- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Vigila en oración con tu Señor para que, en estos tiempos, Él encuentre a Sus compañeros y apóstoles despiertos, conscientes de la agonía y de la pasión del planeta, dispuestos verdaderamente a entregar sus vidas por Cristo a través de los pequeños y grandes sacrificios que los aproximan a Dios.
Esfuérzate todos los días para ofrecer algo más de ti al Padre, en nombre de toda la humanidad. Que tu oración, tu canto y tu entrega se profundicen y se tornen cada día más sinceros e incondicionales, por ser los instrumentos y los vehículos de tu unión con Cristo, de tu servicio a Su Plan de rescate en este mundo.
Ora y vigila con el Señor porque así estarás acompañando Sus pasos. Es así que corresponderás a Su presencia espiritual en este mundo. Es así que prepararás Su camino de retorno a la Tierra y serás digno de estar con Él en la institución de Su Reino.
Haz de la oración el agua sin la cual tu alma no puede vivir y del sacrificio el alimento de tu espíritu. Así, hijo, estarás cada día más cerca de Dios y, en consecuencia, elevarás contigo a este mundo y a su humanidad.
Tienes mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Contempla la vida a tu alrededor y agradece. Agradece porque tienes en todo una oportunidad de amar y, así, de cumplir con el Propósito de Dios para ti.
En la Tierra, hijo, el Propósito para los seres humanos es único: renovar el Amor de Dios y permitir que el Creador recree y renueve Su Creación a través de este Amor. No viniste a la Tierra solo para vivir las cosas del mundo; tu misión no es hacer esta o aquella cosa, tener este o aquel servicio, profundizar por este o aquel camino. Tu misión es amar, y todo llega a tu vida para darte esa posibilidad de vivir el amor.
Es el mismo amor que te mostrará el camino de retorno al Corazón de Dios. Es el mismo amor que te revelará todas las ciencias y sabidurías. Es el mismo amor que te conducirá a ser un digno hijo de Dios.
El amor es tu misión en este mundo, y en todo, tu puedes encontrar una posibilidad de amar. Por eso, cada nuevo día agradece a Dios por estar donde estás y por cumplir con Su Plan como te corresponde. Y solo ama, ama todos los desafíos, ama todas las imperfecciones, ama todas las dificultades, ama lo que no comprendes porque al ser amado eso te será revelado.
El secreto de esta vida es el esfuerzo constante por vivir el amor entre los seres, con los Reinos de la Naturaleza y, por encima de todo, con el Corazón de Dios.
Por eso, ve, hijo, y a través de la gratitud abre las puertas de tu pecho para que aprendas a amar cada día más.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Nunca temas asumir grandes responsabilidades, porque, por más que te equivoques y que no estés preparado, si colocas el corazón y el amor, más allá de los defectos, eso tendrá más valor que hacer las cosas perfectas para Mí.
Me gustan las almas decididas, dispuestas y obedientes; las que son capaces de superarse un poco más todos los días, sin salirse del equilibrio ni tampoco irse hacia el otro extremo.
En este tiempo, la disposición y el sacrificio harán la diferencia entre que Mi Plan se cumpla o que Mi Plan no se pueda llevar adelante.
Pero, dentro de todo el espíritu de la entrega, la determinación no puede ser desmedida ni fanática. Ustedes deben estar en equilibrio con el día y la noche, con el ritmo ecológico y biológico, porque de esa forma estarán cumpliendo las Leyes básicas de la evolución.
Todo tiene su lugar y su tiempo, por eso, el equilibrio interior y exterior ayudarán a realizar Mi Plan conforme a lo que fue pensado.
La apertura interior a Mis Comandos permitirá la manifestación de Mis Obras.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras el Libro Sagrado de Dios se abre para revelar la historia verdadera de la Creación, el Hijo Universal escucha con atención las palabras de la Dulce Madre y, después de ser difundido Su Mensaje, el Redentor da continuidad a la historia escrita en el Universo Mayor.
Los “grados de amor” eran el camino más directo para que Adán y Eva pudieran trascender y superar la dualidad.
Así fue que, un tiempo más tarde, el Proyecto Universal, que había comenzado en la Tierra con los primeros pobladores de la humanidad, tuvo que transitar por diferentes escuelas de aprendizajes que comenzaron a llegar en forma de vivencias y de procesos de vida.
El llamado y conocido Edén fue el recinto dentro de la Tierra que fue puesto a prueba.
Las siguientes generaciones de Adanes y Evas, teniendo consciencia de la dualidad y del libre albedrío, comenzaron a definir, dentro de sí, la importancia de dar continuidad a la Voluntad Mayor que los había traído a la Tierra.
Ellos sabían que eran Hijos de Dios, que tenían un Padre Mayor que les había dado todo lo que Él tenía para que fueran felices. Sabían que era un Padre de puro amor que había creado todo lo que existía en el Cielo y en la Tierra para que los Adanes y las Evas pudieran amarlo y reconocerlo.
Dentro de ese escenario del Edén, no faltó, como lo expresa la Biblia, la presencia tentadora del símbolo de la serpiente; un movimiento paralelo que el adversario articuló para convencer a los Hijos de Dios que ellos, teniendo más libertad, podrían escoger más y así satisfacerse a sí mismos.
Todo ese plan del ángel caído intentó boicotear el Proyecto Original, el que al final fue interferido.
Pero los demás Arcángeles del Universo Mental ayudaron a las siguientes generaciones de los Adanes y de las Evas a seguir adelante y a cumplir con ese ansiado Proyecto de Dios, el que tenía como escenario al planeta Tierra.
En aquel tiempo, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Adanes y a las Evas que habían sido fieles que, por el error de sus primeros padres, Adán y Eva, habían adquirido la dualidad y, en consecuencia, el llamado pecado original, que significaba nacer con una mancha espiritual de impureza por lo sucedido en el pasado.
Pero dentro de la aspiración de Dios ese Proyecto de Sus primeros hijos se comenzó a realizar cuando ellos mismos descubrieron, dentro de sí, que podían vivir un amor tan grande y semejante al que el Padre expresó por todos por medio de la manifestación de la Creación.
Por esa razón, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Hijos Fieles de Dios que podrían superar sus elecciones y sus diferencias, si en verdad amaran la vida y todo lo que existe.
Así fue que algunas generaciones posteriores a Adán y Eva fueron capaces, con sus limitados conocimientos, de amar a la Creación, así como el Padre Celestial la ama.
En esa escuela de poder experimentar los primeros pasos del Amor Crístico no faltaron las tentaciones y las pruebas, las que llevaron a definir en el futuro la continuidad de los primeros pobladores de la Tierra.
Los Arcángeles dieron infinidad de impulsos, llaves espirituales y prácticas para que los Adanes y las Evas mantuvieran vivos los principios que los trajeron a la Tierra, para que más tarde representaran y fueran el reflejo de una primera Hermandad terrestre, la que seguiría fielmente los atributos de Dios.
En aquel tiempo, ese primer pueblo de la Tierra alcanzó esa aspiración de Dios y consiguió vivir patrones de conducta muy civilizados, los que, posteriormente, como estados de consciencia los llevaron a expresar códigos crísticos, tanto en la vida personal como familiar.
De esa forma, Dios, como Padre de todo lo creado, testimonió en los orígenes de la Tierra que, a pesar del plan de la dualidad del ángel caído, los primeros seres humanos eran capaces de superar todas las barreras de la consciencia a través de la entrega incondicional a los Designios de Dios y, especialmente, a través de la vivencia primaria del Amor Crístico.
El pasaje de los primeros pobladores de la Tierra y el resultado alcanzado por la intervención y por la obra de los Arcángeles dio como resultado la continuidad de la humanidad, a fin de que ella estuviera cada vez más cerca de Dios.
Continuaremos con estas revelaciones de los Libros internos de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Santidad es estar delante de Dios y, en confesión, reconocer sin miedo las propias faltas, debilidades e imperfecciones, sin esconder, ni de sí mismo ni del prójimo, las pequeñas o grandes miserias que los prenden a este mundo y les impiden llegar al Cielo.
Santidad es ser consciente de la Presencia Divina y vivir bajo Su Mirada, avergonzándose, arrepintiéndose y confesando las debilidades y, al mismo tiempo, acogiendo, reverenciando y agradeciendo los Dones y las Gracias que provienen del Padre.
Santidad es atravesar, cada día un poco más, las capas de la ilusión material para fijar los ojos y el corazón en el Propósito y en la Verdad Divina. Poco a poco, las fuerzas, las tendencias y las condiciones humanas van perdiendo su lugar en el corazón de los seres y ese espacio es colmado por la libertad de amar y de servir a Dios.
Santidad es reconocer que el camino es largo, pues el desvío fue grande, pero, sobre todo, es confiar en el milagro y en la Misericordia de Cristo, sin condicionar o limitar las acciones del Señor en la propia vida; sino, al contrario, dejando siempre que Él tenga la posibilidad de transformar las piedras perdidas en el lodo en perlas cristalinas y puras, plenas de Su Verdad y Transparencia.
Santidad es saber que nunca se ha alcanzado el punto necesario y no detener los propios pasos ni la Gracia de Dios en sus vidas, con la certeza de que en algún momento de la evolución la Unidad llegará y, ese día, la Creación se recreará. Y el Padre, habiendo renovado Su Amor, reinventará la Vida en un nuevo grado de Amor.
Vean la santidad como un horizonte que los llama. Este es un camino y no una utopía.
Busquen el servicio, el amor y la transparencia y, sin percibirlo, vivirán la redención y, más aún, retornarán a Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que te conozcas a ti mismo y no solo a las situaciones de la vida humana.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para saber cómo reaccionas a los estímulos del mundo y cómo respondes a los impulsos de Dios.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que te conozcas cada vez más profundamente y no te dejes engañar, creyendo ser algo que no eres.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, con amor, con paz, con la simple intención de saber quién eres, cómo actúas, cómo vives y que, así hijo, tengas consciencia de todo lo que debes transformar.
Que tus ojos no estén solo en el Cielo o en los defectos y virtudes del prójimo. Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, abriéndote a un autoconocimiento verdadero. De esta forma, abrirás las puertas para profundizar en la ciencia de la vida y permitirás que Dios no solo te transforme, sino que te muestre tu verdadero ser, impulsándote a llegar a lo que, en verdad, eres.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que no te engañes a ti mismo y para que, en estos tiempos de ilusiones y de espejismos, tus ojos estén fijos en la Verdad y, sabiendo quién eres y lo que no eres, puedas encontrar lo que Dios espera de ti desde el principio.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Vivir el Amor de Dios públicamente es simple y es parte de la misión de los apóstoles de Cristo en este y en todos los tiempos, porque ellos deben anunciarle al mundo los Dones y las Dádivas de la presencia divina. Pero hoy, hijo, vengo para enseñarte a estar con Dios secretamente y a construir las bases de tu transformación y la consolidación de tu entrega, porque, siendo así, tu simple presencia será el anuncio de la presencia divina, será el testimonio de los Dones y de las Dádivas del Creador.
Hoy vengo para enseñarte a amar estar con Dios y a buscar todos los espacios posibles en tu vida para encontrarlo, para conversar con Él, para estar en Él y Él en el mundo a través de ti.
Que estar con Dios no sea para ti una obligación, sino una necesidad.
Se están aproximando a la prueba final de esta humanidad y a la última definición de las almas. Tu Padre y Señor aspira a construir en ti una fortaleza, a depositar en tu interior Su Sabiduría y a hacer de tu corazón una puerta a través de la cual Él llegará al mundo.
Por eso, llegó el momento de estrechar tus lazos con Dios, de aprender a amar la manifestación de Su Plan más dentro de ti que fuera, porque, si el Plan de Dios no se cumple en ti, no podrás exteriorizarlo en la manifestación de Su Obra.
