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Como Madre y Señora de Garabandal, Me preparo para retornar y ayudar, a través de ustedes, a todo el pueblo de España azotado por la pandemia, golpeado por la falta de fe y de devoción por tantos acontecimientos difíciles.
Una vez, dije en Garabandal que la copa estaba casi llena, ahora la copa ya está rebasando.
Queridos hijos, Mi retorno a Europa es para intentar, una vez más, retirar a muchos hijos Míos de la indiferencia y de la discriminación que viven en este tiempo.
Rezo, día y noche, y estando en vigilia, su Madre Celeste se prepara para comenzar una nueva etapa y un nuevo ciclo con todos Sus hijos de Europa, y desde Europa hacia el mundo entero, incluyendo Asia y Oceanía.
Hijos amados, por eso, les pido que continúen rezando con fervor por cada una de Mis intenciones para que, algún día, se conviertan en una realidad de abundancia y de Misericordia para todos Mis hijos.
También les pido que oren por Mis Planes de salvación y de paz, que la Virgen de Garabandal, la Señora de Fátima, necesitará llevar adelante en África y en Medio Oriente, a través del apoyo y de la colaboración amorosa y fraterna de todos.
El tiempo que permaneceré en Europa, enviando Mis Mensajes al mundo, será largo, porque el hemisferio norte, incluyendo África, necesita de mucha Misericordia.
Desde ahora, les estaré agradecida.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mientras en este día, la novena a San Rafael Arcángel es nuevamente realizada, Yo los invito a mantener el fervor, la devoción y la fe en los Cielos, a fin de que la situación planetaria reciba la intervención del Universo para este momento actual de la humanidad.
Mientras tanto, San Rafael Arcángel, se encuentra dirigiendo una importante operación angélica, con el motivo de capturar a las corrientes del caos, las que se sirven del sufrimiento y de la incertidumbre de la humanidad, para que esas corrientes sean evacuadas del planeta a través de los ejércitos angélicos de San Rafael Arcángel.
Toda esa operación ayudará en descomprimir y aliviar el plano psíquico planetario, pero también, desvinculará a millones de almas que estuvieron presas de estas corrientes disociativas.
La poderosa novena, ofrecida a San Rafael Arcángel, actúa en espacios del planeta en donde el ser humano no consigue llegar, pero la fe y la devoción de los que oran con fervor permite, en este tiempo crítico del planeta, que un estado de Gracia y de expiación espiritual, sea concedido por obra y acción de la Divina Misericordia.
Sigamos orando en la convicción espiritual de que todas las súplicas son escuchadas por el Padre Eterno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Como Nuestra Señora de Chiquinquirá vengo, hijos, a colocar a esta nación bajo Mi manto y dentro de Mi Inmaculado Corazón. Vengo a tenderles Mis brazos y a abrir los caminos para que Mis hijos estén más próximos a Mí, resguardados en Mi regazo e inspirados por Mi Corazón.
Vengo en un tiempo en el cual muchas naciones agonizan y colapsan por los estímulos del caos y por los frutos de su propia purificación, porque todo lo que antes estaba oculto, hoy sale a la luz y los espíritus no están preparados para sustentarse a sí mismos y a sus naciones, sin sucumbir a las tentaciones y a los impulsos humanos de rebeldía y de descontrol.
Hoy, hijos Míos, vengo a establecer la paz en sus corazones y a solo pedirles que oren. Oren con sus familias, formen grupos de oración en los cuales sus espíritus se fortalezcan y se ayuden mutuamente para llegar a Dios. Creen lazos de amor con el Creador, a través del verbo que se eleva al Cielo.
La oración, hijos amados, les traerá paz y traerá paz al mundo; resguardará lo sagrado que en él habita y permitirá que estos Recintos Sagrados puedan continuar auxiliando al planeta con su presencia y con su paz.
Colombia, hijos Míos, es una nación bendecida por Dios con los Reinos de la Naturaleza, los que hacen que todos los desequilibrios humanos puedan ser transmutados y liberados. De esa forma, a pesar de tantos conflictos, aún hay paz, mansedumbre y amor en los corazones de muchos de Mis hijos colombianos.
La oración y la devoción de su pueblo los trajeron hasta aquí, los levantaron en cada caída y los irguieron hacia Dios, a pesar de todos los abismos que cruzaron a lo largo de los años. Y hoy vengo para decirles, hijos, que la oración continuará siendo su sustento, pero, a medida de que las pruebas del planeta se tornen más agudas, mayor debe ser el tiempo que dediquen a la oración, más imbuidos deben estar de Dios, de Su Propósito, de Su Presencia, de Su Fortaleza y de Su Paz.
Creen, hijos amados, redes de oración por la paz, por el bien de las familias, por el rescate de los Reinos de la Naturaleza, por los espíritus y por los ángeles de las diferentes naciones de este mundo.
Los tiempos de prueba deben despertar en ustedes el espíritu misionero, para que cada día se sientan responsables por el establecimiento y el sustento del Plan y de la Voluntad Divina para este mundo.
Por todo lo que han vivido, hijos Míos, y cómo han perseverado en cada prueba, a través de la devoción, puedo llamarlos a dar un paso más en la oración, a definirse en el camino de la luz y no solo fortalecer a sus propias vidas y a su propia nación, sino también a otras vidas y a otras naciones, a través de la oración sincera.
Yo los amo, los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hace más de 102 años, el 13 de julio de 1917, en Fátima revelé a los pequeños pastores el tercer y desconocido secreto. Ahora, continuando con esa revelación dada y aún no conocida totalmente por los hombres, vengo en este día a revelarles lo que ustedes están preparados para saber y conocer.
Por esta razón, hijos Míos, su Madre Celeste llega con el impulso de que puedan conocer y abrazar, con toda la fuerza de sus corazones, lo que representa el Universo y su vida infinita.
Llegó el tiempo de que el hombre de superficie ya no permanezca solo con la visión de su nación, continente o planeta. Es tiempo de que, por medio de la oración y de la fe, puedan ampliar su consciencia a fin de que no existan fronteras mentales, sino conocimiento, reverencia y devoción por lo desconocido; por todo aquello que está en las moradas de los Cielos y que no puede ser controlado ni manipulado por nadie.
En Fátima, los pequeños pastores conocieron esas revelaciones, además del tercer secreto que recibieron, porque el Ángel de la Paz los preparó para ese período en el que, a través de la Madre Santísima, estarían ante la magnitud de Dios y de todo Su Universo. Todo eso fue posible por el grado espontáneo de pureza que ellos vivieron.
Ahora, queridos hijos, es el tiempo de dar el salto al conocimiento del Universo y de acceder a la realidad que ninguna tecnología humana alcanzó en toda la historia de la Tierra. Porque, en verdad, el conocimiento infinito del Universo es revelado a los humildes de corazón y a los simples de consciencia. En ellos no existe ambición de poder ni de control en ningún sentido.
Eso fue, hijos Míos, lo que los pequeños pastores de Fátima vivieron, pero llegó el momento de que la Jerarquía Celestial amplíe esa oportunidad a todos los que aspiren a postularse como humildes servidores de Dios.
Eso ayudará a que, en la superficie de la Tierra, hayan consciencias que sean instrumentos que propaguen la devoción al Padre Eterno y así exista más gratitud y reverencia, en compensación por todas las equivocaciones que comete el hombre de hoy, al apartarse de la Verdad Divina, por sus propios medios y modos de vida.
Es así, Mis hijos, que en este día y a través de la Aparición, Yo como su Madre e Intercesora los colocaré ante esa Gracia de que sus corazones crezcan en la fe y en el amor al conocimiento de lo Alto, del Universo y así, el Amor Crístico esté presente en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Alma y Corazón ya están en Angola. Estoy preparada para llevar el Amor de Dios a las almas inocentes, almas pobres de espíritu.
