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Para estar en el Corazón de la Jerarquía y mantenerse allí, deberán vivir, por encima de todo, la unidad. Esa unidad que se construye con transparencia y con amor, unidad que se construye sabiendo primero escuchar y después hablar, unidad que se construye siendo capaz de percibir el verdadero valor de cada ser y cómo el otro es una pieza indispensable en la Obra que Dios está realizando en la consciencia humana.
Estar en unidad es saber relacionarse con el otro, consciente de la Presencia Divina en esa relación; es saber que mientras hablan, piensan, sienten, actúan, los Ojos de Dios están sobre ustedes, Su Presencia los bendice, Sus Leyes los conducen.
Colocarse conscientemente en Presencia de Dios, en cada instante de la vida, es lo que alejará de ustedes los estímulos del enemigo e impedirá que sus aspectos más humanos sean los que gobiernen sus vidas. En Presencia de Dios, esos aspectos se van transformando y sublimando, y son sus almas y sus espíritus los que pueden conducir la expresión de sus seres.
Estando en Presencia de Dios, estarán con el corazón en Su Reino, y ese Reino los envolverá, los protegerá y los amparará siempre. Por eso, hijos, este es el gran secreto para mantenerse en el camino de la Jerarquía: estar siempre en Presencia de Dios, bajo Su Mirada y dentro de Su Corazón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Un alma que se sentía agraciada por todas las bendiciones que le llegaban constantemente a su vida, en un momento de oración, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor amado, tengo todo y mucho más recibo de Ti cada día, dime el motivo de tantas bendiciones. ¿Qué debo hacer con cada Gracia recibida? ¿Cómo puedo agradecer los Dones de Tu Eterno Espíritu?”.
Y el Señor le respondió: “Ve, alma pequeña, que del Universo Celestial fluyen constantemente Dones y Gracias hacia toda la vida. Mi Amor es vertido sobre la Creación, indistintamente, sobre todos aquellos que se abran para vivirlo.
Si tú Me abres las puertas de tu corazón, de tu consciencia y de tu vida, esas Gracias fluirán por ti e inundarán todo a tu alrededor. Pero, cuando Mis hijos Me cierran las puertas, cuando son ignorantes o indiferentes, cuando están con su atención dirigida solo hacia el mundo, Mi Manantial pasa y simplemente pasa, sin que lo sientan, sin que lo vean o lo perciban.
Todo lo que les envío a las criaturas es por Amor, para que crezcan, renueven y recreen la Creación. Por eso, toma Mis Bendiciones y sé un alma agradecida; toma Mis Dones y multiplícalos a través del servicio, de la oración, del ejemplo vivo de cada día en el que Yo vivo en tu interior y Mis Gracias fluyen por ti, para que así los ciegos puedan ver, los que tienen miedo se puedan arriesgar, los que no aman se puedan abrir, los que no sirven y no salen de sí se puedan donar y descubrir el inmenso Amor que fluye de Mi Corazón hacia aquellos que se donan sin condiciones.
Que Mis Gracias y Bendiciones no permanezcan en ti y en ninguna alma de este mundo, sino que crezcan, se multipliquen, se renueven y lleguen a todos los seres”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe a percibir el fluir de la Gracia de Dios, a recibirla, multiplicarla y donarla constantemente.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Relato del mensaje:
Durante la ceremonia de consagración de los Misioneros en el Centro Mariano de Figueira, en el altar había una estatua de San José y, en un determinado momento, ella comenzó a brillar muy intensamente. Observamos este movimiento para comprender lo que estaba sucediendo; en cuanto los sacerdotes se estaban aproximando al altar para consagrar la Eucaristía, sobre ellos comenzaron a abrirse muchos portales, de una forma rápida e intensa. En ese momento, apareció San José, luminoso como un sol.
Detrás de Él, había un camino hacia África; Él estaba rodeado de niños y traía también un niño africano en Sus brazos. Él dijo que vino para que comprendamos la importancia de las misiones humanitarias para la Jerarquía.
