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Hoy quisiera, queridos hijos, emitir Mi más profundo agradecimiento maternal por todas sus almas que hicieron posible la especial e importante Peregrinación por la Paz en Europa.
Es con los votos más sinceros de Mi Corazón Inmaculado que, en este mes de agosto, con motivo del décimo aniversario de Mis Apariciones deseo, maternalmente, que ofrezcan al Creador una novena especial en agradecimiento, júbilo y renovación porque Yo estoy presente, bien cerca de sus vidas, hace tanto tiempo.
Espero que todos los consagrados de la Orden Gracia Misericordia dediquen esta novena rezando el Misterio del Santo Rosario, desde el 31 de julio hasta el 8 de agosto de 2017; fecha en que se conmemorarán y se celebrarán Mis Apariciones.
Para que dicha novena tenga frutos de amor, misericordia y conversión, rezarán el Santo Rosario, meditando cada día en los misterios y milagros que Dios les ha proporcionado por medio de Mi Corazón Inmaculado y del Divino Corazón de Mi Hijo; y también será la forma de que sus corazones puedan expresar la gratitud al Padre Celestial.
Es de esta forma, Mis queridos hijos, que rezarán el Misterio del Santo Rosario meditando y agradeciendo a Dios por:
Primer día, 31 de julio: “Por la oportunidad de amarnos más como almas al servicio de Dios”.
Segundo día, 1 de agosto: “Por haber conocido el valor de la Santa Comunión y de los demás Sacramentos”.
Tercer día, 2 de agosto: “Por la caridad y el servicio altruista vivido por Dios, a través de Sus criaturas, a los Reinos mineral, vegetal, animal y humano”.
Cuarto día, 3 de agosto: “Por la entrega incondicional de los consagrados al Plan Divino del Padre”.
Quinto día, 4 de agosto: “Por la Presencia de Cristo en nuestro mundo interior y por formar parte de Su Obra de Misericordia”.
Sexto día, 5 de agosto: “Por recibir de la Fuente todo el Conocimiento del Universo, plasmado por medio de la Instrucción y de la formación de los servidores de Dios”.
Séptimo día, 6 de agosto: “Por la existencia del Espíritu Santo, el que ha guiado e inspirado a todos los grupos de servicio, de oración, de instrucción y de cura; mostrando en cada uno su talento espiritual”.
Octavo día, 7 de agosto: “Por la manifestación, en la superficie, de los Puntos de Luz, como lo son las Comunidades-Luz y los Monasterios, los que representan la presencia de la Jerarquía Espiritual”.
Noveno día, 8 de agosto: “Por la infinita Gracia, por la incalculable Providencia y por el inconmensurable Amor de Dios en nuestras vidas”.
Así orarán el Rosario durante los nueve días preparando Mi llegada, esta vez, al Centro Mariano de Figueira.
Que esta celebración sea jubilosa y que todos Mis hijos, sin excepción, sean llamados a participar.
Les transmito la oración de agradecimiento que deberá ser rezada al comienzo y al final del Rosario, durante los nueve días.
Oración de la Santísima Virgen en agradecimiento a Dios
por Sus diez años de Apariciones en Sudamérica
Eterno y Divino Padre,
que concibes la vida divina en todas Tus criaturas,
que Te expresas y Te manifiestas en los corazones humildes,
que estás vivo y resplandeciente en el Cuerpo Sagrado de Cristo.
Hoy, Tu Sierva y Esclava
agradece por las infinitas Gracias
que has derramado por medio del Inmaculado Corazón.
Da fuerza, valentía y coraje
a todos lo que siguen Tu llamado.
Da ímpetu y motivación
a los que concretan
Tu Obra de Misericordia,
a fin de que Tu humilde Madre y Señora de la Luz
sea conocida en el mundo,
a través de esta Obra milagrosa
que Tú, Amado Señor,
has expresado en la superficie.
Que así sea
hasta que Jesucristo retorne en Gloria.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Alabado sea Jesús por Él estar presente en sus vidas en Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.
Alabado sea Dios por permitir que Nuestros Corazones y Voces se hagan presentes en estos tiempos críticos.
Alabada sea la vida y el aprendizaje que cada uno recibe, porque es lo mejor que el Universo y la Divina Misericordia les pueden entregar.
Alabado sea cada momento que será vivido, porque detrás de él existirá una llave y un aprendizaje para vivir.
Todo sea alabado, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde lo insignificante hasta lo que es grandioso en el Universo. Porque todo forma parte de la Creación y todo es semejante entre sí.
Alabemos y, en esa alabanza, agradezcamos por todo lo que se nos da, porque en la gratitud que pueden expresar sus corazones nunca faltará lo que sea verdaderamente necesario.
Demos gracias a Dios por todos los que no lo hacen y se olvidan de lo fundamental, que es ser agradecido en cada etapa de la vida.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Padre siempre anhela lo mejor para sus vidas, solo será importante que sus vidas estén unidas a Su Propósito y que todo esto sea para ustedes de vital y agradable confianza.
Por eso, queridos hijos, con sus corazones abiertos al gran Misterio de Dios, vivan cada etapa que el Universo les presenta como algo único, como la posibilidad de hacer de cada momento una sagrada oportunidad para amar cada día más.
Quisiera que de sus corazones brotara la gratitud necesaria para hacer de cada aprendizaje un momento de crecimiento interior y de despertar, de desprenderse del pasado y de mirar con mansedumbre cada experiencia vivida.
Mi voto, hijos amados, es acompañarlos todos los días para que puedan crecer.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Retorno como un sol radiante a Sudamérica, después de que todos Mis hijos acompañaron la peregrinación de los Mensajeros Divinos por Centroamérica y Norteamérica.
De esta forma, queridos hijos, un ciclo importante se cierra, y nuevas semillas florecerán para poder estar al servicio de Dios.
En este día, queridos hijos, su Madre Celeste agradece a cada corazón orante por haber hecho de esta peregrinación un momento de redención y de misericordia para muchas consciencias.
Es así, que su Madre Celeste hoy extiende Sus brazos hacia Sudamérica para llamarla a la celebración y al regocijo después de todos los triunfos alcanzados.
Su Madre bendice a todos e invita a todos Sus hijos a seguir acompañándola en esta sagrada misión de paz.
Por todos los esfuerzos, les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuchen con atención: el amor siempre triunfará y por más difícil que parezca vivirlo o manifestarlo, él existe dentro de cada ser.
Ese amor divino lo puede todo, lo perdona todo, lo soporta todo, así como Mi Hijo lo vivió por todos.
No existe otra fórmula de ese amor que todo lo entiende, todo lo comprende, todo lo resiste en el más absoluto silencio.
En esta hora aguda del planeta el amor se podrá expresar abiertamente en los seres.
Es ese amor que actúa por encima de todo y que, al mismo tiempo, puede redimir lo que parecería imposible.
El amor triunfa en la vida de los que se rinden, de los que se entregan, de los que aceptan aquello que tal vez no merecerían, porque es tan grandioso y victorioso ese amor, que él puede redoblarse y expandirse bajo tres vertientes: en la gratitud, en la alegría y en la esperanza.
Además de esos tres pilares el amor también tiene su expresión en la bondad, en la misericordia, en la compasión, en la humildad, en la unidad, en la Gracia y en la caridad.
Que ese amor les traiga a todos el recuerdo de que cualquier error o maldad humana o espiritual es vencida, porque el amor es una esencia desconocida, que vivifica el alma.
Arriésguense a vivir todo por amor y podrán reconocer en sí los potenciales que deben vivir, porque en el amor siempre está la paz y no el conflicto.
Los anima a vivir en el Amor Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En nombre del Amor de Mi Hijo, los vuelvo a reunir para demostrarle al mundo que es posible vivir la Divina Voluntad.
Es así, queridos hijos, que Mi Inmaculado Corazón se aproxima para traerles la Gratitud infinita de Dios; porque verdaderamente ustedes, Mis hijos servidores, están llevando adelante la Voluntad del Padre.
Es por esta razón, que hoy vengo del Cielo a anunciarles este Mensaje, con el fin de que en sus vidas y en las vidas de sus semejantes se cumpla el sagrado Propósito de Dios.
Aquí existe, queridos hijos, una vertiente simple de oración, de devoción y de caridad; y deseo que el impulso de unidad y de amor, que siempre deben gestar interiormente entre ustedes, pueda irradiarse al mundo entero.
Ustedes son un sagrado y antiguo pueblo que llegó al mundo para concretar la manifestación del Plan de Dios por medio del servicio abnegado y de la caridad.
Ahora, su sagrada tarea, queridos hijos, será el servicio a las almas por medio de la formación de siete grupos de oración, que espiritualmente representarán a los Siete Dones del Espíritu Santo y, a través de esta tarea que asumirán, Yo podré trabajar por la protección divina de todo el Brasil.
Con esto, queridos hijos, quiero invitarlos a que difundan la Obra de los Mensajeros Divinos en esta región y en todo el estado de Minas Gerais.
Deseo especialmente, queridos hijos, que la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y que el Cristo Glorificado sean conocidos en este lugar y en el Brasil entero.
Será por la devoción viva de sus corazones que Yo podré proteger el destino de esta, Mi amada nación.
Hoy, vine a agradecerles y a renovar el compromiso de que Me ayuden en el despertar de las consciencias, las que a través de la oración podrán ingresar en el camino espiritual y en la vida crística.
Por todo lo que han manifestado para el Plan del Padre, Yo les agradezco y, hoy, dejo grabado en el espíritu de esta, Mi amada casa, la siguiente oración al Sagrado Cielo:
Oración al Sagrado Cielo
Para la protección de la tarea de todos los servidores
del Núcleo Sagrado Cielo de Belo Horizonte
Sagrado Cielo de Dios,
que te manifiestas en la sublime bóveda celeste.
