Jueves, 5 de septiembre de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Las verdaderas almas que curan lo hacen por medio del amor. Por eso Mis Rayos de Sanación descienden sobre ellas para realizar la obra de liberación del pasado.

Los instrumentos de cura son guiados por el Fuego del Espíritu Santo, Fuego Divino que los inspira, sin demora, para curar el corazón y el alma de los que están heridos espiritualmente.

En estos tiempos el verdadero Curador es guiado por la fluidez y por los principios de la Cura Crística, dones que el Espíritu Santo proporcionó para que el Hijo de Dios realizara Su Obra Curadora y Redentora.

Todo está unido a un mismo principio que es el Amor de Dios. Así, la cura del alma y del cuerpo sucede de forma espontánea, tan solo porque la consciencia ha recibido el Amor de Dios.

El camino para curar el espíritu de los enfermos es infinito, y esto es posible a partir de la unión misericordiosa del curador con su Maestro.

Las principales dolencias en el mundo solo podrán ser curadas por el amor y no existirá mayor ciencia espiritual que el Amor de Dios, que restablecerá los códigos de vida que se hayan perdido.

Hoy Yo quise visitar, intencionalmente, uno de los pocos puntos de cura en el mundo que irradia amor y lo siembra en el alma enferma. Me refiero al Sector de Cura en el Centro Mariano de Figueira, el que despertó al conocimiento de la Cura Universal. Dicha Cura emana directo de la Fuente Primordial del Amor y de la Unidad. Estos principios están presentes porque la misión de los instrumentos de cura ha sido continuar con los ejemplos de Cristo Hombre de Dios y Curador.

Bajo este don del Amor de Cristo, los corazones que han estado en verdad abiertos, recibieron Mis Rayos de Sanación y de Paz a través de los apóstoles de la Cura Crística.

Para corresponder a la esencia de la Cura Crística solo se deberá orar con el corazón para que la Obra del Espíritu Santo se realice en las almas que sufren.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por ayudar a curar y a aliviar el corazón de todos los seres.

Cristo Jesús, el Maestro Curador del Corazón