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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"En cada caída, un aprendizaje.
En cada aprendizaje, una oportunidad de trascendencia.
En cada trascendencia, una Gracia de liberación.
En cada liberación, una oportunidad de morir para sí mismo.
En cada momento de muerte espiritual, una puerta que se abre para la expansión de la consciencia.
Pero, debes saber bien que, mientras estés en este mundo, vivirás con aflicciones. Pero, las aflicciones podrían hacerte crecer y madurar o las mismas aflicciones podrían hacerte hundir en un interminable victimismo.
Por eso, sé inteligente y no te engañes a ti mismo, permite que de cada experiencia de la vida puedas aprovechar cada momento como un impulso de ascensión, como la escalera de Luz que se coloca delante de ti para que asciendas paso a paso.
El universo siempre te mostrará sus señales".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"En cada caída, un aprendizaje.
En cada aprendizaje, una elección.
En cada elección, un camino.
En cada camino, un destino.
En cada destino, una decisión.
En cada decisión, una prueba.
En cada prueba, un desafío.
En cada desafío, una oportunidad de madurar.
Que madure en ti el Espíritu Crístico.
Que el Espíritu Crístico te dé fortaleza, todos los días, para atravesar tu propio desierto.
Que el Amor de Mi Corazón te demuestre que siempre se puede, porque es cuestión de tener voluntad.
No te detengas, fija tu mirada en Mi Corazón".
Cristo Jesús
A los jóvenes buscadores del Gran Corazón Pacificador de Cristo
Hijos:
Un corazón pacificador es aquel que tiene claro, dentro de sí, el camino que quiere recorrer.
Un corazón pacificador está dispuesto a ir más allá de sí mismo, en pro del bien y de la paz en la humanidad.
Un corazón pacificador reconoce la necesidad y la atiende para poder aliviarla.
Un corazón pacificador no se defiende ni tampoco se justifica. Él siempre busca estar atento a las señales internas.
Un corazón pacificador sabe por qué está en este mundo y para qué ha venido a la humanidad.
Un corazón pacificador se alegra por el logro del semejante y se esfuerza para que los demás lo puedan superar, porque un corazón pacificador sabe que no tiene nada que ganar ni nada que perder, ya que su ardiente aspiración es ayudar a que todos alcancen sus sueños.
Un corazón pacificador ama a la Creación y trabaja secretamente para que cada día la naturaleza sea reparada.
Un corazón pacificador no eleva su voz ni tampoco reafirma sus propias ideas, sino que está receptivo y abierto para aprender de las posibles diferencias.
Un corazón pacificador mantiene viva su aspiración de servir al Plan de Dios y nunca deja de sostener el estandarte de la paz.
Un corazón pacificador busca las Huellas del Maestro, porque en ellas está el camino, en ellas encuentra la verdad, en ellas comprenderá la vida, las experiencias y los aprendizajes.
Un corazón pacificador trabaja por alcanzar sus metas y lucha por expresar sus dones y talentos.
Un corazón pacificador no retrocede, sino camina, teniendo presente que cada uno de sus pasos será bendecido por la Gran Luz.
Un corazón pacificador impulsa el cambio, renueva las formas y concreta las aspiraciones que tiene el Gran Corazón Pacificador que es Cristo.
Que los buscadores del Gran Corazón Pacificador, que en estos días se reúnen y se unen por un Propósito Mayor, reciban las bendiciones de su Madre Celeste, para que todos los jóvenes pacificadores sean las nuevas semillas que se plantarán en la venidera Tierra Prometida.
Los bendice en este día y les agradece por responderle a Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Tengan fe y nunca duden, porque los Sagrados Planes de Mi Hijo nunca podrán ser interrumpidos; pero cuando sucede algo semejante es señal de que el Plan está cerca, pero muy cerca de concretarse.
Aprendan de Mi Hijo que, junto a Sus apóstoles, ante la tempestad, la barca parecía que iba a naufragar y Mi Hijo, a través de la mansedumbre y de la paz de Su Sacratísimo Corazón, dio la orden de que los vientos y el mar se detuvieran.
