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Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimotercer poema
Estrella de la Mañana,
que traes la Luz del Amor y de la Verdad,
condúcenos por el sendero de la redención.
Que nuestros ojos estén fijos en Cristo,
para que podamos renacer
y curarnos internamente de todo lo que sea necesario.
Señora y Madre del Consuelo,
abrázanos y colócanos bajo Tu Manto protector.
Que Tu maternidad despierte en nosotros
la unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Madre Celestial,
aspiramos a ser las estrellas redimidas
de Tu Corona de Luz.
Ayúdanos a vivir los atributos de Tu Corazón.
Enséñanos a ejercitar, en el día a día,
las Instrucciones de Tu Hijo,
porque así seremos los apóstoles del Señor,
servidores y colaboradores
de Su Obra redentora.
Madre,
danos fuerza y coraje
en los momentos en que más los necesitemos,
para que vivamos la perseverancia y la fe
en cada instante.
Haznos cristianos verdaderos,
discípulos del Amor de Tu Hijo,
porque esperamos servirlo y encontrarlo
en cada paso de la vida,
para que en Cristo podamos cumplir
la Voluntad de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimosexto poema
Amada Madre del Mundo,
libéranos de los errores
que hayamos podido cometer.
Danos fuerza y determinación espiritual
para poder redimir y trascender
nuestros aspectos humanos.
No permitas, Virgen Santa,
que estos errores se alimenten
de más errores y faltas.
Corta, con Tu poderosa Espada,
los vínculos con la adversidad.
Protege nuestra alma, Divina Señora,
envuélvenos con Tu invisible Manto de Luz,
para que, unidos a Ti,
representemos a los apóstoles de Cristo en la Tierra.
Madre Universal,
deposita, en nuestras consciencias, Tus trece atributos,
para que podamos aplicarlos en nuestra vida diaria
como un ejemplo de transformación y de conversión.
No permitas, Santa Madre,
que la ilusión y el engaño cieguen nuestros ojos.
Permite y ayúdanos
a que podamos ver siempre la Verdad,
para que nuestros pasos lleguen a Cristo,
y allí, pudiendo entrar en Comunión Espiritual,
Te agradeceremos y Te honraremos
como nuestra eterna y amorosa Madre de la Paz.
Quiebra dentro de nosotros las cadenas del pasado,
para que nuestras almas caminen en libertad
hacia la Casa del Padre Celestial.
Llévanos, Madre Divina,
ante el eterno altar de la consagración de la vida.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Rodeada por las Doce Estrellas de los Atributos de la Madre Universal, hoy hago descender todos los Principios Divinos sobre Mis hijos y, en consecuencia, en el planeta, para que, en este momento de purificación, las almas aprendan a estar en Dios y a buscarlo todo el tiempo.
Eso evitará que Mis hijos estén distraídos con las cosas del mundo, y permitirá que estén fortalecidos, enteros y disponibles para la oración que los impulsa a la transformación.
Mis Doce Estrellas doradas llegan al mundo para encender en las almas los Atributos de Dios y para que ellas recuerden en estos tiempos esos Atributos, los que las protegerán de todo lo que enfrentará el mundo.
En esos Atributos podrán tener las bases necesarias para afirmar su vida de consagración y su vida de servicio altruista por la humanidad.
De los Atributos de la Madre Universal vendrán los impulsos que necesitan para hacer de sus vidas el modelo espiritual que el Padre pensó para cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ofrezco Mi Corazón como refugio y reparación de las almas.
Ofrezco Mi Corazón como fortaleza de protección y de amparo, pero, ¿quién ingresará a Mi Corazón para poder vivir Mis atributos?
Ofrezco Mi Consciencia y Existencia por cada uno de Mis hijos, para que puedan conocer en sí mismos las Virtudes y los Dones de Dios.
Por eso, ofrezco Mi Corazón, incansablemente, hasta que las almas aprendan a dar los pasos, por sí mismas, en la seguridad espiritual necesaria para estos tiempos.
Mi Corazón es el Templo que se ofrece a las almas para que Dios sea adorado y alabado, y así se cumpla Su Voluntad en el Universo y en la Tierra.
Ofrezco Mi Corazón como amparo de los corazones, para que el misterio de Amor esté vivo en Mis hijos y ellos aprendan todos los días a amar a Dios, más allá de todo.
Ofrezco Mi Corazón como refugio de los desamparados y como alivio de los que necesitan reencontrar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mi caricia es como el pasar del suave viento.
