APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Recemos todos juntos:
 

Ave María 
(transliteración del ruso)
(tres veces)

Raduisja, Maria
Blagadatnaja!
Gaspogy s Taboju.
Blagaslavjenna Ty sregyi zsencsin
i Blagaslavjen plot
csrjeva tvajevo
Jisus.

Svjataja Maria,
Matyerj Bozsia.
Malisj za nas grjeshnych,
Nynye i f csas smjertyi nashei.

Aminy

 

Hoy, vengo hacia Mis hijos para que vuelvan a escuchar la Voz de la Madre de Dios.

Hoy, Soy la Señora de Czestochowa, la Madre de Polonia, la Madre de toda la cultura de Europa Oriental.

Vean a la Madre de Dios con Su rostro lastimado por la impiedad de los hombres, por los conflictos y por las guerras, por la ostentación que tienen algunas naciones de colocar en juego a toda la humanidad por medio de las armas y de la opresión.

Polonia, como el resto de Europa, hace pocas décadas atrás, ya vivió la guerra dos veces. 

Casi al final de la Primera Guerra Mundial, Yo vine a Fátima no solo como la Mensajera de la Paz, sino para rescatar a Mis hijos a través de la conversión y del Llamado de Dios, el Llamado que Él les enviaba a través de Mi Corazón Inmaculado.

Pero hoy, vengo como la Señora de Czestochowa, que es la Madre de todo el pueblo de Europa Oriental, porque Su Presencia y la devoción a su Santa Imagen han trascendido todos los tiempos y todas las generaciones.

Quiero que hoy vean Mi rostro lastimado, el rostro herido de la Señora de Czestochowa, el rostro lastimado por el miedo de todos Mis hijos, por la liberación que pierden muchas almas en el mundo, por la esclavitud y la opresión del sistema mundial de este momento.

Yo vengo a pedirles que recen mucho más y, especialmente que, en esta hora tan culminante para todos, coloquen un poco más su atención en la “Oración por la Paz en Europa Oriental”. Así, ayudarán a la Señora de Czestochowa a impedir una invasión inesperada de una gran nación sobre una pequeña nación. Y, aquí, no solo está en juego el pueblo, la cultura, las tradiciones, sino que se compromete a las almas y a la vida de las personas porque no pueden vivir la paz.

¡Ya basta de transgredir las leyes!

¡Ya basta de hacer más corrupto a este mundo!

Mi Hijo derramó Su Sangre por ustedes para salvarlos y ni siquiera eso hace cambiar a los que se dicen poderosos en esta humanidad, porque desconocen el poder de la Sangre de Jesús, no solo una Sangre que redime, sino también que libera.

Hoy, quisiera traerles un Mensaje de esperanza, como tantas veces lo deseo y lo siento. Pero ahora es tiempo, Mis amados hijos, de que a través de Nuestros Sagrados Corazones todos ustedes, día a día, conozcan la verdad en Nuestras Palabras y las advertencias que les traemos a todos, no para generar miedo, sino para generar consciencia, discernimiento y sabiduría, atributos que la humanidad perdió completamente.

Pero Mi Amor abre una puerta muy grande para que los Espejos de la Misericordia se puedan refractar sobre este planeta, no solo a través de las almas orantes y fieles, no solo a través de los servidores y consecuentes, de los adoradores, de los devotos y de todos los creyentes, sino también a través de los Sagrados Espejos de la Creación, que la Madre de Dios trae al mundo cada vez que desciende para estar muy cerca de Sus hijos, para que entren en el Universo de Mi Paz.

La Paz, en este mundo, ha sido interferida. Muchas almas ya no saben lo que es la Paz, porque han perdido la paz del corazón. Pero con el esfuerzo de los que ayunan, de los que oran todos los días, de los que se consagran, de los que sirven sin nada a cambio, Mi Paz, que es la Paz de Dios, en cada nuevo encuentro Conmigo puede descender al mundo, como un suave Rayo de Luz ante tanta oscuridad, para liberar a las almas de la esclavitud y de la opresión espiritual.

Hoy, la Señora de Czestochowa viene a revelar, a través de esta Faz, lo que nunca más puede suceder en este mundo; porque todos son hermanos a pesar de las lenguas, de las naciones, de los pueblos o aun de las culturas. Aunque sean diferentes, en esencia todos son hijos de Dios, todos son contemplados por igual, están bajo la misma Gracia y bajo la misma Luz que viene a ustedes para redimirlos.

Por eso, a pedido de Mi Hijo, vuelvo a encender la Luz en el mundo para que la Luz interior, en cada corazón, no desaparezca. Porque si la Luz de Mi Hijo desaparece del corazón de los hombres o aun de la consciencia de las naciones, ¿cómo terminará todo esto?

Yo vengo a traerles este Mensaje porque es una emergencia. No puedo decirles más que esto, hijos Míos. Pero a través de Mis Palabras y, sobre todo, a través del sentimiento de Mi Amor por ustedes, hoy pueden comprender que algo serio está por suceder.

Pero aún la puerta del Cielo está abierta a través de Mi Presencia entre ustedes. Y, a través de esa puerta, sus oraciones y súplicas pueden llegar a Dios, porque los Ángeles de la Guarda pueden llevar esa oferta hacia el Corazón del Padre.

Si al menos, en este mundo, existiera más de un alma verdaderamente sincera y comprometida con la oración del corazón, ¡cuántas cosas se podrían evitar en este momento! 

No es suficiente orar, es necesario que crean en la oración y en el poder del verbo que expresa cada oración recitada.

Sigan fortaleciendo en este tiempo la red de oración planetaria, formada por todos Mis hijos en el mundo, y unan esa red de oración a todas las almas que oran al Corazón de Mi Hijo; porque así, los Espejos de la Misericordia de Dios trabajarán en este mundo y podrán transformarlo todo, y todo será aliviado.

También coloco Mi Corazón y Mi mirada en todas las necesidades y situaciones del mundo, en Mis hijos que atraviesan el cambio climático, el exilio de sus propias naciones o aun aquellos que atraviesan la enfermedad.

Pero la violencia en este mundo se ha cristalizado y eso hace del mundo un planeta en caos, en adversidad y en peligro, en un peligro inminente, porque las personas ya no se respetan y menos se reverencian unas a otras, porque solo viven la agresión y se lastiman entre hermanos.

Esto hace a la sociedad de todos los pueblos de este planeta, una sociedad vulnerable, hostil y frágil. Pero todo esto puede ser resuelto a través de la oración.

No esperen grandes resultados; porque recuerden, Mis amados hijos, que están atravesando el Armagedón y esto aún no comenzó. Por eso, es importante que se fortalezcan y que fortalezcan la unidad en sus familias, aunque estén juntos o separados. La unidad de la familia también ha sido destruida en esta última década pasada, al punto de que entre familiares no se reconocen ni se respetan.

Entréguenme todas sus dificultades y pruebas, y Yo cuidaré de sus familias. Sean pacificadores, sean instrumentos en las Manos de Mi Hijo, para que la célula principal del Proyecto de Dios cumpla con la Voluntad que vino a realizar.

Hoy, todo es urgente. Por eso, la Señora de Czestochowa se presenta para abrir los ojos de Sus hijos, ya que el cambio no está sucediendo. Por eso, debemos rezar y entrar en vigilia ante el Santísimo Sacramento del Altar, para que los Códigos del Cristo Redentor desciendan al planeta.

Hoy, vengo con una humilde petición para ustedes: que adoren Conmigo a Mi Hijo, para que acompañen el sentimiento de la Madre de Dios de que todos Sus hijos puedan salir de la oscuridad en la cual se encuentran.

Por eso, Mi Hijo necesita de víctimas de Su Amor, capaces de vivir algo, capaces de ofrecer algo que tal vez creerían que no podrían hacer, al igual que muchos santos y muchos sabios que, a través de los tiempos, se ofrecieron como víctimas del Amor de Cristo.

Este es el único remedio que tengo para poder intervenir con Mi Gracia en este planeta, que haya postulantes a ser víctimas del Amor de Dios, porque es una actitud interior que los lleva al discernimiento y a la madurez ante lo que significa el Plan de Dios para este momento.

Y antes de que pasemos, amados hijos, a la Adoración del Santísimo Sacramento del Altar, por la paz en Europa Oriental, sepan que ese será el momento en el que sus corazones y almas, en el silencio de la Adoración, podrán ofrecer a Dios cada una de sus intenciones y súplicas, no solo por ustedes, sino también por el mundo entero, por todo lo que sucede, a fin de que una mayor estabilidad se establezca y un mayor equilibrio se exprese en los corazones distanciados de Dios, en los corazones que viven la injusticia de este mundo.

Antes de eso, quiero decirles algo importante: que Nuestros Sagrados Corazones, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, en el próximo año, tendrán la Gracia de trabajar espiritualmente en los países nórdicos para llevar un Mensaje de paz y de alivio.

En ese momento, el hemisferio norte de este planeta tendrá la oportunidad de fortalecerse en los planos internos. Quisiera que oren por esa causa, ya que será una tarea importante que Mis hijos aquí, en Portugal, realizarán por todos ustedes y por la humanidad.

Por primera vez, podré ingresar en Rusia. Hace años que espero ese momento, para que Mi Corazón Inmaculado sea sembrado en el suelo de esa nación. Por eso, les pido que oren mucho por esto, para que Mis ángeles lleven adelante, junto a Mis hijos, esta sagrada misión.

Adoremos al Señor por la paz en el mundo y el fin de la guerra, de los conflictos y de todas las tensiones entre los pueblos y las naciones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adoramos el Santísimo Cuerpo Eucarístico de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos juntos:
 

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,
guíanos por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.
(tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos Señor.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DEL 8 DE MAYO DE 2019, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE FÄTIMA. PORTUGAL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL SANTO ROSARIO, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

En un día como este, hace más de cien años,sobre este cielo reposaba Mi Inmaculado Corazón, advirtiendo al mundo sobre las pruebas de todos los tiempos, llamando a los hombres a la penitencia y a la oración para consagrar a este mundo a Mi Corazón y para que la humanidad viviera un tiempo mayor de paz.

En un día como este, hace más de cien años, Mi Corazón abría un nuevo ciclo para el mundo, atrayendo Leyes universales y divinas que, con la presencia de Mis ángeles y arcángeles, hacían descender sobre este planeta la pureza original, manifestando aquí su morada.

En un día como este, hace más de cien años, Yo traje a la Tierra los Espejos de la Pureza que irradian hacia toda la vida la esencia más pura del Amor y de la Gracia Divina, el pensamiento que Dios emanó al crear a Su Madre Celestial, al emanar el Vientre Divino del que surgirían todas las cosas, del que algún día nacería Su Hijo Primogénito en este planeta.

En un día como este, hace más de cien años, Dios concedió una Gracia única para el planeta y la llave para acceder a ella es el poder de la oración sincera y la pureza del corazón.

El Padre Creador les entregó a Sus hijos los dones que les permitirían retornar a la Fuente y, además, santificar y consagrar a la humanidad a través del código crístico de amor y de sabiduría.

El Sol que brilló aquí, disipando las nubes que había en el cielo, trajo una luz eterna a la Tierra, removiendo las raíces milenarias del error y del mal en el corazón de los hombres, las que los instigaban a las guerras y a la autodestrucción.

Hoy, hijos, vengo con un nuevo Sol, un Sol espiritual y profundo que desciende a la Tierra con nuevas Leyes, instituyendo y abriendo un nuevo tiempo y un nuevo ciclo. La oración continuará siendo la llave para que encuentren lo que les digo.

Hoy vengo a advertirles que el mundo aún necesita paz, pero no solo la paz que disipa las guerras, sino una paz espiritual e interna que les devuelva la vida a aquellos que la perdieron, aunque circulen por este mundo como si estuvieran vivos.

Los seres humanos están perdiendo su esencia original, su pureza divina. Y hoy vengo con un nuevo Cielo para impedir y detener el avance de las tinieblas sobre Mis hijos. Mi Reino se debe revelar a este mundo. La Verdad Universal se debe convertir en una realidad en la vida de todos los seres para que recobren el sentido de su existencia.

No tengan miedo de acompañar Mis pasos. No tengan miedo de entregar sus vidas por amor a Dios y de perder el control y el poder humanos para que Dios reine en ustedes.

En este tiempo urge que las almas despierten y que el Reino de Dios se establezca. Urge que la Verdad suprema venga a la luz, que los seres reciban los Dones de Dios, que las naciones se rediman y que los espíritus retornen a sus orígenes con el aprendizaje del Amor crístico.

Solo les pido que Me acompañen con la oración, pero también con la acción, con la instrucción y con la transformación de sus vidas.

Las flores de Dios, que son las almas preciosas de Sus hijos, se están secando en este mundo por no conocer la Verdad y el Amor del Padre.

Por eso, ya no teman anunciar lo nuevo. Ya no teman ingresar en otras Leyes. Ya no teman percibir que están en este mundo para anunciar, atraer y vivir algo diferente y, por más que sean perseguidos, humillados y rechazados, no teman.

El amor y la mansedumbre de sus corazones deben hablar más alto que las críticas de los hombres. La verdad espejada en el testimonio y en el ejemplo de sus vidas debe ser la señal de la santidad que le hable al mundo sobre la presencia de los Mensajeros Divinos.

Una nueva realidad se debe establecer en las consciencias, una nueva instrucción debe descender a la Tierra. Y para eso, no bastará que las almas instructoras enviadas por Dios le hablen al mundo, sino que todos ustedes, Mis hijos, deberán acompañar sin miedo este nuevo ciclo.

Sean los precursores de un nuevo tiempo. Sean los santos de los últimos días, los que se vencen a sí mismos por amor a un Plan y a un Propósito Mayor.

Hoy bendigo y amparo a Mi querida hija, la que envié para representar a Mi Maternidad ante todos ustedes. Y les digo que no bastará que ella dé todo de sí, cada uno de ustedes deberá acompañar y amparar esa entrega.

Sean un solo cuerpo y una sola Obra que, en nombre de la humanidad, responde a la Voluntad y a los Designios de Dios.

¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!

Su Madre, María, Rosa de la Paz y Señora del Santo Rosario de Fátima

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 70.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

Este es el tiempo de reconciliar a la humanidad con Dios antes de que todo suceda. Por eso escogí, nuevamente, venir a Portugal no solo por su historia, sino también por sus acontecimientos con otros pueblos y naciones y, así, vengo por las demás naciones de Europa.

