro hacia afuera, que no depende de sus pies ni de sus manos, solo de su corazón. Vengo a este lugar sagrado, en este Reino Sagrado, no solo para que aprendan a agradecer, sino también para expresar Mi Divina Gratitud.
Acompaño a las almas servidoras desde el principio de sus vidas y, como un padre que contempla cada paso de sus hijos, contemplo sus pequeños pasos. Sé que no son perfectos y que muchas veces es difícil lidiar con ustedes; pero hoy quiero traerles, hijos, la consciencia de la realidad de sus pequeñas esencias, la consciencia de la gratitud por sus pequeñas vidas.
Cada uno de ustedes, a través de sus pasos sinceros, generó y genera méritos para la salvación de las almas. La propia persistencia en despertar y orar en cada nuevo día, a pesar de los dolores y enfermedades, a pesar de las limitaciones y de la soledad, todo eso genera la salvación de las almas.
Y sé que no son conscientes de lo que viven, sé que el dolor a veces toma toda su consciencia y la necesidad de estar en Dios vuelve a sus almas aún más solitarias. Pero hoy, vengo a decirles que reciban Mi abrazo paternal, que reconozcan Mi Presencia y que estén Conmigo; porque Yo los conduciré de la mano al Corazón del Redentor, les enseñaré por donde ir y por donde no ir, y los ayudaré en cada caída, en cada paso, para que aprendan a retornar al Corazón de Dios siempre que se desvíen del camino.
Vine aquí, como su padre e instructor, como su amigo y compañero de todos los tiempos, para que caminen Conmigo hacia el Reino Sagrado que habita en los mundos internos de este lugar.
Hoy, les entrego la llave de la gratitud, para que la tengan siempre en el corazón como una llave maestra que siempre les mostrará el camino correcto. En cada dificultad, agradezcan; en cada nuevo día, agradezcan; en cada nueva noche, agradezcan; y la propia gratitud les abrirá las puertas del Cielo, les expandirá la consciencia, les mostrará un camino mayor por donde seguir, dentro de ustedes.
Hoy, vengo con palabras simples, con un Corazón simple, solo para consagrar sus almas y acogerlas en Mi Corazón, liberando así las amarras del pasado, abriendo así el camino hacia el nuevo futuro. Les entrego el don de ser gratos y así abrir las puertas del Cielo, a través de la oración y de la entrega.
Traigan aquí agua, incienso y óleo para bendecir.
San José, en este momento, consagra a tres nuevas Hijas y Amigas de San José.
Yo consagro esta agua para lavarlas del pasado, de sus errores limitantes, de sus resistencias más profundas y revelarles la pureza que habita en su interior.
Yo consagro este incienso para purificar sus almas, sus mentes, sus cuerpos y sus corazones y, purificados, vivan la consagración del espíritu y de la consciencia hacia un nuevo paso.
Y, con este óleo, las unjo para que a través de Mi bendición sus almas ingresen en este Templo de Amor que hoy les doy a conocer. Que reciban la cura, la paz y el don de la gratitud de estos Templos Mayores de sabiduría y amor.
Que Mi Paz habite en su interior y los conduzca a una paz mayor.
Mi Corazón de padre e intercesor solo espera conducirlos a Dios y al Corazón de Cristo. Como conocedor de los profundos misterios de la consciencia humana, vengo a guiarlos en el camino de lo imposible para que descubran que es posible vivir el potencial que habita oculto en su interior, que nunca es tarde para aprender sobre este Amor Mayor cada vez más y vivir siempre, cada nuevo día, una nueva expansión de la consciencia.
Por eso, los bendigo, os consagro y les agradezco por estar aquí Conmigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
En este mes de mayo, Yo los invito a retornar a Mi Corazón Inmaculado para que, junto Conmigo y en oración, puedan contemplar por un momento lo que la Madre Celeste contempla de la herida y martirizada humanidad.
Deseo que entren en Mi Corazón para que, a través de Mí, puedan crecer en el amor a la vida del espíritu y especialmente a la vida de servicio.
