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Una nueva alianza se instituye entre el Cielo y la Tierra, entre los pacificadores y el Señor.
Sentados a la mesa de la redención, el Maestro purifica el espíritu de cada discípulo, lavándolo con Su Agua de Vida.
El Señor moja sus cabezas para que el Santo Espíritu los bautice con sus Dones.
El Señor lava las manos de Sus discípulos para que vivan, a partir de ahora, una vida de íntegra donación incondicional.
El Maestro lava los pies de Sus discípulos, así como Él lavó en el pasado los pies de Sus apóstoles, para que caminen por la senda de la pureza, de la resignación y de la obediencia.
Y así, todos son preparados para celebrar la comunión interna y espiritual con el Santo Cáliz del Señor.
Los pecados más impuros fueron disueltos. Las dudas más profundas fueron aclaradas.
El sentido del propósito de cada alma hoy es revelado. Nadie quedará prisionero de la ignorancia.
Todos los discípulos de Cristo ya son conscientes de la responsabilidad de su compromiso. Así el Plan de Amor se diseña en la consciencia de los que lo acogen, porque siendo tocados por la Luz del Espíritu de Dios reciben una Gracia que no merecen.
Llegó el momento. Llegó la santa hora.
El Santo Cáliz es tomado del altar por las Manos del Sacerdote Mayor.
Todos reverencian este nuevo acontecimiento. El legado que una vez fue confiado a la raza vuelve a despertar como un tierno recuerdo en el corazón de los que dijeron “sí”, de verdad.
El Santo Cáliz es elevado.
La sagrada fórmula de la consagración es pronunciada por el Altísimo Señor, y Sus discípulos, postrados en el suelo, reciben la inspiración de la Llama Sagrada del Espíritu Santo.
Se vuelve a consumar la alianza, pero esta vez no irá el Cordero al matadero; Su Sangre fue, es y será el testimonio de la victoria celestial a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
Los Nuevos Cristos repoblarán la Tierra y se respirará, finalmente, la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Lo que se revelaba al mundo a través de parábolas y profecías, hoy se revela a través de conocimientos cósmicos y de la sabiduría que Dios manifiesta en la voz de Sus Mensajeros.
Para que Su Hijo estableciera un nuevo ciclo y anunciara la venida del Reino Celestial y la nueva y eterna Alianza con el Padre Creador, el Señor hacía resonar Sus enseñanzas en la Voz de Jesús, a través de parábolas y profecías, porque esa era la forma como la humanidad podía escucharlo en aquel tiempo.
Hoy, hijos, Dios los prepara para el establecimiento de un nuevo ciclo, de un nuevo tiempo; prepara la consolidación de la Alianza con Él. Este es el ciclo de la definición, y solo permanecerán sobre la Tierra y en los mundos escogidos por Dios, aquellos que hayan cruzado la puerta de la redención. Cuando todo se haya definido, Su Alianza ya no será con unos pocos, será con todos.
Aquellos que no puedan dar los pasos necesarios en este ciclo, cruzarán los umbrales hacia una nueva vida que corresponda a sus elecciones y aprenderán, una y otra vez, del sacrificio y de la renuncia, hasta que se abran para aprender con el amor.
Estas nuevas escuelas no serán un castigo de Dios para hacer sufrir a sus hijos; ellas serán fruto de la Gracia del Padre, por los méritos generados por los que dijeron "sí" para que otros tengan una oportunidad de recomenzar. No habrá castigo eterno, sino eternas posibilidades de recomenzar, hasta que todas las criaturas, donde quiera que estén, vivan la redención y den sus pasos en el camino evolutivo.
Sé que todo esto es muy misterioso y que poco pueden comprender de algo que no conocen y que no viven.
Hoy lo que Yo les digo no es para ser comprendido, sino para ser guardado en el corazón y depositado en la consciencia, porque llegará el tiempo en el que los caminos se dividirán delante de sus ojos y dos puertas les serán ofrecidas para cruzar: la puerta estrecha del amor y de la entrega, y la puerta amplia del recomienzo de la evolución de los seres.
Para saber elegir, ustedes deberán conocer las decisiones que toman. Por eso, preparo a sus seres porque ninguno de esos caminos será fácil y simple, pero solo uno de ellos colmará sus corazones y reparará a la Consciencia Divina, llevando al propio Dios a la renovación del Amor.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando Dios, Altísimo y Poderoso, se hizo pequeño y frágil en el Vientre de María Santísima Él no solo estaba construyendo el camino para sellar una nueva y eterna alianza con la humanidad, el Creador estaba revelando un misterio y tornando viva una Verdad que siempre fue espiritual y que en aquel momento se manifestaba como algo físico y palpable para la humanidad.
Dios estaba revelando Su presencia en el interior de los hombres. Revelaba que por medio de Su Espíritu podría despertar en el interior de los seres un hombre nuevo, que podía renovar y hacer revivir a la humanidad que había muerto, aun estando en vida. Dios revelaba la posibilidad de un segundo nacimiento, un nacimiento espiritual, por medio del cual aquellos que son conscientes de la presencia de Su Espíritu, dejan que Él se manifieste.
A través del Nacimiento de Jesús, el Creador despertaba, revelaba y le daba a los hombres la posibilidad de experimentar una Verdad: que aquellos que son puros de corazón, humildes y dispuestos a ser instrumentos de Dios, dispuestos a cumplir Su Voluntad por encima de todas las cosas, son dignos de expresar en sí la presencia del Espíritu Santo y, de esa forma, poco a poco podrán ir alcanzando el verdadero potencial de la humanidad.
El Creador no los creó para expresar lo que hoy viven sobre la Tierra. Esa vida es el fiel espejo de la ignorancia de los seres humanos; pero aquel que se abra a la Verdad y se disponga a renacer en espíritu, expresando en vida la perfección del Espíritu de Dios, podrá recibir y vivir la revelación de la Verdad en sí mismo, aunque nunca sepa, con certeza, qué es lo que habita en su interior.
Ábranse, hijos, a un renacimiento en el Espíritu de Dios, para que ustedes renazcan en Él, y Él, como una respuesta divina, despierte en su interior.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Descansa tu alma, tu mente y tu cuerpo en los Brazos de la Madre Celestial, para que después del sagrado reposo encuentres la fuerza interior necesaria para continuar adelante.
En estos tiempos definitivos las almas están definiendo en sus vidas la próxima etapa de su despertar y de su caminar.
Cuanto más adheridas y unidas a la necesidad que presenta el Universo estén las almas, mayor será la razón, por parte de todos, para responder a lo que es urgente e inmediato.
Es así que, en este ciclo, la realización del Plan del Padre dependerá de esa alianza verdadera e inquebrantable que debe existir entre los corazones y Dios.
Así, el Todopoderoso verá que es justa la acción de entregar Sus Designios más importantes a las almas que en este tiempo deben asumir responsabilidades mayores. Solo bastará una profunda y sincera apertura para poder realizarlo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Declaración del Divino Amor
¡Escuchen, hijos de Dios!
¡Escuchen, compañeros de Cristo!
¡Les habla la Voz maternal, la Madre del Arca de la Santa Alianza!
¡Levántense ahora de su muerte, porque el Gran Espíritu de la Resurrección de Cristo ha llegado!
¡Que se rompan las cadenas milenarias!
¡Que este pueblo de Chile se levante de donde ha caído, porque hoy llegó la hora de la verdadera libertad!
¡La Voz de la Madre del Mundo hoy clama por su despertar!
La Voz de la Dama Blanca de la Paz hoy los congrega en espíritu, para que todo este pueblo acepte con gratitud la Redención que es ofrecida por Nuestro Señor.
¡Escuchen, soldados Míos, su naufragio ya terminó!
¡Que sus corazones se abran para sentir de nuevo la poderosa energía divina!
Vengo del Cielo para liberarlos de las cadenas de otrora. Vengo para hacer aparecer a los que han estado desaparecidos. Vengo para dar Justicia Divina ante tanta injusticia.
Hijos Míos, ¡miren a Dios!, ¡sientan resonar en ustedes el eco de Su Amor Misericordioso!
¡Oh, amado pueblo chileno! ¡Oh, antiguo pueblo de los Andes, hoy estoy aquí!
¡Soy su Madre del Cielo, Soy el Ave Cóndor, Soy el Espíritu Sagrado de la Paz que los reúne para comulgar en reconciliación y en fe!
¡Crean, hijos Míos, que existe su verdadera Iglesia Espiritual y Celestial! ¡Busquen dentro de ustedes al Cristo Interior, llámenlo por Su Nombre y así todos ustedes se salvarán!
¡Hagan de su pueblo un jardín del Paraíso!
¡Hagan de su patria, una patria celestial!
¡Que su fe hoy pueda ser renovada! ¡Que el hipnotismo nacional hoy termine aquí, para que los corazones reconozcan dentro de sí el valor de su filiación con Dios!
¡Levántense, ejércitos de Cristo!
¡Que se levanten ahora los Guardianes, Vigilantes y Comandantes del Plan!
¡Que eleven sus banderas hacia el Universo! ¡Que vuelvan a formar las filas de los ejércitos del tiempo final!
Vengo aquí para que se unan de nuevo a Cristo y así abandonen esta cruel inercia.
¡Que despierte Chile de Norte a Sur, desde las montañas hasta el mar!
¡Que los corazones chilenos se eleven como trofeos a los Pies del Redentor!
¡Que nadie tema abandonar este ciego cautiverio, porque Yo estoy aquí, Soy su Divina Madre, la que los quiere volver a conducir hacia el Corazón de Dios!
¡Que se enciendan los Espejos de sus corazones!
¡Que se abran las puertas a la reconciliación interior!
¡Que los corazones de Chile se arrepientan de verdad, para que la Gracia del Universo descienda aquí y haga de todo este pueblo la cuna de una patria beata!
¡Ahora, que se eleven los Soles de sus corazones y vean surgir, en el firmamento de este Universo, sus orígenes como grandes estrellas de luz!
¡Que los Comandantes de otrora se postren en el suelo y se despojen de sus espadas y de sus capas para que el Rey del Universo pueda pasar entre ellos y así bendecirlos!
¡Que llegue la cura a sus corazones!
¡Que exista un amor verdadero y pleno, para que esta nación se pueda reconstruir, y en lugar de tener espadas, Yo le daré a cada chileno Mi Santo Rosario para que, a partir de ahora, recen a Mi Corazón y Yo los pueda libertar!
¡Que hoy sea el día de su alegría, porque el Todopoderoso envió a Su Sierva Fiel para que los autoconvocados se postren ante el Altar del Redentor!
¡Que se cumpla en ustedes la gran Profecía!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Casa del Niño Rey
Queridos hijos:
Es con alegría, júbilo y regocijo que su Madre Celeste llega hoy al Centro Mariano del Niño Rey para consagrar la Casa de Oración, que especialmente será dedicada en honor, cura y reparación de todos los niños del mundo.
Es por esa causa que este Centro Mariano fue consagrado desde el principio al Niño Jesús, para que todos los niños que aquí lleguen puedan entrar en comunión con lo Alto y así, curar sus heridas más profundas.
Sigo considerando que este Centro Mariano, que hoy concibe en su seno principal la reciente Casa de Oración, representa para el universo una Isla de Salvación y una nueva Arca de la Divina Alianza entre las almas y Dios.
La Casa de Oración del Niño Rey podrá desempeñar la tarea para la cual fue creada en este tiempo; tarea que será orar y ofrecer a Dios cada encuentro, así como cada liturgia mensual del Centro Mariano, por la salvación de los más pequeños y desamparados del mundo.
Me serviré de cada liturgia de esta nueva Casa de Oración para impedir la explotación, el tráfico y la venta de los más pequeños, a fin de que por medio de ella, Yo pueda salvar sus esencias, lque ya están perdidas, así como socorrer con Mis propias manos a todos los niños y jóvenes que están siendo llevados por el mismo camino.
La manifestación de esta nueva Casa de Oración, en el Centro Mariano del Niño Rey, intentará justificar ante el Padre Eterno las faltas, ultrajes y omisiones que gran parte de la humanidad adulta comete contra los más pequeños del mundo.
Por eso hoy, Yo vengo a pedir que este Centro Mariano y especialmente la nueva Casa de Oración, dediquen a diario una liturgia especial por la salvación, protección y amparo de los niños del mundo, así como también un encuentro mensual en el mismo Centro Mariano, en donde los más pequeños puedan, por medio de la oración, del arte y de la música, ofrecer a Dios sus pequeños corazones como reparación del gran desequilibrio causado en este mundo.
Si estos pedidos se cumplieran, así como fue la manifestación reciente de la Casa de Oración; prometo, como Madre de todos, sacar de las manos del adversario y de sus opresores en la Tierra a todos los niños que son víctimas de la explotación y del abuso. Prometo desarmar y poner en evidencia todo lo que está oculto y es injusto al respecto. Prometo atender y socorrer, una a una, a las almas de los niños más desamparados.
He esperado tanto por esta nueva Casa de Oración, que en el encuentro que viviremos en estos días, su Madre y Reina de los niños del mundo llegará acompañada por el Niño Rey para que Él, en Su infinita Gloria, los bendiga y esta misión, que a partir de hoy vivirán, sea siempre colmada de muchas Gracias.
Pero, si Me trajeran a esta Casa de Oración a los niños más necesitados de ayuda y si estos fueran bautizados a los pies de la santa imagen de María, prometo retirarlos del profundo e injusto dolor que los afecta; también prometo, en nombre del Niño Rey, retornarles la alegría de vivir y el sentido espiritual de sus vidas.
Es misión de todos los colaboradores y voluntarios del estado de Rio de Janeiro asumir esta tarea que hoy Yo les encomiendo por la salvación y el rescate de los niños del mundo.
Por último, deseo, dentro de la Casa de Oración, un mural con los rostros de los niños del mundo, de todos los pueblos y de todas las razas, a fin de que quien entre a esta Casa, se sienta llamado a rezar por los más pequeños.
Que en este día se alegren sus corazones porque la Madre de Dios estará entre ustedes, ofreciendo cada oración, cada cántico y cada gesto de amor a Dios por la salvación de los niños.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos tiempos, el Espíritu de la Paz los llevará a concretar cosas que parecerían imposibles. Por eso, su alianza con el Padre Eterno, diariamente trabajada, construye ese puente que es capaz de traer, desde el universo, los principios de cura.
El Santo Espíritu de la Paz actúa en todos los planos de consciencia y trae entendimiento en el momento de tomar grandes decisiones.
Será este Santo Espíritu de la Paz que viene a su encuentro, de tiempo en tiempo, él que nutrirá su presencia de preciosos dones que construirán una nueva consciencia y un nuevo ser.
De esa forma, el Santo Espíritu de la Paz los colmará y les hará comprender misterios universales que están lejos de los que son ambiciosos y orgullosos.
Es este Santo Espíritu de la Paz, el que les traerá la sagrada humildad para vivir en la resignación diaria y en la entrega absoluta, bajo el gobierno de Nuestro Señor Jesucristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Intento día a día con Mi Poder Misericordioso permanecer vivo en los corazones imperfectos.
Mi Espíritu Redentor está presente en los verdaderos submundos de las almas con el fin de salvarlas como una vez lo hice cuando estuve entre ustedes en el mundo. Por eso Mi Esperanza por la salvación del mundo, por la salvación de la humanidad más dormida y pecadora, aún no termina.