Crece en Dios, para que Su Obra también crezca a través de ti y la redención que Él manifiesta en tu vida se extienda al mundo entero.
Ama descubrir y conocer a Dios, profundamente, en el secreto y en el silencio de tu corazón. Conviértete en la piedra fundamental de esta construcción del nuevo tiempo, del nuevo mundo, del Nuevo Hombre.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Primer Mensaje
Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como el agua de la lluvia, hoy traigo Mis Gracias para el mundo y revelo Mi Corazón Confederado para toda la humanidad.
Desde la Nebulosa de Orión traigo Mi Mensaje y hago vibrar las Palabras de Dios en todo el Universo. Que también vibren sus corazones con estas Palabras y así se puedan renovar los tiempos.
Desde Orión envío Mi Energía Espiritual para la humanidad, para todos los representantes de Cristo en la Tierra.
Que Mi Verbo se refleje en los corazones simples y humildes.
Que Mi Propósito se cumpla en los que aspiran a alcanzarme algún día y también llegue a todos los que aspirarán a superarme en el amor viviendo Mi Verdad.
Desde esa constelación envío Mi Mensaje para todos, para que en sus espíritus también se conforme la Hermandad, esa sagrada Fraternidad de todos los tiempos que ha permitido proteger y amparar a este planeta y a este Proyecto humano, desde el Génesis hasta los días de hoy, pasando por tantas civilizaciones, razas y experiencias, viviendo tantos aprendizajes y pruebas a través de todos los tiempos y de todas las eras.
Y a pesar de tantos embates y después de Mi venida al mundo hace más de dos mil años, el Proyecto de Mi Padre aún sigue en pie en esta humanidad y llamo a todos los seres de la Tierra para que lo sigan recreando, para que puedan seguir constituyendo en ustedes ese Proyecto de Amor que va más allá de la dualidad y de toda diferencia.
Yo traje para todos, hace más de dos mil años, el Código Crístico Celular.
Mi Divinidad, Mi Alma y Mi Consciencia se ofrecieron para eso, a fin de testimoniar para el mundo que es posible vivir grandes grados de amor, más allá de todos los errores cometidos.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión enviando Mi Mensaje de paz a la humanidad para este nuevo ciclo que ha comenzado después del último 8 de agosto, en donde nuevos acontecimientos llegarán para que la humanidad pueda aprender a vivir aún más el amor y el perdón, concibiendo en sí la redención.
Hoy el Universo envía su bendición para todos, su más cordial mensaje de paz y de fraternidad, porque ya no bastará que su Maestro esté solo en el planeta o en algún lugar de él para enviar Su Mensaje.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión para que todos puedan participar de esa universalidad en el fin de estos tiempos; universalidad que deberán alcanzar a través del amor al Plan y el servicio incondicional a la Jerarquía.
Sean partícipes, entonces, compañeros, del fin de este último tiempo en donde enseñanzas más importantes llegarán, aprendizajes más profundos se vivirán.
Revelaciones muy desconocidas llegarán para que al menos una parte de la consciencia de la humanidad se eleve y encuentre la puerta de salida hacia el Infinito, en nombre de toda esta civilización milenaria que viene caminando en este mundo hace mucho tiempo.
Hemos llegado en el tiempo en donde se vivirá esa gran síntesis, desde el principio del Génesis, pasando por los grandes patriarcas, profetas y apóstoles y todos los mártires de Cristo.
Toda la historia de los que dieron la vida por Mí será reunida para llevarla como experiencia y ofertorio a los Pies del Padre Eterno, y he escogido a la Nebulosa de Orión para que prepare ese acontecimiento.
¿Por qué un lugar tan distante a ustedes debería reunir todas esas informaciones y experiencias?
Ustedes saben, compañeros, que no están solos en este Universo.
Ya es hora de aprender a percibir las realidades superiores que los llaman a través de la Voz del Infinito, la Voz que siempre clama y llama a sus hijos, la Voz del Padre Eterno, la Voz de la Hermandad.