Es en este crucial momento, en el que Mis queridos hijos deberán recordar que tienen que salir de sí mismos para poder reconocer la realidad por ustedes mismos; esa misma realidad que los Sagrados Corazones reconocen en estos tiempos.
Por eso, hijos Míos, en este mes de mayo en el que las semillas están siendo plantadas, después del ofrecimiento de Mi Hijo a cada uno de ustedes, deberán saber dónde colocarán las semillas que recibieron del Redentor, y si estas semillas, que son dones y al mismo tiempo Gracias, serán depositadas en el lugar correcto.
Queridos hijos, esto es importante: en este tiempo de tantas transgresiones de la vida humana y de la vida interna de las almas, es necesario tener presente que nada se pierde o se desaprovecha, porque estos son los últimos impulsos que provienen del Cielo.
Como Madre, estoy aquí para acompañarlos, para poder llevarlos hacia Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridísimos y amados hijos:
Mientras la violencia, el maltrato y la guerra en el mundo se siguen agravando; por otro lado, Mi enemigo intenta influenciar o tentar a muchos sacerdotes para que la unión que el sacerdote establece entre el Cielo y la Tierra sea interrumpida.
Este es uno de Mis más grandes dolores, porque les trae consecuencias a cientos de almas que esperan esta oportunidad a través de la experiencia de amor de los Sacramentos.
Queridos hijos, necesito que las almas, que se ofrecieron a rezar por los sacerdotes y por el sacerdocio en el mundo, Me sigan acompañando en esta batalla espiritual.
Que los fieles corazones, que confían en la Presencia de Mi Hijo en la Eucaristía, ayuden a los sacerdotes para que cumplan su deber y su misión espiritual.
Si esto no sucediera, no solo más almas perderán la fe que ya está ultrajada en muchos corazones; sino que, sin la presencia de comprometidos y verdaderos sacerdotes de Cristo, no se podrá establecer la paz.
Necesito que Mis fieles ejércitos orantes en la Tierra, unidos al ministerio sacerdotal, sepan atravesar esta feroz batalla del final del tiempo.
Queridos hijos, Mi Corazón de Madre intenta proteger a Mis hijos predilectos, los sacerdotes del Señor, porque sin sacerdotes no hay Sacramentos y sin Sacramentos no hay Gracias para ser derramadas en las almas.
Esta es la hora de que todos recuerden el sacrificio de Mi Hijo por ustedes. Sin tener esto presente, grande será el pesar de los que no hayan escuchado la Voz del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Señora y Celadora de la Eucaristía, en este día de Piedad y de Misericordia para el mundo entero, quisiera que una vez más Mi Hijo sea reconocido por todos, a través del Pan y del Vino consagrados; a fin de que, a través de la adoración de las almas buenas, los errores y los ultrajes, que sigue recibiendo el Corazón del Creador, puedan ser reparados.
Por eso, Mis hijos, a través de este gesto de amor misericordioso de sus corazones y vidas, los Sagrarios de la Tierra que son destruidos por las guerras o profanados por las almas ignorantes, espacios que son bendecidos por Mi Hijo, también deberán ser reparados y contemplados, así como lo hacen los ángeles del coro de la reparación.
Quisiera decirles, hijos Míos, que los lugares santos, así como es la Eucaristía que santifica todo lo que toca e irradia, son espacios fundamentales para la elevación de las almas y especialmente del planeta que necesitan mucha Luz y Misericordia en estos tiempos.
El primer paso es que las almas adoren y valoren el Sacramento, para que la humanidad no siga perdiendo su auténtica unión espiritual con el Creador.
Como Señora y Celadora de la Eucaristía, les agradezco a todos Mis hijos que fielmente ejercitan todos los días la santa adoración al Cuerpo Eucarístico y Celestial del Redentor.
Unida en oración por todas las causas imposibles y urgentes, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día sábado, acompañen el recogimiento del Señor, a fin de que Su Sagrado Corazón sea reparado de todos los males causados al género humano y especialmente a la vida.
Recemos para que las naciones, los pueblos y la sociedad reencuentren el sentido y la razón de pertenecer a Dios, para que las ideologías que incitan al rechazo y a la negación de toda espiritualidad e incluso de toda religión no socaven el camino de las almas, del retorno a la Casa del Padre Celestial.