Trajo consigo una Gracia para cada misionero que se consagró, algo espiritual e interno, y transmitió un mensaje extraordinario. Fue la primera vez que San José apareció, desde el fin de los ciclos de Sus Apariciones, el último 18 de agosto.
Él nos dijo:
Vengo en el silencio, por Voluntad de Dios y por Su Divino Amor. Vengo porque, para Mí, es tan importante acoger y servir a las almas de África, como acoger a los que se consagran al Plan de Dios y a la misión primera de rescatar el amor en los corazones de todos los seres, en la consciencia de todos los Reinos de la Naturaleza.
Vengo para bendecirlos, no porque todas las bendiciones que ya recibieron no fueran suficientes, sino porque deben comprender cuán importante es para Dios la misión que llevan adelante y que la seguirán llevando por los cuatro puntos del mundo.
El Creador acompaña sus pasos, así como Yo también los acompaño; sea inspirando sus espíritus; sea observando sus caminos, Yo siempre los acompañaré.
Hoy se abren los Cielos como se abren sus corazones, porque a cada oferta que la humanidad realiza, nuevos méritos son generados para la salvación y la redención de la humanidad.
Hoy vengo no solo con una bendición; vengo abriendo el camino de sus espíritus para que lleguen a Mi amada África. Yo estoy ahí. En omnipresencia y amor, les indico la dirección en la cual hay mayor necesidad. Vengan conmigo al encuentro de la transformación de sus vidas.
Las misiones humanitarias, hijos, así como los diferentes encuentros de oración que se realizan en el mundo, son los pilares de la redención para estos tiempos, son los instrumentos de los cuales se vale su Creador para mantener viva Su esperanza de redención y de transformación de la humanidad. Por eso estoy aquí.
Vengo con una Gracia. Vengo con una puerta hacia un nuevo paso. Vengo como una confirmación para sus almas y sus vidas. Vengo, como su Padre y Amigo, a decirles que en silencio los aguardo, que África los aguarda, y más que esto, que la África que hay en el interior de cada ser los espera, para que sirvan al prójimo como si fuera su última oportunidad de servir.
Yo Me alegro con sus pasos, así como Dios se alegra y renueva Su Amor a través de su consagración.
Hoy y siempre, ustedes tienen el Amor de Mi Casto Corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Me alegra ver a los corazones que se abren para ser sacramentados. Me alegra ver al Espíritu de Dios descendiendo sobre el mundo e impregnando a las almas y a los corazones de los seres, despertando lo Sagrado que hay en su interior, revelando su universo interno y la semejanza perfecta con el Padre Celestial.
Me alegra ver cuando el Creador puede manifestar Su Presencia entre Sus hijos, derramando Su Perdón y Su Gracia sobre los corazones que se hacen transparentes ante Él.
Me alegra ver el crecimiento espiritual de aquellos que fueron llamados por Cristo para repartir Sus bendiciones y Su expiación en el mundo.
Cuando un Sacerdote perdona los pecados de un alma angustiada, también sus propios pecados son perdonados. Cuando lava los pies de una alma sedienta de nuevos pasos que la conduzcan al Señor, también sus propios pies son lavados. Cuando bautizan en nombre del Espíritu de Dios, revelando a las almas su filiación con el Altísimo, también sus propias almas son bautizadas por el Fuego del Espíritu Santo. Cuando ungen con la potestad de Cristo para curar a las almas de sus más profundas enfermedades, también sus almas y toda la consciencia humana reciben la cura de aquello que está degenerado.
Los Sacramentos, concedidos y recibidos con amor, son gracias que permean toda la vida; son un servicio para toda la Creación, porque, cada vez que son sacramentados se aproximan más a Dios y conducen a toda la humanidad a retornar a Su Corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En este ciclo, hijos, todo se transforma día a día. Las necesidades se muestran a cada instante. Solo es necesario saber responder y vivir las necesidades.
Si viven el servicio y dan lo mejor de sí, serán renovados por la Gracia que es hacer de la vida una entrega a Dios.
