- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Como Señora de la Luz, hoy les traigo desde el Cielo el Amor redentor de Mi Hijo.
Queridos hijos:
Que en este día puedan estar en Jesús, el Salvador; que vuestra oración sea socorro para muchos corazones que necesitan de Mi auxilio maternal.
Por eso, queridos hijos, hoy los invito a formarse conscientemente en Mi escuela de oración y de devoción, para que en la fe, la confianza absoluta en la Voluntad de Dios se revele en vuestras vidas.
Queridos hijos, en el día de ayer los llamé a orar por todos los pequeños niños del mundo; hoy los llamo a orar por toda la humanidad. Sepan, hijos Míos, que vuestra oración puede interceder amorosamente en los Cielos y Mi Corazón Materno recoge cada una de las oraciones para ofrecerlas al Creador como el amor del corazón de cada uno de Sus hijos.
Queridos hijos, en tiempos de emergencia, los llamo a formarse diariamente en la oración del corazón para que, mediante ella, ustedes puedan estar bajo la guía misericordiosa de Mi Hijo.
Hoy el mundo sigue necesitando de mucha oración, de la participación activa de cada grupo orante, para que de esa manera, Mi Luz Celestial pueda colmar a cada uno de Mis hijos.
Como Madre Divina e Inmaculada, nuevamente les digo que ustedes tienen, mediante la oración del corazón, la decisión definitiva en vuestras manos. Corran sin demora hacia los brazos de Mi Hijo; Él, como Buen Pastor de todos los rebaños, los quiere conducir hacia la conversión y el perdón. Él aguarda vuestro permiso.
Les agradezco por acompañarme en esta misión de paz por Río de Janeiro.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Abriendo nuevamente Mis brazos misericordiosos y con la oración perpetua entre Mis labios, hoy los invito a vivir Mi mensaje, hoy los invito a considerar cada una de Mis palabras, las que han sido pronunciadas a lo largo de estos últimos meses.
Hijos Míos, si así lo hicieren, ustedes podrán ser instrumentos de Dios, podrán ser el mensaje vivo para cada corazón de este mundo. Esto permitirá que cada una de Mis palabras se siembre en vuestros corazones.
Queridos hijos, sepan que como Intercesora de todas las almas, el mensaje divino que Yo les entrego amorosamente todos los días, es un mensaje de Luz que viene desde el Cielo.
Hijos Míos, hoy quiero que no solo despierten al llamado maternal, sino también que recuerden que cada una de Mis palabras llega a vuestras vidas para traerles el Perdón, la Reconciliación, la Misericordia, el Amor Divino y la Redención en este último tiempo.
Siendo Madre de Jesús, el Gran Sacerdote del Amor, quiero enseñarles a leer los mensajes, quiero enseñarles a meditar Mis mensajes y quiero enseñarles a interiorizar Mis palabras en vuestros corazones.
Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón ya le habló mucho a esta humanidad a lo largo de los siglos. Habló para hacerle recordar que Dios es vuestra única y verdadera aspiración para toda la eternidad.
Pero todavía, Mis pequeños hijos, gran parte de la humanidad está ciega, cierra su propio corazón al don de la vida que representa Mi Hijo y, más aún, acepta poco la Misericordia.
Por eso, queridos hijos, vuestra oración debe ayudar a restaurar todos estos acontecimientos para que vuestros corazones, como mediadores, reciban una Gracia Mayor de Perdón.
Hijos Míos, cuando sientan Mis mensajes, vuestras almas estarán en eterna oración. Mientras el mundo cambia rápidamente y sin detenerse en la reflexión, Mi Inmaculado Corazón se está ofreciendo a cada uno de ustedes para que, unidos en oración, cambiemos en la Gracia de Dios el rumbo de la humanidad.
Queridos hijos, recuerden sentir Mis palabras con el amor de vuestro corazón, permitan que la Luz del Espíritu Santo descienda desde el Infinito Corazón de Dios sobre toda la humanidad.
¡Oremos en este tiempo de emergencia! ¡Oremos por la presencia de la paz!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Fray Elías:
En este momento, nuestra Madre Divina, con lágrimas en Sus ojos, pide que oremos por todo los niños del mundo, en especial por todos aquellos que son transgredidos y que necesitan de la Luz de Jesús.
Todos oran el Ave María.
Para reparar el corazón de cada niño ustedes deben repetir:
¡Oh, mi Jesús!
¡Oh, Cristo mío!
Repara cada corazón
en la Fuente de Tu Misericordia.
Eso permitirá, dice Nuestra Señora, que la Misericordia de Mi Hijo llegue a través de Mi, porque esta será una intercesión especial que Mi Inmaculado Corazón dará por todos los niños en el mundo.
Queridos hijos:
Hoy los invito de nuevo a la oración, cada día que pasa en este mundo surge una nueva necesidad y Mi Inmaculado Corazón debe estar presente en el mundo.
Hijos Míos, ustedes tienen la llave para abrir la Puerta del Cielo; solo basta orar para que eso acontezca.
Mis lágrimas significan el dolor de este mundo; pero también Mi Corazón hoy está alegre por estar con ustedes.
Como Reina de la Paz hoy les doy de nuevo Mi Paz, acepten definitivamente vivir en Mi Inmaculado Corazón, que es lo que Yo más quiero para Mi Vida eterna, que solo cada uno de ustedes esté en Jesús.
Recuerden hijos Míos que Yo Soy el puente para llegar hasta Él y Él es el puente para llegar al Señor.
Hoy quiero decirles queridos hijos, que el Señor está agradecido con cada uno de ustedes, pero es una minoría la que responde. Por eso ustedes deben orar más, para que esa respuesta y ese llamado llegue a todos, para que más corazones se abran a Mi Voz y Mi Luz Eterna pueda perpetuar a cada uno.
Queridos hijos, sepan que Yo necesito de cada uno de ustedes.
Hoy en especial los estoy llamando a orar por los niños en el mundo.
En este tiempo final existen muchas intenciones en el mundo que deben ser elevadas a través de la oración del corazón. De esa forma, queridos hijos, Mi Corazón los podrá ayudar.
Sepan que la oración los fortalece, fortalece la confianza para vivir en Mi llamado.
Entonces, hijos Míos, Yo les digo nuevamente que Mi Corazón los necesita, Mi Hijo los espera, Dios los aguarda en la eternidad. Muchos corazones deben llegar hasta el Paraíso, pero lamentablemente los que aún no oran necesitan de cada uno de ustedes. Necesitan de la oración de cada uno de ustedes, de la oración en las comunidades y en las familias, en cada uno de los pueblos de este mundo.
Sepan, queridos hijos, que Mi Corazón los ve diariamente, Mis Ojos misericordiosos los iluminan y Mi Mano se extiende hacia este mundo para poder ayudar. Aún son muy pocos los que aceptan esa mano maternal, porque es necesario, queridos hijos , vivir en la oración para poder tener sabias respuestas en los momentos finales.
Queridos hijos, Mi Corazón está con cada uno de ustedes. ¿ Ustedes Me ayudarán a que Mi Corazón esté en toda la humanidad ?
Verdaderamente, queridos hijos, necesito de un sincero 'sí' para seguir obrando, para que Mi Luz Maternal esté en el mundo, como estuvo en siglos pasados. Ahora estamos en tiempos diferentes, en donde muchas faltas graves se cometen; faltas que no tienen consciencia, que llevan a la ignorancia y que no permiten traer la Misericordia.
Ahora que ustedes están más despiertos a Mi llamado, hijos Míos, los necesito para que esa Divina Misericordia se difunda y la Justicia de Dios sea leve en cada corazón.
Sepan que Mis labios derraman las últimas palabras y Mi Corazón lleno de Gracia transborda de gozo y alegría por cada corazón que se abre para escuchar el llamado del Señor.
Hoy, queridos hijos, estoy aquí en esta tierra, sobre toda esta región necesitada de Misericordia.
Sepan que cada corazón es un verdadero puente que se une mediante la oración al Corazón de Dios.
Acepten en su vida Mi simple intercesión; escuchen Mis Palabras con el corazón para que a través de la oración puedan escuchar las señales, los ecos que Mi Corazón emana, los Rayos que Mi Corazón irradia para toda la humanidad, en especial, queridos hijos, para este tiempo definitivo.
Una cosa siempre deben recordar, hijos Míos, que los cielos están abiertos para que cada corazón se pueda elevar a través de Mis Brazos maternales,y para que como lo hice con Jesús frente a los Tronos de Dios, Yo pueda presentar a cada uno de ustedes, como una sincera oferta del corazón, con la mayor pureza de sus vidas. De esa forma, queridos hijos, Mi Corazón estará agradecido eternamente.
En este momento que el Espíritu Santo está presente, irradiando cada una de sus vidas, Yo quiero dar Mi bendición especial, Mi Amor Maternal hacia todos estos niños que están aquí, para que esa Luz infinita que parte del Corazón de Dios se pueda difundir a través de los buenos ejemplos, de las buenas obras, hacia todos Mis pequeños hijos, hacia todos Mis pequeños niños que necesitan de luz en esta hora tan importante.
Por la bendición toda Poderosa de Jesús, por el Poder Misericordioso de Nuestro Señor, por la intercesión infinita del Espíritu Santo, bendigo a cada uno de Mis pequeño hijos.
Como Señora del Santo Rosario, la Guardiana de las esencias y de las almas, la Madre de toda la humanidad, Yo los bendigo desde el Puro Corazón Maternal , derramando gracias de Paz y de Amor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Hoy vengo a borrar de vuestros corazones todo el dolor que haya podido quedar del pasado, porque la Gracia Eterna de Dios Me lo permite, como Mediadora entre todas las almas.
Queridos hijos, abriendo hoy vuestros corazones con alegría, alabanza y cánticos al Altísimo, reciban en ellos a Jesús, el Redentor. Guarden en vuestras almas Sus Rayos Misericordiosos para que, como pequeñas ovejas, caminen con confianza hacia la eternidad.
Hijos Míos, hoy Mi Corazón se regocija por ver alegría y pureza en cada uno de los niños de la Nueva Tierra. Por eso, queridos hijos, alabemos al Redentor y demos gracias porque Él Me ha enviado hacia ustedes para darles la Paz y el Amor de Mi Inmaculado Corazón. A todos estos niños que representan a millones de pequeñas almas en el mundo, hoy les doy Mi especial Bendición Maternal en la señal luminosa de la Santa Cruz: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hijos Míos, por este motivo de especial encuentro en la Comunidad Nueva Tierra, quiero pedirles de nuevo más oración de vuestros corazones, como ha nacido muchas veces, y que cada nueva oración del corazón sea dirigida, en especial, a todos los niños del mundo, aún más a aquellos que carecen de padre y de madre.
Mi Espíritu de Madre Inmaculada quiere abrazar a cada uno de ellos para aliviarles el dolor y el abandono. Por eso, queridos hijos, es importante considerar en vuestra vida la oración que repare todas las causas que necesitan de paz y de Luz.
Con vuestros ojos elevados hacia los Cielos, Mis queridos hijos, en este día estoy agradecida por la simple respuesta de vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón.
¡Que Jesús sea alabado en todos los niños del mundo!
Gracias por responder a Mi llamado por Río de Janeiro.
En la Luz Eterna de Mi Hijo,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Un alma dedicada a la vida de oración es un corazón abierto para nuevos ciclos. Por eso, hoy les pido que sean un instrumento de la oración viva para que Mi Hijo se manifieste en la esencia de vuestros corazones.
Recuerden, queridos hijos, que vuestras vidas deberán ser la fuente de la oración, de una oración que debe brotar desde el corazón.
Por eso, hijos Míos, vivan dentro de la gran Fuente de Oración que es Mi Hijo para que vuestras vidas puedan reconocer el Amor del Redentor. Siendo ovejas del Pastor, unan vuestros corazones a cada corazón hermano y mantengan vuestras manos unidas a cada corazón, porque si así fuera, estarán renovando la existencia del amor en todo el mundo, un Amor Misericordioso que es irradiado por Jesús a cada corazón de esta Tierra.
Queridos hijos, sean entonces una fuente, y que sus vidas no se cansen de donar amor, unidad y esperanza en los tiempos que llegarán.
Hijos Míos, transformando sus vidas en fuentes inagotables de oración, permitirán que el Espíritu Santo se aproxime a la realidad de cada vida, vidas que necesitan de la Luz y del Amor de Dios.
Por eso, Mi Inmaculado Corazón les dice nuevamente: ¡oren!, ¡oren! y ¡oren hijitos Míos! para que toda la humanidad reciba la esencia del Bien y de la Paz.
Como Reina de la Paz, los llamo a orar Conmigo para que vuestros corazones se tornen, mediante la oración, rosas de Luz para el Creador.
Hoy reflexionen sobre la importancia de donarse por amor al prójimo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Cuando vivan en la Voluntad del Padre reconocerán, mediante la oración, la inmensidad de obras de Amor, Piedad y Misericordia que Él realiza en todo este mundo.
Cuando vivan en la Voluntad del Señor, reconocerán vuestras preferencias y vuestras metas y sabrán cuál de ellas purificar.
Cuando vivan en la Voluntad de Dios, sentirán lo que es el Bien, para que, imitándolo, también vuestras vidas conduzcan a otras almas.
Cuando vivan en la voluntad de Mi Hijo, reconocerán a quien con tanto amor les habla día a día y podrán dar valor a todo lo que les fue entregado a vuestros corazones.
Cuando muchos de Mis hijos vivan en la Voluntad del Padre, reconocerán Mis mensajes y darán garantía por toda la instrucción maternal entregada mes a mes.
Cuando la humanidad viva en la Voluntad del Espíritu Santo, todos sabrán dónde se encuentran y que en este momento son invitados a recorrer el nuevo sendero de Cristo.
Cuando los corazones vivan en la Voluntad de Dios, ellos podrán entregar la vida en las Manos del Creador y dejarán de controlar la propia vida; esto permitirá que Dios exprese Su Universo en cada uno de Sus hijos.
Mis hijos, si la humanidad ya viviera en la Voluntad del Señor, acabaría el conflicto en el mundo y estaría presente la Paz Celestial, no habría división entre las familias y solo reinaría la unidad; se construiría todo de nuevo para que Dios se hiciera presente en el corazón de Sus hijos.
Pero aún, queridos hijos, las almas no viven en la Voluntad de Dios porque temen por lo que el Amor, el Dios Eterno, pueda aspirar a hacer en cada esencia. Si la humanidad ya estuviera en la Voluntad del Señor los planes mudarían, y la Divina Misericordia sería la Luz expandida en todos los rincones de este mundo.
Mientras las almas no viven en la Divina Voluntad de Dios, Yo les pido constante oración para que el alma reconozca el camino que está siendo llamada a recorrer, el camino del Amor Redentor.