Por eso, hijos Míos, este es un tiempo atípico, es un tiempo en el que prevalecen ideas propias, capaces de cambiar el destino de una o de varias naciones enteras.
Esta es la razón y es el momento de recurrir al Templo Espiritual de Dios, para orar y para pedir que la sensatez colme a todos los corazones posibles, especialmente a todos los corazones que ya no creen en la existencia del Dios Vivo. Esto también hiere a Mi Corazón de Madre, así como la lanza hirió a Mi Hijo en la Cruz.
Por eso, queridos hijos, deberán tener una vida unida a Dios, porque Él es la Fuente y Él es el alimento espiritual en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Antes de hablar, saber escuchar.
Antes de opinar, saber reconocer la situación.
Antes de intervenir, primero conocer los hechos.
Antes de decidir, primero meditar.
Antes de actuar, primero conocer la realidad.
Nada hacer impulsivamente.
Nada modificar sin antes pedir luz.
En nada entrometerse sin conocer a fondo la causa. Esto te librará de ti mismo y de los demás.
El único camino está en la oración consciente, porque a través de ella llegará la respuesta que sea necesaria.
Es importante transformar los hábitos y las costumbres. Es importante abrirse a realidades superiores e internas.
Trabaja todos los días para estar unido a la Fuente, porque no todo llegará milagrosamente. Cada uno tiene que hacer la parte que le corresponde con madurez y responsabilidad".
Cristo Jesús
Mis queridos hijos:
Para que el odio, la impunidad y la venganza no acaben con el mundo, y en especial con algunas naciones desamparadas, Yo vengo a pedirles que se unan a la Madre Desatadora de Nudos a través de una novena especial e importante para Mí, a ser realizada entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre de 2023, a fin de que la Santísima Madre pueda desatar los nueve principales nudos que amarran a la humanidad.
Para eso, hijos Míos, orando siete veces durante nueve días la oración a la Señora Desatadora de Nudos, se unirán a Mí y tomarán consigo la pesada soga de la condición humana para que, a través del fervor y del amor de sus oraciones, el mundo se libere de los principales nueve nudos, por los cuales ustedes orarán Conmigo:
1. El nudo de la impunidad.
2. El nudo de la injusticia.
3. El nudo de la negligencia.
4. El nudo de la soberbia.
5. El nudo de los no nacidos y abortados.
6. El nudo de la indiferencia.
7. El nudo de la crueldad humana.
8. El nudo de las guerras.
9. El nudo del mal.
Orando Conmigo durante los nueve días, permitirán que su Madre Celeste ampare, proteja e interceda por los desamparados e inocentes, a fin de que la Ira de Dios no descienda sobre las regiones del mundo ni sobre las consciencias que están fuera de la Ley. Por eso, Mis queridos hijos, Yo vengo a pedirles este favor por amor.
Estaré una vez más atenta a la voz de los orantes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de los desamparados
En este día, queridos hijos, vengo como Madre Celadora y Guardiana de los Sacramentos, en nombre de Mi Hijo, a agradecerles a los sacerdotes de la Orden fundada por Cristo por los sagrados oficios prestados en los Núcleos-Luz, en los grupos de la Red-Luz y en sus familias.
Pudimos presenciar, desde los planos internos, los frutos que fueron traídos a todos desde Tierra Santa.
Mi Hijo pudo llegar a la esencia de muchas almas, a través de los Sacramentos, y ahora es el momento más especial, en el que Cristo obrará y buscará tener un lugar en el corazón de Sus compañeros.
La Ciencia de los Sacramentos es una fuente inagotable de Gracias y también de milagros.
El alma que, por ejemplo, es ungida, incluso sin vivir el Camino de Cristo, es considerada un alma rescatable, y el mérito y la Gracia que recibe es concedido por el oficio del sacerdote.
Por eso, Mi adversario intenta socavar la vocación de los sacerdotes; porque sabe que cada vez que un sacerdote oficia, con todo su corazón y vida cualquiera de los Santos Sacramentos, él pierde de sus garras al alma que fue sacramentada, porque esa alma pasa a ser contemplada como un digno hijo o una digna hija de Dios.
