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Desde siempre, existió en el planeta la presencia de la Jerarquía. Esa presencia llegó a esta civilización para poder guiarla y acompañarla en el aprendizaje de la expansión de su consciencia.
Fue así que innumerables seres fueron convocados, en los planos internos de consciencia, para que dichas Jerarquías se ofrecieran a participar del proceso evolutivo y redentor de todo el género humano.
A su vez, ese llamado y convocatoria permitió ampliar el campo de servicio y de donación de las almas, para que ellas también pudieran vivir el avance de su estado de consciencia hacia una consciencia mayor e incondicional.
El linaje o virtud del maestro fue algo que se aplicó desde los primeros tiempos, porque la guía y la dirección verdadera eran necesarias para la humanidad, para evitar que la humanidad se perdiera todo el tiempo.
Fue así que esas grandes consciencias convocadas actuarían y ayudarían al proyecto humano, de una manera imperceptible y silenciosa, trayendo para el planeta todos los impulsos necesarios para que la humanidad pudiera percibir la necesidad constante de la ascensión.
Para eso, los Maestros convocados fueron designados para intervenir espiritual e internamente en ciertas culturas, razas y pueblos, que los pudieran comprender y, sobre todo, entender el mensaje y la instrucción recibida.
Por ese propósito, los Maestros se concentraron en espacios importantes y solitarios, como las montañas de los Himalayas, los Alpes, los Pirineos y hasta en la grandiosa cadena montañosa de los Andes americanos. Desde allí, en los Recintos Sagrados de retiro, silencio y contemplación, comenzaron a trabajar espiritualmente por las necesidades diversas que tenía la propia humanidad.
Todo este trabajo de la Jerarquía era interno, pero en muchos casos ocurría el proceso de la materialización, lo que significa salir de un nivel interno hacia un nivel físico y concreto sin perder los principios y las enseñanzas adquiridas.
Este movimiento, de acuerdo con la necesidad o la emergencia de los núcleos internos, colaboraba con el rápido despertar de la consciencia a la realidad antimaterial. Es decir, tomar consciencia de la vida del espíritu y de la esencia divina en cada ser.
Esas apariciones de los Maestros fomentaron, en Oriente como en Occidente, el equilibrio necesario para abarcar la expansión de la consciencia y, sobre todo, la responsabilidad por el camino evolutivo y cósmico.
Hoy revelo esta historia y realidad a ustedes porque es importante comprender el sentido interno de la existencia de diversas religiones que, en tiempos remotos, fueron impulsadas por la intención de la Divinidad, a través de la Jerarquía.
Es momento de realizar una síntesis más amplia para comprender el porqué de la existencia de tantas religiones, las que en el próximo tiempo deberán caminar juntas hacia una unión definitiva con lo Divino, dejando atrás lo que cada una representa o enseña, y permitiendo que la matriz de todas ellas se funda en el Amor de Dios.
Por eso deben orar para que su Madre Divina, que tiene esa misión para con las religiones de la humanidad, pueda llevar adelante lo que Dios necesita, con la ayuda y la colaboración de todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Espíritu de Dios habita en las montañas, y en ellas expresa Su fortaleza para inspirar a las almas a la elevación y a la iluminación de la consciencia.
El Espíritu de Dios habita en el silencio de las montañas, en su interior, en donde se guarda la historia de toda la vida, en donde se sustenta este mundo, en secreto y en soledad.
El Espíritu de Dios habita en las montañas, invitando a Sus hijos a descubrir la verdad sobre sí mismos.
La naturaleza, hijos, guarda en sí muchos atributos y dones del Espíritu de Dios. Este Espíritu Santo e Inmaculado habita en la materia para invitarlos a encontrar lo Sagrado que existe en esta dimensión de la vida.
El Espíritu de Dios, silencioso, en lo profundo de la naturaleza, los invita a encontrar la unidad, no solo entre hermanos, sino también la unidad con la vida, con las dimensiones, con las estrellas.
Dejen que sus espíritus encuentren el silencioso Espíritu de Dios, escondido en todo lo que expresa armonía y belleza, y déjense inspirar, despertar y renovar por esa Presencia Divina.
