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Si tienes ojos para poderme ver en tus hermanos, si tienes oídos para poderme escuchar en tus hermanos, si sientes Mi Amor irradiarse a través de tus hermanos, ¿por qué dudas si Yo estoy?
Mi Omnipresencia es desconocida por el mundo. Mi Omnipotencia aún no fue revelada completamente a la humanidad.
Yo estoy presente y silencioso en todos los lugares en donde dos o más se reúnan en Mi Nombre, para reconocerme y llamarme Pastor de almas.
Contemplo, acompaño y oro por cada una de las situaciones internas de Mis apóstoles, de la misma forma que Yo oré por los apóstoles en el Huerto Getsemaní.
Veo y observo todas las necesidades. Acojo en Mi Corazón todas las situaciones de la vida.
Recibe, entonces, Mi absolución en este bendito día para que, de Mi Amor y de Mi Compasión, aprendas a vivir. Así tendrás el coraje para enfrentar, sin desafiar, tus propias miserias y sin rechazarlas o repudiarlas. Deberás transformarlas con la paciencia que te brinda la fe y con la sabiduría que te brinda el amor.
Continúa viviendo, todos los días, el camino de la redención por Mí, tu fiel Amigo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A través de los tiempos reúno, en torno de Mí, a los apóstoles de los últimos tiempos.
A todos los convoco, más allá de su preparación interior, para que puedan vivir la experiencia del amor universal y de la redención máxima.
Por esa razón, de tiempo en tiempo, no solo los bendigo y los absuelvo para que puedan caminar a Mi lado, sino también los renuevo y los consagro como Mis apóstoles de los últimos tiempos.
Es en este sentido que su Maestro y Señor viene para prepararlos en el amor y en el servicio incondicional.
Yo los llamo “los Míos” porque sé que Me pueden corresponder en este tiempo.
Por esa razón, Yo traigo del Universo todos los impulsos que necesitan para que aprendan a evolucionar y a vivir lo que Yo tanto espero de cada uno.
Compañeros, este ya es el tiempo del apostolado, de la dedicación absoluta a las Leyes Superiores para que, finalmente, el mundo se pueda transformar.
Les dejo Mi necesidad de que vivan siempre a través de Mí y no a través de los acontecimientos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A través de Mi Aparición diaria le traigo al mundo y a las almas el caudal potentísimo de la Misericordia de Dios, para que este ingrese en todos los espíritus que, día a día, necesitan de expiación y de amor para que algún día puedan vivir la redención.
Por medio de Mi Presencia, y a través de la Misericordia de Dios, derramo los códigos de la cura y de la reparación, a fin de que las almas se liberen de la cadena viciosa de los errores y la humanidad pueda despertar a la realidad y a la necesidad de estos tiempos.
Por esa razón, la Misericordia no solo trae expiación para las almas, sino también consciencia para que aprendan a tomar decisiones correctas para dejar las decisiones precipitadas.
La Misericordia que viene del Cielo también absuelve a las almas y, así, ciclos de oportunidades y de gracias llegan para los que profesan su fe, día a día, sin importar los errores que vivan.
La Misericordia concede la paz necesaria para poder transformar lo que necesita ser transformado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En la hora de la Misericordia las faltas más empedernidas son perdonadas, porque cuando un alma orante sobre la superficie de la Tierra invoca la Divina Misericordia, se concede a sí misma el perdón que necesita para poder ingresar en una nueva etapa, así como le concede Misericordia a los que están más apartados de Dios.
En la hora de la Misericordia no hay justicia que actúe o poder superior que intervenga porque la autoridad es concedida, absolutamente, a la Divina Misericordia. Entonces las almas pueden sumergirse en esa Fuente para que sus pecados sean disueltos y sean lavadas por el Océano reparador del Corazón del Señor.
Por eso, quien invoca la Misericordia, a pesar de la condición espiritual en la que se encuentre, debe saber que primero recibirá expiación y perdón, cuantas veces lo necesite, hasta conseguir generar méritos para su alma y para su espíritu.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras sus voces le cantan a Mi Corazón, faltas graves hoy son perdonadas por el afluente de Mi Misericordia.
En este día de celebración especial, su Maestro extiende Sus Brazos hacia el mundo para poder bendecirlo y absolverlo de sus más recalcitrantes pecados mortales.
De esa forma, por la fuerza de la oración de los orantes del mundo, su Maestro y Señor los hace participar a todos de la comunión expiatoria para estos tiempos en los que las almas deberán alcanzar el mayor grado del Perdón de Dios.
Es así que, en este día, en el que Mi Insondable Misericordia concede a los pecadores el perdón de sus errores y de sus faltas cometidas, Mi Corazón Paternal recoge de los corazones nobles y simples, las plegarias que los ayudarán, a ellos y a sus hermanos, a seguir librándose de las cadenas de la ilusión y de la perdición.
Quien hoy haya concebido en su interior la Gracia de conocer Mi Divina Misericordia, sepa que la conocerá, no solo por el poder que ella adquiere, sino también por el alivio espiritual que ella concede a quien confía en Mi Corazón.
Es así que hoy, vuestro Maestro y Señor les concede la paz y el honor de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mis queridos hijos:
Hoy, quisiera que Me recordaran como la Madre y Reina de Chiquinquirá, como la bondadosa Sierva que promete a todos Sus hijos de Colombia la consagración a Dios Todopoderoso.
Después de que muchos peregrinos han visitado Mi santa imagen en el Santuario, quisiera en este día que la Madre de Chiquinquirá fuese la patrona y peregrina de los grupos de oración de Colombia, de Ecuador, de Panamá y de Nicaragua. Por intermedio de la Madre de Chiquinquirá los pueblos podrán alcanzar la reconciliación con Dios y la unión entre ellos.
Queridos hijos, que la santa imagen que será bendecida en Venezuela junto a la Señora de Coromoto, durante este fin de mes, sea el puente principal de unión entre las culturas para establecer la paz.
La Virgen de Chiquinquirá es el reflejo del aspecto más puro de la simplicidad de la Madre de Dios, así como lo es Nuestra Señora del Cobre para Centroamérica.
La Virgen de Chiquinquirá junto a la Virgen de Guadalupe traen la reconciliación entre las naciones y las consciencias. Por eso, la Virgen de Fátima peregrinará por estos países andinos para ofrendar la pureza, tan necesaria y fundamental en la humanidad.
Queridos hijos, cuando la Virgen de Chiquinquirá comience su peregrinación por Colombia, Ecuador, Panamá y Nicaragua, se establecerá en los planos internos una devoción extraordinaria entre los pueblos y las fases de la Madre Divina.
Finalmente, cuando la Virgencita de Guadalupe peregrine por República Dominicana, Cuba, Puerto Rico, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Colombia y Ecuador, se completará un ciclo de esta obra que hoy Mis queridos hijos están realizando en la peregrinación en Colombia.
En honor al Inmaculado Corazón de María, la santa imagen de la Virgen de Chiquinquirá será llevada hasta el Santuario por Mis hijos misioneros, para que sea bendecida en la santa misa del día viernes.
A partir de ese momento, una absolución de los errores del pasado será concedida cuando la santa imagen comience su peregrinación por cada ciudad de Colombia y después por los países hermanos de la región.
Queridos hijos, les doy las gracias por todo.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el día sacro del Corpus Christi, desciendo al mundo para recordarle que debe adorar al Hijo de Dios a través del Santísimo Sacramento que es ofertado por todos los sacerdotes, Mis hijos predilectos del mundo.
En este día, en que la Sagrada Sangre y el Glorioso Cuerpo de Cristo son venerados por la humanidad, invito a todos aquellos que no viven en Cristo a que se decidan a hacerlo para que, absueltos por Su Misericordia, reencuentren el Reino de Dios en su interior.
Vean a Mi Hijo: glorioso, humilde y pobre en la Eucaristía; visítenlo y háblenle de todo aquello que acongoja a vuestros pequeños corazones. En el santo misterio de la Eucaristía se encuentra la Ciencia de Dios, la que puede convertir vuestras vidas y arrogancias por el simple hecho de confesarse y de comulgar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.
Hoy es día de fiesta en los Cielos, el Redentor vuelve a entregarse por amor a ustedes, esta vez a través de la Santa Eucaristía. Dichosos aquellos que hoy comulguen en gratitud porque sus consciencias recibirán la Gracia de una vida redimida en Cristo. Vuestro paso determinará el próximo camino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Como sé que ustedes querrán saber, Dios me dará a conocer al mundo después que se cumplan diez años de Apariciones continuas. Luego de eso, muchos darán testimonio vivo de Mi presencia entre ustedes y, principalmente, el Santo Padre me reconocerá como la Señora del Gran Misterio, diferente de lo que hace ya treinta y tres años sucede en Medjugorje.