¡Oh, Sagrado Cielo de Dios!,
desciende a esta realidad humana,
santifica nuestras vidas y
enciende todo el tiempo la llama de nuestros corazones.
¡Oh, Sagrado Cielo de Dios!,
convoca al servicio a todos los servidores del Bien Mayor;
que la caridad sea la antorcha de los pacificadores,
que la devoción sea la luz que ilumine todos los caminos.
¡Oh, Sagrado Cielo de Dios!,
que descienda Tu Reino Celestial sobre nosotros para que triunfe el Plan.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente, entre tus manos, el calor de Mi Inmaculado Corazón que transmite e irradia los Dones del Espíritu Santo.
Siente, entre tus manos, el pulsar de Mi Corazón y contémplalo en devoción.
Siente, entre tus manos, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, Luz que se derrama sobre el mundo por cada alma de la Tierra.
Siente, entre tus manos, el fuego de Mi Corazón y observa cuánto brilla aún en ofrenda al Padre Celestial por cada uno de Sus hijos.
Siente, entre tus manos, el Amor de Mi Inmaculado Corazón y viértelo con gratitud en tus hermanos de camino.
Siente, entre tus manos, la humildad de Mi Inmaculado Corazón y adora la pobreza con la que ha salvado al mundo durante la encarnación del Hijo de Dios.
Siente, entre tus manos, el dolor de Mi Corazón, al que por cada palabra de oración pronunciada, se le retira una espina.
Siente, entre tus manos, las rosas de Mi Inmaculado Corazón, que se abren para emanar los sutiles aromas de la Creación.
Siente, entre tus manos, la pureza de Mi Corazón, que se enciende y refleja como un espejo universal de redención.
Siente, entre tus manos, la bondad de Mi Inmaculado Corazón, bondad que intercede por ti, todo el tiempo, para que finalmente despiertes.
Siente el regocijo de Mi Inmaculado Corazón, para que te abras y descubras que el Plan de Dios es perfecto.
Abraza sobre tu pecho el esplendor del Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque así te ayudaré a vencer los miedos y a manifestar el apostolado de los Nuevos Cristos.
Siente en tu alma la Gracia de Mi Corazón, para que transforme y purifique todo tu pasado y así, te tornes un terafín en los altares del Creador.
Lleva Mi Luz al mundo y únete a Mi Corazón que hoy está entre tus manos para ofrecerte la conversión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En maternidad espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, les expreso Mi gratitud infinita a todos los hijos de Aurora por estar apoyando y sustentando, en la fe, la expresión interna de Aurora en la superficie.
Este mes de mayo, que se aproxima, será especial porque su Madre Celeste los llevará al origen y a las raíces de la divina historia del nacimiento de Aurora en la superficie, historia construida por los planes de su Madre Celeste y que será compartida con todos los que estén presentes.
En este momento, Aurora necesita ser reconocida como el Centro Sagrado que es y también por su importante tarea espiritual en todo el Uruguay. Es por eso, que su Madre los hace retornar a Aurora después de una larga peregrinación por el Brasil, para que sus vidas y corazones sean depositarios de los códigos de Luz de Aurora.
Hoy, Aurora muestra su belleza de invierno, de recogimiento y silencio tan importantes para toda la vida planetaria, pero también muestra su armonía y alegría de mantener siempre sus puertas abiertas para acoger el sufrimiento espiritual de la humanidad.
Así, queridos hijos, Aurora prepara su Centro Sagrado para volver a recibir, en mayo, a la Reina del Cielo y al Redentor que ya está regresando.
La hermandad entre los servidores y Dios se vuelve a establecer, y las bases de toda la obra de Aurora se renuevan para que después vaya por el mundo dando impulsos de liberación y de redención a corazones y almas.
Aurora se reviste con la naturaleza del invierno para recibir a los Mensajeros de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice desde Aurora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis hijos consagrados
Queridos hijos:
En este día de renovación y de confirmación de votos para con los planes de paz de Vuestra Madre Celeste, quisiera verlos expresar la alegría y el amor que a todos los ha congregado en este eterno oratorio de Mi Inmaculado Corazón.
Al abrir las puertas de los Universos celestes hoy vean a su Santa Madre descendiendo desde la Casa del Padre Celestial, coronada con todas las flores de Sus hijos predilectos que confirman una y otra vez su adhesión al Plan de los Sagrados Corazones.
Hijos Míos, hoy quiero que todos estén dentro de Mi plenitud y de Mi gozo espiritual reunidos en este Centro Mariano y tomados de las manos para celebrar con su Comandante Celestial el triunfo del Corazón de Su Hijo en el mundo.
Junto a los coros celestiales, serafines, querubines y arcángeles cantemos el Himno de Aleluya decretando a Yahvé como el único y poderoso Padre de la Misericordia.
Una Gracia expiatoria derramará Mi Inmaculado Corazón sobre aquellos que ya se consagraron y se consagrarán a Mí el 13 de marzo, cuando su Comandante Celestial dirigirá Su Gracia maternal sobre las causas imposibles. En ese día en el que la puerta mayor del oratorio sagrado de Mi Corazón estará abierta, quisiera verlos internamente pronunciando y afirmando por un año más su sí al Plan del Padre Universal.
Queridos hijos, como su Alteza Celestial desciendo del Cielo resplandeciente en amor, en maternidad y coronada por Sus hijos del mundo. Hoy desearía que sus almas pronunciaran a viva voz: "Gratitud, Madre por cuánto nos das." Así Yo elevaré al Cielo esta imploración para que el Padre la contemple en el océano infinito de Su Misericordia; de esa manera el Plan de todo el Universo podrá contar con la colaboración y el esfuerzo de todos.
Muchos de ustedes quisieran testimoniar resultados evidentes de toda esta Obra, Yo prometo que los verán en el próximo tiempo.
Hijos amados, ahora Yo los invito a obrar en el nombre del amor y de corazón por todos los que rechazan todos los días el llamado espiritual de Dios. Ustedes se consagraron como Mis hijos porque fueron tocados por Mi Luz, por Mi sagrada Maternidad y por Mi Misericordia.
Quisiera que aprovecharan este último ciclo, la Gracia inexplicable que Yo les derramo amorosamente para que sus corazones se abran cada día más para amar y reconocer en el semejante la Presencia de Cristo, así como Yo la reconozco en cada uno de ustedes.
Hoy sean verdaderamente una sola familia espiritual sin apariencias ni juicios, así como Nosotros, los Portavoces del Cosmos somos una familia con cada criatura de este planeta que está o no en el camino de Cristo.
Queridos hijos, renueven sus votos de consagración y de unión con Vuestra Madre Celeste. En este día Mi Inmaculado Corazón se aproxima aún más a sus vidas para que sientan Mi eterna Paz.
Les agradezco, hijos, por formar parte de los ejércitos orantes de la luz.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que las puertas de los mundos internos y celestiales se abran para que los redimidos ingresen e invoquen el nombre santo de Emmanuel.
Que los autoconvocados se reúnan para crear la alianza con el Espíritu Sagrado de Dios.
Que los llamados hijos de Adán, recuerden los principios de la raza antigua para que las Leyes se vuelvan visibles y se establezca la armonía universal.
Que los consecuentes manifiesten la sabia gratitud y que desde ahora destierren los aspectos humanos que los llevaron a la perdición.
Que los valientes se purifiquen para que limpios de toda mancha reciban los rayos de la transubstanciación.
Que los caminantes y buscadores del sagrado conocimiento no se cansen y no dejen de buscar la fuente de la humildad.
Todo está listo para acontecer en la nueva humanidad, los viejos actos y las viejas costumbres serán expulsadas para que brille en cada alma el nuevo y sagrado Sol del Universo.
Que nadie impida el descenso del Reino de Dios para que los que están más lejos de la verdad puedan reencontrar el sentido de estar en esta vida.
¡Adelante los discípulos de Cristo! Caminen descalzos de sus antiguas alianzas con el mundo, eso los hará libres de todo y merecedores de la divina e infinita misericordia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los une al principio del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El arte de amar y vigilar el Plan de Dios
Queridos hijos Míos:
Hoy llego hasta ustedes en amor y reverencia por las almas de ustedes, que intentan día a día mantenerse fieles a Mis pedidos y unidas a Mis intenciones.
Hoy los resguardo bajo Mi manto de Luz al igual que protegí a los apóstoles de Mi Hijo, después que Él se elevó a los Cielos. Así como en aquel tiempo, hoy quiero instruirlos sobre cómo esos hijos Míos aprendieron el arte de amar y vigilar el Plan de Dios para esta humanidad.
Primera lección.
Estén siempre en gratitud por haber recibido la Gracia de participar conscientemente de las instrucciones de los Mensajeros Divinos. Esa gratitud los mantendrá siempre unidos a Nuestros Corazones.
Segunda lección.
Estén siempre atentos para que las mentes, con sus pensamientos, se manifiesten dentro de energías evolutivas, sagradas y reverentes hacia Dios, hacia toda Su Creación y hacia las propias consciencias. Esfuércense por rechazar pensamientos inarmónicos y opuestos a la Ley de Dios, hacia otras personas y hacia ustedes mismos.
Tercera lección.
Observen que las emociones y sensaciones de ustedes estén conducidas y destinadas a agradar a Dios, nuestro Señor, llenas de devoción por Su Obra y de sana alegría por todos Sus designios. No permitan que las tristezas y la desesperanza abracen sus corazones. Vean en todo lo que viven el propósito de forjar en ustedes verdaderos hijos del Altísimo, fuertes y valientes para enfrentar cualquier situación.