Mi regazo es como recibir el cálido calor del Sol en el invierno.
Mi Amor es como la ternura de una madre con su pequeño hijo.
Mi oración es como la lluvia que cae constantemente.
Mi esperanza es como la flor que se abre a los rayos del Sol.
Mi fe es como la bóveda celeste en la noche.
Mi súplica es como el llamado del Universo a todos los seres.
Mi devoción es como el fuego de la noche.
Mi paz es como las olas que golpean armoniosamente en los océanos.
Mi cura es como el rayo del Sol que penetra la tierra oscura.
Mi unidad es como el equilibrio y la armonía del Universo local.
Mi luz es como el Sol en el amanecer hasta que alcanza su punto más alto.
Mi alegría es la consagración de los hijos de Dios.
Mi júbilo es la concreción de la vida sacerdotal.
Mi paciencia es como el fruto que madura lentamente en el árbol.
Mi dulzura es como la fruta más dulce del planeta.
Mi misión es como el servicio abnegado de los que sirven a Dios sin cansancio.
¿Y cómo son, hijo Mío, tus virtudes?
¿Has encontrado la semejanza de tus acciones en la Creación?
Deja que fluya en ti ese principio del Don de Dios.
Permite que despierten los talentos de estos tiempos para que la Tierra sea repoblada de simples, pero verdaderos valores.
Anímate a decirle "sí" a la virtud del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Catedral de la Paz
Queridos hijos:
Hoy Me aproximo a ustedes para presentarles, desde los planos internos, la Catedral de la Paz, un espacio divino que fue concebido por el propio Dios en honra a la Divina Señora del Cielo, a fin de generar un recinto para la elevación de las almas y la continuidad de Su servicio por la humanidad.
La Catedral de la Paz se eleva dentro de la Consciencia de Fátima y, como contraparte espiritual, actúa en los niveles internos de las esencias, trayendo hacia ellas la esencia de la Pureza Original.
La Catedral de la Paz acoge a las grandes almas que fueron víctimas y testigos del Amor de Jesús, por medio de su santidad, entrega y servicio incondicional.
En el interior de la Catedral de la Paz, la presencia angélica, en sus diferentes niveles de jerarquía, sostiene y eleva la Consciencia de Luz de la Catedral de la Paz.
Ese espacio sagrado, que está presente en los planos internos de Fátima, despierta en todo ser humano que visita el Santuario de Fátima, una aspiración de encontrar su verdad interior y, sobre todo, su estado de pureza.
La Catedral de la Paz es nutrida por la Fuente de la Creación y, en consecuencia, los demás niveles de consciencia que están por debajo de ella también reciben asistencia espiritual e interna.
La propia Catedral de la Paz atrae hacia el centro de su bóveda celeste los Principios de la Creación, lo que se comprendería como Dones que despiertan virtudes y promueven la manifestación interior de los talentos en las almas.
En este sentido, la Catedral de la Paz, que fue elevada en honra a Nuestra Señora, es el imán espiritual que atrae para sí los divinos atributos que la humanidad necesitará para atravesar la etapa final de su transición.
Desde la Catedral de la Paz emanan los impulsos sagrados de la Madre del Mundo para toda la humanidad, y las consciencias angélicas y humanas que acompañan la misión de esta Catedral son intermediarias para que todo lo que irradia la Madre Celeste pueda llegar a las almas, independientemente de su grado de despertar y de compromiso.
La Catedral de la Paz le recuerda a la humanidad, desde los planos internos, que ella debe retornar a la Casa del Padre Celestial y allí reencontrar los valores espirituales que harán dignas a todas las consciencias.
La Catedral de la Paz es un puente que nos lleva a la Ascensión y al encuentro con nuestro infinito universo interior, lugar en donde Dios está presente para que comulguemos de Su Divina y Paternal Presencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de la Catedral de la Paz
En el Valle de la Paz, los hago a todos semejantes para que puedan ser los más pequeños y humildes del mundo. Así podré realizar Mi obra mundial en la humanidad y muchas almas se verán beneficiadas por esta Gracia que Yo traigo del Cielo.
Es por eso que en el Valle de la Paz las almas se encuentran para celebrar la comunión con Cristo y para orar por el planeta buscando que toda la Fuente descienda en la humanidad.
En el Valle de la Paz, las almas están en entrega, en servicio y en amor, disponibles y abiertas para recibir cualquier llamado al punto que, en sacrificio, den todo por amor.
