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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sientan la caricia de los elementos de la Naturaleza de Dios; cómo en este momento, a través de Mi Divina Presencia y a través de Mi Amor Maternal, la Tierra entera es colmada por el Amor y la Ternura de Dios. Sientan, en este lugar, cómo esto sucede, cómo los elementos de la naturaleza responden a la Madre del Mundo.
¿Ustedes saben que son parte de esto, que la Naturaleza de Dios está en ustedes, hijos Míos, así como el Padre está manifestado en todo lo creado? Son el poder y la fuerza de los elementos de la naturaleza, en su armonía, belleza y simplicidad, que transmutan las situaciones más oscuras del planeta.
Los elementos de la Naturaleza de Dios siempre han acompañado a la Jerarquía Divina y a las Jerarquías porque, a través de la presencia de los elementos de la Naturaleza de Dios, las almas son elevadas de la vida terrestre a la vida espiritual y las potentes corrientes de cura se presentan para que, a través de la Palabra Divina y de la oración perpetua de la Madre de Dios, los corazones sean curados y transformados de su pasado y dolor.
Pero esto, aún es más fuerte y espiritual, es más profundo y desconocido, hijos Míos, porque por donde peregrina la Jerarquía Divina, a través de las naciones y de los pueblos, en los lugares que la Jerarquía visita, bendice y consagra, existen espacios sagrados como este en donde no solo la Naturaleza Sagrada de Dios se manifiesta y se refleja, sino que también los espacios internos concebidos por la Jerarquía Espiritual reflejan, como un espejo, los atributos y los principios que la humanidad necesita en este tiempo para poder alcanzar la paz.
Cuando Yo Me presento aquí, así como Me presenté en varios lugares del mundo y a lo largo de los tiempos, los elementos sagrados de la Naturaleza de Dios también se presentan ante la Madre Naturaleza, la Madre de las almas y de los corazones, para transmutar las condiciones más adversas de las vidas de las personas, pero también para elevar el espíritu de cada ser hacia Dios, en donde el espíritu de cada ser, el alma de cada corazón de esta Tierra, podrá encontrar cura, liberación y redención.
Estos sagrados elementos de la Naturaleza de Dios se presentan como ángeles y devas, que son las grandes potencias celestiales y del universo que abren las puertas y las dimensiones para que la Jerarquía Espiritual descienda al planeta y pueda entregar Su Mensaje a la humanidad.
Esto siempre ha sido así, hijos Míos, en las Apariciones de la Virgen Santísima, del Sagrado Corazón de Jesús o del Corazón de San José, sagrados elementos de la Naturaleza de Dios generan una coyuntura espiritual y única para las almas, y especialmente para las naciones que reciben a la Jerarquía Espiritual.
¡Cuántas matrices espirituales la Jerarquía puede trabajar en la consciencia y el alma de una nación! Y, a través de esto, hijos Míos, ¡cuántas almas se ven beneficiadas con este movimiento oculto y espiritual de la Jerarquía!
Pero esto no se ve con los ojos físicos, sino con los ojos del alma. Este movimiento oculto y divino de la Jerarquía no se lo puede comprender con la mente, solo sentir con el corazón, con el corazón-espejo abierto de cada alma, para que perciba y así también reciba los impulsos espirituales de la Jerarquía.
Con esto, quiero decirles, Mis amados, que toda la Jerarquía Espiritual unida y reunida en este momento no solo por Estados Unidos y Canadá, sino también por el mundo entero, está construyendo una condición interna, anónima y silenciosa, sembrando la semilla en los corazones que se abren a recibirla. Porque intentamos, queridos hijos, como Consciencias Divinas y Cósmicas, que al menos una pequeña parte de esta humanidad de superficie alcance la realización de la Tierra Prometida de la Nueva Humanidad, así como el Padre Celestial lo desea ardientemente en Su Corazón.
A pesar de los conflictos, a pesar de las guerras, a pesar de los desastres naturales, a pesar de la situación grave de esta humanidad, a pesar de la pena de muerte o de la prisión; a través de los sagrados elementos de la Naturaleza de Dios, el Padre Celestial enviará una vez más a Su Hijo al mundo para reconstruir esta superficie herida y martirizada; y para eso los estamos preparando, queridos hijos.
No se olviden de este importante momento que antecede al Retorno de Cristo.
No tomen este Mensaje solamente como palabras. Tomen este Mensaje como un impulso interior y espiritual de preparación en el final de los tiempos para ustedes mismos. Aun mientras se purifiquen y se consagren, no pierdan de vista los impulsos de la Divina Jerarquía, a fin de que se pueda construir y manifestar la Nueva Humanidad.
Quiero que tengan presente a los ángeles y devas que acompañan a su Madre Celeste en este momento, y a las Leyes de Cura, de Amor y de Misericordia que colman a esta nación de los Estados Unidos, pero también a muchos lugares del mundo entero que, en este tiempo y en este momento, necesitan de intervención espiritual.
Si su esfuerzo para con Nosotros fuera siempre verdadero y honesto, y su fidelidad y lealtad fueran también así para con Nosotros, les aseguro, queridos hijos, que, a pesar de todo o incluso bajo cualquier situación o experiencia, estarán comprendiendo el llamado de la Jerarquía Celestial.
Por eso, en este día, los vuelvo a animar a seguir Nuestros Pasos, para que la historia que Dios escribe, a través de Nuestra Presencia en sus vidas, pueda resonar en lo más profundo de sus corazones y siempre pueda renovarlos e impulsarlos a seguir adelante.
Por eso, hijos amados, para que los sagrados elementos de la Naturaleza de Dios sigan obrando y transmutando al mundo para que vuelva a alcanzar la paz y el amor que ha perdido, Yo les pido, queridos hijos, que Nuestras Palabras resuenen en sus corazones como las últimas Palabras preparatorias e importantes para su redención.
Como Madre, Yo acompaño los pasos de todos Mis hijos, acompaño los momentos buenos, pero también los momentos dolorosos, sepan que estoy atenta a todas las necesidades y pedidos.
Sigan orando por lo que necesitan para saber si realmente lo necesitan, porque hay algo más allá de toda vida material que los está esperando a través de este portal celestial que les abre, una y otra vez, la Conciencia Divina al planeta y a las almas para que reciban Mis Gracias, las Gracias más profundas de Mi Corazón.
Que el Espejo de Mi Corazón Inmaculado se vuelva a reflejar sobre el mundo y sobre este lugar; y que, principalmente, el Espejo de Mi Corazón, a través de la ternura de Mi Espíritu y de Mi Alma, se pueda reflejar en sus corazones para que sientan, hijos Míos, que Yo estoy cerca y no lejos, para que sepan que le ha llegado el tiempo a cada uno de aprender a madurar y a crecer, aun en este desconocido Armagedón.
Siempre que Me llamen, allí Yo estaré; siempre que Me invoquen, allí Yo estaré; siempre que oren Conmigo, allí Yo estaré; siempre que lloren a Mis Pies, allí Yo estaré; siempre que logren algún paso, allí Yo estaré; o aunque siempre caigan muchas veces, allí Yo estaré. Porque Yo Soy su Madre, la Madre que los ama, los consuela y los ampara.
Esta es Mi Misión y este es Mi deber ante el Sagrado Corazón de Mi Hijo, este fue Mi compromiso a los pies de la dolorosa Cruz. Por eso, estoy aquí para ayudar a Mis hijos del mundo, para que puedan llegar a Dios.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Es un júbilo espiritual que Estados Unidos, a pesar de su deuda espiritual, reciba esta Gracia de todo el Cielo.
Los bendigo en el nombre de Mi Hijo y de la unión con la Santísima Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
En este mes de mayo, Yo los invito a retornar a Mi Corazón Inmaculado para que, junto Conmigo y en oración, puedan contemplar por un momento lo que la Madre Celeste contempla de la herida y martirizada humanidad.
Deseo que entren en Mi Corazón para que, a través de Mí, puedan crecer en el amor a la vida del espíritu y especialmente a la vida de servicio.
Es en este crucial momento, en el que Mis queridos hijos deberán recordar que tienen que salir de sí mismos para poder reconocer la realidad por ustedes mismos; esa misma realidad que los Sagrados Corazones reconocen en estos tiempos.
Por eso, hijos Míos, en este mes de mayo en el que las semillas están siendo plantadas, después del ofrecimiento de Mi Hijo a cada uno de ustedes, deberán saber dónde colocarán las semillas que recibieron del Redentor, y si estas semillas, que son dones y al mismo tiempo Gracias, serán depositadas en el lugar correcto.
Queridos hijos, esto es importante: en este tiempo de tantas transgresiones de la vida humana y de la vida interna de las almas, es necesario tener presente que nada se pierde o se desaprovecha, porque estos son los últimos impulsos que provienen del Cielo.
Como Madre, estoy aquí para acompañarlos, para poder llevarlos hacia Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí un Corazón que fue traspasado, pero un Corazón que aún es desconocido.
¿Quién sería capaz de penetrar este misterio para poder conocerlo?
¿Quién se lanzaría al vacío sin saber dónde podría caer?
Porque en el gran abismo de Mi Misericordia no existe perdición; existe abundancia, realización y méritos. Por eso, les muestro Mi Corazón para que lo vivan.
Vengo a buscar esto de las almas buenas, pero también vengo a buscar esto de las almas imperfectas; porque no tendría un motivo de realizar una obra en este planeta, si no fuera por las almas.
¿Ahora, comprenden el sentido de Mi venida al mundo en este tiempo?
Yo les tengo que hacer muchas preguntas para que se replanteen sus caminos, porque un buen Maestro y un buen Amigo daría Su Vida por Sus compañeros. Y esta Vida que Yo doy por ustedes es abundante e infinita, no terminó con la Muerte en la Cruz.
¿Alguna vez se preguntaron qué fue lo que Yo di más allá de esto, aun después de Mi Ascensión a los Cielos?
¿Qué puerta tan misteriosa existe, que aún nadie la ha abierto para saber qué hay al otro lado de ella? ¿Qué es eso tan desconocido que aún ustedes no saben?
Pero, si el pueblo de Israel lo conoció en profundidad y en espíritu, ¿por qué ustedes no lo pueden conocer?
Yo vengo a retirarlos de la dimensión superficial, en la que muchos se encuentran en este tiempo. Vengo para elevarlos hacia la dimensión de Mi Amor, sobre todo de Mi Amor Cósmico y Divino, para que puedan comprender y especialmente sentir las Esferas Celestiales que descienden y los abrazan.
¿Se han preguntado cómo hago Yo para llegar aquí, sabiendo que el tiempo de la Jerarquía es precioso?
Pero, Yo no vengo aquí solamente por ustedes y su despertar, vengo por una causa mayor y desconocida, una causa que espera darse a conocer a través de los corazones consecuentes y disponibles; porque los proyectos de la Jerarquía no se pueden desperdiciar o perder, ni siquiera Su Palabra puede ser desperdiciada, ya que en la Palabra de la Jerarquía Espiritual y Divina existe un decreto, un propósito, pero también una realización.