El Espíritu de Dios habita en las montañas para conducirlos al punto más alto de la propia consciencia, que es, al mismo tiempo, lo más oculto, y que se revela en el silencio del propio interior.
Encuentren en sí mismos las altas cumbres, en donde el Espíritu de Dios habita. Allí estarán en paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Yo soy el Peregrino de las nieves y camino por las montañas para que en el recogimiento encuentre a Dios.
Soy el Peregrino de las nieves y ando en las montañas para que en el silencio converse con Dios.
Soy el Peregrino de las nieves y camino por las montañas para sentir la Creación de Dios.
Soy el Peregrino de las nieves y permanezco en las montañas para reverenciar y orar con Dios.
Soy el Peregrino de las nieves y me retiro en las altas montañas para pedir e implorar por esta humanidad.
Soy el Peregrino de las nieves y Me quedo en ese lugar tan simple para recordarles a las almas la grandiosa humildad de Dios.
Soy el Peregrino de las nieves y hoy vengo para encontrarme con ustedes en las frías montañas, porque Mi deseo es llevarlos a estar en el Universo de Dios y que se queden en Su infinita paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Estaba esperando que ustedes, compañeros, llegaran hasta esta región de Argentina para que, en estos días, al igual que en el monte Tabor conozcan Mi verdadera Faz, Mi Consciencia Cósmica y Solar.
Ahora llegó el tiempo en el que una minoría, en representación de la de la humanidad, reciba esta revelación, la que intentaré mostrarles en estos días. Esto preparará al planeta para cuando ingrese en su etapa final y tenga que, sí o sí, vivir su definición.
Por eso, esa revelación de Mi Faz, aún más profunda y desconocida hasta por la propia Iglesia, saldrá de los Sagrarios, para que en lo alto de la montaña la humanidad vuelva a ver al Hijo de Dios transfigurado.
Como a Mis apóstoles, Yo les contaré de qué se trata y así tomarán consciencia de dónde vengo y hacia dónde fui después de Mi ascensión. Porque durante el día están los cielos, pero en la noche, sobre ustedes tienen a todo el Universo, a muchas constelaciones, nebulosas y galaxias, más allá de su realidad, a las cuales Yo gobierno y dirijo.
Este es el tiempo de conocer en profundidad al Hijo de Dios en Su aspecto Solar y Cósmico, por eso la próxima Maratón de la Divina Misericordia será el preámbulo para ese ciclo de revelaciones.
¡Les agradezco, desde ahora, por sostener ese ciclo!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Nunca temas estar lejos de Dios, Él sabe todo lo que te sucede, día a día.
Ya aprendiste, a través de los años, a comunicarte con Él por medio del poder de la oración y aprendiste, con amor, a cómo hacerlo bien.
Nunca temas alejarte de Él, porque Él, que es Padre e Infinidad, está cerca de Sus hijos más de lo que parece. Solo bastará que cuando no consigas resolver algo por ti mismo, le permitas entrar dentro de ti, para que Dios pueda actuar y obrar con Misericordia.
Nunca te canses de llamarlo y de implorar Su Santo Nombre. Él espera, más allá de tus errores o dudas, que tú puedas encontrarlo todo el tiempo, en la belleza de un hermoso día, en el amanecer del sol, en la sonrisa de un hermano, en el compartir de un sufrimiento y dolor ajeno.
Dios se muestra a través de varios sentidos y formas, Él solo espera que Sus Hijos siempre encuentren Su Amor y lo vivan.
Por eso, aún habrá montañas difíciles que escalar, ríos inmensos que atravesar y grandes desiertos que recorrer, pero nunca, absolutamente nunca, Él te abandonará.
Levanta tus brazos y encontrarás a Dios. Vívelo en la naturaleza, en el silencio del corazón, en el fervor de una sincera oración.
Él está allí, esperándote y comprendiéndote. Él ofrece Su Pecho de Luz para que puedas recostarte y llorar sobre Él y así recibir Su inconmensurable Amor.
