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Queridos hijos:
En estos tiempos, el Espíritu de la Paz los llevará a concretar cosas que parecerían imposibles. Por eso, su alianza con el Padre Eterno, diariamente trabajada, construye ese puente que es capaz de traer, desde el universo, los principios de cura.
El Santo Espíritu de la Paz actúa en todos los planos de consciencia y trae entendimiento en el momento de tomar grandes decisiones.
Será este Santo Espíritu de la Paz que viene a su encuentro, de tiempo en tiempo, él que nutrirá su presencia de preciosos dones que construirán una nueva consciencia y un nuevo ser.
De esa forma, el Santo Espíritu de la Paz los colmará y les hará comprender misterios universales que están lejos de los que son ambiciosos y orgullosos.
Es este Santo Espíritu de la Paz, el que les traerá la sagrada humildad para vivir en la resignación diaria y en la entrega absoluta, bajo el gobierno de Nuestro Señor Jesucristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el sagrado Conocimiento desciende por medio de simples palabras, Yo los invito a amar la Verdad suprema, porque así, en estos tiempos, estarán siendo guiados por la Fuente Primordial.
Las palabras simples llevan a las almas a que vivan los cambios. Cuando las palabras son colmadas de amor y de simplicidad, las consciencias reciben de corazón los conocimientos internos que la Divina Fuente emana de tiempo en tiempo.
El sagrado Conocimiento ennoblece de humildad a las almas, así las hace verdaderas y les permitirá vivir los acontecimientos que llegarán al mundo.
El sagrado Conocimiento los aproxima a la realidad interna de estos tiempos, que precisa ser comprendida y aceptada por la humanidad.
Por eso, en este ciclo, las almas, a través del sagrado Conocimiento, necesitan despertar a la misión de revertir los tiempos que llegarán, por medio de las expresiones de amor, de unidad, de caridad y de servicio, por aquellas consciencias que necesitan descubrir con urgencia la necesidad de un cambio profundo en la consciencia.
El sagrado Conocimiento abre la puerta al despertar de lo que es supremo, superior y sublime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Espíritu de Dios hablará a través de los hombres
Cuando el corazón humano, hijos Míos, comprenda, como consecuencia de sus acciones, a dónde los lleva su arrogancia e ignorancia, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.
Cuando las religiones perciban que lo más importante es establecer el Reino de Dios, que mantener estructuras e instituciones, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.
Cuando los gobiernos comprendan, que no hay gobierno distante de Aquel que creó y que conoce todas las cosas, el Espíritu de Dios vendrá y hablará a través de los hombres.
Cuando los padres enseñen a sus hijos a vivir en comunión con los Reinos de la Naturaleza, con el Universo y con el prójimo, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.
La humanidad se cansará de vivir las consecuencias de sus sucesivos errores, frutos de las acciones que llevan adelante, sin Dios. En ese momento, hijos Míos, los simples mirarán hacia el Cielo y el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.
Cuando el hombre ya no quiera engrandecerse a sí mismo, porque comprende su pequeñez y su miseria humana, buscará en lo Alto la Palabra de Vida, y será entonces que el Espíritu de Dios vendrá y hablará a través de los hombres.
Ese momento llegará cuando las consecuencias de la ignorancia humana sean visibles a todos los ojos del mundo, y aún los que ansiaban el poder, temerán tenerlo en sus manos, porque conocerán su propia fragilidad e incapacidad para actuar sin Dios.
El Espíritu de Dios hablará a través de los simples, que al principio serán escuchados por pocos, porque ellos estarán entre los menores y muchas veces, hablarán en el silencio de sus acciones.
El Espíritu de Dios hablará en los sanos de espíritu, preparados por Él para llegar al mundo, después de haber conocido el Universo, la Creación y el Plan Divino. Ellos serán conscientes de la miseria humana, pero también de la grandeza de Dios, que se oculta en su potencial interior. Esto los hará humildes y fuertes en Cristo, para hablar sin miedo a la humanidad y proclamar, con el servicio y la fraternidad, la institución de la nueva vida.
Cuando los corazones ya no encuentren consuelo y muchos hayan perdido la fe en Dios, por no encontrar referencias en los hombres en los que las buscaban, será en los más simples y ocultos que el Espíritu de Dios surgirá, retornará y vivirá, como en los profetas y patriarcas de otrora. Y Él hablará, anunciará y abrirá nuevamente los corazones de los que habían perdido la fe y la esperanza. La humanidad reencontrará la referencia del amor en los puros y en los simples, que brillarán, no por sí mismos, sino por el Espíritu de Dios que estará con ellos.
Cuando la fe parezca haber desaparecido de los templos e iglesias, y el amor sea escaso entre los hombres que intentan guiar a los otros por sí mismos y no en Dios, será en los puros y en los simples, hijos, que el Espíritu de Dios hablará, inspirará y unirá las religiones y las culturas, que por sí solas no encontrarán fuerzas para permanecer en el mundo. Sus ejemplos renovarán la fe y la esperanza en el retorno de Mi Hijo. Ellos hablarán del Cristo Vivo, y su palabra será fuego y no solo sonido. Abrirán los caminos hacia el Rey Universal y serán los primeros en postrarse en la tierra, incluso antes de que los Cielos se abran para la llegada del Rey.
