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La constancia y la perseverancia, hijos, serán sus aliadas en este tiempo de transición. Deben tener siempre presentes estos atributos, que surgen de la Fuente del Rayo de la Voluntad de Dios.
Ser constantes en la oración, en el servicio, en la fraternidad, en la mansedumbre, en la compasión, en la fe y en la misericordia los llevará siempre a transformar, cada día, un poco más la condición humana.
Ser perseverantes en las metas que se colocan y en el propósito que establecen de no caer en las mismas distracciones, tentaciones y errores, consolidará la transformación en su interior, en los niveles más profundos de su consciencia, y no permitirá que, en el último instante de su probación, como parte de la humanidad, caigan en pruebas que ya parecían estar superadas.
Clamen por esta Gracia ante Dios, de que a través de Su Voluntad y de Su Poder, sean constantes y perseverantes en el cumplimiento de Su Ley.
Aún están a tiempo de construir en el propio interior, en los niveles inconscientes del ser, una fortaleza verdadera que los sustente y ampare en los tiempos en los que la humanidad, como un todo, solo encontrará equilibrio en Dios y en la fortaleza sobre la roca erguida en el propio corazón.
Ejercítense en las pequeñas cosas. Vigílense a sí mismos y así siempre encontrarán la paz.
Escojan el Amor de Dios y no las cosas del mundo.
Pidan la Gracia y el auxilio del Cielo y cada día hagan su propia parte.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Oración por la Nueva Vida
Que el despertar se dé en los corazones
y en las consciencias
de los que se comprometieron
con la renovación del Amor de Dios.
Que la oración sea el Agua Viva
que mantiene a los corazones limpios,
a las mentes en paz y a los espíritus puros
para responder al Llamado Celestial.
Que el servicio sea la antorcha
llevada para encender a los corazones
que perdieron la esperanza,
y que él los renueve en el amor, en la fe
y en la alegría de estar con vida.
Que el conocimiento sea el motivo
de la constancia de los seres
en el Plan de Dios,
porque la Sabiduría los vivifica y los fortalece,
en bases verdaderas para llegar al Padre.
Que la vida fraterna sea el sustento y la fortaleza
de los que aspiran a participar del Nuevo Mundo,
pues saben que todo solo se construye
amando al prójimo, en unidad.
Que el amor a los Reinos de la Naturaleza sea una señal
de que la redención se cumplió
y de que los Mil Años de Paz
comienzan a manifestarse en la Tierra
que, digna de un nuevo nombre,
retorna al Corazón de Dios.
Que así sea.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cree, hijo Mío, en el poder salvador y redentor de Mi Divina e Insondable Misericordia, ya que esa Fuente es capaz, no solo de purificarte y de liberarte, sino también de aliviarte y de curarte.
Cree en los prodigios de la potentísima Fuente de la Misericordia, ya que ella puede renovarte e impulsarte a alcanzar el camino de la rehabilitación.
Cree en las maravillas que puede hacer Mi Misericordia, no solo en tu vida, sino también en cada lugar y en cada situación que se presente.
Afirmando el poder de la Misericordia de Mi Corazón en tu vida, podrás reencontrar el camino hacia el principio fundamental de tu origen esencial y espiritual, y así estarás retomando el sentido de haber venido a la Tierra.
No importan los errores o las fallas; lo que importa es tener la constancia de trabajar todos los días para poder trascenderlas, para que la gracia pueda descender.
Anímate a entregarte a Mi Divina Misericordia. Es hora de sentir que todo se puede y que todo se logrará en la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Quien sea verdadero de corazón y no quiera nada para sí mismo, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Quien no cambie regularmente de ideas y sea leal con sus hermanos, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Por esa razón, Yo necesito su confirmación para que el Plan de Redención continúe desarrollándose en la consciencia de la humanidad.
Participa de Mi Espíritu de lealtad y de amor para con tus semejantes, así como Yo Soy con cada uno de ellos.
Recibe este impulso para alcanzar el espíritu de la lealtad, para que las viejas costumbres del ayer no influyan en la sana relación de amor y de hermandad que deberá despertar entre los espíritus servidores de Mi Palabra y de Mi Mensaje.
Anímate en este tiempo a trascender los límites de la consciencia y a colocar al planeta en el lugar que le corresponde.
Que el motivo sea el amor renovador.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo e hija:
No busques la perfección de la vida tan rápidamente. Permite que el servicio y la donación constante de sí sean los que te lleven, algún día, a encontrar esa perfección.
Deja que la humildad gobierne toda arrogancia y que la estricta obediencia rija cualquier tipo de control humano; así conseguirás aproximarte un poco más a la esencia de la perfección.
Confía que con el despojamiento de ti mismo permitirás que otros principios sagrados actúen en tu vida, como la renuncia, el anonimato, el silencio y el sacrificio, virtudes que te ayudarán a construir lentamente ese camino a la perfección.
Mientras tanto, agradécele a Dios por cada prueba o dificultad vivida.
Agradécele a Él por enseñarte a superarlo en el amor, hasta en los detalles más simples.
Comienza trabajando en tu camino a la perfección con tu ardiente necesidad de servir a los demás y de donarte plenamente, para que el propio Espíritu Divino de la Gracia de Dios sea el que un día conciba en ti la consagración total de tu consciencia a la Voluntad Sagrada de Dios.