Este es el motivo por el que los fieles y devotos al Sagrado e Insondable Corazón de Jesús deben orar diariamente por los hijos predilectos de Cristo, los sacerdotes, para que ellos siempre sean instrumentos puros de donación y de servicio para los más necesitados de espíritu.
Mi Hijo, hoy, a través de Mi Materno e Inmaculado Corazón, los bendice y bendice en especial a los sacerdotes de la Orden y del mundo por ser mediadores de todas las Gracias de los Sagrados Corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Celadora de los Santos Sacramentos
Queridos hijos:
Que la Paz de Cristo sea en ustedes y, en este momento, en todo Brasil.
Con especial predilección, estoy al lado de cada hijo orante que, en estos días, se ofrece a dar continuidad a la Oración por la Paz en Brasil.
Para Dios, los últimos acontecimientos en Brasil, demuestran la falta de unidad y de paz entre hermanos de un mismo pueblo. Por eso, continúen elevando sus oraciones a Mi Corazón de Madre para que la Señora Aparecida pise con Sus Pies la cabeza de la astuta serpiente que quiere colocarlos los unos contra los otros.
Mis queridos hijos de Brasil, no se olviden de sus raíces originales y de su cultura. Su pueblo, que siempre fue bendecido por Dios, proviene de tradiciones y de enseñanzas sagradas.
Vuelvan, ahora, hacia sus orígenes. Permitan que, entre ustedes, se puedan reconocer como una única familia brasilera, cálida, alegre, servicial, amorosa y disponible para ayudar.
Ya no se pierdan en lo que es superficial y mentiroso. Crean en la fe que siempre los caracterizó, y entreguen su pueblo y nación a los Pies de la Señora Aparecida.
No dejen de orar por Brasil. Deseo que sea Mi Corazón el que triunfe en este pueblo amado; así, Mis hijos alcanzarán la paz.
Con Mis Manos unidas en oración por este momento; les pido, Mis hijos, que sean pacificadores del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Que, en estos días de oración especial, sus pedidos y plegarias por Brasil lleguen a Mí con el más cálido amor de Mis hijos, como rosas a los Pies de la Madre Celestial.
Queridos hijos, unámonos, en este momento, al Corazón de Mi Hijo para que el Sublime Gobierno Espiritual colme a las almas de esta nación de Brasil y así, el Propósito de este país esté protegido y amparado bajo las luminosas alas del Ángel Guardián de Brasil.
De esa forma, queridos hijos, que a través de la poderosa oración del corazón también el Espíritu Santo guíe e inspire al corazón de Mis hijos para que siempre prevalezca el discernimiento y la paz que este querido pueblo de Brasil necesita.
Como su Madre, como la Señora Aparecida, estoy rezando todos los días, junto con ustedes, y uno Mi Voz de Sierva y de Esclava de Dios para que en Brasil y en el mundo entero se cumpla la Voluntad del Padre Eterno.
El sentido de Mi deseo de Madre es que Brasil no se convierta en un escenario de incongruencias y falta de sentido espiritual.
Ustedes, Mis hijos, deberán seguir permitiendo que la Señora Aparecida continúe siendo la Gobernanta de esta nación, destinada a ser la cuna de una Nueva Humanidad.
Sigan rezando con fervor, dejando que la Llama Sagrada de la Sabiduría dé entendimiento y razón a los corazones humildes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mientras en el mundo los elementos de la naturaleza demuestran la trágica realidad del fin de los tiempos, la Divinidad interviene en todas las situaciones posibles para que la Ley de la Justicia Divina no se concrete en el espacio material de este planeta.
Por eso, en emergencia y prontitud, la Jerarquía trabaja sin demora para intentar aliviar las diferentes realidades que, movidas por la actuación de silenciosas puertas inciertas, se unen al desequilibrado plano mental planetario, agravando el estado de la consciencia del planeta.
En este sentido, queridos hijos, la oración, en este momento, debe ser la prioridad de todos, porque mientras no estén bajo el espíritu de la oración, muchas más consciencias serán arrastradas por esas puertas inciertas hasta que las almas se pierdan completamente.
Es realmente necesario y urgente que Mis hijos puedan reconocer y percibir cómo está la situación del mundo para que, decididos y como apóstoles maduros, caminen por el mundo junto a la Jerarquía Espiritual para detener lo que, en este momento, se está convirtiendo en irreversible.
Estén atentos y no se distraigan, cada minuto de sus vidas deberán ofrecerlo en un estado de perpetua oración y elevación, para que también los legionarios de Cristo estén invisibles pero activos a través del servicio por la redención y la cura de esta humanidad.
Por ese motivo, no se sorprendan cuando la Jerarquía cambie el destino de su peregrinación. Cuando esto suceda, como lo fue hace pocos días, deberán darse cuanta por ustedes mismos que hay algo que no está bien en la región o en el país por donde la Jerarquía peregrina junto a ustedes.
Siempre, hijos Míos, de alguna forma, la Divinidad decidida y atenta hará todo lo posible, y lo que esté al alcance de cada realidad, para cumplir y concretar la asistencia espiritual e interna que cada espacio del planeta necesita.
Con este preámbulo, ahora nos prepararemos para la siguiente etapa, que es la más importante, ya que los Tres Sagrados Corazones intervendrán, una vez más, por Argentina y Sudamérica.
Desde ahora, les agradezco la estricta obediencia de todos, en este momento tan definitivo para el próximo destino de la nación argentina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos de Argentina:
Heme aquí, Soy su Madre Celestial, la Madre de Luján, la Virgen Santa del Rosario de San Nicolás.
Vengan a Mí, Mis amados y heridos hijos de Argentina. Yo estoy aquí y He regresado para consolarlos, para decirles que, como su Madre, He acompañado cada momento de sus vidas, como también cada situación del país.
Hijos, tómense de Mi Mano, los quiero llevar a Jesús, en este nuevo encuentro con Su Insondable Corazón Misericordioso.
Hijos, ábranme sus brazos. Quiero tomarlos fuerte, quiero que puedan volver a sentir el calor maternal de Mi Corazón.
Mis hijos, ya no se indignen. Que el aborrecimiento se convierta en esperanza, que la injusticia que sus ojos puedan ver se convierta en compasión.
Mis hijos, no hay otra salida que volverse hacia Dios y confiar, porque en esta herida y maltratada superficie del planeta no encontrarán perfección ni transparencia.
Queridos hijos, no se permitan sucumbir, eleven sus voces hacia Mi Amado Hijo para que Él, lleno de Misericordia, los guíe y los conduzca hacia el Reino de Su Paz y Quietud.
He venido a recordarles que los amo.
He venido a pedirles que recen de verdad, porque su pueblo necesita muchas oraciones, ya que el discernimiento y la transparencia han desaparecido.
Estoy aquí para apoyarlos en este decisivo y tenso momento de su nación, que necesita, a través de la fe y de la confianza en el Padre, poder recuperar los principios originales de su propósito.
No se olviden, Mis hijos, de todas las Sagradas Reliquias que guarda la Argentina en lo más profundo del interior del planeta.
Vuélvanse hacia lo que es verdadero y esencial, y aquí retornará la paz.
Como Madre de la Misericordia, les doy Mi Paz, que es la eterna e inmutable Paz de Cristo.
Les agradezco a todos los que hicieron posible este nuevo y esperado reencuentro con Mi Amado Hijo. Él también les agradece.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después de las Palabras pronunciadas ayer por Mi Hijo, España, como nación, está ante la puerta de su última oportunidad. Una oportunidad que podría colocar a toda la nación en el definitivo sendero para poder cumplir el prometedor Plan de Dios.
Por eso, los invito a partir de ahora, queridos hijos, a que sean conscientes de esto, para que sus vidas puedan ser el fiel reflejo de una redención concretada.
Estaré orando, como lo vengo haciendo por esta nación desde hace mucho tiempo.