Mi Divinidad ya está en Angola, al igual que la Gracia materna de Mi Corazón, porque Mi deseo de Madre es estar con Mis hijos de África, es poder recoger en Mi interior el amor, la pureza y la devoción de ese pueblo por la Madre de Dios.
Ellos son Mis amados y predilectos hijos, a los que quiero mucho y por los que rezo todos los días por sus vidas, así los mantengo bajo Mi divina protección.
Angola fue la nación escogida por su Madre Celeste para poder abrir las puertas al servicio humanitario y al servicio religioso.
Angola es un pueblo que es testigo de los conflictos y heredero de un sufrimiento que nunca debió vivir. Pero el fin de este cautiverio llegará y Mis hijos de Angola, como los de toda África, podrán ser partícipes de Mi Amor maternal.
Por eso en este día especial, la vida consagrada por medio de la Orden fundada por Mi Hijo ingresará en el continente africano para llevar el amor y la cura de los Sagrados Corazones, con la esperanza de que algún día la Peregrinación por la Paz visite a ese querido pueblo a fin de que Mis hijos de África se sientan más abrazados por la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Deja que la oración sea como una flor que se abre sobre tu corazón y permite que los aromas sutiles que ella emana inunden tu espíritu y todo tu ser.
Deja que la propia luz de la flor de la oración sublime los espacios más recónditos de tu consciencia. Confía en el poder del verbo y en la amplitud de su energía creadora.
Deja que la flor de la oración trabaje en ti, según su tiempo y no según tus expectativas.
La flor de la oración te muestra la belleza interior escondida, más allá de una purificación tardía o de una prueba demorada.
Deja que la flor de la oración, sobre tu corazón, encienda de amor tu alma y ella retome el sentido del propósito todos los momentos que sea necesario.
Deja que la flor de la oración realice el milagro del amor y de la redención en tu vida. Siente la paz que irradian las bellas flores y la devoción que ellas expresan en toda la Creación.
Porque, algún día, tu alma podrá ser como una flor que, habiendo nacido, crecido y madurado en los pétalos del amor, del perdón y de la redención, expresará lo que Dios tanto esperó de tu esencia.
Confía y sigue convirtiendo tu vida en una flor en adoración y en devoción a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una noche de gala especial
Queridos y dulces cantores de Mi Corazón:
Hoy es una noche de gala especial, porque el Todopoderoso y todos Sus ángeles estarán atentos a las ofertas que se realizarán durante el encuentro de música.
Por esa razón, hijos Míos, hoy vengo para impulsarlos a seguir cantando y componiendo para la cura y la elevación de todo el género humano, pero no solo a eso, sino también, en esta noche de gala especial, los invito a que por medio de sus corazones y con su más sincera devoción pueda despertar y brotar de todos ustedes la chispa de la Luz Crística; una energía de Amor Superior que urgentemente necesita irradiarse al mundo y, en consecuencia, a toda la humanidad.
Que, a través de su sagrada oferta para el encuentro de hoy, sus almas puedan encenderse a través del canto y de la elevación, a fin de que todos los Cristos internos en el planeta puedan reinar y favorecer un proceso de cambio y de transformación en toda la consciencia humana.
Hijos amados, sepan que esta gala de hoy también llegará al espíritu y a la consciencia de las familias, las cuales en estos tiempos necesitan de una inmensa ayuda espiritual, ya que son el foco de la división y de las guerras entre las naciones y los pueblos.
Que, ante el advenimiento del Renacimiento de Cristo, hijos Míos, todas las familias, más allá de su condición, de su cultura, de su pueblo o de su religión, hoy puedan recibir por medio del encuentro de música la ayuda desde las esferas celestiales, las que descenderán para concebir la paz y la unidad interior, tan ansiadas por los que más sufren.