Seguiré peregrinando por estas tierras así como lo hizo Mi Santa Madre junto al Santo Grial. Vendré con Mi Corazón a iluminar los espacios más oscuros de la consciencia europea y su ayuda, para Mí, será imprescindible.

Por eso, en Mi Corazón y en esta tarde, traigo los tesoros del Cielo que iluminarán a las almas y a sus caminos, a fin de que todas las consciencias aprendan, algún día, a vivir la Voluntad de Dios y puedan superar y trascender el sufrimiento humano movido por la propia voluntad y no por la Voluntad de Mi Padre.

Sé que, a veces, el mundo no quiere escuchar esta necesidad, darse cuenta de esta verdad. Pero un tiempo muy definitivo se aproxima, él está muy cerca, más de lo que parece para la humanidad, y no puede tomarlos por sorpresa. Deben estar conscientes y despiertos para que, en la hora señalada, sus corazones les dicten el momento de ese gran acontecimiento que colocará a la humanidad del lado de Dios o lejos de Dios.  

Por eso, desde el Universo Celestial, Nuestros Sagrados Corazones piden tantas oraciones por el mundo, para poder enmendar los errores de la humanidad y de los pueblos, no solo los errores históricos que se han vuelto imborrables en muchas consciencias, sino también para evitar los errores futuros, a fin de que se establezca la armonía y el equilibrio de Dios en el planeta. 

Su sintonía con Mi Corazón es muy importante no solo a través de los ejercicios que Yo les enseñé a lo largo de los tiempos, principalmente, por medio de la Comunión que Yo les ofrezco, día a día, para que sus espíritus y almas puedan estar nutridos por la Fuente, sino por todo lo que viene del Universo Celestial y desciende al mundo en cada momento de oración y de súplica, de servicio y de entrega por el semejante, en cada oportunidad de volver a vivenciar un Sacramento y de liberar a la consciencia de la perdición, de la tentación de estos tiempos, de la ilusión del mundo, de la ceguera espiritual y de la indiferencia.

Sus corazones en este día, compañeros, alcanzaron un escalón más en el despertar. Por eso, Yo les traigo este pedido de seguir orando de corazón por los que más lo necesitan, por los que no escuchan, por los que cierran sus oídos a la Voz de Dios por intermedio de Su Divino Hijo.

Hoy, vengo a descansar en sus corazones. Hoy, vengo a reposar Mi Espíritu en sus espíritus para que la alianza interior se fortalezca entre las almas y el Plan de Dios, por todo lo que aún deberá realizarse y manifestarse en la Tierra, para que se cumpla la Voluntad Mayor.

La humanidad deberá seguir buscando la unión perfecta con el Arca de la Santa Alianza, con ese sagrado símbolo de ascensión espiritual que desciende del Reino de los Cielos por intervención del Divino Hijo, para que Sus sagrados tesoros y Sus divinos impulsos desciendan sobre la consciencia humana y a las naciones, para que los errores sean borrados, los desvíos sean evitados, la perversión humana sea detenida y las almas reencuentren el camino hacia lo sagrado y hacia la elevación de la consciencia.

Todo esto será posible por la continuidad de sus oraciones diarias, por su compromiso con la escuela de oración de Mi Madre para que más almas puedan despertar a tiempo y, en su interior, encuentren el sentido y la respuesta de estar aquí en la Tierra, no por algo material, sino por algo profundamente espiritual, por una misión, por un principio y un propósito, por un Plan Mayor.

Mi Corazón contempla sus necesidades internas. Mis oídos escuchan todas sus súplicas. Pero es necesario, compañeros, dar un paso más para que el Universo Superior venga a su encuentro y la Fuente Mayor de todos los Impulsos de Dios los siga guiando y conduciendo hacia la meta de poder ser parte, algún día, del nuevo rebaño de Dios que nacerá de los miserables y de los imperfectos, de los que están aprendiendo a redimirse y a perdonar. Porque será la Nueva Jerusalén, la ciudad de luz que descenderá desde el Universo para acogerlos a todos en el Templo Sagrado del Corazón de Dios, en profunda comunión y alianza con el Padre.

Los tesoros inmateriales del Universo deben ser parte de sus vidas, la atención de sus consciencias, el motivo de vivir y de existir y de llevar adelante una parte del Plan del Padre, así estarán ayudando a Su Maestro y Redentor para que Su Obra se siga expandiendo en la Tierra en este tiempo, fuera de Su Iglesia, dada la necesidad de millones de almas que viven grandes sufrimientos e infinitas agonías que solo el Amor de Dios podrá curar y aliviar.

Por eso, su Maestro y Señor necesita intermediarios, no maestros sino  discípulos, siervos de Su Corazón Misericordioso que puedan representarlo en este tiempo, así como los apóstoles lo representaron en el pasado.

En verdad les digo, vengo a dar continuidad a lo que una vez realicé en la Tierra. Uno el tiempo pasado con el tiempo presente por medio del Tiempo Real, para que sus espíritus y consciencias reciban los mismos códigos crísticos que Mis Apóstoles del pasado una vez recibieron, así como todos los que me siguieron con fidelidad y amor, con sacrificio, en entrega y en redención. 

Ustedes deben ser parte de la historia del Libro de Dios. Aún el Padre Celestial espera poder seguir escribiendo una nueva historia en la humanidad. Una historia de todos los que escuchan a Cristo, que siguen sus pasos y viven la comunión perfecta con Él, respondiendo a Su Llamado sin condiciones ni reglas, en obediencia, con fidelidad y en profunda unidad. 

Aún espero la definición de muchos de ustedes como de muchos de sus hermanos que están en este planeta, que son parte de los 144.000, los que proclamarán Mi segundo retorno al mundo, la segunda venida Gloriosa de Dios a través de Su Amadísimo Hijo, en la presencia del Santo Grial.

Si dan continuidad a la historia que Dios quiere escribir por intermedio de sus vidas y corazones, descenderán tesoros inmateriales del Universo que dejarán de ser un misterio para la mayoría de la humanidad.

Sabrán trabajar con las herramientas sagradas de Dios, aprenderán por medio de la oración y de los instrumentos sagrados a sostener este planeta durante sus tres días de oscuridad y estarán a Mi lado, aunque crean que Yo no lo esté, porque Mi Presencia es eterna, inconfundible e irrefutable. 

Y así, cumplirán Mis promesas, las promesas que Yo una vez le hice al Padre Celestial de poder rescatar, nuevamente, a través de Mi Alma y de Mi Divinidad, a este pueblo sagrado que es la humanidad, que nuevamente se pervirtió y se perdió por las influencias de Mi adversario, el que, algún día, será vencido por su propio Maestro y Señor, con la autoridad del Arcángel Gabriel.

Celebren la oportunidad, compañeros, de estar conscientes y no dejen que la inercia planetaria los absorba o que el sueño profundo de millones de hombres los pueda afectar.

Ustedes ya están dentro del gran despertar, de la oportunidad de transformar sus vidas completamente, de ser el nuevo odre en las Manos del Rey, purificado y sublimado por Mi Espíritu.

Mientras la humanidad no dé los pasos necesarios para revertir y equilibrar la perversión humana y todos sus desajustes, los tesoros del Universo permanecerán en el Universo hasta que ellos mismos puedan revelarse a toda la consciencia humana, no importando la religión, el color o la nación porque el conocimiento de Dios es para todos. El conocimiento los volverá más conscientes y disponibles para poder realizar el Plan de Dios, para cumplir la gran promesa de ser un pueblo sagrado bajo los principios y los atributos de Dios, que muchos llaman Mandamientos.  

Aún estamos en el tiempo de la Gracia. Aún estamos en el tiempo de la Misericordia, con la oportunidad de poder cruzar el portal hacia la redención y de convertirse en dignos hijos de Dios mediante la oración,  la caridad diaria, el amor y la paz para con el semejante.

Como testimonio de ese amor que sigo entregando al mundo, incondicionalmente, hoy volveré a consagrar nuevos adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico, porque en ellos deben estar los pilares y las grandes estructuras divinas que sostendrán a la humanidad y al planeta cuando se mueva, por medio del ejercicio perfecto de la adoración.

A través de Mi Cuerpo Eucarístico encuentren el portal para su ascensión y trascendencia, para la sublimación de sus pensamientos y  sentimientos, para poder enmendar todas sus deudas y faltas ante el Padre Celestial que los ama misericordiosamente.

Mediante esta consagración de nuevos adoradores, Yo les vuelvo a entregar los Dones de Dios para que aprendan a concebirlos dentro de ustedes por medio de un ejemplo de vida en el camino de la oración, del servicio, de la instrucción y de la cura.

Los que adoran a Mi Cuerpo Eucarístico son los que permitirán, en el fin de los tiempos, que las revelaciones divinas sigan en la humanidad para que todos estén más conscientes y disponibles para poder servir a Dios.

Los que adoran a Mi Cuerpo Eucarístico son los que equilibran al planeta y a la humanidad en este tiempo y no permiten que los errores se sigan generando para que no lleven las almas a la perdición y a la ceguera espiritual.

La adoración es un camino de reconciliación con Dios y de profundo contacto Conmigo, de Corazón a corazón, de Alma a alma y de Espíritu a espíritu.

Entre nosotros, los adoradores y Mi Corazón, solamente puede existir la Luz que emana de la Fuente, que trae la cura, el perdón y la renovación a los corazones.

La adoración es un ejercicio permanente de concentración y de alineamiento para poder estabilizar el plano psíquico de la humanidad, de todo lo que ella genera, en este tiempo, por lo que piensa y por lo que vive.

La adoración es un portal permanente de transmutación, en donde los ángeles pueden mantener todo el equilibrio y la armonía cuando, tan solo, el adorador se abre para estar delante de Mi Corazón Eucarístico.

Hoy les traigo estas oportunidades y Gracias sabiendo que este encuentro no será suficiente para todo lo que hoy necesita Europa como continente y como pueblo, ante tanta historia y tantos acontecimientos. Porque la salvación de las demás naciones del mundo dependerá de Europa, de su caridad, de su contribución, de su donación y de su fidelidad al prójimo, al que sufre, a aquel que no tiene nada.

Ese es su principal compromiso, salir de sí mismos, vaciarse completamente para que Mi Amor y Mi Luz puedan entrar, para que Mi Mensaje y Mi Palabra no solo sigan llegando aquí, a Europa para bendecirlos, curarlos y redimirlos, sino también poder llegar al mundo entero por medio de su consciente colaboración.

La manifestación de Mi Segundo Retorno dependerá de la contribución consciente de la humanidad, de los que creen en Cristo, de los que trabajan por Cristo, de los que viven en Cristo.

Hay una parte que les corresponde a todos ustedes, en perfecta igualdad y equilibrio, en cooperación y en hermandad. Eso permitirá que la humanidad no quede sin guía y sin auxilio en este tiempo difícil de la Tierra, en el que todo, absolutamente todo, está en juego.

Únanse a Mi Corazón y comprenderán lo que hoy les digo, porque Dios  no necesita de sus bienes. El Universo necesita de su donación para que ustedes y sus bienes se puedan transformar en lo que Dios necesita así como Él lo pensó en el principio en unidad, en igualdad, en fraternidad, para que siempre esté presente el Divino Espíritu, el Amor de Dios.

Celebremos este encuentro. Interioricemos las Palabras de Dios por intermedio de Su Amado Hijo, para que no pasen las palabras desapercibidas, sino que las Palabras del Padre sean conscientes en ustedes, especialmente en sus corazones, en donde el Dios Vivo siempre deberá tener un lugar principal en sus vidas.

Abriendo la Iglesia Celestial, convocando a todos los Coros Angélicos viviremos esta consagración como si fuera la primera vez que el Cielo toca sus vidas  para redimirlas y convertirlas en luz. Amén.   

Nos ponemos de pie. 

En este momento, cada uno de ustedes realizará su oferta ante el Padre Celestial. En el silencio del corazón le dirán al Padre Eterno qué es lo que necesitan para que Mi Corazón misericordioso recoja sus súplicas e intenciones, y sus vidas, nuevamente, sean transformadas.

"Padre del Universo y de la Gracia, así como Te entregaste a través de Tu Hijo en la Cruz por un inconmensurable e infinito Amor desconocido, hoy entrégate, Señor, a través de Tu Hijo para que las almas vivifiquen Tu Espíritu y vivan la experiencia de Tu Amor, la que los resucitará y les traerá la consciencia de cumplir con Tu Divino Propósito. Amén".

Por el agua que brotó de Mi Costado, hoy las almas sean lavadas para que puedan vivir la Comunión espiritual y, así, alcancen la redención.

Ahora traerán, hasta aquí, los elementos para la consagración de los adoradores para que el Señor los pueda bendecir.

Así como Mi Madre vivió Su virginidad, Yo los invito a vivir Mi Espíritu inmaculado, el Espíritu inmaculado de Dios que brota como una Fuente de Amor a través de Su Hijo. Porque Mi deseo ardiente es que sus corazones aprendan a ser puros, no solo en la consciencia, sino también en las intenciones, porque si sus corazones son puros alcanzarán el Reino de Dios e ingresarán en Él sin ningún impedimento.

Cada ejercicio de consagración, cada nuevo paso que es dado por los hijos de Dios es una oportunidad de despertar, de comprometerse con el Plan de Dios y de entregarse a la vida crística.

Por eso, hoy Yo bendigo, especialmente, estos elementos que representarán una etapa de sus vidas en el camino de la consagración del Espíritu, de la conversión del alma y de la transformación de la vida.

Que en ellos descienda la Gracia de Dios y que esta Gracia sea reverentemente cuidada y protegida por cada uno de los que hoy se consagrarán, así como por los que ya se consagraron, porque en la simplicidad de todo lo que existe está el Dios Vivo.

Sean el ejemplo de Mi Vida en la Tierra, testimonien Mi Mensaje para el mundo, represéntenme de verdad, sin miedo y sin obstáculos, porque Yo los tengo en cuenta, los contemplo con Mi Corazón y los guardo en el templo de Mi Espíritu.

Que la instrucción los eleve y los redima.

Para aquellos, que también Me adoran, hago el sacrificio de venir al mundo, nuevamente, para que las almas no pierdan la alegría de vivir en Dios y encontrar el sentido de estar aquí en la Tierra, cumpliendo una Voluntad Divina desconocida que, para el corazón que se abre, se revela en la vida con claridad y precisión.