En ese día, y bajo esa circunstancia, estarás superando la dualidad para comenzar a vivir en la unidad definitiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Después de que todo se defina, algunos pensarán que Yo nunca estuve aquí y tampoco creerán que en estos últimos años Yo te he hablado directamente para que, a pesar de tus miserias e imperfecciones, le dieras a conocer al mundo que Yo ya estoy retornando.
Por esa razón mantente firme sin vacilar y confía en Mí, porque de Mi Corazón saldrán las palabras correctas cuando tú y algunos de tus compañeros tengan que atestiguar por Mi causa. Pero en ese momento, y en esa hora, todo ya estará dicho y el mundo estará en el ápice de su gran y última purificación.
Por eso, desde ahora, no te lamentes ni te acongojes. Todos los que Me sirven, por alguna razón, deben ser probados en fidelidad, obediencia y amor, a fin de que en Mis siervos, en los que Yo he escogido, esté representada la transformación que hace Mi Palabra y el milagro que produce Mi Mensaje.
Mantente como hasta ahora, cerca de Mí, en simplicidad y amor, y dile a tus compañeros que hagan lo mismo, porque llegará la hora de proteger la Obra de los enemigos.
Los que se opongan conocerán el ardor mayor de Mi Fuego.
Los que se adhieran sin condiciones conocerán la maravilla celestial de Mi Amor.
Por eso sigue adelante por Mí y por nadie más; el mundo está lleno de personajes y a todos ellos les llegará el momento de desaparecer por estar llenos de fantasías e ilusiones.
Pero tú, que estás Conmigo y que por Mi Misericordia te he enseñado a estarlo, nunca dejes de darme a conocer.
Imítame, aunque no lo consigas, búscame, aunque no te llame, porque de esa comunión espiritual Conmigo te llegará la fuerza que necesitas para defender Mi Palabra y Mi Mensaje de los que intentarán desmentirlos.
Acepta los ciclos que están llegando y nunca dejes, ni por un segundo, de superarme en el amor. Así, por tu servicio, Me permitirás que Yo pueda conquistar la obediencia que espero de muchos más corazones desobedientes a Mí.
Hoy no te hago brillar ni como el oro ni como el diamante, eres la piedra más imperfecta que ha sido moldeada por Mí. Déjame seguir penetrando en lo profundo de tu espíritu, porque allí es en donde la Voluntad Suprema se realizará.
Sé un ejemplo de constancia, así como son algunos de los Míos.
Cree, por encima de todo, en lo que Mi amor puede hacer, así todo se transformará.
Seré tu aliento en los momentos de prueba. Seré tu esperanza en los días de gran oscuridad planetaria.
Yo Soy el que Soy.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primer Mensaje
Con Mi Rayo Celeste de Gracia irradio al mundo y espero de él una respuesta.
Aún en la paciencia de Mi Espíritu, espero una respuesta.
Y quisiera de Mis compañeros que, después de todo lo recibido durante los últimos días, no existan discordias, dudas o contradicciones entre los Míos ni entre los semejantes.
Porque lo que Yo les he dado durante los últimos días no se podrá perder; será su responsabilidad preservarlo y que esto tenga frutos en el futuro.
No es tiempo de pensar en sí, sino en lo que necesita el mundo y su humanidad, porque siempre ustedes fueron premiados con los tesoros del Cielo, más que muchas almas en el mundo.
Necesito lazos y alianzas profundas entre las consciencias que puedan soportar lo que vendrá y no teman a Mi Fuego, que todo lo purifica y todo lo trasciende.
Pero no podré penetrar en aquellos espacios de la consciencia en donde no Me lo permitan. No podré tener más tiempo para esperarlos, como en otros tiempos lo he hecho muchas veces.
Es hora de asumir lo que se ha recibido y de no desperdiciarlo.
La Instrucción que Yo vengo a dejar para el mundo es una Instrucción para la futura humanidad y eso comienza a partir de ahora, dentro de ustedes, con la certeza de estar haciendo el bien y de no destruirlo por nada.
Debe nacer de ustedes la convicción de cumplir Mis Leyes y de llevarlas adelante en este tiempo final. Así, Mi Rayo Celeste de Gracia podrá seguir descendiendo al mundo, porque tendré almas depositarias de Mi Luz en esta humanidad.
Aunque todo suceda y todo se desencadene, Yo seguiré trabajando por el mundo y por su humanidad.
Le pediré a los Rayos del Universo que sigan descendiendo en las almas para que se puedan desbloquear todos los tiempos y todas las formas, las estructuras y las resistencias.
Aún hay mucho por hacer y no hay tiempo. Eso es algo que muchos aún no comprendieron, y que la mayoría no lo ha aceptado, a pesar de haber sido dicho muchas veces.
No vengo al mundo para hablarles por medio de teorías o de filosofías, sino de palabras concretas que anuncian lo que sucederá. Por eso están en una preparación que no pueden dejar de vivir todos los días, a cada momento, a cada instante.
Mis Palabras no pueden ser guardadas en el inconsciente de este mundo, y menos de su humanidad.
Mis Palabras deben ser reflejo de una Obra que puede realizarse de época en época y a través de los instrumentos que Yo estoy llamando por su nombre.
Tal vez parezca difícil hacer todo lo que Yo les pido, pero si en verdad aprenden a estar en Mí, todo será posible, aunque no lo parezca.
Por eso su relación con sus hermanos debe ser impecable, libre de conflictos, libre de juicios de valor.
Debe ser una relación sana en el espíritu, para que esto se refleje en la consciencia y, así, sus consciencias puedan abarcar muchas más cosas que aún no abarcan.
Deben llegar al nivel que Yo les pido, y eso se alcanza con constancia y determinación, con una fe arrebatadora; así no dejarán atrás todas las necesidades que el Universo les presenta de tiempo en tiempo.
El legado que Yo vine a entregarles en esta última Sagrada Semana es un legado que no se volverá a repetir. Por más que les haya parecido el mismo, he entregado cosas diferentes, impulsos nuevos, corrientes del Universo desconocidas.
Para que puedan comprender la Ciencia en la cual Yo trabajo, que no es de esta Tierra, deben amar Mis Palabras una a una, por más que no las comprendan o no las puedan hacer parte de sí en este tiempo.
El amor es lo que permite irradiar el Propósito y cumplirlo al pie de la letra.
En el amor las cosas no se vuelven lejanas ni tampoco inalcanzables.
En el amor todo se entiende y todo se acepta.
No hay nada que el amor no pueda soportar; al contrario, el amor, por ser vivo y elevado, todo lo abarca.
Si hay discordias y conflictos entre Mis compañeros es porque Mi Amor no ha trabajado en ustedes, ni en lo más mínimo.
Deben aprender a soportar el fuego de la transformación que les traigo, porque es por un bien mayor que aún están por conocer.
La unidad entre ustedes permitirá que Mis opositores no se aproximen, ni siquiera para saber qué es lo que están haciendo o qué es lo que están cumpliendo en Mi Nombre.
No estoy diciendo que estarán libres de batallas o de desafíos, porque están aprendiendo a superar la dualidad de estos tiempos, como humanidad y como planeta.
Por eso no pueden perder las Enseñanzas que Yo les doy, no pueden dejar de buscarlas ni por un instante, porque allí existe el camino para estar en el verdadero bien y en la verdadera paz.
Los necesito asumiendo el Plan para el fin de los tiempos, el Plan de Dios, que es esta parte del Propósito que aún debe cumplirse en este planeta y con esta humanidad.
Estar ocho días Conmigo no es una casualidad ni tampoco un misterio, es una realidad que deben aprender a aceptar.
El Padre, que es Omniabarcante, Omnipresente y Omnipotente, aún respeta la libertad de Sus hijos, porque Él sabe que ellos deben aprender en esta escuela que el planeta les ofrece día a día.
Pero no podrán irse a Mi Reino con asignaturas pendientes en la escuela de la espiritualidad y del servicio, de la hermandad y del bien, de la misericordia.
Deben vivir esa experiencia de redención hasta en los mayores límites o hasta en las mayores pruebas.
Ustedes y muchos más en el mundo, en nombre de toda la humanidad, deben testimoniar, con su propia experiencia de redención y de perdón, que es posible concretar este Proyecto, aún después de la Resurrección de Cristo.
Deben afirmar que la genética de esta humanidad puede ser cambiada, transformada, transmutada y sublimada, que es posible que el Amor Crístico venza y, así, triunfe el Plan sobre las fuerzas del caos.
Pero mientras la dualidad exista en este mundo, que es algo que se definirá en el próximo tiempo, aún existirán las grandes batallas internas y externas, y deberán buscar auxilio en Mi Corazón y en Mis Palabras, recordando y reviviendo el legado que les entregué con un inconmensurable Amor que aún muchos no han entendido.
Debo ser claro, preciso, justo y verdadero. Les vuelvo a decir que no hay tiempo.
Mientras todo ocurre rápido en el mundo y dentro de las consciencias, es necesario aprender a crecer con velocidad, a una velocidad desconocida que todavía la materia no consigue acompañar, pero sí el espíritu y, más aún, la disposición del alma.
Leyes nuevas están comenzando a actuar en el planeta en este tiempo final, a fin de definir todas las cosas que es necesario resolver.
Pero si eso no comienza primero dentro de ustedes, no podrá suceder en el mundo.
Por eso los apóstoles de los últimos tiempos son apóstoles distintos a los del pasado, porque estamos ante una realidad que ya no se puede esconder, ni siquiera por los medios de comunicación y por las noticias.
Lo que está escrito se está cumpliendo paso a paso.
Es necesario definirse con cautela y entregarse en una mayor disposición, sabiendo que sus imperfecciones irán con ustedes hasta el fin de sus días, hasta que finalmente la cárcel interior sea abierta para que el espíritu alcance su libertad y se una a la Fuente con toda la experiencia vivida en este planeta.
Estamos trabajando por una redención que es gradual, que se da paso a paso y no con grandes adelantos.
Es necesario comprender que la genética de la humanidad se ha vuelto imperfecta por sus errores y por sus desvíos.
Después de 2018 años, Yo vengo, a pedido del Padre, para corregir a la humanidad, para que aprenda a ser libre de sí misma y de sus propios engaños, así como de sus propias fantasías.
Y ese cambio será doloroso, nada será liviano. Arrancar las raíces de la potestad, del poder y de la inercia será doloroso; pero Yo traigo un bálsamo interior en Mi Corazón que nadie tiene, para derramarlo en aquellos que lo acepten de verdad. Es el bálsamo de Mi Misericordia, que libera todas las faltas y todos los sufrimientos cuando tan solo confían en Mí.
