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Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Hoy, estoy aquí, en la Casa de Cristo. Puedo estar más cerca, espiritualmente, de la traumatizada Ucrania. Puedo recoger las oraciones de todos los que oran por la sagrada causa de la Paz.
Por eso, hijos Míos, estoy agradecida porque, en esta hora del planeta, muchas situaciones necesitan ser atendidas, y es urgente para Dios que haya una intercesión celestial.
Por eso, cuando las voces se unen en oración, Yo como Madre del Mundo puedo interceder y abrir, una vez más, las puertas de los Cielos para que los Ángeles de la Paz y de la Reconciliación ayuden a las almas más perdidas, especialmente a las almas que están en los conflictos y en las guerras.
Queridos hijos, por ese motivo, Yo estoy aquí, para irradiar Mi Amor y Mi Luz al mundo; para decirle a los mundos internos de las Criaturas de Dios, Mis Hijos, que se detengan y escuchen el grito del planeta y de las familias desplazadas por la guerra, por el hambre y por la migración.
¿Hasta cuándo sucederá esto?
Por eso, Mi Mensaje llega para sensibilizar, aun dentro de la Iglesia de Cristo, a los que no piensan en los refugiados ni en los pobres.
Espero, queridos hijos, que antes de que todo suceda, más almas buenas sean capaces, Conmigo, de ayudar a equilibrar la balanza de la Ley; porque, de lo contrario, será la propia humanidad, como lo viene haciendo hasta ahora, que se lastimará a sí misma.
Rezo para que no existan ideas autodestructivas en la superficie de la Tierra, para que ninguna bomba más sea lanzada sobre las naciones como si fueran desperdicios. ¡No, hijos, no hagan eso!
Sean capaces de percibir hasta donde llega el mal. Arrepiéntanse y pidan perdón, porque queda poco tiempo.
Recemos para que la poca paz que hay en este planeta no desaparezca.
¡Les agradezco por estar unidos a Mí en oración!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Les pido que, a partir de hoy, sus vidas sean rosas en las manos de la Madre de Dios, a fin de que Yo pueda depositarlas como oferta de amor consolador a los pies de los Tronos de Dios.
Hijos amados, ser una rosa en las manos de la Madre Celeste es santificar sus vidas todos los días, a través del servicio incondicional y de la oración que brota como llama de amor y de devoción del corazón.
Las rosas de la vida son las que Yo necesito, en este momento, para justificar ante la Ley Divina todos los errores e indiferencias cometidos en contra del Corazón de Dios.
Por eso, a través de una determinación constante y de un empeño verdadero, Mis amados, sean rosas en las manos de la Madre de Dios, para que la Madre Celeste tenga la dicha de poder interceder, salvar y rescatar a todos los que padecen y sufren en este momento.
Si son rosas en Mis manos, podrán transformar la vida en una vida digna en el Señor.
Cuando Me ofrecen rosas en Mis altares, Yo las acepto porque sé que, las flores ofrecidas por Mis hijos a la Madre de Dios, no solo tienen el fin de honrarme y de reconocerme.
Con esa simple oferta de traer flores a la Madre de Dios, Yo, como Sierva y Esclava, recojo ese cariño de Mis hijos para verter ese amor que recibo sobre los oscuros abismos de la Tierra. Así, aquellas almas condenadas reciben la Gracia de la liberación. Así, todas las almas se liberan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de tener la oración como el instrumento fundamental en sus vidas.
Así, dentro del universo de la oración, recibirán la luz de la sabiduría para la transformación absoluta que sus consciencias deberán vivir.
Este es el tiempo de tener a la oración como el instrumento para solucionar las situaciones más difíciles, porque la oración siempre los llevará a permanecer en otra frecuencia, en una realidad más segura en este momento planetario.
Hijos Míos, Yo los invito a difundir este instrumento, no con palabras ni con mensajes, sino con sus ejemplos de transformación y de conversión a través de la Escuela de la Oración, porque la oración también ayudará, al igual que el ayuno, a mantener en equilibrio a los elementos de la naturaleza.
