MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SEDE DE LA ORDEN GRACIA MISERICORDIA, EN LA COMUNIDAD-LUZ FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Con alegría y júbilo en Mi Corazón, hoy Me encuentro con toda la vida consagrada, que representa para Dios Su principal espejo, que puede reflejar en la Tierra la concreción espiritual del Plan de Dios.

Por eso, queridos hijos, la vida consagrada es el más precioso tabernáculo, en el que Mi Hijo Amado puede estar presente entre Sus compañeros y pacificadores.

Una de las causas de las interferencias del mal, en la vida consagrada, es que los consagrados pueden alcanzar la santidad en vida.

Ser santos significa vivir en y por Cristo, es caminar confiantes, siguiendo los pasos del Redentor.

En este tiempo, la vida consagrada vive sus tempestades y también sus tribulaciones. Esto no impide que la Gracia de Dios actúe y trabaje en los corazones.

Como Madre de todos los consagrados, vengo a decirle a cada hijo Mío que no se sienta solo o abandonado; que cada hijo consagrado sepa que lo más importante para Cristo son Sus compañeros de camino, los que todos los días comienzan de cero para poder cumplir la Santa Voluntad.

A todos los que viven la consagración y renuevan sus votos internos todos los días, Yo los llamo hijos valientes y esforzados, porque sé que tienen que vencerse a sí mismos, superando en cada paso la condición humana.

La vida consagrada es el gran lucero en la oscuridad de estos tiempos. Cada paso y entrega que vive el consagrado, en su día a día, representa una victoria que Mi Hijo alcanza en este planeta.

Que la vida consagrada se fortalezca y a aquellos hijos Míos, que están a las puertas de vivir algún día su consagración, Yo les digo que son bienvenidos al camino del apostolado y del servicio por los que sufren.

Les agradezco por este momento especial y por haber respondido a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la vida consagrada

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN LA 119.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando una Consciencia Divina y Cósmica desciende a la Tierra, tiene la misión, desde los planos superiores, de rescatar a todas las consciencias, más allá de cualquier condición y situación.

Por eso, a la vida nunca pueden mirarla con ojos superficiales, carentes de sentimiento o de sensibilidad; porque la Jerarquía Espiritual, cuando desciende a los mundos inferiores, contempla a través de Su Mirada lo más profundo que hay en cada ser.

En este tiempo, de tanta confusión y engaño, aprendan a mirar como mira la Jerarquía, sin condenación y sin juicio, sino a través de una mirada de compasión y de amor que los ayudará a percibir la realidad de cada ser.

Por eso, las voces que siempre callaron, que ahora hablen. La Jerarquía está con Sus oídos abiertos para poder escuchar a los que siempre estuvieron mudos, por temor a una rebelión.

Nuestro Corazón está abierto a todas las moradas. Nuestro Espíritu está sobre aquellos que confían en Nosotros, para que puedan sentir el abrazo de toda la Hermandad.

Pero, tengan presente lo que les digo en este momento; porque las almas, en este tiempo, necesitan ser consoladas para que puedan vivir paso a paso su consagración, para que se animen a seguir adelante sin temor a equivocarse.

¿Por qué les hablo de esto, compañeros?

Porque deben aprender a sentir y a comprender a quien tienen a su lado, para que la Misericordia Divina sea una realidad en el mundo y en los lugares en donde más se necesita.

Primero, deben aprender a comprender y a amar a quien tienen a su lado, porque no se pueden saltear las reglas de la evolución, las reglas de los aprendizajes, que los harán crecer interiormente como buenas personas, como Hijos de Dios.

Yo vengo con este apelo, aunque parezca que no tiene importancia, porque el valor de la escucha se está perdiendo en el mundo. El diálogo fue esclavizado y sometido, y las consciencias ya no se comprenden.

Pero, con todo lo que Yo les He enseñado, a través de los tiempos y por medio de Mi Dolorosa Pasión, les he dejado Mi Legado y Mi Tesoro para que pudieran imitarme y seguir Mi humilde ejemplo de que algún día sean bienaventurados, aun en la vida cotidiana, en cada nuevo relacionamiento con el semejante para que sea una construcción fraterna y auténtica, alejada del poder y de la autoridad que el ser humano cree tener.

Por eso, compañeros, si el Hijo de Dios, siendo el Hijo del Padre, nunca tuvo a nadie bajo Sus Pies, porque nunca se lo permitiría, por más autoridad que el Padre Me haya dado, ustedes también deben tener esta premisa. Nadie puede estar debajo de sus pies, bajo ninguna autoridad ni bajo ningún poder, porque no estarían Conmigo, así como Yo lo necesito.

Por eso, este es el tiempo, el poco tiempo que resta, para poder redimensionar las actitudes y los aprendizajes, la forma de tratar al semejante; porque todos, en lo más profundo de sus corazones, tienen un valor incalculable para Dios. Y si el Dios Vivo lo contempla en cada corazón humano, ¿cómo ustedes no lo contemplarán?

Es tiempo de cambiar, más de lo que ustedes piensan que ya cambiaron; porque cuando Yo retorne, Mis pilares, a través de las almas, deberán estar firmes y definidos. No podré colocar Mis Comandos, Mis Tesoros y Mis Aspiraciones en tierras movedizas.

Necesito colocar Mi Poder y Mi Amor en el corazón de los simples y de los humildes, que son los que siempre, a través de los tiempos, de las generaciones y de las humanidades, fueron los que concedieron el abrir las puertas de los Cielos en la Tierra, para que toda la humanidad se pudiera salvar una y otra vez.

Yo deseo que vivan el bien en profundidad, no un bien común, sino un bien mayor que les hace comprender la existencia de otra forma, que los coloca de una manera diferente delante de la realidad, sabiendo que es necesario en cada momento llevar Mi Amor al mundo.

Esa debería ser la regla primera: el amor y la escucha, para que se manifieste el diálogo; no un diálogo de indiferencias, sino un diálogo de igualdad, de un bien mayor.

Estas fueron las últimas orientaciones que Yo les hice a Mis apóstoles en el tiempo pasado, porque era necesario que cada uno tuviera bien claro lo que era necesario hacer para cumplir el Proyecto de Cristo en la Tierra. Sin esas bases y sin esos pilares, la Obra de Cristo no se concretaría. Lo mismo hoy, Yo les digo que sin esos pilares y sin esas bases, la Obra de la Misericordia no se concretaría.

Yo necesito que puedan madurar en un amor más expansivo y menos emocional, un amor justo y pacífico, un amor solemne y leal. Así, llevarán Mi Plan adelante con perspectiva y sin tantas oscilaciones, porque lo que Yo vengo a construir en cada uno de sus corazones es algo verdadero y no pasajero, es algo que Yo necesitaré en este tiempo final, cuando Yo los tenga cara a cara y les pida Mis Tesoros para preparar Mi Retorno al mundo, y así cumplir la Aspiración de Dios de manifestar la tan ansiada Tierra Prometida.

Por eso, estoy aquí junto a Mis ángeles, testigos fieles de este momento; junto a sus ángeles de la guarda que también son testigos de este momento, de la importancia de la madurez para todo lo que su Maestro y Señor necesitará llevar adelante en este tiempo final.

Ahora, ¿comprenden la esencia de lo que es el rescate?

Un verdadero apóstol nunca puede interrumpir el camino del prójimo, todos deben sentir la libertad de poder crecer y expresarse. Esto es lo que les permite a ustedes ser verdaderos, sabiendo que cada consciencia y cada corazón tienen su lugar y su espacio en el Corazón de Dios.

Espero que sus hermanos y hermanas, que están en el mismo camino y que se encuentran en Mi Barca, tengan algún día un lugar en sus corazones y no un problema; porque el Amor que Yo les enseño no se refiere a lo tridimensional, el Amor que Yo les enseño se refiere a lo espiritual, a lo verdadero y a lo auténtico, sabiendo cuándo decir sí y cuándo decir no. Por eso, deben hacer un examen de consciencia en ustedes mismos.

No necesito de culpas, necesito de una reflexión madura y consciente, humilde y arrepentida, sabiendo que es lo único que ustedes Me podrán ofrecer para que Yo pueda tener la autoridad de salvar a otras regiones del mundo, a ciertos espacios en donde ya no llega Mi Luz.

Ahora, ¿comprenden la amplitud de Mi Plan de Rescate?

Desde lo más pequeño hasta lo más grande debe ser cuidado y protegido. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, todo debe estar bajo una reflexión. Así, Yo les podré confiar más tareas y podré justificar ante la Ley lo que estoy haciendo en este tiempo.

Ya están a las puertas del apostolado maduro, se los vengo diciendo en los últimos tres meses. Ahora es tiempo de vivirlo, es tiempo de concretarlo. Eso es lo que tanto espero, con toda la fuerza de Mi Corazón.

No es nada difícil lo que les pido, ustedes saben que les digo la verdad, porque ahora es necesario preparar Mi Retorno, y cada día que pasa se vuelve más urgente.

Por esa razón, una vez más, Yo estoy aquí no solo para bendecirlos y para alentarlos, sino también para hacerlos consecuentes en Mi Camino de Cristificación, que no se trata de una teología ni de una filosofía, sino que se trata del corazón que ama profundamente la vida, que ama al prójimo, así como es, que ama fervorosamente cumplir la Voluntad de Mi Padre.

Así, Yo les vengo a enseñar lo mismo que les enseñé a Mis apóstoles. Espero que haya una respuesta sensata. Yo conozco el potencial de sus corazones, conozco las virtudes que pueden vivir sus almas, conozco los dones que sus espíritus pueden recibir de Dios.

Por eso hoy, los volveré a sacramentar y, en especial, les volveré a entregar Mi Sagrado Cuerpo y Mi Preciosa Sangre para que sus vidas, en este tiempo final, sean testimonios vivos de Mi Amor para un mundo herido, para que la unidad se establezca, para que la paz sea una realidad, para que los que sufren puedan ser aliviados.

Esta debería ser su aspiración, comenzando con quien tienen a su lado. Así, vivirán en Mi Hermandad Crística.

Les agradezco que hayan respondido tan prontamente para este encuentro. Los animo a caminar en la fe y por la fe, para que la cura sane el corazón humano.

Está todo dicho.

Que Mis Palabras reverberen en lo profundo, para que se pueda cumplir la Voluntad de Dios en la Tierra y en el Cielo.

Y, ahora, celebremos la Santa Comunión para que las almas más sufridas reciban Mi Amor.

Les agradezco.

Continúen en Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Con alegría, retorno a Mi amada Figueira, para volver a encontrarme con Mis hijos predilectos y para anunciarles que el Padre Eterno Me concedió la Gracia de traer Su Mensaje del Cielo el próximo 25 de marzo; momento en el cual, los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José completarán esta importante preparación interna y espiritual de todos los seguidores de Cristo para la próxima Sagrada Semana.

Quiero decirles que esta será Mi única oportunidad de que, el próximo 25 de marzo, Yo pueda estar entre ustedes como una Madre que se alegra por el reencuentro con Sus hijos de Sudamérica.

Luego, los Mensajeros Divinos continuarán, desde el hemisferio norte, abriendo los caminos para el importante ciclo humanitario en África, Medio Oriente, Europa del Este y en otros lugares en donde la Jerarquía Divina tendrá la oportunidad de intervenir y de auxiliar.

Después de la próxima Sagrada Semana, se terminará de abrir la puerta del fin de los tiempos. Esto significa que se abrirá la puerta para que los que estén definidos la puedan cruzar junto con Mi Hijo y, así, asumir los preparativos para Su esperado Retorno.

Todo lo que sucedió en Aurora, como en Figueira, a través de los tiempos, los preparó conscientemente para asumir con adultez espiritual este importante ciclo de redención planetaria.

Yo, como Madre de todos, rezo y rezaré por ustedes, Mis hijos predilectos; para que, al lado de Mi Hijo, caminen firmes y fortalecidos en el Amor, porque el mundo necesita de almas misericordiosas y de corazones abnegados que, junto al Arcángel Miguel, sean capaces de disolver el mal, para que vuelva a nacer el Amor de Dios en todos los corazones.

Llegó el tiempo del apostolado, llegó la hora de crecer interiormente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Estos son los tiempos en los que las verdaderas definiciones se presentan, son los tiempos en los que lo intermedio o lo indeciso ya no tienen espacio en la consciencia humana.

Estos son los tiempos de ver y de reconocer la propia realidad interior. Es tiempo de corregir, es tiempo de enmendar, es tiempo de madurar rápido. Nada de lo que les pueda suceder está fuera de un sentido o causa.

Por eso, hijos Míos, cada segundo que pasa, sus consciencias deben buscar y buscar vivir la Voluntad de Dios; porque cuando esa Voluntad y ese Designio no se viven plenamente, las almas sufren hasta el punto de creer, por sí mismas, que Dios las abandonó.

Por eso, hijos amados, aprendan a medir las consecuencias de lo que deciden y de lo que hacen. No pierdan la sagrada oportunidad de estar en el camino del apostolado de Mi Hijo, pero el cambio o el pasaje de estado interior depende solo de ustedes.

Perseveren y estén firmes a través del Amor de Mi Hijo. Eso les permitirá percibir, cada día más, cuán importante es la redención de la humanidad para que, finalmente, este planeta ultrajado sea liberado de todo lo que sufre por parte de los hombres y mujeres de la Tierra.

Les agradezco por buscar la verdadera consciencia interior.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Le ha llegado la hora a cada uno de ustedes, el gran momento de cargar Conmigo la cruz de la humanidad. Pero para que eso sea posible, he venido a entregarles nuevamente el mayor tesoro espiritual para toda la humanidad: la Eucaristía.

Y así, vengo a renovar su apostolado en este día, para que ustedes y sus hermanos den continuidad a la historia que Dios está escribiendo con Su propia Mano.

¿Han pensado alguna vez que son parte de Mi Legado crístico? Y hoy, los vuelvo a reunir en torno a Mi mesa para que celebren, al igual que los apóstoles del pasado, la Última Cena, para que vivan, ahora y siempre, la Comunión Espiritual Conmigo a través del divino Sacramento del Altar.

En este tiempo, en el que muchos acontecimientos se precipitan sobre el mundo, la fuerza y el poder que Yo le puedo dar al sacerdocio es algo inextinguible, pero depende de ellos que eso sea posible y forme parte de una realidad suprema.

Así como a los apóstoles del pasado, les enseñé a sacramentar, a curar y a evangelizar; hoy, ante este momento planetario, vengo a reconstruir los puentes de Luz que fueron disueltos entre el Cielo y la Tierra, entre los sacerdotes y Dios.

Así como en el Huerto Getsemaní viví los grandes pecados del mundo y los asumí, uno a uno; también viví, en esa santa noche del Jueves Santo, la victoria que realizaría Mi Legado al mundo a través de todos Mis seguidores para que, en el día de mañana y en los días que vendrán, se decidan a cargar Conmigo la cruz del mundo, la cruz de estos tiempos.

Yo he venido a bendecirlos, he venido a purificarlos y he venido a transformarlos, si ustedes Me lo permiten, en lo que Mi Padre tanto espera, que sean Mis apóstoles maduros, que no solo vivan Mi Palabra, sino que también anuncien Mi llegada, Mi próximo Retorno al mundo.

Por eso, sus Ángeles de la Guarda hoy son testigos de este acontecimiento que se da en lo profundo del espíritu de cada servidor, porque no es solo para los sacerdotes, sino también para el mundo entero, para todos los que tienen fe en Mí y proclaman el Nombre del Señor.

En esa noche, antes de ser entregado, no solo les entregué a Mis apóstoles Mi Cuerpo y Mi Sangre, sino también les anuncié la Palabra de la Verdad. Es esa misma Palabra de Amor que hoy vengo a anunciarles a ustedes para que den continuidad a Mi Obra de Misericordia.

Ahora, antes de que carguen la cruz de la humanidad Conmigo en el día de mañana, sientan por un momento la oportunidad de ser dignos hijos de Dios, pero no solo de creerlo, sino también de sentirlo, de proclamarlo y de anunciarlo a través de obras de amor y de Misericordia que alivien al mundo entero. Así como esta parte de Mi Obra lo hace a través de muchos servidores que entregan su vida para servir a los demás por medio del servicio humanitario.

Sepan, en esta tarde de Misericordia, que el servicio humanitario en todo el mundo es una de las razones que Me hace retornar aquí, porque Mi Padre ve con Sus propios Ojos que no todo está perdido y que aquellos que fueron anunciados por el Ángel del Huerto Getsemaní, hoy están aquí, en este tiempo presente, formando parte de esta historia de amor que intento escribir a través de sus corazones, de sus almas y de la redención de sus vidas. Estos son los bienes espirituales, son los dones y son las virtudes que Mi Corazón misericordioso puede dejar a los Pies del Creador como el único testimonio de la conversión de los corazones a Mi Camino crístico.

Si Yo Soy el Camino para cada uno de ustedes, es porque Soy la única senda. Si Yo Soy la Verdad para cada uno de ustedes, es porque Soy el conocimiento único. Si Yo Soy la Vida para cada uno de ustedes, es porque pueden vivir a través de Mí y Yo vivir a través de ustedes, depositando Mis Aspiraciones en sus corazones, pero también Mis dolores, los dolores que Me ocasiona el mundo entero.

Eso fue lo que vine a compartir con los apóstoles del pasado y hoy es lo que comparto con los apóstoles del presente. Mi única razón es que puedan hacer la experiencia de Mi Camino crístico, un camino de profunda solidaridad, de profunda hermandad y de una inextinguible fe, a pesar de todo lo que hoy sucede en el mundo.

¿Para qué quisiera apóstoles, sino para el fin de los tiempos? En ellos construyo Mi Iglesia Celestial y los impulso, a través de la transformación, a elevar sus consciencias hacia el Divino Propósito, aquel Divino Propósito que está escrito para cada uno de ustedes desde antes del surgimiento de sus esencias.

¿Comprenden lo que eso significa?

Es que no hay otro camino, sino el de vivir la Voluntad de Dios, la que comprenderán finalmente después de esta vida. Esa es la razón del sufrimiento de toda la humanidad, del sufrimiento de las naciones y de los pueblos, la resistencia a vivir la Voluntad de Dios.

Pero los entiendo y los comprendo. Sé que no es fácil para el hombre de superficie no tener el control de lo desconocido; pero si ustedes nacieron para ser libres, ¿cuál es el control que quieren tener, si sus vidas, sus almas y esencias son de Dios?

Deseo, en este día de recogimiento y de institución de la Eucaristía, que Mis compañeros y especialmente aquellos que aún no son Mis compañeros, no pierdan más tiempo, porque ya no lo hay.

Yo vengo a hacer de sus vidas un instrumento en las Manos de Dios, instrumentos vacíos, aunque imperfectos. Yo vengo a mirar lo que Dios colocó en cada uno de ustedes desde el principio y que deben aprender a valorar y apreciar, que es su esencia divina, la Gracia de comunicarse con Dios como ningún otro ser en todo el universo.

¿Saben que la Creación aprecia esa conexión con Dios que ustedes tienen? Hay muchas consciencias en el Cielo que quisieran tener esa misma Gracia que ustedes tienen y que solo la deben conquistar con el esfuerzo y el sacrificio, algo que ustedes no deben hacer, porque esa conexión divina está dentro de cada uno de ustedes, si tan solo creen en ella.

Dios se manifiesta en este plano material en tres principios: a través de Su Voluntad, a través del Conocimiento y a través de Sus hijos. No se olviden de su filiación con el Padre Eterno, porque la necesitarán para lo que llegará en el fin de los tiempos.

Bajo el mismo fin y propósito que los apóstoles del pasado, hoy vengo a preparar a Mis compañeros del presente para lo que llegará.

En aquella noche del Huerto Getsemaní, no solo sabía quién Me negaría y ofendería, sino que también el Padre Me mostró, en aquel momento, a aquellos que serían capaces de superarme en el Amor, más allá de todo lo que Yo hice por ustedes hasta la Cruz y aun hasta en la Resurrección.

¿Qué esperan para superarme en el amor y en el servicio, en la caridad y en la unidad para que sus vidas renueven el universo y así toda la Tierra sea renovada y no tenga que atravesar el Armagedón?

Necesito que sus vidas y que sus espíritus sean los nuevos cálices que Yo pueda tener entre Mis Manos, para que Mis Códigos de Luz sean vertidos sobre ustedes y ustedes, esta vez, sean el sacrificio para la Gloria de Dios.

Por eso, ayer les dije si alguna vez pensaron y se preguntaron si su corazón está pronto para lo que Yo necesito. Esta es la gran llave de esta Sagrada Semana para cada uno de ustedes y de sus hermanos: meditar y preguntarse ¿Señor, mi corazón está pronto?

Pero Yo vengo aquí de forma incansable, porque Me comprometí con ustedes y con el mundo entero, no solo para el momento de Mi Retorno, sino para hacer de sus vidas un instrumento en las Manos de Dios, para hacer en sus vidas nuevas todas las cosas.

Por esa razón, en una de las tres veces que caí en el Calvario, sintiendo la pesada Cruz sobre Mí, Me volví a levantar con las pocas fuerzas que Me restaban. Fue allí cuando, ante la Presencia de Mi Madre, volví a reafirmar que Yo renuevo todas las cosas. Eso es a través de los que Me siguen y de los que Me aceptan.

Antes de que ingresemos en la Comunión Espiritual de la Última Cena, en este día de reflexión y de reafirmación de votos, para todos los mundos internos, de seguir ardientemente este camino crístico, concelebraré con ustedes la consagración a este camino de apostolado de un hijo Mío, la cual los invito a vivir, a apoyar y a compartir en la unidad de las almas para que, al igual que ustedes, los frutos de la redención se den en esta alma que hoy reconsagraré.

Ante Mi Presencia lo haremos.

Así como con Pedro y los demás apóstoles que estaban reunidos en el Santo Cenáculo, Me preparé en esa noche para, en humildad, lavar sus pies, en señal de afirmación del servicio entre hermanos y por hermanos, para siempre.

“Adonai purifica este elemento, que será el medio por el cual renovaré esta vida y todas las vidas del mundo. Que así sea”.

“Padre, bendice esta agua para que no solo purifique y bañe a Tus hijos con Tu Gracia, sino que también, a través de ella, toda la vida humana viva sus grados de consagración. Amén”.

Así como María Magdalena lavó Mis Pies con este aceite, que la vida humana se vuelva una vida divina en la dicha de estar siempre en Dios, por la victoria de Su Reino Celestial. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

A partir de hoy Nuestro Señor te llamará fray Shemaya, para que hagas digno Su Nombre en tu vida.


Para que todo termine de ser consumado y ustedes se preparen para los próximos tiempos, para cargar la cruz espiritual Conmigo, la cruz de la humanidad, ahora ingresarán en la celebración eucarística.

Yo les agradezco y les doy Mi Paz, la Paz que renueva a Mis apóstoles.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos:

Agradezcan todos los días por poder estar al lado de Mi Hijo Jesús, porque muchas almas en el mundo no lo están ni tampoco viven Su Palabra.

Agradezcan que Cristo los haya llamado a servirlo en la diversidad de la entrega y del sacrificio que cada corazón orante puede ofrecer.

Agradezcan por poder escuchar el mensaje de Mi Hijo y porque sus consciencias estén libres de la ilusión y del espejismo de estos tiempos.

Agradezcan por poder contemplar y adorar a Mi Hijo en la Eucaristía.

Agradezcan porque todos los días ustedes pueden comulgar del Sacramento de la Fe.

Agradezcan porque son amados y apreciados por el Corazón del Redentor. Así sus vidas, hijos Míos, serán un ejemplo y un testimonio de santidad y de redención.

Los invito a abrazar su propia cruz y a cargarla, para que sigan las Huellas del Señor.

Queridos hijos, este es el tiempo de ofrecerse, pero de verdad. Es tiempo de donarse al mundo en servicio y en apostolado para que el Amor Divino reine en este momento crítico de la humanidad.

En su gratitud estará la llave que abrirá todas las puertas.

En su esfuerzo estará la libertad de sus almas.

En la donación estará la santidad de sus vidas.

Jesús espera que no le teman al esfuerzo ni a la donación de sí, porque Yo siempre estaré allí, como Madre, para ayudarlos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA  LA  APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL  VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando la Madre de Dios está en silencio es porque algo importante está por suceder y, en este momento, deben comprender ese significado.

Este silencio lleva a la introspección, a la reflexión y al discernimiento.

Es momento de que la humanidad comprenda los ciclos que está atravesando y viviendo en estos tiempos.

Por esa razón, los Mensajeros de Dios llegan a la Tierra para prepararla y guiarla hacia el próximo paso, hacia el próximo ciclo y hacia el nuevo tiempo.

Hoy he venido aquí a traerles Mi mensaje de paz, pero también Mi mensaje de consciencia, queridos hijos.

Hoy, en el mensaje dado por su Madre Celeste para las apariciones un ciclo se cierra y un nuevo ciclo comenzará, a partir del mes de marzo de este año, momento en el cual, ustedes, Me podrán acompañar en este último ciclo que se acerca y que finalizará una etapa importante para todos los mundos internos, y también para toda la humanidad.

Es momento de que comiencen a recoger los frutos de la instrucción y del conocimiento de la Jerarquía; de que puedan aprender a beber de esa Fuente, para que solo dependan de Dios, de Su Gracia y de Su Misericordia.

Y, así, sus almas se fortalecerán en este camino y en esta trayectoria al servicio eterno de Dios, por las almas, por los Reinos de la Naturaleza y por el planeta.

Hoy vengo aquí para anunciarles el fin de este ciclo, el fin de estos mensajes que vengo entregando y que los prepara para cada nuevo encuentro Conmigo, sea en sus corazones o ante Mi Presencia.

Es así, queridos hijos, que podrán comprender, en este momento, la omnipresencia de la Madre de Dios. Esa omnipresencia y poder que le ha dado Su Hijo para llevar adelante esta tarea planetaria en el fin de los tiempos, que es la última y gran tarea para estos tiempos.

Por eso, los invito a tener presente todo lo que les he dicho desde los primeros años en que Me he encontrado con ustedes, para guiarlos, conducirlos y hacerlos vivir el Plan de Dios en sus diferentes manifestaciones y tareas.

Este es el tiempo de hacer la gran y última síntesis. Es el tiempo de vivir el conocimiento de Dios para que puedan aprender a enfrentar lo que llegará, no solo a sus consciencias, sino también a todo el planeta, a la humanidad entera.

A través de cada mensaje, a través de cada palabra e instrucción, su Madre Celeste les ha entregado un impulso, una llave, un don, una virtud y una luz para que se pueda encender en sus corazones y en sus vidas, y para que puedan representar la Obra de Cristo en la Tierra.

Es así, queridos hijos, que Yo los llamo a vivir el apostolado incansable, el apostolado del esfuerzo, el apostolado por amor a todo lo que Dios concibió desde el principio de esta Creación, y para que esta Creación se pueda regenerar, curar y redimir.

Este es el tiempo en el que la humanidad atravesará los últimos momentos, dentro de su transición planetaria. Por eso, Yo los invito a ser conscientes, y también les agradezco por haber respondido a cada llamado.

Habiendo respondido a Mi llamado, han correspondido al llamado de Dios. Ese llamado de Dios es cumplir, en cada etapa, Su Divina Voluntad, Sus aspiraciones, Sus deseos ardientes y Sus metas. Es de esa forma, que Él se muestra, se revela y guía a Sus hijos, para que todos sigan el camino de la fe y de la confianza en Dios, en el cumplimiento de Su Divino Propósito.

Necesito, queridos hijos, que Me ayuden a acompañar el próximo ciclo, porque a partir de que Mi Hijo los visite durante la Sagrada Semana de este año, una etapa más definitiva se cerrará.

Comprendan, queridos hijos, que ahora los ciclos son mensuales y también hay ciclos que son semanales. La Jerarquía ya no podrá esperar veinticinco años, o muchos años más, para que la consciencia humana esté madura y esté en el punto que el Plan necesita para poderse cumplir y realizar.

Por eso, les hago entender la importancia del conocimiento y de la instrucción, que son fortalezas y principios para sus vidas; son direcciones, caminos y sendas para encontrar el Divino Propósito en su diversidad, dentro de la Ley de la Jerarquía, de la Ley del Amor-Sabiduría.

Yo les dejo este mensaje, queridos hijos, este último mensaje que prepara a sus mundos internos para esta Aparición de hoy, momento en el cual cada alma y cada corazón, más allá de lo que esté atravesando y viviendo, tendrá la oportunidad de hacer esa síntesis y de reunir, en su mundo interior, todos los tesoros que ha entregado la Jerarquía, a través de los años y de los tiempos.

Hoy es un momento culminante para todos desde los planos internos, pero también desde los planos espirituales el Padre Eterno estará contemplando esta instancia, en la que nuevamente Sus hijos responderán al llamado de la Madre de Dios, por medio de este encuentro de oración, que intenta fortalecer a todas las almas, a todos los corazones y consciencias para que no tengan miedo, para que aprendan a atravesar el fin de estos tiempos con valentía y con ímpetu, bajo el impulso y la compañía de la Gran Consciencia Crística. 

Por encima de todo, queridos hijos, que siempre esté el amor en ustedes, en sus hermanos y en cada lugar. Es ese amor, el Amor de Dios, que los ha traído aquí para vivir este tiempo, para vivir esta escuela, para vivir este aprendizaje, para servir a Dios. No hay nada que pueda impedir eso. No hay nada que lo pueda obstaculizar ni tampoco intervenir.

Los desiertos son grandes, pero las victorias son más amplias e infinitas.

Retomen la fuerza interior que les da el Sacramento de la Comunión. Afirmen su Bautismo. Afirmen su Unción en Cristo y todo se renovará.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y, bajo la Luz de Mi Corazón, los guío hacia el Propósito Mayor, hasta que ese Propósito se cumpla en ustedes y en el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE TUSAYAN, GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A las almas más probadas

¿De qué tienes miedo?, ¿de no poder corresponderme?, ¿de perder completamente la fidelidad a tu Maestro y Señor?

Recuerda que cada prueba que atraviesas es para forjar el cumplimiento de cada uno de tus votos y, a través de tus votos, concretar la gran misión que te he encomendado.

Cada prueba está llena de incertidumbres y de desafíos que, con inteligencia y no con culpa, debes aprender a superar. Debes demostrarle al Padre que tú Me puedes superar en lo que Yo viví por ti y por tus hermanos en el huerto Getsemaní.

No puedes permitir que la prueba te empuje o te arrastre. Cada desafío de transformación tiene que ser para tu consciencia la oportunidad de dar un paso más en dirección a Mi camino de apostolado.

En las pruebas más difíciles, las resistencias y los aspectos se pueden disolver y volverse cenizas. Nunca habrá una prueba o un aprendizaje que no puedas superar.

De lo contrario, ¿cómo Me demostrarás que de verdad quieres seguirme? Yo no prometo jardines de rosas, sino prometo triunfos espirituales para Dios a través de tu renuncia, sacrificio y redención.

Sé inteligente y actúa con determinación. Haz valer el don que te entregué. Hazlo florecer todos los días y Me estarás haciendo comprender que ya sabes todo lo que necesito.

No te desanimes, un apóstol de Cristo nunca retrocede.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE PHOENIX HACIA TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Acércate a Mí para sentir Mi Gracia y la renovadora fe que puedo entregarle a tu alma.

Con ardiente aspiración, que cada día puedas superarte más en el amor y en el servicio. Así estarás en constante renovación y tu corazón sentirá la plenitud de estar viviendo el camino correcto.

Descansa en Mí cuando lo necesites y ábrete, en este tiempo, para percibir y reconocer la falta de amor que existe en las personas. 

Por medio de la generosidad, alcanza a abrir la puerta de la Piedad de Dios para que más y más almas sientan que estar en comunión podrá ayudar a renovar también a todos los que lo necesitan.

Muéstrame, todo el tiempo, tu espíritu de apostolado y lleva a las almas a religarse a Dios para que ellas se aproximen a la consagración y especialmente al momento de sacrificarse y de ofrecerse como víctimas de Mi Corazón.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para llegar a ser conocedor de Dios, después de cruzar los abismos, las tribulaciones y los vacíos, deben persistir en oración.

El Rosario, hijos, será su abrigo en todas las etapas del desierto.

El Santo Rosario los sustentará cuando sus corazones estuvieran enflaquecidos.

El Santo Rosario los protegerá cuando sus corazones estuvieran asediados. 

El Santo Rosario los elevará cuando sus corazones estuvieran libres.

El Santo Rosario les mostrará la Faz de Dios cuando sus espíritus estuvieran enteros en la oración, entregados al Padre, y su aspiración única y verdadera sea llegar a Él.

Es de las manos de María Santísima que llegarán a Cristo e imitarán Su camino.

Así como Su Señor estuvo interna y enteramente unido a Su Madre Celestial, y de esta forma fue amparado por Sus silenciosas y ocultas oraciones, tanto en el desierto como en la Cruz, así debe estar cada uno de ustedes. Con el corazón íntimamente unido al Corazón de María, déjense guiar y proteger por Ella.

Conocedora de los desiertos como de la cruz, conocedora de la muerte y de la fe en la resurrección, conocedora de la superación y del apostolado, conocedora de los misterios celestiales y de los misterios profundos de la consciencia humana, Su Madre Santísima siempre los guiará.

Por eso, sea en el desierto, en el calvario, en la vida, en la muerte, en la resurrección o delante de los misterios celestiales, confíen en la guía y en el amparo de la Madre de Dios; Sierva incansable, pensada, manifestada y enviada por el Creador para conducir Sus criaturas a Su Corazón.

Vean en María las Manos de Dios, que cruzan dimensiones para buscarlos, y en el Santo Rosario el puente y la conexión correcta para mantenerse unidos a Su Inmaculado Corazón.

Tienen Mi bendición para eso. 

San José Castísimo

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El Trono de Dios se ha conmovido por sus oraciones y súplicas. Por eso, invito a los que puedan, a arrodillarse para agradar al Corazón de Dios y para agradecerle profundamente por Su respuesta.

Es así que hoy vengo del Cielo, nuevamente para estar con Mis hijos, porque Mi único motivo son Mis hijos, los hijos que caminan al lado de Cristo, que siguen Sus pasos, que viven Sus enseñanzas y que intentan, todos los días, vivirlas cada día mejor para sentir en su interior Su sagrada enseñanza que trae para el mundo la renovación, la cura y la fe de todos los corazones.

Hoy vengo del Cielo, pero he visitado antes de llegar aquí, otros lugares de la Tierra que también necesitaban de la intercesión de la Madre de Dios.

Por esta consagración que hoy se vivirá de forma especial, no solo el Uruguay se verá beneficiado espiritualmente, sino también otras naciones del mundo muy lejanas a ésta, que también necesitan de la intervención y de la Misericordia de Dios.

Es así que hoy les traigo una Gracia y les declaro esta Gracia que Dios Me concedió para las naciones del mundo que sufren y que padecen los conflictos de estos tiempos y que no consiguen salir de esos conflictos por la propia acción del ser humano.

Y detrás de todo esto está Mi adversario. Por eso llego a esas naciones para bendecirlas, para elevar a las esencias caídas, para llevar a las almas hacia el Corazón de Dios y para que puedan sentir, sobre todas las cosas, el impulso de Su Amor Cósmico que viene a despertarlos y a renovarlos, los viene a fortalecer en el camino de su entrega y de su consagración, de su fe y de su confianza en el Padre Celestial.

Esta Gracia que hoy traigo es inexplicable, es una Gracia que descenderá sobre esas naciones para los próximos tiempos, especialmente, en ocasión de que los Sagrados Corazones pongan Sus pies en África.

Allí todo sucederá, liberaciones acontecerán y las almas se liberarán de muchísimos y constantes sufrimientos. Pero eso no solo beneficiará a algunas naciones de África, sino también a la consciencia de todo el continente.

Por esa razón, hijos Míos, la preparación para esa Peregrinación será importante y desde ahora lo anuncio y lo declaro para que ustedes, que son Mis hijos, Mis ejércitos, Mis hijos orantes que acompañan a su Madre Celeste, generen las condiciones necesarias en la obra de la donación y de la providencia, para que esa Peregrinación se pueda concretar, ya que será una de las últimas.

El 2020 promete muchos cambios para la consciencia humana, pero también grandes acontecimientos que la humanidad no podrá creer que puedan suceder.

Por eso, la Jerarquía espiritual se une y se concentra para los próximos pasos que se darán en la Obra y en el Plan de Rescate de Mi Hijo.

En ese momento, cuando todo se esté desencadenando, las comunidades ya deberán ser ese receptáculo de amor, las Islas de Salvación, para los que serán llamados a vivir en ellas y a sostener, en nombre de todo el género humano, lo que vivirá el planeta en su transición final.

Por eso, hoy les traigo esta Gracia que es interna, profunda y espiritual. Una Gracia que comprenderán en los próximos tiempos, en los próximos años que no serán muchos, en los que vivirán grandes movimientos como parte de esta humanidad y de este planeta. Esta Gracia muchos la quisieran tener y no la pueden tener, pero hoy se la entrego a ustedes, por la respuesta que Me han dado. De la misma forma entrego esta Gracia a sus hermanos, a los que en diferentes partes del mundo sostienen la llama de la fe y el estandarte del Amor de Mi Hijo, preparando Su retorno a la humanidad.

Comprendan con todo esto, hijos Míos, cuán grande es la necesidad planetaria y cuán pequeños quedan sus procesos internos ante tantas emergencias de la humanidad.

Este es el tiempo, es la hora y es el momento de cruzar el portal hacia la vida del apostolado, a la vida del servicio y de la oración permanente. Porque todo lo que han aprendido Conmigo, a través de los años, fue solamente una preparación para que Mis ejércitos de Luz, en el momento más culminante de la Tierra, estén prontos y disponibles de una manera incondicional, para poder ayudar y colaborar en esta gran batalla del fin de los tiempos que se define, el amor o la indiferencia.

Yo misma llamaré a diferentes hijos, en diferentes puntos de la Tierra, de diferentes naciones, regiones y lugares, para que conformen este gran ejército que en representación de la mayoría, de los más ignorantes e inconscientes, sostendrán el retorno de Cristo.

Y ese momento se cumplirá, la Ley se mostrará y todo estará consumado cuando Mi Hijo retorne al mundo. Y aunque muchos, diría millones, no lo podrán reconocer, Él se revelará y se mostrará de una forma tan semejante a como lo hizo con algunos de Sus apóstoles en la transfiguración del Monte Tabor.

Por eso, deben ser conscientes de que ese momento se está aproximando y de que no falta mucho. Pero serán necesarias su adhesión y su apoyo para la próximas misiones que la Jerarquía planteará en el año 2020, como les he mencionado, en el continente africano.

Es un dolor incalculable el que se liberará, como nunca antes sucedió, como ninguna mente lo podría imaginar ni interpretar; porque Yo soy la Reina de África y la Madre de todos los afligidos, de todos los que sufren y padecen el propio caos que genera el mundo. Pero la hora de esa liberación llegará y todos Mis ejércitos, los que están en el Cielo y en la Tierra, ayudarán a Su Madre Divina en ese gran momento.

Hoy realizo esta consagración de nuevos Hijos de María de una forma íntima y simple, dedicando esta consagración y bendición también a Mis hijas de África que hoy están aquí presentes, que representan a una nación dolorida, sufrida, que agoniza al igual que muchas naciones de África, en donde la desigualdad cree ser la tónica y el poder de muy pocos.

Por eso les traigo la energía del equilibrio, de la armonía y de la prosperidad que debe estar latente en el corazón de Mis hijos de África, sabiendo que por encima de todo lo que sucede y cuando Cristo retorne, llegará el momento de la gran liberación, de la libertad espiritual, de la esclavitud que viven desde hace siglos.

Estas campanadas hoy anuncian ante su Madre Celeste el fin de un tiempo, el cumplimiento de las profecías del Libro del Apocalipsis y el momento de la gran redención planetaria, más allá de los pueblos, de las culturas, de las religiones o de las tendencias que vive el ser humano en estos tiempos.

Invito de una forma íntima a los que hoy se consagrarán como Mis hijos, porque en verdad ya son Mis hijos, su Madre los asumió y los aceptó desde los pies de la Cruz hasta el presente y por los tiempos que vendrán.

Vengan aquí para que los pueda consagrar y pido especialmente a las hermanas de Etiopía que se acerquen, porque en esta consagración representarán a todo su pueblo y a todas las culturas de África, de Mi amada y querida África.

Así bendeciré a todas las naciones de los que hoy las representan, en este día de consagración. 

Hay un pequeño Jesús que habla como Mi amado Hijo, cuando dio Sus primeros pasos y asumió la Cruz de la liberación de la humanidad. Los más pequeños siempre tendrán el primer lugar en el Reino de los Cielos, porque su inocencia y pureza libera al mundo.

Y ahora, antes de proclamar esta consagración especial, pido escuchar el instrumental de Nuestra Señora de Kibeho, ya que, la Señora del Verbo Divino, Guardiana de la instrucción y del conocimiento universal para todas las almas del mundo por medio de la Fuente inmaterial de Dios, concederá una Gracia especial para todos ustedes y en consecuencia para las naciones que representan en este momento y en esta vida.

Ante el Poder que Dios le entregó a Su Sierva Fiel, en la expresión de la humildad y de la pobreza de Su Corazón Inmaculado, ante los ángeles, arcángeles, bienaventurados y santos que proclaman la bienaventuranza de su Madre Celeste, ante los coros celestiales, ante el Trono de Dios, en la Presencia de la Santísima Trinidad, por el Poder y la Misericordia que Me concedió Mi Hijo y la Gracia intercesora del Castísimo Corazón de San José, es que hoy traigo para cada uno de sus corazones la Gracia de la liberación, la cura y el perdón del pasado para que sus heridas más profundas y silenciosas sean sanadas por la imposición de Mis manos, de una Madre que los consuela, que los conforta, que los contiene, que los apoya, que los ama y que los acepta así como son.

Por todos estos méritos, concedidos desde el nacimiento de Cristo hasta Su muerte y resurrección; por toda la instrucción concedida a lo largo de los siglos, en las centenas de apariciones acontecidas en la humanidad; por los milagros, las conversiones, las adoraciones, las ofertas, las celebraciones eucarísticas; por todo lo que Me han dado Mis hijos en la pobreza y en la simplicidad de sus espíritus, es que hoy los consagro para que el Cielo descienda sobre ustedes y sobre sus naciones a fin de que el Amor de Cristo cure y sane todo dolor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ahora quiero que canten, para que la Madre del Verbo Divino siga teniendo la Gracia de instruir al mundo, aunque deba partir en los próximos tiempos hacia el Reino Celeste, de donde ha venido para anunciarse a Sus hijos en el amor y en la compasión. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Y estas rosas y flores que han sido bendecidas y consagradas por Dios a través de Mi Inmaculado Corazón sean la recuperación, la vivencia y la expresión de su pureza esencial que los ha traído aquí para curarlos y regenerarlos.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE DÜSSELDORF, ALEMANIA, HACIA LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo ocupo un espacio en tu vida y en tu corazón que ningún ser de la Tierra puede ocupar, eso no significa que no existan almas que amen de verdad a otras almas.

Pero el espacio que Me pertenece, en la vida espiritual de cada ser, es muy especial para Mí, así como el espacio que Yo siempre tengo guardado para ti es eterno y especial.

Quiero que en este tiempo, en el que la entrega incondicional y el sacrificio se trabajan diariamente, puedas saber y confirmar que, a pesar de que esté en silencio, siempre tendrás en Mi Corazón un espacio importante.

Así, Yo podré darle a tu alma y a tu consciencia lo que ellas necesitan interiormente, para que todos los días vivas el camino del servicio y del apostolado. Porque en ese camino encontrarás la expansión del corazón y la universalidad de la vida; en él podrán aprender a crecer interiormente, sintiendo la importancia de que cada día se hace más necesario amar sin condiciones a fin de que en el mundo se cumpla la Voluntad de Dios, así como la Voluntad debe cumplirse en ti.

Anímate a hacer la experiencia de entrar en Mi Corazón y de descubrir nuevos tesoros espirituales.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE DÜSSELDORF, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando las almas agradecen a Dios por otra misión cumplida, abren las puertas para que más Gracias desciendan sobre el mundo y para que más almas puedan recibir la cura, el perdón y la Misericordia de Dios.

Peregrinar con los Mensajeros Divinos por el mundo, físicamente o de corazón y de consciencia, es asumir el apostolado de estos tiempos y olvidarse de sí mismo para que el mundo reciba la paz que proviene del Corazón del Creador.

Hoy, hijos, no solo sus corazones están agradecidos, sino también el Corazón de Dios emana gratitud al Cosmos infinito y Su Amor es sentido en toda Su Creación.

El Corazón de Dios está aliviado, así como lo están tantas almas y estados de consciencia que ustedes desconocen. La liberación vivida en los últimos días alivió y reparó el Corazón del Padre; aunque la gratitud más profunda del Corazón de Dios surge de sentir la unidad que Sus Ojos ven en la Obra de Amor establecida por Él en la Tierra.

Sus corazones alcanzaron a vibrar en un mismo propósito, en unidad y en amor, sin importar dónde estuvieran y qué papel cumplían en el Plan de Dios. Finalmente, hijos, las almas pudieron experimentar y vivir lo que es ser un misionero de Dios, un apóstol de Cristo, un compañero Suyo. Pudieron comprender que este es un estado interno, un estado de consciencia. Al fin, el Amor de Su Creador está llegando al lugar correcto dentro de ustedes y las instrucciones entregadas por Dios se están haciendo vida en sus consciencias.

¿Ahora comprenden qué poco es necesario para establecer la paz? ¿Y qué plenos se sienten cumpliendo el Plan de Dios?

Su actitud de transformación, de unidad y de amor abrió las puertas para que los Mensajeros Divinos estén un tiempo más en el mundo y para que las naciones que se habían autocondenado a la perdición puedan recibir la Misericordia Divina. De ahí proviene la gratitud de Dios y la gratitud que hoy les expresa Mi Casto Corazón.

Hoy la Red de Luz del Corazón de su Madre Divina se hace visible, resplandeciente, abrazando a la consciencia planetaria; y por eso, Yo les agradezco.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la Paz universal de Mi Hijo esté en sus corazones y que esa Paz les ayude a fortalecerlos en el tiempo y en el sacrificio por Cristo para que, permeados por la Paz universal del Señor, aprendan todos los días a sobrellevar los desafíos y las pruebas de estos tiempos.

Que en la Paz universal de Mi Hijo ustedes encuentren la confianza de Dios, la que los renovará y los colmará de todos Sus Dones a fin de que el camino del apostolado sea vivido, cada día más, con mayor entrega y disposición ante las necesidades de la humanidad y del planeta.

Queridos hijos, hoy Dios contempla en Su Paz universal, el verdadero esfuerzo de Sus criaturas, de todos los que se dispusieron y se ofrecieron como discípulos de Mi Hijo.

Como Madre protejo y cultivo la paz interior en ustedes para que, a pesar de la adversidad de estos tiempos, siempre, Mis queridos hijos, tengan entusiasmo y valentía para servir mejor, cada día, al Señor del Amor.

Hoy les dejo la Paz universal de Mi Hijo para que, internamente, sea difundida en todos los rincones de la Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO TRANSMITIDO EN MEDJUGORJE, BOSNIA Y HERZEGOVINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.

Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.

Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.

Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.

Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.

Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.

En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.

Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.

En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.  

A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.

Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.

La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.

Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad. 

Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.

Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.

El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado. 

Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.

Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.

Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.

De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.

Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.

Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.

Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.

Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima. 

Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.

Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.

Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE NÁPOLES, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Solo la Luz de Mi Espíritu les bastará para poder atravesar el fin de los tiempos porque es por medio de Mi Luz que traspasarán toda oscuridad, atravesarán los tiempos con coraje y valentía.

No se medirán por sus miedos, sino por su fortaleza, la fortaleza que viene de Dios, que proviene de Su Espíritu, de Su Templanza y de Su Sabiduría.

Vengo aquí, compañeros, a traer la Luz de la divinidad de Dios, para que todas las esencias creadas alcancen la Luz del Padre Celestial y sean retiradas de los abismos de la Tierra por la intercesión poderosa de su Maestro y Señor y de todos los coros angélicos.

Vengo a traer a Italia la balanza espiritual de la igualdad y de la justicia para que ese principio, que proviene del Padre, se establezca en esta parte de la humanidad y, algún día, en el resto del mundo.

Sin la Justicia Divina y sin la Divina Igualdad, la humanidad de Italia no se podrá redimir.

Por eso, vengo a ofrecerles Mi Corazón. Vengo de lo más profundo y desconocido del Universo para que los ojos de su consciencia se puedan abrir y reconocer la Luz poderosa del Hijo que viene en el nombre del Padre a traer la salvación para la humanidad, el fin de la esclavitud espiritual y de la perdición de todas las almas en la ilusión mundial, en la indiferencia, en la soberbia, en la falta de caridad y de amor por el que sufre, por el semejante, por el que desespera.

Necesito, compañeros, que sus corazones se abran para que los Cielos se puedan abrir sobre Italia porque es una nación que necesita mucho de Dios, de una absoluta reconciliación y confianza con el Todopoderoso, el Padre Celestial. 

Así, aprenderán a ser justos y serán iguales unos con otros. No habrá mediocridad, no habrá indiferencia en sus corazones, no repetirán los mismos errores que repitieron los fariseos en el tiempo pasado.

Ustedes deben ser los Nuevos Cristos, los más imperfectos entre los imperfectos, los que deben colocar la cabeza en el suelo para implorar por su redención y por su patria antes de que todo se desencadene, antes de que todo se manifieste, antes de que nada puedan controlar.

Vengo a través del verbo de la Justicia de Dios, pleno de Su Misericordia y de Su Amor profundo, porque sé que en algún nivel Me pueden escuchar.

No hablo para sus oídos materiales, hablo para sus oídos internos, para sus esencias, para sus almas, para sus espíritus que deben retomar el camino de la luz, del bien y de la paz para que esto no solo se refleje en Italia, sino más allá de esta tierra.

Dios necesita que se conviertan en Sus dignos hijos, que abandonen la apariencia, la mezquindad y el poder que creen tener en sus manos.

Permitan, compañeros Míos y nuevos discípulos, que Yo los pueda transformar, que Yo los pueda amar, que ustedes puedan sentirme, reconocerme y vivirme como cientos de discípulos Míos Me viven, Me reconocen y Me aman plenamente.

Su deber para con el Universo y la humanidad, como nación y como religión, es muy grande. Por eso, escojo los lugares más simples como este, en donde falta aún la Justicia de Dios para que esté presente Su Sabiduría, porque necesito que en los más simples y humildes, en los que aún no conocieron el Amor de Dios, pueda despertar Mi Amor crístico y soberano. Para que, como Mi Corazón misericordioso, sus corazones sean misericordiosos, corazones de bien y corazones de paz, a fin de que su tierra y su país sean reconstruidos espiritualmente y no tengan temor a la Verdad, la Verdad soberana y desconocida que Yo les traigo del Cielo y del Universo. Para que sus esencias, que esperan este momento y esta oportunidad, puedan reconocerla, puedan verla y aceptarla como parte de sus vidas, le traigo la Luz de la divinidad de Dios a una Italia que deberá redimirse, de forma religiosa, social y humana.

Aún hay mucho por curar aquí, hay mucho sufrimiento que aliviar, hay mucha misericordia por derramar. Por eso, Yo vengo del Cielo trayéndoles la Palabra de Dios, para que la Palabra que proviene del Verbo Divino los pueda despertar, redimir y salvar.

Abran sus corazones a lo que proviene del Cielo en este momento. El Señor del Universo, en la acción de Su profunda Misericordia, por los méritos de Su Pasión, disuelve la oscuridad del planeta, los conflictos de las naciones, las incomprensiones de los pueblos, los errores de cada uno de ustedes.

Este es el tiempo de la Gracia, es el tiempo de la Misericordia de Dios, pero es un tiempo que pasará antes de que todo llegue al mundo de una forma desconocida y sorprendente. Vengo a preparar sus almas y corazones para todo lo que vendrá y sucederá, porque en verdad les digo que no lo podrán creer.

El tiempo que llegará es definitivo para todas las naciones, pero si sus oraciones y corazones llegan al Cielo de una forma constante, permanente y continua, todo, todo se transformará por sus buenas acciones, por sus ejemplos de vida en el camino de la caridad y del bien.

Italia necesita vivir el Plan de Dios, apoyar plenamente al Santo Padre por los cambios que él quiere hacer y realizar. Él cuenta con Mi divina autoridad, por eso lo deben escuchar para que Me puedan escuchar a Mí. Italia siempre fue una tierra bendecida y debe seguir siendo bendecida para que sus males se borren de la consciencia humana.

Como testimonio de ese Amor que proviene del Universo, Yo les ofrezco los méritos de Mi Pasión, de Mi Muerte y Resurrección, por medio del Sacramento de la Comunión. Por eso hoy los vengo a ungir con Mi Espíritu, en el nombre del Espíritu Santo.

Hoy vengo a darles la Paz, para que sus corazones se animen a vivir la transformación y el apostolado que hoy le ofrezco a cada uno de ustedes como a cada uno de sus hermanos en el mundo.

Deben ser parte de Mi ejército de Luz del fin de los tiempos para que Italia tenga una extraordinaria oportunidad. Pero, dependerá de su pueblo, de su cultura y de su patria, que verdaderamente abran las puertas para su Maestro y Señor, para que Él nuevamente pueda volver aquí y vivan Su Voluntad y no la suya, la Voluntad de Dios, lo que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.

Su Divina e Insondable Voluntad, para cada uno de los italianos, aún levita en el Universo y espera descender sobre sus consciencias para que se manifieste Su Plan de Amor y de Redención.

Con amorosa gratitud, en el nombre de su Divina Señora, acepto con inmenso Amor la Oración por la Paz en Italia e invito a todos los orantes, como hasta ahora, a que asuman ese compromiso. Porque será Sudamérica y una parte de Europa, las que ayudarán a Italia en su verdadero proceso de conversión espiritual.

Eso ayudará al Santo Padre, y una comunión espiritual e interna se establecerá e irá más allá de los dogmas y de las creencias. Porque el propósito de orar por Italia es sostener el ecumenismo cristiano y la alianza tan esperada que esta obra de amor realizará con el Santo Padre, respetando los principios y las creencias por medio del Amor que Yo les dono a través de Mi Corazón.

Deseo que esa oración sea permanente, comenzando, al menos una vez por semana. Porque el amor, el amor divino, el amor incansable, el amor incalculable, el amor de la Fuente de Dios deberá descender sobre Italia por medio de la Oración por la Paz. Porque hasta que los corazones no sientan el amor, que muchos de ustedes recibieron de Mi Corazón en algún momento, la conversión no llegará, la redención no sucederá.

Por eso, Yo los invito no solo a orar por Italia, sino también a hacer algunos sacrificios como el que les pedimos, hace muchos años, cuando toda esta obra comenzó en la sagrada Aurora. Y un lugar, tan desconocido y pequeño como el Uruguay, fue pensado por Dios y por Su Divino Hijo, en confraternidad con la Divina Señora, para que despuntara desde Aurora, la Luz Redentora hacia la humanidad. 

Amamos el sacrificio de Aurora. Reconocemos su sacrificio, su servicio y su incansable donación para que la luz del nuevo amanecer, como es la Aurora, llegue a todos los corazones del mundo, a todas las naciones y a todos los pueblos, a todas las almas que buscan la Luz de Dios desde hace mucho tiempo.

Esta es la razón por la cual estamos aquí, renunciando como Yo se los pido. Así como su Maestro y Señor renunció desde la Última Cena hasta lo alto del Monte Calvario, hasta el último momento de Su expiración en la Cruz. Este es el sacrificio tan grandioso y semejante al que la Nueva Aurora, la Luz del nuevo amanecer, hace por la humanidad hasta que Dios lo necesite.

Por eso, compañeros, su casa, su morada será el planeta y no sus tierras de origen y tampoco su cultura ni su pueblo. Su morada serán las naciones para que los que necesitan amor alcancen la luz de la redención en el nombre de Cristo.

Ha llegado el momento de renovar el sacrificio del Cordero de Dios por medio de la memoria de la Última Cena. Los invito, en este momento, a revivir Mi Pasión en cualquier lugar de la Tierra, en donde estén reunidos o con quienes se encuentren. Por más que a veces no comprendan a sus semejantes, agradezcan a Dios con quienes se encuentran en este momento y en esta hora, porque tiene un porqué y una razón.

Todos participarán como esencias y como almas del misterio interior de la Eucaristía, de la inmensidad del Amor de Dios por medio de la celebración y de la consagración del pan y del vino como el Cuerpo y la Sangre del Redentor.

Así como Juan el Apóstol lavó las manos de su Maestro en la Última Cena, secretamente, para donarle el amor de su corazón y fortalecer la experiencia del Sacrificio de su Señor; hoy, por medio de la Gracia Divina, lavo y purifico las faltas de Italia para que las almas emerjan de los infiernos y alcancen la Luz Celestial. Que así sea.

Nos colocamos reverentemente de pie o nos arrodillamos.

En aquel tiempo su Maestro y Señor tomó el pan, y reunido con Sus apóstoles dio gracias a Dios por el sacrificio, aun sabiendo todo lo que sucedería después de Su ascensión con la humanidad y con el planeta, hasta los días de hoy. Aun así, en un profundo acto de amor y de reverencia por las almas, su Señor les dijo: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados". Y la Luz de la Divinidad de Dios descendió sobre el mundo.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

Antes de finalizar la Cena, su Maestro y Redentor tomó el Cáliz y, volviendo a agradecer por el sacrificio, lo entregó a Sus apóstoles y les dijo: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Redentor, por todos los mártires para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria". Y la Luz de la Divinidad de Dios volvió a descender sobre la Tierra, los infiernos se cerraron y las almas en un profundo gozo espiritual, se salvaron.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

Oración: Padre Nuestro (en español).

Escucharemos ahora el Padre Nuestro en italiano.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo. Dichosos los que son invitados a servirse del Redentor. Amén.

En un inmenso amor, Yo los coloco. En una inmensa Gracia, Yo los dejo. Y por un gran Amor, Yo los renuevo para que Me reconozcan dentro de ustedes; y la Obra de Mi Paz y de la Misericordia se cumpla en la humanidad, por los siglos de los siglos.

En unidad, perdón y reconciliación, en el nombre del Amor de Dios, en fraternidad por Italia y por el mundo entero, se darán el saludo de la paz.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Podemos darnos el saludo de la paz.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A través de los tiempos reúno, en torno de Mí, a los apóstoles de los últimos tiempos.

A todos los convoco, más allá de su preparación interior, para que puedan vivir la experiencia del amor universal y de la redención máxima.

Por esa razón, de tiempo en tiempo, no solo los bendigo y los absuelvo para que puedan caminar a Mi lado, sino también los renuevo y los consagro como Mis apóstoles de los últimos tiempos.

Es en este sentido que su Maestro y Señor viene para prepararlos en el amor y en el servicio incondicional.

Yo los llamo “los Míos” porque sé que Me pueden corresponder en este tiempo.

Por esa razón, Yo traigo del Universo todos los impulsos que necesitan para que aprendan a evolucionar y a vivir lo que Yo tanto espero de cada uno.

Compañeros, este ya es el tiempo del apostolado, de la dedicación absoluta a las Leyes Superiores para que, finalmente, el mundo se pueda transformar.

Les dejo Mi necesidad de que vivan siempre a través de Mí y no a través de los acontecimientos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y en el silencio del corazón, su Maestro y Pastor está finalizando Su jornada diaria de estar con ustedes; pero, en la Omnipresencia de Mi Padre, seguiré estando con ustedes hasta el fin de los tiempos.

Llegó el momento de que Mis últimos apóstoles den testimonio de Mi Palabra; que den a conocer el poder de Mi Amor; que bendigan, sacramenten, confiesen y perdonen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Llegó el momento de que Mi Iglesia en toda la Tierra sea purificada y restaurada. Para ese momento y acontecimiento los preparé hasta ahora.

Entonces, vayan y hagan todo lo que les enseñé. Sean el Amor vivo de Mi Corazón por donde anden. Sean compasión, verdad y pureza. Cumplan con los designios del Señor. Construyan de nuevo las bases de Mi Iglesia Celestial en los corazones para que las almas que  fueron profanadas y abusadas por Mi Iglesia ya no sientan dolor, miedo ni resistencia; que todas ellas puedan recuperar su fe y su contacto interior Conmigo.

Dichosos serán los que en este último tiempo hayan seguido y escuchado Mis mensajes diariamente.

Infelices serán los que no hayan dado importancia a Mis mensajes porque no tendrán muchas herramientas para atravesar el fin de los tiempos.

Nada, absolutamente nada se desperdicia. La Palabra del Señor es bendita y misericordiosa.

Ahora es el tiempo de vivir el apostolado del Señor.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Acércate a Mí y Yo te llevaré hasta la Fuente Inmaterial de Mis Gracias, lugar en donde lavarás tus pies, tus manos y tu cabeza para poderte purificar y reconsagrar.

Quédate dentro de esa Fuente para que tu alma se pueda renovar y, en consecuencia, toda la humanidad sea renovada al haber alcanzado tú la redención.

Quédate en Mi Fuente Inmaterial para que tu ser se pueda sublimar y encuentre el sentido de Mis Leyes Inmateriales.

Quédate en Mi Fuente para que todo lo interno se pueda curar, y lo más viejo y profundo se pueda liberar, a fin de que nazca la esencia del nuevo ser.

Quédate a Mi lado después de haberte purificado. Sonríele a la vida y vivirás la renovación.

Quédate sumergido dentro de Mi Silencio para que, encontrando dentro de tu ser la Verdad de Dios, participes de la comunión con la vida divina y también renueves el camino del apostolado y del servicio a la humanidad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ser testimonio vivo de la Presencia de Dios

Hijos Míos:

Hoy los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres.

Que sus vidas le hablen al mundo y que sus ejemplos hagan que aquellos que los encuentren busquen la paz y se cuestionen sobre lo que están haciendo de sus propias vidas.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en la Tierra, primero deben purificar sus corazones de toda mancha, de toda crítica, de toda falta de unidad con el prójimo y con Dios.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben asumir un camino de oración y de servicio donde quiera que estén. Ya saben que pueden hacer de la propia vida un acto eterno de servicio en cada instante.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben aprender a perdonar al prójimo y a sí mismos, y abrirse para comprender las debilidades ajenas; colocándose siempre en el lugar de sus hermanos, para entonces comprender su sentir y su pensar.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben perder la vergüenza y el temor de ser verdaderos y transparentes todos los días, deben vivir la propia fe y ser simples delante del juzgamiento de los hombres.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben estar dispuestos a purificar la propia voluntad, el propio dominio y el poder sobre el prójimo y sobre todo.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben hacer la diferencia entre los hombres, debe estar dispuestos a entregar aquello que la humanidad siempre aspira a engrandecer; dispuestos a la humildad y al silencio; dispuestos al anonimato y a la soledad; aunque, hijos Míos, Dios los coloque en medio de multitudes.

Nunca pueden perder la sed de estar solos con Dios, porque solo aquellos que saben silenciar con el Padre, sabrán hablar en público en Su Nombre.

Hoy, hijos amados, Yo los llamo a un paso más que el apostolado; los llamo a entregar sus vidas a Dios, como testimonios vivos de Su Presencia en el mundo.

Es tiempo de anunciar y eso se hace con el ejemplo que resuena más allá de las palabras y traspasa las capas de la mente para llegar al corazón y allí perpetuarse.

Hoy los llamo a ser testimonios de los últimos tiempos, los santos de los últimos días; porque para equilibrar lo que en este momento acontece en el mundo es necesario, hijos, renovar el apostolado, renovar el espíritu del Evangelio con la vida y tornarse verdaderos discípulos de Cristo, como Él los necesita.

En este día de bendición especial y de infinitas Gracias, que su Madre Celeste derrama desde el Séptimo Cielo y más allá de él, Yo los llamo a ser aquellos que ofrecerán el propio destino a Dios, que seguirán Sus pasos de forma incondicional y que vencerán el miedo, transcendiéndolo con la potencia del Amor de Cristo.

Hoy Yo los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo; y si no pudieran serlo, oren por aquellos que sí rendirán sus almas a los Pies del Creador y en todos los instantes de sus vidas le preguntarán: Señor y Dios, ¿qué necesitas de mí hoy?

Oren por los que entregarán su corazón a Dios y que con fervor testimoniarán Su Presencia en el mundo, y sean parte del apostolado de estos tiempos.

Hijos Míos, el mundo necesita de ejemplos palpables y de entregas verdaderas; por eso todos los días renueven su entrega al Padre y busquen la forma de que ella sea cada vez más transparente.

Hoy, hijos, les pediré que oren con fervor por aquellos que fueron llamados a entregar sus vidas a Dios y que, sin comprender y sin saber, se tornaron Sus testimonios vivos para estos tiempos.

Oren para que los instrumentos del Padre perseveren hasta el fin, porque de la entrega de unos pocos surgirán los méritos para la salvación de todos.

Oren para que las Gracias se multipliquen y para que la Misericordia encuentre espacio para derramarse en el mundo.

Y, al fin, oren para que existan nuevos y eternos testimonios de la Presencia de Dios entre Sus hijos.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo.

En este día, de forma especial, bendigo a Mi amado hijo que rindiendo su corazón al Padre permitió que el Creador hiciese de su existencia un testimonio vivo de la Presencia de Dios en el mundo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto