Viernes, 26 de abril de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A las tres de la tarde, las almas más apagadas y sufridas son lavadas con el agua de Mi Océano de Misericordia y los ángeles del Señor las curan y las reparan de sus perpetuos dolores.

Y esto es posible solamente porque algún alma sobre la faz de la Tierra está unida a Mí por medio de la Coronilla a la Divina Misericordia. En Mi Océano de Gracias las llagas del espíritu cicatrizan por la honesta oración de las almas que, sobre la Tierra, dedican un espacio para Mi Presencia Divina y Celestial.

Conozcan así Mi Fuente Inagotable de prodigios y de bendiciones para toda la humanidad. Si no hubiera dado Mi Vida por ustedes, ese Manantial no hubiera podido derramarse como lo hace hasta en este mismo momento en el que ustedes escuchan Mis Palabras.

Este Océano de Gracias son los frutos recogidos durante el sacrificio realizado y aceptado por Mí desde la Pasión. Pero esa Fuente de Redención, ese Océano Inacabable, nació a partir de Mi Presencia entre ustedes en el mundo.

Sepan que ese Océano resurgió de forma pura en la Cruz, cuando la lanza de ustedes, la lanza del dolor de la humanidad, traspasó Mi Costado y en vez de que Yo derramara Justicia, Mi Amor por cada uno de ustedes derramó Gloria: Gracia, Misericordia y Liberación que, en espíritu de verdad y santidad, se expandió como un Caudal de Gracia y de Salvación sobre cada una de las almas condenadas al Infierno.

A las tres de la tarde Mi Manantial se aproxima desde el Universo al corazón espiritual de todos los pecadores más empedernidos; la tabla salvadora para cada uno de ellos es la oración a la Divina Misericordia que es rezada por todas las almas.

Todos ustedes tienen la oportunidad misericordiosa de ingresar en Mi Océano para lavar sus seres. A las tres de la tarde, Mi Consciencia Universal abre desde el Cielo una puerta con la esperanza de que vivan en el Océano de Mi Amor mediante el perdón.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por guardar Mis Preceptos en el corazón.

Cristo Jesús