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AURORA, el nuevo amanecer…
Que los tibios de corazón se aparten, porque Aurora vuelve a amanecer en el interior de los que creyeron en ella desde el principio.
Que los injustos que no supieron reconocer a Aurora se rediman, porque llegará la hora en que la Aurora Azul brillará en el firmamento de este mundo.
Aurora es el rayo que separa el bien del mal.
Aurora es el escudo que repele los embates de las tinieblas, pero su fuego puede calcinar todo lo que toca.
Rendirse a Aurora es una meta. Unirse a Aurora es un propósito.
Por eso Aurora emana su Fuente curadora de luz para revertir todos los males internos. Dichosos serán los que se dejen moldear por su fuego, porque Aurora hará de cada alma un precioso triunfo para Dios.
Mientras puedan, déjense vencer por la corriente poderosa de Aurora y sus lazos con el mundo se romperán, sus cadenas más resistentes serán liberadas y recibirán el soplo del fuego divino de Aurora.
No quieran comprender de dónde proviene su poder. Únanse a la llama flameante de Aurora y forjarán en ustedes un verdadero e inquebrantable soldado de la luz.
Abran camino, reclinen sus cabezas y reverencien al Reino de Aurora, porque su espíritu maternal y femenino vencerá todas las agudas batallas de estos tiempos.
No ostente, ningún hombre sobre la superficie de la Tierra, vencer a Aurora, porque será empujado por su incomprensible magnetismo de luz; como algunos que antes estaban aquí y fueron expulsados muy lejos de Aurora por arrogancia o poder.
Sépanlo bien, Aurora es el Poder del Padre manifestado.
Aurora es la Voluntad concreta que transmuta todas las formas. De nada servirá oponerse a ella, porque perderán esencia y energía.
Aurora tiene el don de resucitar a los muertos en vida.
Aurora tiene la virtud de despertar a los que están más apartados del Amor de Dios y de la Verdad.
Pero Aurora no retiene a los duros de corazón y a los codiciosos de mente, ya que Aurora no se comunica con ningún poder de uso humano.
Aurora está lejos de lo material ya que sus Leyes son inmateriales y están íntegras en su esencia interior.
Aurora no protege a los falsos ni estimula el honor de los fríos de corazón.
Su fuego es poder. Su llama es redención.
Aurora es una Consciencia desconocida, pero quien la ama la conocerá y la comprenderá.
Aurora es el refugio de los humildes y es la morada de los espíritus heridos.
Aurora es la estrella que renueva la consciencia, pero también es el estandarte de los descalzos siervos de Dios.
Aurora es la Esencia Divina en la manifestación de Dios. Es la sagrada corriente curadora que todo impregna y renueva.
Aurora puede ser parte de un ser, y un ser puede ser parte de Aurora; y así se establece la comunión interna con la Hermandad.
Aurora hoy amanece y muestra su gran Espejo, el que le refleja a las almas el mensaje de la redención y del amor.
Aurora despierta de su sueño profundo y, ahora, con toda su infinita Consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Oren cuando la noche parezca caer sobre el cielo de la Tierra.
Oren cuando las dificultades sean grandes y los desafíos parezcan imposibles, porque así, hijos Míos, la Gracia de Dios siempre vendrá en su auxilio.
Oren para que el mundo reciba la cura que tanto necesita, y que ni las guerras ni el caos hagan debilitar la fe de sus corazones.
Oren cuando la oscuridad se aproxime, cuando la soledad parezca infinita y el vacío se apropie de su mundo interior, y perseveren.
De la perseverancia de sus corazones nacerán los méritos para una nueva vida.
De la cura de sus almas nacerán los méritos para la cura del planeta.
Del sol encendido en sus corazones, a pesar de las dificultades, nacerán los méritos para que Aurora vuelva a amanecer en el cielo de la Tierra y en el interior de los seres.
De la fortaleza de sus corazones nacerán los méritos para que los débiles de espíritu puedan volver a erguirse.
En lo invisible de sus corazones construyo el triunfo universal de Dios.
En el silencio de sus vidas les enseño a imitar Mis Pasos y a transformar la Tierra, en el anonimato de una victoria celestial.
Para que el mundo conozca la Gracia de la vida superior, perseveren y tengan fe en lo invisible.
Lo que hoy es un misterio, un día les será palpable. Pero, antes que tocarlo, deben creer, sentir y vivir bajo la Gracia de aquello que no se ve.
Tengan fe y fortalezcan la fe en sus corazones.
La confianza los liberará de las dudas y sabrán reconocer en el propio interior los portales de la nueva vida, porque ya serán parte de ella.
Construyan ahora, dentro de ustedes, lo que los tornará guías de la nueva humanidad, pues, sabiendo superarse a sí mismos y a las dificultades de estos tiempos es que podrán guiar a otros.
Es confiando en lo que hoy les es invisible que podrán guiar a los seres hacia el camino de su redención, aun cuando no hubiera luz sobre el mundo; porque ustedes, hijos, no dependerán de la luz de la Tierra, sino de la luz que ilumina el propio interior.
Oren delante de la duda, oren delante del error, oren delante de las tentaciones, oren delante de la indiferencia, oren cuando se sientan separados y distantes unos de los otros y, más que esto, oren, oren mucho cuando se sientan distantes de Dios.
Hoy Yo les digo, hijos Míos, que un gran misterio se aproxima a sus vidas.
El planeta está ante el parto del nuevo hombre, que será doloroso, pero también está ante una luz que desconocen a pesar de que ella estuvo aquí desde el principio.
Oren para reconocer la verdad, oren para que la verdad pueda estar delante de sus ojos y, aunque ella sea invisible, que la puedan ver.
Los rayos de la Aurora que nacen en el interior de la Tierra ya iluminan una parte del planeta y aquellos que se abran a sus rayos y a su luz jamás estarán en la oscuridad de este mundo.
Oren, hijos Míos, y sientan que Yo Soy parte de esta Nueva Aurora que, así como nace en la Tierra también nace en el Cielo, en lo profundo del Infinito e ilumina todos los espacios, renovándolos con el bálsamo de la Luz de Dios.
Oren para saber confiar, oren para despertar la fe y no se dejen engañar u oscurecer, no se dejen enfriar por esta noche que viven en la Tierra.
Que los rayos de la Nueva Aurora enciendan sus corazones y les revelen un nuevo camino en donde el Cielo y la Tierra se unen, en donde aquella luz, que se encendió en lo profundo de la Tierra, encuentra parte de sí misma en el Infinito. Y en este misterio el Creador les revela que la misma Aurora nace en el Cielo y en la Tierra, y allí está Mi Inmaculado Corazón.
Oren para que más que comprender lo que les digo, puedan vivirlo.
Yo los bendigo, hoy y siempre.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Aurora, como Centro de Amor, abre las puertas a la cura interior, por otra parte, las almas más oprimidas reciben la oportunidad de la redención y del perdón.
Por eso Aurora, como Centro Sagrado, les ofrece a los corazones la Gracia de liberarlos de las prisiones y de las cadenas del mal.
Aurora se abre como un gran Espejo de Luz y le muestra a la humanidad su potente Principio de Cura planetaria.
En este sentido, un alma presente en Aurora es un alma que acelera los pasos de su purificación y Aurora, como Reino de Amor Superior, acompaña que esa cura profunda pueda concretarse y tornarse consciente para el ser.
Aurora es ese Espejo curador capaz de disolver las deudas que el alma haya adquirido.
Para eso, Aurora, como misión, lleva adelante la tarea de la redención de las almas por medio de su Rayo de Liberación y de su Rayo de Amor. Eso permite que los corazones que contactan Aurora se sientan renovados y, así, todo comienza a regenerarse desde el principio.
La consciencia humana que se une a Aurora vive un antes y un después, para alcanzar, al fin, su libertad interior de las cadenas contrarias a la vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ten ánimo para seguir adelante, porque el Padre te dará nuevos y verdaderos compañeros para que juntos prosigan transitando por el camino de la fe.
Deja atrás todo el pasado y afírmate en el presente, porque así te liberarás de los que antes estaban en tus caminos, pero que no aceptaban cambiar.
Llegó la hora de dar el salto hacia el vacío de sí para que, en esta hora, todo se pueda realizar.
Por eso, ten fe y sigue adelante, sigue caminando, sigue buscando encontrar a Dios en tu interior, porque el resto el propio Universo lo arreglará.
Ya no sientas miedo, el Padre es Fuente de Misericordia y de Compasión y Él hará nuevas todas las cosas.
Anúnciale al mundo que es momento de entregarse a Cristo, de vivir el camino de la integración y no de la indiferencia.
Es hora de hacer de cada etapa una oportunidad de aprender nuevas cosas.
En la fe está Cristo y, así, Cristo estará en los corazones que perseveren junto a Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate con tu Madre Celeste y abandona tus conceptos
Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste, a Su lado, acompañando cada paso de Su Obra de Maternidad y de Misericordia, y abandona todos tus conceptos.
Quédate con tu Madre Celeste y deja que el propio Universo de Dios obre en ti y no que tú obres en el Universo.
Abandona todos tus conceptos, ideas y proyectos de querer mejorar un destino que ya está escrito en el Corazón de Dios.
Quédate con tu Madre Celeste y acompáñame, hijo Mío, en cada nueva misión, despojado de tus creencias o de tus pareceres.
Deja que Mi Hijo te vacíe como el odre, para que Él te pueda llenar con Su Paz y Su Voluntad.
Abandona, en este momento, todos tus conceptos e intenciones de perfeccionar las cosas.
Anímate a vivir la pulcritud, primero en la dignidad del espíritu para que después se refleje en la materia.
Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste para que en este nuevo año que comenzará abandones tus viejas costumbres, tus hábitos de vida que no hacen a la unidad, ni al amor.
Quédate con tu Madre Celeste para que Yo pueda indicarte el camino justo, y no para que tú escojas por dónde caminar.
Confía plenamente en todo lo que no está al alcance de tu consciencia o de tu realidad.
Acepta, hijo Mío, el primer paso, que será curar tu vida y tu consciencia humana, para que después se pueda curar el corazón y todo pueda cicatrizarse.
Retira, con Mi ayuda, el odio y el rencor de tus entrañas; ya no veas que todo está degradado a tu alrededor, sumérgete dentro de tu verdadera realidad y verás que primero deberás despojarte de ti mismo para que, finalmente, el mundo como un todo, se pueda despojar.
Quédate con tu Madre Celeste y ya no coloques tu mirada en los defectos sino en las virtudes y en los esfuerzos amorosos de tus semejantes.
La vida es muy bella, solo el ser humano puede oscurecerla o hacerla brillar según sus intenciones.
Quédate con tu Madre Celeste y darás pasos en el verdadero amor.
No retrocedas más.
Adelanta tu camino para poder encontrarte con el Señor.
Deja, hijo Mío, que el Padre te muestre Su Voluntad, y derrota la propia.
Deja que tu corazón herido se abra para que los Rayos de Mi Corazón te puedan curar.
Quédate con tu Madre Celeste y ya no tomes decisiones precipitadas.
Ábrete, interiormente, a la guía y a la Instrucción que te envía el Cielo, así serás un alma nueva, así serás un espíritu al servicio de la unidad y del amor.
Quédate con tu Madre Celeste y acepta la realidad.
Ya no fuerces tus realizaciones. Ya no sometas a tus hermanos según tus placeres o creencias.
Quédate con tu Madre Celeste para que tu niño interior se pueda expresar y salir del constante silencio en el que se encuentra.
Quédate con tu Madre Celeste y las puertas al Amor se abrirán.
Escucha Mis Palabras con gratitud y el odio en ti, desaparecerá.
Quédate con tu Madre Celeste y no sufrirás.
El Reino de Dios se está cumpliendo, aunque no lo parezca.
Deja de sufrir innecesariamente. Deja de amargar tu corazón con todo lo que ya no tiene sentido y, para que eso sea posible, debes entregarte vacío y humilde, manso y pacífico, así el Espíritu Santo encontrará un camino por dónde poder actuar.
Quédate con tu Madre Celeste y te aseguro que no te reconocerás, siempre y cuando tu entrega sea honesta y cristalina.
Deja que las vendas del espejismo y de la ilusión caigan de tus ojos para que pronto puedas ver la realidad.
Deja, hijo amado, que el amor de tus semejantes y el Amor de Dios curen tu agonía.
Que vivas un año en el Señor y no en el mundo.
Que todo se redima dentro de tu ser para que cumplas con lo que Dios quiere.
Finalmente te pido, hijo Mío: sé libre de ti.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Retira toda angustia y pesar de tu corazón, y ya no pienses que no lo conseguirás.
Anímate, aunque parezca desconocido, a dar el “sí” al Universo con una total confianza.
Da tus pasos en dirección a Cristo. Aún en los momentos de mayor tribulación, deja que Mi Mano maternal se aproxime a ti para poder guiarte.
Deja que lo más viejo de ti vaya muriendo mientras que en tu esencia despierta lo que en verdad eres y lo que has venido a cumplir en este planeta azul.
Confía en que podrás seguir caminando. Deja que la Llama Sagrada de Mi Corazón ilumine tu camino y así puedas llevar adelante el propósito interior que el Padre te confió.
Mientras tanto, hijo Mío, recupera tu esperanza desde el origen de tu despertar, desde el momento en el que tu corazón sintió seguir este sagrado, pero desconocido camino. Desde allí, tú debes tomar coraje y fuerza interior para aprender a trascenderte, para aprender a elevarte y a encontrar el sentido justificable de tener que estar aquí.
Ahora tu vida es tan semejante a aquel momento en el que Pedro, el Apóstol, tuvo que confirmarse si estaba o no con Jesús, ya que, a pesar de su negación, en la esencia de Pedro existía esa confianza escondida por el miedo.
Abre tu corazón y atraviesa ese umbral del miedo que no existe y dile “sí” al Sagrado Corazón. Siempre di “sí” por más que no comprendas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un Ave de Luz penetro en los espacios más profundos de la consciencia humana para poder transformarla. En ese lugar derramo la Gracia que emana de los Rayos de Mis Alas, para que Mis hijos se reencuentren con el Padre Celestial.
Allí todo es removido, para que las almas estén libres del cautiverio y de las prisiones de la vida.
El Ave de Luz ingresa en lo profundo de la consciencia para mostrarle al ser humano el tiempo y el momento de su purificación. En todo ese camino, el Ave de Luz disipa y disuelve los abismos de la consciencia, para que los seres de la superficie de la Tierra puedan reencontrar el camino espiritual que los lleva a ingresar en la paz.
Podría ser doloroso desterrar y romper con viejas estructuras, por eso el Ave de Luz ingresa en los espacios de la consciencia profunda, para no dejar ningún rincón oculto dentro del ser, sino que todo sea revelado para que pase por la transformación.
Mientras oran, el Ave de Luz puede llegar a lo más profundo y desconocido; mientras oran y tienen fe, la tarea de su Madre Celeste puede ampliarse.
De esa forma, llegará el día en el que ya no existirán, en Mis hijos, todos los atavismos y reinará la sagrada energía divina del Amor, la que nutrirá al espíritu con un eterno gozo, en una espléndida vida unida al Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En tiempos remotos, anteriores al Nacimiento de Mi Hijo, Jesús, existieron grandes sabios, esparcidos por varios puntos de Oriente y del Lejano Oriente, seres que también trajeron para la humanidad la expresión del Amor-Sabiduría.
Durante aquellos tiempos remotos, la civilización humana más antigua dio los primeros pasos cuando descubrió, dentro de sí, que existe un universo o esencia que es capaz de permitir conectarnos con la Fuente de la Creación.
Los primeros seres espirituales surgieron de alegorías o de mitologías; en realidad, ellos nacieron en este mundo y en la humanidad para atraer la sabiduría como experiencia.
Fue así como hindúes, persas, chinos y budistas le proporcionaron a la humanidad el conocimiento de sus mitos o leyendas, las que, en verdad, fueron trazados por medio de la experiencia de conocer profundamente el universo interior y de saber cómo él se manifiesta.
Hoy les hablo de los antiguos sabios del planeta o de las mitologías, porque ellas fueron medios, o puentes, por los cuales la raza humana, a través de los tiempos, pudo conocer que en la sabiduría de las cosas se encuentra la explicación de todo.
En aquellos tiempos, los sabios de otrora prepararon a la humanidad de la época anterior a Jesús, para que pudiera recibir una potente energía crística que llegó para liberar al mundo y enseñarle el camino del perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tu corazón al Cielo mientras estés en esta Tierra, para que por la oración puedas estar cerca de Dios y, a pesar de lo que creas o no estar purificando, sepas que la hora de la rendición ha llegado.
Sostén tu vida con base en las expresiones de los grados de amor, así permitirás que en ti florezcan los verdaderos principios crísticos.
Hijo, esta vida es un camino lleno de desafíos y de trascendencias; cuando tan solo consigues dar un paso en dirección a la Verdad, tu alma se libera de las cadenas del orgullo y de la mentira.
Traspasa la dura cáscara de la indiferencia con la fuerza del amor y el ímpetu del servicio, así sabrás que dentro de ti existe un universo que aún desconoces.
Abre la puerta correcta con la llave correcta. Que tu espíritu hoy sea imantado de un coraje capaz de ayudarte a trascender barreras y a superar las pruebas de tu propia consciencia.
Comienza dando el primer paso hacia la rendición, y el viejo hombre que vive y actúa a través de tu mente y de tus acciones perderá fuerza, ya que dejarás que el Rayo de la Redención transforme tu ser.
Si quieres cambiar el mundo, comienza primero contigo mismo; sé generoso, eficiente y dónate todo el tiempo, para que delante de ti, el amor del corazón sincero vaya abriendo las puertas en los caminos de la cristificación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María Rosa de la Paz
Mientras Nuestros Sagrados Corazones hoy están aquí, presentes entre ustedes, su Madre Celeste abre las puertas para que una legión infinita de ángeles invada la Tierra, con el fin de derramar sobre esta humanidad las Gracias de Dios, las que una vez la Sagrada Familia de Nazaret recibió en el Pesebre de Belén.
Esos mismos méritos que fueron concedidos a los Tres Sagrados Corazones están llegando, por intermedio de San José Castísimo y de su Madre Celeste, a todas las familias del mundo.
La legión de ángeles que hoy envía su Madre Celeste en dirección a los cinco continentes tiene el Propósito divino de disipar y de desarmar los planes de Mi adversario.
Cada oración que hoy fue pronunciada con la sinceridad de sus corazones, hijos Míos, permitió que los Sagrados Corazones expandieran sus Gracias sobre este mundo sufrido y dividido.
Quisiera que ese mismo impulso espiritual emergiera de sus corazones para que una nueva familia espiritual nazca, primero en sus esencias, para después emerger en la consciencia de la humanidad, libre de separaciones, ultrajes e indiferencias.
Hoy, la Sagrada Familia llega por intermedio de sus corazones a las familias que son esclavas del trabajo, de la explotación manual y de la venta de miles de vidas inocentes, que están presas por las cadenas de otros hombres en este mundo.
Sus oraciones llegaron a todos esos corazones que perdieron la fe y la confianza en Dios, porque sus vidas estaban completamente vacías.
Por último, quisiera, hijos Míos, que en este día de bendición espiritual ofrecieran la Eucaristía por la reparación interior de los corazones heridos por tantos ultrajes y explotaciones.
Agradezco a los que hicieron posible Mi venida a la Argentina y espero estar pronto junto a Mis hijos para alabar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ante la Luz de los Centros Sagrados del planeta, la humanidad recibe las llaves que abren las puertas al conocimiento antiguo y los misterios se develan para todos.
La consciencia abandona la ignorancia y los mundos internos de las criaturas de Dios despiertan bajo los principios de nuevos códigos.