No es tiempo de perderse en las cosas superficiales, es tiempo de mirar hacia adentro y encontrarse consigo mismo, no con soberbia ni con egoísmo, sino con espíritu de humildad, de simplicidad y de amor, preguntándose todos los días a ustedes mismos: “Señor, ¿qué más debo hacer para servirte?”.
Y así sus miserias o perturbaciones serán pequeñas, porque estarán ocupados en el servicio universal, en el amor constante de donarse todos los días un poco más para hacer triunfar Mi Reino sobre este planeta.
Todas las almas vivirán sus pruebas, nadie estará libre de ellas.
Pero tengan esperanza en lo que Yo les prometo, porque después de este tiempo difícil vendrá un mejor tiempo, en el que ya no será necesario experimentar el dolor ni el sufrimiento, ni tampoco existirá el sentimiento de la culpa de no poder alcanzarlo todo.
Al contrario, ya habrán aprendido a vencer la dualidad, la cual ya no prevalecerá en el mundo ni en las consciencias. Aprenderán, a través de Mí, a ser libres.
Que esta Maratón represente una reflexión profunda de todo lo recibido, una confirmación constante de sus espíritus para con Mis Obras de la paz en el mundo.
Quisiera que esta Maratón fuera el momento para que cada ser encuentre su propósito, el cual desciende del Cielo y del Universo para despertar a las almas en su misión.
Yo no quiero que tomen Mis Palabras como un castigo, sino como una oportunidad de trascendencia, de avanzar en la Luz y de derrotar el mal.
Que se puedan cumplir en ustedes Mis más grandes aspiraciones de ver, en poco tiempo, a Nuevos Cristos cumpliendo su misión en la humanidad.
Ofrezcan esta Maratón por los que están dormidos, por los que están distraídos, por los que aún no han tenido la Gracia de estar ante Mi Presencia, como muchos la tuvieron en estos últimos días.
Ofrezcan cada momento a su Maestro y Señor como un regalo de amor al Rey del Universo, sea en la acción del día a día, en la oración, en la Comunión, así como en la unidad con el prójimo, a fin de que siempre prevalezca Mi Espíritu de Paz en ustedes.
Que el Señor los bendiga en este nuevo ciclo de despertar y de asumir con responsabilidad Mis Designios, para que ellos se materialicen sobre la superficie de este planeta.
Bajo la Luz de este Centro Mayor,
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijo:
No busques la perfección mientras estés en la Tierra, porque la verdadera perfección se encuentra en el Cielo, en el momento en que tu consciencia se fundirá a Dios definitivamente.
El camino de la perfección se conquista día a día, en cada nuevo paso, con cada nueva prueba, hasta que se alcance la trascendencia total.
En este tiempo, en el que los desafíos y las dificultades son muy grandes, el camino de la perfección se forja través de la constancia y del compromiso con la oración, haciendo de ese ejercicio espiritual el motor principal de la transformación y de la batalla diaria.
Todo eso será hasta vencer la condición humana de este planeta, una condición que está en las raíces de esta civilización.
Por eso, con determinación y valentía, continúa, hijo Mío, trabajando por tu perfección, a fin de perfeccionar al mundo un poco más, todos los días.
La perfección se alcanza bajo un espíritu de humildad y de entrega absoluta a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
La paciencia en la transformación y en la purificación es primordial. Recuerden que están ante una condición humana degradada desde hace siglos y ante códigos que emergen de la consciencia para que sean transformados y que, incluso, trascienden la vida en la Tierra, pues tienen sus raíces en el universo.
Recuerden siempre que Aquel que vino al mundo para darles un ejemplo era el Hijo de Dios Vivo y tuvo que padecer los males de la Tierra y transmutar los atavismos de la humanidad para abrirles el camino. La trascendencia de la materia humana de Jesús comenzó desde Su gestación hasta Su último suspiro en la Cruz. Si el Dios Vivo trabajó en cada instante de Su vida para poder culminar con Su aprendizaje de amor, no esperen que con ustedes sea diferente. ¿Cómo quieren santificar sus cuerpos y sus almas si recién ahora están comenzando a comprender este camino?
El Hijo de Dios era consciente de la vida universal y de sus misterios; era conocedor de todas las ciencias cósmicas, porque era uno con Aquel que las creó; y, aún así, para liberar el miedo de Su última Célula y vivir el pleno amor con todos los niveles de Su Consciencia, tuvo que llegar a la Cruz y perdonar todo lo que hasta allí había vivido.
Hijos, mucho aún les falta para llegar a la perfección. No tengan prisa, tengan paciencia. Sin embargo, sean constantes y persistentes y no se acomoden al hecho de que la transformación les durará la vida entera.
Sí, la transformación absoluta les ocupará toda la vida, pero cada día deben alcanzar un nuevo escalón, para que al final de esta vida sean dignos de llegar a otros mundos y dimensiones celestiales que los aproximan a Dios.
La transformación durará toda la vida, porque la evolución es eterna y no porque estarán siempre en el mismo lugar. Cada día deben darse un nuevo paso y una nueva comprensión, basados en el esfuerzo permanente. No se preocupen si dan pasos largos o cortos, porque cada día y cada ciclo los llevarán a un escalón diferente.
Lo que en verdad importa es que no se detengan y que sean constantes.
Ábranse todos los días para que el Amor de Dios los transforme y retiren un poco de sí de la propia consciencia para ceder espacio al Amor y a la Presencia divina.
