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Y llegará el esperado día en el que Mis seguidores en el mundo entero se unirán como uno solo en torno a Mi Corazón, y la religión será una sola porque ella congregará a todos en el Gran Espíritu de Mi Señor y así reconocerán Su Única y Verdadera Faz.
Por eso, día y noche Yo llamo a Mis apóstoles para repartir las misiones que en estos tiempos deberán cumplir, la misión del amor por medio del corazón que confía.
En estos tiempos Mi Espíritu Sacerdotal intentará unir en un mismo Fuego Crístico a todos los que siguen Mis Pasos; será necesario que todos los servidores sean uno para que el mundo pueda soportar el momento de su gran y esperado Juicio Universal.
Ahora que están a tiempo de madurar y obedecer como buenos discípulos, nunca pierdan la unión Conmigo, por mayor que sea la tarea o acción material; si pierden la unión, sutilmente estarán cortando los lazos de amor que los unen a Mi Corazón.
Busquen, trabajen y obren para lograr una vida de santidad, antes de que el cofre del mundo que guarda los grandes pecados sea abierto por las ideas del enemigo.
Sean valientes y caminen por intermedio de Mi Misericordia; que sus ojos solo busquen la mirada sagrada de Mi Corazón. Que nada los distraiga; cultiven una atención ardiente para que puedan estar en una tensión operativa.
El tiempo del reloj marca la hora de develar los secretos del Universo.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar con atención las palabras de Mi Corazón.
Cristo Jesús
Mi Misericordia llega hasta los lugares más desprotegidos de la consciencia y del alma de todos Mis hijos.
Especialmente a las tres de la tarde, Mi Océano abarca todos los rincones de los corazones para animarlos a seguir adelante por el camino de la conversión.
La Coronilla construye nuevos puentes de salvación y de piedad para todas las almas.
Les pido que estén firmes a pesar de todo, porque Mi Corazón los protegerá de cualquier plan del enemigo.
Estoy en misericordia con ustedes.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Corazón.
Cristo Jesús
En este camino de transformación de sus vidas, se encuentra presente Mi Sagrado Corazón de Amor.
Aquel que Me busca y Me ama verdaderamente, recibirá de Mí el Amor y la Confianza de Mi Reino.
Aquel que se esfuerza por vivir en Mí recibirá de Mi Espíritu la templanza y el porvenir.
Todas las almas forman parte de Mi Proyecto Redentor, todos los corazones son partícipes de Mi Camino al Cielo; en todos ellos Yo afirmo Mis bases de paz y de redención para que la Nueva Tierra se pueda manifestar.
Aún procuro ser todo para las almas, a tal punto que los corazones sientan ansias de estar Conmigo como si no existiera nada más. Así, Yo les entrego nuevos corazones que necesitan de cura, de caridad y de amor, porque espero que Mis servidores donen y entreguen a sus semejantes el amor que sienten por Mí. De esta forma, se podrá construir la verdadera fraternidad y ya no existirán barreras ni preferencias entre los Míos.
Aguardo que todos los corazones siempre fortalezcan sus vidas a través de Mi Presencia.
Solo espero que nazcan los Nuevos Cristos del amor y del perdón.
Bajo el Amor Absoluto del Padre, sean bienaventurados.
Cuando sus oraciones son donadas con amor, ellas llegan a Mi Corazón como flores que lo alivian.
Hoy, hermano Mío, compañero de la larga trayectoria al Infinito, dame todo lo que eres y lo que no eres para que Yo lo transforme según Mis Designios.
Entrégame lo que está bien dentro de ti o lo que acongoja tu corazón, porque a las tres de la tarde Mi Corazón abre la Fuente que te libera del pecado.
Asume que nada podrás ser si no es a través de Mí.
No te desanimes por tus caídas ni te alegres por tus aciertos, porque solo el espíritu de la humildad te dará a conocer que todo deberá ser en el perpetuo silencio del corazón.
Yo guío a Mis ovejas hasta el final del camino para que desde allí comiencen a caminar Conmigo como apóstoles en redención.
Si Mi Consciencia escogiera almas sabias y perfectas, ¿cuál habría sido la razón de Mi Venida a la Tierra?
Yo vine al mundo para liberarlo del error y para demostrarle que en Mi Misericordia se encuentra la liberación de sí mismo. Por eso, sigue caminando a pesar de los derrumbes en los caminos de la vida, Mi Esperanza por redimirte te confortará.
Cuando te dirijas a Mí hazlo en confianza y sin miedos.
Yo Soy el Hijo del Dios del Amor, Aquel que siempre te comprenderá y te animará a transformarte en algo que desconoces, porque serás parte de Mi Diseño Redentor del fin de tiempo.
Alégrense por estar conscientes de Mí y por saber que, por medio de Mi Comunión Eucarística, ustedes hallarán la vida eterna.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús, el Mediador
Yo Soy el Sagrario y ustedes son las chispas de luz de la Gran Eucaristía; quien Me adora por entero recibirá del Cielo lo proporcional por haberme contemplado.
Llamen a todos al acto supremo de la adoración del Señor, para que las almas construyan dentro de sus seres una relación espiritual inquebrantable y así nada las pueda separar de Mi Corazón.
Ustedes son chispas de Mi Eucaristía; aquellos que visitan el Sagrario reciben los códigos de la redención y del perdón.
Vayan y adoren Mi Cuerpo Resplandeciente con el propósito de que los corazones reciban la ayuda misericordiosa que necesitan.
Ustedes son las chispas de Mi Eucaristía y Yo Soy el Sagrario, donde lo más puro del Creador se guarda para que las esencias regresen a la Fuente de todas las cosas.
Ustedes son las chispas de luz que Yo irradio al mundo para que la necesidad de redención y de perdón se cumpla en todos los que no Me visitan en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por contemplar Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy la Gran Vid y ustedes son los racimos; ningún racimo madura si la vid no está bien sembrada.
Mi Padre es el Gran Obrero que con Sus Manos teje y elabora la nueva trama de la humanidad.
Aquellos racimos que están secos, Yo los quemaré en el fuego para que sean purificados y, como nuevas semillas, den una nueva vid.
Para que la vid no se seque, los frutos deben nutrirse con el Agua de Vida que se guarda como savia de vida para toda la humanidad.
Aquel fruto mal cosechado se dañará; por eso solo permitan que la cosecha divina la realice el Gran Agricultor para que todos los frutos sean guardados y reposen como ofrenda en Su granero.
En este Universo nada se pierde, todo se transforma por la Ciencia de la Creación.
Procuren madurar como buenos frutos, así ustedes manifestarán la mejor cosecha para Mi Padre y serán frutos de la buena vid que se beberá como vino nuevo en la última Cena de la redención.
Ayuden, en este florecimiento, a los frutos que aún están inmaduros, denles la savia de vida que ustedes, como racimos de luz y de paz, recibieron.
Imiten la fortaleza de los frutales del Cielo y sean frutos renovados por las Manos del Gran Cuidador de la cosecha.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por reverenciar Mis Palabras a través de su amor.
Cristo Jesús
La Antigua Ley de la Purificación
Desde el primer día en que Mi Madre, María, Me presentó en el Templo del Señor, el sumo sacerdote reconoció ante sus ojos y ante los ojos de los más sabios, que se encontraba en presencia de la Pureza Virginal de Dios.
