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En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis amados hijos:
Hoy, guardo bajo Mi Manto las causas más urgentes del planeta, que han herido gravemente al Corazón de Dios en este 2023; en un momento en el que la humanidad está confundida y perdida, en el que la intolerancia y la violencia prevalecen más que el amor, la verdad y la justicia.
He aquí, bajo Mi Manto, cada una de las situaciones que atiende, pero que también apremia a la Jerarquía.
He aquí, el clamor de todos los pueblos y de todas las naciones, de las familias y de los que claman por ayuda.
He aquí, hijos, la gran necesidad de la humanidad y de todo el planeta.
Hoy, vengo aquí a mostrarles esto para que lo contemplen Conmigo en oración y, más aún, en súplica, porque el mundo necesita de una solución inmediata. Y sepan que no solo Mi Corazón, sino también el corazón de todas las Jerarquías, están atentos a cada momento y a cada situación.
Yo vengo a guardar cada una de las causas urgentes bajo Mi Manto, porque el mundo y la humanidad no encuentran la salida, ya no pueden ver el camino de la paz y de la concordia.
Por eso, hijos, todos los que han orado durante este año que ya está finalizando, han sostenido junto con la Madre de Dios, a pesar de la gravedad de las situaciones, cada una de estas causas de las almas que claman y que piden por ayuda.
Por eso, Dios Padre, una vez más envía a Sus santos ángeles a la Tierra; para que, a través de Sus legiones y de todos Sus comandos, auxilien a la humanidad, que está perdiendo los valores de la lealtad, de la unidad y del entendimiento, que son bases primordiales de la fraternidad humana y del bien común.
Yo quiero que sepan, hijos Míos, que los verdaderos orantes comprometidos, en el día a día y a través de los tiempos, han ayudado muchísimo a la Madre de Dios en todo lo que su Madre Celeste atiende en este momento crucial de la humanidad.
Hijos Míos, Yo estoy aquí, a las puertas del último día del año 2023, para que comience un nuevo año de mayor amor, de mayor justicia y esperanza; porque las almas, los pueblos y las naciones ya no pueden seguir saliéndose de la Ley y, así, apartarse de la Verdad y de la Sabiduría que Dios les puede dar.
Por eso, este es el tiempo y esta es la hora de sostener el puente que se está rompiendo para que se restablezca, en cada momento y en cada necesidad, esa unión entre el Cielo y la Tierra.
No dejen morir el amor en ustedes ni en sus hermanos.
Vuelvo a decirles en el nombre de Mi Hijo Jesús, el Rey del Universo, que se amen los unos a los otros como Él los amó y los ama. No hay otra salida, hijos Míos, porque muchos, muchos hijos Míos en el mundo ya perdieron la esencia del Amor.
Y esa esencia del Amor, que es la esencia de la vida y de toda la creación, necesita resurgir en los corazones que se han apartado de Dios, en los corazones que ya se cerraron y que no se abren a escuchar la Buena Nueva del Retorno de Cristo, porque han perdido la fe, porque han perdido el amor, porque han perdido la esperanza.
Mañana, 31 de diciembre, último día del 2023, les pido a las almas, en los mundos internos, que no se olviden de los Universos Superiores que estarán atentos, una vez más, a la voz de las súplicas.
Se necesita de mucha Misericordia. Las almas necesitan de la Gracia y necesitan recuperar el amor para poder renacer en Cristo, que ya está llegando.
Hijos, mañana estaré una vez más con ustedes como la Aurora que anuncia lo nuevo, como el amanecer que trae la vida y la renovación, como el Soplo del Espíritu de Dios que anuncia el Advenimiento de Cristo.
En el día de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, los Altares de Dios estarán abiertos, porque los ángeles abrirán sus puertas para acoger las ofertas de los corazones y, sobre todo, del Santo Sacramento de la Eucaristía que será ofrecido por un fin mayor, por un bien mayor, por un propósito mayor.
Que el 2024, año que prenuncia el Retorno de Cristo, sea un año de mayor misericordia y paz, de mayor fraternidad y justicia en el mundo, especialmente para los más inocentes y para las familias.
He aquí la Madre y Señora de las causas imposibles, Abogada vuestra, Mediadora entre las almas y Dios, Consuelo de los afligidos, Esperanza de los pobres, Refugio de las familias, el Espejo de la Justicia de Dios.
Les deseo el bien a todos. Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que no se detiene y que no descansa, la Reina de la Paz.
Les agradezco a todos los que responden al Llamado de Dios en estos tiempos críticos.
Mi bendición sobre los justos y los injustos. Mi bendición sobre los servidores, pero también sobre los pecadores. Mi Hijo quiere la salvación del mundo entero.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimoquinto Poema
Madre y Señora de la Verdad Absoluta,
condúcenos, en esta vida,
por el camino de la transparencia y de la donación.
Que nuestros esfuerzos sean semejantes
a los esfuerzos internos que hizo Cristo
durante Su dolorosa Pasión.
