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Queridos hijos:
Hoy Me despido de ustedes porque en este día, después de tantas apariciones y milagros a lo largo del tiempo, finaliza la tarea diaria de su Madre Celeste. Un impulso muy importante que, de tiempo en tiempo, Me permitió estar más cerca de Mis hijos.
Hoy termina este ciclo de mensajes diarios, después de estar con ustedes durante doce años. Mi Corazón sentirá la falta de venir diariamente, pero Mi Alma estará para siempre con todos los que, con devoción y fe, responden a Mi llamado.
Hoy, un día antes del 8 de agosto, antes de cumplirse un ciclo tan importante para la humanidad, los invito, hijos Míos, a recordar las Palabras de Mi Hijo, de San José y de su Madre Celeste, porque en ellas hemos dejado los tesoros más grandes de la Fuente del Conocimiento para la humanidad.
Por medio de la lectura y del estudio de los mensajes de los Sagrados Corazones, encuentren la respuesta y el sentido espiritual de todo lo que les hemos dicho en los últimos doce años.
Que este tesoro sea reconocido por cada uno de ustedes, para que siempre lo tengan presente, y así sus vidas sean el propio testimonio de conversión a través de la Instrucción de los Sagrados Corazones.
Queridos hijos, en este día agradezcamos de corazón, que ese agradecimiento sea verdadero en cada uno de ustedes, para que la humanidad pueda seguir siendo bendecida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En este día recibe Mi abrazo maternal, así como lo recibió Jesús desde niño hasta que fue adulto y murió por todos en la Cruz.
Recibe Mi abrazo maternal, hijo Mío, para que puedas sentir el Amor de Dios más allá de todo para que la culpa, el dolor y la desesperanza se desvanezcan de tu corazón.
Recibe Mi abrazo maternal para que estés en la confianza del Padre y puedas dar los pasos hacia Su Reino de luz y de esperanza.
Recibe Mi abrazo maternal para que sientas que no estás solo en este difícil momento y que la contención del universo te apoyará hasta que, por ti mismo, camines solo en dirección al encuentro de Mi Hijo.
Recibe Mi abrazo maternal para este último tiempo que resta en la tarea de los Mensajes de la Madre de Dios, para que a través de Mi abrazo siempre recuerdes lo maravilloso del Amor y de la Misericordia de Mi Hijo, algo que siempre te conducirá a Dios.
Recibe Mi abrazo maternal con todo el cariño de una buena y sacrificada Madre que protege y cuida a sus pequeños para que siempre estén a salvo bajo el amparo divino del Creador.
Recibe Mi abrazo maternal, porque ya llega el fin de este tiempo y tienes que estar fortalecido para enfrentarlo y vivirlo conforme el universo lo espera.
Recibe Mi abrazo maternal para que sepas que Yo siempre estaré allí para sostenerte.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de batallas y de definiciones la paz esté en ustedes, para que puedan sembrar internamente las semillas de la conversión de sus vidas.
Ya estamos llegando a la etapa final de Mis Mensajes diarios, pero Yo los acompañaré conforme a lo pensado para este tiempo de transición de la humanidad.
Manténganse unidos a Mi Corazón y Yo los protegeré, los llevaré a poder estar ante Mi Hijo para que puedan recibir Su Amor y Su Misericordia.
Hoy los llamo a la práctica viva de todo lo que San José y Mi Hijo les enseñaron a lo largo de los tiempos.
Esta oferta los preparará para la próxima fase, y así podrán representar a Mi Hijo a través del camino de la paz, del servicio al semejante y de la oración, porque todo eso convertirá al mundo y a toda la población del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando tu oración sea verdadera, Mi Corazón Inmaculado te guiará y Yo te podré acompañar, llevando Mi Mensaje hasta los confines de la Tierra.
Mi Corazón se ennoblece cuando las almas oran de verdad; es un gozo desconocido por el mundo, es una alegría que permite abrir las puertas hacia la Misericordia de Dios, y así las almas no guardan pecado alguno y se purifican a través del poder de la oración.
De esa forma, el Reino Celestial se aproxima y todo se renueva hasta llegar a tocar lo profundo de la consciencia en cada partícula, en cada esencia.
El Señor transforma y vivifica a Sus hijos en Su Reino; cuando las almas oran de verdad, los corazones se alivian, llega la calma y se establece la paz por el simple acto de orar con la humildad del corazón.
Por eso, cada vez que un hijo Mío alcanza ese estado de oración, puedo derramar Mis Gracias, y ellas ya no se guardarán más en los Cielos, estarán en todos los corazones que orarán con plena sinceridad y de verdad a Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege en esta nueva etapa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Reino espiritual de Lys
Llamo Reino de Lys al Santuario interior en el cual espejo el Universo, donde el Creador de todas las cosas habita, con lo más puro de toda la Creación.
Llamo Reino de Lys a las dimensiones de Paz y de armonía, donde una parte de Mi Consciencia habita para sustentar y equilibrar este mundo.
Llamo Reino de Lys al Santuario interno que existe en la contraparte espiritual de Fátima y que se extiende, más allá del Santuario físico, hacia otros espacios de Portugal y de Europa.
El Reino de Lys es una dádiva concedida por Dios a la humanidad; un Reino espiritual que habita en la Tierra, en el que todos pueden entrar a través del corazón.