Anímate a seguirlo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira - “Regente Estelar”
En este cántico existe una preciosa invocación a la Jerarquía Espiritual, en donde la consciencia terrestre puede encontrar la revelación de su verdadero ser.
Es necesaria la intercesión de un Regente Estelar, que sea el puente perfecto y directo para que el aspecto superior del ser humano alcance la correcta correspondencia de su ser, a través de la comunión con la Suprema Consciencia.
El cántico menciona una montaña, símbolo sagrado de la elevación de la consciencia. La montaña también es ese lugar, puro e inmaculado, en donde podemos encontrar a la Hermandad para que se abra la puerta de retorno hacia nuestro origen.
La faz que se expresa en el cántico "Regente Estelar" es la denominada vibración de la Jerarquía Espiritual, la que, como un polo cósmico, atrae hacia la Tierra y a toda su humanidad las corrientes del espacio sideral que son nutridas por la Fuente de la Creación.
Desde la Consciencia de la Jerarquía nace el impulso que el ser terrestre necesita para que, en estos tiempos definitivos, pueda elevarse de plano y de vibración.
Esto lleva, como dice el cántico, a que el ser humano que se une a la Jerarquía nunca más se olvide de ella, especialmente en los momentos en que el propio ser deberá enfrentar su realidad espiritual.
Ese recuerdo que revela el cántico, conduce al ser humano espiritual a tener consciencia de que él proviene de un origen universal y que deberá cumplir con una Voluntad universal.
Cuando las almas tienen la gracia de saber todo esto y, sin embargo, desperdician la oportunidad, su vida espiritual retrocede y el Universo da espacio para que la consciencia aprenda lo que decidió aprender.
Este cántico nos ayuda a no ser ingratos, a responder adecuadamente conforme la Jerarquía espiritual lo necesita, a fin de erradicar del planeta la indiferencia y el desamor para que reine la hermandad entre los seres.
Por esa razón, como dice el cántico, la Jerarquía siempre emite una señal para que la consciencia pueda despertar y, así, corresponder a los designios que van más allá de la vida tridimensional.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Su Madre Celeste, junto a Sus hijos en misión, ingresa a otra nación ya consagrada a Mi Hijo, para ser bendecida por Dios por segunda vez.
La primera bendición fue recibida del Santo Padre, quien abrió las puertas internas para la llegada de los Sagrados Corazones.
La segunda bendición será dada por Mi Amado Hijo en la capital de este país, y también su Madre Celeste, en servicio y amor por las almas, extenderá esa divina bendición al resto de Ecuador.
Es así, hijos, que los Sagrados Corazones se preparan, al igual que ustedes, para ingresar a un pueblo también muy dolido y discriminado por los habitantes de las naciones del primer mundo.
Pero Ecuador guarda uno de los tesoros espirituales más importantes para el Plan de Dios. Fue la tierra escogida, espiritualmente, para albergar la Esencia del Amor de la Fuente, Esencia interior que palpita dentro de los Recintos Sagrados que están protegidos en la cadena de los Andes.
Por eso, hijos, esta segunda etapa de la Peregrinación por la Paz comenzará en la ciudad de Cuenca, en donde Mis misioneros se retirarán por algunos días para meditar y contemplar interiormente el porqué de llegar a Ecuador en este fin de ciclo y la importancia de la manifestación de nuevas Comunidades-Luz que sean celadoras de los Tesoros del Padre que emergerán para la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Declaración del Divino Amor, continuación
¡Oh, amado pueblo chileno, que tienes estampado en tu bandera, azul y roja, la estrella que debe ser el símbolo de una patria celestial!
¡Oh, sagradas montañas de los Andes, que guardan en su corazón mineral los más grandes tesoros de la historia original de esta humanidad!
¡Oh, hijos Míos de Chile, que reflejan en sus rostros el legado de los pueblos del pasado!
¡Alcen sus banderas blancas de la paz y que, al grito que emitirá el Universo, sus estrellas internas reciban el sagrado llamado de la redención!
¡Que los Vigilantes del Legado laven sus rostros en la Fuente de Mi Gracia, para que de todo sean curados!
