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Que, en cada nuevo día, la Misericordia sea para ti como una luz que se enciende en tus abismos más oscuros, ocultos y profundos.
Que la Misericordia sea el símbolo de que siempre recibes de Dios una oportunidad para recomenzar, y más que eso, hijo Mío, de que siempre recibes del Padre la posibilidad de ir más profundo en tu cura y en tu transformación, y de sanar, en tu interior, heridas que a veces ni siquiera sabes que existen.
Que, cada nuevo día, clamar por Misericordia sea tu esperanza, para que puedas mirar las miserias del mundo y también aquellas que persisten en tu interior y que, más allá de eso, hijo, tus ojos se vuelvan hacia el Corazón de Dios, hacia Su Mirada y hacia Su Amor, y que tu confianza esté en Su infinita Misericordia.
Mucho más allá de todos los pecados y desvíos humanos, el Corazón de Dios, a través de Su Hijo, sigue derramando Sangre y Agua sobre el mundo. Que este manantial no pase desapercibido por ti, sino que encuentre en tu corazón un recipiente nuevo, limpio y vacío, para ser colmado.
Por eso, cada nuevo día, que tú fe esté colocada en la Divina Misericordia. Y, mucho más allá de todos los pecados de ayer, que hoy sepas que puedes recomenzar, arrepentirte y caminar hacia los Brazos siempre abiertos de Dios.
Tu Creador es paciente e incansable. Por eso ve, hijo, a Su misericordioso encuentro, y recuerda llevar en tu corazón el clamor por todas las almas.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
La Misericordia Divina desciende al mundo como fruto del Amor más puro y profundo de Dios por todas Sus criaturas. Deja que este manantial encuentre, en tus oraciones, el puente para llegar al mundo y, en tu corazón, la puerta para permear los corazones de los hombres.
Vive el Don de la Divina Misericordia y sé, tú también, misericordioso. Expresa tu gratitud siendo consecuente con todas Gracias que recibes en tu vida.
Vive para anunciar al mundo la dádiva de la Presencia Divina e imitando el Amor de Dios con acciones, pensamientos y sentimientos de Misericordia, multiplica, hijo, todo lo que el Creador te entrega,
Eres un instrumento de Dios en el mundo, fruto de Su Gracia, expresión viva de Su Amor. Lleva en tu corazón esa certeza y con tu vida inspira a los seres al Amor.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
En los momentos de quietud como en los momentos de desafíos, Yo estoy presente y, bajo cualquier circunstancia, resguardo y protejo a Mis ovejas, porque en Mis ovejas, servidoras de Mi Corazón, debe cumplirse el Plan Divino.
Así, a través de los diferentes acontecimientos Yo realizo Mi Plan, llevar a cualquier parte el amor y la redención que provienen del Universo, de la Fuente, como un manantial inagotable.
Por eso estoy al lado de Mis ovejas, las guío y las cuido cuando ellas Me lo permiten, porque cuando Yo logro cuidarlas les revelo Mis aspiraciones y ellas llevan Mi Mensaje de Paz por donde vayan.
Estoy presente y nunca dejo de socorrer las necesidades de Mis servidores, porque en ellos construyo Mi Iglesia para que la paz interior y el amor se expandan por la Tierra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Yo Soy como el agua que sacia toda la sed interior, quien viene a Mí nunca sentirá sed y siempre estará colmado por Mi Manantial.
Soy el agua que sacia toda la sed interior, Soy quien proporciona la luz superior para las almas. Todos los que se dirigen a Mí recibirán lo que necesitan. Siempre atenderé todo lo que Me pidan, porque, para Mí, las almas y su salvación están primero.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien socorre al corazón que suplica y que clama por el Señor.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien escucha al espíritu sufrido, Soy quien lo alivia en su momento de mayor dolor.
Soy todo lo que tú creas que Soy, porque provengo de una Fuente infinita y hacia esa Fuente elevo a todos los que llaman por Mi Nombre.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy el Pastor, pero también Soy el Peregrino. Soy el motivo de tu vida y la razón de tu existir.
Yo Soy el que Soy.
¡Les agradezco por saciar su sed interior en Mí!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Si el Padre Eterno no Me enviara al mundo todos los días, la humanidad no tendría como liberarse de los errores y de las opresiones.
Por esa razón, en la Hora de Mi Misericordia se abre el poderoso Manantial de Mi Corazón para que las almas puedan ser bañadas por la potentísima Luz que nace de Mi Misericordioso Corazón.
Cuando las almas llaman por la Divina e Insondable Misericordia, sin importar en donde se encuentren, Yo Me aproximo a ellas para darles a beber del Agua de Vida.
Y si esas almas colocan al planeta y a la humanidad en sus oraciones, también el mundo se ve beneficiado y muchos pecadores son perdonados a través de la expiación que Yo les concedo.
Cada vez que las almas se unen a Mi Misericordia, una parte de Mi Consciencia se aproxima para ayudarlas. Si esa ayuda es pedida de verdad, más amplia aún se vuelve la intervención espiritual.
Por eso, es importante en este tiempo tener presente lo que representa la Misericordia de Mi Corazón para las almas, porque cuanto más se invoque el poder de Mi Expiación, mayores serán los beneficios espirituales para las almas y, así, sus vidas cambiarán.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Atraeré hacia Mi Corazón almas desconocidas para ustedes, y ellas se aproximarán a esta Obra por Mi intercesión.
Serán como mariposas que posarán sobre la Flor de Mi Corazón, o como abejas que tomarán el néctar de las flores vivas de Mi Jardín.
Esas almas serán retiradas de la vida superficial de la Tierra y, con todo Mi Amor, Yo las abrigaré para que tengan la gracia de conocer, por única vez, el Manantial de la Divina e insondable Misericordia.
Las colocaré dentro del océano de Mi Amor para que sean purificadas y reciban los impulsos espirituales que necesitan, así como la lluvia que humedece la tierra para tornarla fértil.
Esas almas llegarán de diversos lugares y caminos, y Yo las conduciré hacia un solo camino, les abriré la sagrada puerta de Mi Templo Interior para que reciban la bendición del Divino Espíritu.
Algunas de ellas sentirán el impulso de consagrarse a Mí de forma total; y otras sentirán la necesidad de seguir Mi Camino hasta poder encontrar, por sí mismas, la Fuente de Mi Misericordia y beber de ella para nutrir sus esencias.
A ustedes les corresponderá estar atentos para aprender a reconocer a las almas que enviaré para formar parte de Mis comandos, así como ustedes ahora lo hacen, según Mi Voluntad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Durante la Hora de la Misericordia, cuando el mayor caudal del Manantial de Mi Corazón piadoso se abre, todos tienen la oportunidad única de poder sumergirse en Mi Océano de Amor para que las faltas más graves sean perdonadas y las heridas más profundas sean curadas.
En la Hora de la Misericordia, compañeros, se abre la Llaga de Luz de Mi Costado para derramar el potentísimo afluente de la Piedad de Dios sobre los pecadores que, en sinceridad y en verdad, pidan por Misericordia.
En la hora más culminante de la Misericordia, cuando todos los días se recuerda la Muerte dolorosa del Señor en la Cruz, las almas, y el mundo entero, tienen la oportunidad de poder purificar su corazón de toda mancha espiritual y de poder ingresar en el Reino de los Cielos, tan solamente recordando la dolorosa Pasión de Jesús.
Anuncien al mundo que todavía las entrañas más profundas de Mi Misericordia están abiertas, para que las almas, durante esta hora definitiva de la humanidad, alcancen la salvación espiritual y el perdón universal.
Que sus vidas sean testimonio de Mi Misericordia.
Que sus ejemplos y sus actos sean misericordiosos, a fin de que, en el gran universo de Mi Misericordia, las almas y el mundo alcancen la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
De Mis Cinco Llagas brota la luz para las almas.
De Mis Cinco Llagas brota Mi testimonio de Amor por las almas.
De Mis Cinco Llagas brota el misterio infinito del Amor de Dios.
De Mis Cinco Llagas brota la Verdad para el planeta.