Hoy espero, queridos hijos, que sus corazones y sus voces puedan florecer y demostrar la esencia del Amor Crístico, aquel Amor que es capaz de darlo todo por amor, sin importar las consecuencias ni los resultados.
Que en esta noche de gala pueda renacer el Amor de Dios, un Amor que será el preámbulo para el próximo retorno de Cristo a la humanidad.
Les agradezco a todos los coralistas, instrumentistas y colaboradores que en este año hicieron posible el despertar de la cura y la elevación espiritual de la humanidad.
Unidos al Padre Celestial, hermanados en el Amor Crístico, hacemos votos para que en el próximo año se cumpla el Plan de Dios en la humanidad.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Acto de Reverencia y de Amor a los Reinos de la Naturaleza
Quisiera ser como un pájaro
para solo alabar y cantarle a Dios.
Quisiera ser como el agua de los océanos
para solo espejar la Paz de Dios.
Quisiera ser como un árbol
que se eleva hasta lo alto para alcanzar el Reino de Dios.
Quisiera ser como una flor
que se abre cada mañana para mostrar su devoción por Dios.
Quisiera ser como una planta
que adorna los ambientes para dejarlos llenos de armonía y de luz.
Quisiera ser como un delfín
que entre las olas se supera para alcanzar a Dios.
Quisiera ser como un girasol
que se abre todos los días para recibir la luz del Sol.
Quisiera ser como un cristal
que guarda lo más bello que tiene
para expresar su amor por la Creación.
Quisiera ser como el viento
que sopla fuerte y constante para llegar con el amor
a todos los rincones de la Tierra.
Quisiera ser como el fuego
para iluminar los días de oscuridad.
Quisiera ser como la tierra
que se dona incansablemente para ser el vientre
que gesta una y otra vez a la Creación.
Solo quisiera que no se cortaran los árboles
para no dejar al planeta sin seres que se elevan hacia Dios.
Solo quisiera que no se cazaran las aves
para que la Tierra no quedara sin seres que alaban a Dios con plenitud.
Solo quisiera que no se transgrediera más la tierra con tóxicos y químicos
para que la humanidad no se quedara sin alimentos vivos.
Solo quisiera que ya no se contaminaran más los océanos
para que la vida marina no muriera pronto
y los mares ya no espejaran la paz.
Solo quisiera que el ser humano tomara consciencia
de que el planeta es nuestra casa y que de él dependemos para poder vivir.
Solo aspiro a que todos estemos en comunión con los Reinos
para que, por un instante, podamos sentir su constante sufrimiento
y así los aliviemos, sin transgredir más a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En cada momento de pedir Misericordia, su oferta se debe profundizar para que en ustedes se profundice el amor, la devoción y la caridad.
Pidiendo, sinceramente, Misericordia, recibirán Misericordia y el caudal de la Gracia estará abierto para descender sobre sus vidas y colmar todos los espacios.
La oferta de la vida al Dios del Amor se puede profundizar y ampliar a través de los actos de oración, de servicio y de donación que pueden vivir de ciclo en ciclo.
En esta etapa del planeta, en la que la oferta sincera de los corazones es necesaria, las puertas de la Misericordia se mantienen abiertas para llevar a las almas por el camino de la redención y de la compasión, caminos que los harán encontrarse con Dios para establecer la unidad entre las almas y el Padre Altísimo.
Que el sentido de esa profundización interior alcance altas esferas para que el Padre reciba de Sus hijos las acciones y los sentimientos más profundos de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sobre cada humilde pie llevo la Rosa de la gratitud y de la devoción de Mis hijos de Argentina, sublime ofertorio del corazón de las almas simples que saben escuchar a Dios y son parte de Su Divino Reino.
Sobre cada pie llevo la Rosa de la gratitud y de la devoción de Mis hijos de Argentina. Eso Me permite acercarme más a los miserables de espíritu y a los huérfanos de corazón.