Hoy vengo a renovar el sacrificio del Cordero de Dios por medio de la transubstanciación de los elementos, del pan y del vino.

Celebraremos, nuevamente, en la Mesa que fue consagrada por el Padre y por Sus apóstoles, entregando al mundo la Sangre y el Cuerpo de Cristo para la salvación de la humanidad y del planeta.   

Los invito a que, ante este Altar consagrado en este día, en donde los hombres y mujeres de la Tierra reconocen al Hijo de Dios por medio de Su Cuerpo Eucarístico, los llamo a que se arrodillen para recordar la última Cena de Su Señor junto a Sus apóstoles.

En un profundo gozo y amor Yo tomé el Pan, dando gracias a Dios, Su Espíritu lo bendijo, lo entregué a Mis apóstoles, diciéndoles:

"Coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

Enseguida elevé el Santo Cáliz a los Cielos, el Padre lo bendijo con Su Espíritu, se lo  entregué a Mis apóstoles, diciéndoles: 

"Tomen y beban todos de Él porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por Su Redentor y por los mártires para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria". 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

En unión a la Santísima Trinidad repitan la oración que Yo, con tanto Amor, les enseñé: 

Padre Nuestro (en portugués).

"Este es el Cordero de Dios que redime y perdona a los que están perdidos, que vivifica y reenciende, con Su Fuego de Amor a los que viven en Él y proclaman Su Nombre. Amén".

Yo les enseñé a amarse los unos a los otros, y es algo que la humanidad aún no comprendió, pero  los que están despiertos en Mí, saben de la importancia de amar al semejante de forma incondicional y verdadera.

Por eso, Yo los invito a renovarse en el amor para que sus heridas sean cicatrizadas y las secuelas internas sean disipadas, y sientan la alegría de vivir en el amor y por el amor así como Yo vivo por ustedes todo el tiempo.

Hoy no solo les dejo Mi Paz, sino también les dejo Mi Amor para que la Paz y el Amor de Dios esté en ustedes y en el mundo.

En fraternidad y en amor se darán el saludo de la Paz.

Les agradezco por estar hoy Conmigo.

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN LA CIUDAD DE DORNES, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los corazones expresan gratitud a Dios y las almas alaban al Creador con su más pura alegría, Dios también expresa Su gratitud a los hombres, a Sus pequeñas criaturas, aquellas pequeñas partes de Su Ser, de Su infinito Corazón. 

Cuando expresan gratitud a Dios, se unen a Él, porque la gratitud, hijos, abre las puertas del Cielo y une las dimensiones, a pesar de la indiferencia de la humanidad, a pesar del adormecimiento y de la ilusión que aún impregna a los corazones de tantos seres en esta Tierra.

Cuando unos pocos, más sinceros, expresan su gratitud a Dios, las puertas se abren al Universo infinito de Su Misericordia y de Su Amor y no solo aquellos que claman, que son agradecidos y que aman al Padre reciben Su Misericordia. Su Fuente se derrama indistintamente sobre todas las almas, porque así es el Corazón de su Dios, infinito, infinito en Su Amor, infinito en Su Gracia, infinito en Su Misericordia.

Hoy vengo hasta aquí no solo por ustedes, sino por un continente herido.

Vengo hasta aquí por aquellos que están más distantes de Dios, que no lo conocen y que por eso no lo aman.

Vengo hasta aquí por aquellos que se aferraron a sus heridas y que, sin percibirlo, prenden sus propias almas al sufrimiento, a la angustia, al vacío, que no es un vacío espiritual, sino un vacío de Dios, una ausencia de amor.

Sé que, en lo profundo de cada uno de ustedes, estas heridas también se reflejan. Por eso estoy aquí.

Yo soy parte de esta humanidad, que se desconoce a sí misma. Yo soy parte de sus corazones, los comprendo, pero también sé cuánto pueden ofrecer a Dios y no lo saben o no lo quieren saber, porque esto, hijos, significa esfuerzo, valentía, coraje y, sobre todo, amor. 

No hay otra forma de conocer el Amor de Dios sino arriesgándose a amar, intentando amar todos los días, buscando el camino que los lleva al verdadero amor. No lo busquen en otros seres humanos, porque solo aprenderán a amar de verdad a sus semejantes cuando amen a Dios, porque Él se encuentra en todas las criaturas.

Hoy vengo para extender Mis Manos y tocar a cada una de sus esencias para que despierten.

Por mucho tiempo, Yo los acompañe de una forma silenciosa, caminando por este continente, trayendo cura y despertar para las almas, pero esto no fue suficiente. Por eso, retorno en nombre de Dios, en nombre de Mi Hijo, que es el Hijo del Creador, que es Dios mismo.

Toco sus corazones para que recuerden sus compromisos con Dios, porque ya llegó el tiempo.

Toco sus corazones para que se animen a dejar las mezquindades humanas, los conflictos, las desavenencias, la falta de fraternidad tan arraigada en sus corazones, para que den lugar a un amor que aún desconocen.

Así como Yo vengo al mundo por una humanidad herida, quiero que cada uno de ustedes también esté en el mundo con este mismo propósito de curar el corazón humano, de sembrar el bien, de sembrar lo nuevo.

Llegamos a este lugar por un pedido de Dios, no porque sea el que más necesita, sino porque la humanidad necesitará de él.

Aquí vinimos a plantar una nueva vida, sembrar la cura, la Gracia y la Misericordia de Dios, para que los Dones del Corazón de su Padre broten aquí como un manantial infinito, donde las almas podrán matar su sed cuando ningún otro lugar les dé el Agua, Agua de Vida, Agua que proviene de Dios.

Vinimos a sembrar aquí la pureza, para que puedan expresarla.

Vinimos a abrir aquí las puertas del Cielo, como de lo profundo del Corazón de Lys, para que puedan unir el Cielo y la Tierra, para que este Reino tan silencioso no les sea solo una historia, un conocimiento o una información, para que sea una realidad, una experiencia viva.

Aspiren a ser instrumentos del Reino de Lys, instrumentos de Dios, instrumentos del Corazón de su Madre Celeste, para que puedan llevar Sus Virtudes, Sus Gracias a cualquier lugar donde fueran, para que puedan multiplicar lo que reciben y servir a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza con sus acciones, con su verbo, con su simple presencia.

Aspiren a la transformación, aspiren a curarse, aspiren a despertar y a salir del punto en que se encuentran todos los días, porque un instrumento de Dios, hijos, no es aquel que alcanza la perfección, sino aquel que se deja transformar todos los días por las Manos de su Padre, reconociendo la brutalidad de su madera, pero también el potencial de que ella se transforme en algo sagrado en las Manos de Dios.

Cada día más, la humanidad busca la comodidad y todas las formas de mantenerse más inerte.

Por eso hoy, con Mi Corazón lleno del Espíritu de Dios, les vengo a traer un Fuego para incendiar sus almas, para la renovación de sus espíritus, para que no estén como la humanidad común, buscando comodidad en un tiempo en el que la Tierra agoniza, sedienta de servicio, de entrega, de donación de sí.

No vean las metas de Dios como algo inalcanzable. Eleven sus manos y toquen aquello que el Padre les ofrece. Sus Brazos están siempre extendidos al mundo, Su oferta es permanente, inmutable. Su esperanza no se desvanece y Su Amor nunca muere, pero ustedes necesitan elevar sus ojos y sus brazos para tomar aquello que Dios tiene para cada uno de ustedes. No se contenten con las cosas del mundo, no se contenten con el conocimiento que ya recibieron. Busquen una experiencia que torne ese conocimiento vivo, y así lo amplíen. 

No conozcan el Reino de Dios, vivan el Reino de Dios.

No conozcan el Reino de Lys, sean el Reino de Lys, sean parte de ese Reino Sagrado y que él ya no sea un misterio para la humanidad, porque cuando aquellos que no lo conocen les pregunten: "¿qué es el Reino de Lys?", ustedes les puedan responder: "yo soy el Reino de Lys". Y usted puede ser el Reino de Lys cuando se abra, de corazón, para que él ingrese y lo transforme en un instrumento de la pureza y de la paz que habitan en él.

Yo pedí aquí un Relicario de Mi Corazón, para que puedan despertar definitivamente, para que lo contemplen y busquen auxilio, para que lo contemplen y reconozcan la propia imperfección. Pero sepan que, aun con ella, el Señor opera milagros. Este Corazón que está delante de sus ojos no es perfecto, pero Su entrega es absoluta. 

Yo jamás viví la perfección en la Tierra. Al contrario, todos los días tuve que entregar muchas miserias a Dios, pero fue esa misma entrega constante la que Me aproximó al Corazón del Padre.

Vengan delante de este Relicario para reconocer sus miserias y entregarlas a Dios, para que estén más allá de ellas, clamando por el mundo. Contémplenlo por aquellos que no consiguen llegar hasta aquí.

Imaginen que Sus Rayos y Su Gracia, que no provienen de Mí, sino de Aquel que Me envía al mundo, puedan llegar a cada alma más necesitada.

Hoy Yo les muestro Mi Casto Corazón y lo ofrezco.

Acepten esta Gracia, esta oferta y anímense, queridos compañeros de Cristo, a hacer la misma oferta delante de Dios.

En cada Relicario, dejo un pedacito de Mi Ser, así como en el Reino de Lys, que también es Mi casa.

Cántenle a este Relicario para que Yo pueda bendecirlo y para que este Corazón, que hoy expongo delante de sus ojos, se pueda reflejar en esta madera, tan imperfecta como un corazón humano, pero que se llena de Gracias, de Misericordia, de amor cuando se oferta a Dios. 

Dejen que todos los Dones y Virtudes, que nacen de Mi Casto Corazón, ingresen en este Relicario, y que no solo aquello que alcancé en Mi vida sobre la Tierra pueda estar guardado allí. Que todo lo que aprendí desde el origen de Mi Ser hasta Mi encuentro con Dios sea depositado, espiritualmente, en este pequeño Corazón para que, de esa forma, el que Me contemple aprenda a recorrer este camino del origen al origen, del Corazón de Dios al Corazón de Dios.

De esta forma, comprendan que las Gracias del Señor son infinitas y misteriosas, pues jamás cabrán en la mente humana. Pero aquel corazón que tiene fe no necesita comprender con la mente lo que está en la certeza de su corazón.

Ahora canten y permitan que todo lo que les dije se torne vida.

Tu corazón, hijo Mío, representa el corazón de toda Europa. Por eso, te llamé hasta aquí, te pedí que hicieras la morada de Mi Relicario, para que fuera a Europa por tu intermedio, acogiendo y amparando a Mi Casto Corazón. Y, mientras tus manos trabajaban, no solo tu corazón se curaba, sino también el corazón de Europa para que, de esa forma, cada ser comprenda que no está separado de su pueblo y de su historia, y que un pequeño acto, aunque sea inconsciente, puede ir transformando poco a poco la historia de esta humanidad.

Te llamé hasta aquí no solo para concederte una Gracia, sino por intermedio de ti conceder Gracias a este continente, a este planeta. Así es el Misterio de Dios, Su Corazón se multiplicó, se repartió y generó vidas y criaturas, pero nunca dejó de Ser único. Tú eres parte del Corazón de Dios y cada uno de tus hermanos también es parte de ti.

Revelando este misterio, te pido y les pido a todos tus hermanos que todo lo que hagan a partir de hoy, lo hagan en nombre de la humanidad, en nombre de Europa, en nombre de sus naciones, y sean conscientes de que, para transformar este mundo, no precisan de grandes cosas, sino solo exponer el propio corazón para que Dios lo haga.

Vivan el misterio divino la Presencia de Dios en sus interiores y no comprendan Su unidad, sean esa unidad y, de esa forma, abran las puertas y los caminos para que otros de sus hermanos también puedan retornar.

Como Mi Hijo Me enseñó y Le enseñó al corazón y al espíritu de cada sacerdote consagrado por Él, llegó el momento de recordar Su entrega, de hacer aquello que Él pidió en Su memoria, para que Su Presencia sea eterna no solo espiritualmente, sino físicamente, transformando las células y los átomos de cada ser que comparta con Él el pan y el vino consagrados y transformados en Su Cuerpo y en Su Sangre.

En la Presencia Espiritual de Cristo, junto a Sus Ángeles, elevemos esta oferta para que Él la consagre. 

Encuentren, dentro de ustedes, el recuerdo de la Cena de Cristo porque, en este espíritu de unidad, todo lo que fue vivido por un corazón humano se guarda en el interior de todos. Recuerden cuando Él elevó el pan, lo bendijo y lo repartió a Sus compañeros y a cada corazón humano. Recuerden cuando Él elevó el Cáliz, lo bendijo y colocó allí Su Sangre, Su primera oferta que sería derramada por el perdón de los pecados, por la redención de las almas.

Hoy la Sangre de Cristo se vuelve a derramar en este jugo consagrado, en este fruto que se ofrece en nombre de toda la vida y de todos los Reinos de la Naturaleza para transformarse en Cristo. Así como el trigo y la uva se ofrecen como un símbolo de la entrega de la naturaleza al Corazón de Dios, ofrézcanse también ustedes para que, cuando estos elementos consagrados ingresen en sus cuerpos, los transformen en Cuerpo y en Sangre de Cristo, para que una nueva vida comience a ser gestada, poco a poco, dentro de ustedes y de cada ser humano.

Oremos juntos aquella oración que Él les enseñó, que une el Cielo y la Tierra, que vuelve a unir el corazón del hombre al Corazón de Dios.

Padre Nuestro (en arameo).

Que toquen la campana siete veces.

Mi Corazón aguardará en la sala de oración de esta humilde casa. Que el Centro Mariano se manifieste para que él pueda habitar allí y de allí irradiarse al mundo. 

En esta noche, los bendigo y les agradezco por llegar hasta aquí, porque este es el símbolo de que sus almas están sedientas por despertar.

Que las bendiciones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo sean una realidad en sus espíritus.

Les agradezco.

Sigan cantando para que Yo me despida y, con la misma alegría, canten para que reciban a su Señor y a su Señora, porque la Gracia de Dios es infinita. 

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

No pierdas la oportunidad de crecer a Mi lado y de desmitificar tu consciencia, para que algún día encuentres la Verdad, la Verdad que vive dentro de ti, la Verdad que espera por despertar y, así, mostrarse ante tus ojos, revelándote la verdadera misión y el verdadero Propósito que Dios te ha enviado a cumplir en este tiempo y en esta humanidad.