Por eso, deben tener presente, cada vez que Me escuchan o también cada vez que Me reciben, que en cada una de Mis Palabras y en las Palabras de las Jerarquías existe un Propósito Mayor para ustedes y sus hermanos del mundo. Así, lo hizo también la Divina Madre a lo largo de los tiempos y por intermedio de Sus Apariciones y Mensajes en el mundo entero.
La Jerarquía necesita de la condición humana para poder acercarse, pero no de la condición mezquina o rebelde, necesita de la predisposición del corazón humano para poder llevar adelante la Misión Espiritual en el mundo.
Es así como la Jerarquía Espiritual puede entregar Sus proyectos y Sus aspiraciones a las criaturas, criaturas preciosamente escogidas por el propio Padre Eterno, como en esta ocasión, aquí en los Estados Unidos.
Por eso, Yo les vuelvo a preguntar: ¿será que están comprendiendo para qué están aquí y por qué sus almas los han traído hasta aquí, para estar ante el Señor del Universo y de la Paz?
¿Qué es lo que tienen que ver con todo esto que hoy está sucediendo?
Cristo no necesita de disculpas porque conoce el error y la miseria humana. Cristo necesita de corazones verdaderos, aunque imperfectos, corazones que sean capaces de dar más y más, hasta sentir en su propio ser la esencia del Proyecto de Dios.
Para este mes de mayo y para este próximo 8 de mayo que se aproxima, el Señor trae hoy entre Sus Manos muchas semillas de Luz, preciosos tesoros incalculables para cada una de las almas del mundo que escuche Mi Mensaje; semillas que esperan germinar en los próximos meses, a través de las decisiones sensatas y equilibradas de las almas, decisiones permeadas por el Discernimiento y la Sabiduría de Dios.
¿Dónde caerán las semillas del Señor? ¿Dónde está la tierra fértil del corazón humano?
Hay algo que aquí debe suceder, espero que lo comprendan y que lo entiendan.
Los ciclos existen en la humanidad para que puedan aprender a dar sus propios pasos.
Es tiempo de los Nuevos Cristos, el mundo ya no puede esperar porque agoniza. Este es el tiempo del surgimiento de los Cristos Internos, de los que puedan suceder al Señor del Universo para que preparen esta Tierra para Su Retorno, para el reaparecimiento de Cristo en la humanidad.
Yo vengo con este Mensaje del Cielo, para que se acuerden del Cielo y ya no se pierdan en lo superficial, sino que se abandonen en el profundo abismo de Mi Amor Misericordioso.
Muchos de ustedes, en este mes de mayo, deberán hacer una síntesis y de esa síntesis obtener una respuesta interior para sus vidas.
Las señales ya fueron dadas, el Mensaje ya fue revelado, el impulso y la corriente cósmica de Mi Amor ya fue entregado. Ya está todo dicho. Ahora, a ustedes les corresponde darle una respuesta al Universo para que puedan darle una respuesta a la Ley.
Por esa razón, estaré orando en los próximos tiempos. Hay mucho por realizar y espero que los corazones sensatos Me acompañen, corazones que ya no esperen solamente recibir, sino también donarse.
Mediten y piensen en lo que les digo. Yo estoy aquí para ayudarlos, para que crezcan en el Amor Mayor y en la Verdad; para que, cada día que pasa y en cada tiempo que se aproxima, ya no se justifiquen, para que ya no se engañen; para que así, asuman los Planes del Señor Redentor.
Mientras tanto, seguiré trabajando junto con los ángeles, que están aquí Conmigo en esta tarea especial en los Estados Unidos; intentando ayudar y auxiliar a los que están perdidos en los vicios, en la indiferencia, en la maldad y aun los que están perdidos en la muerte, en la muerte espiritual.
Yo vengo como un Sol, invisible e inmaterial, para hacer renacer a los corazones que acepten ver Mi Luz en el horizonte, en el universo más profundo de los seres.
Dios espera que todos Sus Hijos puedan ser dignos ante Él.
Para que esto sea una realidad y no sea algo tan lejano o aun imposible, tendremos que atravesar muchos desafíos y, algunos de ellos, desafíos peligrosos; porque la senda es muy larga hasta poder llegar a la meta que Dios espera.
Pero la fortaleza, en los corazones que creen en Cristo y viven en Cristo, puede ser una fortaleza inquebrantable, y diría inamovible, fortaleza sostenida en la fe y en la confianza en Dios.
Así, los preparo para la nueva siembra.
¿Qué le ofrecerán al Plan?
Esperaré pacientemente, pero no se olviden de que estamos en un tiempo de emergencia, la respuesta debe ser ahora; pero no una respuesta superficial, debe ser una respuesta madura, de un ser que comprende qué significa convertirse en un Cristo.
Eso es todo. Atraviesen estos tiempos en Mi Paz.
Les agradezco, una vez más, por estar Conmigo de verdad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das.
En este encuentro, Te honramos, Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis hijos predilectos:
En este día, su Madre Celeste vuelve a estar ante la situación interna y espiritual de los Estados Unidos, a fin de que, a través de la redención y de la cura de las almas, esta nación vuelva a encontrar el camino hacia el Propósito que perdió.
Si, desde el principio, Estados Unidos hubiera sido un país de brazos abiertos, una nación que acoge, atiende y cuida a los más descartados y vulnerables de toda América Latina, les aseguro que gran parte de su deuda espiritual, causada por la comercialización de armas, hubiera sido aplacada.
Pero en estos tiempos, en este lugar como en otros lugares, solo nos resta seguir orando para que ciertas acciones, que este país quiere realizar, no continúen dejando a su pueblo bajo una condición sin salida espiritual.
Dependerá de los corazones orantes, presentes en los Estados Unidos, que puedan crear la condición correcta para que ciertas situaciones ya no coloquen al país en un lugar sin salida.
Vuelvo a repetir esto a todos Mis hijos para que les quede bien claro que será necesario hacer algo, es tiempo de actuar. Porque también existen naciones en las Américas que son condicionadas por los Estados Unidos, algo que todavía nadie se arriesgó a resolver.
El verdadero sentido de la igualdad y de los bienes está tergiversado. Por eso, hijos, Yo los invito a permanecer en el ejercicio de la oración reparadora y pacífica para que, en los Estados Unidos y en las demás naciones del mundo, los pueblos marginados por el desorden, por los conflictos y por las guerras, que dejan muchas heridas abiertas, tengan la Gracia de ser gobernados bajo un principio espiritual de equilibrio y de equidad.
Desde el Cielo, su Madre Celeste intercede junto con Su Hijo para que la humanidad cambie a tiempo.
Recemos para que nadie más sufra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como Madre del Mundo y Madre de los pueblos originarios, hoy vengo a pisar con Mis Pies este suelo sagrado para volver a bendecirlo. Vengo a disolver el valle de lágrimas de todas las consciencias indígenas, elevando los corazones y las consciencias hacia Dios, para que reciban las Gracias del Padre y el Amor de la Madre Universal.
Pero este no es el único fin por el cual hoy estoy aquí. También estoy aquí por el alma de esta nación, para que esta nación encuentre, en el fin de estos tiempos, por medio de las almas que despiertan al conocimiento universal, la posibilidad de responder a la Voluntad del Padre Eterno.
La deuda espiritual de esta nación con otras naciones del mundo no ha permitido que este pueblo pueda expresar su arquetipo espiritual y su Propósito, no ha permitido que las consciencias de esta nación se liberen de las cadenas del mal.
Por eso, el camino que Yo les ofrezco, que es el camino crístico, es la salida. Un camino que los llevará a reencontrarse con su verdadero Propósito Espiritual, por medio de la Voluntad que el Padre tanto espera cumplir en esta nación.
No solo Dios, sino también todo el Universo, saben que las almas de esta nación son afectadas directamente por todo lo que esta nación decide llevar adelante en estos tiempos, y las almas quedan bajo esa prisión espiritual inevitablemente.
Por eso, hoy vengo a pisar con Mis Pies este suelo sagrado de Oklahoma, para que todo el pueblo americano recuerde los valores de la consciencia indígena, que a pesar de todo lo que ha sucedido en este país a través de los últimos tiempos y de todo lo que este país se ha comprometido con el mundo, estos valores espirituales que están guardados en los planos internos están latentes.
Así, como lo hizo el pueblo americano de la gran nación indígena, los americanos en este tiempo actual deben volverse hacia su mundo interior y preguntarse: ¿Qué estoy haciendo? y ¿cuál es el fin de toda mi vida?
De esa forma, queridos hijos, muy lentamente, las almas tendrán la puerta abierta hacia el gran despertar, y este pueblo, tan contemplado por el Padre Eterno desde el principio, recibirá la Gracia del perdón, de la redención y de la rehabilitación.
Pero les vuelvo a decir, queridos hijos, como lo He dicho a través de los tiempos, que es necesario seguir un único camino, el camino que siempre los llevará al Corazón de Dios, porque allí podrán comprender toda Su Manifestación y Presencia.
Este pueblo de los Estados Unidos no solo deberá seguir rezando con más fervor y más determinación, sino también deberá suplicar al Universo, para que él reciba también la Gracia de la liberación que tanto necesita, de los compromisos que ha efectuado con el mal, con Mi enemigo, en los que millones de almas en este país, están presas bajo esa condición.
Pero Yo, como su Madre que los ama y que los considera, como Madre de toda la consciencia indígena, de todos los pueblos originarios que aquí habitan, vengo a darles esta oportunidad de reencontrar el camino de la rehabilitación y del perdón, bases importantes para que a través de la esperanza pueda resurgir el verdadero fin de cada una de sus vidas, el verdadero Propósito de esta nación para que, por medio de su alma, pueda cumplir el Propósito que tiene escrito y ser una nación que coopera y que colabora ante las necesidades de las naciones más pobres.
Todo esto que les digo les parecerá una osadía, pero no lo es si existen almas que van despertando, si existen corazones que se van adhiriendo y que se animan a romper sus propias estructuras para vivir en plenitud el Propósito de Dios, es decir Su Divina y Santa Voluntad.
Esto permitirá lentamente que las bases espirituales del Propósito para este país se vayan manifestando, no solo aquí en Oklahoma, sino también en otras partes de esta nación.
Necesito, hijos Míos, que comprendan la importancia de este momento espiritual e interno.
Vengo aquí con el permiso de Mi Hijo para hacer florecer y expresar lo que aquí necesita manifestarse, no solo en los planos internos, sino también en los planos externos; y las consciencias que despiertan hacia el Propósito Espiritual y que forman parte de esta nación, tan necesitada de amor y de luz, serán esos pilares que Mi Hijo tanto espera ver expresados en la superficie de la Tierra, a fin de que aquí se pueda reflejar el Plan que Dios tanto espera y esto va más allá de un simple sí, esto va más allá de una adhesión absoluta.
Lo más importante de todo esto, hijos Míos, es la unidad, que permitirá derrotar los pilares que el mal aquí tiene y que disolverá las corrientes contrarias que aquí habitan, hablando directamente del alma de esta nación.
De esa forma, también ayudarán al ángel de este país que lleva mucho peso sobre sus espaldas, que debe ser aliviado no solo por la oración perpetua o por el servicio abnegado.