Ustedes entrarán en este tiempo dentro de la cuenta de su ofertorio. Será importante que sus experiencias de amor y de servicio sean verdaderas y que se dispongan a darme más de lo que pueden, aunque a veces duela.
Ese será el verdadero legado que podré entregarle a Mi Padre de parte de la humanidad, así Él Me concederá una Gracia tan expiatoria e importante para este ciclo final en el que todo está en juego.
Las últimas partidas se juegan en el tablero. Estamos en el momento culminante de la definición interior para que después suceda la definición exterior.
Las Jerarquías oran sin detenimiento, reúnen sus principios y aspiraciones para que la voz de todos los Hermanos sea escuchada por el Padre Eterno.
El Universo Material y, especialmente, el planeta se prepara para su último y gran parto.
Es hora de dar a luz al nuevo hombre, a la nueva consciencia, libre de los pecados capitales, libre de las amarras, de las ataduras, de la perdición.
Para eso serán llamados todos los que fueron ungidos alguna vez por Mi Espíritu. Y todos los que una vez fueron sacramentados participarán de esa comunión con Mi Espíritu y con Mi Divinidad.
Cuando ustedes estén compartiendo Conmigo los últimos encuentros ese será el momento en que el Universo realizará su gran ofertorio a la Creación, y sus aspiraciones deberán llegar a lo Alto, así como sus corazones, para que se reúna la síntesis de todo lo vivido desde el principio de esta Creación, especialmente desde el Génesis.
Al fin la caída de Adán y Eva será borrada de la consciencia del Universo y las almas ya no deberán venir al mundo y a la Nueva Humanidad con el pecado original, porque estarán libres de esas consecuencias y de esos errores.
Orión se ha ofrecido para concebir, como Consciencia Universal, a la Nueva Humanidad, haciendo su gran sacrificio después de millones de años.
La Nebulosa de Orión brillará como nunca antes ha brillado y un nuevo tiempo comenzará después de que todo se haya purificado, dentro y fuera de los seres.
Por eso, compañeros, no bajen los brazos, elévenlos hacia Mí para que Yo los pueda tomar de las manos y subirlos a Mi Barca de salvación y de esperanza, la que alcanzará el nuevo puerto hacia el Corazón de Dios.
Porque cuando llegue ese tiempo la Nueva Humanidad no recordará el pasado ni el sufrimiento ni tampoco el dolor, porque Orión habrá donado sus Rayos y Principios para poder formar al nuevo ser y al Nuevo Hombre.
Orión estará tan cercano como la Luna lo está de su planeta.
Reciban este Mensaje con gratitud, por más que no lo comprendan, porque lo que Yo les digo es algo que sucederá en los próximos tiempos.
Tengan dentro de sus aspiraciones este propósito de su Maestro y Señor, y trabajen por él todos los días, incansablemente.
Ya no importará si caen a Mi derecha o a Mi izquierda, si quedan atrás o si están adelantados. Yo necesito el amor de sus corazones para concebir espiritualmente ese ofertorio que Orión elevará a lo más alto del Universo y de la Creación.
Y ya no luchará espada contra espada ni guerrero contra guerrero, porque de los nuevos hombres que repoblarán la Tierra, que en el próximo tiempo llegará, se forjará el espíritu de los valientes, de los curadores, de los silentes y de los contemplativos; de todos los que han trabajado en esta vida en el servicio para espejar en esta humanidad la Voluntad de Dios.
Entonces, compañeros, que se escriba en ustedes este nuevo propósito que hoy les revelo.
Mantengan su corazón en Orión y todo lo comprenderán. Así su luz azul los irradiará y sus espíritus conseguirán la fuerza para seguir adelante siguiendo los principios de la Jerarquía, bajo el espíritu de la fe y de la confianza.
¡Que se levanten los guerreros de la Nebulosa azul!
¡Que los guerreros del amor participen de esta convocatoria y que en la Tierra esta convocatoria se haga realidad!
Amén.
