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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Que tu mirada esté en los Cielos.
Que tu alma esté en los Cielos.
Que tu corazón esté en los Cielos.
Que tu espíritu esté en los Cielos y que siempre recuerdes que, más allá de toda circunstancia, Dios te ama como eres, y les desea el bien y la paz a ti y al mundo.
Haz de tu vida un instrumento de Paz.
Haz de tu vida una acción de Misericordia.
Haz de tu ser una expresión del Amor de Dios.
Déjate transformar, no le temas al poder de Mi Fuego; porque cuando termines tu experiencia en la Tierra, recuerda que deberás brillar como una estrella, capaz de reflejar todo lo evolutivo y trascendente que viviste.
Que tu consciencia sea abrazada por la fe. Camina en este desierto y no te detengas. Siempre estoy aquí"
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mientras el mundo se hiere a sí mismo, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que los ángeles transformen el odio y la venganza en paz y en amor.
Mientras las guerras agreden a los más inocentes y desprotegidos, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que las familias protejan sus hogares y los niños tengan un futuro feliz.
Mientras el aborto interrumpe la cadena espiritual de la vida y de la armonía en el mundo, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que la célula de la familia esté amparada y apartada de las invenciones del mal.
Mientras los refugiados y exiliados buscan con desesperación un futuro de esperanza y de justicia, que descienda ahora el Sagrado Cielo de Dios, para que los más necesitados reciban lo que tanto necesitan y estén libres de las temibles redes del tráfico humano.
Mientras la división en las familias coloca a cada miembro enfrentado con su propio hermano o hermana, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que se cierren las puertas inciertas.
Mientras las ideologías son la tendencia que confunde y divide a los corazones de Mis hijos, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que el Espíritu Santo dé entendimiento y sabiduría a cuantos lo necesitan.
Que descienda Mi Sagrado Cielo de Dios para que los que sufren sean aliviados y alcancen la Misericordia de Dios.
Invoquen al Sagrado Cielo de Dios para que se alcance la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Que la pureza vuelva a nacer y a brotar de tu corazón.
Que esa pureza esté formada por un sentimiento puro, por un pensamiento puro, más allá de todo lo impuro que vivas.
Busca creer, más allá de las dificultades, en la pureza que Dios le dio a tu alma y a tu corazón; y, a través de esa búsqueda incesante, aprende a amar de verdad, sin dejar de amar todo lo bueno o lo no bueno que te suceda.
Así, hijo Mío, hija Mía, transitarás por la escuela de la reconciliación. Aprenderás a perdonar todo lo que vives y, en el acto sincero del perdón, volverás a renacer.
Un corazón puro es lo que la humanidad perdió por completo. La falta de un sentimiento puro y de una acción pura lleva a las almas al sufrimiento y hasta pensar que la culpa la tiene Dios.
La falta de un amor pacífico y fraterno hizo perder los valores y los principios de la espiritualidad y de la fe en cientos de almas.
Sean puros, no queriendo ser perfectos o trascendidos. Comiencen todos los días con pequeños actos de amor para que no solo ustedes se transformen, sino que el mundo también se transforme y retorne al respeto y a la reverencia de los Mandamientos. Sin Mandamientos no hay camino hacia el Cielo, y sin Cielo no hay paz interior.
Pido a Mis hijos que recapaciten y que replanteen sus actitudes, y la forma de ver las situaciones de la vida; porque cuando aprendan a amar y a apreciar las diferencias de la humanidad, ya no sabrán lo que es el conflicto o la violencia, porque se habrán dado cuenta de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis pies señalan el sendero del último tiempo para seguir.
Como Madre, intento conducirlos hacia Cristo, para que su aspiración a mantenerse en el camino de la redención siga siendo permanente.
A los lados de la senda que Yo les señalo encontrarán la actual realidad del mundo, grandes y profundas necesidades que precisan ser atendidas a través de la luz del verbo de la oración.
De esa forma, queridos hijos, estarán atrayendo del Cielo lo que la humanidad necesita y no lo que desea.
Este es el tiempo de atravesar la desolación mundial, el ciclo en el que nada parecería tener sentido ni salida.
Este es el tiempo de que, al igual que Mi Hijo, ustedes ayuden a cargar la pesada cruz de la indiferencia y de la injusticia de la humanidad.
