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Hoy ya son más almas las que entran al Universo de la Luz de su Señor para que los núcleos profundos se fusionen con la Fuente Inmaterial.
Hoy ya son más almas de Croacia las que se animarán, en un próximo ciclo, a conocer Mi Amor redentor y el Amor maternal de Mi Madre. Esto ayudará a seguir disolviendo esa forma pensamiento sobre la desgracia y la opresión de este pueblo querido.
Croacia tiene un lugar, tiene un espacio en Mi Corazón Misericordioso. Y recién hoy se dan los primeros pasos en el comienzo de una Obra en los planos internos, la que auxiliará y animará a las almas de Croacia a reencontrar el camino de la fe y del amor.
Por eso, dar a conocer la llegada de los Mensajeros Divinos es abrir las puertas de las consciencias dormidas e hipnotizadas, para que salgan de la ilusión y de los vicios que hacen corroer a las almas buenas, atrapadas en las prisiones del materialismo y del consumismo excesivo.
Es así que hoy Croacia caminará al encuentro de una oportunidad interna que, desde hace décadas, el pueblo croata estaba esperando.
Abran sus brazos, abran sus corazones, porque la Luz de Cristo brillará e iluminará todos los abismos.
¡Adelante, Croacia interna!
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mientras que a las tres de la tarde se abren las entrañas de Mi Divina e Insondable Misericordia, su Maestro y Señor retira de los infiernos de la Tierra a todos los que quedaron oprimidos en el dolor y en la adversidad.
Es por esa razón que su Señor enviará a Croacia a Su Mensajera y Sierva fiel para que, por intermedio del Amor Maternal, un perdón espiritual sea concedido a todo el pueblo de Croacia, que en los últimos tiempos fue testigo de conflictos y de adversidades.
Por eso, en este día vengo a derramar la Misericordia de Dios en donde hace mucha falta, para que las almas recuperen en sus rostros la alegría de vivir y de participar de la Comunión espiritual con el Creador, quien les dará la vida y el amor para poder borrar el pasado y cortar la cadena de errores cometidos.
Mi Misericordia desea penetrar en los espacios profundos de la consciencia, en donde existe un vacío y un desierto espiritual que colocó al pueblo croata en el desánimo y en la carencia de amar la esperanza.
Yo le traigo, a través de la Madre Celeste, la oportunidad de reencontrar el sentido de la vida porque en el pueblo croata existe la fortaleza de la supervivencia y de la determinación.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando invocan Mi Divina Misericordia y se vuelven hacia Mí, Yo no contemplo sus miserias, sino el potencial de sus virtudes guardadas en lo profundo de la consciencia.
Por esa razón, remuevo sus estructuras antes de que ellas se endurezcan y nada pueda hacerlos mover del lugar en donde están.
Es así que Mi Divino Plan, que es dinámico y constante, les trae la consciencia del Propósito, del dinamismo constante que deben alcanzar para proseguir la Obra de Redención de su Señor.
Por ese motivo, también los envío a diferentes pueblos, para que las naciones vengan a Mí y Me encuentren en todos los que esperan, sinceramente, el camino de la reconciliación.
Este es el tiempo de que Yo no solo esté en ustedes a través de los Sacramentos, sino de que también esté entre ustedes por medio de Mi Palabra de Amor.
Este es el momento para hacer crecer en ustedes las Virtudes de Dios, así conocerán más conscientemente los Misterios del Cielo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.
Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.
Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.
Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.
Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.
Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.
En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.
Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.
En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.
A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.
Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.
La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.
Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad.
Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.
Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.
El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado.
Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.
Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.
Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.
De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.
Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.
Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.
Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima.
Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.
Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.
Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte siempre a Dios, más allá de las pruebas y de las caídas, porque para Dios es importante que se cumpla Su Plan de Amor y de Redención en la humanidad.
Por Su Divino pedido coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte porque Él necesita que la reconciliación se establezca en el mundo y que sus hijos más perdidos de la Tierra puedan reconocer y encontrar el Amor de Dios como un medio de salvación y de alivio.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de todos los que, de alguna forma, fracasan en la vida espiritual y por medio de este gesto de amor traigo, en este día, la oportunidad de volverte hacia Dios y de encontrar Su Infinita Misericordia.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de la redención y de la paz que debe despertar en todos los hijos del Padre, los que en algún momento se enfrentarán a la Verdad y deberán vivirla.
Coloco Mi Mano sobre ti para perdonarte, para fortalecerte, para animarte a decirme "sí" hasta el final.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
No quiero que algún día sientan frustración, incomodidad o desesperación por estar cansados, porque Yo llegué a la cruz más exhausto y destruido que todos ustedes; por eso tienen la oportunidad, en este día, de padecer por Mí.
Sé que para sus núcleos internos a veces es demasiada exigencia, pero ya es tiempo de que vean que nada, absolutamente nada les falta y que Mi propio Padre, a través de Su Madre Celeste, cuida hasta esos detalles.
Recuerden a todos aquellos hermanos suyos que nada tienen, que nada reciben y que se encuentran en peores condiciones de vida espiritual y material.
Yo llamé a cada uno de ustedes para que Me dieran algo de su interior, y muchos aún no Me lo dieron.
No busco su desarrollo material ni intelectual. Lo que siempre busco es que sus corazones ofrecidos plenamente por la humanidad estén conmigo también en este momento en el que tal vez sus células desean o aspiran a otras cosas.
Yo les prometí Mi Reino por medio de sacrificios soportables para ustedes. Ahora es el tiempo de ofrecerse completamente en las manos de su Redentor para que milagros e intervenciones más grandes se puedan dar.
Les prometí decirles la verdad, reconozco los demás esfuerzos, pero hoy necesito que individualmente se coloquen ante Mí y Me pregunten ¿Señor que más debo hacer?
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
En lugares de la Tierra en donde la Naturaleza es protegida y respetada, los propios elementos vivos de un ecosistema crean la condición para que los niveles superiores de consciencia desciendan y se establezcan en esos espacios, y se guarden tesoros espirituales del Universo, los que serán de vital importancia para el futuro desarrollo de la próxima humanidad.
Por esa razón, la Jerarquía Espiritual habla mucho sobre el cuidado y la protección de los Reinos y de los espacios como los ecosistemas, para que se pueda establecer ese puente de contacto espiritual que la humanidad necesitará para poder llevar adelante el Plan de Dios.
Esos espacios naturales siempre ayudarán a cambiar la frecuencia del ser humano y, con reverencia y amor a los Reinos, él podrá estar unido a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A las tres de la tarde, su Maestro y Señor se vuelve hacia el mundo para derramar Su infinita e insondable Misericordia.
Es la hora más importante para todos porque es el momento en el que Dios se detiene para repasar, espiritualmente, el ofrecimiento de Su Hijo en la cruz y es el momento en el que la expiación espiritual es concedida y entregada a los más pecadores entre los pecadores.
Por eso, invocar la Misericordia todos los días y en ese horario, ayuda en el auxilio y en la redención de forma global y en diferentes regiones de la Tierra, en las que la Divina Misericordia es necesaria y urgente.
A las tres de la tarde es cuando los ángeles, una y otra vez, vuelven a derramar la Sangre preciosa del Cordero de Dios, en forma de pequeñísimas gotas de luz. Esa Gracia es recibida por todos los que invocan Mi Misericordia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Aunque parezca difícil o imposible, la victoria de Mi Corazón se está dando en la consciencia de Italia.
Por esta razón, los últimos acontecimientos le demuestran a la Jerarquía que es el momento en el que grandes definiciones se presentan al mundo para revelarle que el tiempo de la transición llegó para toda la humanidad.
En estos momentos, en los que todo parece estar más difícil y en los que las naciones más comprometidas con la oscuridad de estos tiempos son espiritualmente trabajadas por la Consciencia Divina, es cuando su consciencia inferior, su mente, su corazón y su alma se deben mantener en equilibrio por medio del silencio y de la oración. De esa forma, Yo los hago partícipes de acontecimientos muy semejantes a los que Yo viví antes de ser entregado a la cruz.
Así conscientemente, por medio de las peregrinaciones, ustedes están aprendiendo a trascender y a transmutar esas grandes y antiguas fuerzas espirituales que, en los últimos quinientos años, sometieron y esclavizaron a la humanidad, sembrando códigos terribles y oscuros en muchas consciencias.
Recuerden que el principal trabajo se está realizando aunque, aparentemente, nada esté sucediendo.
Ustedes, desde el último ocho de agosto, dejaron de servir solo a sus Comunidades-Luz para servir al planeta y, en consecuencia, a todas las naciones que están en un altísimo grado de perdición.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Elévate a través de Mi Presencia Eucarística y así, superarás y trascenderás todos los obstáculos de tu propia consciencia humana.
Por eso, mantente unido a Mí de corazón para que, a pesar de los movimientos opuestos, tú aprendas a rendirte y a humillarte como lo hicieron muchos sabios y maestros.
Aquiétate completamente mientras atraviesas alguna tempestad espiritual porque, por encima de todo, debes creer y vivir el triunfo que Mi Proyecto realizó en tu vida y en la vida de tus hermanos.
Por eso, mantén la fe en lo Alto. No dejes de invocar lo superior, lo inmaterial, lo grandioso que proviene del Universo.
Únete, día a día, a la Vida universal y sabrás, por ti mismo, cómo levantarte del suelo. Pero recuerda que quien vive Mi Amor y lo practica, conseguirá redimirse algún día.
