Domingo, 2 de octubre de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En este día vengo del Cielo y, estando aún sobre el Estado de San Pablo, espero que los corazones de todos Mis hijos se conmuevan, para que en ellos despierte algún día el espíritu de la caridad, de la cooperación y del bien.

En este, Mi amado Brasil, encuentro corazones y vidas altamente devotas, que pueden verdaderamente contribuir con Mi Plan de salvación en el mundo.

Es por esa razón, queridos hijos, que su Madre Celeste estará en vigilia y oración durante el mes de octubre sobre la ciudad de San Pablo, así como lo estuve durante toda la Agonía, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Mi Hijo, pero esta vez estaré arrodillada esperando que algunas consciencias despierten y tengan en cuenta la importancia de colaborar con esta misión de paz a Centroamérica y México.

¿Por qué, queridos hijos, Yo les manifiesto esto?

No es una amenaza ni tampoco una presión mayor que les impongo, es una realidad que va más allá de su entendimiento y de sus consciencias, intento aproximarlos todos los días a Mi plan de corredención, que se establece a través del comando celestial de Cristo.

Espero que durante este mes de octubre, en donde celebraremos a la Aparecida, la Patrona del Brasil, Mis pequeños hijos consigan con determinación y fe aceptar este llamado a la colaboración fraterna y mutua con los Planes divinos de su Santísima Madre.

Mi Amado Hijo se prepara desde el Cielo para descender y para realizar una importante tarea en todo el Estado de San Pablo.

Es por esa causa que, desde este instante, su Madre Celeste los prepara para ese momento para que sus corazones y no sus mentes estén receptivos a las Palabras sagradas de Cristo.

Necesito en estos días que sus vidas sacrifiquen algo para que Mi Plan se cumpla. Invito a los hijos de María consagrados con el manto celeste a que realicen ese ejercicio de sacrificio y de austeridad por el planeta y por el Santísimo Hijo del Universo.

Agradeceré desde ahora su más sincero esfuerzo.

¡Les agradezco por acompañarme en la realización de Mi obra de paz para el mundo!

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz