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Deja que tu alma y tu corazón sientan el dolor del Corazón de Dios por Sus hijos que se pierden en este mundo.
Deja que tus oraciones sean un bálsamo que repare el Corazón del Padre y que las lágrimas que caen de tus ojos, por la perdición y por la ignorancia de las almas, laven y curen las heridas de tu Creador.
Cada alma perdida es una llaga en el Corazón de Dios. Cada hijo Suyo que niega o que rechaza la posibilidad de aprender sobre el amor y superarse en el amor, es una herida que se abre en el Corazón del Padre, porque una parte de ese Santo Corazón es arrancado y colocado, por libre y espontánea voluntad, en los abismos oscuros de este mundo.
Ora, clama y deja que tu clamor sea como un aliento para Dios, porque tu oración se transforma en una luz que ilumina la mirada de los que están en la oscuridad para que puedan comprender sus errores y arrepentirse de ellos.
Ora por las almas que se arrepienten para que ellas reciban una oportunidad de salvación, y ora por los que están ciegos y que permanecen en el engaño, sin querer ver la luz.
Haz de tu oración un manantial de Misericordia y de reparación, porque cuando oras tú te unes al Padre y Él vierte Su Misericordia sobre el mundo.
Cuando la Misericordia toca a las almas perdidas, ellas retornan al Corazón de Dios y aquella parte que le faltaba comienza a repararse.
Por eso, ora hijo, ora, clama, ten sed y ansia de curar el Corazón de Dios, abriendo el camino para que las almas retornen a Él.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hermana Lucía de Jesús:
Cuando San José se aproximaba para transmitir Su mensaje, comenzó a mostrarnos algunas imágenes de la vida de Jesús anteriores al cumplimiento de Su misión pública. San José mostraba a Jesús trabajando en una carpintería, conversando con personas, caminando solo… Y, mientras mostraba esas imágenes, decía: “Hijos, Jesús vivió tres años públicamente, pero treinta en el anonimato. Vivió tres años proclamándose el Hijo de Dios Vivo, pero treinta en humildad, como simple carpintero, nacido en una familia pobre. Con eso, aprendan que no hay quien viva mejor una tarea pública que aquel que aprendió a vivir en el anonimato”.
Y, entonces, me pidió que anotara el mensaje de hoy.
No hay guerrero más valiente que aquel que se vence a sí mismo.
No hay predicador más preparado para su misión que aquel que se prepara en el silencio.
No hay corazón más dispuesto a recibir a Cristo que aquel que se abandonó a sí mismo por medio de la esencia de la humildad.
Hijo, no hay alma más consagrada a Dios que aquella que reconoce que su consagración comienza en el espíritu y que su rendición absoluta es lo que más importa, porque si no hay rendición, no habrá ninguna consagración.
Vive, con la alegría que puedas sentir, la renuncia a ti mismo.
Alégrate al esperar en el Señor la hora en que Él te llamará a Su lado y deja que la humildad sea la que prepare tu espíritu para la misión que debes cumplir en estos tiempos.
No hay corazón más atento a Mis palabras que aquel que aspira a vivirlas y que intenta hacerlo, todos los días, en el silencio de su corazón.
Recuerda lo que hoy te dije con simples palabras, pues aquí se encuentra la diferencia entre vivir una experiencia crística y no encontrarla nunca.
Tu padre y amigo,
San José Castísimo
Si contemplasen con el corazón las necesidades del mundo de una forma natural, sus propias necesidades se disolverían. Lo que sucede es que las consciencias no están verdaderamente conmovidas por lo que ocurre en el planeta y aún no se abrieron para comprender lo que está sucediendo.
Mientras las almas se sumergen en los abismos planetarios, muchos aún están preocupados intentando ofrecer a Dios pequeños sacrificios y transformándose, con mucho esfuerzo, casi nada, cada día.
La imposibilidad de la transformación es impuesta por la consciencia que, al estar inmersa en sí misma, no consigue salir de sus propias dificultades; y lo peor que sucede en el mundo, para esa consciencia, es aquello que no consigue transformar.
Compañeros, en tiempos de Apocalipsis, sus proporciones deben cambiar en la consciencia: en lugar de estar tan preocupados con lo que sucede consigo mismos, coloquen la atención en el planeta y toda su vigilancia y oración para equilibrar el caos planetario.
Les aseguro que, si descubren el amor al Plan de Dios y, dentro de ese amor, la perseverancia absoluta en la concreción de ese Plan en todas las almas, en poco tiempo, no serán más los mismos y se disolverán en un propósito mayor.