En el Valle de la Paz, en donde Me encuentro todo el tiempo, reúno a los soldados para que escuchen la Voluntad del Padre y para que la cumplan como una meta sagrada para la humanidad.
En el Valle de la Paz, se irradian todos los atributos de la Madre de Dios y estos, como impulsos, transforman a los corazones que confían en el Propósito.
En el Valle de la Paz, las almas abren su corazón para recibir a Cristo y así establecen una profunda alianza que los ayuda a realizar los Designios del Padre durante toda su vida.
En el Valle de la Paz, las consciencias encienden su Espejo interior y hacen de ese momento el gran ofertorio de amor al Creador.
En el Valle de la Paz, las almas viven su libertad al estar cerca de la Madre de Dios.
El Valle de la Paz es el portal hacia la nueva consciencia de la humanidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el Valle de la Paz, del amor, de la hermandad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras los acontecimientos de la vida y del planeta entero se desarrollan precipitadamente en la humanidad, Yo los invito a que busquen el camino de la serenidad para después encontrar la paz.
La raíz de la historia humana y de todas las condiciones terrestres está siendo removida; lo que durante siglos estuvo controlado por el poder, por la soberbia o incluso por la resistencia, está siendo quitado de las manos de los que creen tener el gobierno sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, no se sorprendan por lo que verán o por lo que sabrán, la profecía de Mi Hijo se está cumpliendo: “No quedará piedra sobre piedra”, y eso ya es una realidad en todo el planeta y principalmente en los seres internos de todos.
Se generará una aparente falta de guía; por eso, desde hace tiempo los estoy llamando a vivir la oración verdadera. Serán los atributos de la Madre Universal los que, en este ciclo definitivo, sustituirán las carencias que las almas vivirán en el momento de perder el control sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, abracen la oportunidad de purificarse pronto para que, preparados por la oración, esperen la gloriosa Venida de Cristo.
Les declaro, hijos, que no habrá consciencia ni espacio que estará libre de la purificación. La fe y la constancia serán el lema de los pacificadores de Mi Hijo, eso los hará fuertes en el amor y en la verdad.
Vean lo que está emergiendo de ustedes mismos y no lo miren con desprecio, sino con Misericordia, porque será la Misericordia de Dios que los salvará en esta hora de transición planetaria.
Vivan la Misericordia y practíquenla, será fundamental para que sus corazones acompañen la purificación de sus semejantes.
Les dejo Mi Paz porque es lo que hoy necesitan, no la pierdan por nada. La Paz sustenta todo, dentro y fuera de los seres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Misericordia del Padre los contempla,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Une tus oraciones a Mis plegarias de luz y deja que Yo cuide de todas las cosas.
Une tus aspiraciones a Mis planes de paz, así verás cuánto hay para hacer por esta humanidad.
Trabaja Conmigo, y a través de Mi Corazón con todos los necesitados; por medio de las obras simples lleva Mi Amor divino a todos.
Consolida en tu espíritu Mis doce atributos celestiales y sigue a la Madre Universal por los senderos que indico para las almas.
Abraza la caridad y el servicio como legado, así verás cuántos prodigios sucederán a través de todos los que se donan a los demás y a Mi Corazón.
Construye en Mí tu templo sagrado. Que tu vida y tu corazón sean el verdadero oratorio en estos tiempos, para que el desamor sea vencido y la indiferencia sea borrada de los corazones que no viven a Dios.
Con tus manos teje Conmigo el manto de la Misericordia y restaura en cada acto lo que necesita de perdón y compasión.
No dejes de ver a tu alrededor las necesidades de tus semejantes, porque Mi Amado Hijo podría estar escondido en los corazones sufrientes.
Vive Mi proyecto de paz todos los días; que tanto en la alegría como en la tristeza puedas ver la Voluntad de Mi Señor, así aprenderás a vivir tu propia cruz no como un peso, sino como la liberación de todo error.
Confía, soy Tu Madre. Yo no abandono a Mis pequeños hijos, rezo a tu lado para que algún día hagas cosas más humildes, así como Mi Hijo las realizó.
Te amo y oro por todos en el Sagrado Templo del Corazón de Dios.
Los bendice en gloria,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando la noche se precipite sobre la Tierra y la luz sea un recuerdo en los corazones que la conocieron, será solo la Fe la que guiará el camino de los perseverantes, que servirán de ejemplo para aquellos que estarán más perdidos.