Todo esto solo podrá ser resuelto con la oración del corazón, una oración que, en este momento agudo, les traerá la Paz del Reino de los Cielos.
Por eso, hijos Míos, no pierdan la fuerza de orar. Así su fe no será débil y su confianza en el Padre los llevará a comprender estos tiempos definitivos.
Que la oración los haga portadores de los Dones del Cielo.
Que sus virtudes los ayuden a trascender y a purificar sus vidas, para que sus almas estén a las puertas del Reino de los Cielos, a la espera del gran momento del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando los corazones se unen en un clamor sincero, unen el Cielo y la Tierra y, como un manantial de luz, la Gracia y la Misericordia Divina descienden, lavando y purificando todo aquello que estaba oscuro, perdido, separado de Dios y de Sus Leyes.
Cuando la humanidad se une para manifestar un Propósito Celestial y sus corazones son verdaderos en la unidad y en el amor a Dios, toda la Creación contempla la Tierra, porque la Luz del Infinito, del más profundo Amor del Creador por la vida, emerge de Su Sagrado Corazón y cruza las dimensiones, llegando a la Tierra.
Es así que no solo los enfermos de cuerpo se curan, sino que también los enfermos de corazón, de alma y de espíritu reciben la cura.
Aquellos que tenían sus esencias perdidas en los abismos del mundo también reciben auxilio. Aquellos que lloraban desconsolados, por no tener esperanza, son aliviados. Aquellos que sufrían por las injusticias y los desequilibrios del mundo reciben un rayo de paz en lo profundo de sus corazones.
Cada vez que la humanidad ora más profundamente, más profundo es también el alcance de la Gracia y de la Misericordia del Creador; más profundos son los niveles de la consciencia planetaria adonde Su Amor puede llegar, porque Sus hijos le abrieron las puertas, le dijeron sí.
La oración es la gran puerta para la redención del mundo, es el camino a través del cual las Leyes Divinas llegan en auxilio de este planeta corrupto y lo hacen retornar al Pensamiento de Dios.
Los corazones de los hombres desconocen el poder de la oración, pero hoy les dijo, hijos: oren y no dejen de orar, con sinceridad y con verdad, pues es de esta forma que unirán los tiempos, curaran las esencias y recorrerán el camino de retorno a Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Tributo al Instructor del Amor
Hijos Míos:
Hoy se cumple un año desde que el alma de Mi hijo José Trigueirinho se elevó al Cielo para continuar con su trayectoria en preciosas escuelas de servicio y de expansión de la consciencia.
Después de su partida, muchos acontecimientos se presentaron, no solo en el campo del servicio, de la instrucción y de la oración que la propia Figueira pudo expresar, sino también se presentaron grandes necesidades de ayuda humanitaria a nivel mundial e internacional.
Así, el Árbol Sagrado de Figueira que fue cuidado, podado y protegido por Mi hijo José Trigueirinho durante los últimos treinta años, lanzó nuevas semillas de instrucción y de servicio, las que hasta los días de hoy continúan brotando y dando infinitas oportunidades a todos los que quieran aprovechar esta Gracia de vivir la absoluta donación de sí.
Después de treinta años, en los que el suelo fértil de cada corazón y discípulo fue cuidado, amorosamente, por Mi hijo José Trigueirinho, llegó el momento de que las virtudes y los talentos emerjan para estar al servicio del Plan de Dios, a fin de aliviar todo el dolor a través del amor.
Este es el momento, en el que todos los discípulos de José Trigueirinho deberán asumir sus lugares dentro del Plan y deberán comprometerse con lo Alto para sostener las Islas de Salvación que, con tanto amor, Mi hijo José Trigueirinho, protegió y amparó con su humilde consciencia.
Este es el momento de que todos los miembros de la Red-Luz como buenos, dedicados y tiernos servidores asuman el cuidado, el amparo y el mantenimiento de las Comunidades-Luz, y que estén más presentes y activos, sabiendo que las Comunidades y los Núcleos-Luz serán espacios sagrados para el recibimiento y el acogimiento de situaciones humanitarias.
Ahora es el tiempo de poner en práctica todo el legado recibido y escuchado durante los últimos treinta años. Es el tiempo de dar continuidad a la Obra que la Jerarquía espiritual sembró a través de la Comunidad Figueira.
