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Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Atlántida, una civilización desaparecida
En tiempos remotos, mucho antes del nacimiento de Jesús, existió en el planeta una civilización que se destacó, después de Lemuria, por la intuición, por el contacto interno y el contacto con el Universo.
Sus avances espirituales y materiales fueron más grandes que los avances de la humanidad de hoy.
Esta civilización estaba concentrada en el Océano Atlántico, dentro de una geografía que en los tiempos de hoy ya no existe, porque cada cierta cantidad de miles de años el planeta vive su transformación geológica.
Atlántida nació de una población muy anterior a los vikingos, aquellas consciencias que evolutivamente conquistaron y conocieron los mares y los grandes océanos, en experiencias que el ser humano iba contactando a través de navegar los océanos.
Atlántida se formó primero como una villa de pescadores, en una de las diversas islas del Atlántico; algunas de ellas, después de su transformación geológica, hoy forman parte del Mar Caribe.
Atlántida no estuvo en el Mar Caribe, pero sí próxima a esa región, más hacia el centro del Océano Atlántico y en el paralelo horizontal de las costas de África.
Otra parte de la antigua Atlántida, y lo que quedó geográficamente de ella, se encuentra hoy en lo que ustedes conocen como las Islas Canarias, la Isla Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife, etc.
De esa forma podrán comprender cómo la “Atlántida Mayor” vivió una gran transformación, ya que de ser un pueblo menor, pasó a ser una civilización que se irguió entre un sistema de islas exóticas y deshabitadas.
Atlántida desarrolló una expansión material y estructural muy avanzada para aquellos tiempos, en los que no se contaba con grandes ni profundos conocimientos.
Era una civilización semejante a la raza humana que hoy existe; solo que, en su esplendor, estaba rodeada de menos elementos o factores que la pudieran comprometer.
Atlántida se levantó dentro de un conjunto de islas que provenían de antiguos volcanes que, hasta ese tiempo, estaban inactivos. Dentro del proyecto que se preveía para Atlántida, estaba la propuesta espiritual de que ese conocimiento y desarrollo intuitivo y espiritual que la propia Atlántida había alcanzado, se extendiera para las próximas generaciones sin la necesidad de que los seres humanos comenzaran de cero para poder aprender lo que muchas veces no aprendieron.
En Atlántida hubo consciencias con altísimas virtudes, que después se fueron concretando en ideas y proyectos, que hicieron avanzar rápidamente a la civilización.
Entre esas virtudes, había dones de Sacerdotes, Sacerdotisas, Científicos, Curadores, Gobernantes, Espejos y Guerreros, de los cuales los Guerreros se destacaban espontáneamente por su capacidad intuitiva de vigilar y de celar por lo sagrado, así como por las islas.
Atlántida fue una civilización que vivía fluidamente el contacto con el cosmos, pudiendo conocer mucho más de lo que hoy conocen los científicos del mundo y lo que captan los satélites.
Con esto podemos ver y comprender cómo Atlántida se destacó por su experiencia en la espiritualidad y en el contacto con leyes inmateriales, las que siempre han estado disponibles para el despertar de la humanidad.
De esa manera, la civilización atlante fue creciendo en experiencias espirituales, científicas y curadoras.
Toda la civilización se veía beneficiada por lo que un círculo representativo de la población, que fueron los fundadores de Atlántida, vivieron desde los primeros tiempos.
Muchos se han preguntado a través de los tiempos cuál fue la causa de la desaparición total de la Atlántida.
En verdad, antes de que este acontecimiento sucediera, los verdaderos seres contacto, en siete períodos de diferentes tiempos, antes de la gran desaparición de Atlántida, fueron avisados y advertidos, como hoy es avisada la humanidad, que era urgente cambiar ciertas actitudes y poderes que las consciencias creían tener.
El manejo espiritual que Atlántida había alcanzado como voltaje y experiencia era altísimo. Pero en todo eso, ingresó en acción la dualidad y el deseo humano del poder sobre los demás.
Hubo un momento en el que solamente un porcentaje menor consiguió percibir la urgencia de las advertencias, y así abandonaron las Islas de Atlántida, refugiándose en lo que hoy es Sudamérica.
Pero la mayoría se cegó completamente por la ambición, por el poder y por la manipulación de la energía, lo que trajo para la civilización ciertas prácticas indebidas, las que generaron un vórtice de gran desequilibrio físico, mental y espiritual.
Todo ese movimiento activó, en cadena, todos los volcanes que estaban inactivos. En total fueron siete volcanes que despertaron de manera sorpresiva, sin mucho tiempo para actuar, y generaron el conocido cataclismo de la Atlántida.
Las islas fueron tragadas por el océano y el fuego, y todo lo que había en ellas, sin posibilidad de hacer nada, desapareció.
Una severa Ley Universal corrigió a toda la consciencia atlante; pero los que respondieron a las advertencias se salvaron y, más tarde, recrearon sus pueblos bajo otras experiencias.
De ahí nacieron los pueblos indígenas, los que en Sudamérica y a través de los tiempos, fueron habitando las altitudes y las llanuras.
El ejemplo de la civilización de la Atlántida demuestra que ninguna consciencia tiene poder sobre nada y que cuando no existe humildad, pobreza y amor, todo podría volverse peligroso.
Por eso, Cristo vino para dar ese mensaje al mundo entero, para que las almas siempre recordaran la Ley de la Jerarquía y, sobre todo, la presencia de un amor no posesivo ni un amor personal; de un amor fraterno, caritativo y justo para las experiencias de la vida.
¡Les agradezco por reflexionar sobre esta historia con atención!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, contempló desde el principio la posibilidad de hacerse Él mismo criatura entre Sus criaturas.
Los seres humanos fueron creados, entre tantos seres y civilizaciones del Universo, para expresar algo que ninguno de ellos había expresado.
Fueron creados para unir las dimensiones, para expresar el amor que supera los límites de toda la existencia y que permite que los seres se unan a Dios. Fueron creados para expresar la semejanza esencial con el Padre de toda la vida.
El propósito humano es grandioso y es por eso, hijos Míos, que no se alcanza simplemente, a pesar de que todo se pueda dar con el despertar de la consciencia y la firme decisión de amar sin condiciones y de entregar todo por ese propósito de profundizar los misterios divinos en el propio corazón, como en el Cosmos infinito.
Vivir el potencial humano parece algo imposible, porque la mayoría de los seres no se abrió para experimentar verdaderamente el Amor de Dios, que son capaces de encontrar y de sentir dentro de sí mismos.
Yo les enseñé a orar, para que de esa forma cruzaran las puertas del propio corazón y, poco a poco, descubrieran la posibilidad de unirse a Dios, sentirlo y vivirlo.
Cuando un ser vive verdaderamente el Amor a Dios, hijos Míos, aunque sea por un instante, esto es suficiente para llevarlo a comprender que todo sacrificio, esfuerzo, o renuncia de las cosas del mundo y de las ilusiones humanas es poco para alcanzar la Eternidad dentro de este Amor Divino.
Sabiendo Dios que Sus hijos estaban perdidos en su evolución y que cada vez se distanciaban más de su propósito y de su verdad, y para no permitir que la humanidad nuevamente se perdiera como tantas otras veces sucedió, su Padre Creador decidió Él mismo venir al mundo y mostrarles el camino.
Tan inmenso y misericordioso fue el impulso de Dios para la humanidad, impulso nunca antes dado a ninguna criatura en el Cielo ni en la Tierra, que toda la existencia colocó sus ojos, su corazón y su esperanza en este mundo.
Misterio entre misterios es la evolución de los hombres, hijos amados, donde los errores del pasado y la historia de antiguas consciencias universales se detienen para que se inicie una historia de redención y la revelación del Amor de Dios para toda la vida.
Aún ningún ser de la Tierra fue capaz de comprenderse a sí mismo y de profundizar, estando en vida, tanto en su origen como en el verdadero potencial de su esencia. Todos aquellos que recibieron de Dios la posibilidad de vivir la experiencia del Amor en este mundo, solo después de esta vida fueron capaces de percibir la oportunidad que recibieron.
Pero hoy, hijos Míos, ustedes son llamados a vivir el mayor milagro de este y de todos los tiempos, el milagro del despertar de la consciencia, el milagro de la unión de los tiempos, el milagro de comprender lo que fueron antes de llegar a este mundo y cuál es la esencia y el propósito de sus vidas. Son llamados a vivir el milagro de la Ciencia y de la Sabiduría Divina para comunicar al mundo Su Verdad, no solo con el verbo, sino sobre todo con la propia vida.
Hace más de dos mil años, a pedido de su Creador, reuní a los discípulos y compañeros de Cristo para que el Espíritu Consolador vertiera, sobre ellos, Lenguas de Fuego. Su misión era anunciar la Buena Nueva de la llegada del Mesías y plasmar en la consciencia y en la historia de la humanidad la presencia y el ejemplo de Dios entre los hombres.
Hoy los reúno para que el Espíritu Consolador les dé fortaleza, despierte en ustedes el Don de la Ciencia, que se convierte en sabiduría y discernimiento. La ciencia para despertar, hijos amados, la ciencia para saber cómo actuar y cómo hacerse responsables no solo por la propia redención, sino por la sustentación de este mundo en transición.
En cuanto Mis últimas palabras resuenan en el mundo, Yo les derramo Gracias en medio de la Justicia, les traigo Dones entre las correcciones, porque es necesario que sean corregidos, pero también es necesario que despierten y cumplan el Propósito de Dios.
Así como el Creador vino al mundo cuando la humanidad estaba perdiendo su propósito y les mostró el Camino, la Verdad y la Vida, hijos Míos, Él vendrá nuevamente, a mostrarles la revelación de Amor dentro del caos, a mostrarles el despertar de la Verdad en el ápice de la ilusión del sufrimiento humano. Vendrá para que sepan cómo unir los tiempos y las dimensiones y así lo hagan no solo en este mundo, sino en toda la Creación, porque no solo la Tierra necesita de redención, toda la vida debe aprender a retornar a Dios, y esto acontecerá a través de la plenitud de sus vidas y de la expresión de lo que verdaderamente son.
Yo los amo, los bendigo y con la profunda humildad de Mi Inmaculado Corazón les agradezco, para que ustedes aprendan que a través de la gratitud el Cielo se abre y el Creador toca todos los corazones del mundo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Que la Luz de Mi Corazón ilumine el camino para la redención de Europa y del mundo.
Europa necesita, en este tiempo, reconocer la Luz de Dios y Su Misericordia y, más que eso, comprender su historia para redimirla y abrazar la Voluntad Divina para su futuro y, así, vivirlo.
Así como el sol nace todos los días para todos los seres de la Tierra, así también las Gracias de Dios descienden de los Cielos sobre todas Sus criaturas y Su Misericordia se derrama sobre los hombres y sobre los Reinos de la Naturaleza, concediéndoles el perdón, la cura y la redención para que alcancen la paz.
En Europa se vivieron errores milenarios y una gran ilusión se instituyó por el sufrimiento vivido en los corazones. Muchos se cerraron a Dios y a Su Gracia por no percibir que la Presencia Divina está más allá de las acciones realizadas por el libre albedrío de los hombres.
Pero el Creador, que no desiste jamás de Sus hijos, envía repetidamente a Su Sierva fiel a este mundo y, a través de los corazones simples, busca despertar en los seres la piedad y el perdón.
Con esto les quiero decir, hijos míos, que Europa debe ser el testimonio de la Misericordia Divina. El testimonio de que, cuando los seres bajan la cabeza en humildad para servir y recibir la Gracia de Dios, es posible transformar hasta la más arraigada de las condiciones humanas.
Estamos en un tiempo de milagros, milagros de redención, de cura y de Misericordia, milagros de conversión, pero no de la conversión a una religión, sino de la conversión de la condición humana.
Europa debe hablar al mundo y al Universo a través de la transformación de su historia. Así como en la Tierra, muchos errores fueron vividos en el Cosmos, y la cura y el amor que aquí despierten serán los bálsamos para redimir y transformar las raíces, de las equivocaciones de los hombres, en los corazones de los ángeles que cayeron por su ignorancia.
¿Comprenden entonces, hijos Míos, cuán importante es para Dios la redención de Europa?
Que se abran los corazones a este milagro de redención y que todos Mis hijos acompañen con fe cada uno de los pasos de Dios. No hay nada que no pueda ser redimido. No hay corazón endurecido que no pueda abrirse a la Misericordia Divina. A los que despertaron, Yo les pido que sean vehículos del Amor y de la Gracia de Dios a través de la pureza de sus corazones, comprendiendo que sus seres son instrumentos del Padre para la redención planetaria.
Que así, las raíces de la perversión y de la indiferencia humana sean arrancadas de la Tierra por el "sí" verdadero de los corazones que aman a Dios y que reconocen, en la Sangre derramada de Mi Hijo Jesús, la puerta hacia su redención.
Hoy, hijos Míos, Yo los bendigo y les dejo Mi Paz para que aprendan a llevarla a este mundo y, así, proclamen la redención de la Tierra.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Lo que hoy sucede en algunas naciones del mundo es el reflejo de lo que una vez sucedió en el Universo.
Todos fueron partícipes de una historia muy antigua que trascendió los tiempos hasta los días de hoy.
Todos presenciaron y participaron de un acontecimiento en el Universo que modificó el Plan de Dios, en el sentido de su realización y de su cumplimiento.
Todos provienen de un origen espiritual y universal. En ese origen comenzaron los primeros aprendizajes, los que, en la mayoría de los casos, fueron aprendizajes y experiencias que los hicieron llegar hasta aquí, hasta la Tierra, para poder alcanzar, algún día, el perdón y la redención.
Cada uno de Mis hijos carga en sí mismo una historia no visible a los ojos humanos, pero sí conocida a los ojos del espíritu.
Este es el tiempo en que esa historia, sucedida en el Universo, se cerrará para que otra etapa comience y la humanidad finalmente sea liberada de la cadena interminable de los errores.
Por esa razón, hijos, existen ciertos acontecimientos, aún no conocidos por ustedes, que están guardados en la historia de su ser espiritual. Su ser espiritual es el que conoce profundamente todas las causas y las consecuencias que una vez fueron vividas por ustedes mismos en el Universo.
Todos vienen de una experiencia un poco traumática. Todos vienen de antiguas guerras en el Universo que solo buscaban la conquista del espacio y el beneficio de la evolución personal, habiendo, para ello, salteado la Ley de la Jerarquía y la Ley del Amor.
Esa historia, que aún está grabada en el Universo, permanece allí, a la espera de ser purificada por cada hijo Mío, en el momento y en la hora que le corresponda.
En cada uno de ustedes, esa historia de grandes conflictos en el Universo tiene mayor o menor intensidad según las experiencias vividas y la participación de cada uno en esos acontecimientos.
Este es el tiempo de poner fin a esa historia porque la humanidad, a través de las naciones y a través del tiempo, ha vuelto a repetir los mismos errores, tan semejantes a los hechos más determinantes que una vez se vivieron en el Universo.
Los planos superiores esperan que cada uno de Mis hijos, por medio del servicio y de la entrega, puedan ayudar a disolver y a reparar esos acontecimientos pasados. Así, la humanidad tendrá la gracia de pasar a un nuevo ciclo con más posibilidades de profundizar en el amor y en el servicio.
En este sentido, todo lo que una vez se vivió en el Universo no solo es el resultado de los conflictos que fueron causados por la ambición de conocimiento y de poder, sino que también fueron delicadas experiencias que dejaron huellas imborrables en las consciencias.
Ahora que todos pueden ser más conscientes de eso y pueden ayudar a romper esa cadena de errores que la humanidad aún vive y comete, deben saber que la oración será esa llave que abrirá la puerta correcta para que todas esas historias del Universo se puedan perdonar y las almas tengan la oportunidad de comenzar a caminar con esperanza.
Tomar contacto con esa historia del Universo, en la cual la mayoría participó, es retomar el compromiso consciente de vivir el perdón, la cura y la redención, más allá de lo que haya sucedido.
Por eso, todos los que hoy se vuelven conscientes de que no solo son seres encarnados en la Tierra, reciben, en nombre de la humanidad, la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia para que finalmente todos los seres vivan el gran momento de la redención.
Este es el tiempo en que la historia del Universo saldrá a la luz para que también las consciencias aprendan a redimirla.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El tiempo de la purificación de cada alma, de cada consciencia, remite al momento de poder librarse conscientemente de muchas experiencias espirituales pasadas, las que comprometieron el caminar y la evolución en los grados de amor.
Por esa razón, desprenderse de esa historia anterior significa abrirse sin miedo y dejar atrás cualquier resistencia que pueda interferir.
Este es el tiempo de hacer una síntesis de la vida para poder cerrar muchas puertas internas que solo los conducen hacia estados de consciencia de sufrimiento y de dolor.
El tiempo de la purificación permite poder pasar hacia una nueva etapa, la que colocará a cada consciencia en otro escalón del despertar y de la redención.
El momento de conocer la realidad de cada uno es como enfrentarse a algo que no tendría solución. Pero por medio de la Gracia y de la Misericordia las consciencias pueden curar el pasado, animándose a dar más pasos en el amor y en la compasión.
Siguiendo los pasos de la Jerarquía, las almas alcanzarán la paz al saber que ya están en otra escuela.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tu mundo interior es cristalino y visible ante la Mirada de Dios; en él se guarda la historia que Dios creó antes del origen de tu existencia.
El mundo interno es capaz de reconocer y de captar los impulsos lumínicos que provienen de la Fuente Creadora que lo manifestó.
Por esa razón, el mundo interno puede retomar los principios o los atributos que haya perdido por las influencias del mundo material y sus tendencias.
En este momento crítico, en el que todo se está definiendo dentro del mundo interno de los seres, será necesario volverse hacia el interior para conectarse con el Origen y así poder recuperar los impulsos que, por diferentes razones, se hayan desvanecido de la consciencia espiritual del ser.
El mundo interno, que es ese espacio en donde se encuentra el tesoro sagrado de cada alma, sirve como un puente de contacto con las realidades superiores y eso permite que, a través de él, el ser de superficie esté en contacto con los niveles de la consciencia más elevados.
De esa forma, el mundo interno puede reintegrar a un ser que haya perdido el camino del amor y de la luz y puede llevarlo a vivir un gran cambio que, siendo fuerte y radical, lo llevará a transformar su vida para siempre.
En este tiempo, el mundo interno espera por una conexión consciente de las criaturas para que se entable el contacto interior, ese que superará todos los límites y las pruebas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Llegó la hora de que veas, dentro de ti, la realidad de tu verdadero ser y no temas purificarla, porque librándote de las cadenas del ayer podrás dar pasos firmes y seguros hacia la concreción del Plan de Dios en la superficie.
