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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Antes de hablar, saber escuchar.
Antes de opinar, saber reconocer la situación.
Antes de intervenir, primero conocer los hechos.
Antes de decidir, primero meditar.
Antes de actuar, primero conocer la realidad.
Nada hacer impulsivamente.
Nada modificar sin antes pedir luz.
En nada entrometerse sin conocer a fondo la causa. Esto te librará de ti mismo y de los demás.
El único camino está en la oración consciente, porque a través de ella llegará la respuesta que sea necesaria.
Es importante transformar los hábitos y las costumbres. Es importante abrirse a realidades superiores e internas.
Trabaja todos los días para estar unido a la Fuente, porque no todo llegará milagrosamente. Cada uno tiene que hacer la parte que le corresponde con madurez y responsabilidad".
Cristo Jesús
El Ángel de la Justicia tiene en sus manos una balanza, y en ella mide los méritos y las faltas de la humanidad, para que así se diseñe el cumplimiento de las Leyes para el próximo tiempo.
El caos y el mal luchan para influenciar a los seres a cumplir sus falsas voluntades y a manifiestar sus deseos, colocando en la balanza el peso que fortalece sus falsas leyes, basadas en el engaño y en la ilusión en la que vive la humanidad.
Los Ángeles de la Misericordia y los Ángeles de la Guarda oran e inspiran a los corazones a la transformación, a la redención, al servicio, para que en la balanza de la justicia pese el bien y la humanidad siempre reciba una nueva oportunidad.
Cada acción de los seres es pesada en esta balanza divina. Cada pequeño o gran acto diseña el futuro de la humanidad. Por eso, hijos, mucho más allá del Amor y de la Gracia Divina, cada ser deber hacerse responsable por la humanidad.
Ya no hablamos de las elecciones de sus propias vidas, pero, sí, de la responsabilidad que cada ser tiene, ante Dios, por el destino de este mundo. Estar despierto es, entonces, ser consciente de cada acción, pensamiento y sentimiento. Que sus vidas sean instrumentos de paz y de Misericordia para todos los seres.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando un nuevo ciclo llega a tu vida, contempla, alma amada, en la coyuntura de las estrellas, el mensaje celestial que tu Creador te envía.
Recibe los impulsos que Él generó en la manifestación de tu esencia y, a través de una comunicación profunda con Dios, comprende Sus Sagradas Geometrías y, a través de ellas, los designios del Padre para los ciclos que llegarán.
Cuando cumples un año más en esta Tierra, sabe que tu evolución se renueva y tu compromiso con Dios se amplia. La profundidad de la madurez de tu ser humano y espiritual te conduce a responsabilidades cada vez mayores ante Dios y Su Plan.
Renueva, entonces, tu espíritu en este nuevo ciclo, dejando que Su Amor cierre las heridas más profundas y ocultas aún abiertas por las experiencias de la vida.
Entrega a tu Creador tus pesares más internos, tu silencioso sentimiento de impotencia ante aquello que no puedes ofrecer a Dios.
Deja que, por un instante, el dolor que compartes con el Creador, por aquello que Él ve en el mundo, se calme y se restaure, porque para comenzar un nuevo ciclo es necesario restaurar y calmar el corazón.
Retoma los impulsos perdidos en las batallas de esta vida, reconstruye la esperanza herida por la acción de la astucia del enemigo sobre las almas y confía, alma pequeña, en que cada oración pronunciada por los que se perdieron en el camino será el mérito que les abrirá las Puertas de un nuevo Cielo en el último instante de sus vidas.
Respira por un momento y recibe el Soplo de Dios. Su Amor Divino renueva tu consciencia y, en un diálogo profundo y silencioso, todo se hace nuevo. Este es tu aniversario con Dios.
Recibe Mi bendición para el ciclo que vendrá.
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy desciendo a la Tierra, y a través de Mi consciencia enciendo los Espejos del Cosmos, para que los Espejos y las Puertas del Universo traigan la ayuda que la humanidad necesita urgentemente en este ciclo.
Encendiendo los Espejos y abriendo las Puertas del Universo, traigo los Atributos de Dios para todos, aunque la mayoría de la humanidad en este momento sea inconsciente de lo que eso significa para este tiempo.
Encendiendo los Espejos, traigo la corriente poderosa de la Paz, para que los planos espirituales de este planeta y de la consciencia humana sean transmutados y liberados, para que desde los planos más invisibles hacia los planos más materiales no sigan descendiendo las interferencias que impone Mi enemigo en las naciones y entre las almas.
Este es el tiempo de comprender el movimiento del Universo y de la Jerarquía para que, siendo más conscientes y estando más disponibles, acompañen a la Divinidad en todo lo que hay que hacer en este ciclo.
Toda la ayuda necesaria será entregada por el Universo a la humanidad, pero sí o sí corresponderá a la consciencia humana dar una respuesta consciente y verdadera para recibir toda la ayuda que necesita y así no solo se puedan liberar las almas, sino también las cadenas de la opresión, de la explotación y de la conquista que llevan adelante muchos seres humanos en este momento, acciones graves que ante la Justicia Universal tienen un precio, una consecuencia y una respuesta que en algún momento se dará.