Para ese momento muchos de ustedes ya no estarán y Mi tarea, que ahora es grupal, será asumida por cada vidente en continentes distintos, pues Mi último llamado será que ellos den a conocer al mundo Mi mensaje final. Ese mensaje final es este, el que les estoy entregando mes a mes, así muchos corazones se prepararán para el retorno esperado de Cristo y todo lo que hasta ahora parece un misterio, pasará a ser una viva revelación para la humanidad actual.
Por eso Yo, en el último tiempo vendré a pedir a la humanidad la consagración de todos los hogares al Inmaculado Corazón; así cuando Yo ya no esté entre ustedes Mi Luz, que proviene del Cielo, se derramará sobre vuestras familias y de esa forma estarán protegidos de los tres días de oscuridad.
Llegado ese momento, Yo Me mostraré por última vez a millones de personas y aquellos que no creyeron en la Mujer Vestida de Sol, por el giro luminoso de Sus doce estrellas sobre la Tierra se convertirán y recibirán como última oportunidad la absolución y el perdón de los pecados.
Esta obra como tantas otras que Yo he realizado por el bien y la paz de la humanidad, quedará grabada en la memoria de todos los que por sus esfuerzos admiraron el poder de Mi Inmaculado Corazón; así, antes del gran ciclo de tribulación, el mundo entero tendrá un tiempo más de paz.
Pero ahora llegó el tiempo de la preparación. Yo los llamo para concretar en vuestras vidas el espíritu de la oración permanente y de la caridad; esto demostrará, después de mucho tiempo, los visibles resultados en vuestros corazones.
Deseo ahora decirles que el don de vuestro grupo es el amor verdadero a Dios, amor que los ha traído para que estén entre Mis brazos de Madre.
Queridos hijos, es ese amor que algunos sintieron en sus corazones el que me ha permitido hoy estar aquí y revelarles este secreto de final de tiempo. De vuestros frutos, nacerán nuevas semillas en el futuro; abran las puertas de vuestros universos internos para que nuevas almas se puedan servir del manantial de Gracias que ha sido derramado sobre ustedes en estos últimos años.
El Padre siempre infundirá Su Fe en vuestros corazones. En cuanto el mundo entero cruza el ciclo de su última transición, Yo vengo a pedirles que sean testimonios vivos para los que no creen, y especialmente recen todos los días de corazón por los que se pierden en manos del enemigo. De esa forma, por vuestras plegarias, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
En esta noche les agradezco por acompañarme. Estos días compartidos con todos Mis hijos orantes, fueron dádivas celestiales generadas para los no rescatados, de esta forma el Plan de Dios se cumple.
Los bendigo y los guío.
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Vengo del Cielo a San José do Rio Preto, para que todos me hagan conocer como la Señora de la Liberación y de la Paz.
Yo tengo el poder, después de Mi Hijo, de purificar todos tus pecados a través de Mi Pureza Virginal. Mi Amor Materno tiene el poder de transformar vidas y de liberar las amarras que aprisionan los corazones. Mi Luz Celestial tiene el poder de curar cualquier mal y de aliviar el sufrimiento.
Yo Soy la Madre y Señora de la Liberación, porque tengo la Divina Autoridad de hacerte resurgir de las tinieblas de la vida y de hacerte volar tan alto como un ave. Tengo el poder de absolver tus errores y de transfigurarlos en amor y verdad.
Yo Soy la Madre Universal, la que tiene el poder de irradiar Su Divino Amor entre los espacios y universos.
Yo Soy el Sol radiante que nació de Dios y Soy la que gestó en la Tierra al Hijo Primogénito. Yo tengo la potestad de hacer nacer la vida en un vientre estéril, porque la vida surge por la acción del amor.
Yo tengo el permiso de Dios para socorrerte y para liberarte.
Por eso, que en este día de Júbilo tú tengas fuerzas suficientes para poder entregarme todo lo que te hace sufrir y te impide caminar hacia Dios.
Dios me dio el poder de transformarte y de redimir tu vida a través de la Luz Suprema de Mi Corazón. Ahora, en consciencia y despertar, ustedes conozcan la presencia de la Señora de la Liberación, pues deseo que todos Mis hijos busquen la ayuda que necesitan.