Con neutralidad, amor y armonía, deja que emerja de dentro de ti y se muestre tu historia escrita en el Universo, para que tu consciencia y tu vida hagan una síntesis y todo, absolutamente todo, sea perdonado.
Vierte tu esperanza y tu fe en Mi Corazón, porque así Yo, como tu Madre, te enseñaré a ser diferente, desde el momento en que confirmes dentro de tu ser que ya no aceptas más cargar con tantos errores cometidos.
Confía en el poder infinito de la Misericordia de Mi Hijo, porque será Su Divina Misericordia la que te guiará hacia el camino de la redención y de la rehabilitación.
Comprendo que no es fácil ver la realidad interior tal cual es, pero anímate a superar las barreras del sufrimiento para que la poderosa energía de la gracia actúe en todo y, así, vuelvas a vencer en el Amor de Cristo.
Desde ahora, decídete a cambiar tu destino para que la Mano de Dios te conduzca hasta Su Casa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Retorno de la Madre de Dios
Silenciosa como la brisa y más brillante que el Sol, también retornará la Madre del Sol, la Estrella de la Mañana.
Primero, hijos, será Mi silencio el que preparará a sus corazones y el que permitirá que maduren y que vivan aquellas experiencias que confirmarán a sus espíritus en la adhesión al Plan de Dios.
Antes de que todo suceda y que el Triunfo de Dios se manifieste, verán dentro de sí mismos, los frutos de los últimos años de Gracias y de enseñanzas. Y será la propia expresión de sus vidas el testimonio de esta Obra y de la Presencia Divina que los guió, los condujo y los instruyó por tantos años.
Llegará el día en el que Nuestros Sagrados Corazones se silenciarán para que se manifiesten los profetas, los apóstoles, los santos y los Cristos de los últimos días y del Nuevo Tiempo.
Nuestros Corazones se silenciarán porque es parte del Plan de Dios que ustedes puedan crecer por sí mismos y hacer fructificar las semillas crecidas de la Gracia y del Amor.
Así como Dios se silenció en el Corazón de Cristo para que Él manifestara el Amor y la Cristificación en Su Corazón humano, así también Dios se silenciará en el corazón de los hombres que hoy escuchan y responden a Su llamado.
Pero esto no es para castigarlos, hijos Míos; eso es para que nazca de su interior un amor único, que surge del potencial humano cuando este se ve ante una gran necesidad de amar.
Antes de que Nuestros Corazones se silencien, ya le habremos entregado todo a la humanidad, y nada les faltará para cumplir el Plan de Dios.
El Silencio de Dios tendrá un tiempo y durante ese tiempo parecerá eterno y doloroso. Buscarán al Padre dentro y fuera de sí mismos y parecerá que no lo encuentran, a pesar de que Él siempre estará allí.
Su Silencio es el símbolo de la noche oscura que todo el planeta vivirá, porque es necesario.
Es necesario que exista la noche para que el sol vuelva a nacer.
Es necesario que exista la oscuridad para que la luz tenga sentido, para que el día pueda existir.
Entonces, hijos, no teman, pero tengan fe en las nuevas promesas de Cristo y en las revelaciones de su Madre Celeste.
Cuando llegue la noche sobre el mundo, y el silencio y la soledad se apoderen de los corazones de los hombres, recuerden lo que ahora les diré: más brillante que el Sol, nacerá en el firmamento una Estrella que será el anuncio del retorno del día, del día físico y espiritual que volverá a iluminar dentro y fuera de los seres.
Esa Estrella traerá consigo un sentimiento profundo de paz, de amparo y de esperanza; traerá el alivio que los corazones necesitan para cruzar los últimos momentos, y los más intensos, de esta noche oscura.
Permanecerá silenciosa en el Cielo, hasta que el Sol pueda volver a nacer, hasta que el Hijo del Hombre tenga el permiso de Su Padre para retornar al mundo y, como el Gran Agricultor, buscar los frutos que nacieron en los corazones de los seres, y multiplicarlos.
La Estrella de la Mañana, que anuncia la llegada del Sol para este momento, permanecerá silenciosa. Pero, después de que todo se cumpla, Mis Pies también tocarán la Tierra y, con Mi Hijo, vendré para concretar el Plan de Dios y revelarles Mi verdadera Faz.
El misterio de Mi Retorno, hijos Míos, es para terminar de unir pueblos, razas y religiones y para traer hacia Mi Inmaculado Corazón a aquellos que por ignorancia negaron Mi Maternidad universal.
Yo retornaré para recibir de Mi Hijo las almas más perdidas; las lavaré en las Fuentes de la Gracia y las encaminaré para que tengan un nuevo destino y reciban una nueva oportunidad.
El Retorno de la Madre del Mundo ocurrirá para sellar la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las diferentes Faces de Dios y Sus criaturas.
Y allí, hijos Míos, se les revelarán todas las verdades que hoy están ocultas, porque haré reflejar en los espejos de sus corazones la verdadera historia de la Creación y, solo allí, cuando todo se haya cumplido, es que comprenderán el verdadero sentido de esta experiencia en la Tierra.
A partir de ese momento, el Cetro de Dios será colocado en la Tierra y se establecerán un nuevo mundo y un nuevo ser.
Sientan la Gracia de Mis Palabras y despierten la fe en las nuevas y eternas Profecías de Dios, pues, se cumplirán, como se cumplió desde el principio todo lo que el Creador habló a través de los profetas.
Yo los bendigo y les agradezco por escuchar Mis Palabras y por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Llegará el día, hijos Míos, en que los misterios dejarán de ser misterios y la Verdad se revelará al corazón humano.
Llegará el día en que la ilusión se apartará de los corazones de los hombres y la vida material ya no será una realidad distante de Dios.
Llegará el día en que las naciones despertarán a lo Sagrado que un día el Creador hizo nacer en sus corazones, a través de la pureza que se expresaba en la esencia de los hombres.
Llegará el día en que sus espíritus podrán aportarle al mundo lo mejor de sí, lo que verdaderamente son, y que hoy se oculta detrás de todas las cosas que piensan que son.
En el pasado, hijos Míos, durante un ciclo, la humanidad permitió que la pureza se expresara en su corazón, y fue esa misma pureza la que les abrió las puertas hacia la unión con Dios, con el Infinito y con realidades que hoy para la humanidad no son más que una fantasía; porque las mentes y los corazones de los hombres están muy distantes de la verdad, distantes, incluso, de la verdad que habita en el propio interior.