De Mis Cinco Llagas brota la memoria de Mi Pasión por cada uno de los Míos.
De Mis Cinco Llagas brota el sentido de haber estado aquí, entre ustedes.
De Mis Cinco Llagas brota el manantial inmaterial para todo el Universo.
De Mis Cinco Llagas brota la razón de amarlos tanto.
De Mis Cinco Llagas brota el sentimiento de haber vivido la Voluntad de Dios sobre la Tierra.
De Mis Cinco Llagas brotan los atributos que la humanidad necesita para estos tiempos.
De Mis Cinco Llagas brota el Principio que restaura la vida espiritual de cada ser.
De Mis Cinco Llagas brota la experiencia inolvidable de vivir en Dios.
De Mis Cinco Llagas brota el camino de retorno al amor transfigurador.
De Mis Cinco Llagas brota el propósito de rescatar a la raza humana y la oportunidad que ella tiene para retornar a Dios en Misericordia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deja que tu alma y tu corazón sientan el dolor del Corazón de Dios por Sus hijos que se pierden en este mundo.
Deja que tus oraciones sean un bálsamo que repare el Corazón del Padre y que las lágrimas que caen de tus ojos, por la perdición y por la ignorancia de las almas, laven y curen las heridas de tu Creador.
Cada alma perdida es una llaga en el Corazón de Dios. Cada hijo Suyo que niega o que rechaza la posibilidad de aprender sobre el amor y superarse en el amor, es una herida que se abre en el Corazón del Padre, porque una parte de ese Santo Corazón es arrancado y colocado, por libre y espontánea voluntad, en los abismos oscuros de este mundo.
Ora, clama y deja que tu clamor sea como un aliento para Dios, porque tu oración se transforma en una luz que ilumina la mirada de los que están en la oscuridad para que puedan comprender sus errores y arrepentirse de ellos.
Ora por las almas que se arrepienten para que ellas reciban una oportunidad de salvación, y ora por los que están ciegos y que permanecen en el engaño, sin querer ver la luz.
Haz de tu oración un manantial de Misericordia y de reparación, porque cuando oras tú te unes al Padre y Él vierte Su Misericordia sobre el mundo.
Cuando la Misericordia toca a las almas perdidas, ellas retornan al Corazón de Dios y aquella parte que le faltaba comienza a repararse.
Por eso, ora hijo, ora, clama, ten sed y ansia de curar el Corazón de Dios, abriendo el camino para que las almas retornen a Él.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Tercera Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
báñame por dentro y por fuera
con el manantial de Tu Gracia.
Purifica cada aspecto de mi ser
para que siempre me pueda renovar
a través de Ti.
Purifícame de mis pensamientos
y de mis sentimientos.
Te pido, Señor nuestro,
que seas parte de mi ser.
Enséñame a ser paciente
y perseverante en todo momento.
Enséñame a ser humilde
y simple ante los demás
para que mi persona
no busque promoverse en nada,
sino que esté dispuesto a servir
cuando me necesiten y me llamen.
Señor de la Verdad,
que mis sentidos se sublimen,
que mi palabra se eleve de vibración
y que cada oración que te ofrezco
pueda ser recibida en el Cielo
como una gota de luz en el vasto Universo
a fin de que las Gracias de Dios
sigan descendiendo.
Enséñame a ofrendar mi vida al servicio.
Enséñame a ofrendar mi corazón
como instrumento de cura.
Enséñame, querido Jesús,
a vaciarme de mí mismo día a día,
para que cada paso que dé
sea bendecido por Tu Amor consolador.
Que mi vida sea guiada
y protegida por Ti, Señor,
y que el Espíritu Santo descienda
para que pueda cumplir,
dentro de Tu Obra majestuosa,
con todos los Designios que has pensado
en Tu humilde Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Es tiempo de reconocer la Verdad de Dios, hijos Míos, de retirar de la consciencia la ignorancia de sí misma y de vivir, todos los días, la filiación divina como principio.
Es tiempo de reconocer la propia esencia y, con humildad, dirigirse al Creador de todas las cosas que habita en el su interior, y dejar que Él se expanda y establezca definitivamente Su Reinado.
