Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 94.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sé que a veces te sientes cansado de tu propia purificación, pero Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos.

Sé que a veces no sabes cómo seguir adelante y no encuentras sentido en todo lo que haces. Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos.

Sé que a veces no comprendes lo que sucede o cómo el universo plantea algunos aprendizajes y pruebas; pero debes saber que Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos, porque todo tiene un sentido para Dios, aunque profundamente lo desconozcas. Por esa razón, Yo estoy aquí, para que vengas hacia Mí y estés en Mis Brazos; porque Yo solo te daré la fortaleza y la valentía para que aprendas a superar estos momentos y estos tiempos.

Yo estoy aquí, a las puertas de este mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual entregará al mundo nuevos impulsos de Luz que permearán desde sus espíritus hasta todo su ser. Son estos impulsos que llegarán, los que los harán postularse a este camino de apostolado que Yo les vengo a ofrecer en este tiempo, para este momento final.

Es por eso, que hoy vengo a celebrar con los consecuentes, estos ocho años de camino de oración, de esfuerzo, de perseverancia, de cantos, de devoción, de alabanza y de honor a Mi Sagrado Corazón.

Hoy, puedo decir, compañeros, que más allá de lo que sucede en el mundo, Mi Corazón vuelve a sentir esperanza por aquellos que han estado a Mi lado hasta este momento, cumpliendo con Mi convocatoria, respondiendo a Mis Pedidos, dando a conocer al mundo el poder insondable de Mi Misericordia.

Es de esa forma que muchas almas, que hoy ustedes desconocen y que están en el mundo, a través de estos años de oración misericordiosa, a través de la participación de esas almas en los encuentros de oración, han sido señaladas y ungidas por Mi Espíritu. Eso significa mucho para Mí, por la oportunidad que tendrán esas almas de que en el futuro puedan rehacer sus vidas y, especialmente, puedan rehacer su camino espiritual, el camino que los llevará a Dios.

Por eso, en este mes, en el comienzo de estos sagrados eventos de los Sagrados Corazones, su Maestro y Señor se anuncia al mundo para traerle el tiempo de la esperanza y de la cura que necesita la humanidad; y para decirles también, que todos aquellos que vivan los Mandamientos seguirán a las Leyes universales y, siguiendo a las Leyes universales, sentirán en su corazón una alegría indescriptible, a pesar de los tiempos de oscuridad, porque descenderá sobre ustedes el Espíritu Santo y, con todos Sus Dones, los hará encontrar la Tierra Prometida, el Reino de Dios que vive dentro de cada uno de ustedes.

Así, compañeros, cumplirán Mis Promesas ante el Padre Celestial, porque han sido transformados por Mi Misericordia a través de estos años y, por su adhesión y devoción, han abierto las puertas en muchos momentos para que situaciones muy dolorosas y desconocidas fueran resueltas; así como lo fue con la consciencia indígena de Canadá que, por más de cien años, sufrió la inquisición de Mi Iglesia equivocada.

Pero hoy, Yo vengo a elevar a esos corazones y a todos los corazones del mundo, para que siempre tengan presente Mi Mensaje y no a todos los que Me siguen, porque los que Me siguen siempre se podrían equivocar, eso es humano porque es débil. Pero en Mi Mensaje y en Mi Palabra, encontrarán el poder de la renovación y, encontrando ese poder de renovación, encontrarán la Cura, la Redención y la Misericordia que todos ustedes aún necesitan para alcanzar el Reino de Dios.

Con este impulso, vengo a preparar a sus corazones para el nuevo ciclo, que comenzará explícitamente después del 8 de agosto, en el que Mi Madre, que es su Madre, abrirá aún más las puertas al llamado definitivo en este Plan de rescate de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza y, en consecuencia, de la salvación de todo el planeta.

Por eso, lo que hemos construido juntos, hasta este momento, han sido los tres importantes pilares de la Obra de la Redención: el pilar de la Misericordia, el pilar de la Gracia y el pilar del Perdón. Estos tres pilares se unen por un gran círculo de Luz que es el pilar de la Redención, que es los que hoy las almas necesitan para poder rehacer sus vidas en este mundo contaminado por las guerras, por las tecnologías, por los ideales y por las graves tendencias que alejan a las almas del Amor de Dios.

