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Hijo Mío:
Deja que las señales de Luz de la Pasión de Mi Hijo te puedan curar.
Deja que la Sangre que brota de Su Corazón incansable, te lave completamente y que tu espíritu pueda ser confortado.
Deja que la Luz que brota de Su Corazón Eucarístico, alimente tu alma con nuevos dones, para que estos estén al servicio del Señor.
Deja que la victoria espiritual de la Cruz de Mi Hijo te libere de toda adversidad, para que puedas reencontrar la fortaleza y seguir adelante.
Deja que la sabiduría que brota de Sus humildes Palabras, te haga reconocer el Amor de Dios en cada momento.
Vacía tu corazón de ti mismo y entrégate con confianza a los misterios insondables de la Pasión de Mi Hijo. Así comprenderás la vida como un verdadero sentido de propósito y de misión.
Deja que la paz, que nace del Corazón de Mi Hijo, inunde tu interior para que aprendas a ser un embajador de Su Paz y de Su Palabra en el mundo.
Solo deja que cada uno de los misterios de Mi Hijo te puedan completar para que, en el desprendimiento de ti, alcances las metas que Cristo coloca en tu vida.
Reconoce cada momento como una grandiosa oportunidad de donarte y de servir, para que el Proyecto del Redentor se cumpla en ti y en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo Mío e hija Mía:
En este tiempo final, construye tu fortaleza y tu fe en Mi Inmaculado Corazón.
Yo seré tu refugio, seré quién te llevará a Dios. Y, aunque la Madre de Dios se esté recogiendo, la oración perpetua será el puente que nos unirá entre el Cielo y la Tierra.
La vida te mostrará todo lo que aún hay que transformar. Las miserias y los desiertos están dentro de ti para que, etapa tras etapa, vayas trascendiendo y redimiendo tu consciencia.
Este es un tiempo final anormal, porque todo lo que siempre estuvo oculto y fuera de la Ley, se mostrará.
Tú sigue orando por la Paz en el mundo, para que la humanidad pueda estar interiormente preparada para todo lo que ya está llegando.
Confía, la Madre de Dios nunca abandonará a un alma orante.
Ofrécete en sacrificio y reparación del Corazón ofendido de Dios; así, los pecados del mundo, que son muchos, serán aplacados.
Recuerda a tu Ángel de la Guarda.
Mi Amor puede estar en ti. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoquinto poema
Madre,
dame un corazón simple,
para que yo pueda reconocer
la inmensidad del Amor de Dios.
Madre,
dame un corazón manso,
para que yo aprenda a encontrar la paz.
Madre,
dame un corazón humilde,
para que yo pueda ver a Cristo
reflejado en el rostro de cada hermano.
Madre,
dame un corazón fortalecido,
para que, ante las tentaciones y las pruebas,
yo solo esté pensando en Cristo.
Madre,
dame un corazón vacío,
para que yo pueda despojarme de mí mismo,
y Cristo tenga un lugar donde habitar en mí.
Madre,
dame un corazón caritativo y servicial,
para que me pueda dar cuenta
de la necesidad en cada lugar.
Madre,
dame un corazón agradecido,
para que no caiga en la prueba de la crítica
ni del juicio de valor,
sino que yo pueda siempre vivir la gratitud
hasta en los pequeños detalles de la vida.
Madre,
dame un corazón pleno de fe,
para que yo siempre confíe en lo que es desconocido,
y me abra tranquilamente a ser redimido por Tu Hijo.
Madre,
dame un corazón fiel,
para que Tú y Cristo confíen en mi alma,
que se esforzará por cumplir su misión en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimoctavo poema
Señora de la Humildad,
en entrega y abnegación,
enséñanos a poder reconocer
la necesidad interna en el semejante.
Que nuestra mirada no juzgue,
sino que nuestras manos colaboren, amorosamente,
en todo lo que sea necesario.
Madre,
que ya no reclamemos más,
que finalmente podamos vivir
la gratitud y el amor al sacrificio,
porque sabemos y reconocemos
que eso nos hará libres para siempre.
Ayúdanos, Virgen de las Estrellas,
a encontrar el espíritu de la fortaleza y de la donación
en este crucial momento planetario,
para que podamos servir a nuestros hermanos
y, así, encontremos en ellos
el Rostro sufrido de Cristo.