Cuarta lección.
Mantengan sus almas en la oración plena del corazón. Mantengan el verbo, el pensamiento y el sentimiento que emana del espíritu, en cada palabra, en cada frase pronunciada, con concentración, amor por Dios y alegría por pertenecer a Su Plan y haber sido convocado a realizar una tarea sagrada.
Quinta lección.
Coloquen la fuerza espiritual, aquella que los ha traído hasta aquí y que los mantiene siempre disponibles en la fe, a cada momento, en cada oración, en cada servicio, para concretar la Voluntad del Padre. Siempre atentos para servir a Su Propósito a cada instante.
Sexta lección.
Guarden dentro del corazón siempre la intención de agradar a Dios y vigilen que el sentimiento de ustedes, aquel profundo, sea verdadero y no reclame beneficios propios. Que todo sea por y para el Señor y Su Obra.
Séptima lección.
Manténganse fieles y sean verdaderos. No se engañen y se envuelvan en las apariencias; den siempre lo mejor que tienen en cada acción, en cada servicio y en cada oración.
Si todos tienen claras estas lecciones en sus seres internos y ellas conducen acciones, pensamientos y sentimientos profundos, serán guardianes y vigilantes de la Voluntad de Dios para esta raza.
Y cuando oren y vigilen junto a los Mensajeros Divinos, en la alegría espiritual plena de vivir en la obediencia que viven los Ángeles del Cielo, serán libres de espíritu, apóstoles del amor, pacificadores y servidores del Hijo del Creador, el Redentor.
Hijos Míos de Venezuela y del mundo entero:
Los invito a ser guardianes y vigilantes del Plan de Dios para la Tierra, guardianes de la evolución, siervos fieles del Creador y Su Obra Divina.
Vigilen Conmigo durante todos los tiempos que vendrán y verán concretarse los planes de paz en este mundo.
Los amo y los convoco a concretar el paso evolutivo de esta raza.
Gracias por estar hoy conmigo.
María, Vuestra Madre, Consciencia Femenina Universal
Muchas Gracias de Mi Corazón fueron derramadas en vuestras vidas en estos últimos tiempos.
Fueron dignos de Mi Amor y de Mi Gracia porque el gozo de Mi Espíritu los colmó de dones, sembrando en las esencias las semillas de Mi Hijo. Ahora esos frutos deberán ser ofertados a los Pies del Creador para que Su Obra máxima se cumpla en los corazones redimidos.
Vieron en el Cielo el Propósito manifestado y fueron partícipes del Plan Celestial de Dios; así fueron conducidos hacia la meta para que muchas almas despertaran al camino de la redención.
El Padre les ha dado todo y nunca dejará de darles lo que necesiten para poder cumplir la obra de Su Voluntad.
Fueron puestos en libertad y muchas situaciones internas fueron liberadas del eterno cautiverio. Conocieron la paz y la sintieron, llevaron el Mensaje del Cielo a los que nada escuchaban, ayudaron a abrir los corazones cerrados y recuperaron la fe en quienes la habían perdido.
A través de la obra de vuestra Madre Celeste fueron llevados a comprender el motivo del llamado, fueron consecuentes con el Universo y él nunca los desamparó, ni siquiera en los momentos más importantes de la vida. Aprendieron a cruzar los abismos y a superar las pruebas mediante el Amor de Cristo, conocieron la verdad y fueron partícipes de ella en el final de los tiempos.
Recibieron los tesoros más grandiosos que guardaba el Universo y fueron llamados para ser celadores de ese legado. La Palabra de la Divinidad siempre los guio, nunca dejó que ninguna puerta se cerrara a pesar de las circunstancias.
Los más simples alcanzaron la meta y siguieron el camino del espíritu y de la simplicidad. Otros se perdieron por querer buscar su propia respuesta a todo lo que sucedía, pero al final del último día Mi Hijo los llamará para presenciar el juicio del mundo entero.
Por eso, todos son preparados y nadie podrá decir que la Gracia no tocó su corazón. El Plan debe realizarse, la hora indica una sincera decisión; el Universo siempre los esperará. Los apóstoles deben despertar y trabajar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Propósito de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como la lluvia que toca la tierra y hace crecer los frutos en desiertos áridos, así Mis Gracias tocan vuestros corazones para convertirlos en el modelo perfecto que Dios planeó desde el principio.
Hijos, conozco lo que aún dentro de ustedes debe morir y trascenderse para que algún día se manifieste el verdadero apóstol de la redención.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la batalla espiritual y muchos de Mis hijos no quieren darse cuenta de eso; por eso vengo para pedirles oración, para que puedan percibir cuánto el mundo está distraído y afirma ante el Universo que está haciendo todo bien.
Yo vengo para desmitificar lo que creen de vuestras vidas para que reconozcan la Voluntad del Padre Celestial y para que muera la vuestra. Es así hijos que ustedes podrán ser dignos de comprender todas las cosas.