Yo he venido al Reino de Lys, hijos amados, por un Propósito universal y no por un propósito humano. Yo he venido porque este es Mi Reino espiritual y divino, donde se guarda lo más puro de cada consciencia. Es desde el Reino de Lys que resguardo las esencias y protejo a todos Mis hijos, de sí mismos y de Mi adversario.
Las llaves que abren las puertas de este Reino son la fe y la devoción ardiente; y es esa fe y esa devoción que vine a renovar en el interior de Mis hijos para que, a través de su despertar, las puertas del Reino de Lys estén abiertas a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que también tienen su pureza resguardada en Lys.
Mientras los tiempos más graves se inician y muchos de Mis hijos están perdidos en las tinieblas, sobre todo en el norte del planeta, es necesario que las puertas de Lys estén abiertas para que, al reconocer la propia esencia, al descubrir y vivenciar la filiación con Dios, las almas no se extingan ni se desanimen ante los desafíos y los abismos a los cuales las lanza Mi adversario.
Hijos, estamos en una gran batalla por el triunfo de la Paz y ustedes deben ser conscientes de eso. El Reino de Lys debe contar con soldados despiertos en la superficie de la Tierra para que, conscientes de la situación espiritual y física del planeta, sean guardianes del manantial que fluye de Lys para sustentar a las almas en la verdad y el amor, y para que ellas no se dejen perder ni engañar por la confusión de estos tiempos.
Hijos Míos, la pureza irradiada por los Espejos de Lys es imprescindible en estos tiempos de oscuridad y de tinieblas, para una gran parte de la humanidad. Y, cuando les hablo de las tinieblas, no Me refiero solo a las guerras, al hambre, a la violencia, sino también hablo de la ignorancia, de la indiferencia hacia Dios y del crecimiento de las energías capitales que ciegan los ojos de los que se comprometieron con Mi Hijo y con el Creador a vivir los principios crísticos y despertar un amor que abre las puertas del infinito para la unión con Dios.
Los Espejos de Lys, con su potencia divina, deben disolver las tinieblas que no permiten que Mis hijos encuentren la verdad sobre sí mismos y sobre la vida en la Tierra. Para que esos Espejos estén activos, hijos, debe haber columnas de oración y de fe que los sustenten, y con pureza de intención y humildad ofrezcan al Padre su despertar y su entrega, para ser instrumentos Suyos en el mundo.
Es por un motivo universal y divino, hijos Míos, que despierto al Reino de Lys y que instituyo una nueva Casa en la superficie de la Tierra; no porque no sea suficiente lo que ya alcancé como Divinidad en Europa a través de Fátima, de Lourdes o de Medjugorje; sino que cada una de Mis Casas tiene una función única, despertar a ciertas almas y manifestar un principio divino.
Ahora, es tiempo de un despertar más profundoen Europa, como en América. Es hora de que Mis hijos sean más conscientes de la batalla de estos tiempos y que se unan, a través del ecumenismo universal, para sustentar espiritualmente al planeta y preparar, en el suelo de la Tierra, la fecundación de una nueva vida.
Hijos, con el simple motivo de elevarlos y despertarlos es que estoy aquí. Como Madre Celeste y Universal, pretendo conducirlos a la Verdad del Creador.
Que en esta noche, los Espejos de Lys se enciendan en su interior y reflejen, en sus esencias, Su pureza y Su paz, para que sientan y vivan el despertar a la vida superior; y que sus almas, que están sedientas de servir al Padre, encuentren finalmente su camino.
Yo los amo y los bendigo, colocando en sus esencias la Flor de Lys, Flor que despierta la pureza y la verdad en su interior.
Aquella que los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy esa fuente de Gracias del Universo, más potente y poderosa que todas las fuentes del mundo.
Soy más sutil que todas las cascadas del mundo, porque a través de Mi Corazón Materno hago florecer y dar vida al alma que antes estaba muerta.
Soy esa agua que todo lava y redime, porque soy ese divino código de luz que puede penetrar más allá de la consciencia y así establecer el propósito espiritual para cada ser.
Soy esa fuente misericordiosa que todo restaura e intercede por Sus hijos para que nunca pierdan el camino que los llevará al amor.
Soy ese manantial vivo y resplandeciente que trae para el espíritu la esencia de la unidad y de la paz.
Soy ese Sagrado Espíritu de Dios que fue gestado en el vientre purísimo de la Creación, que trajo para el mundo la verdad de Dios encarnada a través del Amado Hijo.
Soy ese camino que siempre los llevará a encontrar la gran y única fuente de amor que saciará su sed: Jesucristo.
Por eso, queridos hijos, cada vez que ustedes se unen a Mi fuente de amor, se estarán uniendo a la fuente luminosa de Mi Hijo y a la fuente del Padre Celestial.
Quisiera que de sus corazones brotara ese sentimiento de buscar siempre la unidad entre los seres por encima de todo, porque así sus corazones se curarán y nacerán a través de Mi fuente de paz a la vida renovada en Cristo.
Hijos Míos, dejo esta Mi aspiración: que vivan en la única Fuente de Dios y que sigan un solo camino. Mi Corazón Puro e Inmaculado se ofrece para llevarlos a la revelación del gran misterio del amor.
Estoy feliz por hoy ver a Mis hijos de Europa, reunidos en torno a Mi fuente plena de Gracias.
Los amo y siempre los contemplo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Espíritu Santo de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La purificación del alma y de todo el ser, conforme a la Ley de la Armonía, se asemeja a un manantial inagotable de agua.
Ese manantial vive tiempos permanentes de transformación, su ritmo es continuo y por eso cada momento es imborrable.
El agua es casta y pura, pero el manantial vive su camino de purificación cuando se encuentra con todo lo que es superficial.
De esa forma sus corazones, que a imagen de Dios son purísimos, reciben todos los aprendizajes para poder crecer y madurar.
Ese manantial vive sus transformaciones y ustedes también viven el tiempo de sequía, el tiempo de abundancia y el tiempo de equilibrio, pero nunca dejan de purificarse hasta que alcanzan la paz.
Yo soy ese caudal que los conduce por nuevos caminos. Yo soy la Madre de todo lo creado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al principio de la pureza original,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Manantial, que es inacabable y prodigioso para todas las almas, intenta derramarse todos los días sobre los corazones que no viven, ni siquiera, en la creencia de que el Señor del Universo existe y que es real en todos los espacios del Infinito Cosmos.
Por la unión de ustedes Conmigo a las tres de la tarde, muchas puertas inciertas, que las almas abren por sus acciones y actitudes, son cerradas cuando desciende el Manantial de Mi Divina Misericordia.
Ahora, la Divina Oportunidad y la Gracia Misericordiosa de Mi Corazón son ofrecidas a todos, por mayor que parezca el pecado o el pecador. Mi Amor alcanzado en la Cruz desterró el mal sobre la Tierra, y como el Amor de Dios es invencible, él puede remediar y reparar ofensas gravísimas que todas las almas cometen.
Por intermedio de la vida de santidad y de oración, el Cielo intercede y los Mensajeros Divinos descienden para verter Gracias sobre aquellos que no las merecerían. Es hora de vivir a través de Mi Manantial, porque es solo por medio de Mi Sangre y de Mi Agua que todos podrán alcanzar la Transformación Crística.
Estoy en todos los lugares al mismo tiempo, por eso estén atentos a Mi Presencia espontánea entre los más simples, porque Mi Corazón se hará sentir.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras en devoción y amor.
Cristo Jesús, el Maestro y Guía de las Almas
Saludo Celestial de Jesucristo para toda la Argentina con motivo de la 3.a Maratón de la Divina Misericordia
Queridos compañeros Míos: alabado sea su Padre en las Alturas.
Hoy quiero saludar de manera especial, desde Mi Corazón Sacratísimo, a todas las almas de Argentina, y principalmente a todo este grupo ecuménico que se dispuso desde el comienzo a cumplir con Mis Pedidos de misericordia.
Después de que el Cielo escogió un patriota cristiano de esta nación, el Papa Francisco, la Argentina ahora tendrá la divina oportunidad de remediar sus faltas a través del portal orante a Mi Divina Misericordia.