¡Que los Guardianes de los Tesoros del Universo reciban el bálsamo de Mi Paz para poder curarse!
¡Que los Comandantes de otros tiempos sean perdonados y reciban la Absolución espiritual del Hijo de Dios!
¡Hijos de este antiguo pueblo sagrado!, ¡pueblos del principio y pueblos del fin!, ¡abran sus corazones para ser liberados!
¡Arrojen de sus manos las armas de la destrucción!
Que cada Sol radiante, que en este pueblo habita, pueda ser erguido nuevamente a la Gloria de Dios, para que todo se restaure, para que nada se pierda. Para que, desde el silencio de los Andes, sea escuchada la Sagrada Palabra de Nuestro Redentor y Salvador, Jesucristo.
Sigan a su Madre del Cielo por el sendero que los llevará hacia la patria beata, porque así, su pueblo herido por las causas del ayer, será redimido de todo.
¡Confíen, hijos, en todo lo que les traigo!
¡Confíen en la renovada esperanza y en el fin de este cautiverio nacional!
¡Soy la Madre que mueve todo el Universo para que Sus más pequeños y necesitados hijos tengan una oportunidad!
¡Que los soldados de las Estrellas hoy se reúnan a los pies del gran Altar Celestial! ¡Y que las puertas a los abismos de este pueblo ahora sean cerradas!
¡Porque el Cristo interno emergerá de sus seres y así serán uno con Mi Hijo, para que Él, en Su Gloria Celestial, sea uno con Su amado pueblo!
¡Quiero que la Estrella de Mi Hermandad ahora sea el lema y el símbolo de su pueblo!
¡Quiero, de este país, seres redimidos por el Amor del Creador!
¡Que los Comandantes de otrora ahora eleven sus corazones al Cielo!
Porque ahora, sin cascos, armas ni capas, estarán libres para sentarse a la Mesa Redentora del Señor y así comulgar de Sus Códigos de Vida.
¡Que los caídos en el pasado, en este presente se levanten!
¡Que los que aún no han perdonado los errores de esta patria y de este pueblo, hoy perdonen, para que Mi Amado Hijo, en Su Divina Gracia, vuelva a reunirlos y, por medio de Su Palabra, los haga comulgar de Su Santísimo Espíritu!
¡Que hoy Chile pueda, como pueblo, tomarse de las manos para declarar la tan esperada reconciliación y pronunciar la tan ansiada paz, borrando así, de esta historia chilena, los errores del ayer!
Así, sus corazones resplandecerán y junto a Mí podrán dar los pasos hacia el reencuentro del amor que cicatrizará las más grandes heridas.
¡Que más nadie acongoje su corazón, porque Cristo, Mi Hijo, hoy pondrá fin a este destierro!
Y todos los soldados y Comandantes de los cascos púrpura se unirán, en Cristo, para hacer de esta nación, la concreción de la Promesa Divina en la vida de cada ser.
¡Que hoy abandonen las espadas y que se ofrezca al Creador el corazón manso de cada chileno, para que triunfe, más allá de todo, el Plan!
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que las almas aspiran a encontrar en su mundo interior para ascender hasta lo más alto de ella y sentir que un propósito se ha cumplido.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que todos esperan conocer y subir para que, en cada nivel, el alma se vea plena al poder caminarla.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que atrae como un imán a las consciencias para que, en unión a ella y a su natural belleza, los corazones se transformen en adoradores y contemplativos de la Creación.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que irradia una sutil energía capaz de redimir vidas y de rehabilitar corazones.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que se manifiesta como meta en el interior de las consciencias para que ellas se animen a ascender hasta el sagrado recinto de su mundo interior.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que activa la devoción por todo lo creado y que permite que las almas encuentren a Dios por medio de la montaña interior.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que impulsa a la consciencia a superarse todos los días, con el fin de que en la cima la consciencia alcance la sagrada unión con el Creador.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que guarda los tesoros más valiosos de Cristo. En esencia Yo soy el Monte Shasta de Luz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Eleva sus consciencias,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que hoy reine la paz y que cada ser alcance la unión con Dios para estos tiempos.
