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Mis queridos hijos:
Soy la Señora de los Treinta y Tres, y Mi manto refleja toda la Luz del Sol, que ilumina y bendice a Uruguay.
Soy la Señora de los Treinta y Tres, y Mi túnica refleja el Espejo de los Cielos, que desciende sobre Uruguay para guiarlo y darle sabiduría.
Soy la Señora de los Treinta y Tres, la Madre Confederada, y Mi corona es el símbolo de la gratitud y del cariño de todos los orantes uruguayos.
Soy la Señora de los Treinta y Tres, la Patrona de esta nación y de todo el pueblo charrúa. Mi mirada está en la riqueza espiritual de la cultura ancestral indígena. Mi cariño está en los valores de la hermandad, de la solidaridad y de la ayuda que el pueblo uruguayo manifiesta y expresa como un don.
Soy la Señora de los Treinta y Tres, la Madre de los trabajadores y de todos los que se sacrifican día y noche para poder salir adelante, confiando en sus sueños, aspirando a alcanzar sus propias metas.
Soy la Señora y Madre de Uruguay, llamada Bendita entre todas las mujeres. Soy la Estrella del Sur de Uruguay, Soy Quien guarda en Su Corazón a los navegantes. Soy Quien cela por Amor a todos los que llevan el pan a la mesa de la familia.
Soy la Señora de los Treinta y Tres; Soy Quien prepara, en silencio, la llegada de Cristo a cada corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Y ahora que todos los principios, atributos y enseñanzas de la Gran Fraternidad Indígena de Norteamérica fueron activados en el mundo interno de algunos seres, llegó el momento de que todos esos atributos, principios y enseñanzas sean amorosamente compartidos con la consciencia cherokee, para que también ese sagrado pueblo, que fue desviado de su propósito con la llegada del hombre blanco hasta los días de hoy, como pueblo y cultura, pueda recuperar todo ese legado que, en esencia, es el mismo para todos los pueblos originarios de Norteamérica.
La Jerarquía espiritual espera llevar adelante una tarea interna, a fin de que la consciencia cherokee reciba un nuevo impulso, después del que fue entregado con la visita de todo el grupo peregrino en el año 2016.
Ahora se vuelve a presentar una nueva oportunidad para la Jerarquía Divina, y todas esas almas indígenas volverán a ser contempladas por el Padre Eterno para que al menos su parte más íntima y esencial pueda ser ayudada, y esto se dará a través de un encuentro de confraternidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Desde las altas montañas de los Himalayas hasta las altas montañas del Gran Cañón del Colorado, los Maestros descienden en peregrinación para vivir el encuentro sagrado con las esencias de la humanidad.
A través de las flautas y de los mantras, Ellos atraen el espíritu inmaculado de la compasión y, por un momento, las almas se sienten protegidas y consoladas por el vientre maternal de la Tierra.
El Oriente sagrado se muestra al Occidente lejano y así se vive una íntima comunión entre los pueblos del Tíbet y los pueblos de la consciencia indígena, porque ambos reconocen el mismo Origen que los creó.
Por esa razón, hoy se unen en espíritu y ofrecen sus escuelas para que la escuela de la redención de esta actual humanidad se pueda cumplir en todos los seres.
Desde los Himalayas resuenan los mantras, y las flautas de los pueblos originarios emiten las melodías que la raza humana necesita escuchar en este tiempo, para que pueda ver el gran portal de la redención.
Es así que el Gran Cañón vive su ceremonia silenciosa, y los frutos del conocimiento y de las experiencias son ofrecidos para la transfiguración de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Como el agua que corre por el río Colorado, hoy derramo un manantial de Gracia, de Misericordia y de Piedad sobre la gran consciencia de la fraternidad indígena para que sus remanentes en la superficie, todos los descendientes de las grandes tribus de Norteamérica, reciban la ayuda espiritual que necesitan para poder preservar los valores de su espiritualidad y de su contacto con la naturaleza y con el Universo.
Para eso, el gran coyote del sur, al igual que el águila, envía su espíritu de amor, así como también el oso de las florestas del oeste y el Búfalo Blanco del norte de América se unen a fin de proteger y amparar a las raíces sagradas de un legado que fue desestimado con la llegada del hombre blanco, pero ese legado se guarda latente en los Recintos Interiores del planeta.
Que los pueblos de Norteamérica se levanten y vuelvan a sentir en su corazón la sagrada energía del Universo, que los impulsa y les eleva la consciencia.
Que, a través de los Reinos de la Naturaleza, las reliquias del conocimiento indígena, algún día, sean reconocidas por la humanidad a fin de que ella también recupere los valores que perdió.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hay ciertos dolores del pasado de la consciencia indígena que solo se curan con amor y perdón.
Así, esas heridas, que aún están abiertas y que nadie cicatrizó, comienzan a cerrarse cuando en la superficie de la Tierra existen almas orantes dispuestas a colaborar en la liberación total de esos traumáticos hechos sucedidos a lo largo de la historia del planeta. La naturaleza silenciosa, casta y pura es testigo de esos acontecimientos que marcaron la evolución de la raza humana.
Pero, para que el planeta ingrese en una nueva dimensión de consciencia, la humanidad y todos los que estuvieron vinculados con esos hechos deberán liberarse de esas cadenas y errores. Así, la herida de la consciencia indígena y ancestral del planeta conseguirá seguir peregrinando hacia la vida del espíritu, y su devoción y reverencia a lo sagrado no se perderá, sino que impulsará la ascensión de todos ellos y de los que cometieron brutales exterminios a lo largo de la historia de este mundo.
