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Queridos hijos:
Hoy le traigo al mundo la Luz de Mi Inmaculado Corazón, principalmente para develar los misterios más profundos del universo.
Sé que para muchos de ustedes es muy difícil comprender la amplitud de Mi tarea en el mundo, que realizo a través de Mis instrumentos, los videntes.
Hoy, Yo les digo, hijos, que eso es así y siempre ha sido así. Vean y crean, con ojos de humildad y de confianza, que la Madre de Dios llegó a Aurora para difundir un importante Mensaje de Paz fuera de la tradicional Iglesia de Mi Hijo.
Su Padre necesita que Mi Presencia sea más conocida, tanto por los creyentes como por los no creyentes. Así es que su Madre Celeste se aproxima a ustedes, desde hace varios años, para entregar al mundo la última llave de salvación, que es la oración del corazón.
Si en verdad muchos de ustedes ya orasen de corazón, no colocando ningún impedimento mental, podrían sentir en su interior que ocho años de trabajo no serían realizados por obra de ningún ser de esta Tierra, por más santidad que manifestara.
Hijos, el único poder lo tiene su Padre Celestial y es a partir de Él que se manifiestan las obras para todo el universo; sin Su permiso y sin Su consentimiento divino nada sería posible.
Así, Yo les muestro que a través de la obediencia se encuentra la guía y la protección, sobre todo ante los engaños de Mi adversario, que siempre intentará hacerlos indiferentes a todo lo que es divino y puro.
Pero no teman, queridos hijos; reciban con Mi Paz el tiempo de su purificación, que los colocará delante de todo lo que se debe transformar a tiempo. Así, estarán limpios de todo y libres de toda mancha.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce a la consciencia de la Verdad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
No existe mayor sol que Mi Corazón Inmaculado, el que todos los días se ofrece ante Dios para ser el camino y la luz entre las tinieblas. Mi Corazón encarna el Espíritu Santo de Dios y es ese Espíritu el que Yo derramo como dones de Misericordia y Perdón para el mundo.
Ahora, hijos, ustedes conocieron la obra de Mi Espíritu y de Mi Corazón a través de los tiempos, Yo les ofrezco el momento de la renovación para que ciertos valores internos puedan estar al servicio de Dios Padre.
Por eso hijos, vuestros caminos están siendo enderezados por el ciclo de la purificación. Que todos ustedes puedan aceptar la convocatoria de responder a la Voluntad del Padre Eterno, así aquellos Planes del Universo que no son cumplidos por los corazones que están ciegos y distraídos podrán realizarse y cumplirse en los corazones abiertos a reconocer la Voluntad del Señor.
Para estos tiempos les traigo la ciencia del discernimiento, el tiempo de poder buscar los recursos internos que ayudarán a reformar la vida sobre el planeta. Para eso, Mis amados, vuestra Madre Celeste los reúne en el cenáculo del Corazón de Cristo para que sientan el poder de Su Confianza y el amor de Su Consciencia, algo que siempre los ayudará a caminar y dar los pasos correctos hacia el Sagrado Propósito de Adonai.
En todo este trabajo, ustedes hijos Míos, tienen una participación importante para con el Plan de los Mensajeros Divinos; es a través de una humanidad despierta y menos indiferente, que todo podrá convertirse y consagrarse a tiempo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los cuida siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi Corazón Inmaculado es el gran cristal rosa y magenta del Universo Celestial, que desciende al mundo para derramar los rayos de la conversión sobre los hombres y sobre los reinos de la naturaleza, reinos que son tan ultrajados por las almas ingratas.
Mi Corazón Inmaculado es el gran cristal del Universo Celestial, que se aproxima al planeta para aliviarlo y principalmente para entregarle la paz que está perdiendo.
Cada uno de vuestros corazones puede ser un cristal de luz al igual que el Mío; la oración del corazón no solo enciende las fuentes de todos los espejos orantes sino que también ilumina al corazón como un cristal de amor y de paz.
Por eso les pido, hijos Míos, que vuestros corazones trabajen con la oración para convertirse en preciosos cristales dentro de Mi Reino, en cristales que irradien pureza, misericordia y compasión.
Cuando vuestros corazones se endurecen como una piedra, el cristal mayor de Mi Corazón debe trabajar para derramar nuevas llamas de luz que purifiquen el corazón y toda la vida. A pesar del tiempo de la purificación, vuestros corazones pueden ser esos esperados cristales de luz que ayuden a elevar espiritualmente al planeta hacia el Reino de Dios.
Allí hijos Míos, como un solo cristal de paz, seremos uno en Dios y en Cristo, el Sacerdote Mayor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convierte en cristales de luz y de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Guarda Mi Corazón en tu pequeño corazón. Que esta pueda ser una aspiración profunda en tu vida.
Nútrete a través de Mi Amor. Que esta sea la meta permanente para que encuentres el Reino de Dios.
Busca la Luz de Mi Corazón, para que ella se irradie en tu vida, renueve tus caminos y venza las acciones del mal.
Déjame entrar en tu corazón, para que sientas las cosas verdaderas que te harán comprender lo que nunca comprendiste y que te harán saber lo que nunca has sabido.
Para eso, no necesito nada de ti, solo tu fidelidad absoluta de saber que estás donde tienes que estar y que vives lo que debes vivir, así como el Padre lo ha pensado.
Para reconocer lo que te digo, es importante vivir y escuchar humildemente. Así, los universos de la sabiduría y de la fe colmarán tu vida y ya no serás tú quien vive, sino Cristo quien obra simplemente a través de ti.
Deja, en este día, el espíritu de trabajo por el vacío interior. Quien no esté vacío de sí, podrá entender muy poco de la Voluntad de Dios, porque en verdad no la conocerá.
Los ejércitos se forman en la obediencia a los comandos y es esto lo que construye las bases de la manifestación de la vida espiritual y crística.
Arriésguense ya a no ser nada y en poco tiempo se darán cuenta de que perdieron tiempo en asuntos superficiales, por el simple hecho de controlar algo que no los colmaba.
La vida y sus vidas le pertenecen a Dios y, en ellas, Él puede diseñar nuevos caminos.
Estén atentos para cultivar la humildad, así también se salvarán de sus errores y serán las verdaderas columnas del Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los educa en la ciencia espiritual del corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi Corazón de Madre desea ser el centro principal de las familias, para que la obra de aproximación de Cristo a la vida de los seres pueda suceder.
Para eso a través de los grupos de oración se constituyen los cenáculos de luz, para que la soberana Voluntad de Dios se pueda cumplir a través de los Mensajeros Celestes.
Existen los cenáculos de oración en el mundo para que ellos sean pilares para la vida evolutiva y para la manifestación de una vida cristiana basada en la fe y en la devoción de las almas orantes.
A través de los cenáculos de oración, Mi Corazón Misericordioso puede trabajar y así abrir las puertas de la reconciliación para aquellos que no las merecerían por pecado y error.
Es a través de cada cenáculo que Yo construyo el Reino de los Cielos en el interior de los seres, para que guiados por Mi confianza reciban el día de su liberación y de su entrega al Único Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.
Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.
Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.
Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.
Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.
Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.
Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.
Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.
Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.
Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.
En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.
Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.
En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.
Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.
Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.
Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Amados hijos:
Hoy Me encuentro entre ustedes para traer paz, alivio y una expansión de luz que llegue a vuestras consciencias, para que estas se fortalezcan en el Amor de Dios.
En tiempo de pruebas, de grandes definiciones y de mayores compromisos que deben ser asumidos por los soldados de Cristo, Mi adversario utiliza todas sus artimañas para colocar en el corazón y en la mente de Mis hijos creaciones que no son reales, ideas y sentimientos que los perturban y que lo único que persiguen es alejarlos de la tarea del espíritu que encarnó en esta Tierra para servir a Dios.
Todos aquellos sentimientos y pensamientos que los alejan de Mi Corazón y del corazón de vuestros hermanos, están en proceso de transformación, para que de una vez y para siempre mueran por amor. Eso permitirá que lo verdadero que existe en ustedes, y que fue sembrado como talento por Mi Hijo, pueda brotar, florecer y desarrollarse.
Esos atributos verdaderos están guardados, en algunos casos bajo varias llaves, pues los aspectos mediocres de la humanidad se han cultivado en la consciencia a lo largo de la historia y se desenvuelven como falsos atributos; lo que engaña a todos Mis hijos haciéndoles creer que son sus mejores cualidades espirituales, destrezas mentales y materiales.
Mientras estos falsos atributos son defendidos y atesorados como reales y sublimes dentro de los seres, los verdaderos atributos y talentos quedan presos en jaulas, donde no se pueden expresar ni cumplir con lo que vinieron a hacer a este mundo.
Pero Mi Amor y el Amor Redentor de Mi Hijo vienen a quebrar las cerraduras de esas prisiones para que, aquello que ustedes verdaderamente son, Mis Amados Hijos, pueda ser liberado y la mediocridad aprendida por esta humanidad a lo largo de la historia pueda finalmente ser desenmascarada y morir.
El arte de amar, hijos queridos, es aquella tarea que Dios les ha encomendado, un ejercicio pleno de desafíos en donde cada consciencia se coloca como meta superar todos los días una a una las mediocridades de este mundo, con determinación, voluntad y fe para alcanzar ese propósito vital que sigue aguardando a los dignos Hijos de Dios.
Cuando una consciencia está determinada a alcanzar lo que Dios en verdad sembró en ella, pasando por encima de sí misma, sin miedo a lo que encontrará, recibe desde las Esferas Celestiales una asistencia que no es de este mundo, que está reservada para los valientes.
Cuando una consciencia se dispone en humildad a descubrir lo que este mundo colocó de falso en ella y se decide a descubrir el potencial que el Universo sembró en su interior, los Cielos colaboran para que su pronto despertar a lo verdadero abra la puerta del tesoro que estuvo guardado durante tanto tiempo.
Amados hijos, perseveren, trabajen, sean fuertes y valientes. Descubran lo falso que sembró en sus corazones Mi adversario, y no permitan ser impedidos de sentir la alegría plena de descubrir quienes verdaderamente son.
Yo los guío, confíen en Mis designios, en Mis pedidos y así los podré ayudar a liberarse de aquello que no son.
Hoy bendigo a Mi predilecto hijo, aquel que es predilecto por el esfuerzo que ha hecho en descubrir el instrumento que Yo he construido dentro de él y ofrecerse a ser conducido por Dios para el despertar de sus hermanos.
Yo quiero poder servirme de todos Mis amados hijos como instrumentos de la Luz en Mis manos.
Los amo, los protejo con Mi Inmaculado Corazón. Gracias por estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.
Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.
Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.
Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.
Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.
Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.
Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.
Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.
Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.
Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.
Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a los brazos de San José,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos,
En estos tiempos podrán ver cómo Mi presencia y Mi mensaje de Paz recorren el mundo a través de las sagradas peregrinaciones, las que son posibles por la ayuda amorosa de todos Mis hijos.
En este día, deseo colocarlos en consciencia delante de la magnitud de la tarea que vuestra Madre viene realizando en todo el mundo y principalmente en Medjugorje y en América del Sur. En estos momentos, hijos amados, esos dos lugares fueron escogidos por la Suprema Voluntad para que representen algunos de los últimos puntos de luz que Mi Inmaculado Corazón está encendiendo en el interior de las almas.
América entera necesita de la cordial visita de la Madre de Dios por medio de las peregrinaciones. Es por esta causa que vuelvo a anunciarles Mi tarea pendiente en los Andes y en los Estados Unidos. Como son misiones importantes, Mi Hijo ha permitido que Mi Luz Maternal se concentre en uno de los puntos más necesitados de cada una de esas dos regiones.
Por este fin mayor, hijos, hoy les anuncio que Mi Corazón Misericordioso y Materno desea llegar en los próximos meses a Bogotá, en Colombia, en donde Mi presencia luminosa realizará, como Ave del Sol, una tarea especial de bendición. Por eso, hoy también vengo para pedir a los grupos de oración de Colombia, de Ecuador, de Venezuela, de Nicaragua, de Cuba y de República Dominicana, que formen un solo grupo de oración semanal para orar y trabajar por esta divina causa. De esta manera vuestra Madre Celeste podrá ayudarles a concretar Su próxima presencia en Colombia.
En los Estados Unidos, vuestra Madre Santísima espera realizar junto a Su Hijo Amado, una misión espiritual de conversión, delante de la vida material y liberal. Para que esa conversión de los corazones sea posible y venidera, pediré a los grupos de oración de los Estados Unidos y de toda Europa, que se unan semanalmente en oración para concretar la aspiración de la Reina del Cielo de peregrinar amorosamente hasta la ciudad de Miami, en Florida y a las comunidades indígenas presentes en el Estado de Oklahoma en los Estados Unidos.
Hijos, grandes son las aspiraciones del Cielo y sepan que vuestros corazones tienen potencial y amor para llevarlas adelante. Por esta razón no les anuncio ninguna fecha, para que primeramente lo vayan trabajando en la consciencia interior. Cuando las bases para estas misiones de los Sagrados Corazones estén prontas y firmes, con ardiente amor iremos para anunciar el Llamado y derramar las Gracias necesarias para todos.
La misión en África tuvo el resultado esperado por el Plan de Dios y, por todas estas bendiciones, es que hoy vuestra Madre del Mundo les anuncia Su próximo Plan de rescate mundial.
¡Les agradezco a todos por responder Mis pedidos!
Los unifica en el Corazón del Padre Eterno,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Todos los días al mediodía, cuando se cumple en esta parte del mundo esa sagrada hora, un océano infinito de Gracias Reparadoras es derramado desde Mi Purísimo Corazón de Madre.
Son estas Gracias extraordinarias las que en este tiempo permiten concretar la conversión del corazón y deseo en este día, que este anuncio quede claro para todos. Vuestro Padre Eterno Me ha permitido hacerles saber cómo la humanidad entera, en este horario, piensa solo en alimentarse de las cosas del mundo en vez de alimentarse del espíritu que ofrece la oración del corazón.
Hijos, vayan y testimonien Mi mensaje; espero que ustedes puedan dar el ejemplo de una vida redimida por Mi Inmaculado Corazón. Hoy les doy a conocer la sabiduría celestial, aquella que ha permitido a través de Mi intercesión ayudarles e instruirles con amor materno.
Por eso, hijos, necesito que abran vuestros corazones y reconozcan las Leyes diarias de vuestro Padre, quien los espera siempre para entrar en verdadera comunión y en verdadero alimento para vuestros espíritus.
Como vuestra Madre, los llevo a caminar por los senderos seguros para que algún día encuentren la paz del corazón.
Entonces, Mis hijos, dejen que Mis pies marquen vuestros caminos para que, unidos a Mi Corazón, despierten a la importancia de buscar antes que nada la unión con el Reino de Dios.
Los bendigo siempre y oro por vuestra sagrada misión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los abraza con especial maternidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Hoy los bendigo a todos en el nombre de Mi Hijo, porque en verdad les digo que será a través de Él que encontrarán la salida y la solución inmediata para los asuntos de la vida material.
No hay nada más especial que vivir en el Amor del Reino de Dios, pues en el recorrido de ese sendero se encuentran las llaves maestras para la transformación, que son las llaves de la purificación y de la redención.
Ustedes, siguiendo con obediencia el camino que les indica Mi Hijo podrán descubrir a tiempo cada aspecto de la vida que necesita de rehabilitación. Por esta causa Yo vengo todos los días desde el Cielo, para que vuestras vidas puedan testimoniar la transformación que Mi Corazón Inmaculado ha hecho en cada uno de ustedes.
Mis pequeños, ahora, con la mirada en el horizonte del renacimiento de la esperanza hallarán la fuerza interior necesaria para seguir adelante. Hoy les digo, hijos Míos, que cada uno de ustedes es una parte de Mi plan de redención, plan que prepara la próxima venida de Cristo al mundo.
Y si vuestros corazones dan el testimonio verdadero del amor por Mi Hijo, tendrán la posibilidad de que vuestras almas sean llevadas al descubrimiento de la misión espiritual. Todo lo que suceda en vuestras mentes y corazones son estados y tiempos de purificación, por eso ofrézcanlo con amor al Padre Eterno, para que Él en Su Gloria Suprema se apiade de todos los que no quieren escuchar Su último llamado.
Yo les traigo la oportunidad de recapacitar, por eso como vuestra Madre Celeste les prometo siempre mostrarles la verdad para que puedan crecer en humildad y en fe.
¡Les agradezco hijos por haber respondido a Mi llamado en Brasilia!
Una nueva luz despertó en los corazones simples y fervorosos.
Los une al cenáculo del Corazón de Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que lejos estén las penas de tu corazón, porque Yo, tu Madre Santísima, estoy contigo.
Que lejos estén las artes de Mi adversario, porque Mi manto protege tu andar y tu tarea, así como la de tus hermanos.
Que lejos estén de ti los pecados de la ingratitud y de la negación, porque dentro de Mi Corazón solo sentirás paz y la llama eterna de la Luz del Creador.
Hijos Míos:
Hoy que estoy con todos ustedes por la Gracia Divina que el Padre me otorgó, vengo a traer nuevamente Paz y Perdón, Gracias y Misericordia a Mis hijos del mundo.
Un nuevo ciclo comienza para Mis soldados, para los apóstoles de Cristo y para toda la humanidad. Mi Hijo ha anunciado el comienzo definitivo de Su Retorno. Él regresa primeramente al corazón de los hijos fieles a Su Misericordia, en donde prepara el camino de la transformación y el surgimiento de los talentos espirituales que sembró en cada uno de ustedes hace más de dos mil años.
Esos talentos florecen en cada alma a cada paso dado en la transformación sincera de cada ser. Recuerden que Él no los necesita perfectos, solo buenos y puros de corazón, fieles a Su Presencia y a Su Guía en esta vida, que para algunos será el paso que los colocará en el Paraíso.
A cada paso que cada uno de ustedes da en el discipulado de Cristo, este mundo y esta humanidad dan un paso hacia su liberación y su salvación.
Por eso, hijos Míos, amados Míos, hijos fuertes y firmes en la renuncia y el sacrificio, recuerden siempre que vuestro camino, el que hoy recorren junto a Mi Hijo, será la semilla de la Nueva Humanidad; aquella humanidad tan esperada por todos.
No teman por nada, porque dentro de ustedes los Mensajeros Divinos hemos dejado las llaves de la unión indisoluble con el Corazón de Dios; aquellas que abren las puertas de la Liberación, la Redención y la Paz eterna para todos.
En vuestras estrellas de origen hoy es un día de celebración porque comienza el ciclo de la disolución de las deudas, la redención de los aprendizajes y el sendero definitivo de la vida crística. En este ciclo aprenderán aquel amor que Cristo enseñó a Sus apóstoles, aprenderán a amar y a ser amados como Él los amó.
Coraje para los que verán el próximo ciclo como el mejor de sus existencias, aquel que los preparará para encontrarse con el Redentor cara a cara. Que ese día glorioso puedan fundirse amorosamente en Su Mirada y puedan recibir la Gracia Eterna que el Supremo Dios guarda para cada uno de ustedes.
Hoy te bendigo, hija Mía, para que tu camino sea guardado por Mí, tu Madre Celestial.
Bendigo a todos los hijos que hoy, en humildad y reverencia, están en Mi presencia.
Los guarda en Su Corazón de Madre,
María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno les digo que no teman, y arriésguense a entregarse pronto al Sagrado Corazón de Mi Hijo; Él siempre espera recibirlos en la Gloria de Su Divina Misericordia.
Hasta que eso suceda, decídanse a seguir Sus pasos y dejen que Su Corazón Insondable los conquiste y los purifique para que en el gran día esperado formen parte de Su Reino Glorioso.
Hijos, de esa forma transmitan la vivencia de Mi Hijo a los corazones que aún no lo han encontrado. Testimonien el tiempo de vuestra redención y enseñen a vuestros hermanos cómo la oración los ha ido transformando poco a poco en la presencia del esperado Proyecto del Creador.
No bajen los brazos ni se desesperen; Yo Soy vuestra Madre de la Misericordia y todos los días los reúno en este horario universal para que vivan y sientan el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado, el Templo de Dios, que los fortalecerá durante las pruebas y los desafíos de la vida.
Y así, hijos, como lo hicieron Mis misioneros de la paz, vayan al descubrimiento del África interior en vuestros semejantes, en vuestros pueblos y naciones. La necesidad, la falta de amor y de servicio se expanden por lo cuatro puntos de la Tierra.
En Uganda Yo les haré conocer la gran sed de amor y de cura espiritual que las almas no han tenido la Gracia de recibir en esta vida. Por eso, como vuestra Madre Celeste y Guía Misionera de la Paz, los introduzco en los caminos de la necesidad, del servicio y del amor, pues necesito, hijos Míos, que en Uganda ustedes hagan valorar y conocer la Misericordia de Mi Hijo.
Si las almas escucharan sobre la Misericordia de Mi Hijo, ya muchas se habrían salvado; no los estoy llamando a evangelizar, sino a transmitir la Misericordia de Mi Hijo a través de vuestros servicios y trabajos donados al Dios del Amor.
Mientras Mis misioneros caminan por las calles de Kampala están viendo los rostros sin esperanza, almas hermanas y solitarias que esperan una sonrisa y un aliento de esperanza.
Misioneros Míos, también verán a Mis niños más pequeños, necesitados de la verdadera paternidad espiritual, la que los haga libres y así puedan recuperar la inocencia.
La pobreza de Uganda es el reflejo de un olvido continuo por parte de la humanidad entera; por eso nuevamente estoy llamando a los misioneros de la paz de todo el mundo para que respondan a Mi llamado. Mi amor los colma a todos.
Por esta causa de paz y de hermandad, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice bajo la Luz Suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les dono y les entrego Mi Corazón Inmaculado para que el principal motivo de vuestras vidas sea alcanzar la conversión que recién comenzaron, conversión que los llevará a la purificación de la vida y del alma.
Este mismo mensaje Yo di en Kibeho, por la misma prontitud que, al igual que hoy, la conversión requería en aquel tiempo. En Ruanda Yo llamé a todos para vivir el arrepentimiento, para no ejercitar una oración soberbia, para que desprendiéndose de todo mal, la paz pudiera reinar. Pero ese mensaje de arrepentimiento no fue suficiente y así pocos escucharon internamente lo que la Madre del Cielo quería enseñarles.
El tiempo pasó y la hora profetizada por Mí misma llegó para Ruanda y nadie estaba arrepentido y libre de faltas. La soberbia y la negación llevaron al descontrol humano y a ejercer un poder amenazante y temeroso. Familias enteras e inocentes fueron las presas principales de Mi adversario.
¿Y dónde quedó el arrepentimiento? Las brutales acciones llevaron a resultados catastróficos, y la vida espiritual de Mis hijos fue diezmada por la propia y desmedida llamada cultura.
Más tarde, el error envenenó el corazón de los que no escucharon Mi mensaje y, rápidamente, después de Yo haber descendido en Kibeho, todo quedó en la memoria de unos pocos. Después del gran error esta humanidad tomó consciencia de la importancia de las palabras de la Madre del Cielo, y todos reconocieron que sin oración ni arrepentimiento no se llega a ningún lugar y a ningún destino seguro.
La Señora del Verbo Divino trajo la advertencia de prepararse y de reconciliarse, de pedir perdón, de confesarse y de comulgar con Cristo como una fuente de absolución. Con la fe de muy pocos se volvió a erguir el espíritu de la devoción, el que llevó a tener fe y confianza en el llamado del Cielo, en los anuncios que la Señora de Kibeho realizó para todos.
Ahora, con vuestra presencia en Ruanda, descubrirán las diferentes necesidades en todos los planos de consciencia. Todo deberá ser restaurado, desde el cuerpo enfermo hasta el espíritu. Por eso, hijos, deberán profundizar en vuestro ejercicio de caridad y de entrega al punto de estar abiertos para atender cualquier emergencia. Mi Corazón los guiará y les dará la fuerza interior necesaria para poder responder a cualquier necesidad. Estén concentrados y verán muy cerca el camino que les estaré indicando.
La verdad sobre Ruanda recién es revelada, por eso, vuestra Madre Celeste retorna especialmente a Kibeho para que ustedes se unifiquen con el espíritu de la devoción, del perdón y del amor que es profesado al Sagrado Corazón de vuestro Señor y al de vuestra Señora.
En las calles de Kigali verán lo que el tiempo dejó marcado como hecho y como historia; los Ángeles de Dios esperan poder cumplir con el servicio de liberación y de redención que les fue encomendado. Si ustedes se unen a dichos ángeles eso sucederá porque Yo, con amor materno, los envío para auxiliarlos y socorrerlos.
Queridos hijos, Yo camino por las calles de Kigali para salvar a las almas presas. Pues la hora de la Redención y de la Misericordia llegó para Ruanda.
¡Les agradezco, hijos Míos, por acompañarme en esta misión!
Mi Amor Maternal con cada uno de Mis misioneros.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Postrada a los pies del Creador, en oración por la humanidad, veo las manos de Dios, que apuntan al mundo, señalando las Américas. Él Me pide que vea que Mis oraciones no fueron en vano.
Abro los ojos y veo que en el mundo Mi manto se está encendiendo en pura luz. Veo que la luz de Mis ojos ya no solo brillan en estos ojos Míos, sino que se refleja en el corazón de cada uno de Mis hijos.
El Señor entonces Me permite retornar a la Tierra y con alegría recorrer el camino de flores preparado por Mis hijos en oración.
Siento el alma de los Hijos de María, que aunque esparcidos por el mundo, hoy se vuelven uno sola, en la unidad de la oración y en la renovación del compromiso que realizaron Conmigo.
Hijos Míos, hoy reuniré vuestros espíritus, congregaré vuestras almas en un cenáculo de oración, para derramar sobre los discípulos de ayer, las Gracias los Dones del Espíritu de Dios, transformándolos así en los apóstoles de este último tiempo.
A los que se renuevan en Mi Inmaculado Corazón, los enviaré de dos en dos, como Me pidió Mi Hijo, para que la Luz de Mi Corazón, que brilla en vuestras esencias, pueda expandirse por el mundo y así no permita que se pierdan aquellos que no pudieron venir a Mi encuentro en este tiempo.
Hijos Míos, vuestras almas serán la prolongación de Mi Inmaculado Corazón. Vuestros corazones serán como flores de Mi inmaculado jardín y ustedes deberán llevar al mundo el polen, que traerá vida nueva a los que están muriendo en el corazón. Siembren nuevas flores, que darán nuevos frutos para la Tierra futura y prometida, tan esperada por Dios.
Mis amados, muchos de ustedes están siendo llamados a vivir la transición hacia un mundo nuevo y no les prometo que verán el nuevo sol en el horizonte, pero los llamo a ser aquellos que abrirán las puertas y la ventanas del mundo para que entre este sol.
Yo los congrego para que sean aquellos que preparando la tierra, con todo esfuerzo, se transformarán a sí mismos y al mundo, trabajando en este plantío de redención. Muchos no estarán aquí para cosechar los frutos de la nueva Tierra, pero desde Mi Reino, verán crecer y florecer aquellas semillas que un día dejaron en este planeta.
Mis amados, quiero consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María y conseguiré esto por medio de vuestros corazones. Quiero llevarlos al Corazón de Mi Hijo, que los conducirá a Dios y será en Dios, Mis amados, que descubrirán que nada está separado y que Yo estoy en Dios, así como está Su Hijo. En Mí, estarán todos ustedes cuando retornen al vientre divino del cual provienen, para renacer como seres redimidos.
Son para Mí, la Luz de Mi Corazón y así deberán ser para el mundo, cuando este se oscurezca. Que Mi manto, que está hoy sobre ustedes, pueda volverse como un faro que conduzca al camino a las almas perdidas.
Cuento con todos los hijos de María, los que llegaron y los que llegarán. Dios espera que sean la puerta al nuevo mundo, puerta por donde toda la humanidad ingresará. Por eso, hijos Míos, después de reconfirmar sus compromisos Conmigo, sigan sin miedo viviendo la paz y llevando la paz al mundo.
Sepan que desde hoy, serán como una única alma, un único corazón que deberá fortalecerse por la unidad y por la fraternidad. Así podrán cumplirse los Planes que tengo para ustedes y que los llamé para que manifiesten.
Jamás se olviden que son Mi verbo orante de amor para el mundo. Son Mis manos serviciales para los que necesitan. Son Mi guía para los que están perdidos. Unidos a Mí, es como Yo los quiero encontrar todos los días.
Yo los amo.
Su Madre María, Rosa da Paz
Queridos hijos Míos:
Que, con alegría por verlos reunidos en unidad y amor, reciban en este día la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés, para que, invadidos por los Dones del Espíritu de Dios, sus obras siempre sean bendecidas por el Señor.
Su Madre Celeste, Madre del Santo Espíritu, los reúne en el cenáculo de Su Corazón Inmaculado para que ofrezcan a Dios sus vidas y consagraciones, con el fin de que se cumpla el Plan del Altísimo entre las criaturas.
En este día santo, deseo instaurar la devoción al Espíritu Santo, porque si aman los Dones antes de conocerlos, ustedes estarán dentro de la gran concepción divina, la que dio origen a la unidad y al amor entre el Cielo y la Tierra.
Desde ese lugar divino Yo he partido, para llegar hasta aquí y mostrarle al mundo entero el camino de simplicidad que Yo deseo que, en esta era, ustedes puedan vivir.
Profesando y viviendo la unidad, hijos Míos, construirán barreras de luz que los harán invencibles ante toda persecución y perturbación.
Por eso, niños Míos, al vivir su primera escuela de purificación y de entrega, sigan el vuelo del Santo Espíritu, para que Él siempre les dé la sabiduría para alcanzar algún día el discernimiento interior, el que será imprescindible para poder distinguir lo bueno de lo malo, lo falso de lo verdadero.
Vengo en este día a despertar su interés y esmero por buscar la Fuente del Espíritu de Dios. Así, existirán almas sobre la Tierra que serán receptáculos vivos de los nuevos Dones que el Padre Celestial espera derramar en la humanidad.
Mi Presencia en sus vidas los llevará a encontrar el camino constante de la conversión del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado por la paz!
Los une al Espíritu Santo del Todopoderoso,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sagrado Corazón de Jesús,
Fuente de Amor y de Verdad,
reconcilia a la humanidad con el Padre Eterno.
(tres veces)
Hoy les traigo Mi Sagrado Corazón como prueba de Mi Amor y de Mi Verdad por todos ustedes.
Mi Corazón se alegra por ver los corazones buenos y perseverantes, aquellos que responden a Mi Llamado de forma inmediata y que, a pesar de las consecuencias, siempre Me dicen sí.
Vivan en el Sagrado Corazón de Jesús.
Nuevamente, Me ofrezco al mundo como la gran ofrenda de amor por todas las almas y por todo este planeta herido.
Busquen la Fuente de Mi Sagrado Corazón y no se cansen de saciar vuestra sed, porque aún tendrán sed, amados Míos, hasta los últimos días de vuestras vidas.
Vivan en Mi Sagrado Corazón. Actúen a través de Mi Corazón misericordioso y nada deberán temer, porque Yo estaré en vuestros caminos, alumbrando vuestros destinos y cumpliendo vuestros proyectos, los Proyectos de Dios.
Por eso, vivan en Mi Sagrado Corazón.
Así como Yo lo pedí en Ruanda, busquen Mi Corazón de Luz, porque los tiempos ya son difíciles, las almas son muy frágiles y muy pocos están preparados para enfrentar lo que vendrá.
Acudan a Mi Corazón de Luz. Refúgiense en Mi Corazón amoroso.
Reposen vuestras almas en Mi Espíritu y sean como los niños que buscan siempre el abrazo del Padre Celestial.
Sean pequeños todo el tiempo; por medio de vuestras obras simples y humildes, agraden al Corazón de Dios que sigue siendo ultrajado al igual que el Mío.
Alegren el Corazón del Padre Celestial y renuévense todos los días por medio de la Comunión.
Yo vengo a ofrecer lo único que tengo: la Fuente de Mi Amor y de Mi Verdad, que es Mi Sagrado Corazón.
No pierdan tiempo, Mis compañeros, aléjense de las tribulaciones.
Ingresen en el camino de Luz que Yo les estoy ofertando y no hagan llorar a Mi Corazón cuando sus pruebas sean difíciles. Más, con el coraje que Yo les he dado a lo largo de los tiempos, ustedes tienen la fuerza interior para poder trascenderlo todo.
Yo les doy todo lo que tengo, pero aún hay muchas almas que no reciben nada.
¿Quién dará el primer testimonio de Mi Llegada al mundo? ¿Quién se arriesgará a vivir en Mi Nombre y profesar Mi Sagrada Palabra a la humanidad?
De esa forma, amados Míos, Yo los invito al apostolado del sacrificio. Porque solo a través del sacrificio y de la entrega, del sudor de vuestros cuerpos y el llanto de vuestros rostros, la humanidad podrá convertirse.
Pero no vivan el sacrificio como un padecimiento.
Dios Me hizo encarnar en esta humanidad como parte de Su Amor absoluto para que los corazones no volvieran a vivir el martirio ni tampoco el sufrimiento que ahoga completamente a todas las almas.
Pero la humanidad de hoy no ha entendido y muchos no escucharon Mi Llamado en Ruanda.
Me vuelvo a pronunciar en este lugar santísimo, en donde Mi Corazón se complace de ver almas redimidas, resucitadas por el amor de una madre, de una bondadosa madre, entregada a Mi Plan de Amor.
Los invito, Mis compañeros, a que se decidan a ser Mis apóstoles. Mis Mensajes no solo pueden pasar por aquí, deben penetrar en vuestros corazones, fortalecer vuestra fe y convicción de vivir en Mí.
Mis Palabras ya no son teorías. Necesito en este plano de vivos testimonios que representen aquello que nadie quiere hacer.
Amados hijos de Dios, ya no existirá tiempo ni momento de que la humanidad vuelva a decir que no fue avisada. Este es Mi último Llamado.
Mi Dios Me ha permitido que Me acercara a vuestros corazones y almas para encontrar en ustedes el consuelo que Me falta por la constante flagelación interior y espiritual que Yo recibo de los corazones ingratos.
Pero sé que muchos no creen que Yo estoy aquí. Dichosos de los corazones que creen sin haberme visto, porque serán como los apóstoles del pasado, en el que muchos no Me conocieron, pero supieron vivirme profundamente, viviendo Mi Palabra y Mi Evangelio.
Yo les abro las puertas de Mi Corazón de Luz, como la única alternativa para el fin de los tiempos.
No pierdan tiempo en las cosas superficiales. El tiempo está corriendo rápido y las almas cada vez más se pierden, engañadas por las cosas de este mundo y las ofertas de la vida material que hace desviar los caminos de Mis pobres corazones. Pero Mi bendita Madre del Cielo reza junto Conmigo a los Pies del Creador.
Los invito, queridos amigos, a que imiten este ejemplo espiritual. Arrodíllense delante del Creador y recen con todo el corazón y con toda el alma.
No sabré decirles, Mis compañeros, qué será de aquí a los próximos meses, pues el mundo deberá arrepentirse profundamente, reconocer el daño que ha causado a los demás corazones y pedir profundamente por Mi insondable Misericordia.
Sepan, Mis compañeros, que Yo no vengo a traerles el miedo, sino la verdadera consciencia de lo que es cometido por toda la humanidad, las consecuencias difíciles que arrastran a muchas almas hacia los abismos sin luz.
Pero Yo Soy el Sol resplandeciente del universo, la Molécula viva del Corazón de Dios que despierta muchas moléculas más, en los corazones que se ofertan a Mi Corazón a renunciar a todo, a transformarse completamente y a vivir absolutamente Mi Divina Voluntad.
No vengo a pedirles cosas imposibles, vengo a pedirles una colaboración mayor. Aún estoy esperando, hijos amados, que los misioneros de la paz, del Inmaculado Corazón de María, lleguen hacia las tierras africanas para aliviar el sufrimiento que allí existe y que muy pocos conocen.
Las agujas del reloj siguen pasando y la necesidad crece cada día más.
Necesito almas misericordiosas, verdaderas almas misericordiosas, que ejemplifiquen en estos tiempos la presencia de Mi Corazón vivo en este mundo, a través de los Sagrados Sacramentos que Yo los invito a vivir nuevamente para que renueven vuestros espíritus, revivan vuestras almas y sean liberados de toda culpa. Por eso, alégrense en esta tarde misericordiosa.
Que todas las almas escuchen la plenitud de Mi Voz y que todos los ángeles eleven al Cielo la verdadera promesa de esta civilización, que será cumplir la redención, cueste lo que cueste, con quién sea; pues Mi Corazón cuenta con todos, pero son muy pocos los que responden a la verdadera necesidad que Yo les planteo.
Hoy extiendo Mis Manos sobre ustedes y derramo la Luz del Corazón para que se alcance la paz.
Divina Luz de Jesús,
transforma mis átomos, moléculas, células y todo mi ser,
para la Gloria de Dios.
Hoy recibo la oferta de esta Comunión que irradio también con todo Mi Amor misericordioso para las comunidades y todos los monasterios que, en esta hora tan definitiva, de transición y de cambios, todas las almas del mundo deben responder al Llamado del Creador a través de los Mensajeros Divinos.
Elevaremos al Cielo, amados Míos, este sagrado ofertorio para que se convierta Mi Cuerpo y Mi Sangre, Vida en vuestras vidas, Cura para vuestros espíritus, Redención para vuestras moléculas.
En este momento, en el silencio del corazón y del alma, eleven a Mi Corazón misericordioso una petición espiritual.
Los escucho.
En los cuatro puntos de la Tierra, consagro todos los elementos que son la manifestación viva de la unión de las almas con el eterno Padre Creador. De esa forma, compañeros, consagremos en unión a Dios y a Su principio de Amor y de Unidad.
Mis Rayos se irradian a ustedes en esta tarde; y que este Cuerpo consagrado y esta Sangre preciosa, sirvan de reparación, principalmente para los que no me escuchan.
Padre Nuestro en arameo.
Y así como sucedió en la Cruz, hoy derramo Mi Sangre y Mi Agua sobre ustedes, para que nunca se olviden del Principio de la constante renovación, que es la Fuente del Amor.
Cántico de los Nombres de Dios.
Yo siempre estaré al lado de los que clamen por Mi presencia. Siempre acompañaré a los que trabajan día y noche para que Mi Obra Mariana sea una realidad en este mundo.
Mis sagrados ojos están siempre fijos en los que Me permiten llegar a los más olvidados y permiten que Mi llamado se difunda en este mundo. Mi manto siempre estará sobre los que permiten que Mi presencia sea una realidad en la vida de todos los seres, porque a través de sus vidas, dan testimonio de la presencia divina en el mundo.
Mis amados, siempre estoy presente en vuestras vidas, a pesar que pocos Me pueden ver. Siempre acompaño vuestras oraciones porque cada una de ellas son preciosas delante de Dios. Yo estoy en cada letra que escriben, mientras trabajan; en cada palabra que pronuncian cuando buscan soluciones ante las dificultades de la vida y de esta sagrada misión.
Quiero estar en vuestros corazones, diciéndoles como seguir adelante. Quiero que oigan Mi voz y no desconfíen de que Soy Yo la que habla, aun cuando Mi presencia se esté recogiendo de a poco. Quiero recogerme en vuestros corazones y aunque Mis videntes un día no repitan más Mis palabras sagradas, quiero que en este tiempo, este verbo divino este latiendo en vuestros seres y se renueve cada día en vuestros corazones.
Yo vine al mundo y estuve tan cerca de todos ustedes, para que Me reconocieran y aprendieran a sentir Mi Corazón y saber cuando Yo estoy presente.
Mis amados, Yo jamás los abandonaré, porque Mi Inmaculado Corazón es omnipresente y desea vivir dentro de cada uno de vuestros corazones, así como Mi Hijo. Quiero hacer de vuestros corazones la simple y sagrada morada de Nazaret; morada que fue el refugio de la Sagrada Familia, que vio al Niño Jesús crecer y transformarse en el Cristo Vivo; morada donde la Sagrada Familia vivió la perfecta comunión con Dios y consiguió vivir el arquetipo divino, aún estando sobre la Tierra.
Mis queridos, alégrense pues hoy un nuevo ciclo se inicia y cada vez que Yo Me recojo un poco más de este mundo, tanto más presente debo estar en vuestros corazones. Cada vez que dejan de escuchar Mi voz resonando en la voz de Mis vidente, tanto más esa voz deberá resonar en vuestro interior.
Mis amados, cuanto más se aproximan los tiempos finales, tanto más deben estar preparados y fortalecidos para vivir lo que deben vivir como humanidad y, siempre que vean que uno de ustedes bajó los brazos, mayor debe ser vuestro esfuerzo y la esperanza de que un día este hermano pueda retornar a su misión original.
Por cada uno que deje de trabajar en este Plan, ustedes deben multiplicar los esfuerzos y no dejar que se apague el amor en vuestros corazones, mas sí, crecer en el amor y en la comprensión que disuelven la oscuridad y protegen de las dificultades.
En este tiempo, Mis amados, Yo les digo, sino existe amor en vuestros corazones no habrá paz. Amen para ser pacificadores y comprendan para saber amar.
Yo les agradezco por abrirme la puerta de esta sagrada casa, a la cual llego todos los días, pero donde muchos aún no Me percibieron.
Sepan que estoy aquí todo el tiempo y quiero encontrarlos en oración y fe. Conversen Conmigo y pídanme consejos delante de las dificultades, Yo les hablaré al corazón.
Los amo y los bendigo.
María, Señora de la Sagrada Figueira
Queridos hijos:
A Universo Yo les traigo, como Madre de todas las almas, la gran oportunidad de alcanzar la conversión del corazón para que vivan la cura que Yo les entrego, la sagrada cura de Cristo, Mi Hijo.
Como Madre del Santo Rosario les agradezco por vuestra donación espontánea, porque todo vuestro esfuerzo en concretar Mis divinos planes aquí en Santa Fe ha generado infinitas oportunidades de redención y de rehabilitación para las almas.
Con alegría y con la fuerza orante del corazón, así como ustedes son, Yo les pido que sostengan en vuestras manos la bandera de la liberación y de la paz, que es amorosamente ofertada al mundo a través de la sagrada presencia de Mi Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, como la Madre y Señora de todos los orantes, los invito a renovarse en el camino de la construcción de una fuerte Red Luz de Oración, de Cura, de Servicio y de Instrucción, porque así las almas más distantes de la Voluntad del Padre conseguirán despertar a Mi llamado final.
Por ustedes y por la sagrada humanidad hoy Yo estoy aquí y entre Mis manos traigo las Gracias benditas que vuestros corazones necesitan. Por eso, con ojos de Piedad y de consolación, Yo los miro y espero que para estos tiempos de crisis vuestras vidas sean puentes perfectos de unión con las leyes del Cielo.
Mi Sagrado Corazón Amoroso les trae la posibilidad de reencontrar el camino de la fe y de la esperanza que muchos perdieron.
Vengo a Rosario para recordarle a esta ciudad que se ha comprometido con el Universo a ser un verdadero espejo de oración y de paz para esta parte de Argentina; por el contrario, si las almas no oran, no ayunan, no aman ni perdonan, situaciones sociales y regionales más complejas podrían suceder y lo que antes parecía estar tranquilo se volverá perturbador para las familias.
A través de este grupo donado, Yo vengo para pedirle a la Iglesia de Dios, a la Santa Madre Iglesia, que renueve sus principios de caridad y de evangelización, eso ayudará a revertir muchas cosas.
Queridos hijos, como Mensajera y Portavoz del Cosmos, vengo para preparar a tiempo vuestras moradas antes de que Cristo retorne al mundo; para eso, existe una parte que ustedes deben cumplir en la construcción permanente de una vida de oración y de paz, de esa forma el mundo no sufrirá cuando las almas tan solo escuchen Mi llamado.
Mi verdadero milagro para ustedes, es anunciarles que están a tiempo de cambiar la actitud por una acción santa y reparadora.
¡Agradezco a todos Mis hijos de Argentina por haber respondido a Mi sagrado llamado final!
Los consuela y los une siempre,
Vuestra Madre María, Señora del Santo Rosario y de todas las almas
Quiero que Mi omnipresencia sea demostrada al mundo y que el poder de Mi Corazón, que es incomprensible para muchos, pueda tocar sus vidas para transformarlas por completo.
Un día, miraré desde el Reino de los Cielos y contemplaré en el mundo los frutos de tantos impulsos enviados por Dios.
Hoy, quiero calmar sus corazones, para que sepan que los pasos se están dando en sus espíritus y que sus almas están correspondiendo a tantos impulsos que recibieron.
Les digo esto, pues veo muchos corazones que se angustian porque creen que no están respondiendo a Mi llamado; pero les digo, Mis queridos, que sus almas son preciosas ante los Ojos de Dios, que no encuentra en el mundo a aquellos que abren el corazón para vivir Sus Palabras, que descienden de Sus Mensajeros.
Mientras Mi Voz resuena al unísono en tantos corazones, también ingresa en sus esencias y las fortalece.
Hoy, veo en sus vidas los frutos de la oración, porque la Pureza Divina ya tiene espacio en sus esencias y muchos pueden confirmar lo que les digo.
Mis queridos, por más que los tiempos los coloquen en muchas pruebas y que tanto la vida en la materia como la vida del espíritu demanden cada vez más atención de sus seres, quiero que estén firmes en este camino y que cuenten con Mi auxilio maternal.
Muchos sufren porque no creen verdaderamente en el poder milagroso de la transformación divina, que convierte el más duro barro en una copa para ser colmada del Amor de Dios y de Su Santo Espíritu.
Mis amados, que el Don de la Esperanza sea una realidad para todos los seres de este mundo, porque es posible vivir en este tiempo un estado especial de Gracia y tornarse un sagrado instrumento de Dios que cumple con Su Plan permanentemente.
Mis amados, no tengan miedo de curar sus corazones y de entregarme sus faltas. No se avergüencen por lo que un día fueron o por aquello que aún desean ser por los impulsos del mundo; sino que, así como son, caminen en dirección a estos brazos que se abren delante de sus corazones y los invitan a un divino abrazo.
Que el poder de Mi Inmaculado Amor transforme sus almas y esencias, y les dé coraje y valentía para seguir adelante.
No teman, no se detengan, solo caminen y abandonen el pasado. Yo recogeré lo que dejen en el camino y lo llevaré a los Pies del Creador como muestra de la transformación de la humanidad, para generar así, méritos para que otros reciban la redención.
Yo los amo con predilección y les agradezco, hoy y siempre, por responder a Mi divino llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más