Pero por medio de los Espejos del Universo que hacen descender la Luz sobre el planeta y la humanidad, vengo a interceder como Madre del Mundo y Madre de todo el género humano para que pueda existir una posibilidad de Misericordia y de redención.
Es así, que reúno a todos los Comandos del Universo, a todas las consciencias que sirven incondicionalmente a Dios, en el Universo y en la Tierra, para que en esa unidad y en esa hermandad se establezca interiormente la oportunidad que muchas, pero muchas, consciencias necesitan para poder seguir evolucionando en el próximo ciclo de la Tierra o en otras partes del Universo.
Todo será readecuado. Todo se transformará. Nada quedará igual a como es ahora. El Universo intervendrá y traerá lo nuevo para toda la consciencia humana y, especialmente, para este planeta que soporta las agresiones del hombre de superficie todo el tiempo.
La cura espiritual concedida por el Universo no solo será para los seres de superficie, sino también para toda la Creación manifestada en este planeta azul, que es su casa, que es su hogar, es su morada para poder vivir las experiencias del perdón y de la redención.
Los seres humanos se olvidaron que están de paso por este planeta y que después partirán hacia otras regiones del Universo para aprender lo que no pudieron aprender aquí.
Pero aquellos que se abran y se dispongan a escuchar a la Jerarquía y a cumplir lo que Ella pide serán mediadores, serán intercesores, serán colaboradores con aquellos que viven en la ignorancia, en la ceguera de estos tiempos y que han perdido el sentido de la realidad y de la verdad.
Por eso, todos los elementos del planeta, todas las fuerzas cósmicas del Universo que trabajan para establecer el Plan de Dios, se reúnen y se congregan porque este tiempo lo amerita. Y la necesidad es más urgente de lo que los ojos pueden ver y de lo que el corazón puede sentir.
Hoy vengo como una Madre que gobierna el macrocosmos, que gobierna el planeta, que a lo largo de los tiempos y de infinitas Apariciones en todos los momentos culminantes de la humanidad, ha intentado ayudar a los hijos de Dios y lo seguirá haciendo hasta que la última alma, más perdida y sumergida en la oscuridad, reciba la oportunidad de redimirse y de encontrar el camino de la Luz, el camino que perdió hacia el Padre Celestial.
Por eso, todas las huestes angelicales también se congregan y se movilizan para que los planos espirituales estén dentro del orden y de la armonía universal, aunque sabemos que la propia consciencia humana genera muchas situaciones que desarmonizan y que generan caos en la propia raza humana.
Todos los seres humanos, creyentes o no creyentes, ateos o devotos, o incluso de otras religiones, deben tener presente y deben ser conscientes de lo que están generando, de lo que están produciendo no solo para el planeta, sino para su propia civilización.
Mientras tanto, hacemos todos los esfuerzos, realizamos todas las operaciones posibles y llevamos adelante todos los pedidos del Universo para mantener las Puertas abiertas del cosmos, porque son las Puertas que no solo liberarán el caos hacia otras regiones del Universo, donde será transmutado y liberado, sino que también esas Puertas que son profundamente internas, espirituales y cósmicas, traerán para todos la Gracia de Dios.
Cuando el ser humano reconozca que no tiene poder por encima de todas las cosas y más allá de Dios; cuando recline su cabeza sobre el suelo, pida perdón y haga penitencia, la ayuda del Universo será más fuerte, el cambio de la consciencia será más rápido y ya nadie más perderá el camino hacia el Amor de Dios.
El cambio de las grandes situaciones humanas, de los grandes problemas de las naciones y en los pueblos, deberá comenzar primero dentro de cada ser, porque si cada ser no está en contacto con Dios, con el Único o como lo quieran llamar o nombrar, nada se resolverá.
Abran las puertas de sus corazones, extiendan sus brazos hacia los que sufren, acojan a todos los que no son aceptados, los que no son comprendidos, los que no quieren cambiar.
Sean misericordiosos, sean bienaventurados, sean pacificadores de Mi amado Hijo, y el mundo cambiará en las pequeñas cosas de la vida para después poder cambiar en lo más grande y en lo más extenso. Cada ser debe ser responsable por su redención y por su entrega.
Les dije una vez, amados hijos, como le dije al mundo, que no colocaran la responsabilidad en Dios ni en nadie más. Cada ser en este tiempo debe percibir las consecuencias y la responsabilidad en todo lo que hace y en todo lo que practica.
El Universo está allí para escucharlos, para recibirlos, para atenderlos y para auxiliarlos, solo depende de una actitud correcta y pacífica, de un arrepentimiento y de un cambio verdadero, porque si eso no está, la ayuda no llegará.
Son muchos los males, las adversidades y el caos que la propia raza ha generado en sus vínculos con Mi adversario. Pero ahora un tiempo de tregua llegará y durante ese tiempo las almas, las consciencias y Mis hijos tendrán la oportunidad única e irrepetible de cambiar y de revertir algo de todo lo que sucede.
Yo vengo como una Mensajera del Universo en nombre de muchos mensajeros más que circundan y que habitan este macrocosmos y más allá de esta galaxia para decirle al mundo que estamos atentos, que estamos acompañando la gravedad de estos tiempos. Pero necesitamos y suplicamos que se detengan, que reflexionen, que mediten y que ya no hagan más el mal. El sufrimiento no puede ser el camino de la pérdida de cientos de consciencias inocentes que son maltratadas, explotadas y vendidas como animales en los establos.