Esta Gracia que Yo he traído al mundo, desde hace ocho años, ha sido posible por la principal base que se construyó para esta tarea espiritual, que es la base de las Comunidades-Luz, que invito a conocer a todos los que Me escuchan, para que ingresen en las Islas de Salvación y puedan conocer el camino que reconstruirá sus vidas en estos tiempos difíciles. Pero primero deben seguir amando Mi Proyecto de Redención, para poder conocer algún día el Proyecto de Salvación, a través de la vida evolutiva de las Comunidades-Luz.

Es que las Comunidades-Luz fueron los pilares principales de la Obra de la expansión de la Misericordia hacia otras naciones del mundo, para poder abarcar a muchas almas más, que en esta vida esperaban por redención.

Esto es lo que hoy coloco a los Pies del Padre Celestial: los esfuerzos, las entregas verdaderas, la devoción de los corazones, el servicio de los abnegados e inocentes, las almas que se esfuerzan por vivir la humildad, la castidad y el espíritu incondicional de una entrega cada vez más profunda por la concreción del Plan de Dios a través de Mi Sagrado Corazón.

Por eso, Yo los animo y Yo los invito, compañeros, a que esta Maratón sea un momento de celebración, sea un momento de poder impulsar a todas las almas que participan de este encuentro orante para que renueven sus votos con el atributo de la esperanza, para que esta Tierra sea curada en todo lo que sea posible y permitido. Así, comprenderán, compañeros, que Mi Obra en este lugar y en todo el mundo no la haré solo; necesito de sus corazones y de sus vidas, necesito de su sí para realizar lo que aún no se materializó, lo que aún deberá descender del Universo Espiritual para curar esta Tierra herida y crear las bases de una Nueva Humanidad.

En estos últimos ocho años, en los que Yo vengo apareciendo a ustedes y entregando Mi Mensaje al mundo entero, he visto que algunos de los Míos se animaron a ingresar en la escuela de los grados de amor y, más aún, algunos se animaron a ingresar en los grados de la escuela de la compasión.

Yo los invito a seguir adelante en esa escuela, los invito a que sus almas no olviden esa escuela, porque el Amor de Dios no solo los hará fuertes e invencibles, el Amor de Dios los hará cada vez más conscientes de la realidad y de la necesidad, hasta el punto de que por ustedes mismos puedan percibir, en todo, lo que deberán auxiliar y socorrer.

Hijos de Mi Padre, el final de los tiempos ya está sucediendo y, Conmigo y en unión a Mí, ustedes deben mantener las puertas abiertas a ese universo de la Misericordia, en donde las almas puedan ser purificadas, lavadas, bañadas y reciban una oportunidad, como cada uno de ustedes la recibió en este camino de encuentro Conmigo hacia la Misericordia.

Porque cuando sus corazones estén prontos para vivir lo que Yo necesito, como muchos corazones se están preparando para eso, Yo les abriré aún más Mi Corazón y les mostraré Mis sentimientos más desconocidos y profundos, que los invitaré a sentir para que aprendan a transmutar y a liberar a este mundo; sentimientos de Mi Corazón que no pueden ser vistos por los ojos físicos, sino por los ojos del corazón, de un corazón sensible y abierto a lo desconocido.

Yo vengo aquí para que se sientan bajo Mi Espíritu, porque sé que está siendo difícil para muchos compañeros atravesar este momento planetario, vivir esta situación mundial, formar parte de esta consciencia humana que día a día retrocede por la falta de amor y de compasión. Pero ustedes, que muchas veces se sumergieron en el océano de Mi Misericordia, ya pueden saber y también pueden sentir lo que esto significa. Y se colocarán al servicio de todo lo que sea necesario realizar, sin temer entregarse hasta que duela, porque lo sentirán hasta en sus huesos. En ese momento, sabrán lo que es la caridad y sus almas estarán en júbilo, estarán en gloria, estarán en adoración, por estar cumpliendo una pequeña parte del Plan del Señor. Si todos hicieran lo mismo en este mundo, ya no existiría pandemia, ya no existiría sufrimiento, porque todo eso sería sustituido por la fraternidad y la solidaridad de la cooperación que emerge de las almas que, en este tiempo, están aquí para servir.

En nombre de la Fuente de la Creación, quiero bendecirlos, a las puertas de este mes de agosto, para que esta bendición los impulse aún más a la transformación y a la elevación de la consciencia por todas las consciencias que no se elevan y que no aman, especialmente por las consciencias que hacen las guerras, las crisis humanitarias, las desigualdades, los conflictos sociales, hasta las enfermedades que hoy vive el mundo.

Aunque les parezca imposible, difícil o impenetrable, los invito a que imiten lo que Yo hice en la dolorosa Pasión, para que los méritos de sus esfuerzos y entregas, en este mes de agosto, sirvan de justificación de todos los errores cometidos, para que el caos del mundo sea aplacado y las almas más perdidas renazcan en el amor y en el perdón. Esa es Mi gran aspiración en este mes de agosto y la comenzarán a realizar primero entre ustedes, con todos los que los rodean, con sus familias, con sus seres queridos y amigos; así sabrán cuan necesario es vivir la escuela de los grados de amor, en el esfuerzo consciente para poder alcanzarlo.

Por eso, los he venido a bendecir especialmente, no solo a ustedes, sino también al mundo, para que el espíritu de colaboración despierte en los corazones de toda la humanidad, especialmente en los no creyentes, para que algún día despierte el sagrado espíritu de la hermandad.

Cuando eso suceda, el Cielo habrá descendido a la Tierra y la Tierra habrá ascendido a los Cielos en perfecta unidad, y entonces será cuando Yo retornaré para traer la Paz al mundo.

Escucho de sus almas, en este momento, las ofertas. Aunque imperfecta, que sea una oferta verdadera, que sea la oferta que nazca de la voz del corazón, para que todo sea redimido y curado.

Para este primer evento del mes de agosto, la Maratón de la Divina Misericordia, les dejo lo más preciado que tiene Mi Corazón, lo que en hermandad una vez compartí con ustedes: la Eucaristía, la Sangre y el Cuerpo de Cristo, que siempre los llevará a encontrar la verdad dentro de sí y la redención; porque Yo lo hice por ustedes y lo seguiría haciendo muchas veces más. 

Recuerden que en los Sacramentos está la tabla de la salvación, está el camino que los llevará a la paz y a la unión divina con la Santísima Trinidad.

Este mes de agosto, en el que cumplimos tantos años al lado de cada uno de ustedes; por medio de Nuestras Presencias, de Nuestros Sagrados Corazones, de Nuestras Palabras, les venimos a demostrar que estamos aquí para auxiliar a este mundo herido, sufrido y agonizante.

Por eso, los invito a ser parte definitiva de Mi Corazón, los invito a ser parte de los Rayos de Mi Corazón para iluminar a este mundo por medio de obras de caridad y de paz.

Por pedido del Padre Eterno, Yo los bendigo en este nuevo ciclo, en el que las puertas del servicio humanitario y de la oración se abrirán más, hasta poder llegar al mundo entero, hasta que todos los corazones posibles escuchen Mi Voz, escuchen Mi Mensaje.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.   

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cerrar este momento, haciendo una oferta al Sagrado Corazón de Jesús por medio de una canción que nos impulse a vivir ese camino de apostolado, para que la Luz de Cristo descienda al mundo y Sus aspiraciones sean concretadas a través del sí de cada corazón. 

  

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ahora llegó el momento de que el corazón humano se vuelva un corazón consagrado, así como lo logró San José.

Que el ejemplo del simple carpintero de Nazaret los motive para poder encontrar la trascendencia de la condición humana, aceptando la imperfección, pero transformándola día a día, así como lo vivió San José.

Que el ejemplo de Su castidad e impersonalidad los invite a buscar el mismo camino, para que sigan atravesando los desafíos de la consagración y de las aspiraciones del alma.

Únanse a San José y sean obreros del Plan de Amor. Construyan las bases de lo nuevo y la renovación llegará.

Imiten a San José en Sus pasos de humildad. Que sus corazones sean resignados pero que sean corazones vacíos, llenos de servicio y de caridad, así como San José lo expresó.

Que en este día de cierre de la tarea de San José, todas Sus instrucciones estén vivas en su interior y que, siendo bendecidos por el Casto San José, sus almas renueven sus votos con el Plan de Amor del Padre Celestial. 

Pero recuerden, San José seguirá bendiciendo al mundo.

Ahora le llegó el momento a cada alma de vivir el mismo camino que vivió San José. Es una invitación interna para los que quieran aprender del ejemplo de San José.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acompaña con tu corazón el despertar de los Nuevos Cristos, que nacen del sacrificio, del martirio, de la entrega y, sobre todo, del amor.

Los Nuevos Cristos nacen del silencio, de la renuncia, de la castidad, de la vigilia y, sobretodo, de la unidad con el Padre.

Los Nuevos Cristos nacen del vacío, de la fe, del desierto y, sobretodo, de la incondicionalidad ante Dios.

Los Nuevos Cristos nacen delante de los Ojos del Creador y casi siempre serán conocidos solo por Él.

Entra, hijo, en diálogo con Dios, para que Él haga de ti parte de Su legado de Amor, una continuidad del Plan de Su Hijo, semilla de los méritos de Su Pasión, fruto de Su Sangre y de Su entrega.

Aspira a ser, tú también, un Cristo del Nuevo Tiempo, aquel que renueva el Amor del Padre y del Hijo colmado por el Espíritu Santo y que reconstruye, así, la unidad entre el Creador y Sus criaturas, dando a Dios la posibilidad de renovar Su Creación.

Tienes Mi Bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, CORRESPONDIENTE AL MENSAJE DIARIO, TRANSMITIDO EN LA CASCADA DE VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Yo soy la Señora de las Aguas y con ellas purifico a Mis hijos de toda deuda y pecado.

Yo soy la Señora de las Aguas y con ellas bautizo a Mis hijos en el nombre de Cristo.

Con el agua doy vida a las criaturas espirituales y constituyo la fusión interior con el Padre Celestial.

Queridos hijos, soy la Señora de las Aguas y con ellas sano las heridas más profundas.

Soy la Señora de las Aguas y con ellas santifico a Mis hijos y derramo todas Mis Gracias sobre ellos.

Soy la Señora de las Aguas y con ellas divinizo todo lo que tocan y mojan, porque en la esencia del agua está la purificación, como también la elevación de la vida.

Queridos hijos, soy la Señora de las Aguas y a través de ellas espejo Mis atributos de luz para el mundo.

Quien se una a la consciencia divina del agua podrá sentir su pureza y castidad; es a través de este sagrado elemento que Dios creó, que todo puede regenerarse y renovarse.

Soy la Señora de las Aguas y con ellas borro los males de este mundo a través de la luz que emana físicamente de ella.

Como Señora de las Aguas, los invito a proteger de ustedes mismos todo lo que ellas guardan, para que en la vida futura la nueva humanidad aprenda a amar el poder sagrado de este elemento.

Con esta agua lavarán sus pies del pasado y se renovarán en esencia y en vida, porque el agua, cuando es santificada, permite disipar y limpiar toda situación interior.

Renuévense, renuévense a través del agua, y que toda pureza pueda emerger de sus corazones para que exista un poco más de paz.

Como Señora de las Aguas los purifico y los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por proteger todas las aguas del mundo y por orar por ellas!

Los cura espiritualmente,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El sacrificio de amor de San José

Queridos hijos:

Mi Santo Esposo José vivió una vida plena en el Señor. Eso no lo eximió de todas las pruebas y renuncias humanas que tuvo que vencer, porque detrás del amoroso sacrificio de San José, el Casto Corazón estaba transmutando y trascendiendo la condición humana de la época.