Los incrédulos, que aún negarán el Retorno de Cristo, los verán postrados, sin que nada suceda y los calumniarán, se burlarán de ellos y se exaltarán a sí mismos. Pero los puros no se erguirán y, hasta que los Cielos se abran, no levantarán la cabeza. Serán humillados en silencio, para que la humanidad perciba que es en la humildad que, una vez más, se prepara el camino hacia Cristo. Y he aquí, que el Espíritu de Dios, en esa hora, se silenciará a través de los hombres. Su Silencio hablará más alto y tendrá más fuego que todo verbo pronunciado.
Cuando callen los que hablaban con el Espíritu de Dios y postrados esperen en calma el retorno de su Rey, cuando parezca que todo terminó sin triunfo y sin esperanza, cuando los hombres permanezcan ante el vacío y lo desconocido, entonces, hijos, todo comenzará.
Las señales surgirán y harán estremecer a los impuros y a los mentirosos. En esa hora, el Espíritu de Dios ya no hablará a través de los hombres; solo se silenciará y mirará, a través de sus ojos, para que ellos sepan reconocer a Aquel que será el mismo Dios, resplandeciente sobre el mundo.
Hasta que llegue ese momento, sean puros, simples y fortalezcan su propia fe en Dios, reconociendo su propia pequeñez y la grandeza Divina; porque el Espíritu de Dios vendrá y buscará a los corazones humildes, para anunciar al mundo lo que muy pocos quieren escuchar.
Yo los bendigo hoy y siempre, y les dejo la Gracia de Mi renovación y el principio de Mi humildad, para que los hagan fecundos en sus corazones y consciencias.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Madre de los más simples entre los simples
Yo soy la Madre de los más simples entre los simples, porque así todos conocerán Mi Verdad.
Estoy en los simples gestos de amor, de servicio y de caridad.
Mi intención es que todos Mis hijos encuentren a su Madre en la verdadera simplicidad de las cosas, buscando lo mejor para el prójimo, para el enfermo o para el pobre.
El Amor de su Madre Celeste también se refleja en la simplicidad de Su pobreza. Así, las almas encuentran en la Madre de Dios un modelo de libertad y de entrega.
Soy la Madre de los más simples entre los simples, estoy donada a Mis hijos y cuido de sus almas para que ellas aprendan a cuidar de sus cuerpos.
Yo traigo un alivio desconocido, un alivio que surge desde el interior de Mi Corazón y que es una fuente de cura y de esperanza que se derrama en los que la invocan, a través de la simplicidad de sus corazones.
Soy la Madre de los más simples entre los simples y en ellos construyo fácilmente el Reino de Dios, porque encuentro en sus mundos internos una gran apertura, adhesión y consentimiento.
En los más simples entre los simples se puede regenerar la vida, y el espíritu de un ser puede ser colmado de otras Leyes cuando él ama la vida y su existencia con simplicidad.
Los hijos de la vida son los más simples, son los que consiguen sentir en el corazón la pobreza del semejante, a fin de querer suplirla por medio de sus oraciones y de sus servicios de amor.
En los más simples, Dios se muestra fácilmente, porque Él no tiene límites y puede mostrarse a través de sus criaturas, así como Él se mostró a Su Sierva la primera vez.
La simplicidad verdadera es una esencia poderosa capaz de mover montañas, así como de despertar la fe. La simplicidad del corazón lleva a despertar en sí una fe inquebrantable, capaz de generar en el mundo una corriente permeable de amor y de caridad.
Soy la Madre de los más simples entre los simples y Me veo reflejada en el alma que ara la Tierra, como en la dueña de casa que prepara el alimento para nutrir a sus hijos.
Soy la Madre de la Vida y en donde hay vida, Mi Consciencia maternal está presente para que Mis hijos puedan así encontrar el sentido de sus vidas y el propósito de su existencia dentro de la escuela del amor y de la unidad.
En los más simples se dibuja la cálida oración del corazón, porque en los más simples no existe ningún interés ni reclamo, solo existe el amor a la vida y a todo lo creado; porque la propia humildad y simplicidad de los corazones permite que comprendan muchas cosas y que sientan con amor todo lo que viven.
Soy la Madre de los más simples entre los simples, porque Mi Corazón se refleja en ellos, así como Dios se reflejó en su Madre Celeste, como en un gran Espejo de Amor y de Luz.
La entrega de Su Sierva hizo que la simplicidad y el Amor de Dios se mostraran en la humildad de Su Servidora y en el Amor de Su amado Hijo.
La simplicidad podría renovar la Tierra y a todas las consciencias, porque en los más simples no existe parecer, gusto ni deseo. Los más simples son permeados y colmados por el amor de su Cristo interior, algo que los fortalece para vivir sus pruebas diarias y para confirmar plenamente sus vidas en el camino de la fe y de la esperanza de poder estar en Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice con amor, fe y simplicidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La simplicidad de la consagración, en este tiempo, significa la oportunidad de vivir en Cristo humildemente.