La Rosa de la gratitud y de la devoción de Mis hijos de Argentina permitirá reconstruir el proyecto en esta parte de la humanidad.
Con la Rosa de la gratitud y de la devoción Yo daré a conocer los prodigios del Padre Celestial, porque el ofrecimiento recibido es sincero de parte de los corazones de Argentina.
Ahora, con cada Rosa sobre Mis pies, caminaré silenciosa por estas tierras a la espera de la gran victoria que se está aproximando.
Con la Rosa de la gratitud y de la devoción repoblaré al mundo con Mi servicial amor, a fin de transformarlo todo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mi caricia es como el pasar del suave viento.
Mi regazo es como recibir el cálido calor del Sol en el invierno.
Mi Amor es como la ternura de una madre con su pequeño hijo.
Mi oración es como la lluvia que cae constantemente.
Mi esperanza es como la flor que se abre a los rayos del Sol.
Mi fe es como la bóveda celeste en la noche.
Mi súplica es como el llamado del Universo a todos los seres.
Mi devoción es como el fuego de la noche.
Mi paz es como las olas que golpean armoniosamente en los océanos.
Mi cura es como el rayo del Sol que penetra la tierra oscura.
Mi unidad es como el equilibrio y la armonía del Universo local.
Mi luz es como el Sol en el amanecer hasta que alcanza su punto más alto.
Mi alegría es la consagración de los hijos de Dios.
Mi júbilo es la concreción de la vida sacerdotal.
Mi paciencia es como el fruto que madura lentamente en el árbol.
Mi dulzura es como la fruta más dulce del planeta.
Mi misión es como el servicio abnegado de los que sirven a Dios sin cansancio.
¿Y cómo son, hijo Mío, tus virtudes?
¿Has encontrado la semejanza de tus acciones en la Creación?
Deja que fluya en ti ese principio del Don de Dios.
Permite que despierten los talentos de estos tiempos para que la Tierra sea repoblada de simples, pero verdaderos valores.
Anímate a decirle "sí" a la virtud del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tus ojos al Cielo y contempla, en ese silencio, la Presencia omnipotente de Dios.
Eleva tus ojos al Cielo y contempla la magnífica Creación a través del Sol.
Eleva tus ojos al Cielo y contempla el infinito Universo de la Creación.
Renuévate a través de todo esto y forma parte, en comunión interna, de las Leyes Superiores.
Reenciende en ti la filiación con Dios y encuentra el sentido interno de cada aprendizaje.
Eleva tus ojos al Cielo y aprende a sentir la Presencia del Creador en todo lo que existe, vibra y se manifiesta como Luz cósmica.
Eleva tus ojos al Cielo y encuentra el camino por donde tu espíritu retornará a la gran Morada.
Eleva tus ojos al Cielo y aprecia con devoción a Aquél que nos creó, que nos ama y que nos bendice.
Eleva tus ojos al Cielo solo para decir “sí”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mediante la devoción de Mis hijos y el amor de sus corazones por Mi simple y humilde Presencia, la Madre de Dios puede hacer descender del Cielo la Gracia de Dios, atraerla hacia la Tierra y extender esta Gracia más allá de las almas, de las naciones y de toda la vida planetaria.
Por eso, a través de la devoción de Mis hijos, Yo puedo obrar en el mundo y, así, llegar a los lugares menos pensados para rescatar a Mis hijos y conducirlos hacia la verdad del corazón.
Es así que, para Mí, son imprescindibles sus oraciones y su unión diaria Conmigo, porque, como Madre, Yo puedo impulsar el cambio de la consciencia humana, puedo motivar y animar a Mis hijos a vivir su gran transformación interior.
Por este motivo quiero, todos los días, conducirlos al Amor de Dios, para que ese amor los lleve a amar los misterios del Cielo y hacer de este planeta un recinto sagrado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los Reinos de la Naturaleza se ofrecen como medio de purificación y sublimación de sus consciencias.