Es hora de detener las raíces de la adversidad generadas por Mi adversario en los ideales del aborto, de la explotación de la naturaleza, de la matanza desmedida de los animales del mar y de la tierra, de la transgresión y de la contaminación que producen todas las grandes industrias del planeta por la ambición del poder y del dinero, que solo existe en la consciencia del hombre.
Reviertan su actitud y el Apocalipsis cambiará. No ostenten ni deseen lo que no les corresponde. Sean agradecidos por todo lo que los rodea y no perderán la paz.
Les agradezco en nombre de muchas consciencias del Universo por haberme escuchado con valentía y coraje, con apertura y principalmente con gratitud.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Compañeros:
Estar Conmigo, en este tiempo, significa una entrega incondicional que los haga capaces de estar Conmigo en cualquier situación o por cualquier motivo. Por eso, Yo los invito día a día a llevar esa reflexión a la práctica para que vean por ustedes mismos en qué punto está ese importante compromiso.
Yo los hago Mis apóstoles y también Mis servidores, todo el tiempo, porque la necesidad y la emergencia están a las puertas de sus casas, están cada día ante sus vidas.
Puedo ver cuándo de verdad quieren estar o no Conmigo, pero como adultos no los obligaré sino que los responsabilizaré de la concreción de Mi Plan, un Plan que va más allá de sus consciencias y de su realidad. Por esa razón, cuando me lo permiten, les entrego responsabilidades espirituales, las que he retirado de algunos por falta de madurez y de empeño.
Recuerden que no busco seres perfectos, busco seres imperfectos para que, por su amor incondicional, sirvan a Dios sin excepciones ni tiempo, porque un verdadero discípulo sabe que el compromiso Conmigo no es pasajero.
Por eso, sean conscientes para poder ser maduros en el compromiso y en la responsabilidad de servirme, conforme lo deseo de cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para comenzar a buscar la iluminación de la consciencia, ustedes deben amar a Dios, a Su Plan y a Su Voluntad por encima de todas las cosas; deben desenvolver la percepción de Su Presencia en todas las formas de vida y saber que todos los seres necesitan expresar su potencial como criaturas provenientes de Dios para que, entonces, encuentren la paz y expresen la paz en el mundo.
Sin saber la verdad sobre sí mismos, los seres caminan en la oscuridad de la ignorancia confundidos entre las miserias, los deseos y las destrezas que no expresan lo que ustedes vinieron a expresar en el mundo.
Por eso, a veces se torna tan difícil amar y aceptar al prójimo como él está. Digo "él está" porque ellos aún no saben para lo que verdaderamente fueron creados para ser, pues esto aún se oculta en su interior. Pero, antes de que vean la verdad expresarse en sus hermanos, primero deben saber que ella existe y deben amarla, sentir la necesidad de que ella se torne vida en sí mismos y en el prójimo. Así, su búsqueda será verdadera y su aspiración pura los conducirá al camino correcto, al camino de la Voluntad de Dios.
¿Por qué les digo esto?
Porque muchas veces su atención está en las cosas del mundo y en las realizaciones humanas, cuando en verdad el ser humano solo se realiza cuando es capaz de expresar la Voluntad Divina y participar de Su Verdad Celestial. Allí, entonces, ustedes podrán discernir, actuar y hasta aun disponer de las destrezas humanas para convertirlas en instrumentos de la manifestación de la Obra Divina.
Sin dejar de asumir sus responsabilidades, profundicen en el sentido por el cual ustedes las llevan adelante.
Miren hacia el prójimo, buscando sentir el amor y la aspiración de que él se encuentre a sí mismo. Estén en la vida con la aspiración de que ella encuentre su sentido.
Inspírense en la manifestación de la naturaleza, en la realización de las flores y en la belleza de aquel porcentaje de la vida que sí cumple con la Voluntad Divina y que encontró su realización, su plenitud.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El Plan de la Redención se concretará a través de dificultades, porque será el momento de que el alma y el espíritu de cada discípulo Mío se confirmen, en la absoluta fe y en la confianza, para que la Obra en este fin de ciclo se realice completamente.
Pero, este es el tiempo en el que todo puede suceder, sobre todo, en aquellas regiones en donde la necesidad espiritual, moral e interna es inmediata, y las almas duermen por las modernidades.
En este sentido, es en el que la Jerarquía contempla y observa las necesidades internas y espirituales de los que más carecen de amor. Por eso, los divinos impulsos llegan para poder revertir muchas necesidades, a fin de que las almas y los corazones asuman su responsabilidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy llegamos al final de un ciclo y al comienzo de una nueva etapa.
Después de estos dos últimos meses de recogimiento, Mi Materno Corazón pudo contemplar, con alegría, la madurez, la seriedad y la responsabilidad con las que cada corazón orante asumió la misión de orar por la paz en las naciones; y también he podido contemplar, hijos Míos, el efecto positivo y mundial que este trabajo diario construyó, amorosamente, en los últimos tiempos.
Por ese motivo, queridos hijos, es que hoy puedo decir que los amo y que siempre los amé, porque sé que dentro de ustedes existen grandes posibilidades de amar a Dios y de ayudarle a expresar, en la Tierra, Su Plan de Amor y de Redención.
Quiero decirle al mundo que hoy cuento con un fortalecido ejército orante, consagrado como Hijos de María, que ya comprende y vive la importancia de manifestar la Voluntad de Dios.
Por eso, hijos Míos, nunca se cansen de orar y de suplicar, porque la oración abre las puertas del Reino de Dios y la Gracia, que es infinita, puede derramarse sobre todos Mis hijos.
Yo los invito a seguir difundiendo este importante pedido.
Yo los invito a que, cada día más, abran las puertas de sus grupos de oración para que más almas puedan ser congregadas por la Misericordia de Dios.
Mantengan, hijos Míos, esa fidelidad Conmigo. Que nada los haga dudar ni oscilar porque, en este ciclo, estamos construyendo el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el interior de cada ser.
Queridos hijos, los animo a seguir colaborando para que Mis Planes de paz se puedan concretar en la humanidad y todos los conflictos se terminen.
Hijos Míos, hoy derramo el poder de la Luz de Dios sobre sus almas para que, fortalecidos por la fe y colmados por la sabiduría, el Padre Celestial le conceda al mundo un mayor periodo de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando se sirve a Dios a través de las misiones humanitarias, los que sirven y los que son ayudados permiten ampliar el descenso del caudal de la Divina Misericordia y, dentro de una situación social o humanitaria, el servicio hecho de corazón trasciende las fronteras materiales e intelectuales, ya que el mismo se realiza por el bien común y para el beneficio del equilibrio y de la armonía de todos.
En este tiempo, toda forma de servicio a la humanidad, por más pequeña que parezca, favorece la actuación de Leyes espirituales que a través del servicio de amor contrarrestan futuros desastres y desajustes en las naciones del mundo.
Es así que el servicio por la humanidad, que en verdad es la más necesitada, crea nuevas condiciones para que la energía de la Divina Misericordia pueda intervenir en beneficio de todos.
El servicio humanitario purifica a la consciencia que se ofrece a ayudar a los demás. También ese servicio, hecho por amor a Dios, despierta en la consciencia el sentido de la madurez y de la responsabilidad propia ante escenarios de caos.
Por esa razón, el servicio construye el espíritu de la solidaridad y de la paz con el semejante.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Misioneros Humanitarios
Nunca temas asumir grandes responsabilidades, porque, por más que te equivoques y que no estés preparado, si colocas el corazón y el amor, más allá de los defectos, eso tendrá más valor que hacer las cosas perfectas para Mí.
Me gustan las almas decididas, dispuestas y obedientes; las que son capaces de superarse un poco más todos los días, sin salirse del equilibrio ni tampoco irse hacia el otro extremo.
En este tiempo, la disposición y el sacrificio harán la diferencia entre que Mi Plan se cumpla o que Mi Plan no se pueda llevar adelante.
Pero, dentro de todo el espíritu de la entrega, la determinación no puede ser desmedida ni fanática. Ustedes deben estar en equilibrio con el día y la noche, con el ritmo ecológico y biológico, porque de esa forma estarán cumpliendo las Leyes básicas de la evolución.
Todo tiene su lugar y su tiempo, por eso, el equilibrio interior y exterior ayudarán a realizar Mi Plan conforme a lo que fue pensado.
La apertura interior a Mis Comandos permitirá la manifestación de Mis Obras.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A medida que los ciclos cambian y se aceleran, el tiempo alternativo e ilusorio de la Tierra comienza a desvanecerse.
Como capas de vibraciones que permean el planeta, los Reinos y los diferentes cuerpos de los hombres, estas capas se van disolviendo poco a poco y van dando espacio al Tiempo de Dios llamado "Real Tiempo del Universo".
Cuando el Tiempo de Dios ingresa al mundo, hijos Míos, no solo causa confusión en las mentes y en los corazones de los hombres. La confusión es causada por la desconexión entre la mente, el corazón humano y la Verdad Divina.
Cuando un ser está unido a Dios de corazón, mente y espíritu, recibe el Tiempo de Dios con gratitud y, con él, la revelación de la Verdad que, poco a poco, se hace visible para su consciencia, a fin de que pueda comprender de dónde vino, porqué y cuál es el sentido y el propósito de toda existencia humana, cuál es su destino.
A lo largo de la evolución humana, el Señor reveló Su Verdad a los hombres de acuerdo con lo que sus mentes podían comprender, con lo que sus corazones eran capaces de acoger y lo que la propia condición energética y espiritual del planeta era capaz de recibir.
El Universo de Dios es complejo y guarda en sí una Ciencia que se desarrolla desde el principio de la Creación y que hoy es inconcebible para la mente humana.
Por eso, para que ella les sea revelada, es necesario que la reciban poco a poco y que no solo sus mentes, sus espíritus y sus corazones estén preparados para eso, sino que toda la consciencia humana y planetaria también lo estén; porque todo lo que reciben como parte de la humanidad llega como un impulso y como una vibración a toda la consciencia humana.
A medida que la Verdad de Dios se revela y los tiempos se unen, las leyes de la Tierra se transforman y también se unen a las Leyes universales. De esa forma, hijos Míos, el compromiso y la responsabilidad de los seres crecen y se profundizan, porque ya no le responderán al Universo como seres en una experiencia evolutiva, sino como consciencias que participan de la Verdad y del Plan de Dios de forma consciente.