El Reino de Lys es el más puro Espejo del Paraíso y allí también habitan ángeles y arcángeles, que sirven al Dios Creador y que se nutren de Su Paz para auxiliar al mundo.
El Reino de Lys es el relicario de la Pureza; en este Reino se guarda, en recintos internos, lo más puro que la humanidad alcanzó y también la pureza universal, la Pureza Original, la Pureza de Dios.
El Reino de Lys es una Morada en la cual encontrarán un camino para comenzar a recorrer la vida del espíritu, para comenzar a retornar hacia Dios y ya no estar tan perdidos en este mundo y en todo lo que él los llama a vivir.
El Reino de Lys es un Espejo del Cielo en la Tierra. Así como hay dimensiones celestiales en el infinito, existe el Reino de Lys, donde un pedacito del Paraíso los invita a encontrar a Dios.
El Reino de Lys existe desde el Principio; de este punto de Pureza nacen las esencias emanadas por Dios. Cuando la humanidad estaba perdiendo la pureza de su interior y, con ella, la posibilidad de retornar al Padre, fue que el Reino de Lys abrió las puertas y, por la pureza que encontré en tres pequeños pastorcitos, esa Fuente inagotable pudo reabrirse para el mundo.
Fue con el milagro del Sol que abrí definitivamente las puertas del Reino de Lys. En ese momento este Reino vivió su primera gran expansión y tocó a todos los corazones que le dijeron sí, despertando la devoción, la fe y la pureza. Eso hizo que las almas se arrepintieran de sus pecados y aspiraran retornar al Padre.
El Reino de Lys llama a la humanidad al despertar. Él es un símbolo de que el Paraíso no debe existir solo en el Cielo, después de esta vida. El Reino de Lys es un pedacito de la Perfección de Dios entre los hombres, una sala de entrada hacia el Reino del Creador, donde solo habitan la Unidad y el Amor.
La Pureza de Lys los llama a despertar a este Amor y a esta Unidad que se viven en el Reino de los Cielos. Busquen, hijos, ingresar en el Reino de Lys, solo dejando que el corazón se abra, sin miedos. Recuerden la pureza de los pastorcitos de Fátima, quienes abrieron por primera vez las puertas de Lys para la humanidad.
Hoy, este Reino vive una segunda y gran expansión, porque el mundo nuevamente está perdiendo su pureza y está cada vez más distante de Dios. Lys espera tocar las consciencias para hacerles recordar que hay una vida superior que las aguarda, y que llegó el momento de volver a Dios y también de preparar el camino para que Dios pueda retornar al mundo.
Que ya no exista distancia entre el Creador y Sus criaturas; que ya no existan muros entre las dimensiones, y que el Amor reine en toda la Vida.
El Reino de Lys une hoy a la Creación como un todo. La Consciencia Divina podrá llegar a la Tierra, y la Unidad de Dios, por un instante, tocará a los hombres. Como un nuevo milagro del Sol interior, Lys resplandecerá en las criaturas y despertará en todas ellas la pureza que un día perdieron, para que den testimonio, como los pastorcitos de Fátima, de que en verdad es simple estar en Dios y atraer Su Reino hacia este mundo.
Entren Conmigo, hijos, en el Reino de Lys y sean espejos de la Pureza y de la Unidad en un mundo que crece sin amor. Conozcan y reconozcan el Reino de Lys; allí encontrarán lo que buscan desde el principio: la Fuente esencial de la cual salieron y hacia la cual sus almas tanto aspiran retornar.
Es simple ingresar en el Reino de Lys, donde Yo los espero con alegría y en regocijo interior. Oren de corazón, déjense tocar por el despertar de la fe y, como niños en los brazos de su madre, permitan que Yo lave sus ojos y sus corazones y los torne dignos de estar Conmigo en el Reino de Lys. Solo basta, hijos amados, dejarse guiar.
Hoy, oren con devoción, clamen por el planeta e ingresen en el Reino de Lys, abriendo una puerta para que todos Mis hijos, en los cuatro puntos del mundo, puedan ingresar y ser tocados por la Pureza de Lys.
Yo los bendigo y les tiendo Mis brazos para que vengan Conmigo al Reino de Lys.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Santísimo Rosario
Reina de los profetas
A lo largo de los tiempos Mi Hijo Me ha enviado al mundo para advertirlo y corregirlo del peligro inminente.
Fue así, que a través de los tiempos y como en este mismo momento, que Mi Consciencia Maternal escogió de entre todas las almas a los nuevos profetas, los que con determinación anunciarían las palabras y el mensaje de la Madre Celeste.
En todos los tiempos en donde la humanidad corría un gravísimo peligro, la Reina de los profetas despertó consciencias para que dieran ese servicio mayor, el que proviene directamente del Espíritu Santo, Espíritu Divino que promueve todas las revelaciones celestiales para este Universo.
La Reina de los profetas apareció así, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, para despertar en consciencias simples y desinteresadas el linaje de los profetas, que significa un servicio de entrega a la regencia de las Leyes superiores que conducen a la consciencia que es convocada para dicho fin.
La Reina de los profetas tiene la misión de demostrar, a través de los profetas, que Su mensaje es universal, divino y atemporal, que el mismo puede servir a todas las almas para su instrucción, transformación y cambio.