En un acto de humildad, San José Castísimo llevó como ofrenda al Templo dos palomas, las que misteriosamente representaron al Espíritu Santo durante la circuncisión de Jesús. A partir de ese día, la Ley de la Purificación se convirtió en la Ley de la Consagración para todos los seres.
Cristo, como Niño Rey, trajo el cambio profundo para la vida de todas las consciencias. Él fue el Mesías que anunció la liberación del pecado del pueblo y, en consecuencia, de la humanidad, por medio del poder del Amor de Dios.
Por eso hoy no temas por estar ante la actual Ley de la Purificación, porque quien aspira a la Vida del Infinito podrá alcanzar la consagración de su corazón a Dios.
Nadie llega al Padre sin antes haber pasado por la purificación de su cuerpo, de su mente y de su espíritu.
El Niño Rey desde su consagración en el Templo de Jerusalén, trajo la oportunidad de revertir los pecados y los aspectos de la vida mediante la compasión.
No se vean tan impuros, vean sus seres en el ciclo de la ardiente purificación de la vida terrenal.
Jesús Misericordioso es ese Manantial que los lavará y al mismo tiempo les mostrará todo lo que deberá ser purificado por el alma valiente que se anime a vivirlo.
Están en un tiempo de profunda redención de los pecados capitales, por eso afirmen su fe en el Señor Dios Todopoderoso para que Cristo reciba el permiso de liberarlos y de auxiliarlos durante la gran purificación.
Ofrezcan sus miserias al Universo.
Hoy, los invito a ingresar en el templo de la purificación para que más almas se consagren pronto al precioso Plan del Creador.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificarse a través de Mi Amor Redentor.
Cristo Jesús
En la fecha santa de San Pío de Pietrelcina, hoy los llamo para que recuerden la inocencia y la pureza de esta gran Consciencia que llevó grabadas en su cuerpo las señales de Mi Pasión.
En él, vean reflejado el ejemplo de la simplicidad y del amor, de la valentía de servir a Dios y de cumplir con la Voluntad del Padre por encima de todas las cosas.
Vean en este Santo Padre Pío, la señal del amor verdadero y fuerte por la humanidad.
Ahora, como un Instructor de la humanidad, acéptenlo como el mediador y confesor por las virtudes de su vida. Que en el ejemplo de su sagrado sacerdocio puedan encontrar el camino para su comunión Conmigo.
En este día bienaventurado, el Cielo y la Tierra agradecen por la presencia de esta Consciencia Sagrada que, al igual que ustedes, imitó el camino de fe y de amor a través de Mi Sagrado Corazón.
Recuerden que este Santo Padre Pío, es el mediador en los casos imposibles y quien cultivará en sus seres el amor por la humildad.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús
Como el despertar de la nueva primavera, Mi Corazón florece en sus corazones para recordarles el compromiso de amor Conmigo. Por eso, les pido que ahora y siempre descansen en Mis Brazos para disolver el cansancio por tan larga caminata.
En Mi Ser Universal, ustedes hallarán consuelo y fortaleza para seguir caminando.
A los pocos que en verdad responden a Mi Llamado, Yo les agradezco por el esfuerzo interior de persistir a pesar del peso de la vida y del desgaste.
Mis Manos les ofrecen la luz de Mi Cura, para que pronto se puedan sanar.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por persistir en el Proyecto de Mi Corazón.
Cristo Jesús
En la Hora de Mi Misericordia, Mi Corazón desciende en Espíritu Omnisciente para reparar a los enfermos de espíritu y de cuerpo.
De esta forma, la Coronilla a Mi Divina Misericordia reconstruye la esencia enferma y, en consecuencia, cura el cuerpo enfermo. Por eso, sus oraciones misericordiosas a las tres de la tarde pueden abarcar espacios profundos de sus consciencias y también situaciones mundiales de caos, de hambre y de guerra.
Aquel que en verdad ora de corazón a Mi Insondable Misericordia fortalece su fe, su piedad, su compasión y su perdón interior. Mi Presencia Universal, que desciende a las tres de la tarde, restaura y reordena todo lo que día a día parece desordenado y lo que no está bajo la Ley Poderosa de Mi Señor.
Vivir en Mi Misericordia significa permanecer en Mi Océano de Gracias y de Redención para todas las almas.
Por intermedio del Rayo de la Divina Misericordia, los pecadores más empedernidos, los que están lejos de Dios, pueden salvarse por el simple acto devoto de su oración.
Entonces, hoy les pido que amen este misterio de la Divina Misericordia de Cristo, porque quien persiste sin saber y sin cuestionar Mis Misterios, de la noche a la mañana despertará en Mi Reino de Amor.
Cuando Yo estuve entre ustedes, intenté demostrarles por medio de Mi Transfiguración, de la Última Cena y de Mi Pasión, los pasos humildes para alcanzar el manantial de Purísima Compasión que Dios depositó en Mi Ser Sideral.
La Fuente de la Misericordia abarca más allá de este pequeño universo, porque desde que Yo ascendí al Universo Celestial, el Padre Me concedió la Gracia de apartar el mal y el dolor de todos los Míos.
Quien vive en el Maestro, ama la Ley de la Jerarquía.
Quien obedece las órdenes internas, estará construyendo en su vida el espíritu de la sagrada humildad.
Desde el principio, quise que Me conocieran y Me buscaran, y ahora que estoy frente a sus vidas, a sus pasados y hechos del ayer, Mi Espíritu Misericordioso quiere disolver de sus historias todo lo malo que haya sucedido.
Para eso, llámenme en confianza y repitan: “Jesucristo, yo confío en Ti”. Esta será la respuesta y la señal de que finalmente podré realizar Mis Designios en sus almas.
La Fuente aún está abierta para todos, antes de la Justicia Divina.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras de corazón y de espíritu.
Vuestro Maestro del Amor, Cristo Jesús
Yo vengo del Cielo Eterno y Omnipresente para apaciguar sus corazones; Yo vengo con la esperanza de su pronta redención y entrega absoluta a Mi Corazón Misericordioso.
Aquel que en verdad está Conmigo recibirá del Padre todos los tesoros y dádivas que se guardan en el Cielo.
También en las horas difíciles, Yo estoy con los Míos para que puedan madurar en los aprendizajes de la vida.
A las tres de la tarde, Mi Consciencia irradia todos los Rayos que Yo adquirí por medio de la obra de Mi Infinita Misericordia. Estos Rayos, que provienen del Sagrado Universo de Dios, son los Rayos Inmateriales que restaurarán a la humanidad que está en ruinas.
Mediante Mis soldados de la misericordia, espero reconstruir los millones de templos y de moradas internas de aquellos que viven sobre este mundo actual y cuyas almas los abandonaron.
Necesito siempre de las cálidas y devotas oraciones de ustedes, necesito de que se unan a Mí a pesar de las circunstancias y de los sufrimientos porque en verdad les digo: no existe mayor milagro de amor que el Amor de Dios por todas Sus pequeñas criaturas.