No pierdan el ánimo y que cada aprendizaje sea un nuevo impulso de crecimiento.
Si Mi Hijo los envía en Su Sagrado Nombre, ¡alabado sea el Señor!, porque las puertas y los corazones se abrirán en la hora cierta y todos ustedes podrán ser testigos de esto.
Queridos hijos, este es el camino del apostolado.
Este es el camino del servidor que nunca duda ante las dificultades ni tampoco se aflige ante las adversidades porque, antes de todo, cree en Cristo y en Su Voluntad.
Este es el camino de los apóstoles, de aquellos que no retroceden, sino que avanzan; de los apóstoles que están prontos para responderle y servirle al Señor del Universo; porque en el corazón de los apóstoles de Cristo está primero la confianza que erradica la duda y la mediocridad.
Hijos Míos, Mi Hijo les entregó el Espíritu Santo y con Su Espíritu los bendijo a todos, porque Él sabía que Sus compañeros estarían yendo al encuentro de las inocentes ovejas entre los lobos feroces.
Véanse debajo de los Rayos del Corazón de Jesús. Allí nunca sucederá algo contrario a Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando no tengas quietud interior, busca retornar a la paz del corazón, para que cada aprendizaje que vivas sirva para el crecimiento de la bondad de tu ser.
Sé que el ser humano no consigue comprender la razón de algunas experiencias dolorosas. Pero debe saber que existen causas y condiciones que generan como resultado esa experiencia.
En este momento, debes percibir con claridad las causas y las consecuencias para que, todo lo que lleves adelante, sea beneficioso para tu ser, dentro de los valores del bien común, de la justicia y, sobre todo, del amor.
Reconocer las raíces de las causas y de las consecuencias que tú mismo puedes generar para tu vida material y espiritual, te ayudará a salir de la ignorancia y de la incapacidad permanente de comprender o de aceptar las experiencias.
El camino real de la transformación significa ver más allá de uno mismo, comprender al semejante, buscar la belleza de las diferencias que puedan existir entre los seres humanos.
Al final de todo, es necesario no dejar de buscar la verdad, y la verdad se encuentra en el autoconocimiento y en ver, en cada momento, todo lo bueno que se puede aprender. Así, te irás liberando del sufrimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Bienaventurados aquellos que, a pesar de todas las dádivas recibidas, siempre se dejan moldear y corregir por las Manos de Dios.
Bienaventurados aquellos que nunca dejan de ser aprendices, aquellos que nunca pierden la oportunidad de observar, aprender y crecer, tornándose cada día más un representante del bien y de la paz en el mundo.
Bienaventurados los que enseñan con el ejemplo y que de sus bocas salen palabras sabias que aman y que corrigen con amor lo que estuviera fuera del camino y del Propósito de Dios.
Bienaventurados los que buscan la humildad, los que trabajan para que otros crezcan, los que aman los pasos dados y las oportunidades recibidas por sus hermanos.
Bienaventurados los que observan las faltas de los demás con compasión y que no afirman y reafirman el error del prójimo para justificar los propios errores y sentirse mejor que los demás.
Bienaventurados los que saben silenciarse para traer la paz, pero que no callan su boca para condenar con el pensamiento, sino que callan la boca para abrir el corazón y, en pensamiento, orar y atraer Misericordia.
Bienaventurados los que son transparentes delante de Dios y del prójimo, los que se liberan de sus amarras a través de la confesión con Cristo, los que no temen verse imperfectos, frágiles y pequeños a los ojos del mundo.
Bienaventurados los que, a pesar de todo, creen y buscan el Reino de Dios en el propio interior, los que no niegan su condición humana, sino que la reconocen como un pasaje hacia algo mayor.
Bienaventurados los que buscan lo sagrado en la vida sobre la Tierra, los que no se contentan con las energías del mundo y solo caminan hacia el Corazón de Dios.
Bienaventurados los que creen en las esferas celestiales, en la vida universal y superior, los que se saben solo una pequeña parte de una vida inmensa y desconocida.