Así, la Misericordia actuará y perdonará los errores cometidos.
¡Les agradezco por guardar mis palabras en el corazón!
Los bendice, su Maestro y Señor,
Cristo Jesús
Hace más de quinientos años, su Madre Celeste, la Guadalupana, descendió sobre el Monte Tepeyac.
Hoy, después de más de quinientos años de las apariciones de la Virgencita de Guadalupe en México, su Madre Santísima desciende sobre el Cerro Arequita para reabrir el gran Portal Espiritual, la gran oportunidad cósmica de la redención definitiva del Uruguay.
Por eso, hoy es un día importante de celebración en el Cielo, no solo porque los fieles devotos de la Guadalupana ofrecen sus oraciones y cariño a la siempre Virgen de las Américas, sino que para el Cielo también es motivo de júbilo que el Uruguay como país destinado al reaparecimiento de Cristo haya encontrado un camino seguro por donde poder retornar a Dios, para que la fe y la devoción del pueblo uruguayo maduren.
Así como la Guadalupana estuvo en lo alto del Tepeyac, en compañía de San Juan Diego y de todo su pueblo originario, de la misma forma, hoy, su Madre Celeste es coronada y amada por los descendientes de la consciencia indígena charrúa, la que en este día devuelve, al alma del Uruguay, los valores sagrados que los ancestros indígenas charrúas vivieron con tanta reverencia, simplicidad y fe.
Es así que la Madre de las Américas, la Virgencita de Guadalupe, vuelve a unir lo que antes estaba separado en el plano espiritual de la consciencia de los uruguayos para que, en esta última chance, el pueblo del Uruguay tenga la oportunidad de volver a reintegrarse al camino del Propósito que deberá cumplir como país.
Por eso, este día es de celebración, no solo porque los hijos de Dios recuerdan a la Virgencita de Guadalupe, sino porque también la Madre de Dios concede una amnistía espiritual a una nación que estaba considerada como perdida.
Que en este día de Vigilia cada corazón declare un acto de gratitud, para que en las naciones se pueda seguir cumpliendo lo que cada pueblo tiene que expresar y concretar dentro del Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con el Encuentro de la Misericordia terminado, la Jerarquía espiritual se retira de la Amazonia habiendo podido no solo transmutar y liberar a los Reinos menores sufridos, sino también habiendo podido proteger y resguardar los tesoros espirituales que esta sagrada floresta guarda en su interior.
Es así que también los pueblos originarios y sus raíces de sabiduría y de hermandad se verán más fortalecidos con el tiempo, para que la consciencia indígena siga siendo la guardiana de los tesoros y de las reliquias de las Jerarquías.
Es de esa forma que la Amazonia ahora deberá estar más presente que antes, no solo en la consciencia de los brasileños, sino también en todos aquellos que, más allá de lo material, comprenden el significado y el sentido de que los Reinos de la Naturaleza son parte de la evolución espiritual, mental y material de los seres humanos y que, sin la presencia de ellos, la evolución humana quedaría inconclusa.
Por esa razón, todos los orantes deberán tener como práctica cuidar y proteger a alguno de los Reinos de la Naturaleza, sea un mineral, un vegetal o un animal para que con ese servicio amoroso se siga expandiendo la amnistía espiritual, la Gracia Divina que podrá compensar los graves errores que comete el ser humano con todos los ecosistemas de la Tierra.
Recuerden y nunca se olviden de que su servicio a los Reinos será en nombre de la Amazonia y eso beneficiará también al resto de la humanidad.
¡Les agradezco por llevar adelante iniciativas de paz!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy les traigo Mi Corazón de oro y plata para que sea sembrado en la consciencia espiritual de la Amazonia, para que los pueblos originarios reencuentren el camino hacia el portal de El Dorado y así, esencialmente, retomen el valor sagrado de sus tradiciones, las que con armonía y luz permitieron, a lo largo de los tiempos, proteger y amparar el sagrado Edén de Dios.
Les traigo Mi Corazón de oro y plata para que la esencia de los minerales que son explotados y vendidos no se pierda, para que el bendito suelo verde de la Amazonia siga resguardando los tesoros internos que ella tiene y que ningún hombre podrá alcanzar.
Que Mi Corazón de oro y plata le recuerde a la consciencia indígena la posibilidad de regresar a sus sagrados orígenes para que, desde los niños hasta los ancianos, entren a través de la puerta dorada de Mi Corazón a la ciudad espiritual y divina, lugar en donde nadie más les quitará sus raíces ni sus tierras.
Dejo Mi Corazón de oro y plata para que los pueblos originarios más remotos se encuentren con el Hijo Sol, el que viene de las estrellas para bendecirlos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Argentina es una tierra llena de tradición y cultura. Es un pueblo procedente de importantes raíces indígenas que dieron origen, desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca, a innumerables formas de relacionarse y de comunicarse con Dios.
Por eso, Argentina es uno de los pueblos que mantiene su cultura, más allá del tiempo y de las tendencias. En el corazón de los argentinos está la memoria de la Confraternidad y de la Hermandad.
Por ser una nación con temperamento de primer rayo, Argentina ha tenido que aprender a moderar sus reacciones por medio del amor para que así se mantenga, en su consciencia y en su cultura, el empeño esforzado por el trabajo diario y una devoción peculiar que nace de esa fuerza y de ese amor que la nación guarda por la Divinidad.
Las tradiciones de Argentina, con el tiempo, fueron desviadas. Una de las razones por la cual su Señor regresará a la Argentina será para reintegrar, en la consciencia de ese pueblo, los valores que la hicieron una nación fortalecida en el trabajo y devota en la forma de unirse a Dios.