Hoy les hablo así como le hablo al Universo, porque es tiempo que los que creen en el retorno de Cristo escuchen al Maestro así como Él es y siempre lo será, que escuchen la Voz de quien fue recibido en la Casa de Su Padre para llevar adelante, en el Universo, el Proyecto final de la humanidad.
Que esta Maratón represente la oportunidad de forjar el guerrero del amor en cada ser, el luchador incansable de la Jerarquía que ama sin condiciones y que sirve sin obligaciones, que escucha con su corazón y siente lo que es verdadero, que comulga con la Hermandad y que cada encuentro lo hace parte de sí como si fuera el último de estos tiempos.
Quiero ver a los guerreros del amor encendidos en la oración.
Quiero ver a los autoconvocados del gran Maestro felices por vivir cada nuevo encuentro, en ese sagrado cónclave del Universo Creador que envía sus impulsos celestiales en todos los encuentros de oración en donde los espíritus se reúnen para servir al Infinito y para que el Infinito sea parte de sí, eternamente.
Quiero ver sus corazones de fuego.
Quiero su oferta mayor y acojo sus aspiraciones.
Deseo sentir aún más el amor de los que Me aceptan y de los que se convocan en Mi Nombre, porque desde allí reconstruiré a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tercera Serie de Poemas
Decimosegundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
¡Oh, Jesús amado!
¡Cuánto tiempo hace que camino
por esta senda del planeta
en búsqueda de Tus humildes Huellas
a fin de poder imitar Tu Camino!
¡Oh Señor mío, Maestro del Amor!
¡Hace cuánto tiempo que
estoy en búsqueda de Tu Corazón
para poder sentirlo, vivirlo y adorarlo
con el honor que Tú mereces!
¡Oh Señor Jesús,
dulce Esposo de la Verdad!
¡Magnífico Hombre de Nazaret!
¡Cuánto he buscado Tu Espíritu
en la Comunión diaria!
¡Cuánto he aspirado a
llevar adelante Tu Voluntad
para poder concretarla!
Querido Maestro de la Luz,
termina de disipar en mí todas las ilusiones
y que pueda compartir con todos
el Amor maravilloso
que Tú tanto me has entregado.
Quisiera que muchos corazones más
se animaran a pasar por Tu Fuego curador.
Quisiera que Cielo y Tierra
supieran cuánto te amo
y lo mucho que te necesito.
Dame a conocer el misterio de Tu Resurrección.
Que cada momento por Ti vivido en la Pasión
pueda quedar guardado en mi esencia
hasta que yo pueda renovar mi vida en Ti.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Concédeme, Señor,
la Gracia de la humildad
a través de San José.
Que mis pies encuentren ese camino
para que, cada día más,
yo pueda servirte con júbilo y en entrega.
Que junto a San José
lleve adelante los Designios de Dios
para que el planeta sea repoblado
de amor y de esperanza.
Hazme, Señor, muy humilde
y pequeño en todas Tus Obras.
Llévanos, a mí y a mis hermanos,
por los caminos del amor
para que seamos bendecidos y tocados
por Tu Divina Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Yo encuentro sus corazones abiertos y sin resistencias; cuando encuentro sus almas unidas a Mí y sin interferencia de los aspectos humanos; cuando encuentro sus espíritus en comunión Conmigo y sin pareceres, es cuando en verdad Mi Obra de Misericordia se cumple en ustedes.
Por eso, compañeros, que esta Obra infinita de la Misericordia de Dios se propague primero en ustedes, para después propagarse victoriosamente en el mundo.
Sean, para Mí, ese ejemplo que Yo espero ver todos los días de la vida; así como en este día, en el que sus corazones se abrieron a Mí con simplicidad. Porque es en la misma simplicidad de los corazones abiertos en donde Yo puedo llevar adelante la Obra de la Misericordia Divina.
Los invito, compañeros, a ser misericordiosos en todos los detalles como en todos los actos; así atraerán a la Tierra las sagradas Virtudes de Dios que su humanidad necesita para poder vivir el proceso de la redención y del perdón.