Bienaventurados los que siempre se reconocen ignorantes, pero que no permanecen allí; los que se abren para que, en su ignorancia, Dios derrame sabiduría; y los que están siempre dispuestos a profundizar en el Infinito, por el simple hecho de saberse parte de él.
Bienaventurados los que aman de corazón, porque el propio amor les mostrará el camino.
Bienaventurados los que aspiran a ser bienaventurados y se esfuerzan para eso, teniendo como única aspiración cumplir la Voluntad y el Plan de Dios. Sus esfuerzos serán recompensados con la unión perfecta con el Creador.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Hay momentos en la vida en los que parecería no tener sentido o motivo de por qué es que suceden algunas experiencias. Pero en esas situaciones que se presentan, el alma vive una escuela que necesita para poder crecer y madurar en su compromiso con Cristo.
El motivo o la razón de que algo doloroso se presente en la vida, es para que el amor pueda regresar a la consciencia con más expresión, porque el amor enseña sobre la importancia de considerar a los demás y de colocarse en el lugar del semejante, para que algún día pueda sentir lo que él siente.
Esa escuela es la más exigente para el ser humano, porque la humanidad siempre hizo lo contrario, luchó por su propio beneficio y resultado, olvidándose del semejante.
Cuando esa escuela, de fuertes o dolorosas experiencias, comienza a cursarse, es porque llegó el momento de vivir una experiencia mayor que colocará al alma en un escalón de la consciencia que le permitirá ver y comprender la vida desde otra perspectiva.
Por eso, hay que abrirse para ser impulsado por esa escuela, la que por momentos podría parecer demasiado dura o difícil, pero la esencia de ese aprendizaje será ya no tener que vivir algunas experiencias, sino estar con el corazón bien abierto para colaborar y cooperar con la fraternidad y el bienestar de todos. Así se podrá salir de sí mismo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Intenta con esfuerzo no perder la paz, porque la paz te ayudará a aceptar y a comprender los aprendizajes de la vida.
Practica la paz, para que ella te inspire y te enseñe el camino de la mansedumbre.
Mi Hijo expresó la Paz en el momento de mayor tribulación y abandono. Si Él no lo hubiera hecho, tal vez no podría haber conseguido cumplir con la misión que el Padre le había encomendado.
La paz lo es todo, desde el principio al fin.
Ella te hará ver las situaciones más difíciles como las más importantes oportunidades para la trascendencia y la elevación de tu ser.
Deja que la paz se vaya profundizando dentro de ti, con la fe de que todo es para bien y para el crecimiento interior de tu consciencia.
Así, cuando todos los días enfrentes nuevos desafíos, sabrás que allí estará la paz, la que te traerá confianza y sostén en los momentos culminantes de la vida.
Hoy vuelvo a dejarte Mi Paz para que, a través de ella, puedas dar el primer paso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En cada ciclo de la evolución humana, hijos, llega el momento de que los discípulos den sus propios pasos y entreguen al Creador los frutos de su aprendizaje. Esto se vive en el Cielo como en la Tierra.
Cuando llega el momento de colocar en práctica todo lo que fue aprendido, deben tener como primer principio lo más básico y al mismo tiempo primordial: la humildad. Nunca se olviden de que toda enseñanza recibida tuvo como base la Gracia de Dios, y no el merecimiento humano. Cada instrucción, cada don, cada virtud y hasta aun cada destreza alcanzada, todo es fruto de la Gracia Divina en sus vidas.
Por eso, hijos, no pierdan de vista esa Gracia y, bajo el espíritu perpetuo de la humildad, sepan que solo triunfan cuando están en la Presencia del Señor y Él actúa a través de Sus hijos. Por eso, la oración, el silencio y la eterna consciencia de la Presencia Divina y de la necesidad de Su Gracia son lo que les permitirá mantenerse siempre en el camino correcto.
Esto es lo que extirpará de sus corazones cualquier vestigio de competición y desunión cuando quieran imponer sus propias ideas y pensamientos por encima de las ideas y pensamientos de los demás. Que nadie quiera jamás establecer su propia voluntad, sino que todos, reunidos humildemente en la Presencia del Creador, oren y pidan la Gracia para actuar, decidir y discernir frente a cada situación de la vida; esto los protegerá, los guiará y los mantendrá amparados bajo la Ley de la Gracia y de la Misericordia de Dios, aun en los tiempos de justicia.
Todo en sus vidas debe ser guiado por el Creador y, aunque Sus Mensajeros se silencien, deben aprender a buscar la Presencia del Padre en el propio corazón y escuchar Sus designios. Los puentes ya fueron creados, las puertas ya fueron abiertas; basta que en sus corazones sean siempre humildes y conscientes de la necesidad de la Gracia frente a cualquier situación.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimonoveno poema
Madre Dolorosa,
enséñanos todos los días
a perseverar en la fe y en el amor,
así como Tú perseveraste en Dios, todo el tiempo,
después de la Ascensión de Tu Hijo.
Madre Dolorosa,
revélanos el valor incalculable de la Pasión y de la Cruz;
que no le temamos al sacrificio, al dolor,
a la angustia y al fin del tiempo.
Madre Dolorosa,
sé el sostén de todos nosotros,
impúlsanos a servir y a amar
así como Tú serviste y amaste
a la ignorante e indiferente humanidad.
Que nuestro corazón se abra
para sentir y encontrar la respuesta
en cada aprendizaje de la vida.
Madre Dolorosa,
danos la paciencia que necesitamos
para poder atravesar estos momentos definitivos.
Que, por encima de todo,
vivamos la unidad de espíritu entre nosotros,
hermanos de camino,
así como Tú vives, querida Madre,
la unidad divina con Tu Hijo.
Muéstranos, en cada paso,
el significado de nuestra donación y entrega.
Que seamos amantes de la Cruz y del Corazón de Tu Hijo
para que, en el ejemplo de Cristo,
vivamos la hermandad y la fraternidad,
donándonos, sin demora, al semejante.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Aprende, hijo, a lidiar con los dolores y los temores que provienen de tu alma, esa alma antigua que ya recorrió tantas etapas de la vida y que ahora se ve ante lo desconocido, lugar en donde las seguridades y las creencias más profundas parecen desaparecer, lugar en donde el desierto se ve tan amplio y la sequedad toma el lugar de la fe.
Aprende a sentir los dolores y los miedos que provienen de tu alma y que se manifiestan en tu corazón como sentimientos tan intensos y profundos, cuyas raíces no sabes de dónde provienen. En tu alma están esas raíces.
Entonces, habla con esa pequeña alma y dile: "Confía en el Señor, alma amada. En ti se encuentra la fortaleza para cruzar desiertos y pruebas. En ti el Señor construyó la base sobre la roca para que, a pesar de los vientos de estos tiempos, no veas tu castillo interior desmoronarse".
Ora, hijo, con tu propia alma, conversa con los núcleos más profundos de tu ser y, al mismo tiempo que buscas la unidad con Dios, busca también la unidad contigo mismo.
Comprenderse y abrirse a descubrir el propio interior para ver las propias debilidades y dolores es algo que deben comenzar a vivir para que, en el tiempo que vendrá, ustedes sean puentes y luces en el mundo, capaces de ayudar a los que vendrán ciegos por el camino.
Por eso, al sentir esos sentimientos profundos y ocultos, ve más hacia adentro, quédate frente a tu alma y pregúntale de dónde viene su dolor, de dónde viene su temor. Ora con ella y pide la Gracia de ser libre, de ver y de curar las llagas más ocultas de la consciencia, y no tengas miedo de lo que encontrarás dentro de ti, porque te espera el Curador y Redentor, el Dueño de todo perdón y Rey de la Misericordia, con los Brazos abiertos.
Pero si no lo buscaras, si sientes tus dolores y los escondes, ¿cómo podrá tu Señor tocar tus heridas y cerrarlas o, con una única mirada, curar todo tu ser?
