- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Mis queridos hijos:
Que, en este mes de la Natividad del Señor, ustedes, al igual que los pastores de Belén, reciban con alegría el anuncio de la llegada y del nacimiento del Cristo Interno.
Este acontecimiento, que sucede año tras año, debería ser considerado especial y único por las almas; porque, inclusive las familias se ven en la oportunidad interna y espiritual de renovar sus votos como familia; y también cada miembro de la familia, más allá de la edad, sepa que espiritualmente podrá estar ante su propio Cristo Interno y, a través de Él, más cerca del Propósito espiritual de su vida.
Por ese motivo en el mes de diciembre, la Natividad del Señor les concede también una amnistía por los errores cometidos y a su vez les otorga a las almas la Gracia de poder redimensionar sus perspectivas internas, para que toda aspiración esté bajo el amparo de Dios y de Su Voluntad.
El Nacimiento de Cristo es algo más que un acontecimiento histórico, que es recordado por todos, es un momento en el que el Sagrado Espíritu del Amor y de la Paz de Dios puede traer alivio, aceptación, claridad y entendimiento en todas las situaciones de la vida.
Este es el principal motivo espiritual por el cual las familias del mundo son llamadas a rezar a los pies del Sagrado Pesebre, para que los miembros de cada familia estén bajo la misma protección y resguardo como lo estuvo la Sagrada Familia de Nazaret.
Representa y significa la posibilidad de recibir las mismas Gracias santificantes que la Sagrada Familia recibió; a saber: la Gracia de la fidelidad al Plan de Dios, la Gracia de la unidad, la Gracia del servicio abnegado, la Gracia de la compasión y la Gracia del amor por el semejante.
Estas Gracias obraron en los Corazones de Jesús, de María y de San José, para que nuestras personas pudieran ser el ejemplo de la Presencia Divina en la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos:
Ustedes son cristales preciosos que, día a día, están siendo pulidos por las Manos del Redentor.
Que el mayor brillo que hay dentro de ustedes resplandezca, para que este mundo no pierda la capacidad de amar y de perdonar.
Sus vidas son cristales preciosos en las Manos de Mi Hijo, para que siendo purificados alcancen el propósito interior que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.
Un cristal en bruto precisa ser pulido con delicadeza y cuidado. En ese trabajo de la purificación del cristal, las asperezas son retiradas para que la belleza que hay dentro del cristal se exprese.
En ese momento se encuentra cada uno de ustedes. No se resistan y dejen que Mi Hijo haga nuevas todas las cosas, porque Su fiel Propósito es convertir sus vidas según el proyecto que Él pensó una vez para cada uno de ustedes. Confíen y no teman.
Algunas asperezas de la vida son difíciles de arrancar, pero no es imposible; porque el Amor de Mi Hijo llegó al mundo para demostrar a todos que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Permitan, Mis hijos, que todo sea removido de su lugar, para que el gran cristal de sus vidas refleje la belleza inconmensurable del Cristo interno, porque este es el tiempo de que los Cristos internos puedan gobernar en este ciclo, a través del Amor.
Que el Amor de Dios repare y cure a las almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridas familias del mundo entero:
Que la sagrada y bendita Presencia de Mi Hijo esté entre ustedes.
Que, a las puertas del próximo Nacimiento de Cristo en sus corazones, la familia, como célula primordial del Proyecto de Dios en la superficie de la Tierra, se vuelva a encontrar en el espíritu del Nacimiento de Jesús.
Queridas familias, que en este año doloroso que termina para el mundo, las familias renueven sus votos internos entre sus seres queridos. Que se puedan servir de estos tiempos de aislamiento para orar juntos, para amarse y reconocerse más entre ustedes, para reverenciar al Cristo interno que cada miembro familiar lleva en su interior, a fin de que puedan recuperar la paz, para que la paz esté presente en el mundo.
Queridas familias, durante la oración del Rosario en la Navidad, recen por las familias divididas, recen por las familias empobrecidas, recen por las familias refugiadas para que en toda la humanidad despierte la consciencia de que la familia es un Proyecto sagrado de Dios y no un objeto de conflictos ni de desarmonías.
Queridas familias, Yo los invito a sentir en el corazón este llamado, porque la unidad de la familia necesita ser recuperada para que el gran manipulador, Mi adversario, sea destituido y expulsado del seno de la familia que se convirtió en el centro del sufrimiento de la humanidad.
Les pido, queridas familias, que su mirada y su corazón estén en esta obra interior de reconciliar y de reconstruir la familia para que la Luz del Espíritu Santo pueda estar presente entre ustedes.
Que el Nacimiento de Jesús, en cada corazón humano, lleve a cada miembro de la familia a asumir y a vivir lo que Dios tanto espera, que sea una familia de amor, en camino a la consagración interna.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Sentados a la Mesa de la Redención, que en este día de celebración de los misterios de Amor de Cristo, sus almas se abran nuevamente para recibir todo lo que, como Luz, Amor y Sabiduría, Mi Hijo dejó plasmado en aquel tiempo para la humanidad.
Así, ante ese escenario crístico de Luz y de Amor, llamen a sus Cristos internos para que ellos participen de este acontecimiento, en el que cada ser interno tiene la oportunidad de ser transfigurado por la Luz Crística que concederá la redención.
En este día, postrados ante ese importantísimo momento de Mi Hijo que se entrega en Cuerpo y Sangre por la humanidad, prepárense para ingresar en la dolorosa Pasión de Cristo, la que nuevamente marcará un antes y un después en la vida de la actual humanidad, porque a través de la unión sincera que está sucediendo en esta Semana Santa, muchas tareas espirituales están aconteciendo para fortalecer el espíritu de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Escucho la voz de los que rezan por las familias del mundo y traen, en esta nueva Natividad, la posibilidad de que muchos hijos más reencuentren a su Cristo interno.
Es el Cristo interno el que en este tiempo necesitará gobernar la vida de las personas para que las almas estén libres de los conflictos y de las interferencias que Mi enemigo ocasiona para separar a las consciencias de Dios.
Por eso, el Cristo interno es quien inspira la paz, trae la renovación y la confirmación de los votos internos que los corazones deben afirmar día a día.
El Cristo interno trae la consciencia de poder curar la vida interna y construye, en la consciencia, el camino de ascensión hacia el Padre Celestial.
Que en esta Natividad que se aproxima, todos recuerden al Cristo interno para que su Luz y Sabiduría los pueda llevar de la mano hacia el cumplimiento del Propósito Divino.
¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Existen planes contrarios a que Cristo pueda nacer en cada corazón humano, planes que intentan impedir que las almas puedan tomar consciencia de su potencial cristificador.
Eso significa distraer a la consciencia para que nunca conozca las virtudes y los dones que ella misma guarda y así llevarla hacia una constante ilusión.
Por esa razón, la Jerarquía Divina enfatiza el fin de cada año como un período importante, en el que los corazones se puedan refugiar en el Espíritu de la Sagrada Familia, para poder aproximarse a esa realidad interior y crística.
Cada vez que una consciencia alcanza el contacto con su Cristo interno está permitiendo que su espíritu se aproxime a la realidad material y, así, pueda impulsarlo a dar pasos más largos en dirección al cumplimiento de la Voluntad Mayor.
Pero en ese camino de realizar la Voluntad Divina existen pruebas y dificultades para que la consciencia se fortalezca y se afirme en toda la luz que pueda surgir de su corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las almas que Yo he escogido para que Me acompañen, en Mi tarea planetaria, viven sus pruebas a fin de fortalecer su compromiso con Dios.
Por eso, las almas viven muchas transiciones y desafíos para que de ellas pueda nacer la fortaleza y el ímpetu del Cristo interno, una Luz interior que siempre los conducirá hacia la meta para que, algún día, Me puedan encontrar.