El Señor necesita, en estos tiempos, consciencias capaces de renunciar a sí mismas; para que solo sean instrumentos de la manifestación de Su Plan, y eso se da cuando el ser dona todo de sí, incluso se dona a sí mismo, para que el propósito de Dios se cumpla en todas las almas.
Ustedes deben preocuparse menos con el cumplimiento del propósito de Dios en sí mismos y más en toda la humanidad. Si todo lo hicieran para que el otro alcance la salvación, el despertar y la santidad, les aseguro que llegarán a la meta de una forma como nunca llegarían si estuviesen tan preocupados consigo mismos.
Son tiempos de crisis planetaria, de Apocalipsis, de Armagedón. Que cada uno retire la atención de sí y observe los que tiene alrededor. Es hora de desarrollar el amor al prójimo, el amor al planeta, a los Reinos de la Naturaleza, al Plan de Dios.
Ofrezcan sus vidas a un propósito mayor y dirijan todos sus esfuerzos a la salvación de otros. Con esmero, den lo mejor de sí para que otro alcance la santidad.
Oren, no por sí mismos, sino por las almas que verdaderamente lo necesitan, pues si ustedes están leyendo estas palabras es porque ya tienen todo, inclusive mucho más de lo que merecen.
Con amor, los guío y en Mi divina paternidad los hago crecer.
San José Castísimo
Existen misterios que sólo son revelados al alma simple, aquella que, en su simplicidad, deja de aspirar a las cosas del mundo y coloca el foco de su evolución en vivir lo que es real y que desconoce por completo.
Sepan que incluso el alma que está aparentemente recorriendo un camino espiritual, cuando tiene alguna meta o aspiración material para sí, jamás comprenderá los caminos de Dios y no será capaz de ingresar verdaderamente en Su Corazón.
El alma que se coloca en el camino correcto es aquella que no aspira absolutamente a ningún mérito en este mundo. Todo lo que construye en su vida material, inclusive la propia transformación, es con la única intención de obedecer lo que a Dios le pide, sabiendo que Él algo hará con todo eso. Su verdadera aspiración es disolverse en Dios, encontrarlo y no ser nada dentro de Su Grandeza.
Esa era la esencia de la Sagrada Familia, que fue el ejemplo para toda la humanidad.
En la vida material, ofrezcan todo con empeño, esfuerzo y perfección, para que aquello que Dios pide, se concrete; no para que ustedes sean los realizadores de la Obra de Dios, sino solo para obedecerle, sin importar la finalidad que Él le dará a todo lo que viven.
Si hacen suyas las Metas de Dios, corren el riesgo de colocar la propia voluntad dentro de los designios celestiales; intentarán descubrir cuál es la Meta de Dios, y al creer conocerla, cuando esta no se concrete, sentirán que fracasaron.
Mis queridos compañeros, ¿comprenden entonces la esencia de ser un obrero del Señor? El obrero de Dios no sabe cómo será el final de la obra, no sabe lo que está construyendo. Sólo coloca, cada día, el ladrillo en donde se le pide. Y lo hace con mucha libertad y con mucho amor, porque la obra no es suya, es de Dios.
La verdadera meta del obrero no está en concretizar la obra, sino en obedecer, cada día, al Gran Constructor Celestial.
Coloquen entonces sus aspiraciones en el lugar correcto y abandonen las metas propias, aunque les parezcan espirituales. Diariamente, déjense construir por Dios y no quieran saber en qué resultará Su Obra. Solo amen ser siervos del Creador. Confíen en Su Perfección y, con simplicidad, encontrarán la unión absoluta con Él.
De esa forma, no importará si fracasan ante los ojos humanos, porque en su interior sabrán que solo Dios, que es Perfecto, conoce el resultado de Sus Obras.
El corazón humilde y simple descubrirá muchos misterios.
Les dejo Mi bendición y Mi paz,
San José, obrero y servidor eterno de Dios
Queridos compañeros y siervos de Dios:
Hoy los invito a meditar con la esencia del corazón en todas las gracias que recibieron y que siguen recibiendo incluso en la actualidad. Los invito a meditar en la verdadera razón por la cual fueron congregados por los Mensajeros Divinos y en cuál es el potencial que está oculto en el interior de cada uno y que, en este tiempo, Dios aspira a revelarles.
Sepan, Mis amados, que no vengo al mundo para instruir solo a una parte de la humanidad, para que se vuelvan más sabios y tengan una vida un poco más pacífica para disfrutar. Mi Casto Corazón tiene una misión clara, que Me fue entregada desde el principio de Mi llegada a este mundo. A pedido del Altísimo Señor, vengo a abrir la consciencia humana y a proporcionarle la posibilidad de vivir según la Voluntad del Creador.