Que hoy sea su aspiración interior encontrar esa simplicidad, para que en todo estén presentes el amor y la verdad.
La vida consagrada es algo que Mi amado Hijo aprecia mucho, porque en cada alma consagrada, el Señor encuentra la posibilidad de expresar Su Reino a través de las esencias.
Que hoy los consagrados busquen la simplicidad interior, con el fin de que sus esencias se aproximen a Cristo y Cristo pueda aproximarse a todos Sus discípulos de la nueva era.
Queridos hijos, como la Madre de la Vida Consagrada, Yo los acompaño en el camino de la fe, de la perseverancia y, sobre todo, de la unión interna de cada alma con Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Cielo interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy visito un lugar que Yo he concebido como muy especial para Mi Corazón. Hoy desciendo en Gloria sobre Mi casa y la casa de todos los Hijos de María del mundo entero.
Desde aquí surgirán las bases para poder vivir una oración verdadera, colmada por el más absoluto amor. Desde aquí nacerán las flores redimidas de Mi jardín celestial.
Es por eso, queridos hijos, que para poder establecer una parte de Mi Reino y así consagrar maternalmente esta casa, Yo tuve que abrir las puertas para la liberación de todo lo que le impedía a esta ciudad volver a recibir Mi Gracia Maternal.
Es así, queridos hijos, que hoy consagro esta casa como la antigua y sagrada Casa de su Madre María de Nazareth. Quisiera que esta sea la casa de las almas pobres, donde ellas pudieran encontrar el alimento de la oración para sus espíritus y, al mismo tiempo, el reencuentro con el amor.
Por eso, hoy universalmente bendigo esta casa con el nombre de “Nuestra Señora de los Pobres”, para que el mismo espíritu de Mi simplicidad y humildad se espeje en este lugar con el fin de que, en la simplicidad y en la humildad, las almas pobres se sientan amadas y aceptadas por sus semejantes.
Es así que la casa de los Hijos de María, de Nuestra Señora de los Pobres, tendrá la misión de crear para esta ciudad, para la nación y para el mundo un potentísimo canal planetario de oración, para que todas las heridas espirituales de las almas pobres sean curadas y sanadas por la misión que los Hijos de María cumplirán aquí.
Para eso, queridos hijos, su Madre Celeste hoy coloca en esta casa a los siete Ángeles de la Guarda de Mi Reino, los que protegerán y acompañarán cada oración que será recitada y construida desde sus corazones.
La casa de la Señora de los Pobres deberá ser conocida en el mundo entero, para que las almas sepan que tendrán un lugar a dónde recurrir y ser amparadas. Hoy Me uno a los hijos que concibieron con amor, dedicación, armonía, devoción y gratitud este sagrado espacio.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice y los consagra en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A todos los corales presentes en el Encuentro de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad
Mis queridos hijos presentes en el Centro Mariano de Figueira:
Hoy con toda la luz y el amor que brota de sus corazones por el canto quiero pedirles que, bajo el espíritu de la humildad y de la simplicidad, ofrezcan este encuentro por la divina causa de hacer triunfar el Amor de Dios en la humanidad.
Para eso, hijos Míos, su Madre Celeste hoy los acompañará desde México en la sagrada faz de la Virgen de Guadalupe, y con todos Mis ángeles, desde este lado del planeta, esperaré ese momento en donde sus voces comenzarán a cantar y a proclamar la paz para el mundo y la cura de los corazones.
En ese ofrecimiento de hoy, queridos cantores de Mi Corazón, quisiera que dedicaran amorosamente este encuentro por la grave situación que enfrenta su planeta, especialmente por lo que enfrentan Mis hijos de Centroamérica, quienes sufren los efectos climáticos y el intenso movimiento de los elementos de la naturaleza.
Por esta sagrada misión que viene llevando adelante su Madre Celeste les pido, queridos cantores de Dios, que se mantengan unidos a los grandes ángeles de las diferentes regiones del planeta, especialmente a los ángeles de Centroamérica, para que ellos a través de las súplicas de sus voces puedan calmar el furor de la naturaleza.
Es así, queridos hijos, que la humanidad entera y su parte más dormida enfrentan los primeros y agudos pasos de la purificación del planeta.
Por medio de su ofrenda artística a Dios podremos, hijos amados, abrir las puertas a la Gracia, para que ella nuevamente sea derramada a través de Mi Inmaculado Corazón en todos los espacios y en las consciencias del planeta que aún no están preparadas para vivir el último ciclo de transición.
Desde el Santuario de Guadalupe en México, en lo alto del monte Tepeyac, su Madre Celeste esperará las piezas musicales e instrumentales que hoy serán ofrecidas de corazón por cada uno de ustedes, para que así se establezca un poco más de paz en la consciencia de la humanidad que nunca vivió una transición final.
Desde ahora, agradezco a todos los orantes por estar acompañando a su Madre Divina en esta misión por Centroamérica y México.
Es así que todavía los invito a seguir colaborando en la obra que los Mensajeros Divinos seguirán expandiendo por otros lugares del mundo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Canta con la voz del Corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy su Madre, la que los cura y los redime en el Amor de Dios para que ustedes, estando libres del pasado y de la cadena de todos los errores cometidos, puedan sentirse más libres que todas las aves del Cielo.