La Misericordia Divina no debe ser solo una realidad durante los momentos de oración. Al principio, ustedes deben clamar por Misericordia, pero después, hijos, deben ser la propia manifestaciónde la Misericordia en el mundo.
Ustedes son hijos de la Divina Misericordia, porque solo el hecho de haber despertado a una realidad superior, estando en un mundo completamente dormido a la Verdad, ya les demuestra la acción de la Misericordia en sus vidas.
Ninguna criatura despierta a la vida del espíritu solo por mérito propio. Es necesario, sí, que acepten seguir este camino, pero él solo les es presentado por obra y Gracia de la Divina Misericordia.
La Misericordia camina de la mano con la humildad porque, para ser misericordioso es necesario trascender toda expectativa sobre alguien, sobre sí mismo y sobre el Plan de Dios, ya que un corazón misericordioso acoge al prójimo tal como él es y entrega a los que menos merecen todas las Gracias del Reino de Dios.
Aquellos que son misericordiosos perdonan, independientemente del mal que les hayan hecho, y se valen de la humildad para, antes de juzgar y condenar las acciones ajenas, reconocer sus propias miserias y cuántas veces también se equivocaron en su camino evolutivo.
Aquel que es misericordioso sabe que solo recibe la Divina Misericordia cuando la dona al mundo y, así, descubre la Gracia de buscar algo que no es para sí; descubre la dádiva de vivir en la Misericordia solo para ser misericordioso y ofrecerse a Dios como un canal Suyo en el mundo.
La Misericordia debe ser un estado interior de los autoconvocados, para que la mantengan dentro de sí, independientemente de las tinieblas que los rodeen.
El corazón misericordioso no necesita nada a cambio de su donación ni necesita condiciones favorables para prestar un servicio o para estar en unión con Dios, porque de tanto clamar, la Misericordia se volvió el estado natural de su ser.
Así como unos vivirán la Misericordia, otros vivirán la Fe, otros la Fraternidad, otros la Unidad, como estados permanentes del corazón. Así, aun en los tiempos en que se encuentren aparentemente solos, viviendo su prueba en este mundo, jamás dejarán de tener el auxilio de los Dones de Dios y la humanidad no sentirá carencia de la Presencia Divina, porque el Creador estará vivo dentro de aquellos que, por la oración y por el servicio, descubrieron la unión perfecta con Él.
Vivan los dones divinos. Clamen, pero también sean cada uno de los atributos de Dios.
Aquel que los ama y los guía,
San José Castísimo
En las entrañas más profundas de Dios, en donde habitaba la pureza de Su Divina Consciencia, reposaba un principio de vida, una molécula viva de la Consciencia Divina, proveniente de Adonai. Como el Amor de Dios no podría permanecer en Él mismo, el Creador le dio vida a ese principio purísimo: creó una Consciencia Divina y Universal, que abarca más que un pequeño cuerpo o una consciencia material.
María es el Vientre Divino, es la Vida, es lo que hace nacer a las criaturas de todos los Reinos y las ampara durante toda su evolución.
María no vino de los hombres y ascendió a los Cielos; María descendió de los Cielos y, por Su Amor infinito, se hizo carne entre los hombres para acompañar al Hijo de Dios.
María no es parte de la humanidad, la humanidad es parte de María.
Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, un proyectoque viviría en sí un potente grado de Amor, necesitaba de una Fuente Creadora Pura, una Consciencia que emanara el Amor que los seres humanos necesitaban para desarrollarse. Y fue así como los Ángeles y Arcángeles del Padre Celestial recurrieron a Aquel Principio Puro de Dios, que era la propia energía de la maternidad, de la pureza y del amor, para crear, desde esa Fuente perfecta, los códigos que los seres humanos contendrían en sí.
Así como es en el Cielo, es en la Tierra. Para hacer nacer el Amor en la consciencia planetaria, como había nacido en el universo, el Creador manifestó en mente, cuerpo, alma y espíritu Su Divina Pureza. De ahí proviene la Madre de Dios, la Madre de Jesús.
María es la Gracia de Dios; es la Bondad manifestada en una Consciencia sublime. María es el don maternal que, aun después de haber ascendido a los Cielos, no deja de proyectarse entre los hombres, de representar en el universo, así como en la Tierra, un ejemplo para las criaturas materiales.
Lo que tuvieron delante de ustedes durante todos estos años es la Perfección de Dios manifestada en el Amor y en la Bondad materna de María.