A través de los encuentros que sucederán en el mes de agosto, cada uno de los argentinos estará ante la oportunidad de estar en Dios y, más allá de todo, de celebrar con una especial victoria, el regreso del Amor Divino a sus consciencias.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cada día, eleva un poco más tu corazón a Dios. No te canses de persistir. No te canses de intentar ser manso y humilde delante de todas las situaciones de la vida, guardando en tu esencia lo que te hace guardián del Propósito Divino.
La mansedumbre y la humildad no son debilidad e indiferencia. Sé manso y humilde y, al mismo tiempo, sé firme en el silencio de tu interior, haciendo que la Voluntad de Dios en ti y a tu alrededor sea incorruptible.
Emana paz de tus acciones y de tus palabras. Emana paz de tu presencia y deja que Dios se exprese a través de ti. Ya sabes, hijo, que esta debe ser la expresión de tu ser y, día a día, Yo vengo a recordarte estas cosas, porque mientras hablo, impulso a tu consciencia para que de un nuevo paso y siempre profundice en la vivencia de la enseñanza superior.
La misión de un compañero de Cristo es ser Su Palabra viva y difundir Su Enseñanza con la propia vida. Por eso, todos los días Mi Casto Corazón viene al mundo para formar a los compañeros de Cristo y auxiliarlos a alcanzar la Voluntad de Dios para sus vidas.
Deja que Mis instrucciones te transformen. Deja que Mi presencia te inspire para que un día, hijo, tú también puedas transformar e inspirar a las almas, trayendo viva la presencia de tu Señor en todo lo que eres y en todo lo que emanas al mundo.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mis queridos y amados hijos:
Hoy, con una túnica y un manto blanco hasta los pies, llevando un cinturón azul y el santo rosario entre Mis manos, Me presento a ustedes como la Señora de los Pobres.
Esta es Mi Faz de humildad y de entrega por los más pobres entre los pobres.
Hoy quisiera, hijos, que en este día de renovación de votos con el Plan Evolutivo de Dios, ustedes fuesen como su Madre de los Pobres para que en este ciclo, al igual que Yo, encuentren la necesidad de ayuda en cada lugar.
Soy la Señora de los pobres de espíritu, de los pobres de alma, de los pobres de fe, de los pobres de corazón.
Soy la Señora de los pobres que están desamparados, de los pobres que son huérfanos, de los pobres que han perdido la maternidad.
Soy la Señora de los pobres que están solos, de los pobres que no se sienten amados, de los pobres que han perdido toda esperanza.
Soy la Señora de los pobres que no oran, de los pobres pecadores, de los pobres ignorantes, de los pobres de espíritu que han perdido el amor a Dios.
Soy la Señora de los pobres marginados, de los pobres esclavizados, de los pobres niños que son vendidos y explotados.
Soy la Señora de los pobres que enloquecieron, de los pobres de sabiduría, de los pobres que viven y duermen en las calles de este mundo.
Soy la Señora de los pobres que se pierden, de los pobres inocentes, de las pobres mujeres que se venden en las calles.
Soy la Señora de las pobres mujeres que son esclavas de la vida, de las pobres consciencias indígenas que han perdido su cultura y su tierra en estos tiempos.
Soy la Señora de los pobres corazones que viven la injusticia, de los pobres ancianos que son rechazados y que no se sienten amados.
Soy la Señora de los pobres jóvenes que han sido conquistados por la tentación y el engaño.
Soy la Señora de las pobres esencias que no cumplen su misión en esta Tierra.
Quisiera, hijos, que ustedes Me imitaran, y que la Casa de la Señora de los Pobres, concebida en el seno de los Hijos de María, atendiera espiritualmente en estos tiempos, a través de la oración del corazón, a todas estas necesidades omitidas por la indiferencia de la humanidad.
Yo soy la Señora de los Pobres y quiero, hijos, que adopten esta Faz de su Madre para que la trabajen día a día; porque, a través de la Señora de los Pobres, Yo les traigo, a ustedes y al mundo, la esencia de la Compasión de Dios.
La Señora de los Pobres será el terafín de los Hijos de María, será el instrumento de trabajo por el cual sus oraciones diarias obtendrán mayores resultados para toda la vida planetaria.
Hoy estoy aquí entre ustedes, renovando los votos de consagración a Mi Inmaculado Corazón con cada uno de Mis Hijos, para que, en este año, también sus vidas concedan la Gracia de que la Señora de los Pobres llegue nuevamente a Europa en los meses de mayo y junio, para que, con la ayuda de todos, se pueda evitar un gran movimiento social entre las naciones así, como hasta ahora, gracias a la ayuda de todos Mis hijos, eso fue evitado en los Estados Unidos.
Hoy la Señora de los Pobres, Patrona de los Hijos de María, los bendice y les agradece por estar renovando, durante un año más, los votos diarios de oración, de servicio y de abnegación.
Los amo y siempre los amaré hasta el fin de los días.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre de la Consciencia Indígena norteamericana, vengo en este día para restablecer en los mundos internos el puente de unión y de contacto que existió entre esos pueblos y Dios.
Es así que después de haber pasado por las ciudades de Oklahoma y de Orlando, su Santa Madre comienza este nuevo ciclo en los Estados Unidos con la presencia de los monasterios de la Orden fundada por Mi Amado Hijo.
Estos monasterios en los Estados Unidos tendrán la misión de trabajar en el despertar de la consciencia a través de la oración y de la instrucción, estimulando en los corazones la búsqueda del servicio por los más olvidados en los hospitales, asilos y calles de las ciudades de este país.
De esa forma, la Misericordia Divina se volverá visible para todas las consciencias, y la posibilidad de vivir una reconciliación con el Padre será más real y verdadera para todos los norteamericanos.
Es así que los monasterios enseñarán a las almas a reconectarse con la Fuente Divina y, al mismo tiempo, los nuevos orantes que serán formados en las diferentes ciudades de Estados Unidos aprenderán a encender interiormente el espejo de sus corazones.
En este nuevo ciclo en los Estados Unidos, la Orden fundada por Mi Hijo creará las bases necesarias para que surjan nuevos miembros de la Red-Luz, esto fomentará en esa nación norteamericana una oportunidad de comenzar a tomar consciencia respecto del desequilibrio existente y del desperdicio generado en la vida material, como también de la recuperación de la dignidad humana.
Esto llevará prontamente a que algunos Estados de la nación ingresen, por medio de la ayuda espiritual del Centro de Amor de Monte Shasta, en una fase de regeneración de la consciencia espiritual de los seres de superficie, así como una profundización del contacto de cada ser con su alma.
Esta tarea requerirá muchos sacrificios y esfuerzos para que, a tiempo, el pueblo estadounidense abandone algunas situaciones y condiciones de opresión e ingrese en un estado de cura y de redención.
Por eso la colaboración de los norteamericanos y de los no norteamericanos será imprescindible y eso deberá ser bien organizado.
Contaré, en esta parte de la obra, con la ayuda de todos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Retorno al lugar en donde una vez Me conocieron y Me adoraron como el Gran Espíritu Maternal de la Paz, como la Consciencia robusta y fuerte que traía sabiduría y claridad
a los pueblos del pasado.
Retorno, hijos, como Aquella Consciencia sagrada que una vez invocaron muchos pueblos que les precedieron, para formar parte de la Creación y de la unión entre el Cielo y la Tierra.
Retorno como el Espíritu de la Paz, como la Consciencia Divina que en el pasado inspiró a las tribus para buscar la unión con lo sagrado y lo sublime.
Su Madre Celeste retorna como el Espíritu Sagrado de la maternidad, como el ave cóndor que eleva con Su canto hacia lo alto a la humanidad.
Su Madre retorna en este nuevo año a un lugar en donde una historia inolvidable quedó grabada y de la cual muchos de Mis hijos indígenas participaron.
Retorno al corazón de Oklahoma para cerrar las heridas que quedaron abiertas y para devolver la sabiduría de lo que antes era tan sagrado. Vengo para borrar con Mi Amor el camino de las lágrimas y para reencender el amado culto de los que invocaban la ciencia divina de los elementos.
Retorno como el Espíritu elevado de la Paz para liberar los errores cometidos y las pruebas sufridas por cada uno de Mis hijos.
Soy la Sagrada Madre de todos los pueblos, soy la que anuncia en Oklahoma el renacimiento de un nuevo ciclo. Vengo para unir lo que está separado y lo que quedó inconcluso en las consciencias humanas.
Retorno porque Me llamaron internamente, y por eso de nuevo estoy aquí, entre Mis hijos indígenas norteamericanos, para reavivar en ellos la unión esencial con lo que es más puro y se guarda dentro de cada noble corazón.
Vengo para buscar la reconciliación ante todos los acontecimientos vividos. Por eso vengo para pedir la paz entre las etnias y entre las tribus, entre el hombre blanco y el hombre natural de esta región.
Deseo que todos se comprendan y que al mismo tiempo se acepten, que cada ser ofrezca lo mejor de sí, como fue en el principio de los pueblos, para que se cumpla la Divina Voluntad.
Como la Madre que retorna para buscar a Sus hijos, les pido que se unan a la Consciencia Creadora y que expresen sus devociones y sus semejanzas entre todas las etnias. Cada pueblo originario es capaz de aportar algo verdadero y sagrado al Universo Creador.
Sean esos Espejos, como una vez lo fue su pueblo, que refractaban las corrientes del amor y de la armonía para todo el planeta.
No se desanimen, hijos, hoy vengo aquí como el Gran Espíritu de la Paz porque Me llamaron y he decidido, en el nombre del amor, poner fin a tanto sufrimiento.
Abran sus corazones, en confianza, al Mío, porque en Mi Corazón estarán protegidos y serán conducidos por el camino del bien.
Retorno a su casa para que Me reconozcan y Me sientan. Vengo con la misión de hacer que recuperen y afirmen sus valores esenciales, los que hicieron de su pueblo originario consciencias elevadas por la sabiduría y la reverencia.
Aún el mundo necesita de consciencias como las de ustedes para poder encontrar el sentido de que existan tantas razas con muchos propósitos que cumplir.
Vivan la Ley que una vez encarnaron y no pierdan el brillo que en otros tiempos les hizo reflejar lo más puro e inocente de su civilización.
El Gran Espíritu de la Paz viene para reconstruir lo que una vez fue destruido por los colonizadores en su más profunda ignorancia.
Ahora vengo para que todos pidan perdón, porque ese perdón los librará a todos de las cadenas ancestrales.
Soy ese Espíritu de Sabiduría que una vez los guió y condujo las raíces de su pueblo para que él cumpla con los Designios del Creador, porque parte de sus consciencias internas acompañan y protegen el Plan de Dios por medio de las áreas sagradas del planeta.