Haznos capaces de escuchar la Verdad,
porque aspiramos a ser más conscientes
y a estar más atentos cada día,
para que aprendamos a cuidar y a proteger,
de nosotros mismos, el Plan del Creador.
Vacíanos de mente y de espíritu
para que Tus sagrados impulsos, Madre,
se reflejen en nuestras vidas.
Enséñanos, querida Señora, a amar la fidelidad.
Que nuestras dudas y pruebas
no nos coloquen en el camino incierto.
Que podamos cumplir, amorosamente,
todo lo que el Universo nos pide.
Así, iremos aprendiendo a salir
un poco más de nosotros mismos,
para que, con madurez y consciencia,
llevemos adelante las aspiraciones de Cristo.
Que en nuestras consciencias
se construya el espíritu de la lealtad.
Que abandonemos para siempre
la mediocridad y la soberbia,
para que Tu Hijo pueda encontrar, en nosotros,
un lugar para poder retornar.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Séptimo día
Hoy retira de Mi Corazón la espina dolorosa de la mentira.
Retira de Mi Corazón la falta de transparencia y de lealtad que Me hacen sentir las almas del mundo, aquellas que creen engañar al semejante, pero que nunca podrán engañar y mentirle a Dios.
Reza con fervor por ese tipo de almas pecadoras, porque ellas se alimentan de la superstición y son llevadas a condenarse al Infierno desde temprana edad.
De corazón, pídele al Padre Celestial por la Misericordia de Su Corazón y, por medio de los méritos alcanzados por la Resurrección de Su Hijo, coloca a los Pies del Creador a todas esas almas que mienten y que hacen mentir a muchas almas más.
Uno de los mayores dolores de Mi Corazón Espinado es la falta de pureza y de transparencia en los corazones del mundo.
Ahora, obsérvate a ti mismo y, por más insignificante que parezca, no permitas que la mentira tome posesión o control de tu vida, porque la mentira es como un nido de serpientes escondido, lleno de tentaciones y de engaños.
Por eso, arriésgate a vivir la Verdad y a ser transparente hasta en los más pequeños detalles; así erradicarás de la consciencia humana esa tendencia a engañar a todos en todo momento.
Por el Amor Misericordioso de Mi Corazón, vigílate a menudo para que, en el análisis de la consciencia, siempre puedas revertir las faltas y ser colmado por el Espíritu Santo, aquel que te impulsará a vivir una vida de apostolado de manera total y abnegada.
Alegra Mi Corazón que está lastimado por los pecados que vive el mundo y, por medio de Mi Presencia, suplícale al Padre Celestial para que la Misericordia venza a la mentira y los corazones más perdidos se conviertan.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Quien sea verdadero de corazón y no quiera nada para sí mismo, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Quien no cambie regularmente de ideas y sea leal con sus hermanos, ese estará Conmigo hasta el fin de los tiempos.
Por esa razón, Yo necesito su confirmación para que el Plan de Redención continúe desarrollándose en la consciencia de la humanidad.
Participa de Mi Espíritu de lealtad y de amor para con tus semejantes, así como Yo Soy con cada uno de ellos.
Recibe este impulso para alcanzar el espíritu de la lealtad, para que las viejas costumbres del ayer no influyan en la sana relación de amor y de hermandad que deberá despertar entre los espíritus servidores de Mi Palabra y de Mi Mensaje.
Anímate en este tiempo a trascender los límites de la consciencia y a colocar al planeta en el lugar que le corresponde.
Que el motivo sea el amor renovador.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Descansa, hijo Mío, en el Corazón del Padre y acepta rendido todas las pruebas de fe que Él te envíe.
Acepta con humildad cada etapa de la vida y nunca reclames.
Recógete en el silencio del corazón y ora, ora hasta poder disolver cualquier sentimiento y pensamiento contrario a la luz.
No te precipites hacia el vacío y no te preocupes, el tiempo y los acontecimientos siempre mostrarán las señales que necesitas para arriesgarte, cada día, a amar más y más.
Así construirás dentro de tu ser una fortaleza basada en los principios de la fe y de la lealtad.
Como Madre, conozco profundamente la condición humana y este planeta es la primera escuela para poder trascenderla.
Pero si en verdad sientes que estás amando lo que vives y eres feliz por estar sirviendo a Dios, no te amedrentes, no le abras la puerta a Mi adversario.
Sostente en la confianza de saber que Dios te ama como eres y que, a pesar de las circunstancias, siempre debes hacer lo mejor.
Anímate a seguir Mi ejemplo, simple, aunque te parezca lejano.
Soy Madre y amo a cada ser.
Deseo el bien para tu vida y el triunfo de Mi Hijo en cada esencia crística.
¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la paz esté en tu corazón para que puedas ver a Dios dentro de ti.
Que la paz renueve tu ser en Cristo para que Cristo renueve los tiempos a través de ti.