Por eso, hijo, no temas, pero sí ama. Ama a Dios, ama al prójimo y ama también lo que Dios aspira a manifestar en ti. Ama lo sagrado que habita en tu interior, ama el Pensamiento del Señor para tu vida y permítete ser curado y retomar tu propósito.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Un alma que por mucho tiempo se preparaba para la gran tribulación del planeta, a medida que esta se aproximaba, se sentía más insegura e ignorante. Sentía lo desconocido de esta prueba planetaria y le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor y Padre Eterno, ¿cómo puedo estar preparada para vivir estos tiempos? ¿Cómo puedo ir más allá de mi ignorancia e ingresar en Tu Sabiduría? ¿Cómo puedo ir más allá de mis miedos e ingresar en Tu Paz?”.
Y el Señor le respondió: “Como percibes, alma pequeña, estos tiempos son nuevos y esta prueba es desconocida y desafiante para toda la vida en la Tierra y más allá de ella; pero en tu interior, se encuentran Mis Gracias y todos los Dones que un día, mientras orabas y servías, fui depositando en él. Ellos emergerán y serán tu auxilio y tu paz.
Dentro de ti, sin embargo, vive también una síntesis que te permite encontrar aquello que aún no fue vivido: el Amor-Sabiduría aún no alcanzado en ninguna época de la humanidad, sino solo en el Corazón de Mi Hijo. Por eso, alma pequeña, deja que todos los aprendizajes más profundos de la humanidad se sinteticen en tu interior.
Vive y siente la ignorancia de los pueblos primitivos que, en su simplicidad mental, no permanecieron allí, sino que fueron capaces de lanzarse a lo desconocido para sobrevivir y evolucionar. Toma de ellos los registros más profundos de la posibilidad humana de romper barreras y crecer. Crece, entonces, no solo como ser humano pensante, sino como ser humano que siente la vida, que comulga y que se encuentra en el Todo de la Creación.
Vive la pureza de los pueblos indígenas, los pueblos originarios. Vive la perseverancia de los que, a pesar de toda el ansia de poder de la humanidad, escogieron la pura sabiduría y permanecieron en su paz.
Vive en tu interior la compasión de Oriente, la ciencia pura del estudio del cuerpo, de la naturaleza y de las estrellas, que hace que la consciencia humana reconozca, al mismo tiempo, su grandeza y su pequeñez.
Vive la fe de los primeros cristianos, los que rompieron barreras y fueron más allá de las primeras Escrituras Sagradas; los que no permanecieron en las palabras, sino que creyeron al ver profecías vivas; los que se permitieron transformar y supieron escuchar, más que a la simbólica predicación de Mi Hijo, a todas las revelaciones celestiales que Él trajo; a los que vivieron el Reino y se descubrieron Reino con Cristo, imitando Sus Pasos a lo largo de todos los siglos.
Vive la paz de las almas simples, que no se aferran a las riquezas del mundo, pero sí se sustentan en la alegría de la Presencia de Dios; almas cuya fortaleza fue construida sobre la roca y que no se perturban cuando se derrumba la gloria del mundo, sino que permanecen en Dios, aun delante de las tempestades.
Es así, alma amada, que experimentando en tu interior los Dones que Yo le entregué a la humanidad en cada época, en cada pueblo, en cada religión, te abres para vivir algo nuevo, fruto de todo lo que fue aprendido. Esta es la transición de los tiempos”.
Que este profundo diálogo los inspire, hijos, a encontrar la paz y la sabiduría en los tiempos de transición.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Noveno poema
Madre, Puerta de Sabiduría,
ayúdanos a aceptar y a comprender
estos tiempos.
Impúlsanos al vacío de sí
y a la donación total de nuestro ser.
Que no existan condiciones ni formas
para nuestro servicio.
Que podamos todos los días,
hacer las cosas por amor y por nada más.
Que consigamos imitar a Tu Hijo
en todos los atributos
de Su divina e insondable espiritualidad.
Señora de los Ángeles,
protege a todos los que siguen
el llamado de Tu Corazón.
Envuélvenos con Tu Manto de Luz y de Cura,
para que nuestras dificultades y traumas sean disueltos,
porque a lo único que aspiramos es a poder estar
en Tus brazos de Amor maternal.