A lo largo de los últimos años, la oración despertó y encendió los espejos de sus corazones para que, así, pudieran captar, amar y comprender la historia que se escribe en los Espejos del Cosmos y que se comienza a espejar en sus internos y en sus consciencias.
Nada está separado. Todo es parte de un Plan perfecto y divino que construye en sus corazones un camino de retorno al Corazón de Dios.
Para saber retornar deben recordar cómo llegaron hasta aquí. Nadie retorna a su casa si no sabe el camino hacia ella.
Les digo todo esto, hijos amados, para que reciban las revelaciones de este tiempo con gratitud y con consciencia, sabiendo que Mis palabras forman parte de la Gracia de Dios que los transforma y los prepara para un nuevo tiempo, en el que finalmente sabrán y vivirán la Verdad; la vida ya no será una secuencia de teorías, de cuestionamientos y de suposiciones y ustedes podrán participar de la Revelación de Dios y vivir a Dios consciente y plenamente en todo su ser.
Para eso los preparo, los bendigo y les agradezco por recibir Mis palabras con la gratitud del corazón.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos guerreros de Cristo, amantes de la oración y del servicio:
Hoy vengo desde el Cielo de manera especial para hacerles un pedido, para que el Brasil no pierda la paz ni la justicia les imploro profundamente que a partir de mañana, 25 de octubre, y durante nueve días le ofrezcan a Mi Materno Corazón una novena del Santo Rosario, la que será transmitida por medio del canal de las oraciones por la Paz en las Naciones, a fin de que el pueblo brasilero tome una decisión con discernimiento y sabiduría para que el patronato de la Señora Aparecida sea preservado a través de los tiempos.
Mi angustia por lo que sucede hoy en el Brasil es grande, porque como Madre del Brasil y de todo su pueblo, veo cómo la nación se aleja de la Gracia de Dios de una forma inesperada.
Por ese motivo, hijos, necesito que todos los brasileros que tengan amor por Nuestra Señora le dediquen en estos próximos nueve días un Misterio del Rosario, para que la Madre del Altísimo tenga la dicha de interceder por un pueblo muy amado por Mí.
Más aún, si en los Centros Marianos, en los grupos de oración, en las ciudades y en los pueblos se reunieran para orar a Mi Materno e Inmaculado Corazón durante los próximos nueve días, Yo podré abrazar a un mayor número de almas y de corazones para retirarlos del gran desvío espiritual y material que el Brasil está trazando en su destino.
Deseo que Mi llanto sea aliviado y que no sea un llanto por un Brasil que perderá sus sentidos espirituales e internos, sino que Mi llanto sea de gozo por la alegría que el Brasil Me ha generado a través de los años, con sus alabanzas y con su amor a la Señora Aparecida.
El Brasil no puede perder sus valores ni tampoco los dones que siempre les proporcionó la fe.
Rezo en estos días por un Brasil que amo, que deberá aprender a vivir la justicia, la igualdad y el bien, porque en esta tierra brasilera existen almas preciosas, vidas que son capaces de manifestar el Nuevo Edén en Sudamérica.
Quisiera, hijos Míos, que durante estos nueve días de transmisiones del Santo Rosario por el bien y por la justicia en el Brasil, Mis hijos se dediquen a este ejercicio de oración como algo prioritario y no secundario, teniendo presente que a través de la oración los ángeles de Dios podrán interceder todo lo que se les permita, a fin de que el destino de su pueblo no sea interferido por ninguna consciencia espiritual contraria a la Voluntad Divina.
Con Venezuela y Chile ya es suficiente para Mí. Mi Corazón debe soportar lo que Venezuela está viviendo tan solo por la acción de los hombres y Chile, ya es más que suficiente, por la perversión escondida, y ahora conocida, que ha vivido la Iglesia de Mi Hijo, en la que cientos de vidas fueron heridas y ultrajadas por supuestos representantes de Cristo.
¡Oh, qué agonía y qué vergüenza siente Mi Corazón por la Iglesia de Chile!
¿Quién aliviará el Corazón de la Madre de Dios?
Yo los llamo, hijos, a ser responsables de su destino próximo, para que colocando sus consciencias en el camino de la oración estén protegidos de todo lo que se verá y se sabrá en estos tiempos difíciles.
Con toda la gratitud de Mi Alma, Yo esperaré a que todas sus voces se unan en esta cadena de oración durante estos nueve días para que el Brasil no pierda el bellísimo destino que tiene.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El enemigo del amor: la Apostasía
Queridos hijos Míos:
Mientras Mi Consciencia Divina hoy se aproxima de manera especial al planeta y a la humanidad, Mi Voz se dirige a cada uno de ustedes para que continúen asumiendo las oraciones por las naciones con la seriedad y la responsabilidad que ellas tienen, porque para estos últimos tiempos el gran enemigo del amor será la apostasía.
Este estado de consciencia, contrario al despertar y a la evolución, está comenzando a tomar lugar y espacio en el corazón de las personas a través de Mi adversario.