Es necesario que las almas sean conscientes de esta colaboración para que este ángel pueda llevar adelante su Propósito y su servicio por Estados Unidos porque, a medida que los acontecimientos suceden en el mundo y, muchos de ellos, son promovidos y ejecutados por este país, las puertas inciertas se siguen abriendo y no hay quien las pueda detener.
Por eso, Yo vengo aquí por esta causa, para cerrar esas puertas inciertas e invisibles, para que las almas ya no vivan en ese cautiverio espiritual que es creado e infundido por la deuda espiritual de este país.
En simples palabras, Mi Hijo Me envía para liberar las amarras, para quebrar con Su Espada las cadenas de la ilusión y del materialismo, que aprisionan a las almas sin que puedan surgir y despertar.
En un solo Mensaje, queridos hijos, intento decirles muchas cosas, pero tendría mucho más para decirles que solo en este momento de encuentro Conmigo.
No piensen que todo cambiará de la noche a la mañana. Si sus vidas cambian y si sus vidas se transforman, serán como una gota en este gran océano, que por más que sea pequeña, invisible e insignificante, si esa gota de Luz que son sus almas no estuvieran en ese vasto océano que es el Plan, esto no sería posible, este momento no sería posible.
Así podrán comprender, pero también percibir cuán infinita e inagotable es la Gracia de Dios, que supera todos los tiempos, pero también todos los acontecimientos; que atraviesa todas las estructuras y las formas para que Su Amor llegue a Sus Hijos, Sus Criaturas, para que Su Presencia llegue a lo que es esencial, al espíritu de cada uno de los americanos, que debe estar bien despierto y atento para recibir con gratitud los impulsos de la Jerarquía.
Desde hace días estoy orando y en los días que vendrán seguiré orando por ustedes y por sus hermanos de este país.
Sé que será un sacrificio y también una gran entrega poder alcanzar lo que Dios tanto aspira y espera. Pero la fe y sobre todo la confianza transcienden todas las formas, todas las ideas y aun todos los límites; porque el corazón que vive a través de la fe es un corazón encendido en el amor, en la unidad y en la vida divina, y esto le permite llevar adelante cualquier tarea o compromiso.
Les pido a todos Mis hijos de los Estados Unidos que, por piedad y por caridad, se pregunten:
¿Cuál es mi verdadero compromiso espiritual?
¿Qué estoy haciendo para poder cumplirlo y vivirlo?
¿Percibo la Presencia de la Jerarquía, no solo de Su Palabra, sino también de Su Amor?
¿Qué debo hacer para poder cumplir ese compromiso?
¿Cuánto más tiempo debo esperar para poder vivirlo?
¿Comprendo que ese compromiso va más allá de mí mismo y que todo tiene una causa mayor?
Les dejo estas preguntas a Mis hijos de Norteamérica. Y, como Madre de los pueblos originarios, les pido que contemplen la historia de esos pueblos originarios y, en perfecta comunión, recuperen los valores que ellos viven en los planos internos.
Les agradezco por estar aquí en este día y por escucharme con valentía, apertura y gratitud.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz, Madre de la nación indígena
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Además de todos los impulsos recibidos durante la última peregrinación por Estados Unidos y Canadá, la propia Jerarquía pudo llevar adelante todo lo que tenía previsto, en el tiempo del Armagedón planetario.
Aunque aún quedó pendiente descubrir más sobre los tesoros sagrados de la Hermandad en Quebec, fue un triunfo para el Plan conseguir llegar hasta donde se llegó.
Ahora es momento de compartir internamente las experiencias que fueron vividas durante el paso por Monte Shasta, Redwood, Gran Cañón del Colorado, Oklahoma, Toronto y Montreal.
De esa forma, todos podrán percibir hasta dónde pudo llegar la Jerarquía y qué efectos tuvo el trabajo en los planos internos.
Ahora es momento de hacer la síntesis y de continuar adelante en la próxima etapa.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En esta noche de viaje, de regreso al Brasil, Mi Manto, como todas las estrellas, se extiende sobre ustedes. Los acompaño en el silencio y en la vigilia para que sus almas misioneras se restauren en unos días y así se preparen para acompañar a los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José en la tarea planetaria que sucederá en los próximos días, en los cuales todos Mis hijos orantes tendrán la Gracia de poder volver a escuchar a San José, a Mi Hijo y a Su Madre Celeste.
En esta noche viajamos de regreso a Mi Casa Madre en Brasil, Figueira, para que sus hermanos, internamente, puedan recoger los frutos de esta última peregrinación por los Estados Unidos y Canadá, importantes frutos para el despertar de los corazones y para la redención de las almas que viven en Dios.
En esta noche, de regreso a Brasil, Yo los bendigo y les agradezco por haber respondido a Mi llamado durante todo este mes y medio de peregrinación.
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de todos los impulsos entregados en este mes y medio de misión espiritual en Estados Unidos y Canadá, la Jerarquía evaluó que los resultados de la misión fueron eficientes y grandiosos y que, por primera vez, en una región del planeta condenada por ella misma a vivir diferentes pruebas, la Jerarquía espiritual consiguió realizar mucho más de lo esperado y de lo que estaba previsto.
Por ese motivo, hoy es un día de profunda gratitud, porque hasta los días de hoy el Amor ha triunfado por encima de toda adversidad y caos.
Con este mensaje invito a Mis compañeros a revivir cada momento compartido con la Jerarquía en las diferentes fases de la misión que fue realizada durante este último mes y medio.
En este sentido, quisiera que ustedes pudieran percibir, en esencia, todo lo que sucedió y hasta dónde la Jerarquía consiguió llegar y concretar Su tarea.
Así, Mis compañeros aprenderán a percibir cómo percibe la Jerarquía y aprenderán a discernir cómo la Jerarquía vive el discernimiento.
Cada etapa, que fue vivida en esta misión de Estados Unidos y de Canadá, quedó registrada en el Corazón de la Jerarquía, y todo lo sucedido será el impulso necesario para vivir la próxima etapa en Norteamérica.
Hoy eleven su agradecimiento, y en ese agradecimiento renueven sus votos a Mi Corazón Misericordioso.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con la misma simplicidad con la que el sol nace todas las mañanas, así se ilumina el propio interior para vivir la Ley de la Transfiguración e ingresar en los mundos sutiles.
Con la misma gratitud que sienten por la vida, al llegar a los lugares sagrados, así deben ingresar en ellos para que puedan vivir la cura y la redención en nombre de toda la humanidad.
Es de una forma simple, hijos, que pueden iluminar células y átomos, que pueden elevar la propia consciencia, no solo para ingresar en los Reinos Sagrados que su Creador manifestó en el interior de la Tierra, sino para que, en Su tiempo, cuando esos Reinos se manifiesten en el mundo, no solo sus consciencias, sino también cada núcleo de sus seres puedan formar parte de ese Reino.
La Nueva Jerusalén no solo habita en la Consciencia Divina, en las dimensiones universales, celestiales y espirituales. Esa tierra prometida a los Patriarcas, a las Tribus de Judá, se encuentra también en el interior de la Tierra, repartida en diferentes espacios de este planeta, los llamados Centros de Amor. Esos Centros un día se fundirán, se unirán en un único Reino, que será el Reino de este mundo.
Cuando el tiempo de la Tierra se disuelva en el Tiempo de Dios, llamado Tiempo Real, en ese momento no habrá fronteras, no habrá límites, no habrá ni siquiera dimensiones que separen la consciencia humana de la vida espiritual que habita en el planeta.
Todo este mundo será sagrado. Y así como otras civilizaciones del Universo sirven, incondicionalmente a toda la Creación, también la Tierra, hijos, podrá servir.
Ya se aproxima el tiempo en el que los velos se terminarán de rasgar. Velos que comenzaron a romperse hace más de dos mil años, cuando el Hijo de Dios se manifestó en este mundo.
Él vendrá y ya no hablará a través de símbolos, ya no hablará a través de parábolas. Sus Palabras serán claras y las señales que vendrán con Su Presencia revelarán a cada hombre y a cada mujer de este mundo la verdadera vida.
Para ese momento los preparamos, para que puedan ser dignos de estar cara a cara con el Hijo de Dios. Y que Él sea para ustedes como un espejo que les revela la Verdad que tanto tiempo se ocultó en sus esencias.
Sí, cada uno de ustedes guarda un misterio en el propio interior. Ni siquiera saben quiénes son.
Esa verdad que está mucho más allá de su historia evolutiva, mucho más allá de la historia que se escribió tanto en el Universo como en la Tierra antes de que llegaran aquí, antes de que cometieran tantos errores y de que desviaran sus caminos del Propósito Divino.
Esa Verdad original, ese Pensamiento perfecto de Dios, aún se guarda en lo profundo de sus esencias, aún espera, silencioso, poder manifestarse.
Hoy los traemos hasta aquí, como humanidad, para que puedan no solo recibir una revelación o vivir un aprendizaje. Los traemos hasta aquí para que, en nombre de cada ser de esta Tierra, puedan recordar el verdadero propósito de su vida en este mundo.
Sus esencias pulsan delante de este valle sagrado, porque reconocen no solo los millones de años de la historia de la humanidad que aquí se guarda. Reconocen un Propósito Divino que aquí se diseñó para que un día la humanidad pudiese recordarlo.
A pedido de Dios, los trajimos hasta aquí, al Gran Cañón, no solo para reconocer la historia de los pueblos originarios, de esta tierra, que desconocen. No solo para saber que hubo seres, en tiempos remotos de la humanidad, que vivieron la Ley de la Transfiguración e ingresaron en el interior del planeta, en sus dimensiones sutiles.
Los trajimos hasta aquí, no solo para ver un magnífico lugar que expresa el Amor de Dios por la humanidad, al crear este planeta perfecto, para que los seres humanos también expresaran perfección.
Los trajimos hasta aquí, hijos, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, este espacio sagrado guardó registros humanos únicos. Guardó cada aprendizaje vivido por los seres de esta Tierra, de forma que un día puedan curar todos los errores, revertir las equivocaciones y retornar al origen del Pensamiento Divino.
En este lugar desciende la Consciencia de Dios para colocar Su Pensamiento perfecto.
En este lugar se enciende la Esencia Divina, iluminando cada registro de la historia de la humanidad que aquí se guarda, para de esa forma recordar a todos los seres que el verdadero propósito de la humanidad es cumplir la Voluntad Divina, manifestar lo Sagrado a través de la simplicidad y expresar el Amor que recrea y renueva la Creación de Dios.
Dejen que a través de Mis Palabras y de Mi Presencia, como siervo y mensajero de su Creador, Yo pueda despertar en sus esencias este Propósito.
A través de los Portales que abro, entre el Universo Celestial y este mundo, les traigo la Luz de Dios que ilumina todos los registros de la Tierra y les revela su pureza y su origen. Eso sucede en lo profundo de sus esencias, eso sucede en su consciencia, en sus niveles espirituales.
Reciban la Gracia que desciende sobre el planeta y que se irradia a toda la humanidad.
A partir de este nuevo ciclo, la historia de cada ser, como la de esta Obra, comienza a reescribirse, porque deben aprender a recomenzar a través de todos los impulsos que recibieron.