No pediré lo imposible, sino lo que es posible.

No necesito grandes desarrollos, sino pequeños desafíos que puedan ser verdaderos y que nazcan del corazón.

He esperado hasta este momento y hasta este día, para decirles que cambiaré sus consciencias, de modo y de lugar, de sentido y de percepción; y quien no lo quiera vivir estará libre como siempre lo ha estado. Mi Corazón no amarra a nadie, Mi Corazón concede la Paz y la Verdad.

Yo Soy el Camino que se trasluce ante los ojos de los hombres. Soy el Sendero que se muestra ante la transparencia de la vida y en la concepción de nuevos principios que hagan de sus seres, seres de bien.

Están ante el escenario de una definición, como lo está el mundo, como lo vive toda la humanidad.

Sé que no es fácil entregarse ni humillarse, pero la resistencia podría quebrarse para que Mi Luz pueda penetrar y transformar todo.

Yo les ofrezco el Camino del Amor y no el camino del dolor. Ustedes son seres que ya han crecido lo suficiente para poder responder al Plan.

No necesito que se igualen a Mí, solo necesito que sean en Mí para que, en este momento agudo, Yo pueda Ser en ustedes.

Deseo en este lugar muchas comunidades y más pobladores de Mi Camino crístico y redentor. Es solo hacer el movimiento correcto y tener la actitud correcta y eso también transformará al mundo y a su humanidad, sobre todo, a Europa.

Las Gracias de los Proyectos de Dios aún están por descender. Las Corrientes del Universo descenderán para ayudar a concretarlos o para que sean omitidos, como muchos más los omiten, día a día.

En lo pequeño está el Reino de Dios, y ustedes pueden hacer lo pequeño para que el Reino de Dios se manifieste.

No teman a los desafíos. No teman a los conflictos. Teman no poder amar más, así como Yo los amo. Teman no poder ser transparentes, así como Yo los quiero ver transparentes a pesar de las imperfecciones o de los errores.

Necesito que sus seres sean verdaderos, para que Mi Proyecto en ustedes sea verdadero.

El tiempo indica un nuevo rumbo. La Obra indica un nuevo paso y es hora de actuar para que su Señor pueda posar Sus Pies también en Portugal y, así, santificar la tierra que ha sido ultrajada por los hombres y sus ignorantes poderes.

Ustedes han sido llamados a cambiar parte de la historia de esta humanidad y en esta parte del mundo.

Los Tesoros del Cielo esperan para poder ser revelados a la humanidad y a sus consciencias.

Ya tienen las llaves, solo deben abrir la puerta correcta para que todo pueda acontecer como está previsto.

Yo les ofrezco esta Comunión como un testimonio de Amor que Yo tengo por cada uno de ustedes, aunque no lo parezca; y espero que sus corazones sigan buscando el camino del arrepentimiento por los que no lo buscan, en esta flagelada Europa que debe renacer a su verdadero espíritu y a su verdadera concepción.

Yo les pido cosas simples, pero profundas. Yo no necesito que sean héroes, sino Mis servidores, Mis verdaderos servidores, en este tiempo crucial de la humanidad, en el que cada vez más se apagará la luz en el interior de las criaturas; y, ustedes, como tantos otros, deberán ser esa llama encendida de incondicionalidad, de servicio, de bien, de aceptación y de apertura al prójimo, a los que sufren.

Dios, desde el principio, les dio la Gracia de conocer Lys y de sentir su esencia y su energía. Ustedes deben ser precursores de ese Legado y no pueden colocar barreras para que eso no llegue a las almas. Ustedes saben de lo que les hablo y comprenden lo que les digo. Si Yo no les digo la verdad, no podrán ser verdaderos algún día.

Los invito a cumplir la Voluntad de Dios, en hermandad y en sintonía.

Hace 2 000 años atrás, en un Jueves Santo, Yo tomé el pan y di gracias a Dios por estar con ustedes. El Espíritu del Padre bendijo el pan, convirtiéndolo en Mi Cuerpo. Y hoy, les vuelvo a decir que coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo Vivo, que se sacrificó y murió por ustedes para concederles la Gracia de la oportunidad y de la redención.

Del mismo modo, tomé el Cáliz, di gracias a Dios por ese sacrificio y por estar con ustedes y en ustedes. El Espíritu del Padre lo bendijo. Y hoy, les vuelvo a decir que tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.

Hoy, limpiando sus corazones con la Preciosa Sangre del Cordero, los invito y los llamo a la renovación para que se conceda la paz al mundo.
 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.


Y como el centurión romano, repetirán la frase que reverbera a través de los tiempos y que los hace dignos de que Yo pueda entrar en su interior:
 

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
(tres veces)



Y ahora que He limpiado sus corazones y almas, celebren la Presencia del Cordero de Dios y la renovación que Él les trae por medio del Sacramento de la Eucaristía. Junto con los ángeles y arcángeles de Lys, celebremos este momento en compañía de María Santísima y de San José.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Entonaremos el Kodoish melódico algunas veces.

 

Nuestro ofertorio es elevado a los Pies del Creador y ante Su Santísima Iglesia Celestial para que esa oferta se convierta en Gracia y Misericordia para el mundo.

Que la Paz y el Amor de Mi Corazón los permee, para que el planeta y la humanidad sea permeada de Paz y de Amor en estos tiempos críticos.

Que el Cetro de Dios triunfe en la Tierra y que los estandartes de los pacificadores de Cristo sean elevados para decretar el descenso del Reino de Dios a la Tierra.

Les doy nuevamente la Paz, porque la necesitan. Busquen siempre ser la paz en todo lugar y en cada ocasión.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con espíritu de hospitalidad, dense el saludo de la Paz.

¡Les agradezco!

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 59ª Maratón de la Divina Misericordia, en la Provincia de Algarve, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Silencio.

Cuando Yo estoy presente todo debe aquietarse, porque así entrará en ti Mi Energía espiritual y nada se estará desperdiciando. Al contrario, el Poder que Me ha dado Mi Padre actuará en los niveles más profundos de tu consciencia, en los núcleos más íntimos de tu ser, en donde debe gestarse una Nueva Humanidad.

Las vibraciones sutiles que Yo les traigo son preciosas. Por eso ellas deben ser consideradas y apreciadas, porque es un bálsamo inextinguible para estos tiempos, una solución espiritual para muchas almas; diría: una gran tabla de salvación para la humanidad.

Por eso, todo lo que reciben es precioso y debe ser grandiosamente valorado, para que todo lo que Yo les traigo tenga sus frutos dentro de ustedes y no tengan necesidad en el tiempo futuro, de buscar una fuerza espiritual y suprema en otro lugar, que no sea en Mi Corazón.

Lo que Yo vengo a dar para el mundo es algo muy grande, delante de todo lo que sucede en la humanidad y en este tiempo. Todo lo que hace su Maestro y Señor por la humanidad, tiene un mérito muy grande ante el Padre Celestial, porque el propio Padre Celestial lo considera y lo aprecia, como lo deberían considerar todos ustedes en cada momento de la vida.

No pierdan la oportunidad de recibir esta instrucción con gratitud, porque todo lo que Yo les doy, les vuelvo a decir, es precioso y no será dado nuevamente al mundo.

Ustedes lo saben más que Yo; ustedes lo sienten más que Yo, porque viven aquí, en este mundo y dentro de esta humanidad, que por muchas razones se ha pervertido, perdiendo el camino del amor, de la unidad y de la fraternidad.

Pero Yo vengo a renovar todos los hechos que han sucedido. Por medio de Mi Divina Misericordia Yo vengo a conceder muchas Gracias, no solo para ustedes, sino también para el mundo entero.

Es así que personalmente su Maestro y Señor está llamando a todas las ovejas del mundo, no importando su nación, su credo o su raza. Yo vengo a llamar a todos por igual. Vengo a repoblar la Tierra por medio de las almas con nuevos códigos de luz.

Vengo a sembrar la Tierra con cosas nuevas, con Principios que provienen del Universo Celestial y de la Fuente Suprema de Mi Padre. Para eso Yo necesito que sus vidas sean receptáculos de luz y sus corazones sean tabernáculos de Mi Espíritu, para que todo pueda morar dentro de ustedes, todo lo que viene de Dios y de Su Fuente.

Por eso he comenzado aquí, en esta peregrinación por Portugal; para que el dogma de su fe sea fortalecido y para que esta fe, que veo en los corazones aquí, sea expandida en el mundo.

Todo lo que Yo les traigo es renovador y sublime. Todo lo que Yo les doy es incondicional. Por eso debe ser considerado por los hombres y mujeres de la Tierra, para que los tesoros del Cielo, que provienen a través de Mi Corazón, puedan residir en más consciencias y sobre todo en las esencias del mundo que necesitan alcanzar en este tiempo la redención.

Quisiera poder revelarles la verdadera realidad de Mi Padre, Su más urgente necesidad para estos tiempos; pero el mundo aún no está preparado para escuchar abiertamente.

Tengan confianza en lo que les digo, porque así serán más merecedores de Mi Divina Misericordia.

Mientras Yo estoy aquí, estoy con toda Europa, expandiendo Mis Rayos de Luz sobre el mundo y especialmente en las naciones que más necesitan recapacitar, despertar de la ilusión terrena y abrir sus ojos ante el horizonte, que muestra el Infinito de Dios, el Proyecto original que debe descender a la Tierra, para este tiempo final.

Mientras los observo también contemplo al mundo y contemplo la necesidad de todas las almas, la razón primordial de cada ser y la urgencia de cada corazón humano. Todas las necesidades Yo las contemplo con amor.

En las necesidades de cada ser también se encuentra Dios y Él está presente en todo. El Padre sabe lo que cada ser necesita para que Su Obra se pueda expresar sobre la superficie de la Tierra.

Por eso estoy aquí con la Gloria de Mi Sagrado Corazón, con la intención de transformar el mundo y la consciencia humana.

He comenzado a peregrinar por este lugar, porque Dios lo ha escogido, no solo por su simplicidad, sino también por la fuerza de la dignidad espiritual que aquí puede  despertar aún más en las almas.

Por medio del Sacramento de la Comunión Yo les traigo el Cielo y todo el Universo; les traigo la verdadera vida y la renovación; les traigo la paz y la unión con Mi Espíritu, para que sigan caminando firmes en este camino del fin de los tiempos; para que sigan caminando firmes en este sendero de tribulación que nadie hasta ahora ha conocido profundamente.

Pero Yo, mostrándoles el camino les muestro la salida y el gran encuentro con el Reino de los Cielos, para que sus consciencias se puedan divinizar y sublimar, así como el Padre lo espera.

He venido en esta tarde a preparar, interiormente, todo lo que sucederá después en Europa y todo lo que se podrá redimir, paso a paso, a medida que transcurra esta peregrinación y que se lleve adelante la Voluntad de Dios, así como está previsto.

En esta comunión con el Cielo y la Tierra, sus consciencias reciben Mi Gracia, Mi Paz y Mi Luz, para que puedan ser magnetizados por Mi Espíritu, que solo arde en amor por las almas que se entregan a Mí en confianza y en fe.

En este momento se abren las Puertas de los Cielos y la Iglesia Celestial se aproxima a la intimidad de las almas, para que sean colmadas por el Espíritu de Dios, por su infinita Misericordia.

Por eso ustedes ante Mí se fortalecen, pero también pueden cambiar. Y este cambio tan profundo e íntimo es concedido por los Sacramentos, que hoy vendré a conceder a los que lo han pedido con sinceridad. Y retransmitiré a través de ellos la Gracia de Dios y la expiación necesaria para sus vidas.

Ante la Iglesia Celestial del Padre sean recibidas las ofrendas que justificarán los errores de las almas, para que la reconciliación de Dios se pueda dar en todos los espíritus y en todas las consciencias que más lo necesitan.

Celebremos entonces este momento sacramental, elevando nuestra intención a Dios, con la más sincera súplica de que se cumpla lo que está escrito para Europa.

Incienso.

Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Reino Celestial descienda a la Tierra.

Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Misericordia descienda a la Tierra.

Padre, a través de Mí, lava a Tus hijos con la Fuente de Tu Gracia. Amén.

Deposita Tus Dones sobre los que tienen que despertar a Tu Consciencia Divina, y así, encontrar la Verdad.

Hace dos mil años, Yo les dejé un tesoro importantísimo que cambió el destino de toda la humanidad y del planeta. Que este Tesoro Divino aún sea reconocido por los hombres y por los tiempos que vendrán, para que las almas siempre recuerden que Me encontraré vivo y resplandesciente en el pan y en el vino transustanciado por las sublimes manos de los Ángeles de Dios.

Rememoremos entonces, compañeros, el Sacrificio del Cordero, por los que fueron sacrificados en las Américas, hace más de quinientos años atrás y por los que se sumergieron en la ignorancia y en la ambición, perdiendo el sentido de la verdadera realidad; y sobre todo, de la expresión de Dios en todas sus formas.

Durante un día jueves, antes de Mi Pasión, tomé el pan, dí gracias a Dios por el Sacrificio que Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: Coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por los hombres, a través de todos los tiempos, para el perdón de los pecados.

Que el Santísimo Cuerpo de Cristo sea venerado en la manifestación de Su Iglesia Celestial en las almas de la Tierra.

Del mismo modo, acabada la cena, tomé el Cáliz y dí gracias a Dios por el sacrificio que Él Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y en ese momento lo pasé a Mis apóstoles, diciéndoles:Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por el Divino Cordero para el perdón de los pecados.

Hagan esto en Mi memoria, hasta que Yo regrese al mundo por segunda vez.

Pai Nosso (en portugués)...

Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.


Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. (x2)
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
dadnos la paz.


Alabado sea el Padre, porque Su Hijo ha descendido a la Tierra en divinidad, para colmar a las almas y unirlas a Dios.

Y antes de que sucediera la agonía en el Huerto Getsemaní y Mis apóstoles, en verdad conocieran lo que sucedería Conmigo, hasta lo alto del Monte Calvario, Yo les dije a ellos, y en los planos internos también les dije a las santas mujeres: Les entrego Mi Paz y Mi Paz les doy. No miro sus ofensas sino sus virtudes, para que las virtudes de Dios resplandezcan en la superficie de la Tierra, por medio del servicio y del amor de las almas que experimentan la Caridad de Dios.

Mi Paz Yo les dejo y Mi Paz Yo les doy; que Mi Paz en este tiempo se multiplique por medio de los corazones que Me viven en los Sacramentos.