Por eso, vayan y sigan firmes por el camino prometido, camino que deberán recorrer ardientemente entre las duras piedras y las espinas del rosal; porque del otro lado de la esfera de la Tierra, en el portal de Mi Corazón Compasivo, se encuentra su amado Dios de la Verdad, de la Unidad y del Amor.
Les pido que no bajen los brazos, elévenlos hacia lo Alto para que sus espíritus puedan alcanzar el camino que han perdido. Allá, en lo Alto, existe la Supraconsciencia del Infinito, la Fuente que siempre los proveerá y les quitará la sed que tanto padecen sus seres.
El Padre escucha y contempla sus necesidades. Sean valientes, aún queda un trecho para la finalización de Mi Camino y para Mi Regreso victorioso al mundo.
Nunca olviden que los amo y que, en el silencio, Yo protejo a Mis ovejas de cualquier asecho.
Estoy con los que se esfuerzan por cumplir con el Plan de Mi Padre. Yo estoy con los trabajadores del Plan Mayor, todos los días de la vida.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permitir cumplir Mis Designios de amor y de redención.
Cristo Jesús, vuestro Salvador
2.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día
Hoy celebro desde el Cielo una nueva cena pascual, la Pascua del corazón; porque aquel que en verdad comulga de Mi Cuerpo, recibe el ministerio de la Nueva Pascua del corazón, una Pascua que renueva sus espíritus para apartarlos del pecado constante, y así resucitarlos a la Vida Mayor de las estrellas.
La Pascua Sagrada del corazón es la que todo el Universo comparte Conmigo, y esas grandes pero humildes consciencias viven, en el Tiempo Real, Mi Camino de Cristificación.
Esta Pascua proviene de la esencia de Mi Espíritu y, en consecuencia, de la Suprema Divinidad.
Como Sacerdote Mayor, Yo reúno, en este tiempo terrenal en el que viven, a las esencias que se originaron de las diversas Fuentes de Dios, y por medio de Mi Gracia y de Mi Misericordia Divina conduzco a las ovejas hacia el establo interno de Mi Corazón.
Reunido con los Míos en esta cena les presento, en amor a ellos, a los nuevos apóstoles de la Luz, aquellos que una vez estuvieron Conmigo en Tierra Santa. Estos hermanos, los nuevos apóstoles servidores de Cristo, serán ahora su guía, serán los pastores que prepararán espiritualmente Mi llegada al mundo por segunda vez en este tiempo terrenal.
Hoy, en esta Pascua espiritual, les pido: únanse como renovados apóstoles al ejemplo de los antiguos, para que el amor por la palabra y el amor por el servicio al Plan de Dios despierte en estos Nuevos Cristos que, aunque imperfectos, intentan imitarme.
Yo Soy el fruto maduro de la vid, y de este fruto nace la Sangre de Vida que lava y redime por toda la Eternidad a quien la busca por sobre todas las cosas. Sigan cultivando en sus corazones el camino del apostolado; es hora de que los Míos den el testimonio de la redención y de la conversión que Yo he realizado en ellos.
Recuerden que la humildad los acompañará para que algún día, vacíos de ustedes mismos, surja el nuevo ser redimido que formará parte de la historia de Mi Legado Universal.
Recuerden que algunos conocerán el poder y la grandeza de Mi Reino.
Es tiempo de confiar en Mí, como lo dice la oración. Caminen sin demora hacia Mis Brazos, pues aguardo lavar sus manos y sus rostros para darles de comer de Mi Nueva Pascua Redentora.
Les agradezco por permanecer en Mi Corazón Sagrado durante este día de oración reparadora por el mundo entero. Muchas almas sedientas de Mi Luz fueron recogidas de los abismos del mundo.
Gracias por confiar en Mi Infinita Misericordia.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Vuestro Rey del Amor, Cristo Jesús
Quien busca el Gran Sol siempre alumbrará su camino. Por eso, en esta tarde vengo al encuentro de Mis apóstoles y, junto a Mis doce apóstoles del pasado, vengo al encuentro de los Nuevos Cristos, de los Cristos internos.
En esta tarde, como Yo lo he hecho en el pasado, lavaré vuestros rostros y vuestros pies y consagraré el pan de vida para que se retiren de aquí unidos a Mí, en sintonía con Mi Corazón.
Las almas esperan por este gran momento, aquellas que están distantes de vuestros ojos y que necesitan alcanzar la paz.
Mi Misericordia viene al mundo para liberar a los corazones heridos. Por eso, deberán estar las puertas abiertas para que Yo pueda entrar en vuestras vidas. Si ustedes no Me abren vuestra puerta interior, no podré entrar.
Estamos en un tiempo de cambios y este cambio es regido por Mi Corazón, pues el Universo de Mi Padre Me lo encomendó.
Quien esté unido a Mí no perecerá. Estará guiado todo el tiempo.
Reconozcan, en esta tarde, que Mi sacerdocio es único y no es de este mundo. Pero Mis Rayos descienden sobre los pastores para que puedan encontrar el mismo canal de Luz, la Fuente que provee la vida y alimenta a las almas con el Espíritu de Dios.
Bienaventurados aquellos que Me siguen sin demora, porque estarán Conmigo en el fin del tiempo y, a pesar de las pruebas, Yo los erguiré hacia el encuentro con Mi Padre.
Quien comulga Conmigo de corazón, comulga Conmigo de alma y de espíritu, y todo su ser es permeado por Mi Luz.
Por eso, es hora de que acepten las Leyes del Cielo para que la vida se renueve y los que están en vida muertos, despierten al Espíritu Mayor de Mi Corazón.
Pregúntense si en verdad están Conmigo.
La oración les ha mostrado las señales, especialmente a los que estaban atentos.
La oración es el camino que se construye hacia el infinito. Así el alma no caerá en los abismos, porque caminará segura a través de Mis Pasos.
Mi Agua lava vuestras manchas. Mi Sangre purifica vuestros corazones. Mi Alma los consagra a Dios y Mi Divinidad conduce a vuestros espíritus hacia la Vida Mayor.
Oración: Padre Nuestro (se repite varias veces).
El camino de la consagración interior es para todas las almas del mundo. Todas las almas que se coligan con Mi Espíritu y con Mi Corazón reciben Mi bendición y Mi Gracia permanentemente. Cada alma puede entregarme un paso de su consagración. Todo eso es considerado profundamente por Mi Corazón.
Lo importante, Mis queridos amigos, es que estén unidos a Mi Corazón, así todos ustedes estarán unidos como uno solo y formarán el nuevo rebaño en este tiempo definitivo.
Por eso, hoy les dejo estos dos Sacramentos que renuevan a las almas a través de los tiempos. Ellos son la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre y el Bautismo a través del lavado de vuestros pies. Así, el pasado se borra espontáneamente y podrán llegar a Mi Mesa renovados en amor y en verdad.
Hoy estoy más presente entre ustedes, porque Me han abierto una puerta.
Desearía que todos Me vieran, pero no lo tengo permitido. También Mi Presencia respeta las Leyes.
Todos somos regidos por un Bien Mayor y a él debemos responder para que el bien esté en todas partes y, de esta forma, la sagrada unidad una a todas las almas bajo el principio del Amor, el Amor único, el Amor puro de Dios.