Queridos hijos, hoy me presento por tercera vez en San José do Rio Preto, porque vuestro pedido de que Yo regresara fue escuchado en lo Alto del Cielo. Yo tengo el poder de responder misericordiosamente a las necesidades de todos Mis hijos.
Quiero que sepan que Cristo, Vuestro Señor, actúa también a través del Amor Inmaculado de Mi Corazón.
Yo espero que cada hijo de Rio Preto, se una al poder Redentor de Jesús a través de la Eucaristía, porque ella tiene el poder de perdonarlos y de redimirlos; por medio de la Confesión, que tiene el poder de absolverlos y mediante la Oración, que tiene el poder de fortalecerlos y de prepararlos para el camino de la consagración a Dios.
Dios espera que despierten al poder liberador que vive el Cielo, al poder del amor que se derrama cada vez que la Señora de la Luz desciende y aparece para ayudarlos.
Queridos hijos Míos, vuestro cautiverio está terminando, aférrense a Mi Sagrado Manto porque así Yo los elevaré hacia el Reino de la Paz.
San José do Rio Preto deberá difundir la devoción a Mi Inmaculado Corazón a través de los grupos de oración, ustedes así podrán ser Legionarios de María para el final de este ciclo.
Les dejo amorosamente una oración de liberación y de redención para vuestras vidas:
Suprema Madre,
Estrella Universal,
que Tu Poderoso Amor
libere las amarras.
Que las luminosas espadas
de Tus santos ángeles,
corten la involución
y cualquier dificultad.
Que el poder de Tu cura,
reconcilie nuestro corazón con Dios
y que unidos a Tu Inmaculado Corazón
podamos vivir la promesa
del regreso victorioso de Cristo,
Nuestro Señor.
Amén.
¡Agradezco a todos Mis hijos de San José de Rio Preto por haber preparado con tanto amor Mi llegada!
Vuestra Madre María, Señora de la Liberación
Cuando Me entregas tu vida, Yo puedo transmutar todo tu ser por completo, pero cuando guardas con recelo algunas cosas, Mi Luz Redentora permanece fuera de tu morada.
¿Cómo podré saber lo que tú necesitas si mantienes la puerta cerrada a tus profundos miedos?
Aquel que confía plenamente en Mí nada perderá. Yo siempre le daré la llave para abrir la puerta correcta. Cuando cometes errores repentinos, debes tener consciencia de que eres humano, frágil, débil y expuesto a muchas influencias; y cuando de verdad reclames Mi Presencia todos los días, Yo podré actuar a través de tu pequeño corazón.
En estos tiempos Mis discípulos estarán enfrentándose a sus propios miedos espirituales y morales. Yo les pido que, a pesar de sus dudas y fallas constantes, no dejen de recurrir a Mi Corazón; sepan que desde Mi Nacimiento en el mundo el Padre Me ha dado la potestad de liberarlos y redimirlos.
El camino que Yo les ofrezco es divino, pero estará siempre lleno de pruebas y de renuncias y, aunque sus almas no estén preparadas para enfrentarlos, Yo les presentaré desafíos inusitados que las harán madurar y crecer.
Solo les pido que no pierdan la sinceridad que han construido con Mi Corazón; hoy quiero que la estima de ustedes se levante del suelo y que le sonrían a la vida, a la venida de Mi Divina Misericordia. Siempre los escucharé. No tengan miedo de mostrarse ante Mí tal cual son. Yo necesito de pecadores transparentes y de almas errantes pero que quieran vivir Conmigo una nueva vida llena de redención y de paz.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Yo siempre los absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Gracias por redimirse ante Mi Humilde Corazón.
Cristo Jesús
Yo soy la Señora del Cielo, soy la que viene en gloria y paz para irradiarte el Amor de Dios.
Yo soy la Madre del Universo, soy la que te recogeré en Mis brazos de los abismos y te llevaré en honra al Reino de Dios.
Yo soy la Rosa Mística, soy la que emana aromas sutiles para proteger en silencio tu camino de consagración a Dios. Así, día a día, intento llevarte a la oración, porque en la oración Mi Corazón cierra tus heridas y protege en la Luz a tu pequeño corazón.
Yo soy la Madre de las Gracias, soy la Mujer Vestida de Sol que derrama la bondad y la compasión de Dios al mundo y a las criaturas.
Yo soy la Guardiana de la Fe de los que la han perdido.
Yo soy la Madre de la Divina Concepción que aproxima cada hijo al universo del Espíritu Santo.
Yo soy la Guerrera del Amor, Soy la Patrona que yergue el estandarte de la Paz.
Yo soy la Señora que en el Amor y en la Piedad desata los nudos de los que sufren constantemente.
Por eso, clamo a todos por oración, porque como humanidad deben reparar el Corazón de Dios de las graves ofensas que Él recibe.
Yo soy la Señora de la Paz, soy la Reina de la Paz, que anuncia la venida del nuevo Reino de Cristo sobre la faz de la Tierra. Así, Yo reúno a Mis soldados, llamándolos a consagrarse a la vida de oración, a la vivencia del ayuno para purificar el corazón, al perdón y a la reconciliación.
Yo soy la Madre Celestial, soy la Estrella Solar que brilla eternamente en el firmamento y que anuncia el tiempo de la Misericordia.
Por Mi Hijo Me doné a todos y por la venida esperada de Cristo, Yo revelaré la Faz de la Señora del Sol.
Que Mis estrellas puedan transfigurar en luz sus vidas, que Mis pasos hacia Dios sean sus pasos, que Mi Corazón maternal reverbere en amor dentro de ustedes, que Mis rayos misericordiosos iluminen el sendero oscuro de los que aún no llegaron al Reino de Dios.
Con Mi Hijo, vuelvo al mundo para despertarlo y llamarlo a la conversión.
La oración será su futuro alimento que nutrirá el espíritu y toda la vida manifestada, porque por la oración caminarán sin demora hasta los Brazos de Dios; y cuando todos Mis hijos lleguen al Cielo, Yo lavaré el pasado de sus rostros en la Fuente de Vida de Mi Hijo y, renovados en espíritu, glorificarán a Dios y lo servirán eternamente por amor y honra al Creador.
Por eso, busquen una vida de santidad mientras estén en este mundo. Sean caritativos los unos con los otros, construyan en la oración el nuevo principio de hermandad. Sean apóstoles de la Paz y vivan el Mensaje redentor de Cristo todos los días.
Vengo hacia ustedes para llevarlos a Jesús, porque como Madre aguardo y ruego a Dios por la salvación de la humanidad del constante pecado en el que vive.
Queridos hijos Míos de Belo Horizonte, agradezco por la respuesta de sus esencias a Mi Corazón Inmaculado. Agradezco especialmente a los hijos que, en amor al Bien Mayor, obraron para que Yo, la Reina de la Paz, pudiera traer a todos el Mensaje y el Llamado. Agradezco por su amoroso ejemplo de caridad.
Hijos Míos, que en este día sábado de Gloria, sus profundas esencias se preparen para recibir la visita espiritual de la Señora más brillante que la Luz, la visita de la Madre María, Reina de la Paz y Madre del Mundo.
Queridos hijos de Belo Horizonte, que hoy ustedes puedan ser partícipes de la absolución total que Mi Corazón piadoso irradiará a todos bajo la intercesión del Sagrado Corazón de Jesús.
¡Les agradezco por abrir la puerta de su corazón!
María, Madre y Reina de la Paz
Aquel que Me abre los brazos siempre Me recibirá en su morada.
Yo estoy aquí por ustedes para animarlos a caminar. Mi Corazón los perdona día a día y Mi Espíritu los congrega para que decidan seguir el camino de la transformación.
Estoy ayudándolos a caminar; que Mis Pasos sean el aliento para que alcancen la redención.
Los amo y los contemplo, los absuelvo del pecado y los conduzco hacia Mi Reino. A aquellos que confían en Mí, nada les faltará. Aunque caigan más de una vez, Mi Corazón Sagrado los erguirá hacia los Cielos en misericordia y amor.
Adelante! Estoy con ustedes, confíen en Mí.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder a Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Hijos y compañeros Míos:
Amo la valentía de aquellos peregrinos que, con la fe en lo Alto y el corazón entregado al Señor, cumplen con el llamado celestial de la Madre Divina del Cielo3.
En esta primera Aparición extraordinaria, junto al Inmaculado Corazón de María, quiero darles Mi Bendición, en especial a todos los peregrinos de Mi Santa Madre que, en este 25 de febrero, en condiciones de esfuerzo, oración y sacrificio han correspondido al Llamado de Nuestro Padre.