Anímate a decir “sí” al Universo y hazlo por los que retrocedieron y no consiguieron, fielmente, seguir Mis pasos.
Estoy aquí siempre contigo, siempre que Me llames.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Todos los que persisten y claman por Misericordia recibirán Mis dones y gracias porque, más allá de todo, el Maestro del Amor siente con sinceridad los efectos de esa entrega diaria que cada discípulo realiza en nombre del Amor.
El camino del apostolado promete, para los servidores de Cristo, acontecimientos y desafíos que los colocarán aún más en la Escuela del Amor, porque de esa escuela nacerán los Nuevos Cristos, los que concebirán en sí mismos la experiencia de la redención.
Cuando esa meta se realice, Mi Plan, en parte, estará cumplido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A través de Mis Llagas de Luz vengo a derramar sobre Italia, la Gracia y la Misericordia Divina que esta nación religiosa necesita para que, algún día, pueda recapacitar, redimirse y finalmente cambiar.
A través de la Luz de Mis Llagas, vengo a derramar los hechos espirituales y divinos que su Redentor vivió durante la Pasión, para que estos hechos, a todos los religiosos y creyentes, les recuerden la importancia de reflejar y de vivir una vida de santidad, de servicio y de amor por el que más sufre.
A través de la Luz de Mis Llagas, vengo a derramar el auxilio y la cura interior que los extranjeros e inmigrantes necesitan, para que sientan alivio y amor en sus corazones, sabiendo que la falta de amor por parte de los italianos es generada por la indiferencia.
Por eso, a través de la Luz de Mis Llagas, vengo a entregarle a Italia todo lo que fui y todo lo que soy, con la esperanza de que el cambio de consciencia llegue rápido, antes de que todo quede definido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
No vengo a buscar en ti los deseos o expectativas, las miserias o los errores. Yo vengo a buscar tu corazón para que él, bajo cualquier circunstancia o situación, esté Conmigo sin importar los resultados y las consecuencias.
Sé que eres un ser en la superficie de una Tierra herida y lastimada por toda la humanidad. Por eso, te comprendo y te acepto como eres y espero que Mi aceptación te sirva de consuelo y de ánimo para que sigas transformándote, para que el mundo también se transforme y alcance la redención.
En tu corazón noble está la verdad de lo que siempre fuiste y de lo que serás, porque la verdad de tu ser es espiritual y no humana. Por eso, sigue trabajándote diariamente por Mí, para que Yo te pueda hacer partícipe de Mis designios y de Mis tesoros.
Si tropiezas una y otra vez con la misma piedra, agradece porque estarás recibiendo la oportunidad de ser más humilde y de reconocer tus miserias por los que no las reconocen ni las quieren ver.
Alégrate, todo pasará, y si Me obedeces como hasta ahora, serás lo que Yo tanto deseo.
Te amo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
¿Hasta cuándo los mares y los océanos purificarán la contaminación de la propia humanidad?
¿Hasta cuándo el ser humano se sumergirá en la ilusión y quedará completamente ciego de todos sus sentidos?
¿Hasta cuándo la naturaleza soportará las agresiones del hombre de la superficie de la Tierra?
¿Hasta cuándo la humanidad negará y rechazará la Voluntad de Dios?
¿Alguien alguna vez se lo preguntó?
¿Por dónde se comenzará a trabajar si todo está oscuro?
¿Cómo ayudar mejor al mundo si el hombre de hoy está ciego por sus fantasías y deseos?
¿Cómo actuar sin desistir?
Hay algo que resuelve todos estos acontecimientos y que se llama amor y fraternidad humana.
Sin amor ningún cambio será verdadero. Ninguna realidad se transformará. Ningún espíritu se arrepentirá.
Sin fraternidad humana, entre las naciones y los pueblos, nunca existirá la igualdad. Nunca la Justicia Divina abarcará la Tierra. Nunca nadie percibirá que el otro está primero que uno mismo.
Sin amor ni fraternidad humana, la ilusión mundial corroerá, aún más, a la Tierra y a sus habitantes.
Por eso, es tiempo de amar lo imperfecto para algún día santificar la consciencia, la naturaleza y los espacios.
Es necesario el amor y la fraternidad humana para disolver los errores del pasado, para enmendar las heridas y para traer cura a la consciencia de la humanidad que se ha corrompido.
El amor y la fraternidad humana traerán consciencia a las naciones, a las culturas y a los pueblos de que el mundo entero perdió los valores de una dignidad social, ambiental y espiritual.
El amor transformará lo imposible y la fraternidad humana despertará el espíritu de la ayuda mutua y de la cooperación, más allá del ámbito religioso y social.
La humanidad necesita recuperar su dignidad ante el Universo porque la perdió completamente por sus errores y acciones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Solo la Luz de Mi Espíritu les bastará para poder atravesar el fin de los tiempos porque es por medio de Mi Luz que traspasarán toda oscuridad, atravesarán los tiempos con coraje y valentía.
No se medirán por sus miedos, sino por su fortaleza, la fortaleza que viene de Dios, que proviene de Su Espíritu, de Su Templanza y de Su Sabiduría.
Vengo aquí, compañeros, a traer la Luz de la divinidad de Dios, para que todas las esencias creadas alcancen la Luz del Padre Celestial y sean retiradas de los abismos de la Tierra por la intercesión poderosa de su Maestro y Señor y de todos los coros angélicos.
Vengo a traer a Italia la balanza espiritual de la igualdad y de la justicia para que ese principio, que proviene del Padre, se establezca en esta parte de la humanidad y, algún día, en el resto del mundo.
Sin la Justicia Divina y sin la Divina Igualdad, la humanidad de Italia no se podrá redimir.
Por eso, vengo a ofrecerles Mi Corazón. Vengo de lo más profundo y desconocido del Universo para que los ojos de su consciencia se puedan abrir y reconocer la Luz poderosa del Hijo que viene en el nombre del Padre a traer la salvación para la humanidad, el fin de la esclavitud espiritual y de la perdición de todas las almas en la ilusión mundial, en la indiferencia, en la soberbia, en la falta de caridad y de amor por el que sufre, por el semejante, por el que desespera.
Necesito, compañeros, que sus corazones se abran para que los Cielos se puedan abrir sobre Italia porque es una nación que necesita mucho de Dios, de una absoluta reconciliación y confianza con el Todopoderoso, el Padre Celestial.
Así, aprenderán a ser justos y serán iguales unos con otros. No habrá mediocridad, no habrá indiferencia en sus corazones, no repetirán los mismos errores que repitieron los fariseos en el tiempo pasado.
Ustedes deben ser los Nuevos Cristos, los más imperfectos entre los imperfectos, los que deben colocar la cabeza en el suelo para implorar por su redención y por su patria antes de que todo se desencadene, antes de que todo se manifieste, antes de que nada puedan controlar.
Vengo a través del verbo de la Justicia de Dios, pleno de Su Misericordia y de Su Amor profundo, porque sé que en algún nivel Me pueden escuchar.
No hablo para sus oídos materiales, hablo para sus oídos internos, para sus esencias, para sus almas, para sus espíritus que deben retomar el camino de la luz, del bien y de la paz para que esto no solo se refleje en Italia, sino más allá de esta tierra.
Dios necesita que se conviertan en Sus dignos hijos, que abandonen la apariencia, la mezquindad y el poder que creen tener en sus manos.
Permitan, compañeros Míos y nuevos discípulos, que Yo los pueda transformar, que Yo los pueda amar, que ustedes puedan sentirme, reconocerme y vivirme como cientos de discípulos Míos Me viven, Me reconocen y Me aman plenamente.
Su deber para con el Universo y la humanidad, como nación y como religión, es muy grande. Por eso, escojo los lugares más simples como este, en donde falta aún la Justicia de Dios para que esté presente Su Sabiduría, porque necesito que en los más simples y humildes, en los que aún no conocieron el Amor de Dios, pueda despertar Mi Amor crístico y soberano. Para que, como Mi Corazón misericordioso, sus corazones sean misericordiosos, corazones de bien y corazones de paz, a fin de que su tierra y su país sean reconstruidos espiritualmente y no tengan temor a la Verdad, la Verdad soberana y desconocida que Yo les traigo del Cielo y del Universo. Para que sus esencias, que esperan este momento y esta oportunidad, puedan reconocerla, puedan verla y aceptarla como parte de sus vidas, le traigo la Luz de la divinidad de Dios a una Italia que deberá redimirse, de forma religiosa, social y humana.
Aún hay mucho por curar aquí, hay mucho sufrimiento que aliviar, hay mucha misericordia por derramar. Por eso, Yo vengo del Cielo trayéndoles la Palabra de Dios, para que la Palabra que proviene del Verbo Divino los pueda despertar, redimir y salvar.
Abran sus corazones a lo que proviene del Cielo en este momento. El Señor del Universo, en la acción de Su profunda Misericordia, por los méritos de Su Pasión, disuelve la oscuridad del planeta, los conflictos de las naciones, las incomprensiones de los pueblos, los errores de cada uno de ustedes.
Este es el tiempo de la Gracia, es el tiempo de la Misericordia de Dios, pero es un tiempo que pasará antes de que todo llegue al mundo de una forma desconocida y sorprendente. Vengo a preparar sus almas y corazones para todo lo que vendrá y sucederá, porque en verdad les digo que no lo podrán creer.
El tiempo que llegará es definitivo para todas las naciones, pero si sus oraciones y corazones llegan al Cielo de una forma constante, permanente y continua, todo, todo se transformará por sus buenas acciones, por sus ejemplos de vida en el camino de la caridad y del bien.