Cuando sirvan, amen y estén atentos a lo que es necesario a su alrededor, el propio Creador se revelará dentro de ustedes, los suplirá interiormente, les dará nuevas fuerzas y restaurará sus cuerpos y su espíritu.
Reciban Mis bendiciones para este tiempo del planeta. Amen lo que hacen y el propósito de sus vidas. Dejen que sus dificultades se disuelvan en el Amor. Dejen que sus miserias se disuelvan en la gratitud de estar evolucionando en las Manos de Dios y bajo Su amparo.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Coloca tu corazón en el Corazón de Dios y agradece, hijo, por otro ciclo que se inicia. Deja que tu espíritu encuentre la renovación y la paz en los impulsos que descienden del Cielo para conducir a las almas al nuevo tiempo.
Cada día trae consigo las Gracias y las bendiciones para superar las pruebas y los desafíos que se presentan. Abre tu corazón para percibir y recibir estas dádivas y comprende cómo el Creador guía tus pasos y los ampara para que, a través de tu vida, otras almas encuentren la paz.
Ama el camino del despertar y del retorno al Origen, que él sea para ti la prioridad de tu corazón.
Comenzó un ciclo en la humanidad, hijo, en el que las pruebas planetarias se tornarán aún mayores, los asedios y las tentaciones crecerán y verás sucumbir a los que no estaban afirmados en Cristo. Pero, a pesar de todo, calma tu corazón y encuentra la paz. Afirma las bases de tu fe en la oración y en la entrega permanente, para que muchos se sustenten en esta barca de salvación que es la fe en los corazones de los hijos de Dios.
Infinitos serán también los impulsos que descenderán a la Tierra provenientes del Universo de Dios y de Su Corazón. Muchos de los que estaban adormecidos se despertarán bajo un gran impulso y todo tendrá su equilibrio.
Ora y mantiene tu Corazón en Dios. Ve pasar las pruebas de estos tiempos con tu corazón afirmado en Cristo y así, no solo encontrarás la paz, sino que serás un instrumento de paz para este mundo.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte siempre a Dios, más allá de las pruebas y de las caídas, porque para Dios es importante que se cumpla Su Plan de Amor y de Redención en la humanidad.
Por Su Divino pedido coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte porque Él necesita que la reconciliación se establezca en el mundo y que sus hijos más perdidos de la Tierra puedan reconocer y encontrar el Amor de Dios como un medio de salvación y de alivio.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de todos los que, de alguna forma, fracasan en la vida espiritual y por medio de este gesto de amor traigo, en este día, la oportunidad de volverte hacia Dios y de encontrar Su Infinita Misericordia.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de la redención y de la paz que debe despertar en todos los hijos del Padre, los que en algún momento se enfrentarán a la Verdad y deberán vivirla.
Coloco Mi Mano sobre ti para perdonarte, para fortalecerte, para animarte a decirme "sí" hasta el final.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Por donde vayas, lleva contigo el Amor y la Gracia de Dios para que aquellos que se encuentren contigo sientan el auxilio y la Gracia que proviene del Corazón del Padre, sientan que es el propio Dios quien los acoge a través de Sus instrumentos.
Deja que tu mirada sea pura y transmita Misericordia, que tus acciones sean puras y transmitan las bendiciones que recibiste de Dios.
Hijo, este mundo necesita de pacificadores que puedan ser, en sí mismos, instrumentos de esa paz para todos los seres. Tu vida se debe convertir en una oración y en un servicio permanentes, porque hoy ya no será el verbo el que transformará a las almas, sino los ejemplos que, los que, a pesar de ser silenciosos, hablarán alto en este mundo tan necesitado de Dios.
Por eso, ve y en tu peregrinar sé consciente de tu misión no solo cuando oras, sino cuando vives.
Todos los seres de esta Tierra tienen una misión que cumplir y muchos de los que encuentras en tu camino necesitan despertar. Hoy te digo que un acto misericordioso podrá cambiar tanto la vida de un hermano tuyo como mil oraciones realizadas con el corazón.