Mi Océano es insondable y aún tengo mucha sed por aquellos que, habiéndome mostrado para ellos, Me dieron la espalda y esto es porque aún no conocen Mi Misericordioso Amor.
Parece que para muchos no alcanzó que el Hijo del Hombre diera Su Agua en la Cruz y derramara Su Sangre por todos. Mi Tarea Redentora no tendrá fin hasta que los infiernos que muchos viven y los sueños que muchos construyen acaben, mientras esperan el glorioso momento de Mi Retorno al mundo.
Preparo a aquellos que quieran despertar a una vida desconocida, que quieran despertar a lo que existe más allá de lo cotidiano y de lo normal. Mi Universo, el que he alcanzado, que no es de este mundo, se aproxima, y así se aproxima el Espíritu de Mi Padre para revelar al mundo la Faz que no conocen, que ignoran por colocar sus ojos en otros caminos que no son celestiales.
Mi Luz se vuelve a presentar en Espíritu para aquellos que Me quieren ver y para los que están muy distantes de Dios. Miren a su lado y observen con atención, porque el Hijo de Dios está volviendo en Gloria, y esa Gloria estará próxima de aquellos que se abran para reconocerla.
Por eso no estaré distante de ninguna oveja; Yo volveré para dar de comer de Mi Cuerpo y dar de beber de Mi Sangre en la Nueva Alianza constituida entre el Universo y la Tierra, la Alianza del Hijo de Dios que les dará la Vida Eterna.
Sean consecuentes y vigilantes en el fin de estos tiempos; estoy dando Mis Perlas a los que aún no saben administrar Mis Bienes Celestiales, estoy dando del fruto del Árbol de la Sabiduría a aquellos que más necesitan de Mí.
Los reúno nuevamente en Mi Cena Redentora para desenmascarar a los lobos y así redimirlos, porque quiero que todos estén en Mi Reino de Luz.
Bajo el Amor del Padre, sean misericordiosos.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Queridos hijos:
Que la confianza sea la próxima meta espiritual que vuestros corazones puedan irradiar como dignos hijos de Dios. Pequeños Míos, que esta confianza entre las criaturas y el Dios Supremo sea la nueva alianza redentora para toda la necesitada humanidad.
Hijos Míos, hoy los llamo a fortalecer, mediante la oración, esta misma alianza que Mi Hijo estableció entre Su Sagrado Corazón y Dios. Queridos hijos, que este propósito para vuestras vidas sea el motivo de vuestra presencia en la Tierra; de modo que, si mantienen encendida esta llama espiritual de Dios, muchas necesitadas criaturas podrán ser auxiliadas en el tiempo final por los Grandes Ángeles del Señor.
Queridos hijos, es importante que consideren en vuestras vidas lo siguiente: construir en vuestra morada la unión perfecta entre el alma y Dios. Y esta insondable confianza comenzará a través de la acción del amor, un amor que Mi Hijo les enseña a vivir en vuestra vida, un amor reparador y redentor. Por este motivo, hoy los invito a abrir vuestros corazones ante la Luz del Creador, Luz que está siendo vertida sobre todos Mis hijos de la humanidad a través de Mi Presencia Maternal entre ustedes.
Hijos Míos, que vuestros corazones se enciendan nuevamente con alegría, en gratitud para que vuestras vidas puedan estar eternamente en el Señor.
Hoy los llamo a vivir en esta confianza, ya que ella los llevará hacia la fe, y la fe los mantendrá en la devoción a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús. Que Nuestros humildes Corazones sean, para vuestra vida, esencia de perdón y esperanza en los momentos que vivirá la humanidad.
Si la oración fuera la Luz en todas las familias de la humanidad, ellas se tornarían familias sagradas, miembros de la Fraternidad en estos tiempos.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más