Ahora el Universo permite ciertos acontecimientos para que todos puedan aprender y no vuelvan a repetir los mismos errores.
Hijos, Yo soy constante con ustedes y los tocaré con Mi Gracia cuantas veces sea necesario, pues Mi verdadero motivo es convertirlos en aquello que todavía no son. Sean pacientes y amen la transformación, así será menos dura para los que se animen a conocerse a sí mismos; cuando eso suceda, podrán tomar consciencia que vuestros pequeñísimos problemas de vida son leves ante el peso del gran pecado de la humanidad.
Busquen la fidelidad a través de Cristo; no se desesperen por lo que viven; existen problemas planetarios mayores que abarcan regiones, pueblos y sobre todo, un proyecto de evolución espiritual.
Expurguen lo que está viejo, vacíense todo el tiempo y así serán los nuevos odres que serán llenados por la Preciosa Sangre de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los purifica, los cura y los eleva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para trabajar la madurez y la consagración al Plan de Dios, les entrego las Siete Piedras Preciosas de la Salvación:
- No ser ingrato con el Universo ni con el semejante
- Creer que todo es posible por la Misericordia
- No destruir el Plan Divino por medio de falsas acciones
- Ser reverente con los demás
- Amar el Plan Divino más que a la propia comodidad
- Aceptar la ayuda que viene de lo Alto
- Perdonarse a sí mismo para ser perdonado
Con estas siete piedritas podrán vivir verdaderamente las Cinco Uniones con el Padre Celestial a través de:
- Una comunión reparadora
- Una confesión curadora
- Una instrucción formadora
- Una reconciliación renovadora
- Una conversión redentora.
Quien los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
No pediré que en poco tiempo sean diferentes a lo que son hoy; para el Padre, su hora de purificación y ascensión está marcada.
Por eso, permitan transformarse así como su Padre lo previó desde el principio.
Vivan en Cristo y sean en Cristo, pues el único camino que les resta recorrer es el camino de la redención.
Si no están unidos, ¿cómo proseguirán?
La Gracia ha tocado sus vidas y ustedes deben ser consecuentes con esa Gracia que los unifica y los renueva todo el tiempo.
Queridos hijos, estén Conmigo y no del otro lado del camino. Yo los necesito siempre fieles a los que los guían por amor. Eso los protegerá mientras estén en la Tierra.
La obediencia es el don que los colmará y los librará, todo el tiempo, de equivocarse.
Por eso, hijos, que en estos tiempos ustedes puedan observar el verdadero camino, porque los desánimos y las crisis internas serán las barreras que deberán superar a través del amor y de la unidad.
A las puertas del Armagedón humano, sean conscientes y agradecidos por lo que reciben, al menos vívanlo por aquellos que no reciben ni siquiera la mitad de todo lo que les dona el universo.
Sumérjanse en Mi Corazón y así serán libres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La tarea que Dios les encomienda es para cumplirla a través del amor y de la confianza. Así se puede vivir y expresar, por medio de ella, la gratitud al Plan del Altísimo.
Cada tarea encomendada recibe un impulso espiritual que es capaz de ayudar a aliviar los internos, para que estos cumplan con el Propósito.
En estos tiempos las tareas son profundas, porque abarcan no solo el estado de una consciencia, sino también alguna necesidad que debe ser resuelta en esta humanidad.
Así, se van formando los rebaños y los pueblos de Dios a través de las tareas que deben cumplir con madurez de espíritu como en la confianza absoluta al Plan de Dios.
Ahora que los ejércitos son convocados, las escuelas de instrucción interna se están formando para poder responder espiritualmente a la necesidad de educación de todas las almas.
Será de esa forma que Cristo contará con cierto número de ejércitos para concretar la misión de Su Retorno.
Para eso solo existe una premisa a cumplir: el esfuerzo permanente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los contiene y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Se aproxima el día del aniversario de Mis mensajes diarios cuando Dios Me concedió la Gracia de guiarlos y acompañarlos.
Hijos Míos, por eso, a través de todas las instrucciones que Mi Corazón ha entregado, los invito a ejercitar nuevamente la lectura del corazón, o sea, la lectura de todos Mis mensajes desde vuestro corazón. Yo los invito a que vivan Mis mensajes, a que ustedes los practiquen de manera simple y humilde.
Queridos hijos, el inicio de los anuncios de Mis palabras diarias tuvo origen en Medjugorje, cuando Mi Corazón Materno preparó a Mis videntes para que cumplieran la tarea que se ha llevado adelante, en nombre de Dios, a lo largo de este último año de apariciones.
Hoy quiero invitarlos, unidos a Mis treinta y un años en Medjugorje, a caminar en la fe y en la conversión, porque si ustedes día a día transforman vuestros corazones, estarán transformando el abismo de la humanidad.