Miren al horizonte con esperanza y recuperarán la alegría interior de servir al Creador. Con Mi presencia en Oklahoma en este día, Yo vengo para renovar los tiempos y para que la consciencia indígena ingrese nuevamente en el Tiempo Real, en donde volverá a vivir el eterno presente y ya no existirá pasado ni futuro, solo eternidad y consciencia.
Como el Espíritu de la Paz vengo para hacer de sus caminos, caminos de amor, de paz y de misericordia.
Hoy retorno como el Ave de Luz, la que circunda la esencia de su pueblo para que se establezca la paz. Reconózcanme y sabrán quién soy y que siempre estuve a su lado. Les agradezco por responder a Mi llamado.
Como el Águila de Luz que proclama la redención,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Búfalo Blanco surgía de repente en el horizonte, caminando con serenidad ante los ojos de los puros, era señal de prosperidad y de esperanza. Su boca no hablaba, su idioma no era conocido por los hombres. Su silencio transmitía la Voluntad de Dios; su lenguaje era comprendido con el corazón por aquellos que sabían guardar silencio.
Cuando la tristeza inundaba los corazones de los hombres, ellos clamaban por la gracia de ver y sentir al Búfalo Blanco. Su serenidad los calmaba y sentían la esperanza de que la Tierra continuara fértil, viva y sagrada.
Cuando el corazón de los hijos de la Tierra no estaba pleno de amor y de alegría, ellos clamaban por el Búfalo Blanco. Su alegría y su amor no provenían de este mundo, pero lo nutrían y lo sanaban. Él surgía en el horizonte y representaba la llegada de nuevos ciclos, donde la vida tendría un sentido mayor, pues la tierra sería fecunda y el corazón también.
El Búfalo Blanco era el Santo Espíritu de la Tierra, que silencioso caminaba entre los hombres. El venía a disolver el miedo, la angustia y la tristeza; venía a unir los corazones de los hijos de la Tierra con Aquel que la creó y que también creó todos los planetas; creó el Sol, la Luna y toda la Vida.
El Búfalo Blanco era el portador de la pureza y reencendía la pureza en los corazones de los hijos de la Tierra, para que no perdieran la esperanza de un mundo en paz y en comunión con la Vida.
El Búfalo Blanco era manso pero invencible. Nada podía tocarlo y solo los ojos del corazón podían verlo. Su misterio provenía del Infinito, pese a que su apariencia era de la Tierra. Se volvía menor que los hombres a través del símbolo vivo de un simple animal, pero él representaba al Todo. En él estaban los pequeños y los grandes, desde los animales al Dios Supremo, desde la naturaleza al Todo.
El Búfalo Blanco daba a comprender, de esta forma, que Dios está en todo.
Yo soy el Búfalo Blanco, el Espíritu de la Tierra, el Espíritu de la Vida.
Yo soy la representación de los ciclos fecundos, de los ciclos de Paz.
En Mi presencia se disuelven la desesperanza y el miedo, y los corazones vuelven a encontrar la fe y el amor de Dios.
Yo soy, hijos Míos, la Madre de la Tierra y también del Cielo. Los hijos de la Tierra nacieron en ella, pero no provienen de ella. Sus espíritus provienen de Mí; nacieron de la Fuente Universal de la Vida, resguardados por el brillo de las estrellas que resplandecen en el Infinito, abrazados por la maternidad de Dios, Adonai.
Vengo al mundo para que recobren la pureza y la esperanza, para que curen el miedo y el dolor y para que vuelva a brillar en sus esencias la certeza de poder vivir en la Tierra lo sagrado, la unidad con la Creación.
Estoy aquí, hijos amados, esta vez semejante a los hombres, en un cuerpo como los suyos y con un Corazón Divino, para que reencuentren dentro de sí mismos lo que los une al Creador y los convierte en un espejo de Su Sacratísimo Corazón.
Vine a reflejar en sus espíritus lo sagrado y lo divino.
Aparezco en el horizonte, en silencio, trayendo de nuevo la Paz. Aparezco en este día de un nuevo ciclo, en representación de un ciclo fecundo en la vida del espíritu.
Quiero fortalecer sus corazones y construir en ustedes los nuevos jardines de la vida.
Quiero hacer nacer al nuevo hombre, recobrando la pureza y la dignidad de la consciencia indígena.
Vengo a traer la gracia de la unión con el Origen para los llamados pueblos originarios; para que de esta forma, todos los corazones humanos vuelvan a encender en su interior la pureza del principio, la unidad original con el Corazón de Dios.
Que sus vidas sean fecundas en el amor, ante el Búfalo Blanco.
Recuperen la paz, la alegría y la esperanza, disolviendo del espíritu el mal que causa las guerras y degenera los corazones.
Que la unidad del Espíritu de Dios les traiga la sabiduría, les disuelva la ignorancia que separa a los hombres entre sí y del Todo, que los hace morir estando en vida.
Yo soy el Búfalo Blanco, su Madre y Madre de toda la Creación. Vengo a bendecirlos, a abrazarlos y a hacerles recordar que el Creador tiene una voluntad perfecta para Sus hijos. Solo basta, Mis amados, que contemplen en el horizonte de sus mundos internos la presencia del Búfalo Blanco y se dejen permear por su silencio y mansedumbre, para que su amor vuelva a transformar y a fecundar sus vidas.
Los amo y los guardo en Mi Corazón de Amor.
Su Madre, María, Rosa de la Paz y Madre de toda la Vida
Estoy presente, queridos hijos, en los lugares en donde existió el mayor sufrimiento para el planeta.
Estoy presente en donde las diferentes culturas y pueblos olvidaron que, a pesar de las semejanzas o diferencias, todos eran hermanos e hijos de un mismo Creador.
Por eso vine a este lugar, ahora Mi amado Santuario de Guadalupe, para hacerle comprender tanto al conquistador como al indígena que todos provenían de un mismo Dios y de una misma consciencia.
Es así que pedí la construcción de un templo en Mi honor para impedir que la raza humana perdiera el control de sí e hiciera, de todas las futuras generaciones, humanidades comprometidas con el mal.
Por eso hoy después de más de quinientos años, su Madre Celeste llega para cerrar ese ciclo en la historia humana, inolvidable y triste para la consciencia del planeta.
He venido aquí totalmente presente y lo seguiré haciendo desde un plano más elevado, porque aún Mis hijos de todas las culturas y de todos los pueblos necesitarán de Mi intercesión divina y maternal.
Ahora, estando aquí entre ustedes, he abierto las puertas para liberar del purgatorio terrestre a todos los conquistadores, indígenas y religiosos que en aquel tiempo con poca consciencia y sabiduría, estuvieron involucrados en los acontecimientos guadalupanos.
Es así que en esta hora, queridos hijos, les he pedido que vinieran a este Santuario histórico para que se cerrara definitivamente un ciclo por medio de un momento de simple oración, en donde Mis ángeles retiraran el dolor vivido en los espacios de esta nación y del planeta.
Así, delante de los errores vividos entre la consciencia indígena y el hombre blanco, por un acto de piedad y de misericordia, Yo los invito a transmutar por Mí. Así como lo hago con ustedes todos los días y para que pueda seguir viniendo a traer la paz y la reconciliación entre las culturas.
Gracias por haber correspondido a algo espiritual e interno.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El retorno de la Guadalupana a Centroamérica y México
A los pies del Tepeyac, su Madre Celeste prepara Su tarea con todas las almas y corazones que recibirán de Ella la esencia del amor y de la redención.
Es el retorno de la Guadalupana...
Su Madre del Cielo, con la ayuda y la colaboración de todos, descenderá hacia las tierras mexicanas y Centroamérica, en donde quedó grabada la historia de Mi presencia como también de la liberación de los pueblos originarios y de todos los esclavos.
Es el retorno de la Guadalupana...
En este momento, queridos hijos, acompañen a su Santa Madre en esta peregrinación para que, por segunda vez en la historia de la humanidad, Yo pueda estampar Mi Santa Faz Libertadora y Redentora de Guadalupe, en las almas preciosas de Mis hijos de Centroamérica y México.
Es el retorno de la Guadalupana...
Por eso ustedes, Mis hijos de Centroamérica y del mundo, con júbilo y alegría Me abrirán las puertas de sus corazones y de sus naciones para que su Madre de Guadalupe pueda entrar y llevar adelante la sagrada misión de preparar a las consciencias para el retorno de Mi Amado Hijo.
Es el retorno de la Guadalupana...
Con la voz y el canto de los santos ángeles, la Gobernanta de América, la Santa Madre de Dios, se regocija porque Ella podrá encontrarse nuevamente con Sus hijos de Centroamérica para derramarles Sus Gracias y para entregarles el bendito Espíritu de Su Paz.
Es el retorno de la Guadalupana...
Iré a Centroamérica para curar viejas heridas, historias de dolor y de sufrimiento; al fin podré hacer renacer a Mis queridos hijos, podré retirarlos de la ilusión del mundo y les abriré los ojos del alma y de la consciencia para que todos Me puedan ver y sentir.
Es el retorno de la Guadalupana...
Abriendo sus corazones para recibirme, escuchen la voz de la Madre de América; una voz que los llama a la consagración de sus pueblos y de sus naciones, para que pueda reinar la paz y así se acabe el error y los ultrajes a los pequeños corazones.
Es el retorno de la Guadalupana...
Durante el mes de octubre colocaré Mi corona de doce estrellas sobre Centroamérica y México y derramaré Mis doce atributos universales, con el fin de que las almas reciban los códigos de la rehabilitación y de la conversión.
Será durante el mes de octubre que su Madre Celeste cesará la guerra espiritual y material y, junto a la Faz de la Señora del Santísimo Rosario de Fátima, entrarán en oración para que los perdidos y los encarcelados alcancen la liberación.
Es el retorno de la Guadalupana...
Verán flamear las banderas de todas las naciones de América. Ellas serán colocadas a los pies de su Madre Celeste, como el símbolo de la rendición de los pueblos ante Su Inmaculado Corazón y de la unión entre las culturas a través del Amor de Dios.
Es el retorno de la Guadalupana...
Dichosos aquellos que Me reconozcan como la Santa Mujer de Nazaret, así brindaré a todas las consciencias la importancia del triunfo del Plan en estos tiempos y del despertar de los corazones a Mi último llamado.
Verán que Mi obra se realizará cueste lo que cueste, porque Mi Espíritu Inmaculado dará fuerza interior para que los servidores cumplan con Mis pedidos.
Es el retorno de la Guadalupana...
Cada cultura le pedirá perdón a la otra, cada nación se reconciliará con la otra si los corazones se abren a tiempo para vislumbrar el Amor de Dios que estará colmándolos; en Centroamérica se cerrará la puerta del mal y las almas ya no se perderán porque tendrán consciencia para convertirse.
Es el retorno de la Guadalupana...
Que en este día todos abracen la misión de su Madre Celeste y que los corazones no se olviden de cooperar, de colaborar y de donar amorosamente para que el Plan se cumpla, así Yo le enseño a la Iglesia a usar sus bienes en nombre del Plan Mayor y no del propio, porque las almas esperan ayuda espiritual.