Quiero dedicar los días de Mi Presencia Celestial en Argentina a todos los hijos amados de esta nación. Por este especial motivo, Yo los invito a unirse a Mi Insondable y Poderoso Manantial de Misericordia, durante los próximos días 5 y 6 de octubre; así todas las provincias y culturas argentinas podrán recibir el mismo fruto de amor que Yo depositaré en sus pequeños corazones.
Amigos Míos, Yo hablo directamente para aquellos que son más simples y no son letrados, ni teólogos ni filósofos de la espiritualidad, porque la ciencia de Mi Amor Misericordioso en verdad aún no es conocida.
Por eso, en estos tiempos de cambios y de oportunidades para el despertar de la consciencia, Yo les pido que sean buenos pacificadores y orantes; únanse a este rebaño espiritual y ecuménico que aguardará, en la próxima noche de vigilia, la venida del Humilde Pastor y Pescador de Corazones.
Yo regresaré al mundo primero en espíritu de amor, de misericordia y de humildad, porque quiero demostrarle al mundo como lo hice con Mi pequeño y santo vidente Segatashya de Kibeho, en Ruanda, que en verdad Mi Amor Crístico es para toda la humanidad.
Yo saldré ahora de los sagrarios que están cerrados en búsqueda de las almas sedientas, para que Mi Espíritu esté en todos los corazones de la Tierra; en ellos Yo Me encontraré consolado, libre y unido a Mis discípulos.
Queridas almas de Argentina, agradezco el sincero esfuerzo de orar por el cumplimiento de Mis Designios para esta nación y para el mundo entero.
Esta Tercera Maratón representará la unión predilecta de sus vidas con el Santo Espíritu de Dios, pues Él ayudará a que Mi hijo, el Papa Francisco, realice la misión que el Cielo le está encomendando; la misión de unir corazones y religiones antes del Regreso Glorioso de Cristo.
Bajo la Luz Poderosa del Padre, sean bienaventurados.
Gracias Argentina por abrirme la puerta del corazón.
Vuestro Rey, Cristo Jesús
Mis queridos:
Les agradezco por la perseverancia de sus corazones.
Les agradezco por el esfuerzo para comprender y vivir Mi Mensaje, pues sé de las dificultades de los corazones humanos en vivir los impulsos celestiales.
Les agradezco porque conozco las barreras que deben ser superadas, barreras creadas hace tiempo y fortalecidas a lo largo de los siglos que separan, con duras piedras, los corazones de Mi Manantial de Gracia.
Sé que no es tan simple quebrar esas barreras que existen en la consciencia, y veo como sus espíritus se empeñan en auxiliarlos en esta larga trayectoria.
Hoy les agradezco, porque de los Cielos vi el movimiento de sus corazones, escuché sus oraciones, sus súplicas, sus pedidos de auxilio en este camino de transformación.
En estos últimos días, llegaron a los Pies del Señor muchas ofertas, ofertas de las almas, de los espíritus y ofertas de todas la consciencias para que, a través de la intervención del Creador, sus corazones puedan dar nuevos pasos.
Mis queridos, después de este primer movimiento que sus consciencias, almas y espíritus realizaron en dirección al Creador, es momento de perseverar, más que nunca, porque el Señor oyó sus súplicas y, en este momento, les envía las pruebas que los fortalecerán en la persistencia y probarán la aspiración verdadera de sus corazones, para que sus consciencias ya no vivan de impulsos pasajeros.
Con fe, aseguren todos los impulsos enviados por Mi Hijo Jesús y por el propio Dios. Nutran sus espíritus con los códigos depositados en sus corazones a través de la Presencia misericordiosa de Cristo y permitan que esos códigos se multipliquen a través de la oración, de la comunión y del ayuno verdadero; porque, de esta forma, esos códigos transformarán las células, la materia, el corazón y la consciencia.
Delante de las pruebas que llegan, reconfírmense. Delante de todas las pruebas, traigan a la luz del corazón el manantial de Misericordia que les ofertó Mi Hijo y perseveren en el propósito de sus corazones.
