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Así como el hombre fue creado de un Principio Esencial de Dios, también fueron creados los planetas. Con diferentes misiones para expresar y con diferentes niveles de vida y de participación en la transformación y en la evolución de la Creación Divina, los planetas también son parte de la Consciencia de Dios, frutos de Su Soplo y de Su Verbo, portadores de Su Presencia espiritual.
La Creación, hijos, comprendida desde un punto de vista evolutivo, está formada por diferentes partes de la Consciencia Divina que, multiplicada, se recrea y se renueva a sí misma a través de los aprendizajes y de las experiencias vividas por los seres.
El sentimiento de individualidad y de independencia que algunos seres sienten es fruto de no tener consciencia de su verdadera esencia. El Creador les concedió a Sus criaturas la posibilidad de aprender a través del libre albedrío y, a lo largo de su evolución, solo las observa y las acompaña según sus elecciones, según el permiso que le ofrecen a Dios para que Él actúe en sus vidas y las guíe. A pesar de estar presente en la esencia vital de Sus hijos, el Creador permanece silencioso en su interior.
Pensar en la Ciencia de la Creación es como pensar en la composición humana: todo lo que son, desde el espíritu hasta sus células, son partes vivas de un único ser. Pero si la consciencia no entra en diálogo con sus diferentes núcleos, cada uno de ellos actúa de forma independiente y, a veces, hasta sus células crean dentro del cuerpo una vida propia, manifestando enfermedades muchas veces incurables. Esas células no dejan de ser parte del cuerpo por ser cancerosas, por estar enfermas, pero actúan como si no lo fueran, como si pudieran vivir en desarmonía con el todo, que es la consciencia del ser.
De la misma forma, hijos, sucede en mayores proporciones con la Creación Divina. Ustedes no dejan de ser parte de Dios por creer que tienen vida propia y por no ser conscientes del Cuerpo Místico del cual forman parte.
De la misma forma, los planetas son como órganos de Dios, las galaxias y los universos son Sus sistemas y ustedes son esas partículas, casi invisibles en el todo, que podrían llamarse átomos y que, a pesar de ser tan pequeñas, guardan en sí misterios infinitos.
Un átomo de sus cuerpos puede cambiar sus vidas completamente. De la misma forma, ustedes pueden transformar la Creación.
Ser conscientes de la unidad es aproximarse a Dios y colaborar para que Su Cuerpo Celestial esté en armonía. Sembrar la paz en una nación es sembrar la cura de un sistema de vida que depende de cada ser para evolucionar y retornar a la unidad con el Padre Celestial.
Les digo todas estas cosas, de esta forma, para que comprendan el diseño de la Creación, para que se comprendan a sí mismos dentro de ella y a ella dentro de cada uno de ustedes.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
La cura y el perdón del pasado – Parte I
En el principio, cuando Dios creó a Sus criaturas, Él pensó en dejar en ellas algo que, siendo valioso para el Universo Espiritual, deberían aprender a encontrarlo dentro de sí.
Ese don y, al mismo tiempo, ese potencial que Dios depositó en Sus hijos, impulsaría el gran cambio a través de los tiempos y generaría la renovación de la Creación, a nivel espiritual, mental y material.
Así, Sus criaturas fueron evolucionando y viviendo experiencias universales e internas, pero, después de la gran caída del adversario, comenzaron a manifestarse los errores y las fallas.
Todos esos acontecimientos, sucedidos una vez en el Universo Material, fueron el resultado de la falta de obediencia a la Voluntad Divina; esto hizo manifestar la escuela de la dualidad.
A partir de allí, muchas humanidades atravesaron diferentes aprendizajes y pruebas que, en la mayoría de los casos, las llevaron a la decadencia interior y espiritual.
Pero todo eso acontecía porque las criaturas, creadas a imagen y semejanza del Altísimo, se estaban olvidando de ir hacia dentro de sí para encontrar el amor que es la matriz que todo lo cura y lo perdona.
Cada ser de este planeta carga con una historia espiritual aún desconocida para él, pero que su espíritu guarda con total consciencia, más allá de que el mundo consciente del ser no sepa nada.
En el Universo está registrada esa historia cósmica que deberá ser curada por medio de la escuela del amor y del perdón que ofrece este planeta.
Este es el tiempo de los grandes y de los verdaderos milagros que permitirán que las almas se liberen de la cadena de los errores y que, viviendo el camino de la redención, todas las consciencias sean rehabilitadas.
Será de esa forma, tan simple, que la historia del pasado será curada por la Fuente del Amor de Dios.
Llegó el tiempo y el momento de que el Universo pueda respirar y liberarse de cientos de historias y hechos que llevaron a las criaturas de Dios hacia el camino del sufrimiento.
Es así que la Jerarquía Espiritual viene para tender su mano y para sostener a aquellas consciencias que acepten, con total confianza y amor, perdonar y curar el pasado espiritual que una vez vivieron y experimentaron en otras estrellas.
Los Espejos se preparan para poner en evidencia la historia guardada en muchas humanidades, a fin de atraer la reconciliación interior y el alivio tan necesario luego de eras de acontecimientos que llevaron a las consciencias a separarse del Amor y de la Verdad.
Por esa razón, hijos, llegará el tiempo del fin de un fin, el comienzo de una nueva etapa en la vida superior y espiritual de las almas.
El Universo Espiritual se abrirá como una fuente reparadora y curadora para poder llegar hacia aquellas regiones del Universo Material y disolver de la memoria universal todos los errores, para que todas las consciencias ya no sientan el peso de cargar con un pasado imborrable.
Que, al contrario, las consciencias puedan volver a creer en los prodigios del amor, para que las vidas de las almas sean otras.
El Amor de Dios será ese bálsamo vital para la reconstrucción espiritual del Universo y para el surgimiento de una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Luz de la Aurora Interior despunte en los mundos internos de los seres de este planeta, para que en este tiempo las consciencias reconozcan el poder de la Cura y del Amor.
Que todos reverencien la Luz de la Aurora Interior porque, por más que estén ante un misterio todavía no develado, podrán sentir la Ciencia de Aurora trabajar en los núcleos profundos de los seres.
Que todos puedan ser sucesores de la Cura Interior de Aurora, para que la humanidad y el planeta reciban el alivio que tanto necesitan.
Que ante la Cura Interior de la Luz de Aurora los corazones participen del tiempo de su redención, capaz de manifestarse y de realizarse en el corazón que simplemente se abre para recibirla.
Que la Luz de la Aurora Interior al fin los coloque a todos en el próximo ciclo, en el que deberá existir curadores de la palabra y del corazón, eficaces instrumentos de la Jerarquía en este tiempo planetario, en el que todo lo que está escrito se cumple en la humanidad.
Cada vez que estén delante de la Luz de la Aurora Interior, agradezcan, porque de nuevo estarán ante una Fuente de Amor de gran misterio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Olam, la Sagrada Eternidad de Dios
Queridos hijos:
Uno de los Aspectos de Dios, Olam, lleva a la consciencia de la humanidad terrestre hacia la elevación del espíritu y de los sentidos.
Olam representa en este Universo la posibilidad de que cada criatura, creada a Su imagen y semejanza, descubra dentro de su universo interior el aspecto de la inmortalidad, es decir, lo que es eterno, lo que nada lo disuelve.
Olam trae la vida eterna, el eterno servicio a la Creación y la consagración a la Vida suprema de la existencia divina.
Dentro del Universo, el aspecto espiritual de Olam ayuda en el camino correcto de la evolución, ayuda a que cada ser humano se mantenga dentro del sendero del despertar y de la evolución de la consciencia.
Por eso, Olam representa en este tiempo, el tiempo de la corrección de las esencias del Universo y de volver a encaminarlas hacia el umbral de la Vida eterna, lugar en donde el espíritu de cada criatura guardará para siempre el recuerdo del Amor de Dios y de Su divina Ciencia espiritual de la Alquimia divina, que concibe en las esencias los nuevos patrones de la eternidad y de la ascensión.
Olam trae en este tiempo la readecuación de las consciencias de la Tierra al ciclo del final de los tiempos. Este Aspecto sagrado de Dios favorece la filiación íntima de cada alma y de cada espíritu con el Padre Celestial.
Olam significa ese fuego que, siendo eterno, sublime y divino, purifica a la consciencia humana y la eleva de plano hacia un nivel espiritual y único.
Olam es la esencia de nuestra resurrección interior a la luz del Universo Espiritual y Mental.
Olam es el camino para encontrar la Morada de los Elíseos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Llegará el día en que los misterios de la Tierra se revelarán, y no será primero a los ávidos buscadores de esa verdad. Será a los simples, a los humildes y a los que nada buscaban para sí, que se abrirán las puertas del Infinito, del macrocosmos universal y del microcosmos del propio interior.
Aquello que hoy está oculto, hasta para las más avanzadas ciencias y tecnologías, se revelará como una comprensión, una experiencia y una sabiduría que no se explica ni se mide con las matemáticas de la Tierra.
Los simples comprenderán en silencio y con ese mismo silencio lo transmitirán, porque serán los únicos que permanecerán impasibles cuando la Verdad emerja en la superficie del planeta. Solo ellos se podrán aproximar a la Vida Superior visible a los ojos humanos, porque la conocen y no le temen.
Vengo para formar corazones simples, que derribarán los muros de su arrogancia con mucho esfuerzo y despertarán la humildad, al reconocer que la arrogancia humana destruyó la Tierra y no hizo triunfar el Plan de Dios; al reconocer que es siendo nada que se tornan aptos para recibir todo y estar en el Todo, que es Dios.
En el principio del Proyecto Humano, el Creador ya conocía la imprevisibilidad y las dificultades de Sus hijos que encarnarían en la humanidad. Por ese motivo, a lo largo de toda la existencia humana , Dios envió hacia el interior de la Tierra, a espacios sagrados, invisibles a los ojos humanos, Consciencias bienaventuradas, que no son ángeles, sino seres en evolución que, venidos de la Eternidad, han permanecido en la Tierra, invisibles, sirviendo a la humanidad, con el simple hecho de vivir, en las profundidades del planeta, Principios evolutivos que despiertan el Amor en la consciencia planetaria y, en consecuencia, en los corazones humanos que se abren para sentirlo.
A pesar de estar en la Tierra desde el principio, pocos pudieron verlos y casi nadie comprendió verdaderamente el sentido de su misión en el planeta, cómo llevan adelante sus vidas y hasta cuándo permanecerán en la Tierra.
Esos espacios son sagrados, porque fueron pensados y creados por Dios y Sus Arcángeles, y allí se vive conforme dicta Su Pensamiento. Ellos permanecen en silencio y sirven casi siempre en el anonimato, porque su base es la Humildad que proviene del Corazón de Dios.
Pero en estos tiempos finales, cuando todo estará permitido y todo se revelará, su presencia también se revelará; primero a los simples y a los humildes, que correspondan a las Leyes que rigen esos espacios. Después, hijos, ante los ojos humanos, estén ellos ciegos o ignorantes, emergerá la Luz que los despertará.
Tal vez para algunos ya sea tarde para arrepentirse de su ignorancia, pero, delante del profundo Amor que emergerá de esa Obra oculta de Dios, todos recibirán una oportunidad.
Ese secreto vendrá con el Hijo del Hombre y, antes de que todo acontezca, solo los puros lo conocerán. Por eso les digo que para estar en esa fortaleza y formar parte de ese misterio que los sustentará, silenciosamente, durante la purificación de la Tierra; primero purifiquen sus corazones, su arrogancia y soberbia, líbrense de las vanidades de este mundo y caminen incansablemente hacia ese destino. Porque si hoy escuchan la Voz de Dios que les habla, es porque fueron elegidos para este fin. Le cabe a cada ser vivir, o no, bajo la Voluntad de Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En el principio de todo, el Creador aspiraba a que todos Sus hijos conocieran la verdad y comprendieran la esencia de Su Amor, razón por la cual Él se había multiplicado.
El único motivo de la existencia de todas las cosas es el Amor de Dios, que en cierto momento fue tan grande que no cupo en Él mismo y que lo hizo multiplicarse en Tres sin dejar de ser Único. Y, aún sin dejar de ser Único, se multiplicó en muchos más.
El misterio del Amor es que él se multiplica y se dona, sin dejar de pertenecer a la misma Fuente. Aquel que ama participa de la multiplicación de Dios y de la esencia de la Creación; aquel que ama verdaderamente, ama con el Amor del Padre y lo dona a todos, tornando esa presencia de Dios infinita, y al mismo tiempo única.
Llegará el tiempo en que las palabras darán lugar a la sabiduría del corazón, porque el Verbo Divino es vibración y no conjuntos de letras que forman ideas, conceptos y que intentan contener en sí mismas algo que es inexplicable e comprensible al mismo tiempo.
En el principio de la escuela humana, los seres de la Tierra atraían, de experiencias anteriores, el Rayo de la Ciencia de Dios, porque en aquel momento necesitaban del Conocimiento divino para evolucionar como raza y como consciencia. Sin embargo, la humanidad limitó la Ciencia divina con los muros concretos de su mente, y mucho de lo que el Creador intentó revelarles quedó aprisionado en la imposibilidad humana de recibir los impulsos de Dios.
Fue entonces que el conocimiento se estancó en la limitación de la mente humana, y aquello que era infinito y sublime se limitó tanto como el hombre que estaba preso en su materia y distante de su espíritu.
De esa forma hijos, la verdad nunca les fue revelada, porque, a pesar de creer que tenían sabiduría, siempre intentaron colocar en la comprensión humana un conocimiento y una verdad que trascienden infinitamente esa comprensión.
Aquellos que pudieron contemplar o vislumbrar un poco esa verdad se mantuvieron en silencio, porque sabían que ella no cabía dentro de los conceptos humanos; como les dije: el Verbo Divino es vibración y no palabras.
Es por esa razón que la historia del Universo, del Cosmos, de la Creación, se escribe en los Espejos y no en las hojas de papel.
Para comprender la verdad que les traigo, deben ingresar en el universo interior y leer en el espejo del corazón lo que Yo les transmito.
Muchos creían que el hecho de que Yo Me acercara al planeta significaba un retroceso en la vida evolutiva, y en verdad hijos, la arrogancia e ignorancia humanas no les permitieron comprender que Yo venía a ponerlos en el camino correcto de la evolución; vine para activar los espejos de sus corazones y enseñarles, más que a pensar, a sentir y a vivir la enseñanza.
Es a través de Mi presencia que pueden llegar a la esencia del corazón y allí comprender, sin explicar, los misterios divinos.
Ahora que la oración ya les abrió la puerta del corazón y de la consciencia, llegó la hora de comprender esos misterios que tanto les anuncié. Solo les pido que no cometan los mismos errores del pasado, intentando comprender y explicar científicamente lo que Yo les diré. Esta era es la era del Amor y no más de la ciencia, porque la ciencia los trajo hasta aquí para que ahora ingresen en otros grados de evolución y puedan manifestar la Voluntad divina.
Si continúan intentando guiarse por impulsos y enseñanzas del pasado, perderán la oportunidad de vivir lo nuevo y de ser transformados por las corrientes que este ciclo actual les trae del Universo.
Escuchen lo que les digo, hijos Míos, encendiendo el espejo del corazón y no la mente. En el espejo del corazón hay silencio y sabiduría, y es así que deberán recibir las nuevas llaves de estos tiempos.
El Creador desea acercarlos a la verdad sobre su origen, no solo para que tengan conocimiento, sino para que esa información los aproxime a la Vida divina y encuentren el camino para regresar.
Que la Verdad y la amplitud del Cosmos les revelen la verdad y la amplitud sobre sí mismos; ya es hora de que reconozcan la semejanza con Dios, que es espiritual y esencial, para que puedan soportar los tiempos que vendrán sustentados por la verdad, y manifiesten en la Tierra el Plan del Creador.
Yo los amo y les agradezco por escucharme con el espejo del corazón,
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Hijos:
No toda la humanidad comprende la ciencia universal de los ciclos evolutivos. No todos creen que esos ciclos verdaderamente existen y, menos aún, que impulsan a la consciencia hacia un determinado aprendizaje.
Toda la Creación responde a Leyes universales, que son principios que organizan la vida basándose en energías y rayos divinos. Esas Leyes son captadas e irradiadas por los Espejos del Cosmos y son recibidas por el espejo del propio interior, para que sean entonces vividas y practicadas en todos los niveles de consciencia.
Un ciclo evolutivo es el momento en que el Creador envía, hacia Su Creación, determinados rayos divinos, que organizan nuevas leyes e impulsos y que, irradiados por los Espejos, deben llegar a cada criatura para que los exprese.
Esos impulsos del Divino, en cada nuevo ciclo evolutivo, intentan llevar a Sus criaturas a una nueva aproximación más profunda a Su Consciencia, mediante el amor y la transformación. No vivir los ciclos y no abrirse a sus impulsos es como cerrar las puertas de la consciencia a la evolución, a la aproximación a Dios y al retorno al origen.
El 8 de agosto de cada año representa la síntesis de todos los impulsos dados por Dios hasta entonces, cuando el Creador reúne los principios que aspira a que la humanidad alcance y los envía al mundo como rayos de luz, para que lleguen a Sus criaturas.