A través de los Reinos menores, el ser humano encuentra el camino para liberarse de sí mismo por medio del amor que le puede expresar a los Reinos. Por eso, los animo a ver y a encontrar en los Reinos menores un sendero para su conversión y redención interior.
Los Reinos de la Naturaleza y sus grandes ángeles de luz esperan ser contemplados, amados y considerados en la vida diaria del ser humano, porque a través de los Reinos las almas también pueden expresar su devoción a Dios y a toda la Creación.
A través de los Reinos menores, el ser humano puede desprenderse del pasado y del sufrimiento.
En los Reinos de la Naturaleza se puede encontrar un momento de paz y de comunión con el Universo Mayor.
Busquen en los Reinos ese camino de unión con lo Divino. Promuevan la protección y el cuidado de los mismos, para que toda la humanidad siga contando con un servicio de amor de los Reinos que todavía es desconocido por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Virgen Negra de Polonia
Que desde Mi Inmaculado Corazón surja la Paz y que ella se expanda hacia los corazones del mundo.
Hijos Míos:
Vengo a perpetuar la Fuente de Gracias que nace del Corazón de Dios para que las almas no solo reciban Misericordia, sino que reconviertan sus vidas y puedan retornar al Corazón del Padre.
Vengo como la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, para darles una señal de que en Mi Reino no hay diferencias de razas ni de colores, de culturas ni de naciones. En Mi Reino vive y habita la Unidad, y es esa unidad la que lo Yo les revelo a través de Mi Faz en Polonia.
Hijos, vengo a gestar en sus corazones el amor por la vida y la unidad entre los corazones.
Vengo a gestar en sus espíritus, no solo la capacidad de perdonar y de reconciliarse sino, sobre todo, la posibilidad de volver a amar y la esperanza de reconstruir la vida en profunda unión con Dios.
Quiero que sus corazones sean los testimonios vivos para el mundo de que es posible vivir el perdón, la paz y la esperanza, a pesar de los conflictos y de la desunión que aún viven en el corazón humano.
Quiero que le enseñen al mundo herido cómo hacer para curar lo profundo del corazón, simplemente dejando que las Manos de Dios los toquen, los restauren y los purifiquen.
Con unos pocos su Padre Creador opera milagros infinitos y todas las Gracias recibidas en los últimos días son un símbolo fiel de esa verdad.
Demuéstrenle al mundo, hijos Míos, cómo con tan poco pueden transformar la vida sobre la Tierra.
Demuestren, a través de la alegría que surge de sus corazones al encontrar a Dios, cómo el planeta puede ser curado, y anuncien un tiempo mayor de paz, que es posible cuando los corazones se unen en amor al Padre Celestial.
Dejen que desde lo profundo de sus corazones emerja la cura, no solo para esta nación, sino para el mundo entero. Unan sus espíritus a la Fuente de la Divina Misericordia y aspiren, todos los días, a ser instrumentos de la Misericordia para el mundo.
El planeta necesita de la Fuente que aquí emerge a través de la devoción de los corazones; la humanidad necesita encontrar la paz y a través de la Misericordia pueden encontrarla.
Por eso, hijos Míos, aunque sean pocos y se sientan solitarios en un mundo que se sumerge en la ilusión, persistan y crean que, si con Su único Hijo el Creador transformó el destino de Su Creación, con ustedes, hijos Míos, Él renovará esa transformación y le dará al mundo una nueva oportunidad de recomenzar cuando todo haya sido purificado.
Anímense a ser instrumentos de la Divina Misericordia, a unir culturas, razas y religiones en un único corazón que clama por la paz.
Como la Virgen de Czestochowa vengo a enseñarles a curar y a perdonar, a unir y a elevar al Corazón de Dios esta humanidad, el planeta y sus Reinos de la Naturaleza.
Que todas las Gracias que Dios les concedió, sean multiplicadas y que, después de transformar lo más profundo de la consciencia polaca, transformen al mundo entero.