Sigan con fe hacia las metas que sus consciencias se dispusieron a cumplir y, al retornar a sus casas, no vivan como si todo lo que presenciaron en estos últimos días hubiera sido un sueño.
Vayan y cumplan con las propuestas evolutivas que sus almas los impulsan a cumplir.
Vayan y perseveren en las aspiraciones de vivir los Mensajes enviados por Dios.
Vayan y no dejen morir todo lo que fue depositado en sus consciencias, porque sus almas claman, a los Pies de Dios, para que Él conserve en sus corazones esos impulsos.
Sus almas glorifican al Creador por la oportunidad que les fue dada de despertar definitivamente a la verdadera vida del espíritu. No pierdan estas oportunidades celestiales.
Hijos Míos, hoy solo les pido que continúen siendo perseverantes; que, así como respondieron a este impulso del alma que los trajo hasta aquí, sigan respondiendo a la Voluntad de Dios que resuena en sus corazones e inspira a sus consciencias.
Hoy les agradezco por estar Conmigo y por seguir a Mi lado.
Bajo el impulso de las infinitas Gracias que el Señor derrama sobre el mundo, Yo los bendigo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Corazón reposa alegremente en las esencias que, a pesar de todo, perseveran en Mi Llamado Redentor. Por eso hoy, en estos tiempos, Mi Sagrado Corazón derramará innumerables Gracias de Piedad y de Misericordia sobre aquellos que se disponen a transformar la vida por medio del camino de la conversión.
Esa luz que brota sin cesar como un manantial que proviene desde el centro eterno de Mi Corazón, es la Luz de la Divina Misericordia.
Aquellos que a las tres de la tarde se unen sin demora y sin tiempo a Mi Manantial de Gracias, también recibirán Mis Méritos alcanzados en la Cruz. Esos mismos Méritos sagrados fortalecerán a las almas, para que con valentía enfrenten la liberación de la vida y alcancen el perdón de todo lo que han pasado.
Si las almas oran con fervor, los prodigios que Yo derramaré serán fuertes y poderosos y así su transformación se volverá victoriosa porque, en sinceridad y paz, habrán alcanzado el Reino de Dios.
Por eso es importante poseer un espíritu de amor decisivo y constante, que les permita disipar las lagunas de incomprensiones que se producen, a veces, en la consciencia.
Mediante la oración misericordiosa de las tres de la tarde, muchas puertas inciertas que se abrieron al desvío de la vida superflua pueden cerrarse, para que las almas vivan a través de Dios y de Su Eterno Amor.
La oración diaria a la Divina Misericordia construye puentes sólidos entre las almas y Dios, puentes de luz y de misericordia, puentes de amor y caridad que nunca podrán ser derribados por el enemigo. A pesar de las pruebas rudas y difíciles que en estos tiempos todos los corazones enfrentan, esos puentes son inquebrantables, porque están sustentados por Mi Amor Misericordioso, una esencia sublime que se guarda en el templo de sus pequeños espíritus.
Les pido que en estos tiempos fortalezcan, a través de la oración misericordiosa, estos puentes que los conducirán hacia la redención definitiva de sus vidas.
Bajo la Luz Imperecedera del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por construir los puentes de luz hacia Mi Corazón.
Cristo Jesús, el Gran Puente Salvador
Mi Corazón desea almas preciosas que por amor veneren Mi Sagrado Corazón, porque en ellas dejaré Mi Manantial de cura y de reparación.
En los corazones más ancianos veo muchas veces Mi Luz Paternal reflejada como la luz de los rayos del sol. En las almas ancianas veo un reflejo de la sed que ellas tienen por Mi Amor y Redención.
Recojo de esos corazones los frutos de la conversión y encuentro en ellos una locura santa por querer encontrarme. En la quietud de los más ancianos Mi Corazón puede reposar y, en el silencio, encontrarse delante de un amor perpetuo y renovador. Mi Corazón se encuentra delante de un amor fiel y digno de ser compartido con los semejantes.
En la Hora de la Misericordia Mi Corazón descansa en las almas más ancianas, porque Yo puedo ver que el consuelo que ellas Me transmiten es verdadero y luminoso. A las tres de la tarde, la Misericordia de Mi Corazón también desciende sobre sus pequeños corazones y así, por aquellas almas ancianas que oran Conmigo, Yo puedo fundirme con la joven y renovada esencia de cada uno de ellos.
Hoy los invito a considerar a los más ancianos como parte de la expresión de Mi Manantial de Amor Perpetuo para el mundo; así las familias en el mundo no estarán quitándose un peso, sino asumiendo que en la sabiduría de los más ancianos se encuentra presente Mi Amor Misericordioso.
Recuerden al anciano de Jerusalén, el que cuando Yo era niño Me tomó en brazos y abrió su corazón para que se fundiera con Mi pequeño Espíritu de niño.
Que en los más simples se refleje la compasión por la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
A las tres de la tarde, las almas más apagadas y sufridas son lavadas con el agua de Mi Océano de Misericordia y los ángeles del Señor las curan y las reparan de sus perpetuos dolores.
Y esto es posible solamente porque algún alma sobre la faz de la Tierra está unida a Mí por medio de la Coronilla a la Divina Misericordia. En Mi Océano de Gracias las llagas del espíritu cicatrizan por la honesta oración de las almas que, sobre la Tierra, dedican un espacio para Mi Presencia Divina y Celestial.
Conozcan así Mi Fuente Inagotable de prodigios y de bendiciones para toda la humanidad. Si no hubiera dado Mi Vida por ustedes, ese Manantial no hubiera podido derramarse como lo hace hasta en este mismo momento en el que ustedes escuchan Mis Palabras.
Este Océano de Gracias son los frutos recogidos durante el sacrificio realizado y aceptado por Mí desde la Pasión. Pero esa Fuente de Redención, ese Océano Inacabable, nació a partir de Mi Presencia entre ustedes en el mundo.
Sepan que ese Océano resurgió de forma pura en la Cruz, cuando la lanza de ustedes, la lanza del dolor de la humanidad, traspasó Mi Costado y en vez de que Yo derramara Justicia, Mi Amor por cada uno de ustedes derramó Gloria: Gracia, Misericordia y Liberación que, en espíritu de verdad y santidad, se expandió como un Caudal de Gracia y de Salvación sobre cada una de las almas condenadas al Infierno.
A las tres de la tarde Mi Manantial se aproxima desde el Universo al corazón espiritual de todos los pecadores más empedernidos; la tabla salvadora para cada uno de ellos es la oración a la Divina Misericordia que es rezada por todas las almas.
Todos ustedes tienen la oportunidad misericordiosa de ingresar en Mi Océano para lavar sus seres. A las tres de la tarde, Mi Consciencia Universal abre desde el Cielo una puerta con la esperanza de que vivan en el Océano de Mi Amor mediante el perdón.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Preceptos en el corazón.
Cristo Jesús
Como Señora de la Fe, intento que vuestros corazones estén vigilantes cuando llegue el esperado momento del rescate de los corazones y de la salvación de las almas. Vuestro camino de oración les permitirá encontrar su esencia a cada uno de Mis hijos y, en especial, descubrir aquello que sus almas están necesitando.
Hijos Míos, abriendo el Manantial de la Misericordia, los llevo hacia Mi Hijo para conducirlos por los caminos de la paz.
Queridos hijos, como el mundo corre rápido, es necesaria mucha oración para soportar los cambios que surgirán a la vista de todos, cambios que definirán el “sí” o el “no” de todas las almas.
Ustedes son llamados a caminar próximos a Mi Hijo para que puedan ver la necesidad en todos los corazones que aguardan por el Perdón y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, es hora de continuar orando porque eso aliviará el Corazón de Cristo y, así, ustedes estarán cerca de Su Amor Universal. Ahora deben seguir los pasos del Retorno de Cristo para que vuestras moradas estén unidas a Su Sagrado Corazón.
Muchos corazones esperan por los Nuevos Cristos, y Mi orden ecuménica, Orden Gracia Misericordia, forma parte de los soldados de la oración, porque hoy todos son llamados a compartir el camino crístico del final de los tiempos.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más