Volverse apóstata significa, para el espíritu, desvincularse conscientemente del Amor de Dios y dar permiso para que la consciencia comience a ser regida por el sufrimiento, algo que la llevará, gravemente, a no tener una oportunidad espiritual para poder recibir alguna gracia.
Esa es la razón urgente por la cual los Mensajeros Divinos irán al encuentro de esta y de otras situaciones espirituales que, en este caso, están comprometiendo a la Argentina.
Si el Cono Sur asume de manera consciente modos de vida que están en contra de la Ley de la Creación, experiencias increíbles se desarrollarán de la noche a la mañana en esta región del planeta y Sudamérica dejará de ser la Nueva Tierra prometida para convertirse en la tierra condenada por sí misma, por la humanidad.
Esto llevará a que la minoría de la humanidad, menos del cinco por ciento, sea partícipe de una nueva raza.
¿Comprenden, hijos, lo que esto significa?
Por eso, en este día vengo para pedirles a Mis hijos de Argentina y del mundo entero que unan esfuerzos y corazones para que, a partir del próximo mes de septiembre hasta los días de los primeros encuentros, la difusión de los próximos encuentros de oración en Argentina sea masiva, a fin de llegar a la mayor cantidad de esencias posible.
Deseo y aspiro poder entregar Mis Gracias a muchos corazones más, eso fortalecerá a la consciencia de Argentina, a fin de evitar que se convierta en un escenario de horrores en el fin de estos tiempos.
Para esa importante misión de difusión cuenten con la gran ayuda de los ángeles del Cielo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Cuando el espíritu del planeta clama, no te olvides de dedicarle un tiempo para escucharlo.
Cuán poco es dedicarle una oración a aquel corazón herido que, a pesar de sus llagas, te sostiene y te ampara para que puedas crecer y evolucionar.
Jamás te olvides que este mundo tiene un espíritu que lo anima y un Propósito que lo impulsa a seguir adelante.
Este planeta es parte viva del Corazón de Dios y, como parte Suya, todo padecimiento que él vive, lo siente el Corazón del Padre. Por eso, no veas con indiferencia las guerras, los ultrajes a los Reinos de la Naturaleza, el abandono de los seres humanos para consigo mismos y para con el prójimo, la ignorancia del corazón humano por la vida superior.
Siente la vida como parte de un Todo, de un Corazón Único y Creador. Y, por todo lo que sucede en este mundo, ora y repara ese corazón herido. Ora como parte de Dios, para que tu oración sea como un bálsamo que cura el Corazón del Padre.
No dejes de escucharlo cuando Él te llama, no solo para consolarte o para concederte algo. Escucha a Dios y a Su clamor que emerge de las entrañas de esta Tierra herida y ofrécele al Padre una reparación por este mundo.
Ora y ofrece cada instante de tu vida por algo mayor que tus aspiraciones.
Ora y dedica tu tiempo a algo más que a tus quehaceres y a tus responsabilidades.
Todo lo que haces es para Dios; pero la oración, hijo, es el bálsamo de cura que hoy el mundo necesita, que Dios necesita por intermedio de tus hermanos, de los Reinos, de las naciones, para poder mantenerse vivo en Sus criaturas.
Las criaturas necesitan a Dios, y Dios, para responderle a Sus hijos, necesita ser escuchado.
Por eso, hoy Yo te invito, en este día de reparación, a silenciar tu corazón por un instante y a escuchar el Corazón del Padre; a escucharlo en el mundo, en los Reinos, en los hombres, en lo profundo de la Tierra y en la inmensidad del Cielo.
Y ora para reparar Su dolor; ora para sanar Sus heridas; ora para que Él sea conocido y sea Dios expresándose en toda la vida, visible y palpable para todos.
Hoy, hijo, Yo te llamo para encontrar al Padre ante ti y para restaurarlo con el amor que proviene de Él y que habita en tu corazón.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que Mis Palabras resuenen en los corazones que escuchan, porque estas ya son las últimas, antes del tiempo final.
Por eso, con ardor y amor en el corazón, reciban Mi Mensaje como si fuera la última parte de la llama del cirio encendido, en donde todo terminará y luego todo se desencadenará.
La mayoría se dará cuenta de lo que ya no tendrá más disponible como alimento espiritual vivo, cuando su Maestro y Señor esté retirado completamente del escenario de los horrores de los últimos tiempos.
Algunos, tarde se lamentarán y con su mano se golpearán el pecho diciendo: “¡Mi Dios!” y nada ni nadie responderá, porque todo ya habrá sido dicho.
Bienaventurados y agraciados serán los que beban de Mis Palabras, así como beben las aves del manantial y de los ríos, porque estarán preparados para enfrentar cualquier situación o acontecimiento, cuando su Maestro ya no esté presente.
Les aseguro que quienes hayan bebido de Mi Fuente, pase lo que pase, no sentirán sed y estarán iluminados por el Espíritu Santo.
Dejo estas líneas para Mis discípulos, porque de Mis Palabras podrán sacar fuerza interior para defenderse de los lobos que, vestidos y revestidos de ovejas, los atacarán y agitarán a Mis últimos rebaños.
Apliquen, lo antes posible, la Ley del Silencio y háganlo de verdad, porque les servirá de gran defensa para cuando dos o más sean acusados por haber usado Mi Nombre.