Así, hijos Míos, José Castísimo profesó Su fe en Dios desde temprana edad y desde entonces el propio José fue conociéndose como hombre y después como consciencia divina.

José Castísimo tuvo que vencer el miedo, la tentación y la soledad de quienes lo rodeaban desde Sus primeros años hasta Su juventud.

Cuando San José hizo voto de castidad sabía que estaba ofreciendo la casta unión con el Universo para, de esa forma, apartar de la ilusión y de la pérdida espiritual a aquellos que las vivían.

Su silencio y quietud ayudaron a José a prepararse para la gran tarea de ser el padre y el guardián de Jesús.

Su reverencia y amor hacia los más necesitados hicieron del pobre Casto Corazón un ejemplo de santidad para muchos.

José tuvo que soportar en Su silencio la discriminación, las blasfemias y las indiferencias porque había escogido, en Su mayor y profundo recogimiento, vivir eternamente para Dios. Estos ataques morales y verbales eran insidias del adversario que, desde el primer momento, se vio vencido ante el poderoso y simple amor que San José emanaba por medio de las obras de caridad.

San José nunca renegó ni omitió nada de lo que recibía, vio desde el principio que todo lo que vivía era parte de Su redención y purificación.

Pero sin saberlo, San José ya era un hombre de plena santidad; Su Corazón humilde y manso nunca quería lo mejor para sí y siempre lo daba todo para que Sus semejantes tuvieran buen provecho de todas las Gracias que recibía. En este aspecto oculto, todos los bienes espirituales que recibía José Castísimo de parte del Eterno Padre, los derramaba a través de Su servicio y amor a los pobres.

San José se preparó de esa forma para ser el padre escogido por Dios para cuidar y acompañar la llegada del Mesías.

Era tanta la humildad y la castidad de José, que el día del nacimiento de Jesús, en el que los ángeles llenaban con su luz la gruta, el pobre San José, humilde obrero, salió a buscar paja para calentar el lugar para María durante el momento en que estaba naciendo el pequeño Niño Rey.

En Su santa bondad, José prefirió orar fuera de la gruta y dejar a la Santa Madre en la plenitud de Su éxtasis, mientras los santos ángeles ayudaban en el nacimiento de Jesús; ese acto de desapego y de renuncia de San José lo llevó a alcanzar en ese momento el cumplimiento de la Voluntad de Dios.

San José fue un hombre libre de sí, se transformó día a día a través de las palabras que decía el pequeño Niño, palabras que resonaban en Su Casto Corazón como una oración de un padre por su pequeño hijo.

En todo, San José reconoció la majestad de Dios en Jesús y en María encontró el reflejo de la maternidad y de la paternidad del Creador.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En unión al Casto y Humilde Corazón,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, HACIA PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Mi trabajo es lograr que algún día vuestras vidas se conviertan y sean como el bendito fruto que nació en Mi vientre purísimo, que sean como Jesús.

Después de vivir el tiempo de vuestra purificación, vuestra Madre Celeste los llevará al Reino Bendito de Su vientre, para que vuestras almas, ya libres de toda mancha, se fundan en la esencia del Amor de Dios.

Por esta causa, hijos Míos, vuestra Madre Celeste viene al mundo para liberarlo, rescatarlo y volver a abrirle los ojos para que vea la Misericordia de Dios.

Vuestro incansable esfuerzo por vivir la pureza y la castidad es contemplado por la Gracia de vuestra Madre Santísima y siempre tengo presente que lo están ofreciendo por todos aquellos hijos Míos que están perdidos y rodeados por la ilusión de una vida materialista.

Es este código equivocado y profano que vuestra Madre Celeste, por medio de Su oración y Misericordia, viene a redimir y a rehabilitar.

Queridos hijos, este tiempo está marcado por un ciclo de intensa purificación; dichosos aquellos que siempre oran Conmigo, porque Mi Corazón Puro e Inmaculado los hará vivir los tiempos de reajustes de forma armoniosa.