Después de ser curados, aprendan a curar.
Después de ser bendecidos, aprendan a bendecir.
Después de recibir los frutos de las oraciones de sus hermanos, aprendan a orar por los que más necesitan.
Después de recibir el Amor de Dios, aprendan a amar y, de esa forma, hijos Míos, vivan en comunión.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Con alegría vengo al mundo y especialmente a Polonia, la tierra amada de San Juan Pablo II, para bendecirlos y llevarlos nuevamente hacia Mi Gracia, a fin de que por medio de estos encuentros de paz su Madre y Señora de Czestochowa pueda seguir obrando y reparando los corazones que más necesitan.
Con Amor Materno regreso a Polonia para infundir aún más la Misericordia de Mi Hijo e interceder por medio de la Fuente de Su Compasión.
La Madre de Dios llega a Polonia para hacer revivir los atributos de su cultura y de su pueblo, llevando cada uno de estos atributos a la sublimación de la consciencia y, así, recuperando los valores de la fe y de la unión con Dios.
En este día especialmente desciendo para establecer un poco más de paz y de perdón en las almas, almas que necesitan reencontrar el camino de la unión con Dios, para así poder vivir los principios de Su Gracia y de Su Misericordia.
Como Madre de todos vengo para testimoniar que es posible avanzar y vivir con la esperanza de poder reencontrar a Dios de tiempo en tiempo y estar en comunión con Él.
Como Madre y Patrona de Polonia vengo para derramarles la Sabiduría de Mi Corazón Maternal, un Don que, viviendo en ustedes, permitirá seguir restaurando y reparando toda la consciencia de su pueblo.
La Sabiduría de la Virgen de Czestochowa los ayudará a llevar adelante el Plan de Dios para su nación y su pueblo, mediante la devoción incalculable de sus corazones por los Nuestros y también por los santos que el Padre ha enviado a su patria para ayudarla, como fueron Santa Faustina y San Juan Pablo II.
Por medio del modelo de vida de estos santos que muchas más vocaciones puedan despertar en el seno de la Iglesia de Cristo y en la fe de todos los hijos de Polonia.
Como Madre de todos vengo para restablecer uno de los principios de los Designios de Dios para su patria, sabiendo que en este tiempo será imprescindible sostenerse con la fe y la confianza en Dios, para también restaurar a la Iglesia y a sus creyentes.
Por eso, como Madre y Señora de Czestochowa, regreso a Polonia a fin de reconstruir el espíritu de amor de su humanidad y así propagar, desde aquí hacia el mundo, la devoción de todos ustedes, hijos Míos, a Mi Inmaculado Corazón.
Mis Manos de servicio, caridad y bien, hoy vienen llenas de Gracias para derramarlas sobre ustedes, Mis queridos hijos, y para que estas mismas Gracias se propaguen en las naciones del mundo que necesitarán de su fe y de su oración para establecer la paz.
Yo los conduzco por este camino de sabiduría y de amor para que las almas sean ayudadas y contempladas en la Misericordia de Dios.
Aún hay tiempo para poder ingresar en esa Fuente de compasión y de alivio que ofrece Mi Amado Hijo para el mundo entero.
Por medio de esta renovación que hoy les traigo Yo los invito a vivir el nuevo tiempo, el tiempo de saber cumplir el Plan de Dios en ustedes mismos, para que después se cumpla en el mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los renueva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Cuando escucho sus voces orando, en Mi Corazón resuena la melodía de la más simple devoción de Mis hijos.
Es ese amor interior que siento de Mis hijos del mundo, el que Me hace retornar a la Tierra, directamente desde el Cielo para volver a bendecirla.
Cuando escucho la voz de Mis hijos, Mi Corazón es inundado de un amor desconocido y elevado de parte de ellos, amor que en muchos casos se mantiene guardado en su interior.