Mi Corazón de Madre tiene un predilecto Amor por esta nación y por todo su pueblo; porque en otros tiempos, España Me recibió, cuando su Madre peregrinó por estas tierras de praderas hermosas, de valles profundos y de aguas cristalinas.
España es también Mi aspiración, al igual que la aspiración de Mi Amado Hijo.
Desde ya, les agradezco que sigan rezando Conmigo por la unidad de España para que, algún día, este querido país celebre el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos y amados hijos:
Hoy, con el Manto dorado y la Túnica celeste de su Madre Santísima, vengo como la Madre y Señora de Ucrania.
Vengo a pedirles que, en estos próximos días de oración y de invocación a la Divina e Insondable Misericordia de Mi Hijo, coloquen en sus oraciones a toda la religión cristiana de Ucrania a fin de que, ante la tragedia de la guerra y de la destrucción de los pueblos y de las familias, Mis hijos de la iglesia ucraniana actúen conforme a la Voluntad de Dios, para que no se sustituya la Caridad y el Amor de Mi Hijo por los ideales y por las alianzas de la guerra.
Infelizmente, ciertas presiones políticas y religiosas dejan vulnerables a los apóstoles de la Iglesia Universal de Mi Hijo, porque se les impide actuar con sensatez y Misericordia.
En este momento, como Madre y Señora de Ucrania, vengo a implorarles a todos los cristianos por la unidad fraterna, a fin de que las religiones y los credos no sean adaptados al formato de las ideologías de la guerra y de la venganza. Esto no es lo que Mi Hijo les enseñó a todos.
Que, por la Pasión y la Muerte de Cristo, los dirigentes ya no usen la religión como un arma de guerra y de presión psíquica sobre los pueblos de esta humanidad.
Por eso, debemos orar con más convicción y con más consciencia, porque la Señora de Ucrania ve cómo la cristiandad y el ecumenismo son usados para alcanzar beneficios propios.
Que la oración de estos días desarme esos planes de Mi enemigo.
Como siempre, estoy y estaré cerca de todos los que se unan a Mi Corazón.
Les estoy agradecida,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Ucrania
Mis muy queridos hijos:
Como hace 100 años atrás, hoy los vuelvo a reunir cerca de Mi Corazón para pedirles que, más que nunca, recen por la paz.
Por esa razón, su Madre Celeste viene del Cielo, al ver que la invasión, el odio, la destrucción y la guerra entre hermanos se volvieron a establecer en Europa del Este.
Con urgencia y en súplica, vengo a pedirles que se unan en una sola voz y en un solo corazón, ofreciendo a Mi Inmaculado Corazón una Novena extraordinaria a partir del día 28 de febrero por la Paz y el Fin de la Guerra en Europa Oriental.
Una vez más, el veneno de la impunidad se expande rápidamente sobre Europa, y los más desfavorecidos son forzados a emigrar.
El mundo cree saber sobre el control y el poder de las armas.
Después de 100 años, desde Fátima, la Reina de la Paz llora por el flagelo que está siendo causado al Creador y a las familias más oprimidas.
Les pido que se unan en oración Conmigo, porque el tirano azul está queriendo imponer la impiedad y el castigo sobre aquellos que no se rindan a sus tenebrosos planes.
Hijos, infelizmente, estamos llegando al esperado fin, momento en el cual el dolor más grande y desconocido llegará al mundo.
Recen con fervor y, en un compromiso verdadero, estén junto a Mí en esta cruda batalla espiritual, en donde su Madre Celeste aplastará la insensata y maligna cabeza de la serpiente.
Desde ahora, les estoy agradecida.
Los bendice, en este momento crucial,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Les pido que, a partir de hoy, sus vidas sean rosas en las manos de la Madre de Dios, a fin de que Yo pueda depositarlas como oferta de amor consolador a los pies de los Tronos de Dios.
Hijos amados, ser una rosa en las manos de la Madre Celeste es santificar sus vidas todos los días, a través del servicio incondicional y de la oración que brota como llama de amor y de devoción del corazón.
Las rosas de la vida son las que Yo necesito, en este momento, para justificar ante la Ley Divina todos los errores e indiferencias cometidos en contra del Corazón de Dios.