Es así, queridos hijos, que Yo intento conducirlos todos los días por el camino de la rehabilitación de sus consciencias a través del sagrado camino de la oración.
El alma que persevera y trabaja para construir ese camino orante atraerá hacia sí los Dones y las Gracias del Cielo al generar, con tanta oración, un campo lumínico de paz a su alrededor.
Desearía, en esta etapa, que cada hijo Mío asumiera esa tarea como la más importante en este tiempo planetario, que necesita de muchísima oración de parte de la propia humanidad.
Por eso, hijos Míos, Yo los ayudo a desprenderse de los errores del pasado y a curarlos dentro de sí, para que finalmente los Nuevos Cristos se presenten a la misión del final de los tiempos, en donde Mis soldados orantes deberán ser esos espejos de oración que atraigan la Paz Celestial para el mundo.
Así, Mis amados, les enseño a obrar en simplicidad a través de la oportunidad de aprender a conquistar el universo del Amor de Dios por medio del servicio al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los motiva siempre al servicio,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando un corazón simple pero verdadero responde al llamado del Cielo, en el plano espiritual de la humanidad entera se establece un canal de luz y de correspondencia con el Reino Celestial. Es de esa forma, queridos hijos que, a través de los corazones simples que Me responden, puedo disipar las corrientes del mal y apartarlas de Mis hijos más perdidos.
Cuando un corazón simple responde, una nueva Ley actúa sobre la consciencia y lo que antes parecía ser muy difícil de trascender se vuelve posible, y las puertas a la nueva vida se abren para que el corazón pueda retomar su tarea. Por eso, queridos hijos, tengan un corazón simple; para tenerlo deben trabajar mucho la humildad que los llevará a encontrar el camino más simple de todos.
Simplicidad, queridos hijos, no significa austeridad extrema, abandono o desprolijidad, un corazón simple debe reflejar transparencia, ritmo y ceremonia interior con el propio ritmo que el Universo le va mostrando. Es la falta de simplicidad la que lleva a las guerras y a los conflictos.
Queridos hijos, sean simples de corazón así como lo fue Juan incluso cuando estuvo a los pies de la Cruz; un ser que contaba con la Madre Celestial para nutrirse de la maternidad, del amor y de la sabiduría.
Si el mundo fuera verdaderamente simple y más inocente, nada malo sucedería en este tiempo.
Los invito en esta hora a que sean portadores de una simplicidad que los lleve, de corazón, a ver las verdaderas necesidades de todas las almas y del planeta. En esa simplicidad de corazón conquistarán su humildad y redención ante Vuestro Maestro y Pastor.
Que los simples y puros de corazón entren al Reino de los Cielos para adorar la Gloria de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La conversión del corazón humano puede tener como modelo espiritual al Casto Corazón de San José.
A través del testimonio de San José ustedes, queridos hijos, podrán alcanzar las mismas aspiraciones que una vez San José vivió en este planeta. Dichas aspiraciones, hijos Míos, deben estar basadas en el amor y en la lealtad que San José demostraba en la simplicidad de Su vida diaria.
Por eso, José Castísimo fue escogido por Dios para llevar adelante el proyecto santo de la Sagrada Familia, una experiencia espiritual nunca antes vivida por San José y que más tarde se tornó realidad para Su santa consciencia.
San José demostró en Sus primeros años de vida el amor profundo a Dios y a Su infinita existencia; desde allí José Castísimo fundó las primeras bases para la santidad mediante los votos que Él mismo se había propuesto.
El impulso que San José dio a toda la juventud de la época, desde que era adolescente, fue importante. San José impulsaba a quien estuviera a Su lado a amar y a practicar el servicio a los otros. Sobre todo la bondad de San José hacía que los demás jóvenes lo imitaran, porque el misterio que rodeaba a José Castísimo era Su infinita filiación con Dios y con Su santa Voluntad.
Desde joven, José era amado y apreciado por Su silencio, reverencia y pronta disposición. Heredó de Su padre de la Tierra el oficio de la carpintería y, por la santa creatividad que siempre lo inspiraba, se propuso enseñar las virtudes del servicio, de la oración y de la donación a los otros, a todos los pequeños que lo rodeaban.
El espíritu de paternidad fue el emblema que caracterizaba a San José; quien se acercaba a José Castísimo no solo sentía una divina protección, sino que también era motivado para amar la Voluntad de Dios.
San José es el modelo de superación humana alcanzado por medio del servicio, del esfuerzo, de la fe y de la oración, lo que permitía que José Castísimo expresara las ideas de Dios sobre la lealtad de las criaturas de la Tierra.
En San José se encuentra el proyecto de realización espiritual, el camino que impulsa a la consciencia a animarse, a pesar de los propios miedos, a dar un paso por el Plan Universal, para poder ingresar en el escenario principal del Proyecto de Dios.
San José sufrió pruebas, trascendió desafíos y fortaleció Su fe y amor a Dios, eso lo llevó como un humilde hombre a asumir ser el padre espiritual de Jesús, el guardián del Mesías; para agrado de Su santo y casto espíritu, San José recibió la Gracia de estar hasta los últimos días de Su vida en los brazos de la Santa Madre y Esposa, María.