Con ímpetu de esfuerzo, de paciencia y de dedicación, compañeros Míos, ingresen en la escuela suprema de la Misericordia Divina, a fin de que los principios del amor y de la unidad no se pierdan en esta humanidad y los corazones menos se olviden de que todo comienza y termina en la expresión mayor del amor del corazón.
Los animo a renovar el apostolado de estos tiempos siendo discípulos en la escuela espiritual de la Misericordia del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El arte de amar y vigilar el Plan de Dios
Queridos hijos Míos:
Hoy llego hasta ustedes en amor y reverencia por las almas de ustedes, que intentan día a día mantenerse fieles a Mis pedidos y unidas a Mis intenciones.
Hoy los resguardo bajo Mi manto de Luz al igual que protegí a los apóstoles de Mi Hijo, después que Él se elevó a los Cielos. Así como en aquel tiempo, hoy quiero instruirlos sobre cómo esos hijos Míos aprendieron el arte de amar y vigilar el Plan de Dios para esta humanidad.
Primera lección.
Estén siempre en gratitud por haber recibido la Gracia de participar conscientemente de las instrucciones de los Mensajeros Divinos. Esa gratitud los mantendrá siempre unidos a Nuestros Corazones.
Segunda lección.
Estén siempre atentos para que las mentes, con sus pensamientos, se manifiesten dentro de energías evolutivas, sagradas y reverentes hacia Dios, hacia toda Su Creación y hacia las propias consciencias. Esfuércense por rechazar pensamientos inarmónicos y opuestos a la Ley de Dios, hacia otras personas y hacia ustedes mismos.
Tercera lección.
Observen que las emociones y sensaciones de ustedes estén conducidas y destinadas a agradar a Dios, nuestro Señor, llenas de devoción por Su Obra y de sana alegría por todos Sus designios. No permitan que las tristezas y la desesperanza abracen sus corazones. Vean en todo lo que viven el propósito de forjar en ustedes verdaderos hijos del Altísimo, fuertes y valientes para enfrentar cualquier situación.
Cuarta lección.
Mantengan sus almas en la oración plena del corazón. Mantengan el verbo, el pensamiento y el sentimiento que emana del espíritu, en cada palabra, en cada frase pronunciada, con concentración, amor por Dios y alegría por pertenecer a Su Plan y haber sido convocado a realizar una tarea sagrada.
Quinta lección.
Coloquen la fuerza espiritual, aquella que los ha traído hasta aquí y que los mantiene siempre disponibles en la fe, a cada momento, en cada oración, en cada servicio, para concretar la Voluntad del Padre. Siempre atentos para servir a Su Propósito a cada instante.
Sexta lección.
Guarden dentro del corazón siempre la intención de agradar a Dios y vigilen que el sentimiento de ustedes, aquel profundo, sea verdadero y no reclame beneficios propios. Que todo sea por y para el Señor y Su Obra.
Séptima lección.
Manténganse fieles y sean verdaderos. No se engañen y se envuelvan en las apariencias; den siempre lo mejor que tienen en cada acción, en cada servicio y en cada oración.
Si todos tienen claras estas lecciones en sus seres internos y ellas conducen acciones, pensamientos y sentimientos profundos, serán guardianes y vigilantes de la Voluntad de Dios para esta raza.
Y cuando oren y vigilen junto a los Mensajeros Divinos, en la alegría espiritual plena de vivir en la obediencia que viven los Ángeles del Cielo, serán libres de espíritu, apóstoles del amor, pacificadores y servidores del Hijo del Creador, el Redentor.
Hijos Míos de Venezuela y del mundo entero:
Los invito a ser guardianes y vigilantes del Plan de Dios para la Tierra, guardianes de la evolución, siervos fieles del Creador y Su Obra Divina.
Vigilen Conmigo durante todos los tiempos que vendrán y verán concretarse los planes de paz en este mundo.
Los amo y los convoco a concretar el paso evolutivo de esta raza.
Gracias por estar hoy conmigo.
María, Vuestra Madre, Consciencia Femenina Universal
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más