Queridos hijos, vuestra conversión, vuestra penitencia y vuestro ayuno ayudarán en la salvación de almas que están en faltas irreparables y, sobre todo, permitirán la llegada de la Divina Misericordia.
Cuando Yo los llamo a la conversión, a la penitencia y al ayuno, los estoy llamando a dar un poco más de parte de vuestros seres sin vivir grandes privaciones, pero sí donando desde el corazón todo aquello que se puede transformar y redimir.
Los llamo a la oración porque así vuestros corazones estarán elevándose como un ave se eleva hacia lo alto de una montaña.
Queridos hijos, que vuestros pies suban al monte de la gratitud y de la devoción para que vuestros corazones se unan a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
En Medjugorje, el día 15 de noviembre del 2011, hace ya un año, Mi voz anunciaba el surgimiento de la Obra de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Hoy es una Obra muy amplia gracias a la respuesta de Mis soldados.
Pero a todos ustedes, queridos hijos, los que Me acompañan mes a mes en Mis apariciones, les pido que auxilien y que colaboren para que esta obra corredentora, que está unida al Maestro Jesús, pueda expandirse aún más al igual que se difundió la obra de Medjugorje hace treinta y un años.
Hijos Míos, quiero decirles que toda la Obra que realiza en América del Sur la Bienaventurada Virgen María, debe ser apoyada con la pequeña colaboración de todos Mis hijos. Les pido una colaboración verdadera desde el corazón, una entrega a Dios desde vuestro ser interno, porque una obra en la Tierra acontece y se manifiesta a través de los obreros que en ella trabajan, y esos obreros necesitan de recursos para realizarla.
Así Dios cuida de Sus obreros y al mismo tiempo de la Obra.
Hijos, está todo unido por un mismo eslabón y vuestra oración ayudará para que Mi obra corredentora pueda proseguir tocando doloridos y sufridos corazones.
Queridos Míos, los invito a que Me acompañen, como Madre Peregrina, para que la Luz pueda llegar a los que niegan el Amor Misericordioso de Mi Hijo.
Obremos mediante la oración para que la Obra de Dios se cumpla en el Sur de América.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Espero que a lo largo de este último año de Mensajes Diarios ustedes hayan aceptado vivir en la Gracia de Dios. Es una misericordiosa revelación que Mis Maternales Palabras hayan acompañado a cada uno de ustedes en todo este tiempo que pasó, durante el cual vuestros corazones han tenido que crecer y madurar ante la realidad del final de este tiempo.
Hijos Míos, por esto hoy los llamo a profundizar en vuestros corazones la gratitud hacia Dios; gratitud porque, a través de Mi Hijo y Su amorosa intercesión, Dios Me permitió venir a vuestro encuentro, diariamente, por medio de los mensajes.
Queridos hijos, ustedes saben que el mundo está sufriendo mucho y que, cada nuevo día, innumerables almas se pierden condenándose al camino del purgatorio.
Por eso, Yo los llamo a vivir la oración del corazón porque vuestra oración será la única esperanza para la salvación de muchos corazones, sobre todo de aquellos hijos que en la ignorancia de sus vidas ofenden a Dios.
Amorosamente les pido que recen bajo la Luz de Dios y que a Él encomienden a todas las almas que sea posible a través del poder de la oración. Aquellos que aún no oran es porque carecen del Amor Materno y necesitan saciar la sed que sus almas sienten hace mucho tiempo.
Queridos hijos, este es un tiempo definitorio, un tiempo de cambios; por eso, los invito a concientizar vuestra tarea de oración para que más Luz desde el Universo de Dios pueda socorrer y salvar almas condenadas.
Hijos Míos, sostengan en vuestras manos la oración del rosario y que cada nueva oración que ustedes realicen sea una oferta y una súplica a la Misericordia de Jesús.
En Mi Hijo está el camino. En Mi Hijo se encuentra vuestra redención y vuestro perdón.
¡Estén despiertos a la oración!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Madre de los cristianos y de los no cristianos, en el nombre de la Luz de Mi Hijo, intento, día a día, retirar a muchas almas del largo desierto interior en el que viven por la falta de fe y de amor en el corazón.
En estos tiempos, queridos hijos, que vuestros corazones sean precursores activos de Mi llamado por la paz y por la salvación de las criaturas.
Queridos hijos, como Madre y Puerta del Cielo, hoy les pido que busquen a Dios dentro de vuestros seres internos, al Amor del Padre, al Espíritu Inmaculado de la Paz, porque ese Espíritu les permitirá crecer y los fortalecerá para las decisiones en la vida, en la mente y en el espíritu de cada uno.
Hoy los estoy llamando a preparar, con consciencia, vuestras moradas para que en poco tiempo, Jesús, el Rey del Universo, el Maestro de los maestros, encuentre reposo en moradas puras y cristalinas donde se pueda derramar Su Absoluta e Insondable Misericordia.