Que Mis Palabras resuenen en los corazones simples y que Mis Palabras de Luz puedan brotar y dar nuevos frutos en los que más lo necesitan, y en los que siguen Mi Camino con total confianza y dignidad.

Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Ahora se darán el saludo de la paz, para que la paz se establezca en Europa y especialmente, en Medio Oriente.

iLes agradezco!

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 59.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN MONCHIQUE, ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primer Mensaje

Que estar Conmigo no sea un compromiso, sino una necesidad esencial para estos tiempos.

Yo no vengo a pedir lo imposible, sino lo que en verdad Me pueden dar, porque lo veo y lo siento.

Al igual que Mi Madre del Cielo, hoy piso con Mis Pies la cabeza de la serpiente de la maldición, la serpiente usurpadora e invasora, y así libero los infiernos, a las almas y, sobre todo, a los pueblos.

Hoy Mi Obra comienza aquí, en este lugar de Portugal, porque también necesita de Mi Misericordia; a pesar de todos los hechos que hayan sucedido en otros tiempos y de todas las Gracias que hayan descendido sobre este país.

Pero ahora estamos en un momento definitivo, en el que la participación de cada uno de Mis compañeros es esencial.

Esa es la respuesta que Yo recibiré de ustedes para seguir llevando adelante Mi Obra, esta vez en esta parte del mundo, en Europa, pero también en otros lugares en donde se necesita Mi Divina Misericordia para poder seguir adelante.

Ahora le llegó el momento a Mis compañeros de darlo todo por amor, y este mensaje es para todos. 

Llegó el momento de que se igualen a Mí, que sean tan semejantes a Mí, no solo en el espíritu sino también en las obras.

Mientras estoy con ustedes descomprimo a la humanidad del mal, y permito que las almas se sumerjan en el Océano Infinito de Mi Misericordia.

Será importante que todos puedan entrar a ella, porque la Fuente se está cerrando mientras se aproxima la Justicia Divina.

Será importante que todos los que puedan estén a salvo, porque así podré dar testimonio ante Mi Padre, de que las almas responden a Mis pedidos y a Mis comandos.

Estoy aquí no solo por Portugal, sino también por toda Europa que debe despertar a la esencia de Mi Divina Misericordia; y para poder despertar a la esencia de Mi Misericordia deberá comprenderla y, sobre todo, vivirla en estos tiempos tan cruciales en los que luchan el amor y la indiferencia.

Necesito que sean parte de esa Fuente de la Misericordia mientras estén aquí, en este planeta y formando parte de esta humanidad.

Que cada acto o cada sentir sea parte de Mi Divina Misericordia.

Que cada ofrecimiento o donación de ustedes sea parte de Mi Divina Misericordia para que Mi Cruz Redentora pueda triunfar una vez más.

Ya estamos en el tiempo y, por medio de esta Peregrinación, estamos ingresando al momento más culminante de la humanidad, en el que ya no habrá más qué escoger, sino un solo camino que seguir, que es el camino hacia Mi Corazón, el que Yo le ofrezco incansablemente al mundo, para que las almas se sirvan de Mis méritos y de todos los tesoros que el propio Padre le ha concedido a Mi Consciencia Divina.

Pero ustedes saben, compañeros, que por más que Yo esté en el Cielo, Yo Soy igual que ustedes, como hombre, como alma y espíritu; que Mi Cuerpo resucitado y toda Mi Consciencia subieron a los Cielos para estar protegidos de estos tiempos y, especialmente, para prepararse para el momento del gran retorno a la humanidad.

Estamos en esa transición y en ese camino, estamos a la espera de ese gran momento en el que todo se desencadenará, dentro y fuera de las criaturas.

Mientras tanto, beban de la Fuente de Mi Misericordia para que se puedan purificar y limpiar.

Que sus actos estén llenos de amor.

Que sus palabras estén llenas de sabiduría y no de vibraciones bajas.

Que sus obras estén llenas de caridad y de Misericordia.

Que sus gestos sean gestos de luz y de elevación de su consciencia y de la consciencia de toda la humanidad, para que cuando Yo vuelva los pueda encontrar transformados, sin necesidad de purificarlos un poco más ni de pedirles que permanezcan un tiempo más en la Tierra y no puedan volver Conmigo al Cielo.

Lo que Yo les digo en este momento no es simbólico, es una verdad que emana Mi Corazón.

Cuando Yo retorne al mundo, a muchas, a muchas almas les costará reconocerme porque retornaré diferente a cómo Yo Me fui al Universo.

Pero Mi Voz sí será reconocida. Mi Corazón Glorificado y vivo sí será visto, y todos podrán ser testigos de Mis cinco principales Llagas de Luz, que Yo impartiré como la luz de más que cientos de soles para bendecir a la Tierra y convertirla en redención.

Cuando todo eso esté por suceder los corazones ya deberán estar limpios, sin arrogancia, sin orgullo, sin soberbia y, sobre todo, sin maldad; porque para que el Reino de Dios entre en ustedes, ustedes deberán ser dignos del Reino de Dios.

Y el Reino de Dios podrá entrar en ustedes cuando sus corazones estén limpios de sí y llenos de la entrega que compartirán con su Maestro y Señor, transmutando y liberando el dolor del mundo y el sufrimiento que aprisiona y hace agonizar a las almas.

Esta es la cruz que Yo les ofrezco a muy pocos, porque la recompensa, que no será de este mundo, es muy grande para quien la cargue junto Conmigo y con valentía.

Llegó el momento de que la cruz de esta humanidad, que ha sido pervertida y ultrajada, se redima y resplandezca como victoria de Luz y de Amor, de Unidad y de Hermandad, tan semejante a la Cruz en la cual Yo fui clavado en lo alto del Monte Calvario; en esa redención se unirán a la Esencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pero aún hay mucho por hacer, hay mucho por hacer con tan pocos.

Sin embargo, la Fuerza de Mi Espíritu no les faltará; porque quien está en Mí, Mi Espíritu lo tornará invencible y le dará la fuerza para poder hacerlo todo, según Mis designios y Mi Voluntad.

Es así que hoy les digo, compañeros, especialmente a los que escuchan este mensaje en este primer día de Maratón, que se han esforzado y han madrugado para recibirme en sus corazones del otro lado del mundo, que con esos Yo contaré, porque no serán corazones tibios ni fríos, serán corazones en los que Yo podré confiar infinitamente y sin excepciones, sin justificaciones y sin reclamos.

Les vuelvo a decir que es hora de darlo todo por los que no lo dan; y cuando llegue el tiempo de Mi regreso, serán bienaventurados como los que están en los Cielos, serán reconocidos a causa de haber sufrido y padecido por Mí, al igual que tantos santos y tantos servidores de los últimos tiempos.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la maratón del sacrificio y de la institución del Divino Perdón entre los pueblos y las naciones que se conquistaron y se lastimaron, transgrediendo las Leyes de Dios y los atributos de la evolución.

Que, por medio de la Fuente y del Océano de Mi Divina e Insondable Misericordia, las heridas más profundas del sufrimiento humano sean cerradas, desde el momento de Mi Ascensión hasta el presente.

Confío, confío en lo que Me podrán dar, porque lo que Me han dado hasta ahora ha concedido esta Gracia tan importante de que ustedes estén aquí, junto a Mí, para seguir los caminos del perdón y de la redención.

Escucha, Padre, la voz de los que siempre están Contigo.

Escucha la voz de los que claman por Tu Voluntad y por Tu Gracia.

Que todo sea renovado, Padre, desde lo más íntimo hasta lo más superficial.

Que todo sea curado, Padre, desde lo más pequeño hasta lo más grande.

Porque en todo Tú Te encuentras, Adonai.

Porque en todo Tú vibras, Emmanuel.

Y Tu Espíritu está presente, Abba, en todas las dimensiones.

Que las almas más sedientas y perdidas encuentren Tu Luz por medio de esta oferta a la Divina Misericordia de Mi Corazón, y así estaré cumpliendo, amado Padre, junto a Mis hermanos, la promesa de volver a hacer triunfar Mi Cruz en el mundo. Amén.

Que la Luz del Espíritu Santo los bendiga y que el Espíritu Santo los guíe por medio del Don de Su Sabiduría y Discernimiento.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA REGIÓN DE PÊRA, ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hermanos confederados:

Su Maestro y Señor de la Misericordia toca nuevamente, con Sus Pies de humildad, tierras portuguesas a fin de que sus corazones se preparen para las diferentes fases de la liberación que el Señor del Universo realizará dentro de la Comunidad Europea.

Esa es la razón por la cual vuestra Madre, y la Mía, ha escogido esta nación para comenzar, porque desde aquí podrán recibir los impulsos necesarios para que toda la misión se desarrolle como está prevista.

Por eso, todo lo que le ofrezcan a Dios, por más pequeño que parezca, ayudará y contribuirá mucho para que no solo las naciones que visitaremos, sino también toda Europa, reciban la ayuda espiritual que está pensada por lo Alto desde el principio.

Ahora, su Maestro y Señor, en un lugar tan semejante al Huerto Getsemaní, se prepara para comenzar inmediatamente con la misión encomendada por el Divino Padre.

Es así que he escogido retirarme estos días, dentro de los valles de la región de Algarve para que, entre los olivos, pueda reflexionar sobre los próximos pasos de la operación de rescate para Europa.

Desde ahora, agradezco su compañía y unión Conmigo en esta sagrada misión.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice con Su Luz eterna,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, HACIA BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

En este día, primero de junio, comienza una nueva etapa de luz y de redención por medio de la Peregrinación por la Paz en Europa, momento en el cual su Madre Celeste se prepara, al igual que ustedes, para recorrer los lugares que ya fueron citados y en donde podrán suceder importantes trabajos espirituales, no solo en la región que los Mensajeros Divinos visitarán, sino también en las almas muy necesitadas que allí se encuentran.

Portugal siempre es escogido, no solamente por su dogma de fe a Mi Materno Corazón, sino también como el preámbulo para que, por medio del Reino de Fátima, se lleve adelante la gran operación rescate de esa parte de la humanidad y así muchas situaciones sean evitadas.

Esa es la razón por la cual su llegada a Portugal será para recibir el impulso interior de Fátima a fin de que, etapa tras etapa, se concreten los Designios del Creador.

Hoy estoy con ustedes, a su lado, acompañándolos y protegiéndolos.

Estoy preparándome interiormente para esta próxima misión de paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NAZARÉ, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aún gobierno espiritualmente a este mundo, a fin de que se establezcan los mil años de paz y de cura, después de la intensa purificación de la Tierra.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, obedezco, en suprema humildad, a los designios de Mi amado Hijo y así cumplo con las Sagradas Promesas realizadas ante nuestro Eterno Creador.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, impulso un cambio en la consciencia humana, a fin de que esta raza participe de un nuevo ciclo y de un nuevo estado de mayor consideración con el planeta, con sus Reinos Menores y con todo lo que en él existe.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo hacia el mundo el Principio de la Renovación, para que despierten los Nuevos Cristos y, finalmente, abandonen la resistencia de otrora. Así, todo podrá transformarse.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, decreto los Designios de la Divinidad y, de este modo, Mi Consciencia actúa entre los Universos mayores y menores, para que todo se mantenga en la sagrada armonía.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aparto de Mis hijos a las fuerzas capitales de la perdición, de la ignorancia y de la indiferencia, permitiendo que reine el Reino del Amor y de la Verdad.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los 144.000 y los llamo por su nombre, a pedido de Mi Hijo, para que preparen sus moradas internas para el gran momento del Retorno del Señor.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, convoco, en esta hora, a todos los ángeles, devas y elementales del planeta para que se unan como una única fuerza positiva y espiritual, y así, ayuden al mundo entero en su agonía y purifiquen pronto a la humanidad.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, su Madre Celeste moviliza la Luz de los Espejos de los Universos para que ellos capten los códigos sublimes e irradien, a los grandes océanos del planeta, las corrientes positivas de la purificación y de la paz a fin de que se establezca la conversión mundial.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, hago descender la Luz de Dios; y así, disuelvo, poco a poco, los espacios oscuros del planeta, en donde millones de almas se pierden y se sumergen en la ilusión.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, retiro de los infiernos de la Tierra a las almas caídas que han recibido la sagrada expiación de poder ser perdonadas y elevadas a los Cielos.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo el poder de los doce Rayos y uno estos impulsos cósmicos con los espíritus. Así, establezco los Dones, misiones y tareas en las almas que despiertan al poder infinito de la Vida Universal.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, abro las puertas de los Cielos para que los ángeles solares desciendan y anuncien interiormente a la humanidad que es urgente, preciso e inmediato, un cambio en la consciencia.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, elevo a los orantes hacia estados divinos de paz, para que así, Me ayuden a concretar la Obra corredentora junto a Mi amado Hijo, el Cristo.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, ayudo a las consciencias para que ellas se liberen de la eterna cadena de sus errores cósmicos y así nazca, en esos espíritus, el Principio de la Redención.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, uno la consciencia de todas las naciones y preparo a los continentes y a las razas para recibir la llegada del gran Hijo Solar.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, santifico lo imperfecto, consagro lo no redimido y vivifico el espíritu que estaba muerto.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aproximo a Mis hijos hacia la verdad celestial.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los Arcángeles para revaluar el Plan del Creador y hacer todo lo posible para que Su Divino Plan de Amor se cumpla, pues mientras existan dos o más almas que respondan a este Plan, el Plan continuará adelante, sea como sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los alienta, siempre, en la Divina Fe,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA CORUÑA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ahora, su Madre Celeste se dirige hacia Lourdes, dando pasos firmes en esta misión de redención del planeta.

Sus hijos también la siguen con pasos firmes hasta que Ella llegue y ponga Sus pies en lo alto de los Pirineos, en donde nuevamente, como en 1858, dará la bendición necesaria para una nación francesa muy dormida e hipnotizada por la realidad mundial.

Nuevamente, su Madre Celeste llegará a Lourdes, Su casa especial, para que desde allí, el pueblo francés pueda recibir un poco más de Misericordia y que todo lo que hoy vive sea más equilibrado y justo.

Por eso, su Madre Celeste solo usará el gran espejo de la oración para irradiar, desde Sus manos simples, nuevas cosas que hagan de este momento una oportunidad de mayor despertar.