En la Última Cena, reuní a los que había convocado desde el universo para que pudieran compartir Conmigo el camino de la consagración. Por eso, fue necesario desterrar los aspectos de la vida. Y este legado, que Yo les entregué en la Eucaristía, fue para poder generar esos efectos en todas las almas.
Es necesario dejar el pasado para poder nacer nuevamente en espíritu. De esta forma, ustedes renovarán vuestras vidas y cada día estarán más cerca de Mi Corazón.
Cuando Yo les entrego Mi Cuerpo para que lo puedan comer, es para que puedan estar más próximos a Mí, bien cerca del Reino del Cielo, lugar hacia adonde, algún día, deberán ir con vuestros hermanos, con la humanidad.
Que el Espíritu Santo acompañe este momento, que el Amor del Padre guarde a cada esencia de este mundo y que el Hijo de Dios los reúna en celebración y alegría en esta tarde de infinita Misericordia.
Yo confío en los Míos, como los Míos confían en Mí.
Consagro estos elementos, señales vivas de la unión con Mi Espíritu en todo este universo material.
Bajo el Amor del Padre, el Bien del Hijo y la Protección del Espíritu Santo, desciendan el Reino de Dios y la conversión sobre todas las almas, para siempre.
Que así sea para el bien de todas las consciencias.
¡Gracias por hoy estar Conmigo!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Jesús, por cuánto nos das!. En este encuentro, Te honramos Señor. Amén.
Queridos compañeros, todo Maestro da anuncios divinos para las almas. Por eso, en esta noche recibirán la visita especial de San José, el Siervo fiel de Dios. Sigan Sus pasos para encontrar la paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Es muy lindo recibir al Maestro de una forma sorpresiva, porque nunca sabemos que nos va a pedir. Pero todo lo que Él nos pide es por un Bien Mayor, como Él nos dijo hoy. En ese momento, sentimos que es lo que cada uno de nosotros necesita internamente para su vida.
Queríamos hacer un pequeño relato sobre cómo Él llegó hoy hasta aquí, que es algo que nos pidió que compartiéramos.
Él vino del universo, en este día, acompañado por muchas galaxias. Había un camino infinito trazado hasta aquí, hasta la Tierra.
A la derecha e izquierda, Nuestro Señor era acompañado por algunos Arcángeles y algunas legiones de esos Arcángeles. Ellos venían también como en un movimiento de procesión, en un movimiento sagrado.
De una forma repentina, antes de que Cristo llegara, apareció sobre el palco la escena de la Última Cena. De repente, Él nos mostraba cómo lavaba los pies y las manos de Sus apóstoles.
Él estaba llamando a cada uno de ellos para que se sentara a Su Mesa. En ese momento, pensamos que nos mostraba algo que ya había sucedido, pero durante Su Aparición, nos explicó que era algo que nos estaba pidiendo que volvamos a ejercitar, que volvamos a recordar aquello que hicimos alguna vez con Él.
En ese momento, Él presentó a los doce apóstoles, llamándolos “los doce renovados apóstoles”, que están sirviendo en misión, aquí en la Tierra, una misión espiritual, una misión que Sus apóstoles, los que estuvieron con Él, tienen con la humanidad en este tiempo.
Es algo que vamos a descubrir, según Él nos dijo, de una manera desconocida y de una forma que tomará de sorpresa a la humanidad para que ella se prepare verdaderamente a través de los apóstoles que estuvieron con Jesús, para cuando Él regrese.
Fray Elías lee el mensaje diario transmitido.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, antes de Su Aparición, el Maestro, nos sorprendió con un gesto de Amor.
Le preguntamos: “Maestro, ¿dónde estás ahora?”.
En cuestión de segundos, Él nos mostró una escena. Él estaba entre todos nosotros, levitando en el aire con Sus ángeles, a los que les indicaba lo que debían hacer: algunos aliviaban el corazón, otros calmaban el espíritu y otros también curaban partes del cuerpo físico.
Así, el Maestro se presentó hoy, colocándose sobre el palco y dirigiéndonos una gran sonrisa.
Luego, nos transmitió el siguiente Mensaje:
Sepan desde ahora, que Mi Consciencia Universal y Crística ora para siempre por ustedes para que los nuevos rebaños puedan despertar de verdad a Mi Llamado Planetario.
Como en el Huerto Getsemaní, en vigilia, ayuno y oración, y ahora desde el Cielo, Yo comparto Mis Gracias Primordiales con los corazones que se disponen a escuchar Mi Amorosa Voz.
Compañeros, hoy pasaron ardientemente por la fase de la primera etapa de la oración misericordiosa; tanto en el Brasil como en Oriente ya ha generado infinitos frutos para los corazones más necesitados.
El alma que confía en Mí ingresa en el Cielo Infinito y Desconocido para recibir el bautismo de Mi Luz y el sacramento de Mi Reconciliación.
En este día de especial Gracia Espiritual para todos, Yo los invito a considerarme presente en sus vidas, porque deben saber que Mi Corazón Eterno está allí solo cuando lo llaman con amor y en devoción.
A todos los que se animaron a responder a Mi pedido orante, les agradezco, pues un nuevo Sol en el universo se está gestando para que las almas reciban la irradiación misericordiosa de sus rayos de paz y de redención. Este Sol del cual hoy Yo les hablo es la Esencia de Mi Corazón que está siendo encontrada por todos los que Me llaman durante la oración día a día.
Mi Espíritu imparte Gracias Reparadoras a las esencias que simplemente Me dicen: “Ven Maestro del Amor”.
En este día, Mi Luz impregna las formas y los espacios creados, y esto es posible como consecuencia amorosa del ofrecimiento de todos los maratonistas de Mi Divina Misericordia. Y así pasará el tiempo y, a través de Mí, verán crecer la fe en sus vidas y nunca jamás cosa alguna podrá separarlos del camino de consagración y de santidad que Yo propongo a algunos de los Míos.
Todos tendrán siempre un gran espacio en Mi Consciencia, un lugar de renovación, de cura y de fe para confortarse en las pruebas que el Señor les envíe para madurar sus seres.
Amigos Míos, que mañana el fuego se amplíe en ustedes y abrace Esferas Celestiales Mayores.
Recuerden que solo quiero almas en profunda contemplación y adoración a Mi Misericordia.
Yo vengo para desmitificar a los fanáticos, porque Mis rebaños de paz y de luz están formados por el trabajo y el sacrificio; en ellos instituiré Mi Nueva Morada sobre la Tierra, buscando la esencia de las almas puras.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Llamado de corazón.
Cristo Jesús, vuestro Pastor Interior
Alabado sea su Santo Dios en las Alturas, porque santos serán aquellos que en humildad colaboren con el cumplimiento de la promesa de Mi Regreso, aquella que está escrita en el Libro Sagrado, la Biblia.
Que se alegren los que en sinceridad se consagran a Mi Corazón, porque ellos siempre tendrán un espacio seguro en el Reino de Mi Padre.
Que se alegren los que colaboran Conmigo, para que Mi Tarea encarne en los que Yo he escogido desde el principio. Sin la ayuda de Mis colaboradores de la Divina Misericordia, las Órdenes unidas a Mi Espíritu no podrían existir.
Yo les doy de beber de Mi Fuente, y de Mi Fuente emana el Gran Espíritu para todo el Universo. Quien se dirige a Mí nada perderá porque encontrará el camino infinito que tanto busca.
Quienes sustentan todas las Órdenes son los que viven, en el mundo, el gran sacrificio; en ellos Mi Corazón se respalda porque, en Amor y en Gracia, permiten que Mis apóstoles caminen en dirección a la misión que Mi Padre les confió.
Alabados sean todos los que forman parte de Mi Cuerpo Místico, porque una célula de Mi Luz se implantó en quienes Me dijeron sí.
Nunca olviden la vida del espíritu; su espíritu será como los tiempos, se adecuará a los cambios finales y la humanidad podrá sostenerse por la fe inquebrantable de todos Mis seguidores de la Misericordia.
Ahora vayan de dos en dos y digan que Yo los he consagrado de cuerpo, mente y corazón y digan que Yo los he resucitado en espíritu y que nuevamente han visto Mi Luz Interior.
Sean puentes firmes para quienes deberán cruzar.
Hoy les entrego tres llaves que los protegerán de ustedes mismos y del enemigo. Estas llaves son la humildad, la pureza y el amor. Que estas tres fuentes broten en sus corazones; así aquellos que tienen sed podrán beber y salir del desierto en el cual viven.
Antes de Mi Regreso, ciertas Órdenes a las cuales Yo he confiado Mi Legado servirán de salvación y de rescate para los necesitados de Mi Amor Absoluto. Vayan y digan que los amo siempre y que estoy con ustedes.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras de corazón y de espíritu.
Cristo Jesús, vuestro Humilde Rey
Por la Fuente de Gracia que brota de Mi Sagrado Corazón, en la Hora de la Divina Misericordia, Mi Manantial Salvador y Redentor se derrama en especial sobre quienes, en verdad, en el cenáculo de la oración Me dedican su tiempo sin demora y sin prisa.
En esta sagrada hora universal, el Universo se alinea y las estrellas envían sus rayos de luz para adecuar nuevamente situaciones irreversibles y llevarlas a situaciones de paz.
Todo discípulo deberá tener consciencia de esta sagrada hora en su tiempo y en su espacio, para que él también reciba la parte de misericordia que le corresponde.
Es importante para la formación misericordiosa de un consagrado, como de un devoto de Mi Corazón Insondable, despertar en consciencia a este sublime momento. El pedido orante que Yo le dicté a la Hermana Faustina Kowalska aún está vigente y lo estará hasta Mi Regreso cuando, por Orden Universal de Dios, Mi Corazón impartirá Justicia Divina.
Les pido que recuerden este momento y esta Hora de Misericordia, que sus espíritus solo busquen saciar la sed en la Fuente que los reparará y los liberará; así percibirán que las fuentes artificiales que ha creado el mundo llevan, tarde o temprano, a la pérdida de la paz y del amor.
Yo Soy el Médico de las Almas, siempre los esperaré en Mi sala celestial de oración para curar y consolar en Mi Luz a sus corazones.
Es momento y tiempo de que la humanidad reverencie, ame y respete las reliquias salvadoras que los Sagrados Corazones han entregado por amor al mundo entero.
Si esto fuera así, ustedes como rebaños evitarían que los ejercicios espirituales de oración se vuelvan pesadas rutinas de cumplimiento y de obediencia, algo vacío en el corazón de quien, en verdad, no lo hace por amor.
Estén atentos a los cambios bruscos.
Yo los acompaño siempre.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje a través de la esencia del corazón.
Cristo Jesús
Mi Corazón es el centro de la Eucaristía y, por la Eucaristía, sus seres serán redimidos del pecado y del error.
Quien comulga Conmigo limpia todos los días las manchas de su corazón y afirma, en cada nuevo encuentro, que Mi Sagrado Espíritu es parte de él.
Por la Comunión Eucarística, los males del alma son liberados y los pasos son seguros para quien se disponga a caminar por la senda de la transformación.
Es por Mi Corazón Eucarístico que los seres ingresan en el acto sublime de la verdadera reverencia, y es en ese momento cuando la consciencia encuentra el consuelo y la fortaleza que tanto busca. Mi Cuerpo Eucarístico es el elemento solar capaz de liberar y de transmutar las secuelas profundas que el mal pudo haber dejado en la consciencia por los asedios recibidos.
Desde el primer momento en que Mi Vida instituyó la Comunión Eucarística como ministerio, Yo estaba dejando para el mundo el poder de Mi Esencia Solar y Divina, porque era y es solo a través de la Eucaristía como la humanidad podrá liberarse de los errores que ella misma comete.
Por eso, en cada nuevo acto de comunión de un alma Conmigo se establece una relación espiritual y divina capaz de unir el Cielo y la Tierra, universalmente, por algunos momentos.
Quien comulga de Mí no solo abre su consciencia para nuevas Revelaciones Celestiales, sino que también, en un acto de pacificación, se remueven del mundo las graves y pesadas ofensas que hieren al Padre Dios.
Es necesario que la humanidad, antes de Mi Regreso, entienda, comprenda y conozca qué es lo que sucede cuando un ser de la Tierra comulga de Mi Espíritu Santo Eucarístico: las Leyes cambian y se revierte el mal existente en el corazón de todas las almas del mundo.
La propia consciencia que comulga Conmigo es perdonada y cada vez que participa de esta Sagrada Ceremonia, su vida queda en blanco como las hojas de un libro sagrado donde aún nada fue escrito.
Las almas más pecadoras reciben la oportunidad de encontrarme en algún momento de la vida y, especialmente, la Comunión Eucarística de todos los seres Conmigo repara y restablece los planes de vida y de evolución, tanto para las consciencias como para sus espíritus.
Es hora de abrir el cofre que existe en el corazón de cada ser para que la Luz Infinita vierta y expanda los Códigos Crísticos en cada consciencia.
La Eucaristía, en estos tiempos, prevé un rápido proceso de redención, expulsando las indiferencias y las arrogancias que las almas generan día a día.
Mi Cuerpo Eucarístico, adorado y venerado por las almas, establecerá los mil años de paz para la Tierra futura. Es momento de construir esa paz en un tiempo donde no existe la paz, para que así, todos la alcancen.
Bajo la Paz del Señor, sean bienaventurados.
Gracias por comulgar de corazón con Mi Espíritu.
Cristo Jesús, Espíritu Eucarístico
El templo de la pureza que se guarda dentro de cada ser a veces es destruido por la guerra de la personalidad y del ego.
En Mi Infinita Misericordia, Yo vengo para reconstruir en ustedes aquello que es derribado por las fuerzas terrestres humanas.
Yo vengo a invitarlos a ingresar en Mi Misericordia para que nunca pierdan la esencia original, tal como Dios los creó en el principio.
Ahora Yo los llamo para recordarles el Principio de la Pureza. Es una tarea ardua buscarla y mantenerla en el centro del corazón, porque enseguida surgen interferencias que impedirán que esta sagrada pureza se continúe manifestando en cada uno de ustedes.
Traten de permanecer en Mi Fuente de Misericordia, porque desde allí Yo los purificaré y nacerán de nuevo como esencias y como almas renovadas. Intenten mantener el espíritu de pureza en el día a día, en cada acción como en cada palabra, así sus ejemplos ayudarán intensamente a recuperar aquello que la humanidad ha perdido: ser almas puras de corazón.
Yo los encamino, Yo los conduzco hacia un camino recto y puro que los llevará a encontrar sabiduría y amor para transformar aquellas actitudes impuras que manchan sus espíritus. Ser puro es ser verdadero de corazón, sin guardar nada para sí; ser puro es reconocerme en el otro y es tener compasión y misericordia por las impurezas del semejante.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Pureza de Mi Corazón.
Cristo Jesús
Con las simples y verdaderas ovejas, Mi Consciencia Sacerdotal ayuda a la gran Consciencia Planetaria.
Con los orantes y los adoradores de Mi Santísimo Cuerpo Glorificado, Yo construyo el camino para la Nueva Humanidad.
Con los silenciosos, los reverentes y los devotos, Yo construyo la fuente que dará de beber a todos los que tienen sed.
Con los Míos, Yo cumplo todas las obras y a ellos les doy Mi Sacrificio para que puedan formarse como Nuevos Cristos.
Porque con los humildes y los pacificadores, Yo logro llegar profundamente a los abismos de este mundo y recoger a las esencias que han caído en pecado mortal. Por eso, cada nuevo día Mi Corazón pedirá un poco más a Mis siervos, porque será necesario revertir la situación planetaria y como siempre lo he dicho: “Con los Míos Yo realizaré Mis grandes Obras”.
Por eso díganme sí, porque siempre los acompañaré.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por estar en Mi Sagrado Corazón de Paz.
Cristo Jesús
La Gran Transformación Crística
Aquel que se disponga y decida seguir Mi Camino de Consagración a Dios, recuerde que las pruebas que enfrentará serán como piedras en su camino y servirán de confirmación permanente para que algún día cruce el umbral hacia la Eternidad.
Por eso nunca teman encontrarse con todo lo que fueron alguna vez en el pasado, porque eso forma parte del arte de la constante purificación para alcanzar la Paz Purísima.
El discípulo es como un gran libro que guarda un pasado completamente desconocido para su pequeña consciencia dentro de este universo.
Para acceder a la realidad de su vida y de toda su existencia, el aprendiz deberá, con estricta obediencia, hacer todo aquello que en ciertos casos podrá parecerle absurdo.
Este es el gran paso para la Transformación Crística: reconocer que, en consciencia, el discípulo sabe muy poco de la vida, de la verdadera Voluntad del Señor, y que solo le resta seguir desde el corazón las señales que le son indicadas.
En este tiempo de apostolado, los aprendices deberán cruzar con sus propios pies el gran y extenso lago de las impurezas de esta humanidad, las que no permiten que el sentido existencial de la esencia brille en cada alma.
Por la Ley de la Gracia, la Divina Misericordia, la Fuente Purísima de redención y de compasión, que lava, nutre, limpia y purifica esos grandes lagos de lamentaciones, es el remedio que disolverá estas cargas y renovará las vidas preciosas de todos los seres.
Como discípulos, anímense a experimentar Mi Camino porque nunca les fallaré, incluso en las horas de grandes pruebas de confirmación y de fe.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificar día a día sus vidas a través de Mi Corazón Misericordioso.
Cristo Jesús, el Agua de la Nueva Vida
Si tú Me llamas, Yo te escucharé y, en un instante, seremos Uno de corazón, mente y espíritu.
Entre Mi Corazón y el tuyo nunca deberán existir divisiones ni barreras, porque Mi Propósito siempre será llevarte al encuentro con el Único.
Sabes que el tiempo pasa y que los cambios se aproximan; vive a través del pulsar de Mi Corazón y que tu palpitar sea el motivo de la búsqueda sublime.
Encuentra lo Sagrado en cada espacio y reverencia lo que el Universo provee a cada instante de la vida. En el camino, busca lo nuevo y únete a Mi Corazón Eterno para que la Luz del Cielo indique la travesía hacia Mi Pacífico Corazón.
Solo reflexiona sobre lo que sucede y cultiva un espíritu de libertad, para que tu esencia vuele cercana a la Casa del Padre.
Sé manso y responde rápidamente según la necesidad.
Ser un verdadero Cristo es servir.
Ser un verdadero Cristo es estar atento a los detalles y a las emergencias.
Ser un hijo de Dios es vivir la Ley Suprema e imitarla. En todo el camino existe el Amor Puro, que siempre vencerá todo dolor y todo desafío, porque el Amor Crístico renueva.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
Y cuando finalmente se cumpla el tiempo de los 144 mil apóstoles de Mi Divina Misericordia, Yo reuniré al mundo entero para una nueva Cena de Redención en la que se proclamará, a viva voz, la Victoria de Dios por intermedio del Hijo Primogénito. Y ya no existirá dolor que no sea aliviado, enfermedad que no sea curada ni conflicto que no sea resuelto, sino que habrá resurrección para los que esperan estar en Mi Eterna Gloria.
Pero antes, con la minoría, Mi Corazón hará grandes pero silenciosas obras de conversión y de aproximación a Mi Reino Celestial, en los que estuvieron lejos de Mí.
Y los valientes, aquellos que lucharán contra la impunidad y establecerán la Divina Justicia, batallarán con la espada de la fe y con el escudo del amor. Y los que alguna vez estuvieron muertos en vida resucitarán de la noche a la mañana. Ninguna consciencia en todo este gran e infinito universo quedará sin saber, de alguna forma, que el Hijo de Dios ha retornado para buscar en luz y en amor a los Suyos.
Las palabras misteriosas del ayer serán reveladas, y todos comprenderán la nueva filosofía de Mi Eterno Corazón. A aquel que haya persistido más allá de sí mismo a lo largo de los tiempos y de los años, Yo le prometo, ante Mi Supremo Padre, que verá Mi Misericordioso Rostro transfigurado y reconocerá la Ley de Mi Amor.
¡Ay! de aquellos que negaren el mensaje que Yo he enviado a través de los desconocidos, de quienes no colocan oro ni poder sobre las cosas; porque en la hora del Juicio Universal, Mi Corazón, el Templo de Mi Sabiduría, mostrará la Verdad Suprema a los que no creyeron en Mi Mensaje preparatorio de fin de tiempo.
Un buen discípulo Mío guarda las palabras en el corazón y las cultiva como sabiduría, para crecer en el amor y en la verdad interior.
Cuando vuelva, no solo Me sentirán en el corazón, porque Mi Regreso será un gran fuego que iluminará de oriente a occidente para que el mundo vea, finalmente, la Gloria de Dios.
Bajo el Bien Mayor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar y guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando un alma siente verdadera sed de Mí, reconoce que ha llegado la hora de cambiar y nunca temerá transformar aquello que no le sirve más.
Esa alma se atreve a buscar la liberación de sí escuchando con atención la voz de sus semejantes porque entre tantas palabras y dichos podrá estar presente la voz instructora del corazón.
Si el alma se decide plenamente a recorrer el camino de la santidad, el Cielo le proveerá de todas las pruebas posibles para que se confirme.
Si el alma busca la consagración al servicio, llegará a su vida tanta caridad para realizar y tanto amor para donar, que no tendrá tiempo para sí.
Si el alma no busca ningún camino y decide caminar en el mundo por sí sola y sin instrucción, rápido perderá el sentido de su vida y apartará el espíritu sagrado de la morada del corazón.
A las almas que nacen de la Fuente y vienen a este mundo para vivir el perdón y la redención, no les puede faltar la instrucción, porque se perderían entre las cosas materiales sin tener orientación ni discernimiento. Pero el alma que se sostiene mediante la oración misericordiosa siempre recibirá la Gracia de entender, de aceptar y de comprender todas las cosas.
Dios prevé el camino para cada uno de Sus hijos; por eso, Él siempre mostrará a los Suyos lo que deberán aprender y en lo que prontamente deberán crecer.
En esta escuela de la Tierra existen maestros y discípulos, y todos tienen lecciones pendientes que aprender, pues el despertar al Amor Absoluto y Único tiene un solo camino. Por eso hoy les digo que, más que nunca, estén atentos a las señales de autocorrección en sus vidas. Para todas las almas será una oportunidad de madurar en consciencia y de trascender las barreras que el egoísmo de este mundo impone.
A través de la Coronilla a la Divina Misericordia todo se resolverá cuando el alma tan solo dé un sí verdadero y humilde. Los tiempos en este ciclo hablarán al mundo por medio de señales internas y externas, estén atentos.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
La Infinita Compasión es el remedio perfecto para curar todos los males. Por eso, en la Hora de la Divina Misericordia, Mi Corazón Sagrado se compadece de los pecados del mundo y aquella alma, que en sinceridad se une a Mí, recibe los rayos de Mi Compasión Infinita.
Las graves ofensas que las almas generan en estos tiempos podrán ser perdonadas por medio de la Infinita Compasión, cuando clamen por ella.
Hoy les pido que mediten respecto del grado del pedido de compasión a Mi Misericordioso Corazón. Desde el Cielo, Yo espero que las voces Me llamen para aliviar el dolor en la Fuente Infinita de Mi Compasión.
El alma que confía en Mí no perecerá. El alma que se sumerge en el Océano de Mi Compasión se liberará, desde ahora, de las ataduras del pasado. Pero solo existe un primer paso, que es llamar a Mi Compasión.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
En este día de misericordia Mi Corazón irradia Gracias sobre las almas que más las necesitan, principalmente aquellas que se han distanciado de Mí.
Yo reúno a las esencias para el gran momento, para que todas se vuelvan a unir como una sola y representen el nuevo rebaño redimido, rebaño con el que Yo contaré en la hora importante de Mi Regreso al mundo.
Pero ahora es necesario cultivar la semilla de la pacificación interna, porque esta sublime luz de la paz deberá servir como un foco incandescente que alivie la perturbación de muchos seres internos en el mundo.
Por la oración misericordiosa el mundo alcanzará la paz, y la victoria del Reino del Padre será posible por el esfuerzo de los pequeños seres que sirven al Plan de Dios. En estos tiempos Yo los llamo a la unidad interior y al cumplimiento del Propósito Divino en cada ser y por el Bien Mayor del mundo.
En este camino de oración que recorren los peregrinos, Yo los llamo a proseguir por la senda segura de la fe y del amor, porque de esta forma muchos más imitarán su ejemplo crístico de evolución.
Por sobre todas las cosas, recuerden que ahora y siempre estarán en Mi Corazón de Amor.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje a través del amor del corazón.
Cristo Jesús Misericordioso
A pesar de las flaquezas y de los pecados de las almas del mundo entero, Mis Gracias Infinitas y Misericordiosas se derraman sobre los que se animan a mostrarme la verdadera faz de su debilidad.
Mi Amor, que es grande, infinito y reparador para los corazones de la Tierra, despierta fortaleza, valentía y voluntad para transformar los pecados que se repiten constantemente.
En este tiempo de Gracia que la humanidad vive, a pesar de las guerras y de las revoluciones sociales, Mi Espíritu Único, el Espíritu del Hijo de Dios, viene al mundo para anunciar Su esperado regreso de paz y de redención a todos los lobos feroces que aún no conocen el poder de Mi Amor.
Cuando Yo descienda entre las nubes, verán venir la Gloria de Dios manifestada en esplendor. Como preparación, no se aferren a sus pequeños pecados: ofrezcan pequeños sacrificios a Dios por los grandes pecados que condenan al mundo, porque los Sagrados Corazones están atentos a la ofrenda de sus corazones.
Antes de Mi Regreso, los invito a imitar la fe inquebrantable del centurión de Galilea. Crean en el poder de la fe ante sus faltas, porque mediante la oración todas las situaciones internas se resolverán.
Clamen día a día por Mi Corazón Misericordioso, así sus almas se repararán y sus faltas se disolverán. Caminen hacia Mí al igual que el centurión, para que Yo pueda decir que su fe ha vencido todo mal.
Bajo el Bien del Padre, sean misericordiosos.
Gracias por persistir en vivir Mi Camino de Redención.
Cristo Jesús, el Maestro del Perdón
Las verdaderas almas que curan lo hacen por medio del amor. Por eso Mis Rayos de Sanación descienden sobre ellas para realizar la obra de liberación del pasado.
Los instrumentos de cura son guiados por el Fuego del Espíritu Santo, Fuego Divino que los inspira, sin demora, para curar el corazón y el alma de los que están heridos espiritualmente.
En estos tiempos el verdadero Curador es guiado por la fluidez y por los principios de la Cura Crística, dones que el Espíritu Santo proporcionó para que el Hijo de Dios realizara Su Obra Curadora y Redentora.
Todo está unido a un mismo principio que es el Amor de Dios. Así, la cura del alma y del cuerpo sucede de forma espontánea, tan solo porque la consciencia ha recibido el Amor de Dios.
El camino para curar el espíritu de los enfermos es infinito, y esto es posible a partir de la unión misericordiosa del curador con su Maestro.
Las principales dolencias en el mundo solo podrán ser curadas por el amor y no existirá mayor ciencia espiritual que el Amor de Dios, que restablecerá los códigos de vida que se hayan perdido.
Hoy Yo quise visitar, intencionalmente, uno de los pocos puntos de cura en el mundo que irradia amor y lo siembra en el alma enferma. Me refiero al Sector de Cura en el Centro Mariano de Figueira, el que despertó al conocimiento de la Cura Universal. Dicha Cura emana directo de la Fuente Primordial del Amor y de la Unidad. Estos principios están presentes porque la misión de los instrumentos de cura ha sido continuar con los ejemplos de Cristo Hombre de Dios y Curador.
Bajo este don del Amor de Cristo, los corazones que han estado en verdad abiertos, recibieron Mis Rayos de Sanación y de Paz a través de los apóstoles de la Cura Crística.
Para corresponder a la esencia de la Cura Crística solo se deberá orar con el corazón para que la Obra del Espíritu Santo se realice en las almas que sufren.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por ayudar a curar y a aliviar el corazón de todos los seres.
Cristo Jesús, el Maestro Curador del Corazón
Bienaventurados sean los que pacifican a las almas en Mi Nombre por medio de la Divina Misericordia, porque en esa hora acontece el gran milagro de amor. Por eso vayan Conmigo al encuentro del peregrino y del solitario, porque en ese momento Mi Luz llegará en auxilio del que más necesita de Mi Espíritu de Luz.
Les pido, Mis apóstoles, que en esa recorrida sean el testimonio vivo de la conversión y de la redención. Si así fuera, el camino para recorrer estaría abierto y los que necesiten de Mí recibirán el amor de sus palabras.
En estos tiempos se reagruparán los rebaños para ser conducidos hacia el establo del único y verdadero Pastor, pero ahora deberá irse en busca de las ovejas que quedaron olvidadas o que están heridas por las viejas incomprensiones de la vida. Es hora de unir y no de separar.
Es hora de que quienes dicen estar Conmigo recuperen a la oveja más lastimada o más apartada de Mi Camino; porque Mi Misericordia Divina es para todos, sin preferencias y sin predilecciones.
Mi Amor Puro vence el error. Mi Amor Puro abre nuevas puertas y nuevas oportunidades para quienes en confianza se entregan a Mí todos los días.
Llegó la hora de reunir a los que están perdidos como almas y a los que deberán, antes del nuevo ciclo, estar en Mi Sagrado Corazón Redentor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por estar en Mi Eterno Corazón.
Cristo Jesús
A todos los maratonistas de Mi Misericordia, Yo solo les pido que realicen la misma tarea que se realizó durante la Primera Maratón de la Divina Misericordia en el Centro Mariano de Aurora.
Esta vez, el Centro Mariano de Figueira tendrá la oportunidad de preparar la morada que recibirá la visita del Redentor Celestial y la cálida y amorosa llegada de los peregrinos que llevarán adelante esta nueva Maratón del corazón.
Los detalles preparatorios contribuirán para que los frutos de la Maratón puedan ser recogidos y llevados en el corazón de todos los peregrinos.
Este impulso de oración misericordiosa estará unido a la primera puesta en el aire del canal Misericordia María TV, que abrirá las puertas para que las almas ingresen en Mi Reino de Misericordia.
Todos los miembros del Centro Mariano de Figueira prepararán el camino de esta Maratón para que las almas se sirvan, durante esos días de septiembre, de lo que en verdad ellas necesitan para fortalecer la fe, reafirmar el compromiso Conmigo y ser partícipes de Mi Insondable Misericordia.
El Centro Mariano de Figueira fue escogido para iniciar este nuevo ciclo, en el cual el Mensaje Divino que proviene del Cielo pueda ser esparcido en los cuatro puntos cardinales. Para que eso sea posible, la Maratón de la Misericordia del mes de septiembre deberá ser un encuentro interno para el alivio de los sufrimientos de las almas; así Mi Presencia estará, como en Aurora, en todos los detalles que sean realizados con amor y por amor.
Esta nueva Maratón de la Divina Misericordia promete una ayuda especial y espiritual para el Brasil y su situación interna como nación. También prevé que, mediante la oración misericordiosa, situaciones que serían insuperables para las consciencias puedan ser reordenadas y reciban la paz necesaria para estos tiempos.
De este modo Uruguay y Brasil resultarán bendecidos por Mi Misericordia; pero como deberá terminar de crearse la sagrada triangulación del Espíritu Santo, esta tarea se completará en la nación Argentina.
Por esta razón cito a la ciudad de Buenos Aires para que los días 5 y 6 de octubre de 2013 reciba a la Divina Misericordia Universal, y que esta llegue al corazón de Mis hijos argentinos, porque las tres naciones deberán consagrarse a Mi Sagrado Corazón.
Todo será especialmente acompañado por Mi Espíritu.
¡Buena y fraterna preparación para todos los peregrinos maratonistas de Mi Misericordia!
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder a Mi Llamado de Misericordia Universal.
Cristo Jesús, el Rey de reyes
Por medio de la oración misericordiosa de las tres de la tarde, día a día Yo vengo para que sus corazones y los corazones del mundo entero sean lavados de toda mancha con Mi Sangre Preciosa.
Vengo a las tres de la tarde para purificar con Mi Agua sus almas de los deseos y del amor propio.
También vengo a las tres de la tarde para unir con Mi Alma lo que, con su astucia, el enemigo separa de Mis discípulos: el amor en el corazón.
Por eso a las tres de la tarde les corresponde esforzarse para que, por amor y redención, ustedes reciban los méritos de Mi Gloria y de Mi Resurrección.
Yo los invito a servirse espiritualmente de los dones de Mi Corazón y a encontrar en ellos la salida rápida de este mundo material.
Únanse a Mí a pesar de cualquier circunstancia y sean buenos instrumentos en Mis Manos, pues ahora es el momento de renunciar a lo que pasó y es hora de renovarse mediante la presencia de Mi Espíritu.
Aquellos que proclamen la importante Hora de Mi Misericordia serán saciados por Mi Amor y beberán Conmigo del cáliz de la reparación en el próximo tiempo.
Anímense por un momento a ser parte de la Voluntad Suprema, para percibir el diseño perfecto que realiza el Universo en sus corazones abiertos a Mi Corazón Glorioso.
Que por la oración misericordiosa, de todos los seres orantes, el mundo entero pueda ser ayudado en estos tiempos.
Bajo la Luz Victoriosa de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Señales en el corazón.
Cristo Jesús
En Mi Sagrado Corazón se encuentra la Paz.
En Mi Sagrado Corazón se encuentra el Bien Mayor.
En Mi Sagrado Corazón se encuentra la Santísima Piedad.
Recuerden que para aquella alma que Me busque, Yo no seré un juez, seré el Libertador de los corazones que buscan el consuelo para ser confortados por Mí.
Ya estamos en septiembre, el mes cuando en América florece un nuevo ciclo, una nueva transformación de la vida de las almas que trabajan para seguir Mi Camino Crístico.
Septiembre será un mes de bendiciones y de prodigios para la humanidad; este mes marcará un antes y un después para la consciencia que se sirva abundantemente del Manantial de Mi Misericordia.
Por eso, no preocupen a sus seres por lo que parece no haberse transformado ni entregado por entero a Mi Corazón. Ahora solo les resta seguir Mis Pasos, incluso entre las ruinas de la humanidad y entre las pequeñas miserias de ustedes, ya que existen miserias mayores que provienen de este mundo y que es necesario extirparlas con urgencia.
Con este fin Yo estoy reuniendo los frutos que Mis semillas han dado después de tanto tiempo. Ahora es el momento de observar con piedad todo lo que Yo les he entregado en confianza. Por eso necesito que no miren más hacia atrás, sino que vean en el horizonte la llama de Mi Misericordia que está comenzando a iluminarlos y a redimirlos por el bien del Universo.
Si algunos ya se encontraron con la realidad del verdadero ser, les pido que no teman, que confíen en Mí, porque eso significa que la vida humana está a punto de dar un paso interior de confirmación del Plan de Dios.
Y para quienes aún no encontraron la realidad del verdadero ser, oren por los que la encontraron y agradezcan la oportunidad de reconocer que, después de esta vida sobre la Tierra, el Paraíso Eterno los espera.
Mi apoyo se extiende a todas las criaturas que se unan a Mí y Me digan cuánta paz necesitan.
Quédense en Mi Luz para siempre.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Camino de Consagración y de Fe.
Cristo Jesús, el Maestro de la Piedad y de la Divina Misericordia
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más