Todos los secretos de otrora son develados para que la consciencia terrestre pueda dar el paso y, así, alcanzar la libertad de su cautiverio espiritual.
Los Centros Sagrados del planeta, lugares en donde circunda y habita la Sabiduría divina, se ofrecen incondicionalmente para que esta humanidad de superficie abandone su precaria forma de vida y despierte a su verdadera realidad interior.
Para eso, todas las herramientas de Dios se manifiestan desde el Universo Creador invisible a fin de que los corazones abiertos perciban que el tiempo ha cambiado.
Se aproxima el momento más agudo de la purificación para que esta humanidad abandone el camino que siempre la ha llevado a la perdición.
La Luz de los Centros Sagrados se enciende y las almas se sienten llamadas a ingresar en una experiencia mayor.
Así, la consciencia, que antes estaba presa de sus formas, encuentra el sentido de estar aquí, en este planeta y en esta humanidad.
Lo que antes estaba oculto a los soberbios, ahora se revela a los simples de corazón y, de esa forma, el Plan del Creador cumple con todas sus etapas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando aceptas, hijo, la Voluntad de Dios, todo queda más comprensible y claro.
Mientras algún vestigio de duda o de indiferencia atraviese tu corazón, menor será la posibilidad de poder comprender los Misterios de la Voluntad Divina, así como ellos son.
Por eso, de nuevo hoy te digo, hijo, vacíate completamente porque en el vacío no existen ideales, comprensiones ni filosofías complejas.
Así, en ese perfecto vacío conseguirás penetrar en la esencia de todos los misterios de la Voluntad de Dios y aprenderás, paso a paso, lo que es desconocido y evolutivo.
Anímate a abandonar tus formas, para poder vivir en las formas divinas, las que te llevarán a comprender la vida, tal como ella es, y te ayudarán a encontrar en todo el sentido correcto de las cosas.
Deja, entonces, que esa entrega incondicional que debes alcanzar todos los días pueda liberarte de ti mismo, sabiendo que, detrás de cada designio o deseo de Dios, existe un Propósito Mayor que debes abarcar con una comprensión fluida del mundo interior y del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Vacía completamente todo tu ser de expectativas, resultados y miedos, porque en este tiempo la hora de la purificación consciente se aproxima.
Vacía todo tu ser de elucubraciones y de ideas maravillosas, para que, buscando el Vacío de Dios, encuentres el universo de la nada, de la entrega y de lo incondicional.
Vacía tu mente de proyectos, de ideales y de cualquier duda, para que cuando estés delante de la Voluntad del Padre, tu consciencia no pierda la oportunidad de lanzarse en plenitud y en confianza al Plan de Dios.
Vacía tu mundo interior de lo que es perfecto o imperfecto, de lo que es débil o tiene solidez o fortaleza espiritual, para que ante cada nueva prueba tu corazón pueda vivir todo en paz.
Vacíate sin miedo, vacíate, para que pueda surgir en ti la semilla poderosa de la humildad y de la renuncia, y así, en cada nuevo aprendizaje puedas estar libre de ti.
Tienes que vaciarte completamente de ti para que puedas escuchar las enseñanzas y las correcciones que llegarán a tu camino a fin de moldear tu espíritu y de transformar en tu consciencia todo lo que es arcaico.
Vacíate y solo di "sí" a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La responsabilidad de amar
Ama, querido hijo, así como el Padre Celestial te ama y pronto te liberarás de las cadenas de la separación y de la división.
Ama, así como Mi Hijo te ama por encima de todo error, de toda prueba o de toda hostilidad; porque el amor siempre te salvará, cuando de tu pequeñísimo corazón emerja un sincero acto de unión con el prójimo, una incondicional aceptación de los nuevos tiempos, una irrefutable acción de bien y de caridad.
Por eso, practica en este tiempo la escuela del amor para que, en cada nuevo paso, encuentres el sendero de la unidad y de la fraternidad con tus semejantes.
Cuando eso suceda, te aseguro, hijo Mío, que ya no existirá, entre tu consciencia y la de tus hermanos, ninguna diferencia porque estará reinando el amor y la verdad que los tornará libres de las prisiones de la vida.
Mientras tanto, sigue buscando todos los días amar con locura santa, vivir cada experiencia como una oportunidad de redención.
Que tu corazón sienta que sin el amor puro no podrá vivir.
Que tu consciencia reconozca, en este ciclo, que sin el amor no sería nada y que la vida no tendría sentido.
Ama un poco más de lo que amas, porque si amas de verdad nunca te pasará nada en aquello que te pidan hacer, y recibirás cada nueva misión con inmensa alegría.
Que tus pequeños pies no se cansen de caminar en dirección al sendero del Amor.
Ya es tu responsabilidad vivir en el Amor y estar todo el tiempo en el Amor: porque de esa forma aprenderás a ser más considerado, bueno y misericordioso con los errores del semejante.
Que tu consciencia se eleve al Plano del Amor.
Que tu corazón de carne, a veces duro o rígido, se abra para que, en sus más profundas entrañas del latir de la vida, se depositen los Códigos del Amor de Dios y de Nuestro Señor.