Desde el momento en que San José fue escogido para llevar adelante el Proyecto redentor de amor, fue apoyado por la Madre de Jesús para dar los pasos hacia tareas mayores con la humanidad.
Momentos antes de la casta muerte del Santo Esposo José, María lo ayudó a superar Su último miedo de abandonar prematuramente a la Sagrada Familia, porque Su misión en la Tierra se había cumplido.
Cuando San José se encontró Conmigo durante Mi santa asunción, nos unimos nuevamente para que, desde ese momento, fuéramos padres de la humanidad y ayudáramos a impulsar el Proyecto del Creador para el planeta y toda la humanidad, como lo hacemos hasta los días de hoy.
Las virtudes y los dones de cada alma pueden consagrarse al Casto Corazón de San José, de esa manera el santo guardián de las almas los protegerá.
A San José agradezcamos por haber aceptado, como humilde hombre, el Proyecto pensado por el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al Casto Corazón de San José en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando María llegó hasta aquí para entregar el Mensaje para la Aparición, nos sorprendió con un aspecto diferente. Estaba con el cabello suelto, sin velo; tenía la piel morena y una apariencia indígena. Sus ojos eran castaños, vestía una túnica blanca y un manto azul con algunos bordados de flores muy pequeñas y de diferentes colores.
María hablaba como si estuviese en Colombia y veíamos cómo unía los tiempos y, mientras que hablaba delante de mí, hacía que Su energía maternal ingresase en los corazones de todos los que la escucharán en el día de hoy, en su Aparición Mensual.
Hijos Míos, que la Paz de Nuestro Señor Jesús Cristo permanezca siempre en sus pequeños corazones.
Yo Soy Su Madre Celeste, la que llega al mundo para despertar los corazones a la Soberana Verdad de Dios.
Vengo a Colombia, para transformar la devoción pura de Mis hijos más sencillos, en fuente de salvación para las almas de toda la Nación, como también del mundo entero.
Mis amados, hace mucho tiempo desciendo de los Cielos, en Espíritu de Amor, para mostrarle a los seres del mundo la verdad sobre el corazón humano. Con Mi pureza de Madre del Mundo y Sierva de Dios Padre, quiero hacer emerger en los corazones de los hombres la pureza original. Es por eso que hago que se sientan como pequeños niños, porque es de esa forma que podrán comprender las mayores verdades celestiales, cuando la pureza de sus corazones sea una realidad en sus vidas.
Llego a Colombia, Mis amados hijos, para renovar un antiguo compromiso que ella tiene con Mi Inmaculado Corazón, y en consecuencia, con el Corazón de Cristo y con Dios Altísimo. Vengo para renovar su fe y la fe de todos los que vendrán atrás de ustedes y que despertarán a la vida de oración, por medio de su ejemplo orante de amor y de fraternidad.
Mis queridos, pretendo, en este tiempo, que sus almas vuelvan hacia la simplicidad y el amor; que en sus corazones pueda nacer el perdón para redimir el pasado y traer para el futuro la perspectiva de un mundo pacífico y lleno de Dios.
Como Madre del Mundo, Madre de las Américas y Madre de Colombia, vengo para que cada nación y cada ser de esta Tierra, pueda cumplir con el plan que Dios tiene para Sus criaturas. Y eso, hijos Míos, se alcanza de una manera muy sencilla, aunque con persistencia y valentía.
Es por ese motivo que hoy los llamo a que se unan a Mi Corazón y conviertan a Colombia en una nación orante y que, así, el mundo entero sea permeado por sus oraciones y por el manantial de paz que generen a partir de aquí.
Les pido que se unan a Mí en oración todos los días, que escuchen las súplicas que los Sagrados Corazones entregan al mundo diariamente, para que una nueva humanidad, permeada por el Espíritu de Dios, pueda nacer en el planeta.
Hoy guardo, en sus pequeños corazones, la devoción a la Santa Niña María, para que, al igual que Mi Inmaculado Corazón, puedan ser como niños delante de Dios, y en la simplicidad y en la pureza, cumplan los designios del Creador.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Cuando sus voces cantan de verdad y están llenas de amor y de dulzura, esto se refleja en la perfecta armonía que se establece entre Mi Corazón y los de ustedes. Esto permite, Mis muy queridos hijos, entablar una comunicación interna con los planos espirituales.
Cuando su constancia en querer hacer lo mejor para Dios se manifiesta, ese esfuerzo es visto por los ángeles y ellos ayudan a que sus almas sean conducidas al sagrado Propósito de Dios.
Cuando su simplicidad se muestra sin destacarse en nada, solo para cumplir las Leyes de Dios, eso se reconoce en el Cielo como un paso hacia la madurez del alma.
Cuando su sacrificio es verdadero y sin condiciones, es visto como un acto de reparación absoluta del Corazón del Padre Celestial.
Por eso, todos los días, queridos hijos, el esfuerzo que deberán enfrentar será mayor en proporción a los grandes desequilibrios y pecados de la humanidad.