Llegó el momento de que Mis hijos de Francia tengan la Gracia de recibir los mismos impulsos que Portugal, Italia y España.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, Mi Corazón pulsa de amor, el amor recibido de Sus hijos. Por eso Él pulsa intensamente para traer al mundo la Paz.

Es este Corazón humilde que refugia a todas las almas, el que trae, para estos tiempos, el camino, el puente hacia la salvación, en Cristo Redentor.

Este Corazón siempre les trae lo nuevo, porque es un Corazón que vive el Plan de Dios y que invita a los corazones de todo el mundo a unirse a esta propuesta de luz y de hermandad.

Hoy traigo la Luz que sus corazones concibieron en el Mío. Para ustedes, esto les parecerá un misterio, pero en verdad es posible cuando sus voces se unen a la Mía en oración. Así se cumple este misterio que aún puede ser más profundo, cuando la oración es hecha con amor y de corazón.

Con esto les muestro, queridos hijos, cómo en estos tiempos de crisis planetaria, sus almas y espíritus se pueden expandir en la Consciencia de Dios a través de Mi Corazón, que hoy pulsa por el mundo. Y habiendo sentido la respuesta de sus corazones a la súplica de la Madre de Dios, es este Corazón humilde y pacífico el que les abre las puertas hacia realidades sutiles, en donde pueden vivir las consciencias, que sólo buscan estar en Dios todo el tiempo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que la Madre de Dios hoy les concede la aproximación hacia Universos Mayores, en donde la Vida divina, el Amor supremo y la Unidad fraterna habitan, y son como una fuente inagotable que renueva a las almas y consciencias que allí existen para solo servir a Dios y aspirar cumplir con Su Voluntad.

Hoy a través de Mi Consciencia Maternal, elevo sus almas hacia las estrellas, en donde habitan millones de soles y muchas consciencias, que viven esa confraternidad con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

Ingresen a través de Mi Corazón hacia esa realidad y vean delante de ustedes, en los planos internos, un luminoso camino guiado por los ángeles, que los conduce hacia esas realidades sutiles, en donde están la Unidad y el Amor, como atributos principales de la Creación.

Sigan ese camino, queridos hijos, con sus mentes y corazones. Coloquen la atención en Mi Inmaculado Corazón y vean como Él abre las puertas entre las dimensiones e ingresa a sus espíritus en el Tiempo Real. Sientan cómo todo es Uno; cómo sus almas y consciencias pueden estar unidos a Dios en una perfecta armonía y silencio.

Ahora, teniendo como referencia la Luz de Mi Inmaculado Corazón que ilumina ese camino hacia los mundos sutiles, sigan a su Madre Celeste por esa senda, en compañía de sus ángeles de la guarda.

Sientan en sus pechos una gran estrella de luz, dorada y brillante, de seis puntas. Dentro de esa estrella sientan ahora, su esencia interior, su verdadero origen y existencia, lo que siempre han querido saber de ustedes mismos, en este planeta y dentro de esta humanidad.

Siéntanse limpios y puros, conducidos por la mano de su Madre Celestial, camino hacia la Fuente Primordial. Sientan cómo se elevan sus seres; cómo todo queda liviano, porque existe la vibración de la Paz, lo que siempre han buscado y tanto les ha costado encontrar.

Pero ahora que están a Mi lado, como Mis hijos, Mis orantes y Mis siervos, tómense fuerte de Mi mano maternal. Tómense de Mi manto; colóquense debajo de él, así Yo los abrazaré y los conduciré sin miedo hacia su verdadera consciencia, hacia su verdadera realidad, que habita en lo profundo de cada alma.

Sigan caminando en confianza. Vean al lado de ese camino, las rosas de luz, que se abren y despuntan a los rayos del sol. Vean cómo esas rosas son las oraciones de todos Mis hijos que crean ese puente y ese camino hacia la Fuente Primordial, en donde existe el verdadero origen y la sublime alianza entre las consciencias y Dios.

Sigan a su Madre Celeste y vean en el final de ese camino, un gran portal que se abre en su universo interior. Véanlo como un gran horizonte, como un precioso atardecer que los ilumina y los nutre completamente. Vean cómo los ángeles abren ese portal para que las almas y espíritus ingresen en la morada de los simples, de los humildes, de los que pueden ser puros en Dios.

Crucen con su Madre Celeste ese gran portal para encontrar la vivencia del amor y de la fraternidad. Háganlo, queridos hijos, por todos los que niegan a Dios, por los que están olvidados y los que están perdidos de su camino espiritual y de su origen.

Vean, a través de este portal, una gran escalera de luz al Cielo. Vean, en lo más alto de esa Escalera, en su infinito y en su horizonte, la Consciencia de Dios, nuestro amado Adonai, irradiando Su Luz y Sus códigos a toda la Creación. Elevémonos a través de esa escalera de luz.

Sigamos en confianza adelante, porque sólo los quiero llevar a la Paz, al encuentro con su verdadero ser, con su verdadera existencia, que espera emerger en estos tiempos para gobernar sus vidas y sus esencias.

Siéntanse libres, a través de Mi intercesión, de todas las energías capitales, de todos los estímulos externos, de toda la vida superficial y material. Ahora son sus almas que están a las puertas de la Casa de Dios. No teman subir esa escalera. Den los pasos porque Yo los ayudaré. Soy su Madre Celestial y sólo quiero el bien para Mis hijos, que todos puedan vivir a Dios como Yo lo vivo.

Ya estamos en lo alto de esa escalera, próximos al horizonte de Dios. Veamos delante nuestro, un gran lago de luz, en profunda quietud y silencio. Veamos ese lago de color dorado, que brilla e irradia las leyes creadoras de Dios para todas las esencias que existen más allá de este Universo.

Ahora, miren a su Madre Celestial, frente a ese lago dorado de luz y permanezcan delante de él, así como permanece su Madre Celeste, en una perfecta sintonía y unión.

Vean ahora, emerger de ese lago una gran Esfera de Luz, más brillante que el Sol. Vean cómo esa Esfera de Luz se eleva por encima de ese lago de luz y cómo los ángeles a su alrededor, entonan alabanzas y cánticos de alegría al Todopoderoso:
 

¡Elohim, Elohim, Elah!, ¡Padre, Padre, aquí estoy!
 

Y ahora, ante esa Esfera de Luz y para que Ella se aproxime a sus consciencias, alabaremos al Todopoderoso, junto a Sus ángeles y arcángeles, decretando Su Nombre a través del Kodoish melódico. Nos mantenemos en quietud.

Y vamos a recibir ahora, queridos hijos, en nuestras manos, esa parte de Dios que cada alma necesita en este planeta y en esta humanidad, para poder vivirlo, para poder sentirlo y para poder cumplir con Su divina Voluntad.

Y ahora, queridos hijos, lleven sus manos hacia el corazón. Repitamos:
 

Sagrada unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unificanos en profunda fraternidad.
Amén.

 

Veamos cómo esta gran Esfera de Luz, la Consciencia de Adonai, se recoge dentro de ese lago. Los ángeles se postran con sus cabezas al suelo para reverenciarlo, para adorarlo, para glorificarlo, al igual que su Madre Celeste, que se postra al suelo para agradecerle infinitamente.

Reverenciemos a Dios.

Y ahora queridos hijos, así como hemos llegado hacia ese lugar, así retornaremos, hacia este lugar, en donde Yo Me encuentro con ustedes, para entregarles y donarles la instrucción de la Luz.

Bajemos por esa Escalera; veamos a su derecha y a su izquierda a los ángeles del amor; sintamos su presencia mientras Yo los conduzco, en dirección hacia ese portal, por donde hemos ingresado con el alma, a través del corazón, del espíritu de cada ser.

Veamos ese portal cerca de nosotros, así como la estrella de Luz en sus pechos, más brillante que el sol, en confraternidad y devoción.

Crucemos ese portal y veamos el camino que nos conducirá hacia este lugar, en la perfecta Unidad de Dios. Sintamos a nuestro lado al ángel de la guarda, tomándolos de la mano para conducirlos hasta aquí. Veamos cómo sus almas ingresan de nuevo a sus consciencias materiales. Sientan la vibración del Creador. Ya no pueden ser los mismos, al haberlo recibido en su universo interior.

Hoy les dejo este mensaje, esta experiencia de amor por todos los que no la tienen y que no la pueden vivir en estos tiempos. Sean bienvenidos ahora, al Universo de la confraternidad.

Me he tomado este tiempo hoy, con ustedes, por todas las almas del mundo. Deseo ardientemente que sigan acompañando a su Madre Celeste, en esta Sagrada Misión de Amor y de Liberación de la humanidad.

Con la autoridad celestial del Universo y del Todopoderoso, Yo los bendigo, y consagro también a los nuevos Hijos de María, por todos los hijos que vendrán. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Damos gracias a Dios por haber permitido a su Madre Celestial visitar nuevamente Portugal para derramar Sus Gracias, el Amor y la Cura en este lugar y para todo el planeta.

Cantemos “Maravillas”, porque esto es una maravilla de Dios, en todas las almas, para estos tiempos de transición; esto es obra de la Gracia y de la Misericordia de Dios, a través de los Sagrados Corazones.

Les agradezco infinitamente. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El soplo del Divino Espíritu

Queridos hijos:

Que en este día el soplo del Espíritu esté en todos ustedes a fin de que, en estos tiempos, los Dones y las Gracias que ha perdido la humanidad puedan retornar al mundo.

Con esto, deseo ardientemente que, en este día, Mis hijos recuperen lo que perdieron por la acción de la vida material y superficial.

Hoy, su Madre Celeste ofrece para todos el soplo del Espíritu de Dios para que, en esta hora, la consciencia planetaria y la raza humana sean restauradas y así recuperen los códigos de la esencia divina.

Su Majestad y Señora llega a Europa por las almas que viven presas bajo la condición de la vida material; almas que, ni siquiera, se aproximan a la incondicionalidad de la vida del espíritu.

Activando el gran Espejo de Su Corazón humilde, Su Madre Celeste irradia, para esta parte de la humanidad, los códigos de luz y de redención que permitirán, en estos tiempos, que la raza reintegre a su consciencia lo que, algún día, la tornará digna y merecedora del Reino de Dios.

En esta hora, la humanidad de superficie debe tener consciencia de la necesidad de cambiar su forma de vida, buscando el bien común y fraterno, entre los semejantes y entre las naciones.

De esa forma, no solo Portugal sino también toda Europa saldrán de esa indiferencia regional y podrán conquistar, a través de la fe y de la Gracia, un estado de mayor pureza y solidaridad para con el prójimo.

Si Europa, o al menos una parte de sus naciones, consiguiera vivir lo que Yo les pido, con toda la súplica de Mi Corazón, el Padre concederá, por intercesión de Su Señora, la Gracia profunda de un mayor despertar y un tiempo más de paz, tan necesario para los mundos internos, que aún no están preparados para vivir su propia purificación.

He venido en este día a traer para Europa el soplo del Espíritu de Dios, para que la consciencia de los europeos ingrese, definitivamente, en un grado de mayor caridad, servicio e incondicionalidad para con toda la necesidad planetaria.

Esto preparará las condiciones para que los Mensajeros de Dios lleguen a África en el próximo tiempo y para que, a través del amor y de la Gracia, las heridas que ha dejado Europa en el continente y en el pueblo africano sean misericordiosamente sanadas por el bálsamo de cura que podrían derramar los Ángeles del Padre sobre Mis hijos de África.

Espero, siempre espero, que cada corazón orante y que cada alma servidora acompañe a su Madre Celeste en esta sagrada misión.

Desde ahora, y antes de tiempo, agradezco a todos los que colaborarán para conceder Mi tan ansiada y divina visita a África.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy he venido como la Señora de Kibeho, como la Madre del Verbo Divino, para poder curar a la raza africana de todo lo que ella ha padecido a través de los tiempos, de todos los siglos. Es por esta causa, queridos hijos, que hoy Mi Piel es morena, para demostrar al mundo que la Santa Madre de Dios, la siempre Virgen María, está con los más marginados, con todos aquellos que sufren el terror y el dolor de estos tiempos.

Vengo a extender Mi Manto sobre África y Portugal, a fin de que las puertas inciertas se cierren y se abran en los corazones las puertas del Cielo.

Deseo, queridos hijos, que en esta hora crucial del planeta, acompañen a su Señora de Kibeho para su próxima peregrinación por el continente africano. Pues Europa, a través de su aceptación y de vivir el Plan de Dios en estos tiempos y en la representación de todos los hermanos que están aquí, ha abierto las puertas para que esto pudiera suceder.

Eso significa, Mis amados hijos, que aún están a tiempo de poder vivir la Misericordia de Dios y de generar todas las condiciones espirituales e internas, para que el continente africano reciba la cura espiritual que tanto necesita. Será una visita extraordinaria y única, pues Mi Obra aún debe desarrollarse en Sudamérica. Yo cerraré esta obra en Sudamérica después de que los Sagrados Corazones también visiten a Asia.

Cuando llegue ese tiempo y ese momento, queridos hijos, ya podrá decirles y profesarles que sus corazones estarán prontos para poder vivir el fin de los tiempos, el fin de un ciclo en esta humanidad y en esta raza, en donde todo se pondrá en juego, en donde las almas definirán sus vidas y caminos entre el Paraíso y el infierno.

Es de esa forma, queridos hijos, que con anticipación, anunciando Mi llamado para África y Asia en esta Peregrinación por la Paz en Europa, vengo en este día a pedirles que Me acompañen, que sigan los pasos de su Madre Celeste, con el fin de que se cumplan todos los designios del Cielo.

Necesito, que como hoy, puedan dar nuevos pasos hacia un servicio incondicional y permanente, así Dios podrá derramar Sus Gracias a través de Mi Corazón Inmaculado y Yo podré compartirlas y entregarlas con todos Mis hijos del mundo, especialmente con aquellos que más las necesitan.

También iré a África, queridos hijos, como su Señora de Kibeho, para poder trabajar con los Reinos de la Naturaleza. Cuántos clanes animales sufren en este lugar y cuántos necesitan de esa ayuda incondicional de sus corazones.

Queridos hijos, aún están a tiempo de poder revertir lo que aún hoy hace la humanidad. De esta forma, Yo les muestro, cómo la tarea de los Mensajeros Divinos es más amplia de lo que parece. Cuando su sí y su adhesión es verdadero, Yo puedo trabajar en este mundo y más allá de él.

Hoy vengo con Mi Piel morena, porque Yo también formo parte de esa raza africana, la cual, en tiempos anteriores visité con San José y el Niño Jesús, para poder contemplarla y ayudarla misericordiosamente, con el fin de que ella pudiera vivir el Amor crístico.

Es esa alegría incondicional de los africanos lo que también Me está llevando a ir a África. Es esa devoción ardiente y verdadera que hace encender Mi Corazón en Amor y Luz, cuando las almas más marginadas, las almas que más sufren en ese lugar, imploran a Mi Corazón Inmaculado por su intercesión.

Así como ayer les ha dicho Mi amado Hijo, su Madre y Señora del Cielo les abre las puertas para esta nueva tarea, para esta Sagrada Misión, que es parte de todos los que se unen a ella.

Ahora, queridos hijos, en estos tiempos en donde existen muchas necesidades planetarias y en donde esas necesidades se agudizan, Yo invito a todos Mis hijos orantes del mundo a orar de corazón, a formar parte de esta misión planetaria de rescate, como buenos apóstoles, siervos y servidores, de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

Hoy vengo a extenderles Mis Brazos, y a entregarles la donación de Mis Manos para que se tomen fuerte, queridos hijos y acompañen a su Madre Celestial por este camino, de que en tiempos críticos, expande Su Obra de una forma extraordinaria y urgente.

Hoy también vengo con Mi Piel morena, recordando a todos los pueblos originarios. A ese caluroso amor que brota del corazón de los africanos, así como también ha brotado de los corazones mejicanos, con Nuestra Señora de Guadalupe.

Como Madre y Señora de Kibeho, Reina del Verbo Divino, vengo a traer para todos la importancia de la Sagrada Palabra y a transmitir, a través de ella los códigos de Luz y de Amor, que en esta hora definitiva, prepararán sus corazones para poder responder una vez más a este llamado.

Así como han cumplido con Mis pedidos desde los Estados Unidos, y a través de todos los grupos de oración, de que Mi llegada a Europa hoy se concretara, es así como Yo los invito en esta tarde, a que concreten este llamado de su Madre Celestial. También quisiera ver a Mis hijos del Brasil presentes en África, porque así podré realizar esa sagrada tarea de cura espiritual entre los pueblos y las etnias y en todo lo que ha sucedido en las últimas décadas.

He escogido una nación de África para poder visitar que será el centro de Mi Gracia para el continente africano. A partir de allí, Yo irradiaré todos los códigos posibles en todas esas esencias, para que finalmente se concrete la redención prometida.

Hace algún tiempo vengo tejiendo un manto de perdón y de redención entre las naciones. Comprendan así, hijos Míos, que cada uno de Mis pasos de Peregrina no son solo para estar con Mis hijos y para curar aquello que aflige sus pequeños corazones.

Vengo a curar un pasado milenario que aflige no solo al corazón de los hombres, sino, sobre todo, al Corazón de Dios.

Vengo peregrinando de Occidente a Oriente, del Sur al Norte, para curar ese pasado, porque si no es liberado en este tiempo, la humanidad no podrá encontrar la paz.

Y será a través de ustedes, hijos Míos, que Mi Plan se cumplirá, porque sus corazones, en algún tiempo también formaron parte de este sufrimiento y vivieron este dolor que hasta hoy vive el Corazón de Dios. Estarán curando junto Conmigo, el espíritu herido del planeta.

Esta Tierra debe volver a ser sagrada, porque la Nueva Jerusalén deberá encontrar espacio en cada corazón de este mundo.

Las almas necesitan definirse, y para que vivan esta definición necesitan conocer no solo el camino de la oscuridad y de las ilusiones que ofrece este mundo. Necesitan conocer el camino de la Verdad y de la Vida que Dios les trae a través de Sus Mensajeros y que, a pesar de no ser el único, es una de Sus más importantes obras en este tiempo.

Comprendan esto, hijos Míos, para que me acompañen con el corazón y con la consciencia; para que, junto Conmigo, podamos liberar este mundo de toda la oscuridad que en él habita; para que, aunque sea en el último tiempo, el Espíritu de la Tierra pueda respirar aliviado por encontrar el amparo y la Gracia de Dios. Y que de esta forma, el planeta se prepare para un nuevo ciclo, en el cual la Voluntad del Padre será la Ley Primera que reine en la Tierra y Su Amor, presente en el corazón de los hombres, los restaurará y les ayudará a reconstruir el planeta.

Hijos, quiero liberar los infiernos de este mundo y aquellas almas que desde hace tanto tiempo padecen, aprisionadas por las cadenas del mal. Todos Mis hijos merecen una oportunidad y no les pido mucho, solo que Me acompañen con el corazón, que oren Conmigo, que Me ayuden a llegar a cada nación, que no juzguen Mis pedidos, aunque no sean comprensibles para sus mentes en algún momento.

Hoy comprenden lo que Yo comencé a construir hace algunos años a través de imágenes peregrinas, a través de peregrinaciones entre naciones; y en algún tiempo verán manifestado el Plan de Dios que estoy diseñando hoy. Recogerán los frutos de una nueva vida; frutos que hoy solo llevan las semillas y las depositan en el suelo de este mundo, aunque esté tantas veces seco, sin perder la esperanza de ver esas semillas germinar y crecer. Los niños que hoy habitan en la humanidad descansarán bajo el árbol de la nueva vida.

Escuchen lo que les digo y síganme, hijos, porque el Plan de Dios triunfará a través de Mi Inmaculado Corazón. Yo traigo del Universo la cura y la redención para las almas, preparando un camino para Mi Hijo, para que Él los encuentre dispuestos a establecer la nueva vida en este mundo.

Cuando su Madre Celeste ingrese en el continente africano, los Adoradores de esta Obra deberán ingresar en contemplación todos los días y todas las horas, a fin de que su Madre Universal concrete Su Sagrada Misión en ese lugar.

Ahora, queridos hijos, en representación de esa energía de cura divina, hoy llamaré a los hijos que hoy se consagrarán, como parte de esta humanidad y de esta raza, que debe alcanzar la trascendencia de la inercia, la transformación de sus corazones y vidas por muchos, muchos más, que necesitarán de esa energía de cura espiritual.

Es de esta forma que su Señora de Kibeho, Madre y Reina de África, trae a través de Su Corazón Inmaculado, la Luz de la Nueva Aurora para que ella se expanda en los lugares que más necesitan de liberación y redención. Que así sea.

Hijos amados que hoy se consagran, coloquen su mano izquierda sobre el pecho y sientan la Voz de su Madre Celeste; la caricia que reciben sus almas al tener en sí, el bálsamo de la consagración espiritual.

Vean cómo en sus corazones se abren las flores de Mi Jardín, nuevos caminos, nuevas posibilidades, infinitas Gracias, descienden sobre sus espíritus, que hoy representan, no solo a Portugal sino también a toda Europa, para que se genere en la consciencia de estas naciones, la reconciliación y la restauración entre los pueblos y las culturas por todo lo sucedido a través de los siglos.

Vengo a entregar esta Gracia a cada uno de sus corazones, como una gran flor de luz, como una esfera de paz, como un núcleo divino de vida, para que él se encienda a cada momento que ustedes ingresen en oración y adoración. Así estarán con Mi Hijo en Su camino y Él estará con ustedes en sus caminos y vidas, irradiando Su Misericordia para sus familias y sus seres más queridos.

Construyan en estos tiempos, hoy como hijos consagrados, los puentes hacia los Universos mayores, así podrán llegar a su origen, conocerán su verdadera existencia y ya no tendrán velos en sus consciencias, porque verán la Luz de Dios en el horizonte como un gran arco iris de Luz, que desciende sobre sus seres, para bendecirlos eternamente.

Como su Señora de Kibeho, les entrego la oración todos los días, por África, y ofrezcan un Misterio del Santo Rosario con todo el amor y el poder de sus corazones, para que su Madre Celeste llegue a muchas más almas y debajo de Su Manto de Luz coloque a todos los Reinos de la Naturaleza.

Yo los bendigo y Yo los consagro bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió, por todos los corazones de África que claman por cura, paz y redención.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y hoy por todos los portugueses y por todos los africanos, ofrecerán a su Madre Celeste el canto de Kibeho, para que las puertas de la Misericordia se sigan abriendo, más allá de Europa, en toda África.

Que así sea. Amén.

Les agradezco.

El Sagrado Llamado
Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la ciudad de Lisboa, Portugal, transmitido al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy, África palpita en Mi Corazón Misericordioso. Y hago esto por todos los que la han ofendido, los que la maltrataron, los que la colonizaron y que abrieron puertas inciertas, para la perdición de las almas.

Pero hoy no vengo a hablarles de los abismos, sino de la pureza infinita que existe en cada hijo Mío de África, la que a través de los tiempos he venerado y contemplado con amor.

Por eso, ha llegado la hora y el momento de que su Rey retorne a África, para cerrar las últimas puertas y hacer descender los Cielos y los Universos y poner fin al sufrimiento humano.

Mi Sangre también fue derramada por ellos, para generar en sus almas la salvación y la liberación de todos los abismos de la Tierra. Es con este fin que hoy traigo entre Mis Manos el Santo Grial, para entregarles Mi divina Sangre, para que comulguen de él y pongan fin al sufrimiento, a la falta de esperanza, a la aflicción y al dolor humano.

Hoy, vengo a verter Mi Sangre sobre África. De esa forma, vierto Mi Sangre sobre Portugal y Europa, para poner fin a las discordias humanas, a la explotación de estos tiempos, a la indignación que sienten los niños y jóvenes de África, al ser maltratados a través de los tiempos y de los años.

Hoy, vengo a abrir Mis Brazos y a extender Mis Manos por un continente doloroso y sufrido. Vengo a ofrecer Mi Sagrado Corazón, como expiación universal por todas las causas sucedidas en el continente africano, a través de las últimas décadas.

Vengo a donar la Luz de Mi Espíritu y de Mi Divinidad. Mi Corazón hoy se regocija al haber recibido en Su Altar, una humilde cesta de intenciones y súplicas. Quiero, de esta forma, que Mis más pequeños hijos de África, tengan la total certeza y seguridad, que su Rey está derramando sobre ellos Su divina e infinita Misericordia.

De esa forma, cuando Yo llegue a África en el próximo tiempo, volveré a consagrarla al Inmaculado Corazón de María; porque debemos, compañeros, dar gracias a esa gran Consciencia Maternal y Universal, que ha generado los medios y las condiciones espirituales para que Mi Sagrado Corazón también triunfe en África, finalmente.

Vengo a colocar el bálsamo de Mi Cura en cada corazón africano; a sellar los males, los dolores y los sufrimientos generados por los corazones de Europa, hacia ese continente tan herido.

Vengo a pedir para toda Europa, que recen todos los días de rodillas, un Padrenuestro por la reconsagración de África a Mi Sagrado Corazón. De esa forma, queridos compañeros, ustedes, que son de aquí, de Europa, y todas las almas del mundo entero que conocen la adversidad que vive el continente africano, generada por otras naciones y pueblos, que abrirán las puertas con sus oraciones y corazones, para que Mi Victoria Celestial pueda descender sobre ese continente y sobre todas las naciones.

Hoy, vengo a ofrecer este Cáliz, este Sagrado Grial, por los inocentes, por las víctimas de la explotación, del martirio y de la aniquilación.

Hoy se vierte Mi Sangre espiritual, los códigos de vida y de renovación, como un gran afluente, como un inagotable manantial, sobre todas esas almas que más necesitan. Aquí se encuentra una historia de vida; almas que pertenecen al Proyecto de Dios y que están intentando en estos tiempos de crisis, vivir la esperanza.

Deseo que cada uno de los europeos asuman espiritual y materialmente, a cada una de estas “crianças”. Digo “crianças”, en portugués, porque esta misión es especialmente para los portugueses; para los que están aquí y los que no están aquí. Quiero ser claro y que puedan comprender la importancia de cumplir este pedido a su Maestro y Señor del Universo.

En cada una de estas intenciones, como en cada una de estas fotos, se guarda una historia, un pasado, que debe ser redimido, renovado y restaurado por Mi Sagrado Corazón y todas las súplicas de los que se unen a Mí, en esta misión de generar, en el final de los tiempos, la cura, el amor y la unidad en todas las almas de África; especialmente por las almas que están en esta cesta, suplicando a Mi Misericordioso Corazón, la intercesión divina del Padre Celestial, que hoy concedo por la autoridad que Él Me dió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aquí hay ciento veintiocho esencias que se ofrecieron a encarnar en África, para que la humanidad aprendiera sobre el sufrimiento ajeno, sobre el dolor humano, sobre la tortura, la explotación y la indiferencia.

Deseo que todos los corazones del mundo no olviden a Mi amada África y miren hacia ella, porque aún sigue sufriendo, silenciosamente.

La causa de esta peregrinación en Europa no es solamente por sus almas y corazones, que tanto ya recibieron, sino para que sus espíritus y sus consciencias se unan a Mi Apostolado universal, y para que vayan de dos en dos, a ayudar a los que más lo necesitan, así como a los Reinos de la Naturaleza.

En este momento sagrado, en donde Adonai escucha la súplica de Su amado Hijo y las intenciones de los corazones simples, su Maestro y Señor orará por cada una de estas almas, en representación de todas las almas de África y de Medio Oriente.

Escuchamos ahora “Así habló el Maestro”.

Colocamos nuestra mano izquierda sobre el corazón, sobre el pecho.


Padre, Adonai, Eli, Yahve, Tú que has generado la vida, vuélvela a dar a Tus criaturas, para que puedan vivificarte y sentirte en lo más profundo de sus espíritus.

Eli, escucha la Voz de Tu Hijo, que suplica por Su amada África. Disipa los sufrimientos. Borra de los corazones las angustias. Enciende en los más pequeños la esperanza de seguir viviéndote hasta el fin de sus días.

Que Tus ángeles desciendan, Eli. Eli es Tu Nombre Santo, Tu Nombre Santo para toda África, para Tu amado pueblo, marcado por las heridas y las huellas de la persecución.

Hoy, retorno a ese pueblo, Eli. Hoy, retorno al origen, en donde todo comenzó en este planeta; al lugar en donde despuntó Tu primera civilización de amor, de servicio y de entrega, al verter sobre ellos Tus Códigos divinos.

Que las almas recuperen la confianza de poder vivir. Que todo sea sanado, para que ninguna célula ni ningún cuerpo sienta el sufrimiento, ni tampoco sienta el dolor, ni pierda la fe de creer en Ti.