Queridos, les digo esto para que aprendan a estar delante de una Consciencia que, a pesar de Su Grandeza y Divinidad, a pesar de no caber dentro de una forma humana, sigue manifestándose entre los hombres, sigue expresando Su semejanza con las criaturas de la Tierra, sigue mostrándoles a todos el Camino.
Su Amor es inalterable, Su Perfección es incorruptible, Su Paz es eterna, porque Ella espera que, algún día, ustedes acepten con alegría revivir en Su plena Paz.
Permítanse retornar a los brazos de Aquella que los creó como parte de Dios. Permítanse ser guiados por Aquella que proviene del Santo Espíritu del Creador y que manifiesta Sus Dones entodas las criaturas. Mientras aún hay tiempo, hijos, ríndanse en los brazos de su Madre Celeste y, así como la Sagrada Familia, permítanse ser amados y conducidos por María. Su Amor les revelará muchos misterios y Su Pureza les abrirá las puertas del Cielo.
Aquel que los ama y los entrega todos los días, en oración, al Inmaculado Corazón de María,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Como la Inmaculada Concepción, deseo que sus vidas alcancen esa concepción divina de pureza para que sea la luz interior del mundo.
Queridos hijos, día y noche, les traigo la Gracia de que sus corazones participen del misterio de amor que todo consagra y todo une.
Hijos Míos, en el camino de la pureza interior, como almas no pierdan tiempo en las ataduras de la vida material,así podrán alcanzar la unión interna con Cristo tan necesaria para que se establezca la nueva consciencia redimida.
Queridos hijos, mientras estén dando los pasos en el sendero predilecto de la pureza original, todo el planeta se estará purificando intensamente, ya que toda una raza se desvió de su verdadero estado y de su real principio de vida superior. Esa pureza de la que Yo les hablo también se refleja en el corazón de los hombres cuando viven la purificación sin resistencia ni dolor.
Es hora, queridos hijos, de que los atributos provenientes de Mi Santo Corazón estén vivos y activos en cada uno de ustedes. Así, sus vidas los conquistarán, uno a uno, para que después esto se refleje en el nuevo ciclo del planeta, en la manifestación del Amor de Dios a toda la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el nombre de la Pureza de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Escuela de la Humildad de la Virgen María
Queridos hijos:
Todos los días, Yo les ofrezco Mi simple humildad para que la encarnen en sus espíritus y puedan encontrar su propia humildad interior. Les doy este impulso para que se animen a descubrir este atributo de salvación que, en los días de hoy, está muy olvidado.
Queridos hijos, en este tiempo de crisis planetaria, Dios necesita de un mayor número de corazones humildes para que toda la Tierra sea repoblada por atributos que reviertan todos los males que ha generado la humanidad.
Queridos hijos, es así que Dios les pedirá a los valientes que tomen consciencia y enfrenten todos los aspectos de la vida humana que actúan en contra de la evolución de los atributos de la Madre Universal. Para eso, hijos amados, deberán invocar todos los días al santo espíritu de la humildad para que él los proteja de ustedes mismos y en todas las pruebas.
Hijos Míos, finalmente, será a través del poder de Mi santa humildad, Humildad de Dios, que sus corazones podrán dar los pasos tan esperados y así el mal será retirado de este soberbio planeta.
Queridos hijos, la humanidad ha desfigurado la verdadera misión y concepción de este planeta. Es por eso, que ustedes, siendo buscadores de la santa humildad, no solo se ayudarán a ustedes mismos y al mundo, sino que también esto se reflejará en todos aquellos corazones que ya se condenaron por la falta de humildad.
Los animo amorosamente a caminar en la fe y a perseverar.
En Mi escuela de humildad existen Propósitos Divinos que los conducen hacia la meta del despojamiento interior. Encamínense hacia esa labor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde la escuela de la humildad, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Luz de Mi Inmaculado Corazón, en los primeros días de agosto, congregará en espíritu a las almas del mundo que necesiten de la cura espiritual y redentora de la Aurora de Mi Corazón.
Será en esos días de agosto que Mi Espíritu materno querrá llevarlos a la vivencia de la fe y de la confianza absoluta en el Proyecto corredentor que su Madre Celeste desempeña en los Centros Marianos, que en pocos años más serán Centros Espejos de Mi Corazón, que refractarán al mundo los atributos de salvación de la Madre Universal.
Por eso, hijos, esperaré que, después de todo lo que recibirán en Aurora y de lo que cada uno será partícipe, salgan de Mi Centro Mariano mayor con la certeza de Mi Amor y la fe renovada en el compromiso con el Plan de Salvación, al que cada alma será llamada a vivir y compartir.