Participa, entonces, de la corriente arrebatadora del Amor.
Presencia los milagros victoriosos de amor y de redención que tus hermanos alcanzan.
Ya no seas más miserable, ahora defínete por ser un ser misericordioso, considerado en la piedad, humilde en la resignación y servicial ante cualquier llamado.
Estás a tiempo de tornar tu vida un gran instrumento de Dios.
Estás a tiempo de vivir lo que es verdadero y que proviene directamente del Universo del Creador.
Antes de que la puerta a la Misericordia se cierre completamente y se abra la puerta a la Divina Justicia, decídete ingresar en la escuela del amor del corazón para que, a pesar de tus vacíos, de tus abismos o de tus errores humanos, ayudes a tu Madre Celestial a hacer triunfar el amor en este planeta y en esta humanidad.
Deja que el amor te rasgue por dentro.
Déjate amar por los demás, de verdad y ya no coloques mil escudos para defender tus aspectos.
Sé libre de ti mismo, de una vez y para siempre, y alcanzarás el Reino de Dios.
Este mensaje, su Madre lo envía a todos los religiosos de esta Orden y a todos los que buscan, por encima de sí, vivir la consagración al Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La venida del universo de los Aspectos de Dios
Quisiera que la humanidad comprendiera el sentido interno, universal y cósmico de que en ciertos lugares del planeta desciendan los Aspectos de Dios, traídos por los ángeles dentro de grandes esferas celestes y colocados en los recintos más sagrados para que la consciencia espiritual de la humanidad sea ayudada, liberada y transmutada de las condiciones precarias de su propia espiritualidad y vida.
Es por esa razón, hijos, que el descenso de los Sagrados Nombres de Dios, al interior de este planeta, genera un espacio de renovación lumínica, atómica y celular de la humanidad. De esa forma, el sentido espiritual de la humanidad es protegido y las grandes esferas de la Consciencia de Dios traen para la humanidad un sentido de rescate y de salvación que también necesita.
En estos tiempos, el descenso de los Aspectos de Dios al planeta genera una posibilidad inmediata de estar y de permanecer en comunión con la Creación y con la Vida, pudiendo así reparar los gravísimos errores que la raza actual comete, apartándose de la Ley y de la esencia de la Creación.
El Padre, que es justo y misericordioso, llega al mundo para buscar la unión con la vida esencial de Sus hijos; ayudando así, en todos los sentidos, al inconsciente de la humanidad que está deteriorado por todas las acciones cometidas.
Los Aspectos de Dios permiten crear, dentro de los espacios sagrados y espirituales, ese nuevo puente que favorecerá que las criaturas en el mundo interno recuperen su filiación con el universo y con toda la existencia, con su verdadero origen interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cada vez que abres tu corazón a Dios, el universo del Amor Superior puede hacer sus prodigios, y cualquier herida o cicatriz que haya quedado en la consciencia de tu ser puede ser reparada.
Cada vez que abres tu corazón a Dios, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, el universo del Amor Superior puede obrar en ti y en todo lo que te rodea.
Abrir el corazón a Dios es entregarse en confianza a Sus Designios, es vivir con humildad Su Divina y Poderosa Voluntad.
Abrir el corazón a Dios es permanecer en la mansedumbre, es saber mantener la neutralidad y la calma ante cualquier prueba.
Abrir el corazón a Dios es dejarse permear por la Vida Divina y pasar a formar parte de Él por medio de la oración, del servicio y de la entrega permanente por el otro.
Entonces, deja, hijo Mío, que Dios permanezca todo el tiempo en tu corazón y así vivirás la tan ansiada libertad de este cautiverio humano que creó la propia raza de estos tiempos.
Sigue abriendo el corazón a Dios en cada nueva etapa, ante cada nuevo acontecimiento, porque así ayudarás a realizar el Plan, te lo aseguro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, en nombre de la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy no pese tu cruz, la cruz que te ha dado Dios para aprender a liberarte de la materia.
Que hoy tu cruz sea liviana, que sea como las alas de los ángeles que te elevan al estado de la constante redención.
Siente que Yo estoy aquí, en nombre de Mi amado Hijo, para renovar todas las cosas, llegando a lo profundo de la esencia de la Vida para que todo sea redimido pronto.
Ya no sientas el peso de esa cruz como un castigo o una derrota, complace al Señor cargándola con valentía, coraje y resignación.
Sírvete de esta cruz para hacer, de cada momento, una victoria de Cristo no solo en la entrega, sino también en el servicio, en la oración, así como en cada acto de amor que tu corazón puede ofrecerle a la humanidad.
Siente que puedes dar los pasos y que ya no te detienes en el camino.
Avanza con tu cruz, así como Cristo avanzó hasta el final por cada uno de ustedes.
Vive cada etapa como si fuera la última y sírvete de cada prueba para poder realizar el Plan.
Que esta sagrada cruz de la vida, que cargas en tus espaldas, hoy sea el símbolo del triunfo del amor y de la caridad infinita por este herido planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Declaración del Divino Amor, continuación
¡Oh, amado pueblo chileno, que tienes estampado en tu bandera, azul y roja, la estrella que debe ser el símbolo de una patria celestial!