Cuando Yo les pido, hijos, que retornen a sus raíces, les pido que retornen a la pureza de sus corazones, esa pureza que no le impone límites a Dios ni a Su grandeza, pureza que se abre al Infinito y a sus misterios, pureza que abre el camino hacia conocimientos que trascienden la mente humana y su pequeña comprensión.
Yo no les pido que vuelvan a vivir como los pueblos originarios, sino que encuentren dentro de ustedes ese espíritu de unidad con la vida, la consciencia de la pequeñez que el hombre perdió, al no reconocerse como una parte pequeña de Dios, disminuyendo la grandeza celestial y encerrando los misterios de la Creación en las doctrinas y en las comprensiones de los hombres.
Ni aún el libro más sagrado de este mundo podrá contener en sí toda la verdad y la historia de esta Tierra. Ni siquiera todos los escritos juntos, hijos Míos, les revelarán lo que el Creador intenta que encuentren en sus corazones, en lo infinito que se guarda en ustedes mismos y que los hace semejantes al Padre de toda la Vida.
Retornen a sus orígenes y a sus raíces, no solo en este mundo sino también en el Corazón de Dios. Dejen que los misterios de los pueblos originarios no solo les revelen un conocimiento, sino que los conduzcan hacia las Leyes: la Ley de la Verdad, de la Transparencia, la Ley de la Pureza, la Ley de la Unidad con la vida. Leyes que los hacen uno con todo lo que fue creado, que los hacen sentir parte de un todo, de una Obra perfecta que se manifiesta en la expresión de sus corazones.
Dejen, hijos Míos, que lo Sagrado que habitó un día en este planeta, por la Gracia de Dios y por la pureza oculta en el corazón humano, vuelva a expresarse.
Vean emerger dentro de ustedes la necesidad de encontrar un sentido superior para esta vida, un sentido verdadero que les dé a conocer la razón por la cual Dios creó sus esencias.
En este tiempo de definiciones, de batallas y de purificación, déjense transformar como los niños. Estén delante de la Verdad con sus corazones vacíos para que las Palabras de Dios, transmitidas al mundo a través de Sus Mensajeros, encuentren el espacio correcto dentro de sus seres para despertarlos y tornarlos partes conscientes de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo en la Tierra.
Llegó el momento, hijos amados, de crecer en espíritu como humanidad y de asumir estos tiempos y estos últimos ciclos de la raza humana como les corresponde.
Yo vengo hasta aquí, como a cada nación por la cual pasé, para darles a conocer los tesoros guardados en sus espíritus, para entregarles todo lo que necesitan para superar estas pruebas planetarias y vivir estos tiempos.
Tomen entre sus manos estos tesoros espirituales, inmutables y eternos, y guárdenlos en lo profundo de sus seres. Cuando más lo necesiten, ellos estarán ahí, dentro de sus corazones.
Estos tesoros, de los cuales Yo les hablo, son el despertar, la unión con el Creador y con el prójimo a través de la oración, del servicio y del conocimiento divino que ennoblece y hace madurar a sus espíritus.
Multipliquen lo que hoy les doy.
Mi Gracia está en sus vidas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
En el principio de todo, el Creador aspiraba a que todos Sus hijos conocieran la verdad y comprendieran la esencia de Su Amor, razón por la cual Él se había multiplicado.
El único motivo de la existencia de todas las cosas es el Amor de Dios, que en cierto momento fue tan grande que no cupo en Él mismo y que lo hizo multiplicarse en Tres sin dejar de ser Único. Y, aún sin dejar de ser Único, se multiplicó en muchos más.
El misterio del Amor es que él se multiplica y se dona, sin dejar de pertenecer a la misma Fuente. Aquel que ama participa de la multiplicación de Dios y de la esencia de la Creación; aquel que ama verdaderamente, ama con el Amor del Padre y lo dona a todos, tornando esa presencia de Dios infinita, y al mismo tiempo única.
Llegará el tiempo en que las palabras darán lugar a la sabiduría del corazón, porque el Verbo Divino es vibración y no conjuntos de letras que forman ideas, conceptos y que intentan contener en sí mismas algo que es inexplicable e comprensible al mismo tiempo.
En el principio de la escuela humana, los seres de la Tierra atraían, de experiencias anteriores, el Rayo de la Ciencia de Dios, porque en aquel momento necesitaban del Conocimiento divino para evolucionar como raza y como consciencia. Sin embargo, la humanidad limitó la Ciencia divina con los muros concretos de su mente, y mucho de lo que el Creador intentó revelarles quedó aprisionado en la imposibilidad humana de recibir los impulsos de Dios.
Fue entonces que el conocimiento se estancó en la limitación de la mente humana, y aquello que era infinito y sublime se limitó tanto como el hombre que estaba preso en su materia y distante de su espíritu.
De esa forma hijos, la verdad nunca les fue revelada, porque, a pesar de creer que tenían sabiduría, siempre intentaron colocar en la comprensión humana un conocimiento y una verdad que trascienden infinitamente esa comprensión.
Aquellos que pudieron contemplar o vislumbrar un poco esa verdad se mantuvieron en silencio, porque sabían que ella no cabía dentro de los conceptos humanos; como les dije: el Verbo Divino es vibración y no palabras.
Es por esa razón que la historia del Universo, del Cosmos, de la Creación, se escribe en los Espejos y no en las hojas de papel.
Para comprender la verdad que les traigo, deben ingresar en el universo interior y leer en el espejo del corazón lo que Yo les transmito.
Muchos creían que el hecho de que Yo Me acercara al planeta significaba un retroceso en la vida evolutiva, y en verdad hijos, la arrogancia e ignorancia humanas no les permitieron comprender que Yo venía a ponerlos en el camino correcto de la evolución; vine para activar los espejos de sus corazones y enseñarles, más que a pensar, a sentir y a vivir la enseñanza.
Es a través de Mi presencia que pueden llegar a la esencia del corazón y allí comprender, sin explicar, los misterios divinos.
Ahora que la oración ya les abrió la puerta del corazón y de la consciencia, llegó la hora de comprender esos misterios que tanto les anuncié. Solo les pido que no cometan los mismos errores del pasado, intentando comprender y explicar científicamente lo que Yo les diré. Esta era es la era del Amor y no más de la ciencia, porque la ciencia los trajo hasta aquí para que ahora ingresen en otros grados de evolución y puedan manifestar la Voluntad divina.
Si continúan intentando guiarse por impulsos y enseñanzas del pasado, perderán la oportunidad de vivir lo nuevo y de ser transformados por las corrientes que este ciclo actual les trae del Universo.
Escuchen lo que les digo, hijos Míos, encendiendo el espejo del corazón y no la mente. En el espejo del corazón hay silencio y sabiduría, y es así que deberán recibir las nuevas llaves de estos tiempos.
El Creador desea acercarlos a la verdad sobre su origen, no solo para que tengan conocimiento, sino para que esa información los aproxime a la Vida divina y encuentren el camino para regresar.
Que la Verdad y la amplitud del Cosmos les revelen la verdad y la amplitud sobre sí mismos; ya es hora de que reconozcan la semejanza con Dios, que es espiritual y esencial, para que puedan soportar los tiempos que vendrán sustentados por la verdad, y manifiesten en la Tierra el Plan del Creador.
Yo los amo y les agradezco por escucharme con el espejo del corazón,
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes
En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.
En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.
Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.
Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.
Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.
Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.
Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.
Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.
A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.
La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.
El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.
Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.
Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.
El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.
En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.
En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.
Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.
Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.
El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante muchos siglos.
La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.
De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.
Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.
Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No querer la voluntad propia y amar la Voluntad Divina
Esta raza en el principio fue diseñada por Dios para obedecer y seguir un único Propósito. Pero desde que Mi adversario, en la antigüedad, despertó la tentación y el libre albedrío en el hombre de superficie, el Proyecto original se desvirtuó, saliéndose del camino de la Voluntad Divina.
Fue allí que ingresó en la consciencia primitiva de la humanidad la dualidad, la libre elección y la desobediencia a todas las Leyes superiores que regirían tiempo después a la humanidad, hasta que ella fuera una humanidad sagrada.
Desde el momento en que Adán y Eva fueron tentados en el Edén a decidir sobre su propia vida y así apartarse de la Mano del Creador, ingresó en la esencia del ser humano lo que llamamos voluntad propia.
Esa voluntad, carente de principios espirituales e impregnada de códigos de corruptibilidad, fue la acción que desvió del camino a la nueva humanidad; en el principio de todo, la primera raza era el sabio Proyecto de una nueva humanidad para la superficie.
Desde el momento en que el primer Adán decidió sobrevivir en el planeta transgrediendo las Leyes naturales, por otro lado Eva despertó los primeros indicios de los pecados capitales.
Mi adversario consiguió lo que tanto aspiraba: hacer de esta humanidad una humanidad inerte y sin consciencia de sí.
Después de tantas eras pasadas, llegó el momento culminante en donde en una primera etapa se daría fin a la decadencia de la humanidad, y sería a través de la aparición de Cristo en el mundo, como el Hijo Primogénito de Dios, encarnado para rescatar la esencia de este pensado proyecto humano.
Más tarde, cuando Cristo estaba presente, toda la raza, que ya se encontraba en el abismo de su perdición, fue desviada de su propio infierno a través de la Pasión de Jesús.
La venida del Mesías de Israel fue delicadamente preparada por los Padres Creadores, por los Santos Arcángeles. Cada uno aportó y gestó en el vientre purísimo de la Virgen Madre las células lumínicas de la transustanciación y de la redención, Leyes superiores que posteriormente permitirían liberar a la humanidad del mal.
A partir de que Adán y Eva activaron en sí la voluntad propia, espontáneamente la genética espiritual humana quedó afectada hasta los días de hoy por esa energía de poder terrestre, de apropiación y de dominio de todas las cosas.
Solo aquellas consciencias que a través de los tiempos consiguieron abrirse para descubrir el Cristo dentro de sí, se vieron enfrentadas a renunciar y desterrar ese viejo código humano que desvía del Propósito a millones de almas hasta los días de hoy.
La voluntad propia es la consecuencia de no aceptar de forma verdadera el Amor de Dios, al estar la consciencia impregnada por sus propias ideas y conceptos, los que son opuestos al Divino Pensamiento.
Aunque Cristo dio la vida y murió por todos también con el propósito de desactivar el viejo código corrupto de la voluntad propia, después de todos los acontecimientos y hechos que el Maestro Jesús gestó en la consciencia de quienes lo escucharon, mientras tanto la otra parte de la humanidad fortaleció el vínculo precario con la voluntad propia; fue como una bestia de diez cuernos recreada por todas las acciones involutivas de la raza humana.
La voluntad humana siempre fue honrada y apreciada por la mayoría, esa es una de las razones por la que en estos tiempos definitivos, consciencias comprometidas con el Plan no pueden dar sus pasos al estar afirmando su voluntad propia: una cadena que las ata a un infierno sin fin.
Aquellas santas consciencias que consiguieron vencer su voluntad propia, lo hicieron a través de tres factores: primero, trabajando todos los días con la renuncia a sí mismo, segundo, buscando el vacío de sí y tercero, sirviendo incondicionalmente, teniendo en cuenta que aun viviendo todas esas experiencias, existe voluntad propia basada en la arrogancia y en la soberbia.
Cuando el discípulo de Cristo se dispone a trascender los estados que corrompen el amor en la humanidad, él debe tener presente que enfrentará dentro de sí a sus propias bestias, las que intentarán hacerlo desistir de todos los esfuerzos.
Algunas consciencias sobre la superficie del planeta, como es el caso de los que optaron por la vida consagrada, tienen la misión espiritual de hacer desvanecer de sus consciencias todas esas energías, las que condenan la vida evolutiva de un alma, y también tienen la misión de hacerlo por la humanidad, imitando a Cristo.
En estos tiempos, la humanidad deberá definirse por cuál camino seguirá, eso será antes del esperado Juicio que sucederá en este amado planeta.
Cristo fue y es un extraordinario ejemplo de vida y de verdad para todos los que acepten retornar al momento del Plan anterior a que Adán cometiera el llamado pecado original; pecado a partir del cual todas las criaturas nacen con el código de la voluntad propia y del libre albedrío.
Para poder cambiar esa frecuencia, la determinación y el esfuerzo que son estimulados por la oración, permitirán ir desarmando los impulsos contrarios que trae la voluntad propia.
Vivir en la Voluntad Divina significa no querer nada para sí y todo para los otros. Vivir en la Voluntad Divina significa seguir paso a paso lo que se pide evitando así fallar muchas veces.