Este es el tiempo en el que toda consciencia, sobre la superficie de la Tierra, es probada para que defina, interiormente, de qué lado estará antes de que su Maestro y Señor regrese a la humanidad.
En esa confirmación puede estar presente Mi Misericordia para que el alma, que se esté definiendo, cuente con el apoyo interior de la Luz Divina.
Yo animo a Mis seguidores a que, a pesar de sus historias o de su pasado, se aferren al Poder y a la Luz del Corazón de Cristo porque allí está Dios y en Dios ustedes siempre alcanzarán la paz, aunque todo esté en transición y en definición.
Yo estoy con todos los que Me dicen “sí”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Si todos se postraran a Mis Pies, así como lo haces tú, muchas situaciones internas y externas no sucederían o, por la intervención de Mi Amor, ya estarían resueltas.
Postrarse ante Mí no es para vanagloriarme, sino para saludar al Cristo interno que existe entre tú y Yo.
Postrarse a los Pies del Señor significa remisión y perdón de los pecados, significa una nueva oportunidad interior que surge para poder, conscientemente, transformar y elevar la consciencia.
Postrarse ante Cristo significa conocer y obedecer, incondicionalmente, a la Jerarquía, significa unirse a ella bajo cualquier circunstancia o condición.
Solo que la mayoría no se postra ante el Señor; no para Mí, sino para poder reconocer al Dios Vivo que está por encima de todos nosotros.
No postrarse ante Mí significa amplia y dura resistencia, falta de humildad para con uno mismo y para con el semejante, significa vanagloria propia y poder humano desmedido.
Pero tan solamente postrarse ante el Señor es comprender y es aceptar algo que está más allá de este Universo, es fundirse con el Propósito Divino a pesar de la distancia entre los planos, es decir “sí” sin miedo alguno y es abrirse a la redención.
¡Les agradezco por responder a Mis peticiones!
Los bendice siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Una noche de gala especial
Queridos y dulces cantores de Mi Corazón:
Hoy es una noche de gala especial, porque el Todopoderoso y todos Sus ángeles estarán atentos a las ofertas que se realizarán durante el encuentro de música.
Por esa razón, hijos Míos, hoy vengo para impulsarlos a seguir cantando y componiendo para la cura y la elevación de todo el género humano, pero no solo a eso, sino también, en esta noche de gala especial, los invito a que por medio de sus corazones y con su más sincera devoción pueda despertar y brotar de todos ustedes la chispa de la Luz Crística; una energía de Amor Superior que urgentemente necesita irradiarse al mundo y, en consecuencia, a toda la humanidad.
Que, a través de su sagrada oferta para el encuentro de hoy, sus almas puedan encenderse a través del canto y de la elevación, a fin de que todos los Cristos internos en el planeta puedan reinar y favorecer un proceso de cambio y de transformación en toda la consciencia humana.
Hijos amados, sepan que esta gala de hoy también llegará al espíritu y a la consciencia de las familias, las cuales en estos tiempos necesitan de una inmensa ayuda espiritual, ya que son el foco de la división y de las guerras entre las naciones y los pueblos.
Que, ante el advenimiento del Renacimiento de Cristo, hijos Míos, todas las familias, más allá de su condición, de su cultura, de su pueblo o de su religión, hoy puedan recibir por medio del encuentro de música la ayuda desde las esferas celestiales, las que descenderán para concebir la paz y la unidad interior, tan ansiadas por los que más sufren.
Hoy espero, queridos hijos, que sus corazones y sus voces puedan florecer y demostrar la esencia del Amor Crístico, aquel Amor que es capaz de darlo todo por amor, sin importar las consecuencias ni los resultados.
Que en esta noche de gala pueda renacer el Amor de Dios, un Amor que será el preámbulo para el próximo retorno de Cristo a la humanidad.
Les agradezco a todos los coralistas, instrumentistas y colaboradores que en este año hicieron posible el despertar de la cura y la elevación espiritual de la humanidad.