Por eso, a través de una determinación constante y de un empeño verdadero, Mis amados, sean rosas en las manos de la Madre de Dios, para que la Madre Celeste tenga la dicha de poder interceder, salvar y rescatar a todos los que padecen y sufren en este momento.
Si son rosas en Mis manos, podrán transformar la vida en una vida digna en el Señor.
Cuando Me ofrecen rosas en Mis altares, Yo las acepto porque sé que, las flores ofrecidas por Mis hijos a la Madre de Dios, no solo tienen el fin de honrarme y de reconocerme.
Con esa simple oferta de traer flores a la Madre de Dios, Yo, como Sierva y Esclava, recojo ese cariño de Mis hijos para verter ese amor que recibo sobre los oscuros abismos de la Tierra. Así, aquellas almas condenadas reciben la Gracia de la liberación. Así, todas las almas se liberan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
En este día, de una nueva y urgente Vigilia de Oración, les vuelvo a pedir que estén en oración reparadora Conmigo a fin de que, en la sagrada solemnidad del Inmaculado Corazón de María, su Madre Celeste pueda concederle al mundo el tiempo venidero de la cura, del perdón y de la reconciliación; para que las dolorosas crisis humanitarias y las explotaciones del comercio oculto de niños y adolescentes, en el mundo, puedan terminar.
Deseo que, por medio de esta y de las próximas Vigilias de Oración, sigan rezando por las intenciones del Inmaculado Corazón de María, para que la Madre de Dios guarde, entre Sus brazos, a los más inocentes y marginados por la desigualdad de estos tiempos críticos.
Todas las sinceras y cálidas oraciones deben tocar el Corazón de Dios, especialmente la oración de los niños para que, como fue con los pastores de Fátima, la inocencia de los pequeños le conceda al mundo el fin de la pandemia y la reconstrucción espiritual de la dignidad humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con gozo y alegría, retorno a Mi sagrada Figueira para que, a partir de junio, mes del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, los frutos internos del espíritu de cada hijo Mío ya puedan estar al servicio del planeta y de las almas.
Quisiera que, en este próximo encuentro de oración de las 1.000 Ave Marías, sus oraciones y súplicas más sinceras sean dirigidas al Padre Celestial por las intenciones y súplicas de su Madre Celeste.
Deseo, con ardiente devoción, que Mis hijos orantes recen por las siguientes intenciones:
1º Por un verdadero y sincero tratado de paz en Medio Oriente, para que Mis hijos israelitas y palestinos alcancen el diálogo pacífico en pro del bien común, y por los más desprotegidos y desamparados.
2º Por un acuerdo fraterno y real en Colombia, a fin de que los más pobres e inocentes ya no sean los más castigados por las protestas y las paralizaciones.
3º Para que el Brasil conciba un gobierno coherente, acorde a los mandatos divinos, a fin de que los más golpeados por el desorden nacional de la pandemia, tengan la Gracia de reconstruir sus vidas.
4º Por los desplazados e indigentes de Marruecos, a fin de que Europa deje de enfriar su corazón ante la actual y crítica crisis sin precedentes, para que todos los refugiados sean ayudados y dignamente reconstruyan sus vidas.
5º Por la paz y el cese del conflicto dictatorial en Myanmar, a fin de que la religión no sea usada como máscara para ocultar las más traumáticas acciones que perjudican a toda la nación y, sobre todo, empujan al exilio de los más pobres.
6º Por el fin del conflicto en Siria, en Venezuela y en Etiopía, a fin de que la vida de la sociedad humana no sea aprovechada para imponer más miseria y caos en los pueblos y entre los pueblos.
7º Les pido orar por las misiones humanitarias, para que todos los precursores del servicio humanitario estén protegidos, guiados e inspirados por el Espíritu Santo; a fin de que se tomen decisiones benéficas y duraderas para todos los que buscan volver a comenzar, después de una traumática y dolorosa partida de sus tierras de origen.
Si oran por estas intenciones Mías, les estaré agradecida, ya que Mi Corazón es ultrajado por la corrupción mundial, la que tendrá fin en el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más