Vengo para que poco a poco, gota a gota, la humanidad deje de ser una llaga en el Corazón del Padre y sea la concreción de Su esperado Proyecto, predilecto en el Reino de los Cielos.
La responsabilidad de los que Me escuchan es inmensa y no cabría en sus mentes, ni tampoco en sus pequeños corazones. Es por eso que, día a día, los Mensajeros Divinos los invitan a confiar en las Palabras de Dios, pronunciadas por los Sagrados Corazones, porque la verdadera esencia y razón por la cual llegamos a este mundo todos los días difícilmente ustedes podrán comprender.
Sepan que el Creador cuenta con pocos soldados dispuestos a seguirlo incondicionalmente; dispuestos a dejar atrás lo que fueron, para renacer en un nuevo hombre, completamente
opuesto a lo que hoy se expresa en el mundo.
En medio de una humanidad ignorante y ciega, los pocos que intentan mantener la fe están siendo sofocados por los ejércitos de la oscuridad, y ustedes están delante de la Voz de Dios, que los instruye día a día, para que sean simples de corazón y humildes, porque esa es la única manera de equilibrar todo lo que hoy sucede en el mundo.
Por más que les parezca increíble y a veces absurdo, Yo les digo, compañeros, que el Creador cuenta con cada uno de los que son capaces de escuchar Su Voz y seguirla. Y sus esfuerzos diarios para transformarse, aunque sean mínimos, son colocados en la balanza del Juez Celestial.
Todas las instrucciones que les traigo son para aplacar la Justicia que descenderá sobre el mundo; mas, para eso, no solo deben encontrar bellas las palabras de los Mensajeros de Dios, sino también vivirlas. Si no fuese así, ¿de qué valdría que vengamos al mundo?
Yo los guiaré y entregaré Mis últimos impulsos a la humanidad, en la divina esperanza de que al menos un alma escuchará y vivirá lo que tengo que decir y enseñar.
Ruego al Padre todos los días por el despertar de los corazones; para que al menos unos pocos descubran cuán simple es seguir los Pasos de Dios y cuán verdadera es la libertad celestial que se encuentra al abandonar lo viejo y abrirse para ser una semilla de la Nueva Humanidad.
Yo los amo y los guiaré incansablemente.
San José, fiel pacificador de Dios
Vengo en esta tarde a revelarles una verdad suprema de Mi Corazón: uno de los pilares para la consagración del espíritu es el amor a la soledad; soledad que encuentra al Corazón del Padre Eterno y, dentro de Él, a toda la Creación.
La consagración de la vida requiere que los seres abandonen todas sus expectativas en relación con el prójimo y consigo mismos; que no quieran conquistar ninguna cosa para demostrar su avance, ni siquiera un atributo espiritual.
En cuanto estén presos de la necesidad de mostrar resultados en sus transformaciones se estancarán en el mismo punto y, a veces, encontrarán las mismas miserias de siempre. La transformación
definitiva comienza en la consagración verdadera a Dios, y consagrarse a Dios es entregarle a Él todo lo que cada uno es. Aunque no obtengan ningún resultado o no alcancen ninguna meta, no importará a dónde llegarán, porque lo que ustedes son solamente pertenece a Dios y a nadie más.
Cuando hablo de soledad, hablo del desapego de las compañías en sus caminos. Con esto no quiero decir que a partir de ahora deban estar solos físicamente. Solo quiero decirles que deberán dar sus propios pasos, aunque sean los únicos en el mundo entero asumiendo un camino de transformación. Y aunque todos a su alrededor no reconozcan ese camino y no se esfuercen en nada para recorrerlo, aun así deben hacerlo.
La consagración debe ser entre la propia alma, el propio espíritu, y Dios. Ninguna interferencia de la vida sobre la Tierra deberá apartarlos de la posibilidad de lanzarse en el abismo de
la entrega al Creador.
Uno de los motivos, Mis queridos, por los cuales la humanidad no alcanza los Principios Celestiales es la imposibilidad que tiene la mayoría de los seres de desapegarse de todo lo que los otros esperan de ellos, o también, de caminar sin depender de los pasos ajenos, de incentivos externos de los que los acompañan.
Como ven, ese camino es duro y árido, pero la fuente que se encuentra al cruzar ese desierto es eterna y, si un ser es capaz de llegar hasta ella, podrá saciar la sed de toda la humanidad.
Sepan que, aunque ese camino esté impregnado por el espíritu de la soledad y de la entrega, lo harán por todos aquellos que no se animaron a caminar. Los méritos generados por uno de ustedes, resultarán en la salvación de muchas almas.
Por eso, nuevamente les digo: conságrense al Creador todos los días, vivan para Él y no para otros, tampoco para sí mismos. Así, abandonarán la necesidad de realizar hechos que no construyen el Proyecto de Dios, por la inseguridad y por el miedo de no ser aceptados por los demás.
El Señor espera que limpien el suelo que pisan, que retiren las hojas secas y vean en la tierra la marca de Sus Pies. Sigan Sus Pisadas. No hubo nadie más solitario ni desapegado de sí y del mundo que el Hijo de Dios, su ejemplo y su salvación eterna.
Bajo el Amor de Cristo, Yo los bendigo.
San José Castísimo
Libera tu corazón de toda ofensa, busca la reconciliación con Dios todos los días. Bebe de la Fuente de Cristo, la que te quitará la sed. Confiesa tus faltas, no temas decirlas, porque no serás juzgado.
Vives en un tiempo de adversidad y de oposición; haz transparente tu corazón y tu sentir, así recibirás la cura para todos los males. Mantén viva tu aspiración por transformarte, Yo puedo ayudarte a enderezar tus caminos.
Sé libre de ti, que no te lastimen tus dificultades, la hora de la redención llegará para todos.
Mientras tanto, reza de corazón y abandónate en Mí; puedo construir lo nuevo en todo lo que esté purificado. Tengo para ti una promesa escrita, conoce tus virtudes más que tus potencialidades. Conócete a ti mismo más que a los demás.
Graba en tu memoria Mi santa imagen, Yo soy la Reina de las Estrellas, soy la Madre de los pecadores. Quien viene a Mí, no se arrepentirá; tengo la autoridad para liberarte, como también para entregarte el Amor de Dios.
La paciencia es la llama que nunca se apaga, es el brillo incandescente que todo lo enciende. Únete a Mi Corazón y algún día verás escrito en el Universo el día de tu redención. Anímate a seguirme a pesar de todo.
Soy tu Madre y quiero lo mejor para ti. Hoy te absuelvo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los entrega a los brazos del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No temas, alma Mía, ser pulida tan fuertemente como una vieja madera en las Manos del Carpintero. Cuanto mayor sea el pulido, mayor será la liberación y, en consecuencia, alma querida, te liberarás del juego de la arrogancia y de la vanidad. Una buena madera bien tratada perdurará a lo largo de los tiempos. Permite que Yo te moldee según el diseño perfecto de Mis Planes.
No temas, alma querida, ser pulida tan profundamente para que se lleguen a desprender de ti las impurezas de la inconsciencia. Entrégate por entero en Mis Manos obreras y verás pronto, alma Mía, cómo era necesario que te desprendieras de ti hace mucho tiempo.
En las nuevas obras, Dios vierte Su Espíritu. En los corazones purificados, Dios derrama Su Gracia Infinita. Querida alma, bebe del Agua que Yo te ofrezco de Mi Costado para que viviendo en el sacrificio, encuentres el camino de la santidad y del bien.
Deja que Yo te muestre la Voluntad de Mi Padre, alma Mía; abandónate en Mi Corazón.
Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por humillarte ante Mi Corazón.
Cristo Jesús
¿Qué esperas, alma Mía, para entregarte a Mis Dones?
Deja que el Amor perpetuo que brota de Mi Corazón te inunde hasta el punto de que sientas una devoción ardiente por Mi Ser.
Camina a Mi lado, segura de que estás dando los pasos hacia Dios. Olvida todo lo que oprime tu corazón y eleva tu consciencia hacia Mi Reino Interior.
Aquella que busca los Cielos, es el alma que se une a la Fuente del Amor. Si ya te has desposado Conmigo, permíteme que ahora, tu Esposo Fiel, te acoja y te guíe por el camino del Propósito. Quédate durante la noche en Mis Brazos y siente la plena seguridad de que siempre estarás bien a pesar de las circunstancias.
Búscame en todo momento, siéntete observada, alma Mía, por los dulces Ojos de tu Amado y Fiel Señor. Acepta que ya es hora de iniciar un nuevo ciclo, un ciclo que será impregnado por Mis Gracias Celestiales.
Acércate a Mí, ya no tengas miedo de contarme cuántas veces has caído a Mi lado. Mira con atención, tu Compañero te está tendiendo Su Mano para levantarte. Derrama tus lágrimas de luz sobre Mi Pecho, siente el calor supremo de Mi Compasión y deja que el pasado se inunde de cura y de perdón.
Mira la Gran Estrella en el firmamento de la noche, ella te está indicando el brillo de Mi Divina Misericordia.
¡Oh alma Mía!, que has dejado de ser tan tentada por el mundo para volverte una flor en Mi Jardín Eterno. Yo siempre te agradeceré por haberte abandonado a la pasión amorosa de Mis Brazos porque ya has ingresado en la confianza de Mi Corazón.
Alma esposa, vive el júbilo del gran encuentro y sigue adelante para alcanzar Mi Eternidad.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por abandonarte en confianza a Mi Corazón.
Cristo Jesús
Descubran bajo Mi manto los misterios que guarda el Universo, para que cuando llegue la hora, el Señor pueda revelarles aún más secretos que están guardados en el Infinito.
Ven hijo Mío, ven hija Mía, despierten vuestras almas a través del Amor que hoy Dios les ofrece. Es tiempo de abrir el corazón a la existencia inmaterial y, de poder vivir sobre la Tierra, las infinitas posibilidades que guardan como creación perfecta de Dios.
Mis queridos, permitan que hoy fluya de sus pequeños corazones, un manantial infinito de amor; amor que cada uno encontrará en su interior; amor que fue depositado por Dios en el origen de Su creación y que hoy llegó la hora de que salga a la luz, para auxilio de los que no abrieron los ojos y de los que no buscan a Dios.
Mis amados, vengo en este último tiempo a invitar a toda la humanidad para un nuevo despertar, un despertar a una vida divina y universal. Para ello es necesario que la valentía de sus espíritus se manifieste en vuestras vidas y que vuestras almas tomen la decisión de abandonar definitivamente las ilusiones del mundo, para aferrarse eternamente a las Gracias divinas y a Su infinita Gloria.
Son tiempos de que nazca la Paz en los corazones; tiempos de disolver los conflictos que les impiden madurar la consciencia y tiempos de permitir que el espíritu los impulse a una nueva etapa de crecimiento.
Mis amados, es con profunda alegría que hoy desciendo desde el Cielo, para venir al encuentro de Mis pequeños hijos y, en este encuentro, invitarlos para que respondan a un llamado divino de oración, de conversión y de entrega.
No teman acercarse a Mi Corazón, pues no existe placer en este mundo que venza la Gracia que deposito en sus corazones. Y les digo que cuando conozcan verdaderamente la Paz y el Amor que les traigo, jamás encontrarán en el mundo algo semejante a este manantial divino.
Mis pequeños hijos, es el momento de caminar hacia el Corazón de Dios y estar dispuesto a hacer una oferta para toda la humanidad, porque vuestras almas y vuestros espíritus los trajeron hoy al encuentro con Mi presencia. Existen en el mundo muchos que se niegan a abrirse a este llamado y se pierden en medio de sufrimientos, entregando su alma en manos del enemigo y no en manos de Dios.
Necesito soldados en profunda e incansable oración, soldados de un ejército pacificador que disuelvan, por medio del verbo, los conflictos del mundo.
Purifiquen hoy en Mi presencia, los conflictos de su mundo interior, para que a través de Mi Amor maternal, Yo pueda limpiar vuestras almas y vuestros corazones, preparándolos así para una nueva misión de Paz sobre la Tierra.
¡Sigan adelante, Mis amados compañeros!
Les agradezco por estar Conmigo en oración.
Su Madre, María, Reina de la Paz
Todo el tiempo intenta estar en Mí, porque Mi Fe te fortalecerá en los grandes momentos de pruebas.
Aquel que se abandona en Mí recibirá cuanto necesita, dejará de estar todo el tiempo en sí mismo y será transfigurado por Mi Presencia.
Muchos creen que el despojamiento interior es renunciar solo algunas veces y, en verdad, el vacío de sí es un ejercicio eterno para quienes recién se inician en Mi Camino Crístico.
Es tiempo de volverse victoriosos y humildes mediante la oración misericordiosa. Yo llamo victoria a la transformación total de sí y a la renuncia a quien se era segundos atrás; porque así, en verdad, la consciencia se renovará y encontrará el consuelo solamente en Mi Corazón de Amor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir la transformación a través del amor a Mi Sagrado Corazón.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mensaje recibido durante el 6.° Encuentro de Oración en el Centro Mariano de Aurora
Nunca olviden que Yo Soy el Señor de la Piedad y que permanezco todo el tiempo al lado de ustedes para socorrer a sus consciencias en el camino.
Nunca se arrepentirán de haberse encontrado Conmigo.
Aquel que se une a Mí se salvará; esta es la Ley del Amor para los que se animan fervorosamente a seguirme sin importarles nada más. Por eso, hoy les contaré la historia de una de Mis discípulas.
Hubo una vez, en una ciudad de este país² no muy lejana de aquí, una servidora que aún estaba dormida para el camino espiritual. Ella despertó de la noche a la mañana porque Yo visité su corazón.
Su vida estaba entregada al mundo y Yo le pedí que Me entregara su existencia. Cuando Yo Me anuncié le dije al igual que a Mis Apóstoles: “Deja todo lo que eres y sígueme, sin mirar atrás y confía en Mí”.
Su vida cambió porque su corazón, pobre y solitario, fue colmado por Mi Amor Fiel. Desde aquel día ella lo entregó todo por el Todo solo por vivir la experiencia inquebrantable de Mi Amor Divino.
Fue ese Amor Mío que le dio sabiduría para dar los pasos en el vacío que Yo le estaba marcando. Fue el Amor de Mi Corazón que la guio a pesar de las vendas en sus ojos y la llevó a encontrar el camino que Yo tanto le deseaba en Mi Espíritu. Fueron el amor y la piedad que la redimieron; se abandonó por entero en Mis Brazos y descansó en Mi Regazo sin ningún miedo interior.
El gran momento para su vida fue cruzar el umbral desconocido para vivir Mi Eterna Voluntad. Cuando eso sucedió, se abrieron las puertas y el mundo dejó de ser su esposo, para que Yo Me convirtiera en su eterno y fiel Esposo.
Desde allí, el Reino y el Universo le hablaron y la formaron como una parte de Mi Corazón, y Mi Consciencia le entregó, eternamente, varios rebaños a su cargo e instrucción.
Después de eso, el Señor le entregó todo por la confianza que ella Me había demostrado desde el principio. Y así nacieron, bajo su manto maternal, nuevas ovejas que ingresaron en Mi Discipulado y Apostolado.
Por eso hoy les quiero demostrar el poder de Mi Piedad y de Mi Confianza, Confianza que proviene del Universo manifestado.
¿Por qué les transmito esta historia?
Para que crean, desde ahora, que Mi Proyecto para ustedes tiene un principio y un fin, y aquel que se deje guiar por Mí no padecerá, sino que recibirá el soplo del Pensamiento de Dios para decidir hasta en las cosas más simples.
Este es Mi Ejemplo Divino, el de una discípula que solo Me dijo: “Sí, Maestro, quiero estar en Ti”.
Sus corazones son posibles puertas de luz para que otros corazones y otras almas ingresen en Mi Universo, en Mi Verdadero Universo de Amor Superior.
Bajo la Luz y el Perdón de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras desde el corazón.
Cristo Jesús de la Divina Piedad
2. Este mensaje fue transmitido en la ciudad de Paysandú, Uruguay.
Cada vez que Yo desciendo desde el Cielo, el Universo y Mi Sagrado Corazón vierten una Gracia Especial sobre ustedes, renovándolos en la fe y en el compromiso Conmigo.
Vengo hasta ustedes porque aún los rebaños están inmaduros para guiarse por sí mismos.
Cada una de sus consciencias deberá reconocer la presencia del Pastor de la Luz en diferentes formas y faces; ese será el momento en el que sus corazones, abiertos a la purificación y a la consagración, abandonen por Mí las viejas estructuras que les impiden aproximarse a Mi Espíritu Redentor.
Dejando sus pareceres atrás, acepten las correcciones de hoy, porque ellas son nutridas por los Rayos del amor, Rayos de la instrucción que les mostran el tiempo de cambiar y de renovarse a través de Mí.
Cuando Mi Corazón llamó a los pescadores de Galilea, llamó a la vieja humanidad que semidestruida debió recibir la oportunidad de la redención.
Ahora vuelvo a llamar a todos aquellos que, dando el sí, Me abrieron la puerta para que Mi Consciencia Glorificada actúe sobre los corazones imperfectos, resistentes, rígidos y cerrados; porque Mi Sagrado Corazón los consagrará y, cuando los consagre, todos alcanzarán la victoria de la salvación.
¡Ánimo para los que aún luchan por vencerse a sí mismos!
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos compañeros Míos:
Hoy los llevo a todos hacia lo profundo de Mi Corazón y por esta emblemática unión Conmigo los reúno en torno de Mi Presencia para que puedan cumplir con los Mandamientos de Mi Padre.
Queridos amigos, sé que muchos de ustedes están a punto de cruzar el gran umbral del desierto interior para así vivir la transformación que el Padre necesita en sus vidas. Él Me envía hoy por amor a ustedes, por amor a toda la humanidad. Mi Misericordia hoy es el bálsamo esperado por sus corazones el que, mediante la Gracia vertida por Mí, les dará fuerzas para caminar, amor para poder vivir y fe para creer en Mi poderosa Palabra Redentora.
Hoy no solo estoy aquí con ustedes sino también con sus hermanos que están unidos a Mi Espíritu Sacerdotal en este horario de infinita misericordia.
Queridos Míos, veo también en ustedes un intenso agotamiento interior; les pido que concentren su fe en Mi Eterna Fe, su desesperación en Mi Consuelo, su dolor en Mi Compasión. Los amo, los amo tanto que di la vida por ustedes para que las generaciones pudieran estar presentes en vida en estos tiempos. Solo abandónense en Mis Brazos porque Mi Corazón ya ha recibido la preciosa consagración de sus almas.
Sepan, Mis compañeros, que el verdadero soldado de la Luz se forma empeñándose en servir y amar a Dios sobre todas las cosas. Adoro a aquellos que dan todo por sus amigos porque ellos se convertirán en servidores eternos de Mi Reino.
Mientras Mi Espíritu circula por el mundo derramando Gracias y Perdón, les pido que sean valientes todos los días y que no bajen el estandarte de la paz y de la redención.
Queridos, estoy retornando en Espíritu Omnipresente a fin de darles a conocer la Vida Eterna para sus consciencias. Encuentro en ustedes un luminoso camino lleno de bendiciones.
¿Qué más quieren para sus vidas si, desde la Cruz, les entregué por entero a Mi Santa Madre?
Mis amigos, afiancen su fe en el Inmaculado Corazón, porque él será para ustedes el camino de regreso a Mis Moradas.
Les agradezco por recibirme amorosamente.
Bajo el Amor Eterno del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Instrucciones en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor del Mundo
Queridos Míos:
Adoro a los que se arrepienten de corazón por todo lo que han hecho; dichosos de ellos porque serán transparentes como la sinceridad que brota del corazón.
Ánimo y valentía son necesarios en estos tiempos; quien se encuentre consigo mismo sabrá qué es lo que deberá purificar del corazón y, si se toma de Mi manto, nada en él temblará y sabrá cómo proceder correctamente en el camino de la transformación.
Para que eso suceda surge el poder de Mi Misericordia, que equilibrará al mundo de las consecuencias del pecado y le posibilitará vivir en la salvación del corazón para alcanzar la Eternidad. Deben velar antes que nada por ustedes mismos, para percibir qué es aquello que aún no se ha purificado y qué significa una piedra incrustada en el camino de la redención.
Vigilen Conmigo, únanse a Mí para que en estos tiempos se revelen los misterios más ocultos de la consciencia, los cuales necesitan de perdón, cura y misericordia. No teman perder el control de la vida ni teman quedarse vacíos de ustedes mismos, ese será el comienzo para que el alma viva el estado de consagración a los Planes del Padre.
Corran hacia Mí y liberen sus flaquezas, abandónense por entero en Mis Brazos y déjenme ser en ustedes, lo que intento desde el surgimiento de sus vidas. Sean valientes y con coraje libérense de las amarras.
El primer paso es vivir en Mi Voluntad para después conocer la consagración de la vida a Dios.
Bajo la Misericordia del Padre, confíen en Mi Llamado.
Gracias por consagrar la vida al Padre Creador.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Llevando a toda la humanidad en Mis brazos, hoy dirijo Mis palabras celestiales a todos Mis hijos de los Estados Unidos y de Venezuela solicitándoles oración para que la Bienaventurada Gracia pueda descender sobre ambas naciones.
A pedido de Mi Hijo Jesús, hoy les doy Mi Bendición Maternal y los llamo a seguir caminando por la paz en vuestros corazones y en el mundo entero. Por este motivo, hoy envío Mi Amor eterno a cada uno de los grupos de oración de los Estados Unidos y de Venezuela. Les envío Mi Consuelo Maternal y les anuncio que Mi prometida llegada a ambas naciones, según los planes del Altísimo, tendrá lugar en el Centro Mariano de Figueira, en el Brasil.
Cuando les digo que llevo a la humanidad en Mis brazos, es porque ella necesita de la guía y de la protección de Mi Maternidad. Cuando les digo que Yo apareceré en gloria y en espíritu durante los meses de octubre y noviembre en el Centro Mariano de Figueira, es para que vuestros corazones sientan que no los abandonaré porque los amo más allá de vuestros pensamientos y razonamientos.
Hoy quiero recordarles una parábola que Cristo ha dejado para toda la humanidad. Es un mensaje que les permitirá comprender por qué Dios quiere y pide que vuestras consciencias crezcan en este último tiempo definitorio.
Hijos Míos, recuerden que Jesús una vez dijo que en un tiempo pasado hubo una mujer muy pobre que donó todo lo que le quedaba para que el templo pudiera proseguir con la tarea. Pero como fue tan poco lo que ella había dejado, su acción no fue considerada por los hombres. Jesús, Mi Hijo, los invita a reconocer que es más importante la acción de lo que cada hijo del Padre dona, que el valor en sí de lo que cada uno de ustedes tiene.
¿Cuál es el misterio de esta parábola?
Queridos hijos, el misterio es que en el Reino de los Cielos se guardan los verdaderos y sinceros valores espirituales que enriquecen el corazón de todas las almas, y no los bienes que Mis hijos guardan y acumulan en la Tierra.
Hoy, hijos Míos, quiero que aprendan a amar lo que no se tiene. Les digo, amar el verdadero espíritu de la Providencia de Dios. Jesús ha dicho a Sus discípulos: “Deja todo lo que tienes y sígueme”. Mi Hijo les quería decir que cada uno de ustedes debe donarse por entero a la Voluntad de Dios y confiar que Él les dará los mayores bienes que existen en los Cielos.
Queridos hijos, el motivo de Mi ausencia en Venezuela significa que ha faltado, de parte de Mis hijos, un correcto equilibrio en la colaboración y en el sustento para con Mi tarea universal con ustedes.
Dios no los abandonará y Mi Materno Corazón estará transmitiendo el mensaje mensual para octubre y noviembre de 2012. Pero hoy, quiero que mediten sobre cuánto vuestros corazones apoyan con sinceridad Mi tarea universal para que ella así se cumpla en cada nación.
Dios no Me ha dado el permiso de hacer grandes milagros, por eso, para que Mi Mensaje y Mi Luz se derramen en cada nación a la que Dios Me pide ir, debe existir de parte de ustedes una total colaboración para que los videntes cumplan con la tarea que Mi Corazón les encomienda en cada nación.
Queridos hijos, están siendo invitados a vivir en la fe y en la entrega a Dios. Por eso, Yo estoy ahora con ustedes. No teman por nada, pero ya es hora de crecer desde el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, ¿Acompañarán la voz de Mi llamado?
Bendigo el esfuerzo que he visto por parte de los grupos de los Estados Unidos y de Venezuela. ¡Recemos mucho, porque los tiempos están cambiando!
¡Les agradezco!
Gracias por escuchar Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy vengo a borrar de vuestros corazones todo el dolor que haya podido quedar del pasado, porque la Gracia Eterna de Dios Me lo permite, como Mediadora entre todas las almas.
Queridos hijos, abriendo hoy vuestros corazones con alegría, alabanza y cánticos al Altísimo, reciban en ellos a Jesús, el Redentor. Guarden en vuestras almas Sus Rayos Misericordiosos para que, como pequeñas ovejas, caminen con confianza hacia la eternidad.
Hijos Míos, hoy Mi Corazón se regocija por ver alegría y pureza en cada uno de los niños de la Nueva Tierra. Por eso, queridos hijos, alabemos al Redentor y demos gracias porque Él Me ha enviado hacia ustedes para darles la Paz y el Amor de Mi Inmaculado Corazón. A todos estos niños que representan a millones de pequeñas almas en el mundo, hoy les doy Mi especial Bendición Maternal en la señal luminosa de la Santa Cruz: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hijos Míos, por este motivo de especial encuentro en la Comunidad Nueva Tierra, quiero pedirles de nuevo más oración de vuestros corazones, como ha nacido muchas veces, y que cada nueva oración del corazón sea dirigida, en especial, a todos los niños del mundo, aún más a aquellos que carecen de padre y de madre.
Mi Espíritu de Madre Inmaculada quiere abrazar a cada uno de ellos para aliviarles el dolor y el abandono. Por eso, queridos hijos, es importante considerar en vuestra vida la oración que repare todas las causas que necesitan de paz y de Luz.
Con vuestros ojos elevados hacia los Cielos, Mis queridos hijos, en este día estoy agradecida por la simple respuesta de vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón.
¡Que Jesús sea alabado en todos los niños del mundo!
Gracias por responder a Mi llamado por Río de Janeiro.
En la Luz Eterna de Mi Hijo,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más