¡Oh, sagradas montañas de los Andes, que guardan en su corazón mineral los más grandes tesoros de la historia original de esta humanidad!
¡Oh, hijos Míos de Chile, que reflejan en sus rostros el legado de los pueblos del pasado!
¡Alcen sus banderas blancas de la paz y que, al grito que emitirá el Universo, sus estrellas internas reciban el sagrado llamado de la redención!
¡Que los Vigilantes del Legado laven sus rostros en la Fuente de Mi Gracia, para que de todo sean curados!
¡Que los Guardianes de los Tesoros del Universo reciban el bálsamo de Mi Paz para poder curarse!
¡Que los Comandantes de otros tiempos sean perdonados y reciban la Absolución espiritual del Hijo de Dios!
¡Hijos de este antiguo pueblo sagrado!, ¡pueblos del principio y pueblos del fin!, ¡abran sus corazones para ser liberados!
¡Arrojen de sus manos las armas de la destrucción!
Que cada Sol radiante, que en este pueblo habita, pueda ser erguido nuevamente a la Gloria de Dios, para que todo se restaure, para que nada se pierda. Para que, desde el silencio de los Andes, sea escuchada la Sagrada Palabra de Nuestro Redentor y Salvador, Jesucristo.
Sigan a su Madre del Cielo por el sendero que los llevará hacia la patria beata, porque así, su pueblo herido por las causas del ayer, será redimido de todo.
¡Confíen, hijos, en todo lo que les traigo!
¡Confíen en la renovada esperanza y en el fin de este cautiverio nacional!
¡Soy la Madre que mueve todo el Universo para que Sus más pequeños y necesitados hijos tengan una oportunidad!
¡Que los soldados de las Estrellas hoy se reúnan a los pies del gran Altar Celestial! ¡Y que las puertas a los abismos de este pueblo ahora sean cerradas!
¡Porque el Cristo interno emergerá de sus seres y así serán uno con Mi Hijo, para que Él, en Su Gloria Celestial, sea uno con Su amado pueblo!
¡Quiero que la Estrella de Mi Hermandad ahora sea el lema y el símbolo de su pueblo!
¡Quiero, de este país, seres redimidos por el Amor del Creador!
¡Que los Comandantes de otrora ahora eleven sus corazones al Cielo!
Porque ahora, sin cascos, armas ni capas, estarán libres para sentarse a la Mesa Redentora del Señor y así comulgar de Sus Códigos de Vida.
¡Que los caídos en el pasado, en este presente se levanten!
¡Que los que aún no han perdonado los errores de esta patria y de este pueblo, hoy perdonen, para que Mi Amado Hijo, en Su Divina Gracia, vuelva a reunirlos y, por medio de Su Palabra, los haga comulgar de Su Santísimo Espíritu!
¡Que hoy Chile pueda, como pueblo, tomarse de las manos para declarar la tan esperada reconciliación y pronunciar la tan ansiada paz, borrando así, de esta historia chilena, los errores del ayer!
Así, sus corazones resplandecerán y junto a Mí podrán dar los pasos hacia el reencuentro del amor que cicatrizará las más grandes heridas.
¡Que más nadie acongoje su corazón, porque Cristo, Mi Hijo, hoy pondrá fin a este destierro!
Y todos los soldados y Comandantes de los cascos púrpura se unirán, en Cristo, para hacer de esta nación, la concreción de la Promesa Divina en la vida de cada ser.
¡Que hoy abandonen las espadas y que se ofrezca al Creador el corazón manso de cada chileno, para que triunfe, más allá de todo, el Plan!
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Declaración del Divino Amor
¡Escuchen, hijos de Dios!
¡Escuchen, compañeros de Cristo!
¡Les habla la Voz maternal, la Madre del Arca de la Santa Alianza!
¡Levántense ahora de su muerte, porque el Gran Espíritu de la Resurrección de Cristo ha llegado!
¡Que se rompan las cadenas milenarias!
¡Que este pueblo de Chile se levante de donde ha caído, porque hoy llegó la hora de la verdadera libertad!
¡La Voz de la Madre del Mundo hoy clama por su despertar!
La Voz de la Dama Blanca de la Paz hoy los congrega en espíritu, para que todo este pueblo acepte con gratitud la Redención que es ofrecida por Nuestro Señor.
¡Escuchen, soldados Míos, su naufragio ya terminó!
¡Que sus corazones se abran para sentir de nuevo la poderosa energía divina!
Vengo del Cielo para liberarlos de las cadenas de otrora. Vengo para hacer aparecer a los que han estado desaparecidos. Vengo para dar Justicia Divina ante tanta injusticia.
Hijos Míos, ¡miren a Dios!, ¡sientan resonar en ustedes el eco de Su Amor Misericordioso!
¡Oh, amado pueblo chileno! ¡Oh, antiguo pueblo de los Andes, hoy estoy aquí!
¡Soy su Madre del Cielo, Soy el Ave Cóndor, Soy el Espíritu Sagrado de la Paz que los reúne para comulgar en reconciliación y en fe!
¡Crean, hijos Míos, que existe su verdadera Iglesia Espiritual y Celestial! ¡Busquen dentro de ustedes al Cristo Interior, llámenlo por Su Nombre y así todos ustedes se salvarán!
¡Hagan de su pueblo un jardín del Paraíso!
¡Hagan de su patria, una patria celestial!
¡Que su fe hoy pueda ser renovada! ¡Que el hipnotismo nacional hoy termine aquí, para que los corazones reconozcan dentro de sí el valor de su filiación con Dios!
¡Levántense, ejércitos de Cristo!
¡Que se levanten ahora los Guardianes, Vigilantes y Comandantes del Plan!
¡Que eleven sus banderas hacia el Universo! ¡Que vuelvan a formar las filas de los ejércitos del tiempo final!
Vengo aquí para que se unan de nuevo a Cristo y así abandonen esta cruel inercia.
¡Que despierte Chile de Norte a Sur, desde las montañas hasta el mar!
¡Que los corazones chilenos se eleven como trofeos a los Pies del Redentor!
¡Que nadie tema abandonar este ciego cautiverio, porque Yo estoy aquí, Soy su Divina Madre, la que los quiere volver a conducir hacia el Corazón de Dios!
¡Que se enciendan los Espejos de sus corazones!
¡Que se abran las puertas a la reconciliación interior!
¡Que los corazones de Chile se arrepientan de verdad, para que la Gracia del Universo descienda aquí y haga de todo este pueblo la cuna de una patria beata!
¡Ahora, que se eleven los Soles de sus corazones y vean surgir, en el firmamento de este Universo, sus orígenes como grandes estrellas de luz!
¡Que los Comandantes de otrora se postren en el suelo y se despojen de sus espadas y de sus capas para que el Rey del Universo pueda pasar entre ellos y así bendecirlos!
¡Que llegue la cura a sus corazones!
¡Que exista un amor verdadero y pleno, para que esta nación se pueda reconstruir, y en lugar de tener espadas, Yo le daré a cada chileno Mi Santo Rosario para que, a partir de ahora, recen a Mi Corazón y Yo los pueda libertar!
¡Que hoy sea el día de su alegría, porque el Todopoderoso envió a Su Sierva Fiel para que los autoconvocados se postren ante el Altar del Redentor!
¡Que se cumpla en ustedes la gran Profecía!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
En el Universo Celestial Nuestros Sagrados Corazones, el Inmaculado Corazón de María y el Castísimo Corazón de San José, guardan en el centro de Sus Seres una réplica espiritual del Sagrario de Jesús con la Santísima y Divina Eucaristía.
Este Sagrario de Jesús, tanto en San José como en Su Madre Celeste, irradia al mundo y a la humanidad los Códigos divinos de la Redención, códigos que permitirán formar la consciencia de la nueva humanidad.
Es así que los Sagrados Corazones de San José y de Santa María, traen al mundo este Divino Sagrario como si la Madre del Redentor trajera en Sus Brazos al Niño Jesús.
La importancia de este Divino Sagrario es que las almas pueden encontrar en él, la puerta segura hacia la redención y hacia la liberación de sí.
La devoción permanente a Mi Inmaculado Corazón y al Castísimo Corazón de San José, le permite a cualquier corazón del planeta tomar contacto con ese misterio oculto en el centro espiritual de su Madre Celeste y del Casto Corazón de San José.
Las almas que dediquen su devoción al Divino Sagrario de Jesús a través de María Santísima y de San José Obrero, adquirirán, espiritualmente, todos los méritos necesarios, los mismos Méritos alcanzados por Jesucristo durante Su Vida pública, Su Pasión, Su Muerte y Su Resurrección.
Todas las almas que le dediquen tan solo quince minutos, que oren, mediten y contemplen delante de sí el poder de este Misterio del Divino Sagrario de Jesús a través de María y de San José, recibirán la Gracia de una vida bendecida por Dios, la Gracia de una divina protección a la hora de la muerte, la posibilidad de la celestial expiación de todas las faltas cometidas contra el Sagrado Corazón de Jesús, así como la Gracia de estar en comunión perpetua con el Divino Hijo del Universo.
Por eso, en este día vengo a entregarles el Sagrado Devocionario de la Unión Trina de los Castos y Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José, para que las almas y todo el planeta, sean merecedores de los divinos Méritos alcanzados por Jesús durante Su Pasaje por la Tierra.
Sagrado Devocionario de la Unión Trina de los
Castos y Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José
Cuenta de unión
Por la invencible Trinidad de los Sagrados Corazones,
Padre Eterno, concédenos la Gracia de la plenitud y de la redención.
Amén.
Primera decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la santidad eterna.
Amén.
Segunda decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la redención.
Amén.
Tercera decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia del amor eterno.
Amén.
Cuarta decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la perpetua protección.
Amén.
Quinta decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, ábrenos las Puertas a Tu Divino Reino.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más