Cada día, retiren un objeto de su morada interior para dar lugar al Morador Celestial, que un día llegará. En algún momento, tendrán la casa vacía y limpia para recibirlo.
Su padre y amigo de siempre,
San José Castísimo
Mientras los acontecimientos de la vida y del planeta entero se desarrollan precipitadamente en la humanidad, Yo los invito a que busquen el camino de la serenidad para después encontrar la paz.
La raíz de la historia humana y de todas las condiciones terrestres está siendo removida; lo que durante siglos estuvo controlado por el poder, por la soberbia o incluso por la resistencia, está siendo quitado de las manos de los que creen tener el gobierno sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, no se sorprendan por lo que verán o por lo que sabrán, la profecía de Mi Hijo se está cumpliendo: “No quedará piedra sobre piedra”, y eso ya es una realidad en todo el planeta y principalmente en los seres internos de todos.
Se generará una aparente falta de guía; por eso, desde hace tiempo los estoy llamando a vivir la oración verdadera. Serán los atributos de la Madre Universal los que, en este ciclo definitivo, sustituirán las carencias que las almas vivirán en el momento de perder el control sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, abracen la oportunidad de purificarse pronto para que, preparados por la oración, esperen la gloriosa Venida de Cristo.
Les declaro, hijos, que no habrá consciencia ni espacio que estará libre de la purificación. La fe y la constancia serán el lema de los pacificadores de Mi Hijo, eso los hará fuertes en el amor y en la verdad.
Vean lo que está emergiendo de ustedes mismos y no lo miren con desprecio, sino con Misericordia, porque será la Misericordia de Dios que los salvará en esta hora de transición planetaria.
Vivan la Misericordia y practíquenla, será fundamental para que sus corazones acompañen la purificación de sus semejantes.
Les dejo Mi Paz porque es lo que hoy necesitan, no la pierdan por nada. La Paz sustenta todo, dentro y fuera de los seres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Misericordia del Padre los contempla,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando sus voces cantan de verdad y están llenas de amor y de dulzura, esto se refleja en la perfecta armonía que se establece entre Mi Corazón y los de ustedes. Esto permite, Mis muy queridos hijos, entablar una comunicación interna con los planos espirituales.
Cuando su constancia en querer hacer lo mejor para Dios se manifiesta, ese esfuerzo es visto por los ángeles y ellos ayudan a que sus almas sean conducidas al sagrado Propósito de Dios.
Cuando su simplicidad se muestra sin destacarse en nada, solo para cumplir las Leyes de Dios, eso se reconoce en el Cielo como un paso hacia la madurez del alma.
Cuando su sacrificio es verdadero y sin condiciones, es visto como un acto de reparación absoluta del Corazón del Padre Celestial.
Por eso, todos los días, queridos hijos, el esfuerzo que deberán enfrentar será mayor en proporción a los grandes desequilibrios y pecados de la humanidad.
Que su voz orante sea ofrecida al Padre Celestial como un acto de reparación y de cura para todo el mundo. Muchas almas cantan, pero pocas lo hacen para Dios y para la concreción de todo Su Plan original.
Queridos hijos, que sus talentos sean perlas preciosas en las Manos de Cristo, así permitirán que el Redentor obre y Se manifieste a través de la belleza de sus virtudes.
Asciendan al Corazón de Cristo y allí sean uno para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva, al Corazón de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Elevados al Cielo sean los corazones perseverantes y consecuentes con Mi llamado, porque serán coronados en el día de su Gloria por la Reina Celestial.
Elevados al Cielo sean los inocentes, porque en el día de su juicio alcanzarán la Misericordia de Dios.
Elevados al Cielo sean los misioneros de María, porque habiendo traspasado el umbral de la vida material alcanzarán el día de la unificación perpetua con la Divinidad Suprema de Dios.
Elevados al Cielo sean todos los Reinos creados, porque todos los que hayan trabajado incansablemente para salvarlos y resguardarlos recibirán el gran día de la liberación y del alivio.
Elevados al Cielo sean los Adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo, porque llegando al Reino de Dios recordarán los momentos en los que abrieron las puertas a la redención de toda la humanidad.
Elevados al Cielo sean los humildes, porque en el día de su muerte verán llegar las Esferas Celestiales del Creador.
Elevados al Cielo sean los constantes y los perseverantes, porque en el día de su juicio podrán conocer la Faz Gloriosa de Mi Hijo y en sus vidas no existirá ningún mal.
Queridos hijos:
Hoy deseo que todos sean elevados al Cielo en espíritu de paz y de amor para que, de una vez y para siempre, vean surgir en vuestras vidas las virtudes y los dones del amor que despertaron en este tiempo. De estos dones vuestra Madre Celeste se sirve, sin olvidar el potencial interior que cada hijo expresa para esta sagrada Obra Mariana.
Ustedes, hijos Míos, son las piezas perfectas que Yo he escogido de todo este vasto universo para llevarlas al servicio y a la redención total de las deudas. Ya caminaron a Mi lado durante mucho tiempo, por eso sientan ahora en vuestros corazones el fruto de la Verdad y del Propósito Divino que Yo he depositado en cada hijo Mío. Aún frutos preciosos despertarán durante el tiempo de vuestra purificación.