Querida Madre Universal,
que vivamos la entrega incondicional,
así como Tú la vives por cada uno de nosotros.
Madre,
ten en cuenta nuestros errores
y las dificultades para poder donarnos verdaderamente,
porque sabemos que, por Tu purísima Gracia,
conseguiremos dar los pasos
por amor al Designio Mayor.
Te pedimos que vacíes, en este momento,
nuestra mente y nuestro corazón,
para que en nosotros resuenen
las cálidas palabras de Tu Mensaje revelador.
Que en la llama de la gratitud
siempre veamos reflejada
la donación incansable de Tu Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Décimo poema
Señora de la Misericordia,
Madre de la Divina Creación,
enséñanos a vivir la fortaleza;
que podamos transitar por este mundo
con la convicción de estar cumpliendo los pedidos de Cristo.
Madre de la humanidad,
que nuestra condición inferior sea transformada,
que nada más nos limite el poder estar en Cristo,
porque nuestra aspiración es ser Sus apóstoles
de los últimos tiempos.
Concédenos la Gracia, querida Madre,
de poder responder, de forma incondicional, a Nuestro Señor.
No permitas que nuestro corazón humano sea tibio o frágil.
Que el fuego del Espíritu Santo
nos impulse a alcanzar nuestra misión,
porque aspiramos a ser nada
para que Tu Hijo encuentre un lugar dentro de nosotros.
Sabes, querida Madre Celestial,
que nuestra carne es débil,
pero Tú puedes fortalecer nuestras almas en el amor,
para que, unidos a Tu Corazón de Amor,
respondamos al Llamado misericordioso de Cristo.
Que ya no existan definiciones,
sino la realización del gran Proyecto Redentor
en la humanidad.
Ayúdanos, Madre, a autoconvocarnos.
Que pueda nacer en nosotros
la fuerza de la donación al Plan de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La Cruz y la espada
Es en este tiempo en el que hay hijos Míos que luchan con la cruz y otros que luchan con espadas.
Hay hijos que cargan la cruz del mundo, mientras que otros hijos luchan con sus espadas, generando el caos mundial.
Aquellos hijos que luchan con espadas, recibirán el golpe de las espadas. Aquellos que con inteligencia luchan con la cruz, recibirán la Gracia de la Paz.
El mal intenta despertar en el corazón de los inocentes y llevarlos a la rebelión y a las protestas de estos tiempos.
Existe indignación por todo lo que se ve y se vive en las naciones del mundo, pero Mi Hijo ya les dijo una vez que quien luche con espada será herido con espada.
No puede haber oposición ni enfrentamientos en estos tiempos. Mi enemigo quiere generar la guerra más severa y triste en el corazón de los hombres, pero ustedes deberán tener la oración del corazón como arma de defensa para que la luz de la Gracia descienda sobre todos los acontecimientos.
Este es el tiempo en el que cada uno podrá construir su propia fortaleza basada en los valores de la fe, de la solidaridad y del bien; del propio contacto con las Leyes Divinas, más allá de las leyes que los hombres imponen y que no son leyes limpias.
Yo los llamo a luchar a través de la Cruz de Mi Hijo para que Su Sangre, la que fue derramada, tenga el valor y el poder que todos le deben dar. Una Sangre que se derramó para justificar sus errores, los errores de todas las generaciones, de todas las culturas, de todas las religiones, los errores de todos los tiempos.
Si ustedes dan valor a la poderosa Cruz de Cristo, la consciencia humana tendrá su expansión y, algún día, reconocerá que en la lucha no está la salida para encontrar la verdadera justicia, porque la justicia de la Tierra también está corrompida por la falta de transparencia y de compasión.
No hay otro camino que aquel que Mi Hijo les enseñó, aun viendo día a día los conflictos de las naciones y los acontecimientos que son creados por los de siempre a fin de desajustar el psíquico planetario y el plano emocional de las personas.
Este es el tiempo de que cada uno viva la Cruz, la Cruz de la libertad espiritual y material que alcanzó Cristo por cada uno de Sus compañeros y por cada uno de Sus enemigos.
Reciban esta Cruz en lugar de las espadas, para que la esencia de la paz y del amor construya, entre los seres, lo que hasta ahora fue destruido interiormente por la ausencia de la compasión, de la comprensión y de la consideración.
La Cruz no será más pesada para ustedes. La Cruz de Cristo les traerá la Luz de la verdad y el encuentro con la Paz universal, una Paz que les despertará confianza y, sobre todo, sabiduría para que puedan actuar conforme a los principios del Amor Crístico, de un Amor que en este tiempo los protegerá y los conducirá hacia la Tierra Prometida.
Les agradezco por responder a Mi llamado, al llamado de orar por la Paz en las naciones.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de ampliar el corazón y la consciencia en el amor y en el servicio a Dios. Este es el tiempo en el que exista, dentro de ustedes, un espacio para poder recibir y sentir a los que llegan.
Será de esa forma que, al igual que Mi Hijo cuando se entregó por ustedes, podrán sentir al semejante, podrán participar y acoger el sufrimiento y el dolor ajeno para que sea trasmutado y liberado en el amor.
Cada ser de este planeta tiene un lugar dentro del camino espiritual y ese lugar, aún desconocido, está esperando que la consciencia despierte a la Verdad que viene de Dios. Verdad que lo librará, para siempre, de las cadenas del error y de la ilusión de este mundo.
Por eso, a los que ya despertaron los invito a ser conscientes y celadores de este propósito, por los que llegarán al Camino de Mi Hijo, que es el mismo Camino de ustedes; buscando una oportunidad, un alivio y una esperanza para este tiempo crucial del planeta.
Como Madre, vuelvo a abrir Mi Corazón para acoger a los que recién llegan y necesitan de una grandiosa fe y fortaleza para aprender a desprenderse de todo aquello que los ata al mundo y a la perdición.
Estas almas que recién llegan y despiertan, son las que más necesitan de consideración y de apoyo, para que puedan sentir que hay alguien que está allí para sostenerlos en sus pruebas y para ayudarlos en sus trascendencias.
La juventud del mundo necesita ser guiada por el camino correcto porque, día a día, miles de jóvenes se pierden en las ilusiones y en las promesas que les ofrece el mundo. Por eso, como Madre de todos, abro Mi Corazón para acompañar y sostener a los que despertarán y llegarán ante la presencia de Mi Hijo para decirle “sí” de forma total.
Este es el tiempo de las revelaciones, pero también es el tiempo de apoyar y de acompañar, de corazón, a los que buscan encontrar un sentido interno y espiritual para sus vidas. Esa es la tarea y el compromiso de los que ya sirven, día y noche, a Cristo.
Los jóvenes del mundo precisan ser escuchados y comprendidos, no pueden ser rechazados ni omitidos. Cuando ellos tienen un brazo en donde poder apoyarse y llorar, se sienten aliviados y se animan, más allá de su juventud, a cambiar y a madurar.
Hijos, este ciclo de la juventud y del acogimiento llegó para todos.
Desde ahora, les agradezco por imitarme y acompañarme.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la Paz universal de Mi Hijo esté en sus corazones y que esa Paz les ayude a fortalecerlos en el tiempo y en el sacrificio por Cristo para que, permeados por la Paz universal del Señor, aprendan todos los días a sobrellevar los desafíos y las pruebas de estos tiempos.
Que en la Paz universal de Mi Hijo ustedes encuentren la confianza de Dios, la que los renovará y los colmará de todos Sus Dones a fin de que el camino del apostolado sea vivido, cada día más, con mayor entrega y disposición ante las necesidades de la humanidad y del planeta.
Queridos hijos, hoy Dios contempla en Su Paz universal, el verdadero esfuerzo de Sus criaturas, de todos los que se dispusieron y se ofrecieron como discípulos de Mi Hijo.
Como Madre protejo y cultivo la paz interior en ustedes para que, a pesar de la adversidad de estos tiempos, siempre, Mis queridos hijos, tengan entusiasmo y valentía para servir mejor, cada día, al Señor del Amor.
Hoy les dejo la Paz universal de Mi Hijo para que, internamente, sea difundida en todos los rincones de la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Encuentra en tu interior el Reino de Dios y confirma Su victoria en ti todos los días.
Confía en la grandiosidad de Su Misericordia y en la infinidad de Su Gracia, estas son las fuentes que llegan a tu vida espiritual una y otra vez.