Yo Soy la Madre y Señora de los Andes, Yo Soy el Ave Cóndor que sobrevuela el mundo llamando a Sus hijos a la redención. Vengo a este mundo para salvarlo, con la esperanza de que Cristo, vuestro Señor, encuentre a las almas fortalecidas y decididas a vivir el Plan de Dios.
Por eso, Mis pequeños hijos, abran vuestros ojos y miren a la Estrella-Sol que los alumbra, miren a las montañas que los rodean y los invitan a elevarse para encontrar el camino de la unión interna con Dios.
Ustedes, que son Mis discípulos del nuevo tiempo, tienen la misión de ayudar a trascender las condiciones humanas, para que este planeta y todos sus reinos menores se vuelvan sagrados y benditos; pero aún hay mucho que perdonar dentro y fuera de ustedes.
Queridos hijos, Yo los invito a proseguir, sin cansancio, sin desaliento, solo mirando hacia lo alto de las montañas para poder encontrarme en vuelo, guiando vuestras vidas y vuestros pasos.
Para este último ciclo de transición, ustedes se encontrarán con muchas pruebas, con alegría y unidos a la fuerza del Corazón de Cristo no teman desenmascarar vuestros viejos hábitos y, así, tornarlos sagrados a través de la constancia en la oración del corazón.
Ahora están en el momento de no retroceder jamás y de cumplir con este proyecto bendito que debe encarnar en la vida y en la esencia de todos Mis servidores. Mientras esto está por suceder, Yo les pido que vivan a través del espíritu, del buen coraje y que se arriesguen a desterrar vuestro propio yo.
Ahora, como discípulos, entre ustedes no deben existir preferencias; el camino de Mi Corazón les indica el tiempo para vuestra rápida purificación para que así more en ustedes la Luz de Cristo.
El Señor Me envía gloriosa y resplandeciente como el Ave Cóndor de Luz, para que la humanidad comprenda que ya no es momento de detenerse ni de retrasarse en esta vida. Es hora de caminar, de superar barreras y obstáculos dentro y fuera de vuestros pequeños seres; a eso solo lo conseguirán a través de un acto amoroso de arrepentimiento, el que los llevará a hacer penitencia por todos los que ni siquiera piensan en Dios Padre. Así, Mis pequeños, podrán ser adultos y estar maduros para enfrentar este último tiempo de cambios y de transformaciones masivas.
Cuando Mi Espíritu Inmaculado apareció por primera vez sobre los suelos de Aurora, muchos no entendieron el significado de Mi mensaje y menos Me aceptaron los sacerdotes, cuando en aquel tiempo Yo los llamé para que Me acompañaran en esta misión planetaria de paz y de permanente peregrinación. Y esa responsabilidad fue concedida a los más inmaduros y sin experiencia en el camino del espíritu, pero solo fue la fe que ellos encarnaron y el amor devoto a Mi Corazón, lo que permitió que Mi Obra se ampliara hacia otras naciones y continentes.
Solo por el amor y la fidelidad de los grupos de oración de la Red-Luz Yo he podido cumplir con los designios que Dios Me entregó.
Recuerden hijos, que Yo Soy la Madre que debe entregarles para este ciclo la esencia de la Santísima Trinidad, así todos ustedes serán nuevamente concebidos y contemplados por el Corazón Misericordioso de Dios. Esta es la Obra de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad: que todas las almas del mundo revivan la unión con el Amor del Padre, con la Fe del Hijo y con la Sabiduría del Espíritu Santo.
Aún espero que Mi Santa Iglesia en el Uruguay y el mundo, dé el primer paso, para que todos los buenos cristianos reconozcan Mi presencia.
Queridos hijos, como Madre Vuestra, Yo les traigo para este día, 13 de diciembre, estas reflexiones; deseo todos los días que puedan crecer y que así se aparten de la ilusión que el enemigo les infunde y que los confunde.
Que en estos tiempos de cambios, vuestra aspiración de estar Conmigo sea permanente.
¡Mi Luz siempre los iluminará!
Los bendice, los cura y los ama,
Vuestra Madre María, Señora de los Andes
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más