Ustedes, Mis pequeños, pueden aspirar a vivir en esa insondable Voluntad de Dios, porque ese sentimiento agradará al Corazón de Dios y Me ayudarán en esta misión de la Reina de la Paz.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Bajo cualquier circunstancia de la vida, recuerda querido hijo, querida hija, que Yo soy la Madre Celestial y Universal, soy la Reina de la Paz y la Guardiana de la Fe en todos los corazones.
Por eso, hijos Míos, hoy los invito a contemplar Mi Inmaculado Corazón, el Sagrado Corazón de Jesús y el Castísimo Corazón de José para que vuestras vidas se eleven como llamas de paz a los pies del Creador.
Queridos hijos, la devoción a estos tres Corazones los guardará de todo mal, los preparará como almas, los aliviará de todo dolor, y siempre hallarán en ellos la Luz Eterna para vuestros corazones.
Hoy los llamo a fortalecer la devoción del corazón, no solo para la vida, sino también para vuestra pura esencia, la que al final de todo debe llegar a la eternidad.
Pequeños hijos, amorosamente consideren como guía a estos tres Sagrados e Inmaculados Corazones de Paz, Amor y Unidad, porque así la consciencia de todos Mis hijos podrá ser reconducida hacia el Amor y la Redención.
Ustedes, como instrumentos del Creador, de la Vida y de la Existencia Única, son llamados para reparar estos tres Corazones, porque un acto de amor al prójimo, una oración sincera y verdadera y una acción de paz y de caridad, reparará las ofensas que estos tres Corazones reciben por parte de muchas almas que en la ignorancia se pierden en el camino hacia la Luz de Dios.
Por esto, queridos hijos, como Madre Auxiliadora de los creyentes y de los no creyentes, de los unidos a Dios y de los distantes de Dios, de los devotos y de los descreídos, les pido que oren, para que así, bajo la acción de la Gracia del Espíritu Santo, cada alma y toda la humanidad puedan despertar y encontrar la verdadera Voluntad de Dios, el Amor y el Perdón total de todas las causas.
Hoy, Mis queridos hijos, los llamo a despertar con valentía de este tiempo de aparente normalidad para que vuestros corazones, unidos a Cristo, Rey del Universo, actúen como Luz en el planeta, como alivio del dolor, como amparo para el gran número de almas que caminan sin orientación por este mundo.
Hijos Míos, es el momento de colaborar de corazón a corazón y de alma a alma para que el Reino de Dios pueda tener sus vertientes en la Tierra.
Ustedes tienen, con la oración, la decisión en vuestras manos.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mientras el mundo y la humanidad definen su camino hacia la eternidad de Dios, el tiempo de la Justicia Divina se aproxima para revertir todas las causas que se han generado en la humanidad.
Por eso, queridos hijos, en estos tiempos de emergencia, los llamo a todos a ser pacificadores y difusores del Propósito de Dios en la Tierra. De esa manera y mediante la oración del corazón, habrá más tiempo para que la Misericordia pueda seguir obrando en el corazón de todos Mis hijos.
Como Madre de la Justicia Divina, Yo les pido, queridos hijos, que no pierdan tiempo y abran vuestros corazones, porque como en Medjugorje, estos son Mis últimos avisos para que la consciencia de todos Mis niños reflexione y despierte a la realidad de este tiempo.
Queridos hijos, no vean a la Justicia como un castigo; la Justicia Divina ordenará lo que los hombres han desviado de la Voluntad de Dios.
Por eso, pequeños hijos, ¡oren!, ¡oren! y ¡solo oren! para que el Amor de Dios pueda tocar a todos Mis niños. Sepan que vuestra honesta y sincera oración del corazón definirá, como lo fue en Fátima, el próximo camino de la humanidad.
Como Mediadora, les pido que vuestras voces orantes socorran a la humanidad colocando cada una de vuestras súplicas a los pies del Creador.
Queridos hijos, un gran mediador es Mi Hijo Jesús; por eso, unan vuestras almas a la voluntad de Mi Hijo para que vuestros corazones encuentren una guía verdadera. En Jesús resucitarán a la vida. En Jesús remediarán el dolor del pasado. En Cristo seguirán por el sendero de la Misericordia y de la Redención.
No sientan miedo porque hoy Yo estoy entre ustedes y con todos los corazones del mundo, llamándolos a orar por la paz y la conversión de toda esta humanidad.
Rediman, a través del perdón, todo el pasado y, en alegría, junto a Mi Hijo, sacien vuestra sed de amor. Sean consecuentes los unos para con los otros, porque para el fin de este ciclo en el mundo, ha llegado la hora de manifestar las sagradas enseñanzas que Mi Hijo les entregó:
- Amar es perdonar
- Donar es entregarse
- Confiar es vivir en la fe.
¡Les agradezco por responder en este día a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
La Virgen María retomó la transmisión diciendo:
Hijos Míos, he visto y he considerado dentro de Mi Plan de Amor que, por los tiempos de emergencia, Mi Voz debe seguir teniendo eco en los corazones que aún no Me escuchan. Por eso, a partir de hoy, todas las apariciones mensuales serán públicas y abiertas a todos para que Mi mensaje reverbere en las consciencias.
El grupo se congregó en la base de la Colina del Cristo Redentor para subir en procesión con velas hasta la cima. Al llegar arriba todos se sentaron para comenzar el trabajo de oración. Como en todas las Apariciones, se comienza leyendo el mensaje diario en los tres idiomas: español, portugués e inglés.
Luego de la lectura del mensaje, comienza el trabajo de oración. Esta vez, por pedido de la Madre Divina, oramos por los campos de refugiados.
Madre Shimani: Vamos a comenzar haciendo el cántico de “Ave Luminosa” para que el Espíritu Santo pueda llegar a nosotros y en especial a los campos de refugiados, donde cientos de miles de personas viven en condiciones infrahumanas.
Comienza el trabajo de oración que se extiende por más de una hora. Cerca del horario marcado para la Aparición se solicita entonar “Inmaculado Corazón de María”, para recibir a la Madre Divina. Mientras todos entonan el cántico, Fray Elías transmite a Madre Shimani los pedidos que ha hecho la Madre Celestial.
Luego, el grupo se trasladó a un punto en medio de los participantes, donde la Madre Divina se desplazó para dar Su mensaje.
Se escucharon catorce campanadas y la Madre Divina pidió para que se trajeran las rosas que se han colocado en el altar. Fray Elías, Madre Shimani y los hermanos que apoyan las Apariciones tomaron, cada uno, una rosa y las elevaron para que la Señora las consagre, como Ella pidió.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Les agradezco en este día por contestar a Mi llamado. Como Madre de la Esencia Primordial de Dios, el Señor me ha concedido la Gracia de poder orar con ustedes y entregarles, Mis queridos hijos, la bendición maternal de Mi Corazón, a partir del Rayo de la Cura del Arcángel Rafael.
Hoy vengo aquí a dar Mi bendición a todos los enfermos, los que se encuentran aquí y los que se encuentran en todo el mundo.
Oremos por la sanación de todos esos corazones.
Se realiza por tres veces el Ave María, y tres veces el Padre Nuestro en portugués.
Fray Elías: la Madre Divina continúa diciendo:
Por la bendición del Espíritu Santo, les doy la cura a cada uno de sus corazones.
Sepan queridos hijos, que primero se debe curar el corazón para que el alma, como una rosa, se pueda expresar delante de los Ojos del Creador.
Como Madre Misericordiosa, clamo por cada uno de sus corazones. Como ya he dicho, hijos Míos, este es el último tiempo de reparación; los cambios llegarán sobre este planeta y sus corazones deberán estar levantados junto a Mi Hijo Jesús, orantes y firmes, para asistir a las almas que más necesitarán de la luz del Redentor.
Con esto quiero decirles, hijos Míos, que sus corazones estarán preparando el retorno de Mi Hijo desde el Cielo, desde las nubes, desde el Sol Mayor de este universo. Por eso abran vuestras consciencias, porque este es Mi único llamado, el llamado a la redención, al resurgimiento de sus espíritus reconciliados en la totalidad con la Luz del Creador. De esta manera, hijos Míos, mediante cada oración diaria, sus corazones estarán en el Señor y escucharán en el silencio Su Voz amorosa y sentirán en sus corazones Su Paz.
Hoy he venido a orar con ustedes porque es necesaria la cura en todas las almas. Mientras el mundo corre rápido, muchas almas necesitan de oración, más aquellas que no están en este plano y que deben recibir la Gracia de la Luz. Así, todos como humanidad podrán elevarse a los brazos de Dios.
Sepan, queridos hijos, y con total amor hoy les revelo, que Mi Inmaculado Corazón es una parte de la esencia de Dios.
El Corazón Sagrado de Mi Hijo viene en este tiempo a redimir a la humanidad, a darle una nueva oportunidad de vivir en la Paz. El nacimiento de la Nueva Humanidad deberá consagrarse, en esa Paz, al Sagrado Corazón de Mi Hijo, viviendo la esencia del Redentor. También, deberá consagrarse a Mi Inmaculado Corazón, a Mi Corazón Maternal, que tiene la aspiración de guiarlos por mucho tiempo más y acompañarlos en ésta hora final.
Pacifiquen sus corazones con la llegada del Espíritu Santo. Pues de la misma forma que llegó a Mi Corazón y al Corazón de todos los discípulos de Cristo, ese Espíritu Santo debe hacerse presente en cada una de sus vidas. Pero para que ese Espíritu llegue, ustedes deben llamarlo. Entonces estarán llamando a Dios, a la Mayor expresión de Su Luz y de Su amor en todo este universo.
Sepan queridos hijos, que vengo como anunciadora de ese Espíritu Sagrado, preparando desde hace mucho tiempo sus corazones para que ellos se abran a la Paz, Paz que no sienten hace mucho tiempo. Llegó la hora de que puedan sentirla a través de Mi presencia maternal en cada uno de ustedes.
Como a todos ustedes los llamo hoy, llamo a todos Mis hijos en el mundo. Así también lo hago desde Medjugorje, llamando a todos a vivir en la Paz, para que todos puedan reconciliar la vida con Dios y de esa forma, hijos Míos, a través de Mi Gracia Maternal, puedan reconciliar su vida con la de sus seres más queridos, amigos, familias y conocidos que están todos llamados a vivir la eternidad.
Hoy les traigo, hijos Míos, a través de Mi Inmaculado Corazón, la presencia de la eternidad, el verdadero tiempo que siempre deben buscar a través de la oración del corazón. Sobre todo deben buscarla, en este tiempo, orando en grupos, orando en grupos de almas, para que Dios se pueda servir de ustedes y la Justicia sea más leve para aquellos sobre los que debe descender en este tiempo, sobre aquellos que deberán recibir esa Justicia.
Todos ustedes deben tener mucha compasión y orar por todos ellos, porque de esa manera, queridos hijos, la humanidad orará por cada alma, por cada corazón de este mundo y una gran red de cura, de sanación del corazón, podrá expandirse como luz en el mundo. Entonces Yo podré decir verdaderamente que sus corazones estarán preparados para la venida de Mi Hijo, que ya fue anunciada desde hace mucho tiempo.
Crean en las promesas de Cristo, que en poco tiempo se cumplirán para los ojos que las quieran ver y para los ojos que se quieran ocultar de la única Fuente de Vida. Fuente que todos son convidados a vivir en este tiempo por amor y por redención de esta humanidad.
Quiero decirles, queridos hijos, que estoy muy alegre por vuestra compañía, de la misma forma que Yo lo anuncié en Aurora. Por eso, esto es una invitación a seguir como peregrinos a la Fuente, a la Eternidad, hacia la reconciliación que Mi Hijo pronunciará en Su Retorno, desde Su Eternidad y Su Omnipresencia sobre todo este mundo.
Abran sus ojos para ver la llegada de Mi Hijo. El tiempo del perdón llegará para todos, más para aquellos que niegan la esencia del verdadero perdón que es dado por Dios a cada criatura.
Sepan que desde los inicios los profetas anunciaron la Nueva Humanidad, la Tierra Prometida. Eso no es un sueño, no es una ilusión, es el verdadero Proyecto de Dios, la verdadera misión de Mi Inmaculado Corazón para todas las criaturas de esta Tierra.
Hoy los invito a imitar Mis enseñanzas como Madre maternal, como Corazón puro del Creador, que llevó en Sus brazos a Jesús, obedeciendo a los designios del Padre, sin comprender y sin saber cómo hacer o cómo obrar durante ese tiempo antiguo.
Yo les digo, hijos Míos, ¡anímense a vivir en el Señor!, porque descubrirán lo desconocido, la verdadera esencia del amor que viene a este mundo para curar a los corazones.
En este tiempo de muchos cambios Yo los invito a estar en la Paz. Esa es la palabra que pronunciaré eternamente: Paz. Paz, para este mundo, Paz para todas las naciones, Paz para todas las almas, Paz para todas las esencias, Paz para todo lo que fue creado y que deberá resurgir a través del aporte de sus oraciones, las que puedan nacer de una forma honesta desde el corazón.
Les agradezco por responder a Mis pedidos y eleven sus corazones hacia la Eterna Paz.
Las campanas celestiales suenan para llamar a las almas, porque ya es el tiempo del retorno, el retorno de las almas hacia el Reino del Padre, para que juntos, como consciencias, glorifiquemos a Dios. Esa es la verdadera promesa para cada uno de ustedes.
Les agradezco.
Se entona el cántico de los pastorcitos de Fátima: “Ave, Ave, Ave María”.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
* Fin de la Aparición *
El grupo regresa a sus lugares y luego de unos minutos Madre Shimani y Fray Elías hacen el cierre del trabajo.
Madre Shimani: Pasaron muchas cosas hoy.
Lo primero que la Madre pidió es que la Aparición del día de mañana fuera a las 17.30 en la Colina de las Apariciones, por lo tanto nuestra tarea de oración comenzará a las 16.00.
Lo segundo que pidió nuestra Madre, es que en el día de mañana, domingo, a las 8.30 se hiciera un estudio por parte de fray Artur, Madre Shimani y fray Elías, donde todos ustedes puedan preguntar a cerca de las dudas que tienen al respecto del proceso de las Apariciones y para que nosotros expliquemos lo que significa, en este tiempo, todo esto que está sucediendo.
Al final de ese estudio nuestra Madre nos pidió que entregáramos un presente a todos, pero no es nada material.
Fray Elías: La Madre vio que todos podrían tener una rosa, pues Ella quiere hacer una bendición especial. Dijo que para dar esa bendición, pedía que cada uno de ustedes traiga una flor. No necesariamente tiene que ser un rosa, puede ser otro tipo de flor, pero que cada uno traiga una flor y que Ella la bendecirá.