No te detengas en los defectos, en las dificultades o en las imperfecciones. Trabaja todo el tiempo para que el Reino de Dios sea una victoria en todos los días de tu vida.
Construye dentro de ti esa fortaleza y esa fe que no tiene límites y participa, por medio de los Sacramentos de Cristo y de la oración, de la comunión perfecta con el Reino de Dios.
Este es el Reino que algunos quieren ver derrotado o al menos impedir que se pueda expresar.
Vive el Reino de Dios todos los días, sabiendo que tu transformación y persistencia serán la victoria que el Padre necesita para renovar la Creación.
Sigue las huellas de Jesús y siempre encontrarás el Reino de Dios dentro de ti.
Sigue adelante, confiando en que algún día conseguirás ser un Nuevo Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y sostente a través de ella.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su luz abarque todos los espacios.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su amor se extienda por todas partes.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su trascendencia transforme todos los abismos.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su templanza fortalezca todo tu ser.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su firmeza apoye todos tus pasos.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su presencia exorcice todos los espacios.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y mantente unido a ella para transformar el mal del mundo, en bien.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que todo sea sublimado.
Abraza con fervor el Poder de la Cruz y afirma la victoria de Cristo en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
No hay nada que el amor no pueda resolver, curar o disolver.
El amor es capaz de todo, así como de darlo todo.
El amor es paciente y perseverante.
El amor se sostiene en el amor, porque es un amor verdadero y pacífico.
El amor no cambia ni tampoco disminuye.
El amor siempre está en expansión y abarca todo lo que toca.
El amor es incondicional, porque es un amor constante, pero al mismo tiempo, neutro.
El amor no le teme al mal ni al sufrimiento.
El amor recrea el amor y eso lo hace fuerte.
El amor da fortaleza y aumenta la fe.
El amor construye y une puentes de amor entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios.
El amor siempre dice “sí” y espera tranquilamente por el próximo servicio y por el próximo paso.
El amor eleva y cura heridas profundas.
El amor renueva la esperanza; pero el amor también renuncia para darle una oportunidad al semejante.
El amor es paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para que el triunfo de Dios en las naciones sea una realidad
Para que el triunfo de Dios en las naciones sea una realidad, hijos Míos, tomen sus rosarios y recen incansablemente. Recen para que la fe no desaparezca de este mundo y que ella sea inquebrantable e indestructible en los corazones de Mis hijos.
Los Planes de Dios para este mundo aún están vigentes y Su Paz no se desvanecerá de los corazones si ellos luchan con lo más precioso que tienen para eso, que es el poder de la oración, la gracia del servicio y la humildad de sus vidas para vencer, delante de todo el orgullo y la vanidad de este mundo.
Hijos Míos, en oración encuentren el Corazón Inmaculado de su Madre Celestial y contémplenlo para que la fortaleza alcanzada por Mí, mientras acompañaba la Cruz de Mi Hijo, pueda vertirse sobre sus espíritus y, de la misma forma, todas las virtudes de Mi Inmaculado Corazón estén disponibles para que ustedes las vivan y las expresen al mundo como un ejemplo en estos tiempos.
Recen el Santo Rosario y contemplando esos pasajes de la vida de la Sagrada Familia, dejen que los Dones que Dios Nos entregó, para cumplir esta divina misión en el planeta, también estén disponibles para cada uno de los orantes de la Tierra.
Que la oración los una a Dios y les traiga comprensiones más amplias sobre la vida.
Que la oración los lleve a comprender sus propias pruebas y, más allá de eso, la gran prueba de las naciones y del planeta, que ya está en curso.
Todo ya comenzó, hijos Míos.
Sepan que nada de lo que vivirán en la Tierra simboliza el abandono de Dios. Todas las pruebas que el Señor les permita vivir son para que se superen en el amor y en la fe, y dejen en la consciencia humana un principio nuevo del Amor de Dios, Amor que nace en sus corazones cuando son capaces de amar, independientemente de las circunstancias.
Sepan que el Reino de Dios habita en su interior y es allí primero que él debe ser una realidad.
Si dejan que este Reino se establezca en sus corazones, sin importar lo que suceda en el mundo, el Padre siempre tendrá un camino abierto para enviar a Su Hijo a la Tierra, cuando llegue el tiempo.
Oren por las naciones y oren por esta Sagrada Obra de Dios.