Yo soy vuestra Guardiana y Madre de la Misericordia, con Amor materno los he escogido de entre tantos millones de almas para que la Obra de vuestra Madre Celeste se pueda cumplir.
Hijos, llegó la hora de que en vuestras vidas vean el fruto de Mi trabajo amoroso en ustedes, en vez de mirar todo el tiempo las espinas que se clavan en vuestros pies. Para llegar a la escuela de la paz deben pasar por la escuela de la purificación, de la entrega y de la renuncia.
Yo tengo un amor y una predilección especiales por cada uno de ustedes, porque son Mis hijos y los amo como nunca nadie los amó. Mi Amor es divino y puro, es simple pero verdadero. En cada encuentro Conmigo Yo les entrego un poquito más del Amor de
Dios que recibí cuando estuve en este sagrado planeta.
El amor todo lo vence, quien vive en el amor no teme caer ni derrumbarse por dentro. Mi mano maternal se extiende para ayudarlos en el nombre del Amor de Cristo. Pues Él es quien Me envía para interceder por todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice a través del poder y la fuerza inamovible del Amor de Mi Hijo Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
La negligencia ha llevado a la humanidad entera a tener acciones y actitudes contrarias al Plan del Creador, porque por detrás de cada estado interior, conocido o desconocido por ustedes, se encuentra un motivo que no está de acuerdo a la necesidad del Plan Mayor.
Por eso, hijos, su Madre Celeste, Madre de la Justicia de Dios, viene al mundo para desterrar estos estados que llevan al camino del error y del estancamiento del espíritu en cada ser.
Atentos a todo, abiertos a escuchar lo irreconocible y simples para recibir la instrucción del Cielo y de la Tierra; ustedes, Mis hijos, podrán percibir los diferentes grados de la condición humana y de su decadencia a lo largo de los tiempos.
Pero para que ese patrón de conducta, que fue gestado como algo normal, pueda cambiar, la constancia y el esmero en descubrirse a sí mismo serán las llaves que abrirán la puerta para poder liberar todas las condiciones humanas.
Para formar parte de la nueva sagrada familia de la humanidad, aunque estos estados internos y ocultos actúen y se manifiesten por sí solos, sin posibilidad de mantenerlos neutros; la oración, la instrucción y la perseverancia por encima de ustedes mismos, los ayudarán a encontrar el camino del vacío de sí, a pesar del gran desierto que enfrentan en estos tiempos.
La hora de su purificación marcará el momento de poder limpiar y curar todas estas cosas que como la negligencia, hasta los días de hoy, llevan a la humanidad por el camino incierto de una ilusión “renovadora y deseada por muchos”.
El manto de la humildad los protegerá de todo y sepan, hijos Míos, que en el momento de percibirlo todo, Yo estaré desde el Cielo alentándolos a la liberación de sí y a que reposen en los brazos de Mi sagrado recogimiento.
Cuando comiencen el camino de su purificación, será la hora de poder redimir todos los hechos y todas las acciones que ya no son parte de una vida santificada en el Señor.
Su unión inmediata y su amor al prójimo, a pesar de las diferencias, los harán libres y dichosos para recibir la Gracia del Reino de Dios. Pero mientras su búsqueda de todo lo que está equivocado queda visible ante los ojos internos de los valientes, no se desanimen hijos, esta escuela que viven promete la inserción en el camino espiritual del corazón, en el camino crístico de Mi Hijo amado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye, en consciencia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hermanos:
Recuerden que Yo Soy su Rey de la Paz y que a través de Mi Paz encontrarán el camino de la armonía que tanto buscan.
Hoy los invito a ser constantes y pacientes en el camino de la entrega y del vacío de sí que ustedes han decidido vivir Conmigo.
Como buenos discípulos, Yo los reúno para recordarles que todos los días deben perdonar y trabajar para que ese amoroso perdón se extienda al mundo entero, porque es a través de ustedes que Yo conseguiré realizar Mis Planes.
Les recuerdo la importancia de trabajar también por la profunda unidad entre sus corazones, así permitirán que los nuevos designios celestiales se manifiesten en aquellos que necesitan de una cálida palabra de consuelo.
Intento prepararlos como simples mediadores de la oración y de la caridad. Existen muchas almas que necesitan del mismo impulso diario que Yo deposito en ustedes, para poder dar los pasos hacia el templo de Mi Sagrado Corazón.
Por eso les recuerdo que también vivan todos los días en la esencia de la humildad, para que la vida orgullosa y vanidosa se pueda desvanecer como la niebla en el amanecer.
Les pido que sean Uno Conmigo, porque solo a través de Mí podrán ser uno con sus semejantes. Solo anímense a ser corregidos y a vivir la transformación de sus corazones, porque ustedes ya Me han dicho sí.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos en purificación y en redención:
Lleven reflejada en sus rostros la alegría de la purificación y de la conversión. Y hoy no desesperen, que sus almas no duden, porque Mi Corazón de Piedad contempla las innumerables y graves miserias que corroen al mundo entero.
Yo desciendo desde la gran Casa de Mi Padre para demostrarles el poder de Mi Amor y de Mi Constancia con cada uno de los Míos.
Que sus corazones se alivien y dejen de llorar por aquello que aún no está transformado. Como ya se los he dicho, es el Amor eterno y constante, omnipresente y seguro de Mi Corazón que los librará del peso que cargan desde hace tanto tiempo.