Así permitirán, hijos Míos, que en la superficie de las Comunidades y en los Núcleos-Luz, la Jerarquía cuente con espacios consagrados y donados amorosamente para que la Jerarquía pueda seguir instruyendo y guiando a las almas, para que pueda seguir sembrando semillas de luz en los corazones que están despertando a la gran convocatoria.
Demos gracias al Padre Eterno por haberles enviado al mundo un humilde y servicial Instructor que amparó y protegió a cada uno de sus hijos y discípulos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aquellos que nada tienen, aquellos que nada quieren, aquellos que son pobres de espíritu y puros de corazón serán los pilares de la obra redentora de Mi Misericordia.
En los que nada aspiran, en los que nada esperan, en los que están vacíos de sí se establecen los pilares de la obra de Mi Misericordia y a través de ellos puedo hacer mucho más que con cientos de trabajadores en un viñedo.
Por sus frutos los conocerán porque todo lo que unan en el Cielo será unido en la Tierra, y todo lo que desunan en el Cielo será desunido en la Tierra.
Este es el tiempo de reconocer las virtudes y los dones que Yo hago florecer en el corazón de los simples. Pero también es el tiempo de reconocer Mi Faz en el semejante, en el que está solo, en el que está enfermo, en el sediento y en el agonizante, porque todo lo que le hagan al más pequeño de los Míos es a Mí que Me lo hacen.
Este es el momento de aliviar la pesada cruz del sufrimiento, de la indiferencia y del error que cientos de almas comenten, día a día, ante el Amor salvífico de Dios.
Es el tiempo de que dentro de cada uno de ustedes comprueben su entrega a Mi Sagrado Corazón.
Los bendigo y les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hace más de 102 años, el 13 de julio de 1917, en Fátima revelé a los pequeños pastores el tercer y desconocido secreto. Ahora, continuando con esa revelación dada y aún no conocida totalmente por los hombres, vengo en este día a revelarles lo que ustedes están preparados para saber y conocer.
Por esta razón, hijos Míos, su Madre Celeste llega con el impulso de que puedan conocer y abrazar, con toda la fuerza de sus corazones, lo que representa el Universo y su vida infinita.
Llegó el tiempo de que el hombre de superficie ya no permanezca solo con la visión de su nación, continente o planeta. Es tiempo de que, por medio de la oración y de la fe, puedan ampliar su consciencia a fin de que no existan fronteras mentales, sino conocimiento, reverencia y devoción por lo desconocido; por todo aquello que está en las moradas de los Cielos y que no puede ser controlado ni manipulado por nadie.
En Fátima, los pequeños pastores conocieron esas revelaciones, además del tercer secreto que recibieron, porque el Ángel de la Paz los preparó para ese período en el que, a través de la Madre Santísima, estarían ante la magnitud de Dios y de todo Su Universo. Todo eso fue posible por el grado espontáneo de pureza que ellos vivieron.
Ahora, queridos hijos, es el tiempo de dar el salto al conocimiento del Universo y de acceder a la realidad que ninguna tecnología humana alcanzó en toda la historia de la Tierra. Porque, en verdad, el conocimiento infinito del Universo es revelado a los humildes de corazón y a los simples de consciencia. En ellos no existe ambición de poder ni de control en ningún sentido.
Eso fue, hijos Míos, lo que los pequeños pastores de Fátima vivieron, pero llegó el momento de que la Jerarquía Celestial amplíe esa oportunidad a todos los que aspiren a postularse como humildes servidores de Dios.
Eso ayudará a que, en la superficie de la Tierra, hayan consciencias que sean instrumentos que propaguen la devoción al Padre Eterno y así exista más gratitud y reverencia, en compensación por todas las equivocaciones que comete el hombre de hoy, al apartarse de la Verdad Divina, por sus propios medios y modos de vida.
Es así, Mis hijos, que en este día y a través de la Aparición, Yo como su Madre e Intercesora los colocaré ante esa Gracia de que sus corazones crezcan en la fe y en el amor al conocimiento de lo Alto, del Universo y así, el Amor Crístico esté presente en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se abran los Cielos delante de los que oran con el corazón para que encuentren la paz y para que, por su intercesión, el planeta también conozca un poco más de paz.