El mensaje de la Reina de los profetas de todos los tiempos siempre intenta guiar, prevenir, corregir y concientizar a la humanidad entera, a una nación o a un individuo.
Los profetas tienen la tarea de subordinarse a principios espirituales que no están bajo su propio control ni pueden ser manipulados por ninguna consciencia. El don del profeta se basa en su espíritu de humildad, en el trabajo interno con el desapego y, principalmente, en amar cada día más la misión que por elección de la Reina de los profetas vino a cumplir con esta humanidad.
Para el Universo Divino existen profetas temporales y profetas atemporales, es algo que conduce directamente la Santa Voluntad del Universo Espiritual a través de los Siete Dones del Espíritu Santo.
El profeta temporal es despertado para esa misión por la propia Divinidad, o sea, por el Padre Eterno a través del Hijo Primogénito y de la Madre de Dios, quienes tienen la máxima autoridad para brindar consciencia a un alma sobre este gran y desinteresado servicio.
Por eso el profeta temporal puede servir de instrumento durante un tiempo para que se cumpla un determinado propósito, un determinado fin espiritual que es guiado por la Madre del Mundo. Cuando ese propósito se alcanza en la superficie del planeta, el profeta temporal o el mensajero de la Jerarquía Celeste deja de recibir naturalmente las instrucciones o los mensajes del Cielo.
El profeta atemporal es aquella consciencia que originariamente vino a cumplir un propósito divino durante toda su vida, es algo que no puede tener manipulación ni control humano, porque es el propio Espíritu de la Consciencia Femenina que guía ese tipo de misión espiritual.
Los profetas atemporales no tienen marcado conscientemente el momento en que finalizará su tarea de servicio, solo el Padre Universal sabe de ese momento, que será cuando Su Voluntad lo determine.
Los profetas de la Reina del Cielo no surgen ni se despiertan personal ni colectivamente para esa misión, porque es la propia necesidad de asistencia que tiene la humanidad lo que lleva a la Jerarquía Celestial a escoger y convocar a cualquier consciencia para dicho fin.
La semilla de la humildad y de la aceptación del Propósito son las bases primordiales para el desarrollo de los profetas, porque su tarea en este campo no es de su propiedad, ni benéfica para sí. El linaje de los profetas está centrado en el cumplimiento de la Divina Voluntad, la que se presenta en cada nueva etapa.
La Reina de los profetas es la regente de esas consciencias; Sus impulsos hacen que los profetas de cada tiempo reciban el impulso de donarse abnegadamente cada día más y de poder aprender la obediencia.
Los profetas de la Reina del Cielo tienen la misión más difícil entre todos los linajes conocidos, como el de los gobernantes, de los celadores, de los guardianes y de los espejos, porque ellos deben presentar al mundo la palabra divina, es decir, que el mensaje que los profetas reciben siempre movilizará y revertirá el estado de todas las situaciones.
Por eso la instrucción recibida por los profetas en tiempos distintos ha llevado a la consciencia de la humanidad a realizar un cambio, a mudar de actitud antes de que fuera demasiado tarde.
El mensaje que recibieron distintos profetas contactados por la Madre Santísima en diferentes épocas, siempre movilizó de espacio a la Iglesia y a todas las consciencias que en muchos casos durante apariciones marianas consideraron falso el mensaje.
La humanidad no valora el mensaje que es enviado a través de los profetas, como tampoco el don del servicio fraterno que ha sido desarrollado por otras santas consciencias.
La consciencia humana siempre ha necesitado de intercesión divina y de intermediarios, como los profetas, para poder corregir la vida planetaria. El mensaje que reciben los profetas de la Reina del Cielo lleva a esas consciencias a cambiar de punto, a transformarse, porque el mismo mensaje divino que emana de la Jerarquía Celestial tiene un voltaje y un impulso de energía espiritual que desarma cualquier estructura, la modifica y la sublima cuando la consciencia está en una sincera apertura.
Los profetas del fin de los tiempos tienen la tarea de aproximar al mundo las corrientes poderosas que, por intercesión de los Mensajeros Divinos, vendrán para modificar el actual rumbo de la consciencia de la humanidad.
Por eso en los profetas, como en los demás linajes, las consciencias más despiertas al servicio abnegado por el Plan y por la humanidad serán receptáculos vivos de todos los impulsos espirituales que llegarán al planeta para transformarlo.
La Madre y Reina de los profetas en este tiempo realiza Su obra corredentora a través de diferentes profetas en el mundo, que fielmente muestran los frutos de la transformación de sus vidas y de sus caminos, como un servicio a la humanidad, en un acto de absoluta renuncia y adhesión a las Leyes superiores que ayudan al hombre de superficie.
La Reina de los profetas es la gestora espiritual de la redención del mundo y Ella anuncia Su mensaje a través de instrumentos, para recordarle al mundo que la consciencia humana puede y debe cumplir con la Voluntad Mayor en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado
María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.
Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.
Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.
¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?
Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.
María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.
Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.
Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.
María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.
Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.
Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.
Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.
María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.
Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.
Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.
Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.
Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.
María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.
Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.
Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.
Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.
María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.
Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.
Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.
Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.
Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.
Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.
María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.
Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.
Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.
Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.
Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.
Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.
Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Todos los días al mediodía, cuando se cumple en esta parte del mundo esa sagrada hora, un océano infinito de Gracias Reparadoras es derramado desde Mi Purísimo Corazón de Madre.
Son estas Gracias extraordinarias las que en este tiempo permiten concretar la conversión del corazón y deseo en este día, que este anuncio quede claro para todos. Vuestro Padre Eterno Me ha permitido hacerles saber cómo la humanidad entera, en este horario, piensa solo en alimentarse de las cosas del mundo en vez de alimentarse del espíritu que ofrece la oración del corazón.
Hijos, vayan y testimonien Mi mensaje; espero que ustedes puedan dar el ejemplo de una vida redimida por Mi Inmaculado Corazón. Hoy les doy a conocer la sabiduría celestial, aquella que ha permitido a través de Mi intercesión ayudarles e instruirles con amor materno.
Por eso, hijos, necesito que abran vuestros corazones y reconozcan las Leyes diarias de vuestro Padre, quien los espera siempre para entrar en verdadera comunión y en verdadero alimento para vuestros espíritus.
Como vuestra Madre, los llevo a caminar por los senderos seguros para que algún día encuentren la paz del corazón.
Entonces, Mis hijos, dejen que Mis pies marquen vuestros caminos para que, unidos a Mi Corazón, despierten a la importancia de buscar antes que nada la unión con el Reino de Dios.
Los bendigo siempre y oro por vuestra sagrada misión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los abraza con especial maternidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Por medio de estas palabras maternales, nuevamente por la acción y la gloria de la Gracia de Dios, hoy Me presento ante vuestras almas, donadas a Mi Corazón desde el principio y dispuestas a servirme hasta el fin.
Hoy les revela Mi Corazón que en este tiempo sin paz, Yo los vuelvo a reunir entorno de la sagrada mesa de nuestro Señor Jesús para que vuelvan a comer de Su Cuerpo y a beber de Su Sangre.
Mi única finalidad, hijo amados, es hacerles recordar el Reino de Dios, el que en estos momentos es muy olvidado y sustituido por las tendencias del mundo, las que apagan el fuego del corazón de muchas almas.
Por las cosas que desvían del Plan de Dios a las almas y a toda la humanidad sedada por las artimañas del enemigo, vuestra Madre de la Paz y de la Gracia regresa para restablecer el Reino de Dios, la vida suprema y la misericordia en todo lo que parece irreparable e impuro. Pues ahora Mis ojos celestiales ven y acogen las ofertas de todos Sus hijos que son el impulso interno para poder concretar, junto a los ángeles del cielo, el momento del gran cambio planetario.
Rezaré por ustedes hasta los últimos días cuando algunos, que ya serán dichosos, verán venir entre las nubes a Mi Amado y Glorificado Hijo. Las faltas de la humanidad de hoy y sus consecuencias futuras pueden ser aplacadas por la luz de la Misericordia de Mi Hijo.
Vengo para que diariamente lean Mis mensajes y los hagan parte de vuestras vidas y ritmos diarios. Deseo que la verdadera consciencia pueda despertar en todos Mis niños.
¡Les agradezco por acompañarme en este nuevo ciclo!
Los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz de Dios
Amados hijos:
En el día de ayer fue anunciado Mi pedido materno, el surgimiento espiritual de la red de comunicación de Misericordia María. Este proyecto, que no es un proyecto terrestre, sino un proyecto espiritual, intentará llegar al corazón de los hogares de una forma fraterna, ordenada y pacífica, porque el fin de Misericordia María será abrir las puertas a todas las almas, para que ellas escuchen Mi Mensaje y el Mensaje de Mi Hijo Jesús.
Se habrán preguntando a ustedes mismos: ¿por qué la Jerarquía Celestial necesitará transmitir Sus Palabras a través de un medio de comunicación? Por la urgencia planetaria, por la falta de consciencia sobre los acontecimientos en la humanidad, por la necesidad de paz y de oración en los hogares, por la unión constante con Dios y, lo principal, por la redención de las almas que en estos tiempos están comunicadas con las redes del mal. Es un motivo y una aspiración de Mi Corazón Inmaculado que Mi Reinado de la Paz obtenga la victoria sobre el mundo antes de la gloriosa venida de Mi Hijo.
Pero este proyecto de Mi Corazón es un proyecto atemporal; esto significa, Mis queridos hijos, que la Jerarquía Celestial comunicará Sus Palabras y, en consecuencia, derramará Sus Gracias por un tiempo indeterminado, porque el Padre nos ha pedido a los Mensajeros Celestiales que hagamos todo lo posible para que gran parte de la consciencia de la humanidad se retire de las modernidades e ingrese, a través de este proyecto, a vivir su propia redención.
Misericordia María es un arquetipo de comunicación más directa y avanzada que obrará por medio de principios celestiales, que protegerán el desarrollo de la tarea, y esto evitará la influencia de las realidades externas a la tarea.
Quiero decir, queridos hijos, que Misericordia María no será una transmisora similar a las que hoy día existen en el mundo y las que confunden a las almas. Este proyecto llegará directamente a los núcleos más profundos de los seres internos por obra del Espíritu Santo y así, dejará de ser algo superficial y material.
Todo lo que la Jerarquía Celestial solicita, lo comunicamos con un alto grado de amor y de sabiduría para evitar que los que reciben el llamado lo interpreten o se confundan.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el Cielo pide, a través de este llamado, un proyecto poco comprensible para las consciencias. Pero Misericordia María tendrá como bases la oración, el ayuno y la entrega amorosa de los que se dispongan a llevar adelante la tarea, bajo el voto de obediencia y orden para este diseño que está realizando Mi Consciencia maternal.