Deseen profundamente y de corazón, poder alcanzar la cura de todos los aspectos de la vida superflua, no redimida, la que en estos tiempos perdió la verdadera conexión con Dios Padre. Yo, como vuestra Madre que los ama, vengo para demostrar a los corazones Vencerque la vida pertenece a la obra sublime del espíritu. Vengo para llevarlos al reencuentro de un modelo de vida como la de Mi Amado Hijo.

Que el Señor los guarde y que siempre tengan la fuerza interior para vencerse a sí mismos y así dar testimonio de vuestra sagrada redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz  

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN PRESENCIA DEL CASTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijos Míos:

Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.

Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.

Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.

Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.

Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.

Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.

Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.

Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.

Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.

Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.

Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los lleva a los brazos de San José,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Escucha en tu corazón la historia que Te voy a contar. Deja que Mis palabras fluyan como agua pura en el río de tu mente y que los misterios de Mi vida corran dentro de esta agua con la misma armonía. Confía en el compromiso que tu corazón tiene Conmigo, porque muy poco es lo que el mundo sabe sobre esta historia y muy poco seguirá sabiendo, hasta que ingrese en el Reino de los Cielos.

Nací de una gestación de infinita pureza, preparada por los ángeles, como si crearan una flor, pero era Mi alma que crecía en el vientre materno de Mi santa madre. Le digo santa porque sobre ella descendió el Espíritu Santo y, a través de sueños, fue preparada por los ángeles para comprender la maternidad que viviría, de un niño poco común para su época.

Mi madre me cantaba al corazón, oraba y preparaba su gestación con profundo amor; amor que Dios le infundía para inspirar a su creación, que sería la semilla de lo que vendría a ser José, el llamado hijo de David.

Nací y crecí acompañado por los ángeles; Mi santa madre, adornada por el Espíritu Santo, fue quien desde los inicios me enseñó a realizar las primeras obras de caridad. Me enseñó que, para el prójimo, se ofrecería siempre lo mejor y, quien así procediese, dando al prójimo lo que mejor tenía, recibiría de Dios lo mejor que Él tenía del Reino de los Cielos.

De esta forma fui comprendiendo las Leyes de Dios, que eran muy diferentes a las leyes de la Tierra y, cuanto más Mi consciencia infantil se sumergía en ese Reino, más me veía fuera de todas las leyes del mundo; sobretodo las leyes de la materia, estas que prenden al hombre y lo hacen rehén de las energías capitales.

Dotado de profunda unión con Dios, el Señor jamás permitió que las leyes de la Tierra actuasen sobre Mi consciencia juvenil.

Aprendí del trabajo y de la soledad, del silencio, de la oración y del ayuno y, crecí en estos hábitos diarios. De familia simple y pobre, así fue reflejándose la vida en Mi alma, crecí simple y pobre de las cosas del mundo.

La soledad me enseñó la humildad, pues en soledad profundizaba en los misterios de la Fe y en la ciencia del Reino de Dios, lo que me hacía comprender día a día, cuán pequeño era delante de la Grandeza de Dios Altísimo.

Es verdad que hice voto de castidad a los 12 años; en verdad, la castidad y la pureza Me fueron infundidas por Voluntad Divina y eran virtudes naturales de Mi pequeño ser. Cuando a los 12 años comprendí parte de la Voluntad de Dios para Mi pequeña consciencia, Me confirmé en esa Voluntad y ofrecí el voto de castidad perpetua.

No solo hice este voto delante de Dios, sino también le prometí ser eternamente servicial en todas las cosas; mientras viviese e incluso en la Eternidad sería Su fiel siervo y obrero, sirviendo eternamente a Su Santidad y a todos Sus hijos, a aquellos que más necesitan.

Cuando me casé con María, encontré en Ella también la perfecta caridad, de lo cual fuimos ejemplo como familia y como personas.

Todo trabajo realizado por Mis manos era ofertado a los pobres, a los más pobres que nosotros y, como había aprendido de Dios, cuando daba a los que necesitaban, por Obra y Gracia del Espíritu Santo, recibíamos en nuestra mesa todo cuanto necesitábamos para subsistir.

