Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El mundo vive su calvario, vive su cruz, pero Yo les traigo la solución para todo esto.

El Rosario es vuestra salvación, es el instrumento poderoso e inquebrantable de Dios, que su Madre y Sierva fiel utilizó durante mucho tiempo mientras estuvo aquí en la Tierra.

Desde Mi Corazón surgió la escuela de la oración del corazón, que es la que Yo necesito que esté viva en ustedes, que vivan esa escuela interior todos los días para que Mi Corazón Inmaculado siga triunfando en sus vidas y en el planeta.

Es a través de los grupos de oración, es a través de los corazones orantes que Yo puedo venir al mundo. No existe otra razón para estar aquí en este momento.

Su oración es la puerta que se abre para Mí, para que Yo pueda descender al mundo y, mientras estoy con ustedes, Yo pueda socorrer a los que lo necesitan en esta hora culminante de la humanidad.

Hoy vengo revestida de celebración, pero también de paz y de esperanza, sabiendo que en el mundo hay muchos hijos Míos que sufren los efectos de la propia enfermedad que ha generado el planeta.

Pero esto pasará. Rezo por ustedes, por las naciones y por todo el planeta porque espero, como Madre, que la humanidad aprenda esta lección, que la pueda superar y que la pueda grabar en su consciencia para que no vuelva a suceder; porque por más que el Apocalipsis se deba cumplir, Yo vengo aquí a interceder por ustedes, hijos Míos, por sus naciones, pueblos y familias, porque solo deseo la alegría y la felicidad del Cielo para cada uno de ustedes.

Su Madre Celeste es muy simple, tan simple y humilde, servidora incansable que se ofrece ante el Padre Celestial por cada una de sus almas, pero también se sirve de este momento, de este aniversario especial, para que una tarea planetaria se vuelva a cumplir en los planos internos, en donde es necesario verdaderamente de ayuda y de redención.

Yo los invito a unirse a Mí en esta cadena de oración en el mes del Santo Rosario para que en cada nuevo día, hijos Míos, ustedes puedan despertar, en su interior y en sus almas, el interés por esta poderosa pero simple oración.

Nuevamente, hijos Míos, contaré con cada una de sus cuentas y de sus oraciones en cada encuentro de oración que es transmitido a través de esta Obra.

Yo los invito, hijos Míos, a reforzar ese compromiso Conmigo como Hijos de María, como grupos de Rosarios de Luz, como todos los orantes de la Tierra que en este momento necesitan elevar al Cielo sus oraciones y súplicas, para que no solo esta pandemia termine, sino para que no llegue nada más al mundo que lo haga sufrir.

Les diré una verdad, cada vez que desciendo aquí, a la Tierra, siempre veo el sufrimiento del mundo, de millones de almas que aún padecen por sus propias elecciones, como también muchas almas inocentes que sufren por las elecciones de los otros. El sufrimiento tiene que terminar, hijos Míos, es posible vivir en la alegría y en el Amor de Dios.

Por eso, Yo estoy aquí como su Madre y Reina para que puedan renovar en esta noche sus votos, para que el Rosario, en cada día de sus vidas, sea el alimento imprescindible y espiritual para ustedes. Porque así, amados, beberán de la Fuente de Mi Gracia, beberán de la Fuente de la Misericordia de Dios, sus problemas terminarán, su fe se fortalecerá y serán Mis siervos, serán parte de la Legión de María.

Hoy, en este día 8 de mayo, en donde el Cielo toca a la Tierra, en donde Dios toca sus corazones, en donde los ángeles del universo se postran ante la Madre de Dios, vengo a invitarlos y a llamarlos para que a través de la oración del Rosario y de su consagración a Mi materno e Inmaculado Corazón formen parte de la Legión de María, de la orden orante de la Legión de María, una orden puramente espiritual de la que los ángeles del Cielo también forman parte, y muchos hijos Míos en el mundo que oran devotamente a Mi Corazón Inmaculado también forman parte de esa orden espiritual.

Mi Hijo Me ha pedido llamarlos a esto, invitarlos a este ejercicio espiritual, así sus almas, sus familias y todos sus seres queridos, también serán contemplados por esta orden espiritual de la Legión de María.

Necesito que espiritualmente, hijos Míos, por medio de la oración amorosa del Santo Rosario, lleven estampado sobre sus pechos el símbolo mariano de Mi Corazón, la “M” de María con la Cruz victoriosa de Cristo, rodeada por las doce estrellas de Mi Corona.

Ese es el símbolo de los legionarios de María.

Los invito a reforzar no solo su compromiso de la oración por la Paz en la Naciones, por Venezuela y por Siria, por Medio Oriente, por Timor del Este, por Corea del Sur, en este caso también por Japón y por China, para que el triunfo de Mi Corazón también se dé en esa parte del mundo, así como también se debe dar en África.

Todos son llamados a recordar lo que una vez les pedí y les solicité. La oración nunca los cansará, la oración los transmutará y los elevará.

Yo necesito formar esta orden espiritual en este tiempo final. La orden espiritual de la Legión de María también fue inspirada por los templarios que formaron la primera orden espiritual en la humanidad, así como por las santas mujeres que fueron las celadoras de las Reliquias de Cristo.

Los invito, hijos Míos, a ingresar en esta orden espiritual y angélica. Tendrán como intermediarios a sus Ángeles de la Guarda. Ellos están allí en silencio y en oración todo el tiempo, y sé que muchos no llaman a sus Ángeles de la Guarda.

Todos los tesoros, las llaves y las herramientas de la Jerarquía fueron dadas para ustedes.

Este es el tiempo no solo de los legionarios de María, sino también de los apóstoles de Cristo. Este es el tiempo de su actuación, de su definición y su momento de servicio espiritual por la humanidad.

Si Yo los he traído hasta aquí, en este tiempo definitivo y culminante del planeta, es porque necesitan, hijos Míos, llevar adelante esa misión espiritual.

Esa orden espiritual de los legionarios de María no tiene edad, no tiene requisitos, sino tres votos principales: devoción, compromiso y obediencia.

Hoy entrego a sus corazones, pero principalmente a sus almas, el símbolo espiritual de los legionarios de María, estampado en lo más profundo de sus corazones para que lo puedan recibir, reverenciar y aceptar en este momento, en donde todos los servidores de Cristo necesitan prepararse para lo que llegará.

Desde sus hogares y familias, pueden hacer muchas obras, aunque no lo parezca. Existen infinitas intenciones en la humanidad, así como existen infinitas necesidades en los cuatro continentes de este planeta que esperan por su ayuda e intervención.

En este mes de mayo, mes del Rosario, las puertas de los Cielos están abiertas por la oportunidad que fue concedida a su Madre Celeste para que la devoción a Mi maternal Corazón permita descender las Gracias y las Misericordias que en este momento muchas almas sufridoras necesitan, especialmente aquellas que han perdido la vida.

Hoy tengo a Mis pies al mundo y dentro de él a toda la humanidad y a las consciencias que son autoconvocadas para formar parte de esta Legión de María.

Mi deseo es que puedan dar respuesta a Mi pedido por medio de esta Obra, que Mi Hijo fundó por una importantísima razón espiritual y planetaria.

Así como deben dar respuesta a los pedidos que ya les hice en estos días, recibiré de brazos abiertos las postulaciones para la Legión de María, para que sus almas tengan la Gracia y la experiencia de vivir aún más la escuela de la oración.

Esta orden espiritual será fundamental e importante cuando su Madre Celeste ya no venga al mundo ni tampoco se aparezca aquí o en otro lugar del mundo.

La orden de los legionarios de María será la que sustentará la última parte de la transición planetaria.

Aquellos que quieren ingresar a la orden orante de María pueden postularse y Yo les daré como respuesta el símbolo espiritual de esta Legión por medio de esta Obra.

Será un ejercicio profundamente espiritual de cada uno de ustedes Conmigo, pero aquellos que se postulen y se dediquen verdaderamente a no ser solo Mis hijos consagrados por el Manto Celeste, sino que también se puedan dedicar a este ejercicio que hoy les presento, estarán Conmigo para ayudar en el momento más culminante de la humanidad, independientemente de donde se encuentren.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Nuestra Señora está rezando por nosotros. Nosotros rezamos internamente junto con Ella para que se cumplan Sus divinas intenciones, por el triunfo de Su Corazón Inmaculado.

La oración del Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María es la oración de los legionarios de María.

A pedido de nuestra Madre, rezaremos algunas veces esta oración para que el eco de Su Voz y de Sus Palabras, de Sus pedidos e intenciones, lleguen a todos los corazones posibles en los cuatro puntos de la Tierra, mientras que nuestra Madre Divina abre Sus brazos y extiende Sus manos hacia nosotros, encendiendo la Luz de Su Inmaculado Corazón para recibir estas oraciones, que rezaremos ahora.
 

Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.
Amén.
(se repite 3 veces)

 

Y Me elevo al Cielo en esta noche, también escuchando una oración especial que Yo misma inspiré, una oración que entre tantas, nació en Aurora, el Centro Mayor de Mi tarea planetaria con la humanidad.

Es así que, recibiendo esta oración en Mi Corazón y en Mi Alma, llevaré al Cielo las intenciones de los que se comprometan con el Santo Rosario en los tiempos que vendrán y de los que se postulen como futuros legionarios Míos.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Por la bendición y por la autoridad que Me ha dado Dios y Mi amado Hijo, Yo los reconsagro a Mi materno e Inmaculado Corazón para que puedan vivir los votos de la devoción, del compromiso y de la obediencia a Mi obra mariana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Escucharemos “En el simple mirar”.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sientan en su interior la luz del Centro de Figueira y reciban del Padre Su Divina Gracia. Gracia que los congrega, de tiempo en tiempo, para poder cumplir Su Santa Voluntad.

Es esta luz del Centro de Figueira que los trae desde tiempos remotos hasta el presente para poder servir y vivir en el Hijo de Dios, para poder proclamar y anunciar Su advenimiento, Su llegada.

Es por eso, hijos Míos, que hoy estoy aquí con ustedes, así como lo estuve en el día de ayer, durante la Oración por la Paz en las Naciones, cuando el Padre sintió la oración de los niños, el pedido de los más pequeños e inocentes.