Consuélanos, Virgen de la Paz,
cuando sintamos que ya no tenemos fuerzas
para seguir adelante.
Haznos ver, en cada aprendizaje,
una oportunidad de superación y de rendición.
Querida Madre,
que no le temamos a la enfermedad,
a la soledad ni al fin de los tiempos.
Sostennos,
para que, bajo Tu Espíritu incondicional,
aprendamos a entregarnos sin interés,
así como lo hizo Tu Hijo por Amor a la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En cada nuevo día, amanece con el corazón pleno de gratitud.
Que tu primer pensamiento esté impregnado de gratitud por el don de la vida, de gratitud por cada aprendizaje que ese día traerá consigo, de gratitud por todas las Gracias recibidas, de gratitud por aún poder levantarte y servir, amar y transformarte según la Voluntad de Dios.
La gratitud, hijo, te hará crecer humana y espiritualmente, porque aquel que es agradecido no se envuelve con las debilidades humanas, sino que se afianza en la Gracia Divina y en la Misericordia que cada día recibe de Dios.
El corazón agradecido se torna consciente de que todo cuanto pueda hacer en este mundo es poco para retribuir y multiplicar el Amor que recibe de Dios.
La gratitud eleva las consciencias más allá de las dimensiones del caos y las coloca en un estado de Gracia para que sepan lidiar con cada situación de la vida con sabiduría y discernimiento, imprimiendo la Voluntad de Dios, y no la propia, en todas las cosas.
Por eso, elévate a través de la gratitud y, en cada momento del día, recuerda agradecer a Dios por todo. Así estarás en el mundo perteneciendo a los Cielos y el Reino de Dios se podrá expresar a través de ti.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
La vida crística de cada ser es inmortal y siempre sigue evolucionando según sus necesidades de aprendizaje y de madurez. Ella es acompañada por el alma, que es la que más aprende de toda la vida interior y esencial, porque al alma le corresponde realizar la síntesis de toda su experiencia vivida aquí, en la Tierra.
El alma tiene la misión de llevar todo el aprendizaje adquirido en esa escuela hacia sus núcleos superiores, y desde allí, llevar adelante una evaluación sobre los aciertos y los errores cometidos para que, en la próxima etapa de su aprendizaje, ella pueda asumir ciertos principios que antes no vivía ni aplicaba como primordiales.
La escuela de la vida crística está basada en el amor absoluto que una consciencia puede desarrollar ampliamente durante su encarnación.
En la mayoría de los casos, las almas no tan despiertas a la vida del espíritu, solo guardan la experiencia de un amor muy personal, y cuando le llega la hora de partir hacia nuevas escuelas, el amor de los que la rodean impulsa a su espíritu para que se anime a encontrar la ascensión y, así, unirse de forma definitiva al Amor Mayor que la creó.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal – Parte V
Solo el amor verdadero, que brota de un corazón humilde y puro, lo hará entender y comprender el significado y la razón interna por los cuales la vida de una comunidad es importantísima para Dios como parte de Su Proyecto.
Teniendo un corazón humilde, se es capaz de atravesar los umbrales de ideas propias o de momentos de ilusión que una consciencia podría estar viviendo.
En síntesis, el amor es capaz de abrir las puertas a la sabiduría, es capaz de superar el error, e incluso el dolor escondido.
La comunidad no solo debe expresar su propia vida, debe ser también un espacio futuro en el que germinen nuevas semillas, que son las almas que llegan para despertar el sentido de la vida interior y a la posibilidad de demostrar sus virtudes y talentos.
Es así que la comunidad se vuelve un espacio rico en virtudes y talentos, y todos esos impulsos de construcción y de dinámica diaria elevan la consciencia de los miembros de la comunidad haciéndoles percibir, más allá de las necesidades, la esencia fundamental de cada etapa de aprendizaje que se presenta.