Yo, que Soy su Luz en la oscuridad y su Sol en la noche de las tinieblas, vengo al encuentro de ustedes para resucitar aquello que ya ha muerto en algunas almas y lo que ya se ha secado en otros corazones.
En estos tiempos, Mi Misericordia viene para reparar lo que está roto, viene a reconstruir y a sanar lo que ha quedado herido y nadie lo ha podido curar en el amor.
Pero antes, por intermedio de Mi Luz, deberá morir lo viejo, lo que está más allá de sus consciencias, aquello que los detiene en el tiempo. Por eso vivan, actúen y sean por medio de Mi Infinita y Piadosa Misericordia; así sus pecados serán perdonados, y la nueva alma nacerá otra vez a la vida después del destierro que ha padecido por parte de la mente.
A través de Mi Gracia, la fuerza del espíritu en cada ser dará vida a lo verdadero y a lo único, así el nuevo ser será colmado por el Amor del Hijo de Dios.
Podrán ver cómo la humanidad está en una constante e interminable crisis espiritual.
Así como en el día de ayer Yo les pedí que adoraran Mi Sagrado Corazón, hoy les anuncio un extraordinario ejercicio de piedad y de misericordia, al que denomino Maratón de la Divina Misericordia que se realizará los días 5 y 6 de agosto de este año, preparando el importante encuentro de oración en el Centro Mariano de Aurora.
Esa Maratón tendrá la finalidad de pedir a Dios, a través de Su Hijo Primogénito, la Divina Misericordia para el mundo entero, para que las almas puedan ser tocadas por la Mano de Dios y para que la humanidad alcance la paz y la misericordia en estos tiempos de crisis.
Será una oración mediadora, que cumplirá con el pedido del Maestro Jesús a todos los fieles seguidores del Sagrado Corazón, de orar mil quinientas cuentas de la Coronilla a la Divina Misericordia.
Aquellas consciencias que acepten vivir este misericordioso desafío alcanzarán, como almas, la oportunidad de revertir los aspectos profundos de la vida, y el mundo tendrá un tiempo más de paz. Mi Corazón Misericordioso estará presente entre todos los peregrinos que con fe, amor y devoción lo hagan, los que conocerán durante esos días el Poder Liberador de Mi Corazón.
Buen ejercicio espiritual para todos los que crean en Mi Amor Eterno.
Bajo la Gloria de Dios, sean misericordiosos todos los días.
Gracias por obedecer Mis Palabras con amor y devoción.
Cristo Jesús
La humildad será lo que apartará a las almas de la obscuridad. Por eso, Mis queridos, cultiven por medio de la constancia en la oración un espíritu humilde y manso, porque de esa manera sus espíritus se encaminarán hacia la liberación de la humanidad de los pecados capitales.
A aquel que persevera día a día en la hora misericordiosa de las tres de la tarde, Yo prometo que en la hora de su muerte no será juzgado por Mí, sino que será liberado del peso del pasado y comenzará a vislumbrar la Luz de la Vida Eterna.
Antes del gran tiempo, procuren vivir a través del espíritu de humildad, porque es en el vacío de sí que el alma encontrará la mansedumbre para su consciencia y así podrá curarse de todo mediante el Sabio y Amoroso Perdón de Dios Padre.
Sean mansos y cuando no lo consigan procuren ser lo más humilde que puedan, buscando un acto de reconciliación y silencio para con sus hermanos; esto fortalecerá la unidad que en estos tiempos debe existir entre Mis ovejas.
No ocupen su tiempo en aquello que aún no está resuelto, sino traten de desprenderse y de entregarme todo lo que no hace bien a sus corazones.
Cuando un alma se entrega a Mi Corazón, la alegría de Mi Consciencia es infinita, porque esa simple acción abre una puerta para la conversión inesperada de otras criaturas.
Estoy con ustedes en el bien y en el error porque, como Padre de las esencias e Hijo de Dios, sé que aún están aprendiendo a caminar entre las espinas y las piedras que en el pasado han marcado sus vidas.
Vean siempre en el horizonte la Misericordia Insondable de Mi Corazón, vean los rayos de la paz y de la transfiguración que llegan hasta sus seres.
Crean en Mi Eterna Esperanza; que al elevar los ojos hacia lo Alto sus seres resplandezcan de alegría por estar en Dios Padre.
Anímense a vivir la redención y a transformarse por entero en Mi Misericordia. Siempre los animo a seguir.
Bajo la Gracia Infinita de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el que los salvará y los redimirá por el Poder del Amor de Dios.
Queridos Míos:
Recuerden que todos los días pueden venir hacia Mí y dejar que sus seres reposen en Mis Brazos de salvación.
Hoy los invito, como ha dicho Mi Madre, a la constancia, a lo que vendrá y a vivir en la santa esperanza del corazón. Con sus buenas obras de paz y de amor, también ustedes, Mis compañeros, transmitirán Mis Buenas Nuevas a todos.
Con este fin estoy formando a los guerreros de la Divina Misericordia para que, tanto en la oración como en la humildad que deberán alcanzar todos los días, puedan ser muestra y ejemplo vivo de Mi Mensaje Redentor hecho carne en ustedes.
Hoy ya puedo llegar a lo profundo de sus corazones, pero aún Mi Alma tiene sed de aquellos que ni siquiera miran a lo más alto del Cielo, al Universo.