Celen para que los Centros Marianos se expresen y sean verdaderas fuentes de paz para el mundo, que en ellos las almas sacien su sed y encuentren aliento, esperanza y paz.
Confíen, porque el mal no permeará al mundo por siempre, y persistan en la oración y en la unidad con los Mensajeros Divinos.
Un día, hijos Míos, este Reino que habita en su interior se revelará al mundo y se extenderá a los todos los rincones del planeta, en una expresión bella e infinita de una vida sagrada que siempre habitó la Tierra, pero que estuvo invisible, así como el Reino de Dios en sus corazones.
Encuentren la paz contemplando las estrellas y sepan que, más allá de ellas, un vasto Universo los aguarda, porque el amor que aprenderán aquí, ustedes lo llevarán hacia cada espacio de la Creación Divina.
Por eso, tengan fe y persistan, recen y estén en unidad, así el triunfo de Dios será una realidad, tanto en las naciones como en toda la vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora Aparecida
A todos los que oran Conmigo, Yo les doy la fortaleza de Mi Corazón, para que puedan atravesar sus purificaciones, para que aprendan a superar el fin de los tiempos.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón, porque como la Madre que estuvo presente en la Tierra, sé que Mis hijos la necesitan para poder sostenerse.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón, porque como Madre sé que Mis hijos, a pesar de lo que suceda en estos tiempos, se sentirán protegidos.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón; para que, en cada nuevo paso, sientan el poder de la confianza en Dios.
A todos los que oran Conmigo les doy la fortaleza de Mi Corazón; porque sé, como Madre, que Mis hijos nunca atravesaron estos tiempos y que por primera vez aprenden a vivirlos.
A todos los que oran Conmigo de corazón, les doy la fortaleza de Mi Corazón y los mantengo en Mis brazos para que sientan Mi maternal refugio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Descansa, hijo Mío, en el Corazón del Padre y acepta rendido todas las pruebas de fe que Él te envíe.
Acepta con humildad cada etapa de la vida y nunca reclames.
Recógete en el silencio del corazón y ora, ora hasta poder disolver cualquier sentimiento y pensamiento contrario a la luz.
No te precipites hacia el vacío y no te preocupes, el tiempo y los acontecimientos siempre mostrarán las señales que necesitas para arriesgarte, cada día, a amar más y más.
Así construirás dentro de tu ser una fortaleza basada en los principios de la fe y de la lealtad.
Como Madre, conozco profundamente la condición humana y este planeta es la primera escuela para poder trascenderla.
Pero si en verdad sientes que estás amando lo que vives y eres feliz por estar sirviendo a Dios, no te amedrentes, no le abras la puerta a Mi adversario.
Sostente en la confianza de saber que Dios te ama como eres y que, a pesar de las circunstancias, siempre debes hacer lo mejor.
Anímate a seguir Mi ejemplo, simple, aunque te parezca lejano.
Soy Madre y amo a cada ser.
Deseo el bien para tu vida y el triunfo de Mi Hijo en cada esencia crística.
¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Con el rosario en sus manos, orando todos los días y sin olvidarse de esto, los planes terribles de Mi adversario serán vencidos y desarmados.
Por eso, con el espíritu de un roble y llenos de la Fortaleza de Dios, sigan caminando a Mi lado en la unión diaria, bajo el espíritu de la oración del Santo Rosario.
Cada vez que rezan de corazón y con consciencia, una nueva derrota del mal y de sus planes nefastos sucede.
El Reino de Dios vuelve a vencer en el interior de los seres que se unen a Mí mediante el poder redentor de la oración del corazón.
Es de esa forma que los invito a seguir adelante y a no bajar los brazos en esta batalla en la que todo estará permitido.
Mi Corazón es el refugio para sus vidas y almas.
Recuerden, Mi Corazón es la Puerta que los llevará a Dios y les dará la paz del Rey Celestial, Jesucristo.
Vivan en este tiempo la realidad del ciclo de las definiciones y los animo a que la victoria del Plan del Altísimo esté en el rosario del corazón, porque así todo se dará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El ser abnegado abre puertas internas entre el alma y Dios.
El ser abnegado atrae la humildad y despierta el amor por el servicio.
El ser abnegado no teme renunciar a todo.