Madre Shimani: Mañana también nos pidió que hagamos en el estudio algunos anuncios, anuncios de algunas tareas que Ella nos está encomendando. También nos pidió que ese estudio fuera transmitido por Internet a todo el planeta y que luego estuviera disponible en la página de Divina Madre. Ese estudio también deberá ser traducido al ingles simultáneamente.
Fray Elías: Vamos a hacer el relato de la Aparición.
Hoy en un momento de la oración de preparación, tuvimos la visita especial de San José. Vino acompañado de dos grandes maestros de la antigüedad: Elías y Moisés. Él también nos entregó una tarea especial para los próximos meses, que mañana, con mayor detenimiento, será comunicada.
La alegría que nos transmitió San José en el día de hoy, era muy intensa. La principal enseñanza que dejó grabada en nuestro interior fue Su devoción.
Momentos más tarde, llegó la hora de la Aparición. Nuestra Señora vino vestida de una forma especial y le preguntamos qué significaban esos símbolos. Ella llevaba un velo blanco, un manto de color turquesa claro, que estaba unido a la altura del corazón por una rosa y una túnica blanca. Sobre Su cabeza estaban las doce estrellas. Le preguntamos qué significaba esa rosa en Su Corazón; nos llamaba la atención porque esa rosa estaba fundida con el manto. Ella dijo que eso representaba la Rosa Mística, pero que también representaba el hecho de que Ella no solo era la Madre de Dios, sino también la Esposa del Creador. En ese momento abrió Sus brazos y sonrió.
Le preguntamos si Ella era novia de Dios (risas) y dijo “Soy Esposa del Creador, Esposa Espiritual”.
Luego Ella nos pidió que nos trasladáramos hasta un punto entre el publico. Allí Ella apareció, de la misma forma en que había aparecido la primera vez, pero vino acompañada de San José nuevamente.
Su aproximación era muy intensa, no solo por la altura en la que estaba, sino también por las luces de colores que Ella irradiaba. Su rostro era muy claro, y Su forma de modular las palabras también, todo se escuchaba con mucha claridad.
Cuando Ella se refirió a la cura del Arcángel Rafael, en ese momento Ella trajo desde el Cielo la presencia del Arcángel. Entonces vimos descender un manto de luz verde, que Ella, con mucho amor, expandió sobre toda la ciudad de Carmo da Cachoeira. Allí nos invitó a orar por todos aquellos que aún no creen en Ella.
En otro momento, cuando estaba diciendo Su mensaje, apareció con un niño en Sus brazos. Era un niño de unos nueve meses y le preguntamos si ese era Jesús, y Ella dijo que ese bebé era la Nueva Humanidad. Dijo que era eso lo que Ella estaba aspirando a que se realice, y dijo que por eso no se cansaba de clamar por la Paz. La Paz permitirá concretar la aspiración de nuestra Madre.
Madre Shimani: Mañana de mañana a todos los que quieran participar del estudio, están invitados, será en F2. Luego para la Aparición nos encontraremos a las 16.00 para orar en la Colina de las Apariciones.
Queridos hijos:
¡Despierten ante el llamado por la paz! Hoy les pido que abran vuestros corazones para que más Luz, desde Mi Inmaculado Corazón, pueda entrar en vuestras vidas. Mi Luz Maternal los lleva hacia la Eterna Luz Redentora de Cristo. Mi oración los congrega como almas para que juntos oremos por la paz.
El mundo cambia rápido y es necesario crear columnas de oración que puedan armonizar la consciencia de la humanidad frente a los hechos que ella misma produce con sus acciones.
Les digo, hijos Míos, que la vida de oración los mantendrá preparados para los tiempos de cambio. Lo importante es que vuestros corazones sean partícipes de la vida del Espíritu de Dios para que ustedes puedan transmitir el Amor del Padre a todos aquellos que lo necesitan.
Todos Mis hijos orantes son llamados en este tiempo a la reparación del alma y del corazón mediante la oración continua. Vuestros grupos de oración deben representar el Corazón de Cristo Vivo para esta humanidad, y ese corazón, formado por vuestras oraciones, debe expandir ampliamente el amor hacia todo el mundo.
Los invito a ser portadores de Mi Paz; crean en ello, porque en estos momentos, la Paz del Señor es necesaria en toda la humanidad.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En primer lugar, queridos hijos, quiero agradecerle a todo este grupo mariano por su sincera dedicación, en especial, en estas últimas horas, durante el viaje desde la ciudad de Montevideo hacia Brasil.
A todos Mis demás hijos, hoy quiero entregarles este ejemplo, el ejemplo de la constante donación abnegada a lo que ustedes pueden comprender como Voluntad del Señor.
Por eso, queridos hijos, los invito a caminar mediante la oración en el Propósito de Dios; porque ese Propósito es una idea celestial que el Padre plantea para el alma, la que decide estar en los brazos del Creador para ser acompañada y guiada durante toda la eternidad.
Hijos Míos, como Madre Peregrina, que hace ya tantos siglos sigue paso a paso a la humanidad en este mundo, hoy los invito a imitar el camino del peregrino para que en vuestra vida se revele el Amor de Dios. Un peregrino consagrado a Mi Inmaculado Corazón es un alma dedicada a una vida orante, por el mundo. Un peregrino que se consagra al Sagrado Corazón de Jesús es un espíritu en armonía a los pies del Redentor. Un peregrino consagrado a Dios es un alma entera, dispuesta a dejar de vivir su propia voluntad y a permanecer en lo desconocido, en el Cielo.
Queridos hijos, mediante la oración del corazón, todos los días vuestras almas pueden consagrarse a la Voluntad de Dios. Como humanidad, esto les permitirá encontrar la paz que falta en la vida de muchos de Mis hijos. Así, hallarán la esencia del verdadero Amor de Dios en vuestros corazones. Porque el alma que ora, a través de la voz de su corazón, está viviendo en el Amor del Padre.
Hoy, a todos los valientes peregrinos les agradezco por contestar a Mi llamado, y en la Bendición de Jesús, Hijo Único, les doy Mi Paz.
Gracias por responder a Mis pedidos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
A las 19.30, un grupo de unas mil personas se reunieron en el Núcleo de Figueira en San Pablo, para recibir a la Madre Divina.
Para comenzar el trabajo de oración, Madre Shimani dirigió algunas palabras explicando el porque del retraso del horario de la aparición, que en principio estaba prevista para las 16.00.
Madre Shimani: Buenas noches. Primero queremos pedirles disculpas porque hemos atrasado la Aparición de la Madre Divina. En realidad fue Ella quien cambió el horario, porque tuvimos una dificultad para venir. No pudimos tomar el avión que teníamos previsto por grandes conflictos en los aeropuertos y por eso tuvimos que venir por tierra, lo que nos tomó más tiempo. Pero aquí estamos y muy protegidos por nuestra Madre.
Vamos a dar comienzo a nuestra tarea de oración, y comenzaremos, como hacemos siempre, leyendo el Mensaje Diario. Primero se leerá en español, luego en portugués y en la página de Internet se leerá en inglés.
Se leyó el mensaje y luego comenzó el trabajo de oración.
Después de una hora y media de oración, la energía de la Madre Divina se hizo muy intensa y para recibirla se entonó el cántico “Inmaculado Corazón de María”.
Minutos más tarde la Madre Celestial apareció dentro del salón. Fray Elías y Madre Shimani, colocándose de pie se aproximaron a Ella.
Después de unos minutos, Fray Elías, Madre Shimani, el grupo que apoya las Apariciones y el monasterio, por pedido de la Madre Divina, se trasladaron a un lugar en el jardín del Núcleo donde había muchas personas.
Se pidió silencio y se escucharon 14 campanadas. Luego comenzó la transmisión de Su mensaje.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Queridos hijos, les agradezco, desde Mi Corazón materno, por esperarme durante esta hora, por esperar la venida del Cielo de Dios.
Quiero darles hoy, en especial, la bendición a todos sus corazones y al corazón de todas sus familias. Verdaderamente, hijos Míos, les agradezco por la respuesta de todos. Eso significa, queridos hijos, que Yo podré venir por un tiempo más, porque Mis ojos de misericordia leen en verdad la oración de sus corazones.
Quiero agradecerles también por la respuesta de todos los grupos de oración. Hoy dedico Mi mensaje especial agradeciendo, agradeciendo por todo lo que ha pasado en Mi hogar en Aurora.
Agradeciendo la respuesta de todos los corazones y de todas las almas.
Mi Hijo hoy está un poco más alegre por la respuesta de esta parte del mundo. Eso significa, hijos Míos, que Mi misericordia podrá llegar a más almas, incluso a aquellos que hoy en día niegan a Dios y no escuchan Mi Voz.
Hoy les quiero pedir, queridos hijos, más oración, en especial por muchas pequeñas almas de esta ciudad, que viven diversos grados de desesperación y de dolor por la falta de la Paz y la falta del Amor hacia Mi Hijo. Aún el Amor de Mi Hijo está presente en el mundo y sus corazones deben preservarlo en lo profundo de sus almas, porque es un Amor que les permitirá fortalecerse durante las horas difíciles que llegarán.
Queridos hijos, Mi tarea maternal es decirles la verdad por más opuesta que parezca para sus consciencias. Pero si mantienen en sus manos la oración viva, Mi Hijo se servirá de sus oraciones para poder ayudar más al mundo y Mi Corazón podrá interceder por este mundo por un tiempo más.
Oremos.
Se ora tres veces el Padre Nuestro en portugués. Luego, en el silencio, se escucha un avión que pasa muy cerca del lugar de la Aparición.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Mientras el mundo se moviliza de una forma impropia a la Ley del Señor, Mi Corazón maternal intercede delante de Dios sin cansancio y sin demora, trabajando perpetuamente por la reparación del Corazón del Señor y por la salvación de todas las almas.
Deben saber, Mis queridos hijos, que en la simple oración del Padre Nuestro, encontrarán la luz y la paz que necesitarán sus corazones para los caminos que Yo los invito a recorrer desde la oración, en esta hora y en este momento. Traerá más luz a los corazones que están oscuros, y de esa manera, queridos hijos, todos los ángeles del Padre ayudarán sin condiciones a la consciencia de todas las naciones. Ellas necesitan, en este tiempo, de mucha misericordia, para que la Gracia pueda descender a través de Mi intercesión especial, la que Mi tarea realiza diariamente.
Mientras no estoy aquí entre ustedes, Yo los observo desde el Cielo para que los rayos de Mi misericordia, a través de cada una de sus oraciones, puedan compenetrar la vida de todos los seres, la vida de cada espíritu del Señor que habita sobre esta Tierra.
Queridos hijos, los tiempos normales ya han terminado, deben vivir dentro del nuevo tiempo, tiempo que los llama a la oración del corazón para que sus vidas se puedan sincerar delante del Padre, delante de esta tarea que Mi Corazón les anuncia sin cansancio y esperando de ustedes lo mejor.
Quiero en esta hora agradecerles por cuanto hicieron a lo largo de estos últimos meses, acompañando el llamado de la Señora de la Paz. Ese llamado es el llamado de Dios, es el llamado a la conversión, a la reparación del Corazón, al perdón de la vida para poder nacer hacia lo nuevo, la promesa que Mi Hijo está instaurando mediante Su retorno de Luz a este mundo.
Mientras Mi Hijo no llega, Él los contempla con Su corazón de Luz y les dice que los necesita en cualquier momento, para ayudar a las almas mediante la oración. Almas que necesitan de luz y que están sofocadas por los embates del enemigo. Entonces ustedes, Mis queridos hijos, serán Mis fieles colaboradores para que Mi Corazón maternal pueda elevar todas esas oraciones hacia los pies del Creador. También para que mucha Gracia y mucha Compasión, puedan llegar a todos Mis hijos durante esta hora de transición, donde muchos de ellos no perciben el peligro que existe para estos tiempos.
Si ustedes están en oración Conmigo, estarán dentro del Corazón del Señor, y si la oración estuviera dentro de sus hogares, Yo estaré con Mi Corazón maternal presente en sus vidas, guiándolos desde el corazón como Madre de todos.
Hoy les hago una bendición especial a través del Espíritu Santo, para que cualquier situación interior pueda ser resuelta a través de Mi intercesión y mediante sus oraciones diarias.
Alabado sea Mi Hijo y que Mi Hijo sea en sus vidas.
Hoy les dejo una misión especial para esta ciudad y para este mundo: ayudarlo a través del silencio para que el Eco de Mi Corazón pueda llegar a todos. Les agradeceré por ese esfuerzo.
En la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que Mi Corazón maternal esté sobre ustedes.
Fray Elías: La Señora está pidiendo en este momento, que oremos por las almas del purgatorio. Para eso vamos a hacer la oración que nos solicita, la oración llamada “En Dios”, la que haremos en portugués.
Quien está en Dios,
nada teme.
Quien está en Dios,
no retrocede.
Quien está en Dios,
vive el Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Se realiza esta oración algunas veces.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Siempre recuerden, queridos hijos, colocar en sus oraciones a todos aquellos que deben elevarse hacia el Reino del Señor, y que aún permanecen sufriendo en esta Tierra sin darse cuenta de que deben regresar a la Morada de Dios.
Les agradeceré por colocar sus intenciones por todas esas almas, de esa forma Mi Corazón Inmaculado también podrá interceder por la gran necesidad que existen en cada una de Ellas.
Oferto para sus vidas Mis dos rosas de luz, las que llevo en cada una de Mis manos, las cuales les traen la Paz y la Belleza del Señor para este mundo. Belleza que se llama amor y que deben recuperar en esta hora final.
El amor está aquí, el amor está en sus vidas, solo llamen por él.
Me retiro y les agradezco perpetuamente.
Oremos por la Paz.
Gracias por contestar a Mi llamado.
Y como buenos peregrinos, como almas peregrinas hacia el Señor, los espero en la Colina de Mi Hijo (morro del Cristo Redentor en Carmo da Cachoeira, Minas Gerais) y en la morada de Mi Corazón (Colina de las Apariciones), en Figueira.
Les agradezco.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre Shimani: La Señora está pidiendo que cantemos “Revelaciones de Aurora.”
Se entono el cántico, y se creó un clima muy especial.
Madre Shimani: Gracias Madre por cuanto nos das.
* Fin de la Aparición *
El grupo regresa al interior del salón y se realiza el cierre de la Aparición mediante una reflexión de Madre Shimani y el relato de Fray Elías.
Madre Shimani: Vamos a hacer una breve explicación sobre lo que la Madre quiso decir con el silencio.
Todos estamos de acuerdo de que nuestro planeta emite mucho ruido y eso desequilibra las energías y sobre excita todo el plano mental y emocional de nuestro planeta y de su humanidad. Por eso la Madre nos pide que colaboremos con el silencio.
¿Cómo colaborar con ese silencio?
Algo muy importante, primero, es intentar mantener el silencio interno; para eso debemos hablar lo que sea necesario y útil. Solo con eso, habremos silenciado el ochenta por ciento de lo que hablamos. Si pudiéramos hablar solo lo que es bueno y útil para todos, seríamos más silenciosos. Si pudiéramos pensar antes de hablar si eso que vamos a decir es necesario, esto también colaboraría, porque hablaríamos mucho menos. También tiene que ver con aquellos elementos que producen ruidos en nuestro planeta. Tener aparatos electrónicos encendidos sin necesidad, ello incluye la radio, la computadora y el televisor.
Ustedes saben que hay personas que encienden la televisión para que les haga compañía, eso produce gran distorsión en el plano interno de la persona y del ambiente.
Pero uno de los silencios más importantes, es nuestro silencio mental. Todos sabemos que tenemos muchos pensamientos a lo largo del día, a veces es como si tuviéramos la radio, la computadora y la televisión ligada permanentemente y de forma concomitante, todos juntos de una sola vez. Eso parece nuestra mente. Si nosotros apagáramos de nuestra mente, de nuestro mundo interno todas esas voces innecesarias, no solamente colaboraríamos con la armonía planetaria, sino que escucharíamos el Inmaculado Corazón de nuestra Madre.
Una de las propuestas que podemos hacernos a nosotros mismos, es que mientras realizamos nuestras tareas, oremos mentalmente. Pueden ser oraciones cortas que no nos demanden demasiada atención, o alguno de los cánticos que entonamos frecuentemente, porque eso va a colaborar mucho con nuestro proceso personal y con el ambiente en el cual estamos. Es como una práctica espiritual, un ejercicio que hacemos por el pedido de nuestra Madre.
Cuando comenzamos hoy la Aparición, nuestra Madre nos hizo un pedido: que a partir de ahora, los días 11 y los días 24 de cada mes, hagamos una vigilia durante todo el día, como hicimos en Aurora en esta última semana donde la Madre estuvo con nosotros.
Se hará especialmente durante esos días, a determinada hora, la “Vigilia del Ave María”, orar el Ave María, transmitido por Internet en varios idiomas. Con eso, nuestra Madre va a hacer una tarea de intercesión por nuestro planeta. Para las Comunidades-Luz, eso será permanente, siempre se hará en esta fechas una Vigilia permanente para colaborar con la sustentación de nuestro planeta.
Están todos invitados a participar. A los que no puedan participar dentro de las Comunidades-Luz, les decimos que en todos los Núcleos de trabajo se realizá la misma vigilia y en todos los hogares que se presten para realizar esa vigilia, también será llevado adelante ese ejercicio para colaborar con nuestra Madre.
Por lo tanto estamos invitados a intensificar nuestro trabajo, el que nos ayudará a organizar y fortalecer nuestro ser, para cuando sucedan cosas difíciles y que nuestras consciencias puedan estar orando mucho tiempo, porque lo vamos a necesitar. Para eso tenemos que practicar y fortalecernos y poder cumplir con esa tarea y que en el futuro nuestros seres puedan orar durante muchas horas sin perder la concentración y sin cansarse. Va a llegar un momento culminante en que solo vamos a respirar y orar.
Fray Elías: Vamos a contar algo muy breve que ocurrió hoy.
Para que todos puedan comprender mejor, la Señora vino como la Reina de la Paz. Con un velo blanco, una túnica rosa y un manto azul, un rostro brillante, alegre y sonriente.
Lo más importante que hoy nos dejó fue una instrucción interior, que pudimos percibir mientras transmitía Sus palabras. Esa instrucción que descubrimos fue la de la gratitud a través del amor.
Porque mientras hablaba Ella no solo transmitía amor, sino también gratitud. Y todo lo que Ella pronunciaba se manifestaba en luz. Esa gratitud que emanaba de Su Corazón, se fundía con el amor en las palabras. Eso se sumaba a toda Su manifestación que en el día de hoy fue muy contundente.
Cuando llegó, vino acompañada por el Ángel de la Paz, el Ángel de Portugal. Ese ángel no venía solo, venía con otro compañero. Ellos venían custodiando a nuestra Señora, y traían en sus manos unas banderas de luz que se movía como si hubiera viento. Ellos permanecieron todo el tiempo al lado de nuestra Señora.
Después de que Ella nos transmitió las primeras palabras, nos dijo: “Por la Gracia, iré cerca de Mis Hijos.”
Hoy en un momento de la Aparición Ella dio Su bendición haciendo la Señal de la Cruz, en especial cuando se dirigió al Espíritu Santo. Ese movimiento que hizo para realizar la Señal del a Cruz generó una gran luz.
A pesar del movimiento de los aviones del aeropuerto cercano, nuestra Madre permanecía allí, presente, firme, neutral, porque sabe que ese movimiento también forma parte de la humanidad, de Sus hijos. Fue allí cuando nos transmitió la pauta del silencio.
Queremos complementar algo que dijo Madre Shimani que nuestra Señora nos indicó. Dijo que era importante el silencio también mientras oramos. Generar pequeños silencios entre las oraciones, porque dice que el silencio también es un forma de orar internamente. En ese momento nos mostró que es lo que genera una consciencia consciente cuando produce un silencio mientras ora. Mientras se hace el silencio, nos mostró que el alma genera una luz hacia el planeta.
Lo último que queremos comentar es que hizo un movimiento final cuando entonábamos el cántico “Revelaciones de Aurora”. Ella se colocó por encima de los árboles de Núcleo y colocó sus manos en forma de irradiación. Dentro de Ella aparece claramente la imagen del planeta Tierra, no solo había luz de dentro hacia fuera del planeta, sino por fuera del planeta también. Ella irradiaba con mucha potencia esa luz hacia el mundo.
Madre Shimani: Les agradecemos mucho el haber estado aquí con nosotros y reafirmamos la invitación que hizo nuestra Madre para que la sigamos hasta Figueira.
Los brazos de Dios, el Altísimo, están abiertos para que todos ustedes entren en el puro Corazón de Amor. Con esto quiero decirles que el universo aguarda diariamente la venida de más almas hacia el Reino del Creador.
Hijos Míos, un camino para ese encuentro con el Universo de Dios es la Estrella Luz de Mi Hijo. En Jesús perderán los miedos por consagrar vuestra vida a la Voluntad del Creador.
Muchas almas carecen de la Presencia del Amor de Dios porque colocan en primer lugar la voluntad personal. Mi Hijo les enseña cómo ser partícipes de esa Voluntad Mayor que podrán hallar mediante la oración del corazón. Es a través de la oración que encontrarán la verdadera esencia de la Voluntad de Dios, porque sus corazones están donados al universo durante la oración.
Queridos hijos, hoy les pido que oren por todos aquellos que viven su propia voluntad y que están lejos del verdadero Propósito de Dios, que es la vida eterna a través de Su Amor Misericordioso. El mundo podrá estar mejor cuando acepte que Dios es el Único sendero para la vida de toda alma, porque es en Dios que toda la vida puede ser conducida hacia la Luz.
Hijos Míos, sepan que al mundo le llegó el momento de reconocer la existencia del Creador. Por eso, uno de los motivos de tanta oración es la gran necesidad de salvación en muchos de Mis hijos.
Como Corredentora, les pido que contemplen todos los días el amoroso Corazón de Dios. Cada vez que sus corazones estén en Dios, el mundo estará más salvo.
¡Les agradezco!
Gracias por considerar en vuestra vida Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Al seguir los pasos de todas las almas de la humanidad, hoy los llamo a continuar en oración por todos los corazones. La humanidad, todos los días, debe abrir su corazón para recibir la Gracia Eterna desde lo profundo del Corazón de Dios.
Queridos hijos, Dios los espera para que, desde Su Reino, todos Mis hijos encuentren la verdadera Fuente del Amor. Como Madre de las Gracias, sostengo a la humanidad en Mis brazos como a un pequeño niño. Como Madre del Auxilio, amparo a los corazones que se pierden. Vuestra oración ayuda a aliviar el fuerte peso del dolor y del sufrimiento en el corazón de muchos hijos.
Hijos, el Señor los ama, el Señor los necesita, el Universo Celestial cuenta con vuestra amorosa colaboración. Por eso, hijos Míos, asuman en vuestra vida un espíritu de colaboración y de fraternidad para que muchos de Mis hijos aprendan de vuestro ejemplo de vida.
Vuestras almas deben expresar, en este tiempo, el Espíritu de Dios; de esa manera, el Amor de Dios estará más próximo de la realidad de todos los corazones. Busquen, en cada oración, dar un paso más hacia el refugio interno en el Corazón de Dios.
Hijos Míos, es tiempo de reparar y esta reparación es perpetua, tanto en la vida de la humanidad como en la esencia de todas las almas, las cuales deben estar en el Señor.
Hoy quiero compartir esta reflexión ya que el número de almas en el mundo aumenta y todas ellas deben ser conducidas hacia Mi Inmaculado Corazón y hacia el Sagrado Corazón de Mi Hijo. Eso acontecerá a través de vuestra honesta oración. El Cielo es para todos, pero en verdad hijos Míos, cada alma, al fin de este tiempo, define su camino.
Ustedes son instrumentos de la paz y la paz debe ser vida en sus corazones.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Oración, mucha vida de oración a Dios necesitan muchos de Mis hijos en este tiempo. Los Cielos están abiertos para recibir las plegarias de todos Mis niños que oren con la total sinceridad del corazón.
Queridos hijos:
Siendo Madre de la Reconciliación, hoy les pido que consideren la vida del espíritu, la expresión amorosa de vuestras almas para que así Dios reine entre ustedes.
Hijos Míos, este es tiempo de vigilar y de orar, como lo ha dicho Mi Hijo Jesús; y, en estos tiempos, la vigilia de oración será de suma importancia para toda la vida espiritual del mundo. Ustedes, queridos hijos, deben ser precursores de la oración, motivadores de la oración para que las almas se coloquen dentro de la vida de oración.
Sepan, hijos Míos, el Cielo Divino agradece por la intercesión consciente de un alma de este mundo cada vez que se coloca en oración. Queridos hijos, quiero decirles que la oración es escuchada, no solo en el mundo entero, sino también en todo el universo, desde donde los ángeles y los arcángeles asisten a las almas. Vuestras vidas deben ser un manantial inagotable de oración para que Dios Padre se sirva del servicio abnegado de cada uno de ustedes.
Cuanto más grupos asuman la tarea de orar por este mundo tan necesitado de Luz, Yo, como Madre Misericordiosa, podré auxiliarlos y así, juntos, Me ayudarán a restaurar el corazón de muchas almas.
Este es el tiempo de la Misericordia, de la Piedad y de la Redención. Este es el tiempo del último llamado a la reflexión y a la conversión del corazón. Este es el tiempo de colocarse en perpetua oración por toda la humanidad.
Todos ustedes, Mis queridos hijos, son llamados a orar por la paz en cada corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
¡Alabado sea Jesús en vuestros corazones y en vuestras vidas!
Hijos Míos, como en el día de ayer con Mi Presencia Maternal en Buenos Aires, hoy los invito a considerar estas últimas palabras, este último llamado que Mi Corazón de Luz pronuncia para cada una de vuestras vidas.
Con esto quiero decirles, Mis queridos hijos, que es muy importante orar a Dios todos los días, porque es la oración de vuestro corazón la que los ayudará en el tiempo que vendrá. La vida orante es para todas las almas, la oración es un ejercicio permanente en vuestras existencias. Por eso, vuestra colaboración con el Plan de Dios debe ser consciente todos los días.
Queridos hijos, Yo los introduzco en Mi escuela de oración para que vuestros corazones aprendan a amar la vida del espíritu, del Espíritu de Dios. Un camino para llegar al Altísimo es Mi Hijo Jesús; ustedes tienen el permiso total, como almas, de clamar por la Presencia de Jesús. Dios Padre entregó a Su Hijo para dar a todos la salvación y el perdón total.
Ahora, el mundo se encuentra en otro ciclo, y Dios envía a Sus Mensajeros para anunciar este nuevo ciclo de cambios. Hijos Míos, ustedes, en oración, nada perderán, solo deben formar fuertes grupos orantes, para que Dios, desde los Cielos, pueda auxiliar a todas las almas.
Mi Corazón Materno los invita a tomar consciencia del tiempo que la humanidad está viviendo, un tiempo de descontrol, de dolor en el corazón. Yo los llamo a ser servidores de la paz por ser muy necesaria para la vida sobre la Tierra.
¡Oremos, queridos hijos! ¡Mi Corazón los guiará!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Crean que Dios los perdona todos los días, más aún, los perdona antes de que ustedes Lo ofendan.
Queridos hijos, Yo les he dicho que confíen en la Divina Misericordia. Misericordia es Perdón. Misericordia es Redención. Misericordia es una nueva oportunidad de entrar en el Reino de Dios. Misericordia es absolución total dada por el Santísimo Corazón de Mi Hijo. Crean en el tiempo prodigioso de la Divina Misericordia.
Dios necesita de todos Mis hijos, de todos sus instrumentos para llevar a cabo el Plan Divino en la Tierra. Mientras muchos de Mis hijos se distraen fácilmente en este mundo, ustedes están, día a día, cada vez más en Mis brazos Maternales porque todos los días los presento delante de Dios, bajo la Luz de la Divina Misericordia, como Mi Corazón una vez presentó a Jesús en el Templo de Dios.
Queridos hijos, hoy los invito a meditar sobre la Divina Misericordia, ella es el último manantial que se está derramando sobre el mundo y sobre todas las almas con faltas graves delante del universo.
Hijos Míos, perpetuamente oro por todos ustedes, para que, como valientes almas en oración, puedan corresponder al llamado del Creador, llamado anunciado mediante la voz de Mi Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, pequeños Míos, en este día Mi Corazón recuerda cuando una mañana llegué al Corazón de Aurora en Uruguay. Que este día les recuerde el momento en que Dios Me envió hacia ustedes para anunciarles el tiempo de la salvación.
Queridos hijos, después de un año de estar permanentemente con todos Mis niños anunciando Mi Buena Nueva, hoy les pido que persistan y que, elevando los ojos al Cielo, caminen con humildad hacia el Propósito de Dios.
Mis hijos, como Madre los contemplo, como Madre Celestial los amo, los perdono.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Un grupo de una cuatrocientas personas se reunió a las 15.30 para orar y recibir a la Madre Divina.
Después de una hora y media de oración, Fray Elías y Madre Shimani se pusieron de pie y se aproximaron a un costado del altar, donde apareció la Madre Divina.
Pasado unos minutos, y mientras todos entonan “Misericordia, ¡Oh, María!” y luego “Ave, Ave María”, la Madre Divina le transmite a Fray Elías algunas orientaciones que Madre Shimani comunica luego a todos los presentes.
Madre Shimani: Nuestra Madre nos dice que hoy Su mensaje lo dará por escrito y después será leído, para que todos puedan escucharlo correctamente.
Por lo tanto, mientras se recibe, todos vamos a orar el “Ave María”, para que Su mensaje sea bien captado, y para que luego sea bien escuchado por todos.
Todos se dispusieron a continuar orando para colaborar en la recepción del mensaje.
La oración se prolongó por más o menos media hora, y finalmente se entonó “Bendita Tu eres” para despedir a la Madre Divina.
Madre Shimani: Ahora, Fray Elías leerá lo que la Madre transmitió, y frase por frase se hará la traducción al portugués.
Comienza la lectura del mensaje.
Fray Elías: Mensaje extraordinario dado por María, Reina de la Paz, durante la Aparición del día 18 de agosto de 2012 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Queridos hijos:
Con inmenso gozo hoy los invito a peregrinar hacia lo profundo de Mi Inmaculado Corazón. Abriendo Mis brazos misericordiosos, les pido que ingresen dentro de Mí, para que Mi Corazón los pueda curar de todo dolor y de todo sufrimiento.
Queridos hijos, también por este motivo especial y por este encuentro con ustedes, quiero anunciarles que Mi Inmaculado Corazón estará entre ustedes y con toda esta nación, el mes de setiembre en la ciudad mariana de Luján.
Hijos Míos, si aceptan esta invitación espiritual, Yo les pido que durante el día 8 de setiembre, oren allí el rosario especialmente por las almas del purgatorio y por todos Mis hijos de la nación de Argentina. Para que Mi Corazón esté entre ustedes por un tiempo más, les digo que delante del Trono de Dios, deberán orar sinceramente, para que Dios conceda la Gracia de tener Mi presencia como mediadora de todas las almas.
Mis pequeños: el Señor necesita revertir el dolor en muchos corazones y sobre todo en todo este mundo que poco escucha Mi llamado. Todas las oraciones hechas con el corazón, abren las puertas del universo de Dios, para que los ángeles lleguen y limpien el mal en la Tierra.
Ustedes, Mis hijos, son luces del Padre en la Tierra, por eso con valentía, amor y devoción, abran vuestros labios y solo pronuncien oraciones de luz para todo el mundo. Les estaré muy agradecida, porque de esa manera ustedes estarán participando del nuevo camino que Mi Hijo anunciará a partir de Su retorno y para toda la eternidad.
Queridos hijos: sean consecuentes con la vida de oración, los invito a ser perseverantes, ya que muchos de Mis hijos necesitan de la paz y del perdón. Que vuestra vida no esté más perturbada por nada, acepten Mi presencia maternal en ellas. Yo solo estoy aquí en el nombre del Alabado y Amoroso Jesús, y vengo hacia ustedes para traerles la Paz, para que la reconozcan.
Aún el mundo necesita de mucha oración, necesita de inmensos manantiales de Misericordia. Ustedes, Mis queridos hijos, ¿están abiertos a recibir desde el universo grandes fuentes de Gracia?
Sepan que Yo los conduzco hacia Mi Hijo, como Madre de todos los corazones que sufren y que al fin de este ciclo necesitan de luz.
Queridos hijos, los llamo a remediar y a restaurar el inmenso número de faltas que son generadas todos los días por la humanidad. Ustedes, Mis queridos hijos, deben hacer la mayor parte del camino hacia la paz, porque aún muchos de Mis hijos no se animan a construirlo mediante la oración.
Quiero que para el próximo mes, en donde Mi Corazón emanará de nuevo amor para toda Argentina, ustedes respondan a Mi pedido de orar por la gran necesidad de luz y de amor en el corazón de muchos de Mis hijos.
Mi promesa es hacerles conocer el Cielo, al menos cuando ustedes estén aquí en la Tierra. Mis hijos, Yo Soy el Cielo y ustedes son las estrellas que deben encandilar el camino oscuro de muchos hijos. Dios los quiere llevar hacia la paz, hacia una verdadera paz del corazón, porque la paz del Señor aliviará el mundo y a toda la dolorida humanidad.
Dios los llama a formarse como servidores de Su Plan de Amor, Plan que día a día es lastimado por las manos de los que no oran. Yo los invito a ser fuente de Misericordia, para que toda la humanidad ingrese en el Plan de salvación.
Como Madre escucho vuestras súplicas, escucho vuestros pequeños corazones.
Los quiero compenetrar de toda la vida en los Cielos, para que sus corazones reconozcan el amor redentor de Mi Hijo.
Hijos Míos, hoy han sido lavados por la fuente de Mi compasión; vayan en paz y comiencen vuestra vida dentro del absoluto Corazón de Dios. Él los espera, porque Él los ama.
Los espero en Luján en el próximo mes, para la salvación de muchos corazones más.
Les agradezco por aguardar en oración Mis palabras.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz y Amor Divino.
María, Reina de la Paz.
Madre Shimani: La Madre nos pidió que el 8 de septiembre nos congreguemos en Luján. Que participemos de una misa en la Basílica, y que después vayamos al “Haras las Mañanitas”, en donde Ella transmitirá Sus palabras para todos.
Haremos una peregrinación desde Buenos Aires hasta Luján. Vamos a organizarlo para que todos podamos ir en el mismo transporte y peregrinar juntos, como nos pidió.
A través de la página Divina Madre y de las personas que normalmente organizan los eventos aquí en Buenos Aires, daremos todas las informaciones. Lo haremos con tiempo, para que todos puedan destinar ese sábado 8 de septiembre para esta tarea, que seguramente nos llevará todo el día.
Hoy, la Madre pidió que no hubiera relato, que coloquemos Sus palabras en nuestro corazón. Todos hemos sentido que a partir de hoy vamos a necesitar intensificar nuestras sintonías para que todo pueda acontecer como corresponde. La necesidad que Ella tiene de elegir un lugar abierto y resguardado, la impulsa a ir a Luján y para que, además, nosotros podamos hacer un servicio más amplio a las almas.
Si correspondemos a este pedido de Nuestra Madre, vamos a pasar un día muy intenso, bien fraterno y vamos a poder realizar verdaderamente un buen servicio.
Todos los que estén en otras provincias y quieran participar, serán muy bienvenidos.
Gracias a todos.
Mi Corazón Maternal nutre de Luz a todos los corazones. Mi Manto de Paz se extiende sobre el mundo. Mi presencia entre ustedes es posible por el verbo de vuestras oraciones.
Amo a todos Mis hijos, aún más a aquellos que necesitan del perdón absoluto de Dios. Oro por todos los que se separan de Dios. Oro por todos los que niegan a Dios y por los que no creen en la Misericordia de Mi Hijo.
Como Guardiana de todos los corazones, hijos Míos, les digo que no teman por nada, que vean en el brillo de vuestros corazones la Presencia del Reino de Dios. Yo los coloco dentro de Mi Corazón para elevarlos bien cerca del Corazón de Mi Hijo porque vuestras oraciones reparan todas las causas que acontecen en el mundo.
Queridos hijos, que vuestros corazones sean instrumentos de lo bueno y de lo puro, que sean expresión de la vida de Mi Hijo Glorificado aquí sobre esta Tierra. De esa manera, con la oración diaria entre vuestras manos, se volverán obedientes ovejas que aprenderán día a día a amar y a perdonar.
Conviertan vuestro corazón en un corazón que confía y no teman perder nada ni ser juzgados. Recuerden, Mis pequeños, que los verdaderos rebaños son los más tentados.
Por eso, a ustedes que confían en la venida de Mi Hijo, Yo les pido que abracen Su Sagrado Corazón, para que bajo ese espíritu, colaboren en la redención y en la conversión de los que no se han convertido delante del Creador.
Queridos hijos, oro por los que, aún dispersos en la vida del mundo, no encuentran a Dios. Oro por los que, lejos de la Misericordia, son colocados bajo el fuego de la tentación y de la perdición.
Como Madre de la Misericordia, oro a Mi Hijo para que todos, en este último tiempo, encuentren la salvación y la paz en el corazón.
Yo les digo, Mis pequeños: ¡oren Conmigo! ¡Oren por la presencia de la paz!
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
No teman, no teman por nada porque Mi Corazón conoce bien vuestras pruebas y vuestros desafíos. A pesar de todo eso, nunca dejen de mirar a Jesús porque Su Sagrado Corazón siempre los amparará de todo.
Hijos Míos, crean en el poder de Sus Rayos Misericordiosos, sean partícipes del Don absoluto de Su Amor Redentor.
Queridos hijos, ustedes tienen al Gran Pastor a vuestro lado; Él es quien los puede escuchar y acompañar de Corazón a corazón.
Por eso, Mis pequeños, dejando atrás el dolor del pasado, Yo los invito hoy a renovarse a través del Fuego amoroso de Jesús. Caminen hacia Él porque Él les indicará el nuevo camino hacia el Reino del Padre. Yo hoy les hablo de la importancia de vivir en Jesús y de estar en Él todo el tiempo posible.
Queridos hijos, como Madre, permitan que Yo los acerque al Gran Sacerdote del Amor y de la Redención para que vuestras vidas, a los pies de Mi Hijo, puedan ser como rosas a los pies del Creador. Veneren el Rostro de Luz de Mi Hijo y confíen que todo está en su lugar, porque así reconocerán la Voluntad del Padre, voluntad que muchas almas no viven por falta de amor.
La carencia del mundo es la falta del Verdadero Amor del Corazón. Por eso, queridos hijos, Yo los llamo a imitar el Amor de Mi Hijo para que cada corazón encuentre el alivio de su propio dolor y la alegría para poder proseguir por la senda de su propia escuela.
Irradien a cada momento el Amor de Jesús y sean portadores de esperanza.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Con los brazos abiertos hacia el mundo, derramando inmensa Misericordia, hoy los llamo a contemplar de nuevo el flagelado Corazón de Jesús, el que recibe ofensas de parte de muchas almas negadas a la vida del Gran Espíritu de Dios.
Mis hijos, les pido que oren como todos los días para que Mis demás hijos también puedan recibir la Gracia de la salvación. Ustedes ya están dentro de la Gracia de Dios teniéndome a Mí todos los días a vuestro lado. Pero, queridos hijos, hoy deben saber que muchos corazones se desvían porque son tentados por los embates y por las trampas del enemigo, por lo que, Mi Inmaculado Corazón se dispone a luchar por la salvación de todos antes de que Mi Hijo descienda del Cielo por segunda vez.
Queridos hijos, en esta misión de salvación, ustedes pueden ayudarme orando por los que más necesitan de Luz y de Redención. Ha llegado el momento de auxiliar a todos los corazones que día a día se pierden por las modernidades del mundo.
Hijos Míos, ustedes tienen como alianza y como protección a Cristo, el Redentor; en Él podrán dar los pasos hacia la donación y la caridad por los demás.
Hoy les muestro una realidad del mundo que muchos, por ignorancia, no quieren ver.
Yo los llamo a colaborar con toda la humanidad y con vuestra casa, que es este mundo.
Queridos hijos, abriendo vuestros ojos al llamado serán invadidos por la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que, con firmeza, caminen rumbo a la misión orante que Mi Corazón les pide.
Ustedes, los más despiertos, pueden ayudar a consagrar, de nuevo, el mundo al Creador.
Obremos en nombre de la paz.
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Apreciados hijos:
Hoy agradezco en especial a todos los servidores donados a Mi Inmaculado Corazón. Mi tarea por la paz se difunde por la espontánea y abnegada colaboración de muchos de Mis servidores marianos en el mundo.
El mensaje de hoy lo dedico, con amor y agradecimiento, al grupo de almas donadas a la misión de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Sin la dedicación total de vuestras vidas, muchas almas no hubieran podido salvarse. Sepan, Mis queridos hijos, que Mi Corazón no elogia, pero sí irradia amor y agradecimiento celestial por la tarea que vosotros, como hijos, hacéis posible en esta parte del mundo, en esta parte de América del Sur.
Queridos hijos, por tal motivo, a todo este dedicado grupo de almas les extiendo Mis brazos para que a todos, tomados de Mis Manos Maternales, Yo pueda elevarlos hasta el Reino de Dios.
Hijos Míos, recuerden que vuestra morada debe reposar todos los días porque Dios necesita que vuestro templo esté firme y fuerte para que puedan continuar con la tarea que Yo les he confiado.
Como soy Madre de todas las almas, hoy pido a todos Mis hijos que oren, que oren por todo este grupo mariano de almas para que la Luz del Espíritu Santo los colme, los guíe y les entregue sabiduría espiritual para cada uno de los pasos que realizarán Conmigo, en esta tarea de paz, en esta Mi Misión Maternal.
Agradecida por entero a todo este grupo dedicado a llevar el Mensaje de Mi Inmaculado Corazón les pido, hijitos Míos, que colaboren sinceramente para que esta tarea pueda continuar por mucho tiempo más. Dios Me encomendó venir a vosotros, y Jesús Me ha pedido que Yo sea una Gran Protectora de vuestros corazones.
Queridos hijos, continúen por este camino, Dios hoy está alegre por la donación de todos.
¡Bienvenidos a Mi Reino, misioneros de María!
Les agradezco desde el Corazón de Dios.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
No Me cansaré de llegar a vuestras vidas porque, como Madre de la Misericordia, el mérito para todas las almas del mundo es la salvación.
Queridos hijos, con vuestros corazones abiertos alcanzarán la eternidad, por lo que hoy los invito a considerar como primordial la vida de oración. De esa manera, sus vidas estarán dentro del Reino del Creador. Hijos Míos, como Señora de la Paz, hoy les pido que oren, que oren con el corazón porque todo el Universo de Dios está atento a las súplicas de todos Mis hijos.
Queridos Míos, sostengan con manos firmes la oración para que ella, como Luz en el mundo, pueda auxiliar a los que más necesitan. Abran las Puertas de los Cielos a través de la oración, pues todo está permitido cuando ella nace de forma pura desde el corazón.
Hoy, permanezcan en Mí y no teman por nada, ya es momento de reverenciar a Quien los ha creado por amor y por devoción: Él es vuestro Único y Omnipotente Dios.
Queridos hijos, el tiempo de la Misericordia está transcurriendo velozmente en la vida de todas las almas; no tarden en llamar por la Presencia Divina que nace en el donado y amoroso Corazón de Mi Hijo. Todos son invitados a vivir en la insondable Presencia de Jesús. El Sacerdote del Amor, con Sus brazos abiertos hacia el mundo, los espera y les dice que ya es el momento de preparar el Templo Interior para Su retorno. Las sagradas palabras pronunciadas en el ayer por el Redentor se volverán realidad en los tiempos actuales.
Hijos Míos, aguarden día a día la venida silenciosa de Mi Hijo; Él es vuestra Estrella Guía, el Manantial que les saciará la sed que vuestros corazones tienen en estos momentos.
Beban de la Fuente y laven vuestros rostros con el Agua Divina que ha brotado desde Mi Hijo, porque será en esta ofrenda de Jesús donde encontrarán la Ley del Amor.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a recibir a nuestra Madre, cantando “Virgen Madre”.
Ahora, vamos a escuchar treinta y tres campanadas. A través de ellas, nuestra Madre va a irradiar al planeta y nosotros nos uniremos internamente a Ella con total devoción.
Hoy, he venido en nombre del Espíritu Santo a bendecir la Fuente, pero eso será al final de dar Mi Mensaje.
Queridos hijos, hoy quiero agradecerles por estar un día más en el Reino del Padre. Eso significa, hijos Míos, que muchas almas están siendo ayudadas, no solo a través de la oración del Rosario, sino también de todas las oraciones. Mi último pedido, en este día, es que sigan orando con ese objetivo.
Las almas y todo lo que es vida están siendo tocados por la contemplación de Dios. Muchos nudos ahora ya no están más. Esto significa, queridos hijos, que hay que seguir adelante sin detenerse. Yo necesito de ustedes hasta el último momento.
Queridos hijos, una buena madre no reta, educa.
Sonrían, porque ustedes son como el pequeño Niño Jesús, que caía y lo levantaba del suelo muchas veces. Sepan que Mi educación es eterna para ustedes. Por eso, deben tener paciencia Conmigo. A algunos los deberé tomar de las manos y otros se deberán tomar Mi Manto, porque si no están Conmigo en este tiempo, la Luz no los podrá guiar.
Sepan que Yo los quiero llevar hasta Mi Hijo, verdaderamente. Todo lo que les enseño es importante para sus vidas. Por eso, cada día, deben comenzar de nuevo y no perder la esperanza al caer; sino que deben levantarse.
Necesito de ustedes hasta los últimos momentos, por eso, hoy se lo repito.
Decía que muchas de las almas están siendo ayudadas en diferentes partes de este mundo, eso significa que sus oraciones están siendo tomadas en cuenta por Dios.
Hoy, vengo hasta aquí, como vine ayer, como la Señora de las Gracias. Eso es lo que está necesitando la humanidad para encontrar la paz. Si claman por Mi Gracia encontrarán la paz.
Hoy, quiero decirles que Mi Hijo está alegre por ustedes y por sus pequeños esfuerzos. Necesito que ustedes continúen con esa meta, para seguir en Mi camino.
Hoy, les traigo un pedido especial de oración. Ayer les dije que es importante contemplar los Reinos y hoy, les digo que es importante contemplar las diferentes razas. Todas son una para Dios, solo que aquí en la Tierra, están separadas.
El único color que existe en ustedes es la esencia blanca de su corazón. Mi pedido es orar por todos Mis hijos indígenas. Muchos están perdiendo la esencia con la que han sido creados.
Quiero decirles, queridos hijos, que ellos necesitan reencontrar el camino hacia la naturaleza. Ese ejemplo que fue dado por ellos es un ejemplo para la humanidad. Por eso, como Señora de Guadalupe, llegué hasta allí para hacer ese pedido especial. Todas esas almas son preciosas para Dios, al igual que las suyas. Por eso, en este día, en el que ustedes están más conscientes, necesitan hacer algo por ellas.
Mi Reino de la Paz es una promesa para todos, pero muchos aún no creen que esto es posible; el verdadero corazón, que se introduce en el camino de la oración, lo encontrará. Por eso, deben responder a este pedido que es tan necesario para Mi Corazón.
Coloquen sus manos hacia lo Alto y pidan a Dios por esos hermanos. Oren, oren por ellos para que puedan ser guiados. De esa forma, queridos hijos, Yo podré interceder por ellos. Y sepan, hijos Míos, que ellos le han dado una buena lección a la humanidad: el amor por todo lo que fue creado.
Y ahora, como hijos Míos, ustedes deben ser uno con ellos, y deben ayudarlos. Cada oración que hagan, será importante para el Cielo. De esa forma, Yo podré desatar muchos más nudos y las almas encontrarán la liberación que buscan.
Quiero decirles, queridos hijos, que es importante revertir la situación en el mundo.
Recen, recen todos los días con devoción, porque sus palabras serán escuchadas.
Ahora que han comprendido Mi llamado, quiero hacerles un pedido más. ¿Recuerdan que hace poco tiempo que les hablé de Mis hijos, los indígenas?
Mi Corazón Maternal quiere llegar a una parte de esa nación, a una parte de todos esos pueblos que representan a esa gran consciencia.
¿Ustedes quieren acompañarme a realizar esa tarea?
¡Sí!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ella dice que sabe que nunca le vamos a decir que no, que hay una parte de nosotros que confía en lo desconocido y que sabe que lo desconocido es la esencia de la fe.
Queridos hijos, para esa tarea necesito el permiso especial de Mis hijos de Estados Unidos. Ellos, a través de la oración, han abierto una puerta para que esto suceda. Eso significa, queridos hijos, que Mi Corazón, una vez más, está intercediendo.
A todos Mis hijos de Estados Unidos los espero en Venezuela para ayudarme en esa tarea. Si Me dan su sí, Yo podré visitar a todos Mis hijos de Paraguay, el próximo mes.
Pero como ustedes están bajo una ley, que conocen muy bien, necesito de su sí para poder interceder.
Mi Corazón ya está caminando hacia esa nación. Eso quiere decir, queridos hijos, que los encontraré en Paraguay el próximo mes y encontraré a Mis hijos de Estados Unidos en Venezuela en octubre.
Sepan, hijos Míos, que esta es una intercesión especial por todos esos pueblos. Mi Manto se extiende sobre todos y Mi Manto debe llegar a todos. Y si siguen Mis pasos, estarán siempre con la llama interior encendida.
En este día que termina, solo quiero darles las gracias por todo lo que ha acontecido durante estos días.
Quiero, en este momento, hacer una oración especial por una hija que una vez estuvo aquí, en Mis Brazos.
Oremos por ella.
Sangre y Agua,
que brotaste del Corazón de Jesús,
como fuente de Misericordia para nosotros,
yo confío en Ti.
Amén.
(14 veces)
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora dice, en este momento, que va a llamar a una hija que representa a la nación de Brasil, que va a orar con nosotros por la consciencia indígena de ese país.
Deben amar cada Palabra que expreso, porque son Palabras finales.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Señora dijo que está en silencio, esperando que nuestros corazones se aquieten.
Ha llegado el momento de que la humanidad crezca de forma consciente y madura. Eso evitará que Mis hijos se desvíen del camino.
Este es Mi último llamado.
Madre María Shimani de Montserrat:
Nuestra Madre pide que la hermana Janete, que frecuentaba Figueira, venga hasta aquí, por favor.
Mantengan la concentración, queridos hijos, porque aún estoy presente.
Es necesario que estén en paz y es necesario que crezcan desde el corazón, porque así estarán en la Sabiduría de Dios.
Vamos a orar por todas esas consciencias, por todos esos hijos que necesitan de Luz.
Ahora, coloquen las manos en señal de oración. Oraremos por esos hijos Míos.
Oración: Ave María (en portugués, 4 veces).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora dice que vamos a orar cada Ave María y Ella nos va a indicar la intención de cada una.
Queridos hijos, ahora oremos por las comunidades de Amazonas.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Ahora oremos, queridos hijos, por las comunidades del sur de Brasil.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Ahora, queridos hijos, oremos por las comunidades de Chile.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Ahora, queridos hijos, oremos por las comunidades de Argentina.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Ahora, hijos Míos, intercedamos por las comunidades de Paraguay y de Bolivia.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Queridos hijos, pidamos a Dios por las comunidades de Perú y de Ecuador.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Intercedamos ahora, por las comunidades de Colombia y de Venezuela.
Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).
Y pidamos, de corazón y de forma especial, por las comunidades de América Central.
Oración: Ave María (en portugués, 4 veces).
Mis queridos hijos, les agradezco y los bendigo.
Ahora, bendeciremos la Fuente, la Fuente de la Paz de Dios. Toda bendición debe ser hecha con alegría, alabando al Creador.
Queridos hijos, cantando, peregrinemos hacia la Fuente. Allí los esperaré.
Madre María Shimani de Montserrat:
Nuestra Señora nos pidió que fuéramos caminando despacio, hacia la Fuente, y que todos nos colocáramos a su alrededor. Vamos a ir cantando, un cántico que entonamos mucho aquí en Aurora, que se llama “La Fuente”.
Todos vamos a escuchar y es fácil de aprender. Vamos a salir primero los que estamos aquí y después ustedes nos van a seguir, cantando y sin conversar.
Canción: “La Fuente”.
Oración: “Ave María” (en español).
Queridos hijos, este momento ya estaba guardado desde hace mucho tiempo en Mi Corazón.
Queridos hijos, hoy bendigo esta Fuente, como bendije tantas otras en el mundo y también bendigo sus fuentes internas.
Les quiero dedicar un pedido especial, una oración a Dios.
Cierren sus ojos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
¡Gracias por estar Conmigo durante estos días!
Canción: “La Patrona”.
Madre María Shimani de Montserrat:
¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!
Nos vamos a acercar hasta el Jardín de María para poder hacer el relato y que todos puedan escuchar; porque, además, vamos a cosechar las naranjas de los árboles del Jardín de la Madre para entregarles a cada uno. Esas naranjas ya están bendecidas por nuestra Madre.
Canción: “Madre Divina”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, vamos a hacer un breve relato de todo lo que ha pasado y a tratar de transmitir con claridad la pauta que la Madre pidió, para que podamos colaborar en trascender esa situación que la consciencia indígena tiene en nuestro planeta. En lo que vamos a estar todos unidos, trabajando en estos próximos meses.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Estamos tratando de recordar el momento, porque fueron muchas cosas las que acontecieron y a veces muchas de ellas no quedan grabadas en la memoria.
Hoy, como la Señora anunció, vino como Nuestra Señora de las Gracias, igual que ayer.
Hoy, Nuestra Señora apareció frente a nosotros y después se colocó sobre los hermanos del monasterio.
Y cuando Ella hizo la tarea por la consciencia indígena aconteció algo importante.
A medida que la Madre iba pronunciando el nombre de cada país, iba llegando a cada nación y, de una manera más amplia, nos mostraba cómo numerosos hermanos de la consciencia indígena estaban necesitando de mucha ayuda.
Ella nos contaba internamente que lo que esos hermanos dejaron en el planeta como legado fue algo muy importante en la historia de la humanidad.
Cuando Ella nos preguntó si aceptábamos la tarea en Paraguay, aconteció otro movimiento.
Ella esperó, silenciosamente y ante el Padre, nuestro sí. Cuando dijimos que sí, el plan se actualizó de forma diferente.
Sinceramente, Ella estaba clamando por Sus hijos de la consciencia indígena.
Entonces, finalmente llegó el momento en el que nos pidió que nos acercáramos a la Fuente, y por un lapso de tiempo Ella desapareció y luego volvió a aparecer sobre la Fuente.
Ahí, Ella nos pidió que oráramos el Ave María y, en ese momento, apareció rodeada de un coro de ángeles más numeroso que las personas presentes, y que cantaban alabando a Dios.
En ese momento, Ella llevaba un velo blanco, una túnica rosa y un manto celeste.
Entonces, abrió Sus Manos hacia abajo, irradiando Luz. En ese momento, Ella comenzó a hablar con el Padre, y lo que repetimos como oración fue lo que Ella le decía.
Durante la bendición aconteció otro hecho importante. Comenzaron a caer del Cielo dos grandes llaves doradas, que eran grandes y estaban cruzadas entre sí.
Esas llaves comenzaron a descender y bajaron sobre los que estábamos presentes. Entonces, durante la oración, Ella hizo otra bendición.
Cuando los ángeles estaban presentes, rodeándola y cantando, Ella hizo otro movimiento. Comenzó a sacar muchas rosas de abajo de Su Manto y, de una forma muy alegre y desconocida, comenzó a derramar esas rosas sobre todos.
Con un gesto muy maternal y alegre, miraba con Su Rostro hacia abajo. Y, de esa forma, estaba dando un agradecimiento por toda la tarea acontecida.
Luego, comenzó a elevarse hacia el universo y, en un punto del horizonte, Ella desapareció.
Madre María Shimani de Montserrat:
A todos, muchas gracias por estar aquí.
Ahora, vamos a repartir las naranjas con la energía de nuestra Mamá. Hay para todos, por lo menos una naranja para cada uno.
Y los vamos a seguir convocando para venir a orar, como vinimos en estos días, porque realmente sucedieron cosas increíbles. Así, vayan en Dios.
Vamos a cantar: “Bendita, Tú eres”.
Queridos hijos:
Hoy les pido que sus corazones no pierdan la Paz que Mi Hijo les está entregando a través de Mi Presencia Maternal.
Hijos Míos, abriendo Mi Corazón Perpetuo e Inmaculado, les pido que ingresen a él para que Yo los pueda elevar como consciencias hasta los brazos del Creador.
Hoy es un momento para que sus vidas se recojan en el Corazón de Dios mediante el ejercicio imperioso de la oración del corazón. Todos ustedes, Mis queridos Hijos, son corresponsables de Mi misión mariana aquí en la Tierra, por eso, les pido no solo que abran sus corazones para Mi llamado, sino también para Mis pedidos por la salvación de las almas de Dios.
Que vuestras vidas en estos tiempos, puedan representar el camino que Cristo caminó aquí en la Tierra. Por eso, queridos hijos, es importante que todos ustedes permanezcan bajo la Luz del Espíritu Santo, porque ha llegado el momento de aprender a amar, perdonar, aceptar, donar y fraternizar sus vidas con cada uno de los corazones en el mundo, también con aquellos corazones que ustedes desconocen.
Todos, como humanidad, están dentro de la gran barca de Dios que, a punto de partir hacia el infinito, aguarda los últimos rebaños que son llamados a elevarse hacia los brazos del Creador.
Queridos hijos, este llamado que Dios Me ha encomendado realizar a través de Mi venida mensual tiene un motivo espiritual que, a lo largo del tiempo, Mi Corazón de Paz está construyendo dentro de vuestras pequeñas moradas.
La vida de oración permitirá que sus corazones se unan entre sí, y, sobre todo, se unan en el llamado que Mi voz les pronuncia día a día. El nuevo tiempo aún no ha llegado para Mis hijos; mucho se debe perdonar y reconciliar desde el corazón. Pero, sí, Mis pequeños, llegó el momento de la Buena Nueva que Yo les traigo para que sean partícipes del Reino de Dios.
Hijos Míos, la promesa es para todos cuando solo digan “sí” al Paraíso.
¡Les agradezco!
Gracias por responder durante estos días a Mi llamado por la humanidad.