Aunque esos impulsos se renueven en cada nuevo ciclo menor que vivirán en el transcurso del año, la respuesta que dan al Padre el día 8 de agosto es primordial para la evolución y para la asimilación de los ciclos siguientes.
Para enviar esa respuesta a Dios, hijos, no necesitan hacer nada extraordinario: solo abrirse de corazón y disponerse en consciencia para que el Creador pueda actuar en sus seres. Deben estar disponibles espiritualmente para que esa unión con Dios sea la prioridad de sus vidas, y el amor a Su Plan los guíe en el develar de la verdad sobre la creación humana.
Fue un 8 de agosto que el Señor envió a Su Santa Sierva al mundo, porque Ella representa a todos los Rayos divinos, todos los Espejos, todas las Gracias. María representa para la humanidad el camino para la manifestación del Plan Divino.
Para que se geste en su interior el Cristo Vivo, como María lo gestó en Su vientre, ustedes deben seguirla y aprender con Ella sobre Su Pureza y Su Amor, sobre Su capacidad de amar y de obedecer a Dios por sobre todas las cosas.
Que este nuevo 8 de agosto los encuentre despiertos y dispuestos a renacer. Vivan los nuevos ciclos con plenitud y no dejen que los impulsos pasen sin transformarlos por completo.
Su padre e instructor,
San José Castísimo
Hijos:
La paciencia en la transformación y en la purificación es primordial. Recuerden que están ante una condición humana degradada desde hace siglos y ante códigos que emergen de la consciencia para que sean transformados y que, incluso, trascienden la vida en la Tierra, pues tienen sus raíces en el universo.
Recuerden siempre que Aquel que vino al mundo para darles un ejemplo era el Hijo de Dios Vivo y tuvo que padecer los males de la Tierra y transmutar los atavismos de la humanidad para abrirles el camino. La trascendencia de la materia humana de Jesús comenzó desde Su gestación hasta Su último suspiro en la Cruz. Si el Dios Vivo trabajó en cada instante de Su vida para poder culminar con Su aprendizaje de amor, no esperen que con ustedes sea diferente. ¿Cómo quieren santificar sus cuerpos y sus almas si recién ahora están comenzando a comprender este camino?
El Hijo de Dios era consciente de la vida universal y de sus misterios; era conocedor de todas las ciencias cósmicas, porque era uno con Aquel que las creó; y, aún así, para liberar el miedo de Su última Célula y vivir el pleno amor con todos los niveles de Su Consciencia, tuvo que llegar a la Cruz y perdonar todo lo que hasta allí había vivido.
Hijos, mucho aún les falta para llegar a la perfección. No tengan prisa, tengan paciencia. Sin embargo, sean constantes y persistentes y no se acomoden al hecho de que la transformación les durará la vida entera.
Sí, la transformación absoluta les ocupará toda la vida, pero cada día deben alcanzar un nuevo escalón, para que al final de esta vida sean dignos de llegar a otros mundos y dimensiones celestiales que los aproximan a Dios.
La transformación durará toda la vida, porque la evolución es eterna y no porque estarán siempre en el mismo lugar. Cada día deben darse un nuevo paso y una nueva comprensión, basados en el esfuerzo permanente. No se preocupen si dan pasos largos o cortos, porque cada día y cada ciclo los llevarán a un escalón diferente.
Lo que en verdad importa es que no se detengan y que sean constantes.
Ábranse todos los días para que el Amor de Dios los transforme y retiren un poco de sí de la propia consciencia para ceder espacio al Amor y a la Presencia divina.
Cada día, retiren un objeto de su morada interior para dar lugar al Morador Celestial, que un día llegará. En algún momento, tendrán la casa vacía y limpia para recibirlo.
Su padre y amigo de siempre,
San José Castísimo
La Liturgia de la Vida
En el universo, hijos, la vida por sí misma es una liturgia permanente.
La hora de reposar los cuerpos es la hora de meditar en el Propósito divino, de reconfirmar al propio espíritu en su adhesión a los Planes de Dios y al camino evolutivo que Él propone a Sus criaturas.
La hora de despertar es la hora de ofrecer al Padre cada acción, cada movimiento, pensamiento, sentimiento, cada vibración emitida, para que todo sea por la manifestación de Su Voluntad.
Cada trabajo que se realiza, cada contacto que hacen los unos con los otros, todo es para que se establezca la paz y por la evolución de todas las criaturas, nunca solo por la propia evolución.