En esta Escuela de la Oración que deben vivir, hijos Míos, les pido que no dejen de rezar. Este es el momento de que sus corazones eleven las más fervorosas y sinceras oraciones hacia lo Alto, para que situaciones graves en la humanidad puedan encontrar una solución.
Todos los Hijos de María consagrados, en este momento, deberán estar unidos en oración, como almas y como hermanos, más allá de la distancia, para que su Madre Celeste pueda interceder por todas las necesidades.
Que la oración, hijos, sea la melodía interior que resuene dentro de ustedes, a fin de que sus vidas, algún día, sean una oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Castísimo y Venerable San José se prepara, en este mes de julio, para finalizar su tarea con la humanidad, pero Sus enseñanzas y palabras resonarán en aquellos que supieron reconocer, a lo largo de los años, los impulsos que Él dejó para la trascendencia de la humanidad.
Hijos, quisiera anunciarles que el próximo 19 de julio, día de la última aparición de San José, quedará instituida la Fiesta mensual del Corazón de San José, en la que todos los días 19, por los meses que vendrán, San José desde los cielos estará intercediendo por las causas imposibles y por las purificaciones más difíciles del corazón humano.
Esta Fiesta de San José no solo será para recordar Su presencia paternal en la vida de Sus aprendices, sino también será la oportunidad de que los corazones supliquen a San José para que Él les conceda las Gracias necesarias.
Ese día, quien esté ante el Sagrado Relicario de San José tendrá la dicha de ser bendecido por San José y podrá comenzar a encontrar el camino de la humildad.
Esa Fiesta de San José no solo será para honrar el Santo Nombre del intercesor del corazón humano, sino será también un día en el que las almas, que estén orando a San José, podrán renovar sus votos, y la vida misionera, mes a mes, será amparada por la luz del Casto Corazón.
Que la Fiesta mensual de San José sea para recordar el impulso de cada una de Sus palabras e instrucciones.
Todos los días 19, cada alma podrá ofrecerle a San José no solo su corazón imperfecto, sino también podrá encenderle una vela a fin de que la Gracia de la conversión transforme el corazón de los hombres y se conceda la cura a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragésimo poema
Señora de las Gracias,
Expresión infinita de la Humildad
y de la Generosidad de Dios,
que hoy nazca de nosotros
un profundo y verdadero agradecimiento
por todo lo que nos has entregado
con tanto Amor, Devoción y Gracia.
Que de nuestros corazones
solo emane gratitud, reverencia y devoción,
como forma de expresar todo nuestro amor
a la Madre Celeste.
Quisiéramos que en el Cielo
resonaran nuestras voces,
para que los ángeles de la Virgen María
escuchen nuestra sincera proclamación.
Gracias al Universo de Dios
siempre hemos sido bendecidos, purificados
y colmados por la intercesión de Nuestra Señora.
Que tengamos la dicha de poder recordar
cada momento compartido
con los Sagrados Corazones.
Que, en este ciclo de definiciones,
nuestras almas estén volcadas
a la entrega, al amor y al sacrificio
por esta magnífica y humilde Obra de Amor.
Hoy nuestras almas reiteran su gratitud,
porque fuimos bañados por la Luz
del Inmaculado Corazón.
Que la Madre Divina sepa
de nuestro agradecimiento
y del amor que le tenemos de corazón.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimonoveno poema
Protectora de todas las almas,
Esperanza Suprema de todos los pobres,
Estrella y Lucero de los últimos tiempos,
Te rogamos, en este momento,
que nos ayudes a encontrar
la Luz misericordiosa de Cristo,
para que podamos ser tocados por Sus poderosos Rayos
y, así, seamos liberados de todas las cadenas
que nos aprisionan.
Eleva nuestro ser, Divina Señora de la Paz,
para que, poco a poco,
vayamos desprendiéndonos de esta condición material,
porque aspiramos ardientemente
a que, con Tu poderosa intercesión,
seamos llevados, ahora y siempre,
al Universo Espiritual.