Acepten el perdón que proviene de Dios y dejen que todos los registros de errores sean curados. Errores que desconocen, que no provienen solo de este mundo, sino de toda la historia que se escribió en el Cosmos, antes de que llegaran hasta aquí.
Hoy reciben la Gracia que proviene del Corazón del Creador, para que esa historia sea renovada y que, como consciencias, como Obra y como humanidad, puedan dar un nuevo paso. Ese es el verdadero propósito de haber llegado hasta aquí.
El conocimiento de la vida sagrada que aquí se expresa eleva sus consciencias, para que puedan estar en la vibración correcta de recibir y experimentar el Perdón de Dios.
La Luz de su Creador ilumina este valle, ilumina la historia de la humanidad aquí escrita y, más que eso, permea cada consciencia humana.
Llegó el momento no solo de despertar, no solo de recordar, sino de curarse.
Llegó el momento de sentirse perdonados porque, al mismo tiempo que la humanidad vive una transición y que las naciones comenzarán a vivir duras pruebas, ustedes, hijos, deben comenzar a consolidar lo Sagrado, a expresar los Centros de Amor y a expresar el propio amor de sus corazones; amor que proviene de Dios, desde el Origen, y que habita silencioso dentro de cada uno de ustedes.
Mientras el viejo hombre pierde su reinado, muchas veces a través del sufrimiento, de la desilusión y de la desesperanza que muchos vivirán, por otro lado, dentro de ustedes, se debe consolidar el Plan de Dios.
Deben saber cuál es el Pensamiento del Creador para esta humanidad, cuál es el camino recto y perfecto para retornar a Su Corazón y para tornar este planeta sagrado.
Porque cuando la desesperación toque el corazón de los hombres, ellos deben saber por dónde seguir.
Sus esencias deberán ser como faroles en la purificación de esta Tierra. Para eso, esa claridad debe iluminar sus mentes, sus corazones y sus espíritus, y eso sucede a través de la simplicidad.
Es a través de esta simplicidad, de la humildad y de la pureza, de la simple gratitud que pueden expresar, que las Puertas más sublimes se abren, que las revelaciones más sinceras se manifiestan.
Los trajimos hasta aquí para que conocieran el ejemplo de la consciencia indígena, porque fue a través de la simplicidad que ingresarán en los mundos sutiles. Y es esa misma simplicidad que cada uno de ustedes debe aprender. A través de ella, rindan sus mentes, este plano mental concreto se debe tornar simple e intuitivo para que, cuando esté delante de los Portales, pueda ingresar sin miedo.
Que la ignorancia, la arrogancia y la vanidad no les cierren las puertas, sino que la humildad y la gratitud las amplíen cada vez más.
A lo largo de este tiempo los trajimos a muchos lugares sagrados, y manifestamos Nuestros Centros Marianos y las Comunidades-Luz sobre cada uno de ellos.
Eso es así no solo para que estén protegidos, sino para que puedan un día estar fundidos, unidos perfectamente con lo sagrado que habita debajo de sus pies y en lo invisible de las colinas, en lo invisible de la vida que llevan, tantas veces olvidados de lo sagrado que allí está.
Con Mis palabras solo quiero despertar en cada uno de ustedes la simplicidad que los conduce a la transfiguración. Es de esa forma que vivirán las Leyes. Es de esa forma que las Leyes vivirán en cada uno de ustedes, no solo en sus corazones y en sus espíritus, sino que también sus células manifestarán esa Verdad, así como algunos pueblos pudieron vivirla.
Reciban este impulso de amor a través de Mi Verbo y de Mi Corazón.
Que cada ser que escucha Mi Voz pueda recordar su origen, pueda tener encendida su esencia, para que, cuando llegue el tiempo, todas las Gracias, todos los códigos de luz que Yo les traje hoy, se puedan encender y sean la llave perfecta que les permita ingresar en los mundos sutiles y que permita que esos mundos sutiles se manifiesten en sus vidas.
Les dejo Mi bendición y la gratitud más profunda del Corazón de Dios, para que ella resuene en su interior y los haga madurar como espíritus y como siervos de Su Sagrado Corazón.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La historia que nunca fue leyenda
En las lejanas y coloradas tierras del norte de Arizona se expresó, una vez, una sagrada civilización que provenía de la unión y de la mezcla de americanos originarios y de asiáticos de remotos lugares, de islas diversas de Asia y de Oceanía.
Esa unión de familia, de raza y de cultura, los trajo con el tiempo hasta el norte de Arizona, región que hace miles de años se comportaba como un terreno fértil para el desarrollo de poblaciones provechosas de la siembra y del cultivo.
Lo que siempre se ofrecía para ese sagrado pueblo era el mismo río Colorado, el que bañaba con sus márgenes a toda la vegetación presente en aquellos tiempos.
La causa de la desaparición de ese pueblo no fue una destrucción ni un acontecimiento extraordinario. El tiempo mostró para ese pueblo, que había alcanzado un grado altísimo de contacto con el universo, por lo que ya no le fue necesario vivir de lo material como siempre lo hacía.
Ese sagrado pueblo del norte de Arizona también vivió su camino de transición como lo vivieron todas las civilizaciones y culturas que pasaron por este planeta.
La antigüedad de este pueblo era anterior a la perdida civilización de la Atlántida.
Ese sagrado pueblo originario, de raíces indígenas, desde el momento de su unión con sus antepasados del lejano oriente nunca más vivió un encuentro con ninguna otra raza.
Su experiencia se basó en el aprendizaje sobre el sostén de la vida grupal. Era esa unión de consciencias lo que fue haciendo del pueblo el ejemplo de una fraternidad y de una solidaridad recíproca.
El escenario del Gran Cañón del Colorado fue el espacio que favoreció el desarrollo del aspecto intuitivo de esa civilización sagrada que, al permanecer naturalmente apartada del mundo y amparada por condiciones extraordinarias de la naturaleza, creó un ambiente propicio para el proceso del contacto.
Esa civilización, originaria de esa región del planeta, fue pasando por diferentes estados, y el conocimiento que recibía sobre la ciencia de la Creación y sobre el Universo, a través del contacto, hicieron que dicho pueblo accediera a principios que abarcaron otros planos superiores de consciencia que eran colmados de conocimiento e instrucción para cada uno de ellos.
Lo más destacado de ese pueblo era que, desde el niño más pequeño hasta el anciano más grande, vivieron un grado de contacto que los hacía estar dentro de una frecuencia de amor muy alta.
Todo ese proceso del pueblo del río Colorado, de pasar de lo material hacia lo espiritual, los llevó un día a ingresar en una escuela de aprendizaje diferente que se reveló espontáneamente sin forzar nada.
Es decir que ese pueblo accedió a la realidad cósmica y universal, y su desaparición de la superficie del planeta se debió a su ingreso total en otros planos de consciencia, en los que ya no era necesario servirse de lo que es material.
Como la presencia de ese pueblo no tiene registros históricos en la humanidad y solo ha sido considerada una leyenda, ese propio pueblo, desde los planos superiores fue el que guió e impulsó a otros pueblos originarios para que hicieran sus experiencias y aprendizajes dentro de la misma región en la que ellos estuvieron.
Por esa misma razón, otros pueblos originarios de otras partes de Norteamérica migraron hacia la región del norte de Arizona, en busca de esa misma fuente de contacto que se reveló para ese primer pueblo sagrado.
Fue así que la civilización indígena, que como pueblo partió hacia otras esferas de consciencia, apeló para poder entregar los mismos impulsos que sus sucesores precisaban a fin de dar continuidad a la evolución de la consciencia.
Cuando el sagrado pueblo del norte de Arizona ya estaba dentro de otra dimensión de consciencia fue cuando todo su pueblo se preparó para dar un nuevo paso y así ellos asumieron colaborar ampliamente en el sostén espiritual del planeta. Así, comenzaron dentro de la Ley de la Jerarquía, a cuidar del alma-grupo de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, para que cada alma-grupo también pudiera evolucionar.
Lo mismo hicieron al cuidar y amparar a los núcleos internos de otras almas que, habiendo sido indígenas, no habían accedido a la totalidad de su transfiguración, como lo había vivido el sagrado pueblo.
En los planos internos, la región del Gran Cañón del Colorado se volvió una escuela importantísima de servicio y de amor interno por todo aquello que, esencialmente, es verdadero y nace de la existencia de cada ser.
A pesar del cambio geológico del Gran Cañón del Colorado, con el pasar del tiempo, eso no fue un impedimento para que esa escuela interna pudiera expresarse y realizarse. Fue en ese nivel de consciencia que alcanzó el sagrado pueblo del Gran Cañón del Colorado que el Padre Eterno encontró una puerta segura para dar continuidad al proyecto de la humanidad de superficie.
Ese legado y experiencia, que continuó sucediendo de forma paralela a la encarnación del Hijo de Dios, fueron factores de acontecimientos que colaboraron ampliamente en la Obra Redentora de Cristo, aun después de Su Ascensión a los Cielos.
Con esto les quiero hacer comprender que, desde los tiempos más remotos de la Tierra, ya existían la fraternidad y el amor, los que fueron evolucionando y que hicieron posible salvaguardar la esencia primordial de la experiencia humana, bajo un potencial de experiencia grupal de servicio y de solidaridad mutua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Mi Corazón se enciende de alegría por los más simples y por los más pobres; por el amor que brota de sus corazones al llamar a su Madre Celestial para que Ella, como una dulce Señora, venga al encuentro de Sus hijos.
Hoy vengo aquí por los que Me han llamado.
Nuevamente, queridos hijos, los vuelvo a congregar en el sagrado oratorio de Mi Inmaculado Corazón, en donde se puede vivir la experiencia divina, el encuentro con Dios y la manifestación de Su divino Propósito para cada una de sus consciencias.
Hoy vengo vestida de blanco, coronada por Mis hijos y con la luna a Mis pies, para anunciar al mundo que aún hay tiempo de poder arrepentirse.
Dios está sediento del amor de todas Sus criaturas, de la sinceridad de los corazones, de la verdad de todos los servidores, que pueden expresarla en estos tiempos.
Dios está con Sus Brazos abiertos, mostrando Su Corazón resplandeciente, indicando para todos que aún hay tiempo de poder ingresar en el Océano de Su Misericordia, para que sus deudas sean purificadas, para que sus almas sean curadas y solo puedan sentir, queridos hijos, algo que Yo siento todo el tiempo, que es estar en el regocijo de Dios; en unión con Su divina e insondable Fuente, en perpetua y perfecta comunión.
Para que todo esto sea posible y primero surja en sus vidas, deben seguir orando el Rosario todos los días, porque aún el anuncio que Yo hice en Fátima está latente.
Después de cien años, el mundo está en la mayor gravedad, en un gran caos que sumerge a muchas almas al infierno.
Yo les pido, queridos hijos, que con la misma sinceridad de sus corazones y el mismo calor de sus oraciones, hoy ofrecidas al Santo Creador, sigan formando grupos de oración, para que en esta ciudad y más allá de ella, existan columnas de luz, que serán depositadas por el Cielo y bajo el orden de Mi Inmaculado Corazón, a través de la obra de los santos ángeles.