Queridos hijos, el mundo está viviendo grandes pruebas en la fe y en la vida de muchos corazones; por este motivo Yo les pido que coloquen a los millones de hijos que tengo a Mi resguardo en el verdadero ejercicio de vuestras oraciones para que ellos ingresen en la definitiva Ley del Perdón y de la Misericordia.
Como les he dicho, queridos hijos, este es un último ciclo para la confirmación de los corazones delante de los Planes de Dios. La humanidad puede vivir en el nuevo Plan de Dios, Plan que los llevará a permanecer en el verdadero estado de la paz y de la reconciliación.
Hijos Míos, es muy importante mantener encendido el fuego de la oración del corazón, oración que los une con el Sagrado Espíritu Divino de Mi Hijo. Pero para que eso suceda, queridos hijos, vuestros labios solo deben pronunciar palabras de amor y de paz, palabras que broten desde el corazón, palabras que alivien el gran sufrimiento que viven muchas almas solitarias.
Hijos Míos, hoy de nuevo les suplico y les hablo con el inmenso Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque como ustedes saben, estos ya son los últimos anuncios que Dios Me envía a transmitir para todos los corazones.
Delante del nuevo tiempo que llegará, hijos Míos, que vuestros corazones, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos sean misericordiosos para que dentro de ustedes reine Dios, reine por siempre el Amor de Mi Hijo.
Guarden en ustedes la gratitud para que ella irradie humildad y Misericordia.
Gracias por responder a Mi llamado.
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy, una vez más, en Mi visita espiritual a Medjugorje, Yo les pido que reconozcan la presencia de Mi Paz en vuestros corazones. Mi Amor quiere convertir vuestras almas en un jardín de rosas y en un inagotable manantial de paz.
Hijos Míos, aceptando este llamado de Mi Corazón Materno, en ustedes no existirá más dolor, para que así nazca de nuevo el Amor del Redentor.
Queridos hijos, quiero que vuestras consciencias ya no reclamen más por las dificultades y por las pruebas de la vida. Yo los invito a permanecer en Mis brazos Maternales para que caminen en el sacrificio.
Pequeños Míos, el mundo está cargando con mucho dolor, por eso, ustedes deben ser verdaderas emanaciones de Mi Paz sobre la faz de la Tierra.
Queridos hijos, para corregir el pasado, las pruebas o el dolor, deben entregar vuestras vidas a las Manos del Creador. De esa manera, en nombre de todos los que no oran, no adoran y no aman a Dios, ustedes estarán haciendo una importante entrega de vuestros corazones al Altísimo.
Caminen, en este tiempo, bajo la Valentía y el Amor de Cristo, porque vuestros corazones misioneros ahora deben darlo todo por la humanidad.
Sonrían a la vida que Dios les ha dado con tanto amor; agradezcan desde el corazón y sirvan en paz a los más necesitados mediante la oración y el servicio del corazón. De esa forma, las torres de la paz se erguirán desde la Luz de vuestros corazones.
¡Les agradezco por estar viviendo Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Apreciados hijos:
Hoy agradezco en especial a todos los servidores donados a Mi Inmaculado Corazón. Mi tarea por la paz se difunde por la espontánea y abnegada colaboración de muchos de Mis servidores marianos en el mundo.
El mensaje de hoy lo dedico, con amor y agradecimiento, al grupo de almas donadas a la misión de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Sin la dedicación total de vuestras vidas, muchas almas no hubieran podido salvarse. Sepan, Mis queridos hijos, que Mi Corazón no elogia, pero sí irradia amor y agradecimiento celestial por la tarea que vosotros, como hijos, hacéis posible en esta parte del mundo, en esta parte de América del Sur.
Queridos hijos, por tal motivo, a todo este dedicado grupo de almas les extiendo Mis brazos para que a todos, tomados de Mis Manos Maternales, Yo pueda elevarlos hasta el Reino de Dios.
Hijos Míos, recuerden que vuestra morada debe reposar todos los días porque Dios necesita que vuestro templo esté firme y fuerte para que puedan continuar con la tarea que Yo les he confiado.
Como soy Madre de todas las almas, hoy pido a todos Mis hijos que oren, que oren por todo este grupo mariano de almas para que la Luz del Espíritu Santo los colme, los guíe y les entregue sabiduría espiritual para cada uno de los pasos que realizarán Conmigo, en esta tarea de paz, en esta Mi Misión Maternal.
Agradecida por entero a todo este grupo dedicado a llevar el Mensaje de Mi Inmaculado Corazón les pido, hijitos Míos, que colaboren sinceramente para que esta tarea pueda continuar por mucho tiempo más. Dios Me encomendó venir a vosotros, y Jesús Me ha pedido que Yo sea una Gran Protectora de vuestros corazones.
Queridos hijos, continúen por este camino, Dios hoy está alegre por la donación de todos.
¡Bienvenidos a Mi Reino, misioneros de María!
Les agradezco desde el Corazón de Dios.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más