Que su voz orante sea ofrecida al Padre Celestial como un acto de reparación y de cura para todo el mundo. Muchas almas cantan, pero pocas lo hacen para Dios y para la concreción de todo Su Plan original.
Queridos hijos, que sus talentos sean perlas preciosas en las Manos de Cristo, así permitirán que el Redentor obre y Se manifieste a través de la belleza de sus virtudes.
Asciendan al Corazón de Cristo y allí sean uno para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva, al Corazón de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Es Mi Corazón Purísimo que libera de todos los males a través del amor.
Es Mi Corazón que libera a las almas de su eterna condenación.
Es Mi Corazón de Luz que abre las puertas a la redención.
Hijos, Yo soy en sus vidas todo aquello que ustedes permitan; por eso, únanse a Mí y Yo los colmaré de una fuerza espiritual poderosa que es capaz de guiarlos por el camino de la simplicidad.
Abran sus corazones, porque así sabrán reconocer en todo la Voluntad de Dios.
Hijos, Mis Palabras ya les están diciendo muchas cosas, tómenlas como propias y transfórmenlas en vida e instrucción para sus corazones, así podrán crecer en plenitud y en espíritu.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye con Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sus esencias consagradas, como rosas de Mi jardín, pueden expresar la honra de sentirse amadas por Dios, a pesar del tiempo de purificación que están atravesando.
Por eso, hijos, día a día, vengo a incentivarlos en el camino de la conversión, algo que deberán trabajar todos los días por medio de una oración sincera y de un servicio verdadero por sus semejantes.
Es de esa forma, hijos, que sus pasos se ampliarán para poder llegar a la meta y así no enfrentarán los abismos de la consciencia, porque su corazón estará tan donado como el Mío a ustedes.
Así, hijos, construyamos en cada interior una gran fortaleza, que estará sustentada por el amor y por la unidad, para buscar siempre la comunión perfecta con el Creador.
Como su Madre les enseño a donarse un poco más todos los días, para que sus consciencias abracen, por amor a toda la humanidad, el camino del sacrificio y de la redención que les ofrece Mi Hijo, así como Él una vez lo hizo por ustedes.
Queridos hijos, hoy los invito a encontrar, a través de la donación inmediata, los puentes hacia la reconciliación y hacia el perdón, algo que toda la humanidad pierde de vista por arrogancia y amor propio.
Amen la simplicidad que, espiritualmente, es mucho más grande que lo que a ustedes les parece.
Sus oraciones son escuchadas cuando sus consciencias abrazan el camino del sacrificio por los otros. Así, una parte de este mundo no se perderá ni sucumbirá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a donarse de corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy ese océano infinito de Gracia que se muestra al mundo para que las almas más pecadoras puedan ingresar en él y convertir sus vidas para siempre.
Yo soy ese océano infinito de Gracia que se muestra al universo para que todo lo que fue creado por Dios sea consagrado al Amor de Mi Corazón.
Yo soy ese océano infinito de Gracia que se muestra a las almas para que sacien su sed de amor, de cura y de perdón; porque a través del océano infinito de Mi Gracia los corazones del mundo pueden revertir todos sus males, y así alcanzar el estado del perdón, tan necesario en estos tiempos.
Soy ese océano infinito de Gracia que se muestra a los corazones para que recuerden el compromiso de retornar a Dios y encuentren en sus caminos la Faz Gloriosa de Cristo.
Soy ese océano infinito de Gracia para que la humanidad recapacite a través del Don de la Sabiduría, y así corrija el desvío de sus caminos sin Dios.
Soy ese océano infinito de Gracia para que los más simples enseñen a los más soberbios sobre la esencia de la humildad; es por medio del espíritu de la simplicidad que Mi Corazón transforma el corazón más endurecido.
Yo soy ese océano infinito de Gracia para que recuerden que su Madre del Sol es el fuego divino que despertará el origen de su existencia, para que caminen con confianza esta trayectoria interna que es la escuela de la Tierra.
Soy ese océano infinito de Gracia para que aprendan a amar de verdad y sin prejuicios; pues Mi Gracia todo lo permite.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce al océano infinito de la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo para pedirle al mundo que se convierta en un verdadero espejo de oración que refleje la paz para él y para las almas perdidas.
¿Quién aceptará Mi oferta?
¿Quién comprenderá la emergencia de Mi mensaje?
Que vuestras vidas sean un espejo de Oración, de Misericordia, de Piedad. Permitan que, en estos tiempos y a través de la oración, las esferas celestiales de los espejos de Mi Corazón las irradien todo el tiempo.
La hora definitiva se acerca, y debo entrenar a Mis espejos orantes para que reflejen el verdadero principio de la humildad, de la pureza y de la simplicidad.
Mi Corazón los congrega a través de las sagradas vigilias de oración para que, después de casi tres años de continua oración, ustedes Mis hijos, aprendan a trabajar a nivel planetario. Por eso, todos los meses Yo les pido que se reúnan para orar con el corazón, más que con las palabras; la verdadera habilidad de la oración se encuentra en el arte de saber amarla, más allá de saber o no la lengua en la que se está orando.