Hoy les digo, Mis compañeros, que los Rayos Misericordiosos que brotan desde el Sacratísimo Corazón de Jesús han podido tocar el corazón y la esencia de muchas almas que agonizaban en los infiernos de este mundo.
Con esto quiero decir que Cristo Misericordioso acogió su sincera ofrenda de oración y de subida al Cerro de Salta durante estos dos últimos días, y el día de hoy culminó con el cumplimiento divino de la Tarea Redentora de Cristo ante las almas en agonía y perdición.
Los Cielos, hijos Míos, estarán tocando con amor sus corazones y derramaré Mis Gracias sobre aquellos que hoy, durante la peregrinación del corazón, Me dieron un sí absoluto. Comparto con sus almas Mi Gratitud y Mis Gracias Divinas, porque ellas han recibido por esta tarea la absolución de las posibles faltas que herían el Corazón Sacratísimo de Cristo.
Por amor al Único Padre, la Divina Misericordia está en este momento virtiéndose victoriosamente no solo sobre ustedes, sino también sobre aquellos que, condenados al Infierno y al Purgatorio, recibieron la liberación y la tabla de la salvación.
Por eso les digo a todos: “Por sus frutos los reconoceréis y por ellos seréis salvos, porque serán llamados Siervos de Cristo”.
Bajo la Gloria del Padre, sean bendecidos por Mi Amor Restaurador.
Gracias por responder y por escuchar el Llamado Divino.
Cristo Jesús
3. Se presenta, en esa ocasión, junto a la Santísima Virgen María.
Queridos Míos:
Mi Luz llega al mundo y principalmente a las almas para liberarlas del camino del pecado y de la pérdida de la fe en el corazón. Por eso todos los días espero que los soldados de Mi Misericordia puedan vivir Mi Mensaje y transmitirlo como un sublime bálsamo de vida para todos los corazones.
Queridos compañeros, aún deberán sostener por un tiempo más la bandera del sacrificio y de la paz, de la fe y del amor. Vivan el Evangelio los días que vendrán porque en Mis Parábolas hallarán el camino a la trascendencia de la vida material, el ímpetu del espíritu interno. Los llevo a todos en Mi Corazón Misericordioso, los absuelvo del pasado y les abro en Mi Retorno la puerta hacia el Reino de Mi Señor.
Queridos, unan sus vidas a Mi Vida, unan sus sentimientos a Mi Divino Sentimiento Redentor, unan sus almas a Mi Alma, unan sus corazones a Mi Sagrado Corazón. No habrá vacío o desolación que les despierte desesperación o desasosiego porque en Mi Fuente Misericordiosa podrán curar todas las heridas.
Espero que entiendan Mi nuevo precepto de amor, que es la compasión y la paz que Yo les doy a todos. Anímense a seguir por el camino de la cruz, carguen con todo lo que Yo les he confiado, confíen en que todo los transformará y los librará del pasado para que la cura de Mi Espíritu cure sus corazones.
Soy el Camino que se les revela todos los días a través de cada semejante. Soy el Bondadoso Corazón que los aliviará cuando solo Me digan sí. Quiero profundamente a sus almas porque las conozco desde antes de que ustedes nacieran. Como vengo desde la Fuente del Amor, a esa Fuente Eterna los quiero llevar. Acepten Mis Brazos para vivir en la paciencia de Mi Ley.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Bienaventurados hijos:
En respuesta al llamado urgente realizado en el día de ayer a Mis hijos para quienes Yo aparezco desde hace ya cinco años como la Bienaventurada Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, les anuncio que Mi Amado Hijo, Cristo Jesús, hoy Me envía hacia vuestros corazones para decirles que Dios Todopoderoso ha observado desde Su Corazón vuestra respuesta al llamado celestial de atención.
Queridos hijos, delante de la urgente necesidad de conversión y redención de todas las criaturas de Dios, hoy los llamo a la oración continua y, en especial, los llamo para que, durante todo este mes, vuestras vidas profundicen y donen tiempo a la meditación de cada uno de los santos Misterios del Rosario.
Allí, ustedes encontrarán las llaves para la conversión de vuestros corazones, que son: la paz, la entrega, la confianza en Dios, la caridad, el perdón, el Amor de Mi Hijo, el sacrificio y la resurrección junto a la glorificación de Cristo.
Hijos Míos, en este mes del Rosario quiero que se dediquen especialmente a unir vuestros corazones a cada uno de los pasajes de la vida de Jesús y de la vida silenciosa de Mi Inmaculado Corazón.
Pequeños Míos, que en este tiempo despierte en vuestras consciencias el llamado a la Redención y a la Entrega a Dios, llamado que Mi voz pronuncia día a día mediante los mensajes diarios.
Queridos hijos, bajo la Gracia de Dios, ya estamos próximos a completar un año continuo, sin interrupciones, de bienaventurados mensajes diarios de Mi Inmaculado Corazón, de la Reina de la Paz, quien intenta guiarlos por el camino del Bien y de la Paz en el corazón.
Después de un año continuo de Gracias recibidas, hoy quiero que, en respuesta a esas Gracias, unan vuestras vidas a las enseñanzas clave de Cristo.
Por este motivo victorioso de Mi Inmaculado Corazón en cada una de vuestras vidas, Yo hoy les anuncio, en nombre del Amor Misericordioso de Cristo Jesús, que en el día de mañana, 21 de octubre de 2012, Mis hijos videntes estarán honrándome mediante una sencilla oración y una interna comunión en el Santuario de Aparecida, santuario que amo con predilección por la expresión humilde de la fe de todos Mis hijos peregrinos del Brasil.
Por esto, queridos hijos, la Honorable siempre Virgen María, Señora Aparecida del Brasil, los invita y llama a todos Sus hijos, para que junto a Mis hijos los videntes, realicen esta sencilla peregrinación hacia el Santuario de Aparecida y que, a través de la oferta de orar cincuenta cuentas del Santo Rosario y de la comunión interna con Cristo, reparen Mi Inmaculado Corazón.
En respuesta a los eventos acontecidos entre ustedes y Dios, Yo les prometo que, quien participe con un sincero espíritu de reconciliación y perdón delante del Altísimo, la Madre María, Reina de la Paz, les irradiará el poder de la Divina Misericordia desde el Cielo y vuestras vidas quedarán absueltas ante la Ley.
Queridos hijos, llevé rosas entre Mis manos, hasta el trono de Dios, y el Padre de la Fuente del Amor y de la Compasión ha aceptado Mi oferta por todos ustedes. Este ejercicio de fraternidad que Yo les pido realizar permitirá que una vez más vuestros corazones estén limpios y puros delante de Dios.
Una vez más, queridos hijos, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
Gracias por responder a este llamado celestial.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Crean que Dios los perdona todos los días, más aún, los perdona antes de que ustedes Lo ofendan.
Queridos hijos, Yo les he dicho que confíen en la Divina Misericordia. Misericordia es Perdón. Misericordia es Redención. Misericordia es una nueva oportunidad de entrar en el Reino de Dios. Misericordia es absolución total dada por el Santísimo Corazón de Mi Hijo. Crean en el tiempo prodigioso de la Divina Misericordia.
Dios necesita de todos Mis hijos, de todos sus instrumentos para llevar a cabo el Plan Divino en la Tierra. Mientras muchos de Mis hijos se distraen fácilmente en este mundo, ustedes están, día a día, cada vez más en Mis brazos Maternales porque todos los días los presento delante de Dios, bajo la Luz de la Divina Misericordia, como Mi Corazón una vez presentó a Jesús en el Templo de Dios.
Queridos hijos, hoy los invito a meditar sobre la Divina Misericordia, ella es el último manantial que se está derramando sobre el mundo y sobre todas las almas con faltas graves delante del universo.
Hijos Míos, perpetuamente oro por todos ustedes, para que, como valientes almas en oración, puedan corresponder al llamado del Creador, llamado anunciado mediante la voz de Mi Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, pequeños Míos, en este día Mi Corazón recuerda cuando una mañana llegué al Corazón de Aurora en Uruguay. Que este día les recuerde el momento en que Dios Me envió hacia ustedes para anunciarles el tiempo de la salvación.
Queridos hijos, después de un año de estar permanentemente con todos Mis niños anunciando Mi Buena Nueva, hoy les pido que persistan y que, elevando los ojos al Cielo, caminen con humildad hacia el Propósito de Dios.
Mis hijos, como Madre los contemplo, como Madre Celestial los amo, los perdono.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más