En el universo, no existe el individualismo: la consciencia de la unidad y de la fraternidad es viva.
Los seres saben, desde el principio de su evolución, que para crecer y llegar al Origen de Todo, deben vivir la unidad con todos. Saben que para llegar al Creador de todas las cosas, es necesario estar unido a todo lo que Él representa y, reconociendo que Su Esencia divina se multiplicó en toda la Vida, los seres conscientes viven la unidad con todos.
En la vida universal, antes de actuar, los seres ofrecen al Padre sus acciones y preguntan a sus esencias, que representan la unidad con Dios, cuál es el mejor paso para dar. La confianza en el Creador está por encima de todas las cosas. La certeza de que Él habita en el propio interior y ahí interactúa con Sus criaturas es lo que fortalece constantemente a Sus hijos, para que no salgan de Su Camino ni de Su Guía.
Les digo eso, hijos, porque la Tierra debe ingresar en el tiempo del Universo y eso comienza con la transformación de cada consciencia. Ustedes deben aproximar sus vidas a los patrones de vida universales y, para eso, es hora de reconocer y de recordar los principios de esa vida.
Hagan, de cada día, una liturgia viva: que todas las horas sean momentos de encontrar a Dios; que todas sus acciones sean motivo para buscarlo, y que las liturgias y momentos de oración, que ya conocen, sean el alimento que nutre las almas y las fortalece; sean oportunidades de interceder por aquellos que están dormidos y por los que no conocen la paz; oportunidades de clamar por los Reinos de la Naturaleza y de aproximarse más conscientemente a la Verdad.
Es hora de despertar para la liturgia de la vida.
Si ustedes viven lo que les digo, en poco tiempo, comprenderán por qué les enseñé estas cosas.
La liturgia de la vida es la puerta al cosmos.
Los amo y los bendigo siempre.
Aquel que vive en la oración permanente a Dios,
San José Castísimo
Queridos corazones Míos:
A lo largo de este tiempo Yo he derramado Mis Gracias sobre ustedes y así, silenciosamente, Mi Espíritu ha trabajado con sus seres al igual que un agricultor que siembra la tierra.
Queridos compañeros, en esta hora de Misericordia, Yo les pido una sólida fe, para que ella derrote a los atavismos que separan a las almas del mundo de Dios.
Mi Corazón les agradece por este encuentro de hoy, porque la Maratón de la Divina Misericordia se gestó en sus pequeñas consciencias y los frutos ya están maduros en algunos de los Míos. A los que aún les falta madurar, los guardo en el Templo de Mi Corazón esperando un mayor despertar espiritual.
Mi manantial de salvación no solo se derramó victorioso sobre América durante estos dos días, sino que también Europa y Oriente recibieron esta Gracia redentora.
Los invito a comprender, en Mi Sabiduría, el poder de Mi Amor por ustedes. No descansaré ni un día hasta alcanzar lo que quiero de ustedes. Por eso, hoy Yo los pruebo en cosas imposibles para que decidan en esta última hora dónde quieren estar.
Mi Corazón está dentro de ustedes todo el tiempo que Me lo permiten. También está en la Eucaristía, así como en la Confesión. No teman verse tal cual son, porque el tiempo de Mi Gracia ha llegado para aquellos que solo Me digan sí.
¿Qué camino recorrerán si no el Mío?
Yo Me encuentro, día a día, al lado de ustedes para decirles verdaderamente qué es lo que quiero de sus vidas. A muchos santos Yo les pedí cosas imposibles, ahora Yo les pido a Mis compañeros desafíos y entregas inalcanzables.
En todo esto está Mi ciencia cósmica, Mi Luz Celestial; Yo sé cómo son ustedes en realidad y cuánto Me podrán dar. Por eso, vengo todos los días desde el universo para entregarles Mi absoluta confianza y Mi santidad.
Los Nuevos Cristos deberán aparecer en los tiempos de caos.
Agradezco a todos los orantes del mundo y espero que esta Maratón de la Divina Misericordia peregrine por las naciones del mundo, para que más almas se preparen conscientemente para recibirme en Mi segunda y gloriosa Venida.
Estoy con ustedes. Estoy aquí por ustedes. Estoy en sus corazones.
Paz y bien para todos.
Bajo la Gloria del Padre, gracias por hoy ser bienaventurados.
Cristo Jesús, el Rey Universal
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más