El ser abnegado recibe de lo Alto lo que necesita y nada más.
El ser abnegado construye dentro de sí una fortaleza inquebrantable por medio de la oración.
El ser abnegado participa plenamente de la comunión espiritual con Cristo.
El ser abnegado representa a la paz en el planeta.
El ser abnegado reconoce, dentro de sí, la Presencia infinita de Dios.
El ser abnegado se despoja de todo lo que desea, para que prevalezca el deseo ardiente de Dios.
El ser abnegado se abre a escuchar a Dios en todas partes.
El ser abnegado encuentra en todo lugar la presencia del servicio y a él se une para poder donarse.
El ser abnegado está en el vacío de Dios para que, siendo llenado por Su Presencia, esté en incondicional servicio por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Al igual que sus mundos internos, su Madre Celeste se prepara en este día, como fue hace más de dos mil años, para ingresar en el espíritu sagrado de la Pasión del Señor.
De esa forma, hijos Míos, su Madre Celeste abre puertas celestiales para que los santos ángeles del Universo vuelvan a infundir los sagrados códigos de la Pasión de Cristo en todos los corazones abiertos a reconocer, en su universo interior, esa importante unión crística.
Para eso estaré enviando desde el Cielo a los santos ángeles para que se sumerjan en los planos internos y lleven adelante la nueva siembra de códigos crísticos en las almas que, en estos días, revivirán los hechos de la Pasión y Muerte de Cristo.
Todo aquel corazón devoto que de verdad y en sintonía orante se una al Sagrado Corazón de Jesús, estará recibiendo impulsos divinos especiales que ayudarán en el fortalecimiento de su alma para los próximos tiempos y, sobre todo, en el fortalecimiento de su fidelidad con el Señor.
Será importante estar en sintonía y en unión a todo lo que Mi Amado Hijo estará realizando durante los próximos días por intermedio de Su Presencia Celestial.
Mantengan sus corazones abiertos al llamado, a la unión íntima con Cristo y con Su Propósito Redentor.
Así la humanidad será ayudada en esta etapa de grandes definiciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Perdona la Traición, Ama a tus enemigos
Queridos hijos:
Que, en esta Navidad, habiendo ya nacido la Luz de Jesús en sus corazones, sus vidas y consciencias puedan dar un nuevo paso, para concluir así una etapa más en este aprendizaje del amor y del perdón que les ofrece el planeta.
Ama a tus enemigos para que algún día puedas perdonar sus traiciones.
Hijos, que se construya en ustedes esa misma fortaleza interior de amor que Mi Hijo vivió y experimentó sobre este planeta, sabiendo que nació en esta humanidad para redimirla y salvarla de todos sus males.
Por eso, ama a tus enemigos y podrás perdonar sus traiciones.
Jesús, sabiendo que Él encarnó para morir por todos sus hermanos que lo traicionarían una y otra vez, no dejó de amar a Sus enemigos, así como el Padre se lo había pedido.
Ama a tus enemigos y podrás, algún día, perdonar todas sus traiciones.
Es un paso grande, durante esta Navidad, trascender el dolor por haber sido traicionado o sometido por alguna causa.
Es un paso crístico y consciente, vivir el Amor Mayor por encima de todo lo sucedido.
Ama a tus enemigos y podrás perdonar todas sus traiciones.
Cada alma de esta Tierra es llamada a sumergirse en el Océano del Amor de Dios para desterrar, dentro de sí, al propio Judas que intenta comprometer la vida espiritual de los discípulos de Cristo.
El paso seguro y pleno es entregarse al amor, a la confianza y dejarse guiar por la Luz de los Mensajeros Divinos, a cada nuevo paso.
Así, cada alma sobre esta Tierra, a su debido tiempo, aprenderá a amar más y podrá perdonar todas las traiciones que el propio Judas interior haya podido incitar o cometer.
Ama a tus enemigos y, algún día, conseguirás perdonar todas sus traiciones.
Vivimos esta Natividad del Señor para confirmarle al Universo nuestros próximos pasos en esta caminata de aprender a amar lo que nunca podríamos amar y de aprender a perdonar lo que nunca podríamos perdonar.
Es un paso importante y crístico, en la vida espiritual, amar a nuestros enemigos para que algún día aprendan a perdonarlos como Cristo los perdonó después de todo lo vivido hasta la Cruz.