Italia necesita vivir el Plan de Dios, apoyar plenamente al Santo Padre por los cambios que él quiere hacer y realizar. Él cuenta con Mi divina autoridad, por eso lo deben escuchar para que Me puedan escuchar a Mí. Italia siempre fue una tierra bendecida y debe seguir siendo bendecida para que sus males se borren de la consciencia humana.
Como testimonio de ese Amor que proviene del Universo, Yo les ofrezco los méritos de Mi Pasión, de Mi Muerte y Resurrección, por medio del Sacramento de la Comunión. Por eso hoy los vengo a ungir con Mi Espíritu, en el nombre del Espíritu Santo.
Hoy vengo a darles la Paz, para que sus corazones se animen a vivir la transformación y el apostolado que hoy le ofrezco a cada uno de ustedes como a cada uno de sus hermanos en el mundo.
Deben ser parte de Mi ejército de Luz del fin de los tiempos para que Italia tenga una extraordinaria oportunidad. Pero, dependerá de su pueblo, de su cultura y de su patria, que verdaderamente abran las puertas para su Maestro y Señor, para que Él nuevamente pueda volver aquí y vivan Su Voluntad y no la suya, la Voluntad de Dios, lo que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.
Su Divina e Insondable Voluntad, para cada uno de los italianos, aún levita en el Universo y espera descender sobre sus consciencias para que se manifieste Su Plan de Amor y de Redención.
Con amorosa gratitud, en el nombre de su Divina Señora, acepto con inmenso Amor la Oración por la Paz en Italia e invito a todos los orantes, como hasta ahora, a que asuman ese compromiso. Porque será Sudamérica y una parte de Europa, las que ayudarán a Italia en su verdadero proceso de conversión espiritual.
Eso ayudará al Santo Padre, y una comunión espiritual e interna se establecerá e irá más allá de los dogmas y de las creencias. Porque el propósito de orar por Italia es sostener el ecumenismo cristiano y la alianza tan esperada que esta obra de amor realizará con el Santo Padre, respetando los principios y las creencias por medio del Amor que Yo les dono a través de Mi Corazón.
Deseo que esa oración sea permanente, comenzando, al menos una vez por semana. Porque el amor, el amor divino, el amor incansable, el amor incalculable, el amor de la Fuente de Dios deberá descender sobre Italia por medio de la Oración por la Paz. Porque hasta que los corazones no sientan el amor, que muchos de ustedes recibieron de Mi Corazón en algún momento, la conversión no llegará, la redención no sucederá.
Por eso, Yo los invito no solo a orar por Italia, sino también a hacer algunos sacrificios como el que les pedimos, hace muchos años, cuando toda esta obra comenzó en la sagrada Aurora. Y un lugar, tan desconocido y pequeño como el Uruguay, fue pensado por Dios y por Su Divino Hijo, en confraternidad con la Divina Señora, para que despuntara desde Aurora, la Luz Redentora hacia la humanidad.
Amamos el sacrificio de Aurora. Reconocemos su sacrificio, su servicio y su incansable donación para que la luz del nuevo amanecer, como es la Aurora, llegue a todos los corazones del mundo, a todas las naciones y a todos los pueblos, a todas las almas que buscan la Luz de Dios desde hace mucho tiempo.
Esta es la razón por la cual estamos aquí, renunciando como Yo se los pido. Así como su Maestro y Señor renunció desde la Última Cena hasta lo alto del Monte Calvario, hasta el último momento de Su expiración en la Cruz. Este es el sacrificio tan grandioso y semejante al que la Nueva Aurora, la Luz del nuevo amanecer, hace por la humanidad hasta que Dios lo necesite.
Por eso, compañeros, su casa, su morada será el planeta y no sus tierras de origen y tampoco su cultura ni su pueblo. Su morada serán las naciones para que los que necesitan amor alcancen la luz de la redención en el nombre de Cristo.
Ha llegado el momento de renovar el sacrificio del Cordero de Dios por medio de la memoria de la Última Cena. Los invito, en este momento, a revivir Mi Pasión en cualquier lugar de la Tierra, en donde estén reunidos o con quienes se encuentren. Por más que a veces no comprendan a sus semejantes, agradezcan a Dios con quienes se encuentran en este momento y en esta hora, porque tiene un porqué y una razón.
Todos participarán como esencias y como almas del misterio interior de la Eucaristía, de la inmensidad del Amor de Dios por medio de la celebración y de la consagración del pan y del vino como el Cuerpo y la Sangre del Redentor.
Así como Juan el Apóstol lavó las manos de su Maestro en la Última Cena, secretamente, para donarle el amor de su corazón y fortalecer la experiencia del Sacrificio de su Señor; hoy, por medio de la Gracia Divina, lavo y purifico las faltas de Italia para que las almas emerjan de los infiernos y alcancen la Luz Celestial. Que así sea.
Nos colocamos reverentemente de pie o nos arrodillamos.
En aquel tiempo su Maestro y Señor tomó el pan, y reunido con Sus apóstoles dio gracias a Dios por el sacrificio, aun sabiendo todo lo que sucedería después de Su ascensión con la humanidad y con el planeta, hasta los días de hoy. Aun así, en un profundo acto de amor y de reverencia por las almas, su Señor les dijo: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados". Y la Luz de la Divinidad de Dios descendió sobre el mundo.
Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).
Antes de finalizar la Cena, su Maestro y Redentor tomó el Cáliz y, volviendo a agradecer por el sacrificio, lo entregó a Sus apóstoles y les dijo: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Redentor, por todos los mártires para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria". Y la Luz de la Divinidad de Dios volvió a descender sobre la Tierra, los infiernos se cerraron y las almas en un profundo gozo espiritual, se salvaron.
Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).
Oración: Padre Nuestro (en español).
Escucharemos ahora el Padre Nuestro en italiano.
El Cuerpo y la Sangre de Cristo. Dichosos los que son invitados a servirse del Redentor. Amén.
En un inmenso amor, Yo los coloco. En una inmensa Gracia, Yo los dejo. Y por un gran Amor, Yo los renuevo para que Me reconozcan dentro de ustedes; y la Obra de Mi Paz y de la Misericordia se cumpla en la humanidad, por los siglos de los siglos.
En unidad, perdón y reconciliación, en el nombre del Amor de Dios, en fraternidad por Italia y por el mundo entero, se darán el saludo de la paz.
Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.
Podemos darnos el saludo de la paz.
Nadie, hasta ahora, se arrodilló en este lugar y por esta tierra para implorar la Misericordia de Mi Corazón.
Por este motivo y por muchas otras razones, su Maestro y Señor sigue trabajando en tierra italiana para desenmascarar todo lo que ya no estará más en la próxima humanidad.
Los corazones transparentes serán los que alcanzarán el Reino de los Cielos. A través de ellos haré nuevas todas las cosas y entregaré Mis Gracias a todos los que las supieron reconocer y valorar.
Aún hay tiempo para que Italia viva la Misericordia de Dios, pero primero deberá existir un sincero y verdadero arrepentimiento para que la Ley de Mi Amor pueda apartar, del camino de los perdidos, la Ley de la Justicia.
Nápoles es una tierra llena de malas historias. Por eso, solo la Luz de Mi Misericordia podrá limpiar y purificar lo que las almas Me permitan.
Abro la puerta de Mi Corazón para que todo sea liberado.
Los llamo a todos al arrepentimiento total de todos sus actos.
Llamo a Italia a recapacitar y a reparar lo que fue violado y ultrajado. Así la nación será merecedora de algo grandioso que la salvará y que vendrá del Cielo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En la hora de Mi Misericordia hago descender los méritos de la Pasión, a fin de que las almas tengan una oportunidad de despertar y de redención.
Por eso, la hora de Mi Misericordia es importante para su Maestro y Señor porque en ese momento, el Redentor y las almas tienen la oportunidad de revivir no solo el sacrificio del Cordero de Dios, sino también los potentísimos poderes alcanzados a través de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Señor.
Vengo en esta hora para conceder a Italia la Gracia extraordinaria y expiatoria de poder reconciliarse con Dios y con todo su Plan de Amor y de Perdón porque sé que las almas necesitan mucha Misericordia para poder recapacitar y cambiar, así como Dios lo necesita de todo el pueblo italiano.
Si al menos un grupo de consciencias italianas hicieran el cambio que el Cielo está implorando, Italia, como nación, sería perdonada de muchísimos errores y esta patria alcanzaría un alto grado de conversión y de redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hay aspectos y estados de consciencia en el ser humano que solo el amor, la misericordia y la paciencia los pueden transformar porque estos aspectos humanos tienen historias pasadas muy relevantes, que interfieren en el despertar del servicio y de la entrega absolutos.
Cuando en cierto momento tengan consciencia de alguno de estos aspectos, de nada ayudará entrar en conflicto, en culpa o en batalla. Tienen que servirse de la sabiduría noble del corazón y, por medio del amor del espíritu, trascender en paz estos momentos.
Deben saber que, de la misma forma que la entrega y el servicio permiten redimir paulatinamente esos aspectos, lo mismo sucede cuando los aspectos humanos son removidos de su arcaico lugar para ser disueltos por la luz y el amor de la Sabiduría Divina.
Por momentos, conseguirán colocarse por encima de aquellos aspectos humanos que los llevan a cometer actos fallidos. En otros momentos, caerán en las prisiones de estos aspectos pero no deben dejarse vencer ni amedrentar.