Hijos, un verdadero espejo puede ser la propia alma, que es la que primero recibe el impulso del espíritu y el espíritu es colmado por las esferas celestes de la oración.
Todos los meses, como vuestra Madre y Gobernanta Universal, he intentado que aprendan correctamente sobre esta escuela de los espejos de la oración; escuela que está basada en la unidad, en la no competencia y, principalmente, está libre de arrogancia y de orgullo humano, porque son estas vertientes de la superficial vida humana las que envenenan la vida de un alma espejo orante.
Esta escuela en la cual ya muchos participan, es formada por los más simples y donados para buscar todo el tiempo el camino de la oración del corazón que es la primera escuela para el discipulado crístico. Ser un espejo no significa tener destrezas o ímpetus propios; ser espejo es estar en permanente vacío interno, porque la propia fuerza interior para reflejar buenas cosas es dada por el Amor del Padre Celestial que vive en ustedes, ya que Él es el Mayor Espejo de la Misericordia Creadora.
Queridos hijos, ¿por qué les digo estas cosas?
Porque para cumplir la misión encomendada por vuestra Madre Celeste llegó el momento de que, a través de la instrucción que recibieron, puedan reflejar buenos principios y actitudes fraternas. Mientras vuestras vidas estén bajo el propio control y la propia determinación, en verdad les digo, hijos Míos, que no podrán alcanzar el estado de un verdadero y puro espejo interior.
El planeta necesita de verdaderas emanaciones de Misericordia y eso será posible cuando ustedes suelten las riendas del poder personal y de la soberbia que los ciega.
Vengo para conducirlos hacia Mi Reino de los Espejos Mayores, donde existen fuentes de vida y de energía lumínica que irradian a todo el universo, el que es la primera escuela de vuestro gran aprendizaje.
Si algún día deciden entregarse a Mi Corazón, Yo podré contarlos como parte del ejército orante de los Espejos de la Misericordia de Dios. Yo los aguardo y les pido que reflejen buenas acciones. Abandonen el viejo ser y aprovechen la última Gracia que les traigo.
¡Paz y Redención!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Espejo de la Cura Interior en el Reino de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.
Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.
Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.
Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.
Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.
Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.
Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.
Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.
Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.
Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.
Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a los brazos de San José,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que, con alegría por verlos reunidos en unidad y amor, reciban en este día la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés, para que, invadidos por los Dones del Espíritu de Dios, sus obras siempre sean bendecidas por el Señor.
Su Madre Celeste, Madre del Santo Espíritu, los reúne en el cenáculo de Su Corazón Inmaculado para que ofrezcan a Dios sus vidas y consagraciones, con el fin de que se cumpla el Plan del Altísimo entre las criaturas.
En este día santo, deseo instaurar la devoción al Espíritu Santo, porque si aman los Dones antes de conocerlos, ustedes estarán dentro de la gran concepción divina, la que dio origen a la unidad y al amor entre el Cielo y la Tierra.
Desde ese lugar divino Yo he partido, para llegar hasta aquí y mostrarle al mundo entero el camino de simplicidad que Yo deseo que, en esta era, ustedes puedan vivir.
Profesando y viviendo la unidad, hijos Míos, construirán barreras de luz que los harán invencibles ante toda persecución y perturbación.
Por eso, niños Míos, al vivir su primera escuela de purificación y de entrega, sigan el vuelo del Santo Espíritu, para que Él siempre les dé la sabiduría para alcanzar algún día el discernimiento interior, el que será imprescindible para poder distinguir lo bueno de lo malo, lo falso de lo verdadero.
Vengo en este día a despertar su interés y esmero por buscar la Fuente del Espíritu de Dios. Así, existirán almas sobre la Tierra que serán receptáculos vivos de los nuevos Dones que el Padre Celestial espera derramar en la humanidad.
Mi Presencia en sus vidas los llevará a encontrar el camino constante de la conversión del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado por la paz!
Los une al Espíritu Santo del Todopoderoso,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Madre de la Divina Misericordia, llego al mundo para curar y redimir, con la Luz de Mi Hijo, a todos aquellos que tanto necesitan de perdón, de redención y de paz; y que están sobre la Tierra, perdidos de Dios y desamparados de corazón.
Yo soy la Santa Madre de todos los pueblos, de todas las razas.
Yo soy la misma que se esconde en las montañas, Caacupé, como la que se encontró en las aguas, Aparecida.
Yo soy la que entrega la libertad a los 33, soy la que viene al encuentro de los que necesitan dar un nuevo paso, y entrego al mundo los frutos de una Higuera de amor.
Yo soy la que trae a las almas el Espíritu de Dios y concibe la Divina Trinidad en los corazones.
Yo soy la Reina de la Paz, Yo soy la Madre del Verbo Divino.
Yo soy la Madre del mundo, del universo y de todos ustedes.
Aquel que decide estar bajo Mi Manto, reconoce Mi Faz en todas las manifestaciones del mundo y sabe que Yo soy la misma en el Cielo como en la Tierra, y que vengo a enseñarles que nada debe estar separado en este mundo ni en los otros.
Mis amados, recorro las naciones para unir los pueblos, aunque sea a través de sus representantes. Vengo a construir esa red de luz que deberá encender el planeta, a través de la oración, cuando el sol ya no brille en el cielo de este mundo.