Pero sabemos que la humanidad de hoy no quiere seguir en obediencia y adhesión lo que los Universos superiores están emitiendo; eso lleva a aumentar la perdición espiritual de las consciencias, lleva a sumergirse en todos los engaños posibles, lleva a perder el camino que uno vino a recorrer.
Por eso Dios envía nuevamente a Su Mensajera para advertirles a todos y al mundo entero que aún está viviendo su voluntad propia y eso no detendrá el sufrimiento planetario, sino que lo aumenta gradualmente.
Los invito, hijos, a hacer el ejercicio de cortar la cadena de la propia voluntad, así ustedes tendrán fuerza interior para poder cristificar sus vidas y preparar la gloriosa venida de Cristo al mundo.
Sean inteligentes y no permitan que la voluntad propia los aparte para siempre del camino de su redención.
Los tiempos anuncian grandes cambios para todos.
¡Les agradezco por perder su propia voluntad y por nacer a la Voluntad Eterna de Dios!
Los impulsa a la purificación interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reina de los profetas
A lo largo de los tiempos Mi Hijo Me ha enviado al mundo para advertirlo y corregirlo del peligro inminente.
Fue así, que a través de los tiempos y como en este mismo momento, que Mi Consciencia Maternal escogió de entre todas las almas a los nuevos profetas, los que con determinación anunciarían las palabras y el mensaje de la Madre Celeste.
En todos los tiempos en donde la humanidad corría un gravísimo peligro, la Reina de los profetas despertó consciencias para que dieran ese servicio mayor, el que proviene directamente del Espíritu Santo, Espíritu Divino que promueve todas las revelaciones celestiales para este Universo.
La Reina de los profetas apareció así, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, para despertar en consciencias simples y desinteresadas el linaje de los profetas, que significa un servicio de entrega a la regencia de las Leyes superiores que conducen a la consciencia que es convocada para dicho fin.
La Reina de los profetas tiene la misión de demostrar, a través de los profetas, que Su mensaje es universal, divino y atemporal, que el mismo puede servir a todas las almas para su instrucción, transformación y cambio.
El mensaje de la Reina de los profetas de todos los tiempos siempre intenta guiar, prevenir, corregir y concientizar a la humanidad entera, a una nación o a un individuo.
Los profetas tienen la tarea de subordinarse a principios espirituales que no están bajo su propio control ni pueden ser manipulados por ninguna consciencia. El don del profeta se basa en su espíritu de humildad, en el trabajo interno con el desapego y, principalmente, en amar cada día más la misión que por elección de la Reina de los profetas vino a cumplir con esta humanidad.
Para el Universo Divino existen profetas temporales y profetas atemporales, es algo que conduce directamente la Santa Voluntad del Universo Espiritual a través de los Siete Dones del Espíritu Santo.
El profeta temporal es despertado para esa misión por la propia Divinidad, o sea, por el Padre Eterno a través del Hijo Primogénito y de la Madre de Dios, quienes tienen la máxima autoridad para brindar consciencia a un alma sobre este gran y desinteresado servicio.
Por eso el profeta temporal puede servir de instrumento durante un tiempo para que se cumpla un determinado propósito, un determinado fin espiritual que es guiado por la Madre del Mundo. Cuando ese propósito se alcanza en la superficie del planeta, el profeta temporal o el mensajero de la Jerarquía Celeste deja de recibir naturalmente las instrucciones o los mensajes del Cielo.
El profeta atemporal es aquella consciencia que originariamente vino a cumplir un propósito divino durante toda su vida, es algo que no puede tener manipulación ni control humano, porque es el propio Espíritu de la Consciencia Femenina que guía ese tipo de misión espiritual.
Los profetas atemporales no tienen marcado conscientemente el momento en que finalizará su tarea de servicio, solo el Padre Universal sabe de ese momento, que será cuando Su Voluntad lo determine.
Los profetas de la Reina del Cielo no surgen ni se despiertan personal ni colectivamente para esa misión, porque es la propia necesidad de asistencia que tiene la humanidad lo que lleva a la Jerarquía Celestial a escoger y convocar a cualquier consciencia para dicho fin.
La semilla de la humildad y de la aceptación del Propósito son las bases primordiales para el desarrollo de los profetas, porque su tarea en este campo no es de su propiedad, ni benéfica para sí. El linaje de los profetas está centrado en el cumplimiento de la Divina Voluntad, la que se presenta en cada nueva etapa.
La Reina de los profetas es la regente de esas consciencias; Sus impulsos hacen que los profetas de cada tiempo reciban el impulso de donarse abnegadamente cada día más y de poder aprender la obediencia.
Los profetas de la Reina del Cielo tienen la misión más difícil entre todos los linajes conocidos, como el de los gobernantes, de los celadores, de los guardianes y de los espejos, porque ellos deben presentar al mundo la palabra divina, es decir, que el mensaje que los profetas reciben siempre movilizará y revertirá el estado de todas las situaciones.
Por eso la instrucción recibida por los profetas en tiempos distintos ha llevado a la consciencia de la humanidad a realizar un cambio, a mudar de actitud antes de que fuera demasiado tarde.
El mensaje que recibieron distintos profetas contactados por la Madre Santísima en diferentes épocas, siempre movilizó de espacio a la Iglesia y a todas las consciencias que en muchos casos durante apariciones marianas consideraron falso el mensaje.
La humanidad no valora el mensaje que es enviado a través de los profetas, como tampoco el don del servicio fraterno que ha sido desarrollado por otras santas consciencias.
La consciencia humana siempre ha necesitado de intercesión divina y de intermediarios, como los profetas, para poder corregir la vida planetaria. El mensaje que reciben los profetas de la Reina del Cielo lleva a esas consciencias a cambiar de punto, a transformarse, porque el mismo mensaje divino que emana de la Jerarquía Celestial tiene un voltaje y un impulso de energía espiritual que desarma cualquier estructura, la modifica y la sublima cuando la consciencia está en una sincera apertura.
Los profetas del fin de los tiempos tienen la tarea de aproximar al mundo las corrientes poderosas que, por intercesión de los Mensajeros Divinos, vendrán para modificar el actual rumbo de la consciencia de la humanidad.
Por eso en los profetas, como en los demás linajes, las consciencias más despiertas al servicio abnegado por el Plan y por la humanidad serán receptáculos vivos de todos los impulsos espirituales que llegarán al planeta para transformarlo.
