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Reciban Mi bendición y Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre encuentre su valor en sus pequeños corazones.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre sea alabado en su mundo interior.
Que el don de la vida, precioso y sagrado, siempre encuentre sentido y propósito en sus consciencias.
Nunca piensen que es demasiado tarde para vivir algo, para expandir la consciencia, para experimentar grados mayores del Amor Superior. Nunca piensen que es demasiado tarde para dar un paso más en dirección al Corazón de Dios y servir a través de la propia entrega.
Que cada nuevo día traiga consigo la aspiración de vivir en gratitud: gratitud por todas las limitaciones del cuerpo, de la mente, de las emociones y gratitud por la expansión del espíritu; gratitud por todas las dificultades, por todas las veces que se sienten incapaces, pero que el Creador puede revelarles que Él es capaz de hacer todas las cosas dentro de ustedes; gratitud por cada nueva privación de la autonomía y de la falsa libertad; porque es así, hijos, como descubren que la libertad se encuentra dentro de ustedes, en su mundo interior, en su consciencia.
Por eso, vengo a este lugar sagrado, ante este valle sagrado, para que, contemplando su amanecer y su atardecer, sus consciencias perciban que la expansión ocurre de adentro hacia afuera, que no depende de sus pies ni de sus manos, solo de su corazón. Vengo a este lugar sagrado, en este Reino Sagrado, no solo para que aprendan a agradecer, sino también para expresar Mi Divina Gratitud.
Acompaño a las almas servidoras desde el principio de sus vidas y, como un padre que contempla cada paso de sus hijos, contemplo sus pequeños pasos. Sé que no son perfectos y que muchas veces es difícil lidiar con ustedes; pero hoy quiero traerles, hijos, la consciencia de la realidad de sus pequeñas esencias, la consciencia de la gratitud por sus pequeñas vidas.
Cada uno de ustedes, a través de sus pasos sinceros, generó y genera méritos para la salvación de las almas. La propia persistencia en despertar y orar en cada nuevo día, a pesar de los dolores y enfermedades, a pesar de las limitaciones y de la soledad, todo eso genera la salvación de las almas.
Y sé que no son conscientes de lo que viven, sé que el dolor a veces toma toda su consciencia y la necesidad de estar en Dios vuelve a sus almas aún más solitarias. Pero hoy, vengo a decirles que reciban Mi abrazo paternal, que reconozcan Mi Presencia y que estén Conmigo; porque Yo los conduciré de la mano al Corazón del Redentor, les enseñaré por donde ir y por donde no ir, y los ayudaré en cada caída, en cada paso, para que aprendan a retornar al Corazón de Dios siempre que se desvíen del camino.
Vine aquí, como su padre e instructor, como su amigo y compañero de todos los tiempos, para que caminen Conmigo hacia el Reino Sagrado que habita en los mundos internos de este lugar.
Hoy, les entrego la llave de la gratitud, para que la tengan siempre en el corazón como una llave maestra que siempre les mostrará el camino correcto. En cada dificultad, agradezcan; en cada nuevo día, agradezcan; en cada nueva noche, agradezcan; y la propia gratitud les abrirá las puertas del Cielo, les expandirá la consciencia, les mostrará un camino mayor por donde seguir, dentro de ustedes.
Hoy, vengo con palabras simples, con un Corazón simple, solo para consagrar sus almas y acogerlas en Mi Corazón, liberando así las amarras del pasado, abriendo así el camino hacia el nuevo futuro. Les entrego el don de ser gratos y así abrir las puertas del Cielo, a través de la oración y de la entrega.
Traigan aquí agua, incienso y óleo para bendecir.
San José, en este momento, consagra a tres nuevas Hijas y Amigas de San José.
Yo consagro esta agua para lavarlas del pasado, de sus errores limitantes, de sus resistencias más profundas y revelarles la pureza que habita en su interior.
Yo consagro este incienso para purificar sus almas, sus mentes, sus cuerpos y sus corazones y, purificados, vivan la consagración del espíritu y de la consciencia hacia un nuevo paso.
Y, con este óleo, las unjo para que a través de Mi bendición sus almas ingresen en este Templo de Amor que hoy les doy a conocer. Que reciban la cura, la paz y el don de la gratitud de estos Templos Mayores de sabiduría y amor.
Que Mi Paz habite en su interior y los conduzca a una paz mayor.
Mi Corazón de padre e intercesor solo espera conducirlos a Dios y al Corazón de Cristo. Como conocedor de los profundos misterios de la consciencia humana, vengo a guiarlos en el camino de lo imposible para que descubran que es posible vivir el potencial que habita oculto en su interior, que nunca es tarde para aprender sobre este Amor Mayor cada vez más y vivir siempre, cada nuevo día, una nueva expansión de la consciencia.
Por eso, los bendigo, os consagro y les agradezco por estar aquí Conmigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando el alma mira hacia el Cielo, fortalece el propio espíritu, la propia fe, retoma sus aspiraciones más puras y renueva sus votos con Dios. Pero, cuando vuelve sus ojos hacia la Tierra pierde sus esperanzas, se encuentra con lo que cree que es la realidad y no consigue percibir en sí misma ni en el prójimo la forma de manifestar lo sagrado que la aguarda en el infinito. El alma busca fuerzas, ora y pide la Gracia de saber cómo llegar a eso que contempla en el universo.
Y hoy les digo, hijos, que cuando comiencen a mirar no solo hacia el Cielo, sino también hacia lo que verdaderamente son, descubrirán que la materia y el infinito se unen en la consciencia humana. Barro y espíritu se tornan uno cuando los seres despiertan a lo que son, y no será necesario morir para resucitar en la eternidad, sino que podrán descubrir la verdadera vida y la eternidad dentro de ustedes; dádiva revelada al corazón que ora, que adora y que no encierra a la verdad divina en su mente ni tampoco en lo que ya fue dicho, porque a pesar de que todo ya fue dicho, muy poco fue comprendido y vivido.
Por eso, busquen lo sagrado en el propio interior. No lo busquen solo mientras oran, quieran corresponder a él mientras viven.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Con espíritu de sacrificio y de entrega, lanza tu corazón para develar los misterios, tanto del Universo como de lo profundo de la Tierra.