Quiero ver, en Mis hijos, la luz que ilumina los caminos de los que andan en la oscuridad. Quiero formarlos, para que el Espíritu Santo encuentre morada en sus consciencias, y otros que no tuvieron la Gracia de estar delante de Mi Presencia, Me puedan encontrar en sus corazones.
Mis queridos hijos, benditos sean los que se arriesgan a responder al llamado de Dios. Ahora, les pido que permitan que este llamado se vuelva semilla fecunda en sus esencias y, poco a poco, sea la vida que da testimonio de conversión y fe para los que están olvidados de Dios.
Que, en la simplicidad de sus seres se encuentre la puerta por la que Mi Hijo retornará al mundo. Que sus corazones sean humildes, para que se tornen la cuna de la pobre, pero sin embargo bendecida Belén interior que recibirá al Nuevo Niño, para que retire, por segunda y última vez, el mal que atormenta al corazón de los hombres y a los Reinos de la Naturaleza.
Amados de Mi Corazón, comiencen hoy a preparar el camino del Señor en sus pequeñas vidas. Retiren de sus vidas, de una vez para siempre, todo aquello que no corresponde a este humilde Pesebre de Belén.
Una vez más, el Nacimiento de Cristo se anuncia al mundo y ahora nacerá en muchos corazones, y a otros los hará renacer en vida, para la redención y la institución de la Paz.
Yo soy la portadora de la Misericordia, la que les pide que sean misericordiosos, para que el Reino de Dios descienda al mundo.
Yo los bendigo y les agradezco, porque la Gracia Divina descendió sobre este lugar, y sus vidas fueron colmadas por la Presencia Divina.
Yo los amo,
María, Reina de la Paz y Madre de la Divina Misericordia
Que la Gloria de Dios viva y reine en cada uno de vuestros corazones.
Queridos hijos: con profunda alegría recorro el mundo y, Mis pasos de peregrina Me conducen hacia aquellos que más necesitan, para que despierten el Amor y la Fe eterna en Mi Inmaculado Corazón.
Vengo como la Reina de la Paz, para establecer Mi Reinado en el mundo porque esta Tierra necesita despertar a la Paz, sobre todo porque el corazón humano carece de este atributo universal y divino.
Hoy traigo la Paz de Mi Corazón, como atributo primordial para la vida sobre la Tierra. Los que se vuelvan pacificadores no perecerán ante las tribulaciones que ya vive el mundo.
A pedido del Señor, recorro todas las naciones pacificando las almas. Así, ante la prueba mayor del último umbral a ser cruzado por la Consciencia, Sus criaturas podrán dar los pasos necesarios con profunda armonía.
Los que tengan ojos para ver y corazón para sentir, saben cuánta Paz necesita el mundo para equilibrar los múltiples conflictos que existen entre los seres, entre las naciones y entre los hombres y Dios.
Retorno al mundo una y otra vez, para dar testimonio, con Mi presencia, de la existencia de un Universo Mayor, vivo y pleno y que aguarda el despertar de todos los seres.
Si bien no tengo el premiso de presentarme ante los ojos de todos Mis hijos, sí puedo mostrarme al corazón de todos los que me abren las puertas. Mi presencia en vuestras vidas, no se manifiesta en la mente, Mis queridos, sino en lo profundo del corazón.
Cada uno de Mis pequeños hijos recibirá el toque de Mi Paz, de la forma que necesite y de la forma que Me permita hacerlo.
A las almas simples, devotas y abiertas de corazón, les será mostrado Mi Reino, mas no será por predilección a ellas sino porque, por mérito propio, su fe abrirá las puertas del Cielo y la llave que brotó de vuestros corazones les mostrará la entrada de este Reino.
Hoy quiero que comprendan que la razón primordial de la existencia de todos, es el despertar del Amor verdadero, del Amor que dona todo de sí y se vacía ante el Universo. Mi Corazón y el Castísimo Corazón de San José y el Sacratísimo Corazón de Jesús, llegan en este tiempo de cambios para mostrar el camino que debe recorrerse, que al contrario de lo que muchos piensan, es un camino de simplicidad y de humildad.
Lo que sucede es que Mis hijos están tan separados de la vida divina, que muchos perdieron el vínculo con los atributos celestiales que les fueron infundidos en su origen. Mas hoy les digo, no se desanimen, porque cada una de las virtudes que deben vivir, están latentes en el interior de cada uno de ustedes y poco a poco, podrán encontrarlas, a medida que las busquen.
Despierten Mis pequeños, ¡despierten! Una vida mayor os aguarda y, Mi presencia os llama para vivir esta realidad sublime. Por eso estoy aquí hoy, entre ustedes y los acojo bajo Mi manto, protegiéndolos y conduciéndolos siempre.
Agradezco a esta ciudad, por abrirme las puertas del corazón.
Agradezco a cada alma devota, que clamó por Mi presencia en este lugar y, hoy les digo: aquí estoy, Mis queridos, Su Madre Divina vino a vuestro encuentro.
¡Que la Paz reine en vuestras vidas!
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más