Los aspectos son como la madera en bruto de la consciencia humana que, en las manos del carpintero, es pulida de todo excedente y es moldeada para, finalmente, convertirse en algo bello.
Por medio de Mi Misericordia, estos aspectos pierden fuerza de actuación e independencia porque la Misericordia de Mi Corazón los transmuta y los redime hasta que el ser humano alcance la vivencia del modelo espiritual que Dios espera de cada hijo Suyo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy el mundo entero, pero especialmente el Santuario de Fátima, por medio de todos los peregrinos recuerda que la humanidad tiene Madre. Una Madre que silenciosamente intercede sin cansancio ni demora por la humanidad. Una Madre que desde el principio e incondicionalmente aceptó entregar a Su Hijo para ser la Madre de la humanidad.
Hoy Fátima se enciende como un sol a través del Amor de María Santísima. Las almas recuerdan a la Madre del eterno cariño, a la Madre que les da la Paz, a la Madre que les desea profundamente el bien y les ofrece Su Corazón de Madre como refugio y amparo ante cualquier adversidad.
He aquí, ante ustedes, a la Madre de Dios y a la Abogada de todos los condenados espiritualmente. He aquí a su Madre, la Madre del Universo y de la humanidad; la Madre que los acoge, la Madre que los entiende y que les concede, por medio de Su entrega, el perdón y la reconciliación de Dios.
Recuerden bien este día 13 de mayo, el que hasta los días de hoy permanece vivo como si fuera la primera vez que la Madre de Jesús descendió del Cielo para ampararlos y entregarles la Paz.
Ustedes nada más necesitan, criaturas de Dios, porque tienen Madre, y la Madre del Cielo es lo más importante de sus vidas.
Aprécienla, respétenla, escúchenla y ámenla como Ella lo hace silenciosamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Divina Misericordia es más extensa y profunda que el mar, en ella sumerjo a las almas dentro de Mi Luz, para que se puedan transfigurar y redimir.
Mi Divina Misericordia es más pura y cristalina que el agua, de ella le doy a beber a las almas que agonizan y que desesperan, para que cuenten con esa tabla de salvación.
Mi Divina Misericordia es más límpida, clara y luminosa que el Cielo, en ella ingreso a las almas para que se puedan elevar y santificar conforme Dios lo necesita.
Mi Divina Misericordia es más bella, hermosa y preciosa que las flores y los lirios del campo, porque en ella, las almas alcanzan la alegría espiritual de servir y vivir a Dios.
Mi Divina Misericordia es más alta, fuerte y robusta que todas las montañas, porque en ella coloco a las almas en el camino de la ascensión y de la trascendencia a fin de que los corazones, por medio de Mi amorosa confianza, aprendan a superar sus propios miedos y desafíos.
Mi Divina Misericordia es más infinita, amplia y extensa que las estrellas, porque a través de ella coloco a las almas en el universo de Mi Amor, para que sean curadas de sus errores y liberadas de sus constantes pruebas.
Mi Divina Misericordia puede ser mucho más para todos ustedes, solo bastará invocarla con amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Plan de la Redención se concretará a través de dificultades, porque será el momento de que el alma y el espíritu de cada discípulo Mío se confirmen, en la absoluta fe y en la confianza, para que la Obra en este fin de ciclo se realice completamente.
Pero, este es el tiempo en el que todo puede suceder, sobre todo, en aquellas regiones en donde la necesidad espiritual, moral e interna es inmediata, y las almas duermen por las modernidades.
En este sentido, es en el que la Jerarquía contempla y observa las necesidades internas y espirituales de los que más carecen de amor. Por eso, los divinos impulsos llegan para poder revertir muchas necesidades, a fin de que las almas y los corazones asuman su responsabilidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hijo:
Siéntete en las Manos de Dios, a pesar de las dificultades y de las adversidades, porque el Amor de Dios y el de Su Hijo siempre triunfarán y en el momento más culminante, toda oscuridad desaparecerá y todo se convertirá en luz y en paz, como en este momento.
Sé que cumplir Mi Proyecto de Redención a través de las peregrinaciones significa, para los que dicen estar enteramente Conmigo, un momento de superación, de confianza y de entrega incondicional, sabiendo que cada etapa que se cumple en una nueva peregrinación significa y representa el “sí” verdadero y luminoso de todos los que suplican y claman por la Gracia.
Ahora, le llegó el tiempo a Europa porque es la que más le debe a Dios y a otras naciones. Por esa razón llevo Mi Misericordia hacia los más miserables y necesitados de redención porque este es el momento de seguir los pasos de su Señor, además de los pedidos realizados y de los acontecimientos.
Llegar a Italia, nuevamente, significa hacer algo por un universo de almas perdidas en la ilusión y en las modernidades.
Desde Italia podría surgir el impulso, de parte de todos Mis seguidores, para que esta peregrinación finalice y nada sea alterado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Lo que más amo es poder guiar a Mis ovejas y que Mis ovejas cumplan en obediencia y en amor todo lo que les digo.
Ese es el principal motivo de estar aquí, nuevamente, en la Tierra. No habría ninguna otra razón, porque Mi vida existe porque están Mis ovejas, a las que Yo amo con todo Mi Corazón, a las que contemplo con devoción y reverencia para que ellas siempre se animen a hacer el bien y a vivir por la paz celestial en Mi Nombre.
Pero cuando Mis ovejas no Me escuchan y no confían en lo que les indico, Yo nada puedo hacer, solo observar y esperar.
Ya no quiero en este tiempo, ver sufrir a Mis ovejas por sus propios errores y engaños. Yo les prometo un suelo fértil y fructífero a fin de manifestar la Nueva Tierra.
Pero de verdad les digo, este es el tiempo de la definición de los que estarán o no Conmigo y eso dependerá de la confianza y de la fe que entreguen a su Maestro y Señor.
Ya no habrá tiempo para justificarse ni tampoco para responsabilizar a sus hermanos por causa de sus propios actos. Este es el tiempo de la adultez y de poder ver todo con madurez, sin emociones ni lamentaciones.
Este es el tiempo de dar todo por Mí o de retroceder. Ya no es tiempo de los tibios de corazón. Yo los necesito presentes en el amor que se entrega sin condiciones y sin beneficios propios.
¡Les agradezco por guardar Mi Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Si tienes miedo a lo desconocido es porque, hasta ahora, no has amado la Voluntad de Dios.
Por eso, confía en todo aquello que está más allá de tus conocimientos, controles y límites.
Confía en todo lo que viene del Universo como instrucción y que todo eso se vuelva tu Estrella Guía en este tiempo.
Este es el gran momento de conocer lo desconocido, de saber profundamente sobre tu verdadera historia para que tu consciencia, cada día pueda aproximarse más a vivir los grados de amor.
Ábrete para que lo que es desconocido sea parte de tu vida y así puedas comprender la amplitud y la infinidad del Universo.
Viviendo lo desconocido descubrirás cuán pequeño eres ante todo el Universo y cuán pequeña es tu historia delante de tantas galaxias y estrellas.
El camino hacia lo que es desconocido te llevará a pensar en tu proceso interior de redención y a generar el alivio, que necesita este planeta, de todo el peso que carga desde tiempos remotos.
Por eso únete a lo desconocido y sé un precursor de la cura de la humanidad a través de tu "sí" incondicional, a través de la confianza absoluta y de la fidelidad.
Anímate a ser transformado por lo desconocido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Si no oran, la vieja barca naufragará mar adentro y nadie podrá salvarla ni tampoco a todo lo que ella tiene dentro.
La vieja barca siempre se sostuvo a través de un dogma de fe que no ha sido digno; por eso, sus más viejas estructuras serán sacudidas, así como una tormenta pasa y limpia un lugar.
Pero, ¿quién ayudará a sostener la vieja barca? ¿Los que la habitan? No, de ellos nada esperen.
El triunfo del Amor será lo que la salvará y no permitirá que la vieja y robusta barca se pierda en alta mar.
Por eso, Yo vengo como Pescador de corazones para que de los menos pensados, de los que no tendrían ningún valor, brote la fuente inagotable de ese Amor que hará salvar la matriz espiritual de la vieja barca y todo lo que la conforma y la habita.
Después de la tempestad, será colocada en el lugar en el que nunca estuvo. Por eso, la fortaleza de la vieja barca será quebrada; para que, sus más recalcitrantes raíces, que serán purificadas de historias de errores escondidos, sean liberadas de esa sentencia secular.
De los simples brotará la fuerza de la fe que hará conducir hacia un puerto seguro a la vieja barca que, redimida de sus actos, encontrará un nuevo sentido espiritual, el sentido de tomar consciencia de haberse distanciado del Amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El mundo no conoce los misterios de Dios porque no los ama.
Si amara profundamente lo desconocido, los misterios se revelarían completamente y esa palabra "misterio" ya no tendría sentido en la humanidad. Porque, si los hombres y mujeres de la Tierra amaran profundamente lo que es desconocido y lo que no está al alcance de todos, todos serían conscientes y estarían despiertos a lo Mayor. Tomarían consciencia de lo que significa el Reino de Dios y lo que representa para la vida de los seres de la Tierra.
Yo Soy el Señor de los Siete Cálices, de los siete importantes terafines del Universo Espiritual guardados en el Legado del Arca de la Santa Alianza.
Estos Siete Cálices, contemplados por su Maestro y Señor, son los próximos pasos que deberá dar la humanidad por medio de su sacrificio y de su entrega al Creador.