Abraza con amor lo que te es desconocido y agradece a Dios la Misericordia, concedida en tu vida, de estar tan próximo a Su Gracia y a Su Verdad.
En un mundo de tanta ignorancia, hijo, tu espíritu debe estar en júbilo por ser parte del ciclo de revelaciones que se inicia para toda la humanidad.
Abre tu corazón para lo que nunca aprendiste.
Abre tu consciencia para descubrir lo que estuvo oculto en tu alma.
Deja que los recuerdos emerjan, y que aquello que tú no sabías que habías vivido pueda surgir como una forma de impulsarte a lo nuevo, a lo sagrado, a lo sublime.
Deja tu alma delante de nuevos horizontes, porque nuevas serán las pruebas de este tiempo, y para eso debes estar pronto.
Que la gratitud sea la llave siempre puesta en tus manos para abrir las puertas de los Cielos.
Que la humildad sea tu escudo protector en esta batalla de ignorancias y vanidades, de la cual los hombres intentan salir y muchas veces no lo consiguen.
Que la oración sea tu puerto, y el Corazón de Dios tu aliento.
Respira Su Presencia e irradia Su Paz. Así, percibirás que aun lo que parecía más oculto siempre estuvo aquí, delante de ti, en el Corazón de Dios.
San José Castísimo
Desde el principio de la manifestación de la vida, hijos Míos, en el Pensamiento más puro y profundo de Dios, cuando Él gestaba el Proyecto de esta humanidad, allí estaba contemplada la existencia de los pueblos originarios. Pueblos así llamados no solo porque dieron origen a las civilizaciones de este mundo, sino porque desde el Origen de la vida fueron pensados por Dios para mantener la unión entre el Cielo y la Tierra, la unión entre todos los Reinos de la Naturaleza, la unión entre la superficie del planeta y los mundos sutiles.
Los pueblos originarios son aquellos, hijos amados, pensados por Dios para ser los Porteros de los mundos sublimes, de las realidades superiores, en donde lo sagrado habita, en donde los seres son invitados a retornar a su Origen en las Fuentes Celestiales.
Es de esa forma que, desde el inicio de la humanidad y hasta los días actuales, la Jerarquía Divina impulsa a los pueblos originarios para que reencuentren su pureza y retornen al Propósito que Dios manifestó para sus vidas en el principio.
Al crear este planeta y cada ser de esta Tierra, portador de una partícula de la esencia divina, su Padre Celestial creó no solo a los Reinos, a los elementos y al hombre, fruto del barro consagrado por Su Divino Soplo. Dios también creó realidades sutiles, invisibles a los ojos humanos que no buscan con sinceridad lo sagrado en sus vidas.
Estos mundos sutiles mantienen el Propósito Divino dentro del planeta. En ellos se vive en comunión con todos los tipos de vida. En ellos, las dimensiones se unen y no hay peligro, porque los que ingresan allí viven puros de corazón y de espíritu y solo aspiran a cumplir la Voluntad y el Propósito Divino.
Los que ingresan en esos mundos sutiles, hijos Míos, ya fueron despojados de sus voluntades personales y de su condición humana de impurezas y de degeneración. De esta forma, sus corazones encuentran el camino para expresar la pureza y la unidad con lo Divino.
Esos mundos sutiles son resguardados por la naturaleza, por su fortaleza, belleza y armonía. Y, en lo invisible de los lagos, de los mares, de los desiertos y montañas se ocultan no solo para sustentar al planeta, sino para que, a través de la grandeza de la expresión de la naturaleza, los que allí lleguen puedan sentir que allí habita algo más; que un sagrado misterio allí se oculta, es como si el Cielo estuviera más próximo de los hombres, y Dios pudiera expresarse.
A lo largo de los tiempos y de la historia de la humanidad, muchos fueron los pueblos que pudieron ingresar, con todo lo que son, en estos mundos sutiles porque, mientras la humanidad en otras partes de la Tierra perdía su propósito, estos pueblos lo encontraban y profundizaban en él, no solo a través de la ciencia y de la sabiduría, sino sobre todo, a través del amor a lo sagrado, a lo divino y al respeto por la vida y por la naturaleza.
Estas fueron las llaves que hicieron que dichos pueblos vivieran la ciencia de la Transfiguración. Y tal como Mi Hijo les reveló una vez, un día, en el Monte Tabor, también ellos pudieron reconocer su verdadera faz, iluminar sus células y átomos, y hacer que no solo el corazón y la consciencia vibrarán en otro nivel más elevado, sino también su parte más material; esa que hoy parece tan densa, y que en tiempos remotos se elevó y se transfiguró.
A través de la simplicidad del corazón, los pueblos originarios descubrieron que la misma esencia solar que contemplaban y adoraban en el cielo infinito, habitaba en su interior. Y, de esa forma, vivieron una unión profunda con Dios, así como pudieron comprenderlo.
Al iluminar sus células y átomos, y al dejarse permear por la luz de sus almas, estos pueblos alcanzaron la misma vibración de los mundos sutiles y así pudieron no solo verlos, sino ingresar y participar de ellos, como representantes de la humanidad. Así se tornaron Guardianes y Porteros de esas dimensiones sutiles que hasta hoy se ocultan en el planeta.
Algunos de estos pueblos dejaron en la superficie rastros de su historia y de su vida y entonces desaparecieron. Pero otros, hijos Míos, jamás fueron conocidos por la humanidad.
Hoy su Madre Divina llega a este lugar, sagrado para el Cielo y para la Tierra, a revelarles una historia y, más que esto, para impulsar a sus almas a la búsqueda de la pureza y de lo sagrado.
Llegó el tiempo de develar los misterios ocultos en la historia de la humanidad, no solo para abandonar la ignorancia, sino sobre todo, hijos Míos, para abrazar la pureza y para que en el tiempo que llegará, cuando la Tierra sea elevada en su vibración y conducida a un nuevo tiempo, a una nueva realidad, sus corazones y sus espíritus estén prontos no solo para ver, sino para participar de esa vida sublime.
Busquen la pureza de sus corazones, busquen la unión con la vida y con la naturaleza. Y así, como hoy les revelo muchos misterios, otras verdades también les serán reveladas en sus corazones.