Mis queridos, acepten vivir las lecciones del amor y del perdón, porque a través de estas dos lecciones aprenderán a amar y a redimir el corazón. Los espero en oración, como también los espera Mi Madre del Universo, en todos los momentos del día. Solo permitan que Mi Amor se pueda irradiar en sus rostros, en sus ejemplos y en sus acciones cotidianas de la vida. Quiero y puedo estar presente por más tiempo en su templo interior, solo cuando se dispongan a decirme: “Ven Maestro, eres absolutamente en mí y yo en Ti”, así Me abrirán la puerta de sus casas, de sus familias y de sus seres más queridos.
Si Yo redimo sus vidas con la Fuente de Vida, en consecuencia, también serán redimidos sus hermanos más próximos. Antes de que todo suceda, quiero mostrarles el amor de Mi Misericordia y la fe de Mi Espíritu Divinizado por el Supremo Padre.
Quiero tenerlos cerca, por eso los espero en el silencio, en la contemplación de la Creación y de la Vida. Como Soy parte de Dios, Yo estoy en todas partes. Cuando se unan a Mí, los ayudaré, porque Mi Amor por ustedes aún es desconocido para muchos.
Confíen en Mi Espíritu porque al final de todo los resucitaré de la muerte y los llevaré a la Tierra Prometida: a la Tierra y al Paraíso bendecidos por Dios Creador.
Bajo el Espíritu Santo de Dios, sean siempre misericordiosos.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, vuestro Pastor
Orando el rosario todos los días, las almas, cada vez más, se pondrán a los pies del Señor. Ellas recibirán el bálsamo de la Misericordia de Mi Hijo y, de esa manera, las faltas más graves les serán perdonadas por el Amor de Dios.
Queridos hijos, por este motivo, hoy nuevamente los llamo a perseverar en el propósito de la oración para que vuestros corazones se distancien de las artimañas del enemigo. Lleven en vuestras vidas un ritmo consecuente con la vida de oración, creen momentos indispensables de oración para que vuestras almas estén presentes en cada momento de la vida.
Cuando Yo los invito a observar un ritmo de oración, estoy llamándolos a mantener una consciente tarea espiritual e interna en este final de los tiempos. Vuestros corazones y vuestras vidas deben sentir sed de oración y de descubrir los Misterios Divinos que la fe despierta en vuestros corazones.
Hijos Míos, para eso, busquen la fuente de vuestra inspiración interior en Jesús, y Su Sagrado Corazón les mostrará el camino correcto hacia la redención y la reconciliación de cada una de vuestras vidas.
Será importante, queridos hijos, mantener constancia en la oración porque eso los preparará para enfrentar los tiempos que llegarán para el planeta.
Mis queridos hijos, hoy los llamo a tener como premisa, este, Mi pedido, que los llevará a comprender dónde se encuentra la esencia victoriosa del amor y del perdón.
Hijos Míos, como Madre Divina, cada vez más, quiero que todos Mis niños sean tenidos en cuenta para la salvación porque sé que todos deberían vivir en la belleza y en la Luz del Amor del Paraíso.
Vuestra sincera oración formará a la Nueva Tierra de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El mayor sufrimiento que Mi Corazón Maternal observa en esta humanidad es la falta del amor en el corazón. Por eso, queridos hijos, estar en el Amor de Dios, vivir en el Amor de Dios y obrar en el Amor de Dios, es lo que les permitirá, en el final de estos tiempos, hacer florecer la sabiduría en la humanidad.
Queridos hijos, un camino para encontrar el Amor de Dios es abrir vuestros corazones a la oración porque ella es la mediadora, ella es la Luz nueva que está llegando a las consciencias de todos Mis hijos.
Hijos Míos, como Madre, estoy aquí entre ustedes para enseñarles a caminar en el arte de la oración, en la vida de oración que todos Mis pequeños niños necesitan despertar y realizar en estos momentos.
Ustedes cuentan con Mi Hijo Jesús que es la expresión viva de la oración, de la unión perpetua con Dios Creador. Cuando los invito a orar por la paz y por la Luz en la humanidad, Yo los llamo a que vuestros corazones se vuelvan misericordiosos para que imiten el camino de la humildad y de la donación total al Creador.
Queridos hijos, por eso caminen, caminen y no detengan vuestros pasos en la vida de oración, porque así Mi Inmaculado Corazón los acompañará y Dios se servirá de vuestras oraciones.
La Obra de Dios en este tiempo es la redención de todas las almas y la oración que nace del corazón será la gran llave para la salvación de los más humildes y de los más necesitados de paz.
Atiendan a Mi llamado y recuerden que estas son Mis últimas palabras en este ciclo de la humanidad. Preparen vuestros corazones en la constancia a través de la oración.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Paz Eterna libera y perdona a las almas de todas sus faltas.
Queridos hijos:
Derramando hoy la Gracia del Perdón, les pido: ¡oren con el corazón!, y con todo el amor que Dios, a lo largo de vuestras vidas, depositó en cada uno de ustedes.
Hijos Míos, vivan en la Fuente de la Gracia que Dios Me concedió para que, por amor y por vuestra redención, yo derrame sobre toda la humanidad.
Por eso, queridos hijos, oren con constancia y fe para que los Ángeles Custodios del Señor los guíen por el nuevo camino hacia la fraternidad.
Hoy los invito a convertir vuestras vidas en una rosa pura.
¡No teman, Yo estoy con ustedes!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más