El Plan de Dios, previsto para los próximos tiempos, tendría un resultado mayor si las consciencias respondieran en la hora indicada. Por eso, hijos Míos, a través de Mis Gracias, ustedes son colocados en un lugar que tal vez no merecerían, pero por Mi intercesión Yo los llevo a conocer la Voluntad del Creador.
Ahora, que los tiempos urgen, para poder sinceramente acompañar la propuesta a la que están siendo llamados a participar, su Madre Celeste nuevamente los reunirá en el oratorio de Su Corazón Purísimo para que durante los días de agosto ustedes sean verdaderos testimonios de una redención manifestada y, al mismo tiempo, sean testigos de esta Obra de Gracia que todos comparten con Mi Corazón Inmaculado.
Hijos, a todos los esperaré en amor y en devoción. Si sus corazones están unidos al Mío, todo será posible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los nutre con la Palabra de Vida de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En este día de gloria, bendición y amor, se abre en el Cielo una gran flor de Luz; efecto de una consagración íntima de algunas almas a Mi Inmaculado y Puro Corazón.
La Madre de Dios ha tejido, con Sus Manos, el nuevo traje de consagración, para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo entreguen sus vidas a la Voluntad de Dios.
De esa forma, hijos, hoy muchos serán testigos de una promesa que se cumplirá en este día sagrado, promesa que fue gestada, preparada y sembrada en las consciencias que Mi Amado Hijo convocó para el servicio espiritual y planetario por la humanidad y su pronta salvación.
Hoy, su Madre Celeste refleja la Luz blanca de Sus vestiduras simples, y con el velo de Luz, que protege Su Cabeza, se aproxima a Sus hijos predilectos para extenderles Sus Manos y confirmar el momento de la consagración ante el Creador.
Detrás de ellos, muchos se aproximarán, pues Mi Hijo, el Sacerdote del Amor, deseará todos los días residir en cada uno de ellos, para que la misión primordial, que va más allá de esta esfera terrestre, se pueda cumplir por encima de todo.
Para eso, la guía y la compañía de los ángeles celestes serán las verdaderas ayudas que, en cada nueva Comunión con el Rey Universal, crearán los espacios de Luz para que las almas moren cada vez más en el Corazón del Señor.
Día y noche, estarán saciados, porque la Fuente de Vida y de Redención nutrirá cada espacio de la consciencia para que la tarea más importante se pueda cumplir, la tarea de amar la misión confiada.
El Señor, Dios Todopoderoso, verá nacer en el sur un horizonte nuevo, colmado de los Atributos de la Madre Universal que se harán vida y vibración en las almas que busquen los Dones de Dios.
En este día, la Señora del Cielo, acompañará desde Su Reino, el Reino de Adonai, los pasos que darán los simples, pero buenos de corazón. Ellos recordarán que estarán cumpliendo, más allá de sí mismos, con la Venida Gloriosa del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra, bajo la Luz del infinito,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esposa Celestial
Queridos hijos:
En gloria, júbilo y celebración, hoy, los reúno en el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado para dar honra y gracias al Dios de la Redención, Quien desde el principio los reunió para vivir el camino de la conversión y del perdón.
Demos gracias a su infinita Presencia en los corazones puros y simples que escucharon el llamado de la Reina del Cielo, de Santa María de Aurora.
Hoy se cumple el cierre de un ciclo universal en la obra de la Madre de Dios con sus hijos de la humanidad.
Hoy, los Cielos se abren para encontrar a las almas devotas y humildes que han respondido al llamado de la Paz.
Dichosos sean todos los que están presentes en este Reino Mayor de Redención y de Amor; porque el 8 de agosto de 2007, el Cielo tocó la Tierra a través de la bendición de la Madre Universal, y sus atributos fueron revelados por medio de sus Faces en el ciclo de las veintidós Apariciones de agosto de 2011.
En esta síntesis que hoy Yo les entrego, Mis queridos hijos, quiero y deseo que tengan consciencia de los acontecimientos que se guardarán mucho tiempo después que Yo no esté más aquí entre ustedes; pero no los dejaré solos, Mi Corazón Inmaculado será su fortaleza y motivo principal para llegar a Jesús, el Cristo.
Como mediadora y Madre, en el fin de los tiempos, Yo los llamo queridos hijos, a este nuevo ciclo, a reunir las fuerzas internas del corazón para que crucen el umbral infinito hacia los Cielos. Allí, podrán vivir en paz con ustedes mismos y entre sus familias, a pesar de que vivan en este mundo que sufre.
El 8 de agosto de 2007, Yo vine para establecer en el Uruguay y el Cono Sur, la devoción a la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad; despertando una devoción más profunda en Argentina por la Madre y Señora de Luján, en Uruguay por Nuestra Madre de los Treinta y Tres, en Brasil por Nuestra Señora de Aparecida. Mi Corazón Universal tocó las puertas de los corazones de la República de Venezuela, a través de Nuestra Señora de Coromoto, para rescatar a las consciencias de los pueblos originarios de América, junto al Poder Divino de Nuestra Señora de Guadalupe.
En el mundo, Yo he instaurado la devoción a Mi Corazón Inmaculado, porque es el portal para la salvación de las almas perdidas y distantes del Dios del Amor.
Queridos hijos, que hoy su celebración interior sea profundamente devocional y mística, permitiendo que el Amor de Dios los transforme a través de Mi Presencia.
Mi principal agradecimiento es para todos Mis hijos, creyentes o no creyentes, sanos o enfermos, alegres o tristes, que fueron llamados a Mi camino de Paz y Redención de las almas.
Hoy, la luz de los Centros Marianos brilla de manera especial en el mundo, porque Mi Consciencia maternal aparecerá a sus amados hijos que con fe confiaron en la Señora del Cielo.
Recuerden, queridos hijos, que Yo oro día y noche por sus misiones consagradas a Dios Padre.
Por cuánto Me han dado, Yo les agradezco ahora y siempre.
Yo soy la Aurora que puede amanecer en cada interior.
Paz y Misericordia para el mundo entero,
Vuestra Santa Madre María, Señora de Aurora
Pequeños hijos de Mi Corazón:
Hoy les quiero dictar Palabras de ánimo, de esperanza, de alegría para que, unidos a los atributos de Mi Corazón, puedan superar las pruebas que Dios les envía a sus vidas.
Mis queridos, estos son tiempos de mucho sufrimiento para el mundo, para todos los Reinos de Mi Corazón, y aquellos que se dispongan a servir, en oración y en paz, a todos estos Reinos, deben crecer y fortalecerse cada día más en Mi Corazón materno.
Muchas pruebas aún están por venir y serán cada vez más intensas y más profundas, pues el Señor aspira a purificar lo profundo de Sus criaturas.
Para superar cada prueba, sus corazones no pueden perder la alegría y la esperanza de seguir adelante. La alegría en los corazones de Mis hijos tornará leve cada caída y los ayudará a levantarse, observando siempre la gran necesidad que hay en el mundo, y cuán necesario es que aprendan a caer y a levantarse cada día.
Mi Corazón se dirige a todos los corazones del mundo, porque cada ser que vive en esta Tierra debe despertar para ser un soldado de Mi ejército mariano, que lucha por la paz a través de la oración.
Todos aquellos que hoy viven en esta Tierra provienen del Corazón de Dios y hacia Él deben retornar cuando hayan aprendido a superar las pruebas de la vida, a través de la persistencia en el Corazón de Dios y a través del amor.
Hijos Míos, todos los corazones del mundo, cada uno en su aprendizaje, viven duras pruebas de maduración. Aquellos que no Me conocen se sumergen en el sufrimiento y se pierden en este mar de dolores y de oscuridad que crece en el mundo. Pero aquellos que alguna vez escucharon Mi Voz deben elevar los brazos y no pueden permitirse estar sumergidos en el sufrimiento.
Sepan ver, Mis queridos, las dificultades de la vida como oportunidades de madurar el espíritu, de aprender y de ayudar a otros que están en esa misma situación.
Las advertencias de los Mensajeros de Dios siempre son para impulsarlos hacia el Corazón Celestial de Dios. Permítanse, entonces, ser moldeados por las Manos del Creador a través de Sus Mensajeros. Sean como recipientes leves para ser moldeados en las manos de los Alfareros de Dios para que, cuando sea el tiempo correcto, el Agua de Vida sea vertida sobre sus corazones y, a través de ustedes, llegue a toda la humanidad y a todos los Reinos.
Hoy, también les digo que en sus corazones deben brotar más amor y más comprensión por los Reinos de la Naturaleza. Busquen, a través de la oración, conocer la grandeza de estos Reinos y encuentren en ellos a Mi Corazón, porque en los Reinos, Mi Espíritu ya tiene morada perpetua.
Mis queridos, con el corazón pleno de alegría, sigan adelante a pesar de todo el cansancio, a pesar de todas las pruebas, a pesar del sentimiento de que sus pies no salen del lugar en donde están. No se preocupen, pues si dan solo un paso, Mi Corazón dará todos los otros en dirección a sus corazones, pero es necesario que este primer paso sea dado.
Yo los amo y los bendigo siempre, los guardo en Mi Sagrado Corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy lanzo a las estrellas de Mi Corona sobre la Tierra, para que el brillo celestial que cubre a la Reina del Mundo pueda despertar a los que aún duermen y a los que permanecen en la oscuridad de la consciencia, en la ignorancia.
Hijos Míos, cuando Mis estrellas cruzan el umbral existente entre el Cielo y la Tierra, un nuevo amanecer despunta en la vida de todos los seres. Cada una de Mis estrellas simboliza los atributos vivos de Mi Corazón y del Corazón de Mi Hijo Jesús.
Traigo, en Mi cabeza, una Corona de doce Estrellas para que, cada vez que Mis pies posen en la Tierra, los corazones del mundo puedan recibir esta señal luminosa que desciende a partir de los Cielos, este símbolo de redención que trae en sí los Dones del Santo Espíritu de Dios.
Un gran misterio está guardado en Mi Corona de Estrellas. Cada uno de los nuevos apóstoles de Cristo tendrá, en Mi Corona de Estrellas, la inspiración y la instrucción para su apostolado.
Contemplen con el corazón el brillo de Mis estrellas y permitan que este misterio de la Mujer Vestida de Sol ingrese en sus consciencias.
Mis amados, Dios derrama a través de estas estrellas el despertar de Su Santo Espíritu en las criaturas, vierte sobre el mundo las enseñanzas ocultas que viven en el Reino de los Cielos.
Las estrellas que forman Mi Corona son las llaves para el despertar de sus espíritus, son las llaves para abrir las puertas del corazón y para abrir las puertas del Cielo.
Aquellos hijos Míos que busquen al Creador, portando en su corazón una de Mis estrellas, serán reconocidos como hijos de Dios y de Su Sierva fiel. Aquel que asuma, de forma permanente, esta estrella celestial en su pecho será reconocido como hijo dilecto de la Mujer Vestida de Sol.
Si reciben en sus corazones este símbolo de amor, estarán protegidos de todo mal y, si confían con sinceridad en este misterio que deposito en sus corazones, los dragones que recorren el mundo no los encontrarán.
Perciban, hijos Míos, a las estrellas que descienden del Cielo hacia la Tierra, estrellas que provienen de Mi Corona bendita y que están aquí para sellar el compromiso de Mis hijos con Mi Corazón Inmaculado.
Sean como el niño de la profecía de Juan, el Apóstol; estén en Mis brazos, protegidos por el sol y por las estrellas de Mi Corona; de esa forma, ningún mal se aproximará a sus corazones.
Los Cielos cuentan con la fe en el corazón de los hombres, cuentan con la respuesta que cada uno puede darle al Señor, cuando escucha Mis Palabras.
Sean fieles a la voz del propio corazón cuando Mi Voz, plena del Espíritu Santo, hace eco en su interior. Sean simples y humildes para comprender, siempre a través del corazón, las Palabras que pronuncio.
Los misterios más ocultos que viven en Mi Reino son develados a través de la pureza del corazón y no de la astucia de la mente.
Mis amados, ya es hora de develar algunos misterios a sus seres. Aquellos, que abran el corazón para escucharlos, recibirán del Espíritu de Dios el discernimiento y la comprensión necesaria para percibir y vivir la Voluntad de Dios encerrada en estos misterios.
Aquellos que intenten, a través de la mente, oír Mis Palabras y encontrar Su veracidad, sufrirán la oscuridad de la ignorancia y no permitirán que el Espíritu de Dios resuene en sus corazones, recorra lo profundo de sus espíritus y arranque los velos de sus consciencias.
Hoy, reciban con amor Mi llamado. Reciban en sus corazones el misterio encerrado en Mi Corona de Estrellas. Busquen y pidan al Señor que estas estrellas estén presentes en sus corazones; porque si una de Mis estrellas encuentra espacio en el corazón de los hombres, el Espíritu Santo podrá descender sobre la Tierra e incendiar con Fuego Divino el corazón humano.
Les agradezco, Mis amados y pequeños hijos, por dejarse guiar por Mi Inmaculado Corazón.
María, Madre del Mundo y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más