Que todo sea equilibrado. Que todo sea justo, por el bien y por el futuro de la Nueva Humanidad.
Es el retorno de la Guadalupana...
¡Les agradezco por acompañarme y por apoyarme en la misión a Centroamérica!
Los bendice desde el corazón del Tepeyac, su Guadalupana,
María, Rosa de la Paz
Hijos:
Cada misión les ofrecerá un nuevo aprendizaje y una nueva forma de comprender la vida.
La verdadera razón de la existencia del grupo de misioneros no es tanto el servicio material que prestan, sino el acto de ir en dirección a la necesidad del prójimo para curar las raíces de los males que lo colocaron en esa condición de necesitado.
Lo más importante es la acción con el corazón y la experiencia que depositan en la consciencia humana de ese aprendizaje de servicio.
Con sus hermanos indígenas, aprendieron la mansedumbre; mansedumbre que trasciende la realidad material en que ellos viven.
Esos, sus hermanos, tenían todo, porque estaban unidos a todas las cosas, a toda la vida, al Creador, y todo les fue quitado, porque perdieron casi toda posibilidad de expresarse y, en muchos casos, ya no tienen un vehículo para unirse a Dios, o sea, un ambiente natural, preservado y armonioso; solo tienen el propio mundo interior.
La consciencia indígena, a pesar de todo, no deja de enseñar alguna cosa al corazón humano; pues en este tiempo, hijos, aun sin poder expresarse como pueblo, como cultura y como esencia, ellos están colocando en la consciencia de la humanidad, los principios de la perseverancia, de la fortaleza y de la paz, independientemente del estado en que se encuentra el mundo alrededor.
No les digo, con esto, que sus hermanos no sufren con el estado de degradación del planeta, porque el pesar de esos corazones, lo que cargan como dolor en la esencia indígena, no es comprensible para el hombre moderno de hoy.
Lo que les digo es que la paz interior de ellos, a pesar del sufrimiento, de la miseria y de la opresión, es algo que permanece. La lucha para no ser corrompidos por las fuerzas de hoy es constante y dura para todos, pero ellos no pierden la fe en que permanecerán como pueblo en la Tierra, e incluso, que un día podrán volver a los orígenes y recobrar la pureza que están perdiendo.
Aprendan de esa fe para que, cuando llegue la hora de reconstruir la Tierra, ustedes no pierdan la paz ni la certeza de ser capaces de mantenerse en pie y de recobrar la semejanza con Dios, la que perdieron por tantos desvíos.
Les dejo Mi paz y Mis votos para que nuevas misiones puedan surgir. Que despierten aquellos que se comprometieron con el servicio y con la vivencia de la caridad crística.
Su padre y compañero en las misiones,
San José Castísimo
A Mis hijos misioneros
Hijos:
Como síntesis interior de la misión en el Paraguay, reconozcan todo aquello que en los últimos días se fue transformando en cada uno de ustedes y ofrézcanlo a Dios.
Ofrezcan al Padre sus expectativas, sus aspiraciones de haber realizado más de lo que hicieron, de llevar a sus hermanos un auxilio más concreto que les trajese una vida más digna y más sana.
Ofrezcan al Padre la aspiración de haber enseñado y de haber aprendido con los pueblos originarios, de entregarles el amor y la caridad y de recibir de ellos el aprendizaje de la simplicidad y de la pureza.
Ofrezcan al Padre todo lo que, en los últimos días, fue curado y transmutado en la consciencia humana, como los errores del pasado.
Ofrezcan al Padre sus esfuerzos diarios por seguir lo que Yo les dije y también ofrezcan todas las veces en las que olvidaron Mis palabras.
Quisiera que esa misión marcara una profundización interior de la tarea misionera, una mayor disposición de los aprendices de la caridad crística para cumplir con un papel espiritual y no solo material. Que la misión, que sucede en el espíritu, sea cada día más la prioridad en sus vidas.
Cada vez que ustedes aprenden a valorar lo que ocurre en los mundos invisibles y comprenden que es allí donde la verdadera misión tiene su resultado, como Divinidad podemos abrir otros caminos en la consciencia humana y liberar situaciones cada vez más profundas y arraigadas, antiguas e inconscientes para la humanidad actual.
Hijos, no son muchos los misioneros que hoy sirven en la materia y que son conscientes del reflejo espiritual de su misión.
Por eso, el Creador está tan atento a sus movimientos y con tanto amor los acompaña por medio de Nuestra presencia y de Nuestras palabras.
Que el espíritu misionero pueda expandirse en la consciencia humana y que su disposición para profundizar en la transformación interior, como forma de prestar un servicio cada día más cristalino, sea como un código que impulse a la humanidad, un ejemplo que dé a otros servidores un sentido espiritual para el propio servicio.
Si ustedes se disponen a vivir la transformación y asumen dar pasos en su redención, ayudarán a muchos que deambulan por el mundo sin saber qué hacer y que, por sus ejemplos, descubrirán la esencia del servicio, que más que una acción social es un camino hacia la vida crística.
Les agradezco por proseguir y nunca desistir de la transformación. Crean, hijos, que la redención está al alcance de aquel que dice sí. Y si al mismo tiempo que caminan hacia la redención del espíritu prestan un servicio verdadero, abrirán las puertas para la redención de los ciegos y de los indiferentes.
Yo animo a toda la Red Misionera Planetaria a continuar profundizando en la esencia del servicio y a tomar contacto con los pueblos indígenas, como forma de reparar todo lo que ellos vivieron en todos los rincones del mundo.