Vengo a pedirles, queridos hijos, que sigan orando por el equilibrio del planeta y de su humanidad, que sus corazones no se cansen de proclamar la fe en Dios, ni tampoco de buscar la Iglesia, para que a través de la Eucaristía, todos los días de sus vidas estén en comunión con Mi amado Hijo.
Necesito, queridos hijos, que puedan tornar esta ciudad un Espejo de Mi Reino Celestial. Y eso comenzará primero en ustedes, viviendo buenas actitudes, reflejando buenos ejemplos, transformando sus vidas por el potentísimo caudal de la oración del corazón.
Yo les pido, queridos hijos, que sigan Mis pasos, los pasos que hoy les estoy indicando, para que Dios Me pueda permitir retornar aquí cuantas veces sea necesario y bajo el principio de Su divina Voluntad.
Necesito que sus corazones se sigan abriendo, para que Mis ángeles, los ángeles que hoy Me acompañan y que rodean a su Madre Celestial, puedan curar sus heridas más profundas y después de cada encuentro Conmigo, salgan de aquí renovados, con una esperanza fortalecida, con una fe inextinguible, con un amor desconocido, que finalmente los hará libres de este cautiverio del fin de los tiempos.
Hoy vengo a recoger especialmente sus oraciones para que más Gracias sean derramadas en el mundo, especialmente en aquellos rincones del mundo en donde, la humanidad entera aún no sabe lo que sucede. ¡Cuánto las almas sufren en silencio, por medio de la esclavitud y de la persecución!
Vengo a utilizar sus oraciones de este día, para poder cerrar más infiernos en este planeta; para que más almas, más semejantes a las de ustedes, puedan despertar y salir de esta ilusión que ciega al mundo.
Vengo a abrir los portales del Universo, para que no solo ustedes, sino más almas en el mundo entero, puedan sentir y escuchar la llamada de Dios para consagrar sus vidas al Infinito y hacer de este planeta un pueblo sagrado, así como fue el pueblo en el desierto, en compañía de Moisés.
Yo vengo a contemplar, por medio de Mis ojos maternales, la dulzura que brota hoy de sus corazones, la cálida oración que ennoblece sus espíritus y que vivifica sus almas ante la presencia de la Madre de Dios.
Hoy como nunca, Dios tiene Sus Oídos muy abiertos para escuchar las súplicas de Sus hijos. Algunos pronto alcanzarán las gracias que necesitan, pero otros deberán seguir orando todos los días, para poder alcanzar la Gracia Mayor de Dios. Porque la verdadera oración, que puede ser pronunciada por sus corazones, los liberará, los redimirá y podrán alcanzar la paz dando fin a la deuda humana, a todo pecado que hace de los corazones, corazones sufridores.
Yo vengo, queridos hijos, a instituir Mi Portal de Paz en el mundo y vengo a hacer de ustedes almas en constante renovación, corazones en adoración a Dios.
Quiero hacer Mi milagro en los más simples, para que den testimonio al mundo de la potencia del Amor de Dios cuando los corazones se abren y dejan que el Creador los transforme, no solo a través de Su Santa Sierva, sino también, hijos Míos, por medio de la oración y de la devoción de sus corazones.
Quiero construir aquí lo imposible, en un mundo de caos y de tantas guerras. Mis ojos contemplan situaciones que ustedes desconocen, que el mundo entero desconoce, y que aspiro a compartir con Mis hijos, aquellos que se abran para sentir Conmigo el dolor de este mundo.
Quiero hacer de este lugar, así como de sus casas y de sus corazones, cenáculos de reparación, para reparar el Corazón de Dios, tan ofendido y tan herido por las acciones de los hombres.
Hijos Míos, en esta noche comparto no sólo la alegría de Mi Santo Espíritu con sus pequeños corazones, sino que también les entrego una espina de Mi Corazón para que las reparen con sus constantes oraciones. Pues, en esta noche les digo que no se necesita mucho para reparar el Corazón de Dios. Cuando son simples, pero verdaderos, pueden abrir las puertas del Cielo y contemplar en su interior el Corazón del Padre, que se muestra a Sus hijos, cuando ellos se abren para verlo.
Vengo, en esta noche, a revelarles un misterio celestial: el misterio de la reparación, para que aprendan, hijos Míos, que al transformar sus vidas, no sólo están transformando sus familias y trayendo un poco más de paz para sus hogares, para sus amigos. De esta forma, hijos, cuando transforman sus espíritus y sus corazones, cuando oran todos los días junto Conmigo, están reparando el Corazón de Dios por faltas que desconocen, están generando méritos para que muchas almas perdidas encuentren la salida de la oscuridad en la cual viven, estando en este mundo y más allá de él.
Hijos míos, quiero construir el triunfo de Dios en sus corazones para que, a partir de ustedes, este triunfo se extienda al mundo. Sólo necesito que me digan “sí” y que oren verdaderamente, transformando las prioridades de sus vidas, teniendo consciencia, hijos, de aquellas acciones que no construyen el Plan de Dios en este mundo, sino que, al contrario, destruyen la gracia de sus espíritus, la gracia que Yo les entrego, una y otra vez, cuando vengo del Cielo a su encuentro.
No pierdan, hijos Míos, todo lo que Yo les entregué y todo lo que aún les entregaré, viniendo a este mundo. Sino que construyan, día y noche, con sus oraciones, con sus acciones, con la transformación de sus vidas, una Gracia Mayor para todo este planeta. El planeta está en guerra, está en una agonía permanente, que muchos no perciben porque solo ven sus pequeños sufrimientos y solo buscan su felicidad vana.
Hoy, hijos Míos, quiero que conozcan una felicidad mayor, que transciende todo lo que los colma con las cosas de este mundo. Vengo a entregarles la alegría celestial, que está más allá de todo sufrimiento humano y que inclusive se encuentra a través del sacrificio y del esfuerzo constante.
Quiero que conozcan, hijos, la alegría de estar en Mi Inmaculado Corazón y de compartir Conmigo todas las bendiciones del Cielo, para que las lleven a sus hermanos, a los que están a su lado y a aquellos que están en el mundo, en lugares remotos y desconocidos.
Vengan Conmigo, hijos Míos, trascendiendo las fronteras entre las naciones, por medio de la oración de sus corazones, para que el mundo encuentre un mayor tiempo de paz, a través de sus vidas.
¿Será mucho lo que Yo les pido, que oren todos los días un Misterio del Rosario, uniendo los espejos de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón? Oren Conmigo, hijos, y vean sus vidas ser transformadas por la Gracia de Mi Espíritu, por la presencia de Mi Inmaculado Corazón.
Ustedes forman parte de la historia de Mi vida, la que Yo escribo día a día, por medio de la conversión de su corazón y del despertar perpetuo a una oración renovadora, una oración que trae la fe y la esperanza que tanto necesita el mundo.
Y les vuelvo a decir, queridos hijos, que debo llegar nuevamente a los Estados Unidos; aún Mi tarea con esa nación no está finalizada y será posible, por su colaboración y su unión Conmigo que Yo volveré a triunfar en los corazones más despiertos y, sobre todo, en los corazones que se apartaron de Dios por obra de Mi enemigo.
Vengo a construir en ustedes la importancia de unirse a todas las razas y culturas, para que juntos, queridos hijos, atendamos a esta emergencia planetaria, que es responsabilidad de cada uno de ustedes.
Yo Soy su Mediadora, la Pacificadora, la Madre que consuela a las almas y a los corazones.
Hoy vengo con una bendición especial para los que se consagrarán como nuevos Hijos de María. Que ahora se aproximen a Mi altar para que Yo pueda bendecirlos a todos.
Rezaré al Padre Eterno por ustedes:
“Señor de las Alturas, Omnipotencia máxima,
que te espejas y estás vivo en todos los universos,
como en todas las estrellas,
participa con nosotros de este momento.
Escucha la voz de Tu Sierva fiel:
Haz descender Tu Reino Celestial,
transmuta y purifica a las almas
y vivifícalas con el Fuego de Tu divino Espíritu,
a fin de que se establezca, Padre Eterno,
Tu Proyecto original en la humanidad,
en todos los que hoy se redimen
a los pies de Tu Sierva Celestial.
Amén”.
Yo los consagro, queridos hijos, y les pido que a partir de hoy formen parte de Mi ejército de Luz, de Mis soldados de la oración, de Mis guerreros de la Misericordia, para que lleven al mundo, el alivio que él necesita y la esperanza que han perdido muchas almas en estos tiempos críticos.
Hoy vuelvo a ser coronada como Madre y Señora de esta ciudad. El próximo paso será, queridos hijos, que desde la plaza de esta ciudad hasta este lugar, realicemos una procesión en honor al Inmaculado Corazón de María en el próximo encuentro, a fin de que Yo pueda, queridos hijos, llevar muchas más almas, millones de almas, hacia Mi Corazón y desde Mi Corazón, al Reino Celestial.
Que así sea.
Yo los bendigo y maternalmente les agradezco, por una vez más haber respondido a Mi llamado.
He podido hacer muchas cosas en el mundo y concretar aquí, en la Tierra, por medio de este encuentro, la Sagrada Voluntad de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Sean Mi Paz en el mundo para que más corazones se enciendan en la Misericordia del Creador.
Hasta luego, queridos hijos.
Mis queridos y amados hijos:
Hoy, con una túnica y un manto blanco hasta los pies, llevando un cinturón azul y el santo rosario entre Mis manos, Me presento a ustedes como la Señora de los Pobres.
Esta es Mi Faz de humildad y de entrega por los más pobres entre los pobres.
Hoy quisiera, hijos, que en este día de renovación de votos con el Plan Evolutivo de Dios, ustedes fuesen como su Madre de los Pobres para que en este ciclo, al igual que Yo, encuentren la necesidad de ayuda en cada lugar.
Soy la Señora de los pobres de espíritu, de los pobres de alma, de los pobres de fe, de los pobres de corazón.
Soy la Señora de los pobres que están desamparados, de los pobres que son huérfanos, de los pobres que han perdido la maternidad.
Soy la Señora de los pobres que están solos, de los pobres que no se sienten amados, de los pobres que han perdido toda esperanza.
Soy la Señora de los pobres que no oran, de los pobres pecadores, de los pobres ignorantes, de los pobres de espíritu que han perdido el amor a Dios.
Soy la Señora de los pobres marginados, de los pobres esclavizados, de los pobres niños que son vendidos y explotados.
Soy la Señora de los pobres que enloquecieron, de los pobres de sabiduría, de los pobres que viven y duermen en las calles de este mundo.
Soy la Señora de los pobres que se pierden, de los pobres inocentes, de las pobres mujeres que se venden en las calles.
Soy la Señora de las pobres mujeres que son esclavas de la vida, de las pobres consciencias indígenas que han perdido su cultura y su tierra en estos tiempos.
Soy la Señora de los pobres corazones que viven la injusticia, de los pobres ancianos que son rechazados y que no se sienten amados.
Soy la Señora de los pobres jóvenes que han sido conquistados por la tentación y el engaño.
Soy la Señora de las pobres esencias que no cumplen su misión en esta Tierra.