Serán siete pasos de evolución de la consciencia, siete pasos de despertar, siete compromisos aún por vivir y practicar.
Por eso, hoy les traigo los Siete Cálices Sagrados del Señor que, amorosamente, fueron retirados del Arca de la Santa Alianza para que sus mundos internos pudieran contemplarlos y adorarlos.
En esos siete símbolos está guardada la Sangre preciosa del Cordero de Dios. Los siete principales estados que su Maestro vivió en la Tierra durante la Pasión, que aún ninguna religión conoce pero que hoy les revelo por medio de la sabiduría de Mi amor que proviene de Mi Corazón Eterno.
Tomen consciencia de este Legado y así como se colocaron muchas veces delante del Templo de la Adoración de Dios, hoy colóquense ante este Legado de Cristo que fue preciosamente guardado por Su Madre Celeste y los apóstoles, y adorado profundamente por las santas mujeres de Jerusalén.
He aquí lo que la humanidad necesita en este tiempo de emergencia. La Sangre del Cordero de Dios se vuelve a donar al mundo para que sus preciosos Códigos de Luz ingresen en las esencias, y las almas alcancen su estado de cristificación y de redención por medio de la vivencia de los pasos en el amor y en el perdón.
Es así, queridos Míos, que hoy los coloco delante de una posibilidad única que está al alcance de cualquier ser de la Tierra, independientemente de su escuela o de sus errores.
He aquí, a través de los Siete Cálices, la posibilidad de despertar de los Nuevos Cristos que podrán recibir los Códigos del Universo Celestial para transformar completamente sus vidas, conforme Dios lo necesita. Así como Él lo pensó desde el principio, desde antes de sus existencias, de sus orígenes.
En estos Cálices Sagrados se guarda la experiencia de amor del Redentor en cada paso de Su agonía, en cada paso de Su calvario hasta el momento definitivo de Su expiración en la Cruz.
Cuando la Tierra tembló, los infiernos fueron derrotados, los muertos resucitaron y proclamaron el Nombre de Dios, la victoria del Mesías, la redención de los oprimidos, la salvación de los perdidos, la cura de los enfermos de la vida espiritual.
Este es el tiempo de que la humanidad tome consciencia de lo que aún no ha tomado consciencia, por colocar su atención en la superficialidad de la vida, por alejarse de lo divino, de lo que verdaderamente vivifica al espíritu y al alma de cada ser.
Dios necesita que el mundo reciba este Legado, no importa si es la mayoría o la minoría, lo que verdaderamente importa para su Padre Celestial es que este Legado sea verdadero dentro de ustedes en cada momento de la vida, en cada acto de amor, de servicio y de perdón. Que valoren estos Códigos Crísticos en sus vidas, especialmente en su vida espiritual y de oración. Así estarán expandiendo Mi Amor al mundo que tanto lo necesita y que tanto lo clama.
Así podré llegar a los que más sufren y a los que no tienen nada, a los que son ignorados por las grandes potencias del mundo, por los grandes dirigentes de las naciones que solo hacen promesas vacías, vacías de amor y de verdad.
Pero Yo les traigo, compañeros, a través de los Siete Cálices, aquello que les hará recordar sus orígenes antes de que vinieran a la Tierra, antes de que nacieran, de que aprendieran y de que experimentaran sobre la superficie de este planeta.
Este Legado lo conocieron los patriarcas por las revelaciones que el propio Dios les hizo. Este Legado lo conocieron los apóstoles, en el momento más importante de la Última Cena, cuando uno de esos Siete Cálices fue elevado, en gracia y en gloria, por las Manos de su Maestro y Redentor para aceptar el sacrificio de la redención de la humanidad y de la conversión del planeta por medio del Amor Crístico.
Es el tiempo de que la verdadera Iglesia despierte dentro de ustedes, de que perdonen a todos los sacerdotes que han ofendido el Nombre de su Señor y a todos los fieles de la Tierra que pusieron en juego su propia fe.
Yo les traigo la donación de Mi Vida y de Mi Espíritu, la entrega de estos Siete Cálices como el verdadero conocimiento para sus consciencias, para que sus espíritus se ennoblezcan en Cristo bajo la llama y el principio de Su Sabiduría.
Esto los colocará por encima de todas las cosas y podrán perdonar y amar no solo a ustedes mismos, sino a sus semejantes, porque Mi Iglesia Celestial aún palpita en el Universo Mayor. Ese es el principal Legado que Yo les entregué a los apóstoles y que le revelé a Pedro en aquel tiempo.
Sus vidas pueden ser la propia Iglesia de Dios en la Tierra, sus cuerpos pueden ser los Templos sagrados de Dios para que Él los habite. Es tiempo de asumir este paso por la humanidad.
Con todo esto no les digo, compañeros, que superarán todas las cosas y las dificultades.
Por medio de los Códigos Crísticos de Mi Amor aprenderán a superarse a sí mismos todos los días y a dar pequeños pasos. Por más que sean pocos, que esos pasos sean verdaderos, justos y misericordiosos para su transformación.
Porque el Legado que está en los Cielos, guardado en el Arca de la Santa Alianza, necesita de almas espejos en la superficie de la Tierra que puedan reconstruir la Iglesia Espiritual que Cristo sembró en la Tierra por medio de la iglesia física, presente en todo el mundo. Eso precisa ser restaurado, amparado y protegido.
La fe de los creyentes reconstruirá la Iglesia en la Tierra y la bóveda mayor del Universo descenderá para colmar a las consciencias con los Atributos Divinos, con todas las gracias y todas las misericordias.
En los Cálices Sagrados del Redentor están las próximas siete etapas de sus vidas, las que aún deberán vivir y atravesar por Mi Causa.
Aún no comprenderán el significado de todo esto. El Universo Espiritual se revela, de a poco, para que las almas aprendan a reconocerlo dentro de sí y a aceptar la Voluntad del Padre, así como el Hijo la aceptó en la institución de la Eucaristía, por medio del Santo Grial.
Beban, entonces, de este compromiso mayor y participen de las Voluntades del Padre Eterno, así como los ángeles del Cielo participan y, en obediencia, cumplen con Sus comandos y con Sus designios para que la fuerza del amor y de la fe puedan triunfar en todo el Universo y en este planeta.
Que se cumpla entonces el advenimiento de sus próximos pasos. Cada uno recibirá en sus vidas, si así lo acepta, los siete próximos pasos que deberá dar. El Universo se mostrará, los aprendizajes llegarán y la oportunidad de cruzar el umbral de la consciencia será consciente para cada uno de ustedes.
Pero estén atentos, no hagan responsables de no poder dar sus pasos a ninguno de sus semejantes. Este paso, que deberán dar, es entre ustedes y Dios, entre sus almas y Su Divina Voluntad.
Tal vez se preguntarán que pasos deberán dar. Sean pacientes, sigan orando y vigilando porque los pasos que deberán dar se presentarán de una forma u otra. Pero, serán conscientes porque sus almas les harán sentir que llegó el momento de cruzar el Portal y de expandir la consciencia en el Amor Universal y en la Sagrada Unidad.
Como ejemplo y testimonio de sus pasos, hoy he escogido algunas almas, entre los presentes, que se han postulado para dar pasos en la vida interior y en el servicio a Mi sagrado e insondable Corazón, que se han ofrecido para adornar Mis altares, para reverenciar Mi Presencia, para ser testigos de Mi amor así como lo fueron las santas mujeres de Jerusalén.
He aquí el Amor Vivo que estuvo con los apóstoles, con las santas mujeres y con todos los seguidores de Cristo, y que hoy retorna a la Tierra para ser compartido con ustedes por medio de la Sabiduría y del amor de los Siete Cálices del Señor.
No teman porque Yo no los abandonaré. Pero cada alma tiene su tiempo y su momento de dar su paso en una profunda e inextinguible soledad, así como lo dio su Maestro en el Huerto Getsemaní.
Recojan en sus corazones la luz preciosa de los Siete Cálices y, en honra al sacrificio del Redentor, abran las puertas de la Iglesia Celestial para el mundo entero y, especialmente, para toda Europa.
Les pediré que canten "Sagrado Cáliz del Señor" para que los ángeles transubstancien este momento y estos elementos que se ofrecerán a Dios como símbolo de reparación y de perdón, de todas las almas presentes para todas las almas del mundo.
Los escucho.
Ponemos nuestras manos en señal de recepción.
Canción: "Sagrado Cáliz del Señor".
Instrumental.
Y ahora, compañeros, delante del poder de los Siete Cálices del Señor, irradiado para Europa y el mundo, y para todas las esencias de la Tierra que tendrán la oportunidad y la gracia de la redención, procederemos en ceremonia con el Padre Eterno, a dar el testimonio de estos pasos a través del camino de la Luz y del Amor que Mi Corazón Misericordioso les ofrece todo el tiempo, a fin de que el amor se establezca y que la fe prevalezca en estos tiempos, por el triunfo del Plan de Dios en la humanidad. Amén.
Nos ponemos de pie.
No lloren, alegren sus corazones, porque este es el tiempo de la Misericordia de Dios, el tiempo de Su Gracia, el tiempo de la luz y de la cura de los corazones.
Hoy lloran como las mujeres de Jerusalén y traen hacia sus almas el recuerdo de esa vivencia y de esa experiencia por medio de la unión Conmigo, por medio del amor que Yo les ofrezco en esta consagración.
Invito a los que puedan, en nombre de estas hijas que he llamado, a que se arrodillen por su consagración.
Como en aquel tiempo, hoy volveré a dar la comunión espiritual para aquellas mujeres que siempre estuvieron Conmigo hasta el momento más culminante en la Cruz, en el que Mi Alma agonizaba por el mundo y, a pesar del dolor, Mi Alma sentía un gran amor de parte de los que fueron fieles Conmigo y se mantuvieron en oración por la entrega de su Maestro y Señor en la Cruz.
Todo este Legado vuelve al mundo, en este día, directamente del Corazón de su Maestro y Señor, y es irradiado por Sus manos de Luz para las almas que se consagran y para las almas que algún día se consagrarán, manteniendo la aspiración de ver a Dios dentro de sí.
Renovamos este Sacrificio del Cordero de Dios. Vivificamos Su Legado y traemos hacia la Tierra, por medio de esta ofrenda del altar junto a todos los ángeles del Universo, las promesas del Redentor que se cumplirán en la humanidad. Que así sea.
En adoración, nos postramos ante Dios Todopoderoso y agradecemos por Su Presencia a través de Su Altísimo Hijo y, como en aquel tiempo, lavo las manos de Mis apóstoles para purificarlos y consagrarlos a Mí, así como deseo consagrar a las almas del mundo a Mi Sagrado e insondable Corazón.
En aquel tiempo, tomé el pan entre Mis manos, dando gracias a Dios por este sacrificio, les dije a Mis apóstoles y a muchos de ustedes: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para la remisión de los pecados".
Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).
Del mismo modo tomé el Cáliz entre Mis Manos para poder renovar todos los tiempos hasta Mi segundo retorno a la Tierra. Elevándolo a Dios, dando gracias por el sacrificio de Su Hijo, les dije a Mis apóstoles: "Tomen y beban todos de Él, porque ese es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Maestro y Señor, y por los mártires a través de los tiempos para el perdón de los pecados. Hagan esto en memoria Mía".
Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).
Este es el Cordero de Dios que quita las faltas del mundo. Bienaventurados los que son llamados a servirse de este Divino Sacramento.
Oración: Padre Nuestro (en portugués).
El Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo.
Les dejo Mi Paz para que la vivan y para que hagan partícipes a todos sus hermanos de Mi Paz, a fin de que se establezca en la Tierra como un atributo imprescindible para esta humanidad, para la cura de las almas y la redención de los corazones.
Yo les doy las gracias por haberme acompañado en este momento tan importante para su Maestro y Señor, por la humanidad y el planeta, por el Plan de Dios en este Universo material.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Como en los primeros tiempos del cristianismo en los que Cristo estaba vivo en los corazones, para que ese tiempo vuelva a rememorarse se darán el saludo de la Paz.
Les agradezco.
En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Este es el tiempo de reconciliar a la humanidad con Dios antes de que todo suceda. Por eso escogí, nuevamente, venir a Portugal no solo por su historia, sino también por sus acontecimientos con otros pueblos y naciones y, así, vengo por las demás naciones de Europa.
Seguiré peregrinando por estas tierras así como lo hizo Mi Santa Madre junto al Santo Grial. Vendré con Mi Corazón a iluminar los espacios más oscuros de la consciencia europea y su ayuda, para Mí, será imprescindible.
Por eso, en Mi Corazón y en esta tarde, traigo los tesoros del Cielo que iluminarán a las almas y a sus caminos, a fin de que todas las consciencias aprendan, algún día, a vivir la Voluntad de Dios y puedan superar y trascender el sufrimiento humano movido por la propia voluntad y no por la Voluntad de Mi Padre.
Sé que, a veces, el mundo no quiere escuchar esta necesidad, darse cuenta de esta verdad. Pero un tiempo muy definitivo se aproxima, él está muy cerca, más de lo que parece para la humanidad, y no puede tomarlos por sorpresa. Deben estar conscientes y despiertos para que, en la hora señalada, sus corazones les dicten el momento de ese gran acontecimiento que colocará a la humanidad del lado de Dios o lejos de Dios.
Por eso, desde el Universo Celestial, Nuestros Sagrados Corazones piden tantas oraciones por el mundo, para poder enmendar los errores de la humanidad y de los pueblos, no solo los errores históricos que se han vuelto imborrables en muchas consciencias, sino también para evitar los errores futuros, a fin de que se establezca la armonía y el equilibrio de Dios en el planeta.
Su sintonía con Mi Corazón es muy importante no solo a través de los ejercicios que Yo les enseñé a lo largo de los tiempos, principalmente, por medio de la Comunión que Yo les ofrezco, día a día, para que sus espíritus y almas puedan estar nutridos por la Fuente, sino por todo lo que viene del Universo Celestial y desciende al mundo en cada momento de oración y de súplica, de servicio y de entrega por el semejante, en cada oportunidad de volver a vivenciar un Sacramento y de liberar a la consciencia de la perdición, de la tentación de estos tiempos, de la ilusión del mundo, de la ceguera espiritual y de la indiferencia.
Sus corazones en este día, compañeros, alcanzaron un escalón más en el despertar. Por eso, Yo les traigo este pedido de seguir orando de corazón por los que más lo necesitan, por los que no escuchan, por los que cierran sus oídos a la Voz de Dios por intermedio de Su Divino Hijo.
Hoy, vengo a descansar en sus corazones. Hoy, vengo a reposar Mi Espíritu en sus espíritus para que la alianza interior se fortalezca entre las almas y el Plan de Dios, por todo lo que aún deberá realizarse y manifestarse en la Tierra, para que se cumpla la Voluntad Mayor.
La humanidad deberá seguir buscando la unión perfecta con el Arca de la Santa Alianza, con ese sagrado símbolo de ascensión espiritual que desciende del Reino de los Cielos por intervención del Divino Hijo, para que Sus sagrados tesoros y Sus divinos impulsos desciendan sobre la consciencia humana y a las naciones, para que los errores sean borrados, los desvíos sean evitados, la perversión humana sea detenida y las almas reencuentren el camino hacia lo sagrado y hacia la elevación de la consciencia.
Todo esto será posible por la continuidad de sus oraciones diarias, por su compromiso con la escuela de oración de Mi Madre para que más almas puedan despertar a tiempo y, en su interior, encuentren el sentido y la respuesta de estar aquí en la Tierra, no por algo material, sino por algo profundamente espiritual, por una misión, por un principio y un propósito, por un Plan Mayor.
Mi Corazón contempla sus necesidades internas. Mis oídos escuchan todas sus súplicas. Pero es necesario, compañeros, dar un paso más para que el Universo Superior venga a su encuentro y la Fuente Mayor de todos los Impulsos de Dios los siga guiando y conduciendo hacia la meta de poder ser parte, algún día, del nuevo rebaño de Dios que nacerá de los miserables y de los imperfectos, de los que están aprendiendo a redimirse y a perdonar. Porque será la Nueva Jerusalén, la ciudad de luz que descenderá desde el Universo para acogerlos a todos en el Templo Sagrado del Corazón de Dios, en profunda comunión y alianza con el Padre.
Los tesoros inmateriales del Universo deben ser parte de sus vidas, la atención de sus consciencias, el motivo de vivir y de existir y de llevar adelante una parte del Plan del Padre, así estarán ayudando a Su Maestro y Redentor para que Su Obra se siga expandiendo en la Tierra en este tiempo, fuera de Su Iglesia, dada la necesidad de millones de almas que viven grandes sufrimientos e infinitas agonías que solo el Amor de Dios podrá curar y aliviar.
Por eso, su Maestro y Señor necesita intermediarios, no maestros sino discípulos, siervos de Su Corazón Misericordioso que puedan representarlo en este tiempo, así como los apóstoles lo representaron en el pasado.
En verdad les digo, vengo a dar continuidad a lo que una vez realicé en la Tierra. Uno el tiempo pasado con el tiempo presente por medio del Tiempo Real, para que sus espíritus y consciencias reciban los mismos códigos crísticos que Mis Apóstoles del pasado una vez recibieron, así como todos los que me siguieron con fidelidad y amor, con sacrificio, en entrega y en redención.
Ustedes deben ser parte de la historia del Libro de Dios. Aún el Padre Celestial espera poder seguir escribiendo una nueva historia en la humanidad. Una historia de todos los que escuchan a Cristo, que siguen sus pasos y viven la comunión perfecta con Él, respondiendo a Su Llamado sin condiciones ni reglas, en obediencia, con fidelidad y en profunda unidad.
Aún espero la definición de muchos de ustedes como de muchos de sus hermanos que están en este planeta, que son parte de los 144.000, los que proclamarán Mi segundo retorno al mundo, la segunda venida Gloriosa de Dios a través de Su Amadísimo Hijo, en la presencia del Santo Grial.
Si dan continuidad a la historia que Dios quiere escribir por intermedio de sus vidas y corazones, descenderán tesoros inmateriales del Universo que dejarán de ser un misterio para la mayoría de la humanidad.
Sabrán trabajar con las herramientas sagradas de Dios, aprenderán por medio de la oración y de los instrumentos sagrados a sostener este planeta durante sus tres días de oscuridad y estarán a Mi lado, aunque crean que Yo no lo esté, porque Mi Presencia es eterna, inconfundible e irrefutable.
Y así, cumplirán Mis promesas, las promesas que Yo una vez le hice al Padre Celestial de poder rescatar, nuevamente, a través de Mi Alma y de Mi Divinidad, a este pueblo sagrado que es la humanidad, que nuevamente se pervirtió y se perdió por las influencias de Mi adversario, el que, algún día, será vencido por su propio Maestro y Señor, con la autoridad del Arcángel Gabriel.
Celebren la oportunidad, compañeros, de estar conscientes y no dejen que la inercia planetaria los absorba o que el sueño profundo de millones de hombres los pueda afectar.
Ustedes ya están dentro del gran despertar, de la oportunidad de transformar sus vidas completamente, de ser el nuevo odre en las Manos del Rey, purificado y sublimado por Mi Espíritu.
Mientras la humanidad no dé los pasos necesarios para revertir y equilibrar la perversión humana y todos sus desajustes, los tesoros del Universo permanecerán en el Universo hasta que ellos mismos puedan revelarse a toda la consciencia humana, no importando la religión, el color o la nación porque el conocimiento de Dios es para todos. El conocimiento los volverá más conscientes y disponibles para poder realizar el Plan de Dios, para cumplir la gran promesa de ser un pueblo sagrado bajo los principios y los atributos de Dios, que muchos llaman Mandamientos.
Aún estamos en el tiempo de la Gracia. Aún estamos en el tiempo de la Misericordia, con la oportunidad de poder cruzar el portal hacia la redención y de convertirse en dignos hijos de Dios mediante la oración, la caridad diaria, el amor y la paz para con el semejante.
Como testimonio de ese amor que sigo entregando al mundo, incondicionalmente, hoy volveré a consagrar nuevos adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico, porque en ellos deben estar los pilares y las grandes estructuras divinas que sostendrán a la humanidad y al planeta cuando se mueva, por medio del ejercicio perfecto de la adoración.
A través de Mi Cuerpo Eucarístico encuentren el portal para su ascensión y trascendencia, para la sublimación de sus pensamientos y sentimientos, para poder enmendar todas sus deudas y faltas ante el Padre Celestial que los ama misericordiosamente.
Mediante esta consagración de nuevos adoradores, Yo les vuelvo a entregar los Dones de Dios para que aprendan a concebirlos dentro de ustedes por medio de un ejemplo de vida en el camino de la oración, del servicio, de la instrucción y de la cura.
Los que adoran a Mi Cuerpo Eucarístico son los que permitirán, en el fin de los tiempos, que las revelaciones divinas sigan en la humanidad para que todos estén más conscientes y disponibles para poder servir a Dios.
Los que adoran a Mi Cuerpo Eucarístico son los que equilibran al planeta y a la humanidad en este tiempo y no permiten que los errores se sigan generando para que no lleven las almas a la perdición y a la ceguera espiritual.
La adoración es un camino de reconciliación con Dios y de profundo contacto Conmigo, de Corazón a corazón, de Alma a alma y de Espíritu a espíritu.
Entre nosotros, los adoradores y Mi Corazón, solamente puede existir la Luz que emana de la Fuente, que trae la cura, el perdón y la renovación a los corazones.
La adoración es un ejercicio permanente de concentración y de alineamiento para poder estabilizar el plano psíquico de la humanidad, de todo lo que ella genera, en este tiempo, por lo que piensa y por lo que vive.
La adoración es un portal permanente de transmutación, en donde los ángeles pueden mantener todo el equilibrio y la armonía cuando, tan solo, el adorador se abre para estar delante de Mi Corazón Eucarístico.
Hoy les traigo estas oportunidades y Gracias sabiendo que este encuentro no será suficiente para todo lo que hoy necesita Europa como continente y como pueblo, ante tanta historia y tantos acontecimientos. Porque la salvación de las demás naciones del mundo dependerá de Europa, de su caridad, de su contribución, de su donación y de su fidelidad al prójimo, al que sufre, a aquel que no tiene nada.
Ese es su principal compromiso, salir de sí mismos, vaciarse completamente para que Mi Amor y Mi Luz puedan entrar, para que Mi Mensaje y Mi Palabra no solo sigan llegando aquí, a Europa para bendecirlos, curarlos y redimirlos, sino también poder llegar al mundo entero por medio de su consciente colaboración.
La manifestación de Mi Segundo Retorno dependerá de la contribución consciente de la humanidad, de los que creen en Cristo, de los que trabajan por Cristo, de los que viven en Cristo.
Hay una parte que les corresponde a todos ustedes, en perfecta igualdad y equilibrio, en cooperación y en hermandad. Eso permitirá que la humanidad no quede sin guía y sin auxilio en este tiempo difícil de la Tierra, en el que todo, absolutamente todo, está en juego.
Únanse a Mi Corazón y comprenderán lo que hoy les digo, porque Dios no necesita de sus bienes. El Universo necesita de su donación para que ustedes y sus bienes se puedan transformar en lo que Dios necesita así como Él lo pensó en el principio en unidad, en igualdad, en fraternidad, para que siempre esté presente el Divino Espíritu, el Amor de Dios.
Celebremos este encuentro. Interioricemos las Palabras de Dios por intermedio de Su Amado Hijo, para que no pasen las palabras desapercibidas, sino que las Palabras del Padre sean conscientes en ustedes, especialmente en sus corazones, en donde el Dios Vivo siempre deberá tener un lugar principal en sus vidas.
Abriendo la Iglesia Celestial, convocando a todos los Coros Angélicos viviremos esta consagración como si fuera la primera vez que el Cielo toca sus vidas para redimirlas y convertirlas en luz. Amén.
Nos ponemos de pie.
En este momento, cada uno de ustedes realizará su oferta ante el Padre Celestial. En el silencio del corazón le dirán al Padre Eterno qué es lo que necesitan para que Mi Corazón misericordioso recoja sus súplicas e intenciones, y sus vidas, nuevamente, sean transformadas.
"Padre del Universo y de la Gracia, así como Te entregaste a través de Tu Hijo en la Cruz por un inconmensurable e infinito Amor desconocido, hoy entrégate, Señor, a través de Tu Hijo para que las almas vivifiquen Tu Espíritu y vivan la experiencia de Tu Amor, la que los resucitará y les traerá la consciencia de cumplir con Tu Divino Propósito. Amén".
Por el agua que brotó de Mi Costado, hoy las almas sean lavadas para que puedan vivir la Comunión espiritual y, así, alcancen la redención.
Ahora traerán, hasta aquí, los elementos para la consagración de los adoradores para que el Señor los pueda bendecir.
Así como Mi Madre vivió Su virginidad, Yo los invito a vivir Mi Espíritu inmaculado, el Espíritu inmaculado de Dios que brota como una Fuente de Amor a través de Su Hijo. Porque Mi deseo ardiente es que sus corazones aprendan a ser puros, no solo en la consciencia, sino también en las intenciones, porque si sus corazones son puros alcanzarán el Reino de Dios e ingresarán en Él sin ningún impedimento.
Cada ejercicio de consagración, cada nuevo paso que es dado por los hijos de Dios es una oportunidad de despertar, de comprometerse con el Plan de Dios y de entregarse a la vida crística.
Por eso, hoy Yo bendigo, especialmente, estos elementos que representarán una etapa de sus vidas en el camino de la consagración del Espíritu, de la conversión del alma y de la transformación de la vida.
Que en ellos descienda la Gracia de Dios y que esta Gracia sea reverentemente cuidada y protegida por cada uno de los que hoy se consagrarán, así como por los que ya se consagraron, porque en la simplicidad de todo lo que existe está el Dios Vivo.
Sean el ejemplo de Mi Vida en la Tierra, testimonien Mi Mensaje para el mundo, represéntenme de verdad, sin miedo y sin obstáculos, porque Yo los tengo en cuenta, los contemplo con Mi Corazón y los guardo en el templo de Mi Espíritu.
Que la instrucción los eleve y los redima.
Para aquellos, que también Me adoran, hago el sacrificio de venir al mundo, nuevamente, para que las almas no pierdan la alegría de vivir en Dios y encontrar el sentido de estar aquí en la Tierra, cumpliendo una Voluntad Divina desconocida que, para el corazón que se abre, se revela en la vida con claridad y precisión.
Hoy vengo a renovar el sacrificio del Cordero de Dios por medio de la transubstanciación de los elementos, del pan y del vino.
Celebraremos, nuevamente, en la Mesa que fue consagrada por el Padre y por Sus apóstoles, entregando al mundo la Sangre y el Cuerpo de Cristo para la salvación de la humanidad y del planeta.
Los invito a que, ante este Altar consagrado en este día, en donde los hombres y mujeres de la Tierra reconocen al Hijo de Dios por medio de Su Cuerpo Eucarístico, los llamo a que se arrodillen para recordar la última Cena de Su Señor junto a Sus apóstoles.
En un profundo gozo y amor Yo tomé el Pan, dando gracias a Dios, Su Espíritu lo bendijo, lo entregué a Mis apóstoles, diciéndoles:
"Coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".
Te alabamos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).
Enseguida elevé el Santo Cáliz a los Cielos, el Padre lo bendijo con Su Espíritu, se lo entregué a Mis apóstoles, diciéndoles:
"Tomen y beban todos de Él porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por Su Redentor y por los mártires para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria".
Te alabamos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).
En unión a la Santísima Trinidad repitan la oración que Yo, con tanto Amor, les enseñé:
Padre Nuestro (en portugués).
"Este es el Cordero de Dios que redime y perdona a los que están perdidos, que vivifica y reenciende, con Su Fuego de Amor a los que viven en Él y proclaman Su Nombre. Amén".
Yo les enseñé a amarse los unos a los otros, y es algo que la humanidad aún no comprendió, pero los que están despiertos en Mí, saben de la importancia de amar al semejante de forma incondicional y verdadera.
Por eso, Yo los invito a renovarse en el amor para que sus heridas sean cicatrizadas y las secuelas internas sean disipadas, y sientan la alegría de vivir en el amor y por el amor así como Yo vivo por ustedes todo el tiempo.
Hoy no solo les dejo Mi Paz, sino también les dejo Mi Amor para que la Paz y el Amor de Dios esté en ustedes y en el mundo.
En fraternidad y en amor se darán el saludo de la Paz.
Les agradezco por estar hoy Conmigo.
Que hoy nazca el Sol Universal en el interior de los hijos de Dios, para que la oscuridad sea disipada en todos los rincones de la consciencia.
Que los corazones se reenciendan en el compromiso de vivir en Dios y de formar parte de Sus Designios.
Que este Sol Universal, y al mismo tiempo espiritual, borre las secuelas de los errores de los hombres para que las almas se aproximen a la Divina Misericordia del Padre Celestial.
Que los corazones puedan sentir y reconocer el llamado para que las puertas de la Gracia y de la Redención se mantengan abiertas, a fin de que las criaturas alcancen su libertad y participen, profundamente, de la Comunión espiritual con el Padre Eterno.
Es el tiempo de las definiciones como también es el tiempo de la Misericordia. La Buena Nueva es anunciada para que los corazones encuentren el sentido de estar aquí, en la Tierra, la razón por la cual fueron llamados para servir en plenitud a Dios Padre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Escucha en tu interior la Voz de Dios que te habla, Voz que te llama a servirlo y a pronunciar Su Palabra de Vida en el mundo entero.
Esta es la Voz que resuena en el Cosmos. Esta es la Voz que llega desde el Cielo para despertar a las almas en el Amor de Dios, en la compasión, en la cura y en la redención.
Escucha la Voz de Dios en tu interior y resurgirá, dentro de ti, la pureza esencial.
Únete al Dios vivo que está en los Cielos. Cumple con Sus Promesas.
Vive Sus Mandamientos y aplica en tu vida los deberes de Dios para que seas partícipe de Su Reino Celestial, para que recibas en tu corazón Sus impulsos de Luz, los que algún día te harán libre partícipe de la Cena de la Redención y, así, serás sacramentado por el Espíritu.
Tu alma recibirá lo que necesita y así dará un nuevo paso.
Vengo a este Reino, el Reino de Fátima, para reencenderlo como una vez él se encendió por la presencia de la Madre Divina y de todos Sus ángeles.
Ha llegado la hora de celebrar este encuentro y de hacerlos partícipes, de forma consciente, de la Misericordia de Dios. Así, las puertas de la luz se mantendrán abiertas y el sacrificio del Hijo de Dios seguirá siendo reconocido por los hombres y las mujeres de la Tierra.
Todos serán parte de esta nueva Cena que el Rey celebrará cuando retorne al mundo por segunda vez.
Pero ahora, Yo vengo en Divinidad. Vengo bajo el impulso del Soplo del Espíritu para que, en ustedes, puedan ser derramados los Dones de Dios, los que en algún momento se convertirán en talentos. Talentos que Yo necesitaré, en esta hora y en este tiempo, para poder ayudar a las almas, para poder salvarlas y rescatarlas de los abismos oscuros de la Tierra.
Es desde aquí, desde la Fuente del Reino de Fátima, que el mundo podrá recuperar su inocencia, la inocencia que perdió por la manifestación de las guerras, por la desigualdad entre los pueblos, por la enfermedad, por la locura, por el hambre y el error.
Mi Misericordia los llevará a la Pureza esencial y en la Pureza esencial reencontrarán a Dios, tomarán consciencia del sentido de su existencia y no retrocederán porque Yo estaré a su lado fortaleciendo y templando sus espíritus, transformando sus miserias, redimiendo sus aspectos humanos, transfigurándolos en Mi eterna Luz.
La Gloria de Dios desciende sobre el Reino de Fátima porque Su Iglesia Celestial se aproxima y desciende a este lugar para unirse al Santuario consagrado a Dios.
Los mundos internos se equilibran. Un período de paz toca a las almas y las hace conscientes de la verdad. La perdición se detiene. Los apóstoles dan los pasos hacia el Señor y cumplen Sus mandamientos, Sus designios y Sus deberes.
Aunque la apariencia confunda, nadie será olvidado y los corazones se reencenderán en el fuego de Mi Amor, sentirán los impulsos de Mi Alma, recibirán la bendición de Mi Espíritu y Yo los liberaré de las cadenas, de las prisiones y de los errores. Y así, las naciones se liberarán, los pueblos se reconciliarán y ya no existirá el conflicto.
El hambre no será la causa de tantos males. La corrupción no será el origen de muchos defectos. La omisión no será el camino hacia la indiferencia de los hombres porque el mundo entero, la humanidad, el planeta tomará consciencia de la verdad, un tiempo antes de que Yo retorne al mundo como un haz de luz entre las nubes, como un Sol dentro de un sol, como una Estrella mayor entre tantas estrellas.
El Universo se movilizará, los astros superiores responderán y el sistema solar, del cual forman parte, recibirá su último y gran impulso que brotará directamente del Corazón del Rey para todas las almas, para todos los autoconvocados y, principalmente, para los que no fueron llamados.
Renacerá el sentido de estar aquí, en la Tierra, porque desde el Reino de Fátima surgirá el impulso que llevará a esta parte de la humanidad a su despertar y a alejarse definitivamente de la ignorancia, de la ceguera espiritual, de la indiferencia.
Reciban entonces, Mi Mensaje con alegría. Que el mundo entero escuche la Palabra de Dios, por intermedio de Su Hijo, para que la humanidad vuelva a renacer bajo la Sabiduría de Dios y su entendimiento.
Que esta Maratón sea celebrada como una unión perfecta con el Padre Celestial, como la confirmación de todos los apóstoles ante todos los Principios y Voluntades del Padre para que Sus Designios desciendan a la Tierra y encarnen en los hombres que deberán asumir el Plan.
Que los mundos internos escuchen esta buena nueva. El Cielo vuelve a descender sobre el Reino de Fátima para que la pureza despierte en los corazones dormidos, en las almas que se equivocaron por ignorancia y por error.
Traigan a todos hacia Mí. Coloquen el mundo entero en Mi Corazón misericordioso y no les faltará la paz.
Yo Soy su Sacerdote Mayor, su Gobernante y su Maestro. Soy el Pastor de todas las ovejas y, en este tiempo, uno a todos los rebaños bajo la Ley Primera, la Ley del Amor.
Y así, los infiernos se cierran y las puertas de la Luz se abren para que todo sea iluminado y nadie pierda la esperanza de persistir, así como Yo persistí por ustedes hasta el final y aún más, hasta este tiempo, y persistiré hasta que Yo retorne para encontrarlos físicamente, para darles Mi Paz, Mi abrazo y entregarles el Amor glorioso de Dios que los vivifica, los transforma y los eleva en unidad.
Que Europa escuche este llamado, así como Nosotros escuchamos sus oraciones. El Señor del Universo retorna a su encuentro para hacer partícipes a las almas de la Comunión Redentora y del gran tiempo de la Misericordia.
Que esta Maratón sea un ofrecimiento de amor, de parte de cada corazón orante, para que Dios siga derramando Su Gracia en el mundo, a pesar de los errores y de todos los males. Porque el triunfo del Plan del Padre está en el corazón que lo ama profundamente y sin condiciones. Ahí está la libertad de la humanidad para siempre.
En júbilo y esperanza por este reencuentro, bajo el manto del Reino de Fátima, bendigo a Europa y al mundo entero, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la Paz esté en todos. Amén.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados, y en ellos derramo los principios y atributos que, en este tiempo, Europa necesitará para llevar adelante su gran momento de redención, de perdón y de renovación.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, represento a las siete poderosas Voluntades del Padre Creador no solo para Europa, sino también para el mundo entero.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, vengo a depositar en la consciencia de Europa la oportunidad de amar a Dios verdaderamente y de encontrarme en el semejante.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, instituyo los Dones de Dios, los siete principios creadores que descenderán en este próximo ciclo al planeta para revertir la situación crítica de la humanidad.
Soy el Señor de los Siete Cálices y, desde el Reino de Fátima, hoy les traigo esta revelación: el Señor de los Siete Cálices estará llegando para anunciarle a Europa que su tiempo de redención y de perdón se aproxima.
Vendrá el Señor de los Siete Cálices para volver a despertar a Sus doce apóstoles del último tiempo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Comenzamos a trabajar en los planos internos en todo lo que el Padre Celestial espera que suceda a través de esta nueva Peregrinación por la Paz, la que una vez más toca el suelo de Europa, para que las almas sean bendecidas por el Amor de Dios.
A partir de ahora, los santuarios marianos de Europa se volverán grandes e importantes epicentros de luz y de salvación, para que la Jerarquía Espiritual pueda trabajar con las almas que necesitarán despertar en este tiempo.
Llegó el momento en el que los corazones se reenciendan en el fervor y en la alabanza a Dios, para que esas almas encuentren el camino hacia la expresión del Propósito que las trajo a la Tierra.
Es así que el Universo espiritual se prepara para impulsar grandes cambios, a fin de que la mayoría de las almas de Europa alcancen el camino de la redención y de la paz.
Todo está preparado para comenzar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más