Queremos estar ante los Tronos del Padre Eterno
para poder alabarlo y glorificarlo,
así como los ángeles lo exaltan eternamente.
Danos la humildad suficiente para que reconozcamos
que, en el vacío total de nuestro ser,
alcanzaremos con esfuerzo el Universo Divino,
aunque estemos presentes en la Tierra.
Madre, Tú eres la Puerta de la Paz.
Que se abran los universos ante Tu Presencia
para que podamos ver la inmensidad
del Universo de Dios y de toda la Creación.
Queremos comulgar con este momento.
Esperamos, algún día,
estar en los Brazos del Padre Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
El mes de mayo, hijos, podría ser conocido como el mes de la intercesión por las almas y por el planeta.
Es el mes en el que las Leyes de la Gracia y de la Misericordia actúan más intensamente en la Tierra, a través de la devoción de las almas que se consagran y se reconsagran al Inmaculado Corazón de María.
Mayo no es solo un período cronológico, es además el período de un ciclo espiritual en el que los Espejos del Cosmos se alinean con los Espejos de lo profundo de la Tierra y también con aquellos que están en el corazón y en la esencia de los que oran. De esa forma, una red de luz espiritual, divina y planetaria se manifiesta por el simple hecho de que las almas expresan su devoción y amor al Inmaculado Corazón de María, la Reina de todos los Espejos de la Creación.
A través de las oraciones de Sus hijos, la Madre y Gobernanta Celestial manifiesta, entre las dimensiones, Portales de liberación y de intercesión para las almas más pecadoras y perdidas. Es así que la oportunidad de una Gracia es concedida a los que se arrepienten de corazón y oran por la redención y por la paz en el planeta.
También los Reinos de la Naturaleza, los elementos y la vida que habita el planeta son tocados por las Gracias más profundas que provienen del Corazón de Su Madre Celestial.
En el universo, como en la Tierra, los ángeles y arcángeles se mantienen atentos a las súplicas de los que oran en todas las culturas y religiones, a los que claman sinceramente por paz porque, a pesar de su incomprensión e ignorancia, el amor en los corazones de los que oran se transforma en méritos para la cura, la redención y el despertar de todas las almas.
Por eso, oren, hijos, y reconsagren sus vidas a Dios en cada instante. Están en un ciclo de Gracias, de Misericordia y de intercesión, aun ante el escenario caótico del planeta. Que sus almas estén en el punto correcto de su elevación para que siempre alcancen la paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castíssimo
Queridos hijos:
Después de nueve días de oración a San Rafael Arcángel, en este día y por medio de las 1000 Ave Marías, su Madre Celeste completó una etapa más dentro de la misión espiritual de asistencia a la humanidad.
Por cada Ave María que es realizada de corazón en este momento, un alma más recibe la oportunidad de liberarse de su cautiverio espiritual y material. De esa forma, Mi Materno e Inmaculado Corazón triunfa en la vida de los que se convierten a Dios en estos tiempos.
Por medio de las 1000 Ave Marías la Jerarquía Celestial también intercede por los que están desprotegidos y sumergidos en la miseria material, efecto de la desigualdad y de la cultura del descarte.
Es por eso, hijos amados, que sus oraciones llegan al Cielo y todas esas intenciones se convierten en Gracias y en expiaciones para los que realmente sufren las consecuencias de estos tiempos.
En estas horas, mientras transcurren las 1000 Ave Marías, el Padre Eterno contempla el esfuerzo y el esmero de Sus hijos, en un momento planetario en el que solo la fe y la esperanza podrán cambiar el destino actual de toda la raza.
Es de esa forma, que el encuentro de hoy los prepara para los eventos que sucederán durante todo el mes de mayo. Momentos en los cuales la Jerarquía entregará más impulsos e instrucciones para que en este 2020 las almas terminen de formarse en esta escuela de transición de los tiempos y de los ciclos.
Agradezco nuevamente la adhesión de los que hoy rezan Conmigo por la paz y la cura de la necesitada humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy, los Santuarios y Centros Marianos del mundo están adornados y bellos por las flores de la oración de Mis hijos, por la fidelidad de los que siempre cumplen Mi llamado cada vez que Yo lo solicito porque, por más que no comprendan el misterio de Mi convocatoria, las almas se adhieren en obediencia y, por amor y fe, lo realizan.
Hoy, su Madre Celeste, la Inmaculada Concepción de Lourdes, se sirve de todas las oraciones que son sinceramente ofrecidas por Sus hijos. Y desde ahora, Me encuentro recogiendo las súplicas de los corazones por todas las almas que están severamente condenadas a la perdición y que, en algún momento de sus vidas, recibirán la llamada de Dios para que puedan despertar.
Desde la Gruta de Massabielle, en la histórica ciudad de Lourdes, su Madre Celeste emite un pedido de ayuda celestial y espiritual a todos los ángeles, a fin de que ellos intervengan en los asuntos de la humanidad que necesitan de mucha luz, Misericordia y redención.
A través de la visita a las Iglesias, a los Santuarios y a los Centros Marianos, su Inmaculada Madre está consiguiendo conceder Gracias especiales y profundamente espirituales para todos los que las pidan, así también se concede la Gracia de la conversión del corazón, por un corazón manso, humilde, pobre y servicial.
Estos valores son los que, en verdad, mantienen a la perdida humanidad dentro de la chance de la redención total. Por eso, hijos, todos los ofrecimientos, rosarios, canciones y alabanzas, no son dirigidos directamente hacia la Divina Madre, sino que todo ese ofrecimiento de los corazones llega a Dios por intermedio de la Virgencita de Lourdes.
Así, el Padre Celestial consigue sentir el alma y el corazón de Sus hijos, y enseguida Él abre la puerta de Su Divina Misericordia para que las almas se puedan salvar.
Yo les enseño, Mis queridos hijos, a interceder por las causas y por las situaciones imposibles para que, en los próximos tiempos, su comunión espiritual y su diálogo con Dios sea cada vez más verdadero y profundo, porque el tiempo de grandes definiciones llegará y las almas deberán estar seguras de las decisiones que tomen.
Queridos hijos, me despido, siento el gozo de sus ofertas en Mi Inmaculado Corazón, y que en estos próximos días ustedes, Mis hijos, puedan seguir donándose en oración para que el triunfo de la Novena a la Señora de Lourdes sea bien amplio y llegue a todos los que necesitan de ella.
¡Les agradezco de corazón por responder y por vivir Mi llamado!
Los bendice y los lava con el Agua Espiritual de Massabielle,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A pocos días de conmemorarse Mis apariciones en Lourdes, Yo los invito a revivir, desde el 11 de febrero, dicha celebración, adornando sus casas y, especialmente, consagrando sus corazones a la Virgencita de Lourdes.
Deseo que el 11 de febrero de este año, los Centros Marianos ofrezcan un Misterio del Rosario por la consagración de las almas del mundo a la Virgen de Lourdes.
En ese día, todos los que visiten las iglesias, los santuarios o los Centros Marianos recibirán una Gracia que los ayudará en los próximos tiempos. Y más aún, si Mis hijos orantes, a partir del 11 de febrero ofrecieran una novena del Santo Rosario trasmitida por el canal de oraciones para todos los hermanos y esta novena fuera ofrecida a la Inmaculada Concepción, Yo podré interceder por las almas que ya están condenadas en la perdición y el caos. Yo misma retiraré a cada una de ellas del fuego del infierno y las llevaré hacia el Reino Celestial.
Si esta novena también fuera ofrecida por todos los sacerdotes del mundo entero, la Virgencita de Lourdes aplacará la angustia que Dios tiene por Sus hijos sacerdotes infieles y Yo misma seré la justificación de cada uno de ellos. Pero también seré el consuelo de los que luchen por el triunfo del ministerio sacerdotal de Cristo.
En esos días, Yo disolveré con el poder de Mis Rayos a las criaturas del mal que desvían y perturban la atención de Mis sacerdotes, y a las almas les daré la ciencia de comprender el sentido espiritual y divino de ese sagrado oficio. Así, ustedes los apoyarán hasta la muerte.
Quiero que a partir del 11 de febrero, todos conmemoren a la Virgen de Lourdes, para que la pureza sea recuperada en los corazones y el mundo perciba que se alejó de la verdad.
En esos días del mes de febrero, a partir del 11, su Madre Celeste estará, de manera especial, recogiendo las intenciones y las oraciones de los que visiten los santuarios, las iglesias y los Centros Marianos. Así, Yo podré ayudar más a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Me llaman vengo a su encuentro, amparando con Mi Casto Corazón a cada pequeño y gran esfuerzo que hacen para cumplir el Propósito de Dios.
Contemplo, con amor, aquello que pudieron alcanzar y, con piedad, sus debilidades más profundas, sus miserias más arraigadas.
Contemplo a cada uno de ustedes con una mirada de Gracia y de Misericordia, porque siempre que están delante de Dios y abren el camino para Sus Mensajeros, el mismo Creador vierte sobre sus espíritus los designios celestiales que Él tiene para sus vidas, desde el principio.
Su Padre Celestial descansa en los corazones que se esfuerzan y, por más que aún sean ignorantes de la verdad y que tantas veces se pierdan en las ilusiones de este mundo, es el esfuerzo, hijos, el esfuerzo constante que los aproxima a Dios, que los hace reparar Su Santo y Eterno Corazón.
Su Padre Celestial tiene un tiempo para todo y, con amor, aguarda por cada uno de sus pasos. Lo que más importa es que siempre estén caminando, que siempre estén con sus pies y su corazón en la dirección correcta, que es la rendición a Dios y el esfuerzo por amar y servir cada día mejor.
Con ese pequeño, sin embargo, tan profundo movimiento de ir todos los días en dirección a Dios y al prójimo, el mismo Dios, hijos, también vendrá en su dirección. Y aunque sea silencioso e invisible, el encuentro acontecerá.
Mi Casto Corazón hoy se alegra, no solo por todas las tareas materiales y los esfuerzos físicos que hicieron en esta mañana. Me alegro de ver espíritus esforzados, corazones postrados, intentando superarse, a pesar de sus límites.
No digo estas cosas para engrandecerlos, sino para animarlos. Este es el camino, el camino del amor y de la entrega, de la donación de sí y de compartir la vida y el pan con sus hermanos.
Que sus aspiraciones no estén dirigidas a nada más que a la manifestación de la Voluntad Divina, aunque para eso, hijos, ustedes disminuyan y otros crezcan.
Sean bases cuando fuera necesario alzar un corazón que necesita apoyo.
Sean manos que elevan, que inspiran, que donan y que se arriesgan a apoyar a todos aquellos que están intentando caminar.
Que cada uno haga su esfuerzo sin olvidarse del prójimo. Caminen mirando adelante, pero sabiendo que siempre están abriendo el camino para otros y no para sí mismos.
Hoy, hijos, les dejo Mi bendición, Mi gracia y Mi paz.
Sé que muchos de ustedes están cruzando desiertos y desafíos. Por eso, que Mi amor y Mi presencia sean agua y renovación en sus vidas.
Oren Conmigo, porque soy su intercesor ante Dios.
No vengo al mundo más que para servir. Podría estar perfectamente unido al Creador, pero estoy aquí para llevarlos de la mano, porque esta es la Voluntad Divina. Por eso, cuenten Conmigo, con Mi amor y con Mi intercesión.
Yo los bendigo y les agradezco por no detener sus pasos.
San José Castísimo
Reina, Madre y Abogada vuestra
En las altas Esferas Celestiales, muy próximo a la Fuente del Padre Celestial, se encuentra un estado de Consciencia Divina en donde su Reina, Madre y Abogada vuestra, intercede por las causas imposibles.
A ese estado de consciencia, que es un Plano Espiritual y Divino en donde se encuentran las diferentes Jerarquías Angélicas que acompañan a su Madre Celeste en el proceso espiritual de la intercesión, también llegan los Ángeles de la Guarda de todas las almas del mundo. Ellos pueden presentarle al Padre Eterno los méritos alcanzados por las almas buenas a través del servicio, de la donación de sí, de la oración, de la transformación y de la redención de la consciencia. Pero también pueden presentar, silenciosamente, todo lo que no alcanzaron las almas que están perdidas y que aún no despertaron a la poderosa Luz de Dios.
Ante ese escenario, la Reina, Madre y Abogada vuestra, apela ante el Padre Eterno por una Gracia no merecida para alguna situación o causa que está fuera de la Ley. En ese momento, el Padre Celestial le concede a la Reina, Madre y Abogada vuestra, que exponga las razones de Su pedido e intención.
Es así que el Universo Celestial recibe de la Madre Divina la intención que fue manifestada y se procede a entregar un estado de Gracia no merecida, a través de la acción de la Misericordia Divina.
En esa hora, los ángeles reciben la orden del Único de liberar a una consciencia o situación del estado inferior de consciencia y, así, por intermedio de los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, el alma o la situación recibe la ayuda espiritual que necesita con urgencia.
Ese poderoso y desconocido estado de Gracia Divina permanece latente en el centro de luz de la esencia del alma que clamaba por ayuda, y así se establece la acción de la Ley de la Misericordia, del Perdón y de la Redención.
Ese estado de Gracia permanecerá en la consciencia el tiempo que la misma lo valore y lo reconozca, dentro de sí, por medio de una vida correcta, límpida, pura y simple conforme a lo enseñado en el Evangelio de Cristo.
Mientras tanto, en el Universo Celestial, la Madre Santísima recoge todas las oraciones, ofertas e intenciones que son elevadas por los propios ángeles hasta el Cielo. Y reuniendo todas las peticiones, la misma Virgen Santa las coloca, en una acción de pura humildad, a los Pies del Creador.
En ese momento intercede el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, para que el alma por la cual se interviene o la causa por la cual se apela reciba la unción espiritual de la Tercera y Divina Persona.
Así, en esa bendición que se concede, el alma o la situación por la cual se interviene es impulsada por la renovación y el perdón; y el Sacramento de la Reconciliación sucede entre el alma y el Universo Divino.
Su Reina, Madre y Abogada, al ver que se restablece la alianza con el Padre Eterno, procede a atender otras necesidades y urgencias, buscando que, más allá de todo, Sus hijos de la Tierra recuperen y vivan en el Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A todos los que, anteriormente y durante la guerra, fueron soldados del mal, Yo los transmutaré y los libraré de esa prisión de errores.
Por eso, en los planos internos, Mi Divina Madre prepara las bases de Luz para que el Hijo de Dios pueda obrar e interceder, por medio de Su Misericordia, por todos los que cayeron en la adversidad y fueron abducidos por las prácticas del mal.
A todos ellos les llegó la hora de ser evacuados del planeta, para que la humanidad se pueda liberar de esos hechos para siempre y la luz de la esperanza pueda renacer y rebrotar en la humanidad actual.
Por esa razón soy enviado por el Padre Eterno, junto a Mis Apóstoles, para tratar y trabajar espiritualmente en esa situación que aún está presente en la ciudad de Berlín, en Alemania.
Ya es el tiempo, ya es el momento de que la acción de la Misericordia cure todos los espacios de la consciencia, para que las almas reciban una nueva oportunidad.
Nos estamos preparando para ese momento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy el mundo entero, pero especialmente el Santuario de Fátima, por medio de todos los peregrinos recuerda que la humanidad tiene Madre. Una Madre que silenciosamente intercede sin cansancio ni demora por la humanidad. Una Madre que desde el principio e incondicionalmente aceptó entregar a Su Hijo para ser la Madre de la humanidad.
Hoy Fátima se enciende como un sol a través del Amor de María Santísima. Las almas recuerdan a la Madre del eterno cariño, a la Madre que les da la Paz, a la Madre que les desea profundamente el bien y les ofrece Su Corazón de Madre como refugio y amparo ante cualquier adversidad.
He aquí, ante ustedes, a la Madre de Dios y a la Abogada de todos los condenados espiritualmente. He aquí a su Madre, la Madre del Universo y de la humanidad; la Madre que los acoge, la Madre que los entiende y que les concede, por medio de Su entrega, el perdón y la reconciliación de Dios.
Recuerden bien este día 13 de mayo, el que hasta los días de hoy permanece vivo como si fuera la primera vez que la Madre de Jesús descendió del Cielo para ampararlos y entregarles la Paz.
Ustedes nada más necesitan, criaturas de Dios, porque tienen Madre, y la Madre del Cielo es lo más importante de sus vidas.
Aprécienla, respétenla, escúchenla y ámenla como Ella lo hace silenciosamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy les dejo a las almas y al mundo entero las promesas de la Rosa de la Paz para quienes tengan consigo esa santa imagen.
Estas promesas servirán de auxilio y de amparo para los corazones que tengan fe y esperanza, como también serán un puente de salvación para aquellos que más necesiten de luz y de redención.
Les entrego las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz, a fin de que ellas sean el medio por el cual la Divinidad pueda obrar e interceder por el mundo
Las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz
1. Proteger las casas y las familias de cualquier atentado o guerra.
2. Despertar la solidaridad, la fraternidad mutua y el bien entre los pueblos.
3. Sembrar los valores de la fe y de la comunión con Cristo con base en los principios del Evangelio y la Palabra de la Jerarquía Espiritual.
4. Reunir a las almas para estar en oración y en unión con las naciones, los necesitados y todos los que padecen adversidades.
5. Unificar a los corazones con el principio de una hermandad elevada y de una paz sin fronteras.
6. Depositar en el seno de las familias los atributos del amor y de la paz con base en todo lo enseñado por Cristo.
7. Disipar cualquier tipo de peligro, tentación, opresión o castigo de la consciencia humana.
8. Aprender a convivir en armonía con la Naturaleza y motivar e impulsar el cuidado y la protección de los Reinos Menores.
9. Reflejar en la consciencia humana la Sabiduría y el Discernimiento de Dios para tomar decisiones correctas y no decisiones precipitadas ni impulsivas.
10. Solidarizarse con el pobre, el moribundo, el huérfano, el enfermo y todo ser en sufrimiento moral, psíquico o material, a fin de aliviarlo y de aproximarlo a la Misericordia de Dios.
11. Confirmar, dentro de sí, la victoria del Amor de Cristo y la expresión del Amor en sus diferentes fases de la vida a través del servicio, la familia, la oración, la cura y la Instrucción.
12. Asumir el compromiso y la misión que se vino a cumplir a la Tierra, fortaleciendo la fe en la Madre de Dios, como Guía y Abogada de todas las almas.
Yo los ayudaré a que estas promesas se cumplan en ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada oración que Me ofrecen es como una flor que colocan a los Pies de la Madre Celestial. Esa flor es la súplica del corazón humano, el que, con esfuerzo y dedicación, se deja templar por el Amor Crístico.
Recuerden que cada vez que Me ofrezcan una sincera oración, Yo recibiré en el Reino de Dios, el testimonio perfecto de su amor por Mi Corazón.
Con todos esos pedidos, y por la intercesión de Mi Hijo, Yo puedo atender a las almas y al mundo, puedo llegar a donde existe mayor necesidad de amor y de redención.
A través de sus ofertas de oración, sus aspiraciones se concretan porque ellas estarán colmadas del amor de los ángeles del Cielo, y los obstáculos, internos o externos, no interferirán en el camino de sus pasos hacia el Propósito de Dios.
Por eso, por medio de su oración, Yo puedo colocarlos ante la realidad planetaria y ante situaciones complejas que solo la oración, como puente hacia Dios, resolverá, porque la oración verdadera es la que nace del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras, por un lado, la mayor parte de la humanidad está sumergida en el sufrimiento y en el dolor, por otro lado, existen almas que claman a los Cielos y ese pedido, que proviene del corazón, es el que permite mantener el equilibrio espiritual y mental de la humanidad.
Aunque existan acontecimientos dolorosos, el pedido de las almas orantes permite atraer hacia la Tierra la intervención divina, angélica y cósmica y, de esa forma, las almas son beneficiadas.
Vengo en este día para agradecer el trabajo maravilloso que cada alma orante, que cada grupo de oración y que cada país le está ofreciendo a Mi Corazón a través de la Oración por la Paz en las Naciones.
En estos últimos tiempos los corazones que sostienen este trabajo de oración consiguieron establecer en sí mismos esa filiación espiritual Conmigo; eso también permite derrotar muchos planes malignos y, a su vez, fortalece a las almas en el cumplimiento del Propósito de Dios.
Por esa razón, hijos Míos, envío y derramo Mis bendiciones sobre cada hijo Mío que cada día se esfuerza por aliviar Mi Corazón de todo lo que ve del mundo, como también por abrir la puerta para que Yo pueda interceder por todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de Mis Manos Yo desato, una y otra vez, los nudos ocultos de la consciencia humana y así libero a Mis hijos de las prisiones espirituales y terrestres.
A través de Mis Manos desato los nudos de la perdición, de los obstáculos y de los miedos, los que no son reales y generan sufrimiento en las almas.
Siempre que Me lo pidan desataré los nudos de la consciencia, cuando Mis hijos, por sí mismos, no lo consigan o sientan mayor dificultad para poder hacerlo.
Soy la Madre que desata todos los nudos ocultos de la consciencia humana. La remoción de esos nudos significa un tiempo de liberación y de luz para que la consciencia alcance la redención que necesita.
A través de Mis Manos desato los nudos de la humanidad y, librándola de su constante cautiverio espiritual y físico, permito que Mis hijos recuperen su dignidad como hijos espirituales Míos.
A través de Mis Manos Yo les ofrezco el camino de la renovación y de la fe.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Golpea a las Puertas del Cielo con tus oraciones y clama por Misericordia.
Con tu verbo y tus intenciones solo pide a Dios que tenga compasión de los que se pierden en las ilusiones y en los engaños del mundo para que, en el tiempo de su despertar, conozcan la paz y no la angustia ni la desesperación.
Golpea a las puertas del Cielo con tus oraciones y ruega al Padre para que, con Sus Manos extendidas hacia el mundo, rescate a aquellos que están en los abismos y que no tienen fuerza, fe ni esperanza para clamar por sí mismos. Sé la voz de los que se arrepienten de sus pecados, pero que su orgullo y su miedo son mayores que su capacidad de pedir perdón y redención a Dios.
Golpea a las Puertas del Cielo y permanece en reverencia a los Pies de Dios, reconociéndote pequeño, imperfecto y pecador; y clama al Padre para que te lave con Su Pureza, para que esta misma Pureza que recibes de Dios pueda ser vertida como una lluvia de gloria y de gracias sobre todos los seres de la Tierra.
Golpea a las Puertas del Cielo y ofrece tu corazón y tus oraciones por el rescate de los Reinos de la Naturaleza. No te canses de clamar a Dios por este mundo porque, hasta el último instante del tiempo de redención y de purificación de la Tierra, la Misericordia y la Gracia serán necesarias.
Sé portador de la Misericordia. Sé multiplicador de la Gracia. Sé un intercesor entre Dios y los hombres.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más