Quisiera, hijos, que ustedes Me imitaran, y que la Casa de la Señora de los Pobres, concebida en el seno de los Hijos de María, atendiera espiritualmente en estos tiempos, a través de la oración del corazón, a todas estas necesidades omitidas por la indiferencia de la humanidad.
Yo soy la Señora de los Pobres y quiero, hijos, que adopten esta Faz de su Madre para que la trabajen día a día; porque, a través de la Señora de los Pobres, Yo les traigo, a ustedes y al mundo, la esencia de la Compasión de Dios.
La Señora de los Pobres será el terafín de los Hijos de María, será el instrumento de trabajo por el cual sus oraciones diarias obtendrán mayores resultados para toda la vida planetaria.
Hoy estoy aquí entre ustedes, renovando los votos de consagración a Mi Inmaculado Corazón con cada uno de Mis Hijos, para que, en este año, también sus vidas concedan la Gracia de que la Señora de los Pobres llegue nuevamente a Europa en los meses de mayo y junio, para que, con la ayuda de todos, se pueda evitar un gran movimiento social entre las naciones así, como hasta ahora, gracias a la ayuda de todos Mis hijos, eso fue evitado en los Estados Unidos.
Hoy la Señora de los Pobres, Patrona de los Hijos de María, los bendice y les agradece por estar renovando, durante un año más, los votos diarios de oración, de servicio y de abnegación.
Los amo y siempre los amaré hasta el fin de los días.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre de la Consciencia Indígena norteamericana, vengo en este día para restablecer en los mundos internos el puente de unión y de contacto que existió entre esos pueblos y Dios.
Es así que después de haber pasado por las ciudades de Oklahoma y de Orlando, su Santa Madre comienza este nuevo ciclo en los Estados Unidos con la presencia de los monasterios de la Orden fundada por Mi Amado Hijo.
Estos monasterios en los Estados Unidos tendrán la misión de trabajar en el despertar de la consciencia a través de la oración y de la instrucción, estimulando en los corazones la búsqueda del servicio por los más olvidados en los hospitales, asilos y calles de las ciudades de este país.
De esa forma, la Misericordia Divina se volverá visible para todas las consciencias, y la posibilidad de vivir una reconciliación con el Padre será más real y verdadera para todos los norteamericanos.
Es así que los monasterios enseñarán a las almas a reconectarse con la Fuente Divina y, al mismo tiempo, los nuevos orantes que serán formados en las diferentes ciudades de Estados Unidos aprenderán a encender interiormente el espejo de sus corazones.
En este nuevo ciclo en los Estados Unidos, la Orden fundada por Mi Hijo creará las bases necesarias para que surjan nuevos miembros de la Red-Luz, esto fomentará en esa nación norteamericana una oportunidad de comenzar a tomar consciencia respecto del desequilibrio existente y del desperdicio generado en la vida material, como también de la recuperación de la dignidad humana.
Esto llevará prontamente a que algunos Estados de la nación ingresen, por medio de la ayuda espiritual del Centro de Amor de Monte Shasta, en una fase de regeneración de la consciencia espiritual de los seres de superficie, así como una profundización del contacto de cada ser con su alma.
Esta tarea requerirá muchos sacrificios y esfuerzos para que, a tiempo, el pueblo estadounidense abandone algunas situaciones y condiciones de opresión e ingrese en un estado de cura y de redención.
Por eso la colaboración de los norteamericanos y de los no norteamericanos será imprescindible y eso deberá ser bien organizado.
Contaré, en esta parte de la obra, con la ayuda de todos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando las almas duermen el sueño de este mundo, sus ojos se cierran a toda Verdad y sus espíritus quedan vulnerables a todas las influencias de la ilusión y del caos planetario. Por eso, hoy, Mis manos se elevan frente a Mis hijos para retirar de sus ojos las vendas que los llevan al adormecimiento profundo y permanente.
Vengo a retirarlos de la inercia y de la indiferencia producidas por una vida de comodidades que muchas veces viven sin que lo perciban.
Vengo a retirarlos de la vanidad y de la soberbia que los hace desear siempre más en el mundo de la materia, colocando las metas de sus vidas en la conquista material, en el placer y en el poder humano.
Hijos Míos, aquellos de ustedes que viven aquí fueron atraídos hacia esta nación para curar algo profundamente arraigado en la consciencia de este país; para traer, desde los pueblos más abiertos de corazón a Dios, el fervor, la devoción y la simplicidad, que los mantienen en el Propósito Divino.
Y aquellos que nacieron aquí en estos tiempos tienen la misión de vencer las falsas tendencias, a las que el enemigo los llama, para restablecer el Propósito Divino en esta nación, la que debe volverse un modelo de conversión y no de decadencia para la humanidad.
Los Mensajeros Divinos vinieron aquí, hijos amados, para advertirles que ha llegado el momento de despertar, porque caerá por tierra toda falsa fortaleza y los cimientos de la ilusión serán destruidos con el Poder de la Justicia Divina. Si el templo interior no estuviera construido y amparado por la fe, ustedes caerán como todos los débiles de espíritu y no podrán reconstruir sus propias vidas en este mundo.
Este país, hijos, eligió vivir ante Dios una prueba de que sin poder y sin posesiones él no es nada.
Las almas están confundidas y sus valores invertidos. La búsqueda que vinieron a vivir en este mundo no es la conquista material; no fue una experiencia de placer y de poder, hijos, que vinieron a vivir aquí.
Se pasan toda la vida luchando contra la Voluntad Divina para ustedes, solo atentos a las ilusiones de este mundo, ¿qué llevaron de aquí?, ¿qué experiencia de amor incondicional y crístico vivieron?, ¿qué imitaron del ejemplo de Cristo?, ¿cómo experimentaron la Presencia Divina?, ¿donaron algo de sí mismos para los demás?, ¿o solo conquistaron algo para sí mismos, algo que será enterrado junto a su ignorancia, en este mundo?
Hijos Míos, la humanidad no está percibiendo la urgencia de estos tiempos y está muy alejada del verdadero Propósito Divino. No les interesa el verdadero amor; no les interesa dar de sí mismos a los demás, sino solo reclamar de sus hermanos aquello que les proporciona poder y bienes externos. No les importa que el beneficio propio ocasione el padecimiento de muchos de sus hermanos en el mundo. No les importa que su vida cómoda sea el resultado de un desequilibrio milenario, que enriquece a unos pocos y empobrece a muchos de Mis hijos, los que padecen, en la materia y en el espíritu, por esos desequilibrios.
Hijos, quisiera hacerlos, por lo menos, reflexionar sobre el sentido de sus vidas; para que se cuestionen por qué y para qué están en este mundo; ¿qué están construyendo en él y en ustedes mismos con todo lo que viven?, ¿con qué llenan sus almas cada día?, ¿con qué contribuyen para la evolución de la humanidad?
Vengo a invitarlos al simple ejercicio de la oración, no solo por ustedes mismos, sino también por todo el planeta. Vengo a invitarlos a tener una consciencia que abarque a la Vida, a los Reinos de la Naturaleza, a sus hermanos más distantes y así, sientan que no están solos y que existen muchos en el mundo que padecen y que necesitan de su auxilio; para que de esta forma, vivan para equilibrar lo que hasta hoy generaron como humanidad y renuncien al pobre placer y a la constante distracción, para que aquellos que sufren reciban de Dios un alivio y una esperanza.
Los invito, hijos, a tener en la vida un Propósito Divino y no material. Comprendan que este mundo es solo el comienzo, es una escuela de paso que define la evolución de las almas. Aquí deben aprender a amar y a servir, a renunciar y a ser una parte consciente del Plan Divino.
Veo a este país y encuentro a muchos hijos Míos distraídos. Aquellos que se comprometieron con Cristo en el principio, se olvidaron de que es a través de la renuncia y del sacrificio que se llega a Dios.
Se olvidaron de que es dando al prójimo que se recibe del Padre lo que se necesita. Se olvidaron de que es vaciándose de sí mismos que se aprende a amar; que es aceptando las diferencias como se pueden transformar.
Hijos Míos, estoy aquí para hacerles recordar que este es su último tiempo de Gracias, que esta es la hora del despertar de la fe, porque solo en la fe estará su fortaleza.
Les pido, con humildad, que abran los ojos, que oren, que sirvan y que despierten definitivamente, porque la prueba de esta nación es inminente, está ante ustedes.
Aquellos que saben corresponder a Dios, no necesitan temer y aquellos que están distantes de Él, solo necesitan despertar.
Yo les advierto, les muestro el camino y les doy Mis Bendiciones y Mis Gracias, para que puedan caminar. Den sus pasos.
Yo los amo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después de haber peregrinando por los Estados Unidos de América, recorriendo la nación de un extremo al otro, su Madre Celeste, a pedido del Padre, finaliza Su peregrinación en Orlando; lugar en donde la ilusión y la fantasía es el tenor principal de la vida de muchas almas, lo que llamamos diversión.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El Padre Me ha enviado para traer un poco de consciencia y así poder retirar del engaño a millones de almas que se sumergen en ese plano y, sobre todo, que lo confirman y creen en dicho engaño.
Los niños son el principal objetivo de la elaboración de planes macabros, revestidos de lindas fantasías artísticas que llevan a poner toda la atención en lo superficial, hipnotizando a las consciencias por bastante tiempo, dejándolas sin capacidad de razonamiento ni de lógica y con escaso discernimiento.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El plan de Mi adversario fue bien elaborado, porque a través de los entretenimientos las personas olvidan que cuentan con un alma que es capaz de evolucionar y de crecer espiritualmente.
Así, los sentidos internos de la consciencia son bloqueados y sustituidos por los estímulos externos, colmados de fanatismo, deseos y ambiciones. Todos estos efectos repercuten en el plano espiritual del alma, sobre todo cuando no existe ni se practica una vida de oración.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Los juegos que ofrece el mundo en los días de hoy, promueven la constante competencia y la separación entre las personas, dejando grandes brechas en el espacio de la consciencia que son usadas para inseminar códigos opuestos al amor y a la verdad; por ejemplo, códigos de poder, de propiedad y de consumo excesivo, generando un desequilibrio en todos los planos de la consciencia.
La diversión fue un total desvío del Propósito, porque fue una energía que desde el principio atrajo otras falsas necesidades, capaces de controlar y de manipular la vida de las personas a través de sistemas creados para dicho fin.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
En este sentido, el entretenimiento genera en todos los cuerpos la ilusión de descanso mental y de una supuesta alegría que agrada al plano de las emociones.
Si todo esto se observa con madurez y sabiduría, se percibe que no existe allí absolutamente nada de espiritual ni nada de evolutivo. La vida de las almas, que se encuentran sumergidas todo el tiempo en ese campo inferior de la consciencia, está dentro de esa ruleta de juegos, desde donde después le es muy difícil salir.
La determinación y el discernimiento también son desmotivados en los seres humanos, al punto de dejar a la consciencia muy dependiente de algo que es puramente artificial y ficticio.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Si en este tiempo las almas todavía se sumergen en esas realidades, como lo es el entretenimiento, y se dejan abducir todo el tiempo por los códigos que irradia Mi adversario a través de los sistemas de diversión y de ocio, la humanidad permanecerá en un estado subliminal de hipnotismo y de profunda indiferencia, ya que sus sentidos internos estarán desactivados y desconectados de la consciencia.
Los que despiertan a la vida superior y aún no la conocen, deberán hacer el mayor esfuerzo en nombre de la humanidad para poder equilibrar, ante el Universo, lo que millones de almas viven todo el tiempo en contra de la verdadera esencia y de la verdadera evolución.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Las almas pierden en esta encarnación la oportunidad de vivir el auto-conocimiento y de penetrar en el universo del espíritu. Solo cuando el alma abandona los cuerpos materiales toma consciencia, muy tarde, de la ilusión profunda que vivía; entonces es llevada a otro plano, a otra escuela de aprendizaje conocida por las almas como el Purgatorio, en donde se aprende a saldar y a equilibrar lo que no se aprendió en la vida encarnada.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Por eso en esta hora será importante para todos, saber que la humanidad se resiste a conocer la vida superior al estar inmersa todo el tiempo en la ambigüedad y en el desasosiego que es generado por la vivencia de los deseos materiales, los que no tienen ningún sentido interior y menos aún espiritual.
Muchas almas tomarán consciencia de su grado de ilusión cuando sea demasiado tarde. Es así que la Madre del Amor se aproxima a una de las ciudades de los Estados Unidos que rige a gran parte de la consciencia planetaria, haciéndola dependiente de los entretenimientos y de la diversión.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
De una forma extraordinaria e inexplicable, su Madre Celeste recibió el permiso superior para poder descender sobre una ciudad, como la ciudad de Orlando, para dejar sembradas en lo profundo de los seres internos ciertas semillas de luz, que en el futuro darán frutos para los nuevos tiempos del planeta.
Dependerá de cada alma y de cada ser, querer abandonar esa ilusión que ya forma parte de una dimensión en donde las almas viven un infierno propio, creado a través de los resultados del juego y del entretenimiento.
Hasta esas energías capitales serán purificadas durante el agudo ciclo de la humanidad. Llegó la hora de que los soldados despiertos ofrezcan sus oraciones por toda esta realidad que hace descender la consciencia planetaria hacia los planos inferiores, llevando así al subconsciente a que dependa de recreaciones totalmente artificiales y sin vida.
Espero que los más despiertos trabajen el doble por los que están dormidos y por los que no tienen recursos internos para poder salir de ese punto.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El cierre de esta peregrinación en Orlando intentará sembrar en la consciencia un despertar capaz de posibilitar el replanteo de las formas en las que viven millones de personas en el mundo.
Es por eso, queridos hijos, que todos los días los invito a cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido del Universo para volver a darles la paz, porque en la paz todo se alcanzará, sobre todo para aquellos que nunca la han tenido. Es esta paz la que los conforta, la que los anima a seguir adelante a pesar de los tiempos que viven y de todo lo que sucede en el mundo.
Hoy vengo como una Consciencia Mayor, mayor a vuestro entendimiento y a toda la comprensión que han adquirido sobre Mí.
Yo Soy más que Jesús, más que el Rey de reyes, más que el Pastor de las almas y de Aquél que gobierna este Universo y otros.
Es con este humilde poder que Me presento ante ustedes, para decirle a la humanidad que no está sola en la transición que hoy está viviendo y que aún no ha aprendido a cruzar.
Todas sus consciencias vivirán una transición. Cada alma tendrá su tiempo para poder vivirla.
Es por eso que Yo muestro Mi Corazón para el mundo; un Corazón humilde y paciente que se ofrece en comunión para todas las almas, especialmente para aquellas que necesitan de paz y que aún no conocen el verdadero Amor que surge de la Fuente de Mis Gracias, de la misma Fuente de la cual se sirve Mi amada Madre para poder derramarla sobre esta raza.
Hoy vengo a traerles un mensaje para sus consciencias, un mensaje para despertar la consciencia de la humanidad, porque es allí donde se vivirán los grandes cambios que después se reflejarán en todas las actitudes y las acciones de los seres humanos.
Es lo que vengo a trabajar aquí, en Miami: primero el plano espiritual de esta parte de la humanidad, para que después esto se pueda reflejar en la materia, porque la vida material será lo último que se transformará durante esta transición planetaria.
Es así que hoy Mi Corazón les muestra Su mansedumbre y serenidad, atributos que les ayudarán a todos a saber cómo cruzar el fin de los tiempos, preparando la consciencia para lo que llegará y se mostrará a toda la humanidad, independientemente de su creencia o religión.
Así es que se revelará el Hijo de Dios al mundo, trayendo el gobierno de Su Gracia y de Su Misericordia para aplicarlo sobre los gobiernos que hoy no funcionan en el mundo.
Intentaré, por encima de todo, mostrar la soberanía de Mi Padre a la humanidad por medio del reconocimiento de las Leyes que harán de esta raza una posible Nueva Humanidad, que no deberá cometer los mismos errores que en el pasado, sino que deberá tener nuevas actitudes que puedan imprimir en la consciencia planetaria nuevos atributos de luz y de hermandad.
Hoy vengo a ustedes, compañeros, con Mi Corazón manso y humilde para que lo puedan adoptar en sus vidas y que sea este manso Corazón el que los anime siempre a buscar la paz, por encima de todo lo que suceda en sus vidas y en el mundo.
Muestro esta gran y última oportunidad para todos de adoptar Mi Corazón Glorificado como el Terafín de cada alma, como el símbolo de la reconciliación y de la redención de los corazones, como el símbolo de unidad entre las consciencias del planeta y el Padre Celestial.
Con esto Yo les demuestro que todavía queda un tiempo de Misericordia para el mundo.
No teman quebrar sus resistencias para que pueda surgir el verdadero y único Espíritu, Aquel que vino desde el Cosmos para aportar algo a este proyecto de la humanidad, y principalmente para servir a este Planeta-Escuela, en donde en verdad, se puede aprender sobre el amor, el perdón y la redención; algo que Yo les enseñé en el pasado cuando estuve entre ustedes como el Maestro Jesús, revelándoles la importancia del Mensaje de Dios por medio del Evangelio, de la Divina Palabra.
Quiero construir en ustedes compañeros, puentes que se unan con el Universo, con todos los Dones que Él guarda, y de los cuales la humanidad debe conocer en este tiempo.
Deseo que sus consciencias se eleven día a día, para que encuentren un sentido para sus vidas, una dirección para sus espíritus, un propósito para sus corazones. Y eso comenzará, compañeros, cuando adopten Mi Corazón manso y humilde, que es el mayor símbolo del Amor para todos los Universos, especialmente para el planeta.
Una vez encarné aquí, entre ustedes, para enseñarles sobre el Amor y la Verdad, sobre la posibilidad de renovación que sus consciencias superiores pueden vivir cuando se unen a Mí, de corazón y de alma.
Vine a Miami para llegar a los abismos más profundos, en donde las almas no son atendidas ni siquiera por las oraciones de los que viven aquí.
Esto no es un juicio, compañeros, es una realidad que les presento delante del gran desequilibrio que vive esta raza. Ustedes deben ser el otro plato de la balanza, para equilibrar el que está lleno de muchas deudas.
Yo los invito a encontrar un equilibrio en todo lo que existe; por eso les hablo con palabras espirituales, para que por intermedio de ellas se puedan elevar a la verdadera vibración que hoy les presento. Porque cada encuentro Conmigo es diferente y único, es una oportunidad de cerrar puertas hacia el pasado, de curar la consciencia profunda y de renovar sus espíritus ante Mi Presencia Divina y Celestial.
Quiero que le ofrezcan a todos este manso y humilde Corazón, este Corazón que ha vivido el sufrimientos por ustedes y que ha padecido la Cruz para derramar de Él Su Divina e Infinita Misericordia.
Quiero de ustedes, compañeros, corazones confiados, serenos y pacíficos. Que delante de los errores y de los movimientos de esta humanidad, siempre pueda prevalecer la verdad y el amor que hará fuertes los corazones para llevar adelante Mi Obra planetaria en la humanidad.
Después de esta larga peregrinación, Orlando cerrará una etapa dentro del Plan Divino de Dios. Y a partir de allí, compañeros, la síntesis esperada se completará para la Consciencia de sus Mensajeros Divinos, que han llevado adelante estos impulsos para todas las naciones de América.
Es este mismo impulso de Luz y de Amor, el que después de Orlando, preparará todas sus consciencias, independientemente que peregrinen o no Conmigo, para poder atender a la otra parte del planeta que necesita de la Divina Misericordia de Mi Corazón.
Hablo de Asia y del lejano Oriente, en donde una vez ustedes llegaron para encontrar en su interior la esencia de Shambala.
Fue ese recinto sagrado en Mongolia, al igual que los monjes que allí habitan en sus monasterios de silencio, el que los preparó para este ciclo, en donde se cumple una síntesis de transmutación y de purificación que los llevará a poder cumplir con Mi Propósito.
En verdad, es Mi más ardiente deseo el llegar a los países de Asia, en donde debe completarse el Plan del Redentor y de Su Divina Madre.
Cuando eso suceda, tiempo que no está muy lejos, el planeta ingresará en su fase final.
Es la razón por la cual, compañeros, nuevamente les ofrezco de forma verdadera y consciente, Mi Corazón humilde y manso; para que por Mí, puedan llevar adelante esas grandes tareas, así como las que han cumplido en estos últimos meses en unión a todos sus hermanos de camino, que han generado las condiciones para que la Divinidad pudiera obrar en Costa Rica, Nicaragua, México y Estados Unidos.
Quisiera escuchar de los países de Asia el pedido de Misericordia, el pedido de la Misericordia de Mi Corazón.
En esta tarde, en donde un poco de gloria desciende sobre Miami para curar a las esencias heridas, deseo que las almas de los países de Asia que buscan la Fuente de Mi Misericordia, declaren a su Maestro del Amor dónde quieren que Me aproxime, a qué nación quieren que Yo visite para llevar adelante una expansión de redención en los países asiáticos, en donde aún falta la Gracia que les concederá la redención y la paz delante de todo lo que allí ha sucedido a través de los tiempos.
En esos lugares, en esa parte del mundo, se guarda una consciencia indígena sagrada, que en su espíritu guarda los valores de la hermandad y del amor, tan semejantes al de los pueblos de Norteamérica, que con nuestro pasaje por Norteamérica, recuperaron un poco de lo que perdieron.
Eso significa, compañeros, el triunfo de Mi Corazón, del Corazón de Mi Madre y de Mi Padre, San José.
Quiero mostrar para el mundo que Mi Mensaje se multiplica en todas las consciencias, independiente de su raza, de su pueblo o de su creencia, o aún de su condición social.
Yo vengo a tratar asuntos que están por encima de esas situaciones. Es por eso que en este día declaro este mensaje:
Desde el primer día en que llegué a Aurora para pisar con Mis Pies ese suelo sagrado, donde aún brilla la Luz de Mi Padre, la Luz curadora para las almas en redención, Aurora está abierta para todos. Ella aún vive allí.
Es ese eterno amanecer que sus almas pueden vivir en los suelos de Aurora, y hay un alma a la cual Yo le he confiado ese lugar, mientras peregrinamos por el mundo.
¿Por qué digo esto?
Porque hoy intento unir a todos a la esencia de la cura y de la redención de Aurora, en donde el Santo Arcángel Rafael tocó con Su mano ese lugar para abrir la Fuente de la Restauración de la consciencia y de la Redención de todos los errores, desde el origen, hasta el planeta.
Yo adoro mucho a la consciencia a la cual he confiado la tarea, porque ha sido fiel a Mí, hasta los límites; los límites extremos y podría decir, muy agudos.
Hablo de un alma que siempre Me ha servido a través de los tiempos y de todo lo que le he pedido a su interior.
Hoy quiero dar gloria a esa alma en nombre de este aniversario que hoy viven Conmigo, desde el momento en que dieron el “sí” a Mi Madre para asumir esta tarea planetaria, que es de todos.
Así los llevo al encuentro de la fraternidad, independientemente de sus temperamentos y aprendizajes; porque en Aurora siempre ha triunfado el amor y es ese amor que hay en los corazones que están sobre Aurora el que ha permitido que Yo llegara aquí, ¿comprenden?
Todo lo que construye la Jerarquía Espiritual tiene un sentido.
Aunque a veces no se comprenda, las almas deben confiar en ese propósito que la Divinidad presenta al mundo como un objetivo para alcanzar grandes esferas de consciencia, en donde todos los corazones puedan estar incluidos en ese Reino de Luz y de Amor, que es Aurora.
Pero volveré a estar allí en algún momento, para que vivan Conmigo una Maratón de oración.
Aurora salió al mundo para liberarlo del error, para llamar a los corazones, a las vidas que se autoconvocaron a ingresar en Aurora como un acto de redención y de perdón.
Es así, que Mi Corazón Glorificado y vivo retornará a Aurora para proclamar el Gobierno Celestial del Padre, sobre una consciencia, sobre la nación de Uruguay, que aún deberá re-erguirse para encontrarle un sentido a su propósito espiritual y a su camino de redención.
Dejo Mi gratitud a los hermanos de Aurora por su perseverancia y constancia, porque a pesar de que estemos lejos, aparentemente lejos para muchos, Mi Corazón Misericordioso nunca se ha separado de ellos.
Aurora vive en el corazón que cree en Ella. Tan simplemente eso. Hace curar la vida de todo ser y lo reintegra al Plan de Mi Padre.
Hoy Mi Corazón manso y humilde les trae a Aurora, porque Yo Soy el Alfa y el Omega. Aurora es el principio de un todo y es el fin de un todo.
Espero que reciban la Luz de Aurora con gratitud y amor, porque sé que muchos la necesitan para continuar adelante.
En honor a ese Centro de Oración que brilla en las tinieblas de la humanidad, quiero que le dediquen un canto que es muy especial para Mí, que siempre Me aproxima a sus consciencias y Me hace unir a todos los hermanos de Sudamérica.
Es así que con ese cántico bendeciré los elementos que se convertirán en Fuente de Gracia para las almas que los recibirán en este día como una oportunidad de renovación.
Preparémonos para la bendición.
Incienso.
Hoy les pido a los hermanos de Aurora que celebran Conmigo este día, que pidan desde su interior por un continente de este planeta, para que el Padre conceda la Gracia que Yo lo pueda visitar, así como los he visitado a ustedes en todos estos años.
¡Salve Aurora!
Y hoy, compañeros, los hago comulgar con el Don de la Cura de Dios, a través de Aurora.
En este símbolo se encuentra la Vida, la Vida que se entregó por ustedes y que padeció por ustedes todos los pecados, para que las almas se pudieran salvar y así, ser renovadas por el gran Espíritu del Redentor.
En aquel tiempo, momentos antes de la Pasión, sentado a la mesa, tomé el pan frente a Mis apóstoles y todos los que Me seguían en esencia y alma. Di gracias a Dios por haber llegado al planeta y por poder estar entre los más necesitados.
Partí el pan, así como se repartieron los Centros de Amor en toda América, para encender a las almas con los Dones de Mi Resurrección.
Fué así que en aquel tiempo les dije: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por todos para el perdón de los pecados”.
Comulguen de este Cuerpo, compañeros, que les trae la sanación y la luz para sus células.
Del mismo modo tomé el Cáliz, aquel que hoy brilla en espíritu sobre Monte Shasta. Di gracias a Dios y les dije, como hoy les digo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Alianza Nueva, y de la renovación para todos los espíritus de la Tierra”.
Dichosos de los que beben de este Cáliz porque serán curados en espíritu y en alma por todo lo que han hecho en contra de Mi Creador.
Este es el Cáliz que brilla en los Centros de Amor que guardan la esencia de Mi Vida Crística.
Que se alegren todos los corazones del mundo, porque hoy han reencontrado la Luz, la Luz salvadora, la Luz redentora, la Luz curadora de Aurora.
Hoy estoy aquí, en Miami, con todos los que Me llamaron, con Mis queridos compañeros, pero también estoy en Aurora, como lo estuve hace cuatro años para anunciarles Mi tarea planetaria y la preparación espiritual de Mi Retorno al mundo.
Hoy todos ustedes son conscientes que están preparando Mi Retorno a la humanidad.
Este es el testimonio que les traigo, es una confirmación que les proclamo como el momento de dar el paso hacia el Universo de Mi Amor.
Que los Padres Creadores se sirvan de estos elementos para derramar los Dones sobre las almas del mundo.
Que el Santo Arcángel Miguel coloque Su Espada de Amor sobre los espíritus caídos, para que Miami vuelva a re-erguirse como una civilización bendecida por el Amor de Dios.
Que el Santo Arcángel Metatrón expanda la llama de fuego del Espíritu Santo, para que las consciencias sean tocadas en el profundo despertar del Amor.
Que el Santo Arcángel Rafael cure las heridas de los hombres y las mujeres de la Tierra, para que las almas resuciten al sentido de sus caminos.
Que el Santo Arcángel Uriel despierte los mundos internos a las realidades sublimes del Universo Celestial.
De esa forma, y en conmemoración de este encuentro por todos estos años compartidos, Yo bendigo estos elementos que se convierten en Mi Cuerpo y en Mi Sangre.
Por la autoridad concedida por Adonai, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy todos fueron sacramentados por Mi Divinidad.
Sé que no comprenderán lo que eso significa, pero solo les pido que lo recuerden y lo vivan hasta los últimos días de su vida.
Alabado sea Dios.
Glorioso Su Reino.
Aleluya, Aleluya.
Entonemos.
Les agradezco por acompañarme y por intentar vivirme todos los días. Así Yo estoy Presente en los corazones que se determinan a vivirme y en todos los que se esfuerzan para que Yo sea una verdad en cada interior.
Paz para todos. Gracia y Misericordia para las almas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mi Hijo viene a traer el alivio espiritual que los corazones necesitan para que renazca dentro de ellos una positiva esperanza.
Su Madre Celeste los acompaña para motivarlos a seguir adelante con alegría y regocijo, porque eso ayudará a los corazones a que puedan curarse espiritualmente.
Es así, queridos hijos, que en este día un rayo de la Gracia desciende sobre esta región de Estados Unidos, para consolidar en los espíritus una oportunidad de redención y de toma de consciencia.
La realidad planetaria hace de esta humanidad una raza muy necesitada de equilibrio espiritual y moral.
Por eso los Mensajeros Divinos llegan a Estados Unidos para llamar a los corazones a la verdad, al reconocimiento de la condición humana en la que muchos hoy se encuentran.
Para eso, la Jerarquía realiza una obra de milagros con el fin de preparar con anticipación a todas las consciencias para el esperado retorno de Cristo.
En este momento cada esfuerzo será importante, porque eso construirá la alianza de las consciencias dormidas, con el Creador.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en este día de misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy finaliza una etapa que fue vivida en el amor y en la unidad, después de todo lo sucedido en Oklahoma.
Ahora, con los corazones aún más abiertos, acompañen a su Amado Señor y a su Madre Celeste en esta última parte de la misión de paz en los Estados Unidos.
Es así, que los ángeles acompañarán cada momento y podrán llenar a las almas de un cálido amor materno que será irradiado por Mi Corazón.
Para eso, hijos, les pido que adquieran la fuerza interior por medio de la fe y de la fraternidad, así los corazones se encenderán en redención y en misericordia.
En este día la llegada de los Mensajeros Divinos a Florida debe testimoniar que es posible realizar los Planes del Creador, porque es Su Voluntad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mis planes se realizan en los Estados Unidos, a través de la colaboración de todos Mis hijos, muchas situaciones están siendo liberadas, y lo que antes estaba preso en la consciencia de la nación encuentra su libertad y redención.
Es así que todos los esfuerzos son contemplados por el Creador, y las posibilidades de la Gracia encuentra un campo de acción más abierto. Todo esto es posible simplemente por algo, y ese algo es el amor que en el corazón humano nunca muere y que atrae hacia las naciones momentos de paz y de mucha armonía.
En esta hora todo se está enfrentando, es decir, para que nuevas puertas para el amor se puedan abrir, tienen que ser transmutados errores pasados para que eso genere en la consciencia de una nación un estado inexplicable de Gracia y de Misericordia.
Para eso ustedes estarán dando todo. Todo es todo, y su Madre Celeste contará con ese sacrificio y esa constante renuncia para poder llevar adelante Su obra corredentora.
Solo falta un poco más, y es en donde los esfuerzos de todos serán “premiados” por el Cielo. Los méritos llegarán a los que más lo necesiten.
Les agradezco por acompañarme.
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La razón de Mi venida a los Estados Unidos es también para intentar recuperar espiritualmente la esencia de las familias frente a los hechos de indiferencia y de desarmonía que se viven en esta nación.
Intentaré, por todos los medios internos posibles, que las almas de este país de Norteamérica recuerden que en esencia deben recuperar los valores de la cristiandad y de la paz, para que las familias de aquí dejen de ser artificiales e influenciadas por el materialismo.
Es así que, con el poder de la oración y la perseverancia de todos, su Madre Celeste intentará despertar la consciencia y, más aún, el corazón interno de quienes lo tienen cerrado al Amor de Dios y de los que lo tienen abierto a la indiferencia y a la continua modernidad.
Como su Madre, intentaré al menos que un pequeño grupo de almas, en representación de muchas más, sean depositarias del Don de la sabiduría y de la ciencia, para que estos espíritus, estas consciencias norteamericanas y milenarias, puedan despertar a su verdad interior y a la fuente del amor entre los seres.
Mi propósito será derramar luz y amor en donde ya no existe, por diferentes razones materiales y también espirituales.
Recuperar la consciencia de una nación puede llevar algún tiempo, sobre todo cuando la nación en sí ha sido condenada por sus propias acciones.
Queridos hijos, recemos para que el amor sea el que reine en todos estos corazones, para que la verdad se muestre y las almas que lo esperan se puedan redimir.
Todo esto será posible con la ayuda amorosa de todos Mis ejércitos orantes.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los restaura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más