Que la paz sea inmutable, para que ella se establezca más allá de las consciencias, de las naciones y de los pueblos.
Que la paz sea llevada como estandarte de lealtad y de honra a nuestro amado Señor del Universo.
Que la paz traiga ciencia y conocimiento a los hombres, para que por medio de la paz encuentren a Dios.
Que la paz reine en el universo interior de cada ser para que la paz interior sea conocida en el mundo.
Que la paz traiga lo nuevo y lo eterno para todos, traiga la alegría de servir a Dios y de ayudar a reconstruir esta humanidad.
Que la paz nunca termine en aquellos que verdaderamente sirven a Dios y cumplen Su Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Su Maestro se prepara en estos días para volver a derramar los códigos espirituales de Su Divina y Preciosa Sangre, a fin de establecer en la humanidad la urgente recuperación de los principios de la divinidad, de la lealtad y del bien en las almas.
Por eso, cada alma que se coligue Conmigo* durante los días de Mi Dolorosa Pasión, que en verdad comenzaron el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, recibirá de Mi Consciencia los impulsos que le ayudarán a sostener, junto Conmigo, esta próxima y cercana fase crítica de la humanidad.
Para eso, vengo a pedirles a todos los Adoradores que ofrezcan, al menos una vez al día, una adoración a Mi Corazón Eucarístico o una unión interna con Mi Sagrado Corazón durante quince minutos para aquellos que no tengan un lugar donde adorar.
Así, acompañarán a su Pastor en esta sagrada preparación espiritual que intentará poner el fin definitivo a muchas barbaridades que suceden en el planeta.
Prometo, ante Mis compañeros, hacerles sentir el significado interior de Mi Dolorosa Pasión para que, con los mismos sentimientos y percepciones que su Maestro vivió durante la Agonía, puedan servirse de los Méritos alcanzados por su Señor hasta Su Muerte en la Cruz.
Quisiera, especialmente de los consagrados, una unión verdadera con Mi Espíritu, porque Él actuará durante los próximos días para ayudar a las almas.
Solo les pido que intenten sentir Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
*Nuestro Señor nos pide que desde el 22 de marzo hasta el 1.º de abril, Domingo de Pascua, nos unamos a Él durante quince minutos adorando Su Santísimo Cuerpo Eucarístico o contemplando alguna de Sus Sagradas Faces: Cristo Jesús Glorificado, Jesús Misericordioso, Sagrado Corazón de Jesús, para acompañarlo durante la Sagrada Semana.
Queridos hijos:
Que exista la paz por siempre en vuestros corazones, y que sea la paz de Mi Inmaculado Corazón la que los promueva todo el tiempo a vivir la transformación interior, que será el espejo de una gran transformación exterior.
Por eso hijos, con mirada de bondad y de amor materno, los estoy introduciendo en el último tramo del camino redentor que Mi Hijo les oferta para este tiempo. Viviendo el ciclo de vuestra purificación, encontrarán dentro de ustedes todo aquello que ya debe morir, para que en el día de mañana, Mis queridos, participen del Reino de Dios.
Con vuestra purificación y servicio, el mundo se transformará y ya no será necesario que las almas sufran el precio de sus propias decisiones.
En el espíritu de la oración permanente, hallarán la llave maestra que les permitirá hacer trascender el fin de los tiempos y el tiempo interior en cada ser.
Arriésguense a entregar a vuestra Madre Celeste aquello que más los une a esta vida material. Encomienden a Dios vuestras familias, porque por vuestro servicio incansable, el Plan del Altísimo está siendo reposicionado en una esfera celestial mayor.
Sean para este ciclo aquello que nunca fueron. Sean apóstoles de Mi Hijo, los que no se separan del propósito ni tampoco se alejan del camino de la evangelización interior que Cristo está realizando a través de vuestras vidas. Mientras el mundo enfrenta el resultado de sus decisiones, vuestra Madre Celeste viene para ayudarlos a reconducir la morada interior de millones de corazones hacia el verdadero principio universal: hacia Cristo.
Únanse cada vez más a Mi Corazón Inmaculado y no permitan, hijos Míos, que las engañosas ideas del enemigo ingresen en vuestras mentes y moradas. Para que eso no suceda, afirmen en vuestras vidas que vivirán en este tiempo para responder a los designios de Mi Hijo Jesús. De esa manera serán verdaderos soldados, con los que Mi Hijo contará para llevar adelante el propósito de encaminar esta humanidad ultrajada hacia la escuela suprema de la rehabilitación.
Abran las puertas del corazón para que las palabras de los Mensajeros Celestes puedan llegar cada vez más profundo, y así se pueda establecer el Reino de Dios en cada interior.
Dejen a Mi cuidado vuestros seres queridos, compartan la misericordia que reciben todos los días y juntos, Conmigo, reconstruyamos esta humanidad decaída.
A pesar de las consecuencias, por vuestra fidelidad, harán triunfar Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca al ejército orante de la luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más