Yo los bendigo y les agradezco por llegar hasta aquí y por abrirse de corazón a las revelaciones que Dios les trae en este tiempo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Recojan, de los lugares sagrados del planeta, la historia más profunda y oculta de la humanidad. Dejen que esa historia despierte en sus corazones como un antiguo recuerdo que permaneció silencioso en las profundidades de sus almas.
Que este registro, hoy revelado, sea para ustedes un impulso para que sus corazones retornen a la pureza, a lo sagrado y a la aspiración de ser parte viva del Plan de Dios.
Aún hay mucho sobre este mundo que permanece solo como un recuerdo en las almas de los que lo vivieron y en la consciencia del planeta y de sus Reinos.
Es momento de recordar, no para mantenerse en el pasado, sino para que todo lo que ya vivieron como humanidad hoy los impulse a dar nuevos pasos. La humanidad necesita saber lo que ya hizo y lo que ya vivió para comprender lo que aún le espera.
En tiempos muy remotos, la pureza los llevó a la transfiguración y la entrega los condujo a participar de Leyes que trascienden a la materia, para que fueran partícipes de lo que les es invisible y aparentemente inalcanzable.
Que hoy la pureza vuelva a emerger de su interior para que descubran otras Leyes y, a través de la entrega, no solo sean partícipes de los mundos sutiles, sino que hagan que estos mundos encuentren, en la dimensión material de la Tierra, su espacio, el sagrado lugar en donde manifestar lo que fue prometido en el principio.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
El Espíritu de Dios habita en las montañas, y en ellas expresa Su fortaleza para inspirar a las almas a la elevación y a la iluminación de la consciencia.
El Espíritu de Dios habita en el silencio de las montañas, en su interior, en donde se guarda la historia de toda la vida, en donde se sustenta este mundo, en secreto y en soledad.
El Espíritu de Dios habita en las montañas, invitando a Sus hijos a descubrir la verdad sobre sí mismos.
La naturaleza, hijos, guarda en sí muchos atributos y dones del Espíritu de Dios. Este Espíritu Santo e Inmaculado habita en la materia para invitarlos a encontrar lo Sagrado que existe en esta dimensión de la vida.
El Espíritu de Dios, silencioso, en lo profundo de la naturaleza, los invita a encontrar la unidad, no solo entre hermanos, sino también la unidad con la vida, con las dimensiones, con las estrellas.
Dejen que sus espíritus encuentren el silencioso Espíritu de Dios, escondido en todo lo que expresa armonía y belleza, y déjense inspirar, despertar y renovar por esa Presencia Divina.
El Espíritu de Dios habita en las montañas para conducirlos al punto más alto de la propia consciencia, que es, al mismo tiempo, lo más oculto, y que se revela en el silencio del propio interior.
Encuentren en sí mismos las altas cumbres, en donde el Espíritu de Dios habita. Allí estarán en paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Regreso a Colombia con la intención de que sus valores de espiritualidad y de cultura sean reconocidos no solo por el pueblo que aquí habita, sino también por todos los que alguna vez o a lo largo de la historia de la humanidad, aprendieron sobre lo sagrado que aquí se encuentra.
Yo no regreso para hacer revivir un pasado histórico, vengo para reencender los valores culturales y espirituales que hicieron de Colombia un lugar especial dentro del propósito espiritual, porque esos valores serán los que permitirán hacer emerger la dignidad y la autenticidad de este pueblo que, como tantos otros, fue esclavo de la conquista del hombre blanco.
Colombia es ese edén de lo sagrado y de lo reverente para la humanidad y todo lo que alguna vez se vivió de sagrado aquí, en este tiempo actual, ayudará a los demás pueblos, más allá de los Andes, a hacerles recordar la importancia de mantener sus raíces fértiles y vivas a fin de que nada ni nadie haga perder todo lo puro y lo sagrado que los pueblos originarios vivieron como base de experiencia para la nueva humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Por donde pases, busca rescatar con tu corazón los principios espirituales para que lo sagrado despierte, poco a poco, y revele sus misterios.
Deja que la paz habite en tu interior y que la reverencia more en tu consciencia para que puedas reconocer la presencia de la Jerarquía en los lugares sagrados, más allá de las apariencias humanas.
Que tu corazón esté siempre elevado hacia lo alto, unido y en sintonía con el Propósito Divino, para que de esta forma, hijo, prestes un servicio al mundo, uniendo las dimensiones superiores con la vida sobre la Tierra para liberar lo que está oscuro en el planeta, a través de la armonía y de elevación de la consciencia.
La humanidad debe ingresar en un nuevo ciclo para aproximarse a la realidad divina y ese ciclo es de un contacto interno más profundo y verdadero, porque esto es lo que permitirá a los seres discernir y dar los pasos correctos en el tiempo que llegará. Su consciencia debe aprender a estar elevada, más allá del caos y de las apariencias; colocada en la Verdad a través del amor, del silencio y de la oración. Así, no solo encontrarás la paz, sino que serás vehículo de esa paz para el mundo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Haz sagrado tu corazón en cada acto, en cada desafío, así como en cada prueba.
Haz sagrado tu espíritu en cada servicio, en cada obstáculo, así como en todo lo desconocido.
Haz sagrada tu alma en cada oración, en cada camino recorrido, así como en cada nuevo aprendizaje.
Haz sagrada tu consciencia en cada nuevo amanecer, entre las tinieblas, así como en cada nuevo puente que deberás cruzar.
Dios está dentro de ti, en tu universo interno, en lo que es más profundo, en tu alma, en cada parte de tu consciencia divina.
Sírvete de Su majestuosa Presencia, de Su inextinguible Amor y de Su poderosa Misericordia.
En todo momento, encuéntrate con tu Creador, en todo lo que fue manifestado por medio de los Reinos de la Naturaleza, por medio de los océanos, así como de los grandes continentes.
Ve y contempla a Dios en cada uno de Sus humildes Aspectos y encontrarás lo sagrado, lo que es eterno y siempre infinito.
Dios está allí, al alcance de todos y está aquí por todos, hasta que se cumpla Su gran Proyecto de Amor en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice con la Luz del Santo Espíritu,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido al mundo, atravesando todos los tiempos y épocas, para pedirle a la humanidad un verdadero y sincero arrepentimiento.
Ahora, vengo fuera de la Iglesia de Mi Hijo, porque como Madre de la humanidad, vengo a llamar y a salvar a los que se distanciaron de Dios y de Su eterna Gracia.
Por eso, he decidido, bajo la autoridad celestial y la obediencia divina, llegar a cada una de las naciones del mundo, para recuperar los verdaderos valores de las culturas y los sagrados principios espirituales que hacen de cada raza o de cada pueblo, una única cultura universal.
En las últimas décadas, Mi adversario consiguió confundir y apartar a las almas de lo sagrado, inspirando la innovación en las mentes arcaicas y los progresos nefastos en continentes enteros, por medio del abuso incontrolable de los Reinos de la Naturaleza y de su propia humanidad.
Con esta realidad planetaria, su Madre y Gobernanta de los Espejos Sublimes de la Creación, juega en el tablero de la definición de los tiempos, a fin de poder retirar del mal camino a todos los pueblos, culturas y religiones que están siendo llevadas al olvido absoluto del camino del bien y de los Mandamientos. Así, las Leyes son ultrajadas en forma permanente y cada esencia pierde su inocencia original.
Es por eso, que he escogido, a pedido del Altísimo, a su grupo de almas para que, en la humildad, en la entrega y en el sacrificio por Nuestro Señor Jesucristo, represente en estos tiempos la síntesis de todas las religiones cristianas y no cristianas del mundo, a fin de que en esta civilización no se pierda el espíritu de la fe y de la religación con Dios.
Esta es una de las misiones más complejas en el fin de los tiempos. Por eso, he conseguido en todos los medios de esta sociedad humana, que las almas sintieran Mi Obra, a través de ustedes, de una forma ecuménica, basada en el Amor de Cristo.
En este sentido, aún queda mucho por hacer, hasta que esta Obra sea presentada en forma neutral y autónoma en las grandes organizaciones internacionales, con el fin de llevar el Mensaje de Paz sin citar religión ni creencia.
Después de que la Iglesia de Mi Hijo le abra las puertas a esta Obra, el Padre cumplirá la última parte de Su Propósito.
Es así, que la Obra de los Mensajeros Divinos se presentará a las organizaciones internacionales como un mensaje del universo para toda la raza humana, llamándola a la reflexión y no a la autodestrucción humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados hijos de Brasil y del mundo entero:
Hoy, Mis brazos se abren y Mi Manto se expande sobre América, anunciando que el triunfo de Mi Corazón está próximo.
Hoy les agradezco y, con alegría en Mi Mirada, les pido que sigan caminando Conmigo por el despertar de las almas y por la redención de os corazones.
Hijos Míos, desde el principio, el Creador Me encomendó cada alma de la Tierra como lo más precioso que Él tenía como proyecto de la Creación. Me señaló desde el Cielo este mundo y Me pidió, con amor, que cuidara y amparara cada uno de Sus hijos; que no mirase con pesar sus faltas, sino con compasión y esperanza; que fuese Mi Fe en Sus creaturas lo que amparase eternamente la oportunidad de ellas de dar los pasos y rehabilitarse en el camino que las lleva a Dios. Y así lo hice, hijos, desde el principio de este mundo.
Cuando vine a la Tierra como Madre de Jesús y esposa de San José Castísimo, fue para consumar Mi entrega y maternidad. Fue para materializar, junto a Mi Hijo y a San José Castísimo, el profundo Amor de Dios por los hombres. Fue para que todos conocieran y reconocieran la maternidad de su amada Madre Celestial, porque de esa forma, hijo amados, podrían encontrar el camino que los trae hasta Mi Corazón, podrían sentir que Mi Manto está cerca y siempre abierto para acogerlos.
No todos reconocieron Mi Maternidad Divina, pero eso no significa que Yo no sea Madre de los que me niegan y de los que no Me conocen. Yo soy la Madre de todos. Soy la Madre de los que Me proclaman y la Madre de los que Me ignoran. Soy la Madre de los que Me aman y Me conocen y la Madre de los que son indiferentes Conmigo.
Hijos, no amo más ni menos a los que responden a Mi Llamado o a los que no Me ayudan a manifestar este Plan. El amor de Mi Corazón proviene de Dios, proviene de la Fuente. Es un amor que desciende de la Verdad y que reconoce la Verdad en los corazones; por eso, los amo por igual.
Yo no veo, hijos Míos, la indiferencia de los hombres, porque conozco sus esencias. Mi gran pesar es que ustedes no reconozcan la Verdad y crean que son sus imperfecciones e indiferencias sin conocer jamás su propia esencia.
Yo vengo al mundo para conducirlos a la Verdad y al Amor, que es Mi Santísimo Hijo. Por eso, Mis queridos, Yo ruego por todas las naciones, por cada Reino de la Naturaleza y por cada corazón, porque todo eso es parte del Amor Infinito de Mi Hijo y para Él debe retorn. El Corazón de Cristo, el Corazón de Dios y Mi Inmaculado Corazón estarán incompletos si ustedes no se reconocen como parte de ellos ni viven en ellos.
Por este motivo, hijos, por la expresión y la manifestación de la unidad, es que Yo aspiro a llegar a cada nación, para que cada nación venga a Mí y Me encuentre.
Quiero consagrar a este mundo para que conozca la Voluntad de Dios y la siga. Quiero consagrar a sus vidas para que retornen a lo sagrado, la verdad y el amor y para que las ilusiones no los confundan ni permitan que ustedes se pierdan.
Hijos, quiero entregarles Mi Paz infinita e inmutable para que la multipliquen, porque sé que no todos escucharán Mi Llamado a tiempo. Pero si Me escucharan en el momento de mayor tribulación, cuando las almas clamen por auxilio, encontrarán en ustedes, Mis hijos el puente hacia Mi Corazón, la Fuente Viva de Paz y de Perdón.
Ayúdenme en este tiempo a multiplicar la Paz, viviéndola en sus hogares y en su día a día. Oren Conmigo, acompáñenme en Mi recorrido por cada nación, orando por el prójimo como oran por sí mismos. Hijos, si así lo hicieran, Mi Corazón triunfará.
Vayan en auxilio de los que necesitan, como hoy necesitan Mis hijos de Venezuela. Oren por ellos y pidan por la Paz. Sean ese gran ejército de luz, esa familia universal que se ayuda, que crece unos con otros, que se resguarda y se fortalece en la alegría de servir y de orar siempre.
Yo los amo y, por eso, les enseño a vivir en la unidad entre ustedes. Que esa unidad, hijos, trascienda fronteras, así como Mi Amor trasciende las dimensiones y llega a la Tierra, trasciende los individuos y llega a cada una de sus esencias.
Yo les agradezco por ayudarme hoy y siempre y hacer triunfar Mi Amor y Mi Paz en este mundo. Imiten Mi ejemplo, hijos Míos, y ámense sin límites,
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes, continuación
Abre tu corazón y vacía tu mente para poder comprender y vivir los misterios de la Creación.
En esa apertura podrás penetrar la esencia del conocimiento, y todo lo que es sagrado en el Universo no llegará a ti solamente como información, sino también como códigos de Luz que despiertan en tu ser para transfigurarte.
Este es el poder de los Espejos, usinas celestes de armonía universal, que concentran dentro de sí todos los atributos de la Creación. Decimos y entendemos como atributos a todos los rayos y corrientes celestiales que los Padres Creadores utilizaron para la manifestación de los planos y de la vida.
Son esos atributos los que permiten, de tiempo en tiempo, renovar la vida universal y todos los ciclos trayendo impulsos positivos que impregnan toda la Creación. Es así, que los Espejos Celestes guardan en ellos el recuerdo de nuestro origen espiritual, mental y material.
En el principio, en el origen, lo que comprenderíamos como la esencia del Pensamiento de Dios, la Fuente creó a los Arcángeles para que ellos crearan a las huestes de luz en el Universo Mental; fue así que en el principio de todo el Universo Mental fue gestado por la existencia de los primeros ejércitos de los Elohim.
Estas Consciencias resplandecientes fueron impulsadas a colaborar con la creación del Universo Material, porque en el Pensamiento y en el Corazón del Padre Eterno existía la Voluntad de que se dieran grandes experiencias de amor que superaran a todas las anteriores.
Los Padres Creadores en el principio crearon, a pedido de Dios, los Espejos Celestes, porque dentro del Universo Material y Mental estos ayudarían en la evolución espiritual de toda la vida universal.
Los Espejos Celestes fueron formados también por doce atributos, doce Rayos o doce corrientes de energía espiritual y divina, que permitirían mantener la historia del origen de la Creación bien guardada y disponible como información lumínica para toda las consciencias que serían creadas a imagen y semejanza de Dios.
Los doce atributos que se expresaron durante la gestación de los Universos Mental y Material emanaron directamente de lo que conocemos como Fuente de la Creación, que es la esencia pura e inmaculada del Padre Eterno.
Desde allí, durante doce ciclos o doce tiempos, los Universos Mental y Material que estaban en formación recibieron estos impulsos espirituales para que se terminara de constituir la vida evolutiva en los diferentes planos.
El primer atributo emanado de la Fuente fue el de la VIDA; Dios en ese momento decretó: Que en todos los planos exista la Vida, la que será visible e invisible, pero que en esencia estará llena de Amor.
El segundo atributo emanado de la Fuente fue el de la UNIDAD; Dios decretó en ese momento: Que toda la Vida que se manifestará a semejanza de la Mía conozca y viva la Unidad para poder alcanzar la Fuente a través del Amor.
El tercer atributo emanado de la Fuente fue el del AMOR; Dios decretó en ese momento: Que el Amor Divino sea conocido por toda la Vida y que la Vida exprese todos los grados de amor para que la evolución avance.
El cuarto atributo emanado de la Fuente fue el de la SABIDURÍA; Dios decretó en ese momento: Que la Sabiduría torne sagrada toda la Vida, que los espíritus ennoblezcan sus consciencias al tener conocimiento del amor y de la unidad.
El quinto atributo emanado de la Fuente fue el de la HUMILDAD; Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación sea humilde en su espíritu y constitución, que el verdadero gobierno y evolución lo alcancen los humildes y que toda la vida imite ese sagrado camino.
El sexto atributo emanado de la Fuente fue el de la COMPASIÓN; Dios decretó en ese momento: Que la Compasión absoluta surja en la vida universal, para que las consciencias recuerden que todo está basado en el Amor y en la Misericordia.
El séptimo atributo emanado de la Fuente fue el de la MISERICORDIA; Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación viva en esencia la Misericordia y que esa Ley vivifique a quien la contemple en devoción.
El octavo atributo emanado de la Fuente fue el de la POBREZA DE ESPÍRITU; Dios decretó en ese momento: Que la verdadera evolución acontezca en todos los pobres de espíritu, para que nada ni nadie, ninguna tentación los desvíe del sagrado camino.
El noveno atributo emanado de la Fuente fue el del SERVICIO, y Dios decretó en ese momento: Que la cooperación y la ayuda mutua establezcan en los universos el espíritu del servicio; que el amor y el servicio penetren toda la vida para que la fraternidad surja y sea la base de la evolución universal.
El décimo atributo emanado de la Fuente fue el de la PIEDAD, y Dios decretó en ese momento: Dichosas todas las consciencias que imploren a Mi Santo nombre, porque tendré Piedad absoluta de cada una de ellas y así conocerán el poder de la Misericordia de Mi Corazón.
El décimo primer atributo emanado de la Fuente fue el de la ETERNIDAD, y Dios decretó en ese momento: Que todo lo creado conozca, después de su experiencia, la Eternidad; que todos los planos que guardan la vida universal eleven los espíritus para que se fundan con el infinito y así alcancen la inmortalidad.
El décimo segundo atributo emanado de la Fuente fue el de la CIENCIA, y Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación y la vida tomen consciencia de las Leyes y que ellas conduzcan, guíen y readecuen toda la vida universal bajo el espíritu de la armonía.
Estos doce atributos fueron guardados esencialmente dentro de los Espejos Celestes, los que también irradian estos principios creadores a todo el universo material.
Los Espejos Celestes son grandes estados de consciencia divina presente en tres planos: material, mental y espiritual, y así se establece en todo el universo un poderoso equilibrio que es sustentado por las consciencias angélicas.
Es así que la Red de Comunicación de los Espejos ayuda en la redención y en la rehabilitación de toda la vida en ciclos y en tiempos diferentes. De esa forma los Espejos Celestes, contando con esos impulsos divinos, se tornan fuentes de emanación de amor y de unidad hacia toda la vida.
La existencia de los Espejos Celestes le recuerda a la vida planetaria que las almas siempre deben aspirar un día a volverse semejantes a un Espejo, no por su potencia, sino para poder espejar lo que el Padre espera de cada criatura, como Él lo pensó en el principio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de luz de cada corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy la Señora de las Aguas y con ellas purifico a Mis hijos de toda deuda y pecado.
Yo soy la Señora de las Aguas y con ellas bautizo a Mis hijos en el nombre de Cristo.
Con el agua doy vida a las criaturas espirituales y constituyo la fusión interior con el Padre Celestial.
Queridos hijos, soy la Señora de las Aguas y con ellas sano las heridas más profundas.
Soy la Señora de las Aguas y con ellas santifico a Mis hijos y derramo todas Mis Gracias sobre ellos.
Soy la Señora de las Aguas y con ellas divinizo todo lo que tocan y mojan, porque en la esencia del agua está la purificación, como también la elevación de la vida.
Queridos hijos, soy la Señora de las Aguas y a través de ellas espejo Mis atributos de luz para el mundo.
Quien se una a la consciencia divina del agua podrá sentir su pureza y castidad; es a través de este sagrado elemento que Dios creó, que todo puede regenerarse y renovarse.
Soy la Señora de las Aguas y con ellas borro los males de este mundo a través de la luz que emana físicamente de ella.
Como Señora de las Aguas, los invito a proteger de ustedes mismos todo lo que ellas guardan, para que en la vida futura la nueva humanidad aprenda a amar el poder sagrado de este elemento.
Con esta agua lavarán sus pies del pasado y se renovarán en esencia y en vida, porque el agua, cuando es santificada, permite disipar y limpiar toda situación interior.
Renuévense, renuévense a través del agua, y que toda pureza pueda emerger de sus corazones para que exista un poco más de paz.
Como Señora de las Aguas los purifico y los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Les agradezco por proteger todas las aguas del mundo y por orar por ellas!
Los cura espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Que tu vida sea para la concretización de un Plan superior. Que tus acciones, tu verbo, tu pensamiento y tu sentimiento estén impregnados de un sentido verdadero; sentido que te conduzca al Plan divino, al encuentro con el Creador.
Haz que tu vida sea impregnada por lo sagrado, con acciones conscientes que te lleven a la transformación no solo personal, sino también de los viejos patrones humanos.
Recibe de Dios, con alegría, la gracia de ser consciente de la realidad planetaria y de la vida superior, consciente de la purificación y del caos que se extiende por el mundo. Porque, al mismo tiempo en que tú estás aquí delante de estas palabras, existen muchos hermanos tuyos en el mundo que no comprenden lo que viven, que no aceptan sus enfermedades y que no saben cómo revertirlas; no comprenden los movimientos de la Naturaleza y no comprenden el odio en el corazón de los hombres, que causa las guerras y los conflictos; no saben cómo ni en dónde encontrar la paz.
Que tu vida sea una ofrenda permanente al Creador, en reparaciónde lo que ocurre en el mundo.
Hijo, nunca vivas solo para ti, porque sino las Gracias del Padre en tu vida no tendrían sentido. Cuanto más recibes de Dios, tanto más debes atraer un nuevo principio de vida hacia la Tierra; debes preparar, en ti y a tu alrededor, la llegada del Reino Celestial.
Debes cada día trascender aunque sea algo la condición humana, para que otros que están del otro lado del planeta puedan recibir el reflejo de tu transformación y, así, recibir una oportunidad.
Hijo Mío, sea lo que sea que hagas, hazlo con alegría. No dejes que el caos ni la opresión del mundo desanimen tu corazón. No dejes que la purificación que vives y la purificación de la Tierra te hagan desistir de encontrar lo que existe de más maravilloso en el universo.
Detrás de todo el lodo de la consciencia existe algo puro y límpido escondido en todos los seres. Por eso, hijo, acuérdate del tesoro que hay dentro de ti y, aunque te cause dolor o incomodidad, no te entristezcas al purificarte.
Busca recursos para encontrar la paz y para aliviarte, en la certeza de que un día todo eso pasará, y la luz volverá a brillar dentro de ti, venciendo las sombras en tu interior. Esa misma luz, que primero brillará en ti con toda su potencia y majestad, brillará en la oscuridad del mundo, en el retorno de Cristo, consolidando la unidad y la semejanza con Dios en el corazón humano.
Aquel que te anima y que te abraza para que no desistas nunca, tu padre y amigo,
San José Castísimo
Que el Señor tu Dios y tu Padre derrame sobre ti Sus bendiciones y Gracias Divinas. Que construya en tu corazón una inquebrantable fortaleza, con base en la humildad y en la honestidad.
Que el Señor lave tu espíritu, limpie tu alma y retire de tu consciencia lo que aún te incita a la perdición y a descuidar el Plan de Dios.
Que el Señor vierta sobre ti Su Perdón, para que sepas perdonar al mundo a tu alrededor, borrando el pasado y aprendiendo a comprender el futuro.
Que el Señor coloque Sus Ojos en los tuyos, para que puedas ver Su Presencia en cada ser y comprender Su Voluntad en todos los acontecimientos, enseñándote a intuir y a discernir. Que coloque Sus Manos en las tuyas, para que ellas estén disponibles para recibir y ansiosas por dar. Que coloque tus pies en Sus Pisadas, porque Él no podrá caminar por ti; hayen este mundo que debes elegir con tu corazón, pero podrá indicarte el camino y aguardar frente a ti para que lo acompañes de cerca.
Que el Señor tu Padre, tu Compañero, tu Rey y tu Maestro jamás te pierda de vista. No dejes que Él quite los ojos de ti; para eso, haz siempre lo que Él te pide, aprende lo que Él ya te enseñó y Él estará siempre contigo, mostrándote nuevos horizontes, conocimientos y secretos que desconoces.
Que el Señor retire los límites de tu consciencia, amplíe la visión de tu corazón y te enseñe a amar a lo grande y a salir del amor escaso, del amor personal, individual y humano.
Que el Señor te muestre que cada gota de sudor de tu rostro corresponde a la oportunidad de salvación de un alma, siempre y cuando tus obras fueren para Dios. Así, aprenderás a trascender
los límites, a donar lo máximo de ti y, a veces, lo imposible.
Conocerás el sentido de lo ilimitado que habita la Consciencia de Dios que no tiene fronteras.
Que el Señor te ayude a reconocer lo Sagrado, la reverencia que nace del amor del alma por lo que Dios manifiesta en tu vida. a leer los símbolos de los acontecimientos; contempla
la grandeza y la belleza de cada alma y de cada Reino de la Naturaleza. Vive para conocer la Perfección de Dios.
Por infinitas horas, días y ciclos, le pido a Dios que esté más cerca de ti y que derrame sobre ti todos Sus Dones y Virtudes, para que tú seas pleno en Dios y que colmes al mundo con tu santidad.
Quiero, con eso, enseñarte a orar por los demás, a desear para el prójimo siempre lo mejor, siempre lo divino, lo sublime, lo glorioso.
Ora por tus hermanos, así como Yo oro por ti. Aprende a pedir por los demás, así como hoy Yo pido ante tu corazón.
Oro al Creador todos los días para que Él triunfe en cada corazón humano. Ora Conmigo por el prójimo todo el tiempo. Si tus hermanos consiguen vivir los Dones y las Virtudes Celestiales, el Reino de Dios descenderá al mundo, y tú también estarás dentro de él.
Aprende, hijo, a querer para el prójimo siempre lo mejor, y que tu súplica sea verdadera.
San José Castísimo, que te enseña a interceder por las almas.
Queridos siervos de Dios Altísimo:
En este día les digo que para que puedan vivir aún en este mundo, las Leyes Superiores que se viven en el universo, tendrán que reencontrar lo sagrado.
Lo sagrado es el don de conocer la Presencia de Dios en todas las cosas. Lo sagrado colma el alma y aproxima el espíritu a la materia corrupta, para volverla pura y limpia.
Encontrar lo sagrado es una forma simple de decir que la consciencia está recorriendo el camino de las Leyes Universales. Y la clave para descubrir lo sagrado en todas las cosas es la reverencia.
A diario las fuerzas de oposición al Plan de Dios intentan destruir lo sagrado como concepto en la vida humana, y esto comienza desde la infancia, degradando las relaciones familiares.
Es por eso que Mi Casto Corazón desciende al mundo para hacer un llamado especial a las familias. Así como pude vivir lo sagrado con la Santa Familia de Nazaret, hoy les pido que celen por lo sagrado dentro de sus familias.
Que desde la infancia los niños puedan conocer el amor, la reverencia a Dios, así como al prójimo; la reverencia a las ceremonias, a la oración, a los Reinos de la Naturaleza, a la vida.
No permitan que se pierda de los corazones de los pequeños la pureza que ellos traen. Cuiden las influencias que ellos reciben; prefieran el contacto con los Reinos de la Naturaleza al contacto con las tecnologías. No solo traten de distraer a sus hijos, hermanos, nietos, sobrinos… sino asuman esas pequeñas almas y sean para ellas el ejemplo para seguir. Que encuentren en la vida del espíritu la alegría de estar en la vida, y esto se dará por medio del ejemplo de ustedes.
Una vida vacía de amor, vacía de Dios y de Su Santo Espíritu está construyendo la actual juventud del mundo, que no encuentra más sentido para la vida, porque sus almas que vinieron al mundo en este tiempo para cumplir una misión específica no están encontrando, en lo que el planeta ofrece, aquello que Dios les encomendó realizar.
Por eso, celen por los jóvenes y por los niños del mundo y háganse responsables de aquellos que tienen a su lado. Muéstrenles la vida del espíritu, de la oración, de la búsqueda espiritual, de las cosas que trascienden la vida en la materia. Porque aquellos que están naciendo en este tiempo tienen la misión de recordar su origen, para atraer así hacia el mundo el nuevo tiempo, la Nueva Humanidad. Por eso, es importante conducirlos por el camino correcto, antes de que el alma se confunda con todo lo que el mundo ofrece, como las superficialidades y los falsos caminos espirituales.
Hagan esto por el Plan de Dios y por el futuro de la humanidad,como también de todo el universo.
Yo los amo y les dejo Mi amoroso impulso de salvación, sobre todo a los jóvenes y a los niños de este mundo.
San José Castísimo, siervo de Dios, eternamente
Santifiquen sus vidas, adorando al Dios Vivo que habita en todo lo que fue creado.
En la esencia del acto de adorar, puramente interior, encontrarán el verdadero sentido del servicio y de la caridad, que es la búsqueda de la unidad con el Dios existente en todas las cosas.
En un pasado lejano, los seres humanos reconocían lo sagrado como algo más natural y podían sentirlo como parte de sus vidas. Hoy en día, enseñarles a reverenciar y a adorar a Dios, internamente, es como ofrecerles un gran desafío.
En Jerusalén, como en todo el Oriente, muchos pasaron la vida entera buscando al Salvador y esperando al Mesías, creyendo que vivían y respiraban solo para encontrarlo.
Sin embargo, cuando estuvieron delante de Él, no lo aceptaron y negaron la Humildad de Dios, que era el símbolo purísimo de Su manifestación entre los hombres.
No corran el riesgo de repetir lo mismo que la humanidad de tiempo atrás vivió. Ella creía que buscaba a Dios y que vivía para Él y, sin embargo, nunca creyó en la autenticidad de su búsqueda y menos aún de su meta. Recibía la enseñanza como algo sagrado, pero solo para mantenerse en la teoría y organizar la vida social y éticamente, de manera de poder vivir con un poco más de paz en tiempos de tantas guerras, conflictos y de búsqueda incesante de poder.
Que las palabras de los Mensajeros Divinos, hoy sagradas para muchos, no sean solo bellas teorías, sino que los torne más pacíficos delante del común de la sociedad en que viven.
Destierren de su interior la duda oculta sobre la veracidad de la enseñanza y no permitan que el inconsciente de la humanidad los haga creer que Cristo nunca regresará, porque, si ustedes reflexionan y buscan en lo profundo de la inconsciencia, encontrarán en ustedes muchos aspectos que niegan la existencia de Dios y de Su Plan, como también del retorno de Su Hijo. Esos son los resquicios de una humanidad degradada que, hace más de dos mil años, no creyó en la encarnación del Mesías.
Abran los ojos y purifíquense. Caminen verdaderamente hacia la transformación, para que así no sean sorprendidos por sí mismos en un futuro próximo.
Yo los amo y los conduzco hacia la transparencia interior, para que se conozcan a sí mismos y destierren el viejo ser.
San José Castísimo, fiel guardián del retorno de Cristo
¿En dónde buscar la esencia de la humildad? En medio de la degradación humana, ¿cómo encontrar la pureza y la simplicidad que Dios espera de Sus criaturas?
Cuando les decimos “sean humildes”, los corazones se preguntan: ¿Cómo?
La humildad nace del amor al prójimo y a Dios; de la reverencia que surge de este amor, porque el corazón que ama reconoce lo sagrado y la esencia divina presente en cada cosa.
Los seres humanos perdieron la referencia de lo sagrado y banalizan la grandeza de la Creación, por la arrogancia y por la ignorancia que impregnaron el corazón de los hombres.
Volver a lo sagrado es como incursionar en un universo que desconocen casi por completo y, al intentar buscarlo y vivirlo, muchos sienten que están fantaseando o viviendo algo que no corresponde a su realidad en este mundo.
Sin embargo hoy les digo, queridos compañeros, que ustedes sienten todo eso por cuán impregnadas están sus células de la oscuridad del mundo y por cuán separada está de Dios esta humanidad, y que, como ya les dije, este camino de transformación es para los valientes de espíritu.
Será necesario vencer al mundo y, sobre todo, vencerse a sí mismos. Pídanle a sus almas y a sus espíritus que les enseñen a vivir en lo sagrado y que los ayuden a encontrar el camino para vivir el atributo de la reverencia.
La humildad solo se encuentra cuando la consciencia es capaz de reconocer la Presencia de Dios en cada ser y, al sentir así, ustedes estarán ofreciendo al prójimo siempre lo mejor. ¿Qué no merecerá Dios presente en él?
Como ejercicio de humildad, intenten encontrar al Creador en todas las cosas y en todo busquen lo mejor: el mejor atributo que expresa un hermano, un Reino de la Naturaleza o cualquier expresión de la Creación.
No intenten buscar en el prójimo las miserias para regocijarse por ser mejores que los demás. Busquen en el prójimo aquel atributo que aún no alcanzaron. Encuentren al Creador en Sus criaturas y ámenlas, como si tuviesen al mismo Dios delante de sus ojos. Sirvan a ese Dios, entréguenle lo mejor y haciendo así, en la esencia de la simplicidad, encontrarán puertas abiertas a la humildad, a la reverencia y al amor. Así, poco a poco, desterrarán del interior al viejo hombre que solo intenta establecer el propio reinado, la conquista de las ventajas y la seguridad de ser mejor que los demás.
Con claves simples para la consciencia humana, quienes venzan el orgullo e intenten seguir lo que les digo florecerán en los jardines de la Creación, como una flor que expresa los Principios de Dios.
Que la paz y la humildad sean esencias vivas en el corazón humano.
San José, siervo incansable de Dios
Como grandísima Gracia traída del Reino de los Cielos, Mi Casto Corazón viene a anunciar al mundo el último año de Mensajes que entregaré a la humanidad. Y como bendición principal para todos los corazones, durante el período comprendido entre el 20 de agosto de 2015 y el 20 de agosto de 2016, haré llegar el primer ciclo de Mensajes Diarios de San José, para el género humano.
Es de esta forma que, en la urgencia de los días, Mi Casto Corazón comenzará a entregarles a todos el paso a paso del surgimiento de la Nueva Humanidad.
Cuando este ciclo de mensajes finalice, ya no vendré al mundo como antes, y esa señal marcará el inicio del tiempo de pruebas definitivas.
Debido a sus oraciones y pedidos, los Mensajeros Divinos alcanzaron la Gracia de entregar este último impulso para la humanidad, con el fin de que todo lo que necesiten para transitar en los tiempos que vendrán, esté disponible para sus almas y consciencias.
Jamás olviden que este impulso llegará como una última oportunidad para seguir los pasos de Dios y de esta forma, impulsados por Mi Sencillo y Humilde Corazón, puedan seguir los pasos que los conduzcan a la materialización de este Plano Superior de Existencia.
Por medio de Mis palabras, llevaré a la humanidad al descubrimiento de lo Sagrado y con ejemplos y revelaciones de Mi vida santa, intentaré conducirlos por última vez a la santidad del espíritu y del corazón.
Sepan que son espíritus agraciados, en medio de una humanidad que padece y que se degenera día a día, como consecuencia de sus acciones. Deben reflexionar y meditar sobre lo que es el espíritu de la eterna gratitud -porque están siendo merecedores de esta Gracia- y lo que Dios espera de las almas que Lo Escuchan por medio de Sus Mensajeros.
A medida que el sufrimiento y la ilusión se expanden por el mundo, Dios les concede la Gracia de despertar, y con Sus Mensajeros, aprender la verdadera esencia de la existencia de la humanidad que aún no se manifestó plenamente en este mundo, con excepción de Su Hijo y de la Sagrada Familia que lo acompañó y que con Él aprendió.
Que el espíritu de pacificación se vuelva vida en sus seres. Así descubrirán que es en las transformaciones más simples, que alcanzarán la manifestación de la Nueva Humanidad. Muchos buscan realizar grandes obras y se olvidan que, es en el espíritu de la humildad, que se encuentra la verdadera llave para abrir las puertas del Cielo y volver a unirse con la Consciencia de Dios.
Yo los amo y los espero despiertos y atentos a este nuevo y último ciclo de instrucciones de Mi Casto Corazón.
San José Castísimo, Siervo y Aprendiz de Dios
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más