Su padre y compañero en las misiones,
San José Castísimo
¡Digno de gloria y de alabanza es el Altísimo Señor, que envió al mundo a Su Hijo para redimir a la humanidad!
¡Que todas las criaturas vivan en el Señor ahora y siempre!
Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:
Hoy, abro sus ojos a una realidad espiritual y planetaria que mucho hirió el Corazón de Dios en los últimos siglos de la existencia de la humanidad.
Con la misión para Chaco, el Universo de Dios se vio ante la oportunidad de redención de muchas situaciones en lo que se refiere a la consciencia indígena, a los pueblos originarios del planeta. Sin embargo, para que esta liberación no sobrecargue a unos pocos, son necesarias la oración y la colaboración consciente de todos.
Sus hermanos de la consciencia indígena padecieron, a lo largo de los últimos siglos, las astucias del enemigo de Dios, que se manifestaron en la vida planetaria y material como aquello que ustedes llaman injusticias sociales. Esas injusticias, en verdad, las incentiva aquel que lucha contra la expresión del Proyecto Divino en la Tierra y que, no solamente trata de disolver la consciencia indígena por las carencias y miserias en que vive, sino también que hace nacer en su corazón el rencor.
Muchas veces, ese rencor fue pasando de una generación a otra, permaneciendo muy pocos en su pacificación y pureza original. Fue de esa forma que los conflictos y las luchas por posesiones y recursos materiales llevaron, a los infiernos y purgatorios de este mundo, a muchas almas que deberían ser guardianas de realidades sublimes del planeta.
Con esta misión humanitaria en Chaco, muchas puertas infernales se abrieron al rescate y a la rehabilitación de esas almas, no solo de Argentina, sino de toda América.
Este hecho, hijos, los compromete como humanidad, ya que la pérdida de esas almas fue causada también por las acciones humanas.
Es por ese motivo que les pediré una mayor consciencia y espíritu orante porque, por más simples que sean los actos realizados en Chaco, con la unión y adhesión de todos, muchos males podrán ser equilibrados.
La urgencia planetaria los llama a actuar y a multiplicar sus esfuerzos. Aún hay mucho que liberar en el planeta y, con estas dos misiones actuales, la consciencia de su grupo está comenzando a comprender la verdadera acción del servicio, así como de la oración.
Si ustedes viven en el espíritu de la unidad, muchos de sus hermanos que padecen en los submundos de la consciencia planetaria podrán recibir una oportunidad de vivir a tiempo la redención.
No se olviden de dedicar un tiempo a la unión verdadera y de corazón con los misioneros; así, muchas otras puertas se abrirán para la liberación del planeta.
Yo los amo y cuento con sus oraciones y sus corazones encendidos, como una puerta para que la Misericordia Divina descienda a la Tierra.
Su padre y amigo, servidor y misionero de Dios,
San José Castísimo
Mientras el mundo comienza a tomar consciencia de la necesidad del servicio, y Argentina da los primeros pasos en el equilibrio activo de sus deudas con Dios, Yo los llamo para que no detengan sus pasos. Que cada misión sea una puerta que se abre hacia una mayor posibilidad de redención en el mundo.
Mis misioneros en Chaco están comenzando a tomar consciencia de la tarea espiritual que realizan, y sus corazones ya pueden sentir un poco más el Propósito de Dios.
El sufrimiento de la consciencia indígena está siendo aliviado, pero, como les dije, esta es una puerta que se abrió para que ustedes continúen en un largo trayecto de reparación y de redención.
Para que Argentina se convierta en una nación apta para ser la cuna de la Nueva Humanidad, así como Brasil, Uruguay y otros países de América del Sur, debe existir un mayor espíritu de amor y de fraternidad.
Con pequeños actos de servicio, la consciencia se amplía para conocer la Verdad, que es la Presencia de Dios dentro de todas las criaturas vivientes.
El servicio, hijos, dignifica el espíritu y activa el amor latente en el corazón humano. Es por eso que, ahora que dieron los primeros pasos con mayor consciencia, Yo les pediré que no se detengan.
Los misioneros sentirán en sus corazones la necesidad de que este servicio tenga una continuidad, y Yo les digo que ese sentir es verdadero. Quisiera que otros miembros de esta Obra tuvieran la oportunidad de contribuir con su amor en actos de caridad fraterna, pero, para eso, necesito la disposición interna y material de todos.
A medida que el desajuste espiritual se vaya equilibrando y siendo transmutado en Chaco, por las simples y sinceras acciones de los servidores en la materia, los caminos se abrirán y ustedes encontrarán a los intercesores enviados por Dios, que los ayudarán a proporcionar una vida materialmente más digna a los pueblos de Chaco.
Pero, antes de eso, aún deberán esforzarse mucho para que el amor pueda disolver el dolor que impregna la consciencia indígena hace tantos siglos.
Hijos Míos, el mundo está en sus últimos suspiros de sufrimiento, y enseguida la Justicia de Dios descenderá sobre la Tierra. Esto no es una amenaza, es una realidad. Por eso, lo más importante ahora es aprender a amar verdaderamente, romper las propias estructuras del orgullo, del egoísmo y dela indiferencia, para que, aún en tiempo de Su Misericordia, el Señor les conceda la Gracia de habitar su mundo interior y fortalecerlos para la reconstrucción de la vida material y espiritual en la Tierra.
Yo los amo y, por eso, los impulso a que no detengan sus pasos ahora. Profundicen en el espíritu del servicio y, al final de esta misión, Yo les diré lo que más quiero para Argentina y para América del Sur. Yo los espero atentos y abiertos de corazón para escucharme.
Su padre e instructor,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más