María, Madre de a Divina Concepción de la Trinidad
Un día como este once de agosto pero del mes de febrero de 1858 en Lourdes, Mi Inmaculado Corazón trajo a este mundo el Manto Universal de la Cura para todos Mis hijos. A Mi hija Bernarda le pedí que cavara la fuente para que todas las generaciones se sirvieran de ella en la unión amorosa que todas las almas deben buscar con Dios.
Hoy, en estos tiempos de grandes definiciones, Yo los acompaño desde hace ya cinco años, los contemplo y solo les pido que sean inagotables fuentes de oración.
Queridos hijos, aún el mundo no se ha postrado a los pies del Creador y, como Madre de la cura del alma, les pido que continúen orando, orando con el poder del amor de cada uno de vuestros corazones. Eso permitirá que el Universo de Dios actúe sobre todas las consciencias, aún más sobre todas aquellas que necesitan de la Luz Redentora de Mi Hijo.
Queridos hijos, Yo los invito de manera especial en este once de agosto, a convertir vuestra vida en un estado de oración, en un nuevo proverbio de Luz que pueda irradiarse hacia la humanidad.
Yo los conduzco por los nuevos caminos de los pastores, pastores a los que ustedes deben amar y respetar, porque Mi Hijo los eligió para que proclamen el Reino de Dios.
Queridos y pequeños hijos, está llegando el tiempo de unir lo que la consciencia de todos Mis hijos ha separado a lo largo del tiempo. La única religación para todas las almas es el Corazón Divino de Mi Hijo, porque es en Mi Hijo que podrán hallar la Paz y el Perdón de Dios que muchos necesitan.
La humanidad prosigue por el camino de las ofensas y eso repercute en la vida del espíritu; por eso, como Intercesora de todas las almas, los llamo a orar con el corazón para que más Luz pueda encenderse en los que caminan por las penumbras.
Mi Hijo es la Luz del mundo y ustedes son posibles chispas del brillo eterno de Su Sagrado Corazón.
Hijos Míos, es momento de que a través de la oración, levanten los brazos y clamen por Misericordia para que el Universo Creador pueda transformar todo lo que aún la humanidad no logra cambiar.
Sepan, todos Mis pequeños, que están en el último tiempo de Misericordia, y tal como fue anunciado por Mi Hijo al mundo: llegará el tiempo de la Justicia Divina. Amen la Ley para poder amar el Universo de Dios. Recuerden los mandamientos, renueven vuestros votos con el Creador.
Yo los guío, los coloco cerca de Mi Hijo.
¿Aceptan la venida de Su Reino?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Sigan orando todos los días porque la súplica de la humanidad está siendo escuchada.
Hijos Míos:
Con todos ustedes en el centro de Mi Inmaculado Corazón, hoy los llamo a que se preparen mediante la vigilia de oración, vigilia a la que todos Mis niños están siendo llamados a realizar mañana, día 11.
Queridos hijos, Dios está recibiendo de todos ustedes verdaderos impulsos de amor. Los invito a continuar orando por todo el mundo. Mi Inmaculado Corazón eleva las plegarias de todos Mis hijos, y Dios, en Su Infinita Misericordia, contempla el amor de todos Sus hijos.
Queridos hijos, ¡sigan adelante!, ¡sigan adelante y no detengan el arte victorioso de la oración! Este es el tiempo de compartir, vuestra oración equivale a la caridad de muchas manos. Con la llegada de Mi Hijo todos podrán ser tocados por la Misericordia del Redentor.
Es momento de difundir la importancia de orar con amor por la redención de todos Mis hijos. Ustedes, pequeños Míos, han recibido el mayor instrumento de parte del Universo de Dios y este instrumento se llama “oración del corazón”.
Y hoy extendiendo Mis brazos misericordiosos y Mi Manto de Luz sobre todos los que lo necesitan, les pido que continúen por el camino cristiano que desde sus corazones se está construyendo.
Mi Hijo, bajo la Suma Gloria de Dios, los contempla con Sus Ojos de compasión. Él los invita a obrar por la Paz Celestial y, en nombre de esa Paz Celestial, es momento de ayudar al mundo, a los Reinos y a la humanidad.
Que el Espíritu Santo sea la llama de la sabiduría en el corazón de todos Mis hijos. Siempre y cuando Me lo permitan, Yo los acompañaré porque los amo.
En el Amor Misericordioso, ¡alabado sea el Redentor!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Que la confianza sea la próxima meta espiritual que vuestros corazones puedan irradiar como dignos hijos de Dios. Pequeños Míos, que esta confianza entre las criaturas y el Dios Supremo sea la nueva alianza redentora para toda la necesitada humanidad.
Hijos Míos, hoy los llamo a fortalecer, mediante la oración, esta misma alianza que Mi Hijo estableció entre Su Sagrado Corazón y Dios. Queridos hijos, que este propósito para vuestras vidas sea el motivo de vuestra presencia en la Tierra; de modo que, si mantienen encendida esta llama espiritual de Dios, muchas necesitadas criaturas podrán ser auxiliadas en el tiempo final por los Grandes Ángeles del Señor.
Queridos hijos, es importante que consideren en vuestras vidas lo siguiente: construir en vuestra morada la unión perfecta entre el alma y Dios. Y esta insondable confianza comenzará a través de la acción del amor, un amor que Mi Hijo les enseña a vivir en vuestra vida, un amor reparador y redentor. Por este motivo, hoy los invito a abrir vuestros corazones ante la Luz del Creador, Luz que está siendo vertida sobre todos Mis hijos de la humanidad a través de Mi Presencia Maternal entre ustedes.
Hijos Míos, que vuestros corazones se enciendan nuevamente con alegría, en gratitud para que vuestras vidas puedan estar eternamente en el Señor.
Hoy los llamo a vivir en esta confianza, ya que ella los llevará hacia la fe, y la fe los mantendrá en la devoción a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús. Que Nuestros humildes Corazones sean, para vuestra vida, esencia de perdón y esperanza en los momentos que vivirá la humanidad.
Si la oración fuera la Luz en todas las familias de la humanidad, ellas se tornarían familias sagradas, miembros de la Fraternidad en estos tiempos.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
A pedido de la Madre Divina, el mensaje para este día es el de la Aparición del 8 de agosto de 2012, ocurrida en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay.
Éste mensaje aún no está disponible en el Website.
Les pedimos a todos los hermanos y hermanas que siguen el Website Voz y Eco de la Madre Divina, aguardar pacientemente la transcripción del mensaje, que estará disponible lo más prontamente posible.
En el segundo día del Encuentro de Oración en Aurora, un grupo de mil cien personas se reunió en oración en el Jardín de María, donde se encuentra el naranjo de las Apariciones, a la espera de la Madre Divina.
Madre Shimani hizo una pequeña introducción.
Madre Shimani: Bienvenidos a la Celebración de los cinco años de Apariciones con nuestra Madre Divina. Hemos hecho un gran recorrido en estos cinco años y que solo podría haber sido realizado bajo la guarda de nuestra Madre. Todo esto que ustedes pueden disfrutar hoy (se refiere a Casa Redención) es obra de Su Amor. Lo único que nosotros podemos hacer es agradecer a Dios la posibilidad de que Ella esté con nosotros guiándonos, dando este impulso para nuestra humanidad.
Esperamos que todos puedan abrir su corazón y recibir todas las Gracias que Ella tiene para cada uno de nosotros.
Hoy es un momento muy importante, como vimos en la noche de ayer en la apertura del Encuentro. Este 8 de Agosto, en el que se inicia una etapa de este final de ciclo de 2012, estamos en los últimos momentos en que la Divinidad intenta colocar en nuestras consciencias, códigos de luz que nos asistan y colaboren con nosotros en los momentos de transición. Por eso es tan importante lo que vamos a vivir; a pesar de que no tenga nada fenomenológico, es un evento espiritual sin precedentes. Necesitamos colocarlo en nuestro corazón y dejar que nuestro espíritu se adhiera a la energía de la Madre Divina, y así, en los planos internos, muchas cosas pueden suceder.
Ahora vamos a orar y a cantar, y a medida que pasa el tiempo percibiremos como se va consolidando esto que construiremos, que es una condición, y lo podemos imaginar como un camino de luz que va desde aquí hasta los Cielos, un camino por el cual la Madre llegará con todos Sus ángeles para transmitirnos algunas cosas, en una fecha tan importante como la de hoy.
Comenzó el trabajo de oración que se prolongó, más o menos, por una hora y media. En el último cántico, mientras todos entonaban “Misericordia, ¡oh María!”, la Madre Divina apareció sobre el naranjo. Fray Elías y Madre Shimani se colocaron de pie y se aproximaron a la Ella. Mientras todos cantaban se escucharon 33 campanadas.
Después de un largo tiempo, se pidió para guardar silencio y se volvieron a escuchar 33 campanadas más.
Fray Elías solicitó, a pedido de la Madre Divina, que dos monjas se aproximarán al árbol y se colocarán junto a él y a Madre Shimani. Estas hermanas participaron de la primera aparición que la Madre Divina hizo el 8 de agosto del año 2007.
La Madre Divina transmitió un pequeño mensaje a ese grupo, pero antes pidió que hicieran la siguiente oración algunas veces:
Venid Jesús,
venid a nuestra vida,
y Sé el pan de Vida Eterna.
Amén
Fray Elías: La Madre Divina dice:
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Fray Elías transmite al pequeño grupo algunas que está al frente las palabras que la Madre dice, y luego de algunos minutos se inicia la transmisión del mensaje.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Hoy estoy aquí para celebrar la comunión con el Rey del Universo. Por este motivo hijos Míos, hoy les agradezco por su respuesta.
Mi Corazón maternal está con cada uno de ustedes y eso significa que el Reino de Dios está en el planeta, más aún en aquellos que necesitan de la Luz Celestial.
Queridos hijos, hoy no conmemoran Mi Presencia, sino la presencia de Dios en sus corazones. Hoy los invito a recordar esa presencia permanentemente; esa aspiración los fortalecerá para el tiempo que llegará.
Querido hijos, hoy también los contemplo desde Mis oraciones; el Señor ha escuchado también todas sus plegarias. Esta es una respuesta muy positiva para este tiempo final, y muchos de Mis hijos están siendo ayudados en este mismo momento.
Ustedes hoy están dentro del Reino de Mi Paz, así como otros de Mis hijos; por ello los invito, en este tiempo, a persistir en la oración.
Con inmensa alegría, queridos hijos, nuevamente les digo: ¡Les agradezco! ¡Les agradezco! Que Mi Paz eterna esté en sus corazones para que Yo pueda hacerles encontrar con Cristo. El Rey del Universo los espera a cada día, por eso no solo abran sus corazones, sino también sus brazos para recibir la luz que viene desde Él y que con amor esta donando al mundo.
Hoy dejo a ustedes una señal, un símbolo para la eternidad: el rebaño de Mi Hijo. Cada uno de ustedes forma parte de ese rebaño, incluso aquellos que se distancian día a día de Él. Mi tarea maternal es hacerlos retornar a Cristo. Cada una de sus oraciones cuenta para esa salvación. Contemplen esto como algo cierto, por que Dios siempre los escuchará cuando vuestras plegarias sean verdaderas y nazcan del corazón.
Hoy los estoy invitando nuevamente a la oración, a continuar orando por el mundo; el mundo lo necesita y ustedes lo saben. La Gracia que hoy les estoy entregando, no la conocen, por que ella nace desde el corazón. Esa Gracia que Yo les quiero enseñar se llama Amor de Mi Hijo, Amor Redentor y Amor Salvador.
Queridos hijos, continúen por este camino para que en muchos años más sus vidas se transformen en el ansiado templo, donde Dios espera entrar.
Estoy contemplando en este momento a muchos que necesitan de ayuda y a todos ellos les dijo: oren, oren con el corazón, porque estarán en comunicación Conmigo y Mi flor maternal, la oración de todos Mis hijos será colocada a los pies del Señor para que así Yo pueda interceder y a su tiempo los pueda ayudar.
Confíen en lo que están haciendo, no teman transformar sus vidas; teman sí a no poder consagrarlas al Señor. Eso es lo que Yo les pido: una sana transformación que nace desde el corazón y que se expresa como un instrumento precioso en la vida de todos Mis hijos que necesitan mucho de Dios.
Por eso Yo, como mediadora de las almas, los invito a estar en Mí, para que Dios pueda estar en ustedes. Quiero que sigan peregrinando Conmigo mediante la oración, mediante el perdón entre ustedes y sobre todo, en el amor, que en este tiempo tan importante debe prevalecer en sus vidas y en sus esencias.
En este día, traigo a todos la contemplación a Mi Inmaculado Corazón, el que los podrá iluminar en cada decisión de sus vidas y en cada paso que ustedes se animen a dar en la consagración del corazón.
En las palabras simples, queridos hijos, se encuentran los grandes misterios. Sepan que a lo largo de todo este tiempo, y de la misma manera que Mi Corazón lo hace en Medjugorje, Yo les quiero enseñar cómo estar en Dios a pesar de las circunstancias de la vida, confiando en lo desconocido, en aquello que ustedes no pueden tocar pero que si, está al alcance de Dios.
Queridos Hijos, confíen en eso que es desconocido, para que la verdad se pueda expresar en vuestras vidas, verdad que se llama fe y que los elevará hacia lo Alto.
Hoy estoy con ustedes y estoy con el mundo, derramando Mis Gracias silenciosamente. Abran sus manos y sus corazones para que el palpitar de Mi Inmaculado Corazón, sea la llama que flamee eternamente en vuestro interior.
Ahora, en este tiempo de definición, Yo les pido que se reúnan y oren Conmigo, para que Mi Corazón los pueda guiar y la llama eterna de Mi Hijo, Su Sagrado Corazón, los pueda acompañar en cada paso que ustedes den en esta vida.
El silencio les promete un conocimiento mayor de la esencia de Dios, por eso el silencio, queridos hijos, es también oración.
Hoy vengo aquí para absolverlos y abrirles la puerta del Reino de Mi Padre. Oremos:
Fray Elías: Vamos a repetir la siguiente oración que la Señora está enseñándonos en éste momento, es una oración muy simple.
Escúchame Redentor, por que confío en Ti.
Amén
Se realiza la oración varias veces, frase por frase.
Fray Elías: La Señora está diciendo:
Mi escuela de oración, les enseña a orar con determinación. Coloquen vuestros espíritus en las palabras, para que ellas puedan ser escuchadas.
Fray Elías: Ahora Ella nos pide que oremos todos juntos, al mismo tiempo.
Escúchame Redentor, por que confío en Ti.
Amén.
Se realiza la oración varias veces más.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Recuerden que las oraciones y el canto abren los Cielos para que la cura de Dios descienda.
Ahora, en agradecimiento a cada uno de ustedes, derramaré un poco más de Mi luz, para despedirme.
Madre Shimani: La Madre Divina está pidiendo que cantemos “María, Virgen Madre”.
Todos cantan por un largo tiempo, hasta que se pide silencio y Fray Elías continúa con la transmisión del mensaje.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Sepan que, como Madre, Mi mayor propósito es la Paz en todos Mis hijos.
¡Les agradezco!
Y recuerden que nunca deben separarse de Dios, búsquenlo en sus corazones, porque Él vive allí.
Gracias, queridos hijos.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
* Fin de la Aparición *
Madre Shimani: Como hacemos siempre después de cada Aparición, vamos hacer un breve relato de todo lo que sucedió durante la oración y durante la Aparición. Aquellas cosas que ustedes no escucharon, aquellas cosas que la Madre le explicó a Fray Elías.
Les quería comentar, que la Madre llamó primero a dos hermanas que participaron con nosotros aquí, porque ellas formaron parte del grupo que recibió a Nuestra Señora por primera vez hace 5 años, el 8 de agosto del año 2007. La Madre nos pidió algunas cosas y nos invito a estar más unidos a Ella, con algunas otras tareas. Nos pregunto si aceptábamos y nosotros le dijimos que sí; fue un momento muy fuerte para nosotros. Trajo muchos recuerdos de cómo, de forma tan simple, nos reunimos en aquel tiempo y estuvimos con Ella por primera vez. Como lo que hablábamos ayer, en la apertura del encuentro, de dar un paso hacia lo desconocido. Ella nos dijo algunas cosas: que esta manifestación era un poco la respuesta a eso que entre todos los que estamos aquí, hemos llevado adelante, confiando en Ella y Ella en nosotros.
Fray Elías: Con sinceridad para mi fue la Aparición de la alegría, porque Ella estaba muy hermosa.
Durante la preparación hubo algunos movimientos que queremos relatar. En un momento, se manifestaron en el Cielo varias coronas de estrellas doradas. En otro, hubo una gran asistencia de los ángeles custodios a todos los presentes; los ángeles liberaron muchos nudos que existían alrededor de las personas, se veía cuerdas con varios nudos que, con mucha delicadeza, eran desatados.
También, durante la preparación, tuvimos la visita especial del Maestro, de Cristo, como el Sagrado Corazón de Jesús, que vino acompañando a Nuestra Señora. Él traía en Sus brazos una representación del planeta Tierra. Él mostró el planeta e indicó con Su mano izquierda algunos continentes, especialmente el Continente Americano, el cual se veían iluminado por una energía dorada. Explicó que la tarea de oración permitió que este continente se encendiera. En ese momento nuestra Señora desapareció para que Cristo hiciera una tarea especial con nosotros. Él abrió el Reino de los Cielos y una energía de color celeste comenzó a descender sobre Su cabeza como una gran columna de luz. Esa columna se expandió, irradiando su energía a todos y tocó todo este lugar y otros lugares.
Luego Nuestra Señora apareció nuevamente. Ella descendió desde los Cielos con muchos ángeles custodios e imprimía en nuestras consciencias la imagen de Su Glorificación, pero en este momento en vez de elevarse, Ella descendía hacia nosotros haciendo también descender esa luz desde los Cielos. Dos de los ángeles custodios, que estaban junto a Ella, traían cada uno un cáliz.
Con esa imagen comprendimos que se estaba llevando adelante una Ceremonia, una Comunión interna con Su consciencia.
En cierto momento Ella indicó a los ángeles que se ubicaran en distintas partes del campo.
Nuestra Señora vino vestida de Blanco, pero en tres momentos cambió de atuendo. El primero era blanco, el segundo era rosa y el tercero era gris. El gris apareció al final, cuando Ella hizo la bendición con Su luz.
Cuando nuestra Señora llamó a las hermanas que habían participado de la primera Aparición en el año 2007, Ella nos solicito que oráramos una pequeña oración. Luego transmitió algunas palabras y pidió que no hubiera micrófono pues estaba dirigiendo esas palabras para las hermanas. En otro momento cuando hubo un ruido del micrófono, le pedimos perdón y Ella respondió diciendo:
No se preocupen porque Mi mensaje no será alterado. Permanece en Paz.
Fue más o menos eso.
Madre Shimani: Vamos a agradecer cantando la canción que entonamos aquella noche del 8 de Agosto de 2007 “La Mujer que nos guía”.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz en el corazón de todos Mis hijos! Vengan a Mi Reino porque en ese lugar de amor y de paz Mi Inmaculado Corazón los curará. Abran vuestros brazos y reciban desde Mi Corazón la llama que los iluminará para recorrer el nuevo camino junto a Mi Hijo, camino que se llama Redención.
Queridos hijos, que sus corazones se alegren porque Mi Paz Inmaculada está con cada uno de vosotros. Sabedlo bien, todas vuestras oraciones cuentan mucho en el universo, aún más las oraciones que nacen desde la esencia del corazón.
Hoy les pido que cada día Me aguarden en oración. Si así fuere, Mis ojos misericordiosos los contemplarán preparando la salvación de todas las esencias de Dios.
El mundo aguarda vuestras oraciones, y Mis hijos que no oran, también. Por eso, contemplen con Misericordia a cada uno de los Reinos creados por las Manos sabias de Dios y sepan que ellos necesitan de todos Mis hijos que están sobre la Tierra.
Ustedes, queridos hijos, poseen la llave primordial de la oración del corazón, la que abrirá las Fuentes de los Cielos para que más Misericordia descienda. Hijos Míos, ustedes tienen en vuestras manos la posibilidad de tomar la decisión de una vida nueva. Mi Hijo Jesús, el Sumo Guardián de todos los corazones, los espera para que, unidos en vigilia y en oración, ayuden al corazón de todas las almas que están sordas y no escuchan la voz de Mi Corazón.
Les agradezco por vuestra persistencia. Caminen hacia la Luz olvidando, con amor, el pasado para que vuestro espíritu pueda renacer.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Al abrazar al mundo entero e irradiar la Luz de Mi Inmaculado Corazón, hoy les pido: multipliquen la vida de oración para que ella sea el condimento en vuestra vida y despierte el amor por la oración en aquellos de Mis hijos que aún no oran.
Ustedes, Mis pequeños, a lo largo de estos casi ocho meses de instrucciones diarias, han sido invitados a ser partícipes de la escuela de oración, y ahora les pido que ella sea el verdadero motivo para vuestra vida y la vida de muchas almas.
Ustedes son llamados a ser ejemplo de la vida de oración, de manera que, ella nunca deberá faltar en vuestro día porque la oración es el diálogo permanente con Dios, el Creador. La oración es la relación fraterna con el Sagrado Corazón de Jesús. La oración es el camino para que cada uno de Mis niños encuentre la paz para el corazón.
Sin oración diaria el mundo no puede ser reparado, por lo que cada encuentro con la vida de oración los llevará a un estado de reverencia y amor por el Infinito, el Dios Altísimo. Si el mundo, en su totalidad, escuchara Mi llamado, la Gracia perdonaría muchas de las causas que condicionan el caminar de muchas almas.
Por eso, hijos Míos, vuestro esfuerzo en la vida de oración representará, para los Cielos, el triunfo de los ángeles en la Tierra.
Queridos hijos, en este día y en estos tiempos de importante definición, Yo les digo: guarden un momento para Dios porque Él aguarda encontrarse con cada uno de ustedes.
En ustedes, Mis niños, está la llave para abrir la Puerta de los Cielos y esa llave se llama Voluntad. Como Madre de la Esperanza, estoy aquí para mostrarles cómo abrir el cofre puro del Corazón de Dios.
¡Cuento con ustedes!
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Con alegría envío Mis bendiciones a todos Mis hijos de Argentina que, con suma bondad, aguardan Mi llegada maternal a esa nación el día 18 del presente mes. Esta es una fecha mariana que conmemora el aniversario de Mi descenso misericordioso sobre Aurora, acontecido en la mañana del 18 de agosto de 2011.
Queridos hijos, con sus corazones en celebración, hoy los invito a preparar vuestras moradas para recibir el Corazón Misericordioso de Mi Hijo. Sé que muchos de ustedes ya están cansados por tan larga caminata, por lo que hoy los coloco bajo Mi Manto Restaurador para que sus almas siempre den el “sí” a la Voluntad de Dios.
Los invito a recordar la importancia de obrar en el amor, el Amor de Jesús, de esa manera ustedes sabrán extender Sus brazos para dar y ser caritativos con todos, sin fronteras ni tiempo.
Queridos hijos, por ese motivo, y contemplando la ignorancia en el mundo, los invito a la oración por toda la humanidad. Quiero, cada día, como Madre Misericordiosa, abrazar al mayor número de hijos.
Siendo Madre, conozco bien vuestras pruebas y vuestros aprendizajes de modo que, en este día, los invito a persistir en el Amor infinito de Dios.
Hijos Míos, es en la fuente de ese Amor transformador que Yo, diariamente, los invito a permanecer y, también hoy, los llamo a preparar Mi llegada con alegría y gozo para el próximo día 8. Recuerden que celebraremos las Gracias que Dios Me permitió derramar sobre todos Mis hijos, además de las Gracias de Amor y de Perdón que Yo podré irradiar como Rayos de Luz a muchos hijos más.
Ustedes están en Mis brazos, hoy solo les pido que no desciendan de ellos porque Yo quiero entregarlos a Jesús, el Redentor.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Paz Eterna libera y perdona a las almas de todas sus faltas.
Queridos hijos:
Derramando hoy la Gracia del Perdón, les pido: ¡oren con el corazón!, y con todo el amor que Dios, a lo largo de vuestras vidas, depositó en cada uno de ustedes.
Hijos Míos, vivan en la Fuente de la Gracia que Dios Me concedió para que, por amor y por vuestra redención, yo derrame sobre toda la humanidad.
Por eso, queridos hijos, oren con constancia y fe para que los Ángeles Custodios del Señor los guíen por el nuevo camino hacia la fraternidad.
Hoy los invito a convertir vuestras vidas en una rosa pura.
¡No teman, Yo estoy con ustedes!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Los espero todos los días para que, en grupos de oración, recen el rosario pidiendo Luz para el mundo y paz para todos Mis hijos. Los espero en oración para que, junto a Mí, contemplen la Faz Luminosa y Redentora de Mi Hijo.
Como soy Madre de la humanidad, los llamo a fortalecer los grupos de oración mediante la oración del corazón y a través de la lectura de Mis palabras diarias.
Queridos hijos, quiero que por medio de la oración, confíen en la existencia y en el poder de la Divina Misericordia. Son invitados a permanecer muy cerca de Mi Hijo para que Él, como Sacerdote Mayor, los bautice con Sus Dones de Paz.
En estos tiempos, son contemplados desde los Cielos y Mi lluvia de Gracias aguarda despertar en el corazón de todos Mis hijos. Para que eso suceda, los invito a profundizar en el camino de oración, ya que Dios Padre quiere colmar a todas las almas con Sus Misericordias.
Yo los acompañaré como Guardiana de las almas y como Maestra de la oración. Todos Mis pequeños niños son llamados al tiempo de la reparación del espíritu a través del poder de la oración.
Tengan absoluta fe y, bajo el Espíritu Santo, caminen en dirección a Mis brazos. Yo los confortaré como conforté una vez a Jesús. ¡Yo los amo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Guarden Mis Palabras Maternales en sus corazones para que nunca olviden que ellas vienen del Señor. Despierten en ustedes el Sagrado Espíritu de Dios, y que vuestras vidas sean una gran paloma de Luz que transmite paz a los que no la tienen y fe a los que la han perdido.
Queridos hijos, ustedes son Mis Misioneros de la Paz. Esto deben recordarlo bien, esta es una misión de paz y de redención que Mi Inmaculado Corazón los invita a vivir día a día.
Sepan que Yo estoy aquí porque los amo, y Mi Hijo Jesús Me envía al mundo como mediadora entre las almas y Dios Padre. Yo soy la Llama Maternal del Amor y del Auxilio y quiero enseñarles a no perder tiempo en los actos normales. Cada nuevo día, vuestro espíritu debe colocarse delante de la Voluntad de Dios para que sus corazones reconozcan que son llamados a vivir en el eterno Reino de Dios.
Queridos hijos, con suprema compasión por Mis hijos, a quienes contemplo entre Mis manos, hoy los invito a reconocer la importancia de una oración sincera que pueda socorrer con su Luz al mundo entero. Ustedes, Mis pequeños, son llamados a ser nuevos discípulos de Mi Hijo, son llamados a unir el Cielo y la Tierra a través de una honesta oración del corazón.
¡Es momento, Mis pequeños!, ¡ya es momento de que abran vuestros brazos y reciban la Gracia Maternal que Mi Corazón de Paz está derramando! Muchos de Mis niños que forman parte de la humanidad pierden el tiempo precioso de sus vidas inmersos en la ilusión. Yo los llamo con la Voz de lo Alto a la reflexión para que sus corazones puedan resplandecer en el Trono de la Eternidad de Dios.
Sépanlo bien, Mis queridos hijos, que los necesito a pesar de todo, porque Mi Hijo está llegando y Él tocará cada corazón antes de ser llamados en consciencia. Los invito a la sincera preparación de vuestras vidas mediante la oración.
¡Despierten, Mis pequeños!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En Jesús hallarán el verdadero camino hacia la paz. Por eso, queridos hijos, abriendo Mis brazos misericordiosos hoy les pido por sobre todas las cosas: vengan a Mí, porque si así lo hicieren, Mi Inmaculado Corazón los ayudará.
Hoy, en especial, abro Mi Manto Protector para que cada uno de Mis hijos, a través de la oración del corazón, se coloque bajo Mi Manto para que los Rayos de la Luz Eterna de Dios los ilumine y pueda mostrarles el justo y santo camino que ustedes son invitados a recorrer, imitando a Mi Hijo que lo recorrió una vez por toda la humanidad.
Queridos hijos, encuentren la fuerza en la fe y en la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Quiero hacerlos renacer como Jesús hizo resucitar al hermano Lázaro. Queridos hijos, ha llegado el momento de caminar para que ustedes puedan ver la Luz Eterna de la Divina Misericordia que Mi Hijo les quiere entregar.
Sigan adelante y no pierdan tiempo porque Mi Hijo los necesita fuertes y valientes como el vuelo de las aves en el amanecer.
Queridos hijos, hoy los invito a orar por la Luz en el corazón. Yo los llamo a permanecer en la alegría, pues eso les permitirá despertar la presencia interna del Espíritu Santo en cada uno de ustedes. Conozcan a través de la oración los Dones del Espíritu Santo.
¡Quédense en Mis brazos! Confíen en la entrega que Mi Corazón les hace en este día.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más