La Madre y Reina de los profetas en este tiempo realiza Su obra corredentora a través de diferentes profetas en el mundo, que fielmente muestran los frutos de la transformación de sus vidas y de sus caminos, como un servicio a la humanidad, en un acto de absoluta renuncia y adhesión a las Leyes superiores que ayudan al hombre de superficie.
La Reina de los profetas es la gestora espiritual de la redención del mundo y Ella anuncia Su mensaje a través de instrumentos, para recordarle al mundo que la consciencia humana puede y debe cumplir con la Voluntad Mayor en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sean valientes, Mis queridos hijos, en estos tiempos de Armagedón.
Mi Corazón es su emblema de batalla, es el escudo impenetrable que nadie puede derribar.
Por eso, con coraje y valentía, sean Mis ejércitos orantes victoriosos que responden al llamado de la Madre Celestial, sean portadores de la Gracia que todo alcanza y redime.
Queridos hijos, sean valientes todo el tiempo y no bajen los brazos, Yo estoy aquí para interceder por Mis hijos y para llevarlos al Divino Corazón del Redentor.
Queridos hijos, sigan Mis caminos, porque en ellos está escrita la historia de su liberación y perdón; en Mis caminos está escrita la historia de toda su conversión.
Triunfantes en la oración y misericordiosos en el amor sigan adelante, Mis queridos hijos, porque aún hay mucho que hacer por toda esta humanidad.
Hijos Míos, Yo soy su Comandante y Guía, soy la Madre triunfadora de Corazón y de Alma, de Espíritu y de Divinidad a través de todos Mis hijos soldados orantes.
Queridos hijos, es la hora de hacer triunfar el Plan de Dios, y la Obra se realizará con la colaboración de todos.
Sean Mis testigos, sean finalmente Mis amados hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de los Cielos y de todos los océanos, cada espacio de este planeta es regido por Mis Espejos, desde el interior de los océanos de luz.
En ellos dejo guardados los códigos de la paz, del amor y de la rehabilitación, los que irradian a todo el planeta.
En los grandes océanos del mundo, las almas orantes pueden encontrar los códigos celestiales de la redención y de la rehabilitación.
En cada océano se guarda una historia evolutiva y espiritual del Universo celestial, la que se irradia secretamente a los continentes.
En los grandes océanos se manifiestan corrientes espirituales de energía divina que ayudan a mantener el planeta bajo un cierto resguardo.
Cuando los orantes se unen a los océanos, estos espejan aquello que protegen y así se crea una comunicación interna entre el alma de cada ser y los océanos.
Dejo esta instrucción para todos porque los océanos guardan en sí principios ocultos de armonía, de belleza y de equilibrio para la humanidad.
Los océanos existen para contener el plano emocional de la humanidad. Ellos ayudan en la cura interior de las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora por los grandes océanos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Amados:
Hoy Mi Rosario se extiende al mundo entero y, del Centro Interior de Fátima, donde la pureza habita, hago recorrer cada cuenta de Mi Santísimo Rosario por los abismos del planeta, por las naciones en conflicto, por los hogares sin paz y en los corazones de todos los que se unen a Mí en oración.
Mis amados, vengo como Nuestra Señora del Santo Rosario para que la humanidad recobre la pureza que perdió de su corazón por medio de la simple oración del Santo Rosario.
Vengo como Su Santa Madre de Fátima para decirles que en el ejercicio de la oración es que el corazón se fortalece y se prepara para ahondar en los misterios celestiales. Cuando oran de corazón y abandonan las preocupaciones de este mundo para dedicarse solamente a orar, con todo su ser, sus corazones se vuelven espejos de luz que captan de Mi Universo de Amor la paz que deseo irradiar al mundo y que ustedes la reflejen como atributo espiritual para todo el planeta.
Muchos de Mis Hijos se olvidaron de la vida de oración y, aun cuando no encuentren la paz y reconozcan la degradación en la cual se encuentra este mundo, prefieren unirse orgullosamente al caos que, con humildad, rendirse a la vida de oración.
Hijos, aquellos que oran descubren la verdad, porque se unen a la propia Verdad, que es la Consciencia de Dios Altísimo, y así disipan de sus ojos la ilusión que los cegaba.
No hay misterio que no pueda ser revelado al corazón que ora con sinceridad, porque ese corazón conoce la ilimitación de Dios y no encierra, en la pequeña comprensión humana, las expresiones del Creador y la grandeza de Su Creación. Por eso, hijos, deseo que oren cada vez más profundamente, para que sus corazones estén preparados para encontrar la realidad que hasta hoy permaneció invisible para la mayoría de los seres humanos.
Quiero que se fortalezcan no solo para enfrentar el caos con valentía y en unión al Propósito Divino; también quiero que se fortalezcan para hondar en una realidad que trasciende toda la vida material y que no se asemeja en nada a la que conocen hoy.
Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de Fátima y para que en ellos lean la verdadera historia de la humanidad.
Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de sus corazones y vean reflejada en ellos la verdad sobre sus espíritus, porque así como el caos se revela al mundo y las atrocidades ya no se esconden, no son más un secreto, de la misma forma, hijos, la verdadera historia de la humanidad también será revelada y no serán unos pocos que la reconocerán. Todo ser viviente y todo aquel que murió en la ignorancia verá ante sí la historia reflejada en los espejos y será el momento de definir la propia evolución, de abrazar el Propósito Divino o retroceder y permanecer en la ilusión absoluta que los envolvía.
Hijos Míos, la oración es más que un instrumento de paz y de redención: la oración es una puerta hacia el Universo de Dios, es el puente que los separa de la ceguera humana y los conduce al horizonte de la verdad. Por eso hoy, hijos, como Reina del Santo Rosario, les pido que oren Conmigo para que Yo pueda despertar en este día, a la vida superior, a cuantos oren y busquen la paz.
Oren para que sus hermanos se acuerden de Mi Inmaculado Corazón y para que, con un simple pensamiento enviado para Mí, Yo pueda hacer el milagro de despertarlos al amor.
Oren, hijos, por la paz entre los hombres y los Reinos de la Naturaleza.
Oren para que se establezca Mi Reino y para que puedan ser dignos de ver emerger ese Reino en la superficie de la Tierra.
Los bendigo hoy y siempre,
Su Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santo Rosario de Fátima
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más