Unidos al Padre Celestial, hermanados en el Amor Crístico, hacemos votos para que en el próximo año se cumpla el Plan de Dios en la humanidad.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
En vísperas de la Natividad quiero decirles que, a partir de este momento, sus corazones estén preparados para recibir los impulsos internos que vendrán directamente de Mi Corazón, porque para este ciclo esos impulsos los colocarán en el camino de concretar y de representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Por eso, este ciclo para ustedes, significará una oportunidad de colocar toda su atención en la coyuntura verdadera que representa y no en la fiesta que popularmente se hace, año tras año.
La Natividad es una oportunidad interior de renovación de votos con el Cristo interno de cada ser, es la oportunidad de ampliar el compromiso que cada alma adquirió antes de encarnar en la Tierra.
Por eso, compañeros, la Natividad significa la aproximación de las Leyes Crísticas sobre la consciencia planetaria para toda la humanidad.
Quien, de verdad, sepa aprovechar esa coyuntura será más beneficiado, y no estará distraído con el jolgorio que el enemigo creó a través de los tiempos en esta fecha especial.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este nuevo mes que comienza, profundizaremos en la Natividad del Señor, un momento importante para que los votos con el Cristo interno de cada ser sean renovados y el compromiso con el Plan de Amor sea fortalecido.
Por eso, hijos Míos, los llamo a poner atención en este detalle de su renovación, porque, por más que, día a día, mediante la comunión con Mi Hijo ustedes también se renueven, es importante para sus almas unirse a la Sagrada Natividad del Señor, para que sus espíritus sean bendecidos con los impulsos de amor que Mi propio Hijo estará derramando por medio de estas fechas en que la humanidad entera coloca su atención en otro lugar.
Por esa razón, cuando un alma, mediante la intercesión del Divino Hijo, se ofrece a Dios y renueva sus votos, otras posibilidades se presentan para la vida planetaria y, especialmente, otras oportunidades se presentan para una humanidad muy necesitada de verdadero amor.
En esa renovación interior, en esa confirmación que Yo los invito a vivir durante esta próxima Natividad, ustedes permitirán atraer hacia la Tierra los atributos espirituales que la humanidad necesita para ser reconfigurada.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
¡Despierten! Vean a vuestra Madre Celeste en una gran misión planetaria junto a los misioneros de la paz, los que junto a Mí se preparan para atender a las más grandes necesidades de amor y de servicio en Turquía.
Es por eso, que vuestra Madre Celeste, junto con los misioneros de la paz, se dirige hacia uno de los lugares más lejanos de Medio Oriente, para llevar adelante un importante rescate esencial de las almas que necesitan conocer Mi Paz.
De esa forma, hijos Míos, los misioneros de la paz deberán irradiar, hacia los más pequeños y olvidados, el espíritu de paternidad y de maternidad.
En esta próxima segunda etapa de la misión humanitaria, Mis misioneros comenzarán a ingresar al verdadero campo de refugiados, aquel que se proyecta en la consciencia planetaria de los desamparados y de los marginados, porque en verdad, queridos hijos, el total abandono y el exilio se vive en el espíritu de cada ser.
Esta próxima etapa demandará que los misioneros de la paz estén ante los resultados internos de la crueldad humana, algo que irán descubriendo bajo Mi santa guía a medida que transcurra la misión en las diferentes regiones de Turquía.
Estambul será la etapa final más dura, porque Mis misioneros verán el ápice de un gran exilio humano.
El servicio a los niños requerirá de la atención espiritual, moral y física a los más pequeños, los que a través de las guerras o de la pérdida de sus familiares, perdieron la alegría de vivir o el por qué estar en este mundo.
El amor paterno y materno de cada misionero será imprescindible, por eso, queridos hijos, Yo los invito a que todos consideren esta parte de la misión como importante, porque los misioneros deberán unirse a los cristos internos de cada pequeño hijo Mío, así Yo les estaré mostrando, a Mis hijas misioneras de la paz, dónde está la necesidad del mayor amor maternal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más