Cuando escucho la voz de Mis hijos, es la señal más verdadera de que, una y otra vez, debo descender del Cielo para estar cerca de Mis niños y así derramarles la Luz de Dios.
Cada vez que Mis hijos rezan a Mi Materno Corazón, su Madre Celeste puede penetrar las capas más oscuras de la Tierra para derramar la luz del amor que muchos hijos necesitan y así liberarlos de la perdición.
Quiero seguir escuchando la voz de la oración de Mis hijos para que pueda volver al mundo cuantas veces sea necesario.
¡Les agradezco de verdad por responder a Mi llamado!
Y sean bien recibidos en Portugal, la tierra en donde una vez Mi Inmaculado Corazón tocó la esencia de la humanidad.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sigue los pasos de las santas mujeres y también lleva contigo los aceites que ungirán el Divino Cuerpo del Señor. Camina al lado de ellas, decidido a encontrar, dentro de tí, al Amado Señor.
Sigue los pasos de las santas mujeres, siente en ellas el amor redentor que las arrebata, la constante renuncia para vivir en Dios y la confianza absoluta en el Primogénito.
Sigue los pasos de las santas mujeres que van al encuentro del Sepulcro, aproxímate junto a ellas al Sagrado Cuerpo del Señor, el que reposa entre lienzos y flores que honran Su Sacrificio de Amor.
Póstrate en el suelo como las santas mujeres, revive ese encuentro con Cristo como si fuera la primera vez.
Siente el fervor decidido de las santas mujeres, la valentía inalterable de sus corazones adoradores del Señor y quédate arrodillado ante el Altísimo Hijo.
Míralo con devoción y gozo, Él pronto resucitará de entre los muertos, y cantos de "Aleluya" serán escuchados.
Unge con tus manos el Divino Cuerpo del Señor y limpia Sus heridas.
Lava con el agua el Cuerpo del Señor y envuélvelo en la sagrada sábana de la Restauración.
Quédate a Su lado, en vigilia, y afirma la victoria del Señor por encima de todo.
Sal del Sepulcro con las santas mujeres y, en el jardín, entra en oración para esperar la Resurrección del Salvador.
Esa hora se aproxima, en la que el Cristo interno tendrá un lugar para siempre en la vida de Sus discípulos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Nota Musical del Corazón
Mis queridos hijos:
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, la nota que repercute en los espacios de este mundo cuando el alma siente en su interior el Amor de Dios.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, para que este mundo sea redimido y para que las huestes de Luz del Padre abran las puertas de los Cielos.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, la nota musical que vibra en los mundos sutiles y atrae, para la Tierra, la Misericordia de Dios.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, para que las voces se inflamen en el Espíritu Santo y esta humanidad reciba nuevamente la corriente poderosa de la Cura Divina.
Que hoy los corazones toquen la nota musical del amor, para que él se expanda en devoción y Luz por todos los rincones de la Tierra.
Que la nota musical de sus corazones reafirme, en este día, la victoria de Mi Hijo sobre la Tierra y que sus almas ingresen en los coros celestiales, a fin de confirmar el Plan del Creador en esta dolida humanidad.
Que la nota musical de sus corazones hoy encienda el espíritu de la alegría, la devoción por todo lo que es sagrado y la fe que fortalece las consciencias.
Hijos, hoy, en este día tan especial de elevación de la consciencia humana, les pido: hagan vibrar en sus voces e instrumentos la nota musical del corazón, porque esa nota tan profunda en sus almas abrirá puertas al Cielo para que la Gracia, la redención y la cura se establezcan en la humanidad.
Que la nota musical de sus corazones reverencie la Creación y a todos los Reinos de la Naturaleza, desde el Reino Mineral hasta el Reino Angelical.
Que todas sus voces hoy sean una, a fin de gestar en la Tierra la sagrada unidad entre las almas y Dios.
Desde Ecuador, como Madre de los Andes y de todos los cantores de Dios, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que esta sagrada misión los motive a vivir los cambios.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más