Su Corazón puro y eterno se conmovió y Su Misericordia y Su Gracia se derramaron sobre el mundo, sobre los niños más inocentes que necesitaban de ayuda espiritual. 

Todo este impulso y todo este propósito es movido por un motivo mayor, aun por una razón desconocida que proviene de lo eterno e invisible.

Es el Padre que los vuelve a unir y a congregar en el Amor para poder servir a Su Hijo y a Su Obra, para poder testimoniar Su Presencia dentro de ustedes y en cada corazón de esta humanidad que busca en este tiempo la Luz poderosa de Cristo.

Todo lo que se ha construido en el Centro de Luz de Figueira es por amor, es por una devoción que descendió de lo alto y que tocó a sus espíritus alguna vez. Fue eso lo que los trajo aquí hasta ahora para que, en estos tiempos y en este ciclo, abrieran las puertas a toda la humanidad y a todo el planeta para poder llevar el mismo impulso y la misma convicción de estar en Dios y así anunciarlo a sus hermanos, a los buscadores de la paz, a los buscadores del bien, a los que esperan por Misericordia.

Este Centro de Luz de Figueira les trae la Verdad, la revelación del Propósito y la manifestación de la Voluntad.

Después de treinta años, todo ha sido una preparación para estos tiempos actuales y para este ciclo de grandes acontecimientos, en el que la humanidad se enfrenta a un momento definitivo e interior, en el que la humanidad podrá o no cruzar el portal hacia lo nuevo.

Desde este Centro de Luz hoy también les traigo las herramientas de Dios, Sus instrumentos más perfectos que Él pidió crear y manifestar en el Universo para que existiera la Vida Universal y para que esta Vida Universal llegara a todos, a cada uno en su tiempo y en su momento; para que en el momento del despertar descubrieran el Conocimiento Sagrado y la esencia que mueve a todo este Universo, que es la Fuente del Amor de Dios. 

Esa es la gran Fuente que todo lo permite y que todo lo concede, también para este tiempo actual, en el que la humanidad atraviesa sus definiciones y sus pruebas, en el que la unión con lo Alto será imprescindible para todos, para poder estar en lo cierto y en lo correcto, para ser bañado por la Sabiduría y por la Ciencia que proviene de Dios y que impulsa la manifestación y la concreción de Su Obra, no solo en las Comunidades-Luz, sino también en las naciones, en los pueblos, en las culturas que deben despertar al igual que ustedes a la luz del Centro de Figueira.

En ella se guardan aún los misterios que, algún día, la humanidad conocerá cuando su amor y su devoción a Dios sean más profundos y verdaderos. Pero para ustedes que, como servidores y como Obra fueron preparados hace mucho tiempo, este es el momento de dar a conocer al mundo lo que Dios tanto ha esperado, que a través de los Centros Sagrados y de los Centros Marianos, la humanidad recupere su inocencia y pureza para poder volver a estar en Dios y en Su Presencia, para sostener a este mundo que temblará y se sacudirá, para mantener las Bases de Luz sobre la superficie de la Tierra, en una absoluta y sagrada hermandad, para aprender a auxiliar a los que más necesitan, para poder recuperar los valores de cada cultura y de cada pueblo, para que no desaparezca la fe ni la confianza en el Padre.

Todo esto es movido por la luz del Centro de Figueira que se donó y se entregó, desde el principio, para esa tarea que hoy espiritualmente es consciente para todos, para todos los que una vez tuvieron la gracia de despertar aquí y a través de aquí, llevando en su interior esa luz que es movida por un Propósito Mayor y que está presente en este tiempo por una razón mayor. 

Pero para que todo esto fuera posible, hijos Míos, Dios escogió a uno de Sus Hijos que hoy ya no está presente entre ustedes, pero sí omnipresente en espíritu, en esencia, en amor y en devoción junto a los Mensajeros del Padre y a Sus ángeles.

La esencia de luz del Centro de Figueira encarnó, se manifestó entre ustedes y trajo para el mundo la oportunidad de sobrevivir y de superar el fin de los tiempos a través del amor a la instrucción y de la devoción a lo sagrado, como también de  la reverencia a la Jerarquía.

Una parte de la luz del Centro de Figueira llegó a su encuentro, para algunos hace muchos años, para otros hace poco tiempo y para otros hijos, recientemente. Pero muchos más vendrán, movidos y atraídos por esa luz del Centro de Figueira que durante mucho tiempo se pronunció a través de la palabra y del verbo, a través del conocimiento y de la instrucción que preparó sus corazones para este momento, que preparó las bases para este tiempo y que trajo para el mundo la oportunidad de sostener, sobre la superficie de la Tierra, la unión con la Jerarquía.

Esa parte de la luz del Centro de Figueira vino de un lugar muy lejano del Universo, así como muchos de ustedes vinieron en diferentes momentos y tiempos.

Esa luz del Centro de Figueira una vez despertó en la consciencia de José Trigueirinho a fin de que se construyera y se manifestara la vida en comunidad, la vida en hermandad, la vida en servicio y en oración.

El pasado no está separado del presente. La luz del Centro de Figueira se manifestó en los primeros tiempos cuando el mundo necesitaba un gran cambio en la consciencia, al igual que en este tiempo y que en este ciclo. Sus bases se fundaron, sus áreas de luz se construyeron y las almas llegaron y llegarán, porque todo está unido en un mismo propósito y en una misma esencia.

Por eso, hijos Míos, comprendan con todo esto la Voluntad de Dios y cómo esa Voluntad trabaja y se manifiesta en la humanidad y, especialmente, en los que sirven al Padre Eterno.

Hoy, 13 de julio, se cumple el fin de una síntesis de la experiencia que vivió y compartió con ustedes José Trigueirinho, no solo como hermano, sino también como alma unida a su grupo de almas. Y hoy, después de esa síntesis, una nueva etapa comienza. Una etapa y un ciclo que también repercutirá en ustedes y en la Obra, porque los frutos de la Figueira ya están maduros para cosecharlos y para donarlos en servicio al mundo y a las almas que tienen sed de la verdadera instrucción, así como la tuvieron ustedes en algún momento, hijos Míos.

Que permanezca en ustedes la ampliación de este propósito del Centro de Luz de Figueira para que, no solo aquí, sino también en el mundo, reciban el auxilio que necesitan, el auxilio que viene de la Jerarquía y para que ustedes, al igual que José Trigueirinho, sean el próximo testimonio para el nuevo tiempo.

El testimonio dejará la experiencia del amor y del servicio en la humanidad para que, como una cadena de luz y de amor, otras almas encuentren la misma oportunidad y la misma experiencia de poder servirse y nutrirse de la luz del Centro de Figueira.

Reconozcan, en este día, la gran Gracia que recibieron, aunque no sean totalmente conscientes. Y cómo esta Gracia, en este ciclo, se amplió y se compartió con las naciones y con otros pueblos. 

Hoy hablamos de una Obra universal y no individual. Hoy hablamos de una Obra grupal y no personal. Este es el tiempo de abrir las puertas para todos, porque todos merecen recibir la oportunidad del despertar y de la instrucción. Es tiempo de acoger. Es tiempo de escuchar. Es tiempo de recibir con alegría al semejante, el que viene buscando la paz, la esperanza y el Amor de Dios.

Así, nunca les faltarán los impulsos de la Jerarquía y cuando se haya cumplido la gran aspiración y meta, ustedes serán precursores de este conocimiento recibido y de este Templo Sagrado que representa Figueira para la humanidad. Y así, su esencia de luz se compartirá y se ampliará en otros Centros Sagrados en los que emergerán nuevas comunidades para acoger a los diferentes pueblos y culturas, para compartir y servir en fraternidad.

Reciban este día la luz del Centro de Figueira y comulguen con ella, en renovación y en fe. 

La historia deberá seguir siendo escrita. Su hermano y compañero, José Trigueirinho, fue un instrumento en las Manos de Dios. Hoy ustedes deberán ser los instrumentos en las Manos del Padre para que Él siga escribiendo Su Voluntad.

Les agradezco por escuchar y responder a Mi llamado y los invito, hijos Míos, a escuchar nuevamente este mensaje, porque en él he dejado los impulsos que ustedes necesitan para seguir adelante en la perseverancia y en la fe, en el amor al Propósito y en la devoción a la Jerarquía.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DE SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA CEREMONIA DE CONSAGRACIÓN E INSTITUCIÓN DE LA 5.ª RAMA DE LA ORDEN GRACIA MISERICORDIA, LAS AUXILIADORAS DE LA DIVINA MISERICORDIA DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

Sean todos bienvenidos a este encuentro tan especial con Nuestra Señora.

Antes de comenzar con la oración, yo quería hacer un simple comentario.

Ustedes saben que Nuestro Señor, cuando estuvo encarnado como Jesús, nunca hizo ninguna diferencia espiritual entre hombres y mujeres, porque Él consideraba a los seres como almas, como mónadas, como servidores del Padre y de Su Plan. Solo que en esa época había muchas formalidades que seguir.  Y hoy, de la misma forma como hizo hace 2000 años, Él respeta las escuelas evolutivas de cada uno e intenta transmitir un mensaje universal para que todas las almas lo puedan recibir y aceptar.

Él respetó profundamente las costumbres y las leyes que en ese momento tenía el pueblo judío. Por eso, su vínculo espiritual con todas aquellas mujeres que lo amaban y lo seguían fue un tanto oculto para poder trabajar con tranquilidad y para que ellas no fueran rechazadas o repudiadas, sino que fueran aceptadas y pudieran vivir su espiritualidad libremente. Es así que poco se sabe de esos vínculos.

En estos últimos días, la Madre Divina comenzó a revelar en sus Mensajes diarios, detalles muy ocultos de lo que sucedió con las mujeres de Jerusalén. Son datos del verdadero vínculo espiritual que muchas mujeres tuvieron con Cristo y de cómo unieron sus corazones, sus almas, sus espíritus al Espíritu de Él y se comprometieron a servirlo, a ser sus apóstoles femeninos hasta este tiempo.

¿Qué es lo que Nuestro Señor hizo en estos últimos días? ¿Cómo surgió la consagración que vamos a vivir hoy?

Él quiere que aquel mismo vínculo de corazón y de espíritu, aquellos mismos códigos puedan expresarse en este tiempo en todas aquellas conciencias que se han ofrecido a servirlo a Él y a Su Madre.

Él pretende, con esta consagración, atraer esos códigos, que están en la consciencia planetaria, y depositarlos en aquellas consciencias que hoy se han ofrecido a servirlo de forma simple, inesperada para algunas de ustedes, casi sin querer para otras, para que puedan resurgir en ustedes y puedan ser expresados por medio del servicio, de la devoción, del caminar casi imperceptible de aquel que sirve ocupando casi el último lugar.

La devoción y el servicio silenciosos, el sacerdocio interno que aquellas mujeres vivieron, ese apostolado es lo que Él quiere atraer desde el Universo para que pueda volver a surgir aquí, entre todos nosotros.

Entonces, la idea es que ustedes puedan recibir esos códigos con humildad y con mucha gratitud, porque van a estar representando al apostolado que hace más de 2000 años muchas mujeres vivieron, mujeres anónimas que no pretendían ser reconocidas, sino que solo pretendían vivir el servicio silencioso y humilde a Nuestro Señor.

Hoy, van a confirmar formalmente esa vivencia íntima entre ustedes y Cristo, entre ustedes y María. Van a confirmar formalmente esa unión espiritual, para que lo puedan servir de forma humilde.

Ese servicio es muy importante en este tiempo porque lo que ustedes van a realizar, como Auxiliadoras de la Divina Misericordia, será imprescindible para que otras conciencias puedan recibir lo que necesitan. Es una oferta para que otras conciencias puedan ser consagradas, bendecidas, bautizadas, renovadas. Y esa tarea, imperceptible para muchos, es absolutamente indispensable para que eso suceda.

Entonces, cada uno, en la tarea que le toca hacer por el compromiso que ha podido asumir, va a estar integrado a esa gran tarea de los Sacramentos, de la preparación de los altares, donde se atrae la energía que viene de Dios para ser distribuida entre todos los presentes y también entre todos los que participan a través de las pantallas, porque las personas abren su corazón y quedan muy conectadas ante todo lo que puede ser expresado por medio del Ceremonial.

Es así que nosotros, como consagrados, les damos la bienvenida a esta Rama de consagración que complementa, colabora y auxilia a toda la tarea que la Orden realiza.

Las invitamos a que abran su corazón y a que den sus pasos sin miedo, porque este es solo el principio.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo vestida con el Manto que ustedes se han colocado, para esta humilde consagración a Nuestro Señor.

Es así que hoy estoy fundando aquí, a través de su sí, la Quinta Rama de esta Orden, que son las Auxiliadoras de la Divina Misericordia de Jesús, que asumirán llevar en su mano izquierda una Alianza de madera con el símbolo espiritual de esta Orden, haciendo votos de oración, de servicio incondicional y, el principal voto que es el de la Misericordia, para poder llevar al mundo y a la humanidad lo que el mundo y la humanidad tanto necesitan.

Llevarán la misma Alianza Espiritual que llevaron las Santas Mujeres de Jerusalén que fueron congregadas por Mi Hijo y por Mí para hacer triunfar esta tarea de la Misericordia, esta Misión a lo largo de los tiempos.

Ustedes, queridas hijas, están formando parte de una historia que está siendo escrita en el Corazón de Dios, de algo que será conocido mundialmente en poco tiempo.
Ustedes son la punta de esa lanza de Amor que comienza a traspasar al mundo para que él sea curado y así todas las almas.

Mis Gracias hoy están con ustedes y, sin saberlo y sin comprenderlo, muchos dieron este gran salto hacia el Corazón de Mi Hijo, por lo cual, a través de Mí, Él les anuncia Su Gratitud.

Que Mi Amado Hijo sienta gratitud por las almas que lo sirven es algo incalculable que va más allá de este universo y de sus espíritus; gratitud por traer la paz, por traer el bien y la Misericordia para que las almas se curen en la simplicidad de la oración y en las manos que trabajan para servir al Rey.

Hoy, en esta consagración, son coronadas por los ángeles que vigilan y guardan a las almas en este sagrado propósito de vivir la redención y la conversión del corazón.
Las invito, queridas hijas, en este nuevo paso, a ser testigos de todo lo que viven, con humildad y desapego, a dar testimonio de que la fe y la confianza en Mi Hijo todo lo puede hasta el final.

Es así, queridas hijas, que les abro las puertas de Mi Corazón para acogerlas y asumirlas sabiendo que formarán parte de una congregación que se está transformando a lo largo del tiempo y que está aprendiendo, a través de sus errores, a amar a Jesús.

Dios no busca de ustedes la perfección ni tampoco el esplendor. Dios necesita que encarnen el espíritu de la humildad que le falta al mundo y que lo lleva a estar lejos del Amor de Dios.

Hoy, las consagro como parte del pueblo de Dios que está en los Cielos, formado por los Bienaventurados y por los ángeles que alaban al Padre eternamente.

Cantaremos a Dios en gratitud por esta Gracia, sabiendo que ustedes serán las principiantes, las primeras discípulas y apóstoles de Cristo, que vienen de esta humanidad herida por tantos errores y tantas incomprensiones.

Quiero que hoy sus almas asuman el voto de ser cálices para recibir el Amor de Jesús, que debe transcender las formas, las ideas, las acciones y todos los límites para que triunfe Su Reino en la Tierra por medio de las almas que se donan a Su Corazón con confianza.

Es así, queridas hijas, que, al Yo asumirlas a ustedes, Mi Hijo las estará acompañando en Su Gloria, enseñándoles día a día a despojarse de todo aquello que es viejo para que, finalmente, nazca en ustedes lo que es nuevo, lo que es parte de los Dones de Dios, de Sus Santas Virtudes, de Sus Designios y de Su Voluntad.

Hoy, serán bendecidas por el agua para purificar sus cuerpos, para que ellos estén renovados.

Hoy, serán ungidas por el aceite de la consagración, así como son consagrados y ungidos los que se entregan a Cristo de tiempo en tiempo.

Hoy, una puerta nueva se abrirá ante sus vidas y conciencias, una puerta que las guiará hacia Mi Corazón, porque Mi Corazón de Madre es el portal que las llevará a Cristo siempre.

Alégrense y lloren como las Santas Mujeres a los pies de la Cruz, por haber encontrado a su amado Esposo, que hace tanto tiempo no veían en sus caminos.

Hoy, Su Misericordia penetra sus corazones para que sus almas se vivifiquen y sean Luz en el mundo, un mundo que sufre en las tinieblas.

Mi Amado Hijo necesita de Auxiliadoras de Su Divina Misericordia porque, aunque no lo parezca, una parte de la humanidad está agonizando por su propio mal.

Sean partícipes de esta comunión interior con el Sacratísimo Corazón de Jesús que hoy les traigo y, siempre que lo sientan, repitan: Señor, Yo Confío en Ti.

Porque a pesar de lo que suceda, la confianza de Jesús en ustedes será inquebrantable, y eso significa una responsabilidad espiritual para con Dios y Su Reino.

Que esta Gracia les traiga la expiación y la renovación.

Que la Gracia del Corazón de Jesús las encienda en misericordia y piedad por el mundo.

Que así sea.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Cuando decidimos vivir para Dios, comenzamos a recibir muchas oportunidades que al principio parecen insignificantes, hasta parece una forma de pasar nuestro tiempo o de hacer cosas distintas a nuestra vida común y, poco a poco, los códigos crísticos comienzan a ingresar a nuestra consciencia de forma imperceptible hasta que comenzamos a observar nuestra vida y a sentir cosas que antes no sentíamos.

Nuestras preferencias y nuestros estados de ánimo comienzan a cambiar, encontramos en la oración una forma de vivir y, así, lentamente somos conducidos por algo invisible que nos va empujando a tomar algunas decisiones, a sentir algunas cosas.

Hasta que un día, en un total arrebato de nuestra alma, damos un paso, y después ya no podemos retroceder, no sentimos retroceder. Por el contrario, con un poco de temor nos animamos a dar otro paso, y vemos que no había nada que temer.

Así vamos dando paso tras paso, y hoy estamos aquí, dando un sí que se convertirá en algo muy importante.

María no desaprovecha ninguna oportunidad y eso nos hace confiar en que Ella, que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo siente, nos tendió la mano. Y nosotros apretamos Su mano, cerramos los ojos y nos dejamos llevar. Ahora veremos a dónde nos lleva.

Lo único que les puedo decir es que no tengan ningún temor, porque, aunque este es un compromiso espiritual, hará que ustedes tomen algunas decisiones materiales, que sean más disciplinadas o más consecuentes con el servicio que brindan, que comprendan mejor el alcance de la tarea.

Abran el corazón a esos registros de haber acompañado al Maestro en algún momento y déjense llevar, conducir, sorprender, porque nada malo va a pasar.

Aquellas que tienen esposos materiales, no se preocupen, porque no hay ninguna contradicción. No los van a engañar, y Cristo no se va a sentir engañado por ustedes.

Vivan esta experiencia en paz y con felicidad. Con alegría interior, dejen que Cristo las ame y aprendan a amarlo sin ningún temor, sin ninguna preocupación, porque el lugar que Él ocupa en sus espíritus es único.

Realmente la Jerarquía quiere hacer de este instrumento que es la Orden, algo muy importante para la humanidad y nosotros lo debemos vivir con mucha humildad, sobre todo eso y no ponerle nuestra mente; solo humildad, sinceridad y nuestro corazón. 

Esa va a ser la forma en que realmente, como dijo María, sea una congregación que está aprendiendo a través de sus errores a poder ser un instrumento de la Divinidad. Así que van a ingresar en un aprendizaje que camina a través de los errores, como toda la humanidad.

Bienvenidas y muchas gracias.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SOROCABA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo vengo al mundo a traerles la paz a las naciones, el fin de las guerras en las familias, en los hogares y en los corazones, y en todos los pueblos que sufren el gran castigo del fin de los tiempos.

Yo vengo a instaurar la devoción a Mi Inmaculado Corazón en toda América y, hoy, después de haber estado en Medjugorje celebrando con toda la humanidad Mi aniversario mundial, en esta noche de Gracias, vengo a su encuentro a derramar nuevamente Mi Luz sobre el mundo.

Dios quiere de sus corazones lo mejor y lo bueno; por eso, los invito, queridos hijos, a vivir el camino de la caridad y también el camino de la oración del corazón.

Si viven estas cosas, tan simples pero importantes, sus deudas se disolverán de la cuenta de Dios y sus hogares se abrirán para recibir Mis Gracias especiales, aquellas que Yo deseo instituir en sus corazones y almas.

Como Reina de la Paz, los reúno a todos en Mi Cenáculo Sagrado, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, hoy están celebrando Conmigo la Comunión con Mi Hijo.

Dios Me ha permitido de forma especial, hijos Míos, traer la Sagrada Custodia Universal, el Gran Cuerpo Glorificado de Cristo, la Preciosa Sangre del Señor Jesús Cristo que debe ser contemplado en este tiempo definitivo.

Con alegría, vayan a sus parroquias y adoren al Señor. Él espera, hace tanto tiempo, escucharlos con detenimiento, escuchar sus oraciones y sus problemas. Dios desea, a través de los Sagrados Corazones, que la humanidad se pueda salvar nuevamente y la Señora de la Paz, la Reina Universal, quiere evitar la Ley de Dios sobre el mundo, para que la humanidad pueda emerger nuevamente del Corazón de Dios y ella ingrese en el Corazón del Padre a través de una profunda comunión que ustedes deben vivir, queridos hijos, en este tiempo más que nunca, para que el mal se pueda apartar de sus vidas y se pueda establecer en sus familias la misma unidad divina que vivió la Sagrada Familia de Nazaret.

Como Reina de la Paz, hijos Míos, Yo los invito a ingresar a Mi Universo de Paz. Por eso, no será necesario, hijos amados, que Me puedan ver con sus ojos físicos. Yo deseo que puedan sentirme con sus corazones y permanecer en Mi devoción eterna.

Oro por todos ustedes, día y noche. Desde el Reino Celestial envío a Mis Ángeles Custodios para que puedan protegerlos y acompañarlos; pero, en este tiempo tan especial que vive el mundo, Yo necesito que ustedes den el gran sí al Señor, así sus vidas cambiarán prontamente y sus familias se renovarán por la acción amorosa del Espíritu Santo.

Queridos hijos, al igual que en otros tiempos pasados, en los que Yo Me aparecí a otros videntes en el mundo; hoy, les anuncio, hijos amados, que despierten a este Mi último llamado, que sus ojos se puedan abrir a la Luz que viene del Cielo, que sus corazones puedan escuchar Mi Mensaje especial, el Mensaje que Yo tengo para este tiempo actual.

Vivan los Sacramentos, hijos Míos, y si se han olvidado de alguno de ellos, vuelvan a vivirlos prontamente, así estarán unidos al Padre y al Universo Celestial.

Yo deseo, en sus vidas, un camino de conversión, conversión que abrirá la puerta para vivir la redención, pero en este tiempo solo bastará la oración del corazón.

Yo, como su Maestra de la oración, vengo a enseñarles ese camino tan simple y sincero, el mismo que Yo aprendí cuando estuve con ustedes en el mundo. Aun llevando a Jesús en Mis brazos no dejaba de contemplar la grandeza del Señor. Así, podrán entender, queridos hijos, que en sus quehaceres diarios pueden contemplar al Señor. Dios contempla, con grandeza y amor, cuando Sus hijos se esfuerzan sinceramente.

Que sus corazones sean espejos de oración, que sean luceros para este mundo que está a oscuras. Esto es posible, queridos hijos; si ustedes lo hicieran así, no se reconocerán en poco tiempo, porque en sus rostros brillará la Luz de Mi Hijo y en sus corazones palpitará el Amor de Cristo.

Recen por todos los sacerdotes, por toda la vida religiosa universal. Yo vengo a instituir, en este fin de tiempo, un gran pedido que Me ha hecho Mi Hijo Jesús: unir a través del corazón y de la oración a todos los pueblos que están dispersos en el mundo. Si eso sucediera así, a través de su permiso y su acción amorosa, nuevas Leyes de Misericordia descenderán sobre el mundo y ya no será necesario que sufran más, queridos hijos.

Yo vengo a su encuentro como Mediadora Universal. Deseo desde hace tanto tiempo que puedan vivir en Mi Corazón; pero verdaderamente les digo, queridos hijos, que muchos de ustedes se han olvidado de Mi llamado.

Por eso, a través del Amor Materno que imparto a todos los corazones, Yo vengo a recordarles, queridos hijos, este importante llamado de buscar la paz del corazón. Así, se ayudarán a ustedes mismos y esa Gracia especial que viene desde el Cielo se expandirá por sus familias y amigos.

Ustedes saben, queridos hijos, que muchos de Mis hijos están sufriendo, en este tiempo, problemas espirituales que se agravan en las almas, enfermedades que aparecen en los cuerpos de Mis hijos, que parecen incurables. 

Busquen el camino de la oración, así encontrarán el camino de la cura. El Don de la Ciencia del Espíritu Santo les mostrará el camino para vivir su redención y, de esa forma, Mis amados niños, liberarán sus corazones de todos los males que viven.

Hoy, les pido, queridos hijos, que no abran las puertas al mal. El Cielo los convoca para algo especial, el Infinito Dios viene a su encuentro a través de Mi Corazón Inmaculado.

Yo Soy la misma de Nazaret, queridos hijos, la misma que apareció a lo largo de los siglos. 

Mediten en este acontecimiento especial que viven hoy. Hagan lectura de los acontecimientos y así, en el silencio del corazón, en la profunda oración del corazón y en la fe permanente, comprenderán todo lo que hoy les digo y entenderán porqué Yo vengo nuevamente al mundo. Es una gran necesidad del Padre, en Su Majestuosa Voluntad, que todos Sus hijos se vuelvan hacia Su Corazón.

Miren con los ojos abiertos el horizonte que está despertando, la luz del amanecer que está emergiendo. Yo Soy el Sol que los alumbra en la oscuridad, Soy su Estrella Guía.

Aférrense a Mis manos, queridos hijos, así Yo podré envolverlos con Mi Manto Sagrado y así, como Yo lo hice en Guadalupe, uniré a todos los pueblos como uno solo, disolveré el mal de los corazones, porque resurgirá la fe verdadera en todos los hijos que han creído en Mi Palabra.

En esta noche de Gracias, no los dejaré de bendecir. Vengo a derramar Mi Gracia Maternal sobre ustedes, a colocar Mis manos sobre sus cabezas, implorándole a Mi Hijo por Su Misericordia; de esta forma, sus familias, queridos hijos, serán premiadas por Mi Luz Maternal y se volverán a unir en el amor.

No se olviden de buscar el amor del corazón, así se librarán de vivir los sentimientos humanos. Dios decía que, a través de su fe, todos sus hermanos, sus familias, sus amigos y conocidos se volverán a unir; y esto será posible cuando vivan una vida de oración permanente, entonces a sus casas llegarán las necesidades de otros hermanos y podrán envolverlos con el poder de la oración para que la cura se pueda establecer en esos corazones.

Sé que muchos esperaban milagros. El verdadero milagro de Dios, queridos hijos, para este siglo XXI, es que Me haya permitido volver a su encuentro, especialmente en esta parte de América, anunciándome como la Reina del Sol, la Mujer que viste los Rayos Dorados del Padre, la Sabiduría del Padre y Su Misericordia para que sean derramada sobre el mundo.

Yo busco, de sus corazones y almas, la sinceridad verdadera. Mis ojos contemplan todas sus necesidades. Yo deseo que, todos Mis hijos, den el paso hacia el Plan de Dios a través del corazón, de la fe y de la oración en una profunda comunión con Cristo; porque si así lo hicieran, recibirán la Gracia que tanto buscan.

Dios tiene muchas cosas buenas para ustedes. Él ya ha golpeado la puerta de sus hogares, pero en este tiempo envía a Su Mensajera Fiel en nombre de Jesús, Cristo el Redentor, para despertar a aquellos que duermen en este mundo por la fuerza que ha tenido la ilusión de esta humanidad y que, a través de las modernidades, hipnotiza a Mis hijos, haciéndoles perder el camino de la fe.

Por eso, hoy les vengo a anunciar que están a tiempo de retornar a la Casa del Señor.

Les agradezco profundamente, queridos hijos, este preparativo que le han hecho a Mi Corazón.

En esta noche sagrada de fe, Yo vengo a entregarles Mi Amor, la fe que sus corazones necesitan y la cura que necesitan sus almas para poder seguir caminando en los caminos del Señor, en los Planes de Dios y en Su magnífica y amorosa Voluntad.

Yo Me anuncio a ustedes como su Madre, no quiero hacerles ningún mal, sino que sientan el resplandor de Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, todo esto es verdadero cuando los corazones se abren a la fe. Los necesito como Mis servidores y apóstoles del nuevo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está orando por nosotros y por la ciudad de Sorocaba.

 

Hoy, les digo, queridos hijos, como lo ha dicho Mi hijo, que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, los que cerrarán la puerta para los que se han quedado atrás, y todos estaremos juntos en la promesa del Paraíso, del Reino de Dios.

Vengo también, en esta noche, a bendecirlos, y Me uno al corazón de todos Mis hijos, confirmando su fe ante el Altísimo Señor. Esto es lo más importante, queridos hijos, que la llama de su fe nunca se apague. Por eso, hoy les pido, que los hijos que están sentados en la última fila de este salón se aproximen para la bendición en este altar, y todos aquellos que lo sientan lo pueden hacer. Pero llamo de forma especial, a este altar más cercano, a los nuevos Hijos de María, que nuevamente son el ejemplo de la conversión y del Amor de Dios manifestado por el poder de la fe y de la oración.

Cantemos.

 

Canción: “Nuestra Señora”.

 

Cuando el alma canta se une a Dios instantáneamente y el Universo Celestial se manifiesta en Su corazón, creando la perfecta unidad entre las criaturas y Dios. En las cosas más simples y humildes se encuentra la verdadera llave que los llevará a la salvación.

Mis muy amados hijos, por la autoridad que Dios Me ha dado y bajo la protección y el amparo del Arcángel Rafael, de todos los ángeles del Cielo que glorifican perpetuamente al Señor, por el poder de Mi Inmaculado Corazón y por la fuerza imperiosa de la Misericordia de Cristo, Yo los bendigo en esta noche celestial, derramando lo más puro de Mi Corazón sobre sus corazones; y espero encontrarlos, prontamente en el Cielo, después de haber vivido sobre esta Tierra la gran experiencia de amor y de perdón.

Únanse, en este tiempo. Mi Corazón Inmaculado los ayudará siempre que Me abran la puerta del corazón, que es el camino directo a Dios, la bendición eterna de Nuestro Padre y del Amor predilecto del Señor por todo lo que Él creó desde el principio.

Yo Soy la Madre del Principio y del Fin, Soy Quien los esperará con alegría y con amor para abrazarlos fuertemente, para que reposen sus cabezas en Mi Corazón y así, que con sus oídos internos puedan sentir el palpitar de Mi Corazón Inmaculado que es el único motivo de su alegría en esta vida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Recen el Rosario todos los días, la paz se necesita en este mundo y el fin de la guerra espiritual también. Así, la Misericordia del Señor descenderá y en el corazón del universo seremos Uno solo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias hijitos, por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre Santísima, para cerrar este encuentro con Su Corazón Inmaculado, vamos a escuchar y vamos a cantar el “Himno de Medjugorje”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Y para cerrar, vamos a cantar todos juntos “María de Nazaret”.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo Soy la Señora de Fátima. En este día preparo el advenimiento del aniversario de uno de los principales acontecimientos de la historia de su humanidad, que es la segunda redención de la humanidad después de la Llegada de Mi Hijo.

Por eso, preparen sus corazones para el camino de luz que Yo tejeré hacia Europa; abriendo puertas y corazones, curando almas y vidas que quieren estar en Mis brazos viviendo la consagración del corazón el próximo 13 de mayo.

Hoy, derramo Mi Inmaculado Corazón sobre el mundo y espero que cada una de sus vidas Me corone como la Reina de la Tierra, a través de la oración del Santo Rosario, la oración del corazón, la oración que los llevará siempre a la paz.

Proclamen, en este tiempo, Mi Palabra de Vida.

Los invito, día a día, a vivir los Mandamientos del Señor, de esta forma gestarán a la Nueva Humanidad que Dios espera.

Hoy, Me abro a acoger sus corazones en Mi Corazón y a preparar esta próxima Semana Santa, como la gran fertilidad para sus vidas, en la que el Señor depositará nuevas semillas para que las plantas y las flores puedan crecer y puedan ofertar sus dones a Dios en un tiempo tan definitivo y delicado.

Hoy, los llamo a reunir las fuerzas a través del corazón para que se unan a Mi camino inmaculado.

Yo vengo a preparar a la humanidad para algo importante. Por eso, siempre pido regresar a Aurora, esta es la cuna de un nuevo proyecto de Dios, en el que algo se vivirá plenamente por todos, cuando se abran al Llamado del Padre y vivan sin miedo la transformación de la vida y de la consciencia.

Yo les ofrezco, día y noche, Mi Corazón Inmaculado. Aquí lo tienen, Él está en Mis manos para ustedes, un Corazón que vivió en esta humanidad y que comprendió la condición humana de todos los seres.

Yo les traigo, a través de Mi Corazón, el Espíritu de Dios. Él debe reinar en sus hogares y familias para que sea la nueva Luz del mundo después de Mi Hijo, Corazón que prepare sus corazones para lo que vendrá en poco tiempo.

Por eso, es ahora, queridos hijos, que llegó el tiempo de vivir en la escuela de la oración, en la escuela de la cura y de la redención.

Mi Corazón Inmaculado también llegará a Fátima en el próximo mes. Mi Espíritu Virginal e Inmaterial circundará a todo ese lugar. Aquellos que quieran verme de verdad, sintonicen sus oraciones con el corazón, porque allí Me encontrarán con seguridad y sentirán la confianza para poder seguir caminando.

Pues Yo Soy su Maestra y Peregrina, Aquella que acompaña a los rebaños de Cristo, que no se cansa de andar en este mundo a lo largo de los tiempos para iluminar los caminos de los que están en la oscuridad.

Vengo a resucitar a aquellos que Mi Hijo Me ha pedido. Vengo a abrirles los ojos a los que están ciegos y a los que han endurecido el corazón por las experiencias de la vida.

Yo tengo la llave para su consagración, como también para su santidad. Cada uno sabe lo que puede darle al Padre.

Vivan, en este tiempo, Mi Mensaje de advenimiento. Mi Hijo Me envía para prepararlos verdaderamente y con consciencia. Yo vengo a preparar sus corazones para la Nueva Tierra.

¿Quién se arriesgará a seguir Mi camino?

¿Quién se animará a vivir por entero Mi llamado?

Estoy formando las nuevas filas de los soldados de la Luz, estoy congregando a los que han caído y a los que no han caído, estoy llamando a todos a vivir la Transfiguración de Mi Hijo.

Queridos hijos, vengo a anunciarles que Dios Me ha concedido un tiempo de perdón para el próximo mes de mayo, en el que el Reino de Fátima resplandecerá una vez más en el mundo y se verán sus Jardines de Luz sobre la superficie. Aférrense a Mi Manto Sagrado, Yo no los separaré del Reino de Mi Hijo, sino que los llevaré hacia el Reino del Padre, en donde viven la Unidad, el Amor y el Perdón.

Por eso, Me nombro como la Nueva Aurora, la Luz del Universo que está llegando a ustedes. Yo Soy la Supraconsciencia Maternal, la Estrella que llega del Universo directo a la Tierra. Dios Me ha concedido ser la Estrella en sus vidas.

Los invito a imitar Mi camino de simplicidad y humildad, así comenzarán a vivir en Dios.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hijos Míos:

Como Estrella de la Mañana, vengo a anunciar el Sol de un nuevo tiempo, que purifica sus vidas, que renueva sus pequeñas almas. Este Sol que llega, Mis queridos, es el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, que iluminará los abismos y rescatará de lo profundo de esos abismos hasta la última de las almas que deben manifestarse, en este tiempo, como imagen y semejanza de Su Sacratísimo Corazón.

Vengo a anunciarles, hijos Míos, una Nueva Aurora en sus vidas, Aurora que nacerá a través de la Presencia de Mi Hijo en este Reino. Quiero que preparen sus corazones con amor, con profunda gratitud, para que sus almas puedan vivir en estos próximos días, con plenitud y esperanza, la Presencia de Mi Hijo en el mundo.

A través de Mi Inmaculado Corazón, hoy ilumino sus consciencias para que puedan descubrir los misterios que están guardados en la Pasión de Mi Hijo, misterios que hasta hoy la humanidad aún no desvendó.

Hijos Míos, quiero que descubran, en sus pequeños corazones, la verdadera victoria que existe en el Sacrificio de Mi Hijo, y que sus preciosas vidas puedan renovarse, en este tiempo, a través de pequeños sacrificios, pequeñas renuncias que puedan vivir para aliviar el Corazón de Dios. 

Hoy, quiero que descubran en la Pasión de Cristo la alegría de la salvación, la alegría de la redención que, a pesar de todo sufrimiento, la alegría y la esperanza jamás desaparecieron de lo profundo del Corazón de Mi Hijo. 

Hijos Míos, el Corazón de Cristo encontraba la fuerza para levantarse de cada caída en la esperanza del renacimiento de este mundo, y deben aprender de este Sagrado Corazón el poder de renovarse en cada instante de la vida.

Por eso, hoy les digo que no coloquen sus corazones en las pruebas que viven, sino que alimenten la esperanza, la alegría de poder renacer en cada día. Vivan la Pasión de Mi Hijo, ofertando sus pequeñas vidas para renovar el sacrificio de Cristo y, así como Él lo realizó hace tanto tiempo, que la oferta de sus corazones pueda generar méritos para el mundo, para que la humanidad tenga una nueva oportunidad de redención y este mundo, hijos Míos, no desaparezca del universo.

Hoy, quiero que alimenten la fe y la devoción en sus vidas, y que el poder de la oración sea más poderoso que cualquier mal, que la valentía de sus almas pueda vencer el temor que muchas veces amedrenta a las almas del mundo.

Hijos Míos, quiero que, a través de sus corazones, den el ejemplo al mundo de que Mi Hijo ya retorna a esta Tierra, porque Él ya retornó a cada una de sus vidas, porque Su Sagrado Corazón pulsa en sus esencias y renueva sus vidas y sus almas a través de Su Sagrado Sacrificio, a través de Su Amor Infinito.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vean, en esta noche, queridos hijos, nuevamente el ejemplo de la consagración a Mi Inmaculado Corazón, a través de estos hijos que Yo he llamado, que sirven a una gran parte del Plan de Dios.

Pero Mi Hijo dijo una vez, en un Mensaje, que en Su antiguo Sepulcro existieron violetas preciosas que lo restauraron, flores en Su Sepulcro de Amor que lo ayudaron a resucitar y a cumplir con el Plan de Dios en la Tierra.

Hoy, quiero llamar a una de esas violetas para que se consagre, como hija, a Mi Inmaculado Corazón y adorne a partir de este momento los Altares de Mi Reino Maternal.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora, vamos a escuchar el cántico: “Consagración”, para que Ella bendiga a estos hermanos y a todos estos objetos sagrados.

 

Cántico: “Consagración”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, lleven la Paz de Mi Corazón en sus corazones y por donde vayan. Solo eso es lo que basta para este tiempo.

Recuerden que Yo estaré al lado de aquellos que se animen a vivir la Pasión de Cristo, confortándolos y consolándolos, animándolos a seguir adelante, porque Algo Mayor los espera: el Espíritu de Dios, su Padre Eterno.

¡Les agradezco! 

Dios quiera que nos veamos pronto en Portugal.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

La verdad es que no sabemos cómo lo vivieron ustedes, los que están detrás de la pantalla; pero nosotros aquí hemos vivido un gran momento, en el que Nuestra Señora ingresó definitivamente en nuestra consciencia.

Hoy, en forma singular, aquí, en este espacio en donde nosotros estamos, todos los hermanos que participamos desde el Centro Mariano de Aurora nos pudimos sentir como una sola mente y un solo corazón; y Nuestra Señora vino a envolver a todas estas consciencias en una sola.

Esperamos que los que están del otro lado de las pantallas hayan podido sentir, igual que nosotros, el Amor de la Reina del Cielo y de la Tierra.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Quisiéramos compartir con palabras lo que Nuestra Señora transmitió hoy, pero a veces nos vemos muy limitados por nuestro idioma terrestre. Pero el Amor, que fluye del Corazón de María, todo lo hace confirmar y sentir en nuestro ser.

Durante la Aparición, Nuestra Señora llegó como Nuestra Señora de Fátima, como escucharon. Una manifestación muy contundente y definida.

Traía Su Corazón Inmaculado derramando sangre, ofertándonos los sacrificios que Ella vivió por nosotros, ofertándonos la cura y la redención; pero Su suavidad y serenidad nos acompañó en todo momento.

Las Palabras de María confortaban nuestro corazón y nuestra alma, momento a momento. Percibíamos, detrás de María, la Presencia de Dios y en Ella también percibíamos a Dios.

Ella también, en algunos momentos, nos mostró algunos pasajes de Su vida en Galilea y Su acompañamiento durante la Pasión de Jesús.

Percibíamos que Nuestra Señora estaba activando registros de Luz en nuestras consciencias; llaves crísticas para nuestros seres, que las reconocían en el instante en que Ella las activaba. De esa forma, comulgábamos, a través de María, de toda la vida que vivió Jesús sobre toda la Tierra.

Cuando María se refirió a Fátima, la sentimos en casa, Fátima y Aurora eran una sola. Y aquellos Reinos que Ella expresó hoy tan singularmente, esos Jardines de Luz, llegaron hasta aquí y dejaron algo en nuestros corazones: energías, presencias angelicales y también códigos de Luz que ingresaban específicamente en nuestros espíritus.

María nos fue envolviendo con el Reino de Fátima y nos mostraba, en el futuro, ya Su tarea concretada en Europa, y todas las conversiones y redenciones que Ella realizaría al pasar por Europa.

El momento más especial fue cuando llamó a los hermanos para la consagración y cuando habló directamente sobre las violetas que estuvieron en el Sepulcro de Jesús. Eso no era una metáfora, era un hecho que María estaba revelándonos a través de una escena que Ella nos mostró.

En el momento en el que Jesús fue colocado en el Sepulcro, un grupo de mujeres que acompañaban a María, ungieron con óleos, con aceites, el Cuerpo de Nuestro Señor. Había una mujer muy particular que llevaba en sus manos, en sus brazos, un ramo de flores, y cada una de las flores las fue colocando alrededor del Sepulcro.

Esas flores no solo emitían un aroma muy particular y especial, sentíamos y percibíamos un aroma dulce, suave, que iba envolviendo el Cuerpo de Nuestro Señor y todo el Sepulcro.

Y eso, según Nuestra Señora, fue restaurando el Cuerpo de Nuestro Señor que estaba herido, por la fe de esa mujer, por la fe con la que ella había confiado en Jesús. Ella sabía internamente que era el Mesías, el Redentor; aunque estaba muerto en el Sepulcro, ella confió en el Espíritu de Jesús y ese acto de fe lo resucitó, fue uno de los tantos atributos que ayudó en la restauración de Jesús.

Fue así como nos explicó nuestra Madre hoy. Y hoy explicitó, Nuestra Señora, que cuando llama a consagrar a Sus hijos, no los llama para consagrarlos físicamente, llama a cada una de nuestras almas. Ella quiere intentar que recordemos nuestro compromiso con Su Corazón Inmaculado. Quiere consagrar a los que están sanos y a los que están enfermos, a los que están lúcidos y a los que están locos.

Ella hoy se nombró como la Madre de la humanidad para los que son creyentes y no creyentes. Ella sabe bien quiénes somos nosotros, nos conoce profundamente, aunque no confiemos en Ella o que a veces le hayamos dado vuelta el rostro cuando la hayamos visto en algún momento. Ella nos quiere rescatar y está decidida a conquistar nuestros corazones.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Después de tantas cosas, lo único que quisiera agregar es que durante la oración, antes de que Nuestra Señora apareciera, parece que los ángeles nos escucharon y ellos llegaron de una forma muy rápida, durante las primeras oraciones que comenzamos a rezar.

Y hoy, de una forma particular, ellos iban trabajando con nosotros con mucha alegría, derramaban flores sobre este salón. Y, cuando Nuestra Señora comenzó a aproximarse, veíamos el camino por el cual Ella venía desde el horizonte; y comenzamos a ver otro camino que venía del fondo de esta sala, por donde venían algunos santos que cantaban con mucha alegría. En la primera fila de estos santos, reconocimos al Santo Padre Pío que traía una corona de flores. Los otros santos, que venían detrás de Él, cantaban y derramaban flores sobre el camino. Ellos se detuvieron junto al altar y se quedaron esperando la llegada de Nuestra Señora. Ellos dijeron que venían a coronar a Santa María de Aurora.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Son muchas emociones para abrir nuestros corazones.

Bueno, queríamos terminar compartiendo con los hermanos, que nuestra Madre, en los días de ayer y de hoy, anunció la Semana Santa, la Sagrada Semana con mucha contundencia.

Queremos compartir que esta Sagrada Semana es una invitación de Nuestro Señor Cristo Jesús, Sagrada Semana que también se prolongará en otros Centros Marianos y que será una vivencia de oración, de paz y de cura para todos.

Y les dejamos, a todos, unas preguntas:

¿Por qué será que Jesús Cristo retorna en la Sagrada Semana?

¿Qué es lo que los Sagrados Corazones quieren rescatar en estos tiempos y que podamos vivir de forma verdadera y simple?

Después de este gran impulso de María, llevemos estas preguntas a nuestro corazón para que, en esa semana, pueda ser contestada por Nuestro Propio Señor.

¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SANTA FE, ARGENTINA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Día y noche, vengo al mundo a llamarlos para una tarea mayor.

Necesito formar a los nuevos apóstoles de Cristo, a través de la oración y del Amor de Dios. Para que eso suceda, queridos hijos, sus corazones deben estar abiertos para responder a Mi llamado.

Sepan, que esta es la última vez que Yo estoy entre ustedes, en el fin de un tiempo que se prepara para algo nuevo, antes del regreso de Mi Hijo Jesús.

Por eso, abran sus brazos y acojan en sus corazones Mis Palabras. Son las últimas Palabras que pasarán sobre la faz de la Tierra, preparando a los corazones y a las moradas para el Juicio Final que vivirá toda la Tierra.

Por eso, queridos hijos, ingresen en ese manantial de Misericordia que representa Jesús, abandónense por entero a Su Sacratísimo Corazón. De esa forma, Mis amados, sentirán confianza y plenitud, perderán el miedo y se librarán del pecado.

Dios quiere perdonarlos, queridos hijos. Escuchen este llamado tan importante a la reconciliación.

Los Universos y los Cielos Mayores vienen a auxiliarlos, abran sus ojos a la Luz Mayor que proviene del Padre.

Vean venir desde el Cielo a Mi Sagrado Corazón; porque Yo necesito, en esta era tan importante, de servidores dispuestos a responder a Mi llamado. Así, se librarán de sus preocupaciones y dudas; porque Yo vengo aquí, en esta era, a consolarlos, a reconciliar sus corazones con el Altísimo.

Queridos hijos, Dios Me ha permitido transmitirles estas Palabras, porque es necesario prepararse, en este tiempo, para los grandes cambios que vendrán en sus vidas y en el mundo entero. Por eso, están a tiempo, queridos hijos, de calentar sus corazones en Mi Fuego Maternal.

Quiero derramar, sobre ustedes, Mi Gracia y devoción eterna.

Necesito solo de corazones simples que quieran abrirse a lo nuevo y conocer lo superior, aquello que muchos desconocen en este tiempo, que es el misterio de Dios que quiere revelarse a todos. Pero es necesario, queridos hijos, que haya una respuesta sincera de parte de ustedes.

Yo Soy su Santísima Madre María, la que viene, a lo largo de los siglos, a restaurar y a redimir a la humanidad. Yo preparo hace siglos a la humanidad para el Advenimiento de Mi Hijo, que está próximo en este tiempo.

Por eso, observen sus vidas, observen sus acciones y ejemplos, imiten a Cristo en este tiempo, en lo que ustedes pueden dar de verdad y de corazón.

Queridos hijos, ustedes no saben cuán grande y plena es Mi Gracia por ustedes, Mi Amor eterno por cada uno de Mis hijos. Conozco a la humanidad en profundidad, internamente y externamente. Conozco sus intenciones y súplicas.

Pero ahora, Yo los necesito dispuestos a servir un poco más; están en el gran tiempo de darlo todo, de donarse a los Brazos del Padre Eterno y de sentirse amados de verdad, porque a quien está en Dios nada le faltará.

Queridos hijos, vean el ejemplo de la Sagrada Familia que, en humildad y simplicidad, vivió el misterio de Dios.

Yo los invito a ser humildes y simples, queridos hijos, eso les permitirá dar los pasos en el camino de la conversión y de la redención.

Miren primero, queridos hijos, a sus hermanos, a sus necesidades, para que puedan ayudarlos. Este es un ejemplo fiel de caridad. Yo los invito a servir, de corazón y de alma, en el esfuerzo y en el sacrificio permanente.

Queridos hijos, quiero decirles que Dios los ha escogido, como una nación importante para cumplir una Promesa Suya, en la Nueva Humanidad.

Por eso, las semillas están siendo plantadas en sus corazones. 

Por eso, necesito, queridos hijos, que sus corazones estén fértiles en la oración y que se abran, a través de la oración, a encontrar el camino de la hermandad y de la paz.

Como su Madre del Cielo, solo les pido cosas simples, tan simples que pocos las cumplen. Por eso, los invito, día y noche, a vivir en el universo de la oración para que puedan percibir el fin de los tiempos, que todos ustedes están cruzando en esta época.

Abran sus ojos y sientan el palpitar de Mi Corazón, sientan en sus vidas Mi Amor Materno y Mi protección, Yo los necesito siempre.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cada vez que están delante de Mi Presencia, deposito en sus esencias una parte luminosa de Mi Corazón, una molécula de Mi Divina Consciencia. 

Mas en esta noche les pido, hijos Míos, que esta Gracia que les entrego a sus vidas, no la guarden solo para para ustedes mismos. Vayan por el mundo, anuncien Mi retorno a la Tierra, Mi Palabra, que una vez más resuena para despertar a los corazones del mundo.

Con esta Luz que hoy enciendo en sus corazones, iluminen el camino de los que hoy viven en la oscuridad. No teman ser ejemplo para aquellos de Mis hijos que hoy no tienen una referencia; porque veo el mundo desde los Cielos y muchos de Mis hijos se pierden en este tiempo por ignorancia, porque no conocen a Dios y porque no sintieron Mi Amor Maternal, como hoy lo pueden sentir.

Hijos Míos, en esta hora les pido que recorran el mundo, expandiendo a todos los corazones esta Luz que hoy les traigo a sus vidas. 

El Señor Me pidió que viniera a la Tierra a despertar aún más corazones misioneros, porque este mundo necesita de la caridad, necesita del servicio fraterno entre los hermanos, porque la unidad entre los seres, hijos Míos, se está perdiendo en esta Tierra. No permitan que este atributo primordial, que es la unidad que les irradio a partir de Mi Reino, se pierda en el mundo y, a través del servicio, de la caridad fraterna, cultiven en sus corazones y en el corazón del prójimo la unidad, la hermandad y la fraternidad entre los seres, porque en este tiempo el mundo está carente de estos atributos.

Hijos Míos, no los invito a acciones sociales, los invito a compartir, con amor y verdad, la donación profunda de sus corazones; porque aquel que se dispone a servir y entrega todo de sí, al prójimo, descubrirá una grandiosa Gracia que hasta hoy es desconocida para la mayoría de los corazones del mundo.

Hoy, los impulso a que sigan los pasos de San José, a que auxilien a la humanidad a través de la oración, de la caridad, de la entrega de sus vidas, para que muchos más puedan despertar al servicio, al servicio abnegado y verdadero.

Hijos Míos, sus almas tienen sed de donación, pero es necesario que no teman hacerlo, sino que se arriesguen a experimentar un Amor que desconocen y que despierta en el corazón que sirve. 

Cuando se abren a llevar la Presencia de Dios, a través de la caridad, el Señor puede utilizar sus corazones como un puente para la humanidad perdida. Pero necesito que digan sí, que se dispongan a abrir esa puerta, porque la humanidad necesita de corazones despiertos, corazones que en todas las acciones de la vida irradien amor y caridad, que estén siempre dispuestos a suplir la necesidad del prójimo en cualquier momento y en cualquier hora; porque, es de esa forma, hijos Míos, que poco a poco Mi Reino ingresa en la Tierra, que los corazones y las almas se convierten, y la Presencia Divina puede estar entre los seres.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Todos ustedes, queridos hijos, son potenciales hijos consagrados a Mi Inmaculado Corazón y, hace un tiempo atrás, Mi Corazón Inmaculado solicitó la consagración de dos hijas de Argentina que, en el primer momento de sus vidas cuando se encontraron Conmigo y despertaron a Mi llamado, confiaron en Mi Corazón Inmaculado y reconocieron la Presencia de la Madre de Dios en este tiempo, en esta región y también en este país, al cual Yo he visitado con tanto amor y seguiré visitándolo cuantas veces ustedes Me lo permitan.

Recuerden, queridos hijos, calentar sus corazones en Mi Fuego Eterno de devoción. Es necesario que pulse en sus corazones, en la devoción y el servicio, abriendo caminos para los que lo necesitan, redimiendo vidas y curando corazones.

Por eso, llamo, en esta noche de Misericordia y Piedad, a estas hijas para consagrarlas, y a un hijo que también ha respondido a Mi llamado.

Así vean, queridos hijos, como Mi tarea maternal es universal, abraza a los pueblos, a las almas y a las naciones. Mi Misericordia por ustedes es infinita.

Quiero derramar Mi Luz y Mi bendición sobre ustedes.

Queridos hijos, Mi Corazón Inmaculado siempre estará abierto para acogerlos. Yo acepto todos los tipos de consagración, porque ante Mis ojos misericordiosos y piadosos, y ante el Padre Celestial, todas las almas son iguales.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado en esta noche.

Aguardo con alegría el encuentro con ustedes mañana, cuando Mis Rayos Celestiales y Universales descenderán profundamente sobre el planeta.

Los amo y los bendigo.

Vayan en paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Queremos compartir un pequeño relato sobre la Aparición, para que ustedes también puedan comprender cómo fue que María llegó hoy aquí, a Santa Fe.

María hoy llegó como la Reina de la Paz, una mujer joven, hermosa, con un velo blanco en Su cabeza, una túnica rosa y un manto celeste que la envolvía, llevaba un cinturón dorado, anunciando un símbolo para nosotros: el nacimiento de algo nuevo para la humanidad; estaba descalza, Su sonrisa era cristalina y pura, y sustentaba en sus manos un rosario que Ella hacía mover cada vez que conversaba con nosotros.

Ella vino rodeada de ángeles, quienes le abrieron las puertas para que llegara hasta este lugar y compartiera con nosotros Su Maternidad y Su Amor.

Hoy, María dio un Mensaje muy particular para cada uno de nosotros, que ustedes pudieron escuchar a través de Hermana Lucía y de Fray Elías; porque relatábamos cada cosa que la Madre nos decía, no olvidando ningún detalle de lo que ella nos indicaba en ese momento.

Hoy, comprendimos y sentimos que nuestra Madre, necesita de los argentinos un fuego más caliente que brote del corazón, una devoción que permita concretar aquellos Planes que Dios tiene previstos para esta nación.

Hoy, Ella nos dijo que nos utiliza como Sus instrumentos para que ustedes conscientemente puedan despertar y juntos según nuestra Madre podamos ayudarlos a concretar ese Plan que Dios tiene previsto, que es un Plan a través de la oración, de la caridad, del servicio, de estar atentos a las necesidades del prójimo y de ver las necesidades en cada lugar al que vayamos.

En verdad, nuestra Madre espera que surjan de aquí nuevos apóstoles, que puedan nacer a través del corazón, y que puedan sentir esta situación, este Mensaje de María como algo verdadero.

Hoy, simbólicamente, nuestra Madre María estaba movilizando bastante nuestro corazón, nuestro interno, porque Ella necesita de nosotros para que Su Hijo pueda llegar hasta aquí. Ella viene a preparar este lugar, este planeta, para la llegada de Cristo, pero necesita que nosotros acreditemos que Cristo va a volver primero en nuestros corazones, que lo podamos sentir, que lo podamos llamar.

Hoy, nuestra Madre nos mostró su infinita Gracia y Misericordia, como un manantial, como un río de Luz, que llegaba hasta aquí, a este lugar, y que en un cierto punto se detenía, porque nosotros necesitamos abrir las puertas para que esa Gracia descienda, y eso lo vamos a conseguir según nuestra Madre María, cuando nosotros estemos unidos de corazón fraternalmente.

La Madre necesita vernos unidos como grupo, como consciencias y como almas, para que Ella pueda cumplir lo que tiene previsto hacer en esta nación a través de ustedes, y que de alguna forma ustedes también sean mediadores para que otras consciencias, otros hermanos, puedan recibir la Gracia que necesitan.

Hoy, estuvimos delante de un Mensaje muy profundo, y de un último llamado, como Ella nos dijo. Tenemos que tener presente que esta es una oportunidad única para todos y que como dicen aquí en Argentina y en Uruguay, el tren, el último tren está pasando y nosotros precisamos subir a ese tren para no perder ese impulso espiritual que María nos trae desde Cielo.

Ella espera de cada uno de ustedes una respuesta sincera.

 

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
DECIMOCUARTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 22:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con todos reunidos en la Colina de las Apariciones, comenzó el trabajo de preparación para recibir a la Madre del Mundo.

Se oró alrededor de una hora y luego la recibimos entonando el “Ave María”.

En determinado momento, Fray Elías, de pie delante del árbol, pidió silencio y relató lo que la Madre decía.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Madre dice que el mundo deberá alcanzar la paz a través de las pequeñas obras de todos los hombres. Ella nos está llamando a que despertemos a Su llamado, a que abramos nuestros corazones para escucharla.

Dijo que hoy nos viene a pedir que ofrezcamos nuestros sacrificios para impedir la Tercera Guerra en el mundo. Pero dice que no son sacrificios del alma, sino que debemos ofertar aquello que más nos apetece en este plano físico. Dice que el Señor acepta esos pequeños sacrificios y que nadie deberá morir a nada, solo debe ofrecerle lo que más pueda.
 


Yo Soy la Madre de la Concepción y conozco los ayunos que preparan al espíritu. Pues sepan que cuando el Señor nos pide sacrificios son por otras almas, como Yo les he pedido a muchos videntes. Solo quiero decirles que nadie debe acongojar su corazón, que debe estar alegre por estar ofertando su propio ser a otros.

Se salva a las almas colocándolas en las oraciones, pero Yo les pido hoy un poco más. No alcanza con recitar, debemos profundizar. Por eso, estaré aquí hasta el día 25, para aquellos que se animen a cruzar el umbral hacia la Reina de la Paz.

Nadie será obligado, desde los Cielos, a hacer lo que no siente, pues sepan que ustedes están regidos por la libertad. Aquí, en este Reino Celestial se vive la obediencia, lo que permite que el Plan Divino se dirija al Padre y a nosotros.

Sepan que la devoción puede despertar por estos sacrificios, que no deberán ser fanáticos ni rigurosos, pues lo que les estoy pidiendo es una colaboración por la paz, por el rescate de las almas y de las esencias.

El alma se santifica por los dones que va despertando cuando va perdiendo su voluntad y reconoce la Voluntad del Cielo que es infinita.

Estoy viniendo aquí, a ustedes, a pedirles esto en nombre del Amor Divino de Mi Concepción.

Estoy entregando, en este día que termina y en el que comienza, muchas Gracias al mundo, Gracias que han surgido de las oraciones y que han establecido un poco más de paz en algunos lugares del mundo.

Sepan, queridos Míos, que Yo Me sirvo de sus voces que oran Conmigo, con sinceridad y sin aburrimiento. Como estamos en un tiempo final, todo vale para los que quieren escuchar Mi Voz y responder a Mi llamado.

Les estoy pidiendo lo mismo que en Medjugorje: oración, ayuno y sacrificio, para que la Ley sea más blanda con los corazones que no quieren encontrar la paz y que continúan con sus voluntades, que no son la del Señor.

Los estoy invitando, hijos Míos, a que sus consciencias asuman sacrificios por las almas que están perdidas y que necesitan ser elevadas hacia Mi Reino Celestial.

No les estoy colocando días ni tiempo, cada uno sabrá lo que puede entregar por sí mismo en nombre de Mi Amor.

También les pido como Madre, que nadie sufra ni exagere porque no estará cumpliendo Mi Llamado, sino con su propia condición de querer elevarse con la fuerza de la Tierra. Deben elevarse con la fuerza del espíritu y sentir en sus corazones Mi llamado.

Quien da lo que tiene genera Gracias en los Cielos, los tesoros que Cristo, el Señor, nos ha anunciado en la antigüedad. Ahora todo está vivo para los que quieran reconocer las profecías que estoy volcando sobre este mundo que necesita de Paz y de Luz.

También, les pido que apoyen Mi llamado por África. No estarán yendo solo a servir para aliviar a las almas que están desesperadas desde hace siglos, estarán uniéndose a Mi Plan de Amor por todos los que deben ser elevados por Mis Brazos hacia Mi Corazón. Cada uno sabe lo que puede dar; por eso, Yo se los pido.

Los amo y los amparo en este nuevo camino que están recorriendo en consciencia Conmigo, por el mundo y por esta humanidad. Desde hace años, repito Mis Palabras en toda Europa, irradiando Mi Emblema de Paz, manifestándome con más fuerza para las mentes cerradas que no quieren escuchar la Voz del Señor.

Ustedes han caminado Conmigo por el sendero de la fe, cultivando la esencia interior y reconociendo lo que está sucediendo por intermedio de Mis anuncios. Solo lleven en sus corazones Mis pedidos, para que estos puedan sembrarse verdaderamente y con alegría. Es así cómo se alcanza el próximo Reino, para los que quieran trazar ese camino, trascendiéndose a sí mismos mediante la fuerza del espíritu y del amor que Me tienen.

Yo les correspondo con Mis Gracias, para que las repartan en paz a sus hermanos que no están aquí. Ustedes, hijos Míos, han visto cómo se responde a Mi llamado, unos vienen, otros van, pocos son los que permanecen para construir Mi Esencia de Amor en esta nación.

Ahora, estoy abriendo las puertas a lo que ustedes llaman de comunicaciones. Será necesario que Mi Emblema de Paz llegue a los rincones de esta nación y que haga un eco profundo en los corazones que quieran llegar aquí.

Estaré apareciendo los 12 y 13 de cada mes en Uruguay, y aquí, el día 25 a las 12h, el día 26 a las 20 h y el día 27 a las 12h. Así, en estos tres días, estarán escuchando Mi Voz y respondiendo a Mi llamado para recibir a las almas que tienen sed.

El día 8 de julio del próximo año será a las 12h y, entonces, notarán Mi Presencia.

Hoy, abro Mis Brazos para irradiarles Mi Amor, que debe cultivarse en lo profundo del corazón para que puedan borrar el dolor y nacer a Mi Buena Nueva, que les estoy anunciando como Madre de la Redención.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a repetir con Ella:


 Infinita Misericordia,
 irradia nuestras vidas.
 Amén.
 

En este momento, Nuestra Señora está sosteniendo una rosa con Sus Manos, a la que llama rosa de la Misericordia.
 


Ahora, quiero llegar a los corazones a los que aún no he llegado. Iré con Mi prodigiosa maternidad a irradiar a un grupo de almas que debe afianzarse en Mi Corazón Inmaculado.
 


Mientras los videntes se trasladan hacia donde la Madre Divina les indica, se ora el “Ave Luminosa”, y cuando la Madre Divina imparte la bendición se entona el “Ave María”.
 


Por el poder sagrado del Espíritu, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que sus corazones, queridos Míos, se abran cada día más a Mi Luz y que encuentren la Paz que les estoy entregando.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre depositó sobre el grupo una esfera de Luz e irradió desde Sus Manos una energía color blanca brillante. Mientras hacía esto, caminó sobre el grupo en un nivel un poco más elevado, sonriendo e irradiando Su Paz.
 


Eleven sus almas hacia Mi Corazón y encontrarán Mi Reino. Yo los guío en este tiempo final. El Señor Me ha pedido cumplir una parte de la Obra, que es responder a las preguntas de Mis hijos hasta el día 25. Guarden sus respuestas más allá de sus corazones para que comprendan Mi Designio que es Mayor y Divino.
 

 
Se realizan las preguntas personales y la Madre Divina las responde.


Gracias por responder a Mi llamado, quédense en Mi Paz y duerman en Mi Reino.

Apariciones extraordinarias
NOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Un grupo pequeño se reunió ese día al lado del árbol de las Apariciones para orar 150 cuentas del Ave María. Las hermanas de la Red de Oración se encontraban allí junto con Madre Shimani y Fray Elías.

En determinado momento se aproximó la energía de la Madre Divina y Fray Elías, después de contemplar por varios minutos en silencio la copa del naranjo, relató lo sucedido.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella apareció de forma muy nítida durante la oración, orando con nosotros. Vestía un Manto celeste y una Túnica rosada, estaba descalza y nos sonreía. Llevaba un orandio en sus manos unidas, en señal de oración. La cuenta central del orandio, la cuenta mayor, tenía la imagen de la Madre del Perpetuo Socorro, una imagen muy antigua que parecía un ícono ortodoxo.

De pronto, abrió Sus Brazos y los elevó hacia los Cielos, y luego volvió a unir sus Manos en oración.

Más tarde, a Su izquierda y con la misma nitidez apareció Padre Pío. Él levantó su mano derecha saludando. Llevaba guantes marrones, como los que usaba para cubrir sus estigmas. Nos saludó y después desapareció.

Con mucha dulzura, la Madre Divina nos miraba con Sus Ojos celestes, profundos y luminosos. Su Rostro tenía una tez radiante y fresca.

Unos minutos más tarde, descendió un poco más, permaneciendo más cerca de nosotros.

Intentaré transmitirles con precisión lo que Ella dijo.

Primero nos habló sobre el proyecto de vida de este lugar y dijo que lo hacía en obediencia a la Voluntad Superior, que Dios le había dado potestad para orientar y definir el proyecto de vida aquí.

Recalcó, al comienzo, que no quería que los designios que Ella está haciendo descender sobre este lugar se manifestaran como en Palestina y Jerusalén.

Dijo que este espacio será pequeño para las multitudes.

Que esta parte del campo puede ser extendida, puede crecer más hacia el fondo de los naranjales, para hacer más jardines y senderos.

También dijo que nos habíamos adelantado a Sus pedidos (una de las hermanas sintió que debíamos ir a Medjugorje) y que efectivamente nos esperaba en Medjugorje.

También dijo que habíamos captado bien las ideas de los Cielos de cómo debemos organizar el campo de Casa Redención para el nuevo Centro de Oración, que son ideas sublimes pero que tienen que expresarse en la materia.

Mostró el campo dividido en dos partes por muros, rejas y puertas, tanto aquí como en el área de las peregrinaciones. Nos mostró también que cada puerta de entrada debería tener la Cruz de la Nueva Humanidad.

También nos mostró, hacia el fondo del campo, una casa de guardianes, los que harán vigilia y circularán permanentemente por el área para protegerla y acompañarla.

Después mostró que el área de funcionamiento de la Casa de Oración será asumida por los monasterios con varios ritmos, recibiendo y acompañando a las personas.

Mostró la construcción del campanario, con un candado en su base y una monja tenía la llave para abrir y cerrar el campanario.

Dijo que el proyecto, como fue pensado por el grupo que está a cargo de la construcción en Casa Redención, es lo que quiere Dios. Y agregó que lo que se está manifestando aquí atraerá a muchos que están dormidos, pero también a muchos curiosos.

Dijo que las tribus de Israel antiguamente se dividían en grados de aprendizaje y de riquezas y que Ella pertenecía a una de las tribus más pobres de esa época. Que Dios la colocó en esa tribu para que esa parte del pueblo, que aprendió el idioma arameo, pudiera aprender sobre la humildad. Porque en verdad no podía nacer, en ese tiempo, una parte de Dios en un lugar con riquezas.

Por eso, dijo que Su Hijo nació en un pesebre; que ese pesebre representaba para Ella el amor en la pobreza y que, en ese momento, desde Ella brotó otra fuente de emanación que fue la devoción.

Dijo también que debía existir, como tarea de los monasterios y de los que sintieran venir, oraciones matutinas, vespertinas y nocturnas para mantener la tarea que Ella está llevando adelante todos estos días.

Dijo que venía como la Reina de los Cielos para traer un Mensaje de Reconciliación y de Paz. Por eso, se presentaba aquí a nosotros.

Dijo que no había nada que temer, que solo debíamos obrar y vigilar. Que este Centro Interno le ha dado la potestad de acompañar todo hasta el fin de los tiempos. Dijo que Aurora siempre fue parte de Ella y Ella siempre fue parte de Aurora.

En el final, dijo:

 

Estoy trayendo una oportunidad para que, a través de la devoción, todos se rehabiliten y, así, Aurora actuará para liberar a las almas de las amarras y del dolor.

¿Comprenden que nada está separado?

Dios es Uno en Tres, y esas Tres Presencias, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son Únicos.

Los amo y no teman lo que dirán; Yo Soy la Reina de la Eterna Paz.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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