Misericordia María querrá llevar a los hogares la Misericordia de Dios. Por eso, este proyecto de comunicación vivirá los siguientes principios, para desterrar del inconsciente de los servidores algo que este mundo despierta por error como la vanagloria, la vanidad, el poder y la competencia entre los seres.
Misericordia María, a través de los principios crísticos, liberará poco a poco del inconsciente estas necesidades de autorrealización y así, colocará en el corazón la Luz del Reino Divino.
Será tarea de Misericordia María repolarizar a las consciencias del mundo que han sido dominadas por la modernidad del mal, para que por medio de sus impulsos los seres despierten a Dios, su Señor.
Misericordia María será el corazón del Corazón de María, que latirá amorosamente para transmitir impulsos de fraternidad, de cura y de perdón, que es lo que la humanidad de hoy necesita.
Los principios crísticos de Misericordia María son los siguientes:
1. Transmitir el amor verdadero y curador del Inmaculado Corazón de María.
2. Aproximar a las consciencias y a las almas al Mensaje salvador de los Sagrados Corazones.
3. Rescatar para todos, el valor de la Creación de Dios a través del cuidado de todos los Reinos.
4. Unir a los grupos de oración bajo un mismo Propósito Divino.
5. Ser un puente de redención y de perdón entre las familias.
6. Fraternizar en el mundo entero a través de la devoción a los Sagrados Corazones.
7. Expresar las experiencias de fe de los peregrinos, como un testimonio interno de conversión.
8. Liberar el inconsciente de la humanidad de las influencias y los engaños del mal.
9. Generar en la consciencia del mundo entero la consagración al Inmaculado Corazón de María.
10. Formar a los que despierten como soldados de la oración.
11. Construir entre los peregrinos el Amor de Cristo.
12. Activar en las consciencias la importancia de responder al llamado de Dios.
13. Establecer en los corazones el espíritu de la humildad y de la paz.
14. Desterrar el sufrimiento por medio de la unión con la Divina Misericordia.
15. Congregar a los grupos de oración para que respondan al llamado de oración planetaria.
16. Despertar en las almas la devoción verdadera al Sagrado Corazón de Jesús.
17. Cerrar las puertas inciertas del enemigo en los hogares, para que se abran en los corazones las puertas celestiales.
18. Crear una unidad perfecta entre las almas y el universo.
19. Reunir entre las almas la presencia del Ángel protector de la Guarda.
20. Tener consciencia sobre la importancia de vivir en la Ley de Dios.
21. Ser un hilo de unión entre los hogares y el Inmaculado Corazón.
22. Generar una respuesta pacífica en todos los seres.
23. Elevar las realidades de las familias hacia esferas de oración y de armonía.
24. Apoyar a los que intentan orar todos los días.
25. Acompañar, como María Santísima, al alma que despierta por primera vez al llamado.
26. Convertir el dolor humano en cura espiritual y en redención.
27. Ser el sol resplandeciente del Corazón de María para que todos la puedan reconocer.
28. Trabajar incansablemente por la paz en el mundo.
29. Servir al Plan de Dios sobre todas las cosas.
30. Iluminar los espacios que están a oscuras.
31. Reconciliar a las almas que más lo necesitan con el bien de Cristo.
32. Fundir a los corazones en la Presencia de los Sagrados Corazones.
Queridos hijos, estos principios permitirán que Mi proyecto mariano se cumpla bajo la protección de Mi Luz maternal.
¡Les agradezco por apoyar y por colaborar con este llamado!
María, Madre y Reina de la Reconciliación
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
Queridos hijos:
Hoy se cumple, por Voluntad de Dios, un año ininterrumpido de Apariciones diarias y de Mensajes Diarios de Amor.
Por este motivo, queridos hijos, hoy les digo que la Bienaventurada siempre Virgen María anunciará Sus palabras de Amor y de Redención para todos Sus hijos por un tiempo más.
Queridos hijos, en este día, les anuncio que Dios Me ha pedido que, a partir de hoy, les comunique Mis instrucciones los días sábados y los días de apariciones.
Hijos Míos, después de un año continuo de Gracias recibidas, Mi Corazón Maternal les pide que miren hacia dentro de vuestros corazones y que crezcan desde el interior a través de Mi Paz Redentora.
Por eso, queridos hijos, que hoy sea para ustedes un día de síntesis para que guarden en vuestros corazones todo lo que Dios les ha entregado a través de Mi Inmaculado Corazón. A partir de este día, nos encontraremos diariamente mediante la oración del corazón, porque el mundo aguarda recibir la Misericordia de Mi Hijo.
A Mis hijos, los que hace un año atrás Me acompañaron a Medjugorje, les agradezco por haber peregrinado con devoción y amor, porque ese estado de amor, irradiado por vuestros corazones ante Dios en Medjugorje, permitió que Él Me enviara hacia ustedes para guiarlos durante todo un año de grandes cambios.
Queridos hijos, en este día, queda como tarea, para todos los grupos de oración y para todas las almas, orar semana a semana para que así aguarden los días sábado Mi Mensaje Semanal, el cual será transmitido en una aparición a Mis videntes.
Hijos Míos, llegó el momento de crecer y madurar desde el corazón para que los soldados de Mi Hijo estén preparados para el tiempo que llegará para la humanidad.
Queridos hijos, nuevamente los coloco a todos entre Mis brazos para ofrecer a Dios la voz de vuestras oraciones, las que han ayudado en la conversión de la humanidad.
En el próximo año 2013 Yo los visitaré, a través de Mi Maternidad y desde los Cielos, dos veces al mes en los días 13 y 25 de cada mes para que juntos acompañemos el descenso del Espíritu Santo que ayudará a la humanidad.
Pequeños hijos, hoy alegren vuestro día porque durante un año Mi Inmaculado Corazón triunfó por vuestra respuesta a Mi materno llamado. Los coros celestiales junto a vuestros corazones están alabando al Único Dios durante todo este día.
¡Les agradezco por contestar durante todo este año a Mi llamado por la paz!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Espero que a lo largo de este último año de Mensajes Diarios ustedes hayan aceptado vivir en la Gracia de Dios. Es una misericordiosa revelación que Mis Maternales Palabras hayan acompañado a cada uno de ustedes en todo este tiempo que pasó, durante el cual vuestros corazones han tenido que crecer y madurar ante la realidad del final de este tiempo.
Hijos Míos, por esto hoy los llamo a profundizar en vuestros corazones la gratitud hacia Dios; gratitud porque, a través de Mi Hijo y Su amorosa intercesión, Dios Me permitió venir a vuestro encuentro, diariamente, por medio de los mensajes.
Queridos hijos, ustedes saben que el mundo está sufriendo mucho y que, cada nuevo día, innumerables almas se pierden condenándose al camino del purgatorio.
Por eso, Yo los llamo a vivir la oración del corazón porque vuestra oración será la única esperanza para la salvación de muchos corazones, sobre todo de aquellos hijos que en la ignorancia de sus vidas ofenden a Dios.
Amorosamente les pido que recen bajo la Luz de Dios y que a Él encomienden a todas las almas que sea posible a través del poder de la oración. Aquellos que aún no oran es porque carecen del Amor Materno y necesitan saciar la sed que sus almas sienten hace mucho tiempo.
Queridos hijos, este es un tiempo definitorio, un tiempo de cambios; por eso, los invito a concientizar vuestra tarea de oración para que más Luz desde el Universo de Dios pueda socorrer y salvar almas condenadas.
Hijos Míos, sostengan en vuestras manos la oración del rosario y que cada nueva oración que ustedes realicen sea una oferta y una súplica a la Misericordia de Jesús.
En Mi Hijo está el camino. En Mi Hijo se encuentra vuestra redención y vuestro perdón.
¡Estén despiertos a la oración!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.
En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.
Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.
Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.
Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.
Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.
Los espero siempre en oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridísimos hijos de Córdoba y de toda Mi amada Argentina:
Como Reina de la Paz, hoy vengo a vuestro encuentro en una Aparición Extraordinaria de Mi Inmaculada Faz.
Que este día sea de gloria, gozo y alegría para todos, para que estemos juntos y unidos al Celestial Júbilo de Dios y, mediante la oración del corazón, podamos decir “sí” a la Salvación y a la Redención de las almas.
Queridos hijos, Dios Padre Me envía a la ciudad de Córdoba para dar Mi Gran Bendición Maternal y, por este motivo, Mi Inmaculado Corazón ha escuchado la voz amorosa de vuestras oraciones y de vuestro llamado.
Cuando las almas dan el “sí” al Plan Divino, los acontecimientos que están escritos en el libro de Dios cambian por la intervención de Mi Inmaculado Corazón y del Sagrado Corazón de Mi Hijo, y esto sucede porque ustedes, como tantas otras almas, viven el poder interior de la oración.
Por eso, queridos hijos, que vuestros corazones continúen orando, creando nuevos grupos de oración que respondan a Mis pedidos y así fortalezcan la fe en cada uno de ustedes.
Como Madre de la Divina Misericordia, hoy los bendigo a todos por este camino de fe y de devoción que vuestros corazones están viviendo en honra y en honor a la Señora de la Inmaculada Paz.
Hijos Míos, a lo largo y ancho del mundo, Mi Mensaje está llegando a todos. Hoy, también les pido que vuestros corazones sean fieles difusores de Mi mensaje y de Mi llamado, porque muchas almas que se han distanciado de Dios deben volver a orar y muchas almas que desconocen el Amor de Dios deben sentir, en lo profundo de sus corazones, al Padre Celestial.
Queridos hijos, para que eso suceda, vuestra oración fiel debe continuar todos los días y, así, abrir el corazón para recibir a los que más necesitan de Dios.
Queridos hijos de Córdoba y de las provincias hermanas: hoy los invito a participar de la nueva vida del espíritu mediante el servicio abnegado al Plan de Dios. Por eso, todos los grupos orantes de Argentina son llamados para colaborar, por amor, en el surgimiento de la Nueva Comunidad Crística de la Hermandad1, extendiendo vuestros brazos y donándose a través de vuestras manos. Por eso son invitados a ser obreros de este Plan de Amor.
En las Sierras de Córdoba, desde Mi Hogar de Oración debe terminar de surgir un punto de Luz. Por eso, todos son llamados a formarse en la escuela de la oración y a responder a los pedidos maternales de Mi Corazón. Todos ustedes son parte del Hogar de Oración, porque el mundo lo necesita para alcanzar la Gracia del Perdón.
¡Buen servicio fraterno a todos Mis hijos de Argentina!
¡Les agradezco por estar este día respondiendo a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Localizada en el Centro Mariano del Espíritu Santo, Capilla del Monte, Córdoba,
Argentina.
Mis pequeños:
Guarden en vuestros corazones todo el camino de amor y conversión que, a través de la Sierva Fiel de Dios, ustedes han vivido. Por este motivo maternal, hoy los invito a recordar que ya son once meses de encuentros y de mensajes diarios para el mundo.
Hoy los estoy llamando a ser ejemplo vivo de Mi Mensaje Maternal a través de la caridad y de la donación.
Queridos hijos, los llamo a formar parte de Mi ejército mariano de la paz y a difundir Mis palabras mediante vuestra oración. Están a tiempo de vivir en la Misericordia de Mi Hijo, están a tiempo de perdonar con el corazón.
Hijos Míos, hoy también llamo a todos los que escuchan Mi urgente llamado por la Paz y por el Bien para que difundan Mis palabras de apoyo y auxilio a todos los corazones en el mundo.
Vuestra meta, al igual que la Mía, debe ser aliviar el corazón cansado, el corazón herido y el corazón caído. Encender, mediante la oración, la Llama del Espíritu Santo y confiar, en el nombre de Mi Hijo, en toda la sabiduría que ustedes recibirán para crecer como consciencias y como corazones.
Hijos Míos, hoy es motivo para celebrar desde el corazón los once meses seguidos en los cuales Mi Amor Maternal, Mi Esperanza, Mi Gracia y Mi Misericordia, se derraman desde lo más profundo de Mi Corazón Materno para todos Mis amados hijos.
Sigan unidos a Mi Espíritu de Paz y, mediante la oración permanente del rosario, todos los días estén unidos a Jesús, el Rey del Amor.
Que vuestros corazones, durante estos últimos once meses, hayan podido ser parte de Mi Gran y Divino Hijo Jesús. Que a partir de ahora, vuestra vida esté entregada al Plan de Dios como reparación de todas las ofensas que Él recibe de parte de este mundo.
Sean misericordiosos y amen a vuestros hermanos, porque también ellos son Mis hijos.
¡Por todo este tiempo de Misericordia, Yo les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Abriendo nuevamente Mis brazos misericordiosos y con la oración perpetua entre Mis labios, hoy los invito a vivir Mi mensaje, hoy los invito a considerar cada una de Mis palabras, las que han sido pronunciadas a lo largo de estos últimos meses.
Hijos Míos, si así lo hicieren, ustedes podrán ser instrumentos de Dios, podrán ser el mensaje vivo para cada corazón de este mundo. Esto permitirá que cada una de Mis palabras se siembre en vuestros corazones.
Queridos hijos, sepan que como Intercesora de todas las almas, el mensaje divino que Yo les entrego amorosamente todos los días, es un mensaje de Luz que viene desde el Cielo.
Hijos Míos, hoy quiero que no solo despierten al llamado maternal, sino también que recuerden que cada una de Mis palabras llega a vuestras vidas para traerles el Perdón, la Reconciliación, la Misericordia, el Amor Divino y la Redención en este último tiempo.
Siendo Madre de Jesús, el Gran Sacerdote del Amor, quiero enseñarles a leer los mensajes, quiero enseñarles a meditar Mis mensajes y quiero enseñarles a interiorizar Mis palabras en vuestros corazones.
Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón ya le habló mucho a esta humanidad a lo largo de los siglos. Habló para hacerle recordar que Dios es vuestra única y verdadera aspiración para toda la eternidad.
Pero todavía, Mis pequeños hijos, gran parte de la humanidad está ciega, cierra su propio corazón al don de la vida que representa Mi Hijo y, más aún, acepta poco la Misericordia.
Por eso, queridos hijos, vuestra oración debe ayudar a restaurar todos estos acontecimientos para que vuestros corazones, como mediadores, reciban una Gracia Mayor de Perdón.
Hijos Míos, cuando sientan Mis mensajes, vuestras almas estarán en eterna oración. Mientras el mundo cambia rápidamente y sin detenerse en la reflexión, Mi Inmaculado Corazón se está ofreciendo a cada uno de ustedes para que, unidos en oración, cambiemos en la Gracia de Dios el rumbo de la humanidad.
Queridos hijos, recuerden sentir Mis palabras con el amor de vuestro corazón, permitan que la Luz del Espíritu Santo descienda desde el Infinito Corazón de Dios sobre toda la humanidad.
¡Oremos en este tiempo de emergencia! ¡Oremos por la presencia de la paz!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Cuando vivan en la Voluntad del Padre reconocerán, mediante la oración, la inmensidad de obras de Amor, Piedad y Misericordia que Él realiza en todo este mundo.
Cuando vivan en la Voluntad del Señor, reconocerán vuestras preferencias y vuestras metas y sabrán cuál de ellas purificar.
Cuando vivan en la Voluntad de Dios, sentirán lo que es el Bien, para que, imitándolo, también vuestras vidas conduzcan a otras almas.
Cuando vivan en la voluntad de Mi Hijo, reconocerán a quien con tanto amor les habla día a día y podrán dar valor a todo lo que les fue entregado a vuestros corazones.