María era también ejemplo de caridad espiritual; formaba en el Amor a Dios a todas las que lo necesitaban, desde las ancianas a las más jóvenes, estaba siempre rodeada de mujeres de Nazaret y de Jerusalén.

En Mi trabajo de carpintero ejercía el oficio siempre unido a la Voluntad del Señor, y esto permitía que los instrumentos confeccionados fuesen dotados del Espíritu Santo. Muchos milagros acontecieron, dentro y fuera de Mi conocimiento; milagros por los cuales pedía perpetuo silencio a los que los recibían y atribución total a la Gracia Divina y a Su Santa Voluntad y Obra.

En Mi carpintería formaba a los jóvenes y niños de Nazaret; entre ellos estaba el Niño Jesús, que más me enseñaba que lo que aprendía. Con Su presencia, los milagros realizados a través de los objetos que confeccionábamos comenzaron a crecer.

Como nuestras confecciones estaban hechas para gente muy pobre pero de mucha Fe, no les costaba creer en las Obras del Espíritu Santo y, aunque profundamente agradecidos a aquella familia tan misteriosa de Nazaret, viendo tan profunda humildad y pureza, no dudaban en atribuir estas santas obras a Dios.

La vida de José fue por sobretodo una vida de silencio, de trabajo y de oración. Dice el Señor que este es el arquetipo de la vida consagrada; una vida que existió hace tantos años y que para muchos puede ser considerada como superada, vino para demostrar al mundo el arquetipo de las familias sobre la Tierra.

José y María se completaban en las virtudes y en la devoción, en el Amor a Dios y en los cuidados a Jesús. Jesús aprendió en Su infancia todas las virtudes de Sus padres y sobresalió en todas, creciendo en ellas y enseñando a sus humildísimos padres a vivir bajo la Ley de Dios.

La Sagrada Familia era el complemento de la perfecta santidad, Obra purísima del Creador, vista desde los mínimos detalles y preparada no solo en José y María, sino en todas las últimas catorce generaciones de ambos padres de Jesús.

Estas generaciones fueron creciendo en pureza y santidad para ofrecer a los dos santos la santidad más pura que pudiese existir sobre la Tierra y, de esta unión perfecta, pudiera nacer protegido del mundo y amparado por el Espíritu Santo, el Hijo dilecto de Dios, Su primogénito, Jesús Cristo.

 

Lo que aparece escrito en la “Mística Ciudad de Dios” se complementa con lo que está en el Evangelio.

Todo debe ser leído y estudiado con el corazón para que a través de él sea transmitido.

Que esta devoción nazca primero en vuestros corazones para que después recorra el mundo.

Vuestro amado Hermano e Instructor, San José Castísimo.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos Míos:

Hoy los invito a recordar la unión perfecta que existió en el pasado entre los miembros de la Sagrada Familia, para que a través de ese ejemplo sus seres internos puedan alcanzar lo sagrado.

Para mejor entendimiento de ustedes, Yo les diré cuáles fueron los frutos que la Sagrada Familia alcanzó a través de la convivencia y de la vida diaria en Nazaret. 

En cada uno de nosotros despertaron Dones del Espíritu de Dios, los que estuvieron al servicio constante de la humanidad, aun cuando vivíamos sobre la faz de la Tierra.

El Espíritu de Dios despertó en la Virgen María el don de la oración para realizar los Planes de Dios, el don de la maternidad para acoger a todos los hijos de Dios, el don de la humildad para reafirmar Su purísima entrega a Dios y el don de la virginidad para irradiar el Amor Puro de Dios.

En Mi Padre San José se despertó el don de la castidad para conservar los Designios de Dios, el don del buen obrero para manifestar la Voluntad del Padre, el don del silencio para construir lo nuevo en los planos internos y el don de la alegría para curar a los enfermos.

Esos y otros dones también se hicieron evidentes en el espíritu del pequeño Niño Jesús como el don de la palabra para transmitir el Amor de Dios, el don de la redención para convertir a los que estaban distantes de Dios, el don del retiro para interiorizar los Planes de Dios, el don del corazón para irradiar el Espíritu de Dios y el don de la meditación para llevar adelante las Ideas del Padre Universal.