A pesar de la opresión, no permitan que el miedo y la incertidumbre, que son armas de Mi enemigo, los perturben o los confundan.
Mantengan la pureza de corazón, de mente y de palabra y estarán a salvo, porque no los podrán señalar como usurpadores y mentirosos; sus opresores no los podrán llamar de “lobos vestidos de ovejas”.
Vivan Mi mensaje y aplíquenlo en la vida.
Ya no basta estar ante Mí cada vez que Me presento al mundo y emocionarse un momento.
No lucharán con espadas, blasfemias o palabras bajas, su defensa estará en el poder invencible de la oración interior que Yo les he enseñado; porque la propia oración los apartará del peligro de Mis grandes enemigos y, al mismo tiempo, ella expulsará bien lejos a los que no Me viven de verdad, así como ya lo ha hecho con sus semejantes, con los que antes estaban a Mi lado.
Muchos piensan que Mi Presencia es momentánea y que Mis pedidos y deseos ardientes pueden esperar o ser olvidados y, en verdad, les digo que nadie, hasta ahora, en esta humanidad, tiene consciencia de lo que significa estar ante el Amado Hijo de Dios, solo lo sabrán cuando pasen al otro mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mientras los Mensajeros de Dios dan las primeras señales de Su recogimiento, Sus servidores, extendidos por toda la Tierra, ya deberán poner en práctica los conocimientos recibidos, porque el tiempo de asumir responsabilidades llegó.
Esas primeras señales indican el momento en el que todo estará a prueba, dentro y fuera de los seres.
Esas señales del recogimiento de los Mensajeros de Dios señalan el momento de saber atravesar los últimos tiempos con sabiduría y discernimiento, dejando atrás las acciones impulsivas que siempre llevaron a la humanidad a cometer muchos errores.
Con esto quiero decirles, hijos Míos, que restará de ustedes que, con lo que recibieron durante estos años, sepan guiar la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos teniendo como base de conducción todo lo que fue dictado en los últimos tiempos para poder llevar adelante este Proyecto Redentor de Cristo.
Al recogerse los Mensajeros Divinos, deberán encontrar la guía en nuestros Mensajes, sabiendo diferenciar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Con todo esto, amorosamente quiero decirles que, como adultos en la vida espiritual, no podrán depender de lo que antes el Cielo les daba de forma fluida.
Llegó la hora, hijos, de que vivan el apostolado, así como los primeros cristianos y cristianas lo vivieron en la más pura fe después de que su Maestro y Señor ascendió a los Cielos.
Les digo esto para que, desde ahora, se preparen y se animen a asumir responsabilidades y resultados, independientemente de lo que pueda decir o no la Jerarquía.
El Plan se cumple asumiendo cada uno su lugar, sin esperar que los llamen.
¡Les agradezco por comprenderme!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando una puerta de Luz se abre para que las almas perdidas ingresen, otra puerta incierta se cierra para que las almas se liberen.
Por eso, cada etapa del Plan que se concreta es una oportunidad de despertar y de asumir el Plan Divino.
Dentro de esa concreción existen batallas, desafíos y pruebas que confirman a los soldados; y todo ese movimiento también desobstruye lo que impide la evolución.
En este ciclo, las etapas del Plan marcarán los diferentes momentos de concreción de la Obra, la que en tiempos críticos y difíciles cumplirá los designios del Todopoderoso, cueste lo que cueste.
En esta corriente de concreción ingresan los que despiertan y los que ya despertaron; y esto genera grandes movimientos, no solo en la consciencia sino también en el plano espiritual, en donde todo se define.
Es necesario vivir estos tiempos con neutralidad, con ánimo de concreción de proyectos y, sobre todo, con amor, porque eso ayudará a que los momentos más difíciles sean más llevaderos, al ser transmutados por el poder del amor de los servidores de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todavía estoy presente, queridos hijos de San Pablo, entre sus oraciones y en sus corazones, para impulsarlos ahora a la colaboración con Mi obra mariana y por la paz en el mundo.
En estos momentos su Madre Celeste acompaña el encuentro de oración de la misericordia y espera que la llama de fe de sus corazones los motive al despertar de la consciencia y a vivir la paz.
Mientras Mi Hijo Me envía para que les anuncie Mis designios, por otra parte, su Madre Celeste reza con todo el fervor de Su Inmaculado Corazón a la espera de que alguna consciencia complete las obras necesarias para que se lleve adelante la misión a Centroamérica.
Es en este día que Yo les traigo el espíritu de la responsabilidad ante el Plan de Dios, para que ustedes lo puedan vivir y asumir como prioritario en este tiempo en el que todo es permitido.
Quisiera ver en sus corazones la fuerza de esa confirmación interior permanente, porque será de esa forma que su Madre tendrá lugar y espacio para poder desarrollar Su obra en la humanidad y en el mundo.
Que en este día de Misericordia sus vidas se unan a Mi llamado, porque ya es hora de concretarlo y todo el planeta lo necesita.
Estoy con ustedes y rezo por ustedes para que despierten a Dios, al Amor Mayor.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
El crecimiento humano muchas veces es difícil y doloroso. Cruzar tantas etapas de maduración física, emocional y mental requiere el esfuerzo y el empeño de quien las vive.
El crecimiento espiritual es semejante al crecimiento humano: los seres viven diferentes ciclos evolutivos que demandan de sus consciencias una madurez cada vez más profunda y consolidada.
En la vida humana física, el ser que crece va asumiendo cada vez más su papel en la sociedad y se responsabiliza de su sustentación y de la construcción de su futuro. En la vida espiritual, el ser que crece y madura va asumiendo su responsabilidad ante el Plan de Dios y se reconoce responsable, no solo de su evolución, sino también de la evolución de toda la humanidad, del planeta y, en consecuencia, del universo.
Este último ciclo evolutivo del despertar de los nuevos soles marca el umbral entre el viejo y el nuevo hombre. Será la hora, hijos, de cruzar espiritualmente ese umbral y de enfrentar los cambios que eso ocasionará en sus vidas; enfrentar las resistencias y los obstáculos impuestos por ustedes mismos a esa maduración, así como lo hace un joven que está en transición hacia la vida adulta y, muchas veces, se resiste a dar ese paso.
Muchos quieren vivir la vida espiritual, aspiran a conocer la verdad sobre sí mismos, sobre este mundo y sobre muchos otros; pero lo que deben comprender ahora, hijos, es que ese paso en la vida espiritual que les permite conocer la verdad sobre toda la existencia genera un compromiso que requiere cierto esfuerzo y transformación.
Eso es lo que sucede con muchos jóvenes que quieren vivir solos, tener la propia casa y el propio empleo, pero que no comprenden que la vida independiente les exigirá un crecimiento mental y emocional inmediato.
No correspondería que consciencias con determinado grado de instrucción no tuvieran el mismo grado de compromiso consciente con el Plan de Dios. Esta, hijos, es la Ley de los universos, de la vida, de la Creación.
Para que nuevos mundos se revelen frente a sus ojos, deberán madurar espiritualmente. Y como ahora el cambio de los tiempos es urgente, y la verdad surge hasta para los que no la quieren ver, la propia condición del planeta exigirá a todos un crecimiento espiritual inmediato y concreto.
Este crecimiento no es más que una transformación verdadera en la consciencia, una respuesta al Creador, con ejemplos diarios de que ustedes comprenden los tiempos en que viven y su responsabilidad en el Plan de Dios.
Hijos, les digo estas cosas porque ya estamos en la última hora, y no leerán más tantas hojas de instrucciones como antes, porque todo ya fue dicho y es hora de ponerlo en práctica.
Por el crecimiento espiritual de la humanidad,
San José Castísimo
Hijos:
Que este nuevo ciclo sea de nacimiento de nuevos frutos en la consciencia de todos, para después ver crecer y madurar esos frutos, y que de ellos surjan nuevas semillas.
Los frutos que nacieron en las consciencias son la representación del resultado de la acción de la Gracia en sus vidas. Hasta hoy ustedes recibieron muchos impulsos, instrucciones, gracias y bendiciones, a fin de que estén preparados para cruzar con perseverancia y paz interior los tiempos que ya llegaron.
Este nuevo ciclo estará marcado por el nacimiento y maduración de esos frutos, de los que cada uno deberá hacerse 11 agosto responsable. Esto significa, hijos, que ustedes deberán cuidar del jardín de la consciencia con sus manos y preparar, para el nuevo tiempo, las semillas que plantarán en el suelo de la Tierra.
Este ciclo requerirá de más esfuerzo y dedicación de cada uno de ustedes para su madurez. Será el momento en que la consciencia deberá confirmarse en este camino y hacer sus propios esfuerzos para mantenerse en él.
Hasta ahora, venimos sustentando e impulsando a muchos de los que se comprometieron con Cristo, pero que aún no había madurado, dentro de sí, su potencial de dar pasos en la evolución y sustentarse sobre sus pies, en su propia fortaleza interior.
Ahora, llegó el momento de que los discípulos reconozcan la verdad sobre sí mismos en todos los sentidos; que enfrenten lo que debe ser transformado y que se sustenten en el propio potencial de maduración interior. Será la transición entre la adolescencia espiritual y la vida adulta, cuando la consciencia se hace responsable de sí misma.
Los que despertarán en la última hora serán llevados por la Gracia a dar sus pasos e ingresar en los mismos ciclos de aquellos que hace tanto tiempo recorren el camino evolutivo. Les hablo de una madurez interior, en la consciencia, y no en los cuerpos materiales, porque la materia siempre necesitará ser educada para que expresar su mundo interno.
Hijos, cuiden este ciclo como si fuera el último, aprovechando cada día y cada instante para encontrar la Verdad y expresarla. Que el esfuerzo consciente de todos para estar cada día más en el Propósito divino sea permanente.
Después de este ciclo, en los ciclos que vendrán, será la hora de colocar en práctica lo que aprendieron, pues las corrientes que descenderán al planeta ya no esperarán a que ustedes estén listos para que ellas puedan actuar en la consciencia planetaria. Esas corrientes arrastrarán consigo a los que estuvieron tibios de corazón, indefinidos y fuera del Propósito superior.
Que este ciclo sea marcado por el esfuerzo de cada ser. Que todos asuman sus puestos y, así como un joven que sale de casa y asume su vida, que cada uno asuma su transformación, la propia entrega, la construcción de aquello que verdaderamente espera poder ofrecer un día a Cristo.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más