Así como le pediste a Moisés cuidar de Tu Pueblo, hoy escucho Tu Voz, Eli, amado Padre; cuido de Tus rebaños, para que las semillas de la vida, de la regeneración, sean sembradas en las almas que han sido sometidas por el castigo humano, por la explotación, en estos tiempos.

Que Tu Fuente de Amor y de Luz, descienda sobre ellos. Que todos recuperen la alegría de poder sentirte y que vivan en la plenitud de Tu poderoso Espíritu, Adonai.

Adonai Manu, Padre, escucha la voz de Tu Pueblo.

Adonai Elah, que se cumpla Tu Voluntad.

Eli, Eli, Eli, que todo sea consumado, para que la humanidad, que está sufriendo, alcance la paz. Amén.


Estas intenciones y estas fotos, volverán a quienes pertenecen. Yo las llevaré hasta Angola, para entregarlas a cada uno de ellos y así, entregarles Mi más profundo abrazo de amor.

Que así sea.

Y ahora, en honor a la Santísima Madre del Cielo, Abogada de ustedes, Intercesora de las almas y Mediadora de todos los corazones, en acción de gracias, gratitud, reverencia y devoción, y para la consagración de estos elementos, que se volverán el Cuerpo y la Sangre de Cristo, hoy les pediré que llamen e invoquen a Nuestra Señora de Kibeho.

Y así, Yo los llevo hacia Mi Paz, porque en la Paz de Dios, todo se realiza. En la Paz, se puede vivir la vida eterna, la renovación y la fe en todos los corazones que creen en Mi Sagrado Corazón.

Que el bien y el amor reinen. Que la humanidad viva el Proyecto de Dios. Que los Reinos de la Naturaleza sean curados y que todas las esencias de este mundo alcancen la redención, para que cuando Yo retorne en Gloria, todos vivamos la alegría del Paraíso. Amén.

Les agradezco a todos los que llevarán a África en su corazón, para que se cumplan Mis Designios; y Mi Misericordia, que es la Misericordia de vuestro Dios, se expanda en el mundo entero.

Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Sigamos cantando, porque hoy, su amado Hijo, llevará a su amada Sierva, Madre y Señora del Cielo, las súplicas de todos los que han invocado por África.

Les agradezco. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE OPORTO, PORTUGAL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para Dios, no todo está perdido. Por eso vengo a su encuentro, queridos Hijos, confirmando Mi Paz en sus corazones y el triunfo del Corazón de Mi Hijo en sus vidas.

Queridos Hijos, nada está separado, porque cuando sus voces proclaman a través de la oración, las Leyes celestiales descienden a la Tierra, para poder transformarla poco a poco, así como Dios lo ha pensado en Su Corazón para el bien de todos Sus hijos de la Tierra.

Hoy, Mi Presencia es proclamada en el mundo. A pocos días del trece de mayo, su Madre Celeste se prepara para ese gran acontecimiento. Y finalmente será posible, a través de la adhesión de todos Mis hijos en el mundo, de todos aquellos que hicieron posible esta realidad en este tiempo.

Es así que hoy Yo muestro para ustedes Mi Corazón Inmaculado, en este día, libre de espinas, lleno del amor de Mis queridos hijos, de la fe que ellos proclaman a Mi Corazón, de la persistencia que ellos sienten al poder creer en la Palabra de Dios, hoy profesadas a través de Mi Corazón Inmaculado.

De esa forma, queridos hijos, con una presencia amorosa y maternal, su Madre Celeste viene a detener las guerras, especialmente aquellas que acontecen en el espíritu de la humanidad y después, aquellas que acontecen en el Universo material.

A través de Mi Fe y de Mi Paz, vengo a renovar los votos de todos Mis queridos hijos del mundo, porque será necesario que el mundo se vuelva a consagrar a Mi Inmaculado Corazón este próximo trece de mayo, a fin de que todo se pueda renovar, que las almas reciban lo que más necesitan y esperan en estos tiempos.

Hoy, en nombre del amor y de la paz, vengo a renovar los votos de todos los Hijos de María consagrados y también de aquellos que en el futuro se animarán a dar un paso en el camino de la consagración a la oración y al servicio, porque en esos simples gestos de caridad, la humanidad puede ser curada completamente, bajo el principio de la fraternidad y de la unidad entre los corazones.

Quisiera que todos Mis hijos pudieran sentir cuán importante será este acontecimiento, el próximo trece de mayo en Fátima, delante de un planeta que es caótico, que vive la desarmonía, la indiferencia y la falta de amor.

Es por eso que su Madre Celeste vendrá a Fátima nuevamente. Esta vez, a buscar el amor de todos Sus hijos; ese amor que es proclamado a través de la devoción y de la oración, no solo en el Santuario de Fátima, sino también en todos los Centros Marianos del mundo. Su Madre Celestial unirá cada Centro Mariano como uno solo, cada corriente de devoción, de fe y de amor de Sus hijos, para poder transmutar este planeta, a través de la Fuente de Amor de Lys Fátima y bajo la cooperación y el servicio, no solo de sus corazones, que es lo más importante en este tiempo, sino a través de todos los ángeles que habitan en el Reino de Lys Fátima y aguardan desde hace ya más de cien años por este acontecimiento.

También, queridos hijos, a través de este movimiento universal de su Madre Celestial para este próximo trece de mayo, vengo a renovar la vida sacramental en todos Mis hijos: el Bautismo, la Confirmación, la Confesión y especialmente la Comunión reparadora, que he pedido que todos pudieran vivir, en los últimos años de este tiempo actual.

De esa forma, queridos hijos, con todo lo que han enriquecido sus corazones, a través de la vida espiritual, como de la liturgia diaria, su Madre Celeste se estará sirviendo de cada uno de esos dones, para poder llevar adelante esta Obra, en este nuevo ciclo y en esta nueva etapa, que comenzará a partir del día trece de mayo.

No es por acaso, queridos hijos, que a todos los he congregado aquí, en Portugal, para renovar su dogma de fe, así como una vez Yo lo dije en Fátima: que Portugal podría preservar su dogma de fe a través de los tiempos y de los años. Este dogma de fe, es lo que ha permitido a su Madre Celestial realizar esta Obra, en este ciclo y en esta hora aguda del planeta.

Es de esa forma, queridos hijos, que el trece de mayo las puertas de Lys Fátima se reabrirán, para que las almas puedan cruzarlas, y así, sentirse acogidas en el más perpetuo Amor de Mi Corazón Inmaculado. Cada oración que será ofrecida a partir de este día, hasta el día trece de mayo, tendrá una importancia universal y será altamente considerada por su Padre Celestial como nunca antes ha sido considerada, a través de los tiempos.

Comprendan así, queridos hijos, la importancia de este movimiento espiritual de su Madre Celestial, que no solo acoge a su planeta y a su Universo, sino también a otras galaxias lejanas a esta.

Yo les traigo así la consciencia para estos tiempos, de unir lo superior y lo inferior en uno solo, de unir el Cielo y la Tierra, a Dios y a los corazones, en una sola Comunión, en una perfecta Comunión con Cristo, para que el planeta sea redimido y curado de todo lo que necesita en este ciclo.

Es por eso que hoy les muestro Mi Inmaculado Corazón, nuevamente lleno del amor de Sus hijos, que deben seguir cultivando la hermandad, la unidad, la fraternidad y especialmente, la fe en Dios.

Esperé muchos siglos para revelar, a la humanidad, poco a poco, la grandeza de Mi Amor y de Mí Inmaculado Corazón.

Hoy les traigo este Corazón, para que contemplen el misterio delante del cual están hoy.

Contemplen en su interior la grandeza de este Corazón, que hoy se manifiesta pequeño, pero que guarda dentro de sí una inmensa Vida.

Siglo tras siglo, hijos Míos, estuve silenciosa, y las veces que hablé al mundo, hablé aquello que podían escuchar, porque la humanidad estaba creciendo como un pequeño niño que da sus pasos, poco a poco, en la comprensión de la vida superior. Pero ahora los tiempos cambiarán y la humanidad también debe cambiar. Por eso les pido que su devoción se convierta en fé, una fé que les abra las puertas para que ingresen en Mi Reino, en el Cielo, así como en la Tierra; en el Paraíso Universal, así como en el Reino de Lys, y en tantos otros que aún les debo revelar.

Mi Corazón hoy expuesto delante de sus ojos, simboliza el misterio de la Voluntad Divina. Que la Verdad ya no esté oculta, y que todos puedan sentir, contemplar en sus oraciones, la verdadera grandeza del Plan de Dios para este mundo.

El Reino de Lys ya no se ocultará, porque las almas, muchas de ellas, perdieron su pureza y deben reencontrarla para que este mundo se torne sagrado.

De es forma, hijos, después de cien años preparando el corazón humano, Mi Corazón vendrá nuevamente a mostrarse a sus ojos, para que este manantial de pureza se abra definitivamente para el mundo.

Esto significa que el Creador les ofrece la oportunidad de que sean consecuentes con Él, de que laven sus faltas, de que curen sus imperfecciones y de que recuperen el camino de retorno, del cual salieron hace mucho tiempo.

Mi Corazón expuesto delante de sus ojos irradia la pureza de Dios, que es la primera puerta que les abro para el Reino de Lys.

Entren en Mi Inmaculado Corazón, porque hoy, a través de sus oraciones más sinceras, generaron méritos para eso. Y con eso les pediré que no solo ingresen en este instante, sino que vivan en Mi Inmaculado Corazón, que sientan Mi Presencia todos los días, actúen Conmigo, piensen con Mi Pensamiento, sientan con el Sentimiento de Mi Corazón y de esta forma, hijos, sean dignos de ser llamados hijos de María, proclamen Mi Presencia en el mundo, a través del ejemplo verdadero de que están en Mi Inmaculado Corazón.

Es colocándolos hoy bajo Mi Manto que los renuevo, renuevo su consagración, sus votos para con Dios, aquel compromiso que hicieron con Él en el principio, y que tantas veces los ayudé a renovar, para que algún día se torne la prioridad de sus vidas, que lo puedan cumplir con plenitud, vacíos de sí y llenos de Dios.

Con Mi simple mirar, su Madre Celeste renueva a Sus hijos y renueva todas las cosas.

Deseo que sientan y escuchen Mi simple mirar; Mi mirada sencilla, humilde y sincera, llena de Amor, llena de Verdad y de esperanza para con todos Mis hijos del mundo.

Hoy, estas rosas, rosas blancas de la pureza original, a los Pies de su Señora y de su Majestad, son consagradas, para que sus vidas, el próximo trece de mayo, sean como rosas abiertas, la pureza original de los Rayos de la Misericordia de Dios, para que todo sea curado, para que todo sea cicatrizado, para que no haya resistencias, sino alegría eterna, júbilo de vivir y de servir a Dios.

Hoy consagro a estas rosas y daré tres rosas para Mi hija, Mi hija amada; representando en ellas la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE SAN PABLO, BRASIL, HACIA LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo soy la Estrella Guía de la noche, que alumbra los caminos para conducir a Mis hijos hacia el portal del Amor.

Su Madre Celeste, como prometió, está retornando a Portugal por medio de Su grupo peregrino, a fin de que se lleve adelante la gran expansión de consciencia del Reino de Lys-Fátima.

A todos ustedes, como también a sus hermanos que vendrán en sagrada peregrinación, los conduzco hacia los jardines internos de Lys, para que en cada alma se establezca, una vez más, la pureza original.

Hoy, con alegría, regocijo y devoción interior, su Madre Celeste prepara Su llegada a Portugal, para que más corazones puedan encenderse de nuevo en el amor, en la verdad y en la pureza Original.

Así, los invito, Mis queridos hijos, a estar alegres y disponibles en cada momento de la peregrinación por Portugal porque, de esa forma, ustedes tendrán la Gracia y la Misericordia, como tantos hermanos peregrinos, de recibir la bendición de su Madre Celestial.

Seguimos en la fe, en la confianza y en la alegría porque nuevamente en Europa, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

¡Les agradezco responder a Mi llamado!

Los bendice y los protege debajo de Su Divino Manto,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En Su peregrinación, Mis pasos de Madre se dirigen hacia Portugal, en donde reencontraré hijos queridos, dispuestos a servirme.

De esa forma, su Madre Celeste ingresará por la puerta mayor de Fátima, para concelebrar la Eucaristía junto al Santo Padre y a todos los ángeles.

Así, su Madre Celeste realizará una gran tarea universal en todo el continente europeo, a fin de que muchas situaciones se puedan evitar en el próximo tiempo.

Los ángeles se han dispuesto, a través de su espíritu incondicional, a acompañar con su protección cada momento para que, cada etapa de la celebración en Fátima sea un motivo de júbilo y de alegría, un momento en que se reabrirán las puertas a la Misericordia de Dios.

Por eso, su Madre Celeste, prepara Su llegada el próximo 13 de mayo, en el que las consciencias podrán contactar nuevamente su estado de pureza original.

En este camino nos encontramos y por este camino todos nos dirigimos hacia las puertas de Fátima, el Gran Santuario Interior.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo será considerada el nuevo semillero de la luz, porque, a través del gran campo de la instrucción interna, las almas con mayor grado de resistencia encontrarán el portal donde poder cruzar hacia un nuevo nivel de consciencia.

Es así que, esta próxima peregrinación será la sembradora de nuevas semillas de instrucción en el campo de la consciencia europea, con el fin de que las almas no solo despierten al reencuentro con Dios, sino que también se sientan motivadas a formar parte de las Islas de Salvación que están siendo levantadas dentro del continente europeo, y así, toda la consciencia europea dé un paso hacia la vida de servicio, dejando atrás la superficialidad de las cosas.

Quiero que Mis hijos que colaborarán en la manifestación de esta próxima peregrinación, sepan que tendrán la posibilidad de contribuir ampliamente en el proceso del Plan de Salvación de Mi Hijo.

Las bases de la Campaña por la Paz en el continente europeo motivarán a las consciencias a despertar a la colaboración y a la concreción de este Propósito divino para Europa.

Esta es la razón por la cual dicha peregrinación comenzará en Portugal, para que todos los impulsos que se recibirán favorezcan y ayuden al mayor número de consciencias que, en estos tiempos, estarán retomando los caminos que otrora dejaron atrás, caminos que conducen a la Hermandad Celeste.

Les agradezco por concretar Mis planes de Paz en el mundo.

Los bendice,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto