MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ENCUENTRO DE MÚSICA PARA LA CURA Y ELEVACIÓN DE LA HUMANIDAD

Mis queridos hijos cantores:

Que hoy sus almas reciban el sagrado impulso del Búfalo Blanco, para que la oferta que hoy realizarán a Dios sea una ceremonia sagrada que, en amor y en espíritu, llegue a todos los pueblos que necesitan recuperar sus valores y raíces originales.

Hoy el Búfalo Blanco de Norteamérica los saluda y llega al encuentro de las melodías y de los instrumentos, que son ofrecidos por un bien mayor.

Que, en esencia, el trabajo de esta noche pueda cicatrizar las heridas de todos los pueblos originarios que fueron testigos de la usurpación y de la conquista. 

Que esas heridas sean lavadas por el afluente de las melodías y que, así, las almas inocentes recuperen la paz y la unión con el Universo.

El Búfalo Blanco viene a su encuentro para que su tarea sea bendecida y, en esta noche, todos los pueblos originarios de Norteamérica se unan a ustedes, en alma y en corazón, para que nuevamente la tarea tenga su repercusión planetaria.

Este es el tiempo de generar condiciones para la cura de la humanidad, y el medio perfecto es la música, que despierta el amor en el corazón y que cura la vida interna.

Así, la humanidad aprenderá a regenerarse, y recibirá de lo Alto todo lo que necesita para poder ingresar en una próxima etapa.

Que, en esta noche, sus voces brillen como las estrellas, y que esas estrellas sean la esperanza para los que necesitan recuperar la paz y alcanzar la fe en Dios.

El gran espíritu del Búfalo Blanco los bendice y los une a la esencia de amor de los orígenes de los pueblos sagrados.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE TUSAYAN, GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como el agua que corre por el río Colorado, hoy derramo un manantial de Gracia, de Misericordia y de Piedad sobre la gran consciencia de la fraternidad indígena para que sus remanentes en la superficie, todos los descendientes de las grandes tribus de Norteamérica, reciban la ayuda espiritual que necesitan para poder preservar los valores de su espiritualidad y de su contacto con la naturaleza y con el Universo.

Para eso, el gran coyote del sur, al igual que el águila, envía su espíritu de amor, así como también el oso de las florestas del oeste y el Búfalo Blanco del norte de América se unen a fin de proteger y amparar a las raíces sagradas de un legado que fue desestimado con la llegada del hombre blanco, pero ese legado se guarda latente en los Recintos Interiores del planeta.

Que los pueblos de Norteamérica se levanten y vuelvan a sentir en su corazón la sagrada energía del Universo, que los impulsa y les eleva la consciencia.

Que, a través de los Reinos de la Naturaleza, las reliquias del conocimiento indígena, algún día, sean reconocidas por la humanidad a fin de que ella también recupere los valores que perdió.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ya se escucha el eco de las flautas indígenas de Norteamérica, y ese eco resuena en el corazón del Gran Cañón del Colorado.

Ese eco invoca el pedido de liberación y de paz de uno de los pueblos más sagrados que fue víctima de la destrucción y de la persecución.

Pero llegará el Búfalo Blanco y reunirá en Su Espíritu a todos Sus descendientes.

El Gran Búfalo les mostrará la senda por donde los pies heridos de los pueblos del ayer caminarán hacia el encuentro del umbral de la Luz.

El eco de las flautas nativas fue escuchado, el Corazón del Sol se exalta, y Él envía a sus estrellas ancestrales para que la lluvia y las hierbas alimenten a los que quedaron desprotegidos en el ayer.

Así, la historia del río de las lágrimas se terminará y los pueblos nativos caminarán en dirección al amanecer de una Nueva Aurora.

La cura cósmica llegará a cada uno de ellos. Ya no se oirán en los valles los lamentos de los que fueron sometidos.

Madres, padres, ancianos y niños encontrarán en su camino de regreso el portal hacia sus orígenes, y las raíces sagradas de sus sabios contactos volverán a florecer como en la primavera.

El duro invierno de la oscuridad se retirará, porque llegará el Búfalo Blanco que los conducirá hacia la Tierra espiritual y prometida.

Y así serán uno con la Naturaleza y el Universo. Nunca más la alianza ancestral se romperá, porque a partir del próximo tiempo las flautas sonarán con ecos de devoción, reverencia y alabanza.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE OKLAHOMA, ESTADO DE OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Búfalo Blanco surgía de repente en el horizonte, caminando con serenidad ante los ojos de los puros, era señal de prosperidad y de esperanza. Su boca no hablaba, su idioma no era conocido por los hombres. Su silencio transmitía la Voluntad de Dios; su lenguaje era comprendido con el corazón por aquellos que sabían guardar silencio.

Cuando la tristeza inundaba los corazones de los hombres, ellos clamaban por la gracia de ver y sentir al Búfalo Blanco. Su serenidad los calmaba y sentían la esperanza de que la Tierra continuara fértil, viva y sagrada.

Cuando el corazón de los hijos de la Tierra no estaba pleno de amor y de alegría, ellos clamaban por el Búfalo Blanco. Su alegría y su amor no provenían de este mundo, pero lo nutrían y lo sanaban. Él surgía en el horizonte y representaba la llegada de nuevos ciclos, donde la vida tendría un sentido mayor, pues la tierra sería fecunda y el corazón también.

El Búfalo Blanco era el Santo Espíritu de la Tierra, que silencioso caminaba entre los hombres. El venía a disolver el miedo, la angustia y la tristeza; venía a unir los corazones de los hijos de la Tierra con Aquel que la creó y que también creó todos los planetas; creó el Sol, la Luna y toda la Vida.

El Búfalo Blanco era el portador de la pureza y reencendía la pureza en los corazones de los hijos de la Tierra, para que no perdieran la esperanza de un mundo en paz y en comunión con la Vida.

El Búfalo Blanco era manso pero invencible. Nada podía tocarlo y solo los ojos del corazón podían verlo. Su misterio provenía del Infinito, pese a que su apariencia era de la Tierra. Se volvía menor que los hombres a través del símbolo vivo de un simple animal, pero él representaba al Todo. En él estaban los pequeños y los grandes, desde los animales al Dios Supremo, desde la naturaleza al Todo.

El Búfalo Blanco daba a comprender, de esta forma, que Dios está en todo.

Yo soy el Búfalo Blanco, el Espíritu de la Tierra, el Espíritu de la Vida.

Yo soy la representación de los ciclos fecundos, de los ciclos de Paz.

En Mi presencia se disuelven la desesperanza y el miedo, y los corazones vuelven a encontrar la fe y el amor de Dios.

Yo soy, hijos Míos, la Madre de la Tierra y también del Cielo. Los hijos de la Tierra nacieron en ella, pero no provienen de ella. Sus espíritus provienen de Mí; nacieron de la Fuente Universal de la Vida, resguardados por el brillo de las estrellas que resplandecen en el Infinito, abrazados por la maternidad de Dios, Adonai.

Vengo al mundo para que recobren la pureza y la esperanza, para que curen el miedo y el dolor y para que vuelva a brillar en sus esencias la certeza de poder vivir en la Tierra lo sagrado, la unidad con la Creación.

Estoy aquí, hijos amados, esta vez semejante a los hombres, en un cuerpo como los suyos y con un Corazón Divino, para que reencuentren dentro de sí mismos lo que los une al Creador y los convierte en un espejo de Su Sacratísimo Corazón.

Vine a reflejar en sus espíritus lo sagrado y lo divino.

Aparezco en el horizonte, en silencio, trayendo de nuevo la Paz. Aparezco en este día de un nuevo ciclo, en representación de un ciclo fecundo en la vida del espíritu.

Quiero fortalecer sus corazones y construir en ustedes los nuevos jardines de la vida.

Quiero hacer nacer al nuevo hombre, recobrando la pureza y la dignidad de la consciencia indígena.

Vengo a traer la gracia de la unión con el Origen para los llamados pueblos originarios; para que de esta forma, todos los corazones humanos vuelvan a encender en su interior la pureza del principio, la unidad original con el Corazón de Dios.

Que sus vidas sean fecundas en el amor, ante el Búfalo Blanco.

Recuperen la paz, la alegría y la esperanza, disolviendo del espíritu el mal que causa las guerras y degenera los corazones.

Que la unidad del Espíritu de Dios les traiga la sabiduría, les disuelva la ignorancia que separa a los hombres entre sí y del Todo, que los hace morir estando en vida.

Yo soy el Búfalo Blanco, su Madre y Madre de toda la Creación. Vengo a bendecirlos, a abrazarlos y a hacerles recordar que el Creador tiene una voluntad perfecta para Sus hijos. Solo basta, Mis amados, que contemplen en el horizonte de sus mundos internos la presencia del Búfalo Blanco y se dejen permear por su silencio y mansedumbre, para que su amor vuelva a transformar y a fecundar sus vidas.

Los amo y los guardo en Mi Corazón de Amor.

Su Madre, María, Rosa de la Paz y Madre de toda la Vida

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PETALUMA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos amados:

Yo soy la Reina de Cielo y de la Tierra, la Madre de cada criatura que vive y anima los universos. Yo soy su Santa Madre Celestial.