Los dones en la Sagrada Familia siempre fueron un misterio para muchos y ellos generaron, por medio de los tres Sagrados Corazones de la Santa Familia, un cambio profundo en la consciencia de la humanidad, llevándola así a la conversión y a la redención.

Por eso, en este día oren y mediten sobre los poderes de los Dones que emanan desde el Corazón de Dios, así ayudarán a consagrar de nuevo a la necesitada humanidad.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por vivir en los Dones de Dios.

Cristo Jesús

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Cuando Mi mirada se posa sobre la Tierra, ella viene repleta del Espíritu de Dios, para que la Fuente Divina de la Creación irradie Sus Dones y Su Luz hacia la Tierra.

El Espíritu Santo es la Conciencia viva de Dios que reina entre las criaturas, una parte Suya que existe para iluminar la materia y divinizarla.

El Espíritu de Dios desciende sobre los hombres en forma de aspiración, instrucción, Luz vivificadora que todo restaura. Se puede percibir la presencia de este Espíritu Santo en la iluminación del conocimiento, cuando se tiene claridad y comprensión de la Verdad; en la iluminación del espíritu, a través del espíritu de amor y humildad; en la iluminación de la materia, a través del renacimiento constante en Dios Padre.

El Espíritu Santo, hijos Míos, es la Fuente de eterna creación que permea los universos. El poder creador de los hombres proviene del Espíritu Santo, y para saber lidiar con ese don de crear, que los hace semejantes a Dios, es necesario invocar permanentemente a Su Espíritu.

En la vida de María, de Jesús y de José, perpetuamente reinaba el Poder del Espíritu Santo porque, aunque en verdad no lo conociéramos, lo invocábamos permanentemente hasta que, en el silencio y en la soledad, este Santo Espíritu se mostró a cada uno de Nosotros en secreto. Nuestros ojos se iluminaron por la presencia del Espíritu Santo y Nuestra mirada se tornó misericordiosa para siempre. Nuestras manos fueron bendecidas por el Espíritu Santo, y así como Jesús curaba, María consolaba y José traía gracias de caridad a todos los que tenían contacto con la materia de Su carpintería.

Cada ser que recibía de José, siempre de gracia, algún bien hecho por Él, recibía del Espíritu Santo una Gracia especial. En las mesas, que Él hacía, se manifestaban los alimentos que las familias necesitaban; las herramientas para cultivar hacían nacer del suelo plantas saludables y abundantes para que todos se pudieran alimentar, y así cada instrumento que Él creaba en Su carpintería llevaba Gracias misteriosas a los que los recibían. 

Los niños que eran instruidos por José, eran instruidos sobre todo en el amor y en el poder de creación a través de este Amor. José, pleno del Espíritu Santo, enseñaba a los niños a obrar con caridad y a crear como los ángeles, a vivir en silencio, en castidad y en oración y, muchos de los que Él educó en Su carpintería, se tornaron discípulos amados de Jesús.

El Espíritu Santo obraba de diferentes formas en aquella simple familia, siempre en secreto, siempre en silencio. El silencio es la primera llave para los que buscan al Espíritu de Dios; la soledad con Dios es otro paso que debe ser dado por el alma de aquel que aspira a unirse a Su Santo Espírito, porque los misterios más preciosos de esta vida sobre la Tierra son revelados en el silencio del propio corazón.

El Espíritu Santo se da a conocer a aquellos que aguardan Su presencia con simplicidad, que mantienen el alma unida a Dios y que, en la Tierra, obran con caridad, humildad y silencio.

Para alcanzar la Gracia de la eterna presencia de este Espíritu se debe aspirar eternamente a estar con Él y a vivir en Dios; y cuando la mente aspira, las emociones aspiran y el alma también aspira. De esa forma, ejercítense en la caridad y en el silencio, ejercítense en la oración y en la paz, en la comprensión y admiración del prójimo; así alcanzarán un espíritu humilde, y el Espíritu de Dios, al fin, podrá aproximarse a sus corazones.

Yo los bendigo siempre.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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