La comunidad es un lugar para aprender y no para distorsionar los nuevos patrones de conducta. No hablo de rigidez extrema ni de militarismo humano, me refiero a la posibilidad de pasar de lo común de la humanidad hacia lo inusual, lo que no es cotidiano ni tampoco inmóvil.
En ese sentido, la comunidad puede expresar diferentes escuelas, que ayudarán a sus miembros para que ellos aprendan a participar de lo que es espiritual e interno y, así, podrán percibir los niveles superiores para saber interpretar las señales de las estrellas, que son los símbolos de los aprendizajes y de las experiencias que la propia comunidad podrá vivir y, así, comprender lo que se aprende en cada ciclo, para que ese ciclo se pueda renovar y ampliar la consciencia de todos.
La comunidad es un espacio en donde las almas podrán percibir en qué nivel se encuentran y cómo seguir avanzando a través de su espontáneo despertar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mientras recorren los lugares sagrados, tengan en sus corazones a toda la humanidad, a toda la vida.
Sientan que todo lo que reciben, como impulso interior, llega a cada ser de la Tierra y más allá de ella.
Sientan la unidad espiritual que se establece en los corazones de los que saben que todo lo que reciben no es para sí mismos, sino para que el Plan de Dios se cumpla en todos Sus hijos y en este mundo.
Más allá de unir las dimensiones y llegar al Corazón del Padre Celestial, los seres humanos, hijos, tienen la posibilidad de compartir interiormente todos los aprendizajes evolutivos que viven, así como todos los códigos de luz que reciben para dar sus pasos en dirección al Amor de Dios.
Fue de esa forma que el Amor alcanzado por su Señor en la Cruz desbordó de Su Corazón, y todo lo que Él alcanzó llegó a cada ser de este planeta y mucho más allá de él.
Este es uno de los dones que Él les enseñó con Su entrega: el don de donarse no solo a sí mismo, sino de donar todas las Gracias recibidas y alcanzadas. El don de sentirse unido a todas las criaturas y saber que todo lo que viven es por todo y por cada ser de este planeta.
Miren al prójimo, aunque sea un desconocido, y sepan que él es también parte de Dios y que está aquí para aportar algo, aprender algo, redimir algo y alcanzar el mismo amor que, por Gracia y Misericordia, ustedes reciben todos los días.
Cuanto más dejen influir a las dádivas recibidas y, conscientemente, vivan las Gracias como un servicio por la humanidad, más, hijos, esas dádivas fluirán al mundo.
Recuerden que los seres humanos son un gran misterio. Misterio que se devela experimentando y viviendo, arriesgándose a amar y a servir cada vez más profundamente.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Compañeros:
El Universo tiene y guarda una historia que la mayoría desconoce, pero que es visible y real a los Ojos de Dios.
Esa historia es parte de diferentes aprendizajes y experiencias que marcaron para siempre el proceso de la evolución.
Historia por la cual, los grandes Padres Creadores han trabajado para poder revertirla desde el plano espiritual donde ella fue gestada.
Por esa razón, los propios Padres Creadores se ocuparon de buscar una solución, dado que para este sistema de vida, en el Planeta Tierra, dichas historias necesitarían ser más trabajadas para ser modificadas y transformadas, ya que el peso que genera la dualidad hace de esa historia un estado y un proceso de purificación o de resistencia semejante a un acontecimiento cósmico o estelar.
Con esto quiero expresarles que ese momento ya llegó y que ese momento es ahora, lugar y espacio en el que todos los seres humanos se conocerán de verdad y podrán tomar consciencia de que será necesario vivir un cambio, pero un cambio que se viva desde la consciencia, para que después se viva en todo el resto del ser.
Enfrentar ese momento y esa historia será estar ante algo que parecería increíble, pero que el ser superior de cada consciencia vive, experimenta y recuerda todo el tiempo.
La única llave es aceptar lo que está más allá de la comprensión y de la capacidad de amarlo o no, así por medio de esa actitud, la consciencia estará preparada para traspasar los umbrales de los posibles errores cometidos, los que siendo purificados, ya no estarán en el inconsciente de este Universo.
¡Les agradezco por comprender la ciencia de Mis Palabras!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más