Cuando muchos de Mis hijos vivan en la Voluntad del Padre, reconocerán Mis mensajes y darán garantía por toda la instrucción maternal entregada mes a mes.
Cuando la humanidad viva en la Voluntad del Espíritu Santo, todos sabrán dónde se encuentran y que en este momento son invitados a recorrer el nuevo sendero de Cristo.
Cuando los corazones vivan en la Voluntad de Dios, ellos podrán entregar la vida en las Manos del Creador y dejarán de controlar la propia vida; esto permitirá que Dios exprese Su Universo en cada uno de Sus hijos.
Mis hijos, si la humanidad ya viviera en la Voluntad del Señor, acabaría el conflicto en el mundo y estaría presente la Paz Celestial, no habría división entre las familias y solo reinaría la unidad; se construiría todo de nuevo para que Dios se hiciera presente en el corazón de Sus hijos.
Pero aún, queridos hijos, las almas no viven en la Voluntad de Dios porque temen por lo que el Amor, el Dios Eterno, pueda aspirar a hacer en cada esencia. Si la humanidad ya estuviera en la Voluntad del Señor los planes mudarían, y la Divina Misericordia sería la Luz expandida en todos los rincones de este mundo.
Mientras las almas no viven en la Divina Voluntad de Dios, Yo les pido constante oración para que el alma reconozca el camino que está siendo llamada a recorrer, el camino del Amor Redentor.
Ustedes, Mis pequeños, pueden aspirar a vivir en esa insondable Voluntad de Dios, porque ese sentimiento agradará al Corazón de Dios y Me ayudarán en esta misión de la Reina de la Paz.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
¿Ustedes esperan la llegada de Mi Palabra Maternal cada día?
Yo quiero instruirlos para que sus corazones reconozcan la Presencia de Dios en toda la Vida Universal.
Yo quiero hacerles ver la realidad que el mundo vive por falta de la oración del corazón.
Yo quiero despertar del sueño a Mis soldados para que todas las almas sirvan a sus semejantes a través de la oración.
Por eso, hijos Míos, hoy los invito a considerar sagrada cada una de Mis amorosas palabras, palabras de Dios que Yo les entrego en cada mensaje diario. De esa manera, sus vidas podrán reconocer que Yo, como Madre de todos, quiero llevarlos hasta donde se encuentra Jesús para que rediman en la paz sus vidas, sus acciones y sus corazones.
El Señor, Dios Padre, promete un Manantial de Gracias para todos aquellos que escuchen Su Voz emitida a través de Su Hijo Predilecto y de Su Sierva Fiel de Nazaret.
Queridos hijos, el momento que ustedes están viviendo Conmigo es un último momento que no se repetirá porque la venida de la Luz del Cielo Divino intenta despertar la consciencia de ustedes y de todos Mis demás hijos en este mundo.
Guarden como un presente cada una de Mis instrucciones y siémbrenlas para que puedan brotar en el tiempo del retorno de Mi Hijo. Así sus corazones, entrenados en la oración del corazón, podrán dar testimonio de la Presencia de Cristo en sus vidas y, en especial, dar testimonio a todos los que aún no creen en la Misericordia de Mi Hijo.
Y, finalmente, Mis queridos hijos, recuerden que sus almas son bendecidas cada día por el Espíritu Santo a través de Mí, y eso es porque Yo los amo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Después de treinta y un años de Mi presencia en el mundo junto a ustedes a través de las Apariciones en Medjugorje, hoy los invito, queridos hijos, a celebrar Conmigo la Gracia que Dios ha derramado sobre la humanidad a través de Mis anuncios y mensajes a lo largo de estos años.
Por eso, hijos Míos, que hoy sea un encuentro especial entre sus corazones y el Sagrado Corazón de Jesús porque Él está atento a la voz orante de todos Mis hijos, aún más de aquellos que aspiran a transitar por el camino del perdón y de la conversión.
Hoy, desde este lado del mundo, Mi Inmaculado Corazón reúne almas hermanas, en especial en Brasil, Uruguay y Argentina para prepararlas para el nuevo tiempo. Y lo más importante para Nuestro Señor es que vivan en la fraternidad.
Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón ya está en sus vidas acompañándolos desde hace cinco años continuos, así como Mi Amor Maternal acompaña a Mis hijos de Europa a través de la devoción en Medjugorje.
Con esto quiero llamarlos a la reflexión del corazón para que sus consciencias puedan despertar verdaderamente a lo que Mi voz les está anunciando día a día en los mensajes.
Es la primera vez que en Mis Apariciones en el mundo Dios Me concedió la Gracia de dialogar y conversar con todos ustedes diariamente.
Mi Corazón Maternal espera que toda esta instrucción que hoy les entrego, se guarde en lo profundo de sus corazones para que, en oración, reciban con inmensa alegría la venida de Mi Hijo, el Redentor. Y es por Su Amor Misericordioso que todos ustedes podrán estar resguardados y así llevar la Luz de Cristo encendida en sus corazones.
Queridos y amados hijos, dejo a cada uno de ustedes esta maternal reflexión en este ciclo que está terminando y que trae la Buena Nueva del Reino de Dios para los que nunca han creído en el Creador.
Que la Luz Celestial de Mi Corazón los alumbre eternamente.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más