Es así que los tiempos cambiaron y las puertas del Universo del Amor de Dios se abrirán para ofrecerles a los discípulos de Cristo amar más a sus enemigos para poder perdonar todas sus traiciones y faltas cometidas.
Que, en esta Natividad del Señor, la humanidad pueda crecer en la experiencia viva de la Escuela de Amor, pero ahora, trascendiendo todas las ofensas, traiciones y decepciones que el semejante o el hermano nos pueda haber ocasionado para que, en confianza y fe, los discípulos de Cristo ingresen por la puerta mayor a la escuela de aprender a amar a sus enemigos para que el Padre, que es misericordioso, los perdone de todas las traiciones.
Ha llegado la hora de vivir la Parábola del Hijo Pródigo, imitando al Padre de la Justicia Divina y de la Misericordia, animándose a atravesar nuevas experiencias crísticas en el camino del amor y del espíritu incondicional.
Que esta Sagrada Natividad del Señor inspire e impulse a los Cristos internos que nacieron, a vivir el Amor Mayor por los enemigos para que, como ustedes, sean perdonados de todas las traiciones.
Estos son los patrones de vida para una nueva humanidad que primero deberá constituirse y formarse espiritualmente.
Los animo, como a Jesús, a amar a los enemigos para que algún día reciban una oportunidad, como ustedes la recibieron directamente de Cristo.
Anímense a dar pasos en la vida crística del Amor y de la Sabiduría.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Que tu corazón se pacifique para que siempre alcance la mansedumbre y la luz interior que permitirán, en estos tiempos, atraer hacia este planeta la máxima Gracia de Dios.
Por eso, busca ese espíritu pacificador mediante el Corazón de Mi Hijo, porque así construirás dentro de tu consciencia una fortaleza inquebrantable, que también ayudará a que otras almas se animen a dar los mismos pasos que tu consciencia es invitada a dar.
Camina en dirección al Corazón de Mi Hijo, allí también encontrarás los Dones que harán de esta humanidad una posible humanidad santificada en el espíritu, en el alma y en el cuerpo.
De esa forma, todo estará bajo la guía y la compañía de Jesús, Quien te resguardará a cada nuevo paso.
El espíritu pacificador permitirá volver a erguir, en este planeta y dentro de esta humanidad, los valores espirituales que la propia raza humana está perdiendo en este tiempo. Así, se podrá abrir aún más el camino para que la consciencia crística actúe en los mundos internos de las esencias que, en este ciclo, deben despertar a mayores expresiones de amor y de unidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que el peso o la angustia que pueda sentir tu corazón no precipite a tu consciencia. En los momentos de mayores pruebas es cuando debe nacer y surgir el gran espíritu de la templanza. Como Madre, comprendo y entiendo lo que significa atravesar un momento culminante y crucial.
Por encima de lo que podría parecer doloroso o difícil, deben aprender, hijos, a ver en acción la omnipotente Voluntad de Dios, que viene para ampararlos y protegerlos de ustedes mismos. Voluntad Mayor que intenta, desde el principio de este planeta, colocar a la consciencia humana en el verdadero camino de su evolución.
Anímense a decirle sí al dolor, a la prueba o incluso al sufrimiento que Dios les mande, porque todo eso hará más fuertes a sus corazones y se disolverá la ilusión humana de creer que la vida comienza o termina aquí.
Vengo, como Madre de los Dolores vividos por Mi Hijo, para darles el espíritu de la valentía, el ímpetu de vivir con coraje y determinación este fin de los tiempos que la mayoría de los seres humanos no acepta vivir ni enfrentar y solo intenta escapar de la verdadera realidad.
Que este momento y esta transición coloquen a cada hijo Mío ante la verdadera realidad de cómo el Plan de Dios se debe llevar adelante, confiando, amando y sintiendo en lo profundo del corazón, así como Yo lo sentí cuando Su Madre dijo sí a Dios por medio del Arcángel Gabriel.
Aceptar, en este tiempo, realidades, verdades y revelaciones que vibran y que están lejos del control humano, del poder o de la propia indagación de las cosas, será la tónica que llevará a la consciencia humana a definir si ama el Plan de Nuestro Creador más que a ella misma, porque eso determinará el próximo paso de la raza humana y su destino futuro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más