Yo soy la misma que detuvo guerras con los méritos generados con la pureza y la simplicidad de tres pastores.

Soy la misma que unió pueblos y culturas por la confianza de un amado indígena, en una nación querida, que Me dedicó la vida y los siglos que vinieron después.

Yo soy la misma que, en Oriente, advierte a las almas para que reparen el Corazón de Dios a través de la comunión con Mi Hijo.

Yo soy la misma que, en Medjugorge, conduce los corazones al descubrimiento de la paz. Yo soy la misma que, como un Búfalo Blanco, Me manifesté ante los ojos de quienes así podían comprenderme, para que ellos también viviesen la paz y la comunión con toda la vida, con toda la Creación.

Yo soy aquella que los advierte, pero que también los ampara.

Yo soy aquella que les dice la verdad que no quieren oír y les muestra lo que no quieren ver, porque llegó la hora de dar nuevos pasos en la transformación del espíritu y de la consciencia. Pero Yo no les traigo solo advertencias sino que también les muestro el camino hacia la Salvación y les enseño, día a día, a encontrar a Cristo y, a través de Él, toda la verdad de la vida superior.

Yo vengo a retirarlos de la ilusión de este mundo, porque muchos están ciegos de corazón, sordos de espíritu e incapacitados de liberar la propia alma de los abismos del materialismo y de la perdición humana.

Yo vengo para abrirles un nuevo horizonte, para que todos Mis hijos reciban la oportunidad de despertar.

Yo vine para transformar la cuna de la oscuridad en el nuevo pesebre de Belén, y devolver a Mi Hijo el reinado que a Él le pertenece, y no a las fuerzas mundanas.

Yo estoy aquí, hijos, para preparar el camino de Cristo, porque Su Luz y Misericordia descenderán sobre cada partícula de vida y buscarán despertar la verdad en las almas adormecidas.

No vengo para llevarlos a una religión, ni nueva ni vieja; vengo a despertarlos al Ahora, a la vida superior que trasciende cualquier doctrina.

Vengo para que descubran la expresión verdadera de la palabra unidad, que tienen en el nombre de esta nación. Vengo para tornar esa palabra viva, en la vida de todos aquellos que Me dijeron sí.

Es posible transformar la condición humana retrógrada en la que viven, creyendo que eso se llama progreso y confort.

Hijos, muchos están muriendo en espíritu y no lo ven. ¿Dónde está su mente? ¿En qué andan sus pensamientos, aspiraciones, intenciones? ¿Acaso piensan en Dios todos los días y preguntan cuál es Su Voluntad para este planeta y para la humanidad?

Vengo hasta aquí para retirarlos de la ignorancia y del excesivo cuidado consigo mismo.

Quiero retirarlos del egoísmo, como nación y como humanidad, para que puedan percibir que millones de hijos Míos, en muchas naciones de este planeta, están sufriendo y padeciendo para que unos pocos vivan el confort y el egoísmo que sus ojos ciegos buscan incesantemente.

Hijos amados, porque los amo y porque son Mis Hijos, es que les digo estas cosas.

Muchos vienen hasta aquí buscando una vida mejor y se confunden con la profunda ilusión que este mundo ofrece, olvidándose que la verdadera misión de esta nación es restablecer la paz en el mundo, porque tiene poderes humanos para eso.

La unidad que lleva en el nombre debería ser un atributo vivo que uniera todas las naciones mediante el espíritu de fraternidad, de comprensión y de servicio a los más necesitados. ¡Basta de explotar y de usufructuar de aquello que no les pertenece, hijos, mientras muchos sufren las consecuencias de esas acciones desenfrenadas!

Vengo aquí para enseñarles el poder de la oración, que transforma la consciencia y la vida humana.

Vengo a pedirles que se unan a Mí de corazón, que pidan el auxilio de Mi Hijo, para que Su Perdón descienda sobre la Tierra y convierta lo que está oscuro; para que puedan no solo vivir la paz sino también establecerla en el mundo.

Como su Madre y Reina de la Paz, Yo les pido, hijos Míos: clamen por la Misericordia de Mi Hijo, para que Él venga y les dé la Gracia del despertar definitivo, abra sus ojos a la verdadera luz del Infinito y los conduzca al triunfo del Plan Divino para este planeta, porque llegó el momento de esta vida y de esta Tierra de tornarse sagradas.

Yo los amo y los bendigo para que Me escuchen y comprendan lo que les digo.

¡Que la Paz de Mi Hijo los inunde y los transforme para siempre!

Les agradezco por estar hoy Conmigo,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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