Domingo, 10 de junio de 2018

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

No pierdas la oportunidad de crecer a Mi lado y de desmitificar tu consciencia, para que algún día encuentres la Verdad, la Verdad que vive dentro de ti, la Verdad que espera por despertar y, así, mostrarse ante tus ojos, revelándote la verdadera misión y el verdadero Propósito que Dios te ha enviado a cumplir en este tiempo y en esta humanidad.

No pediré lo imposible, sino lo que es posible.

No necesito grandes desarrollos, sino pequeños desafíos que puedan ser verdaderos y que nazcan del corazón.

He esperado hasta este momento y hasta este día, para decirles que cambiaré sus consciencias, de modo y de lugar, de sentido y de percepción; y quien no lo quiera vivir estará libre como siempre lo ha estado. Mi Corazón no amarra a nadie, Mi Corazón concede la Paz y la Verdad.

Yo Soy el Camino que se trasluce ante los ojos de los hombres. Soy el Sendero que se muestra ante la transparencia de la vida y en la concepción de nuevos principios que hagan de sus seres, seres de bien.

Están ante el escenario de una definición, como lo está el mundo, como lo vive toda la humanidad.

Sé que no es fácil entregarse ni humillarse, pero la resistencia podría quebrarse para que Mi Luz pueda penetrar y transformar todo.

Yo les ofrezco el Camino del Amor y no el camino del dolor. Ustedes son seres que ya han crecido lo suficiente para poder responder al Plan.

No necesito que se igualen a Mí, solo necesito que sean en Mí para que, en este momento agudo, Yo pueda Ser en ustedes.

Deseo en este lugar muchas comunidades y más pobladores de Mi Camino crístico y redentor. Es solo hacer el movimiento correcto y tener la actitud correcta y eso también transformará al mundo y a su humanidad, sobre todo, a Europa.

Las Gracias de los Proyectos de Dios aún están por descender. Las Corrientes del Universo descenderán para ayudar a concretarlos o para que sean omitidos, como muchos más los omiten, día a día.

En lo pequeño está el Reino de Dios, y ustedes pueden hacer lo pequeño para que el Reino de Dios se manifieste.

No teman a los desafíos. No teman a los conflictos. Teman no poder amar más, así como Yo los amo. Teman no poder ser transparentes, así como Yo los quiero ver transparentes a pesar de las imperfecciones o de los errores.

Necesito que sus seres sean verdaderos, para que Mi Proyecto en ustedes sea verdadero.

El tiempo indica un nuevo rumbo. La Obra indica un nuevo paso y es hora de actuar para que su Señor pueda posar Sus Pies también en Portugal y, así, santificar la tierra que ha sido ultrajada por los hombres y sus ignorantes poderes.

Ustedes han sido llamados a cambiar parte de la historia de esta humanidad y en esta parte del mundo.

Los Tesoros del Cielo esperan para poder ser revelados a la humanidad y a sus consciencias.

Ya tienen las llaves, solo deben abrir la puerta correcta para que todo pueda acontecer como está previsto.

Yo les ofrezco esta Comunión como un testimonio de Amor que Yo tengo por cada uno de ustedes, aunque no lo parezca; y espero que sus corazones sigan buscando el camino del arrepentimiento por los que no lo buscan, en esta flagelada Europa que debe renacer a su verdadero espíritu y a su verdadera concepción.

Yo les pido cosas simples, pero profundas. Yo no necesito que sean héroes, sino Mis servidores, Mis verdaderos servidores, en este tiempo crucial de la humanidad, en el que cada vez más se apagará la luz en el interior de las criaturas; y, ustedes, como tantos otros, deberán ser esa llama encendida de incondicionalidad, de servicio, de bien, de aceptación y de apertura al prójimo, a los que sufren.

Dios, desde el principio, les dio la Gracia de conocer Lys y de sentir su esencia y su energía. Ustedes deben ser precursores de ese Legado y no pueden colocar barreras para que eso no llegue a las almas. Ustedes saben de lo que les hablo y comprenden lo que les digo. Si Yo no les digo la verdad, no podrán ser verdaderos algún día.

Los invito a cumplir la Voluntad de Dios, en hermandad y en sintonía.

Hace 2 000 años atrás, en un Jueves Santo, Yo tomé el pan y di gracias a Dios por estar con ustedes. El Espíritu del Padre bendijo el pan, convirtiéndolo en Mi Cuerpo. Y hoy, les vuelvo a decir que coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo Vivo, que se sacrificó y murió por ustedes para concederles la Gracia de la oportunidad y de la redención.

Del mismo modo, tomé el Cáliz, di gracias a Dios por ese sacrificio y por estar con ustedes y en ustedes. El Espíritu del Padre lo bendijo. Y hoy, les vuelvo a decir que tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.

Hoy, limpiando sus corazones con la Preciosa Sangre del Cordero, los invito y los llamo a la renovación para que se conceda la paz al mundo.
 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.


Y como el centurión romano, repetirán la frase que reverbera a través de los tiempos y que los hace dignos de que Yo pueda entrar en su interior:
 

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
(tres veces)



Y ahora que He limpiado sus corazones y almas, celebren la Presencia del Cordero de Dios y la renovación que Él les trae por medio del Sacramento de la Eucaristía. Junto con los ángeles y arcángeles de Lys, celebremos este momento en compañía de María Santísima y de San José.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Entonaremos el Kodoish melódico algunas veces.

 

Nuestro ofertorio es elevado a los Pies del Creador y ante Su Santísima Iglesia Celestial para que esa oferta se convierta en Gracia y Misericordia para el mundo.

Que la Paz y el Amor de Mi Corazón los permee, para que el planeta y la humanidad sea permeada de Paz y de Amor en estos tiempos críticos.

Que el Cetro de Dios triunfe en la Tierra y que los estandartes de los pacificadores de Cristo sean elevados para decretar el descenso del Reino de Dios a la Tierra.

Les doy nuevamente la Paz, porque la necesitan. Busquen siempre ser la paz en todo lugar y en cada ocasión.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con espíritu de hospitalidad, dense el saludo de la Paz.

¡Les agradezco!