Hoy esta es Mi petición para ti: que lleves la paz por donde vayas, que seas la paz para el mundo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Después de abrir las puertas de tu corazón para vivir el don de la gratitud, deja, hijo, que tu ser reciba las bendiciones que provienen de Dios. Con las bendiciones del Altísimo deberás fortalecer tu mundo interior, tu misión en el servicio a este planeta, sobre todo a través de la oración.
Cada día que pasa, las naciones claman espiritualmente por auxilio, y el propio corazón de la Tierra se hace oír a los que son sensibles al amor y a la verdadera necesidad de este mundo.
Por eso, ora y ora con fervor, ofreciendo tantas Gracias y bendiciones que recibiste del Cielo, en nombre de todos aquellos que nada tienen.
Ora por el corazón de África, de forma especial, para que, a pesar de todo el sufrimiento, no pierda su pureza e inocencia.
África debe ser el símbolo del renacimiento de este mundo. De su seno proviene la vida, y después de todo lo que aprendieron, también de sus entrañas el amor se debe renovar y superar.
Ora para que las naciones transciendan las purificaciones de este tiempo, y que en el auge del calvario de este mundo estén los seres capaces de perdonar y de amar por encima de todas las cosas.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mensaje transmitido en el huerto del Monasterio de la Asunción y del Divino Espíritu, en Uruguay, donde fue colocada una fuente con una imagen de Nuestra Señora del Huerto.
Como el agua que brota de las fuentes consagradas a la paz, que las bendiciones divinas se derramen sobre sus almas y corazones y que, a través de ustedes, lleguen al mundo entero.
Que las Bendiciones que Dios vierte sobre sus vidas se multipliquen y lleguen a cada corazón de este mundo.
En este huerto consagrado a la oración, a la contemplación y a la redención de las almas y de los Reinos de la Naturaleza, el Creador encuentra reparación y esperanza. Que cada ser que llegue aquí recuerde siempre que tiene la oportunidad de orar y reparar el Corazón de Dios, así como Su Hijo lo hizo en el Huerto Getsemaní, y así como Su Madre Divina lo continuó haciendo, una y otra vez, al recorrer en oración los sagrados lugares de la Pasión de Cristo.
María Santísima llegó al Huerto Getsemaní para revivir allí la agonía del Señor y así mantener vivos los méritos de Su Pasión y multiplicarlos. Su oración reparaba el Corazón de Dios y sobre todo el Corazón de Cristo, eternamente flagelado por la gran indiferencia de los hombres.
Que este huerto, hijos, sea para ustedes como entrar en el Huerto Getsemaní y compartir con el Señor Su agonía, reparando Sus Llagas y heridas, generando méritos para la salvación de las almas y para la institución de la Nueva Vida.
Siempre entren aquí con gratitud y alegría por poder servir al Corazón de Dios y en Él a todos los Reinos de la Naturaleza. A través de sus oraciones, unidas a los diferentes Reinos en comunión, los ángeles del Señor repararán el sufrimiento y el ultraje que viven los Reinos de este mundo. Por eso, encuentren aquí un espacio de servicio que, a pesar de ser oculto y silencioso, cruza las fronteras y las dimensiones, y toca el Corazón de Dios.
Por eso Él los bendijo, bendijo esta fuente, este lugar y sus vidas, para que los frutos de su redención sirvan de auxilio para muchas otras almas.
Yo los amo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Recoge los frutos de la Gracia de Dios en tu interior, esforzándote todos los días para expresar las virtudes y los dones que Él te entregó.
Que Sus bendiciones no permanezcan solo en tu corazón, sino que se expresen como forma de vida, como acciones, como verbo orante, como una palabra de auxilio y de amor, como un pensamiento que eleve la mente a lo Alto.
Esas son las formas de multiplicar lo que Dios te entrega, y de esa forma ser digno de una unión cada vez más profunda con el Padre.
Que tu ejemplo, hijo, siempre hable a los corazones sobre el amor y la unidad con Dios, porque esa es la forma que el Creador tiene para llegar a todas Sus criaturas: a través del ejemplo de transformación y de oración de los que sí lo escuchan.
Por eso, permite que tu ser se torne un instrumento de Dios. Cada día ama más lo que Él te entrega y aspira a que este Amor, que proviene del Padre, llegue a todos tus hermanos.
Ve y sirve, ora y multiplica el Amor de Dios en tu vida. Eso es cosechar los frutos de Sus Gracias en tu corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que sus corazones estén siempre dispuestos a clamar por Misericordia.
Que sus bocas estén siempre dispuestas a proclamar la Divina Misericordia.
Que sus acciones estén siempre prontas para ser misericordiosas.
Que sus vidas sean reflejos de la acción de la Divina Misericordia.
Que, con amor, sus corazones estén siempre preparados para hacer que la Misericordia se expanda y llegue a más almas de este mundo.
Hoy, esta es Mi oración por ustedes. Que todos amen y conozcan la Divina Misericordia y, de esa forma, sean portadores de ella para el mundo.
Por eso, Yo los bendigo y los guardo en Mi Corazón, para que así crezcan en humildad, se fortalezcan en la oración y sirvan a este planeta a través de la vivencia constante de la Divina Misericordia.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Da gracias a Dios por cada instante de tu vida, por cada palabra recibida de Su Sagrado Corazón.
Da gracias a Dios por cada bendición y cada prueba, por cada experiencia vivida sobre la Tierra, que te hace crecer y dar nuevos pasos en el camino de la evolución y de retorno al Corazón del Padre.
Da gracias a Dios por los ciclos vividos y por el momento presente, y construye siempre con Él los pasos del futuro; no solo de tu futuro, sino del futuro de toda la humanidad, del futuro de este planeta con sus Reinos y su vida.
Agradece, en cada instante, porque la gratitud te abrirá la puerta correcta al camino evolutivo.
La gratitud convertirá las adversidades en crecimiento en el amor, y hasta aun los asedios que vinieran sobre ti, bajo el espíritu de la gratitud serán transmutados.
Que tu pensamiento y tu corazón estén constantemente en Dios, en un movimiento eterno de agradecimiento a Él. De esta forma, hijo, encontrarás el camino de regreso al Corazón del Padre.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Por dondequiera que pases, lleva contigo las gracias y las bendiciones que recibiste de Dios.
Que quienquiera que encuentres en el camino reciba de ti una mirada compasiva y una presencia que irradie paz.
Hagas lo que hagas, que en tus acciones estén la acción y el don de la Divina Misericordia para que en todo coloques amor y gratitud.
En tu vida, hijo, reconoce que fuiste rescatado por el Poder y por el Amor de Dios y, en todo lo que hagas, da gracias al Padre por Su bondad.
Colma con el espíritu de la gratitud a todas las cosas, para que así más almas también reciban esta bendición que tú, como hijo amado de Dios, recibiste.
Haz de tu vida una acción de gracias permanente y aspira a que cada ser pueda recibir esas mismas gracias.
Tu corazón fue llamado para ser un jardinero en los Jardines de Dios y, con las semillas de las flores que nacieron en tu interior, generar más vida y más bien.
Anda y no tengas recelo de anunciar, distribuir y multiplicar lo que recibiste. Ve a cada alma como a una flor sedienta de Dios y vierte sobre ella el agua que desborda de ti cuando estás unido al Padre.
Para que pudieras crecer, un jardinero de Dios sembró el Amor en tu interior. Ahora, hijo, aprende, en este tiempo, a ser tú también un jardinero.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Quédate cerca de Mí y todo estará bien.
Quédate cerca de Mí y todo se curará, no existe nada imposible o difícil para tu Señor.
Quédate cerca de Mí y siempre renacerás en la alegría de servirme, en el júbilo de tenerme, en la seguridad absoluta de estar cumpliendo el Plan de Dios.
Quédate cerca de Mí y todo lo comprenderás. Nada te faltará, todo lo recibirás, porque siempre fuiste bendecido.
Quédate cerca de Mí, así como eres, porque te comprenderé, te acompañaré paso a paso y no dejaré que pierdas Mi Camino.
Quédate cerca de Mí y todo se restaurará. Una llave nueva encontrarás, un camino nuevo recorrerás y alzarás vuelo tan alto como las aves de los Cielos.
Quédate cerca de Mí y ya no pienses más, encuentra la salida a través de Mi Corazón. Ama con locura santa, víveme con plenitud. Sé parte de tu Redentor y todo se redimirá.
Quédate cerca de Mí todo el tiempo y encontrarás el sentido perfecto de estar Conmigo, hallarás la razón y la causa por las que Yo te he llamado para servirme.
Quédate cerca de Mí, nada más.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Y, algún día, vendrás al Cielo para estar Conmigo y Me contarás cómo fue tu experiencia de amor y de perdón en la Tierra.
Me relatarás, paso a paso, lo que has vivido por Mi causa y Yo te volveré a bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Así, tus heridas se sanarán y ya no recordarás nada sobre el sufrimiento. Entrarás por la puerta principal del Reino de los Cielos para unirte y hermanarte con los bienaventurados.
Allí encontrarás, cara a cara, a los que has amado de verdad y aquellos que amaste una vez se aproximarán a ti para darte el calor de su fraterno abrazo.
Sentirás una felicidad desconocida en tu espíritu y ya no recordarás las luchas que alguna vez viviste para poder superarte. Solo tendrás el recuerdo del verdadero cariño que algún día sentiste de parte de los que amabas de corazón y con todas tus fuerzas.
Serás colocado en la Fuente de la Purificación para que tu cabeza, manos y pies sean lavados y, así, enseguida, entrarás solo a la Casa del Padre Celestial, conocerás Sus Siete grandes Portales de Oro y se revelará ante ti la majestuosa humildad de Su Reino.
Por eso, te digo que vale la pena que sigas sacrificándote por Mí, porque después de toda esta historia de vida, que en este momento estás atravesando, hallarás el júbilo poderoso de haber vivido en Dios y por Dios.
Ayudarás a recrear la Creación con tu ejemplo de renuncia y de redención y construirás, en tu espíritu, el resultado de una larga trayectoria de amor y de servicio por la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Alcanza la serenidad del alma entregándote cada día más a la Voluntad Divina que todo lo concibe y que todo lo transforma.
Alcanza la serenidad del alma confiando en que todo estará bien y que tu corazón recibirá la guía espiritual necesaria para estos tiempos.
Alcanza la serenidad del alma sabiendo y afirmando que estarás dando los pasos en Cristo, porque Su Divina Bendición siempre estará próxima a ti.
Alcanza la serenidad del alma confirmando en tu interior la realización de ese Plan de Amor y de Luz, el que deberá llegar a todas las almas y rincones posibles del mundo, a fin de que se cumpla la Obra de la Misericordia.
Alcanza la serenidad del alma teniendo un amor absoluto e inextinguible por todo lo que se deberá concretar.
Alcanza la serenidad del alma sabiendo que en cada etapa Dios triunfará, más allá de todo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tercera Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Concédeme, Señor,
la Gracia de la humildad
a través de San José.
Que mis pies encuentren ese camino
para que, cada día más,
yo pueda servirte con júbilo y en entrega.
Que junto a San José
lleve adelante los Designios de Dios
para que el planeta sea repoblado
de amor y de esperanza.
Hazme, Señor, muy humilde
y pequeño en todas Tus Obras.
Llévanos, a mí y a mis hermanos,
por los caminos del amor
para que seamos bendecidos y tocados
por Tu Divina Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
que a pesar de mis faltas,
mi corazón y mi alma alcancen
la Gracia de poder servirte
con plenitud, regocijo y amor.
Ayúdame, Señor,
a vencer los atavismos de la vida.
Que Tu divina y poderosa Luz
resplandezca en todos los espacios.
Que mis pasos
sean bendecidos por Ti, Señor.
Ábreme la puerta
para que yo pueda sumergirme
en Tu Sagrado Corazón,
y así me olvide de mí mismo
y del mundo.
Aléjame, Señor,
de las tentaciones,
de los engaños inminentes
y de todos los peligros.
Que aprenda a cristificarme
a través de la misma paciencia
y el mismo silencio que Tú,
querido Jesús,
expresaste durante
los primeros momentos
de Tu difícil agonía.
Que logre reconocerte
en el corazón de cada hermano
para que las apariencias humanas
desaparezcan.
Enséñame a ser humilde
en el servicio,
fiel en la oración,
verdadero en la palabra
y resignado ante cualquier
prueba y humillación.
Deposita, Señor, en mi corazón
Tus más íntimos tesoros,
y transforma para siempre
esta imperfecta vida
a fin de que ella sirva
como modelo Tuyo
e instrumento para
Tu Obra redentora.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A los que una vez despertaron a Dios
Mírate y con fe observa lo que ha sucedido en tu vida después de estos últimos y largos años.
Mira con amor y fervor todo lo que de a poco ha cambiado, cuántas cosas ya se disolvieron y cuánto hay aún por sublimar y entregar.
Reconoce que eres un milagro de Dios y que tu consciencia fue bendecida por el Padre Celestial.
Después de tantos esfuerzos, pruebas y desafíos, mira con gratitud dónde te encuentras hoy y quiénes te rodean. Ellos son tus amigos, tus compañeros y tus apóstoles, los apóstoles del camino.
No pierdas la esperanza y vislumbra con alegría las maravillas que el Señor ha hecho en tu vida.
Mira el pasado transformado y convertido, y contempla el presente consagrado a la Voluntad de Dios.
Todo en la vida tiene un porqué. Todo en la vida tiene un sentido y una meta. Todo lo que sucede tiene un motivo y es parte de un principio infinito y eterno.
Alégrate y vuelve a confirmarte en el camino del amor, de la constancia, de la perseverancia, de la fe.
El mundo necesita un alma valiosa como la tuya, que pueda ser receptáculo de todas las Gracias y aliento para los que más sufren.
Escucha, escucha de nuevo el llamado del Señor y deja que sea Él el que guíe tu vida hacia la próxima etapa.
Ha llegado la hora de que reconozcas la divinidad en ti, siendo un alma pobre, despojada y libre a los Pies del Redentor.
Recuerda, día y noche, cuántas cosas ha hecho el Señor de la Vida en tu vida. Penetra, finalmente, el Gran Misterio y sé parte de la Creación, estando en comunión interna con el Cielo y la Tierra.
Solo agradece, una y otra vez; agradece para que el espíritu de la gratitud reconstruya el planeta y, sobre todo, a la humanidad; que la gratitud te lleve a comprenderlo todo y a amarlo todo sin condiciones y sin expectativas.
Y ahora, después de tantos años de bendiciones y de instrucciones, celebra con el Cielo la victoria del Rey en tu pequeñísima vida.
Comparte con el mundo el sentimiento profundo del Amor de Jesús, para que hasta la más pequeña partícula de vida sea renovada. Celebra el Sacramento de la fe y de la esperanza.
Deja que el Santo Espíritu impulse tu vida hacia los nuevos cambios y que, por muchos años más, seas el ejemplo de una conversión alcanzada, de un milagro sucedido, de una obra realizada en lo más íntimo de tu corazón.
Todo es parte de la Gracia y del Amor de Dios.
Todo es parte de una Voluntad Suprema, inalterable e irrefutable.
Todo es parte de la Obra de la redención y de la paz.
Sigue siendo el ejemplo de la persistencia; sigue siendo el ejemplo de la fe y del servicio por la humanidad.
Que toda tu consciencia, alma y vida hoy sean bendecidas, a fin de que se cumpla lo que está escrito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más