Que se abran los Cielos delante de los que oran con el corazón para que reconozcan la Presencia Divina y para que el Espejo del Corazón de Dios se refleje en Sus criaturas y despierte en ellas su potencial de amar, de crear y de transformar a este planeta y a mucho más allá de él.
Busquen, hijos, despertar los Dones de Dios en sus corazones más que desarrollar destrezas. Dejen que, a través de la oración, emerja de sus corazones este potencial único de semejanza con Dios que solo los seres humanos traen consigo.
No están en la Tierra para desarrollar la inteligencia, sino para expresar el Amor-Sabiduría que cura, redime y restaura todo el pasado y todo error; que los torna nuevos y, más que eso, renueva a toda la Creación Divina.
Repetidamente les digo que busquen la verdad sobre sí mismos porque aún no la encontraron. El tiempo de las ilusiones se está acabando y cuanto más se aproxima a su fin, más la humanidad parece apegarse a él y alejarse de la esencia de la vida espiritual.
No dejen que eso suceda en sus corazones.
Oren y busquen la unión con Dios. Dejen que Su Paz, Su Silencio y Su Amor se instalen en sus consciencias, revelándoles hasta lo más profundo de sus seres porqué están aquí, de dónde vinieron, qué deben hacer y hacia dónde regresarán después de esta vida.
Busquen el sentido de su existencia a través de la oración y, aunque no tengan respuestas concretas, dejen que sus corazones se unan al Corazón de Dios y que, con un sentir verdadero, el Señor les muestre el camino y cuáles son los próximos pasos que deben dar.
Recuerden que los ciclos pasan aceleradamente frente a ustedes y que sus corazones deben acompañar el movimiento de las estrellas a través de la profundización en el propio interior. Esto comienza, hijos, amando a la Voluntad Divina y dejando que ella se instale en su consciencia y en su corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En la hora de Mi Misericordia hago descender los méritos de la Pasión, a fin de que las almas tengan una oportunidad de despertar y de redención.
Por eso, la hora de Mi Misericordia es importante para su Maestro y Señor porque en ese momento, el Redentor y las almas tienen la oportunidad de revivir no solo el sacrificio del Cordero de Dios, sino también los potentísimos poderes alcanzados a través de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Señor.
Vengo en esta hora para conceder a Italia la Gracia extraordinaria y expiatoria de poder reconciliarse con Dios y con todo su Plan de Amor y de Perdón porque sé que las almas necesitan mucha Misericordia para poder recapacitar y cambiar, así como Dios lo necesita de todo el pueblo italiano.
Si al menos un grupo de consciencias italianas hicieran el cambio que el Cielo está implorando, Italia, como nación, sería perdonada de muchísimos errores y esta patria alcanzaría un alto grado de conversión y de redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy el mundo entero, pero especialmente el Santuario de Fátima, por medio de todos los peregrinos recuerda que la humanidad tiene Madre. Una Madre que silenciosamente intercede sin cansancio ni demora por la humanidad. Una Madre que desde el principio e incondicionalmente aceptó entregar a Su Hijo para ser la Madre de la humanidad.
Hoy Fátima se enciende como un sol a través del Amor de María Santísima. Las almas recuerdan a la Madre del eterno cariño, a la Madre que les da la Paz, a la Madre que les desea profundamente el bien y les ofrece Su Corazón de Madre como refugio y amparo ante cualquier adversidad.
He aquí, ante ustedes, a la Madre de Dios y a la Abogada de todos los condenados espiritualmente. He aquí a su Madre, la Madre del Universo y de la humanidad; la Madre que los acoge, la Madre que los entiende y que les concede, por medio de Su entrega, el perdón y la reconciliación de Dios.
Recuerden bien este día 13 de mayo, el que hasta los días de hoy permanece vivo como si fuera la primera vez que la Madre de Jesús descendió del Cielo para ampararlos y entregarles la Paz.
Ustedes nada más necesitan, criaturas de Dios, porque tienen Madre, y la Madre del Cielo es lo más importante de sus vidas.
Aprécienla, respétenla, escúchenla y ámenla como Ella lo hace silenciosamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Tu oración es escuchada en el Cielo y es valorada por el Señor.
Si la oración fuese realizada con sincero esfuerzo y dedicación, aun mayor será el resultado de la misma.
La oración es neutra, pacífica e inmutable. Ella se potencia a través del corazón que la pronuncia con fervor.
La oración es un amparo contra toda adversidad y contra todo peligro.
Por la oración las almas encuentran el camino de la Luz, y ella atrae del Universo todos los atributos de Dios.
Vivir en oración es como estar bajo la lluvia, porque la oración derrama muchas gracias y actúa como un bálsamo de perdón en los corazones que la adoptan como instrumento de elevación de la consciencia.
La oración es capaz tanto de detener un desastre de la naturaleza, como de reconstruir el campo espiritual de una situación o de un ser.
Si la oración fuese verdaderamente considerada, no permitiría la acción personalista de los gobiernos ni que las crisis se establezcan en las naciones.
Por la oración las almas encuentran un refugio especial en el Corazón de Dios, y en la oración la consciencia está protegida en estos tiempos críticos.
Aún los poderes de la oración no fueron descubiertos por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Cáliz ya está entre Mis Manos y desde ahora preparo el Altar para volver a celebrar la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Maestro y Señor.
Los ángeles también preparan el escenario en donde se oficiará la historia de la vida de su Señor.
Todo es preparado interiormente para que las almas, que serán recibidas durante la Semana Santa, sientan los impulsos de Luz de Mi Corazón.
Todo cambiará, todo mudará cuando las almas vuelvan a vivir y a sentir la alianza espiritual con su Maestro y Señor.
Ahora todo es preparado, hasta el más pequeño detalle, para que el caudal de la Divina Misericordia encuentre afluentes dentro de los corazones que se abrirán para reconocer el sagrado sacrificio de su Señor.
Todo es preparado con amor y devoción para que la unión entre el Cielo y la Tierra se establezca, más allá de todo lo que sucede en el mundo.
Este es el tiempo de más revelaciones. Este es el ciclo de las confirmaciones de los corazones con el Plan de Dios.
Está llegando la Sagrada Semana. Está llegando el Maestro, Señor y Redentor.
Ábranse desde ahora y participen del sagrado encuentro.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cruzando los portales del Cielo Me detengo en una bella Aurora, para contemplar su esplendor y el trabajo diario de los que, por amor y sin condiciones, le ofrecen todos los días su vida a Dios.
Me detengo en Aurora para presenciar la belleza de su esfuerzo, el trabajo incansable de los que la sostienen, a pesar de los desafíos, de los desiertos y de las inestabilidades.
Cruzando los portales del Cielo Me detengo aquí, en este lugar, para contemplar la fidelidad de unos pocos; de esos pocos que Me siguen, sin importar las consecuencias o los resultados, esos que son fieles a Mi Palabra y dan testimonio de Mi Mensaje por medio del sacrificio y de su constante donación.
Todo eso y mucho más es lo que Me hace detenerme en Aurora, para contemplar lo que muchos no ven con los ojos del corazón, pero que algunos sienten por las percepciones del alma.
Aurora es la Casa del Hijo de Dios, porque es algo más allá de lo físico, es una morada espiritual que fue recinto para los grandes Maestros. Este mes, y en los que vendrán, Mi Corazón se sentirá aquí para dejarles el mensaje de Mi eterna compañía por una Aurora que se donó completamente, más allá de sus posibilidades y de sus medios.
Por eso, Dios reconoce a los valientes, a los soldados y a los navegantes que en la tempestad superaron los naufragios, la soledad y el vacío.
He aquí el Hijo del Hombre, el que regresa en la quietud de los próximos meses para dedicar Su Consciencia a los que siempre la reverenciaron.
Aurora es una parte de Mi Corazón, así como Mi Corazón es parte de los hijos de Aurora.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A pesar de los tiempos de oscuridad y de apremios, Yo siempre vendré, como el Sol del atardecer, para anunciarle al mundo la hora de su salvación.
Seré más fuerte e intenso que los océanos, porque en ellos las almas encuentran la paz.
Seré más fuerte que el viento, porque a través de él las almas pueden sentir la caricia perpetua de Mi Amor.
No los abandonaré cuando los tiempos estén difíciles. Estaré allí, entre ustedes, en el silencio de la noche, para escucharlos y para que escuchen Mis consejos.
El tiempo que se aproxima será conmovedor para todos. Por eso, quien se una a Mí no perecerá, encontrará el alivio y la calma que tanto espera.
Yo solo les pido una cosa, que persistan y que se sostengan a través de Mi Fe, porque Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán en los corazones valientes.
Reciban, de Mí, toda la fuerza interior necesaria para atravesar el fin de los tiempos por amor a Mí; así Yo siempre les tenderé Mis Manos para llevarlos hacia la Casa de Mi Padre, lugar en donde una nueva etapa comenzará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Por más que los tiempos sean difíciles, nunca pierdas la alegría de vivir la trasformación a través del Amor Misericordioso que la Madre de Dios te puede ofrecer; así todo será purificado y la cura se alcanzará en el alma mediante los diferentes ciclos.
Nunca dejes de mirar al Cielo y de creer que desde ese lugar llegará el auxilio espiritual y divino. Dios, como Padre de todas Sus criaturas, es Infinito en Amor y Misericordia y, a partir de esa expresión espiritual, las almas podrán unirse más a Él y a Su Divino Reino.
Por eso, vive con alegría el poder de la trasformación para que, poco a poco, los hábitos de la consciencia terrestre puedan ir siendo trasformados, descubriendo que por detrás de cada paso existe el Amor de Dios, expresado desde Su Fuente Infinita.
Confía, ten fe y todo se curará.
Es hora de renacer bajo la Luz que le trae al mundo la Divina Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La sangre inocente derramada por los mártires del fin de los tiempos tiene un valor espiritual incalculable, ya que representa un acto de valentía y de amor tan semejante al que vivió su Señor Jesucristo en la Cruz.
Por esa razón, la sangre derramada por los mártires del fin de los tiempos es reconocida en el Cielo como un acto de salvación del Proyecto de Redención de la humanidad.
Al mismo tiempo, esa sangre inocente que es derramada por amor a Cristo queda impregnada de potentísimos Códigos Crísticos, los cuales espiritualmente, por el acto de salvar a otras almas, son irradiados de una forma directa hacia las esencias de la humanidad y, especialmente, hacia el lugar en donde ese inesperado acontecimiento sucedió.
Así como Mi Hijo en el Huerto Getsemaní vio el triunfo de Su Iglesia Celestial en el corazón de los hombres del fin de los tiempos, de la misma forma, Cristo, a través de la visión dada por el Padre, testimonió el triunfo que los mártires de los últimos días vivirían por amor al Señor.
En todo este misterio se revela la existencia de un paso que da la consciencia que, siendo víctima del Amor de Dios, se ofrece espontáneamente en sacrificio por los demás, entregando su vida en manos de la Voluntad Divina.
Los mártires del fin de los tiempos aún no saben que lo serán, solo lo sabrán cuando el Universo les presente el momento de poder vivirlo por amor a Cristo y por la expiación de los grandes pecadores.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Santos Inocentes
Quien haya perdido su fe o haya sido lastimada por alguna causa humana, siempre dudará de la acción o del misterio de Dios.
Esa forma de fe debe ser curada por una Gracia mayor, capaz de restaurar y de disolver esa herida.
En estos tiempos, la acción del adversario intenta alterar la fe de las almas, a través de situaciones o de experiencias desagradables que modifiquen en el alma todo lo que ella creía.
Por eso, la oración y la confesión regular con Cristo permiten que ciertos acontecimientos o experiencias, que hacen debilitar la fe de una consciencia, puedan ser curados.
De esa forma, viviendo la cura profunda de la fe de la humanidad, el carisma de la oración, por ejemplo, solventará las carencias que el alma pueda tener después de haber pasado por ciertos acontecimientos.
En este sentido, existiendo esa posibilidad de curar la fe herida o lastimada por los hombres; el alma, que ha pasado por esa experiencia, se librará de colocar obstáculos u objeciones en donde no existen o en otros lugares que se asemejan a la realidad.
En estos tiempos es necesario que las almas coloquen su fe viva en los espacios sublimes del Cielo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes
En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.
En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.
Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.
Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.
Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.
Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.
Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.
Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.
A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.
La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.
El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.
Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.
Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.
El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.
En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.
En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.
Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.
Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.
El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante muchos siglos.
La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.
De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.
Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.
Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más